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Chandler, Kopec, Morrison, Davies, Mullen Una obra excepcional que retine en un solo volumen los cinco temas basicos del ajedrez, especialmente orientados para el jugador competitivo: Saber cémo enfocar y jugar las aper- turas. © Formular un plan en cualquier posi- cién. © Analizar sus componentes esencia- les. e Llevar a cabo una combinacién co- recta. Utilizar una técnica eficaz en el final. Cada uno de estos cinco principales te- mas esta aqui repartido en cuatro lec- ciones, constituyendo por tanto un curso completo en veinte lecciones. Asi, la discusién sobre Tactica y combina- clones presenta un entoque ameno y completo del tema; los elementos y Principios en que se basa un correcto tratamiento de la apertura se ilustran, en tres variantes distintas, por medio de partidas; en Cémo analizar una posicion se estudia la metodologia necesaria para decidirse por una determinada se- rie de jugadas, tras una evaluacién de los correspondientes factores posicio- nales; el final se trata metédicamente con ejemplos originales y recientes. Por ultimo, en la leccién complementaria, la 21, que lleva por titulo /ndicaciones y consejos practicos para el juego de tor- neo, se brindan las orientaciones funda- mentales con vistas a un éxito efectivo «sobre el terreno». El propdsito de estas lecciones es pro- curar al ajedrecista serio, de fuerza me- diana, los elementos esenciales y los componentes de un arsenal basico para un juego bueno y sdlido, y suministrar el bagaje necesario para todo buen ju- gador «culto». AJEDREZ MAGISTRAL D. KOPEC, G. CHANDLER, C. MORRISON, N. DAVIES, I. D. MULLEN AJEDREZ MAGISTRAL EDICIONES MARTINEZ ROCA BARCELONA Titulo original: Master Chess. A course in 21 Lessons Traduccion de J. M. Lopez de Castro © 1985, D. Kopec, G. Chandler, C. Morrison, N. Davies and I. D. Mullen © 1987, Ediciones Martinez Roca, S. A. Gran Via, 774, 7.°, 08013 Barcelona ISBN 84-270-1101-6 Depésito legal B. 2441-1987 Impreso por Diagrafic, S. A., Constitucio, 19, 08014 Barcelona Impreso en Espaha — Printed in Spain AGRADECIMIENTOS La idea de esta obra nacié de nuestras conversaciones con Walter Munn, presidente de la Asociacion Escocesa de Ajedrez (Scottish Chess Associa- tion). Sus cinco coautores, sin excepcidn, son miembros de la Asociacion de Maestros de Ajedrez de Edimburgo (Edinburgh Chess Masters Association), grupo formado para promover una competente enseiianza ajedrecistica desti- nada a jugadores de todos los niveles por debajo del de «maestro». Una de las primeras tareas que se encomendaron al grupo fue la de preparar un conjunto de lecciones o material didactico para uso de profesores y alumnos en Esco- cia. De aquel proyecto inicial ha salido el presente libro, tras una serie de im- portantes cambios. Damos aqui las gracias a Martin Richardson, antiguo director ejecutivo de lacoleccién ajedrecistica «Pergamon», por sus sugerencias y ayudaen la reali- zacion de este trabajo. Nuestra gratitud se extiende también a las siguientes personas e instituciones: Alistair Girvan, presidente del Subcomité Pedagogi- co de la S.C.A.; Dr. Ken Stewart, secretario adjunto de la misma Asociacién; Bill Wallace, Alec MacFarlane, Alec Taylor, Harry Leask, Morag Mullay, Prof. D. Michie, Club de Ajedrez de Edimburgo (Edinburgh Chess Club). Fi- nalmente, damos las gracias a los miembros del Centro de Investigaciones so- bre la Inteligencia Mecanica (Machine Intelligence Research), por habernos permitido utilizar sus instalaciones. Simbolos 2.16... eee cece eect e eens 10 Introduccién. Nuestro propdsito y sugerencias metodoldgicas, por Danny Kopec, M. I. iL Lecciones 1-4. Tactica y combinaciones, por Geoff Chandler ... 15 Lecciones 5-8. Como analizar una posicion, por Danny Kopec, M. I. ......... 0000s seeveeee 54 Lecciones 9-12. Como formular un plan, por Chris Morrison ... 76 Lecciones 13-16, Principios e ideas de apertura, por Nigel Davies, M.I. .. 98 Lecciones 17-20. Finales, por Jan D. Mullen ..............055 it Ejercicios I (Lecciones 5-8) ....-.... 0. .c eee cece teen eens 134 Ejercicios II (Lecciones 9-12) 1.0... 0.0... eee eee neste eee ees 140 Ejercicios III (Lecciones 13-16) .. 145 Ejercicios IV (Lecciones 17-20) .......--..0eeeeeeeee scence eee 150 Leceién 21. Indicaciones y consejos practicos para el juego de torneo, por Ian D. Mullen y otros .......... 660 cee cece 156 Solucion de los ejercicios (lecciones 1-4) . 162 Glosario 2.0.6... eee cece eee eee eee t eee e teenie 165 SIMBOLOS jaque ventaja decisiva de las blancas ventaja decisiva de las negras igualdad enroque corto (flanco de rey) enroque largo (flanco de dama) buena jugada jugada excelente mala jugada error craso jugada interesante (merece atencién); invita a complicaciones jugada dudosa las blancas ganan las negras ganan El ejemplo siguiente, que ofrecemos en los dos sistemas de notacion, esta constituido por una partida de sélo 9 movimientos. Se trata de una Apertura Espafiola (Variante del Cambio) mal jugada. Notaci6n algebraica Notacion descriptiva 1. 4 eS 1, PAR P4R 2. Cf3 Cc6 2. C3AR C3AD 3. AbS a6 3. ASC P3TD 4. AX c6 dX c6 4,.AXC PDXA 5. 0-0 Ag4 5. 0-0 ASCR 6, h3 BS 6. P3TR P4TR 7. bX g4? hX g4 7. PX A? PXP 8. Ch2 Dh4-+ 8. C2T DST 9. B g3! Las negras estan ganando 01 9. P3AR P6C! 10 Las blancas abandonan. INTRODUCCION NUESTRO PROPOSITO Y SUGERENCIAS METODOLOGICAS DANNY KOPEC, M. I. En las lecciones que siguen ofrecemos al lector una serie de informaciones directa o indirectamente pertinentes a toda partida de ajedrez. Saber como en- focar y jugar las aperturas, formular un plan en tal o cual posicion, analizar sus componentes esenciales, llevar a cabo una combinacion correcta y, por ulti- mo, utilizar una técnica eficaz en el final para ganar, todo ello forma parte inte- grante del bagaje ajedrecistico de cualquier buen jugador. Ahora bien, a lo largo de los siglos se han escrito millares de libros sobre el juego de ajedrez. {Qué necesidad hay de otro mas, en especial cuando ninguno de los temas tra- tados es particularmente original? Creemos que la presente obra es unica en su género, al reunir en un solo vo- lumen cinco temas basicos de ajedrez y presentarlos en una forma especial- mente orientada al jugador de club (ELO 1450-1750). Cada uno de estos cin- co principales temas aparece repartido en cuatro lecciones, constituyendo asi, de hecho, un curso completo de 20 lecciones destinadas al estudiante serio cuyo objetivo es llegar a convertirse en buen jugador. La «escena» que lleva a una animada discusion sobre «Tactica y combinaciones» representa un enfo- que tan ameno como completo del tema. Los elementos y principios en que se basa un correcto tratamiento de la apertura se ilustran, en tres variantes distin- tas, por medio de partidas. En «Como analizar una posicion» consideramos la metodologia necesaria para decidirse por una determinada serie de jugadas, tras una evaluacion de los correspondientes factores posicionales. E) final y sus aspectos mas orientados al conocimiento tedrico* se tratan metodicamen- teen las lecciones 17-20. Por lo general, los ejemplos aducidos son originales y recientes, _* Es importante disponer de datos especificos sobre los aspectos y objetivos tedricos de cada uno de los finales tratados. No basta el calculo por si solo, mientras que un poco de teoria puede Ilevar muy lejos. 11 Todos los libros de ajedrez que he leido tienen en comin el enfocar o ilus- trar la ensefianza mediante ejemplos —combinaciones en una posicion deter- minada o partidas completas—, y en este sentido nuestra obra no es diferente. Mas los buenos libros cuyas ilustraciones quedan mejor grabadas en la memo- ria son aquellos que han sabido poner buenas «etiquetas» a los buenos ejem- plos. Asi, «La embriaguez del éxito», encabezamiento de una de las secciones del libro de Kotov Piense como un gran maestro, dice mucho en muy pocas pa- labras y se explica de por si; da cuenta del derrumbamiento de una vana e igno- rante seguridad en el propio juego mejor que muchas descripciones detalladas. En el mismo caso se encuentra la terminologia de Kmoch en El poder de los peones en ajedrez, cuando habla del «despeje-tapon» (The Sweeper-Sealer- Twist);** cada término de esta expresion tiene un sentido preciso con vistas a la memorizacién. Otro tanto hemos querido hacer aqui nosotros al utilizar defi- ciones bien escogidas y concisas, asi como ejemplos de muchos términos y conceptos ajedrecisticos mas o menos conocidos. Se estima que un maestro de ajedrez es capaz de almacenar en su memoria unos 50.000 modelos de posicién. Nadie hasta la fecha ha intentado averiguar en qué consisten exactamente tales «modelos», quiza por lo inadecuado de nuestro saber actual sobre la cognicién humana en lo referente a percepcion, memoria y reconocimiento de pautas o «tipos». jNo hay por qué preocuparse! Eso esta bien lejos del objetivo que aqui perseguimos, aun cuando pueda un dia llegar aser factible a medida que vaya progresando el estudio de la inteligencia artificial. Nuestro propésito es procurarle al estudiante serio de ajedrez, de fuerza mediana, los elementos esenciales, los componentes del arsenal basico para un juego bueno y sdlido. Con estos fines corre parejas la intencion de suministrar, en un libro de aproximadamente 165 paginas, el bagaje que juzgamos necesa- rio para todo buen jugador «culto». Durante el desarrollo de su habilidad ajedrecistica, muchos jugadores se sorprenden a si mismos con lagunas y hasta una clara ignorancia de esta o aquella fase de la partida. Para la mayoria de los ajedrecistas de fuerza inferior ala de maestro, la fase mas débil suele ser el final. Con todo, no pocos jugado- Tes se quejan también de su incapacidad para hallar el plan apropiado a lo que evaluan como una buena posicién, y todavia son mas numerosos los que se sienten muy incémodos cuando Ja apertura no discurre por caminos bien cono- cidos y «tedricos», que ellos han estudiado o memorizado. Tal es, obviamen- te, la clara explicaci6n y justificacion de cada una de las cinco principales sec- ciones de este libro. Todas ocupan su lugar logico, y esperamos que la presen- tacion del material les parezca a los lectores facil de entender y generalizar, a diferencia, por ejemplo, del tipico libro sobre una especifica variante de apertu- Ta, que tiende a abrumar al lector hasta el punto de resultarle contraprodu- cente. He aqui, pues, la cuestion clave: A partir del material presentado {sera ca- paz el estudiante de encontrar, por induccién, jugadas originales y correctas en las posiciones que surjan durante sus partidas? Esto significa que, si un motivo ** Movimiento del pen que «despeja» (sweep = «barrer» o «despejar barrien- do») una casilla o puesto avanzado en el propio campo, «tapona» (seal = «sella o «taponar) otra en el campo contrario y provoca un cambio radical, repentino y posiblemente inesperado en la estructura de peones. 12 se aplica a cierta posicion con definidas caracteristicas y a otras treinta posi- ciones con idénticos rasgos, tal vez se aplique también (modificado o no) a to- das las posiciones del mismo tipo. En otros empefios intelectuales, este proce- so podria igualmente Namarse generalizacién; pero ello no basta en ajedrez, donde hay que estar siempre alerta para reconocer las cualidades o caracteris- ticas unicas de cada posicién y sus requerimientos propios. E] hallazgo de un plan adecuado, como doblar torres en una columna abierta, es solo una peque- hha parte de la completa y correcta conduccién de una partida de ajedrez, que puede exigir toda una secuencia de buenos planes. El enfoque inductivo es dis- tinto y diametralmente opuesto al que también ofrece ejemplos (la tipica mono- grafia de una apertura, etc.), pero requiere que el lector desarrolle sus propias ideas por «deduccion» (procediendo hacia atrds) a partir de los mismos. La leccion complementaria, que lleva por titulo «Indicaciones y consejos practicos para el juego de torneo», pretende brindar unas cuantas orientacio- nes practicas con vistas a un éxito efectivo «sobre el terreno». Nunca se insisti- r4 lo bastante en la importancia de formular preguntas (las pertinentes, espe- rémoslo) y aprender de las propias derrotas. Cabe aqui todavia una breve advertencia. El ajedrez es un juego arduo. No hay en él soluciones faciles. Exige una buena dosis de trabajo duro, perseve- rancia y determinacion, sin que ello garantice la excelencia o el éxito. Esto se debe a su caracter unico, por ser a la vez ciencia, deporte y arte. No basta un mero conocimiento del modo de proceder, ni la puesta en practica de Jo que se sabe, ni el simple hallazgo de jugadas con atractivo estético o artistico. Cual- quiera de estas facetas, aisladamente considerada, puede llevar a un deprimen- te fracaso. Al estudiante que recorra con cuidado nuestras cinco secciones principales, las asimile bien y las complete con la panoplia de «Ejercicios» y de «Indicaciones y consejos practicos para el juego de torneo», ni siquiera pode- mos prometerle nada, por desgracia, en cuanto a resultados. No existe ningun sustantivo de la experiencia de los factores dinamicos del ajedrez adquirida «sobre el tablero». Podra uno saberlo todo sobre las ideas y principios que rigen Ja apertura, sobre tactica y combinaciones, andlisis, plani- ficacion y hasta finales, y aun asi, en el momento de hacer la mejor jugada (o una buena), no la hara. Aqui es donde la comprensién se distingue de la informacion 0 «conoci- mientos». La experiencia puede en esto desempefiar un gran papel. Lo demas depende de ti, lector. 13 Lecciones 1-4 TACTICA Y COMBINACIONES GEOFF CHANDLER El torneo de fin de semana Acto I Escena: La sala de andlisis duran- te un torneo de ajedrez. Los jugado- res, sentados, examinan sus parti- das. PepRO, solo ante un tablero y con la mirada perdida, es la viva imagen de la desolacién. Entra JUAN y se sienta frente a él. Juan: «jHola, Pedro! {Qué tal te ha ido?» (Pepro Jevanta la vista y empieza a mover las piezas de un lado para otro.) Pepro: «En esta posicion podia ha- ber ganado una pieza si hu- biera jugado esto y esto.» (PEDRO sigue moviendo las piezas.) PEDRO: «... y aqui tenia un ataque de mate. Podia haber sacrifica- do el caballo.en g7 y él lo te- nia que tomar so pena de perder una torre. Luego yo hago esta bonita jugada tran- quila y se acabé: no puede evitar el mate. El mismo me lo ha ensettado después de la partida.» «Parece convincente. Pero iqué has hecho en defini- tiva?» JUAN: Pepro: «iHe perdido!» Telén Esta pequefia escena se repite una y otra vez en ligas y torneos al acabar- se las partidas. El acto podia haberse prolongado, con Juan preguntandole a Pedro por qué habia jugado tan mal, cémo no habia visto esto o aquello, pese a llevar 15 afios participando en campeonatos. Y con Pedro respon- diéndole con las clasicas disculpas: tenia demasiado trabajo, se encontra- ba enfermo, habia dormido mal, el trafico le habia puesto nervioso o... ile habia, atacado un enjambre de abe~ jas! A Pedro no le faltaran nunca ex- cusas por haber perdido una partida, en vez de admitir que: 15 @) no entra en sus planes emprender un ataque con sacrificio a menos de contar con un 110% de proba- bilidades de éxito; 5) le encanta, si, ganarle piezas a su adversario, pero jams intenta pro- fundizar en las posiciones que re- quieren jugadas sutiles. LECCION 1 Estas lecciones van destinadas a todos los «Pedros» que frecuentan las salas de torneo. Antes de empezar a poner gotas de veneno a las flechas de los estu- diantes, definiré los términos «tacti- ca» y «combinacién». Tactica Liamase asi la lucha cuerpo a cuerpo que tiene lugar sobre el table- ro cuando las piezas de ambos ban- dos entran en contacto directo unas con otras, por ejemplo atacando y de- fendiéndose. En esencia, una jugada tactica entrafia una amenaza o serie de amenazas a las que el adversario ha de responder inmediatamente. De ordinario se trata de una secuencia forzada, por lo que el numero de ré- plicas posibles suele ser limitado. Tabla 1. «Arbol tactico» con una lista de motivos tacticos en las combinaciones Ganancia de Ataque de mate material Posicional De tablas Tipos de mate Ganancia de una —_Creacion de un Tablas por pieza dejada en peon ahogado Mate ahogado prise (sin defensa) Puesto avanzado —_Jaque perpetuo Mate del Amenaza del caballo «pasillon inadvertida Reduccién a Torre(s) en finales tedricos de Persecucién «Horquillay de séptima tablas, v. g. dos del rey caballo caballos y rey Liquidacion con contra rey, alfil Sacrificio clasico «Pinchos» yotras vistas a un final malo y peon de del alfil «horquillas» torre, etc. Jaque doble y a Clavadas Destruccion de la descubierta la estructura de Pieza peones Doble sacrificio sobrecargada de torre Control del Pieza centro Doble sacrificio _ «desesperada» de alfil Obtencién del par Coronaciones 0 de alfiles Ataque a un promociones de «punto flaco» peon ‘Cambio oportuno (cualquier casilla de damas guardada sélo por Ataque a la el rey) descubierta 16 Combinacién La combinacién es una serie de jugadas tacticas que se hacen para obtener una ventaja (o para dismi- nuir o neutralizar una desventaja). E] numero de movimientos es muy va- riable: podran ser dos, cinco o quin- ce. Hay cuatro principales tipos de combinacion: 1. Ataque de mate. 2, Combinacion para ganar ma- terial. 3. Combinacién posicional. 4. Combinacion de tablas. En cada una de estas clasificacio- nes existen muchos «trucos del ofi- cio», que constituyen el grueso del ar- senal de todo ajedrecista. Para ayu- dar al estudiante, le ofrecemos aqui, en forma de tabla, un «arbol tactico» con una lista de los principales moti- vos tacticos que se discutiran a conti- nuacién. Cualquier buena jugada de ajedrez entra en una de estas tres ca- tegorias: 1, Tactica (definida mas arriba). 2. Estratégica (despliegue de las propias fuerzas, parte de un plan de conjunto, maniobra, etcétera). 3. Forzada (huida o cobertura de un jaque, respuesta a una cap- tura con otra, etc.). Es de notar que las combinacio- nes de mate y las de ganancia de ma- terial estan estrechamente ligadas y que las ideas utilizadas en una combi- nacién para ganar material pueden servir (y a menudo sirven) para dar mate al rey enemigo. Las combinaciones posicionales se juegan para ampliar el radio de ac- cién de las piezas propias, preparan- do asi el terreno para una futura ga- nancia de material o combinacién de mate. Las combinaciones de tablas ha- blan por si mismas y le brindan al ju- gador tactico la posibilidad de salvar- se «por pelos» en posiciones perdi- das, anulando fa partida. Términos tacticos La mayoria de los términos tacti- cos se explican por si solos, v. g. obs- truccion, despeje de lineas, despeje de casillas, atraccién, etc. En el Dia- grama 1 las blancas utilizan estos cuatro temas para lograr el mate. 1, Td4 od La torre se sacrifica para obstruir la defensa negra de la casilla h4. 8 e 1 7 t aga | 6] Tet iF 4 iw yy 3 VW ey all & lg Sages a bedefah Lew AX d4 2AXe6+ .. Ahora el alfil despeja la columna para uso de la torre y la dama. 2. AX 6 3. Th8+ a La segunda torre se entrega para despejar la casilla hi que ha de ser ocupada por la dama, y también para atraer al rey negro ah8, lo que permi- 17 te a las blancas ganar un tiempo vi- tal. RXh8 Rg8 Notese que, si las blancas no hu- bieran jugado previamente 1. Td4, ahora el negro podria defenderse me- diante 4. ..., Dh4. 3. oe 4, Dhi+ 5. Dh7 mate Ataque de mate Mates tipicos y procesos mentales «Una profunda comprension de las posiciones tipicas de mate hace que las mas complicadas combinaciones de sacrificio que a ellas conducen no sdlo no parez- can dificiles, sino aun se den por supuestas» (Tarrasch). Asi como un cocinero puede ima- ginar la version acabada de una comi- da que esta preparando, asi también el ajedrecista debe visualizar, antes de iniciar un ataque, la posicion final de mate o el mate tipico que aparece- ra en el tablero como resultado de su ofensiva. Veamos, para empezar, un tipo sencillo y comin de mate con dama y caballo. nw dann o@ 18 Ahora ponemos més piezas en el tablero y nos situamos unas pocas ju- gadas antes. o(BV7 @ ge? 7 ay tint 6 sik 4 Sy 3 RY 2 8 ZB 1 RSA By bcdefagih Como el estudiante ha visto ya el mate tipico con dama y caballo, no le llevara mucho tiempo elaborar la combinacion correspondiente: 1. Te6! Esto impide que la dama negra siga protegiendo al caballo de f6, ala vez que despeja la diagonal b1-h7. Lew. dX 6 2. CX f+ Rh8 3. D X h7 mate. Mirando asi las cosas, el estu- diante podra apreciar lo paraddjico de las combinaciones de mate, cuya idea surge a menudo... jdando mar- cha atras! En primer lugar, conociamos un mate tipico y pudimos visualizarlo en 1a posicion dada. Solo el caballo de f6 lo impedia. Por ello nos fijamos en este caballo, encontramos una mane- ta de quitarlo de en medio, bloquean- do su pieza defensora, y ya no nos quedaba sino asestar el golpe final. Pese a la sencillez de este ejem- plo, no cabe duda que hasta las mas dificiles combinaciones de mate pue- den dividirse en componentes sim- ples, La analogia con la cocina viene aqui a cuento. Vemos primero en nuestra mente el pastel que quere- Mos confeccionar (el mate tipico), Poseemos fos ingredientes (dama y caballo) y la receta (el orden correc- to de jugadas). El diagrama que sigue nos mues- tra otro mate tipico, con torre y caba- Ilo esta vez. @ g > Nw hw ® ., De nuevo afadimos unas cuantas Piezas y damos marcha atras, EI estudiante, puesto ya sobre la Pista, no tendra dificultad en hallar la combinacion ganadora. 1, Ce?+ Rh8 2. DXb7+ RXAT 3. Thi mate. Al estudiante le es posible, lo re- petimos, desglosar el proceso mental del que brota la combinacién. El ju- gador experimentado resolvera posi- ciones similares casi sin pensarlo, ya que tales procesos han quedado fijos en su memoria y se han convertido para él en una segunda naturaleza, «La dama podria tomar el pedn h, Iuego la torre iria a esa columna y da- ria jaque, sin que nada se le inter- Pponga: jes mat Vista asi la cosa, resulta tan facil como... hacer un pastel. Modelos de mate (Veanse los diagramas de la pagina Siguiente) E) estudiante observara que, en to- dos los casos, un alfil o una torre pue- den ser sustituidos por 1a dama. La mayoria de las veces en que se em- Plean alfil y torre para dar mate, fa Posicion de ambas piezas o de una de ellas no tiene por qué ser exactamen- te la misma que aparece aqui. Enel Diagrama S el mate se fuer- za tras 1. 6. El Diagrama W repre- senta un mate que se da tipicamente en el enroque largo; la oportunidad de jugarlo no es infrecuente, ni mucho menos. Los Diagramas X, Y y Z son ma- tes tipicos del final de partida, con los que el estudiante ha de familiarizarse bien; por supuesto, no se puede for- zar el mate del Diagrama Z. E) estu- diante reproducira en el tablero las Posiciones dadas, acordandose de ir intercambiando el alfil y la torre con Ja dama, pues esta ultima es la que a menudo propina el golpe mortal. Con estas posiciones grabadas en la men- te, es mucho mas sencillo descubrir y calcular un ataque de mate. 19 20 LECCION 2. ATAQUES DE MATE Ejemplos practicos Algunos de los ejemplos que ofre- cemos provienen de mis propias par- tidas o de encuentros entre jugadores de fuerza media. Ello obedece a dos Tazones: 1. Tales partidas tienen lugar en- tre ajedrecistas de] mismo ni- vel que el de aquellos a quie- nes se dirige este libro, y en ellas no siempre se han hecho las mejores jugadas de defen- sa. Esto puede resultar muy instructivo. 2, Reproducir todas las joyas cla- sicas del pasado podria asus- tar al estudiante, llevandole a pensar que solo los maestros son capaces de producir esas combinaciones. Mate ahogado Todo estudiante debe conocer bien este mate, heredado de Philidor. 6 3| 8 1e| 7 RMA] 2 6) Um 5 ENS) 4 t 7, 3\V// Yi, | alk y an I y |_| ae be defdagsh Aitkens-Jacobs 1915 Las blancas ganan asi: 1. Cd6+ Rd8 2. De8t+ 3. Cf7 mate. TX Sacrificio clésico del alfit La oportunidad de realizar este sacrificio se da con relativa frecuen- cia entre jugadores poco experimen- tados. El ataque se dirige aqui contra el enroque corto privado de un caba- lo defensor en f6. Las blancas sacri- fican el alfil en h7 y luego dan jaque en g5 con el Caballo. Esto despeja la diagonal d1-h5 para que ladama pue- da dar el golpe de gracia. yo Foon ® Posicién tipica para el clasico sa- crificio de alfil. Aconsejamos al lec- tor que estudie el tratamiento del ata- que contra las tres posibles defensas. 1. AX h7+, RX h7; 2. Cg5+ (a) 2. on Res 3. DhS Te8 4. DX {7+ Rhbs 5. DhS+ —-RgB 6. Dh?7+ = REB 7. Dh8+ —-Re7 8. D X g7 mate. (b) Qe ae Rh6 3. Ded Ths 21 4. CX e6+ Rh7 5. D X g7 mate, (©) Qe we Rg6 3. h4 Ths 4. h5+ TXhs 5. Dd3+ £5 6 eXf6+ RX 7. DB+ Re7 8. Df7+ Rd6 9. DX hs 3. ae Cd X e5 4.dXe5 CXe5 5. hS+ RIG 6. Ch7+ Re7 7, Aa3+ Las blancas ganan. EI estudiante deseoso de profun- dizar en el sacrificio clasico del alfil, Jo encontraré examinado con todo detalle en el libro de V. Vukovié The Art of Attack in Chess, de la serie «Pergamon». Jaque doble La fuerza de un jaque doble es a menudo suficiente para ganar. Resi- de en el hecho de que obliga al rey enemigo a moverse. He aqui un diver- tido ejemplo tomado de una sesion de simultaneas jugadas por Nimzovich. s/H| [ee 8 Wt tit st 5 t 4 t 3 ADT | 2} ty & EY age j ao bec def gh 22 1, Ae2 road Ofreciendo a las negras un cebo en el que pican alegremente. Lo. e X £37 2. ¢Xb7 AXb7 3. AbS jaque doble y mate. Jaque a la descubierta Es también un arma potente. La posicion del Diagrama 9 surgio de una variante poco usual de la Apertu- ra Espahiola. nw kann a@ EI titular de las piezas blancas (que jugaba en un torneo de poca ca- tegoria, Grangemouth 1980) capturo el caballo de c3 y, mas adelante, sa- lid bien librado con tablas. Si hubie- ra tenido mayor fe en los jaques a la descubierta disponibles, habria con- tinuado: ~CXc6+ Ae7 » CXe7 CXdI Cg6+! De7 (forzada) . CXe7 RE |. C X 8 y las blancas que- dan con una pieza de mas. yawn Mate del «pasillo» A todo el mundo le han dado algu- na vez este mate en su primera fila. iYo mismo lo recibi en cierta oca- sion, y a la jugada siguiente, después de pasarme 10 minutos reflexionan- do en una posicién cémoda! EI primer ejemplo viene de una liga entre escolares. Estamos a pun- to de presenciar un error muy co- mun: jugar lo que salta a la vista. ya ban @ Las blancas continuaron 1. T X e5 y depusieron las armas tras 1. ..., Te X e5, ya que lo que pretendian, 2. D X f7+, es ahora ilegal (la dama esta clavada). Tenian que haber ju- gado: 1.DXf+ CXxf 2. T X e8 mate. El ejemplo siguiente es de Vladi- mir Vukovié. Procederemos paso a paso, puesto que contiene varios mo- tivos tacticos. (Véase diagrama 11.) 1DXf%t+ RX Las blancas debilitan la ultima fila. 2. Cd7+ AXd7 Ahora despejan para si mismas la columna e y fuerzan la apertura dela columna c. 3. Aa3+ = RgB El rey negro es empujado detras de sus peones, 4, Tc8+ AX Las blancas explotan la sobrecar- ga de una pieza enemiga, desviando- la de Ja proteccion de e8. 5. Te8 mate. yu boon o La combinacion es impecable. éComo hara el estudiante para rema- tar asi una partida? Solo podemos re- comendarle que mantenga los ojos bien abiertos y adquiera el habito de examinar, como cosa corriente, to- das las capturas y secuencias for- zadas. Doble sacrificio de torre La consabida batalla ajedrecisti- ca entre material y desarrollo tiene vi- sos de durar eternamente. El doble sacrificio de torre (con el que el atacante ofrece el jugoso cebo de sus dos torres para ganar tiempo decisi- vo mientras e] adversario las captu- ra) habla muy alto a favor del desa- rrollo. Pocos ejemplos pueden situarse a la altura de la imaginacién de Jac- ques Mieses, que se «saca de la man- 23 ga» un doble sacrificio de torre en la posicién del Diagrama 12. Craddock-Mieses Lew Tos! Tras esta jugada aparentemente anodina, las blancas caen en una dia- bélica red: 2. Ce4 AcS 3. CX f+ DX [6 4.AXc6+ bX 6 5. DX b8+ ... Parece, en efecto, como si 1. ..., Tb8 hubiera sido un grave error. 6. Df 7. Rdl 5 Unica. Te oe DX e2+ 8. Re2 DX c4+ 9. Rbl Dd3 mate. Doble sacrificio de alfil Se trata de algo bastante infre- cuente en la partida real, pero su me- canismo es digno de estudio y puede aplicarse a otros muchos sacrificios tipicos de ataque. He aqui las condi- 24 ciones previas, mencionadas por Tar- takover, para que una combinacién de este género sea correcta: «El rey atacado debe estar ex- puesto y sus piezas poco disponi- bles para la defensa. La torre del atacante ha de perseguir un doble objetivo: impedir que el rey ene- migo huya al otro flanco y tomar parte en el asalto final sin pérdida de tiempo.» He aqui un ejemplo relativamen- te reciente. Miles-Browne, Lucerna (ol.) 1982 Miles remato asi la partida: 1, AXh7+! RXh7 2. DhS+! 3. AXgi?! RXQ7 Si3....,16, sigue 4. Dh8-+, RE7;5. A X 8 amenazando 6. Dh7+. 4. DgS+ RBS 5. Dfe+ 6. Tet (1-0) De hecho, los dos alfiles se utili- zan como carne de cafién para abrir brecha en la fortaleza del rey contra- tio y permitir asi la penetracion de la artilleria pesada (dama y torre) para dar un tipico mate. La falta de defen- sores en el flanco de rey constituye la base de éste y otros asaltos violen- tos, incluido el del ejemplo siguiente. Ropajes reales Las blancas tienen dama, torre, alfiles y caballo a «tiro de piedra» del rey negro. Con semejante fuerza de ataque pueden permitirse el lujo de sacrificar un par de piezas y disponer todavia de suficiente ventaja de mate- rial en el ala de rey. El remate es tan Por esta raz6n los jugadores débi- Jes desaprovechan no pocas veces la oportunidad que se les presenta de dar caza al monarca enemigo, al fal- tarles la audacia necesaria para sacri- ficar material si no han podido anali- zar completamente la posicién. Un jugador mas fuerte no se molestara siempre en analizar todas las posi- bles variantes, pues le basta con sa- ber que un rey que sale «de paseo», exponiéndose al fuego abierto de las tropas enemigas, raramente sobre- vive. directo como brutal: olHx sia ae! 15 a ony 7 t t elt Ory Fi FB sit 5 7 4 3 3 ey atkwe | 2h yy & z IDJaZ7s ' 5 | rer abedefagnh Shestoparov-Serzhanov, URSS 1955 Mullen-Weedon, Edimburgo 1980 1.TXd5! AXd5 2. AXh7T! RX h7 3. Cf6+ con mate inevitable. (3. ny 8X £6; 4. DhS+, Re7; 5. Dh6+, Re8; 6. A X £6.) Persecucion del rey Aqui el rey es invitado 0 forzadoa salir a campo descubierto, donde se le da mate. Muy a menudo es imposi- ble calcular hasta el fin una combina- cién de esta clase, y el atacante ha de confiar en su «instinto» para prever el desenlace. 1. Cf RXf 2. DXh7+ REG 3. Add+ —-RgS Hasta aqui habia llegado el calcu- lo de las blancas. Ahora emplearon 5 minutos para dar con la continua- cin decisiva: 4. 33 oy Las negras no pueden parar la amenaza 5. Dh4 seguido de 6. Df4 mate, sino a costa de ruinosas pér- didas. 25 Combinaciones contra el «punto flaco» Este concepto no es enteramente nuevo en estrategia ajedrecistica, ya que todos los jugadores lo reconoce- ran si les digo que f7 es el «punto fla- co» de las negras al principio de la Partida. En la posicion caracteristica del enroque corto, la casilla g7 esta pro- tegida sdlo por el rey, por lo que es ahi donde las negras se muestran mas dé- biles. @ = punto flaco Las combinaciones contra f7 son muy raras en las partidas entre maes- tros, pero existe una linea del Gambi- to Danés donde las negras inducen a su adversario a que las ataque en ese punto, con la intencion paraddjica de aminorar su fuerza ofensiva: 1. 4 5 2. d4 ex dd 3. 3 dX 3 4. Ac4 eX b2 5.AXb2 dS 6 AXd5 Cf6 7.AXf+ RX 26 8 DXd8 Ab4+ 9. Dd2 AX d2+ Las posibilidades de ambos ban- dos son aproximadamente iguales, aunque nadie parece estar muy segu- ro de esta posicién. La oportunidad de jugar combi- naciones contra f7 (0 f2, si las blan- cas se descuidan) se da con mayor frecuencia en las partidas de aficiona- dos. Las lecciones introductorias de este manual, unidas a la experiencia del propio jugador, debieran bastar para un conocimiento de las condi- ciones previas, ya que la mayoria de las combinaciones contra un rey no enrocado figuran como notorias cela- das en los libros de aperturas. Daré aqui dos ejemplos en posiciones me- nos familiares. El primero es lo que «habria podi- do pasar» entre dos jugadores famo- sos por sus fulminantes ataques. Alekhine-Marshall 1. d4 Cf 2. 4 6 3. Cf Ce4 4, Cfd2 Ab4 «Celada tipica de Marshall» (Alekhine). Alekhine continué 5. De2 y gano mas tarde la partida convincentemen- te. Si hubiera escogido la jugada «de café» 5. a3?, que parece natural, se habria encontrado subitamente per- dido tras 5. . Lacasilla f7 puede constituir tam- bién un buen blanco con el rey enro- cado, pese a su aparente seguridad. He aqui un tipico «rayo caido del cie- lo» que podria igualmente catalogar- se entre las combinaciones de mate en la ultima fila (mate del «pasillo»). McNab-Mullen yw ba oA @ Sin darse cuenta de 2. DX f7+! Y las negras, aun no repuestas del susto, abandonaron. El «punto flaco» en g7 Con jugadas naturales de desa- trollo, el ajedrecista puede bastante facilmente dirigir sus armas contra los puntos flacos £7 y g7. E] verdadero punto flaco de una posicion enrocada es g7 (0 g2). Sin embargo, no es tan sencillo para las blancas acumular fuerzas contra esa casilla, y en general tienen que em- plear mas tiempo en coordinar sus piezas si quieren atacarla. En algunas variantes de la linea principal de la Apertura Espafola no es raro ver al caballo de dama blanco saltando por todo el tablero para al- canzar la casilla £5 y, desde alli, «vi- gilar» el punto g7; por ejemplo, Cb1- d2-e3/g3-f5. Slo el alfil de dama es capaz de apuntar directamente a g7 desarrollandose de modo normal (en fianchetto 0, en ciertos casos, me- diante Ah6). Por esto, entre otras co- sas, los reyes enrocados suelen gozar de vida mas larga que los que se que- dan en el centro; g7 es mas dificil de atacar que £7, Una acumulacién de tropas con- tra a es con frecuencia el principio fin. nw boon o@ Capablanca-Corio Ei caballo blanco es un valiosisi- mo elemento en f5, y un simple re- cuento de las fuerzas atacantes y de- fensoras proximas al rey negro per- mite vislumbrar la catastrofe que se avecina. 1. AG! AX g7 Ce6 cr sy C X g7 seguiria 3. Dg4, 6+ ganando la dama. Ce6 3. AXe5 4. Ch6 mate. Una advertencia: jno se pierda tiempo de reloj buscando mates que no existen! No basta con quererlo para que una posicién determinada encierre una combinacion. El estu- diante debe ejercitarse en ataques ti- picos de mate y sacrificios combinati- vos para despertar en si mismo el «instinto ajedrecistico». Asi empeza- 14 pronto a reconocer los tipos de po- sicidn que contienen las semillas de 27 tales combinaciones. Entonces le sera también mas facil jugar partidas de ataque y encontrar las casillas mas agresivas para sus piezas. iUna combinacién de mate es de ordinario la mas sencilla de jugar, comparada con las otras tres princi- pales categorias! Hasta el mas sim- ple de los ordenadores puede produ- cir un dificil mate en seis jugadas si toda la secuencia de movimientos es forzada. Con el jaque mate se acaba la partida. El estudiante no necesita ir mas alla en sus calculos (aunque qui- 74 tenga que anticipar alguna trampa de su adversario). Pero al jugar una combinacion de ganancia de material, posicional o de tablas, ha de ser ca- paz de evaluar correctamente la posi- cién que surgira después. «El conocimiento de las com- binaciones es la base del juego po- sicional. Esta regla se ha manteni- do firme a lo largo de la historia del ajedrez, y siempre sera poco cuanto hagamos por inculcarsela al joven jugador» (Réti). Llamarse a si mismo «jugador po- sicional» y evitar como la peste las si- tuaciones tacticas por miedo a no te- ner suficiente habilidad para afron- tarlas es puro engajio. Si ello puede servir de estimulo al estudiante, le di- remos que la habilidad tactica se me- jora considerablemente con el estu- dio. Citemos de nuevo a Réti: «Es un error creer que combi- nar depende unicamente del talen- to y no puede adquirirse. Los mis- mos elementos, como ataques do- bles, clavadas, obstrucciones, etc., se repiten una y otra vez en aso- ciaciones mas o menos complica- das. Cuanto mas los ve uno, mas facil le resulta concebir y evar a cabo esas combinaciones.» Posiciones practicas En todas las posiciones que si- guen (Diagramas 18-29), el bando a quien toca jugar tiene un mate forza- do. Algunas soluciones son un poco largas, lo que ha de convencer al estu- diante de que la dificultad de una combinacién no tiene gran cosa que ver con el numero de jugadas de que consta. Hallar la mejor jugada en una posicion compleja puede llegar a ser casi un imposible aun para el mas bri- ante de los maestros, pero descu- brir un mate forzado en nueve juga- das resulta relativamente facil si se o[@ie Eee '* eal 7 19 7 t 7 t iy y el | hae wy 6 572 ayy, 5 4 Ye 4 37 3 ay Z 2 WS 1 AD | a@bedefaga (a) Blancas 2 (b) Blancas 2 28 abedefagr (a) Blancas 2. (b) Blancas 3 -—nubaonrn oe ao be deftgih Blancas 3 -— yu boone abe def gh Blancas 4 -—nuwrAwoano 2 - vu Baoan obedefgh Blancas 3 - nw daar @ abedefagh Blancas 5 obedefagnh Blancas 5 29 abe defagh Blancas 6 conocen los temas tipicos y se posee la voluntad de calcular. Algunas de estas posiciones ¢S- tan tomadas del excelente libro de Locock (ya hace mucho agotado) Imagination in Chess. Locock opi- naba que la imaginacion en ajedrez no es un talento innato, sino que pue- de ensefiarse, y probaba su tesis pre- sentando a sus alumnos posiciones como éstas. Soluciones 18a, 1.D X a7+,D X a7; 2.C Xe7 mate. 30 abc def gil 18b. 19a. 19b. 20. 21. 22. 23. 24, 25. Blancas 6 1. Th8+, RX h8; 2. Dh7 mate. 1. D X c6+, b X 06; 2, Aa6 mate. 1. TH+, C X £8; 2. Af6+, Rg8; 3. Ch6 mate. 1. Th7+, RX h7; 2. Cf6+, Rh6; }. Th7 mate. . CeT+, T X e7; 2, Df8t, wre x B » 2 5 z e 3. Th8+, RX h8; 4. Dh1+, Rg8; 5. Dh7 mate. 26. 1. Td8+, TX d8(L....,AXd8; 2. Df7+, Rh8; 3. Df’ mate); 2. Da2+, Rh8; 3. Cf7+, Re®: 4. Ch6+, Rh8;'5. Dg8+, TX g8; 6. CT mate, 21. 1.DX %, T 28. , Rel; 2. T X g5+, e:5. h6+,RXh6; 4. Dh8+, 29, 3 Rel, Dal+; 6. 7. Rd3, Do2+; 8. Rdd, Dedt; 9. Re5, DdS mate. LECCION 3. COMBINACIONES PARA GANAR MATERIAL Pieza «en prise» Solo los mas novatos entre los afi- cionados a nuestro noble juego dejan piezas sin defensa en casillas ataca- das, Esta seccién trata de las piezas que «cuelgan» en posiciones plausi- bles. yw saan o La causa mas comun suele ser la captura irreflexiva de peones. Por ejemplo, las blancas efectian unas cuantas jugadas de apertura aparen- temente inocuas; el negro, creyendo que su adversario rehtye la lucha abierta, le arrebata un pedn. El resto es historia. He aqui las primeras ju- gadas: 1. e4 5 2. Cf d6 3. 3 Cf 4. Ac2 CX e4? 5. Dadt+ y las blancas ganan el caballo de e4. Amenaza inadvertida «éQué trama mi adversario?» Tal es la pregunta que todo ajedrecista debe hacerse después de cada jugada, aun en medio de una secuencia de movimientos forzados. Examinando cuidadosamente las posiciones don- de se han cometido errores, el estu- diante desarrollara en si mismo un sistema automatico de alarma. Sona- ran timbres, se encenderan luces ro- jas y las células de la memoria empe- zaran a agitarse. (Mucho podria tam- bién decirse en pro de una buena no- che de sueiio antes de una partida im- portante.) Todd-Chandler, 1982 Le we Cg4?t 31 Tendiendo una diabdlica celada. 2 AXcS2 AXcS 3.CXc5 Cd4 Descubre una ataque sobre el ca- ballo blanco y amenaza 4. ..., C X £3+ seguido de mate en h2. 4. g3 CX 2 5. CX b77! ... Este desesperado caballo no llega a tanto como su contrincante negro. Sea cXal 0-1. Ataque doble Elataque doble es en realidad una «horquilla» que se da dentro de un marco mas o menos complicado de jugadas. 32 papa or @ & @ Chandler-Austin, Edimburgo 1977 En esta posicion llevaba yo la ca- lidad de ventaja y buscaba un modo decisivo de rematar la partida. Veia una amenaza distante, por parte del negro, basada en la torre de g6 que te- nia enfilado a mi rey. Le permiti, pues, jugar una «combinacién» que 32 ganaba un peén y abria la posicién de] rey blanco. Yo habia profundiza- do mas y encontrado un ataque do- ble que forzaba a las negras a abando- nar inmediatamente. 1, Das+ b6 2.DX TX g2+ 3.RXg2 DXc2+ 4. Af Dxdl Todo, hasta aqui, de acuerdo con el plan de mi adversario. 5. Td4 1-0 Las negras reciben mate o pier- den la dama. Ataque a la descubierta El Diagrama 31 es un buen ejem- plo de ataque a la descubierta. El Diagrama 33 tiene por tema principal un ataque 4 la descubierta, pero cons- tituye también un caso curioso de «ceguera ajedrecistica». vw koa nx @ obec deftagh Girvan-Chandler, Edimburgo 1980 Las blancas habian jugado su peon a a3 para prevenir posibles ja~ ques del alfil negro en b4 y, con esta idea en el subconsciente, prosiguie- ron, 1, CX d42? ... Debo confesar que me senti aqui como un pescador que no recuerda donde ha colocado sus nasas. De al- guna manera estaba seguro de que ese peon no podia tomarse... Por fin lo vi claro: 1... Ccxd4 2Dxd4 Y ahora viene el ataque a la des- cubierta contra la dama. 2. oe Ab4+ 3. Dd2 AX d2+ Pieza sobrecargada Las piezas de ajedrez son perezo- sas; odian sus deberes de defensa, pero los toleran por necesidad. Con todo, si uno asigna demasiadas obli- gaciones de ese tipo a una sola pieza, ésta dejara oir por todo el tablero sus quejas de insuficiente paga. Hemos visto ya un perfecto ejemplo de pieza sobrecargada en el Diagrama 11. (Véase p. 23.) El tema es siempre el mismo: ninguna pieza puede estar en dos sitios a la vez. Las blancas crean amenazas de mate en la ultima fila. La dama negra protege a un tiempo esta fila y el alfil. lL... 2. Td8+ 3. DX e5 seguido de mate. DXd () lw. De8 2. DXe5+ DXxXes 3. Td8+ seguido de mate. Pieza «desesperada» Tratase de una pieza a punto de ser capturada, pero que, mientras esta viva, vende su pellejo lo mas ca- ro posible. En la seccion dedicada a los «puntos flacos» vimos ya una «dama desesperada» en el Gambito Danés. Las blancas jugaron 9. Dd2, cambiandola por el alfil y restable- ciendo asi la igualdad de material. El diagrama siguiente es de A.R.B. Tho- mas. B/| 35 1 vw Ph oanrn o@ yw ba onw o >| > t A il ! R Taimanov-N. N., URSS 1978 1. Cf5! o be def g t Aparecen aqui dos «desespera- dos» potenciales que venden caras sus vidas por peones. 33 AX fl AX g2 EI alfil trata de emular el alarde de tendencias suicidas del caballo. 3. Cf6+ RET Si 3. ..., gX f6, 4. RX g2 y las blancas ganan el final. 4. Cd7 Ae4 5. CX b6 1 CX 2.CXh7 y ambos «desesperados» sobreviven, pero el caballo blanco ha causado mayores estragos y logrado un final con ventaja decisiva para su bando. «Horquilla» de caballo He aqui una bonita secuencia donde la «puntilla» es dada por el ca- Henley-Matko, 1982 TX 3 Df 1. TX ¢3 2. Dd4+ La jugada que, segun las negras, el blanco no habia previsto. Mas todo ello formaba parte de un plan para crear una estructura geométrica que permitiera la «horquilla» de caballo. 34 3. DX f6+ RX 16 4, Cd5+ 1-0 Clavadas Esta posicién se dio en un cam- peonato de liga jugado en Edimbur- go. No recuerdo los nombres de los adversarios, pero presencié lo si- guiente: 37 -~ rw kaon o® 1. AaS b62? Desestimando la clavada o, sim- plemente, no viéndola. 2. Ac3 a Zugzwang. Cuando a las negras se les acabaron las jugadas de peo- nes ene) flanco de dama, tuvieron que mover el rey, abandonando el caba- lo a su destino, «Pinchos» El «pincho» se basa en el mismo principio que la clavada, donde dos piezas quedan enfiladas en la misma linea de accion, Aqui la pieza ataca- da y obligada a moverse es la mas va- liosa, permitiendo la captura de la otra pieza de menor (0 igual) valor. Al «pincho» suele también llamarse- le ataque de «rayos X». El rey es, de ordinario, su primer objetivo. a 38 17 ¢@ 1 Wt yw boon @ Las blancas ponen a su adversa- rio ante una desagradable alternativa: dejarse clavar la dama o ser victima de un «pincho». 1, DX d7+1 DX¢7 + Si2....,D X e6, 3. Ac4 y la da- ma queda clavada. Y si 2. RX e6 3. Ah3+ ae iEl «pincho»! Ahora las blancas hacen tablas con facilidad, al no te- ner ya la calidad de menos. a 39 yw won oo EI diagrama anterior (39) es un famoso final de Stamma. Las negras amenazan simulta- neamente 1....., RX c4y 1...., Thl mate. 1. That oo Amenazando 2. Ta3 mate. Lew TXh4 2. Ta3+ R juega 3. Ta4 ganando. La torre de h4 esta «pinchada». Coronaciones © promociones de peén Las combinaciones de este tipo estan siempre en el aire cuando un peon llega a la 6." 0 7.* filas. El estu- diante debe hacerse con un reperto- tio de «trucos» relacionados con las coronaciones de peon, para usarlos enel futuro. Los tres que siguen cons- tituyen una buena base. 1, TH+ Desviando al rey enemigo. 8 oe 40 7 2 6 t 5 4 3 q 2 [3] a bedefdagh lL. TX 2. g Xh7 ganando. EI diagrama (41) muestra una posicion sencilla que encierra una es- tratagema digna de conocerse. 35 pia aor o@ 1. Td8+ Te8 Esta defensa suele ser suficiente en casos similares, pero no aqui. 2.TXe8+ TXe8 3. Ad8 ganando. El Diagrama 42 es un ejemplo de subpromocién victoriosa, entre otros muchos. Rw aan no@ 1. TH+ 2. Db7+ 3. gX {8=C+ ganando. TX RXh7 Combinacién posicional Una pura combinacion posicio- nal sirve No para ganar material, sino para incrementar el radio de accion 36 de las piezas propias. La necesidad de levarla a cabo surge de ordinario cuando el jugador disfruta de ciertas ventajas que no pueden ya ser man- tenidas. Supongamos, por ejemplo, que un jugador lleva ventaja de desa- rrollo y espacio, pero no encuentra el modo de montar un ataque de mate (debido, tal vez, a un cambio previo de damas y al de un par de piezas me- nores). Cualquier otra estrategia o linea de pensamiento basada en la busqueda de una combinacion para ar material puede también ser in- ctuosa si el adversario no ha deja- do puntos débiles que sirvan de blan- cos de ataque. Las ventajas de desarrollo y espa- cio tienden a disiparse si no se apro- vechan de inmediato, por lo que el ju- gador debe buscar algun otro medio de conservar la iniciativa y no dartre- gua a su rival. 72. you sw oN @ & d En este ejemplo las blancas true- can su ventaja de espacio y desarro- llo por un par de torres activas. (Las torres activas redundan por lo general en ventajas permanentes.) 1.CXd7 AXd7 2. AbT+ RXh7 3. TXd7 oo Ahora podria seguir 3. Tac8 4, Tel Con la idea de 5. Tee7, que daria gran superioridad al blanco. yw boon @ & 8 d Aqui las blancas simplifican el juego por medio de cambios para transformar su ventaja principal, una mayoria de peones en el flanco de rey, en victoria, 1, TXd7+ CX a7 2.TXd7+ RXd7 3. Cb6+ Rd8 (0 Rc7) 4.CX8 RXc8 5. g5 ganando. V.g.: 5...) h X g5; 6. h5! y ganan. 5...) Rd8; 6. g X h6 y ganan. 5. .) hS; 6. g6 y ganan. Combinacién de tablas Como el nombre mismo lo indi- ca, se trata de una combinacion para intentar salvar un juego perdido. Las leyes del ajedrez prevén algunos re- cursos que ayudan, en posiciones muy criticas, a evitar lo peor. Uno de ellos es el jaque perpetuo, caso espe- cial de repeticién de movimientos en el que ninguno de ambos rivales puede hacer progresos. Entonces la partida se declara tablas. Otro cami- no para salvarse es la llamada «mal- dicién del torpe»: el rey ahogado. iTodo el mundo ha experimentado al- guna vez, estoy seguro, Ja horrible sensacién que resulta de echar por la ventana una partida ganada al permi- tir las tablas por ahogado! yw soon o abedef®a@ Aunque se trata de un final com- puesto, tenemos aqui un maravilloso ejemplo de las posibilidades de salva- cion que a menudo se le escapan al ju- gador inexperimentado en una posi- cién que parece inevitablemente per- dida. Las negras juegan: Lew. Tdi+ 2. Rg2 TXhi 3. RXhI Rb6 Y ahora el blanco no puede sino contemplar desolado como el rey contrario se dirige a la casilla a4 para encerrarse alli mediante a5 y quedar ahogado. jE] juego es tablas! Otros recursos que permiten Ile- gar aun final de tablas y que el estu- diante debe conocer son, por ejem- plo, los alfiles de distinto color, el alfil malo conel peon de torre y los dos ca- ballos contra el rey. E! Diagrama 46, otro final com- puesto, es una bella ilustracion del ar- te de salvar un juego perdido. 1. Tal Re2 37 ya bo orn @ 2. Rh8t Af 3. Ta7 hl=D (0 T)+ 4. Th7 Dgl 5. Tg7+ tablas. Jaque perpetuo Este procedimiento para hacer tablas (el acoso incesante) me salv6 de la derrota en la siguiente posicion de una partida de torneo. Deacon-Chandler, Alnwick 1979 Lee f1=D!? EI naufrago se agarra a un clavo ardiendo. Todavia me quedaba algo que ofrecer como cebo... jAhora o nunca! 38 2. AX fi 3. AX 96? Rf2 3. Ah3 o 3, Tf4+ ganaban. 3. Tg2+ Y el negro sigue dando jaques en el, e2 y g3. Tabl Alfiles de color opuesto El estudiante ha de aceptar con reservas la regla de que «los finales con alfiles de distinto color son siem- pre tablas». Digamos mas bien que un final con alfiles de color opuesto puede muchas veces ganarse, pero para ello hay que superar bastantes dificultades técnicas. 48 ya boon @ bp El siguiente andlisis de Mednis es un ejemplo en el que las blancas ven frustradas sus esperanzas de triunfo. how Ae7! 2. d6+ os Si 2. Rd4, Af6+; 3. Re4, Ae7; 4. 6, Ad6 y el alfil negro permanece en la diagonal a3-f8, impidiendo todo progreso. 2 AX d6 3.¢Xd6+ RXd6 YY aunque las blancas poseen el «buen» alfil respecto a su pedn de to- tre, el rey negro llega a b8 y no puede ser forzado a abandonar el rincon. Tablas. LECCION 4. POSICIONES INSTRUCTIVAS Y CONSEJOS CONSTRUCTIVOS Confio en que el estudiante ahada nuevos recursos a su repertorio estu- diando las siguientes posiciones y partidas. La tactica constituye una buena parte del arsenal del jugador de éxito. He aqui una seleccion de erro- res tipicos del ajedrecista medio. Aceptacién de lo obvio (1.* parte) lw. BX c6 2. TX a7 mate. 1... a6 2. Cc7 mate. Duzante ese tiempo estuve yo re- zando a todos los santos que cono- cia. Finalmente... imi adversario abandono! Podia haber hecho al me- nos tablas mediante 1... DX g2+! 2.RXg2 AXc6t+ 3. Di AX 3+ Aceptacién de lo obvio (2.* parte) La posicion del diagrama siguien- te surgio en un encuentro por corres- pondencia entre Escocia y Austria. 3l®& / ie 49 Agi 7 t slew a] 50 6 “\77,t 7 sow 6 4 AS 5 37 & fy al) Vwi t 2 f 3 | ' B i 2] ty a “a ao bedetgh I B Chandler-Austin, 1980 Las negras reflexionaron de 5 a 10 minutos buscando algun modo de parar el mate que se amenaza tanto en. a7 como enc7. Existen tres cami- nos distintos para legar a tal desenla- ce. 1... CX 6 2. CoT+ Rbs 3. Ca6+ Ra& 4. Db&+ ToCxXbs 5. Cc7 mate. a be de Chandler-Parker Las blancas acaban de capturar un caballo en d4. La amenaza es: 18. TXh7+ RXh7 19. Thi+ Ah6 20. D X h6 mate. Elcartero me trajo una buena sor- presa: jlas negras abandonaban! Sin embargo, continuando 39 17... Agdt no solo salvaban la partida, sino que ganaban en muchas variantes, por ejemplo: 18. TXh7+ RXh7 19, Thit+ AhS 20. 24(?) Tfl+ ganando. No se sobrestimen las posibilida- des de ataque del adversario. Hay que defenderse con sangre fria y exa- minar todas las jugadas, por absur- das que parezcan a primera vista. INo hagas como Lipschuetz! En otras palabras, no dejes que se empolven tus derrotas y descuidos tacticos. Es buena idea dedicar algun tiempo a estudiar los propios errores. A quien, partida tras partida, sigan pasandosele por alto las combinacio- nes tacticas, no le vendra mal tomar- se un buen «descanso» para afilar sus armas. Elejemplo siguiente muestra otro caso de victoria fallida, por parte de Jas blancas. 1. Dh8+ 2. TH mate. RXh8 Lipschuetz-Zukertort De acuerdo, podemos perdonar- selo, Todo el mundo tiene descuidos como éste. Pero... Lipschuetz-Lasker Otra vez se les pasa a las blancas el mismo tipo de combinacion, Te- nian que haber jugado: 1, Thé D huye de la amenaza 2. Th8+ RX h8 3. Dh3+ 4, Dh7+ y mate a la siguiente jugada. No hay nada peor que ir por la sala de analisis buscando la conmise- racion de los demas sobre una parti- da que «podia haberse ganado». jA nadie le interesa! Previsién tactica Un calculo correcto es necesario para cualquier clase de combina- cion. Lo principal, no obstante, es ser capaz de evaluar con acierto la posi- cién que surgira cuando la combina- cién se haya jugado. A veces ronda entre bastidores alguna funesta con- tracombinacion que nadie ve hasta que la posicién se aclara. En otras ocasiones puede haber un «truco» que nos pille por sorpresa. El Diagra- yw boon o@ ma 53 constituye un perfecto ejemplo de lo que decimos. La posicion viene de una variante de cierta partida mia. Parece, en efecto, como si las blancas dispusieran de una «horqui- Ila» potencial enc7. Podrian atraer la dama negra a a8 y destruir el defen- sor de la casilla critica (el caballo de 6). Todo esto es cosa facil. S6fo que- da por comprobar si el caballo y rey blancos podran después detener el avance de los peones enemigos del flanco de rey. Una vez mas, no pare- ce que haya problemas. E! peon e de Jas negras estaré doblado, el caballo blanco capturara el pedn c via b6 y luego bloquearé la columna e. Por su parte, el rey blanco no tendra dificul- tades en Negar a tiempo para apode- rarse del eventual peon pasado en la columna h. El juego prosigue: 1TXaB DXaB 2.DXe6 dXe6 3. Ce7+ Rd7 4. CX a8 ve Y se acabé la «combinacion». Las blancas pueden mirar al futuro con optimismo, {no es asi? AL ow Rc6! iAaay! El caballo blanco esta condenado y las negras ganan facil- mente el final. Tratemos siempre de ir «un poquito mas alla» en nuestros calculos, aunque sea un solo movi- miento... Jugada rutinaria En el Diagrama 16 vimos ya un caso de jugada rutinaria(1....,Ag4?). En el ejemplo que sigue, la serie que conduce al error contiene varios mo- tivos tacticos ya explicados. — yu raoano Ratcliff-Chandler, Edimburgo 1979 Le cx d4 Ataque a la descubierta contra el alfil blanco. 2. AX f7+ Pieza desesperada. 2. TX 3. CXd4—-De7 4. Ab2 5 5. Ce2 Td8 Amenazando un ataque a la des- cubierta contra la dama. 6. Tdi on Clavando el alfil. 6. we TH 41 Mitigando la clavada y renovan- do la anterior amenaza. 7, DdS+ Rh8 8. Dd6?? oa La jugada rutinaria 8, Db3 era aqui correcta. 8... Aa4! Descubre un ataque doble contra la dama, «pincha» una torre y ame- naza mate por rayos X en una juga- da. {Con razon el gran maestro norte- americano Lombardy llama a tales jugadas (8. ..., Aad!) «rompehuesos» (bone crushers)! 0-1 Ideas en accién Las breves partidas tacticas que siguen le permitiran al estudiante ver en accién algunos de los conceptos tacticos ya explicados. No se deje nunca pasar la oportu- nidad de examinar cualquier miniatu- ra (partida de menos de 25 jugadas) disponible. Tales partidas suelen con- tener titiles ideas tacticas que pue- den reproducirse en el propio juego. Algunos ajedrecistas de categoria me- dia evitan todo enfrentamiento direc- to con sus rivales en la primera etapa de la partida, pero si un error de aper- tura no se castiga inmediatamente por medios tacticos 0 posicionales, iese error se convierte muchas veces en buena jugada! Aprender de partidas cortas Alguna vez en el pasado estudié las tres siguientes celadas de apertu- ra, (En mis tiempos de principiante Ilegué a Ilenar cuadernos enteros con todas las celadas y partidas breves 42 que caian en mis manos.) Sin este fundamento tactico se me habrian ciertamente escapado numerosas po- sibilidades de sacrificio en las parti- das que he jugado después. 1. e4 eS 2. Ce3 Cf6 3. Acd CX eA 4. Dhs Cd6 5. Ab3 Cc6 6. d4 eXdd 1. Cd5 26? 8. De2+ Ae7 9. Cf6+ Re 10. Ah6 mate. 1. e4 5 2. Cf Cc6 3. Ce3 Ab4 4. Ac4 Cf6 5. 0-0 d6 6. Cd5 AcS 7. @B Ag4 8. 3 Ce? 9. CXf6+ gX 16 10. CXe5 AXdl 1. AXf7+ RS 12, Ah6 mate. 1. 4 Cf6 2. Ce3 d5 3. eXd5 cx d5 4. Cge2 Ag 5. g3?! Cc6 6. Ag2 Ce5 7.AXd5?) DXd5 8. CXd5 CB+ 9. Rfl Ab3 mate. O bien 8. 0-0 CH + 9. Rhi Cys+ 10. CX d5 A+ 11. Rel Ch3 mate. Elcomun denominador de las tres partidas que acabamos de ver es el al- fil que se desplaza a h6 o h3 para dar mate. Chandler-Gillain, Edimburgo 1981 Cuatro Caballos 1. e4 5 2. Cf C6 3. Ce3 Ac5(2) Las blancas pueden aqui lograr una pequefia ventaja posicional me- diante el «truco de la horquilla», 4. C X e5, pero acepteé el riesgo de espe- rar a que se me ofreciera la oportuni- dad de algo mejor. Esta lleg6, y por poco me quedo con un juego perdido por no lanzarme inmediatamente con- tra las negras, 4. Abs 46 5. 0-0 Ag4 6. d3 Cte 7. Ags AX £3? Hasta ahora las blancas habian estado haciendo jugadas rutinarias, pero el negro, con este cambio no pro- vocado, les permite obtener ventaja. Era mejor 7. h6. 8. DXf a6 9. Cd512 aXb5 Aqui yo intentaba seguir 10. CX fo+, g X f6; 11. A X f6 captu- rando la torre. De pronto sonaron los timbres de alarma y me percaté de que las negras podian replicar 11. ..., Cd4! a mi captura de torre. Los juga- dores medios tienden a no ver las amenazas de su contrincante, pero descubren jugadas como 11. ..., Cd4! cuando estan «con el agua al cue- Ilo». Al estudiante no puede menos de serle util conocer como reacciona el jugador débil y superficial en situa- ciones tacticas. En el caso que nos ocupa, imi unica esperanza era darle una jugada de respiro para no forzar- le a encontrar la mejor continuacién! Entonces, como eco lejano del pasa- do, me vino a la mente el modelo de mate tipico con alfil y caballo. 10. 63 Ce? 11. DXfel-g X16 12, CX f6+ R&B 13. Ab6 mate. Suerte? jSi! Pero aposté por su deseo de desclavar el caballo. La ju- gada 10. ..., 0-O perdia tras 11. C X (6+. Lade las blancas 10. c3 in- vitaba a una respuesta que parecia natural. Me gustaria poder decir que yo hubiera encontrado 11. D X f6! sin previo conocimiento ni recuerdo de ejemplos similares, mas esto seria falta de honradez por mi parte. En el ejemplo siguiente, hablare- mos, mas que de lo que sucedid, de lo que pudo haber sucedido. Las blan- cas dejan pasar una victoria de la que cualquiera se habria sentido orgullo- so. El caso es que cualquiera, con un poco de bagaje tactico, la tenia a su alcance. Johnson-Hayman, Edimburgo 1981 Apertura Escocesa 1. 04 5 2. Cf Cc6 3. d4 exd4 4.CXd4 CxXd4? 5.DXd4 6 6. Ac4 6 7. Ce3 Ce7 El juego de las negras en la aper- tura deja mucho que desear, pero lo que a nosotros nos interesa es la tacti- ca que sigue. 8. Ags Estaba yo mirando esta partida (de un campeonato de liga) e hice un gesto de lastima con la cabeza cuan- do las blancas continuaron 9. D X b6. Tras un largo final, acabaron por per- der. «Por qué no haber tomado el peon de d6?», pregunté. Db6 9, DXd6 ... 43 «Me preocupaba 9. ..., D X b2», fue la respuesta. ow DX b2 Aqui se habia terminado el anali- sis de las blancas, y no les gustaba lo que veian. Sin embargo, quienquiera que se haya tomado el trabajo (unas cuantas tardes agradablemente ocu- padas) de repasar las «viejas glo- tias» o estudiar celadas de apertura sabe muy bien que las negras no pue- den malgastar tanto tiempo en los pri- meros movimientos, como es el caso en esta partida. Atando algunos ca- bos, mostré la siguiente linea de jue- go. (El puesto de las negras lo ocupo el jugador que Ilevaba las blancas en la partida original.) 10. Tdl DX 3+ 11. Ad2 DxXc4 12. Dd8+ RX d8 13. AaS+ ReB 14. Td8 mate. Dejar escapar tan hermosas oca- siones de triunfo y acabar perdiendo es una falla caracteristica de los juga- dores débiles. Pero... tiene remedio: juna buena dosis de Morphy rociada con algunas horas de estudio tactico! En el ejemplo que ofrecemos aho- Ta, y que es bastante tipico de lo que suele ocurrir en los campeonatos de liga entre jugadores de nivel interme- dio, vemos a uno de los contrincan- tes sacrificar una pieza (en dudosas circunstancias) por lo que cree ser su- ficiente compensacion (dos peones y un rey expuesto a cambio de un alfil). Casi en seguida, el mismo jugador hace un movimiento «rutinario» y pierde otra pieza, esta vez sin com- pensacion. Entonces su adversario procede a efectuar todos los cambios que puede, politica en general correc- ta cuando se lleva material de venta- ja, pero al hacerlo solo logra dar ma- yor impulso a las fuerzas atacantes. 44 E! defensor debiera haber conside- rado un contrasacrificio, para obte- ner luego una victoria «técnica» con su pieza de mas. A medida que el juego progresa, el defensor coge miedo y trata de huir con su rey al otro flanco. Por su parte las blancas, sin perder la sangre fria, realizan un sacrificio de dama bas- tante sencillo, jpese a sus tres piezas de menos! Y de pronto se acaba la partida. Moraleja: cuando se tiene ventaja de material hay que conside- rar el modo mas agresivo de devol- verlo, Lograr una posicion «ganada» puede ser muy facil, pero ganar la partida... jes harina de otro costal! G. Chandler-Dr. Ratcliff, Edimburgo 1983 Gambito Evans 1. e4 eS 2. Cf Cc6 3. Ac4 AcS 4. b4 Bb6 5. bS CaS 6. AXf7+21 ... Dos peones centrales y un rey ex- puesto pueden pasablemente com- pensar el sacrificio de una pieza. 6... RXf 71.CXe5+ RB Pero este desafortunado error, ju- gado tras 5 segundos de reflexion, de- biera haberles proporcionado a las negras una facil victoria. 8. Ad4 9. Aa3+ d6 10. c3 AXe5 11. £4 Afé 12, 5 Ae7 13. De2 Afs 14. 94 ” EI blanco no tiene otra opcién que atacar sin tregua, sea como sea. 14... AXbli 15. TaXbl d5 16. Ach Re8? Era mucho mejor 16. ..., d4!, dan- do mas espacio a sus piezas. C4 Ags? 17. d4 18. £5 EI método seguido por las negras de cambiar piezas llevando ventaja de material suele ser bueno, pero aqui, después de mi réplica, su posi- cion se vuelve critica. 19. £6! AXel 20. £X g7 Ae3+ 21. DXe3!— Las blancas, con tres piezas de menos, sacrifican la dama. Si ahora 21. ..., C X e3, seguiria 22, T+, R juega; 23. T X d8 y 24. gXh8. 2... De7 22. gX h8=D CX 03 23. DX g8+ Rd7 A. 6+ a Despejando el terreno antes de cometer algun otro error garrafal. 2A. DXe6 25. DXe6+ RXe6 26. Tbel 1-0 Motivacié6n para el estudio Nada hay mas tedioso que poner y quitar una y otra vez diferentes Pposiciones en el tablero. A los 10 mi- nutos de haber estudiado todas las tri- quifuelas tacticas de una posicion, hay que destruirla y molestarse en colocar otra. Al cabo de tres 0 cuatro de esas posiciones, uno empieza a perder el tiempo tratando de resolver otras di- rectamente a partir de los diagramas. Para el principiante de ajedrez, este ejercicio es pura inutilidad. Los jugadores fuertes pueden a veces, con sdlo mirar a los diagra- mas, encontrar las soluciones en cues- tion de segundos. Algunos, como Bronstein, incluso prefieren analizar las posiciones viéndolas en el tablero mural. No obstante, cuando esos aje- drecistas eran todavia novatos, se tomaban la molestia de poner y qui- tar posicion tras posicion en un table- ro ordinario. {Como se les puede pedir a las células de la memoria e imaginacion que construyan una red de mate o efectien una maniobra sutil si nunca la han visto antes? Al ajedrez no se juega en tableros del tamaiio de diagramas, lo que noes. Obice para que muchos estudiantes se pasen una hora o mas desentrafiando las posiciones de un libroo revista sin ayuda o utilizacion apropiada de un auténtico tablero y piezas. Asi, al lle- garles el momento de poner en practi- ca sus habilidades, se encuentran con Ja mente bloqueada en algunas posi- ciones y han de trabajar muy duro para aplicar métodos elementales de ataque. jDéseles esa misma posicion representada en un diagrama y halla- ran hasta las jugadas mas dificiles! Para favorecer el cadlculo, las po- siciones deberan colocarse en un ta- blero de medias reglamentarias, lo que permitira que se impriman en la mente ciertas estructuras tipicas. La vista se acostumbrara también a co- trer a lo largo de diagonales y colum- nas, en vez de quedarse fija en un cua- drado de 3 o 4 centimetros. A mi mismo me dio este consejo hace bastantes aftos un fuerte jugador, cuando le pregunté como podia mejo- rar mi andlisis. Le debo michisimo. Todo ajedrecista Progresara sensi- blemente si estudia las posiciones sir- viéndose del arma con la que ha de 45 combatir: un juego de tamaiio regla- mentario. Conozco bien el «sindrome del diagrama». Teniendo que efectuar en cierta ocasién un viaje desde Glas- gow, me provei de una revista de aje- drez a fin de matar el tiempo. De las seis «combinaciones ganadoras» que intenté hallar jsolo acerté una! Rara- mente estudio 0 trato de resolver pro- blemas sin utilizar piezas y tablero, pero aquella vez no los tenia a mano. La misma noche desempolvé algu- nas de las viejisimas revistas que guardaba y me puse a solucionar, con ayuda de un verdadero juego, mas po- siciones como las del tren. Resulta- do: {18 aciertos sobre 18! Sumario Hace tiempo lei lo siguiente en un antiguo libro de ajedrez: «Ambos contendientes podrian compararse a dos avezados capitanes de galeon que maniobran con sus gigantescos na- vios para poder abrir fuego contra el enemigo.» Todos los jugadores de ajedrez se asemejan, en efecto, a esos viejos capitanes al mando de sus naves de guerra. Existe el principiante absoluto que de ordinario es hundido antes de abandonar el puerto (entrar en el me- dio juego) 0, silo hace, no tarda enen- callar. Al jugador débil se le acaban pronto las municiones (ideas) y va con facilidad a la deriva, dirigiéndo- se peligrosamente hacia los escollos (el mate sin haber opuesto resis- tencia). Viene luego el jugador mediano, con una dotacion bastante buena de cafones (habilidad tactica) pero muy mala de tripulantes (sentido posicio- nal), por lo que no consigue adoptar una posicién que le permita apuntar bien al enemigo. En ocasiones ha hundido algun navio, pero las mas de 46 las veces su adversario maniobra con mayor destreza y no tarda en alcan- zarle con el fuego de sus baterias. Tanto los jugadores flojos como los de categoria media tienden a quedar extraviados en aguas desconocidas (aperturas poco familiares). iMe pararé en el jugador mediano, de lo contrario voy a empezar a hablar de Tal comparandolo con el capitan Cook! Como ya he dicho, existe una ba- teria bastante buena, pero los artille- ros, faltos aun de suficiente entrena- miento, dejan a veces de disparar y piden ayuda a la tripulacion (juego posicional). Los cafones quedan en- tonces descuidados (la habilidad tac- tica comienza a «oxidarse») y, aun- que el jugador se vea ya capaz de dis- cutir con cierta competencia de cosas como peones doblados o aislados, puntos débiles, etc., subsiste la difi- cultad de acabar rapidamente con las pequefias fragatas (jprincipiantes de afiladas ufas!). jEntrénese primero a los artille- ros, pues sin ellos el navio es inofen- sivo! Y una vez logrado el nivel su- ficiente de maestria tactica, no hay que pensar que va a mantenerse por si solo en condiciones optimas. iLa pélvora ha de estar siempre bien seca! Un hecho historico Durante las guerras napoleoni- cas, las flotas britanica y francesa se enfrentaron a menudo. La estrategia de los franceses consistia en apuntar a las jarcias de los navios britanicos para privarles de su capacidad de ma- niobra (juego posicional). Asu vez los britanicos apuntaban con sus Cafiones a las baterias y dota- cién francesas (juego tactico). Entre 1793 y 1815, los franceses capturaron o hundieron 17 barcos britanicos. Los britanicos, por su par- te, echaron a pique o capturaron 229 naves francesas. No se puede argilir con semejan- tes matematicas... iHay que ir a ma- tar! Tactica y combinaciones: Posiciones practicas Las siguientes posiciones (Dia- gramas 55-90) ilustran o desarrollan muchos de los temas estudiados aqui. Su grado de dificultad varia, yendo de lo bastante sencillo a lo muy dificil, pero no hay ningun orden preestable- cido. La mayoria de las soluciones son muy «netas», con una réplica bien definida que hay que hallar. Sugerimos al estudiante que colo- que cada posicion en un tablero y haga un serio esfuerzo por encontrar la mejor respuesta o linea forzada de juego. Si al cabo de algunos minutos se ve completamente imposibilitado para descubrirla, consulte las solu- ciones y caera en la cuenta de las ex- traordinarias posibilidades que a ve- ces se ocultan tras la superficie de una posicion. Estos ejercicios son el ver- dadero «meollo» de las lecciones, ya que es muy facil no aprender nada viendo por encima una enorme canti- dad de ejemplos, por bien anotados que estén, mientras que, de acuerdo con una ley psicolégica, se haran ma- yores esfuerzos por lograr un objetivo si hay obstaculos en el camino. Ade- mas el ajedrez es un juego, y resolver estas posiciones puede resultar diver- tido. Como posdata humoristica afadi- ré que Bill Hartston escribio en cier- ta ocasion una brillante resefia sobre un famoso libro de tactica, con la tni- ca critica de que, a su modo de ver, la habilidad tactica dependia mayor- mente de Ja experiencia, por lo que habia que preguntarse si los tratados didacticos al respecto... jservian para algo! Tal vez tuviera razon, en cuyo caso esperainos que el lector lo pase bien resolviendo estos problemas y acepte como una «prima» a su esfuer- zo lo que de ellos aprenda. 47 -— yu du ovyvo -— vw suanrno 48 - vw hoo 56 -— Ny warAD ON ® |R7a) OL| & i abedefan Blancas = nua e&uono ee ee Bi abe defagnh Blancas eo be defagh Blancas ~ nw aro on o — yw dhuon oe obec defdga”r Blancas 62 =— nw Foon o becde i ELS] fog ih Negras -— yw ro nn oo a be de Blancas f gh a bede Negras fogin 49 8 2 “aa i . : Be Bi > ° +t ~ _ — a “i a al : mg af og >a 7 fe ° © © i“ J ° Ei ° oronegnman— “N S e J< « 16] > ° _ ie ew a 7 pm | & 3 ° BE > 2 Zz » 3 | 2 2 Cie ° ° onons ow = Blancas Blancas 50 -— yu suorno@ -— yw raon ow -Nnwpaaonno f RGR QB) jt t & aq bede Blancas o be @ Blancas abedefan Blancas abedefagh Negras abe defdga”r Negras 51 - Nw Puorno obec defagah obec defagh Blancas Blancas - nw pauorno@ @bedefagnh Negras Blancas 8 7 6 5 4 3 2 1 7a abedefaganr obedefagr Blancas Blancas 52 ao oON @ - yu roan 53 Lecciones 5-8 COMO ANALIZAR UNA POSICION DANNY KopPEC, M.T. LECCION 5. INTRODUCCION AL ANALISIS POSICIONAL Mas de diez afios de experiencia de juego magistral y ensefianza priva- da o clases a ajedrecistas de nivel in- ferior al de maestro me han convenci- do de que existen fundamentalmente tres campos donde casi todos esos ju- gadores se revelan deficientes. Estos tres campos, tratados respectivamen- te en las lecciones 6, 7 y 8, son: 1. Ausencia de respuesta a la pregunta basica: «{Qué ame- naza mi adversario?» 2. Incapacidad para determinar la légica, rasgos y objetivos esenciales de una posicion. 3. Falta de aptitud para sacar provecho de las anteriores ex- periencias (es decir, «tipos» o «modelos»), buenas y ma- las, y formular el plan apro- piado a una posicion. Por supuesto, el grado de defi- ciencia en cada uno de estos campos donde se pueden cometer errores de enfoque es muy variable. Por ejem- 54 plo, cuando hablamos de «no perca- tarse de la amenaza o amenazas en una posicién dada», ello puede en al- gunos casos referirse a un movimien- to que constituye un craso error por- que la amenaza inmediata (enunaju- gada) del contrincante se ha pasado por alto. En el otro extremo, la ame- naza puede consistir en una serie for- zada de movimientos que lleva a la victoria merced a la ganancia de ma- terial, el mate o un empeoramiento neto de la posicion. La raiz del pro- blema en tales circunstancias no es la inhabilidad para un anilisis suficien- temente profundo, sino la ignorancia de las necesidades o requerimientos tacticos de la posicién (cuando no cierta pereza), lo que redunda en no. advertir alguna jugada clave o «agui- jon de cola», como tal o cual jaque, clavada, horquilla o ataque doble. Sé por experiencia que incluso jugadores fuertes, con un ELO de 1800- 2000, tienden a caer con frecuencia en este tipo de errores por no haber descubierto la mejor jugada al cabo de una serie de cuatro o cinco. Nome Tefiero aqui a posiciones muy compli- cadas por naturaleza (aunque una po- Posicién inicial © Juegan las blancas ® Juegan las negras Numerosas respuestas SER Be we Figura 1. Ilustracion del arbol de jugadas plausibles a partir de la posici6n inicial. Noétese que, cuanto mas alejado del control del centro esta el primer movimiento de las blancas, mayor es el mimero de respuestas plausibles por parte de las negras. sicién «aparentemente simple» pue- de encerrar hondas complejidades), sino a posiciones bastante claras, analizables y, por ende, con peque- has ramificaciones. Para lo que nos ocupa, una ramificacion es el nimero de jugadas «plausibles» en cada nivel dei «arbol» (fig. 1) de movimientos legales a partir de una posicién deter- minada. Por ejemplo, en la posicién inicial del juego existen 20 movi- mientos legales, pero practicamente solo 5 0 6 (e4, d4, c4, Cf3,b3 y quiza g3) han de considerarse como condu- centes a alguna superioridad para las blancas. Aqui el factor de ramifica- cion es 6, y en las posiciones de me- dio juego suele oscilar en torno a 7. La capacidad para reducir una posicion a sus rasgos esenciales, tan- to tacticos (p. ej., clavadas, horqui- llas, ataques dobles, ataques enmas- carados, jaques, sobrecargas, etc.) como posicionales (p. ej., columnas abiertas o semiabiertas, «islas» 0 de- bilidades de peones, etc.), es necesa- ria para facilitar el proceso de selec- cion entre las varias jugadas plausi- bles. Con la informacion a que acaba- mos de aludir, aplicable a cualquier posicion, podemos ya abordar el problema de decidirnos por un plai en cada caso concreto. No se insi nunca lo bastante en el vie- jo dicho: «Es mejor jugar con un plan, aunque sea malo, que jugar sin plan.» En todo momento hay que consi- derar el tipo de posicién que se pre- tende lograr. Por medio de ejemplos haremos hincapié en los tres principales defec- tos mencionados mas arriba, pero hemos de examinar también algunos otros problemas, como la falta de 16- gica en la apertura, el juego poco practico y la utilizacion de analisis Publicados. Podriamos preguntarmnos: «éPor qué pierden las blancas la siguiente partida?» 55 Partida 1 (Apertura Sokolski)* 1. b4, e5; 2. Ab2, d6; 3. c4, Cf6; 4. €3, Ae7; 5. Cf3, 0-0; 6. Ae2, Af5; 7. 0-0, h6; 8. d4, 4; 9, Cfd2, 6; 10. Ce3, d5; 11. eX d5, ¢ X d5; 12. b5, Cbd7; 13. a4, Te8; 14. Db3, Cf; 15. £3, e X £3; 16. C X £3, Ad6; 17. CeS, Ae6; 18. Af3, AX e5; 19. dX e5, d4; 20. Da3, d X 3; 21. A X ¢3, Cg4; las blancas abandonan. Procederemos ahora a explicar los principales acontecimientos de esta «miniatura» que acaba en una pronta rendicion de las blancas. La partida es lo suficientemente breve como para poder comentarla jugada por jugada. 1, b4 Aunque este movimiento inicial es jugable y con toda probabilidad no malo, resulta dificil afirmar que sealo mejor para las blancas 0 les conserve tan siquiera la iniciativa de que dispo- nen por derecho propio al abrir el jue- go. lw eS Las negras tratan de obtener el mayor control posible del centro. Que lo hagan mediante el avance del peon e odel peon des una cuestion pu- ramente académica, aunque el avan- ce del texto les permite enrocarse cuanto antes. 2. Ab2 Las blancas desarrollan una pie- za y atacan el pedn e. 2. wwe d6 * Llamada también Apertura Oran- gutan y Apertura Polaca. 56 El! negro manifiesta claramente su voluntad de defender el peone y no intentar refutar de inmediato la aper- tura de las blancas. Puesto que viene al caso, {qué otras jugadas sdlidas habia aqui? 2. ...,Cc6? provoca 3. b5, Cd4; 4.e3 y lanco gana un pedn; 2. .., Ad6 infringe uno de los princi- pios basicos; 2. ..., De7 es un movi- miento excéntrico; sdlo 2. ..., £6!?, con la idea de bloquear el alfil de dama enemigo con una muralla de peones, era una opcion seria. 3. 4 Esta jugada esta en consonancia con el estilo hipermoderno de la aper- tura de las blancas. 3. we Cie Las negras se desarrollan modes- tamente. Mas ambiciosas eran las continuaciones 3. ..., f5 y 3. ..., a5. Esta ultima no parece muy conforme a los sanos principios: {por qué abrir el flanco donde el adversario dis- pone de mas espacio, a menos de poderle probar que ahi esta débil? 4. 3 EI blanco sigue con su plantea- miento evasivo. Dentro de este enfo- que, también eran posibles 4. g3, 4. 43 y 4, Cc3. 4 Ae7 Esta jugada y las dos siguientes no requieren comentarios. 0-0 Ags 5. Cf 6. Ae2 Las negras continian luchando por el mayor dominio posible del centro, sin comprometerse demasia- do con movimientos de peones. Una . ++ Cbd7 este caballo no tendria mucho porvenir. 7, 0-0 h6 No es una jugada importante, aunque a menudo resulta util para proporcionar un refugio en h7 al alfil de dama en caso de necesidad. Aqui no seria eficaz 7. ..., e4?!; 8. Cd4, Ag6, ya que las blancas pueden con- tinuar 9. d3, 9. f3 0 9. £4. 8. d4?71 Posiblemente el primer error dela partida. Mas cauto y logico era 8. d3, disputandole al contrincante la casi- llae4. Ahora las negras pueden adop- tar una buena configuracion «fran- cesa», con los colores invertidos, sin ningun problema especial. 8... e4 9. Cid2 6! Disuadiendo de 10. d5 y prepa- randose a apoyar su propio peon e. 10. Ce3 d5 Las negras siguen estando ansio- sas de impedir d5 por parte de su ri- val. No obstante, podian tener un poco mas de paciencia y conservar la tensién por medio de 10. ..., Te8; 11. bS, 5; (11. ..., eX b5; 12. C X bS! con ventaja del blanco); 12. f3!? IL. ¢ X d5? Un claro error. Las blancas rela- jan la tension. Normal y correcto era 11. b5, y después de 11. ..., ¢ X b5;, 12. C X d5 (0 bien 12. C X b5!, pero no 12. c X d5?, b4 y las negras ganan un pe6n) 12. ...,C X d5; 13.¢ X d5, DX d5; 14, a4! el blanco tiene inte- resantes posibilidades de contrajue- go a cambio de un pedn. He. eXd5 12. b5 od La motivacion de este movimien- to es correcta (contrajuego en el flan- co de dama), pero era mas preciso (y mas rapido) 12, Db3, ya que impide 12. ..., Cbd7. 12... Cbd7 13. a4?! ay De nuevo era mejor 13. Db3, y tras 13. ..., Ae6; 14. f3! En luear de esto, las blancas no hacen si: pasar de un plan a otro. Ahora parece que intentan 14. Aa3, para cambiar su al- fil malo, 13... Te8 14, Db3!? Aqui era coherente 14. Aa3, pero tampoco es mala la jugada del texto. 14. ... cfs 15. £3! “ Las blancas deciden mantener la presion sobre el peon negro d, pero entonces {para qué se han hecho las jugadas 12. b5 y 13. a4? 15... ex fs No hay otra opcién. 16. CX 87. Pero {a qué viene ahora esto? Se imponia 16. A X f3 para forzar 16. .., Ae6, Las negras pueden, a conti- nuacion, matar dos pajaros de un tiro. (Véase Diagrama 91.) 16. ... Ad6! He aqui los dos logros: 1. El peon e blanco queda ex- puesto a un ataque frontal. 2. El alfil de rey negro consigue 57 sim zx 7 7) 2 7 et 6 sky ty fl) 4B 37NE ey 2 AZZ k ' 8 eo bec de f g it Ja diagonal b8-h2. Por supues- to, el pen d continua defendi- do indirectamente. 17. Ce5!12 Bajo presién, las blancas hacen un intento de contrajuego. Desde lue- go resultaba desagradable 17. Cdl. 17 No 17. ..., A X e527; 18.4 X e5, T X e5; 19. Cdl y las blancas ganan. Esta pacifica retirada crea una ame- naza contra el caballo de e5. 18, Af3?? Ac6 Sometidas a cierta presion duran- te las ultimas jugadas, las blancas co- meten ahora una horrible equivoca- cién (no analizando la amenaza o el movimiento mas sencillo, 0... (acaso Jo han olvidado?). Tras las indispen- sables retiradas 18. Cf3 o 18. Cd3, las negras disponen de muchas gratas continuaciones, por ejemplo 18. Cf3, Ce, 18. Ce4; 18. ..., CBH7; 18. wy CB6, 018. ..., Agd; 08118. Cd3, 10 mejor parece ser 18. ..., C8h7, aun- que también 18. De7!? y 18. ..., Ce4 merecen atencién. El resto nore- quiere explicaciones. 18. AXe5 58 19. dXe5 44 20. Da3 dXc3 21. AX 3 Ce4 Las blancas abandonan. éPor qué ha perdido el blanco tan de prisa? (Por un solo error garrafal? No, no exactamente. En primer lugar, cedio terreno sin necesidad en el centro (8. d4); luego malgast6 tiempo (12. b5S y 13. a4), vacilé pasando de un plana otro y se quedo sin contrajuego a causa de una debilidad permanente (el peén e3). Por ultimo se equivocé gravemente, perdiendo una pieza (18. Af3??). Todo bien considerado, su error final puede muy bien haber sido el fruto de una acumulacion previa de proble- mas. Vale la pena afiadir que esta par- tida es tipica de la 2.* ronda de un tor- neo open de 5 rondas, por el sistema suizo (Cape Code $500 Open, 1976), donde el ajedrecista mejor clasificado (este autor, con un ELO de 2346 en aquella ocasidn) se enfrenta con juga- dores mas débiles (James Quirk, 1763). Con esta partida hemos queri- do mostrar el declive gradual del ju- gador mas débil en un tipo de juego basicamente estratégico. En una par- tida tactica, por el contrario, la derro- ta puede sobrevenir de modo entera- mente abrupto y a causa de algun error facil de localizar. LECCION 6. QUE AMENAZAS HAY EN UNA POSICION? Observemos la siguiente posicion de una partida Kleboe (1835)-Wee- den (1950), Glasgow Herald Open 1981, después de 16. ..., De5. Es importante adquirir el habito de examinar automaticamente, cada vez que a uno le toca jugar, todas las series de capturas forzadas. Si las blancas lo hubieran hecho en el caso presente, habrian continuado 17.

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