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Impacto del alza en los fletes internacionales del transporte marítimo en las

actividades y/o procesos claves de la logística

Desde el comienzo de su historia el transporte marítimo se ha convertido en un pilar


esencial para la economía de todos los países, de tal forma que se puede decir que es el
modo de transporte con mayor significación económica en el intercambio de mercancías
internacional, teniendo en cuenta que gran parte de nuestro comercio exterior se moviliza
por el mar, esto es normal ya que los océanos cubren gran parte de la superficie del planeta;
la industria del transporte marítimo resulta siendo la columna vertebral del comercio, por lo
que las importaciones e importaciones no pueden parar, el punto es que estos costos han
resultado siendo inesperados para muchos, e incluso han sido determinantes para que
muchas empresas decidan si pueden continuar o no en el mercado con sus rutas
comerciales.

El transporte marítimo ha transmitido al comercio internacional características esenciales


en este tipo de actividad como seguridad, eficiencia y economía en contraste con otros
medios de transporte presentes en el comercio de bienes y servicios entre diferentes países a
nivel global, pero que bajo las circunstancias del momento que rodearon al Covid, vio
como en gran medida se reducían las operaciones, en parte gracias a la disminución
considerable que trajo consigo la pandemia en el apartado de compra de materias primas
por parte de las empresas en medio del confinamiento, razón por la que las operaciones de
las compañías transportadoras, las líneas navieras y por consiguiente el transporte marítimo
en general se vieran afectados negativamente.

En la actualidad los distintos países están en un proceso de recesión económica, esto debido
a la pasada emergencia sanitaria causada por el COVID-19 y otras problemáticas como por
ejemplo, el caso del mega buque “Ever Given” que obstruyó el Canal de Suez durante casi
una semana en marzo, lo que provocó un nuevo aumento de los fletes de los contenedores,
que por fin habían empezado a estabilizarse desde los máximos históricos alcanzados
durante la pandemia del COVID-19. Por otra parte, la guerra de Rusia con Ucrania también
ha generado un impacto negativo en la economía mundial y el transporte marítimo y sus
distintos procesos. Todos estos sucesos afectan de manera directa a todas las actividades o
procesos logísticos de los distintos países, la escasez de contenedores es la principal
problemática que se generó con estos tres sucesos, afectando en gran medida a todos los
países y de igual forma aumentando los pecios de una forma nunca antes vista.
Ocasionando en los países una preocupación mundial pues sus economías están en un
proceso de recuperación y de adaptación.

Los precios del flete en contenedores comenzaron a subir en la segunda mitad del 2020, y
aumentaron aún más en 2021 en varias rutas comerciales, llegando a triplicarse en
comparación con los registros de 2020, mostrando así que todo esto resulta con una
capacidad de transporte reducida y una mayor demanda de este, generando así intolerables
demoras en los tiempos de entrega, afectando la capacidad de la empresa para entregar a
tiempo generando molestias y engorro en la satisfacción del cliente.

Los principales efectos de este incremento se establecen en el costo de los inventarios y el


precio final de los productos que asumen los consumidores finales, esto debido situaciones
particulares como la incertidumbre respecto de la disponibilidad de materias primas,
insumos o inventarios y costos.

Es por esto que en este caso todo este impacto en la economía y en los países, termina
resultando una afectación directa en la disponibilidad real de los inventarios, en la que
muchas veces esto genera que las empresas pueden verse obligadas a reevaluar sus
estrategias de inventario y aumentar los niveles de inventario para evitar retrasos en los
envíos, garantizar que los productos estén disponibles para la venta y mantener satisfecho a
sus clientes, logrando así una estabilidad empresarial. Sin embargo, al fin y al cabo, esta no
resulta siendo una solución real, ya que el aumento de los niveles de inventario puede tener
efectos negativos, como los mayores costos de almacenamiento y la menor rotación de
inventario.

El incremento en los costos de envío junto a todo lo anterior desencadenara eventualmente


un incremento de la inflación en diferentes países; esto se debe a que el incremento de los
costos de envío afectaría la inflación de los productos de importación por consecuencia se
transmiten estos costos al índice de precios al consumidor.
Se destaca de esta situación el hecho de que a pesar del transcurrir del tiempo los costos del
transporte se mantienen en niveles exageradamente altos a causa del incremento de la
demanda mundial de bienes y servicios, la deficiente capacidad de las empresas navieras y
los quiebres del suministro y desabastecimiento de inventarios. Todo esto produce un
incremento de las materias primas y los costos de transporte a nivel mundial razón por la
que los precios alrededor de la cadena de suministro de vean afectados de manera negativa
a nivel mundial.

De igual forma se señala que en los casos los exportadores que más se vieron afectados son
los pequeños y medianos que no cuentan con capacidad de reacción y presentan falencias
en las exportaciones y pierden de manera abrupta la competitividad de su exportación en la
región, esto consisten en bienes de consumo que tienen un impacto directo y regresivo en el
estilo de vida de la población. Finalmente, es un importante motor del aumento general de
precios, las importaciones tienen un triple impacto en los distintos sectores productivos de
la región que son indispensables para la importación de bienes de capital e insumos. Este
último es uno de los impactos macroeconómicos muy alarmantes que de manera frecuente
se pasa por alto

Gustavo Rafael Hernandez De la Osa


Carlos Fernando Mouthon Martinez
Fabio Andres Olaya Jimenez
Sebastián Yépez Hernandez

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