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Universidad Autónoma de Campeche

Facultad de Derecho “Dr. Alberto Trueba Urbina”

Alumno: Juan A. Rayo Arroyo

Docente: Victor M. Castillo Gonzalez

Asignatura: Debate Jurídico

8vo Semestre Grupo “B”

Fase escolar 2: 2022-2023

Campeche, Camp; a 11 de mayo del 2023


INTRODUCCIÓN.

A continuación, en el siguiente trabajo próximo a desarrollar, se abordará un tema


de gran importancia y fundamental dentro de la rama del derecho perteneciente al
debate jurídico,El cual es el tema del lenguaje y comunicación no verbal del jurista y
este tiene su importancia derivada de que gracias al lenguaje y la comunicación no
verbal podemos transmitir ideas de maneras diferentes a las comunes y con mayor
claridad y precisión para poder tener un mejor entendimiento de lo que nos quieren
expresar y así no darle un significado erróneo e incorrecto a aquellos argumentos
importantes que nos quieren transmitir para darles sentido Algunas cosas que son
importantes para tener un buen lenguaje no verbal poder utilizarlo en las situaciones
en que mejor nos convenga siempre y cuando se utilizan las reglas se conozcan y
se apliquen con la mayor precisión posible
La forma de argumentación es el lenguaje; este facilita el estilo propio de la
argumentación del jurista. En concreto, la forma de la argumentación es su
expresión externa a través del lenguaje. El lenguaje se apoya en la estructura del
discurso entendido éste como análisis. A su vez, la forma y la estructura salían para
que el jurista comunique el contenido del asunto, es decir, su argumentación.

Estilos del lenguaje jurídico del abogado.


Para partir con este punto, podemos tomar como ejemplo y argumento de salida el
discurso de Marco Antonio en el funeral de Julio César en la obra de Shakespeare
del mismo nombre. En este discurso Marco Antonio produce, por medio del
lenguaje, un choque emocional en la audiencia para persuadirlos de que lo
escuchen y para disponerlos en contra de la otra parte.
En este fragmento vemos que Shakespeare nos muestra su dominio de la forma y
del lenguaje de la argumentación. Logra por medio de unas cuantas frases, los tres
fines a los que un jurista debe aspirar con la ayuda de la comunicación: convencer,
persuadir y deleitar a su auditorio. Su discurso ante la audiencia es también un
diálogo con ella y un debate frente a su opuesto: Marco Bruto. En efecto, su fin no
es sólo un acuerdo sino una decisión a la acción, un cambio y un acercamiento de
pareceres.
Para entrenarse en la utilización del lenguaje o elocuencia dentro del contexto de la
comunicación, el abogado primero tiene que conocer y saber diferenciar los tres
estilos en los que fluctúa el uso del lenguaje: estilo elevado, preciso y moderado.
Por naturaleza, cada persona es más propensa a uno de ellos; lo que supone que
tendrá que cultivar y mejorar los otros dos. El objetivo es pues dominar la técnica y
utilización de cada uno de ellos y ponerlos al servicio de cada causa.
1) Estilo Elevado.
Este estilo se distingue por el uso de frases pulidas, bien construidas y acabadas.
Cuando el abogado lo emplea con éxito, influye en la audiencia a través del
significado de lo que se dice. En general se puede decir que este estilo se
caracteriza por arrastrar los ánimos de la audiencia. Se emplean palabras y frases
elegantes al tiempo que procuran no salir de una cierta sencillez acompañada de
toques de distinción. Utiliza un tono grave para dar importancia y seriedad al asunto
y para que parezca que existe cierta dificultad.
2) Estilo Preciso.
El estilo de lenguaje preciso es el más propio y comúnmente aceptado como el
adecuado para el jurista. Consiste, en general, en hacer uso de lenguaje poniendo
énfasis en la agudeza y la exactitud por medio del uso de palabras sencillas y
maneras suaves.
De igual manera, se puede decir que es preciso porque es sencillo, es decir, no
utiliza el artificio ni la ostentación, Además de que es fácil de entender y usa
maneras naturales. Y es, además, agudo porque pone el énfasis en lo que expresa,
es decir, tiene viveza e ingenio, denota prontitud y perspicacia de los sentidos y lo
hace intensificando y agravando lo que dice.
En resumen, la forma de hablar propia del estilo preciso no tiene gran fuerza pero se
cura en salud. El jurista la utiliza, sobre todo, porque quiere que su exposición
tenga claridad; para ello reduce la extensión, procura la pericia y evitar cualquier
torpeza o aspereza. Esta fórmula sencilla lleva al comunicador a hablar con
competencia aunque no alcance metas muy altas.
3) Estilo Moderado.
Entre el estilo elevado y el preciso se encuentra otro estilo intermedio que se le
conoce como el estilo moderado. Estás caracteriza porque evita los extremos.
Moderado Se refiere a aquella forma de usar el lenguaje que es limítrofe entre la
amplitud en el uso de la palabra, propia del estilo elevado, y la agudeza, según se
entiende en el estilo preciso.

Estilo propio del jurista.


El jurista hará un uso efectivo de su Estilo si domina las tres maneras de expresarse
en cada momento que se mencionaron con anterioridad. Cicerón aconseja sobre
este particular. Avisa que se utilice el tono humilde o sencillo propio del estilo
moderado en el inicio o introducción de la legato y, en cambio, un estilo más
elevado o vigoroso cuando se queda persuadir y convencer a la audiencia.
Sin embargo, es realmente, la audiencia la que determina el tipo de herramienta de
comunicación que el abogado debe utilizar. Si la audiencia es el oponente o juez, la
herramienta será el debate jurídico. En este caso, el abogado hablará con
elegancia, al mismo tiempo que con agudeza y sobriedad. Recordando, sin
embargo, que ha de usar un tono humilde al empezar de una forma más vigorosa
cuando discutes sobre leyes con objeto de ir entusiasmado y progresivamente a los
jueces. Tras lo que, debe levantar el tono midiendo con cuidado el peso de sus
palabras.
Cuando se trata de un discurso jurídico ante una audiencia, se recomienda al
abogado que utilice el estilo elevado o en ciertos casos moderado. Lo que quiere
decir que debe adornar el lenguaje y decir frases cortas. Ello hará que su expresión
se caracterice por ser agradable, fácil y abundante.
Cuándo se trata, en cambio, de un diálogo con un interlocutor abierto que quiere
intervenir, se recomienda al abogado que utilice un estilo moderado.Por medio, de
este estilo, invita a la otra parte a adherirse y participar.La parte que actúa como
experta en un diálogo por medio de un estilo preciso, mostrará que tiene talento
para discurrir un prontitud el estudio de pensamiento.

Análisis morfosintáctico del lenguaje jurídico.


Analizando los tres diferentes estilos que pueda adoptar el lenguaje del jurista
vamos a ver las Tres formas textuales sobre las que se sustentan los textos
jurídicos: la demanda el recurso o apelación y la sentencia judicial.
Para los análisis morfosintácticos, generalmente se utiliza una sentencia, dado que
es el texto jurídico en que mejor se puede estudiar el uso morfosintáctico y el léxico
jurídico. Una sentencia consiste en la declaración y resolución del juez y, en ella, se
han de incluir también la declaración de las partes.La sentencia expresa, de una
manera lo más clara posible, la decisión tomada sobre la demanda y presentada.

Uso de las palabras.


Ciertamente, para lograr ser elocuente en sus pronunciamientos y escritos, El jurista
tiene que ser cuidadoso con la elección de su léxico, Pero sin olvidar que debe estar
más interesado en el tema que en expresión. Por regla general, las palabras que el
jurista vaya a usar han de estar sugeridas esencialmente por el tema de asuntos. De
hecho, las va a cubrir junto con la esencia de este, pero tendrá que esforzarse para
captarlas, buscarlas y adaptarlas al contexto.
Búsqueda y erección de las palabras, se sabe por experiencia que se puede caer
con muchos errores como:
1) Interpretarlas demasiado libremente complicando lo que se podría haberse
dicho de manera más simple.
2) Repetir lo que ya se ha dicho con suficiente simple.
3) Aumentando el número de palabras donde una sería suficiente.
4) Considerar las soluciones como algo mejor que el hablar directamente.

Además, el abogado debe procurar que sus palabras sean claras, elegantes y bien
adaptadas para producir lo deseado. Sus frases deben ser correctas, bien
colocadas y con figuras retóricas agradables huyendo de lo vulgar y extraño.
Las palabras se dividen en propias, recién inventadas y metafóricas. Respecto a las
palabras propias, su ámbito es el lenguaje corriente. Se llaman palabras propias las
que se adecuan bien a los objetos jurídicos y a la técnica que expresan.
Las palabras metafóricas solo se deben usar en los discursos con efecto.
Y así, las palabras inventadas surgen de la boca de los juristas por composición o
derivación.
Se dice que la primera característica del lenguaje, ha de ser la claridad. Un texto
oral o escrito está claro cuando llama a las cosas por sus nombres correctos.
La segunda característica que se pide al abogado es el buen uso de las palabras. El
que cumple con este requisito merecerá el mayor elogio respecto a su lenguaje.
Finalmente, dado que la falta de Claridad en las palabras dificulta la percepción la
compresión, el jurista debe evitar aquellas que no se usan o no son familiares a los
oídos del juez o de su cliente. También evitará las palabras demasiado ocultas o de
carácter técnico que dificulten el mensaje, evitando toda palabra de la que el juez
pueda ignorar su significado o explicándole si es imprescindible su uso.

Problemas del lenguaje.


Lo más importante para evitar la confusión del lenguaje es el buen uso de las frases,
es decir, el cuidado de su nivel morfosintáctico. alguno de los problemas de lenguaje
que el abogado debe evitar son:
El lenguaje jurídico se presta para usar frases tan largas que es imposible seguir su
desarrollo. Para evitar este problema se recomienda que el abogado se guíe
siempre, en la construcción y el análisis de la frase, por los tres elementos bases de
una oración: sujeto, verbo y predicado. En la práctica no es usual que el abogado
emplee esta forma en frases cortas, pero en la sentencia cada párrafo consta de
una sola frase.
De igual modo, posponer la conclusión es otro problema morfosintáctico
consecuencia del anterior. Para evitar este efecto, se debe procurar que el oyente o
lector pueda comprender el contenido completo de cada pensamiento de una sola
vez. Esto se consigue cuando dicha conclusión se menciona en la introducción, se
presenta en la proposición y se resume en la conclusión.
También, un excesivo uso del hipérbaton hace que el contenido de lo que se
transmite sea confuso.
Pero sobre todo, el abogado debe evitar la ambigüedad, las palabras inútiles, los
enlaces y extender la parrafada más allá del ritmo de la respiración de una persona.
Sin embargo, no se trata de que el abogado vaya a omitir palabras o frases que son
necesarias para el sentido de lo que quiere decir, pues desvirtuaria su significado.

Comunicación no verbal.
La expresión gestual del comunicador es más que un simple sistema de señales
emocionales. El lenguaje de los gestos influye en gran medida en la argumentación
y la comunicación del jurista. En los juicios a los que asisto como observador me
doy cuenta de que la parte visible de la expresión del jurista es tan importante como
su expresión oral. En realidad, el lenguaje gestual del abogado no puede separarse
de su comunicación verbal. Ambas están estrechamente vinculadas.
A continuación me daré la libertad de exponer las principales cualidades que implica
para que el jurista cuente con un requisito adicional para valerse frente a una idea
que quiera defender o refutar.
1) Tonos de voz.
Los tonos dependen de la voz, bien sea esta natural o impostada. Hay voces que
son agudas, es decir, que su frecuencia de sonido es alta. También hay juristas con
voz grave, lo que sucede cuando su frecuencia del sonido es baja. Finalmente, se
da la media, cuya frecuencia de sonido tiene un carácter mediano en altura.
En cuanto a los tonos de voz se distinguen también tres efectos: el efecto del tono
conciliatorio es aquel por el cual el abogado puede ponerse de acuerdo o anular una
discordia. El efecto de la abogada también puede ser persuasivo; en este caso, su
poder de afirmación será convincente. Este tono produce la impresión en la
audiencia de que se tiene un juicio formado en virtud de un fundamento. Finalmente,
el abogado puede usar un tono emotivo; a las emociones y produce una reacción
afectiva de intensidad emocional.
2) Voz, movimiento y gesto.
En definitiva, todo discurso está relacionado con dos facultades diferentes,
dependientes de los dos sentidos por los que la argumentación y la comunicación
alcanzan mejor a la audiencia: 1) la voz y 2) el movimiento y gesto.
La voz apela al oído y ejerce la primera impresión sobre la atención de la audiencia,
Incluso el movimiento y gesto se adaptan a ella. La naturaleza de la voz depende de
su cantidad y su calidad. Por la cantidad, la voz puede ser fuerte o débil, Aunque
algunas voces están entre estos extremos. Por la calidad, la voz puede ser clara,
cuando se percibe o comprende bien cómo sucede con los buenos presentadores
de televisión; puede ser ronca, cuando esta sufre temporalmente una debilitación de
su sonido y se hace áspera y bronca; o puede ser llena la que cubre el sonido por
completo como es el caso del famoso natural está realizador y presentador de
documentales Félix Rodríguez de la Fuente.
3) El lenguaje silencioso.
Además, el jurista puede decir muchas cosas sin la ayuda de la voz. El movimiento
y el gesto son lo que se llama el lenguaje silencioso. Sin embargo, el jurista debe
usarlos con la voz, no como elemento de fuerza o como mímica. Para ilustrar este
punto se puede tomar como ejemplo a aquellos presentadores de televisión de los
cuales conocemos su imagen y la manera en la que relacionan los ademanes que
también vienen siendo parte del lenguaje Silencioso con su lenguaje verbal.
CONCLUSIÓN.
Como pudimos ver, a lo largo de todo este trabajo escrito y claramente desarrollado
podemos llegar a la conclusión y darnos cuenta de lo importante que es el lenguaje
para la forma correcta de expresarse y de dar a entender con claridad y precisión
una idea o un pensamiento que se intenta desarrollar, de igual manera podemos
tomar en cuenta que mencionamos los tipos de lenguajes que existen y para qué
nos sirven cada uno de ellos, en qué situaciones los podemos utilizar y la
descripción de cada uno de los estilos.
También hablamos acerca del uso correcto de las palabras el cual viene siendo un
tema de gran importancia para podernos comunicar de una manera correcta y
pudimos llegar a la conclusión que es de suma importancia que nosotros tengamos
claridad, precisión y una buena gesticulación como complemento para tener un
buen uso de las palabras y de lenguaje para poder así expresar la idea que
queremos transmitir sin darle otro significado a las palabras, esto con la finalidad y
el propósito de que no se le dé el significado erróneo al mensaje que queremos
expresar y que no confundamos a la audiencia que intentamos persuadir.
Igual uno de los temas que no se queda atrás con la importancia es el que habla
acerca de los análisis morfosintácticos los cuales son de gran importancia para
hacer tener un buen entendimiento acerca de los mensajes que se quieren transmitir
durante el proceso del debate jurídico.
Sin embargo, desde mi punto de vista el tema más importante es el de lenguaje no
verbal, ya que este nos menciona la importancia de la expresión gestual así como
aquella expresión facial y corporal para poder transmitir un mensaje con mayor
fuerza y mejor entendimiento, ya que estos denominados ademanes hacen que el
mensaje se entienda con mayor claridad y precisión,
Finalmente este tema toca las dos facultades diferentes que son necesarias para
que la comunicación alcance mejor a la audiencia los cuales son la voz y el
movimiento y gesto de los cuales llegamos a la conclusión que nos dimos cuenta
que con la voz existen diferentes tonos sin embargo no es necesario tener el más
alto nivel de voz para poder dar a conocer un argumento que con una buena
gesticulación puede ser entendido completamente y sin interpretaciones erróneas y
con el movimiento y gesto que estos el uno se complementan del otro y son
necesarios para poder transmitir el mensaje y la idea con mayor fuerza y precisión
con la finalidad de dar a entender el mensaje con la mayor claridad y precisión
posible para entender el sentido de lo que se está transmitiendo en el más amplio
sentido y tener un buen lenguaje y una comunicación no verbal.
BIBLIOGRAFÍA

C. Concha. (2014). Técnica de la Argumentación Jurídica. Editorial ARANZADI


(3RA EDICIÓN).

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