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Cuidarse para Poder Cuidar. Atendiendo El
Cuidarse para Poder Cuidar. Atendiendo El
Resumen
El artículo quiere contribuir a la generación de consciencia sobre los efectos que produce
en los profesionales el trabajar con situaciones de riesgo psicosocial y promover la atención y
la proactividad en lugar de instalarse en el malestar. De lo contrario este malestar se trasladaal
interior de losequiposy, en última instancia, también a laspersonasatendidas.
Los profesionales son el recursomásvalioso del sistema de servicios sociales ydeben de
cuidarse para poder cuidar. Cada día se enfrentan con historias de superación, perotambién de
dolor y de frustración, que losconfrontan con ellosmismos.
Para ello se fundamentanpropuestasteórico- prácticas: la interdependencia, la inteligen-
ciacolectiva, el doble cuidado, el atender la subjetividad, la mirada molecular sobre lassi-
tuaciones, la confianza, el volver a la palabra, la creatividady el cuidado, el investigar para
cuidarsey por último la supervisión social. Todas ellas son las reflexiones resultantes de una
práctica sistematizada y un estudio realizado durante la práctica de la supervisión con diez
equipos de profesionales y sesenta profesionales del ámbito psicosocial. Se busca contribuir a
la construcción de una mirada colectiva y así fundar una cultura del cuidado profesional.
por Figley, Adams & Boscarino (2008) y Fi- Todo ello se ha realizado a través de la
gley (2014). sistematización de la práctica de las sesiones
Las discusiones sobre el estrés y sus de supervisión. Esta es entendida como la re-
efectos en las profesiones sociales y como el construcción teórica de una experiencia prác-
compromiso y la responsabilidad de los pro- tica concreta y realizada (Gagneten, 1987;
fesionales pueden conducir a cambios ensu Aguayo, 1992; Ayllón, 1995). Justamente ha
bienestar psicológico, físico y espiritual son sido a través de la sistematización práctica de
antiguos. En el ámbito del trabajo social qui- las sesiones y contenidos de las supervisio-
zás el autor más tratado y clásico sea la apor- nes que se han ido elaborando las diferentes
tación en 1974 de Herbert Freudenberger- propuestas que se desarrollan y así se ha so-
texto que se ha transformado en un referente metido a análisis la experiencia como super-
cardinal para el abordaje del cansancio en el visora y de los supervisados. Este proceso se
ámbito social, justamente en Puig (2005) se ha desarrollado durante los años 2013 y 2014
han analizado estos fenómenos y su expre- dialogando con más de diez equipos confor-
sión profesional. mados por sesenta profesionales.
Fundamento las propuestas de cuidado en En este sentido la sistematización de la
la idea que los síntomas de agotamiento pro- práctica se sustentado en una metodología
fesional propuesto por Freudenberger son un etnográfica que ha servido de herramienta de
problema acuciante y que es posible la ayuda investigación de procesos que no dependen
cuando los profesionales expanden su cons- tan solo de los instrumentos de registro y de
ciencia y practican activamente algunas de las medida, sino que incorpora al investigador en
propuestas psico-sociales señaladas. Para ello el proceso. La experiencia, el saber hacer y
he tratado de crear y delimitar diferentes pro- estar se erigen en elementos determinantes.
cesos y propuestas prácticas, fundamentadas Diferentes aspectos aproximan la etno-
principalmente con los autores descritos. grafía y la supervisión: el oficio de ser super-
También se ha problematizado sobre los visor o etnógrafo depende en gran parte de la
efectos que tiene sobre los profesionales tra- observación, he aquí su riqueza, pero también
bajar con personas y situaciones de violencia, su límite. El supervisor necesita tiempo y ex-
vulnerabilidad y pobreza, así como el no po- periencia para aplicar la mirada con sentido,
ner atención a la idea expuesta por Dejours: una y otra vez. Debe ir y venir a la percepción
“se han desatendido los sufrimientos del tra- consciente, atenta y crítica del grupo o per-
bajo y en general el de las relaciones entre sonas supervisadas. Ya que el contexto que
subjetividad y trabajo” (Dejours, 2006: 35). se observa o se trabaja no es ajeno ni al su-
Otro eje que fundamenta mi trabajo mul- pervisor ni al etnógrafo. Estos contextos ob-
tidisciplinario e integrador es mi participa- servados le retornan su presencia y lo hacen
ción en procesos de supervisión desde finales partícipe de los efectos de su observación o
de los años 80 y la trayectoria de investiga- intervención haciéndolo conocedor y produ-
ción realizada sobre este tema. Esta se sitúa ciéndose aquí una mutua afectación entre los
en la intersección de diferentes marcos teó- participantes (Galindo, 1995).
ricos: trabajo social, teoría sistémica, teoría Tanto el supervisor como el etnógrafo
psicoanalítica, la ética del cuidado que nos son testigos de lo que ven, de lo que escu-
propone Gilligan, (1985) y las capacidades chan, de los discursos implícitos y de lo que
transformativas de Sharmer (2007), Kofman hay de latente en aquello manifiesto. A me-
(2007), que integran artes, prácticas y cien- nudo son testigos de las dinámicas subjetivas
cias que ayudan a evolucionar competencias del discurso de los otros.
individuales y colectivas desde diversos ejes: Así es como el oficio de la mirada y el
uno desde “el ser” (más interno) y el otro “el sentido se convierte en una escucha que busca
hacer” (más externo). no tener prejuicios y que va desde el sentido
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atento, con la mirada puesta en lo molecular 2013)2 normalmente entre dos puertas, pero
moviliza saberes discretos que tienen su efi- simbólicamente un espacio de tránsito donde
cacia precisamente en la invisibilidad. las personas atendidas no están ni integradas
Estar atento a la vulnerabilidad y al su- (dentro del sistema) ni excluidas (fuera del
frimiento es una actitud central en las activi- servicio). Están en un espacio evolutivo in-
dades de cuidar y esto expone a los profesio- termedio, de difícil evaluación debido a su in-
nales mantener una mirada molecular porque visibilidad, pero que los ayuda a construir su
hay que sentir, estar atenta a las dificultados confianza, su capacidad de superación, y que
de los otros para poder hacer bien el trabajo. les permite construir sus acciones o reacciones
Por una parte, se pide más calidad en los a lo que les está sucediendo. Es un espacio de
servicios y de manera simultánea aumenta la valor incalculable pero que no se puede medir
lógica de la gestión y de la evaluación a par- bajo las leyes de la economía de mercado.
tir de criterios objetivables. Sin duda es na- Ahora bien, también hace falta confianza
tural que tratemos de tener buena atención y en uno mismo como profesional para poder
cuidado a la vez que gestionamos de manera decir no, poder decir basta, para poder poner
óptima los recursos de los ciudadanos. Pero límites. Cuidarse implica esfuerzo, conoci-
la objetividad evaluadora no siempre es com- mientos, preguntarse cómo conozco y trato
patible con la realidad del trabajo de cuidar. al otro, coopero y reflexiono conjuntamente.
La cultura del cuidado implica habilidades Son justamente este conjunto de prácticas de
discretas, encaje emocional y considerar a las cuidado las que están llenas de decisiones
pequeñas cosas inefables. Una conversación, donde no hay reglas fijas sino contextuales,
entrelazada en la cotidianidad o en la textura que implican reflexión y tiempo improducti-
de la vida cotidiana, como nos remarca Oury vo (Molinier, 2013).
(2007). A veces se hace difícil de evaluar este Para todo ello hay que poder hacernos
trabajo que a menudo sólo tiene sentido a largo confiables. Ser más claros y rigurosos, si
plazo o de manera inesperada. El tiempo de la cabe, en las narraciones sobre la realidad que
gestión no siempre coincide con el tiempo del se trabaja. Explicarse mejor en los entornos
cuidado, más flexible y discontinuo. de influencia; exponer con transparencia los
marcos desde donde se puede trabajar y ma-
nifestar posicionamientos. Todo otorga credi-
1.6. La confianza bilidad a los sistemas donde operamos y hace
más confiables a los profesionales.
La sexta propuesta se fundamenta enla Abandonar lo que Bleichmar denomina
confianza, hacia las personas que atendemos “como una autocensura”, que no sólo está con-
y hacia nosotros mismos. dicionada por ser funcionario o pertenecer a
La confianza es un factor básico en las una determinada empresa sino por algo menos
personas, tanto para la autoestima como para tangible, que tiene que ver con la falta de una
la convivencia. Se necesita recuperar la con- perspectiva compartida respecto de la posibili-
fianza en nuestros representantes, pero tam- dad de esbozar o diseñar algún tipo de propuesta
bién la confianza con los compañeros, con las nueva. Ella lo atribuye al “malestar sobrante”,
familias, con los jóvenes con los que traba- en el sentido de que este malestar viene dado
jamos. La desconfianza es un tóxico que nos por la falta de un proyecto, por el sometimiento
deteriora y nos hace débiles. a la idea de que las cosas son así y siempre serán
Poder recuperar la confianza con las per- así, y que lo único que podemos hacer es amol-
sonas está en relación con la espera atenta del
otro, sostenida por el profesional, es en reali- 2 Conferencia pronunciada 12/3/2013 por Itziar González.
Arquitecta, con motivo de la entrega de la medalla de
dad construir un espacio de umbral (González, oro del Colegio profesional del Trabajo Social. Catalu-
nya. Obtenida 1 de junio de 2015 https://youtu.be/xV1I-
HuRVSAk.
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darnos a lo que hay. Es este malestar el que trae tividad es necesaria para reconocer y partici-
la resignación hacia aspectos sustanciales de un par en las iniciativas sociales que acontecen
mismo (Bleichmar, 2009). De este modo, como en nuestros territorios o servicios y requiere
dice Muraro (2012), nos reducimos a una exis- interés para saber lo que saben los otros, las
tencia disminuida. personas que atendemos, los compañeros, los
Es necesario recuperar el pensamiento de otros servicios del territorio. Hay que resaltar
las cosas, sobre lo que pasa y sucede a nuestro la importancia de incorporar la perspectiva
entorno, más allá de la inmediatez, y no asu- del usuario en los modelos de intervención y
miendo paradigmas insostenibles de atención evitar dentro de lo posible las rutinas cotidia-
que nos alejan del conocimiento de la reali- nas acríticas.
dad y nos colocan en una repetición ritualitza- Cuidar conlleva disponer de creatividad
da (PIRMIS, ayudas económicas) que abocan técnica para dotar a los recursos y las presta-
al desaliento y a la parálisis intelectual. ciones de un nuevo significado. Los recursos
Quizás nos sobran imágenes, actos. Para no pueden cubrir de manera total lo que las
ello hay que volver a la palabra. Nos faltan personas esperan de los servicios. Los profe-
palabras, conversaciones, diálogos para ge- sionales pueden acompañar procesos, mostrar
nerar alternativas o soluciones. Necesitamos posibilidades, distribuir prestaciones, etc.,
volver a la palabranombrar lo que pasa des- pero el grado de satisfacción de las personas
de nosotros y no desde la agenda de los otros atendidas y el de los profesionales es limi-
(políticos, responsables de servicios). tado. Es recomendable no caer en un sobre
También la priorización durante las úl- exceso de valoración del poder transformador
timas décadas de un trabajo individualizado, de los recursos (Puig, 2008).
masivo e invasivo, ha generado pérdidas de Necesitamos re- significar los recursos, en
palabras, experiencias y saber que otras gene- el sentido de dotarlos de nuevos significados.
raciones profesionales tenían sobre el trabajo Estos deben de ser utilizados en su justa medi-
con grupos y colectividades. da porque en caso contrario se devalúa su valor
El regreso a la palabra abre nuevas posi- e invalidamos el poder de cambio que tiene un
bilidades, “el lenguaje es generador; da orden recurso bien indicado y orientado.
y sentido a nuestra vida y a nuestro mundo Es importante prestar atención al mode-
y opera como una forma de participación so- lo de gestión imperante: primero el recurso y
cial” (Anderson, 2000: 22). Estas pasan por después la persona. A menudo los profesiona-
recuperar el diálogo intergeneracional, el les son presionados para resolver rápidamen-
diálogo intercultural, y sobre todo el diálo- te los problemas, las listas de espera, cuan-
go entre profesionales. Tan solo el diálogo, do todo ello es muy complejo, y se sabe que
la palabra y el trabajo colaborativo nos pue- algunos problemas desaparecen a largo plazo
des conducir a ser creativos. Necesitamos ser y algunos no tienen solución. No creer en la
creativos para generar alternativas de trabajo, validez del recurso significa descuidarse pro-
de acción social, alternativas que tienen que fesionalmente, ya que como nos indica Leal,
recuperar aquello que sabíamos hacer cuando lo que genera más incomodidad en el profe-
no había dinero, cuando no teníamos recursos. sional no es la necesidad que le expresa el
La innovación social necesita de la capacidad usuario sino la posición que éste adopta ante
para impulsar prácticas concretas y sostener la misma. Quizás la necesidad sea objetivable
la impotencia, y así generar alternativas.3 [...] pero el sujeto necesitado, el que expre-
La conciliación entre creatividad y el cui- sa, ... yo necesito... me hace falta... apela a
dado profesionalson imprescindibles.La crea- la subjetividad y apunta a la subjetividad del
que escucha” (Leal, 2006: 37).
3 Enrique Sacanell (2009). Curso sobre calidad ser-
vicios sociales. Obtenido el 27 de mayo 2015 http://
Tenemos que avanzar hacia una re-signi-
es.slideshare.net/sacanell/curso-calidad-servicios-socia- ficación de los recursos materiales. Con este
les-2009-eudel-ivap.
182 Carmina Puig i Cruells
4 Entrevista Carmina Puig. “Los profesionales somos el sonas y debemos cuidarnos para cuidar” Obtenida 4 de
recurso más valioso del sistema de atención a las per- junio 2015. http://www.social.cat/entrevistes
Cuidarse para poder cuidar. Atendiendo el malestar de las profesiones sociales 183