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El Efecto Moderador de La Jerarquía Del Proveedor para El Cliente en Las Relaciones Comerciales Entre Empresas Industriales
El Efecto Moderador de La Jerarquía Del Proveedor para El Cliente en Las Relaciones Comerciales Entre Empresas Industriales
Resumen: El presente trabajo se centra en determinar los factores que explican la continuidad de las relaciones
entre los compradores industriales y sus proveedores teniendo en cuenta la jerarquía de éstos últimos. A través del
contraste de un modelo de marketing relacional que integra un gran número de variables que afectan a la continui-
dad de las relaciones se concluye que, mientras que la continuidad de las relaciones con los terceros proveedores
obedece en gran medida a motivos relacionales no ocurre lo mismo en el caso de los principales proveedores.
Palabras clave: Relaciones industriales / Proveedor-cliente / Jerarquía del proveedor / Mercados industriales /
Compromiso / Confianza / Relaciones a largo plazo.
Supplier Hierarchy and Its Implications for Buyer-Seller Relationships in Industrial Markets
Abstract: The work focuses on the factors that underlie the continuity of different types of buyer-seller relationships
in industrial markets. Relationships are classified according to the supplier’s hierarchy, defined as its importance in
purchase volume for the buyer firm. A relationship model is proposed that includes a extensive number of variables
affecting continuity, and the model is run on these different types of relationships, to ascertain the differences in fac-
tors affecting relationship continuity. The paper provides implications for practice and guidelines to improve the ma-
nagement of industrial relations for different types of suppliers.
Key Words: Industrial relationships / Buyer-supplier / Supplier hierarchies / Industrial markets / Commitment / Trust /
Long-term relationships.
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Dopico, A.I.; Mazaira, A.; González, E. El efecto moderador de la jerarquía del proveedor...
se limita a las compras repetidas de un suminis- que justifican esas diferencias se plantea profun-
tro. dizar en el estudio de las características de am-
Hasta la fecha han sido publicados un gran bos tipos de relación a través de un análisis de
número de estudios que analizan la orientación a frecuencias y estadísticos descriptivos. El estu-
largo plazo de las relaciones proveedor-cliente a dio se cierra con la presentación de las conclu-
través de modelos causales que incorporan una siones de la investigación y las implicaciones
serie de variables que se considera que afectan a empresariales que de ellas se derivan.
la continuidad de las relaciones. Sin embargo, la
mayor parte de ellos testan esos modelos sobre
una única muestra de relaciones donde se selec- MARCO TEÓRICO
ciona un solo proveedor por cada comprador in-
dustrial, generalmente el más importante (An-
LA JERARQUÍA DEL PROVEEDOR PARA
derson y Narus, 1990; Doney y Cannon, 1997;
EL CLIENTE
Evans y Laskin, 1994; Geykens et al. 1996; Hei-
de y John, 1990; Kalwani y Narayandas, 1995; Este estudio parte de la idea de que las prin-
Kumar et al. 1995 y Morgan y Hunt, 1992). A cipales variables que influyen en la orientación a
diferencia de estos, la muestra de esta investiga- largo plazo de una relación: compromiso y con-
ción estará formada por pares de relaciones de fianza, así como los antecedentes que influyen
cada comprador industrial utilizando un criterio en éstas pueden verse afectadas por la importan-
de segmentación basado en la jerarquía del pro- cia del proveedor para el cliente en términos
veedor. Se selecciona la relación de ese compra- monetarios, es decir, su jerarquía.
dor con su proveedor principal y con el tercero. A priori se supone que, las relaciones con
Este orden se establece en función del volumen aquellos proveedores que suponen un importante
económico de las compras. A partir de aquí y volumen sobre el total de las compras de un fa-
utilizando esta variable como moderadora se rea- bricante se vuelven más estrechas y duraderas.
liza una nueva medición y el contraste de diver- Sin embargo, la experiencia demuestra que es
sas hipótesis que vinculan las principales varia- cierto que las empresas en muchos casos mantie-
bles relacionales con la continuidad de las rela- nen contactos con estos suministradores durante
ciones. largo tiempo, incluso toda la vida de la empresa,
El objetivo principal de este estudio se plan- con los que se mantienen un una serie de tran-
tea en términos de avanzar en el conocimiento de sacciones discretas que se repiten en el tiempo
las relaciones industriales. Para alcanzar esta me- pero esa continuidad resulta difícil explicarla en
ta se identifican tres objetivos en la investiga- base a modelos relacionales.
ción. En primer lugar, comprobar si existen dife- A partir de esta conjetura se plantea la princi-
rencias en el comportamiento relacional depen- pal hipótesis del estudio que sostiene que, sobre
diendo de la jerarquía del proveedor. Para esta la base de vínculos comerciales duraderos entre
comprobación se utilizará un análisis de la inva- compradores industriales y sus proveedores,
rianza causal y estructural. En segundo lugar, existen diferencias en cuanto al contenido rela-
conocer esas discrepancias a través del plantea- cional de las mismas. Y estas diferencias se pue-
miento de una serie de hipótesis comúnmente den explicar en base a la jerarquía de cada pro-
aceptadas en la literatura de marketing relacional veedor para el cliente, orden que se establece se-
que vinculan a determinadas variables relaciona- gún el volumen de compras del suministro. Así,
les con la continuidad de las relaciones. Estas en este estudio se establecen dos jerarquías de
premisas conformarán un modelo causal en el proveedores: los principales y los terceros en
que se utilizará l jerarquía como variable mode- importancia2.
radora y un análisis de ecuaciones estructurales
nos permitirá comprobar si estas condiciones se • H: Existen diferencias en el comportamiento
cumplen en ambos tipos de relaciones. En tercer relacional en función de la jerarquía del pro-
lugar, con ánimo de aproximarnos a las razones veedor.
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De confirmar esas diferencias se podría ar- las dos categorías de proveedores. Con este fin
gumentar la posible existencia de variables im- se plantea un modelo que integra un gran núme-
plícitas en la jerarquía del proveedor que estén ro de relaciones causales utilizadas frecuente-
interfiriendo en los resultados como puede ser el mente en la literatura de marketing relacional
tipo de producto suministrado o el grado de de- que se contrastarán posteriormente en un conjun-
pendencia recíproca. En cuanto al tipo de pro- to de sectores industriales.
ducto se podría pensar que el suministro de pro- El desarrollo del modelo se ha inspirado en el
ductos de mayor valor añadido y con alto grado trabajo de Morgan y Hunt (1994a), que ellos de-
de clientización impliquen un mayor contenido nominan “la teoría del compromiso y la confian-
relacional que el aprovisionamiento de materias za” donde proponen ambas como variables clave
primas. En esta línea, pero en el ámbito del mer- en la continuidad de las relaciones. Siguiendo
cado de bienes de consumo, Iglesias y Vázquez esta idea, sobre estas variables mediadoras se
(2001) muestran que el carácter exclusivo de los plantean una serie de antecedentes o factores que
productos suministrados es una variable mode- las propician, en este caso: el formalismo, las
radora de las relaciones. En esta misma línea, normas relacionales (comunicación bilateral, la
Cambra y Polo (2004) plantean el tipo de sumi- flexibilidad y solidaridad), la inversión en acti-
nistro, principal o auxiliar, como un factor que vos específicos y la dependencia y, por debajo
determina la dinámica relacional en el sector de ellas, las variables que recogen su efecto so-
agroalimentario. En el presente estudio, a priori bre al continuidad de la relación: la satisfacción
cabría esperar que los principales proveedores en y la continuidad. A partir de aquí, se explicará
cuanto a facturación lo sean de materias primas o cómo estas dimensiones interactúan y contribu-
productos con un alto grado de estandarización yen a la continuidad de las relaciones (figura 1).
para todos los clientes lo que les acercaría más al En la literatura de marketing relacional se han
modelo transaccional que relacional. Por el con- encontrado importantes divergencias en la defi-
trario, a medida que disminuye el rango del pro- nición de conceptos o variables, y es por eso
veedor, los productos suministrados tendrían un que, antes de plantear las hipótesis, es preciso
mayor grado de elaboración y adaptación al definir cada uno de los conceptos recogiendo las
cliente lo que precisaría de relaciones más estre- diferentes aportaciones de estudios anteriores.
chas y duraderas. Con respecto a la dependencia, En el pasado el término COMPROMISO ha
Czepiel (1990) y Rowes y Barnes (1998) señalan sido utilizado sobre todo en el ámbito de las re-
que el equilibrio es más relevante para la conti- laciones sociales pero en la actualidad se presen-
nuidad de las relaciones que el tipo de producto ta también esencial en el marco de las relaciones
suministrado. En la medida en que este contrape- entre empresas (Dwyer et al., 1987; Gundlach et
so en la dependencia exista las expectativas de al., 1995; Moorman et al., 1992; Morgan y Hunt
continuidad serán mayores. En principio, cabría 1994a). Según estos autores, el compromiso en-
pensar que cuanto más bajo es el rango del pro- tre las partes del intercambio surge cuando una
veedor en volumen de compras, la dependencia de ellas considera que su relación con el otro es
recíproca ha de ser mayor. Mientras, en las rela- tan importante que vale la pena dedicar el máxi-
ciones con los principales los compradores se mo esfuerzo para mantenerla indefinidamente.
experimentará en mayor medida un desequilibrio Así, la esencia del compromiso en las relaciones
debido a una mayor dependencia por una de las interorganizativas se considera como la adopción
partes. de una orientación a largo plazo hacia la rela-
ción, un deseo de hacer sacrificios a corto plazo
para obtener beneficios a largo plazo (Dwyer et
DESARROLLO CONCEPTUAL Y al., 1987).
PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS Diferentes autores han alumbrado una gran
A partir de la hipótesis central planteada ante- variedad de definiciones sobre el término com-
riormente, el objetivo de la investigación se cen- promiso desde distintos ámbitos de estudio. La
trará en explicar las diferencias existentes entre idea de estabilidad o continuidad ha sido recogi-
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da en la definición de Moorman et al. (1992, p. con un socio por parte de una empresa, mayores
316), quienes entienden el compromiso como “el son los beneficios para ella (Kalwani y Narayan-
deseo duradero de mantener una relación valio- das, 1995; Morgan y Hunt, 1994a). Sin embargo,
sa” definiendo así este concepto como “una cuando reconocemos las dos dimensiones del
promesa implícita o explícita de continuidad re- compromiso, sus efectos no se presentan tan cla-
lacional entre los elementos de un intercambio” ros. El compromiso afectivo es considerado en la
(Dwyer et al., 1987; Gundlach y Murphy, 1993). literatura como la forma más efectiva para desa-
Por otra parte, apoyándose en los avances de rrollar y mantener un beneficio mutuo entre las
la psicología social en las relaciones industriales partes, mientras que el calculado no genera sen-
sobre las motivaciones que existen para mante- timientos de reciprocidad y proporciona menos
ner una relación, Geyskens et al. (1996) y Wet- beneficios para la empresa. Weztles et al. (1998)
zels et al. (1998) han establecido dos dimensio- justifican esto argumentando que, mientras el
nes del compromiso: compromiso afectivo influye positivamente en la
intención y el deseo de continuar la relación, así
1) El compromiso entendido como una inclina- como en el comportamiento y la buena voluntad
ción, una actitud, una predisposición o deseo en invertir en la relación y negativamente en el
de mantener la relación que surge debido a la desarrollo de relaciones alternativas y del opor-
existencia de un vínculo emocional y de tunismo, el calculado puede conducir a un com-
agrado hacia la otra parte. Este tipo de com- portamiento oportunista, a una disminución del
promiso se denomina en la literatura com- deseo de continuar la relación, un aumento de la
promiso afectivo o actitudinal y se produce tendencia a buscar alternativas y menor predis-
cuando la motivación de un socio de mante- posición a invertir en la relación.
ner una relación es “un sentimiento generali- En cuanto a la vinculación entre el nivel de
zado de consideración positiva y de vincula- compromiso afectivo existente y el grado de la
ción a la otra empresa” (Geyskens et al., satisfacción obtenida en la relación, cabe espe-
1996). En particular, el compromiso afectivo rar, en este caso, que la existencia de componen-
viene determinado por la vinculación psico- tes afectivos o emocionales en la relación mejo-
lógica con los socios, la identificación con los rará la satisfacción obtenida en la misma.
valores de la otra organización (Morgan y
De acuerdo con esto, se plantean las primeras
Hunt, 1994a), la lealtad, la afiliación y la
hipótesis de trabajo:
existencia de valores compartidos (Allen y
Meyer, 1990).
• H1: El compromiso calculado tiene un efecto
2) La segunda dimensión es la parte comporta-
negativo sobre la satisfacción de la relación.
mental del compromiso. Esto es el denomi-
nado compromiso calculado que surge de la • H2: El compromiso afectivo tiene un efecto re-
evaluación de los costes o beneficios deriva- levante y positivo sobre la satisfacción en la
dos de mantener o abandonar la relación. En relación.
este caso un socio mantiene una relación por-
que ha invertido inputs o activos específicos La literatura de marketing relacional presenta
en la otra parte (Williamsom, 1985). Esta la CONFIANZA como otro de los factores cru-
evaluación puede originar que el cliente man- ciales en el paso de las transacciones discretas a
tenga la relación aunque no lo desee, bien de- las relaciones de intercambio continuas (Dwyer
bido a que los costes de cambio (de abando- et al., 1987). Junto al compromiso, se dice que la
nar la relación y establecer otra nueva) sean confianza tiene una función central en el desa-
demasiado elevados (Geyskens et al., 1996), rrollo del marketing de relaciones (Morgan y
o bien a que exista un número reducido de al- Hunt, 1994a).
ternativas atractivas (Meyer y Allen, 1991). Como denominador común de las definicio-
nes dadas por diversos autores (Anderson y Na-
En la literatura de marketing relacional se ha rus, 1984, 1990; Anderson et al., 1987; Ander-
confirmado que cuanto mayor es el compromiso son y Weitz, 1990; Crosby et al., 1990; Doney y
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Cannon, 1997; Dwyer et al., 1987; Geyskens et industrial se entiende que existe confianza en la
al., 1996; Moorman et al., 1992, 1993; Morgan medida que los miembros de la relación esperan
y Hunt, 1994) se puede considerar que la con- la honestidad y la benevolencia de su socio:
fianza es “la creencia por parte de la empresa
de que otra compañía desarrollará acciones que • La credibilidad/honestidad es el grado en que
originen resultados positivos para la primera”. una parte cree que la otra tiene la experiencia
Sin embargo, en muchos casos la definición requerida para llevar a cabo su función de ma-
de la confianza se ha centrado en la identifica- nera efectiva y creíble, es decir, la capacidad y
ción de dos dimensiones presentes en la exposi- habilidades para cumplir con su palabra y lle-
ción de Moorman et al. (1992): “confianza es la var a cabo sus obligaciones en la relación
buena voluntad de creer en el socio del cual uno (normalmente en términos de estándares de ca-
se fía”. La primera de ellas, es la denominada lidad, cantidad y tiempo). En este sentido se
dimensión cognitiva que ve la confianza como juzga la fiabilidad, la honestidad y sinceridad
una creencia, un sentimiento o una expectativa del socio.
sobre el socio del intercambio como resultado de • La benevolencia se refiere a la buena voluntad
su experiencia, fiabilidad o intencionalidad (An- del socio, es decir, su interés natural en el
derson y Weitz, 1990; Dwyer y Oh, 1988). Esta bienestar de la otra parte y la búsqueda del be-
magnitud ha adquirido un importante interés en neficio mutuo.
el estudio de las relaciones industriales. La se-
gunda es la dimensión comportamental que re- En términos generales, la mayoría de los au-
coge la voluntad para confiar y lleva aparejados tores coinciden en afirmar que la confianza es el
los términos de vulnerabilidad e incertidumbre, principal antecedente del compromiso. El argu-
implícitos ambos en el desarrollo de la intención. mento que defiende esta hipótesis versa en que el
Para autores como Moorman et al. (1993; p. deseo duradero de la empresa de mantener una
315) para que exista confianza verdadera y se relación valiosa, el compromiso, no existe si ésta
traduzca en un comportamiento efectivo y dura- no cree que la otra compañía desarrollará accio-
dero, es preciso que existan las dos dimensiones nes que originen resultados positivos para ella;
anteriores. Es decir, además de existir el senti- en otras palabras, si no existe confianza. Así,
miento, ha de existir la voluntad de confiar del como hipótesis general, y sin entrar en las di-
sujeto. En particular, estos autores consideran mensiones de las variables anteriormente expli-
que “si uno cree que su socio es confiable pero cadas, se ha planteado y confirmado que la con-
no tiene buena voluntad para creer en él, la con- fianza en una relación genera compromiso (Ga-
fianza será limitada”. Mientras la primera di- nesan, 1994; Garbarino y Johnson, 1999; Mor-
mensión ha sido ampliamente desarrollada y gan y Hunt, 1994a). Sin embargo, también se ha
aplicada, la segunda ha quedado más relegada, visto que, en función de la motivación que sub-
llegando a ser considerada prescindible por auto- yace en el mantenimiento de una relación con
res como Morgan y Hunt (1994a; p. 23) tras la otra empresa el compromiso tiene distintas di-
consideración de que la intención o voluntad en mensiones y, por tanto, también serán distintos
creer es implícita a la percepción. Parece razo- sus determinantes.
nable que el hecho de que se perciba confianza En particular la confianza, en sus dos dimen-
incluya ya la existencia de disposición o volun- siones, se considera que influye positivamente
tad para hacerlo. en el compromiso afectivo (Geyskens et al.,
Partiendo de la dimensión cognitiva de la 1996, Morgan y Hunt, 1994a). Por una parte, si
confianza, en este estudio se utilizará una clasifi- el socio cree que el proveedor es benevolente,
cación, que en el marketing relacional ha sido entonces sentirá en mayor medida un compromi-
acreditada por Ganesan (1994), Geyskens et al. so de tipo afectivo. Esto mismo ocurre si el socio
(1996), Moorman et al. (1992) y que diferencia demuestra credibilidad. Sin embargo, el efecto
dos componentes de la confianza: la credibili- sobre el compromiso calculado se entiende que
dad/honestidad y la benevolencia del sujeto a es contrario ya que si existe confianza entre los
confiar, vistas ambas desde la perspectiva del socios implicándose emocionalmente entonces
que confía. En otras palabras, en una relación estarán menos preocupados por el balance entre
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costes y beneficios de la relación y, por tanto, el crementa el coste de elegir a otro socio alternati-
compromiso calculado será menor (Geyskens et vo, creando barreras de salida en la relación. No
al., 1996). En síntesis, se espera que ambos tipos obstante, esto no siempre favorece la continui-
de confianza afecten positivamente al compro- dad ya que cuando la inversión se produce de
miso afectivo y, negativamente al calculado: manera unilateral o descompensada esta situa-
ción puede ser explotada de manera oportunista
• H3a: La credibilidad en el socio influye positi- por la parte no inversora.
vamente sobre el desarrollo del compromiso La vinculación entre la IAE y la dependencia
afectivo. existente en la relación ha sido argumentada y
• H3b: La credibilidad en el socio disminuye el demostrada empíricamente por Ganesan (1994).
compromiso calculado. Según el autor la inversión en activos específicos
• H4a: La creencia en la benevolencia del socio obliga a la empresa a mantener la relación para
incrementa el compromiso afectivo. lograr los objetivos deseados creando así una ba-
• H4b: La creencia en la benevolencia del socio rrera de salida. La hipótesis a plantear en el mer-
disminuye el compromiso calculado. cado industrial es la siguiente:
Sobre esta variable, se añade además la hipó- • H5: La IAE del comprador influye positiva-
tesis que sostiene que la consideración de que el mente en su grado de dependencia en la rela-
proveedor tiene capacidad y habilidades para ción.
cumplir con sus promesas, contribuye a mejorar
el nivel de satisfacción del comprador en la rela- EL FORMALISMO en la relación se refiere a
ción. la existencia de contratos o normas escritas en la
relación, es decir, a los acuerdos de dos o más
• H3c: La credibilidad del comprador en su so- voluntades dirigidos a crear una obligación de
cio aumenta la satisfacción del comprador con dar o hacer y el documento en el que se acredita.
la relación. Los contratos han sido el elemento central de
las relaciones para los defensores de la TCT de
LA INVERSIÓN EN ACTIVOS ESPECÍFI- Williamson (1985) que argumentan que son los
COS (IAE) se incorpora al modelo siguiendo el responsables de la proyección del intercambio
trabajo de Heide y John (1992) centrado en la hacia el futuro (Nevin, 1995). De esta forma, las
Teoría de los Costes de Transacción (TCT). De relaciones formalizadas a través de contratos in-
acuerdo con este enfoque los autores definen es- dustriales, donde se establecen cuáles son las
ta variable como las inversiones que el provee- condiciones que se han de dar en contactos futu-
dor o el comprador realizan en activos particula- ros, condiciones sobre precios, productos defec-
res para una relación determinada, de forma que tuosos, sistemas de suministros, tiempo de entre-
una vez finalizada la misma son difícilmente ga, formas de pago, etc., permiten mantener e in-
aprovechables en otras relaciones. En los merca- tensificar las transacciones funcionando como
dos industriales la IAE se refiere a adquisición una barrera de salida en las relaciones.
de equipamiento especializado, formación espe- Bajo un enfoque transaccional los contratos
cífica del personal, adaptaciones tecnológicas, se realizan de manera muy frecuente llegando
personalización del producto, etc. incluso a coincidir cada contrato con cada pedi-
El hecho de que uno de los socios realice IAE do de suministro. Evidentemente esto complica
es percibido por el otro como una garantía de su las tareas de gestión y tiene una repercusión im-
compromiso en la relación porque el inversor se portante en cuanto a costes. Por el contrario, el
verá perjudicado económicamente si ésta termi- enfoque relacional se rige por acuerdos informa-
na. En otras palabras, se considera que realizan- les o contratos multianuales que cubren la vida
do inversiones en la relación, la parte inversora del componente en un modelo y que implica una
tendrá un incentivo para mantenerla, al menos relación continua de la vida del contrato y tam-
hasta que el valor de las inversiones se haya re- bién un ahorro en costes. Así, las relaciones in-
cuperado (Williamson, 1985). En este sentido formales donde los acuerdos están regidos por la
Heide y John (1992) sostienen que la IAE in- voluntad de ambos, por la búsqueda del benefi-
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cio mutuo, la dependencia y los beneficios de la gísticos, etc.) pero también de “alta afectividad”,
estabilidad hoy en día no están reñidos con las esto es, con una elevada importancia de las rela-
prácticas contractuales. De esta forma, bajo el ciones personales amistosas. La comunicación
enfoque relacional se considera que la regulación bilateral se refiere a “las expectativas de com-
excesiva de la transacción influirá negativamente portamiento de los miembros de la relación de
en la continuidad de las relaciones y así es como que compartirán, de forma continua, la informa-
se plantea la siguiente hipótesis de trabajo: ción relevante para el desarrollo de sus activi-
dades”. Esta variable ya ha sido utilizada ante-
• H6: A medida que aumenta el grado de forma- riormente como variable de investigación en los
lismo en la relación, menores son las expecta- estudios de las relaciones en los canales y en los
tivas de continuidad. mercados (Anderson y Narus, 1984; Anderson y
Weitz, 1989; Dwyer et al., 1987; Selnes, 1998).
En las relaciones industriales existen una se- En estos casos esta variable medía la percepción
rie de NORMAS RELACIONALES que propor- del comprador de la existencia de una comunica-
cionan un marco de referencia para evaluar los ción bidireccional entre ambos miembros de la
comportamientos de las partes del intercambio y relación, donde se presentan como aspectos fun-
establecer sus límites. Estas reglas determinan damentales la frecuencia, la dirección, la moda-
las expectativas comportamentales en la relación lidad, el contenido (Mohr y Nevin, 1990) y la
y buscan el interés mutuo y la mejora del fun- calidad de información (Mohr y Spekman,
cionamiento de la relación en su conjunto (Mac- 1994). Con respecto a los efectos de la comuni-
neil, 1980). cación, ésta se considera un fuerte determinante
El análisis del constructo “normas relaciona- de las dos dimensiones de la confianza (Ander-
les” ha sido dimensionado por diversos autores son y Weitz, 1989; Anderson y Narus, 1990;
dando lugar a un gran número de variables de es- Morgan y Hunt, 1994a; Selnes, 1998). Sin em-
tudio en función del comportamiento al que se bargo, el efecto se hace más palpable en la pri-
hace relación: la solidaridad, la mutualidad, la mera de las vertientes en la medida en que cuan-
comunicación, la flexibilidad, la integración de ta más información proporcione el socio, mayor
función, la armonización del conflicto, el control será la creencia de que tiene capacidad y habili-
de poder, la formalización y la participa- dades para cumplir con su palabra y llevar a ca-
ción/cooperación (Achrol 1997; Dwyer y Oh, bo sus obligaciones en la relación. Por otra parte,
1988; Gundlach et al., 1995; Heide y John, y de acuerdo con Wilson y Vlosky (1998) y Sel-
1992; Jap y Ganesan, 2000; Macneil, 1980; nes (1998), se formula que, a mayor comunica-
Noordewier et al., 1990). Entre las dimensiones ción en la relación, mayor es el aumento del ni-
anteriores, en el modelo que se plantea se consi- vel de la satisfacción por parte de los miembros
deran clave las tres consideradas en el trabajo de de la misma. Finalmente, a partir de Anderson y
Heide y John (1992): “la solidaridad”, “la comu- Weitz (1992), se considera que el intercambio
nicación” y la “flexibilidad. Sin embargo, la abierto de información permite disminuir la vul-
primera de ellas, la solidaridad ha tenido que ser nerabilidad existente y por lo tanto propicia el
eliminada de antemano del modelo debido a la compromiso en la relación. Las hipótesis presen-
falta de entendimiento parte de los gerentes de tadas son las siguientes:
compras de las empresas. Las otras dos variables
se definen a continuación: • H7a: La comunicación bilateral influye favo-
1) En los mercados industriales, debido a la rablemente sobre la confianza-credibilidad del
complejidad de las compras y la interdependen- comprador en el proveedor.
cia de las partes, la existencia de una COMUNI- • H7b: La comunicación bilateral influye positi-
CACIÓN BILATERAL, abierta y frecuente entre vamente en la satisfacción de comprador en su
el proveedor y el comprador resulta crucial para relación con el proveedor.
el éxito de las relaciones. Esta comunicación se- • H7c: La percepción de la existencia de una
gún O´Neal y Bertrand (1993) suele ser de “alta comunicación abierta y bilateral en la relación
tecnología” (refiriéndose a las características del por parte del comprador aumenta el compro-
producto, precios, el servicio, los requisitos lo- miso afectivo del comprador en la misma.
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2) LA FLEXIBILIDAD de los miembros de la diendo influir sobre sus acciones. Así poder y
relación se define como “la expectativa bilateral dependencia son dos términos que van unidos en
de buena voluntad en realizar adaptaciones en la literatura de las relaciones industriales.
circunstancias de cambio”. Desde el punto de Algunos autores han encontrado que la exis-
vista del proveedor, la flexibilidad representa tencia de dependencia entre las partes conduce a
una garantía de que la relación se verá modifica- la necesidad de continuar una relación. Sin em-
da de manera voluntaria en el caso de que se bargo, analizando el efecto de la dependencia
produzcan acontecimientos que alteren las con- sobre el compromiso, las conclusiones resultan
diciones iniciales pactadas. Esta situación de diferentes. La dependencia en la relación tiene
cambio no hay duda de que se producirá en al- un efecto negativo en el compromiso afectivo ya
gún momento en una relación a largo plazo, y es que ésta reduce la motivación a continuar la re-
poco probable que los actores hayan previsto, en lación por razones de tipo emocional (Anderson
los acuerdos adoptados, todos los contratiempos y Weitz, 1989; Kumar et al., 1995). Y es que si
que pudieran surgir, muy frecuentes por otra par- existe dependencia descompensada, cuando apa-
te en un mercado tan voluble como el industrial. rece otra alternativa con la que se produzca un
Cuando se produce una circunstancia no previs- mayor equilibro entre las partes, es probable que
ta, las partes pueden optar por ceñirse a los la relación actual se dé por terminada. Por el
acuerdos iniciales o, por el contrario, negociar contrario, el efecto de la dependencia sobre el
para contemplar tal circunstancia. La percepción compromiso calculado es positivo (Ganesan,
de esa adaptación a los cambios por parte del 1994; Geyskens et al., 1996). En la medida en
comprador en la relación contribuye a la creen- que las partes se sienten vulnerables debido a
cia de que el socio tiene capacidad para cumplir una gran dependencia del otro, se podría argu-
con sus obligaciones. Además, la capacidad de mentar que la empresa dependiente desarrollará
adaptación a los cambios por parte de los socios un compromiso interesado o calculado con ese
de la relación mejora la creencia de que el pro- proveedor, considerando siempre los costes de
veedor no llevará a cabo acciones que perjudi- cambio que le supondría.
quen a los intereses de su cliente. Finalmente, se En resumen, se espera que una mayor depen-
sugiere que la flexibilidad de los socios mejora dencia entre los socios permita un menor com-
las expectativas de continuidad de la relación. promiso afectivo y un mayor compromiso calcu-
Las hipótesis resumen de estas argumentaciones lado.
son las siguientes:
• H9a: A mayor grado de dependencia del com-
• H8a: La flexibilidad influye favorablemente prador menor es el compromiso afectivo de la
sobre la confianza en la credibilidad u hones- parte dependiente.
tidad del comprador en el proveedor. • H9b: A mayor dependencia del comprador en
• H8b: La flexibilidad contribuye a desarrollar la relación mayor es el compromiso calculado.
la confianza en la benevolencia del socio.
• H8c: A medida que crece la flexibilidad de los LA SATISFACCIÓN ha sido definida como
socios también lo hace la expectativa de conti- “la evaluación sobre el nivel de cumplimiento de
nuidad de la relación. las expectativas formuladas por los miembros de
una relación” Este indicador se ha revelado em-
La existencia de DEPENDENCIA en una re- píricamente como un factor que afecta a la deci-
lación se refiere a la necesidad que una parte tie- sión del comprador a la hora de continuar o no
ne de la otra y, en términos cuantitativos, “al una relación con un proveedor. Si un comprador
precio a pagar por los beneficios que una rela- está satisfecho, es decir, si se cumplen sus ex-
ción proporciona” (Easton, 1992, p. 10). Gane- pectativas formadas, estará más predispuesto a
san (1994) indica que la dependencia de una continuar con la relación.
empresa sobre otra se refiere a la necesidad de A lo largo de la literatura la satisfacción es
mantener la relación para lograr los objetivos de- presentada como un antecedente de la confianza
seados. Además, la dependencia le otorga poder por Ganesan (1994), Geyskens et al. (1999) y
a la empresa poderosa sobre la subordinada, pu- Selnes (1998) y también como un resultado de la
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Comunicación
H7a H7c
H7b IAE
Confianza H3a Compromiso
Credibilidad afectivo
-H9a H5
H8a H4a -H3b
H3c
H2
-H1
H8c Formalismo
Satisfacción
-H6
H10
Continuidad
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sarrollada por Jap y Ganesan (2000) de tres íte- ción valorando tanto la intención de la empresa
mes. de continuar la relación, como la percepción que
La mayor parte de los estudios han investiga- ésta tiene respecto a las intenciones de continui-
do el efecto conjunto de las variables que forman dad del socio.
las NORMAS RELACIONALES (Gundlanch et
al., 1995; Heide y John, 1992; Jap y Ganesan,
2000). Sin embargo, debido a la distinta natura- VALIDACIÓN DE LAS ESCALAS DE MEDIDA
leza de cada una de las variables y su diferente Un importante paso en esta investigación
comportamiento, se ha considerado de mayor in- consistió en comprobar si las escalas anterior-
terés probar los efectos individuales de cada uno mente propuestas representaban bien a los dife-
de los constructos finales: la comunicación bila- rentes constructos. De manera más específica el
teral y la flexibilidad sobre el resto de las varia- análisis del modelo de medida consistió en de-
bles relacionales. El desarrollo de la escala de la terminar la validez y fiabilidad de cada una de
COMUNICACIÓN BILATERAL se ha elaborado las escalas delimitando el número de ítems que
a partir de la escala de Heide y John (1992) y deberían representar a cada concepto.
contiene 5 ítemes que expresan la frecuencia, la El proceso comenzó con la estimación de los
fluidez, la abertura, la interacción de la comuni- parámetros a través de un Análisis Factorial
cación entre ambas empresas así como las expec- Confirmatorio (AFC) sobre el modelo de medida
tativas de que la información que sea beneficiosa inicial. Una vez calculados los ratios críticos de
para la empresa sea suministrada por su socio. las cargas estandarizadas, se buscó que todos los
Sobre la FLEXIBILIDAD, se consideró conve- ítems que medían un constructo presentasen ni-
niente utilizar una escala que midiese este con- veles significativos, es decir, superiores a 1,96
cepto de manera global en la relación. Para ello, (t-value) para un nivel de significación del 0,05.
resultó idónea la escala propuesta por Heide y Por otra parte, las correlaciones múltiples cua-
John (1992) compuesta por 3 dimensiones que dradas (SCM) deberían tomar un valor superior
evalúan la flexibilidad en función de la expecta- al 0,5 para ser consideradas significativas. La
tiva de las partes a realizar ajustes en el transcur- eliminación de aquellos ítemes que cumpliesen
so de las relaciones en situaciones de cambio. ambas condiciones permitió comenzar la depura-
Entre las diversas escalas que se han desarro- ción de las escalas.
llado en estudios previos para medir el grado de Por otra parte, el análisis de la fiabilidad de
DEPENDENCIA en esta investigación se ha uti- las escalas llevó a reducir más el número de íte-
lizado la de Kumar et al. (1995) que integra tan- mes propuestos inicialmente hasta alcanzar valo-
to el coste de oportunidad del valor que se perde- res del estadístico Alpha de Cronbach superiores
ría al abandonar la relación, como el coste de al 0,7. En el AFC, aplicado tan sólo en aquellos
terminar la relación y de reemplazar a ese socio constructos que disponían de grados de libertad
por otro. suficientes, se reafirmó la consistencia interna de
En estudios previos se ha tomado la SATIS- las escalas finales superando el 0,7 establecido
FACCIÓN como una medida multidimensional para los niveles de fiabilidad compuesta, sobre-
distinguiendo tres tipos de satisfacción: con el pasando en gran medida el 0,5 mínimo esperado
producto, con el representante de ventas y con para la varianza extraída.
los retornos financieros (Jap y Ganesan, 2000). Finalmente, se realizó el análisis de validez
Sin embargo, en este modelo se ha optado por convergente (a través del análisis de las cargas
considerar esta variable con una única dimensión factoriales extraídas de un AFE) y discriminante
midiendo, en términos generales, la satisfacción (con un AFC, mediante el índice de correlación
en la relación (Anderson y Narus, 1984; Gane- existente entre las distintas dimensiones de un
san, 1994; Kumar et al., 1992). constructo y la varianza extraída). Esto permitió
Para medir la CONTINUIDAD de la relación confirmar la doble dimensión establecida ante-
se optó por adaptación de los ítemes propuestos riormente a nivel teórico, de las variables laten-
por Kumar et al. (1995) añadiéndole un ítem de tes: compromiso y confianza. Los resultados de
la escala de Heide y John (1990). Esta escala re- la validación de las escalas se presentan en la ta-
fleja la voluntad de los dos miembros de la rela- bla 2.
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tencia de invarianza en las cargas factoriales y bajo valor añadido mientras que los terceros
las correlación en las dos muestras analizadas. proveedores abastecen en más de la mitad de
Es decir, que el modelo de medida no presenta las ocasiones (54%) productos con un mayor
diferencias significativas al ser aplicado en las grado de elaboración y adaptación al com-
submuestras del primer y tercer proveedor. prador. A la vista de esta escasa pero intere-
De manera similar al análisis factorial de in- sante diferencia se presenta conveniente rea-
varianza, se realizó una contrastación en el análi- lizar un análisis de la varianza (ANOVA) de
sis causal para comprobar si existía o equivalen- un factor para comprobar la existencia de di-
cia entre la estructura causal de los dos grupos ferencias en el comportamiento de las varia-
(ver tabla 4). Entre estos modelos representados bles relacionales con respecto al tipo de su-
se resalta la única significatividad del modelo 3 ministro. Sin embargo, los resultados obteni-
debido al buen ajuste alcanzado (p= 0,060). Esto dos no resultaron significativos indicando
permite confirmar de nuevo la existencia de in- que no existe esa relación esperada.
varianza en las cargas factoriales de los dos gru- 2) En el caso de las relaciones con el proveedor
pos. Sin embargo, el modelo 2 que sostiene la principal se manifiestan situaciones desde
invarianza de los parámetros entre las variables “casi equilibrio” hasta un “equilibrio total” en
latentes del modelo no resulta significativo (p= el 86% de las relaciones y en las relaciones
0,044), lo que lleva a concluir la falta de equiva- con los terceros en porcentaje del 80%. Esa
lencia en este sentido entre el modelo causal del escasa diferencia no fue considerada suficien-
primer proveedor y el tercero. te para explicar un diferente comportamiento
relacional.
Tabla 4- Contrastación de la invarianza de la estruc-
3) Otros resultados interesantes en este análisis
tura causal
2
se refieren a que las relaciones con el provee-
Restricciones χ GL p CFI
dor principal son más duraderas que las rela-
Λ1 = Λ2
Modelo 1 γ1 = γ 2
385,591 340 0,044 0,948 ciones con los terceros con una media de 6,2
β1 = β 2
años frente a 5,7. Esta mayor longevidad se
Modelo 2 γ1 = γ 2 376,017 331 0,044 0,949 ve reforzada por mayores expectativas de
Modelo 3 β1 = β 2 continuidad en el largo plazo. Por otra parte,
Modelo 4 Λ1 = Λ2 363,527 323 0,06 0,954 en un 22,7% de los casos los compradores
S.R: sin restricciones. poseen un tamaño mucho menor que sus so-
cios principales4 mientras que en las relacio-
Con el análisis anterior queda demostrado nes con terceros proveedores este porcentaje
que no existen diferencias en los modelos facto- se reduce al 14,6%. Además los primeros
riales para el primer y tercer proveedor de mane- proveedores son considerados menos susti-
ra que el modelo de medida no ha de presentar tuibles que los terceros experimentando ade-
diferencias. Sin embargo, se alerta de la necesi- más una mayor dependencia por parte del
dad de modelos causales distintos.
comprador así como mayores niveles de
Antes de entrar a analizar el efecto de esta va-
compromiso calculado.
riable en el modelo causal un análisis de fre-
cuencias y estadísticos descriptivos, que se pre-
sentan en el Anexo 2 y 3 respectivamente, pro- EFECTO DE LA JERARQUÍA DEL
porciona información sobre variables fundamen- PROVEEDOR EN EL COMPORTAMIENTO
tales para el conocimiento de estas relaciones RELACIONAL
como son la longevidad, la dimensión empresa-
rial, el tipo de producto y la dependencia recí- Para contrastar todas las hipótesis planteadas
proca. Las principales particularidades son las relativas al efecto de la jerarquía del proveedor
siguientes: en el comportamiento relacional se presenta a
continuación la estimación y el ajuste de este
1) En el 60% de las relaciones el proveedor modelo general aplicado a ambas muestras. Para
principal suministra materias primas con un el desarrollo del modelo causal se siguió el pro-
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ceso de cuatro fases propuesto por Lévy et al. En la segunda fase se realizó una estimación
(2001): 1) Especificación e identificación del de los parámetros, según se muestra en la tabla
modelo, 2) estimación de los parámetros, 3) 5. Como se puede observar, en el grupo del pri-
ajuste y 4) reespecificación del modelo. mer proveedor tan sólo 8 de los parámetros esti-
En la fase de especificación e identificación mados superan el ratio crítico de 1,96 (para α=
de los modelos se observó que, en el caso del 0,05) y uno más se puede considerar significati-
primer proveedor (P1), los datos no se distribuí- vo para un alpha = 0,10 (t-value > 1,645). La es-
an con normalidad multivariante lo cual llevó a timación del grupo del tercer proveedor resulta
suprimir aquellas observaciones que contribuían bastante más fructífera. Del total de las relacio-
a esa falta de normalidad. Una vez eliminadas nes planteadas 11 se muestran significativas con
tan sólo cuatro de ellas, se realizó de nuevo el un t-value >1,96 para valores de α=0,05, y una
test de normalidad, obteniendo ahora índices que más lo es para un α=0,10 con una significación
confirmaban la normalidad (curtosis=13,82; mayor del 1,645.
c.r.=1,82) y permitían, por tanto, aplicar el mé- A continuación se evaluó el ajuste de los da-
todo de estimación de Máxima Verosimilitud tos en ambas muestras. La comparación de los
(M.V). resultados realizada en la tabla 6 indica que, en
En el caso de las relaciones con el tercer pro- el caso del primer proveedor, aunque las medi-
veedor (P3), el tratamiento de los datos resultó das de ajuste presentan valores aceptables, estos
más sencillo debido a que estos se distribuían son superados en la muestra del tercer proveedor
con normalidad multivariable (curtosis=12,409; donde se consigue un ajuste de los datos exce-
c.r=1,45). Teniendo en cuenta lo anterior se rea- lente. Todos los índices se acercan más a los va-
lizó la estimación de los parámetros con el mé- lores ideales y en el caso de aquellos indicadores
todo de M.V. comparativos, como el AIC, el modelo del tercer
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proveedor muestra valores menores y, por tanto, y el tercero y se ha corroborado con el análisis
un ajuste más parsimonioso. de invarianzas.
Por otra parte, se ha visto que las propias ca-
Tabla 6.- Índices de bondad del ajuste racterísticas de las relaciones como puede ser el
ÍNDICES VALOR ÓPTIMO P1 P3 tipo de proveedor, el grado de dependencia recí-
Grados de libertad --- 157 155 proca o el desequilibrio en el tamaño empresarial
176,812 164,180
2
χ / p-value (p>0,05)
p = 0,111 p = 0,291
de los miembros de la relación no explica las di-
GFI Alto (cercano a 1) 0,794 0,787 ferencias en cuanto al comportamiento relacio-
RMSR Bajo 0,212 0,212 nal.
RMSEA <0,05 - 0,08 0,048 0,035 El análisis causal realizado ha permitido con-
NFI >0,90 0,703 0,770
RFI Alto (cercano a 1) 0,635 0,718
trastar cada una de las hipótesis relacionales
IFI Alto (cercano a 1) 0,950 0,984 planteadas sobre el efecto de determinadas va-
TLI Alto (cercano a 1) 0,934 0,978 riables en la continuidad de las relaciones. La
CFI Alto (cercano a 1) 0,946 0,982
AIC --- 286,812 274,180
primera de las hipótesis (H1) planteaba un efecto
2 negativo del compromiso calculado sobre la con-
χ Normalizada 1,141 1,059
tinuidad de la relación. Se suponía que, en un
principio, este tipo de compromiso induciría al
Una vez realizado el ajuste del modelo, se
comprador a continuar la relación con su pro-
analizó la bondad del ajuste de las Ecuaciones
veedor por motivos racionales (el coste, el es-
Estructurales. De nuevo se alcanzaron mejores
fuerzo o el tiempo necesario para cambiar a este
resultados en la muestra del tercer proveedor. En
socio por otro alternativo) pero que el trasfondo
este grupo los valores se acercan o superan el va-
oportunista de esta actitud haría que en el mo-
lor de 0,50 mínimo esperado de las SMC. Esto
mento en que el comprador consiguiese una op-
indicaba una baja representación de las ecuacio-
ción mejor finalizaría la relación. Como se puede
nes en el caso del primer proveedor debido posi-
observar en la tabla 5, este supuesto se com-
blemente a la omisión de otras variables relevan-
prueba tan sólo en el caso del tercer proveedor
tes en la explicación de la continuidad de este ti-
(t-value > 1,96; α = 0,05). En el caso del primer
po de relaciones.
proveedor la continuidad de la relación parece
Tabla 7.- Representatividad de las ecuaciones estruc- no depender del compromiso calculado sino de
turales otras variables, con carácter menos relacional, no
SMC contempladas en el modelo, como puede ser la
P1 P3 existencia de una rutina establecida en cuanto a
Confianza-credibilidad 0,36 0,62 la renovación de los contratos de los proveedo-
Confianza-benevolencia 0,40 0,49
Compromiso-afectivo 0,19 0,47
res. Esto confirma la primera hipótesis en su to-
Compromiso-calculado 0,36 0,50 talidad.
Dependencia-comprador 0,63 0,34 La hipótesis H2 postulaba una relación posi-
Satisfacción 0,43 0,71 tiva entre el desarrollo del compromiso afectivo
Continuidad 0,45 0,50
del comprador con su proveedor y la satisfacción
obtenida por el comprador en la relación. Como
puede observarse en la tabla 5 esta hipótesis ha
ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE
sido confirmada, tal y como se ha planteado, só-
LA INVESTIGACIÓN lo para las relaciones con los terceros proveedo-
La principal hipótesis a demostrar sostenía res. Así cabe esperar que, en estas relaciones, el
que existen diferencias en el comportamiento re- hecho de que las partes se comprometan afecti-
lacional de una empresa con sus proveedores que vamente mejore, en cierta medida, la satisfacción
se explican en función de la jerarquía o nivel de obtenida en las mismas.
importancia de ese proveedor para la empresa. En cuanto a los efectos de la confianza-
Este planteamiento, recogido en H, se ha particu- credibilidad sobre el compromiso afectivo, cal-
larizado en dos tipos de proveedores: el principal culado y la satisfacción, planteados en las hipó-
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tesis de H3a, H3b, y H3c respectivamente, se ha parte de los casos, les viene impuesto de fuera (a
confirmado tan sólo la última, la relación entre la través de las normas ISO, estándares de calidad,
confianza-credibilidad y la satisfacción Así, etc.) y no es algo que ellos puedan decidir o ne-
cuanto mayor es la confianza en la credibilidad gociar con sus socios.
del socio, mayor es la satisfacción que se genera La variable comunicación bilateral se ha vin-
en una relación. Esta relación causal se ha con- culado en la literatura a un gran número de va-
firmado para ambas muestras aunque con un riables relacionales algunas de las cuales se ha
mayor efecto en las relaciones con el tercer pro- considerado de especial interés su redacción en
veedor. forma de hipótesis para su contrastación en este
Por otra parte, se ha confirmado, en ambas modelo dando lugar a las hipótesis: H7a, H7b y
muestras, la relación causal hipotetizada entre la H7c. La primera hipótesis (H7a) relaciona posi-
segunda dimensión de la confianza-benevolencia tivamente la comunicación bilateral con la con-
(H4a) y el compromiso afectivo presentándose fianza en la credibilidad del socio pero no ha si-
valores significativos y cargas estandarizadas al- do verificada en ninguna de las dos muestras. La
tas. Esto indica que la buena voluntad del socio hipótesis H7b relaciona favorablemente la co-
y la búsqueda del beneficio mutuo aumentan el municación bilateral con la satisfacción del
sentimiento afectivo hacia él. De nuevo se ha comprador en la relación, relación causal que ha
mostrado un mayor efecto en las relaciones con resultado muy significativa en ambos muestras
el tercer proveedor. aunque se ha mostrado un efecto mayor en el ca-
La tesis defendida por Geyskens et al. (1996) so de los terceros proveedores. Así se acepta
que sostenía un efecto negativo de la confianza- que, a medida en que crece la comunicación en-
benevolencia sobre el compromiso calculado no tre las partes, la valoración del comprador de la
se ha podido confirmar en este estudio (H4b). En relación es mayor. Esto coincide con los resulta-
ninguna de las muestras analizadas se ha demos- dos de los trabajos previos de Selnes (1998) y
trado que la creencia de que su socio se preocupe Wilson y Vlosky (1998). Finalmente la hipótesis
por sus intereses y que, por lo tanto actuará de causal entre esta variable y la dimensión afectiva
manera que los perjudique no disminuye la pre- del compromiso (H7c) resultó significativa en la
ocupación del comprador por los costes y bene- muestra del tercer proveedor. En esta muestra
ficios que genera la relación (compromiso calcu- corroboramos lo planteado por Anderson y
lado). Weitz (1992), cuando los socios comparten in-
La hipótesis H5 que postulaba una relación formación de forma abierta disminuye la vulne-
entre la IAE del comprador y el grado de depen- rabilidad asociada con las decisiones de inventa-
dencia de éste en la relación, ha proporcionado rio y las estrategias de precio y de producto por
valores muy significativos así como efectos im- lo que los socios están más motivados al com-
portantes en ambas muestras. De acuerdo con promiso.
Ganesan (1994) esto indica que la inversión del Sobre la variable flexibilidad, se establecie-
comprador en activos no aprovechables para ron tres efectos causales en forma de hipótesis de
otras relaciones crea una mayor necesidad o de- trabajo. La primera de ellas relacionaba positi-
pendencia del socio. Una vez más esta vincula- vamente la flexibilidad de ambas partes en la re-
ción es más fuerte en el caso de la muestra de lación con la confianza en la credibilidad del so-
proveedores que se encuentran en la tercera po- cio (H8a). La segunda relaciona la adaptación a
sición jerárquica. los cambios o flexibilidad con la confianza en la
La hipótesis H6 planteaba una relación nega- benevolencia del socio (H8b). La tercera esta-
tiva entre el formalismo y la intención de conti- blecía una hipótesis vinculando altos niveles de
nuidad. Esta relación se confirma en el caso de flexibilidad en la relación con una mayor expec-
las relaciones con terceros proveedores si se baja tativa de continuidad por parte del comprador
al nivel de exigencia a p < 0,10. Una explicación (H8c). Las dos primeras conjeturas han sido ve-
al bajo efecto de esta variable se puede encontrar rificadas en ambas muestras alcanzando impor-
en que el formalismo en la relación, en la mayor tantes niveles de significación así como efectos
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donde es el comprador el que ha de adaptar sus desarrollar por los proveedores, cuando lo que se
procesos para trabajar con el producto. Este bajo pretende es lograr la continuidad de la relación,
grado de clientización del producto claramente deben ir encaminadas en estas dos direcciones.
reduciría el interés relacional de las partes. Para ello, es útil tener en cuenta que la credibili-
A pesar de todo lo anterior, lo cierto, es que dad se desarrolla a lo largo del tiempo, pero se
estas relaciones se presentan más duraderas que puede acelerar enfocando la gestión de los co-
con los terceros proveedores, lo que lleva a pen- merciales o representantes de ventas hacia el de-
sar en la necesidad de incorporar factores no re- sarrollo de confianza, cuidando los resultados
lacionales que tienen más que ver con la gestión empresariales que contribuyen a la imagen de la
tradicional de las compras industriales propias capacidad de la empresa, realizando publicidad
del enfoque transaccional. en los medios habituales del sector (revistas in-
dustriales, páginas web, ferias, etc.) o tratando
de ejercer una influencia positiva sobre las per-
TERCER PROVEEDOR sonas que a través de sus opiniones contribuyen
El modelo presentado explica en mayor me- al desarrollo de la imagen de la empresa. Por
dida el comportamiento relacional de los com- otra parte, el desarrollo de la percepción de la
pradores con sus terceros proveedores, por eso benevolencia del proveedor se puede instrumen-
las conclusiones extraídas en este caso, así como tar a través de la preocupación continua del pro-
las recomendaciones, son más extensas que en el veedor por el bienestar del cliente y con el plan-
anterior. teamiento de objetivos comunes bajo una filoso-
De acuerdo con la literatura existente, en este fía de ganador-ganador. La flexibilidad se mos-
modelo encontramos un importante respaldo pa- tró en este estudio como un precursor fundamen-
ra valorar el efecto de la satisfacción en la conti- tal de ambas dimensiones, indicando que la me-
nuidad de las relaciones. Como se esperaba, la jora de la capacidad de adaptación del proveedor
satisfacción mostró un impacto positivo muy en situaciones de cambio mejora también su cre-
fuerte sobre la continuidad de las relaciones con dibilidad.
este tipo de proveedores. Así, la mejora de la sa- Las empresas que quieran desarrollar relacio-
tisfacción en la relación con el consumidor in- nes duraderas con estos clientes han de tener en
dustrial es una de las actuaciones básicas de los cuenta también que el compromiso es otra de las
proveedores para lograr relaciones duraderas. variables clave en su continuidad, pero no en to-
Apoyándonos en los resultados obtenidos, los das sus dimensiones. Mientras el componente
factores que contribuyen a la mejora de esa satis- afectivo tiene un impacto intencional relativa-
facción son, sobre todo, el logro de una mayor mente importante en la continuidad incremen-
credibilidad de los proveedores, pero también el tando los niveles de satisfacción de los compra-
desarrollo del compromiso afectivo y la comuni- dores, la dimensión calculada provoca el efecto
cación bilateral. contrario. Al componente afectivo se puede con-
Por otra parte, los resultados obtenidos orien- tribuir aumentando los niveles de benevolencia
tan la actuación de las empresas proveedoras en la relación. En cuanto al compromiso calcula-
hacia la construcción de la confianza de sus so- do, aunque su efecto es débil, los proveedores
cios puesto que se ha revelado como requisito deberían intentar reducirlo. Se advierte que si la
elemental para la consecución de relaciones a continuidad de la relación está vinculada a una
largo plazo. Como se ha comprobado la confian- razón objetiva, en cuanto ésta cambie, existen
za, en sus dos dimensiones, contribuye a mejorar mayores posibilidades de que se disuelva que si
la satisfacción del comprador en la relación y por se han desarrollado vínculos afectivos con el so-
tanto, a la continuidad de la misma. La dimen- cio. Se ha observado además que el compromiso
sión de la credibilidad lo hace directamente y, en calculado está fuertemente influenciado por la
menor medida, la benevolencia contribuye a la dependencia del comprador y, por eso, una de
satisfacción a través del desarrollo del compro- las formas de evitar niveles altos de compromiso
miso afectivo. De este modo las actuaciones a calculado es reducir la dependencia de los clien-
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tes en la relación buscando un mayor equilibrio entre distintos departamentos de la empresa que
con los socios. contribuya a mantener relaciones afectivas con la
Lo anterior enlaza con otra de las cuestiones empresa. Por otra parte, la formula tradicional de
de interés que trata sobre la influencia la IAE del la participación en ferias sectoriales desarrolla-
comprador en la relación. Los resultados extraí- das en el ámbito local o regional también se po-
dos indican que las empresas compradoras que dría recomendar como otra forma de comunica-
invierten en activos específicos resultan más de- ción importante, que si bien no supone algo no-
pendientes de sus proveedores (las inversiones vedoso, sigue resultando efectiva para establecer
funcionan como un coste de cambio) lo cual lle- el compromiso afectivo y mejorar la satisfacción
va a desarrollar unas menores expectativas de del socio en la relación.
continuidad en la relación. En resumen se puede concluir que en este es-
Otra de las dudas que se le pueden plantear a tudio se alcanza el objetivo pretendido, demos-
un proveedor industrial se refiere a determinar la trar que las relaciones entre proveedores y com-
conveniencia de tratar de prever todas las posi- pradores industriales presentan importantes dife-
bles situaciones que se puedan presentar en la re- rencias en función de la jerarquía del proveedor.
lación, acordando de antemano la manera de ac- La medición de los efectos de las distintas varia-
tuar de las partes, o por el contrario, permitir bles sobre la continuidad de las relaciones se ha
mayor libertad y dejar a la improvisación la reso- mostrado en prácticamente todos los casos más
lución de estas situaciones. Sobre esta cuestión fuerte en las relaciones con terceros proveedores
hay que señalar que la flexibilidad o adaptación que con los principales. Así se puede afirmar
de los socios a los cambios contribuye a desarro- que, mientras que la continuidad de las relacio-
llar los distintos tipos de confianza pero además nes con los terceros proveedores obedece en
favorece directamente la intención de continui- gran medida a motivos relacionales en el caso de
dad. En este sentido se considera beneficioso los principales proveedores las razones de la
que ambos miembros de la relación traten de continuidad hay que buscarlas fuera de estos
desarrollar su capacidad de improvisación y de modelos.
resolución de problemas para adaptarse a los
cambios que se puedan presentar en el entorno
de su relación. Y esto sólo se logra a través del LIMITACIONES Y LÍNEAS PARA
desarrollo de un talante de diálogo y colabora- FUTURAS INVESTIGACIONES
ción mutua. Como se ha visto, el modelo relacional pro-
Los resultados también indican que la comu- puesto explicó mejor el desarrollo de las relacio-
nicación bilateral tiene una poderosa repercusión
nes de un comprador industrial con su tercer
en el futuro de las relaciones. Por una parte, con-
proveedor que con el proveedor principal. El ti-
tribuye a desarrollar el componente afectivo del
po de producto suministrado así como los nive-
compromiso y, por otra, mejora directamente la
les de interdependencia no han sido capaces de
satisfacción del socio en la relación. Ambos im-
pactos incrementan la intención de continuidad explicar por sí solas las diferencias en el com-
de las relaciones. Teniendo en cuenta esto, para portamiento relacional entre las jerarquías de re-
el gestor de estas relaciones es crucial el desarro- laciones. Por tanto, como primera limitación del
llo de una comunicación abierta con sus socios estudio se señala la insuficiente explicación de
dando a conocer incluso información potencial- este fenómeno. Esto lleva a la necesidad de bus-
mente desfavorable para la relación. A esto po- car las causas en otras variables que no han sido
dría contribuir implantando un programa de con- tenidas en cuenta en este modelo relacional.
tacto con el consumidor que le asegure al pro- Por otra parte, el objetivo pretendido de am-
veedor una comunicación permanente y fluida pliar el espectro de variables de marketing rela-
con sus clientes. En este sentido se considera cional integrando en un mismo modelo las va-
crucial no sólo centrarse en el trato individuali- riables más utilizadas en los modelos anterior-
zado del personal de ventas a la empresa cliente, mente presentados en la literatura se ha visto
sino además articular un contacto permanente cumplido sólo en parte, ya que el desarrollo del
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