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Celebramos hoy la solemnidad del Cuerpo y la Sangre

de Cristo, el "Corpus".
La solemnidad de hoy es un eco de! Jueves Santo.
Entonces celebrábamos la donación del Señor a los
suyos de todos los tiempos en el pan y el vino de la
Eucaristía, memorial de su entrega fiel hasta la muerte
para la salvación de los hombres. Entonces ya lo
celebrábamos con gozo. Pero con un gozo velado por
el sufrimiento y la muerte que se avecinaban.
Hoy, en cambio, el tono de la fiesta es distinto:
celebramos y adoramos la presencia real y permanente

DIOS ESTA AQUÍ, CIELOS


del Señor de la gloria en el sacramento de la Eucaristía.
La promesa del Señor al despedirse de los suyos se
cumple día tras día y generación tras generación: "Yo Y TIERRA, BENDECID AL SEÑOR
estaré con vosotros cada día hasta el fin del mundo". Evangelio. El que comulga con Cristo, comulga con su
causa y compromete su vida en servicio a Dios y a sus
ORACIÓN; Oh Dios, que en este sacramento admirable hermanos, todos los seres humanos.
nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos Juan 6, 51-59 En aquel tiempo, dijo Jesús a los
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo;
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú pan que yo daré es mi carne por la vida del
que vives y reinas. mundo». Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo
Primera lectura. Hay que tener buena memoria para ser puede este darnos a comer su carne?». Entonces
solidarios. Moisés ruega a su pueblo que no olvide todo cuanto
Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no
por él ha hecho el Señor.
coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su
Deuteronomio 8,2-3,14b-16a: Habló Moisés al pueblo
sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi
diciendo: «Recuerda todo el camino que el Señor, tu
carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo
Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el
resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera
desierto, para afligirte, para probarte y conocer lo que hay
comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que
en tu corazón: si observas sus preceptos o no. El te
come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo
afligió, haciéndote pasar hambre y después te alimentó
en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo
con el maná, que tú no conocía ni conocieron tus padres, vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me
para hacerte reconocer que no solo de pan vive el; come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del
hombre, sino de todo cuanto sale de la boca de Dios. No cielo: no como el de vuestros padres, que lo
olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de comieron y murieron; el que come este pan vivirá
Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer para siempre».
aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes
abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de
PORQUE QUIERE. PORQUE PUEOE. PORQUE HOS AMA Y
agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que PORQUE 10 NECESITAMOS SE QUEOÚ CON NOSOTROS
te alimentó en el desierto con un maná que no conocían TU ERES, SEÑOR, EL PAN DE VIDA Mi
tus padres»
Padre es quien os da verdadero Pan del cielo.
Salmo Glorifica al Señor, Jerusalén Quien come de este Pan vivirá eternamente.
Segunda lectura. En la sangre de Cristo todos somos con- Aquel que venga a Mí no padecerá más hambre.
sanguíneos. Y en su cuerpo, el pan que comemos, compañeros en Mi carne es el manjar, y mi sangre es la bebida.
la vida. ¿De dónde la insolidaridad? Si no coméis mi carne, no tendréis vida en vos-
i otros.
iaCor. 10, 16-17 Queridos hermanos: El cáliz de la
Quien bebe de mi sangre tiene ya la vida eterna.
bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la
sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es
comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, ¡No menospreciemos a la Iglesia! La
nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo,
Iglesia hace la Eucaristía y la
pues todos comemos del mismo pan.
Eucaristía hace la Iglesia.
ACTO DE FE, ADORACIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS
Todos los domingos nos reunimos aquí en la iglesia para
dar gracias, para celebrar su memorial, para vivir la
comunión con él que se nos da. Pero hoy, en esta fiesta,
después de haberlo recibido como alimento, queremos
hacer algo más: queremos ponernos ante él, ante este pan
que es él mismo, y agradecerle su inmenso amor, y pedirle
que acompañe siempre nuestras vidas.

Pongámonos todos de rodillas (pausa). Hoy, en esta fiesta


del Cuerpo y la Sangre del Señor, somos invitados a fijar
nuestra mirada, con una especial intensidad, en el pan y el
vino que el Señor mismo nos ha dejado como presencia
suya entre nosotros. El, muerto y resucitado, se nos da
como pan de vida eterna, como alimento para el camino,
como fuente abundante de toda gracia.

Oremos ahora en silencio, con mucha fe, con mucha


esperanza, con mucho amor.

Porque puede, porque quiere, porque nos ama... porque lo


necesitamos... iise quedó con nosotros!!
- NO DEJES DE SALIR... SEÑOR Porque, sin tu hiciste en cada uno de los nuestros Que presentemos al
Ti, el mundo se enfría y son otros los que, sin Tí, les dan un mundo este manjar con la misma pasión y fuerza, con la que
engañoso calor Porque, sin Ti, el hombre se envilece y Tu nos le dejaste en sencilla mesa De que nos miremos los
convertimos este viejo paraíso en contienda entre el bien y ynos a los otros para cantar contemplando este Misterio.
el mal. ¡No dejes de salir, Señor!
Porque, sin Ti, olvidamos que el amor es fuente de Que nadie ocupe el lugar que te corresponde en el mundo
felicidad y buscamos, en lo efímero, una alegría que es Que nadie turbe la paz y la calma del día del Corpus Que
simple disfraz. nadie, creyéndose rey, se sienta más importante Que
Porque, sin Ti, nuestra tierra es huérfana vacía de Aquel otro, que siéndolo, se hace una vez más siervo.
sentimientos y exenta de esperanza.
¡No dejes de salir, Señor!
No dejes de salir, ni un solo año, Señor:
Aquí tienes nuestros corazones: haz de ellos una patena Aquí
Porque seguimos necesitando tu pan multiplicado para
tienes nuestras mentes: haz de ellas un altavoz Aquí tienes
saciarnos y, luego, repartirlo a los hermanos Porque somos
nuestras manos: haz de ellas una carroza Aquí tienes nuestros
tan débiles como ayer y, al contemplarte, queremos
ojos: haz de ellos dos diamantes Aquí tienes nuestras almas:
recuperar la fuerza del creer
haz de ellas el oro de tu custodia Aquí tienes nuestros
Porque, nuestros pecados, pueden a veces con la virtud
cuerpos: haz de ellos las más auténticas custodias que nunca
y, en esos pecados, viene escondido aquello que no es
se cansen de anunciar por todo el mundo que sigues viviendo
luz.
y permaneciendo eternamente presente en el gran milagro de
Porque, nuestras almas, se llenan de trastos inservibles no
la EUCARISTIA.
permitiendo que, Tú, habites y reines en nuestro interior.
¡No dejes de salir, Señor!
No dejes de salir, en el Corpus, Señor: ¿Nos dejas acompañarte?
Y, si ves que nos he alejado de ti, que seas un imán que
nos atraigas hacia la fuente de la verdad Y, si ves que te La Eucaristía fuente y culmen de la vida y
hemos dado la espalda, alcánzanos de frente para nunca
más olvidarte Y, sí ves que hemos perdido el apetito de lo
divino, acércanos el cáliz de tu amor y de tu perdón.
misión de la Iglesia (universal, diócesis,
Sí, Señor; ¡no dejes de salir Deja que nos parroquias, instituciones... y de cada cristiano)
arrodillemos ante Ti al igual que Tú, lo hiciste ante nosotros
en Jueves Santo consiente que te hablemos al corazón de ¡¡DIOS ESTÁ AQUÍ!!
la Custodia ;al que releer, orar y difundir

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