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Arte, creatividad y terapias.

Art, creativity and therapy.

Iñaki Markez.
Psiquiatra. Bilbao.

“El nacimiento de una criatura de la fantasía humana,


nacimiento que es el paso por el umbral entre la
nada y la eternidad, puede producirse también de
repente, teniendo por gestación una necesidad”.

Aparece en el Prefacio de la obra de Luigi Piran- predeterminada. Hay quien ha tratado de identi-
dello Seis personajes en busca de autor (1921). ficar la obra artística cual psicoanálisis exitoso,
Sintoniza con la idea de que el arte es expresión, donde el analizado es el artista autor y el ana-
manifestación o representación de la realidad. Si lista imaginario sería ese público observador de
bien el concepto de arte se asociaba a la habili- la obra. Claro que no será algo lineal, mantenido
dad manual, y más tarde en la Grecia clásica se en el tiempo y, de hecho, observando la obra de
integran modos intelectuales como la lógica, la cualquier artista comprobaremos diferentes ci-
oratoria, la astronomía o la magia, para ya atra- clos con el paso de los años.
vesada la Edad Media, en la segunda mitad del si-
glo XVII y en Francia aparecerá el término “bellas Arte. Nos encontramos ante el Arte “como comu-
artes” para designar las expresiones artísticas nicación simbólica intersubjetiva con contenidos
logradas a través de las formas, los colores, el emocionales variables y múltiples” (Changeux,
lenguaje, el sonido o el movimiento ocasionando 2008), donde la empatía interviene como “diá-
satisfacción en quien las realiza y comunicación logo intersubjetivo” entre las diferentes figuras,
en quienes son receptores. El artista retorna a del espectador con las figuras, y entre el artista
la realidad expresando sus fantasías a través de y el espectador. «Ante un cuadro, el espectador
sus creaciones, sus obras. La obra de arte iden- no está pasivo: explora la obra de manera activa,
tifica el diálogo del artista con la realidad de su pasa de la visión global a la visión de los detalles
tiempo, y al tiempo contribuye a ordenarla, enri- (...) interroga al cuadro con la mirada y seleccio-
quecerla y ampliar su comprensión pues las ar- na respuestas perceptivas que se ajustan a sus
tes son parte integrante de la experiencia huma- expectativas interiores». Las artes aprovechan
na, fomentan la innovación, fortalecen la cohe- la innovación y la creatividad mientras ofrecen
sión grupal y han permitido combinar la estética oportunidades para abordar cuestiones sociales
con las propiedades utilitarias de la tecnología y satisfacer las necesidades humanas. Ofrecen
(Rodríguez Pulido y otros, 2018). Los temas ele- oportunidades para poder educar y generar vías
gidos que pueden responder a necesidades de de intervención ante determinadas causas ha-
expresión estéticas e intelectuales de la autoría cia un mayor bienestar. Claro que, si volvemos
pero que no necesariamente cumplen aquellos la mirada al gran artista e intelectual Jorge de
objetivos señalados ni con alguna función social Oteiza, nos encontramos con su vieja posición

Norte de salud mental, 2021, vol. XVII, nº 65: 89-94.


Iñaki Markez

de que “todo es arte”. Todo es ya sensible desde como las personas creativas son adelantadas
lo estético. Cuando el arte experimentalmente a su tiempo, y su obra, sus creaciones no son
concluye, todo el arte pasa a ser naturaleza. Ya aceptadas hasta tiempo después pues la creati-
todas las naturalezas tienen explicación natural vidad supone innovación, pero exige, además, la
y estética. Esta es una de las más fundamentales existencia de originalidad de esa persona autora
conclusiones del arte contemporáneo que todos y para quienes sean receptoras. El término crea-
debieran haber comprendido. Todo lo que se nos tividad es relativamente reciente, aunque otros
manifiesta con el material sensible de una expe- de igual raíz -crear o creación- han sido utiliza-
riencia estética, es ya arte. Ese arte que repre- dos desde tiempos lejanos, algo que ha ocurrido
senta la realdad, de tal modo que nos permite también en el campo teológico y artístico. Este
su posible transformación. Aquel Oteiza fue un término comenzó a utilizarse en la literatura de la
referente en los años 60 y en el post 68. Y sigue psicología hace poco más de medio siglo, enten-
siéndolo, a pesar de aquella vitola de rebelde e dida como una capacidad psíquica, reconocien-
insobornable que le acompañó. do su componente estructural de la personalidad
y como tal susceptible de ser desarrollado, como
Ya en el ideario freudiano se apuntaba que el acto innovador de alguien con inspiración genial.
arte concilia dos objetivos: satisfacción del pla- A partir de ese momento, han surgido diferentes
cer y adecuación a la realidad. A principios del tendencias interesadas en la comprensión de
siglo pasado, nos encontramos con artistas que los procesos creadores, vinculándose para unos
acudían a los hospitales para que los pacientes en ciertas estructuras neurológicas funcionales
salieran de sus rutinas a través de actividades, complejas dentro de la plasticidad cerebral que
físicas o no, muchas de ellas artísticas, a través lleva a pensar en que la mente no es única, tene-
de la pintura, la danza, la escritura o la música. mos un pluralismo mental en la misma persona;
Aquellos médicos también utilizaban los dibujos mientras, otros se orientan hacia aspectos socia-
y lo que pintaban como elemento de interés para les y culturales que también cambian a través del
el diagnóstico y para la rehabilitación si enten- aprendizaje y la experiencia.
dían que podía haber un conflicto psicológico o
psiquiátrico. Unas décadas después, en los años No obstante, no se han podido encontrar las ba-
40 y 50, serían recursos importantes en las pri- ses neurobiológicas íntimas de las capacidades
meras experiencias de comunidades terapéuti- creativas. Se activan en el cerebro con los siste-
cas y del movimiento de rehabilitación en Gran mas neuroquímicos, los circuitos y estructuras
Bretaña y después en otros países, a través de funcionales allá en la profundidad cerebral don-
lo que se englobaría como la Psiquiatría social. de se guarda la memoria genética, con la cola-
De gran interés para aquellos pacientes con ma- boración de las funciones cognitivas y afectivas
yor dificultad de expresión verbal en las terapias, para que las tareas lleguen a término. No obs-
más tras unas épocas en las que el psicoanálisis tante, carecemos de un modelo capaz de expli-
pretendió “resolver los conflictos inconscientes” car el funcionamiento adecuado de todas esas
a través de la palabra. estructuras que intervienen en el trabajo cere-
bral creativo, y la creación artística nos permite
La filósofa y psicoanalista Alice Miller, tras más acercarnos a la realidad.
de veinte años de ejercicio en el psicoanálisis,
comenzó a pintar, sin vocación previa ni presión Creatividad. Cualquiera puede tener algún nivel
desde sus entornos, descubriendo aspectos ín- de creatividad, es lo que se llama creatividad
timos, estructurando emociones y accediendo a ordinaria, no obstante, pocos poseen una crea-
espacios propios que hasta ese momento no ha- tividad más que notoria que permita conside-
bía imaginado: “Mi dedicación espontánea a la rarles como geniales en el arte o en la ciencia.
pintura no sólo me ayudó a descubrir mi historia Genialidad como comportamiento creativo, per-
personal, sino también a liberarme de las atadu- sonalizado, reconocido públicamente, de influjo
ras mentales y de los conceptos de mi educación prolongado y, además, supone poseer un alto
y formación, que conseguí identificar como fal- grado de creatividad. La originalidad no es su-
sos, engañosos y fatales” (Miller, 1990). Claro ficiente para explicar la creatividad artística, no
que, con frecuencia, comprobamos en la historia basta hacer algo diferente de lo existente hasta

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ese momento. Los niños realizan creaciones, son lizarse, o la habilidad para mirar con frescura
creativos respecto a su limitado conocimiento y a objetos y situaciones de nuestra cercanía,
experiencia previa, hacen dibujos espontáneos o también si se sobrepasa lo tradicional, con
impactantes que, sin embargo, no son innovado- elementos innovadores hasta lograr originales
res, no rompen reglas. También alguien adulto, resultados. Tampoco debemos olvidar que la
aunque haga algo original, puede no ser creativo creatividad se relaciona con otras facetas de la
porque le falte el reconocimiento como algo va- personalidad: la inteligencia, el estilo cognitivo
lioso por su atractivo, su universalidad o su dura- y la motivación. Surge una pregunta ante estas
ción. Guimón (2016), promotor de iniciativas de cuestiones del arte y la creatividad: ¿es artístico
arteterapia por su eficacia, entre profesionales todo lo creativo? Habría que responder previa-
de la salud y hacia pacientes, comentaba que las mente a la pregunta sobre qué es arte, algo de
pinturas de algunas personas con esquizofrenia difícil consenso. Distinguir entre la persona, su
son, por ejemplo, valiosas para el paciente, pero vida y su estilo de vida; el producto, su creación;
no siempre para todos los observadores, que y el proceso para llegar a ello. Son muchas las
pueden encontrarlas excesivamente emociona- personas que, sin ser artistas, realizan un traba-
les o, también, sin interés, insípidas. El arte, no jo artístico, un lienzo por ejemplo portador de
lo olvidemos, es un medio que nos permite a to- significados. Gentes que pintan por distraerse o
das personas unir lo imaginario, lo simbólico y quienes representan sentimientos y emociones,
lo real. De ahí que la consideración que merecen también en enfermos mentales que plasman en
las obras creativas tiene connotaciones cultura- cuadros sus alucinaciones o su estado de ánimo.
les, y el paso del tiempo hace variar lo que se
considera creativo en una época u otra. Una obra aislada, por ejemplo, una pintura, no
es en sí misma una obra de arte y no todo sig-
La concepción de artista va más allá de ese con- nificado pictórico es artístico. La actividad de
cepto asociado a quien crea, quien es autor de cualquier artista de la pintura ofrece un verda-
obras artísticas y entendida la obra como una ex- dero lenguaje. Necesitamos algunos requisitos
tensión de la propia autoría. Mejor ir más allá, re- para considerar una obra como «artística»: que
corriendo la historia pues es oportuno detenerse la obra sea el producto de un proceso que ha
sobre las vanguardias, las corrientes artísticas resultado en la creación de diversos ejemplares;
de sus épocas (del esteticismo al decadentis- que la obra tenga un significado psicológico; y
mo**, dandismo y esnobismo, el postmodernis- considerarla en la perspectiva del artista, algo
mo, contracultura y surrealismo, lo siniestro o criticado por corrientes postmodernistas. Desde
lo bello, etc.), casi siempre con neta oposición a el Psicoanálisis hay quien ha considerado a esa
la burguesía gobernante, definiendo posiciones persona creadora como alguien dotado de una
políticas e ideológicas a través de la descripción inspiración genial que emana del inconsciente
y valoraciones varias, incluso con interpretacio- (Nehamas, 1992). Sin embargo, los avances re-
nes psicoanalíticas de estos ilustres artistas y cientes en Psicología inclinan a pensar que las
sus obras. personas creativas desarrollan una habilidad,
específica sí, pero semejante a tantas otras ha-
El arte ¿siempre es creativo? bilidades que se pueden aprender y que sería,
como las demás, mensurable por los métodos
Hay quien afirma que todos poseemos talento
de la Psicología llamada «científica». Esa misma
creativo y que sabiendo utilizarlo, podemos ser
psicología científica que considera que inhibi-
artistas donde las élites creativas convierten su
ción, timidez, desinhibición, desvergüenza, im-
imaginación e ideas en herramientas producti-
pulsividad, etc., son conceptos que dan color al
vas. Pero comprobamos que la creatividad está
comportamiento de los seres humanos y definen
constituida por aptitudes que permiten actua-
su personalidad, su modo de ser. Teniendo todas
ellas bases psicológicas y también biológicas,
* Decadentismo: movimiento cultural, sobre todo en la litera- donde cambios faciales, químicos o reacciones
tura, de origen francés de gran influencia durante las últimas
décadas del siglo XIX. Embellecía lo perverso, lo absurdo y lo inmunológicas pueden ser indicadores que nos
grotesco, aunque no como obscenidad. orienten considerablemente.

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No solo esto, también existen mecanismos neu- con la libertad del artista” (Álvarez, 1974). Desde
ropsicológicos de la creatividad. Actualmente la diferencia, podía coexistir el arte naif, lejos de
se considera que, si bien la herencia de las ca- los modelos hegemónicos, que representa esce-
pacidades creativas está presente, el contexto nas de la vida cotidiana; el arte popular o folk,
ambiental es muy importante para la aparición asociado a las tradiciones, a la cultura de colec-
de la genialidad. Hay personas con talento don- tivos minoritarios o en riesgo de abandono, más
de ha sobresalido el tamaño del encéfalo, pero en sociedades tribales. A su vez, es conveniente
no se duda que hay ciertas áreas del cerebro diferenciarlo de los dibujos infantiles, así como
relacionadas con algunas tareas mentales com- de las actividades ocupacionales en grupos o ta-
plejas, como también son la base de respuestas lleres de arteterapia.
a los estímulos visuales. Ciertos estudios sugie-
ren que algunos rasgos de personalidad, a ve- Aunque Freud escribió mucho sobre Leonardo
ces llamados “neuroticismo” o “psicoticismo”**, da Vinci, el Moisés de Miguel Ángel, o “Gradi-
pudieran estar localizados en determinadas va, el caso del pintor Cristóbal Haitzmann”, etc.,
áreas de la corteza cerebral. En una mente he- tuvo notorios desencuentros con la vanguardia
cha de módulos capaces de emociones, accio- artística de su momento, como ocurrió con los
nes y respuestas. expresionistas austríacos, o con el dadaísmo y
el surrealismo pues entendía que ese arte de la
Es sorprendente que en la Psicología y la Psi- vanguardia se posicionaba frente a los principios
quiatría hallan dado escasa importancia al es- artísticos freudianos. Freud entendía que el artis-
tudio del color, comparada con el estudio de la ta busca fama, honores y reconocimiento social,
forma. Es fácil comprobar un buen número de mientras que la realidad de las nuevas propues-
referencias a la pintura en cuanto a la represen- tas artísticas (cubistas, expresionistas, simbolis-
tación en el dibujo, pero muy pocas de relación tas, fauvistas, primitivistas, neoimpresionistas,
con los colores y con la pintura como tal. Durante realistas), muy variadas todas ellas, con algunos
los siglos pasados algunos se interesaron por artistas aún poco conocidos, estaban en una po-
estudiar los colores de manera más o menos sición social que difícilmente podía relacionarse
científica o al menos técnica, en sus cualidades con aquel reconocimiento y dinero que se su-
luminosas, su procedencia química, etc. Curiosa- ponía acompañaría a su arte. Ni tan siquiera se
mente la investigación rigurosa sobre el color es acercaba al concepto romántico del arte, a aque-
más bien tardía, comenzó en el siglo XIX, pero ya lla idea del artista como genio creador capaz de
en el siglo XX, los artistas, un buen número de representar la realidad.
ellos dejaron de mostrar interés por los descu-
brimientos científicos, sobre todo lo relativo a la Si nos preguntamos sobre qué es arte, debiera
química, tinturas y colores, para interesarse más tenerse en cuenta, además de la subjetividad de
por su relación personal con lo cromático. cada cual, los significados y significantes:

“de la misma manera que no todo organismo


Sobre Arte, terapias y salud mental vivo no es una persona, cualquier obra aisla-
Desde la psiquiatría, la psicología y el psicoaná- da, por ejemplo, una pintura no es en sí mis-
lisis, se ha escrito mucho sobre el tema, aunque ma una obra de arte. Hay muchas personas
haya sido escasa la profundización sobre estas que, pese a no ser artistas, realizan un traba-
cuestiones. “Si queremos delinear la diferencia, jo pictórico portador de significados, caso de
podemos contrastar la compulsión del psicótico algunos enfermos mentales que representan
en sus cuadros sus alucinaciones”.
**
 euroticismo: Sinónimo de inestabilidad emocional, ras-
N
go psicológico que define una parte de la personalidad. Se
Freud afirmó que todos somos artistas, no en
acompaña de síntomas de angustia, intranquilidad, preocu- vano, cuando hemos sido niños, todos hemos
pación, con tendencia a la culpabilidad y a menudo síntomas pintado. Pronto vamos al colegio y, como si nos
psicosomáticos; Psicoticismo: Estado de vulnerabilidad a las castraran, la mayoría dejamos de pintar mien-
conductas impulsivas, débil empatía, actuaciones de frialdad
e irresponsabilidad, y con frecuencia creativos, responsa- tras aprendemos a hacer números y a jugar al
bles, competitivos y críticos. balón. Los pintores, en cambio, continúan pin-

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tando. Niños que expresan sus sueños, fan- modelos propios en iniciativas desde Gran Breta-
tasías e ideas lo hacen a través de la pintura. ña, EE.UU., Francia, Alemania, Suiza e Italia, en
También Freud afirma que en la edad adulta la todos ellos muy ligados a la práctica psiquiátri-
pintura se convierte en el juego del adulto y que ca en algunos hospitales. En el ámbito español,
ésta es una prolongación del proceso primario aunque ha habido interesantes y exitosas expe-
de pensamiento, que es el que se produce en riencias, no llegó a desarrollarse un modelo de
los sueños. actuación. Con sus variedades conceptuales en
la terapia creativa, la terapia expresiva o en las
La obra debe ser el producto de un proceso que actividades artísticas, estas más vinculadas con
haya resultado en la creación de más de una el área ocupacional. Eso sí, siempre reflejo de ex-
obra, por lo que se hace necesario conocer no presiones emocionales.
sólo lo que un pintor produce realmente, sino
qué pinturas podría producir, trascendiendo así El éxito de una obra de arte se basa en su ca-
la noción de repertorio. La hipótesis de Sigmund pacidad para evocar reacciones en las personas
Freud se basa en la existencia de una cierta flexi- que las observan día a día y a lo largo del tiem-
bilidad de la represión en el artista, hecho que le po, considerándose atemporales las llamadas
facilitaría su creatividad. obras maestras. Claro que algunas se convierten
en exitosas, en obras maestras, tras el paso del
Los psicoanalistas, en definitiva, han considera- tiempo, fallecido el artista. Las obras de arte re-
do que los individuos muy creativos presentan flejan la identidad de las personas: somos lo que
una mayor facilidad de acceso al inconsciente y vemos de nosotros mismos y también somos esa
para funcionar de acuerdo con el proceso prima- visión que tienen los demás, una dualidad como
rio, el que Freud pensó que generaría las ideas valor simbólico de la producción artística, que
novedosas, como en los sueños, y que luego no finaliza cuando el artista lo decide, sino que
transferiría en ocasiones al inconsciente en for- es una obra que jamás culmina, pues se com-
ma de ráfagas o flashes de inspiración. pleta cada vez que una persona interactúa con
ese producto. La obra de arte, en nuestro mundo
Algunos psicoanalistas como algunos pintores globalizado, por ende, mantendrá su valor mien-
han tenido muy presente la simbiosis de su ac- tras exista. Por este motivo quienes amamos el
ción cotidiana y sus teorías. Recordemos como arte nos topamos con que su supervivencia pasa
en los años 70, pasaban muchos jóvenes artistas por su difusión y esta se desarrolla a través de la
que se identificaban con la contracultura mien- mercantilización.
tras se sentían atraídos por el psicoanálisis.
Debemos y podemos comenzar a mirar las pie-
El efecto terapéutico. Se ha vinculado el efecto zas de arte, a sentir el arte. No como voyeurs, ni
terapéutico al paso del inconsciente al conscien- como meros observadores, mucho menos como
te, según el cual el arte liberaría las tensiones propietarios o deseosos de algunas piezas. No
inconscientes y purgaría el alma. Es la catarsis pensar en economía de consumo ni de negocio,
freudiana, más eficaz en algunas personas con pues eso ha sido –y sigue siendo– una buena
enfermedad mental. Comenzó a utilizarse como parte de la política y el mercado del arte, sí como
parte de la terapia estas expresiones artísticas la interrelación entre personas, las obras y los
en hospitales ingleses desde la década de los espacios donde estas se encuentren.
años treinta. Se demostró que era un buen re-
curso ocupacional, que reducía el aburrimiento
en los prolongados internamientos, favorecía el
diagnóstico y además era un excelente medio
de “descarga emocional”. El término art-therapy
se utilizó en Gran Bretaña en la década de los
años 40, pero no sería hasta la década de los
80 cuando fue reconocido oficialmente, con di-
ferentes enfoques creativos en sus actividades
ocupacionales y en las políticas educativas, con

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Iñaki Markez

Contacto
Iñaki Markez ✉ imarkezalonso@gmail.com

Bibliografía

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Biblioteca Nueva. de autor. EDAF Ed., 2011.

- Changeux J-P. (2008). Du vrai, du beau, du bien. - Rodríguez Pulido F, Rodríguez García A, Caba-
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Jacob. terapias creativas. En “Salud mental y bienestar
más allá del arte”. Madrid: Mercurio Edit.
- Guimón J. (2016). Arte y salud mental ¿Existen
las terapias artísticas? Madrid: Ed. Eneida. - Sternberg, R. (Ed.) (1985). Human Abilities: An
information processing approach. New York:
- Miller A. (1990). El saber proscrito. Barcelona: W.H. Freeman end Co.
Ed. Tusquets.

- Nehamas A. (1992). «Painting as an Art». In: Sa-


vile, J. H. A. (ed.), Psychonalysis, Mind and Art,
Oxford UK: Blackwell.

• Recibido: 15/6/2020.
• Aceptado: 25/10/2020.

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