Traduccion de
Nestor Micuez
CONSIDERACIONES SOBRE
EL MARXISMO OCCIDENTAL
por
PERRY ANDERSON>
siglo veintiuno editores, sa de cv
EEL AQUA. LEONG COVORCAK et MODDD,
siglo veintiuno de espafia editores, sa
Siglo veintiuno argentina editores, sa
Siglo veintiuno de-colombia, Ida
‘AVS 7 PRMER POD SODOTA DE coLOu
portada de anhelo hernéndez
primera edici6n en espafiol, 1979
siglo »xi de esparia editores, s.0
séptima edici6n en espaol, 1987
c siglo xxi editores, s.0, de cv,
ISBN 966-23-1105.5,
primera edici6n en inglés, 1976
@new left books, Itd,. londres
titulo original: considerations on western marxism,
derechos reservados conforme a la ley
impresoy hecho en méxico/printed and made in mexico
INDICE
PROLOGO
1, LA TRADICION CLASICA
2. EL ADVENIMIENTO DEL MARXISMO OCCIDENTAL
3. CAMBIOS FORMALES
4, INNOVACIONES TEMATICAS
5, CONTRASTES Y CONCLUSIONES
EPILOGO
INDICE DE NOMBRESPROLOGO
Son necesarias unas pocas palabras para explicar la oca-
sion y el caracter de este breve texto. Escrito a principios
de 1974, pretendia ser una introduccién a una coleccion de
ensayos de varios autores sobre los tedricos recientes del
marxismo europeo. Por circunstancias fortuitas, la editorial
educativa que habia encargado esta antologia dejé de exis-
tir un mes més tarde. La anulacién del proyecto privé al
texto de su propésito original. Estas circunstancias expli:
can algunas de las anomalias del trabajo que aqui presen-
tamos, aunque no las excusan necesariamente. En efecto,
el ensayo aqui publicado trata de las coordenadas generales
del «marxismo occidental» como tradicién intelectual co-
mtn; no contiene un anilisis especifico 0 una evaluacion
comparativa de ninguno de los sistemas teéricos particula-
res a que hace referencia. Esta iba a ser la tarea de los
estudios cuyo predmbulo iba a constituir. Estos debian ser
tuna serie de exposiciones criticas de cada una de las escue-
las 0 tedricos principales de esta tradicién, desde Lukacs
hasta Gramsci, desde Sartre hasta Althusser, desde Mar-
cuse hasta Della Volpe. El presente texto, centrado en las
estructuras formales del marxismo que se desarrollé en
Occidente después de la revolucién de Octubre, se abstiene
de formular juicios sustantivos sobre los méritos 0 cuali-
dades relativos de sus principales representantes, En reali
dad, por supuesto, éstos no han sido todos equivalentes 0
idénticos, Un balance histérico de la unidad del marxismo
occidental no exchuye la necesidad de estimaciones discri-
minatorias sobre la diversidad de los logros alcanzados den-
tro de él. El debate sobre ellos, imposible de efectuar aqui,
es esencial y fructifero para la izquierda.2 Perry Anderson
Si, més_allé del momento particular de su redaccién,
este texto fue inspirado por preocupaciones més perdur
bles, lo cual permite su publicacién actual, ello se debid a
que reflej6 ciertos problemas hallados en el curso de la la-
bor realizada en una publicacion socialista, la New Left Re-
view, a lo largo de afios. En un ensayo escrito a fines del
decenio de 1960-1970 Para esta revista, habia tratado de
delimitar y analizar una particular configuracién de la cul-
tura nacional surgida en Inglaterra desde la primera guerra
mundial. Uno de sus temas principales era que la cultura
inglese habia carecido esencialmente de toda tradicion de
«marxismo occidental» en esta época, ausencia registrada
en ung perspectiva inequivocamente negativa. Mucha de la
labor de la New Left Review en este periodo estuyo dedi-
cada al intento consciente de remediar de algiin modo esta
deficiencia, publicando y discutiendo, a menudo por pri-
mera vez en Gran Bretafia, la obra de los mas destacados
teoricos de Alemania, Francia e Italia, Este programa, se-
guido metédicamente, estaba llegando a su fin a principios
de la década de 1970-1980. Logicamente, se necesitaba un
balance final del legado que la revista habia tratado de
dejar en una forma.organizada. En esta perspectiva se des-
arrollaron por primera vez los temas aqui considerados,
Asi, este ensayo sobre una tradicién «continental» europea
¢s en parte una continuacién de la exposicién anterior so-
bre el caso «insular» de Inglaterra. Fue el producto de una
conciencia cada vez mayor de que la herencia de la cual
habia carecido Gran Bretafa, en detrimento suyo, faltaba
también en algunas de las caracteristicas clasicas del mate-
rialismo historico. Una consecuencia tdcita de esto fue una
mayor equidad de juicio al evaluar las variaciones naciona-
les y el destino internacional del marxismo en esta época.
Retomando uno de los puntos centrales de interés de
la revista, el texto fue discutido y criticado por colegas de
la New Left Review desde una gran variedad de puntos de
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jvc Se egg ino em ole
1 'taucho mis importante y activo que el de sus prec,
Pelores. Lenin, por supuesto, fue el creador del Partido
Bolchevique en Rusia, Luxemburgo fue el intelecto Feet
del Partido Socaldercrs Garrido Communist de Alem
Gora de mayor autoridad del Parti nist, de Alea
nia TrotsKt fe una figura importante en las dispstss,
uaciones en el seno de la socialdemocracia ruse, y Bujerin.
in lug .ente en ascenso de Lenin, antes de la pl
wreraennandial, Bauer encabez6 el secretariado del grupo
entamentario del Partido Socialdemécrata Austriaco, mich,
fras Hilferding legs a ser un, prominente diputsco, Ct
Reichstag por el Partido Socildemerata ema. Une os
2 comin a todos los miem :
Tacteristjivaria. precocidad de su desarrollo: cada una16
Perry Anderson
de las figuras que acabamos de menci
une obra teri fundamental antes de los treinte anos,
éCudles eran las nuevas orientacior represen
ban sus escritos? Determinadas por la "acelevacion de todo
el ritmo hist6rico desde principles. de siglo, sus prescane
ciones apuntaban esencialmente hacia dos direcciones nue.
vas, En primer término, las evidentes transformaciones del
Rado de produccin captata que habia sido engendr-
opolio y el imperialismo exigian un analisis
¥ und explicacion econsmica constanes, Ademés, por ne
inera ver la obra de Marx era objeto de erica profesional
y arte de economistas académicos'. El capital ya no
ea | Ser def fendido sencillamente: debia ser desarrollado.
primer intento en esta direccién fue emprendido real.
mente por Kautsky, en su obra La cuestion agraria, de
1888, una asta exploracion categoria de lor cambios en
tee tara europea y horteamericana, que mostraba a
x ro de la vieja generacién ma
sible a las necesidades de la situacién contemporives
afirmaba su autoridad entre los marxistas mas’ jovenes”.
Lucgo, el mismo atio, Lenin publieé El desarrollo del capi
falismo en Rusia, sdlido estudio de una economia rural
cuya inspiracién formal era muy cercana a la de La cues
tién agraria, pero cuyo objetivo especifics era més audar
y més novedoso. Esta obra, en efecto, fue la primera api.
cacién seria de la teoria general del modo de produccion
capitalista, expuesta en El capital, a una formacion so-
cial concreta que combinaba varios modos de produccion
en una totalidad histérica articulada. Asi, la invest a 7
de Lenin sobre el campo zarista representé un ae de.
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cisivo para el materialismo histérico en su conjunto. Tenia
Veintinueve afios cuando lo terminé. Seis afios més tarde,
Hilferding —que se habia dado a conocer en 1904 con una
eficaz respuesta a la critica marginalista de Marx realizada
por Bulun-Bawerk— terminé su fundamental estudio del
Capitalismo financiero, a los veintiocho afios. Publicada en
1910, la obra de Hilferding fue més allé de una aplicacion