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Síndrome de Wallemberg como como entidad de difícil diagnostico

El síndrome de Wallenberg (también conocido como síndrome de medula lateral o síndrome de la


arteria cerebelosa inferior posterior y medular lateral) fue descrito por primera vez en 1808 por
Gaspard Vieusseux. Sin embargo, una descripción más detallada dada en 1895 por Adolf
Wallenberg identificó esta condición como un infarto del bulbo raquídeo lateral después de la
oclusión de la arteria vertebral o la arteria cerebelosa inferior posterior (PICA). El síndrome de
Wallenberg también se llama síndrome de la arteria cerebelosa inferior posterior o medular lateral.
Este trastorno neurológico se asocia con varios síntomas que resultan del daño al segmento lateral
del bulbo raquídeo posterior al núcleo olivar inferior.

La presentación clásica incluye déficits sensoriales que afectan el tronco y las extremidades en el
lado opuesto del infarto y déficits sensoriales y motores que afectan la cara y los nervios craneales
ipsolaterales al infarto. Los síntomas característicos incluyen vértigo, dolor facial homolateral,
diplopía, disfagia y disfonía. El examen neurológico puede revelar un síndrome de Horner
homolateral, dismetría homolateral, arritmia, nistagmo espontáneo y pérdida contralateral de la
sensibilidad al dolor y la temperatura.

Algunos pacientes desarrollarán una alteración motora prominente que hace que su cuerpo y sus
extremidades se desvíen hacia el lado de la lesión como si una fuerza invisible los jalara. Esta
llamada pulsión lateral también afecta el sistema oculomotor, produciendo movimientos sacádicos
excesivamente grandes dirigidos hacia el lado de la lesión y movimientos sacádicos anormalmente
pequeños que se alejan de la lesión. La mayoría de los pacientes con síndrome de Wallenberg
tienen déficits neurológicos residuales meses o incluso años después del infarto agudo.

La arteria cerebelosa posteroinferior (PICA) suele originarse en la arteria vertebral a una distancia
media de aproximadamente 16 o 17 mm por debajo de la unión vertebrobasilar. La arteria
vertebral, que surge de la arteria subclavia, se divide clásicamente en cuatro segmentos. El cuarto
segmento de la arteria vertebral emite la PICA, la rama más grande de la arteria vertebral. El
tronco del PICA se divide en cinco segmentos:

El segmento medular anterior comienza en el origen de la PICA. Termina a nivel de una línea
rostrocaudal que pasa por la parte más prominente de la oliva inferior.

El segmento medular lateral se extiende desde el nivel del punto más prominente de la oliva hasta
el nivel del origen de las raicillas glosofaríngeas, vago y accesorias.

El segmento amigdalomedular comienza donde la PICA pasa posterior al CN IX-XI y termina en el


punto medio del ascenso de la PICA hacia el techo del cuarto ventrículo a lo largo de la superficie
medial de la amígdala.

El segmento teloveloamigdalino comienza donde la PICA asciende al nivel medio de la superficie


medial de la amígdala y termina donde la arteria sale de las fisuras entre la amígdala, el vermis y el
hemisferio para llegar a la superficie suboccipital.

El segmento cortical comienza donde la PICA deja el surco entre el vermis, la amígdala y el
hemisferio e incluye las ramas corticales terminales.
El tronco de PICA da origen a ramas perforantes, coroideas y corticales. La PICA irriga la médula, el
plexo coroideo, la tela coroidea del cuarto ventrículo, las amígdalas, el vermis inferior y las caras
inferiores de los hemisferios cerebelosos. Además, la PICA irriga principalmente el plexo coroideo
en el techo y la abertura media del cuarto ventrículo y proporciona la mayoría de las ramas del
plexo coroideo

El síndrome de Wallenberg es el síndrome de accidente cerebrovascular isquémico posterior más


prevalente. Hay casi 800.000 pacientes que sufren un accidente cerebrovascular agudo cada año
en los Estados Unidos. De estos, el 83% son accidentes cerebrovasculares isquémicos. El veinte por
ciento de los accidentes cerebrovasculares isquémicos ocurren en la circulación posterior. Si los
médicos asumen que aproximadamente la mitad de estos padecen el síndrome de Wallenberg, se
puede estimar que hay más de 60 000 casos nuevos de síndrome de Wallenberg cada año en los
Estados Unidos. Desafortunadamente en nuestro país no se cuenta con estadísticas relacionadas a
este fenómeno, ya sea por su infra diagnóstico o por su escaso reporte; ya que en la bibliografía
disponible relacionada a nuestra región geográfica se siguen publicando como reportes de casos,
esto hace que no sea visible y/o de vital importancia para el ojo epidemiológico.

La condición muestra un predominio para los hombres en su sexta década. Las causas
aterotrombóticas de grandes arterias representan alrededor del 75% de los casos, seguidas de
cardioembolismo en el 17% y disección vertebral en el 8%.

A continuación, se presenta el caso de un paciente masculino de 35 años, quien acude al servicio


de admisión continua del Hospital Regional de Alta especialidad Zumpango refiriendo singulto de 8
horas de evolución, asociado a hemiparesia Facio corporal izquierda de mismo tiempo de
evolución.

Como único antecedente de importancia para el padecimiento actual, refiere haber recibido 30
días previos al padecimiento actual, golpe con objeto contundente en región occipital, requiriendo
internamiento por escalpe producido por evento antes mencionado. Paciente refiere se le
realizaron estudios de imagen durante su estancia hospitalaria (Tomografía y radiografía de cráneo)
reportadas como normales por sus médicos tratantes durante su estancia hospitalaria en otra
unidad.

En el interrogatorio dirigido paciente refiere iniciar

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