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TRAMAS SOCIALES
D �ectora de colección:
LA INTERVENCIÓN EN LO· SOCIAL
1
. .

Lic. Irene Gojman

. 1 O. I. Cortazzo y C. Moise
Estado, salud y desocupación
ExclUsión e integ�ación en los nuevos
11. R. Teubal y otros escenario.s sociales
1
.,_r ,
:

. Violencia fanziliar, trabajo social ,e instituciones

12. · :t-f. Kisnerman (comp.) .


Etica, ¿un discu'rso o una práctica social? ALFR;EDO J. CARBALLEDA
\
· {\
13'. A. Melillo y E. Suárez Ojéda (comps.)
Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas

14. A. Carballeda
La inte7'"Vención en lo social
15. S. Duschatzkyy C. Corea
Chicos en banda 1
u
16. L. Schvarstein �1
1

La inteligencia social de las organizaciones

17. L. Marmora ·

Las política:r de nzigraciones internacionctles.

18. M. Montero
Teoría y práctica de la psicología comunitaria

19.' J. Brawerman.y otras .


Progra1nación y evaluación de proyectos sociales .
20. S. Checa
Género, sexualidad y derechos reproductivos en ����
21.
la adolescenCia

T. Puig
. PA·IDÓS
Buenos Aires
La comunicaci6n m'tlnicipal có1nplice con los
ciudadanos ·'
Barcelona
México
22. G. I<.esler
Delito exclusión y juvéntud
,
Alberto. Calabrese
. l
En síntesis, ¿qué nos propone el autor? Entender palJa
no
sorprendemos, buscar adecuadamente, su�tentar el ·tr�bajo CAPÍTULOl
de investigación en determinados pensadores que. ilumin
an La int:ervenció� en lo social:
este tránsito, proponer·: acciones inteligentes -:-porqu
crean propuestas y vínculos- y dar una nueva fuerza

re.;..
los oríge:qe·s y su sentido
a1 una
VIeJa tarea. if.
• •

.

· Aliviar un desen<;uentro no es ir en bú,squeda. de 1�:[ ho­


nleestasis; por el.contrario, es intentar rearmar un tejid
d pa­
ra el crecimiento. Los actores social�s pueden ser protag
Qnis­
tas, y quienes asumen el trabajo s9cial pueden replanteq.r
sti
!
horizonte. Reto�ar el entido de a intervención en lo s
� ?
cial
es volver al camtno del protagonismo, lo cual conc1e _
m en
primer lugar a los destinatarios de una práctica de interve f

ción,. pero en realidad abarca. mucho más: incluye
a tq>dos Los inicios
aquellos que consistentemente apuestan al destino del
h'bm­
bre en tanto ser soci2.l.
.¡ Una mirada hacia la intervención en lo social desde su cons­
l�:í trucción histórica permite acceder a diferentes vías para su

• comprensión y ·explicación. Por un lado, la intervención se
ALBERTO ·CALA.B:aESE
vincula al origen de la denominada ·"cuestión social". Este
punto implica una necesaria revisión de l?s ?rígenes del pen�

:)¡:.. samiento moderno. ·


·

. '1
)!

!)
En este aspecto, la intervención en lo social manifiesta una
:�
. Ji
;�
importante influencia del pensamiento ·de Thomas Hobbes

¡!::� (1588-1679), en especial por-el hecho deque desde sus'�bras


�.
i{,
comienza a instaurarse la visión contractualista de la sociedad,
�� a fin de terminar con el "estado de guerra natural". Esta situá­
l'

ción refleja el clima de· una épo¿a de transición de lo antigilo


a lo modemo, dentro de una situación conflictiva en lo polí­
tico. La resolución de Hobbes a este problem2; será "darle po­
der al soberano para lograr la paz".
Esta solución impl�ca la llegada de� la paz a cambio de una
cesió� inevitable y definitiva de soberanía por parte de quienes
.:pactan o contratan, soslayándose la existenci�l de un conflicto
previo q"ll:e quedará oculto, pero que reaparecerá en los ·már­
genes de la recién cortstituida "sociedad�', o quedará · latente,
bajo las nociones de "problema sociaP' o "anormalidad".
F
1
Alfredo J. Carballeda La intervención- en lo social: los orígenes y su sentido

La sociedad, en el pensamiento de T homas Hobbes, es clave. No sólo en el campo del hacer, también en el de cons­
la !legación del estado de naturaleza. Si los hombres "pac- tituir (construir) a aquellos sobre los qu� "se hace". La inter­
, tan" para franquear él paso del status natu1�afis a una socie­ vencióp en lo social habrá de surgir en este t�rreno oscuro y
dad civil, debe-n .entregarse a un Leviatán (soberano repre­ nebulqso donde se edificarán dispositivos de ··relación con el
sentado mediante la figura de .un monstruo nombrado en la "otro"; apoyados en el "derecho a la vida". Pero en ese mo­
Biblia), en el cual Estado y sociedad coinciden. No casual­ mento fundac�onal,,_.e1 poder, producto del saber, es una c:la-
mente Leviatán es el nombre del Estado, lo que pone de , ve que : permanecerá oculta durante siglos, a veces develada y
manifiesto que la visión de la política y la sociedad de Tho­ otras -vPelta a cubrir hasta el presente. Se crearán formas de
mas Hobbes está atravesada en forma relevante por su no­ la intetvención en las cuales, a veces en forma efímera, otras
ción del Estado . de madera evidente, Estado y sociedad civil, o poder y socie­
Desde la perspectiva de Hobbes, en el pacto de sujeción dad civil, se entrelazarán. coincidiendo, articulándose, de al­
(pactu7n subjectionis) los hombres delegan su soberanía a un guna manera alimentándose, en especial en ese "entregarse"
monarca, quien a cambio les restituye el derecho a la vida. a otro que tiene el poder que le confiere el saber, dentro del
En ese momento, crucial en la historia de la ciencia política, espacio artificial de la intervención.
·

se funda el absolutisrno, pero a partir de ese e?tablecinúen­ En �íntesis, retomando el pensamiento de Hobbes, si librá­
to también. se comienzan a construir las forn1.as para "lo­ dos a s'í mismos los hombres aspiran solamente a "satisfacer
grar" la pa·i, .Para· cohesionar aquello que se presentaba co­ sus impulsos", luego de lograda la paz social será necesario
mo salvaje(>y anárquico luego de la "retirada" de Dios dei manterterla, generando formas de reorientar la acción de los
mundo de'los hori1.bres. ho1nbrf s, de enca�zarlos en una direc�ión, �� busca d: aque­
_
Pero es'e instante de creación marca algo más sutil: la llo que,;,el pensamiento modemo considerara y definira como
fundación�:de las formas para lograr la cohesión en el terreno útil p�ri� el "todo social".
de la paz, alcanzada luego del pacto de suj.eción, es también Es nosible plantear, de este modo, una serie de interrogan­
el momento de construcción de los .instrumentos de coer­ tes que:: intentan profundizar el análisis de la intervención en
ción que se relacionarán con los bordes, los márgenes de ese lo soci�l, generando una suerte de disección de ésta, a· fin de
contrato, en definitiva con aquellos que quedaron fuera de 1
accede a los acontecilllÍentos que le dieron sentido.
·

la contienda, los derrotados de una determinada coyuntura. i

Al fin, serán éstos quienes recibirán las más puras fonnas de Los ihicios de la intervención en lo social llevan, en s(misxnos, ·una se­
rie de interrogantes. ¿Qué fue lo que motivó el desarrollo de estas ..nue­
la intervención que imponen de manera significativa el acto
vas dhrategias?; ¿cóino se constituyeron en discursos portadores ·:de'
. individual de entregar soberanía a otro que detenta poder "ver�ad"?; ¿por qué las prácticas médicas tendrán un papel tan irnpÓr­
(en tanto conocimiento), para finalizar e� . "estado de guerra f
tante ; ¿dónde se dan los puntos de encuentro entre prácticas aparen­
natural" y lograr la integración de �qiiell6 que'-se estaba fun­ teme�·lte tan diferenciadas corno la medicina, la guerra, la filantropía o
la ev :i,n gelización?; ¿dónde se hace transversa ... el discurso político e.ri es­
dando y se había comenzado a designar corno sociedad. te juego? Y por último, ¿cuáles son las inscripciones jurídicas en toda
Thornas Hobbes ofrece a Occidente una de las primeras esta cuestión? (Carballeda, 2000b).
·

respuestas posibles a la pregunta del origen de la sociedad y


de las nuevas formas de ejercicio del poder, con nuevos fun­ Des f e sus orígene:, gran parte del sentido de la in.teiven­
....
. c1on . .
damentos y justificaciones. Allí, la cuestión del poder será eni: lo social esta relacionada con ·�1 modo como cada
. ¡·

16
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f
tf·
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/l.
1

.. A lfredo J. Ca1·balleda
-r·� La intervención en lo social: los orígénes y su seiltido
¡�
época construye los perfiles d e la transgresión. Esto ij plica cu ela, muerte, etcétera) debe ser reord enado, racionalizado e
uri.a forma de acercarse a este " territorio" a través de di�eren- i�troducido en la "vida metódica". Es decir, será ingresado :a
'
tes dispositivos, instrumentos y modalidad es d e acci �n en la 1, .. la modernida d. _.,

medida en que son ·'cuestiones que pueden afectar al ¡¡todo


social" o, sencillamente, que repro duc en en lo minúscu o, en· ! . Una muestra de esta racionalización es la alegoría del .
"torn o", recogida por Donzelot: se trata de un di � positi vo '
p equeños espacios, algún rasgo del "_ e stado d e guerra patu­ que, de alguna manera, refleja la transición de lo �ntiguo �
ral". Así surgirá la fi lantro p ía en clave mod erna, como '¡n-an­ lo mpdern� y representa el modo como los dispositivos, me­
sición d e la caridad;hacia una intervención más orden� da y canismos y estrategias de intervención en lo social se resig-
cargada del s entido de la modernidad. Es 'decir, lo qu 4 más ni:fican ·en un nuevo le�guaje.
·

tarde se conocerá como "previsión social" comie·nza a c brar �


forma. .· ' . �� La preocupación po� aunar el respeto a 1a 'v:id� y el respeto por el ho­
Aún es una época de transición. En un p rincipio, la n9r.:.. i ;
nor familiar ha provocado a med�ados del· siglo XVIII la invención de
malidad era considerada como �� alteracióp de los· pode es de � un ingenioso d!spositiv9 técnico: el torno. Es un cilindro que gira so­

bre su eje y en el que un lado de la superficie l�teral está abierto; el·la­


los ho1nbres por la influencia d el diablo. No e xistía t op avía
do cerrado da a la calle y en sus proximi�ades hay un timbre. ¿Una mu­
·

una puj a entre lo natural y lo sobrenatural. En este as��ecto, jer quiere abandonar un recién nacido? Avisa a la persona de guardia
se aceptaba que el mal era producto del demonio, y qhe se.
·-
to6ando el timbre. Inmediatamente el cilindro, girando sobre sí mis­
filO, presenta al exterior su lado- abierto, recoge_:al recién naci do y, pro­
hallaba en a quellos por quienes éste tenía predilecció � : los
espíritus a l os que podía seducir, especialmente las mu eres, J siguiendo su movimiento, lo introduce al interior del hospicio (Don­
zelot, 1977).
los m e lan cólicos y _los
- insensatos
- �
.. Allí, en• el origen - e la
.
"anorn1alidad", es posible ubicar el encuentro de tres fi9!uras:
� �-;:Y � . Este dispositivo se irá transformando.:en clave moderna,
·

. el1nonstr·zt hu11-zano,� que impl ica una al eraci n de la e



_

_Dios y de la naturaleza,, corp.b1nando lo 1mpos1b l e y lo p ohi­t y 'será reemplazado lentamente por entrevistas, exámenes y
·procedimientos jurídicos, pero, tal co�o describe Donzelot,
bido; el individuo a cot-regh·, que requiere un necesario aipies-
: es un dispositivo de intervención cuyas singularidades sirven
·

tra nliento del cuerpo ::.n l os talleres, la familia o el ejérc !.to, y co1no alegoría o Inetáfora, para dar forma y sentido a· las
el onanista, que representa la preocupación por la seA.'Ua:Ji dad
prácticas que se estaban creando.

infantil y a.raíz de ello.por la organización de la familia ou� En principio podemos ·pensar este dispositivo como una
cault, 1994). . . . . :il
forma de ingreso a la institución, a uri nuevo n1undo, a un or­
Tmnbién en esta etapa se trata de dar un� e plicacióf ra­
_,
·
1

� : den difere:p.t e y opuesto del que ·se provenía. · En este sentido,.


.
Cional, , el
9 por lo n1enos causal, de los acontecun1entos. Ar1, se trata de un¡ dispositivo aséptico, mecánico, que detiene y da
demonio se "beneficiará de las condiciones �el cerebro,! y de � otro rumbo a la historia de quien es abandonado. Pero, ade­
la luna que excita los hutnores". En o tras palabras, se¡; está · más, este nuevo mecanismo se enuncia como tal para el afue­
fundando la necesidad de la intervención, justament allí t ra, para los otros, para esa sociedad que p�ecariamente se es­
donde el contrato p·Liede rotnperse, violarse o resquebra fa rse:] tá construyendo de n1anera distinta. Ahora, el abandono no.
el luo-ar
o
de lo que se considera débil o vtilnerable. Todo a.R_ue- ·conlleva los riesgos que pueden pesar sobre la conciencia: el
llo que no coincida con una racionalización de la socied �!d en

niño abandonado ya no queda librado a la voluntad divina, aJ


cada uno de sus espacios (locura, n1inoridad,
.
enf�rmeda , es-: 4�
IÍI
,
azar o a la . providencia. Un nuevo e lem ;nto, modem�, dife-

.6
. o
-!1-lfredo J. Carballeda . �a inte?IJención' en lo social: los m--ígenes y su sentido

rente, corta ese juego, genera nuevos significados y ocupa el poder y una ratificación de su circulación y su vitalidad en ca-
lugar de aquéllos. El abandono queda ligado a un nuevo dis­ da actb.
· ·

positivo. As�, el Estado, en ese momento histórico, hace "benefi­


El tomo implica un orden, traduce una idea de fun_ciona­ cenci�;', filantropía, como acto de delegación hacia una ins- ·
miento instituci_onal. Su forma, su sentido, impactarán en las tituci;Ó n, desde una concepción moral de la pobreza. La So­
prácticas que intervienen en lo social. Éstas tratarán de re­ cieda·d de,;B.�·íié-pf:ert�ia· representaba parte de "lo más avan­
producirlo, de observarlo, de entenderlo, de parecérsele. El zado"''de la--:soci:étl·ad,- corporeizado en las mujeres de una
torno es la institución, una suerte de patronato, todavía cons­ clase '�acial que día a día se fortalecía . con el comercio y el
truido en forma precaria, pero que enuncia claramente sus contrabando. Un grupo social que se consideraba a sí mis­
significados e ideales. Éstos se relacionan con la filantropía, mo mloderno, ..'avanzado, frente al atraso del resto de la na­
pero sobre todo con el intento de sugerir que existen tneca­ ciente�� Argentina, donde quedaban aún resabios de "oscuri­
nismos de corrección frente a todo aquello que pueda disol­
ver lo que el pacto, como producto de una victoria en el mar- .
co de una. disputa, engendró. Es decir, se�ales en favor de
dad" que debían ser "iluminados".
Pe��o esa filantropía recién inaugurada en Occidente
consu�uye un "otro" sobre el cual intervenir; lentamente lo
. ,_.
quienes fu �.ton derrotados en la contienda �ue dio lugar a la clasifi �a y logra incluirlo en una determinada estructura de la
fundación"�,contractual de 1a sociedad. . sociedad. En definitiva, la intervención �n lo social se pre- lJ,
senta leomo una vía de ingreso a la modernidad dirigida a U.
'"

La filantropía, en muchos casos, será concebida como


oposicióné�a. la caridad, en un escenario Inarcado cada vez aqueUos que cada época construye como portadores de pro- �
más po·r la· influencia. del pensamiento ilustrado, al tiempo blema¡s que pueden disolver al "todo· social". -De ahí que en
que tomarA elementos de ésta o de las instituciones donde se el con�texto de la Ilustración y en reb.ción con la problemáti-
asentaba. ·�::: ca de ;�a integración se define lo patológico, criminal, ilícito,
1
De este modo, la escuela se parecerá al convento y más . , desviido, sin razón, irregular, etcétera.·
tarde a la cárcel, y la entrevista a la confesión. Pero, nueva- · C qmo hen1os señalado en otra oportunidad, la interv�n� .
mente, la entrega de soberanía desde lo individual, en cada ción tan1bién se relaciohará con el utilitarismo de J. Beniliam. .
"acto" de intervención es hacia otro que "asegurará la paz en 1
. -

este mundo", reafinnando la visión secular de "salvación" Desde la perspectiva de Bentham los papeles en la sociedad se deben ·

reg!r por la. tolerancia de dos impulsos básicos de los hombres: el deseo
que trae el pensamiento ilustrado.
de felicidad y la voluntad de eVitar el dolor. La "utilidad" en Be11tham
Tatnbién esta contraposición, muchas veces transformada es sfnóniino de la deseable, es un instrumento para conseguir la felici­
en disputa, es sinóniino de pujas políticas. _A su ':.ez, la inter­ daé{ general de la humanidad. A partir de a;ustarse al sentido de "utili­
vención proporciona nuevas estdttegias de'1-' ·moralización, �
da ", una sociedad dispone de una normativa que le sirve para discer- .
f
·

ahora asentadas en un nuevo catecistno . social. . En la Aro-en- nir �cerca de .qué es justo y qué es injusto , cotno así tatnbién lo correc­

"0-�-:'
b
.
to .P incorrecto. Estas ideas lo aproximan al pensamiento de Kant
. . �- .

tina, la creación de la Sociedad de Beneficencia, en 18? 3, por


ra sólo según la n"láxirna por lq cual aquello que deseas pueda con�
disposición de Be.tnardino Rivadavia, arroja una señal hacia ver 'rse en ley universal" (CarbalJeda, 2000b).
·

toda la sociedad de la aglutinación del poder político y espe­ � .


.

_4,
ciahnente de la posesión de atributos para su ejercicio. En
definitiva, la intervención en lo social itnplica un ejercicio del t
En(definitiva, la intervención se va ratificando en la pérs-:-
pecti de los ideales vinculados a l � S "nuevos" valores de 1á.
'
20 21
.,.
·:

Alfredo :J. Ca1"'balleda 1


.1J. La inteTvención en lo social: los o·ríg�nes y su sentido
Ilustración. A su vez, estas ideas se encu�ntran atrave adas l vés de una limitación de los poderes. Para Constant, la li:..
por la "soberanía de la razón", según la cual la libertad s res­
_ .
�? bertad se exp�esa en las esferas donde no existe ninguna in­
tringe a unos po<¡ps que pueden ser ciudadaJ?.OS en $nto
·

jerencia del Estado o la política, postulación que lo induce


cumplen con determinados requisitos, en especial, �1 d · ser
·
! a interrogarse acerca del papel del Estado y cómo puede és­
propietarios. De �lgt;u.1.a. manera, las ideas de Condo cet,
.
. � te garantizar la libertad.
Montesquie� y Rous au se "encuentran",. coinciden n el
�.� i
lugar de la tnterven�ton, y la obra de Bentham pued ser f La libertad de los modernOs representaba la esfera más extensa de la ac­
�o�siderada como un� especie de . síntesis d� aquél as. l ste � � tividad hmnana, garantizada por la ley, bajv el amparo de la libertad ju­

ulomo autor "pone en acto" sus tdeas a trayes del dtsen¡ _ de p rídica, consagrada exclusivamente al ejercicio espontáneo de la libertad.
(Botana, 1989).
una figura arquitectónica, el panóptico, que·:·enmarcará 1,� in­
.
.
tervención en lo sociaJ,durante años, con repercusi.ones n la
.
� De esta manera, Constant, siguien9 � el �an�ino de Mon:­
. ' �1

t
acrual'd
1 ad .
·

tesquieu, asociaba la libertad rnoderna con el sentinüento de


:t
.. · .

En este s�ntido, ·��.posible aJ;lalizar los orígenes de 1� in-. seguridad . Pero no debe existir voluntad legislativa que se
tervención desde un diálogo con la ciencia política. ; ,Los introduzca en la esfera del individuo. Así, se construye una
acontecimientos de fin del siglo XVIII, en especial la R; va­ visión de lo público como un pequeño territorio ·que se en-.
lución Francesa, y las diferentes formas que adquiere ' las frenta a lo privado cargado de atributos que definen un ho-
n�odalidades de gobierno durante el siglo ·siguiente,-se¡ in...; � . rizonte sin línlites. A su vez, . y siguiend:J a Botana, es posi­
gularizan en EuropL continental· a través de la soberan�;I de
ble vincular el pensmniento de Constant al de Ada1n Smith,
la ·razón. En el terrenQ de las ideas y d.e la aplicación p ác­ r relacionando el pasado con la conquista y los tie1npos nlo­
tica de las forn�as de �gobierno se observan. dos nociones de
dernos con el progreso qne·trae ·eLcomercio. En definitiva,.
;
Hbertad: la "libert d ··de. los antiguos" y l a "libertad d � los lo que se plantea es una puja entre la Ubertad civil y la liber­
modernos", que eri; definitiva remiten a la representaci � n y
tad política. Esta última es vista como ,cargada de inseguri­
la soberanía. Esta d�scusión se afinna a partir de las do�tri- · dad. De allí surge otra fonna de construir la necesidad de 1�
nas que Benja1nin Constant expone con gran claridaq en intervención, ahora p'ara ordenar la sociedad, custodiar el
una conferencia dictada en 1819, tirulada "La liberta d� 4 orden y prevenir desbordes, como los producidos· por la R�­
los. antiguos
.
comparada con .
la libertad de los n1oderq.o�" volución Francesa.
1
(1823). Para Constant, la distribución del poder entre li to.,.. j Esta discusión alrededor de la soberanía tendrá lugar
dos los ciudadanos era- un can�ino inexorable hacia el es­ � con mayor énfasis en Europa continehtal, en especial en
potismo. La libertad de l� s antiguos, segú�··constant, e a·la J }{rancia, y tan1.bién tendrá su impacto singular en el Río de
independencia de las ciudades griegas, pero no la inde en­ d la Plata. La circulación de las diferentes ideas políticas du­
dencia del individuo. Constant ve en el Estado a un " {�o­ � rante . el siglo XIX y la influencia de ,los posrulados de la
nente a la libertad". T<;:>do esto puede leerse como una e � e­ Ilustración, la experiencia de Inglaterra y la naciente demo­
cie de desafío a las re:v-oluciones, en ta.r;tto éstas ponía en rj cracia en los Estados Unidos también jmpactan significati-·
crisis las formas de gobierno pero no lograhan desartic� lar A . van1ente en la Argentina. En el planb de la intervención en
la omnipotencia del Estado. Estas considera�iones lo ll ,, an �� io social, en este país se construyen nuevos disposi:tivos o se
a plantear que la liberf:ad no se garantiza· ni: siquiera a ra- � f .
.
. . recrean antiguos.
'
.

. . .
. '1!
�·
Alfredo J. Carballeda � \
¡La intervención en lo social: los orígenes y su sentid.o
Si encontráramos una �anera el_e dominar todo lo que a cierto nÚinero
bilida fl construida en forma artificial. Así, la intervención
de hmnbres les puede ocurrir; de disponer de todo lo que esté;en su de­
elaboi¡a sus primeros "contratos", proponiendo desde la pe-
rredor, a fin de causar en cada uno de ellos la impresión que se quiera l

producir, de cercioramos de sus movimientos, de sus relaciones, de to­ dago g[a formas de cohesión, preparando a los "otros" para
das las circunstancias de su vida, de modo que nada pudiera escapar ni i¡u
un fu ro que el clima de época visualiza· como promisorio.
entorpecer el efecto deseado, es indudable que en medio de esta índo­ Para �sto debe "en,tr�garse" la soberanía a alguien que pue­
le ser�a un instrumento muy útil, sería un instrumento muy enérgico y
.
muy util, que los gobiernos podrían aplicar (Bentham, 1988).
i
da dit g i('élé:d'�'S�H.ií�'f�tto o el padecimiento. El espacio de.
la inte1rven.'cÜ3h;:·s'é·"�"i�(tiaturalizando 'p rogresivamente, incor­
Las disciplinas que se resignifican en ese momento de la p orand o lo cotidiano como una necesidad para acceder a
1
�na vf da mejor. . . ·
historia deben estar atentas a las posibilidades de cambio, · 1
En el. caso de la ciudad de Buenos Aires; los inicios de ¡ 17'
. sobre todo a· aquellos casos de deformaciones o retrocesos '
par� así intervenir, corrigiend9 desde el cuerpo, el ahna nf.¡ �
inte nci n en lo social se relacionan con una i�stituc J . Ó � (
(mente) o el contexto. De esta forma, la intervención en lo que s�:. dedico"' a enterrar a .los muertos que no podian rectbl'r \ ·. ·
. social surgirá en relación con diferentes planos: en la detec­ sepulf.ura por falta de dinero.1 . . \
ción de lo "c;tnormal" y su clasificación; en la aplicación de Esta visibilidad de la muerte produjo la aparición de un \ .
formas de· disciplinarniento, y por último en la articulación dispo� itivo de intervención en lo social que paulatinamente /
de ambas· p:ara dar una señal a la sociedad, en definitiva para se ext �ndería a otras esferas, como la n1.inoridad, la salud o la
educat:ión. Esos muertos, productos de una guerra silencio- !1
{
construir ei}:_forma permanente a ese "otro" sobre el cual se
sa p er;!b no por ello m enos cruenta, llamaron la atención co­
� �
·

1
• intervendrá;;;,:
mo a ello que d ebía ser c-:rregido, qu e est:a a dicien o al-
<\.�
Así,los ddgenes de la intervención en lo social se relacio­ .
n�n �on la ']lustración, en especial cori la orientación pedagó­ g9 peligroso para ·el orden Imperante, en un· Idioma aun no \·

. que impulsará una metamorfosis de los discur­


gica de ésta};lo descif¡tado totalmente.
sos, las prácticas y las instituciones en términos de transición �
Pero, lo que m.otiva las intervenciones es ese deso'rden de los merpos;
hacia algo que es defiiüdo corno nuevo y, por ende, corno me­ cu�rpos abandonados, mutilados, muertos, que están a la vista de la ciu­
jor que lo anterior, que connota atraso y barbarie. daq. No son cuerpos que tienen el heroÍsmo de la batalla, muchos de
En sus inicios y en parte también en la actualidad' las ell q s provienen de la vergüenza del patíbulq o dé la indigencia. No se
"' .
practicas. que intervienen en lo social poseen una impronta tra �a de lo que queda luego de un campo de guerra o tal vez sí; cuerpos
pedagógica, por cuanto procuran que ese "otro" aprehenda pni?!ducto de una nueva forma d�Ja guerra que se entrOinete en la fili­
gr �na de la paz; cuerpos que hoy llamaríamos de la exclusión y en de­
la modernidad. A su vez, la actitud de "lo n1.oderno" implica fin itiva se trata de no verlos, de ocultarlos. No son .cuerpos que fueron
1 \ adentrarse en territorios desconocidos. para i��n1inarlos, tal n1U¡cilados por las armas de la lucha, solamente un tenebroso espectácu­
\\ vez para reconocer en ellos, a través·He;·i:J.ll�:Lbúsqueda a veces lo �e cuerpos abandonados, que no pueden ser enterrados por falta de
� desesperada, los propios orígenes de.1,1na civilización que se ..
.. di ��ro, que sigilosamente son quitados de los patíbulos, que juntando·
li:m¡osnas son enterrados. Es el desorden de los cuerpos abandonados:
consideró a si misma la cúspide de la historia universal. ·

un � de las causas de la ap.arición de la intervención en lo social en el Río ·


· ·
La id�a de quela.raión "ilumina" se �mpone a la cultura de i}a Plata (CarbalÍed
. 2000b).
a,
'
como el In�ento 'de incorporar la razón a lo cotidiano, ce­
;1 .

' i
:rr�ndo las puertas al origen, al pasado y a la historicidad del' q�!1
�lUJeto, p�11�Hu1do sc5lo e11 fttncidtt clel futuro y de tt11a socia� t:�u·� utt ttutyt;u• d8§Artt;;U{,j di e!l�ei§. ��ttuts, véftSt'! Carba1hed� (�OOOb).
1

¡:¡ i,
. .
24 25

.
!'.:.:::·,.. · .. 1 '.
Alfredo :J. Carballeda La intervención en lo social: los orí'genes y su sentido
l1
Esta nueva visión de lo social también determina la � pari- Este entrelazamientO fundacional delE:stado y la sociedad
ción de nuevas formas en los procesos.judiciales. El contepto se reproducirá, luego d.el abandono de la :fórmula de Hobbes,

-/ .. �
de delito social surge en este context��. don,de la impor 1�cia . en el espacio de la intervención. Así, las instituciones dedica­
se centrará no sólo en lo que se hizo si�o en la "virtuaÚd�d de das a indigentes, ancianos, huérfanos y delincuentes se rela­
1
i
1 .
) �
los actos", es decir, ep.lo que ese "otro podría llegar a acer, cionan con ideales y formas de búsqued� :de la verdad atrave­
en ténninos de presunció n de futuros eelitos. Pero esta:ffigu­ sadas por su origen jurídico y la práctica penaL La indagación
.
ti
ra del delito social s· e corresponde también con 1 � limi ción que habían hecho los griegos se transforr:nará en el Medioevo
del acceso a los recursos de los que menos tienen.' Así, 1� pu... en "inquisitia "� para pasar a ser sinónimo de examen en la mo­
ja por la supervivencia será criminalizada. La vida cotictiana dernidad. lnquisitia y examen coinciden en la necesidad de la
. . ,! '
con1o espacio de construcción de identidad, será el lugaf pri- prueba como camino ·a la verdad y como instancia de cons­
1 ·vilegiado de la interven�ión, cotno espacio favorito del �isci- trucción de ella. Esa construcción se produce en oscuros en­
plinan¡iento. A su vez, en esta relación con la cotidianid4 d de tretelones donde se expresan diversas fuerzas de poder (Fou-
.
1 los otros, éstos son construidos. con1o sujetos de la intelven-

ción, y las primeras instituciones de reclusión fueron pla tea­
cault, 1980).
Hace falta disciplinar determinadas tendencias "masculi-
1 da� coino la, ?oratorios de observación, para experiment r en-� nas", como el consumo de tabaco ·.y alqohol, .las reladones
.J mas y nuevas· fonnas de conocer.
·}
con prostitutas o la falta de responsabilidad (Donzelot,
1977). En el caso de la Argentina, este propósito disciplina�
.
rio se reproduce dentro del discurso médi co a. fines del siglo
A.'1X.
. La intervención C0�9 "bú�queda de Ia verdad�'.
Los avatares jurídicos de su llistoria
�;¡ El sujeto de la Íntervención ya está ,.prácticamente cons-
'
:� truido, inventado, y · desde esa "preocupación" se darán seña­
. � les a toda la sociedad. Justamente es en .ese período cuando
La intervención ert·lo social va a sign ificar el mont� de j� surgen las priineras Ligas de Te1nplanza, que propondrán .
una nueva ·fonna de conocer, de saber, en definitiva, de¡ ge­
terminar con la "cultura de. la taberna" y el consumo de alco­
nerar discursos de ve�:dad que construirán sujetos de cÓno­
hol, práctican1ente en todo el n1undo, presentándose como
cimiento. En otras palabras, ese otro será constituido 'des-
una prolongación de las creadas a fines del siglo A."VVII y du­
[· paciosa y c� ! ladamente.a ·t�avés de descripciones, infor�es,
,. obser-Vaciones y e�peciahnente desde la relación que se �sta­ }:
-�
rante el siglo XIX en los Estados Unidos ..
blece con quien lleva adelante la intervención. Hospitkles, La s Ligas de Tem.planza se multiplicaban e � e l país y en el mundo,
COrreccionales de Inenores Y Inujeres, escuelas de inte�na­ desde ellas se trataba 'd e que la sociedad n10de�ara su carácter, hacién­
dos servirán para conocer . las conductas y costumbre de � dose hincapié en los efectos nocivos de la vid a ociosa o poco produc­
tiva, en los "excesos" en cuanto a las diversiones, el tie1npo libre co­
aquellos a los que se quiere transfonnar. 4
mo productivo, y en la necesi dad de ll evar adelante .una vida "sana",
Pero tatnbién se trataba, a través de la intervenció de �� m<'is ·vinculada a los procesOs económicos del modelo de producción
construir ideales a Ios'que se aspiraba: fa,nlilia, padre, m�:P,re, europeo que a otras modali dades de trabajo ó formas de vida. El tra­
hijos tendrán funciones cada vez n1ás estrechamente asi b� a- bajo era planteado como fin y la vi d a debía estrUcturarse en torno de
. .
das y hacia. allí se dirigirán las prácticas del cuerpo, 1� �f él. La templanza era una especie de "acritud¡ frente a la vi da" que lo�
sectores "vulnerables" debían aprender e i�ternalizar en nombre d ef
J,.

Inente y del contexto.


�1 "bien común" y la lucha contra las enfermedades. Una "policía'' sani-
¡
1 .
Alfredo J. Carballeda La inte1'-vención en lo social: los orígenes y su s�ntido
taria debía enseñarla y vigilar su cumplimiento. La Eugenia se presen­
t��a como una nueva rama·de la ciencia cuya finalidad era la depura­

bajan o en casa; no tienen: sino uno o dos hiJos. Si la sensibilidad y !11
inteligencia de este hombre estuviesen lo bastante cultivadas para que
cwn de la raza, ahora no por métodos violentos explícitos, sino en el aprec�;rse otros placeres que la bebida, las barajas y el café concierto,
aprendizaje, desde la primera infancia, de ·normas higiénicas y e� la si esrqviese instruido en higiene y supiese q·;.te la salud es el primero
transinisión de éstas a través del médico, el filántropo o el pedagogo de lmtl' bienes, si para conservar la suya, estu..viese· resuelto a refrenar
(Carballeda, 1994). variasf!de sus tendencias y además de. todo es'o tuviese una voluntad de
h ierrq , . . ¡Q,J.t?." �i.:J.t?P.:��s;iGUántos cambio:; en su existencia! (Bunge,
. . ...

De esta forma, durante el siglo XIX se va construyendo 19lü_lt1.9 1.1) ...


¡¡.
--
,;,:' ' ..

un saber acerca del hombre, la individualidad' lo normal ' lo


,. ... -

¡ '
patológico, que va a hacer surgir un nuevo sujeto de conoci- De e�ta forma, la intervención en lo social avanzará sobre
.

miento, más definido, ya clasificado según parámetros cien­ la vida cb tidiana, imponiendo un ordert, adem.ás de construir
tíficos. Aun así, este· saber no es definitivo ni estático; los dis� y ratifi�,�r a ese "otro" en el lugar de la exclusión. Éste, en
cursos acerca de la anormalidad o la disfunción social llec:ran ese con·texto, será visualizado como alguien que padece de­
hasta el presente, 'y. en muchos casos esta construcción dis-
b
bido a �pe no "comprende" los beneficios de una vicÍa metó­
cursiva se centra en la interven�ión� dica, pefo funda111entalmente por ser moralmente débil. En,
Así, desde determinadas prácticas sociales cada vez n1ás el texto j de Bunge se advierte un "ideal de trabajador", que
cercanas a JU.na intervención sistemática, organizada y fun- tiene pqcos hijos y una mujer hacendosa, que controla sus
.. · '

m
.
darnentadá�·· ,se generan dominios de saber que i1nponen impulsds, etcétera, y todo este discurso se fundamenta en la
.
nuevos obj·e 59-s, con'ceptos y técnicas qe interv�nción que, medici:d,a, la cual se introduce en lo cotidiano medicalizando
:
. ·

en definitiva, construyen nuevos sujetos de conocinliento la vida de diferentes sectores sociales.


(Foucault,'.l980)... En �ste contexto, la constructión d� la verdad se asienta
Por otra parte, determinadas formas de la verdad se especial1�nente en el positivismo y en las ciencias naturales1
c�n:�uyen·· desde .la intervención, y desde una perspectiva t
pero ad más la medicina y el derecho .darán lugar a una cri-
.

h1stonca pueden ser definidas a partir de una práctica penal . minolo¿fía que, por ejen1plo, pondrá .�1 acento en los rasgos
(jurídica). físicos de los delincuentes. Las ideas del
. vlalthus, Spencer y la
·

Durante los prim,eros años del siglo XX, la intervención aplicaci�n del pensmniento de Darwin 1. la lectura de lo ·so­
en lo social será u::.� instrun1ento político de otra índole� que cial con\s_gurarán una serie de entrecnizamientos constructo-_,
. ará con la mirada
s� relacion res de v:erdad que le darán una dirección definida, en los pri- ·
sobre determinados grupos so.:.
c1al�s, los que paulatinamente serán constituidos como po­ �
meros f-os �el siglo ::CX' a la int�rven.ción e� lo social. �
.
blaCiones homogéneas distribuidas en un hábitat determina­ En s�p tes1s, los ongenes de la Intervencion·en lo social se
do. Así, los inspectores de hio-iene .rnédicfl. deberán virrilar en
. relacio�an con la modernidad y sus diferentes etapas, sobre
el caso de la ciudad de Buen� s Aire�, la . hio-ie� �,. de la0habi ta­ todo cojn la Ilustración y �1 positivismo. Es entonces cuan­
ción en la que se hospeda el pacien�e�: · ·er J'énero de vida que do se c 1 nstruye un poder disciplinarió que en el case de Eu­
lleva, sus necesidades, sus recursos y, especialmente si da ropa se�!relaciona, en sus inicios, con el Antiguo Régimen, e
'
curnplüniento a los preceptos higiénicos. irá campiando de forma a través del ·dempo, átravesando di-.
ferente�. corrientes de pensamiento ..a�sta la actualidad, es
Tmnemos un obrerá �uyo trabajo está bien pago y expuesto a pocos
.
decir, desde el inicio de la modernidad hasta el Estado in­
paros, su muJer es hacendosa y gana ade1nás un pequeño salario tra- terventb r, con su antecedente en la ÁÍe1nania de Bismarck,
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Alfredo J. Carbal/eda
1
¡)
'. �1 :. La intervención en lo social: los orígenes y su sentido
desarrollándose en forma significativa luego de la crisis del . De ahí que interrogar el origen de la intervención en lo .
trcinm. � ·

La articulacióú con lo jurídico se adv�.erte desde los! oríge­


·

..
· . . '':.social implica preguntar no qué es sino qué hace, qué tipo de
: .:·.·relaciones sociales construye, cómo se entromete enla socia­
nes n1odemos de la intervención en lo social, en tanto se bilidad, qué responsabi.lidad tiene en la pérdida de los lazos

.
.·.

transforma en instrumento de búsqueda de la verdad �· partir �ociales. .


.
de la aparición de la noción . de examen. Esto impliba dos Desde la perspectiva de intentar devel?-r .lo "oculto", que
.

cuestiones clave: la vigilancia jerárquica y la sanción .dorma­ está allí naturalizado y por eso se hace dificil de visualizar, la
.
liz�dora. Estos hechos producen un disciplinamiento;jde los·
..
intervención en lo social muestra la nece�idad de incorporar
saberes, jerarquizando· algunos, quitándoles valor a otros . la p.lestión política desde una visión del poder, UI;;L poder que
Así, sa�er es sinónimo de disciplina en tanto cada uno!:de los
1

construye y un poder que se ejerce desde ella.


saberes posee una lógica propia, interna y diferenciac$a, co- : En la act"ll;alidad, las formas de intervención en lo social se
mo ta1nbién un valor para la sociedad, donde se privilegiarán. presentan en un éscenario de crisis que marca la necesidad de
unos sobre otros. D� este mo.do se fueron cons:truyen¡1do los su revisión desde diferentes ángulos,. a fin de conbcerla en
saberes sobre el cuerpo, la mente y el contexto, cuyo e¡jcuen­ profundidad. Pero ese conocimiento se consuma en el terre­
tro tiene lugar en la intervención. Por otra parte, ·des·fie · ese no de la práctica, de la acción. Se trata dei una acciqn funda­
.
poder disciplinario se .enderézaron conductas, a travé$ de la da en lo normativo, con un origen signadq p9r aspectos con­
vigilancia jerárquica apoyada en la visión: "ver al otro" Inpli-:­
c� un efecto de poder sobre éste, pero también hace �1sibles.
� tractualistas, atravesados por la idea de cesión. de soberanía
desde la perspectiva según la cual cada individuo actúa como
a aquellos a los que se les 3:plica, construye diferentes. donde un muro que "impide ver" tanto el origerl. como las posibili­
antes había iguales (Foucault, 1975). ·
;¡ dades actuales de la intervención.
.
. ·

11
1) En la crisis de legitimidad y representación que atraviesan

.

las instituciones y la intervención misma quizás se pueda bus­


Pasado y presente de la iritervención e� lo social: car la posi�ilidad de revisar lo viejo para ··construir lo nuevo,
la latencia de los discursos considerando el pasado :corno const:rüctor de sentidos.
En definitiva, la reflexión acerca de los orígenes de la in­
En definitiva, de lo que se trata es de formular a t� és de a� tervención en tanto producción de diversos acontecimientos
una se�i

�einte rog�ntes una uestión
: � �?nsider�da
nlental. ,como VIsualizar en la 1ntenrenc1on en lo social las
nda­ ' implica un diálogo con difere:t:J,tes campos de saber como la
filosofía,· a la que se puede interrogar so�re la influencia del
rel. ciones entre las producciones discursi�as y las prá ticas
� � pensamiento ilustrado, la relación con el i romanticismo y la
sociales? Una respuesta posible es pfl,rtir de la búsquepa de eiD:ergencia del positivismo. Por su parte, las ciencias políti­
un orden del discurso: ·

; cas proveen el marco para pensar la construcción de la socie­


dad en: términos de contrato, y las· nociones de sobe'ranía,

El "orden d l discurso", según la expresión d e)\1iche l Foucau
Ít, está ciudadanía y libertad. A su vez, la ;historia y la sociológía
dotado de eficacia: instaura divisiones y dom:inac iones, es el instrmrÍ. rÍ muestran la relación entre la búsqued�. de la "verdad" y las
e ­
to. de la violencia siinbólic a y, por su fuerza, hace ser a lo que se
¡,desia-
0 ataduras de los hombres; por 1o tanto, trattando de responder
na (Chartier, 1996).
al interrogante que gira alrededor de qué es lo que se ínter-

p
Alfredo J. Carballeda ittterJ,Jención en lo social: los 01-igenes y su sentido

pone entre �ujeto y verdad, se hacen visibles -tal vez- las ata..:. En fi�-'�, desde la in�erve-'?-ción en lo soci�l se trata de bus­
una 1orma discursiva diferente, ahora signada por el su-
_
duras que afectan a la libertad.
' conl$trnida en su vinculación con los otros y no a partir
En el contexto actual, la intervención en lo social se nos
presenta como un "espacio de libertad", ya que se construye �
. atrih cionés elaboradas previamente. Así planteada, la
en pequeños h_iatos, intersticios, lugares, donde es posible re­ ..;.....f'",o�rPn
· • ón en lo social muestra la necesidad de un trabajo
construir historicidad, entender a ese otro no como un suje­ · ,l ·ó1i;·w'dé..'in:'d�gá:'�io n alrededor· de la lógica del acon-
·.l,.\:;;'-�.�, ... ... ... ..... ... ., ... ...., que se pi"igffi� en
to a moldear sino corno un portador de historia social ' de el momentd de la demanda ha-
·'
cultura, de relaciones interpersonales. ella, f en el c �mino de � econoce: 1� pre�e��ia de la his­
-
Tal vez la int�rvención en lo social no implique agregar ni en �1 presente, conflriendole as1 h�stoncidad al acto de
.
·

quitar nada sino · solamente "hacer ver" aquello que el con­ ,jntervenir.
texto, el escenario, el clima de época impiden visualizar. Y
¡ acaso pernlita hacer que ese otro recupere historicidad, ubi­
i� cándolo en el lugar de la verdad, corriéndolo del banquillo
!.
! de la sos¡::_echa, entendiendo _que se es en tanto efecto' de la
cultura, ��e es imposible pensarse separado de los otros, y
que la di��renciación estriba en lo singular de las inscripcio­
nes de cá:cia cuerpo. La intervención probableme�te implicó
fragmen üi::ción, aun.que se presentara com� dis positivo de in-·
tegración:"Es por eso que intervenir en lo social puede signi­
ficar, o n?;· unir áquello que una vez se fracturó, recuperar las
sociabilidh-des perdidas, que sumadas conducen a la recons­
trucción dé la sociedad .. Quizás desde los otros, desde la pa­
labra de aquellos que meticulosamente. fueron construido-s
como "portadores de cuestión-
social" ' la dirección de la in-
tervención se pueda encaminar hacia la búsqueda de respues-
tas a las interpelaciones más actuales.
Sin e1nbargo, si se lleva más allá la cuestión y se retoma
uno de los planteas de Max Weber, es posible profundizar la
indagación alrededor de 'la intervención.

La medicina no se pregunta si la vida:es..<:ligna de ser vivida ni cuán­


do. La ciencia natilral respond_� al problema de lo que debemos hacer
pata donunar técnicamente la Vida, pero deja de lado, o da por supues­
to, para sus fines el problema de si debemós o deseamos dominar téc­
nicamente la vida, y si en última instancia ello tiene sentido (Weber,
1985).

32 33 .
Alfredo J. Carballeda

· tos cambios no implicarían obstáculos epistemológicos (Ba-�l CAPÍTUL0 4


chelard) o revoluciones dentro de cada campo disciplinar.�·
(Althusser)? En definitiva, ¿cuál sería la . validez empírica de�.
·
La intervención
esas "nuevas'� conceptualizaciones? .
Estos inte�o �antes se vin�ula� posiblemen_te a muc�os i
��
., .. ·-�-v· .

?tras . �ue la pracnca � el :}abaJo Socta:l-y--a.tras ��sctplmas que :¡� ·


-� . _
_
_

mtervtenen en lo social VIenen formulando; de alguna manera ¡1;


muestran la existencia de saberes y prácticas. en un contexto de :¡;
· crisis. Pero también suponen algunas cuestiones novedosas. ;·¡
y· porEn principio, todos estos interrogantes son compartidos ��
otras prácticas como la psicología o la medicina y, por otro
·
·,:
La intervención y las diferentes .maneras
lado, tal vez, su resolución sirva cotno posibilidad de crecí- ¡; de comprender la problemática de la integración
miento de éstas ante la crisis de lo antiguo y de lo fundacional. ...,,,.
f· En definitiva, si las nuevas formas de la exciusión tienden \
·

Los sucesos y cuestiones que hemos trabajado pr.eviamen­


\ a naturalizarse y a construir nuevas etiquetas sociales, . se l . -.;e , y que se relacionan con los dif�rentes escenarios d � la in­
\. vuelve necesari o indagar acerca de e�tas últimas, quizás pa- 1'
. térvención, muestran una selje de relaciones que es postble re­
� . ra desconstruir1 as,.. estudiand? su con1ormación histórica� su ;i cuperar para profundizar el estudio del ar�a de 1� intervención
relación con na identi � ad "ün uest� "· Esta identidad i� - �� · �Íi el presente·� En princip �o, esos escenanos rectb e� en forn:a
J1 _puesta, que tal� vez no deJe ver lappropia,
il
es la que se relac1o- ;l _
·
J �'11--- c..on la propia historia de esos "otros'? q�e siempre se han
singular el impacto de diferentes formas de expresi_on d � la cn­
sis en tanto sümatoria de acontecimientos que s,e mscnben de
} presentado en el lugar d e la d emanda de la intervención en i. �
:rÚ, nel.'a singular en la denominada ·"cuestión social". D
e ahí
L lo social. qti.e sea posible indaga:r;, entre otros aspectos, acerca de estas
·De este modo, orientar la mirada hacia las nuevas formas cuestiones en diferentes espacios microsocial�s donde se desa­
de la exclusión y la construcción de ciudadanías, si se qui€re ,, rrollan la vida cotidiana, las instituciones y las prácticas funda-
fragmentarias, empobrecidas o fantasmáticas, implica aproxi- ¡f das en la modernidad . · .
marse a lo social considerando la visión· de ese otro que en di- �. .- ) Como ya fue plantea do, de esta forma y desde una pers­
/
ferentes aspectos demanda, a pesar de la crisis de las prácticas, if) pectiva histórica, la intervención en lo social surge fuerte­
la intervención en lo �acial. Pero, a su vez, es posible intentar t

mente marcada por una· tradición normativa, signada por el
otras vías de entrada al análisis y estudio de una sociedad don- 1•
propósito pedagógico co1no forma de mantener la co_hesión
1'
de la exclusión social es un dato muy significativo, tratando de
1 del "todo social". Lo social en términos de intervenciÓn re­
mirar desde allí la posibilidad de encontrar ele1nentos que sean j¡,

mite, entonce s, a . la idea de "conjuntos de. dispositivos de
. " para pensar la intervención.
útiles ..- � asistencia y de seguros �n función de mantener el orden o la
l cohesión de lo que denominamos · socieda d". En definitiva, la
,l.

t intervención se relacio;;a con la "problemática de la integra­


;1
i¡',; l ción" y, en �ste sentido , es posible plantearse diferentes ca­
minos de resolución para la integración.
1¡jj[
A lfredo J. Carballeda í\
La intenJención
·l

o pro ceso
Por un lado, la tradici ón normativa pone el ej e en el or­ ,. La infervención en lo social com
den de la sociedad. Un orden, si s e quiere, constituido arti­
latino in­
ficialmente y mantenido a través d e dispositivos de discipli­ L� pala bra intervención proviene del téi-mino
ir en_tr� " ? �'in�
narniento que se aplican mediante prácticas e inscituciones. tet7;en�o, que pued e s er traducid o corno "ven
ser s1nonimo
terpo�erse". D e ahí que "intervención" pued : ...
..

S egún Juan Carlos Portantiero, otra posibilidad de reflexio­


1on y, por otra
nar sobre la problemática de la in-tegración consiste en pen- . de méd iació n, intetseGción , ayuda o coop erac
, coercí ?� o re­
sar lo social desde una p ersp ectiva diferente de"J::r del utilita­ parte��', de introinisi ón, injerencia, intrusió_n
venc� on en lo
rismo o el positivisrnq. Estas cuestiones están presentes en pres ión. En definitiva, en todo proc eso d e 1nter
encontramos con
los orígenes de la sociología coino campo de preocupación, social pod emo s, en la mayoría de los caso s,
otra s palabras, al
corno así también en el "Inarxisino occidental", a partir de arnb a� car�s de una "misma mon eda" . En
o lugar árti:fic�ª'l�
una desmitificación de lo social que generaría propuestas ser la!' intervención un espa cio, momento
erla de una de· )
contrarias a las ideas de Kautski , L enin o Bujarin. men t� constituido en tanto acció n, desp rend
n " � obes sia- \
En coincidencia con el malestar frente al optimismo ra­
cionalista, la comunidad es la respuesta al �undó fuerte­
mente fragmentado del contrato . Así, la idea de asociación

las "��ras de la mon eda" , s,�ararla � e esa cesió
na" d e: soberanía, implicará!-cierta d1:fi'cul:ad,
si tenie mos en cuenta sus aspe ctos fundacion
especi �lmente, j
ales. ·'"'

es trocada por la de lazo soci al o vínculo sociaL Ferdin:and


Tonni es plant.ea la articula ción entre comunidad y asocia-
.. . . .
. .. .- ·R · .conoc�·r lo artifi. cial de" la interv
·
.

rnentt;- ten er a su
.
·

:
. . -.b···:· · . --. d .. ... .

· esna . en run 'espacio,.


enció
·-·. -.-· · · . . . �. · · 'd" . "fu "alizadón, en-tenderla corno. disp o - .
��",
.
n implica �ásica-:-
..

.
' . en tanto �xis.��. UJ?:� de-
.
..____.-
...-.. ---�--�,·--·----·, _

te
ción mediante los lazos sociales, articulación que implica un sitivo'fqu ·- · -'' ' .... �. . . - - .,., . if . ue la d emanda ·s ea' el acto fundador
e se' entr . oiúe
- ""
_

.
_

. _viraj e tanto respecto de la p ersp ectiva conservadora de manq·� a hac.1a �11� P�-�--- J .9.-------- ..
" -� - . .. . . ..
.

d'e hi. ¡;¡·ntervenci_Qn. En este � sp�ctq_,_ . �:l . c:l e:t;na.P-Q� provt�n� d


.

e
- -� · ·- · · - - -- �· -· � --�--- --·- ",.. .. , .
------�-- -- -- � .- � · · · ---·
. :
.

Con:1te co1no respecto de la reivindicativa de la clase obrera


.

��:x��: � !1:;;7� f��t��;:lo;J���� 0d��sh;���


..
.

proveniente de los escritos de Marx. D e e�ta forma se mar­ � v


ca la tensión entre la pareja individuo y progreso generada ; i a =
tuciohes la acre11da de polític?-S p�b�i�as, �0.5, !!l�g� º-�--4 � _cpm u­
!
··

en la Ilustración y la crítica ro1nántica a esa pareja desde el


nÚ:a �fón:· etcfte���� -E;¡_ -�J�#Ji�yy:l,� ª e · l_a 5i.��2R�g� .:.:Pr�qple �
p ensamiento tradicionalis ta. .
. m so-
Todo este proceso co1nienza a observarse en el contexto cial" ·q_�e. u�� '?oCÍ-�dad tien�. . . . .
de principios del siglo XX, cuando los nuevos escenarios re­ la in. t erve nci9 n en }o . S()C.Ia l imJ ? !� . S � E.P.ª - ��Eec-
En ·efecto
. d'�\. .i��d , ,
. e. ·T; .¿�-�. ·;:n.·. aa.. ·· �J. �. -���. tis_trú
- .
.
-.
-
en . , , ,
..

n1iten a las masas urbanas. Max \Veber sostiene qu� las ma­ CIO. ... n. áefi. �i . .
éción de; . . ésta,
.
.

rela�ió � �on- ia : 4 enomin�da "c.uestión. soéial''�


·p ?r--ótra par-
..
. .
. . .. . . . . . . . . . . .. . . . .. ... . . -- - - - - � : - . . . . . . . . ..
. .

sas deben dejar de ser un ·objeto . pasivo de la adininistración,


n:úentras que Antonio Grarnsci plantea que los grupos socia­ 'fe.''-. .r�- e · _, ,_ �-.. �. , ..�i6P.
... ,·:··-i�t:�r;, iropÜ�a la existencia de una autoridad:
.

..� . ; ._, . . .
. . - . .. ... ,. .a. . ..Parti;r. del '
qu1�:E(; 1nt�0?.:�I1-� 1<::> hace p orq11�. . e ?tá leoirimado
. .

les, por el solo hecho de unirse, 1nodifican la estructura de


.. � . .. . .. .
; :

��: !�;����: ��=�� ��t;'f�i���:


. - - . - tt� . .. . ... .
. ------"·

la sociedad (PorÚtntier o, 1998) . c 0


:�;������f��=
�:t::�:t;o��t
En l a actualidad, estos aportes de los autores clásicps de , q
las ciencias sociales pueden s er útiles para repensar la socie­ oriz� �o a sí rniSJU a1 a parti r d<:.� stfwsle-
.
dad desde la problemática de la integración, marcando un
sentido diferenciado a la intervención en lo social. �-u�!ntérvencion también implica la elu�i4ªc.!
§!:!; 4.�}?.s .da­
tos [c;�pl�j�-�- -de Uría'"· sittiac16n' �- a�c;:r;_t:�cimie�to , en tanto
�- ,_.

92 93
Alfredo :J. Carballeda La intervención
�l?!Q.��a��_9.n � �:�� � ����� c��-P.:\���!v� explicativo paga la intervención o a quién ambos (profesional y sujeto de
d,e
��í?�;·-:�1!������� :¿� f
-� - - -- - , .

e. to bús que�a. 9 e �,¡ s la intervención) deb en rendir cuentas.


_g}.�"--- _q . . . . . a . q e se e
.

�,�--·-·�"'�···
-- p:r:
:· ·-=-��p.-��-. ·-·�OP.J.O
: . . d e�:- La intervención implica un contrato, eri tanto determi­
_ __

.. ...

an
. ,. . ··--- -

a
, _ . . . . . . , . , __

a
. ..

y
,., , _ . .

su
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vez l a
r.p. d . . ·- ··- · -- · ·-- P _ ._ntee la osib! H dad
.

P... . . . ae r
-d . .. . . . .

, . ._ ... es�esta a parq¡r


- �--• •�

na con precisión un conjunto de reglds prácticas relaciona­


. . .

. .

�l:i�a �,�:,e���a ��-s:_�i_s.positivps_ P�f3:. 1a.. ���ic§n�J�:Ii o tras-·iiatrJ�


- �·�-..... .. .... . . . . �."'• ·. .
... . • ..
. · . . . _

·
das con ella. D e ahí que la intervención sea lin proceso
� � � ������ü r 1 �plica la ��ns tiu:cci9n... �
_

ª���{��§:!���Ac��'4�"cie�7ii�f
- � Ülla -� tó�·" "caa�}�=-<: �erternente atravesado por las cuestiones anteriormente
d
�3- �
��=i �� ��� f��
- -

mencionadas.
..e..,ñé� ·señt:i-é:IO, ¡,;; b-;te
rvénción desencadena una serie d �
Pero, en definitiva, ¿qué debe hacerse desde la interv�n­
ción, en especial desde 1'3-s expectativas sociales que ésta ge­
expectanvas y con secuencias fuertemente
ligadas a la consj­ nera ? L�. ip��-:r.Y'�l.1�Í.QI1 ?V:P9:P.�_:lJguna.:forw� c:l e 1Jlí.�qu �da _de
truc�i�n simbólica y a las representaci one
s de quien está in i
temruendo . De esta forma, una n1.odalid
s e vinc� a a un determinad o marco concep�
una sen e de aportes teóricos y empíricos
ad de intervenció · '
al que, ligado �
n respu�-���s� -�---� �t-�:�_?..fi��t� s - �rniil:_:�tem e.l_l.�� ---so ��:l.-l.�-� ; _ po� ., l <:>
'taiif.9': ·dehería producir tnodificaciqp.e_s __ en r.�l�-�!.9p_ _ con -lá·
�uestió� pun-iiiareii · cfue · e��.JJ.a rnada a actuar ; -�sí, nueyarnen­
relacionados con e� te apare<;e !a 9:eli�it;:tcjóJ?. d.e. Ufl: territorio, el espacio o lu­
contexto, genera "formas típicas" de interven
�_j

·

En un trabajo de investigación realizado


ción. gar de la cue � tión: social. E�§.!�,g2�S.��tJ� D:9.,Gi9.n.��l�-.t-�rri�
...

da � �acional de La Plata se desarrolla la


en la Uni�ersi...;l "EoJío·'�q��·::'Il.li!iti.i.MIC.Ji�l_ Fcn;��g!t.II�I�q� $�X lÍtil , ep . ta!}to
J;�;�����ón p9,líg�� : "Terntorio es s.�n duda una noción 1
.. . ..

. c Ion posibili dad de apli-;:


�: ? e la noción de "mo delo " para lograr una aproxirna-;J geográfica, per.o es en primer lugar i noción jurídico-po- ( .
un.·
. c1 on mas exacta a las formas de interven ción : 'l. lítica: lo que es controlado por un cierto tipo de poder" 1
--
·
--..,

. . (Foucault, 1 98 0) .
···

;� ·
.

Una fonna posible de estudio y análisis de las p;ác


-
-

. \�
ticas que actúan den- : D� _es1:a forma, el lugar de lp. intervención se transforma
_

J
tro del campo de la salud es a travé
s de la utilización de la noción de :¡
model . Desd e esta_ perspectiva podr
? ían abordarse tanto los fundamen- :!, · -- eri ·territorio,. es decir, un espacio jurídico, que habla de la le-
tos ep1sten1ológicos de las mismas, com
o así también las distintas ma­ gitinzidad de la, inteTven ción, y polí� co, que 11Z�:-ca la_ "agen'da "
neras de intervención profesional, ..
en diferentes contextos y en distin- . cuestzon soeza/.
donde se constru)'en dije1-entes aspectos de l�
tos momentos históricos (Barberena
y otros, 1 998) . .
·

F ;

1\ 1�1.�.�-�-�;.Y
.,

n d �fu.ú!:iya, )a i_n!e�ellciól), es px_ocedi,n:úento que .· un


.....

, La iiÍtervención desde una perspectiva asentada


· c a o uce ex ecta
-����. -:� ru.: �!, 9�� _I?!� 1 p tiya�_ y .�QP$�-��e�-=.-- �ͭ en el concepto de comunidad
\ ������;�� �-�-�����t:?.��!.§g .implica. . . una inscripción ·éfi .:���é jl
..

11 "Qt[p � 9���--�� .���-! ��-� - �����!'-e �. quien . �- s� - vez_ genera una ¡' lf
..
. ...

_
En principio, y retoinando la visión cercana a la noción de
,��E��- - ---��E ) ;tJ1��t.!,t.n��qn ! desencad ��� una se:i-ie de dispo- �
_

§�!?-.Y<?� e··-.· Instrum ent


·
comunidad, la intervención se apoya en una serie de cuestio­
.... . os en
.---- .· esta
.. -. . . ·· ·
(" - J
�Stas caracter.ístic
· ·
··

nes que es necesario precisar. _ La p�imera de ellas remite a lo


as ?� �a � tervención implican una serie 11r.
. . ._
-· . . .. -·-- . ---·� · " ,... . ,
·

de Interrogantes. En pnnctpi o, desd e una social, construcción que puede presentarse corno discursiva y
visi ón foucaultia- i\ que genera sujetos de �oi1ocirniento. En términos de cotidia­
na, las . p,regun s giraiían alrede or de qu�é
1
_ ulsar � � n tiene pod �r p�- � nidad, lo social se constmye a partir de imaginarios sociales,
�a Imp la mtervención, o, desd e otra perspectiva,
quién de represent�ciones, que generan diferentes impactos en la
1 1
Alfredo J. Carballeda . La intervención

\1 \t:
:>:
; l .
singularidad de cada grupo, barrio o §Uj eto� D e�,?e la pers­ e social¡ : que se ubica en último término en las expériencias vi­
¡ pectiva de los imaginarios sociales� :¡_hJ,ªginario _jh.o es sólo vidas ¡por el individuo. Pero la experiencia s�.cial resulta ser,
·
1\1\¡
"imagen den, sino una creación inc�·sanit,··-·'incf�terminada
porque es atravesada p or lo psicológico, lo" social. y lo histó­
rico que, en definitiva, impacta en el orden de lo real.
en definitiva, comunitaria.
Por su parte, lo simbólico impacta -en la esfera del sujeto. ·
desde ' una forma particular en el orden de lo real. En este
. A su vez, la noción de "representación" se relaciona con aspe c�o, esa relación entre lo simbólico y lo real puede ser
, / un conjunto de conceptos, p ercepciones, significados y acti­ entendida de dos maneras diferentes: a partir .de-una. .�_qn.,;: .
tudes que los individuos <;,ep.ci?n aristotélic a, y en este juego se capta · �J ·eidos o ésej:i:... .
'/ con ellos mismos y con losdefenómenos
un grupo comparten en relación
del mundo que los cir­ / '' cia, y:;:a esde una visión positivista, med!ante la�-cñal-s'e-�6Ípta

· 1'¡·. !
cunda. A su vez, esas representaciones se resigni:fican en una
\ \ serie de espacios rnicrosociales que tienen como común de-
l •
'<.:"'Hf"to$lid ad objetiva a partir de- la memoria. · Así, la '�reduc�
ción �idética" p ermite la reconstrucción del mundo dt::)a
noininador a la vida cotidiana. exper\�enci a, en tanto elementos, "capas" de s entido, genera!..:· ·
Por otra parte, la visión d e lo social como algo constitui­ ción �le sentido, horizonte��e sentido. espaciales, tempora­
do de la vida cotidiana exige considerar la construcción de les y -temáticos (Waldenfels, 1997). · - . .

intercambios y reciprocidades dentro de un grupo, familia, D�sde la búsqueda de aééeso a la subjetivida d, lo · que re­
barrio, etcétera. A.sí, se intenta comprender y explicar lo so- . su�t:a pe ese juego de a:rticula�ión eritre los órdenes de las re�
cial desde la.singularidad, centralizando la mirada en los pro­ pkese�taciones, lo real y lo simbólico, es, lo que se denomina
pios actores. "-regis'tr o", y éste se vincula a imágenes ail.tériores que son re­
A su vez, desde esta p erspectiva, la vida social es organi- totna�as, asimiladas . y se resignifican. En · definitiva, se en­
" ··zada en términos de sÍlnbolos, que adquieren significado s e­ cuentra en relación con un complejo de imágenes que prece­
gún la representación de quienes cons�yen y recrean el den-y dan forma a una nueva impresión . Las simbolizaciones
mundo en que viven, el que a su vez está condicionado por -. se· va.A · creando a través de las ;mediaciones entre �ujetos, :en
influencias macrosociales que se resigni:ficarán dentro del or­ un espacio-tiempo que se cqmparte. Lo soci�l · implica una
den de lo real, en términos lacanianos . cotnunidad que · existe y se recrea a través de .•símbolos mu­
Desde una visión cercana a la fenomenoloaía o
de Ed- tuos . . D e esta forma (especialmente a partir de las formula­
mund Husserl y de Alfred Schütz, la "acción" sería la uni- cionei3 de Alfred S chütz) es _posible pensar la constitución de
dad de la sociedad. La acción se centra en el análisis y la ex­ la int�rsubjetividad. En este aspecto existe una serie de rela­
periencia personal de los individuos. D e esta forma, la "ver::­ cione!$ entre diversos autores que recibieron influencias del
dad" de la vida social se �ncuentra en la subjetividad de sus p ensa!miento fenomenológico, como Merleau-Ponty, Sartre,
partí ci pan tes.
( ---- Perspectivas filosóficas como las mencionadas revelan la
Rico�fur o D errida, e? quienes lo que sobresale es la ponde­
racióh. de lo subjetivo. En definitiva, la experiencia social .se
cons�ruye en gran parte dentro de este juego, de modo que
l
! nseecesidad de aproximarse a la subjetividad de ese "ot;ro" que
·

1 presenta en el territorio de la intervención,. a través de una la co�ciencia humana presupone !� realidad y existencia .d e
otrosl1 Las experiencias 1Cle las personas están mediatizadas I,/
.

serie de interrogantes, que van desde . cómo construye . su


� ·

por l9s modo� de pensar y sentir, que se transrmten a traves \.


1
mundo a cómo le da sentido, pasando por cómo lo explica.
• . ,

'---..
Es posible, ·entonces, acceder a una "explicación" de la vida de lo� lazos sociales . ..---
... ¡¡

l¡i
96 i·! 97
¡,
�ji
Alfredo J. Carballeda La intervención
r ···-
·La intervención, planteada desde este lugar, implica UI1a nea de trabajo es posible hallar valiosos aportes en los textos
necesaria búsqueda de significados en las instituciones, a�­ de Castoriadis sobre la "elucidación crítica'\ --en la visión de
i

\ dones, -imágenes, expresiones, acontecimientos .que en de - 1 la desconstrucción de D errida y en el análisis genealógico..,._


nitiva construyen lo cotidiano. Acontecimientos...qit e de al�- que propone Michel Foucault. La dimensión so�iohi�tór�ca �
l
. '¡
\
na manera se inscriben en un texto: así, el barrio, la viviend, ,
� .
!
1ar e Interpretar; textos que en. de firuo.va remiten a un ord e
t
1 a iJ?. titución, etcétera, se nos pre··se��an. co �? textos dev 1 o
,
d el sujeto implica, por su parte, la búsqued a de criterios f
rnultirref�renciales que permiten pensar de otro modo la se- r
paración artificial entre individuo y socieda d. · ]
�k
·

gramatical", fuertemente marcado por la ·singularidad . En definitiva, los sujetos construyen su identidad en un ¡·
�, quiene� escriben _Y reesc�iben las diferentes insc�pciones. Jt¡ juego de articul�cióii de "los ordenes imaginario, simbó�ico y \
a 1mf ort�c1a del vtncul ? en:re representac��nes y coti real. En estas condiciones . es posible pensar la denormnada íl
. � i
1��
[
·

dtantdad nnphca una necesana nur�da a la relac1on entre �tersubjetivi�ad o las diversas manifestaciones del padec�� .
cienCias sociales y la subjetividad. miento subjetivo asociadas al atravesamiento de lo real, lú }
D esde los inicios de la modernidad, la separación _d e la
r
� . que se presenta como dem�n:da casi constante hacia la inte.:­
nociones de individuo y sociedac;l marcó toda una serie d � vención en lo social.
controversias de tipo espistemológico. Indivi_duo y socieda4 A su vez, la identidad del �ujeto se cq�s.g!':!Y�.--�!!:_.�.--��pa-

��-�!������e;1�"·��f.:E:!:��e ��;:��t��cré 1k ���:��
fueron históricamente pr�senta � os como pa_res antinómico
'
Luego, sobre. todo a partir del stglo XX, se Inte�taron cons j.

-· ����i������i�f;ff�j��J� ��?��i�fl�ui�ª�t:�
truir infinidad de puentes, relaciones e- interacciones entr�
,!
·

. ·- a�bos. Uno � e est�s inte_ ntos es el que llevó - adelante, po 1


-,
eJ�mplo, la pstcologta sociaL . . · · ·
. { vez"al"orma�'-de" eiiteñaer"y···explicar la historia y la cultura.
En la modernidad, el · individuo era presentado como Id
'.

"'·'-�:A.�:P:artir'"d'é···q_:ue-Et sociedaa· "cóiistrliye'' problemas ··socia-


.

"interno" y la sociedad co1no lo "extemo". -En principio, 1� -'les,c.�l sujeto de la intervención mediati¡za esa construcción en
noción de .subjetividad dentro del campo . de las ciencias so-;'¡ su vida cotidiana , desde un ;marco . comprensivo explicativo
ciales implica la no separación de ambas instancias. Pero lo� que le dará fopna a su padecimiento. Pero es justamente
subjetivo, la subjetividad, no puede ser pensado en forma� ...... dentro de esa cotidianidad donde se construyen los significa­
universal. Una vía posible de acceso a la subjetividad pasa, en' dos atravesad os por elementos del orden de lo real y de lo
principio, por el camino de la singularidad. Desde una pers-.t simbólico enmarcad os en . micro y macrodiscursos que atra­
pectiva si se quiere 1netodológica, se hace necesari.o particu-�
larizar aquello qu � ha soportado añoS de universalizac�ón. !? e r: 1 viesan la intervención, qú e, en es·te sentido, implica Ún pro­
ceso de análisis que intenta comprender y explicar esas arti­
modo que esta rnJ.rada conlleva, por un ladq, la elucidacton ! �ulacione s. Esa vida cotidiana se encuentra estructura da en
diferentes aspectos y visiones y de alguna manera enmarca la
.d·e
crítica de una serie de nociones que intentarían "desenciali-·�
zar" lo social cotidiano, y, por otro, surge la necesidad tra- :i intervención en lo social, por eso se hace necesario compren­
bajar la. dirnen�ión sociohistórica de la subjetividad. · !1 der y explicar los asp�cto� significativos de la vida social, e In­
D esde la . perspectiva d e la desencialización, este camino . tervenir buscando transformaciones, en definitiva, constru-
. impli��ría des-encub.dr aquello que una ho.p1.ogeneid.ad arti- �.·
·ficialílieiité cóflstimida e!:lboró u Ocuitó. "DentrO de esta · Ií- r . yendoJa_ visió:p. parti�u,lar del aGontecimiento que éonyoca a
la intervención.
Alfredo J. Carballeda La intervención

Desde este punto , .de· ·vista, resulta necesario definir y Ast> la intervención se construye desde la prodll�.C:�é)I?: y
;����rr����;,�:a����ff¿��2�1'f�f���:����;ri�··
rección de 1� -i:Ó.terveri�'i'ón 's�:-�ri�;!;i' hacia la ·e-cféstió:rÍ de la
identidad como un elemento artÜ;lJ.lador de la problemática
����}�������;��������;���;#!�:���}�:
persp��tiva comunitaria,· el acceso· ·a. · Ta· siñgularidád. . implica
de la integración. Así,l?: iden.tidad desde una.p.erspec.tiy� so- · úñ.a;�I:raa-a:-':fiacia 'Tos''laz-os- sOciales' como· erementos :fuñdan-
cial §� ex.pr<:!?a en fo_rrna co_i¡te�fll �r:'--ü· 'sea-;"5"-e-i;¡s-érfb�- en un tes a'e"ie'stá.·
e ��=�!l�.d.ii�.�Ú1�:;.n�!!��,��i:��.�i{�.:,:�,�·:·��9��it���2P�s,: -�-; �,.i�iii.�o -
rial, lingi!í�ti�a, fa!I!iliar, histórjca,' religiosa, etcé�era. _ .La
'
.
_

Algu�os aportes hacia . los procedim ientos


de la wntervención desde diferentes campos de saber ., ' . .
l:
E:d¡ la interv�!_!cióg�,ri_JQA-Q5i.ª�J_. !g g_u=e::_.�9..�E.����-!!?,..,��J�J�&,�-
.

s��j-� ��,�!�!��;._.g§,..,q�si:r.,"Jg iPJ�+V�P.G�Q:Q.,jdenornm m.P.li.G�-""9-P..-WZ:ar:


__

r:,�!atos� que se recortan dentro de lQ que se a cues- ·


__

ti¿:,_ri s'9C:;íal y P.C2!:>7.��- ��_f.��Z. !?:?.:.�7ri.aJ Y LIDª �im'Q9J.�c�,. q��--$._e ,


. . L-�- �Ida cotidiana implica en parte una serie de relaciones constiYtuyen de manen1 ht?!Pr.�gp��Q."�t;Il;:,como, forma · . . �x-
. . eJ.�
..

i�!.
.

�:?:-�C>!?!i'��-��s_:·:<¡�e"s-e'�estaoleceii· ·en:rre'"vécinos:"--:rf', if igos; p��ien­ hi.�;-·. a�tQi��"-�-�s �s.


R.iisi2ii:4�:gff�t�
.

.
- .

·
·

' '- núcleo significativo de los .


. ;_..

fonnan parte del


- __

·.,t es, con . e1 . ob�et:o.. :� · -�1iiterc;,nribios


·o ,.,. ·--·· , ;·: -·:;M,- y . red �')r'ü'éida-
:-: Esos relatos
ges·. Por ejen1plo, en los trabajos·· de · E� Goffinan, la mirada
· -·ae "'constru1T'
sujetqs que demandan intervención. A su vez, los relatos ata­
·

· --=-� ....,..
.. -�.-:- -
,�.::.J.. ..:-:,,·.,.¿_-::,..;:;-;-..,-"'-·'-;.-'.•"'•-'.J ·· ··-• ..�-.--· • -.· 1 • "'::':.-:.:·:··".:!"�'- -·• • :::.··. .. • · :. :1:::;'::; :�."<:'.:�-�

a�fa"vida cotidiana se apoya en la in1portancia· de las interac-­


..---::-
:r. •_._ . •

ñ�n� a 1 la construcción real y simbólica de aquello que es pre-


. " "'
.
·

ciones que se constituyert en este ámbito. Los trabajos de es­ --se:r{!a�o corno problema. Según C. Geertz, los relatos portan
te autor intentan describir las reglas que en diferentes épo­ en sí fuisrnos las claves para su interpretación . ·
cas controlan las interacciones de la vida . cotidiana. A su vez '
. .

ésta puede ser entendida desde las significaciones (Geertz,


1994), corno procesos de producción y reproducción del or- ·
� ��:.i����mi���=�:��ti!���:
i� �
análisis. Esa const:r}+.cpog .d �,,J9?.,.-�P:J�_tq�,_qp._�"'J:;�r;.-g�r�P:. -�. l!=tJI}-
den vigente (Agnes Heller) o como cultura de presentación 1 e
en los trabajos (Goffrnan). En definitiva, se trata de relacio-­
nes infonnales que se construyen en la interacción diaria, y
( ��� J#iM����
� =�:; =��� �J'� ,:!��,�;::��e
t�íi}.'§?.��!g?.��?-.��-S�P:t� I.a: · -�otivac�ones y l�s �n�el!�-�q�-�-� dee
!
�� .

justamente es dentro del universo de lo simbólico donde es­


tas relaciones adquieren significación. ��1ftt ¡r �idfJI
. . . . .,_ ,. ·.-:� �
.··- ·-· . · . . . ....... . .... , �;!
_. , ._ , ,. ,>;_�:figJ��;
· :f�� . . . �f'¡;�y
. v,, �.�j' . ·., .
Esas relaciones son inte o d rna c
. i óñ J o ' ·a
:Pó s ihiE. s�
.-. . vehículos de intercambios ' .. simbólicos
. . . . . . .. ' . ' . ,· . · -��r=os _ nt � _� __ �pr.qxi
.. .

. . . :· ' .
. ., · .-

.. . .
•• ,·--·., • •,

s_ u iJjetiv:o,
· . . .. .. . .. . .._. .. __ .. , .._.,,,. _, . . .. .. .. - . . .. .,• . � ..

1��--�l:iaJes' compreñciéil 1a . éflsíJülliiJ1Hdad e:fecdva dei �u-�:- I� . s


·""''·'
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·

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·
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·� recreacloii " der Víii.culó, eCsij.siei:lt:o de 1a. pertenencia, el f�;�-­ i ;�J�i� ����! ¡¿;
.

�e� � :r!o
.

tal�¿iiñiéñto de1a 1dentidad, la reconstrucción de interacdo- mTeiito�d'�"'.Max: ·


W eo' é r . puede ser útil desde ,una perspect tya .
.
·

-��-��- �rr�;;n;aa:o· d� n�iaCiones, Ía rn�rn�ri�·; -�t�étera. .


!
. 1
metodol ógica. porque permite pensar la construc ción de �a-
·í;
!
.

101
1 00
rj¡
Alfredo J. Carballeda · La intervención

tegorías de análisis y la dirección en que se realizará la inter�,· f estar presente o no. Por otra parte, la comprensión implica
vención. Como antecedente, la escuela historicista alemana! un acceso a la singularidad, en tanto incorpora _la racionalidad
realiza algunos aportes entre los cuales cábe ·destacar e( propia de cada individuo. Es en este juego de. comprensión y
planteo de Dilthey sobre la diferencia entre las- ciencias his­ explicación donde surge la "imputación de sentidos". D esde
tórico-sociales y las ciencias de la-naturaleza: las primeras se:¡, las conocidas conceptualizaciones de Weber que apunta� a la
relacionan con un objeto que les es--ptopio y las segundas1· idea de que los hombres, para vivir, necesitan imputar senti­
dos a lo que hacen y que solamente algunos aspectos de los
..

con un objeto que les es externo. En este marco surgen las?;


nociones de e1·leben (expresión) y verstehen (comprens.lón).l� fenómenos individuales son dignos. de ser conocidos y sólo
Se plantea, entonces, la posibilidad de construcción de cate-'t ellos son objeto de explic�ción causal, es posible pensar en la
gorías dentro de las ciencias histórico-sociales, traduciendo;¡ construcción de categorías de análisis, no. sólo para entender
en términos abstractos las formas estructurales de la vida. i� lo social o describirlo, sino para repensar la intervención. En ·
L as categorías, según las concibe D ilthey, tienen valor, sig-i ¡ este proceso emerge la idea de uniformidades aisladas den��· ··
·
_
nrficado y fin; desde una manifestación determinada por la it' de la multitud, que abre pa�.9-=-a la noción de los tipos ideales
que intentan constituir uniformidades típicas que se . aproxi­
historia llegan hasta el espíritu de los hombres que las ela- /1
boraron. De ah� .qu: ve1·stehen in1plica introspección. Por )l! man a los co�ceptos o, en definitiva, hipótesis interpretativas
otra parte, las Ciencias naturales expresan una relación de J coi\ · una posible validación e�pírica: se intenta dar cuenta.. ,
de'sde lo individual, de los acoñtecimient<is''llist't>nco':sociale��
.causa-efecto que permite construir un sistema de leyes uni- il
vers�les desde l_a expli aci�n. �n síntesis el aporte del pen- ! \
� _�
·--���lento de . Dilthey 1mphca una relac1on de comprensión 1• .
1 1 :
a�ooeFalO cm�croso'ci3:fcfes'ae�]o'íiucrd;·��iroenñ1tiva;'""oe'sae
1;---p-ar�J;;=� ,crer·c;tr'o:-"""""'""""' '"''·"'·"' • ·
· • :. ·· ·. ·•· · · �· ··
. ..,,,, .<:-,, ..,,...., . , , :., . :
J .
.... ,,.,�
.. . .,•.., ,.•...·. •• ....
·

(vérstehen), en tanto conexión, de la Historia y las Ciencias ¡l


Sociales.
· ·


·
1
Para Dilthey, comprensión y e:A'P licación s e presentan co- 1 ' Algunas cuestiones instrumentales
mo pares antitéticos. Weber, influido en parte por el histori- f \
.
cisma y el romanticismo, tratará . de articular y unificar· los ¡; El pensamiento de Weber plantea la necesidad de distin­
dos conceptos. D esde la noción de racionalidad, tratará de � guir las determinaciones de lo histórico en lo individual y lo
investigar conexiones de sentido tomando como" base la ra- ·111 digno de ser conocido. A Sl:!- vez, también plantea la necesi­
cionalidad con acuerdo a fines. .
dad de encontrar las causas significativas que permiten re­
Los aportes metodológicos· de Max Weber en relación­ cortar el fenómeno que · ·podrá ser tanto explicado como
con la intervenc�ón en lo social facilitan la definición del aná­ comprendido (por ejempl<?, la relación· entre las manifesta­
lisis, la construcción de planos de análisis que integren la ciones macrosociales de la violencia, su expresión en lo ur­
comprensión y la explicación, la incorporación de la raciona­ bano y su posible intromisión en la vida doméstica). De es­
lidad y el logro de la autonomía de las ciencias sociales·.· to se sigue, entonces, que desde las dos últimas formas de
Para Weber, explicación y comprénsión no son contradic­ expresión se pueden presentar demandas de intervención en
torias. ·La explicación . es una parte, un momento del �nálisis, lo social, lo que implica1.. una necesaria aproximación a los
- no es un :f_in en sí misma, y requiere la Gontr_as:tación empíri­ compone� tes �el acontecimiento que se . intenta compren­
ca, que implica la existencia de una cadena causal que puede der y 'la construcción de una '�lógica · del acontecin1iento"
Alfredo J. Ca1,.balleda ;f La intervención
que generó la demanda. �a .aprqximación a la intervención,
,¡¡
c d{'Jsecuentemente, para la sociología comprensiva el punto de partida
so�� las representaciones d� l�s actores que no remi�eE a otra cosa y, co­

¡¡¡¡���i!§f�!:r����s;�x���;� _
_
m_<j'\ resultado, son -en pnnc1p10 perfectamente "tra,nsparentes". Esta

(Z±eck1-ationalitiit),
tr�sparencia está ·muy bien ejemplificada por la racionalidad de fines
cuyo perfecto ejemplo es- el mercado. Aquí no es ne­
ce�11rio recurrir a ias representácion�s colectivas, significados ·extraindi-·
--··r:fés'a<tla: · ·p�rsp e�nva _,de�·los tipos--ideales de Max Weber,_ vi dual es o pre�iones · normativas. Todo lo que se requiere es el cálculo
la explicación de la esfera de lo individual piesupone un sa- .
ber nomológico, un conjunto de uniformidade s típicas que pr�puesto es el modo de acción del homo oeconomicus,
raa!onal de costo y beneficio. En resumen, la acción racional con un fin
que .no puede evi­
tariel ser perfectamente transparente porque sus razones, aunque sub­
· expresan un comp �rtamiento que pue de ser compro bada jeti�as, son perfectamente tomprensibles par� cualquier observador ex­
desde lo empírico. Estas pueden ser elaboradas en forma si­ terno. Aquí, libertad, racionalidad y transparencia están Íl,lextricable-

milar a los conceptos a través de procedimientos de abstrac­ me�te ligadas (Pellicani, 1995).
ción; de ahí que el resultado sea un "tipo ideal". �ste "tipo
ideal" se constituye a partir de aquellas uniformidad es de la E4' síntesis, d esde el pensamiento de Max Weber es posi­
conducta. de los hon1bres que están cargadas de sentido. Esas ble acfc eder a la construcción de significados en la esfera del
p equeñas uniformidade s, empíricamente comprobables, se sujetq. De esta forma, un enfoque de tipo interpretativo, des­
expresan en los tipos ideales, de modo que la comprensi.ón d� la ;p erspectiva de la inteiV;enció:n, implica la búsqueda de·
(verstehen) p-q_ede ser útil para anaiizar y estudiar la conducta n¡oci�aciones_y no de causas,_ mediante . el reconocirrri ento y
· como "acción social" . a n áli s)�t s de la· multiplicidad de las primeras. La s motivacion e s
r
s� ret cionan con nuevas �o dificaciones, son productos d�l
_ Según: \Veber, la "acción so_cial" s e construye en l a medi­
- - -da en que ésta' se .encuentre subj etivaJ:Ilente relacionada de 4
lazo bcial en tanto construcción de reciprocidades e inter-
modo intencional con el comportamiento de .otros. .5�:.Ul.=��-��J.().�.
c� lll:b:: os. A:� .
. P..�P��-
es so)i_a�t?S _"In�� d eÍ} _ s �r. . ��ten- ):¡
.
d1_d(�sl: cc;:>mo un . enguaJ e, una grama tJ. ca �9-C:!fl:1. :_q�� d..�P�P.d e 1'1 .
_ _

Hablarnos de acción cornuni taria cuando la acción hmnana está relacio­ -. d��·�Ht:-gl:U.J2'9.�_:ª�:���J.��9.�.- P.�!��:.�. ·a,<;>s ,·.�4'qii.�-��--�-�----�9ns�yen
nada; de una Inanera subjetiva dotada de sehtido, co.p. las acti tudes de sigñ!l·��1()_s�- Este, entendillúento requiere una: necesari� re- ¡
otros seres humanos [...] . Una acción racional ligada a.un fin está orien­

�; ;�;����� ��;: :��:;:���:�:�!;:J:.tJt: ��� . \


-a s
tada con base en expectativas. Las expectativas de una actitud dada de
otros seres hmnanos, aparte de aquel que está actuando de una manera

���i; y �1�t s:g �


,
!" sq �4 � i

��;cii����(
,d� los
CCJns.!DJc;9.P �
,\,
subjetivamente racional, puede estar basada en el hecho de que esa per­
sona espera de ellos una actitud dotada de significado, con varios nive­
les de posibilidades (Weber, 1986). E�i p osible p ensar que la actitud frente a lo que conside- ""'7"\
f
ramo problema social puede ser similar a la del lingüista o : ·J
� {
Weber insiste en qúe en la sociedad existen fundamental­
mente los individuos y los significados, entendidos en un
sentido puramente subjetivo, significados que los ind�.Yiduos
j
el ser iólogo frente al texto, en tanto nec'esidad de captar. el
signi ': cado de la acción, de las motivaciones, para definir la ¡
direc ' :ión de la intervencipn.
. . , J
atribuyen a sus acciones y a las de otros individuos con los S � la escue,la crític�, son la iq�ol�gía, las fuerza� �o�ia-
·

cuales interactúan. les y- =res1Bñe;·�·üliné1as las-.qU.�}e' aari--seiltiCfü�·a·"ia· aéción, ;


�����s�"p
Pata Weber, lo social no tiene. existencia por sí mismo�
lr tf
·. . . 'íb·s·
ad�iii sete�las�Iñü �;cT;;;;_��:It;t;�:-�;;�stiones�i:amoi"éñ. iñues ­
. Exísten solamente los individu os,' en ·tanto suj eto s . ., , ·
tta�1fa ,,
' ·� i
ífece·�fdact ;;ae ;�flex �n�� ��·h�e -
-�u:o: nteéilnlentos··
·

! ' ! 1

1 04 J f)j
La intervención
Alfreao J. Carbal/eda
A su vez, .según G. Simmel, no es posible comprender la
histói:icos que acompañaron el desarrollo de las ciencias so.J'·1
.1
c1a es durante el siglo XX. '!) sociedad sin tener en cuenta la existencia de una serie de mo­
vimientos que separan o acercan diferentes · c�nstelaciones.
1
La irrupción del nacionalsocialismo y el fascismo, eJ...· ni�fo del stali_.;:1 Es decir, toda sociedad vive en "acto" pulsiones que alejan o
n!smo, obligaron a retomar una vez más la cuestión del sujeto. Era pre-• acercan a grupos, personas, etcétera. La sociedad· es posible
CI�o adentrase en lo que Georges BatáíHe-,-eJ!_consonancia con W. Ben­ a través del lazo social en tanto acción recíproca.
jamin y los frank:furtianos, denominó . feliz�ente · como -- la estructuraii . Además, la ·consistencia de los lazos sociales depende de
psicológica del fascismo (Álvarez Uría, 1997).
una serie de "regiones" de significación con reglas de perti­
nencia. Estas últimas están -circunscriptas por las interaccio­
D e bsta forma, los científicos sociales críticos comenza­
nes. En definitiva, �o existe la sociedad ·sin accíones recípro­
ron a indagar la subjetividad, y utilizaron el psicoanálisis pa-"�
r cas. Y es esa reciprocidad lo que se constituye como desafío
ra construir una aproximación a lo interpretativo. .
para la intervención en lo social. Desd� esta perspectivá; ·se ·
;¡ '\ puede acceder a una visión. �dinámica de' la sociedad que se
Si analizamos la lógica de fondo de las imaginativ�s y esclarecedorasl1

1
producciones intelectuales de C. Wrigth Mills, E. Goffmari, L. Coser,'t. vincula en gran parte a las características culturales.
y :>tras sociólogos críticos norteamericanos, · resulta claro que tras la !_ ·Es posible pensar, entonces, una relació� entre·' cornuni­
eltte del poder, tras la conceptualización y crítica de las instituciones:;¡. da9 y cultura por fuera de parámetros estáticoo. En otras ePa- ·
totales; o la diseminac� ón � or todo el c erpo socia� ? e las institucio-;¡i
.
':
nes ':oraces, _�o que esta �n Juego es no solo la negac10n de determina-¡
_
das libertades en detenninadas coyunturas específicas sino también, y;,
� 1) labras, la existencia de códig0s y sanciones <PS otra fuente de
rn:irada para la intervención en lo social.:1 Este sistema de co­
sobre todo, l � per? etua�ión del antorit�rismo y del fascismo p_:ecisa- j' dificaciones abarca diferentes esferas que incluyen lo religio­
. --
.
....._ .. . . mente en el Intenor mismo de los reg1menes democráticos (AJvarez�
¡
so, lo moral, la ley y las costumbres, mientras que la:s sancio ­
!)1
· ·

Uría, 1 997). · •1
·.

\ nes -ptieden ser suprasociales (provenientes d e l a religión),


-· sociales,- de aplicación de fuerzas o surgidas en la esfera de la
¿.

D esde el comprensivismo se altera el orden de las causa-'¡


j . cultura.
·

lidades (los efectos pueden estar antes que las causas), po� ld l
cual los fenómenos histórico-sáciales se preserttan como:;
complejos y se admite la gran dificultad para acceder al to- �� -.....
Algunas aplicaciones de la int�rvención e� lo social
do. D e ahí la necesidad de captar variables relevantes, com-:;1
portamientos, interrelaciones. En defi�itiva, acceder _al ): D esde una demanda construida a partir de la violencia
mundo del otro, al modo como lo interpreta, comprende y1; '
doméstica es posible, por ejemplo, intentar construir una ló­
explica. Así, el comprensivismo cambia la noción de causali - !11
dad p �r la de "c-onexiones causaJes", que no - son leyes ni � gica del acontecimiento que convoque la intervención. D es-
de allí se construyen determinadas categorías de análisis. En
enunciados generales sino lo que constituye la imputación lf
s principio, desde la explicación y la búsqueda de "conexiones
de sentidos a la acción social en términos de Weber. ,;· ·
causales".
Las conexiones causales implican constelaciones indivi- �
duales e hi$tóricas de .Gansas que conducen al fenómeno como /l De esta forma, una demanda como la mencionada puede
relacionarse con la pérdida de reciprocidades e intercambios
tesv-lta,do. El fin ya no �s el conocimien_to
• •: • • • • • •• -
.. de lás causa's' sino • � - •. • • - - • �. . • ,_ • • ···- •.• ... t ••• • • · - -� ··; •. • . •

de hi.s relaciones vinculares ·de los miembrós:... áfectados: Asi�


el medio que facilita el �cceso a la imputación de se�tidos. .
·
r La intervención
¡:
Alfredo J. Carballeda

mismo, son múltiples las motivaciones que deben ser consÍ­ Jia intervención en lo social . ...!?99P
se construye�. d�---�-�.!�
deradas: la emergencia del matrifocalismo (como forma de
alteración de papeles y funciones dentro de · una unid;:�.d do­
méstica); la caída o pérdida de grandes relatos_.J�X.p Úcativos
�'ilEt����:�¡t!�.����r:=��ti��·�;��=
ticuFadón es preciso interrogarse: ¿ cómo se construyen esos
(que implican una posible construcción de nuevas esferas de órd cines? , ¿cómo se actualizan? , ¿ cómo se transmiten? , y es.,.
explicación para · cada integrante· ··de- un grupo familiar}; e� p ecialmente ¿cómo se mediatizan ?
in1pacto de la crisis económica (con su carga· de-incertidum­ lp"na experiencia llevada a delante a través de un progra­
bre e inquietud); dificultád es para recodificar lo nuevo co­ ma de autoconstrucdón de viviendas y ayuda mutua ilustra
mo incierto; la implosión de lo paterno masculino; la �risis
· .

l o qtie acabamos de ex;poner:


de las instancias sociales de contención; el deterioro d e los ¡¡

vínculos solidarios; interrogantes como " ¿La violencia pue·­ rLa infom1.ación necesaria para cubrir los casilleros de la encuesta social
�o era suficiente para acceder a algunos componentes de . la singul��­
de ser una forma d e lenguaje o es un fenó1neno nuevo que
obstruye? " .
...
dad de los actores intervinientes [ ] este momento no debe ser enten­
&ido en términos morales y ¡!e presentación por parte de .los involucra­
En definitiva, s e presenta una serie de cuestiones que -im­ Jos de mayores carencias o..,.. méritos para poder acceder al PP. Todo lo
plican la necesidad de nuevas fonnas de ap roximación a la de­ �ontrario. Me estoy refirierrdo solamente a la necesidad de hacer pre �
martda que cómienza a construir la intervención. En otras pa­ ��nte las trayectorias personaJes, farnHiares y colectivas de esos. vecinos
e incorporarlas [...] al proceso de áutoconstrucción de viviendas po� el
Jistema de ayuda Inutu.a. Para poder logrado era necesario. aproximar-:
lab ras, nuevamente se intenta una aproximación a lo social
desde la búsqueda de la comprensión y explicaciqp. . de los ac- Je a la subjetividad de los posibles autoconstructm;es y comenzar a pro-'
tores en el escenario de su vida cotidiana. f-m
¡¡_1
dizar algunos componentes de ésta y la cultura (Rivas, 2 00 1).
_
D e esta forma, los relatos que s e presentan se reco �an al­ {1 - . .
rededor de lo que cada momento histó�ico-. propone .corno - p tra cuestión significativ� de la int�rve�ción �n lo social
problema social. Esos relatos forman parte del núcleo signi­ · s e �� laciona con la recuperaCIQn
... de sohdandades. ·

ficativo de ese sujeto que demanda atención, y de ellos de­ l a noción de solidaridad posibilita repensar .
algunas -cues.:.:.
q
penden la construcción real y sin1bólica de aquello · que es tiortes· relevantes de la intervención, . desde don�e se inte�ta
presentado como problema. prqtbletnatizar una serie de conceptos que en definitiva remi­
·

Así, desde la intervención surgen diferentes aproximacio.,. ten'l.l a l a i dea global de solidaridad.. D e esta forma; las nocio.:.
nes)
.
·

pertenencia, . presencia, o ?gen�


.

nes a Ia misma cuestión: el relato que surge de una historia


'

de igualdad, identidad,
social en un hospital psiqui.átrico o general, Ola narracióií de etcétera, se relacionan con la problemática de la integración' ·

las dificultades y posibilidades organizativas de un barrio o en fel sentido de la · refundación de solidaridades. be m o do


comunidad, lás necesidades sociales, etcétera. qu� resulta necesario dejar de lado algunos prestipuestos de
En definitiva, ·el relato p osee un plano material y uno sim­ tip� dicotómico como salud y enfermedad, ya que desde la
bólico que se manifiestan en la demanda. Ésta se c�p:struye p e�spectiva de la integración, la no dicotoniía de ambos con�
en forma histórico-socia l, y es la expresión de los actores so­ ceptos implica una forma diferente de p osicionamiento fren.:..
ciales. Todo este proceso es mediado por una determinada te ¡¡t esos temas; vinculándolos a la historia, la singularidad y
1 mo d al i dad de intervención y por categorías de análisis que s e
·
el � ontexto . En definitiva, la o p osición ' entre salud y enfe.r-
'
C,, vat1 éo.nstruyend'o en forma· pern1ane'n te." es más que una "consttucci15n''";· al' iguaJ. que· · otras
..

'"in�d"ád no
· ':"<' , , .. :. . .. . .. . , •• _ ::
·

1 08
ll
1
Alfredo.]. Ca1-baÍJeda La inte1-vención

que remiten a la separación entre sujeto y obj eto, individuo


�¡ En definitiva, la intervención en lo social implic:a una ne­
1 colec­
y sociedad, interioridad y exterioridad, instancias que al se­ cesaria articulación entre la subj etividad y los_pro cesos
pararse se proponen como categorías ahistóricas y as,o e,:iales, l tivos con un horizonte predet ermina do: el ·de la proble máti­
ratificando una supuesta "universalidad" . _ :
l ca de la integra ción. Este proceso es ,accesi ble a través de la

t
-· � -- � ·-· . .

· registr o .
interpretación del acontecimiento, el análisis y el
·

Algunas veces la presencia de la d emanda desde la insti­ r


dad
tución o des d e el " caso social'' irt-sta--a.._pensar la interv�n­ ! P or último , la intervención en lo ?.acial expresa la necesi
ción d esd e una p erspectiva cercana al c omprensivismo. En \l de una búsqueda, de una construccton, de una modal idad
por su .
principio , diremos que el acontecimie�to que fun da la in­
.i discursiva diferente, determinada ahora por el suj eto,
ra la
propia palabra, por su �ingularidad, a la vez que recupe
1
tervención a partir de la demanda pued e s er l eído desde las
motivacion es que determinan el sentido de la acción. Este \ \ impo rtancia de los vínculos de ese sujeto con otros, buscan ­
i o que se constru -
proceso es atravesado por pautas cultural es que a veces dan � do desd e allí una resem iotización de aquell :
cuenta · de las ditJ.cultades actuales para la transmisión de � 1� �..,.<Cl...-.·";·:--:¡· .,- · :·;·=- "······· . u
yó. .disc;"ll!si��� el?-_�� c�mo h �gemo n 1 co . $"!!!!- !,.,!�.g S,tP!!;,,_ �! ·
···¡ ;,.: . '·'"·d
.. ·""··:·· .� ..-."....- -. .. ....., , .... . · : ··
Ia
. -. .. .. ..

..
.
.. ·.·= • ..•. :-.. ·; ...

..

t 'l'ta�uña�ñüeva eñtfuc iación de lo real .


códigos y experiencias, especialmente a partir de la caída de ·; grainática qu�perm
los grandes relatos contenedores . Esto puede mostrar cier- t
to · grad o de c omplej idad en tanto s e incorpora una cultura �
�1.¡
que puede s er propia. D esde esta perspectiva, la mirada fi

desde la intervención en lo social se puede orientar en el


sentido de la a cción a partir de la imputación d e sentidos ¡1
que da forma a la d emanda. .
l.' .
·

�tervenir ·t�mbién implica interroga_r.se sobre las circtnls­


· ·- . ...... ..

tancias� construcciones o acontecimientos ·que .�e interponen ·:


entre suj eto e identidad. Tal vez el camino más relevante de
1
la intervención consista en aproximarse a esas cuestiones . a 1
\ .
partir de una separación entre suj e�o e historia en una sacie- Jj
dad que se presenta como fragmentada. F:�lix Guattari apor- ��
ta una visión interesante de las potencialiJ:'d'es··ae'"" éste a1s'po- ¡: :
,

� sitivo. Se pregunta:
)

�¡
,1 l ¿Cuáles son las posibilidades de la intervención, los márgenes reales de ��
1 1\
¡:
maniobra de los maestros, los trabajadores de la salud mental, los tra- �.l
bajadores sociales? Para determinarlo es necesario que se superpongan �
discursos de diferentes órdenes y no solamente discursos de teorización ;¡·:
. ·

1 1 general, sino también "microdiscursos" más o menos balbuceantes, en


'

\. �. ·
el nivel .de las relaciones de 'la vida cotidiana [ .. ]. El análisis, conSíste �n :�
...
.

articulaF [ ], en hacer coexistir, en disponer según un principio de $!


transversalidad, e�. lograr que se comuniquen transversalmente esos .
discursos (Guattari, 1 98 1). �

1· · ·

., ., í'l
CAPÍTULO 5
,..

La intervención en espacios nllcrosociales

{•:. .

�·
La initer:vención en lo social y los espacios microsociales� · ·

El ca�o del trabajo social comunitario


f\.Í . .....r-i'"
i��
'

El! estudio y el análisis tlel contexto social, ya expuestos


e11;. c �pítulos anteriores, de �alguna manera marcan una :di-'­
:re'cci �n a la· intervención en comunid�d, que puede ser re,
l�cio � ada con . ,la "problemática de la irltegración" En otras

palaHras, es posible definir la intervención en el ámbito de 1


la c ob .1
unidad como un dispositivo que intenta . producir
.

modi!ñ caciones, justamente en las expresiones locales que


-· son . e féct;o de esa problemática . .
Dte esta forma, el horizonte de la intervención · comuruta- ' ·

.
ría s� vincula en principio a .la posibilidad de ··trabajar los as..;.
pectos más significativos de la "problemática de la integra- ·

· ción"j que se expresan en el plano local en fo.rma de "frag-


·!
·

mentación social" .
La expresio:ri microsocial de la intervención es visible a ·

travé� de nlúltiples reclamos y r�ivindicaciones vinculados a la r

calid�d de vida, que muchas veces tienen un carácter reduci ....


do, acotado a una cuestión específica. En otras palabras, y, en ·
líneas generales, el reclamo producto de la organización ha�
rrial h o apela al todo social en términos de una transforma­
ción ¡p.e éste, sino que q-tiedaría dentro de los límites del espa­
q�o _J?¡�icrosoc�al. Pero esto no hace que d�je de int_erpelar, ni_
que' pierda su' carácter oi-ga,nizativo; simplemente, y cii vez én'
..

113
Alfredo J. Carballeda 1 La interuénción en espacios microsociales
,j¡

forma momentánea, se restringe a una dimensión menor que:1' diversos programas sociales que se aplican y, a través de la
en épocas anteriores. ;, triangulación entre elementos cualitativos y cuantitativos,
Otra expresión de la fragmentación de lo ·social se . maniJ evaluar el impacto de las estrategias de intervención utiliza­
fiesta a través de diferentes formas de padecimient:G. Tanto la': das. En definitiva, se trata de elaborar modalidades de inter­
fragmentación como el padecimi�nto interrogan a la inter..: · vención que puedan singularizarse en- lo local.
vención en lo social en tanto posibllldad . de ��tervenir sobreh Por otra parte, el espacio de lo barrial instaura una serie
·.
aquello que la crisis separó. - ¡1 . de significaciones a través de las cuales puede observarse la
tensión entre lo público y lo privado. Es posible pensar el ha- .
En efecto, el trabajo comunitario puede proponerse, den-'�
tro de sus lineamientos generales, intervenir en los procesos� rrio dentro de una tram¡1 de significaciones, desde la apropia­
o fenómenos de fragmentación (en ta�to trama social), a par_;,; ción social del espacio, hasta la construcción· o el intento de
tir de su expresión local, intentando reparar o reconstituir¡ constituir un · orden propio que habla de la cultura e histor� a
aquello que las condiciones sociales, económicas y políticas, ! de quienes lo habitan. ...
La sociedad crea los espa�ios y, en muchos casos, los
fragmentaron. · .· .
En este sentido, entonces, la intervención comunitaria se :
� conflictos sociales urbanof"muestran las marcas que quedan
relacion� con una serie de elementos integrado�es, organiza- � inscriptas en el territorio de lo· barrial : un barrio; ·una comu­
dores y simbólicos que pueden servir en función de la re- ' ·rü.dad, un espacio, es un texto que. ·es posible develar. Al mis­
construcción -- de identidades en un escenario microsócial. � . �o tiempo, la sociedad es el lugar donde se expresa la com-
. Así, la intervención en
la comunidad implica una modalidad; · � plejidad de l�s lazos sociales, ya que· es el espacio donde
---
. _ � ingular, s egún la cual construye su complejidad a partir de la , transcurre gran parJe de la cotidianidad. Distintos elemen­
elaboración de dispositivos que van a actqar en espacios mi-,j tos materiales y simbólicos le dan características definidas al
crosociales, cuyo horizonte se relaciona con la· integración, la,r espacio. Una forma de construcción de identidad pasa, en
organización barrial y la identidad. · : , tn:u,chos casos, por los modos de apropiación de los espacios.
Lo microsocial implica una mirada a lo local y una bús- 1 / La ciudad en general se presenta entonces como· un espacio
queda de la singularidad del escenario de acuerdo con· sus ,¡ de pujas permanentes y diárias donde la ma·rca del graffitti
propias características y su relación con lo macrosocial. Por "\ -llamado "tatuaje urbano" por algunos autores- puede deli­
otro lado, la singularidad fonna parte de una construcción ji mitar territorios. El espacio se muestra a los otros, se nom­
histórica de esa comunidad que va a tener süm.ificados b
parti- ''�1, bra, se materializa y participa en la construcción de identi­
enlates. Es decir, el acceso a la singularidad permite incorpo- �� dades, dentro de la constitución de dos órdenes: uno visual
rar historicidad a la intervención comunitaria, lo que implica f¡ y otro lingüístico.
una apertura hacia la concepción de los problemas sociales �� La ciudad se nos presenta como un sistema de significa­
desde su construcción, ampliando de esta forma la mirada ha- �� ciones que se va a singularizar en lo microsocial, lo barrial, lo
cia la posibilidad . o no de distintas formas de reparaciqn pro- ;¡ comunitario. Pero la ciudad es también sighi_fi cación social
pias de cada lugar, que pueden s er evidentes o que necesitan
ser develadas desde la intervenció n.
.i�
ll
en sí misma; producto de diferentes condiciones históricas,
discursivas, valorativas;-- ·económicas, políticas, etcétera. Hoy
.
�-- . �
-� �: ���.�rv:���i �.n --� c ?��� �� � �, ,��-�� i ��\�� �P?X� e:.n )? ex-
puesto, tambten permite hacer ITiáS operatiVOS y factibles los
· � !f su expresión, o parte de ésta, se manifiesta en los espacios
·microsOciales, donde aún se construyen identidades. que,

'i
. Alfredo J. Carballeda La intervención en espacios mia�oso_ciales
desde una perspectiva con textual, presuponen el concepto de fenó;tnenos. Éstos son presentados en la práctica cotidiana co­
la conciencia de sí, reafirmada d esde lo territorial, lo lingüís­ . mo problemas en tanto demandas de tipo in��gral.
tico, lo familiar, los orígenes, la religiosidad , los códigos, et­ Dada la dificultad de la intervención conii:mitaria en la ac­
cétera. Identidad que, en definitiva, se constiTI.Jy:�--�C::l?-
. :la- -inte­ tual�dad, la -concepción de " diagnóstic�" no s ería suficiente en
racción con la presencia de un " otro" que forma parte .
de un la húsq:ueda d e lineamientos, perspectivas y esencialmente
escenario, de un espacio microsociaL--_
· horilzontes para la intervención en lo social desde cualq�ier
_ _ _

campo. S e p odría p ensar esta categoría de análisi� desde otras


'
miradas más orientadas hacia lo sociocultural y concebidas . . .
El diagnóstico comunitario o el conocimiento de lo lo­ serun la noción de "microsociología local", tomando aportes
b 1 :
cal para la intervención en comunidad de El-ving Goffinan y otros autores como Geertz, Hammers-
ley, f\..tkinson o Rosaldo. Sobre este aspecto, Geer� plan��a_:
P ensar en el " diagnóstico comunitario" requiere, en ¡• -
1
principio, revisar los términos que se utilizan para caracteri­ P.r5í, los científicos sociales han empezado a comprender que no necesi- .
zarlo . En otras palabras, la utilización d� la acepción " diag­ t�ban exnular a los físicos o a·1Ós humanistas de gabinete� ni siquiera in- '
nóstico" muestra desde el inicio, si se quiere, una medicali­ �entar algún nuevo dominio �el ser que sirviese como objet? de sus in­
vl � stigaciones. En cambio pod�� proceder según su vocación, intentan- ·
zación del conocin�iento al que se pretende acceder o cons­
truir acerca d� una comuni dad, barrio o l ocalidad. Es d ecir, . d� descubrir un orden de la vida colectiva y determinando las conexio-
.. � �s de lo que h�bían estado reslizando con �niciativas a�nes [ -·1 La �­
la noción d e diagnóstico éornunitario remite inevitablemen- piicaCión interpretativa -y se trata de una forma de expbcacxon,_ ; no so­
te a las prácticas médicas en la búsqueda de "indicador es" o lo de glosograña exaltada- centra su atención en el significado que las
instituciones, acciones, iiná.genes, expresiones, . acontecixnientos y cos- i
.,'-sÍIJ;_�omas " de la "enfenneda d" en un d etenninado lugar o
territorio.
�J ..
n1bres [. ] tienen para quienes poseen tales instituciones, acciones,
-. costumbres, etcétera (Geertz, 1 98 3 , pp. 3 3 , 34).
D esde una perspectiva clásica, el tema del diagnóstico co­
munitario o la construcción de conocimiento acerca de las
Acceder al conocimiento de la "microsoc�ología local", ·
dificultades de determina do escenario es bastante conociqo y
d esde un punto ·de vista si sé quiere profundo' y especialmen- .
se puede encontrar en diferentes manuales d e atención pri­
te vinculado a lo cualitativo� supone una série d e dificultades
maria de salud o en textos sobre desarrollo d e . la cornunidad ,
y posibilidades . En principio , el acceso a la "microsociología
tal vez más relacionad os con concepciones de tipo universal
local" s e relaciona con uri determinado contexto, en el cual
· y esquemas metodológicos que fueron útiles para adaptarse a lo · microsocial s e encuentra atravesado por lo macrosocial,
situaciones diversas pero que plantean dificultades para dar p er6 , a su vez, este juego de interrelaciones se encuentra sig- ·
cuenta de las necesidades de intervención en el presente.
En la actualidad, y en función de lo engorroso del trabajo
f
nad p or la histori�idad del espacio o territori? y p or una se- .
ríe <f1e aspectos socioculturales que en la actuahdad se presen­
comunitario ante la creciente complejid ad social, se hac!= ne­
!
tan ..c omo sumamente complejos. D esde está perspectiva, es
cesario pensar modalidad es de intervención que permitan u�a
aproximación genuina a la particularidad de lo local, en espe­
) . �
pos ble p ensar la comuriidad como un co�texto parti �lar de
intenrención, desde el 1·cual pueden surgir algunos 1nterro-
cial a partir de la fuerte heterogen eidad de lo social y las difi­

_

. gan es referidos especialmente a la dir�cción u orientación .


cultades de acces:o a la comprensión y explicaCión d e divers o s
de� 1frabajo C'omunitario. ·

1>,!

116 117
Alfredo J. Carballeda
La intervención en espacios microsociales
Es posible hacer una larga lista de los obj etivos técnicos
s on de fácil medición: por ejemplo, por un lado, es posible
del trabajo comunitario que aspiran a mejorar la calidad de
medir la presencia · del sida, p ero es muy 1ifícil entender el
vida de la población, disminuir las enfermedades infe'7c��sas,
impacto del VIH sobre la singularidad de su portador y có­
incrementar el número" de vacunaciones, mejor�rr.Jq� indices
mo esto implica una marca familiar y local. Es decir, una si­
de habitabilidad, bajar las tasas de analfabetismo, etcétera. A
tuación objetiva implica una impresión en la esfera subjetiva,
su ve�, en · la actualidad se suman riuevas_Guestiones como la
que puede traducirse en incertidumbre, dificultades familia­
drogadicción, el sida, el desempleo, la falta de espacios de en­
res, ruptura de lazos sociales, pérdida de espacios de sociali­
cuentro o socialización, la violencia doméstica, la violencia )
i zación, etcétera, a partir de lo cual se producen nuevas signi- ·
·urbana, etééter�. Estas últimas provocan crecientes dificulta­
ficaciones en cuanto a"" la idea de enf�rmedad, por ejemplo,
des en la intervención y son las· más frecuentes en las deman­
1

así como también la generación o búsqueda de formas de su-


das locales, lo cual muestra que es necesario elaborar estrate­ 1
¡f¡ p ervivencia, etcétera.
. .. ,· : .
gias de intervención que puedan dar respuesta tanto a los
problemas "históricos" de la comunidad como a los que se
11 En l a actualidad, l a intervención en comunidad s e enfren-

presentan como novedosos . De esta forma surge la necesid�d \


1 ta con ambas cuestiones,..J.as cuantitativas y las cualitativas.
La integración de ambas e�feras del problema influre de ma­
de profundizar en el .conocimiento de lo local, lo que conlle­ l!
f¡! nera relevante en la metodqlogía de trabajo, generando nue-
va nuevas cuestiones e interrogantes que se hace necesarió [' .
f . V,:as modalidades" de intervención. · que intentan actuar sobre
trabajar previamente.
. ,¡1, · ·.ambas. . :.
Una mirada r�pida al contexto nos muestra la posibilidad
. _de comprenderlo, pues se encuentra atravesado por una si-
� ) Desde esta perspectiva, la aproximación al conocimien­
-to de la "microsociología local" implica comprender los es­
tu:aci.ón de crisis que, en principio, se podría analizar desde
pacios de intervención comunitaria desde la existencia de
dos puntos de vista. Uno, que es bastante ·accesible y II).edi­
·

dós Órdenes : uno social. y otro de experiencia subj etiva. Es


ble, es el punto 'd e vista cuantitativo, que puede ser desarro­
decir, dentro d e una con1.unidad nos encontraJ!lOS cop. si­
llado en cuadros y gráficos : índices de dese1npleo, situación
tuaciones de interacción entre diferentes ac;tores, que pue­
alimentaria, t:asas de mortalidad infantil, datos demográfi­
d en mostrarnos singulare� y dif�rentes fo�mas de padecí- .
cos, i�cidencia d e. enfermedades infecciosas pre�enibles, si­
miento en tanto efe ctos de la cuestión s ocial. D es d e la
tuación de la vivienda, índices de escolarización, etcétera.
perspectiva de Goffi.nan, _es posible sugerir el análisis social
Esta mirada nos muestra, a través de datos concretos, la si­
de esta situación desde una posición integradora. Este pro­
tuación de las. condiciones obj ertivas y fácticas de la cuestión
ceso de análisis puede mostrar la construcción de una lógica
�ocial y revela la envergadura de una crisis global que va a
que nuevamente se elabora en .dos órdenes, uno macros � ­
impactar singularmente en una comunidad.
cial y otro microsocial, dentro de un contexto que es posi­
Pero, por otra parte, todo este proceso está generando di­
ble denominar es�enario, donde se despliega el guión de la
versos niveles de impacto subjetivo en toda la població ., de­
�. trama social, d onde el suj eto y su entorno prueban la vul­
jando marcas que a su vez remiten a otras necesidades de in­
nerabilidad o eficienci� de sus lazos sociales, su inserción
fervención y otros niveles d� problema, lo cual requiere una (¡,
s ocial, su relación c o:d . . determinados espacios de socializa­
mirada cualitativa. D esde el punto d e vista de lo cualitativo,
�e · reconoce la existencia de nuevos acontecimientos que ·no i�
fl ción, la existencia de 11.uevos papeles en la esfera de la fami­
li�, etcétera.
Alfredo J. Carballeda La intervención en espacios nticrosociales

En definitiva, el conocimiento rnicrosociológico local im­ Por otro lado, aquello que se observa tiene historicidad,
plica la conjunción de los dos aspectos mencionados, es de­ forma parte de un proceso, expresa lo colectiVQ�.Y se encuentra
cir, aquello que es posible medir y el impacto cualitativo de en mÓvimiento p ermanente. Además, el pap¿:;l del observador
los indiéadores sociales en la singularidad del co�·ten-o· don..:. se vincula· a la imagen que de él tiene . la comunidad, lo cual
de se propone la intervención comunit�ria. consttuye una esfera de reciprocidades que puede ser caracte­
rizad�' corno intervención comunitaria, en tanto construcción
.... _ _ .

de la�bs social�s dentro del proceso de intervención en lo so- .


. La observación como inicio de la intervención cial. Este terna fue de vital interés, por ejemplo, para la Escue­
en coirtunidad la de ��hicago, y sobresale en los trabajos de Robert Park Por
otra :Parte, lo que el observador vea dependerá en gran parte
D esde este plano de análisis y en función del conocimien­ de su lubicaciórt dentro de una determinada ted de relaciones
to del contexto de intervenc;íón con1.unitaria se hace necesa­ locales. D e ahí los aportes de la �bservación participante_ �ti:-::
rio su1nar una 1nirada cualitativa de la comunidad a la cuan­ lizad� en la investigación :-fl�ció:ri, que se relacionan con los·
titativa; que es aportada por los indicadores sociales, econó..:. priméros trabajos de Fals B �rda, ya que este dispositivo meto­
micos, etcétera. dológico permite registrar los medios, los símbolos y los rnun- '
La observación como una de las instancias de la interven­ dqs d� experiencia que tienen significado para la comunidad. •. ·
ción en comunidad implica una forma de aproximación a la · ·. En principio es necesario- acceder a la comprensión y ex-
r
realidad que se pretende estudiar en términos de conocimien­ plica<rión del mundo que tienen los sujetos y grupos sobre los
. •• •

to,,de lo microsociaL D esde los aportes de la investigación-ac­ cuales se interviene, intentando aproximarse a los códigos lo-�
cióii··es posible plantear que el instrumento d�- observación en cales/ las forrrias de participación y en especial las modaFda­
el trabajo comunitario es el " observador mismo", pero éste es­ des· d� _comprensión y explicación de los problemas sociales
tá signado por representaciones y saberes previos que requie­ -· qi:re-é'stos. poseen.
ren una profunda reflexión y trabajo en equipo para dar lugar Este abordaje, que recib e . aportes de la an:tr:opoiogía y ·4et
[.
a una reelaboración de lo observado , en tanto búsqueda de iñ­ trabajo social, revela la necesidad de acceder a las formas. cons-
. . . .•

terpretaciones y confrontación con lo empírico, es decir, con lo titutitas . del espacio rnicrosocial en términos de reciprocidades
fáctico. La observación es, entonces, una instancia de un pro­ e int�rcambios. Justamente es este plano de observación el que1
ceso de análisis que contribuye a la interpretación de lo local. se vincula a la intervención� La obs.ervación se transfo�a en:
Desde esta perspectiva, la observación se vincula a la mirada un dispositivo de intervención que se orienta hacia la recons­
sobre la trama cultural del espacio microsocial. Según Geertz, trucdón de solidaridades, redes y formas de reciprocidad e in�
dentro de una situación social pueden existir diferentes claves tercatnbio que implican una dinámica material y simbólica . en
interpretativas, de ahí la importancia de la propia visión del ac­ cada �ituación; es decir, la observación es la instancia inicial de
tor en tanto construye significaciones en su vida cotidiana¡.· · �
un p oceso que bus�a res�tuir una· trama social fragmentada y
En definitiva� la observación s e relaciona con una situa­ fuerdemente atravesada por formas de sociabilidad que cada
ción o acontecimiento estipulado con anterioridad, ·d�be ser vez �ás se orientan hada " la esfera individual. La mirada sobre
planificada y evaluada y es neceS'ario retnitirla a proposicio-
· ,, · · · ·· · · ·
d
. las r laciones de reciprocidad e intercambio, entendidas ' en •
nes gen eral es. · .· · ·· ·

. � térill. n os de re laCi ón" social · o,. riü!j ór; dé"lazó · ·sodal; "¡J'resúpqne"'
· · ·.
· ·
·

.
· ·
¡ · ·-··. ··,

- 11 .

��'"1
1'
1 20 121
Alfredo J. Carballeda La intervención en- espacios microsociales
esa perspectiva que intenta desde los espacios microsociales Hacia un esquema de trabajo comunitario
amalgamar aquello que la crisis fragmentó.
Otro plano de la mirada se relaciona con lo. histórico, Las estrategias d e intervención en comunidad pueden
vinculando la historicidad y las características. o.¡:ga.nizativas graficarse en .un cuadro que nos permita ordenar lo expues-
locales a través d e determinados . dispositivos d e interven­
·

to y profundizar cada uno de sus aspectos.


ción que incluyen las asambleas, fos ·-e-spacio�._grupales y las
historias de vida. De esta forma es posible acced-er a Un. co­ Gráfico 1
nocimiento profundo de la comunidad, en tanto se analizan
las potencialidades de organización de los diversos grupos Pro b lem·auca de la i nteg raci ó n
.
que la integran, así como también las formas de compren­
sión e interpretación. de los ·problemas dentro de diferentes t
esferas (organizacionales, grupales, comunitarias, institucio- ¡1 Fragmentación social
t
n?-les, etcétera). J!
. Ru ptura/de solidaridades
Según esta perspectiva, la historia de los sujetos, familias y ¡.,l 1

�t re �
grupos de la comunidad es concebida desde una estrategia de i
recuperación de lo propio, de aquello que construve identi- .!: Fractura en el teji o c·o nte ción social
�ad y que, en ·-definitiva, s e vincula al "todo social;, . Resulta J. ��
necesario, entonces, adaptar para el trabajo comunitario algu- � Intervención com u n itaria . en espacios m icrosociales
. --�os de los dispositivos, técnicas· e instrumentos de iri.terven­
c.lon que las ciencias sociales han utilizado . ;hasta el presente. � �
- Ejes de intervención Instrumentos de intervención
Por o.tra parte, la mirada hacia los aspectos lúdicos y expre�
sivos muestra también otra posibilidad de aproximación a la f ·
· Lo solidario Observación

. comuriidad. Con frecuencia, la aplicación de determinadas es- :;� Lo histórico


. Lo lúdico-expresivo
Entrevista
Técnicas grupales
trategia� de juegos -reglaclos y no reglados- es útil si los mis­ Técnicas de juego
mos se orientan hacia la reconstrucción de una trama social Expresión creativa
segmentada por las diversas expresiones de la crisis. En mu­ H istorias de vida

chas experiencias de trabajo de campo, la expresión plástica M edios gráficos


Medios audiovisuales
(por ejemplo, utilizada con niños o adultos para la descripción
del barrio y de sus problemas) da cuenta rápidamente de las di­
ficultades de integración y socialización que ese espacio posee.
En síntesis, la observación desde los aportes de la investi­ Horizonte de intervención
gación-acción o la investigación participante adaptada �1 tra- . Reconstruir solid arid¡3.des
Lo integrador
bajo comunitario se transforma en una modalidad de inter­
Lo · organizador
vención capaz de orieJ?.tar futuras acciones en relación con la ¡¡
1.�
Lo simbólico
singularidad de cada espacio microsocial, cargando de senti- t
dos a los instrumentos clásicos de inter-Vención en comunidad. Identidad
JI
;l,
!
Alfredo J. Carballeda La inte1--v ención en espacios microsociales
Gráfico 2 � taciór{ d el espacio y el tiempo d e dichos lazos y su proyec­
ción dl conjunto de lo microsocial, así como_ también deve­

>< lar las' relacion es ·con el todo social. Esta trama arquitectóni­
I n te rve n c i ó n e n co ntextos m ic rosocial es

Datos cuantitativ os --------- Datos cualitativos


ca pu��e transformarse, a partir de la intervención, en un lu­
gar dé intercambio material, simbólico e imaginado,' que · se
relacirnará con las reciprocidades de . los integrantes d e un
grupo o barrio en lo que se refiere a la construcción de iden­
Aproxi mación a l c o n o c i miento de lo l ocal tidad )s - A su vez, posee reglas (códigos) no escritas, lo que la
ratifiqa en un lugar de informalidad asociándola con una de­

� �
D e m an d a l N ec e s i d ad D e manda 1 N ecesidad
terminada dinámica cultural y con un sistema de códigos y ,
valores . .
Esta articulación de lazos sociales que es posible �evelar, �:.
Expre s i ó n c u a ntitativa Expre s i ó n cualitativa
partir de la intervención en espacios microsociales in1plica una
serie de relaciones informales que se construyen y se recrean
a partir de acontecimientos significativos, como la b�ografí�
Lo solidario co1no estrategia de intervención
en espacios 11tia:usociales de sus integrantes, el parentesco, la yecindad o la amistad. Pe­
rq:.··por otro lado, esta trama de rela�iones que se estructuran.
D esde la intervención en los espacios microsoc iales, la a partir de la�os sociales se aso�ia a deten:pin.ados procesos co­
�irada a la cuestión de la solidarid ad pennite reflexionar le�tiv�s y a su historia, y constituye también una circulación .
acer�_a de los lazos sociales y de la sociab�lid ad que éstos fo­ �
de in ersubjetividades que éxige otra vía de ingres� a la cues­
mentan. No se trata de recupera r la visión de solidarid ad or­ tión de. la identidad. Las relaciones que se constituyen a través
gánica y/o mecánica , presente en el pe.Iisamie�to d e Émile de_ los; lazos sociales tienen un sentido integrador, organizador
Durkheün, sino de visualizar los lazos sociales desde las re­ -.y siiñ.bólico . D,..esde la filosofía de Husserl, la relación en cua.n­
laciones inforn1ales que se construyen en el espació de la vi- ' 1
r
to a las cosas es impensable sin una _corporeid�d ·constitutiva,
da cotidiana. ·

·· sin uri punto intermedio:


·

Considerar la importancia de la solidarid ad permite i�ter­ 1


venir en la estructUra de los lazos sociales que se establecen l . r

La subjetividad pasa a la esfera �ntermedia de la intersubjetividad, un "en-


en los· espacios microso ciales : desde una intervención en co­ tre." (z-u.JÚcben) cmno lo llama Martín Buber, un "mundo intermedio"
munida d, la visión de la solidari dad constituye una vía de lle­ (z7.í(ische1weich) como lo llama Merleau-Ponty, un "reino intern1edio"
gada a las diferentes fonnas organizativas que pueden encon­ como lo he llamado, que pertenece a todos y a ninguno en particular
trarse en un determinado espacio o lugar de intervención.· (\i\fal denfels, 1997). ·

De modo que, desd e la p erspectiva de solidaridad centrada


'•

en los lazos sociales , es posible lina aproximación al conoci­ Aqemás, la construcción de sociabilidad a través de los la­
mien �o y análisis d e la realidad local, de los significados·Jqu� zos scpciales significa la p9sibilidad de encontrarse con cier­
se atribuyen a los acontecimientos en ese medio, y de la in- tos niJ!veles de predicción,,. organización de recursos, previsión
fluencia de lo macro social en ellos. ·

y contención. D e esta forma, el mtindo de lo incierto, en tan- ·


, � entro de esta arquitectura d e lazos social�s es p osible i
1
i . to paraeciinien,to, p1:1ede retomar certezas, pequ�ñas pero sig-_
precisar el campo de relacion es de una persona, la represen-
�ificdltivas, que se inscriben dentro de lo intersubj etiva. · · · ·
¡ i!
l

1 24
125
La interoención en espacios microsociales
· Alfredo J. Carballeda L'
'l
•,1

�;¡
Así, los lazos sociales no sólo ratifican, en la vida cotidia­
para una mayor comprensión de lo local. Asimismo, la forma
de construcción de esa sociabilidad se presenta como signifi­
�-

na, la identidad de cada uno de los integrantes de .la arquitec­


tura mencionada y la percepción, identificación y ·r esolución cativa, ya que puede orientar acerca de la histó�ia del grupo o
· de problemas; también construyen instanc�as ·de -·e-entención la comunid ad. D esde esta perspectiva, 1� interrogación acerca
y apoyo que se "salen de los carriles" establecidos formal­ de la historia resulta relevante para la recopilación ·de relatos,
mente d entro de la sociabilidad d �f 'con�ato, · ªpoyándose en ip.dividuales o grupales , sobre la constitución de esa trama.
la cohesi<?n del lazo. Nuevamente, la problematica de la. Por otra parte, los interrogantes de la intervención en lo
identidad se presenta como horizonte de la intervención. social también apuntan a la interrupción de esa serie de tra­
Por otra parte, todo este juego de intercambios y :¡;ecipro- : mas y/o lazos sociales, a ..sus obstáculos y a las posibilid ades
cidades no es acumulable, no está escrito (en términos de . de facilitar su circulación, �omo así también de determinar
contrato), no implica rendir cuentas desde la perspectiva del dónd e y cómo es posible, en la intervención, la recomp osi-.
"balailce", sino simplemente explicitarlo desde la interacción ción de aquello que se fracturó o fragffi entó. ·· ·

a través de-las re�aciones sociales. Ahora bien, _aunque no es.­


tá escrito, este dispositivo de intercambios tiene reg1stro en
Lo histórico conzo eje estratégico de intervención en lo social
términos de inscripción y, de esta forma, construye su propia
menioria.
·· La aplicación de instrumentos de intervención que consi­

jti'i
. Objetivamente los intercambios son múltiples, observa� ·
d�ran la histori�. del sujeto, grupo o micro:Sociedad confiere, en
·

bies y cuantificables; de esta forma se intercambian apoyo,


. -���rmación, objetos, cuidados, ·dinero, etcétera.· Cada etapa ¡� principio, un reconocimiento que pe�te comprender el cam­
:: ! ; �
o m o d rculació� de intercambios dentro de esta ar- f:. p o en el que se despliega la intervención desde una perspecti­
q· t e . ra e azos socta1 es va a re1acionarse con dos aspec- '·:.f1
.
va histórico-social. En otras palabras, es necesario conferirle a
-- la ·intervención la posibilidad de una aproximación desde lo co­
tos relevantes: por un lado, con la constante rec-reación del . . .
vínculo y, por otro lado, · con la construcción o legitimación ;, lectivo, como estrategia para la reconstrucción de la historia .
de formas propias de normatividad de las . acciones. Las entrevistas signadas por relatos de historias de vida,
biograñas o �contecimientos significativos implican en sí
·

Este entramado de lazos sociales construye una forma. de


solidaridad, de �tervención informal en la "problemática de· mismas una intervención, ya que penniten relacionar los
la integración", pero t�mbién se presenta pará la interven- ;�: acontecimientos · del presente con una revisión del pasado.
ción en lo social como un interlocutor, y puede dar cuenta �j D e esta forma, el propio relato construye un escenario de in­
del estado de organización de dete�ado grupo o comuni­ tervención, y a su vez se transfonna en instrumento de ésta.
dad o de la relación que éstos establecen con sus necesidades. El relato biográfi co o "historia de vida" es básica1nente un
Desde la intervención en lo social se plantea una serie de docúmento humano, un relato de experiencias: da cuenta de
pre�tas dirigidas hacia ese entramado o arquitectura .cons­ las acciones de un suj eto, grupo o comunid ad en tanto parti­
truida a través de lazos sociales. En principio, la indagación cipantes históric o-sociales de la vida social.
apU?ta a las actividade� en tanto intercambios que se puedan D e esta fonna, la intervención vincula historia y contex­
reali�ar ? e:q.tro de_ esa trama sociocultural. A su, vez las formas to, allí donde la palabra de ese otro implica una fuerte co­
de relaciót1. y de comun1cación ·co�� tit�uy� p;
�- �n � ibl� �porte rriente de sentidos . El ·relato oral abre una serie de posibili- ·
Alfi-ede J. Ca1'·balleda
,,
i'
La intervención en espacios microsociales
dades de acceso al mundo de significaciones de los sujetos so ­ ·· Este p árrafo de la novela Boquitas pintadas, de Manuel
bre los cuales se interviene. En la tradición aborigen de 1
· Puig, muestra la fue?;te carga de sentidos de l9 dicho, en es­
América, por ej emplo, el registro de los relatos oral�s_ ,resti­ te casp en el marco del género epistolar: la recuperación de
tuye los valores significativos de la comunidad, y n_os enseña __
las palabras alguna vez escritas o pron�ciadas "revive" una
acerca de la persistencia de esos valores en la actualidad. historia del pasado que continúa inscripta en el presente pe­
ro, tal vez, opacada por otros acontecimientos que no dej an
El nombre que me dio mi padre es Walimai, que en"la lengua de nues­
que la m�moria se exprese. Así, la recuperación de lo histó­
tros hermanos del norte quiere decir viento. Puedo contártelo porque
eres como mi propia hija y tienes m:i permiso para nombrarme, aunque rico como estrategia de intervención en lo social muestra la
sólo cuando estainos en familia. Se debe tener mucho cuidado con los �
posibilidad de actualizar.. una mirada d e pasado que or �ani­
no1nbres de las personas y de los seres queridos porque al pronunciar­ ce o clarifique situaciones significativas en una comunidad, ·
los se toca su corazón (Allende, " 1 995). ·
grupo, institución, etcétera. . .
E11 definitiva, se trata de una estrategia de recuperacíorr ·
D esde esta perspectiva de recuperación de lo oral, utili­
de aq-hello qu� el sujeto, g�)J O o comunidad portan. Desde
zando como elemento básico el idioma y la palabra; "hablar
esta p[erspectiva, la recup�ración, de la historia como instru­
es también ser" . Hablar es nombrar, y el habla se relaciona
mento de la interv�rtción en lo social consti.tuye otip pl�o
con el orden constitutivo de la sociabilidad.
de .ac�eso a la construcción de identidad. La historia mues-:-
Esta recÚperación histórica, en tanto intervención, impli­
ca también uri·a construcción de lo vivencia!, que hace posible
tr� u:rfa p osi2ilidad concreta -de intervención, que recup �ra ,¡

1 1
la men1oria col_ectiva, poniéndola en es�cena a través de es.:..
. ' 1

articular los acontecimientos pe_rsonales, sociales y comunita­ : ' 1

···rips . cort un sentido - histórico, resignifi�ando o encontrando


pectát\;ulos teatrales o audiovisuales, o por medio de mue's.!.
nuevos sentidos a cuestiones actuales. tras �b �
tográ ca� que representen la historia de 'un lug.ar�
·. · grupo ·o terrttono.
En definitiva, la interv-ención que utiliza como instru­
-En definitiva, la recuperación de la historia como estrate­
Inento las biografías o historias de vida va a circunscribirse a
gia de intervenciól) trata de desentrañar los aspec;:tos simbóli-
la " cuestión social"; es decir, se e!.lfrentará a r�latos históri-
cos que se refieren a acontecimientos de tipo social.
- �
. cos d la vida social, desde hts significaciones ··individuales i o
D esde una perspectiva más instrumental, las biografías desd e\ 1as narraciones que hablan de lo colectivo._ A su vez, pue­
describen momentos de inflexión de la vida de los suj etos, a de dar cuenta de historias de vida en determinados contextos,
través de recuerdos o fuentes documen tales que pueden ser expli �it�ndo pautas· de rel.a cíón y construcción de soci!}bilidad.
cartas; diarios, fotografías, etcéter a. �t., es posible proponer. la intervención en comunidad co=
mo rlcuperación de la historia partir de una serie. de estra­
n
tegias! útiles desde una perspectiva instrumental: en primer

Las cartas atadas con la cinta rosa cayeron al fuego y se quemaron sin
desparramarse. En cambio el otro grupo de cartas, sin la cinta celeste lugar� la posibilidad de lo grupa_! como ins�ancia d � trab�j()
que lo uniera, se encrespaba y se desparramaba por el homo i cinera­ dond! el grupo c;:omparte el relato, que se onenta hacia la his­
:r;
torio. Se soltaban las hojas y la llama que había de ennegrecerlas y des­
tniirlas antes las i lmninaba fugazinente " ... ya mañana tennina la seina- toria del lugar; sus problemas en el pasado y la búsqueda de
na. . :" " . .. que desconfiara de las -rubias ¿qué le vas a consultar a la almo- soluciones en el presen-t�·; en segundo lugar, la recuperación
hada? . . . " " ... unas lagrimitas de cocodrilo... " " ... al cine? ¿quién te va a . de la� formas solidarias y autogestionapas que ocurrieron en .
comprar los choco1atin es? . . :'' (Pü1g, i 969)"� · · el pás;adO y se .. tesignifitaron o no en el presente.
. 1

128 12_9
Alfredo J. Carballeda L
1 La intervención en espacios microsociales
· El trabaj o con grupos heterogéneos puede s er útil debidb
tanto la generación de interrogantes como, especialmente, la
a la diversida d de representaciones de aquello que se recupel

creación de �nevas formas de relación con lo� _otr�s.


·

ra, ya sea desde la ·perspectiva de los actores que e?t9vieron


presentes o de los miembros de generaciones_p9.S.;t.
f;.riores que .1\1ucha gente termina huyendo del barrio, y pecesitamos más propues­
de alguna manera reprodujeron o conservan la inscripción d� tas que reviertan esta situación. Propuestas que desarrollen·un conjunto
eso� acontecimientos. La posibilida-d� d-�. acompañar los rela� de actividades. No sólo p�a que comuniquen a la gente d el barrio en-
tos con objetos 9 imágenes potencia los attibut.os de la me� . tre 51; sino para que también expresen y pen:njtan el protagonismo de su
creatividad. ¿Por qué no convertir la tarde del domingo ·-tradicional­
moría "corporizando" �a historia y da cuenta de los acontecí:::.
nienté'lugar de muchas depresiones- en una tarde de fiesta en el barrio?
mientas q:ue la comunid ad, grupo o institución considera (Belziti, 1 992).
signifi cativos o relevantes. Como recurso para facilitar lo
grupal y·la relación con el resto de la comunid ad, algunas ex� Cada juego o actividad ·expresiva abre la posibilidad de ·
perieri.cias intentaron poner en escena obras teatrales o que lo inesperado se presen_t e, que lo inédito entre en es ce,
muestras d e objetos, fotografías, etcétera, articulando pasado
. .

na . . En algunas experiencias dentro del campo d e l a salud


y presente en un movimiento de integr:ación signado por. el mental, el juego o la expreswn creativa impulsaron la cons­
fortalecimiento de lazos sociales, la recuperación histórica y trucción de espacios grupales donde antes no existían. A par­
la expresión. ·

:·; tir. de la irrupción de las pre>blemáticas actuales es posible


Por último, la recuperación de formas lúdicas o creativa�
·

perisar estos .instrumentos como modalidades de interven-·


· que se desar�ollaron en el pasado y su expresió� en el presenl ción que permiten incluir aque�lo que las desigu�ldades so­
te atañen a la construcción de un relato histórico donde ciales excluyeron, es decir, _s epararon del todo social.
. --.,
P.t? tagonista es la propia memoria col_�ctiva. El juego aparece como una posibilidad de instalar nuevas
reglª-s, -que instauran lo que antes no estaba presente, o,' sen­
cilh�mente , muestran que es posible esa construcción. En al-
--gun;·s prácticas de intervención en comunidad se apela a dis-
.

. Lo lz'idi'co exp1·esivo conzo est1·ategia de intervención


positivos lúdicos. Es posible pensar. que, si se tnita de traba­
Sólo en sueños, e�z la p oesía, en eljuego -encende'J""·
jar con determinada técnica, lo interesante reside sobre todo
una vela, andar con ella por el corredor- nos aso-;
-, en la articulación de sentidos de ésta. Desde esta perspecti­
1na11zos a veces a lo que fiti11zos antes de ser esto qu¿'¡ i
1 va, el trabaj o se orientaría hacia la búsqueda de cohesión del
· vaya a saber sz sonzos.
grupo. Es por eso que re�ulta importante determinar quié­
.

jULIO CORTÁZAR·
nes juegan, para .qué lo hacen y cuáles · son los efectos de las
Jugar implica · "fundar un orden", desarrollar actitudes y) actividades dentro del orden de lo simbólico. Efectos que, en
conductas diferentes de las habitua1es que posibilitan otra\! definitiva, se van a relacionar con la recuperación de lazos
forma de vinculación con el mundo, la vida social y la ·trama]! sociales; pero · también con la posibilidad de aumentar la
de significaciones de éstá·. Cada acercamiento lúdico ; lá rea J confianza en las capacidades de quienes participan de ese es-

lidad genera interrogantes, origina nuevas inquietudes e im-� . pacio de intervención. 'f..
pulsa formas de relaéión o construcción de lazos sociales . Un(·
·· · 'ácercamie�ro lúdico a la vida cotidiari:i presupone, entonces, Para nosot:I;O$ juego viene dejocum, palabra de origen latino que signi­
fi.éa broma o burla. El juégo es , pues: lo dife�ente de· lo cotidiano, lo di-
Alfredo J. Carballeda La inteTvención en espacios nticrosociales .

verso, lo establecid<?: es la variante, la creatividad misma. Desde la pers.:.. �· A partir de lo grupal, si se entiende �: grupo com� �n lugar
pectiva occidental, juego y trabajo pertenecen a esferas distintas del
transitorio, éste, a través de la expreSIOn de la sreattVIdad, ra-:
quehacer, como la burla, lo serio o la diversión y la vida cotidiana. En
las lenguas indígenas americanas no hubo nunca una pála,bra -[. .. ] que . tifica su inserción en el lugar y construye formas que en de­
pudiera traducirse por lo · que llamamos "trabajo". A-,naclie se le podía · finitiva apuntan a sentir y sostener su propia inclusión. Para
ocurrir que no fuera placentero, que no ·fuera ca-creativo con la natti­ Freuq, el arte se p�esenta como un terreno intermedi o, en�e
raleza, con Dios, con la sociedad, eón ·1e-hwnano; por ejemplo, cons­ . la realidad que se opone a nuestros deseos y el mundo � e la

truir una casa, pescar, tallar una piedra� pintar uná roeª-_[. . . ] eso nunca
podía ser "trabajo" (Magrassi, 1985). ·· fantasía que intenta satisfacerlos plenamente. · . . · · .
. A su vez, lo creativo se presenta como la posibll� dad de
_
Lo lúdico se presenta así como estrategia de recuperación constt;uir y elaborar nueyas respuestas ante nuevas situacio­
desde un punto de vista instrumental, pero también ·como una nes desde el sujeto, el grupo o la .comunidad . Por otra parte,
ma:p.er� de alterar el orden de lo cotidiap.o, demo�trando la po­ la c�e�tividad con1o dispositivo de intervención implica el re-:­
sibilidad de resignificar o reconstruir situacíones� El juego per­ des�ubrimiento de la importancia de lo ·grupal, la rel:ación en,""7 .
mite suspender o desplazar las determinaciones que. parecen tre .lo 1':f!TUpal y lo comunitario, la promoción de nuevas fo��as
infranqueables en el sistema de convenciones de la vida coti­ de coihunicación y, por últhno, la posibilidad de explorar. �� -
sibÜidades expre·sivas del cuerpo en relación con �1 e�pa�1o.
1

diana. Desde un perspectiva de intervenciÓn e:ri lo social, lo lú­


dico no implica sólo un instrumento de .encuentro o un "pasa- L6 · creativo . sólo. es posible co1Ilo estructura de valores a
tt�f�é� de un .grupo hum;¡trto; �sos valores se s�túa:C: Y �xpr�s�
. _

. tiempo" sino ·una intervención que puede cargarse de sentido . ,


en el presente·, pero tien�n un correlato hist?nco �Igruficatt_v;> ·
en la medida en que se defina cori claridad su horizonte.
. En definitiva, lo creativo como estra:tegia de mterve�c1on
A su vez, el juego define su- propio. espacio-tiempo, aj eno:
lleva,¡ en otro plano, a c�eár, �ustentar .o rec?ns:r:nr la iden­
..._

;·· los acontecimientos que se insertan ·enJa temporalidad li..:.


tidad� . ASí se conjuga una sene de fac}=ores IndiVIduales que
neal, no exenta de fatalismo, de la vida cotidiana.· Así, las j e­
hac'eJJr a la configuracion histórico-social del sujeto en per�
rarquías, los valores; las leyes, las normas, no . funcionan en el .
-. m�iie.rite relación con las influencias del escenario. . i
espacio consagrado al juego: .
• •

. besde una perspectiva ins.truiné:ó.tal, existen,. diferentes téc�


Jugar e s fundar un orden o improvisarlo y someterse gozosamente a él
ñicas. de intervención que se apoyan en �istintos medios expre­
en el caso de los juegos tradicionales, desde el más simple y espontá­ sivos: los plásticos, cuya finalidad es la expresión 'Y el desaqo­
neo, como el balero, hasta el Inás complejo y racional, conio .el ajedrez. . llo d� la ünaginación; .lc;>s dramáticos, que permiten poner en
Y es el orden lúdico -sin el cual no hay juego- el que define y limita la escena situaciones o problemas de solución compleja; los lite- .
libertad del jugador (� cheines, 1985). rarios, que proponen la r.econstrucción y construcción de 9-"a-
mas discursivas. · . :

Lo creativo como instru1nento de interyención se presen­ Por último, la intervención en ·-�spacios microsociales se
ta con1o otra manera de aproximación cualitativa a la dinámi­ presenta como una posibilidad de revis�r el trabaj o comuni­
.

ca cultural de lo microsocial. Se trataría de articular determi- .


tario., des�e una perspec�:va que le p:rn:uta d1al� gar con otr� s
nados factores individuales o subjetivos . en rela ci ó n con l o s .
1 •

c�ünpos del saber. ��1 vez �o mas s1g!·uficattvo


Pero. sea defi!ur .

diferentes estítnulos del lne dio, desde una visi6l1 hist6ricoa: t;on daridad �1 horizont� de la interven�tón d�ntro de la '-1n-= ' �
social del sujeto. D esde esta perspectiva, lo creativo formaría
parte de un proceso que surge y sustenta la propia i d eritida�. 1 · . '. . '.gtt �
. .la idnd de
í:
.,lo lo�al. · ;
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