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Tema 2 - Los sofistas y Sócrates

Intro a los sofistas


Contexto histórico
Tras guerras médicas Maratón (496 ), Platea (480) y Salamina (479), Grecia apogeo, Atenas cabeza 1 liga
política y C vida comercial y cultural Hélade, y xtir Clístenes (510), abuelo d Perieles y destructor tiranía tras
reformas Solón, constitución vuelto democrática: todo ciudadano acceso a dchos políticos.
Podían hacer oir su voz en ágora e intervenir debates políticos, cn lo q arte bien hablar, manejo dialéctica xra
discusión y versado todo xra hablar d todo gran import xra éxito vida pública, y es q ya no suf tradición
familiar, costumbre y cualidades d carácter y honestidad xra buena posición política.
Ahora es preciso ser competente y culto, seducir cn palabra, donde arte persuasión verdadera virtud hombre
público, y surge necesidad 1 entrenamiento xra adquirir cultura y versarse arte persuadir, así ciencia, saber, q
hasta entonces desarrolla seno asociaciones particulares o escuelas Tcas (busca saber x saber), pasa a depender
exigencias vida práctica y especial política.
A demanda sigue oferta, y desde viejas escuelas surgen profesionales d ciencia y maestros arte persuadir:
sofistas q enseñan lo q ellos aprenden d otros o descubierto x ellos, y d toda Grecia afluyen sofistas a Atenas xra
exponer sus doctrinas públicam y obtener fama y riqueza, x lo q saber cambió fin y tarea, se hace fuerza social
y pasa depender exigencias prácticas y vida política.
Xro persuasión no solo xra la verdad sino también instrum xra lo q se necesite, “convertir en argumentos
sólidos los + débiles” dice Protágoras x lo q usa xra persuadir y rendir cn palabras, y sofistas llaman su arte
«conduc d almas», donde Platón dirá q es simple retórica y dialéctica, giros d palabras y fantasmagoría.
Ya no es interés d la verdad el q impulsa actividad filosófica, sino el propio y subjetivo, y x este camino llegó la
sofistica merecer su sentido peyorativo y malos tratos d Platón.
Características mov sofista
Sofista signif origen sabio y designa Siete Sabios, Pitágoras y cuantos distinguen actividad teorética o práctica,
xro entre sofistas signif específico: los q hacen profesión d sabiduría y enseñan x dinero, cn cambio signif cn
filósofos naturalistas período ant, y sofistas conectan cn tradición educativa poetas como desarrolla desde
Homero a Hesíodo, a Solón y a Píndaro,
Buscan reflexión h hombre, virtud y su destino, y sacan d esas reflex consejos y enseñanzas, y conscientes este
vínculo sofistas centran interpret obras poetas y basan ellos su enseñanza, siendo 1ºs suscitan conciencia valor
educativo saber, y crean 1 concepto cultura no como acumulación conocimientos, ni proceso su adquisición,
sino formac ser humano en cuanto ciudadano e individuo q ha d convivir cn otros.
Objetivo es hacer a hombres hábiles sus tareas, aptos xra vivir juntos, capaces salir airosos competiciones
civiles x lo q enseñanza sofistas limita materias como retórica o gramática, las públicas y no tanto conocim
cierta solidez científica o metafisica.
Aspectos distintivos de los sofistas
Pese diferenc miembros movimiento y q sofistas no son única escuela, gral comparten varios rasgos Tcos:
1) Escepticismo religioso (q conduce a agnosticismo o ateísmo) como filosófico y gnoseológico.
2) Defensa 1 relativismo cultural q duda patrones absolutos conducta y cuestionan moralidad d esclavitud.
3) Relativismo y convencionalismo moral: moral es fruto d la convención, y desde esa oposición naturaleza-
convención social algunos dicen única ley natural es la dl + fuerte.
4) Relativismo y convencionalismo político: fundamentos polis y vida social no naturales sino convencionales
surgidos 1 contrato social.
5) Relativismo gnoseológico: reducción d conocimiento a opinión y así muchos actitud antidogmática y rechaza
distinción entre esencia y apariencia: único mundo real es el fenoménico.
6) Ppal ocupación la enseñanza x dinero, ya q creen esa tarea es 1 trabajo y no sólo oblig moral.
Giro antropológico del pensamiento
Cn sofistas deja estar 1er plano interés el objetivo teorético d investig q ciencia natural tenía, y se vuelve mirada
h fuerzas alma q aprovecha el político xra sus fines: pensar y querer, donde saber origen d representac y
decisiones voluntad, cómo luchan xra desplazarse en flujo vivencias y cómo hacen valer sus dchos 1 sobre otras
son problemas q inauguran sofistas.
Filosofia griega toma 1 direc antropológica y pone 1er plano lo práctico donde investig naturalista prepara ese
viraje pues hipótesis xra determinar ppio último cosas ocasionan cierto escepticismo sobre posibilidad lograr 1
conocimiento seguro naturaleza última mundo, x lo q giro sofista es, en xrte, consecuencia fracaso filosofia ant.
Protágoras y Gorgias
Protágoras de Abdera
Tiempos Pericles relevancia Atenas (444-440 a.C) enseñó 40 años toda Grecia y como Sócrates acusa
irreligiosidad y huye muriendo ahogado a 70 cuando iba Sicilia, y según Platón era + viejo q Sócrates, irónico,
d mundo y experiencia, grandilocuente, vanidoso, y en discusiones + preocupado x éxito q lograr la verdad.
Obra ppal Razonamientos demoledores citaba cn título Sobre la verdad o Sobre el ser, se le atrib 1 obra Sobre
los Dioses.d los cuales Protágoras no se pronuncia: ya q puede saber ni si son, ni si no son, ni cuáles son, pues
hay muchas cosas q impiden saberlo: no sólo oscuridad problema sino, sobre todo, brevedad vida.
«Oscuridad» d Protágoras es quizá hecho d q lo divino trasciende esfera experiencias humanas a las q se limita
el saber, escribió 1 libro Antilogias, cuya 2ª xrte expone lo q hoy llama «relativismo cultural», reconocim
disparidad valores d diversas civilizaciones humanas.
Mayor fama x sentencia: «Hombre es la medida d todas las cosas», q según Platón signif q tal como aparece xra
mí cada cosa, así lo es xra mí y tal como te aparece a ti, así lo es xra ti, lo q implica identificar apariencia y
sensación, y su afirmación d q ambas son siempre verdaderas xq la sensación es siempre d la cosa q es.
Platón indica import Tª d la percepción Protágoras xrtir estos supuestos, percepción sería encuentro 2 mov, el
estímulo -dl objeto- y el receptor -el sujeto- y ya q ambos mov tras encuentro continúan, nunca habrá 2 percepc
iguales ni xra distintos hombres ni xra el mismo, así apariencias han aceptarse como se presentan sin q puedan
rebasarse xra llegar + allá este mundo en 1 ámbito d realidad q lo trascienda.
Gorgias de Leontini
Vive 483-375 a.C, escribe 1 libro Sobre el ser o sobre la naturaleza, dl cual Sexto Empírico conserva 1 frag, y
quedan + frag d discursos, 1 Elogio de Helena y 1 Defensa de Palamedes, contemporáneo Protágoras enseñó
Sicilia y desde 427 Atenas y otras d Grecia, últimos tiempos vida vive Larisa d Tesalia donde muere a 109 años

De él 3 célebres principios:
1) «Nada existe»: pues tanto el ser, inconcebible como eterno o perecedero o como simple o múltiple,
como no-ser, son conceptos contradictorios.
2) «Si existiera algo no podría conocerse»: pues lo pensado es x completo diverso al ser; d otro modo no
podrían distinguirse.
3) «Si conocim dl ser fuese posible, no podríamos comunicarlo», pues cada hombre tiene sus representa
y no hay medio xra confirmar diversidad pensam y d signos usados xra llevar a cabo transm saber.
Xra demostrar 1ª afirmac dice q no existe ni el ser ni el no ser, así el no ser no es xq si fuese sería a la vez no ser
y ser, q es contradictorio, y el ser, si fuese, debería ser o eterno o engendrado, o eterno y engendrado a la vez, si
fuese eterno sería infinito y si fuese infinito no estaría en ningún lugar, no existiría.
Y si es engendrado, debe haber nacido o dl ser o dl no ser; xro dl no ser no nace nada; y si ha nacido dl ser ya
existía 1º x lo q no es engendrado, así el ser no puede ser, pues, ni eterno ni engendrado; ni puede ser eterno y
engendrado a la vez xq las 2 cosas se excluyen, así ni el ser ni el no ser existen.
Xra demostrar 2ª afirmac dice q cosas pensadas no existen pues d lo contrario existirían todas las cosas
inverosímiles y absurdas q al hombre se le ocurra pensar, y si esto es cierto lo ha de ser también q lo q existe no
es pensado y q x ello el ser, si existe, es incognoscible.
En 3ª afirmac dice q nos expresamos x palabras q no son el ser, x lo q comunicando palabras no comunicamos
el ser, y cn estos razonamientos reduce al absurdo filosofia Parménides al tiempo q se opone cierto modo a tesis
Protágoras, pues mientras xra éste todo es verdadero xra Gorgias todo es falso.
Sofismas
Es 1 razonamiento inválido en apariencia correcto y convincente xro q encierra alguna argucia lógica, su nombre viene d
crítica Platón a sofistas a los q acusa no ser poseedores verdadera dialéctica y usar 1 retórica basada arte apariencia y
engaño, les atribuye capacidad «convertir lo mejor en lo peor».
Latín medieval, sophisma era 1 argumentación elaborada x lógicos «modernos» q escribían Sophismata o tratados donde
estudian función d términos sincategoremáticos en razonamientos cn ejemplos paradójicos, y así sofisma cobra aire juego
lógico cnintencionalidad engañar o poner enigmas a capacidad razonar.
Sofisma se distingue dl paralogismo xq en éste el error es siempre involuntario, y d la falacia xq en esta no siempre hay
voluntad d engaño.
Cuando Platón opone a Gorgias q retórica no puede persuadir sino en lo q es verdadero y justo arranca d 1
supuesto no compartido x Gorgias: q hay criterios infalibles y universales xra reconocer verdadero y lo justo.
Lo q distingue retórica Gorgias como persuasión, d retórica Platón como educación alma en verdad y lo justo es
el supuesto fundam platonismo: existencia d ideas como criterios o valores absolutos, así relativismo Tco y
práctico sofistica halla 1 import corolario: omnipotencia palabra y fuerza necesitante d retórica q la guía, donde
humano no puede resistirse ella acogiéndose a verdad o al bien sino q halla indefenso frente ella.
Nuevos temas filosóficos
Escepticismo, relativismo, individualismo
Cuando sofistas reflexionan sobre variedad deseos y representac humanas y enseñar como profesores
elocuencia arte persuadir y medios + adecuados xra q triunfe la opinión interesada, caen cuenta relatividad tales
deseos y representac y acaban x negar existencia verdades universalm válidas tanto en la Tª como en practica.
Problema q surge es duda d si a cada explicación y opinión en pugna compete la razón y la justicia, así filósofos
ant no tiene duda d capacidad razón xra llegar a verdad y postulan identidad entre pensamiento y ser, xro ahora,
ante diversidad opiniones y maneras pensar llega esa duda.
Protágoras desecha identidad entre pensar y ser y afirma q la verdad no depende objeto; no hay notas
aprehendidas x nuestro espíritu y aceptadas x todos espíritus sino q siempre tiene allí su palabra el sujeto q
conoce, así hombre no conoce las cosas como son sino como las percibe.
Así se desarrolla un relativismo cultural, donde según Jenofonte Hipias negaba q prohibición incesto fuese ley
natural desde q algunos pueblos transgreden, así oposición naturaleza-ley propia d Hipias y otros sofistas es
consecuencia conciencia relativista dichos sofistas sobre valores vigentes en distintas civilizaciones.
Doctrina sobre la percepción
Xra Protágoras única fuente conocim es percepción, así no tenemos conocimiento alguno dl ser, y hombre
conoce cosas no como son, sino como son percibidas x él, y lo razona xq percepción no sólo halla en el mov d
la cosa percibida (objeto), sino también el órgano receptor (sujeto).
Protágoras fue miembr Escuela d Abdera, donde Leucipo y Demócrito enseñan atomismo x lo q todo acontecim
mundo es mov átomos, y ya q percepción es siempre producto 2 mov recíprocos (dl objeto relación al sujeto y
dl sujeto relación al objeto) es diverso dl sujeto q percibe xro también diferente dl objeto q provoca percepción.
Percepción es conocim adecuado d lo percibido xro nunca d las cosas mismas, d ahí q toda opinión q viene dl
acto d representar es verdadera y al tiempo falsa, ya q solo vale xra el q percibe y sólo en momento q percibe, y
considera imposible conocim verdadero cosas cn validez gral
Sofistas creen cada hombre tiene sus representac y q no existe medio xra confirmar diversidad pensam y signos
usados xra transmitir saber, así rechaza identidad parmenídea entre pensar y ser, y afirma verdad no depende dl
objeto, única identidad es la psicológica entre pensar y percibir, y no hay notas objetivas captadas x nuestro
espíritu e igualmente aceptadas x cualquier espíritu sino q siempre tiene en eso la palabra el sujeto q conoce.
Al reconocer identidad psicológica entre pensar y percibir aboca 1 relativismo según cual las cosas son, xra
individuo tal como las percibe o las representa, así se constituye hombre medida todo lo q se quiera presentar
como verdad; y consiguientem d todo lo q es valor, norma, ley e ideal: medida de todas las cosas.
Relatividad de la ley (nomos) y de la moral
Relativismo sofistico se ve en antítesis convención-naturaleza, así ant nomos sagrado q liga x igual dioses y
hombres, leyes rigen hombres tienen raíces dcho divino, orden natural, y ya en mitos es ley quien impone orden
cosmos xtir caos y lo mantiene; y misma noción ley -inherente a orden natural- inserta doctrina filósofos
naturales aunque tal categoría sea d origen social.
Dominio esta ley manifiesta constantem en naturaleza y orden social, así naturaleza y ley concuerdan xro
experiencia vida pública y conocimiento costumbres y códigos jurídicos otros pueblos hacen cuestionar esa
concordancia naturaleza-ley y relativizar validez ésta.
Frecuente cambio legislación en democracia mina autoridad ley q contrib despojar precepto jurídico d validez
indiscutida y condiciona a ciudadanos xra discutir y decidir en asambleas democráticas sobre fundamento y
vigor leyes, así precepto llega ser discutible y cada cual emite su opinión, y ley pasa ser algo relativo.
Relaciones cn Persia, Babilonia, Egipto, Tracia y conocimiento sus culturas, códigos y costumbres plantea
preguntas como distintas maneras vivir, nacionales o locales; códigos religiosos y éticos, ¿son convenciones?, y
cultura helénica diferente d bárbaras ¿es nomos producto humano y x ello mudable, o depende d naturaleza y
venía respaldada x 1 ordenación sagrada?
Si nomos es discutible y aquí es d 1 forma y allí d otra, no es ni eterno ni universalm válido, siendo instaurado x
hombres y sostenido x 1 especie acuerdo o costumbre; no se funda directam en la naturaleza.
Esto lleva graves consecuencias: Antifón proclama lícito transgredir ley; se puede hacer cn tal q nadie lo
advierta, y puesto q ley es sólo 1 constricción xra evitar castigo no hay razón xra conformarse a la ley cuando
no hay peligro faltar a apariencias.

Relativismo en normas y creencias religiosas como Protágoras q dice no tener medio saber si dioses existen o
no, o Pródico q dice tomar siempre solo x divino lo q es bueno y provechoso xra hombres, o Critias proclama q
dioses y religión son invenciones 1 astuta cabeza xra atemorizar hombres a cumplir leyes Estado sin necesidad
policía.
Trasímaco
Nace Calcedonia, apenas info crono, sofista q viajó ciudades como maestro retórica y ética,
Trasímaco remarca oposición naturaleza-costumbres, cuyo fundamento es la convención.
Platón le hace defender República, concebía que solo ley dl + fuerte es natural
(«lo justo no es otra cosa que lo q conviene al + fuerte») y q leyes humanas son
convenciones xra impedir q los mejores y + fuertes prevalezcan.
Dice q gobiernos gobiernan sólo xra su engrandecimiento, y q lo q determinan como justicia es solo
sometimiento 1 leyes establecidas xra favorecer sus intereses. Pero según naturaleza, justicia es q el + fuerte
domine al + débil y siga sus inclinaciones, y ello sucede cuando alguien fuerte rompe la convención,
contraviene leyes instituidas e instaura otras. Entonces él marca la ley.
«La traición nunca prospera. ¿Por qué? Porque si prospera ya nadie la llamará traición».

El nuevo concepto de naturaleza: derecho natural e impulso natural


Este relativismo sofista tiene en su base problema paralelo al d especulación física ant y cuestión ahora es si
hay algo universalm válido, algo independ y + fundam q distintas costumbres pueblos, estados y tiempos, algo
q esté en base esta multitud preceptos cambiantes.
Filósofos naturalistas designaron como naturaleza a permanente esencia cosas, lo eternam invariable y se
pregunta si x esta naturaleza idéntica a sí misma, puede encontrarse 1 ley, 1 código moral + allá todo cambio y
variación, apareciendo prescripciones d validez pasajera como convención, creado e impuesto x el hombre.
Concordancia naturaleza y ley sustituido ahora x antítesis entre naturaleza-convención, así nomos no se funda
en la naturaleza sino q es creado x hombre y, por tanto sólo posee valor relativo y temporal, xro persiste
creencia q si existe algo universalm válido no puede ser otra cosa q lo q vale x naturaleza xra todo hombre,
pueblo y tiempo.
Fuera d lo q establece naturaleza nada se justifica, x lo q hay cambio en concepto naturaleza y concepción
sofista sobre naturaleza xra que permanec idéntica sí misma de validez y justifique diversidad obrar humano
dice Antifón q no hay xq atenerse instituciones o leyes humanas, xro a quien viola leyes naturaleza se echa
encima la desgracia.
Protágoras indica q esta naturaleza es «dcho natural» no escrito xro válido desde siempre y xra siempre, q
dioses dan a hombres sentim justicia y sentido moral xra q en lucha x existencia puedan concertar formas
convivencia, xro demás cn su radicalismo llegan 1 naturalismo extremo, así Hipias habla 1 ley no escrita.
Halla Protágoras la physis en los sentimientos éticos q impulsan hombre a organización política xro no
conserva cómo distingue lo q vale x naturaleza d lo q sólo tiene vigencia Hca ni cómo relacionan leyes escritas
cn dcho natural, xro hay indicios d q partiendo estas ideas, sofistas hacen critica instituciones políticas y
sociales época, y piden reforma radical ellas.
X naturaleza, todo hombre tiene mismos dchos d modo q diferencias jurídicas son convenciones sociales, x lo q
Licofrón pide abolición nobleza; Alcidamante y otros combaten esclavitud; Faleas reclama igualdad económica
y educación todo ciudadano, e Hipodamo esboza forma 1 estado ideal.
Legislación positiva se aparta d exigencias naturaleza: «ley tiraniza a hombre y obliga contrariar su naturaleza»
dice Hipias, cuya explicación busca en intereses personales aquellos q hacen leyes, y según Trasímaco
Calcedonia son detentadores poder quienes obligan a súbditos obrar x leyes en beneficio suyo.

Últimos sofistas llevan ese naturalismo a 1 radicalismo extremo donde ley naturaleza es impulso natural
hombre, el cual es elevado a rango d + alta norma dl obrar, reconocen q hombres iguales x naturaleza xro x
naturaleza son desiguales, ya q hay fuertes y débiles, x lo q débil somete a ley q estúpidam se pone a servicio
interés ajeno, xro fuerte, inteligente hará bien no dejarse engañar x ley y seguir impulso su naturaleza.
Es justo qu fuerte tenga + q el débil, e igual q reino animal en orden social es moral d esclavos reconocer
mandatos extraños, el hombre libre y fuerte no reprime apetitos sino da rienda, así dcho humano es 1 afrenta
hacer injusticia, xro según ley natural es afrenta el padecerla, 1 naturalismo radical q muestra desconocimiento
condición humana.
Pues no es dcho lo q expresa sino naturaleza individual, criterios egoístas, apetitos e instinto q sólo pueden
llevar caos social, lo q se en Critias q aporta Tª evolutiva como refuerzo esta concepción mundo

Dice hubo 1 estado primitivo donde vida hombre en pleno desorden, a nivel animal y sometido al + fuerte sin
premio a virtud ni castigo xra vicio, mismo estado q Thomas Hobbes donde reina guerra todos contra todos y
donde rigen apetitos naturales mientras normas coercitivas son artificiales, instituciones humanas basa
convenció
Resumen, sofistas hay cambio concepto naturaleza respecto ant, si Heráclito señala lucha contrarios como
esencial a cosmos, sofistas tratan demostrar naturaleza no halla regida x 1 isonomía mecánica sino q en ella
domina + fuerte, ambas concepciones imagen ser naturaleza y su orden permanente considerada desde punto
vistas humano e interpretada xtir 2 hechos: igualdad y desigualdad hombres, ambas basan razón en orden
mundo.
Sócrates
Vida de Sócrates
Nacer Sócrates determinado x edad en fecha condena (399 a.C.) cn 70 años, así quizá nace 470 o 469, padre
Sofronisco escultor, madre Fenaretes comadrona d familia no muy pobre ya q sirve ejército como hoplita, y
dice Teofrasto q fue miembro escuela Arquelao, sucesor Anaxágoras en Atenas, y conocía escritos este según el
Fedón.
Lejos vida política su vocación fue encomendada x dios d Delfos: investig filosófica como examen sí mismo y
los demás a lo q dedica todo su tiempo descuidando su actividad práctica y viviendo pobremente cn mujer
Xantipa y sus hijos.
D gran temperamento moral y personalidad magnética xra jóvenes, Jenofonte dice su valentía frente enemigo y
fortaleza ante crudeza invierno, Platón su dominio sí mismo en ambiente lúbrico 1 noche banquete, y cuando 3
30 tiranos le requieren xra 1 asesinato político rehusó a q comprometía su posición y vida.
X ser guía aristocracia espiritual se atrajo oposición y recelo democracia dominante, 1 incomprensión e intriga
q fin comparece acusado impiedad y corromper juventud 399, y pudo escapar d cárcel, xro no se lo permitió su
voz interior, «daimon», permaneciendo xra dar prueba extrema d lealtad y honradez, condenado muerte y bebió
absoluta calma cicuta mientras conversa sobre inmortalidad alma cn sus amigos.
Testimonios de Platón y Jenofonte
Hay razones cn las q tropieza iniciativa trazar semblanza Hca Sócrates x lo complicado -a veces imposible-
resulta armonizar esos datos entre sí y construir 1 imagen coherente, q estudiosos subrayan como diferencia
entre Platón y Jenofonte, así Platón hace intervenir Sócrates todos sus diálogos - Leyes, y dedica a vida y
muerte su maestro obras juventud especial Eutifrón, Apología d Sócrates, Critón y Fedón
Jenofonte otro testigo cn Memorias sobre Sócrates, Apología y Banquete, y ambas semblanzas aunque
coinciden hechos Hcos import y sustanc diferencias, así intención Jenofonte retratar Sócrates su conjunto no
sólo filósofo, y lo presenta facetas informales, cómicas y no sólo + serias y trascend, así elige 1 fiesta xra situar
discursos doctrinales, donde humor y tono expone fig y pensam maestro desenfadado, cn bromas no sutiles y
veces pesadas.
Platón muestra Sócrates desde temple ánimo sublime y trágico q le produjo su muerte, donde interviene
recuerdo su contacto y 1 fuerza idealizadora q desprende naturaleza aquél suceso, y si a Jenofonte atrae
comportam modélico d ciudadano y consejos morales, Platón seduce ideas filosóficas puras y confirmac q d
ellas dio cn su muerte, Jenofonte describe q cn ejemplo su vida invalida todas calumnias su condena y muerte, y
Platón nos muestra pensador q lucha x explicar conceptos valor fundam y desarrolla Tª Ideas.
Hdres ante semblanzas unos creen Jenofonte x llaneza y realismo + digno crédito q retrato idealizado Platón,
mientras otros refutan esa idea xq contacto personal Jenofonte-Sócrates no puede compararse, ni duración ni
intensidad al d Sócrates-Platón.
Jenofonte no fue discípulo Sócrates, ni asiste escenas vida Sócrates ni su procesam ni a conversaciones prisión
ni a bebida cicuta, impresiones q acentúan e intensifican tanto sentimientos Platón y demás discípulos h él, xro
Jenofonte consideró tan fuerte y duradera su vincula q últimos años vida creyó en obligación investigar
acontecim y escribe su versión xra contrarrestar otras q desfiguran lo sucedido.
Concepción socrática del saber
Contra el relativismo gnoseológico de los sofistas
Sócrates y sofistas hallan mismo contexto Hco y enfrentan mismos problemas, y si sofistas siguen cn su arte y
sabiduría populares en la multiplicidad d opiniones y llegan resultados negativos, Sócrates trata rescatar ideales
ciencia y moralidad.
Sofistas cn su relativismo niegan existencia y posibilidad verdades y valores universalm válidos, así Protágoras
sustituye identidad metafísica entre pensar y ser x identidad entre pensar y percibir xtir especulaci
antropológicas, donde hombre no conoce cosas como son sino como las percibe cada 1.
Igualm en moral y jurídica sofistas relativizan validez leyes y moral defendiendo impulso natural cada
individuo como + alta norma d obrar, así toda ley y apreciación ética es convencional,, frente relativismo
Socrátes conserva fe en razón y convencim q existe 1 verdad universalm válida.
Tal convicción era d naturaleza práctica, especie «sentimiento moral» cn q sospecha inadecuado y devastador
doctrinas sofistas, q condujo investigar problema conocim q opuso a opinión y cuya esencia descubre en el
pensar conceptual, y preocupado x problema moral intentó buscar algo sobre lo q construir, algo q sirva
fundamento medio doctrinas relativistas d sofistas.
El concepto universal: la definición
Dice Aristóteles en Metafisica q a Sócrates atribuye 2 aportaciones: definición universal y su uso d
razonamientos inductivos, y si xra sofistas sólo hay opiniones válidas xra cada individuo, Sócrates busca 1
saber q valga xra todos, así frente cambio y diversidad representac individuales, se pregunta x lo permanente y
común q todos tienen q reconocer, se pregunta x physis lógica, y la halla en el concepto universal.
Ya los viejos filósofos de la naturaleza habían tenido la sospecha de que el pensar
racional, fuente de todo auténtico saber, es algo esencialmente distinto a la interpretación
sensible y cotidiana del mundo y al usual y corriente parecer de la gente.
Pero mientras ellos recurrían a una razón metafisica como lógos común al hombre y
a la naturaleza que fundamentase la identidad entre pensar y ser, Sócrates emprendió
un camino distinto.
El conocimiento que debía valer para todos no podía ser sino lo común que en
todas las sucesivas representaciones se impone a los individuos. Es decir, en nuestro
conocimiento:
1) partimos de los casos concretos de la experiencia,
2) consideramos éstos en su peculiaridad,
3) tropezamos con aspectos iguales uniformemente repetidos, y
4) destacamos las notas iguales que hay en ellos.

Así nos ha transmitido Aristóteles la doctrina socrática de la formación de los


conceptos universales en sus Tópicos, y este mismo proceder nos lo repite Platón en
sus diálogos. Hay, pues, un saber universalmente válido en la coincidencia de todas
las representaciones individuales. La ciencia verdadera es pensar conceptual y su
objetivo es, precisamente, la determinación de eso universalmente válido, la definición.
La definición es entonces el fijar lo que las cosas son, determinar lo común de
las cambiantes percepciones y opiniones individuales para llegar a los conceptos
permanentes de los objetos.

Efectos de la aplicación de la definición


Lo que Sócrates consiguió con esto en orden a paliar el relativismo ético de los
sofistas es de evidente importancia. Para una ética relativista, la justicia, por ejemplo,
varía de una ciudad a otra; nunca se puede decir que la justicia sea esto o aquello, ni
que determinado precepto suyo valga para todos los Estados. Pero si logramos una
definición universal de la justicia, que exprese su íntima naturaleza y sea válida para
todos los hombres, entonces contaremos con algo seguro sobre lo cual construir, y
juzgar no sólo las acciones individuales, sino también los códigos morales de los
distinto Estados, en la medida en que tales códigos encarnen la definición universal
de la justicia o, por el contrario, se aparten de ella.
Sócrates creyó, pues en la permanencia de los valores éticos y trató de fijarlos en
definiciones universales que pudiesen tomarse como guías y normas del actuar humano.
En conclusión: Sócrates abordó la realidad del mundo, no con la multitud de las
percepciones en continuo flujo con la que lo hacían los sofistas, sino con la forma conceptual
abstracta y esquemática de los conceptos. Tal vez llevó ello a cierto empobrecimiento
en cuanto a plenitud vital de nuestro conocimiento e imagen del mundo; pero
representó, como contrapartida, dos enormes ventajas. Pues el conocimiento conceptual:
1) Es un conocimiento en profundidad: lo universal es lo que siempre es.
Nos aporta un conocimiento profundo y permanente.
2) Es un conocimiento seguro: lo universal no está en función de los distintos
modos de percibir sino que lo está en función de algo encontrado en la misma
realidad experimentable. Su permanencia no le viene de parte del sujeto sino de la
realidad. Es la posición filosófica que se inicia bajo el nombre de realismo.

Los razonamientos inductivos: la «mayéutica»


A Sócrates, dice Aristóteles, se le pueden atribuir con todo derecho los «razonamientos
inductivos». Pero al igual que sería erróneo suponer que al ocuparse de los conceptos universales Sócrates se
cuidó de examinar la naturaleza metafísica del universal, sería también erróneo suponer que, al ocuparse de los
razonamientos inductivos,
le interesaran los correspondientes problemas de lógica.
Fue Aristóteles, en realidad, quien, al recordar cómo procedía Sócrates, resumió
su método en el plano lógico, sin que haya de entenderse por ello que desarrollase
explícitamente una teoría de la inducción desde el punto de vista de un lógico.
¿En qué consistía el método práctico de Sócrates? Lo sustancial de la ciencia es,
para Sócrates, la búsqueda de los conceptos universales, apuntar a lo común de los
contenidos de los distintos pensamientos. Por ello, su método es el intercambio comunicativo
en el diálogo. Sócrates no es un pensador solitario, sino un hombre que
busca la verdad en y por el intercambio recíproco de pensamientos. El diálogo es,
para Sócrates, el camino hacia el lógos.

Veamos un ejemplo de su mayeútica: Sócrates empezaba declarándose ignorante


de qué fuese, en realidad, la virtud, y preguntaba a su interlocutor si poseía alguna
luz sobre ello. O bien solía orientar la conversación en aquel sentido y cuando el otro
empleaba el término «virtud» le preguntába Sócrates qué era aquello que su interlocutor
significaba con tal vocablo. Cuando le daban una respuesta, Sócrates se mostraba
satisfecho, pero por lo común reparaba en que había una o dos pequeñas dificultades
que le gustaría ver puestas en claro.

Consecuentemente iba haciendo preguntas, dejando que fuese el otro quien más
hablase, pero dirigiendo él mismo el curso de la conversación, de suerte que quedara
patente, al fin, lo inadecuado de la propuesta definición de virtud. El interlocutor volvía
entonces sobre sus pasos y proponía una definición nueva o modificaba la ya
propuesta. Pero la réplica de Sócrates era siempre la misma: esos no son más que
ejemplos de virtud, actos o cosas de virtud particulares, no la virtud en sí misma considerada.
Ahora bien, si miráis cada caso particular, descubriréis que todos esos casos
encierran en sí, como fondo, algo igual, algo común por lo que todos ellos son virtud.

De este modo, la «dialéctica» socrática procedía desde una definición menos


adecuada hasta otra más adecuada, o de la consideración de ejemplos particulares a
una definición universal. La finalidad era siempre la de lograr una definición universal
y válida, y como el razonamiento procedía de lo particular a lo universal, o de lo
menos perfecto a lo más perfecto, podía decirse que se trataba de un proceso inductivo.
Tal proceso inductivo, que subsume lo particular bajo lo general, se eleva en
Sócrates a función esencial del conocimiento científico.
Sin duda alguna, el razonamiento inductivo tal como lo aplica Sócrates (Jenofonte
y Platón coinciden en ello) es todavía imperfecto y defectuoso. Aún carece de la
circunspección necesaria para generalizar y del rigor metódico que exige la conceptuación.
El afán de llegar cuanto antes al concepto general es tan excesivo que a menudo se acepta un material
precipitadamente recogido, y el convencimiento de validez
del concepto generado es tan firme que se decide, sin más, el problema propuesto.
Pero por muchas que puedan ser las lagunas del procedimiento socrático no
menoscaban su significación histórica. Su doctrina de la inducción no posee tanto
valor metodológico cuanto lógico y teorético-cognoscitivo. Señala de una vez por
todas, decisivamente, que la tarea de la ciencia reside en elevarse al concepto general
mediante comparaciones de hechos singulares. La mayeútica (así llamaba Sócrates a
su método por alusión a su madre comadrona) tiene aún otro sentido positivo: intentar
que los demás den a luz en su mente ideas verdaderas con vistas a la acción justa.

La erótica de Sócrates
En su obra el Banquete, Jenofonte describe un banquete que el rico Calias, al que
conocemos por el Protágoras de Platón como protector y anfitrión extravagante y frecuente
de los sofistas, dio con motivo de una victoria obtenida por su amigo Autólico en el marco
de las fiestas Panateneas. Como la Apología, también esta obra tiene su paralela en Platón,
pero, aparte de tener ambas como protagonista a Sócrates, apenas coinciden en algo más.
En el Banquete de Jenofonte encontramos, como comensales, a Hermógenes, el hermano
de Calias, a Critóbulo, el hijo de Critón, a Cármides, el tío de Platón, y a Antístenes, una
figura de considerable importancia pero que no debía caer muy bien a Jenofonte, que lo
presenta como un maleducado y como alguien neurótico y conflictivo. Probablemente uno
de los mayores méritos de esta obra es su viva descripción de esa curiosa institución
ateniense de los banquetes en los que se combinaba la conversación de sobremesa -con
vino y nueces- con un pequeño espectáculo de baile o de teatro ofrecido por el anfitrión.
En este caso el espectáculo es el mimo del encuentro de Dioniso y Ariadna, uno de los
pocos testimonios de tales representaciones anteriores al helenismo. Platón, cuyo interés
era mucho más filosófico, no ofrece una descripción tan detallada de estas tertulias que
mezclaban así la diversión y el ejercicio dialéctico, el espectáculo y el debate político, el
placer y la filosofia. En concreto, el tema principal tratado más en serio -después de una
serie de discursos y discusiones en los que cada participante es requerido para que diga
cuál de sus realizaciones o posesiones es la que más le enorgullece y por qué- es el del
amor. Cada uno de los asistentes hace un elogio y expresa sus opiniones con mucha más
crudeza y más francamente que en Platón, sin que sea ningún secreto la intención afrodisíaca
y estimulante de algunas de las intervenciones. Por lo que se refiere a Sócrates, aunque estaba
tan dispuesto como el que más a las bromas, su tema, como era de esperar, fue que el amor
del alma es muy superior al amor del cuerpo. No obstante, aun siendo más espiritual que
fisico, no por ello había de ser el amor, según Sócrates, lánguido y falto de pasión. En general,
destaca, como un rasgo de encanto, cierta ingenuidad en algunas escenas, como por ejemplo
la del concurso de belleza entre el joven Critóbulo y el silénico Sócrates, o el lamento de este
último porque Antístenes ama al primero no por sí mismo o sus virtudes sino por su fisico.

Pues Sócrates busca el saber, no como materia de pura especulación, sino de tal
modo que sirva para vivir conforme es debido. Para obrar bien es preciso saber lo que
es recto. El «conócete a ti mismo», tan frecuentemente utilizado por Sócrates, expresa
su preocupación por conducir a los demás a que reflexionen por sí mismos y
piensen en la importante tarea de cuidar sus almas. Esta era la misión que Sócrates
consideraba haberle sido impuesta por el dios de Delfos.
El conocimiento se busca, pues, como medio para la acción ética. La esfera de
los conocimientos de la naturaleza no es atendida por Sócrates.

LA TEORÍA MORAL
Contra el relativismo moral de los sofistas
Sócrates intentó dar una solución positiva al problema moral que con los sofistas
había abocado al relativismo escéptico y al individualismo. Enfrentados a la variedad de
voliciones y formas de obrar, y ante la diversidad de códigos morales y jurídicos, los
sofistas habían buscado una norma de actuación o un código moral que, por naturaleza,
fuera válido para todos los hombres. Pero como quiera que para los sofistas la naturaleza
es el impulso natural, la única norma de actuar justificada era, para ellos, la decisión
autónoma del individuo a partir de su impulso. Las leyes y las costumbres les parecían
cuestión de mera convención y sólo tenían, por tanto, un valor histórico y temporal.

También para Sócrates habían pasado ya los tiempos de la sumisión ingenua a


la ley y a la costumbre, y proponía una decisión autónoma de cada individuo como
norma de obrar. Pero mientras los sofistas fijaron su atención en el análisis especulativo
de los sentimientos e impulsos que determinan el obrar de los individuos, y se
veían obligados a reconocer a todos esos motivos psíquicos el igual derecho de un
proceso natural y necesario, Sócrates concentró su interés en la dimensión práctica
de la conducta y, concretamente, en el hecho de que el bien obrar, el éxito está en
función del conocer, de la comprensión racional.
En otras palabras, a los sofistas les preocupaba fundamentar la validez de las
normas éticas y desde un punto de vista teórico proponían el impulso natural individual.
Sócrates, en cambio, atendió al aspecto práctico del obrar y encontró el módulo
positivo de valoración ética en la comprensión racional. Las consecuencias de uno
y otro planteamiento serán opuestas.

Valer es saber
Concentró, pues, Sócrates su interés en la significación práctica, política y social
que habían adquirido en su época el saber y la ciencia. Así, en el ámbito de la vida
pública, dada la creciente autonomía de los individuos en la democracia y lo complejo
de los problemas, se ponía de manifiesto que el éxito dependía de una adecuada
comprensión y conocimiento de la situación y de los resortes a utilizar.

Quien procede por meros impulsos, o dejándose llevar por opiniones y costumbres
puede, por azar, lograr su objetivo, pero puede también equivocarse y fracasar. En todo
caso no está seguro del resultado porque ignora las condiciones del éxito. Quien las sabe,
en cambio, obra con acierto. Lo mismo ocurre en el ámbito de la vida profesional. La
valoración del buen artesano y la adecuada realización de su obra están en función del
conocimiento que tenga de su oficio y su dominio de las herramientas. Saber es valer.
La capacidad de obrar reposa, pues, en la comprensión racional, y ésta consiste
en el exacto conocimiento de aquello a lo que se dirige la acción. Pues bien, estas
consideraciones, derivadas por Sócrates de las apreciaciones de la capacidad práctica,
fueron llevadas por él mismo y traspuestas al dominio de la aptitud moral y de la
virtud. Así la capacidad moral se identificó con la virtud (gracias a la equivocidad
del término griego areté) y la virtud se definió como el conocimiento de lo bueno.

¿Utilitarismo?
Pero el hecho de sobreponer los conceptos éticos sobre nociones extraídas del
mundo de la técnica, iban a producir ciertas debilidades en la construcción de la
ética socrática. De hecho, la tradición se vuelve dudosa cuando se pregunta sobre qué
entiende Sócrates por lo bueno.

Según la opinión de Jenofonte, coincide para Sócrates lo bueno con lo provechoso


o útil. La virtud es aquello que, en cada caso, acarrea ventaja y utilidad: «Si me
preguntas si conozco un valor (un bien) que no se muestre como útil para algo, digo
que no conozco tal valor ni lo conoceré nunca» (Memorabilia). Y concuerda enteramente
con Platón quien viene a decir: hablamos de un valor cuando, por ejemplo, los
ojos son aptos y útiles para ver, el cuerpo para correr y para luchar, etc. En este sentido
tenemos un buen caballo, unas buenas acciones, unas buenes leyes.
Esta interpretación pone en analogía, como decíamos, la virtud ética con la aptitud
práctica. Saber (o poder) es valer. La virtud es, en el ámbito ético, una adecuada comprensión
racional del daño y provecho que puede resultar de la acción para elegir lo
más conveniente. No obstante, el concepto socrático de lo bueno queda indeterminado
en cuanto a su contenido. Lo bueno es bueno para algo, pero ¿qué es lo bueno en sí?

Por otra parte, el testimonio personal de Sócrates impide tomar como utilitarista
su ética en el sentido expuesto. Su opinión de que es mejor sufrir la injusticia que
cometerla (en contra de los sofistas); su riguroso legalismo que le impide huir de la
cárcel para continuar su vida y su obra y eludir las consecuencias de una sentencia injustas; su admonición de que el sentido de
la vida está en el incansable perfeccionamiento
moral del hombre, en la participación de lo bueno y lo bello; y su erótica, es
decir, su doctrina según la cual la amistad y la inclinación entre maestro y discípulo
no deben tener otro propósito que impulsarse recíprocamente para llegar a ser cada
vez mejores, son hechos que superan de sobra una mera interpretación utilitarista.
Por tanto, la ética de Sócrates se mueve en círculo: se enseña que no hay que
buscar la verdadera felicidad del hombre en los bienes externos ni en la prosperidad,
sino sólo en la virtud. Pero la virtud es conocimiento de lo provechoso y útil, de lo
bueno para algo. A su vez, lo bueno para el hombre es la virtud.
Si Sócrates no nos dice lo que podría ser lo bueno en sí es porque ve el valor
moral como paralelo al valor «técnico» que expresa una idoneidad o finalidad utilitaria.
Lo bueno, lo que vale, vale para algo. De modo que, bajo la fuerza de sus términos,
la ética socrática presenta una contradicción entre su modo teórico-ético y el
testimonio personal del hombre que la enseña.

Intelectualismo-Eudemonismo
De cualquier modo, por indeterminada que parezca la noción de bondad, de una
cosa estaba firmemente convencido Sócrates: de que el conocimiento de lo bueno
basta para obrar con rectitud y alcanzar la felicidad. El conocimiento da la pauta a la
voluntad que realiza el bien y así alcanza la felicidad.

Aristóteles nos lo dice en su Ética a Nicómaco: «Para Sócrates todas las virtudes
consisten en el entender». Y a esta interpretación se le ha calificado de intelectualismo.
Si todo hombre obra según lo que le es más provechoso, nadie hará lo que le es
nocivo. Si la virtud es el conocimiento de los más provechoso será virtuoso quien
obra por comprensión racional. Nadie pues, a sabiendas, obraría mal, sino sólo
quien ignorara el adecuado conocimiento de lo más conveniente. Según esto, tiene
sentido instruir moralmente. Lo que es bueno es susceptible de ser enseñado, y así
promover el hombre a la acción virtuosa y conveniente. Si la virtud no fuese comprensión
racional no se podría enseñar.

Pero además supone Sócrates que el que conoce y practica aquello que considera
bueno es por ello feliz. La eudemonía es la consecuencia natural de la virtud como conocimiento
de lo bueno. Por ello deduce Sócrates, en contra de lo sofistas, que el obedecer
las prescripciones morales y someterse a la ley, no sólo es lo más seguro, sino el
único medio para conquistar la felicidad duradera. No es que proponga el acatamiento
ingenuo e irreflexivo de lo tradicional, sino que considera la obediencia como exigencia
de la comprensión racional de lo conveniente para el ciudadano. En tal racionalidad está
su pretensión de validez. De este modo, restituye Sócrates su autoridad al derecho.

Ahora bien, el intelectualismo y eudemonismo ético podrían estar, a primera


vista, en contradicción con los hechos de la vida diaria. ¿No tenemos acaso conciencia
nosotros mismos de que muchas veces hacemos deliberadamente cosas que sabe mos
que están mal y que nos perjudican? Cuando imputamos a alguien una mala
acción, ¿no lo hacemos creyendo que la ha hecho sabiendo que era mala?
De ahí que Aristóteles critique la identificación entre saber y virtud basándose
en que Sócrates olvida las partes irracionales del alma y no atiende suficientemente
al hecho de la debilidad moral por la que el hombre hace a sabiendas lo malo. Tampoco
aborda Sócrates (por lo menos las fuentes no dan noticias) el problema de en
qué medida al curso de los acontecimientos no previsto por el hombre, puede contrarrestar
y anular la acción de una conducta comprensiva y conveniente. Sólo vagamente
se habla de una «fuerza providencial», objeto de fe, y no de conocimiento, que
garantiza los felices resultados de la acción moral.

En conclusión, el intelectualismo socrático se explica por su enlazamiento del concepto


de saber sobre la noción de capacidad práctica. En el ámbito práctico, saber (o
poder) y valer coinciden, y Sócrates concibe los aspectos éticos de modo paralelo a los
aspecto técnicos. Habrá entonces que preguntarse: ¿son adecuados los conceptos tomados
del mundo de la vida práctica para traducir el ideal de vida y del querer de Sócrates? ¿No
habría que descubrir un nuevo lenguaje y un nuevo mundo de ideas para comprender y
expresar mejor todo esto? Será de estos problemas de donde partirá la filosofia de Platón.
No obstante, la concepción de la virtud como saber tuvo importantes repercusiones
en la ética antigua, y en los tiempos modernos en el movimiento ilustrado que,
tomando como lema «virtud es sabern, concibió que sólo a base de ciencia e ilustración
se podía educar al hombre.

Los socráticos posteriores


De manera general «socráticos» son el conjunto de los discípulos de Sócrates. Pero,
más específicamente, este término se usa para referirse a sus discípulos directos, y en
especial a aquellos que, siguiendo sus enseñanzas, fundaron las llamadas escuelas socráticas
menores. De esta manera se distingue entre Platón, que fue discípulo directo de Sócrates,
de los megáricos, los cínicos y los cirenaicos, seguidores, respectivamente, de Euclides de
Megara, de Antístenes y de Aristipo de Cirene, que también fueron discípulos directos
de Sócrates. La gran dimensión del pensamiento platónico lo excluye de esta clasificación
aunque, en sus primeros diálogos, Platón es manifiestamente socrático. Por el hecho de
no haber fundado ninguna escuela, tampoco se incluye a Jenofonte en esta clasificación
que, por otra parte, es bastante artificiosa, ya que aunque todas las llamadas escuelas
socráticas parten de considerar las enseñanzas de Sócrates, es difícil encontrar rasgos
comunes entre ellas. Este hecho muestra el carácter no dogmático del pensamiento
socrático, no dirigido hacia la formulación de ningún corpus doctrinal, sino encaminado
a la provocación de la propia reflexión.

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