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Texto clave general: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que
predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a
estos también glorificó”. Romanos 8:28-30.
Objetivo:
Texto clave:
Introducción. Antes de encontrarse con Cristo, Pablo había sido un héroe entre los fariseos.
Mantenía la ley y el orden, o mejor dicho, veneraba la ley y le encantaba dar ordenes. Las madres
judías lo ponían como ejemplo de un buen hijo. Había sido escogido entre ellos para “tener éxito” y
muy posiblemente el heredero de Gamaliel.
Sin embargo, todo esto se detuvo en el camino a Damasco, cuando llevaba a cabo un evento
extraordinario que apagó sus aires de grandeza y lo transformó en apóstol de Cristo.
Desarrollo.
En el camino a Damasco
El viaje había sido idea de Saulo. La ciudad había visto un gran numero de conversiones, cuando
esta noticia llegó a oídos de Saulo, hizo su petición: “Envienme a mí”. Así, el apasionado joven
hebreo, estaba resuelto a acabar con la iglesia. el viaje a Damasco era de unos 24º kilomentros. Es
probable que Saulo viajara a caballo, evitando pasar por los poblados gentiles. Este era un “viaje
santo”.
Lean Hechos 9:1-2. ¿Por qué Saulo estaba haciendo este viaje a Damasco?
¿Por qué estaba tan decidido a terminar con los seguidores del “Camino”?
Los primeros creyentes tuvieron que soportar persecuciones y pruebas de parte de personas como
Saulo. ¿Qué nos revelan Lucas 6:22-23 y Juan 15:18-19, sobre lo que tendremos que soportar por
Cristo y los propósitos de esas pruebas?
También era un viaje caluroso. En esa llanura entre el monte Hermpon y Damasco se podría derretir
la plata. El sol golpeaba como laza, el calor producia espejismos a la distancia. En algún punto de
este caluroso camino, Jesús tiro a Salulo al suelo al tiempo que le decía: “Saulo, Saulo, ¿Por qué me
persigues? (v.4).
Saulo llevó sus manos a las cuencas de sus ojos. Los sentía como si estuvieran llenos de arena. Se
puso de rodillas y bajó la cabeza hasta el suelo y dijo: “¿Quién eres Señor? Enronces el Señor
constestó: Yo soy Jesús, a quien tu persigues” (v.5). Cuando supo quien se preparó para lo peor.
Sabia que todo había terminado, pudo sentir un nudo en su garganta. Seguramente, esperaba una
muerte segura, pero deseaba que fuera rápida y sin dolor. Sin embargo, lo único que consiguió fue
silencio y muchas sorpresas.
Cuando Saulo levantó la cabeza para mirar, se dio cuenta de que estaba ciego. Sus guardias
corrieron a socorrerlo. Lo llevaron a la posada de Damasco y lo ayudaron a subir las escaleras.
Estaba desconcertado y confundido en una habiracion prestada. Dios lo dejó allí por unos días con
escamas en sus ojos y lo único que podía hacer era mirar a su interior y no le gustó lo que vio. Se
percibio como realmente era: el peor de los epcadores (1ª Tim. 1:15). Un legalista. Un
desvergonzado. Un dispensador de justicia que pesaba la salvación en la balanza de dos platillos.
Un legalista, cree que seguir las reglas conducirá a la salvación. ¿En qué está equivocada
fundamentalmente esta forma de pensar?
Ananías, al principio había cuestionado a Dios si este llamado era realmente cierto, porque del
hombre de quien hablaba era muy malo y perseguidor de sus seguidores. Pero el Señor le aclara: “Ve
porque instrumente escogido me es este…”. Así que Ananías, caminando apresuradamente por las
estrechas calles de Damasco, aun pensando cómo seria ese encuentro, obedeció el mandato del
Señor, rviviendo las palabras del Señor mientras caminaba: “instrumento escogido me es este”. Saulo
lo relacionaban como el incontrolable, el fariseo acérrimo, ¿Pero Saulo el escogido?
Ya Ananías no podía regresar. Subió las escaleras y los guardias cuestionaron el motivo de su visita
y luego le abrieron paso. Lo que vio fue impresionante. Un hombre solitario, pasivo, ciego, debilitado.
Muy alejado de la visión que tenia de él, como un hombre fiero. No había comido por 3 días.
Lean Hechos 9:17-19. ¿Por qué razón Ananías dijo que Dios lo había enviado?
Ahora en Mateo 5:46-47. ¿Por qué Dios a menudo nos pone en contacto con personas que de algún
modo nosotros consideraríamos como enemigos?
Objetivo:
Introducción.
Desarrollo.
El nuevo nacimiento de Pablo
Vale la pena detenerse a analizar las instrucciones que le da Ananías a Saulo: “¿Qué esperas?
Levantate, bautizate y lávate de tus pecados, invocando su nombre” (Hch. 22:16). No fue necesario
repetirlo 2 veces. El legalista Sauo fue enterrado y nació Pablo el libertador. En un momento fue
bautizado y en unos días estaba con los hermanos de Damasco y años después había predicado a
miles en las sinagogas. Pronto estaría predicando desde las colinas de Atenas, escribiendo cartas
desde la prisión y engendrando a una gran teólogos como Agustin, Lutero, Calvino, etc. Él se
mantendría formando discípulos dedicados y recorriendo caminos por miles de kilómetros. Cuando
sus sandalias no se estaban llenando de polvo, su pluma estaba escribiendo.
Todas sus predicadiones pueden reducirse a una frase: “Nosotros predicamos a Cristo crucificado”
(1ª Cor. 1:23).
Jesús debió haber terminado con él, en el camino, debió haberlo dejado como alimento de los buitres
y enviado al infierno. Pero no lo hizo, al contrario, lo escogio, lo llamó y lo envió a las ovejas perdidas
de su pueblo y del mundo gentil.
Pablo mismo consideró esto como algo extraordinario. Como algo ilógico. Describió su mensaje con
frases como “motivo de tropiezo” y “locura”, pero terminó llamándole “gracia” (1ª Cor. 1:23; Ef. 2:8).
Nunca tuvo un curso en misiones, ni participó en un comité. Solo fue inspirado por el Espíritu Santo y
motivado por el amor que posible lo imposible: la salvación.
Saulo el legalista había sido sepultado y nacia Pablo el libertador. Lean Juan 3:3-8. ¿Qué dijo Jesús
acerca de enterrar nuestro pasado y “nacer de nuevo”?
Pablo recordó su vida antes de Jesús (Fil 3:5). ¿Por qué es también importante para nosotros
recordar lo que eramos antes de conocer a Cristo?
La perspectiva de Pablo dio un giro de 180° cuando se encontró con el resucitado. Sin embargo, su
celo y su pasión por la tarea que tenia que llevar a cabo se mantuvieron inalterables.
La misión de Pablo
El llamamiento de Pablo lo llevó primero a la ciudad de Antioquia, donde se sirvió con Bernabé. A
partir de ahí, la pareja emprendió un viaje misionero a través de Chipre y lo que hoy se llama Turquia
(Hch. 13:4). Volviendose a Antioquia, Pablo y Bernabe tuvieron una discusión (15:39) que terminó con
Pablo llevando como compañeros a Silas y Tomoteo en el próximo viaje. Este vez se dirigieron a
Grecia.
En Filipos, una mujer llamada Lidia llega a ser la primera convertida a partir de la obra de Pablo en
Europa (16:14). A Pablo y a Silas los encierran en la cárcel, pero alrededor de la medianoche, cuando
los dos están cantando himnos a Dios, un terremoto rompe las puertas de la prisión. El carcelero está
desconcertado pensando que los presos habían escapado, pero Pablo le habla y temblando de miedo
cae ante Pablo y Silas y sacándolos de allí les pregunta: “señores, ¿Qué tengo que hacer para ser
salvo?” (16:29-30). El carcelero se convierte en discipulo de Cristo y Pablo y Silas recuperan su
libertad (16:40).
Desde allí se dirigen a la ciudad de Tesalonica, donde él, Timoteo y Silas pasan 3 fructiferas
semanas. El resultado de su estancia fueron un nicleo de creyentes. En una sola frase, Lucas nos da
un perfil de la iglesia (17:4). Un grupo diverso asistió al primer servicio de la iglesia. algunos eran
judíos, otros gregos, unas mujeres influyentes, pero todos estaban convencidos de que Jesús era el
Mesías. Y en poco tiempo, todos pagaron el precio por su fe. Los jóvenes creyentes fueron
arrastrados a la presencia de los lideres de la ciudad y forzados a pagar una fianza para que los
dejaran a la presencia de los lideres de la ciudad y forzados a pagar una fianza para que los dejaran
libres (17:6,10). Esa noche ellos ayudaron a Pablo, Timoteo y Silas a escabullirse fuera de la ciudad.
Pablo siguió viajando, pero parte de su corazón todavía estaba en Tesalonica. La iglesia era muy
joven y frágil, pero también muy especial. de solo pensar en ellos se sentía orgulloso. Ansiaba volver
a verlos (1ª Tes. 2:18).
¿Qué fue lo que hizo que Pablo se convirtiera en un misionero eficaz?
Lean 1ª Tesalonicenses 1:2-6. ¿por cuales 3 cosas Pablo recordaba a loscreyentes de Tesalonica?
¿Qué quiso decir Pablo cuando dijo que el evangelio había llegado a ellos “no solo con palabras, sino
tmabien con poder” (v.5).
Pablo decribio su trabajo de fundar iglesias en 1ª Cor. 3:6-7. ¿Cuál es el papel del Espíritu Santo en
la obra de llegar a otros con el evangelio de Cristo? ¿Cuál es nuestro papel?
Lección 3.
Objetivo:
Lectura bíblica:
Texto clave: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros…” (Juan 15:16)
Desarrollo
¿Qué significa la elección incondicional?
Aunque Dios no considera a nadie mejor que otro (Romanos 2:11), en toda la Biblia vemos a Dios
escoger soberanamente a personas por razones que no entendemos del todo (Abraham, Pablo,
Jeremías, los discípulos de Jesús, etc…). Si estamos de acuerdo con eso, no debe resultarnos
polémica la elección incondicional.
La elección incondicional significa que Dios escogió desde antes de la fundación del mundo,
previendo el pecado del hombre, a una multitud incontable de personas para salvarlas, no porque vio
que creerían o consideró algo bueno en ellas, sino que lo hizo en amor y misericordia, según Su
voluntad para alabanza de la gloria de Su gracia.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su
voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado…”
(Efesios 1:3-6, énfasis añadido)
“Dios no nos escogió porque fuésemos mejores, o más santos, o más inteligentes, etc”
En otras palabras, esta doctrina enseña que Dios no nos escogió porque fuésemos mejores, o más
santos, o más inteligentes, etc. Nada en nosotros inclina la elección. De hecho, si Él no nos escoge
en amor, ninguno de nosotros lo escogeríamos ni tendríamos fe porque nuestros corazones están
endurecidos por el pecado al menos que Dios tenga misericordia de nosotros y nos llame
eficazmente. Hemos hablado de eso en los artículos anteriores.
Aunque es un misterio por qué Dios no escoge a todas las personas [1], esta doctrina no significa que
Dios nos escogió al azar. Él tiene Sus razones en Él. Lo que sabemos, es que no hay nada en
nosotros de qué jactarnos (1 Corintios 1:26-31).
Objetivo:
Texto clave:
Introducción. Aunque la enseñanza bíblica acerca de la elección se expone con mayor frecuencia de
forma concreta en una narración de la historia redentora, es especialmente en las epístolas de Pablo
donde encontramos los rudimentos de un tratamiento mas sistematico de la elección y la
predestincion. Aunque Pablo respecto correctamente el tema de la elección en la historia de la
redención, sin embargo, el proporciona un estudio más sistematico y detallado doctirnalmente. Por
eso, no es sorprendente que la enseñanza de Pablo sobre la elección haya ocupado buena parte de
su atención en sus cartas.
En las epístolas paulinas se encuentran algunas de las reflexiones más profundas sobre los
propósitos redentores de Dios en su consejo y voluntad eternos.
Desarrollo
Comenzamos con uno de los pasajes mas conocidos y citados. Este ha desempeñado un papel
considerable en la historia de la reflexión de la iglesia sobre la doctrina de la elección.
La primera caracterisitca que hay que destacar de este pasaje es la forma en que comienza una
afirmación confiada con el cuidado y la providencia de Dios en la vida de los que son llamados según
su propósito (v. 28). Con estas palabras, Pablo expresa una confianza que pertenece a aquellos que
Dios ha llamado por su gracia a la salvación mediante la fe en Cristo. Esta confianza se deriva de la
seguridad de que Dios esta llevando a cabo su propostio de gracia en la vida del cretenete y
supervisa todo lo que lo que ocurra en la vida del creyente para su bien.
La relación estrecha entre el propósito y la obra de la gracia de Dios en la vida de aquellos a quienes
ha llamado, Pablo pasa a explicar por qué los creyentes pueden tener esta confianza (vv. 29-30).
Hay dos preguntas que deben abordarse para interpretar adecuadamente lo que Pablo enseña en
este pasaje. La primera cuestión se rfiere al significado del lenguaje de Pablo sobre la “presciencia”
de Dios en relación a su acto de “predestinación”. ¿Qué se entiende por presiencia de Dios?
La segunda es: ¿El objeto de la presciencia de Dios son las personas que responden al llamado del
evangelio o la fe de estas personas?
En cuanto a la priemra pregunta, en primer lugar, si bien es cierto que Dios en su omnisciencia,
conoce todo lo que va a suceder antes de que ocurra, las Escrituras hablan a menudo del
conocimiento que Dios tiene de su pueblo de una manera mucho más rica y relacional. El
conocimiento de Dios incluye una disposición de favor hacia aquellos a quienes Dios conoce. Y en
segundo lugar, hay una indicación en el contexto más amplio de la carta de Pablo a los romanos de
que el conocimiento de Dios está en el ámbito de Pablo. En Romanos 11, Pablo declara que Dios no
ha rechaza a su pueblo (v.2). Dios conocer a su pueblo escogido y hay un remante de tal pueblo en
Israel, elegido por gracia (vv.3-5). Cuando Pablo habla de la “presciencia” de Dios en Rom. 8:29, es
muy probable que esté utilizando este lenguaje de la misma manera en Romanos 11:2. La
presciencia de Dios es su compromiso previo de tratar aquellos a quienes predestina con un favor
especial.
La consideración de la segunda pregunta puede confirmar aun más esta interpretación de la
presciencia de Dios. el objeto de la predestinación de Dios en este pasaje no es algo que ciertas
personas hacen en respuesta a su llamado del evangelio. Mas bien, el objeto de la presciencia de
Dios consiste en aquellas personas que Dios distingue de antemano como receptores especiales de
su favor. Pablo no dice como responderán estas personas en arrepentimiento y fe, cuando el
evangelio llegue a ellos, tampoco dice como actuaran en base a esa presciencia de Dios. solo dice
que hay ciertas personas que Dios conoce de antemano y a las que predestina.
Ahora bien, en el lenguaje del v. 30, el cual a menudo se le llama “la cadena de la salvación”
establece un orden de afirmaciones paralelas, cada una de las cuales comienza con “los que” y
termina con una declaración de la acción de Dios con respecto a estas personas. El modo en que
Pablo elabora este orden de afirmaciones, incluido el uso del tiempo pasado (predestinó, llamó,
justificó, glorificó), confirma que la salvación de los creyentes depende de la obra de gracia de Dios
desde el principio hasta el final, y no de la respuesta diversa de aquellos a quienes se extiende el
llamado del evangelio.
Aunque este pasaje (Rom. 8:28-30) se interpreta a menudo por los teólogos arminianos como que
Dios tiene un conocimiento previo de las condiciones que algunos cumplirán por ser salvados, esta
interpretación debe estudiarse cuidadosamente, ya que tal interpretación no hace justicia al sentido
bíblico en el que Dios “conoce” a los suyos. Cuando el conocimiento de Dios se refiere a su relación
con su pueblo, suele describir su compromiso de tratarlo con una gracia especial.
La “presciencia” de Dios es la base y la ocasión de su predestinación de gracia y esto se hace
evidente en sus actos de llamar, justificar y glorificar.
Conclusión. Este pasaje que hemos visto, nos enseña que toda la salvación del creyente, desde el
principio hasta el final, está arraigada en la determinación y gracia de Dios de conceder la salvación a
aquellos que son elegidos de Su favor. De manera que este pasaje nos proporciona una base bíblica
para afirmar que la decisión incondicional, pretemporal y de gracia de Dios de conceder la salvación a
quienes Él elige.
Lección 5. “El tiene misericordia de quien quiera”
Objetivo:
Texto clave:
Introducción. Aunque este tema de la elección por gracia de Dios se encuentra a lo largo de las
Escritruas y en mayor grado en las cartas paulinas, el trato que Pablo hace de esta doctrina en los
capítulos 9 al 11 de Romanos es posiblemente el mas extenso de toda la Escritura.
Desarrollo
¿Hay injusticia en Dios? Miremos Romanos 9.
Busqué refutar esta doctrina de todas las formas posibles, porque me parecía que mostraba a un
Dios injusto al no escoger a todos para salvación. Pero Dios siempre es justo y seguiría siéndolo
incluso si no escogiese a nadie, porque todo pecador merece ser abandonado por Dios. Además,
dejados a nosotros mismos, ninguno querría ni siquiera ser escogido.
Esto me confronta a diario, pero la misericordia es, por definición, algo que no se debe a nadie. Dios
es libre para otorgarla en amor a quien Él quiera, y eso es abrumador. ¡Deberíamos ser más
humildes!
De esto leemos en todo el capítulo nueve de Romanos. En el capítulo previo, el apóstol Pablo habla
de promesas grandiosas de Dios para nosotros, entre ellas, que nada nos separará de Su amor (Rom
8:38-39).
Pero luego de hablar de esas promesas, Pablo ve venir esta pregunta crucial por parte de sus
lectores no-judíos: “Pablo, espere un momento. ¿Cómo podemos confiar plenamente que Dios sí
cumple Sus promesas, cuando vemos que claramente no las cumplió con todo Israel? No todos
tienen un nuevo corazón y de hecho los judíos crucificaron al mesías”. Si Dios puede decidir prometer
algo para luego cambiar de parecer y no cumplir, tenemos razones para no confiar en Él aunque haya
dado a Su Hijo por nosotros (¡Hasta podríamos pensar que Él puede deshacer el evangelio!). Esa es
una objeción obvia y seria a nada menos que a todo el cristianismo.
Entonces Pablo, en Romanos 9, luego de hablar de su amor por los judíos y su dolor por la
incredulidad de ellos (Romanos 9:1-3), explica que Dios no falló en Sus promesas a Israel porque en
realidad ellas nunca fueron para todos los que físicamente son descendientes de Abraham. Una
muestra de esto es que Dios haya escogido bendecir a Isaac y no a Ismael, aunque ambos eran hijos
de Abraham (Romanos 9:6-8).
Pero una prueba mayor aún de todo esto, es que Dios haya escogido a Jacob en vez de Esaú.
Ambos eran gemelos, pero Dios escogió en amor a Jacob antes de que ambos hermanos hubieran
nacido o hecho cualquier cosa, “para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera,
no por las obras, sino por aquel que llama” (Rom 9:10-13 LBLA).
Pablo sabe que lo que enseña es polémico y que muchas personas protestan ante eso diciendo “¡Es
injusto!”. Así que inmediatamente responde a las objeciones en Romanos 9:14-24:
“¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que
no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia” (Romanos 9:14-16).
Ante las críticas a esta enseñanza sobre la elección, Pablo dirige nuestra mirada hacia la misericordia
y soberanía de Dios. Aunque lo que dice puede incomodar, no debemos quejarnos. Como dijo un
gran predicador: Lo sorprendente no es que Dios no haya escogido a Esaú, sino que haya amado y
escogido a Jacob.
Lección 6. “El tiene misericordia de quien quiera”
Objetivo:
Texto clave:
Lección 7. “El tiene misericordia de quien quiera”
Objetivo:
Texto clave:
Lección 8. “La elección en Cristo antes de la fundación del mundo”
Objetivo:
Texto clave: