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UNIVERSIDAD

UNIVERSIDAD DEDE LOS


LOS ANDES
ANDES
FACULTAD
FACULTAD DE
DE CIENCIAS
CIENCIAS FORESTALES
FORESTALES Y
Y AMBIENTALES
AMBIENTALES
ESCUELA DE GEOGRAFÍA
ESCUELA DE GEOGRAFÍA

Evaluación multicriterio y SIG’s en la modelización


espacial de áreas susceptibles a movimientos de masa.
Caso: cuenca del río Yacambú

Autor:
Autor: Br. Miguel
Br. Miguel Ángel
Ángel MontenegroPadrón
Montenegro Padrón
Tutor:
Tutor: MSc.
Geóg. Geóg.
MSc. Delia
Delia Marbella
Marbella DugarteBalza
Dugarte Balza

Mérida – Venezuela
2008
i
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS FORESTALES Y AMBIENTALES
ESCUELA DE GEOGRAFÍA

Evaluación multicriterio y SIG’s en la modelización espacial de áreas


susceptibles a movimientos de masa. Caso: cuenca del río Yacambú

Trabajo especial de grado para optar al título de Geógrafo

Autor: Br. Miguel Ángel Montenegro Padrón


Tutor: Geóg. MSc. Delia Marbella Dugarte Balza

Mérida – Venezuela
2008
ii
VEREDICTO

ii
DEDICATORIA

A mis amados padres José y Celia.


A mis queridos hermanos Leonardo, Marco y Carlos.
A quienes me han servido de guía y motivación en la vida.
En memoria de mi sobrino Carlos Alejandro (1986 – 2008), un diamante en
bruto que no alcanzó a ser pulido.

“The ball I threw while playing in the park


has not yet reached the ground”

(“La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque


aún no ha tocado el suelo”)

Título original del poema: Should Lanterns Shine


Autor: Dylan Thomas (1914 – 1953)
Comentario: Reflexión de compromiso

iii
AGRADECIMIENTOS

Principalmente, a la Universidad de Los Andes por abrirme sus puertas y concederme un espacio
para mi formación, y convertirme en un ciudadano preocupado por los problemas geográficos y
ambientales del planeta Tierra y, en especial, de este país.

El presente trabajo no hubiese podido lograrse, sin la contribución directa e indirecta de las
siguientes instituciones y personas:
A la Empresa Sistema Hidráulico Yacambú – Quibor C.A. (SHYQ C.A.).
A la Unidad de Servicios y Proyectos Forestales, Geográficos, Agropecuarios y Ambientales
(UFORGA – ULA), y su Coordinadora, la Profesora María Teresa Delgado de Bravo, por su gran
receptividad, demostración de apoyo y colaboración al momento de prestar la información
necesaria para realizar el presente trabajo. Igualmente, al Profesor Francisco Rivas quien además
me facilitó oportunamente los datos requeridos.
En especial, al Profesor Carlos Ferrer O. y mi Tutora Principal Profesora Marbella Dugarte B., a
ambos, por las orientaciones recibidas (entre otras, desarrollar el Trabajo Especial de Grado –
TEG, en el área de Yacambú) y acertadas correcciones.
También, al Profesor William Lobo Quintero (Postgrado, Facultad de Ingeniería – ULA), al
Profesor Julián Aguirre Pe (Laboratorio de Hidráulica – ULA), quienes tuve la oportunidad de
entrevistar en algún momento y, de este modo, obtener las primeras luces para preparar el tema del
TEG. Especialmente, mientras investigaba el tema relacionado con los riesgos.
A mis padres y hermanos, quienes sin dudar siempre me han asesorado en asuntos esenciales, no
sólo de la vida cotidiana, sino, en aspectos científicos, tecnológicos, el idioma, el arte, entre otros.
Un agradecimiento muy especial al Ing. Marco Montenegro, quien me orientó en muchos aspectos
técnicos del TEG y en momentos que verdaderamente así lo requería.
Al personal de la Dirección de la Escuela de Geografía y a la Sra. Josefina del Departamento de
Geografía Física, quienes siempre están dispuestas a prestar ayuda. A todo el personal de la
biblioteca y mapoteca del Instituto de Geografía y Conservación de Recursos Naturales, por la
atención proporcionada durante los lapsos de consulta del material bibliográfico y cartográfico.
A otros profesores de la Facultad, quienes me ayudaron a coordinar algunas ideas destinadas a
mejorar el presente trabajo.
A todas las amistades cultivadas en la Escuela de Geografía y otras facultades de la Universidad,
por los buenos tiempos.

iv
ÍNDICE

VEREDICTO................................................................................................................................ ii
DEDICATORIA .......................................................................................................................... iii
AGRADECIMIENTOS................................................................................................................ iv
LISTA DE FIGURAS ................................................................................................................. vii
LISTA DE CUADROS ................................................................................................................. x
RESUMEN ................................................................................................................................ xiii
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 1
Objetivos ................................................................................................................................... 3
Justificación y alcances ............................................................................................................. 4
Capítulo 1 MARCO DE REFERENCIA........................................................................................ 7
Definición de términos ............................................................................................................ 15
Capítulo 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO .................................................... 20
Localización y extensión ......................................................................................................... 20
La cuenca del río Yacambú e impacto socioeconómico del proyecto del embalse .................... 20
Aspectos físico – naturales (modificado de UFORGA – ULA, 2005) ...................................... 22
Topografía............................................................................................................................... 22
Geología.................................................................................................................................. 22
Geomorfología ........................................................................................................................ 22
Clima ...................................................................................................................................... 23
Hidrografía .............................................................................................................................. 23
Suelos ..................................................................................................................................... 24
Cobertura vegetal .................................................................................................................... 24
Fauna ...................................................................................................................................... 24
Caracterización general de la geodinámica en la cuenca del río Yacambú ................................ 25
Aspectos socioeconómicos (modificado de UFORGA – ULA, 2005) ...................................... 31
Capítulo 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN.... 34
Consideraciones metodológicas en torno a la extensión “Análisis de Susceptibilidad” ............. 34
Determinación de la susceptibilidad. Principios básicos ........................................................... 35
Análisis jerárquico de los factores contribuyentes a la susceptibilidad: procedimiento
metodológico .......................................................................................................................... 36
1. Construcción del árbol jerárquico de decisión ...................................................................... 37
2. Determinación de la importancia relativa de los elementos de análisis (procedimiento) ....... 40
Presentación del menú principal de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” para el programa
SIG ArcView 3.2 de ESRI ....................................................................................................... 46
Descripción de las fases para la elaboración del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa
mediante la extensión “Análisis de Susceptibilidad”, para ArcView 3.2 .................................. 47
Requerimientos iniciales ......................................................................................................... 47
1. Definición del área de estudio (cuenca) ............................................................................... 47
2. Mapa de pendiente............................................................................................................... 49
3. Mapa de orientación de taludes ............................................................................................ 50

v
4. Rasterización de los mapas vectoriales (geología, geomorfologíay cobertura) ...................... 51
5. Aplicación de la máscara (recortar el área de estudio) .......................................................... 52
6. Superposición cartográfica para obtener el mapa de susceptibilidad a movimientos de masa 53
7. Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa ................................... 54
Capítulo 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS Y PARÁMETROS DE ANÁLISIS,
VALORACIÓN DE LOS AGENTES CONDICIONANTES Y APLICACIÓN DEL
PROCEDIMIENTO PARA LA OBTENCIÓN DEL MODELO DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A
MOVIMIENTOS DE MASA EN LA CUENCA DEL RÍO YACAMBÚ .................................... 55
Preparación de la información cartográfica .............................................................................. 55
Preparación (geoprocesamiento) de los mapas vectoriales correspondientes a los factores:
geología, geomorfología y cobertura ....................................................................................... 57
Construcción de la base de datos: Contribución relativa de cada elemento a la generación de
áreas susceptibles a movimientos de masa ............................................................................... 65
Nivel 1 de jerarquía: Comparación entre los factores condicionantes en relación al objetivo
principal .................................................................................................................................. 65
Factor Topografía .................................................................................................................... 67
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior ......... 67
Factor Geología ....................................................................................................................... 70
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior ......... 70
Nivel 3 de jerarquía: Comparaciones entre subclases en relación a las clases correspondientes al
nivel superior y asociadas al Factor Geología .......................................................................... 74
A. Unidades litológicas ........................................................................................................... 74
B. Estructura de la roca subyacente ......................................................................................... 77
C. Distancia a los elementos estructurales................................................................................ 80
Factor Geomorfología ............................................................................................................. 84
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior ......... 84
Factor Orientación de Taludes ................................................................................................. 86
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior ......... 86
Factor Cobertura ..................................................................................................................... 89
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior ......... 89
Nivel 3 de jerarquía: Comparaciones entrelas subclasesasociadas a los tipos de cobertura/uso del
suelo en relación a las clases correspondientes al nivel superior............................................... 92
A. Tierras agrícolas ................................................................................................................. 92
B. Tierras de vegetación secundaria ......................................................................................... 95
C. Tierras boscosas .................................................................................................................. 98
Aplicación de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” para la generación del mapa de áreas
susceptibles a movimientos de masa para la cuenca del río Yacambú .....................................103
1. Definición del área de estudio (cuenca) ..............................................................................103
2. Mapa de pendiente..............................................................................................................105
3. Mapa de orientación de taludes ...........................................................................................105
4. Rasterización de los mapas vectoriales (geología, geomorfologíay cobertura) .....................107
5. Aplicación de la máscara (recortar el área de estudio) .........................................................108
6. Superposición cartográfica para obtener el mapa de susceptibilidad a movimientos de masa
...............................................................................................................................................110
7. Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa ..................................111
Capítulo 5 IDENTIFICACIÓN DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A MOVIMIENTOS DE MASA EN
LA CUENCA DEL RÍO YACAMBÚ. EL MAPA DE SUSCEPTIBILIDAD .............................113
vi
Análisis de susceptibilidad .....................................................................................................113
Áreas de susceptibilidad baja ..................................................................................................113
Áreas de susceptibilidad moderada .........................................................................................114
Áreas de susceptibilidad alta...................................................................................................115
Áreas de susceptibilidad muy alta ...........................................................................................117
Consideraciones finales ..........................................................................................................120
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ..........................................................................121
REFERENCIAS CITADAS .......................................................................................................125
ANEXO .....................................................................................................................................134
ANÁLISIS DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A MOVIMIENTOS DE MASA EN LA CUENCA
DEL RÍO YACAMBÚ, A PARTIR DE LOS LÍMITES DE UNA SECTORIZACIÓN
GEOMORFOLÓGICA...........................................................................................................135

LISTA DE FIGURAS

Figura 1. Localización de la cuenca del río Yacambú. ................................................................. 21


Figura 2. Distribución de discontinuidades en la cuenca del río Yacambú. El gráfico generado por
la extensión “StereoMap” de ArcView 3.2, muestra la distribución del rumbo y buzamiento de la
geometría interna de los planos de foliación en el área de estudio, utilizando la Red de Schmidt. 26
Figura 3. Geodinámica de la cuenca del río Yacambú. (a) Plegamiento isoclinal en filitas silíceas
de la Formación Villanueva. Observe como la estructura se suaviza hacia el tope. Dirección de la
fotografía N 30º O; Cz: Cuarcitas, Fs/Cz: Filitas silíceas y cuarcitas, Fc: Filitas carbonosas; (b)
Panorámica del Cerro Cojón en el que se observan algunos movimientos de masa a través de los
planos de foliación en las filitas silíceas y carbonosas de la Formación Villanueva (Kv). Dirección
de la fotografía N 70º E; (c) Detalle de un deslizamiento de roca en el Cerro Cojón. Nótese los
planos de la foliación en las filitas silíceas y filitas carbonosas. Dirección de la fotografía E – O. 30
Figura 4. Localización del Parque Nacional Yacambú. ................................................................ 33
Figura 5. Diseño preliminar del árbol de decisiones para determinar indicadores de contribución
relativa a la susceptibilidad por movimientos de masa mediante análisis AHP. ............................ 38
Figura 6. Ventana principal de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” utilizada para la
obtención del mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa (modificado de Farré, 2000). .. 46
Figura 7. Diagrama de la metodología aplicada en la modelización espacial (modificado de Farré,
2000) de la susceptibilidad a movimientos de masa mediante el uso del programa SIG ArcView
3.2, y la extensión “Análisis de Susceptibilidad”. ........................................................................ 48
Figura 8. Ventana de dialogo para definir el área de estudio (cuenca) a partir de un punto. (a)
primer paso; (b) segundo paso. .................................................................................................... 49
Figura 9. Ventana de dialogo utilizada para generar la capa correspondiente al factor topografía. 50
Figura 10. Ventana de dialogo utilizada para generar la capa correspondiente al factor orientación
de taludes. ................................................................................................................................... 51
Figura 11. Ventanas de dialogo para la rasterización de los mapas vectoriales correspondientes a
los temas cobertura, geología y geomorfología. ........................................................................... 52
Figura 12. Ventanas de dialogo correspondientes a la quinta y sexta fase del proceso de
modelización. Mediante ella (Figura a), las capas de entrada se convierten de forma automatizada
en mapas de valores, utilizando la máscara de la cuenca para homogeneizar la dimensión del área

vii
de estudio. Adicionalmente,se muestran dos casillas (parte inferior) que al ser activadas ahorran la
ejecución de las fases 6 y 7 del procedimiento. En la figura b, la ventana muestra el proceso de la
fase 6 para realizar la superposición cartográfica con cinco mapas de factores, igualmente en la
parte inferior se muestra una casilla que al ser activada adelanta automáticamente al proceso de
reclasificación de la fase 7. .......................................................................................................... 53
Figura 13. Ventana de dialogo para la “Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos
de masa”, correspondiente a la última fase de la modelización espacial en la que se precisan los
niveles de susceptibilidad por defecto o por definición del usuario. ............................................. 54
Figura 14. Construcción del modelo digital de terreno (MDT). (a) Ventana de dialogo para generar
el modelo digital de terreno empleando redes irregulares triangulares (TIN); (b) Vista mostrando el
MDT, realizado mediante el programa ArcView 3.2 de ESRI. ..................................................... 58
Figura 15. Construcción del modelo digital de elevaciones (MDE). (a) Resultado de la conversión
del modelo TIN a grid, mediante el cual se obtiene el MDE; (b) Ventanas de dialogo para
reclasificar las cotas de altitud, representadas en el MDE. ........................................................... 59
Figura 16. Factor Geología en formato vectorial,cuenca del río Yacambú. .................................. 62
Figura 17. Factor Geomorfología en formato vectorial, cuenca del río Yacambú. ........................ 63
Figura 18. Factor Cobertura en formato vectorial, cuenca del río Yacambú. ................................ 64
Figura 19. Factor Topografía en formato raster representando los niveles de contribución relativa a
la susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. .................................... 71
Figura 20. Factor Geología en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la
susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. ........................................ 83
Figura 21. Factor Geomorfología en formato raster representando los niveles de contribución
relativa a la susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. ..................... 87
Figura 22. Factor Orientación de Taludes en formato raster representando los niveles de
contribución relativa a la susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. 90
Figura 23. Factor Cobertura en formato raster representando los niveles de contribución relativa a
la susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. ...................................101
Figura 24. Modelo jerárquico mostrando ponderaciones según el nivel de contribución relativa de
cada elemento para generar áreas susceptibles a movimientos de masa. ......................................102
Figura 25. Ventana de dialogo para definir el área de estudio (cuenca) a partir de un punto. (a)
primer paso: se selecciona el MDT y luego se generan las capas señaladas en la vista; (b) segundo
paso: se define el punto final de la cuenca a partir de un punto (se utiliza la capa 5 de la figura a),
para generar un modelo de red hidrográfica óptima, en función del área drenada por la cuenca. .103
Figura 26. (a) Modelo digital de terreno sin depresiones (MDT_fill); (b) Mapa de dirección de flujo
(Flow Direction); (c) Mapa de acumulación de flujo (Flow Accumulation); y (d) Mapa de la red de
drenaje (Stream Network). ..........................................................................................................104
Figura 27. Ventanas de dialogo utilizadas para la construcción automática de los mapas: (a)
pendiente; y (b) orientación de taludes. En ambos procedimientos se emplea el MDT. ...............105
Figura 28. Capas resultantes de la conversión a formato raster (imágenes reducidas). (a) MDT.
Factores: (b) topografía; (c) orientación de taludes; (d) geología; (e) geomorfología; y (f)
cobertura. Tanto en la obtención de los temas pendiente y orientación de taludes como para la
conversión a grid de los temas vectoriales, se toma en cuenta el MDT. ......................................106
Figura 29. Ventanas de dialogo para la conversión de los mapas vectoriales a formato raster. (a) se
selecciona el MDT del área objeto de estudio y los mapas temáticos, los cuales obtendrán la misma
resolución del MDT; (b) se seleccionan los campos donde se almacenan los datos de atributo, en
función de los niveles de contribución a la susceptibilidad. ........................................................107

viii
Figura 30. Ventana de dialogo utilizada en la obtención de las máscaras para cada factor, a partir
del tema grid “cuenca”. Mediante este procedimiento los mapas de factores son convertidos a
mapas de valores (derivados del análisis AHP), los cuales serán utilizados en la superposición
cartográfica. ...............................................................................................................................108
Figura 31. Resultados de las capas (máscaras) generadas a partir del tema “cuenca”. Donde: (a)
cuenca; Factores: (b) topografía; (c) orientación de taludes; (d) geología; (e) geomorfología; y (f)
cobertura. Cada máscara asociada a cada factor, se utiliza en la superposición cartográfica para
producir el mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa sin reclasificar. ..........................109
Figura 32. Procedimiento correspondiente a la superposición cartográfica. (a) Ventana de dialogo
mostrando los mapas temáticos, preparados en forma de mapas de valores y homogeneizados
mediante la aplicación de la máscara; (b) Resultado de la superpoción cartográfica. La capa
cartográfica se muestra sin la reclasificación. Sin embargo, la degradación de los colores indica la
configuración espacial de los resultados derivados del álgebra de mapas. De este modo, las zonas
claras denotan valores bajos de susceptibilidad a movimientos de masa, y las tonalidades más
obscuras valores altos. ................................................................................................................110
Figura 33. Ventana de dialogo para la “Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos
de masa”, correspondiente a la última fase de la modelización espacial en la que se precisan los
niveles de susceptibilidad, en esta oportunidad, por definición del usuario. ................................111
Figura 34. Resumen esquemático de los procedimientos realizados, para obtener el mapa de áreas
susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú. ...........................................112
Figura 35. Diagrama generado por ArcView 3.2, definiendo los umbrales de susceptibilidad a
movimientos de masa representados en el mapa por unidades de píxel (celdas), se incluye el
porcentaje de superficie ocupada según niveles de áreas susceptibles a movimientos de masa. ...118
Figura 36. Distribución de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río
Yacambú. ...................................................................................................................................119
Figura 37. Mapa de susceptibilidad – sector Caspito...................................................................136
Figura 38. Mapa de susceptibilidad – sector Cerro Negro. ..........................................................137
Figura 39. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas. ....................................................138
Figura 40. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector El Bajío – El Llorón. ...139
Figura 41. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector Quebrada Los Palmares.
..................................................................................................................................................140
Figura 42. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector La Esperanza. ..............141
Figura 43. Mapa de susceptibilidad – sector Villorín – Sabana Redonda. ....................................142
Figura 44. Mapa de susceptibilidad – sector Caspo – Las Turas, subsector quebrada La Puente. .143
Figura 45. Mapa de susceptibilidad – sector Caspo – Las Turas, subsector Caspo – Las Turas –
Barro Negro. ..............................................................................................................................144
Figura 46. Mapa de susceptibilidad – sector Urupe – Guapa. ......................................................145
Figura 47. Mapa de susceptibilidad – sector Corozal. .................................................................146
Figura 48. Mapa de susceptibilidad – sector Miracuy. ................................................................147
Figura 49. Mapa de susceptibilidad – sector Cerro Blanco. .........................................................148
Figura 50. Mapa de susceptibilidad – sector Quebrada Honda – La Escalera, subsector La Honda.
..................................................................................................................................................149
Figura 51. Mapa de susceptibilidad – sector Quebrada Honda – La Escalera, subsector La Escalera.
..................................................................................................................................................150
Figura 52. Mapa de susceptibilidad – sector quebrada Blanca. ....................................................151
Figura 53. Mapa de susceptibilidad – sector quebrada Negra. .....................................................152

ix
LISTA DE CUADROS

Cuadro 1. Escala fundamental de comparaciones por pares AHP. ................................................ 39


Cuadro 2. Matriz de comparaciones biunívocas entre los factores del nivel 1 en relación al nivel 0
(ejemplo)..................................................................................................................................... 40
Cuadro 3. Matriz de comparaciones por pares normalizada entre los factores del nivel 1 en relación
al nivel 0 (ejemplo). .................................................................................................................... 40
Cuadro 4. Jerarquía de los factores del nivel 1 en relación al nivel 0 y vectores utilizados para el
cálculo de los indicadores de consistencia. .................................................................................. 41
Cuadro 5. Matriz de índices aleatorios (I.A.)................................................................................ 42
Cuadro 6. Importancia parcial de los factores del nivel 1 en relación al nivel 0 (ejemplo). ........... 44
Cuadro 7. Matriz de comparaciones biunívocas entre clases del nivel 2 en relación a los factores
del nivel 1 (ejemplo). .................................................................................................................. 44
Cuadro 8. Matriz de comparaciones normalizada entre clases del nivel 2 en relación a los factores
del nivel 1 (ejemplo). .................................................................................................................. 45
Cuadro 9.Jerarquía de las clases del nivel 2 en relación al nivel 1 y vectores utilizados para el
cálculo de los indicadores de consistencia (ejemplo). .................................................................. 45
Cuadro 10. Importancia parcial de las clases del nivel 2 en relación a los factores del nivel 1
(ejemplo)..................................................................................................................................... 45
Cuadro 11. Matriz de comparaciones biunívocas entre los cinco factores condicionantes de áreas
susceptibles a movimientos de masa. ........................................................................................... 65
Cuadro 12. Matriz de comparaciones por pares normalizada entre los cinco factores condicionantes
de áreas susceptibles a movimientos de masa. ............................................................................. 66
Cuadro 13. Jerarquía de los cinco factores condicionantes y vectores utilizadospara el cálculo de
los indicadores de consistencia. ................................................................................................... 66
Cuadro 14. Importancia parcial de los cinco factores condicionantes y nivel de contribución a la
susceptibilidad. ........................................................................................................................... 66
Cuadro 15. Matriz de comparaciones biunívocas entre los seis rangos de pendiente con respecto al
nivel superior del Factor Topografía. ........................................................................................... 68
Cuadro 16. Matriz de comparaciones normalizada entre los seis rangos de pendiente con respecto
al nivel superior del Factor Topografía. ....................................................................................... 68
Cuadro 17. Jerarquía de los seis rangos de pendiente con respecto al Factor Topografía y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 69
Cuadro 18. Importancia parcial de los seis rangos de valores de pendiente con respecto al Factor
Topografía y nivel de contribución a la susceptibilidad. .............................................................. 69
Cuadro 19. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres clases relacionadas con la litología y
estructuras con respecto al nivel superior del Factor Geología. .................................................... 72
Cuadro 20. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres clases relacionadas con la litología
y estructuras con respecto al Factor Geología. ............................................................................. 72
Cuadro 21. Jerarquía de las tres clases con respecto al Factor Geología y vectores utilizados para el
cálculo de los indicadores de consistencia. .................................................................................. 72
Cuadro 22. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Geología y nivel de
contribución a la susceptibilidad. ................................................................................................. 73

x
Cuadro 23. Matriz de comparaciones biunívocas entre las once unidades litológicas con respecto al
nivel superior de la clase litología. .............................................................................................. 75
Cuadro 24. Matriz de comparaciones normalizada entre las once unidades litológicas con respecto
al nivel superior de la clase litología. ........................................................................................... 75
Cuadro 25. Jerarquía de las once unidades litológicas con respecto a la clase litología y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 76
Cuadro 26. Importancia parcial de las once unidades litológicas con respecto a la clase litología y
nivel de contribución a la susceptibilidad. ................................................................................... 76
Cuadro 27. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco subclases con respecto a la clase
estructura de la roca subyacente. ................................................................................................. 78
Cuadro 28. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco subclases con respecto a la clase
estructura de la roca subyacente. ................................................................................................. 78
Cuadro 29. Jerarquía de las cinco subclases con respecto a la clase estructura de la roca subyacente
y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ...................................... 79
Cuadro 30. Importancia parcial de las cinco subclases con respecto a la clase estructura de la roca
subyacente y nivel de contribución a la susceptibilidad. .............................................................. 79
Cuadro 31. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
distancia a las fallas. .................................................................................................................... 80
Cuadro 32. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres subclases con respecto a la clase
distancia a las fallas. .................................................................................................................... 81
Cuadro 33. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase distancia a las fallas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 81
Cuadro 34. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase distancia a las fallas y
nivel de contribucióna la susceptibilidad. .................................................................................... 82
Cuadro 35. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco clases asociadas a las formas del
terreno y procesos con respecto al Factor Geomorfología. ........................................................... 84
Cuadro 36. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco clases asociadas a las formas del
terreno y procesos con respecto al Factor Geomorfología. ........................................................... 84
Cuadro 37. Jerarquía de las cinco clases con respecto al Factor Geomorfología y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 85
Cuadro 38. Importancia parcial de las cinco clases asociadas a las formas y procesos con respecto
al Factor Geomorfología y nivel de contribución a la susceptibilidad........................................... 85
Cuadro 39. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres clases de orientaciones dominantes
con respecto al Factor Orientación de Taludes del nivel superior. ................................................ 88
Cuadro 40. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres clases de orientaciones dominantes
con respecto al Factor Orientación de Taludes del nivel superior. ................................................ 88
Cuadro 41. Jerarquía de las tres orientaciones dominantes con respecto al Factor Orientación de
Taludes y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ......................... 88
Cuadro 42. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Orientación de Taludes y
nivel de contribución a la susceptibilidad. ................................................................................... 89
Cuadro 43. Matriz de comparaciones biunívocas entre los tres tipos de cobertura/usos con respecto
al Factor Cobertura...................................................................................................................... 91
Cuadro 44. Matriz de comparaciones normalizada entre los tres tipos de cobertura/usos con
respecto al Factor Cobertura. ....................................................................................................... 91
Cuadro 45. Jerarquía de las tres clases con respecto al Factor Cobertura y vectores utilizados para
el cálculo de los indicadores de consistencia. ............................................................................... 91

xi
Cuadro 46. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Cobertura y nivel de
contribución a la susceptibilidad. ................................................................................................. 92
Cuadro 47. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco subclases con respecto a la clase
Tierras Agrícolas. ........................................................................................................................ 93
Cuadro 48. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco subclases con respecto a la clase
Tierras Agrícolas. ........................................................................................................................ 93
Cuadro 49. Jerarquía de las cinco subclases con respecto a la clase Tierras Agrícolas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 94
Cuadro 50. Importancia parcial de las cinco subclases con respecto a la clase Tierras Agrícolas y
nivel de contribución a la susceptibilidad. ................................................................................... 94
Cuadro 51. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras de Vegetación Secundaria................................................................................................ 96
Cuadro 52. Matriz de comparaciones normalizada entre subclases con respecto a la clase Tierras de
Vegetación Secundaria. ............................................................................................................... 96
Cuadro 53. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase Tierras de Vegetación Secundaria
y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ...................................... 96
Cuadro 54. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase Tierras de Vegetación
Secundaria y nivel de contribución a la susceptibilidad. .............................................................. 97
Cuadro 55. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras Boscosas. ........................................................................................................................ 98
Cuadro 56. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras Boscosas. ........................................................................................................................ 98
Cuadro 57. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase Tierras Boscosas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia. ....................................................... 99
Cuadro 58. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase Tierras Boscosas y
nivel de contribución a la susceptibilidad. ................................................................................... 99

xii
RESUMEN

El desarrollo de la presente investigación basada en la aplicación experimental de un


procedimiento automatizado, se fundamentó en el enfoque heurístico para la elaboración de
cartografía prospectiva de áreas susceptibles a movimientos de masa. Tratamiento efectuado
mediante el uso conjunto de una técnica de evaluación multicriterio y una herramienta informática
de análisis espacial accionada en el programa SIG, ArcView 3.2. La misma facilita el proceso de
modelización cartográfica dirigida a la determinación espacial de áreas propensas a la generación
de movimientos de masa. En esta oportunidad, se parte de una información pre – existente referida
a un proyecto realizado bajo el convenio UFORGA – SHYQ C.A. en 2005. El modelo cartográfico
obtenido en formato raster, tiene como fin orientar el análisis del comportamiento morfodinámico
actual sobre un territorio dado, como lo ha sido en este caso, la cuenca del río Yacambú; la
aplicación SIG ha sido ideada como una herramienta sencilla orientada hacia la gestión de riesgos
de desastres, la planificación ambiental y ordenación del territorio, entre otros. De acuerdo con los
resultados obtenidos, el 52 % del área total de la cuenca ha sido considerada de nivel moderado de
susceptibilidad a movimientos de masa. El 29 % del territorio fue clasificado con un nivel alto y el
4 % presenta un nivel muy alto de predisposición a la ocurrencia de roturas. En contraste, el 15 %
de la superficie restante presenta un nivel bajo para el desarrollo potencial de nichos de
inestabilidad. El uso de la técnica e información actual y confiable, ha demostrado: 1) Ser eficiente
en la preparación de un mapa de susceptibilidad a movimientos de masa; 2) Los criterios utilizados
en el estudio y los resultados finales han concordado satisfactoriamente, al menos en un 80 %, con
la realidad ambiental de la cuenca del río Yacambú.

Palabras clave: modelización; evaluación multicriterio; susceptibilidad; movimientos de masa;


cuenca del río Yacambú.

xiii
Evaluación multicriterio y SIG’s en la
modelización espacial de áreas susceptibles a
movimientos de masa.
Caso: cuenca del río Yacambú

xiv
INTRODUCCIÓN

Actualmente uno de los problemas que afronta el medio ambiente, en parte acentuados por la
actuación humana, es el aumento de áreas susceptibles a movimientos de masa. La susceptibilidad
podría definirse como la predisposición del terreno a la generación de procesos morfodinámicos,
como consecuencia de la interacción de un conjunto de factores condicionantes del entorno
geográfico, fundamentalmente de origen terrestre, atmosférico y antrópico, sin considerar la
temporalidad de ocurrencia ni la influencia de agentes detonantes. En su evaluación se incluye una
serie de parámetros de análisis significativos, que pueden variar en número de acuerdo al objetivo
y al nivel de detalle del estudio, entre ellos: pendiente, orientación de taludes, litología,
estratigrafía, estructuras, formas del terreno, dinámica geomorfológica (particularmente
movimientos de masa), cobertura, entre otros. Mientras la erosión, la frecuencia e intensidad de la
precipitación y la aceleración sísmica, son agentes activadores que pueden ser medidos cuantitativa
y probabilísticamente. Por tanto, son factores que no deben ser aplicados en este tipo de estudios,
así como ningún otro método destinado al cálculo de la probabilidad de ocurrencia y magnitud
esperada de los movimientos (Varnes, 1978 y 1984; Brabb, 1984; Crozier, 1986; Cruden, 1991;
Soeters et al., 1991; Wieczorek, 1996 y Suárez, 1998).

El problema central a resolver mediante este trabajo, enmarcado en el campo de


investigación del análisis de riesgo, parte de la hipótesis que el proceso automatizado del método
heurístico para la elaboración de mapas de susceptibilidad puede ser más eficaz, que el empleo de
otras técnicas basadas en herramientas analógicas. Para ello se utiliza una técnica de evaluación
multicriterio, denominada proceso analítico jerárquico (Analytical Hierarchy Process – AHP) de
(Saaty, 1980, citado por Sánchez, 2001; Cardona, 2001 y Zanazzi, 2003), y la extensión
programada en lenguaje Avenue propuesta bajo el nombre “Análisis de Susceptibilidad”. Esta
aplicación puede definirse como una herramienta informática de análisis espacial, en la que se
procesan un conjunto de datos de entrada (mapas y atributos), para obtener como resultado un
mapa derivado de una superposición cartográfica. La extensión es activada mediante el programa
ArcView 3.2 de la compañía Environment System Research Institute (ESRI). Para alcanzar los
objetivos planteados, la mencionada utilidad tecnológica fue rediseñada por el autor del presente
trabajo aplicando conocimientos básicos de programación digital; además fue ideada con el fin de
brindar una herramienta alternativa, dirigida a usuarios poco habituados con el uso de los SIG
(Farré, 2000).

El mapa resultante se deriva de un conjunto de procesos propios de la modelización


espacial o cartográfica, la cual puede ser definida como: la técnica geográfica de análisis mediante
el automatismo de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), dirigida a la resolución de
problemas complejos (desde dos puntos de vista: deductivo o prospectivo) que acontecen dentro
del espacio geográfico. Se fundamenta en la representación espacial de una realidad ambiental
(p.e. áreas susceptibles a movimientos de masa) mediante campos de variación de alguna
propiedad o característica. En otras palabras, la representación espacial con entidades discretas
INTRODUCCIÓN

(objeto geográfico con límites claramente diferenciables, según van Westen, 1993) que guardan los
datos constituidos geográficamente y descompuesta en capas (por temática o por tiempo), en
función de las características o atributos de ese espacio ambiental (Barredo, 1996; Tomlin, 1990,
citado por Bonham – Carter, 2002).

El trabajo está dirigido a presentar y comentar los resultados en torno a la modelización


(análisis de datos geoespaciales: mapas y atributos) como parte de un procedimiento experimental,
a nivel de semidetalle, de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
El área de estudio se ubica al suroeste del estado Lara, específicamente sobre la zona piemontina
de la vertiente sur de la Sierra de Portuguesa, localizada al noreste de Venezuela; para poner en
práctica este propósito se procedió a la búsqueda de información actualizada y confiable, obtenida
por medio de un enfoque metodológico diferente. Esto representó un ahorro entre el 70 y 80 % de
los costos de levantamiento de nueva información o, de otro modo, la actualización de un estudio
precedente. En este sentido, cuando es necesario retomar una investigación para elaborar nueva
cartografía, la actualización de datos para complementar un mapa, en este caso, de áreas
susceptibles, requeriría una inversión de recursos y tiempo similar al efectuado para la
conformación de la información del trabajo antecesor (Leroi, 1996; Suárez, 1998: 376). Basado en
lo anterior, los datos técnicos fueron proporcionados por la Unidad de Servicios y Proyectos
Forestales, Geográficos, Agropecuarios y Ambientales de la Universidad de Los Andes (UFORGA
– ULA).

El alcance inmediato de la presente investigación se fundamenta en la posibilidad de tomar


de ejemplo este tipo de enfoques y aplicaciones tecnológicas basadas en SIG, para trabajos futuros
orientados a una evaluación y cartografía relativamente rápida, de áreas susceptibles a
movimientos de masa sobre un territorio dado. Y considerar los resultados como base técnica e
instrumento para la toma de decisiones a nivel municipal, en materia de prevención y mitigación
de riesgos a desastres e igualmente para su aplicabilidad en estudios tendientes a la Ordenación del
Territorio, como modalidad de planificación y política de estado.

Dentro del marco contextual (histórico, institucional y jurídico – técnico – ambiental), en


síntesis, a principios de la década de los 70’s se dio inicio a un conjunto de proyectos orientados a
evaluar el potencial hidrológico de la cuenca del río Yacambú, como base técnica para la
construcción de un embalse cuyo propósito es abastecer del recurso agua, tanto a las zonas
agrícolas como urbanas. La empresa Sistema Hidráulico Yacambú – Quibor C.A. (SHYQ C.A.) es
el ente principal encargado de la planeación, construcción y operación del embalse; ante la
preocupación por los aspectos relacionados con la conservación de la cuenca, desde 1990 se ha
venido adelantando un conjunto de actividades orientadas hacia el diagnóstico del área; apoyo para
la regularización jurídica de las áreas protegidas y la ampliación del Parque Nacional Yacambú;
reforzamiento institucional de los organismos responsables del área y con las comunidades, para el
manejo conservacionista de la cuenca y construcción de obras para el control de sedimentos.
Paralelamente, la empresa SHYQ C.A. ha trabajado con instituciones y comunidades demandantes
del Valle de Quibor, para el desarrollo de proyectos productivos orientados hacia una agricultura
sustentable, mediante el manejo integrado de cultivos, control de agroquímicos, sistemas de riego
de alta eficiencia en el uso de los recursos, entre otros.

Debido a la necesidad de SHYQ C.A. de obtener conocimiento de las condiciones


geográficas y ambientales del área afectada por el proyecto del embalse de Yacambú, la empresa
2
INTRODUCCIÓN

contrató los servicios de la Universidad de Los Andes. En esta oportunidad, a través de una de sus
dependencias adscritas (UFORGA – ULA), para la coordinación de uno de sus proyectos más
importantes, culminado en 2005, enfocado a la evaluación, control y manejo de los problemas
asociados a los procesos erosivos y sedimentarios en la cuenca del río Yacambú. Esto con el objeto
de establecer e implementar medidas correctivas y de reducción de aportes de materiales, hacia el
área seleccionada para la ubicación del embalse.

Objetivos

Objetivo general
Aplicar una técnica de evaluación multicriterio bajo el enfoque heurístico, en la modelización
espacial de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú, tomando
como referencia el proyecto presentado por UFORGA – ULA ante la empresa patrocinante SHYQ
C.A. en 2005.

Objetivos específicos
 Examinar información relevante sobre las características físico – naturales y socio –
económicas, que contribuyan a la comprensión del entorno geográfico en el cual se
desarrolla el trabajo.

 Caracterizar la geodinámica general del área objeto de estudio como base integral de
conocimiento, en cuanto al comportamiento de los agentes del entorno físico – ambiental y
procesos generadores de áreas susceptibles a movimientos de masa.

 Seleccionar los factores condicionantes y los parámetros de análisis más significativos en


función de los objetivos propuestos anteriormente.

 Integrar la base cartográfica temática digital, en función del análisis de susceptibilidad a


movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú, mediante el empleo del análisis
cualitativo de atributos espaciales con técnicas de evaluación multicriterio y provecho de
las potencialidades cartográficas que brinda el programa ArcView 3.2 de ESRI.

 Evaluar la eficacia de los procedimientos utilizados, ventajas y desventajas, a partir de los


resultados obtenidos.

3
INTRODUCCIÓN

Justificación y alcances

El interés por el campo de investigación relacionado al análisis de riesgo y al estudio de desastres


naturales se ha venido incrementando a nivel mundial, como consecuencia de la cada vez más
común ocurrencia de fenómenos naturales con efectos devastadores en casi cualquier lugar
habitado del planeta (OEA, 1993). Los avances más importantes, teóricos y metodológicos, se han
realizado en los países con mayor desarrollo técnico – científico (Estados Unidos, Canadá, Gran
Bretaña, Francia, Italia, España, Japón) y, más recientemente, debido a la necesidad de
conocimiento en torno al riesgo y la experiencia ante desastres en los países de Latinoamérica
(Cardona, 1993a; Aneas, 2000).

La década de los noventa fue decretada como el “Decenio Internacional para la Reducción
de Desastres Naturales” por la Organización de las Naciones Unidas de Socorro en Casos de
Desastre [UNDRO], actualmente Departamento de Asuntos Humanitarios [DHA], de la
Organización de las Naciones Unidas [ONU], (Cardona, 2001: 22 – 23). Entre los objetivos que se
plantearon pueden mencionarse los siguientes: mejorar la capacidad de cada país para mitigar los
efectos de los desastres, inclusive estableciendo sistemas de alerta temprana; fomentar los
conocimientos científicos y técnicos a fin de reducir las pérdidas de vidas y de bienes y formular
medidas para evaluar, pronosticar, prevenir y mitigar los desastres mediante la asistencia técnica,
la transferencia de tecnología, los proyectos de demostración, la educación y capacitación (Boletín
de prensa de las Naciones Unidas, No. 36 de 1997, citado por Servicio Nacional de Estudios
Territoriales [SNET], 2002). En el presente trabajo, se ha planteado darle continuidad a estos
esfuerzos de fuerte compromiso social.

Por otra parte, en Venezuela la experiencia en el tema ha sido relativamente reciente. En


los estudios realizados, se ha determinado que la gran mayoría de las ciudades se encuentran
ubicadas en zonas montañosas y costa – litorales. El 80 % de los habitantes conviven en estas
zonas con amplios registros históricos de eventos excepcionales de origen atmosférico y terrestre.
Dado que en el país no hay vulcanismo y excluyendo otros fenómenos de menor recurrencia, los
sismos, las crecidas torrenciales e inundaciones y los movimientos de masa constituyen los
principales problemas ambientales que provocan situaciones de amenaza/riesgo que la población
enfrenta (Hernández, 2000).

En este sentido, alrededor de las regiones montañosas del país es posible comprobar que la
existencia de condiciones de riesgo por movimientos de masa, como uno de los casos más
frecuentes, no es un hecho que influye significativamente en la percepción de las personas sobre el
peligro real al que están expuestos. Siendo reiterado apreciar que la presencia de un movimiento
potencialmente peligroso o incluso situaciones de riesgo en el entorno, no sea razón suficiente de
abandono o de una adecuación apropiada de las condiciones del lugar de asentamiento.
Principalmente, cuando éste es, por diversas razones (localización, fertilidad del suelo,
accesibilidad al empleo y servicios básicos, arraigo cultural, entre otros), de un marcado interés
social y/o económico (Calvo, 1984; Marco et al., 2000).

En adición, la realización de este estudio parte del renovado interés en el campo de


desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas, que permitan identificar áreas susceptibles a
movimientos de masa. Actualmente no existe un procedimiento estandarizado para la preparación

4
INTRODUCCIÓN

de cartografía de susceptibilidad y hay mucha libertad en la determinación de los enfoques


metodológicos a seguir (Suárez, 1998: 358). Pero si existe una urgencia en el desarrollo de
procedimientos formales orientados a la preparación de mapas de amenazas (p.e. por movimientos
de masa), que apoyen la determinación de áreas vulnerables para la población. Logrando con esto,
una efectiva función social de este tipo de práctica académica (Roa, 2006: 186).

Por lo demás, para el logro de los objetivos propuestos, el presente trabajo se realiza
aprovechando la importancia que tiene el proyecto del embalse de “Yacambú”; una de las
principales obras hidráulicas de Venezuela y que abastecerá del vital recurso agua a una amplia
extensión del estado Lara, tanto para las actividades agrícolas (dentro y fuera de la cuenca) como
para el reforzamiento del Sistema Barquisimeto (abastecimiento de agua potable en las áreas
urbanas) (UFORGA – ULA, 2005).

Complementariamente, a los fines de orientar la investigación, se examinó la problemática


ambiental actual presente en el área de estudio. En este sentido, de acuerdo con UFORGA – ULA
(2005: 3 – 4), se identificaron cuatro problemas por aportes de materiales causados por erosión y
sedimentos: 1) el incremento de la erosión laminar y en surcos en vertientes, 2) la alta
disponibilidad de sedimentos producto de movimientos de masa, 3) el incremento de la carga de
sedimentos en los cauces, y 4) la presencia de carreteras sin obras de arte ni control de drenaje.
Estos problemas contribuyen significativamente a elevar el arrastre de sólidos y consecuentemente
la sedimentación al futuro embalse. No obstante, los niveles estimados de sedimentación del
embalse indican que la vida útil se mantendrá dentro de los parámetros de diseño; el aporte de
sedimentos a la tasa actual implicará en un futuro mayores riesgos para la operación y
mantenimiento del embalse y aumentará los problemas que pueden presentarse, en cuanto al
deterioro de los recursos naturales de la cuenca (UFORGA – ULA, 2005).

La erosión y sedimentación actual – potencial de la cuenca del río Yacambú, se puede


incrementar por los cambios en los patrones de uso de la tierra; principalmente, debido al
acrecentamiento en los cultivos limpios, cambios de cobertura de café bajo sombra a cafetales a
plena exposición, así como los procesos de deforestación que han ocurrido en toda la cuenca y, en
los últimos años, en el área del Parque Nacional Yacambú. De mantenerse la tendencia actual, se
impactará negativamente la base de los recursos naturales, ya que no existe: una tasa equitativa de
reposición del recurso, un manejo conservacionista de las áreas productivas, un sistema de control
y vigilancia que influya sobre el avance de áreas agrícolas en superficies no aptas para cultivos y, a
la vez, proteja la regeneración natural y evite los incendios forestales.

Por otro lado, el relieve montañoso genera un ambiente propicio para la ocurrencia de
procesos erosivos y geomorfológicos, con la consecuente pérdida de suelos, fertilidad y
acumulación de sedimentos al futuro embalse. El precario mantenimiento de las carreteras rurales
y las bajas especificaciones de construcción de las mismas, sin obras de control de drenaje, aunado
a la fragilidad geomorfológica y a la agresividad de las precipitaciones, producen dificultades
apreciables en el transporte terrestre, sobre todo en épocas lluviosas. Al mismo tiempo que se
constituyen en una fuente de sedimentos e influyen restrictivamente en el proceso de
comercialización y mercadeo de los productos e insumos agropecuarios (UFORGA – ULA, 2005).

Conjuntamente, la progresiva tendencia en el crecimiento de la población, la dispersión de


las comunidades rurales a lo largo de la cuenca y la limitada coordinación institucional, así como
5
INTRODUCCIÓN

la poca asistencia en actividades de extensión agrícola orientada a la conservación de los suelos, no


han permitido aprovechar a plenitud el potencial productivo que tienen las áreas destinadas para tal
fin; y orientar la dinámica demográfica rural para sostener la producción agropecuaria, conservar
los suelos, mejorar los ingresos de la población, su hogar y su calidad de vida. Por otro lado, la
amenaza de pérdida de biodiversidad y el valor de los servicios ambientales que provee la cuenca
también es preocupante. Así como la falta de control y vigilancia para la zona del Parque Nacional,
alimentada por la no aplicación de las normas jurídicas y legales existentes, contribuyen al proceso
de deterioro de los recursos de la cuenca del río Yacambú (UFORGA – ULA, 2005).

Finalmente, los alcances esperados, mediante la elaboración de este trabajo, se


fundamentan en la obtención de una cartografía prospectiva para el análisis del comportamiento
morfodinámico actual del terreno, su distribución espacial, entre otros. Así como evaluar la
eficacia técnica de los procedimientos efectuados con respecto a otros métodos aplicados en
estudios de igual naturaleza y en la misma área de estudio. De comprobarse su efectividad, se
podrían retomar estos propósitos en el futuro para la creación de documentos cartográficos de
susceptibilidad, basados en métodos heurísticos automatizados mediante programación digital
(orientada hacia los Sistemas de Información Geográfica) y aplicar los resultados en los ámbitos
correspondientes (gestión municipal, ordenación del territorio, formulación de políticas para la
prevención de desastres, planificación de proyectos, entre otros).

6
Capítulo 1
Capítulo 1 MARCO DE REFERENCIA
MARCO TEÓRICO

El impacto de los desastres sobre el hombre y sus actividades ha sido un tema tratado ampliamente
en los últimos años. Igualmente, se ha difundido, mediante la publicación de numerosas
investigaciones desarrolladas por distintas disciplinas, cuyos aportes principales incluyen la
definición de términos, enfoques metodológicos y técnicas de análisis (Horcajada et al., 2001:
136). En este contexto, el campo de investigación del riesgo es un componente muy dinámico, de
fuerte contenido geográfico, que nace de las relaciones sociedad – naturaleza. En este sentido, la
geografía se destaca por su gran valor como disciplina aplicada y las obvias conexiones y/o punto
de encuentro de ésta, con el resto de las ciencias sociales y ambientales (Horcajada et al., 2001:
136; Olcina y Pita, 2000).
El notable incremento de los eventos de desastres fue la base para que en los países más
desarrollados surgiera el interés por desarrollar estudios relacionados al tema de los riesgos. Por
igual motivo, recientemente en los países latinoamericanos y del Caribe, ha habido un gran auge en
el desarrollo de este tipo de investigaciones; dado que los mismos se han visto azotados por
innumerables problemas asociados a las oscilaciones extremas del medio físico, que afectan su
capacidad de respuesta y recuperación sumado a la pobreza para enfrentar los desastres en sus
territorios (OEA, 1993). Ante esta necesidad la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
acordó designar la década de los años noventa como el Decenio Internacional para la Reducción de
los Desastres Naturales (Resolución nº 44/236 de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
año de 1989); a partir del 1 de enero de 1990, se daba inicio a un período de 10 años dedicado a
mejorar los esfuerzos para reducir daños y pérdidas generadas por eventos extraordinarios de la
naturaleza (SNET, 2002; Olcina y Pita, 2000).

Las primeras investigaciones sobre el tema, al principio, se orientaron hacia el estudio de la


conducta de la población frente a situaciones riesgosas, y los diversos factores ambientales que
contribuyen a la materialización de los riesgos. Intentos, no en vano, por encontrar respuestas ante
preguntas, tales como: por qué los habitantes de un sitio dado toman la determinación de
exponerse o asentarse sobre zonas potencialmente peligrosas; y entre otras interrogantes
importantes, en qué medida los resultados de las políticas gubernamentales, reducirían el impacto
de tales decisiones de ocupación del espacio (White, 1975). Mientras que, recientemente los
esfuerzos se han dirigido hacia el desarrollo de la teoría de la evaluación del riesgo desde el punto
de vista de la mitigación y prevención de riesgos a desastres, y la planificación ambiental del
territorio (Horcajada et al., 2001).

Los estudios de riesgos, dentro de la dimensión espacial del territorio, desde su


identificación, conceptualización y evaluación, se deben entre otros a Burton y Kates, 1964, citado
por Calvo, 1984; White, 1975; Burton et al., 1978, citados por Aneas, 2000; Calvo, 1984, 1989,
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

1997; Calvo y Lillo, 2002; Olcina y Ayala, 2002; Mateu, 1992; Lavell et al., 1994; Cendrero,
1997; Maskrey, 1993; Cardona, 1993a; Saurí y Ribas, 1994; Sanhueza y Vidal, 1996; visiones
geográficas en torno a los riesgos han sido expuestas por Palm, 1990, citado por Horcajada et al.,
2001; Mitchell et al., 1990; Aneas, 2000; Ayala 1990, 1993, 2001; Olcina y Pita 2000; sobre las
teorías sociales del riesgo Krimsky y Goldin, 1992, citado por Horcajada et al., 2001; en el tema
del impacto social de los riesgos Maskrey, 1989; Blaikie et al., 1994; citados por Horcajada et al.,
2001; otros aportes conceptuales y estudio de las amenazas Cardona, 1993a; Smith, 1992;
Fournier, 1985, citado por Cardona, 2001; y sobre la vulnerabilidad UNDRO, 1979; Liverman,
1990; Cutter 1996a, 1996b, citado por Díaz M. y Díaz C., 2002; los estudios aplicados de los
riesgos y la manera de prevenirlos y mitigarlos por Abad et al., 1983; Sanhueza y Vidal, 1996;
Ehlers – Marcussen, 1997; Cardona, 1991, 1993a, 1993b, 2001, 2003.

A pesar de estos intentos, aún existe cierta frustración por la falta de un desarrollo teórico y
metodológico que recoja de manera coherente y consistente los distintos enfoques (Cardona, 2001:
18). Actualmente los conceptos han evolucionado; sin embargo, todavía es común observar
trabajos en los que se confunde la terminología asociada a la definición del riesgo; esto significa
que a pesar del refinamiento con que ha sido tratado el tema desde los diferentes ámbitos del
conocimiento, no existe en realidad una concepción que unifique las diferentes aproximaciones
(Cardona, 2001).

Dentro del marco conceptual y metodológico, los trabajos que tratan el tema de la
susceptibilidad y amenaza asociados a los movimientos de masa, desde el punto de vista de su
definición, procedimientos de análisis y evaluación, se deben entre otros a Sharpe, 1938; Varnes,
1978, 1984; Vargas, 1982, 1999, citado por Amundaray, 2000; Brabb, 1984; Crozier, 1986;
Cruden, 1991; Soeters et al., 1991; Wieczorek, 1996; Suárez, 1998; algunas de las clasificaciones
de los movimientos de masa han sido expuestas por Varnes, 1978, 1984; Vargas, 1982, 1999,
citado por Amundaray, 2000; Hutchinson 1988; Cruden y Varnes, 1996; los métodos y enfoques
técnicos para la evaluación y elaboración de mapas de susceptibilidad han sido tratados por
Hansen, 1984; Corominas, 1987, 1992; Hartlén y Viberg, 1988; van Westen, 1993, 1994; Carrara et al.,
1995; Leroi, 1996. Tomando como referencia a los distintos autores antes señalados, se considera
necesario explicar los diferentes enfoques metodológicos tradicionalmente utilizados en la
preparación de cartografía de susceptibilidad.

Hasta el presente existen cuatro procedimientos fundamentales, empleados para la


evaluación y elaboración de mapas de áreas susceptibles a movimientos de masa (genéricamente se
denominarán: mapas de susceptibilidad), incluyendo el uso de los Sistemas de Información
Geográfica (SIG), a saber: métodos determinísticos o geotécnicos, heurísticos, probabilísticos o
estadísticos y métodos geomorfológicos.

Los métodos determinísticos o geotécnicos se emplean generalmente en el estudio de la


estabilidad sobre un área bien definida (una ladera o talud en particular). Los mismos consisten en
la determinación del equilibrio límite o en modelos numéricos (análisis mecánicos y modelos de
estabilidad), para obtener un conjunto de valores cuantitativos de variables de estabilidad, lo que
representa una gran ventaja con relación a otros métodos. Los datos de entrada (parámetros de las
características resistentes de la ladera), provienen de ensayos de laboratorio y se utilizan para
determinar el factor de seguridad (FS) de una ladera concreta (entre ellos resistencia y espesor del
suelo, pendiente, presión de poros, entre otros). Estos métodos muestran un elevado grado de
8
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

fiabilidad siempre que los datos de entrada (factores intrínsecos) del área de estudio estén bien
documentados. Su principal desventaja es que resulta inapropiado tanto para zonificaciones rápidas
como para el uso de escalas regionales (van Westen, 1993; Santacana, 2001: 27); por otra parte, los
datos requeridos generalmente son difíciles de obtener (Gómez et al., 2003: 38). Permiten el
análisis no sólo de la susceptibilidad ante las fuerzas cortantes, sino también del alcance (como los
modelos de caídas de bloques) y de la frecuencia del fenómeno.

Entre los métodos determinísticos disponibles, para realizar análisis de estabilidad, existe
desde el análisis de talud infinito, en su caso más sencillo, hasta modelos complejos
tridimensionales (Graham, 1984, citado por Santacana, 2001: 27).

En la práctica, los métodos determinísticos son más apropiados para evaluar la


inestabilidad en superficies pequeñas (una ladera específica). No obstante, se han utilizado en
análisis regionales de susceptibilidad con el objetivo de diferenciar zonas con parámetros de
seguridad significativamente diferentes (van Westen, 1993; van Westen y Terlien, 1996; Leroi,
1996, citados por Santacana, 2001). El análisis se puede llevar a cabo bajo diferentes condiciones,
entre ellas: estáticas, analizando la estabilidad del movimiento de masa sin envolver el influjo de
fuerzas dinámicas externas; pseudoestáticas, evaluando la existencia de la mínima fuerza dinámica
externa que podría activar el movimiento y condiciones dinámicas, en donde se implanta una
fuerza dinámica externa comparable a la generada por un evento sísmico (Santacana, 2001: 27 –
28).

Los métodos, según (van Westen, 1993, citado por Santacana, 2001: 36), que calculan la
estabilidad en términos de factor de seguridad requieren de modelos, en este caso, mediante un SIG:
 Usando un modelo de talud infinito, calculando el factor de seguridad para cada
píxel.
 Seleccionando un número de perfiles extraídos de un modelo digital de elevaciones y de
otros mapas de factores, exportando luego estos datos a un modelo de estabilidad de talud
tridimensional.
 Muestreando datos en puntos predefinidos de una malla regular, exportando los
mismos a un modelo de estabilidad tridimensional.

Los primeros análisis determinísticos mediante el uso de los SIG, analizaron movimientos de
masa traslacionales utilizando modelos de talud infinito que calculaban el factor de seguridad para cada
píxel (Brass et al., 1989; Murphy y Vita – Finzi, 1991, citados por Santacana, 2001: 36).
(Hammond et al., 1992, citado por Santacana, 2001: 36) presentaron métodos donde la variabilidad
del factor de seguridad se calculó a partir de variables seleccionadas siguiendo la técnica de Monte
Carlo. Las razones por la que estos métodos se aplican a laderas específicas y su uso a escalas
semidetalladas son limitadas, están determinadas por costes de adquisición y tiempo necesarios para
obtener la información requerida para el análisis (Santacana, 2001: 36). Sin embargo, varios autores han
aplicado métodos determinísticos a escala regional mediante el uso de los SIG (van Westen, 1993; van
Westen y Terlien, 1996; Leroi, 1996; Jibson et al., 2000, citados por Santacana, 2001: 36).

En última instancia, en los trabajos citados previamente que aplican el método determinístico a
escala regional, se obtiene un mapa con el factor de seguridad, o bien con los desplazamientos,
calculados píxel a píxel, y sólo en algunos de ellos se validan los resultados obtenidos (van Westen y
Terlien, 1996, citado por Santacana, 2001: 36).

9
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

Los métodos heurísticos se basan en el conocimiento a priori de los agentes


condicionantes generadores de áreas susceptibles en el área objeto de investigación. Los factores
causantes de inestabilidad son jerarquizados y ponderados directamente por el investigador según
la importancia asumida o esperada en la formación de movimientos de masa (Brabb et al., 1972;
Nilsen et al., 1979; Anbalagan, 1992; Carrara et al., 1995, citados por Santacana, 2001: 28). El
principal inconveniente radica en que en la mayor parte de los casos, el conocimiento adecuado de
los factores ambientales determinantes para la formación de procesos geomorfológicos es
insuficiente, subjetivo, y depende en gran medida del juicio y la experiencia del investigador. Son
métodos conocidos como indirectos, en cuyos casos los resultados pueden ser extrapolados a zonas
sin movimientos de masa con una combinación de factores similares (Santacana, 2001: 27 – 28).

Un procedimiento de este tipo es el análisis cualitativo basado en la combinación de mapas


de factores (Lucini, 1973; Stevenson, 1977; Bosi, 1984, citados por Santacana, 2001: 28). Estos
métodos permiten el estudio a escala regional y son adecuados para aplicaciones en el campo de
los sistemas expertos (Carrara et al., 1995, citado por Santacana, 2001: 28). Finalmente, el análisis
heurístico introduce un grado de subjetividad (e incertidumbre) que imposibilita la comparación de
documentos producidos por diferentes autores (Santacana, 2001: 28; Suárez, 1998: 366).

En el análisis cualitativo el SIG se puede emplear en todo el proceso, desde la división de cada
factor en un número significativo de clases (en el caso de parámetros continuos), hasta el mapa final de
susceptibilidad. En este sentido, mediante el SIG es posible clasificar cada mapa de factores
condicionantes en base a un número de clases relevantes, y asignar un valor determinado a cada uno de
ellos, así como a cada clase. Realizando posteriormente el cálculo de los pesos para cada píxel,
combinando las distintas capas cartográficas y clasificando el mapa final en unas cuantas categorías
de susceptibilidad (Santacana, 2001: 37; Suárez, 1998: 379 – 380). La única opción que queda para la
ponderación es la evaluación subjetiva por parte de expertos. Aunque esta técnica parece ser indeseable
por algunos, por la falta de una base explícitamente científica replicable, es la única alternativa factible
y razonable para capturar el criterio, la experiencia y el juicio de expertos (Davidson, 1997, citado por
Cardona, 2001: 141).

En estos casos, también existen otras técnicas desarrolladas en el campo de la teoría de la


decisión que permiten una estimación más racional de las ponderaciones, todas ellas en el marco de la
evaluación multicriterio (ponderación lineal, utilidad multiatributo, proceso analítico jerárquico, entre
otros). Los SIG, entre otras de sus características, incorporan un conjunto de operadores
convencionales (algoritmos) que permiten además el análisis sobre grupos homogéneos de celdillas
(Barredo, 1996); según Barredo y Bosque (1999), en este caso, el SIG permitirá establecer las
ponderaciones en las clases de cada uno de los factores y mediante funciones de álgebra de mapas
(conjunto de herramientas de cálculo de matrices de datos), determinar cuáles áreas son más propensas
a la generación de movimientos de masa (mapa de susceptibilidad).

Los procedimientos hasta ahora descritos para la integración de factores ponderados han sido
encontrados en la literatura bajo diferentes denominaciones, entre ellos: Modelo de Factor Múltiple
(Multiple Factor Model, en Bathrellos et al., 2007: 14), Análisis de Rango Subjetivo (Subjetive Rating
Analysis, en Anbalagan, 1992) y Superposición Ponderada (Weighted Overlay, en ESRI, 1996). Una
de las técnicas con mayor desarrollo y aceptación en el campo del tratamiento de datos, es el proceso
analítico jerárquico (conocida como AHP), propuesta formalmente por T.L Saaty en 1980 (Cardona,
2003: 141). La cual ha sido aplicada recientemente en la evaluación de la susceptibilidad a
movimientos de masa (Eastman et al., 1995; Huang et al., 2003, citados por Roa, 2006). Actualmente
el SIG IDRISI incorpora métodos de apoyo a la toma de decisiones, entre ellos un módulo destinado al
10
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

Analytic Hierarchy Process (AHP); igualmente el programa ArcGis 9 de ESRI posee una extensión
(programada en lenguaje Visual Basic) denominada “AHP 1.0”, como herramienta para el soporte de
decisiones (Decisionsupport tool for ArcGis).

Los métodos probabilísticos, estadísticos o estocásticos se basan en las relaciones


observadas entre cada factor y la distribución de movimientos de masa recientes y antiguos
(Carrara et al., 1995). Se utilizan cuando se dispone de información abundante, tanto cualitativa
como cuantitativa, aplicándose los modelos estadísticos que pueden ser unívariantes y
multivariantes. En general, emplean muestras de datos obtenidos a partir de la interrelación entre
una variable dependiente (presencia o ausencia de movimientos de masa) y variables
independientes (factores condicionantes: litología, estructuras, formas, cobertura, etc.). Su
principal ventaja es la objetividad y reproductibilidad de los resultados, en este caso, si se emplean
los mismos datos de partida. La efectividad de los métodos estadísticos depende directamente de la
calidad y cantidad de los datos adquiridos; usualmente se hallan sujetos al registro actualizado de
los movimientos (Gómez et al., 2003: 38). La principal desventaja la determinan los costos para la
adquisición de la data requerida (Santacana, 2001).

En los métodos estadísticos unívariantes cada mapa factor se superpone con el mapa de
inventario de movimientos de masa, obteniendo así una ponderación de cada factor a la presencia o
ausencia de movimientos, según cada una de las categorías contenidas en los mapas de factores
(Gómez, 2003: 38). De acuerdo con Santacana (2001: 28) se dividen en 2 grupos: los que utilizan
el análisis condicional y los que no lo utilizan.

El análisis condicional trata de evaluar la relación probabilística entre diversos factores


significativos para la generación de condiciones de inestabilidad y la ocurrencia de movimientos
de masa. Como resultado de la superposición de todos los factores se obtiene un mapa de
polígonos de atributos homogéneos conocidos como unidades de condición única. Para integrar y
combinar toda la información se utiliza la técnica de las funciones de favorabilidad (Chung y
Fabbri, 1993; Chung y Leclerc, 1994, citados por Santacana, 2001). Con ésta se efectúa una
transformación de cada clase continua o discreta para cada factor estudiado asignándole un valor
entre 0 y 1. Posteriormente, estos factores transformados se combinan entre ellos mediante reglas
de integración y sus derivaciones se interpretan en términos de probabilidad según el Teorema de
Bayes (Morgan, 1968; Chung y Leclerc, 1994, citados por Santacana, 2001), certeza o certainty
factor (Heckerman, 1986; Luzi y Fabbri, 1995, citados por Santacana, 2001), conjuntos difusos –
fuzzysets – (Zadeh, 1965, 1978, citado por Santacana, 2001) o plausibilidad – Dempster Shafer
belief theory – (Shafer, 1976, citado por Santacana, 2001).

Distintos modelos estadísticos no fundamentados en las funciones de favorabilidad son: el


modelo basado en la combinación de tres factores (pendiente, inventario y litología) (Brabb et al.,
1972, citado por Santacana, 2001), considerado como el primer análisis cuantitativo de
susceptibilidad a movimientos de masa, y, su modificado (Irigaray, 1990, en Santacana, 2001: 28),
el modelo del valor de información – information valué – (Yin y Yan, 1988; Kobashi y Suzuki,
1991 citados por Santacana, 2001), el modelo de mensaje lógico – logical mesage model – (Runqiu
y Yuangua, 1992, citado por Santacana, 2001) y el modelo probabilístico (González, 1992; Sabto,
1991, según van Westen, 1993, citados por Santacana, 2001), así como el método de la matriz
(DeGraff y Romesburg, 1980).

11
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

Para el análisis estadístico univariante el SIG es una herramienta muy adecuada, debido a
que esta técnica permite un gran número de cruce de mapas y de manejo de datos temáticos. El
SIG ejecuta los pasos del análisis cualitativo añadiendo la técnica estadística que se utilizará para
la creación del mapa de susceptibilidad final. Es posible combinar varios mapas de factores en un
único mapa de unidades homogéneas que se superpone entonces con el mapa de movimientos de
masa, dando una densidad o una probabilidad por cada combinación de los factores de entrada
(Santacana, 2001).

Los métodos estadísticos multivariantes analizan la interacción y dependencia de un


conjunto de factores que actúan simultáneamente en la ocurrencia de movimientos de masa, con el
propósito de establecer la importancia de cada uno de ellos. En estos casos, todos los factores
relevantes son muestreados empleando una matriz o unidades de píxeles. Para cada unidad
reconocida, la presencia o ausencia de movimientos también es establecida (Gómez et al., 2003:
38). Se trata de una aproximación más objetiva que otras técnicas, ubicándose actualmente como
uno de los enfoques con mejores resultados en la predicción espacial de este tipo de procesos
geomorfológicos.

Las técnicas multivariante más utilizadas son la regresión múltiple y el análisis


discriminante, principalmente del tipo bivariante (Jones et al., 1961; Neuland, 1976; Carrara,
1983a, 1983b; Mulder, 1991; Mora y Vahrson, 1994; Baeza, 1994; Irigaray, 1995; Chung et al.,
1995, citados por Santacana, 2001: 29). El resultado de ambos procedimientos son funciones
basadas en la combinación lineal de los parámetros de mayor significación estadística para definir
áreas susceptibles, estando fundamentadas en la presencia/ausencia de movimientos de masa. El
análisis discriminante permite separar varias poblaciones de una misma muestra, definidas por las
mismas variables, a partir de la función discriminante. Ésta es una combinación lineal de las
variables independientes que refleja los múltiples comportamientos de los individuos dentro de la
muestra. La regresión múltiple, por su parte, considera una única población y varios grupos de
variables, siendo útil cuando se investigan relaciones explicativas entre diversas variables. El
método establece el dominio de un grupo de variables independientes sobre una o más variables
dependientes (Baeza, 1994, citado por Santacana, 2001: 29).

En el análisis estadístico multivariante de la susceptibilidad a movimientos de masa el SIG


se utiliza en buena parte del proceso. Dependiendo de la técnica analítica utilizada y del SIG de
que se disponga, se requerirá un programa estadístico externo (p.e. SPSS, R, MiniTab, MatLab,
Excel, entre otros) para realizar el cálculo. En el análisis multivariante el SIG se utiliza para crear
un mapa de unidades de terreno que, junto con el mapa de movimientos de masa y los distintos
mapas de factores relacionados (en algunos casos denominados “evidencias”), permite realizar
mapas de categorías para cada factor, cruzar los mapas de factores con los de unidades de terreno
y presencia/ausencia de movimientos de masa, entre otros. El SIG es fundamental para manejar la
gran cantidad de datos para cada unidad de terreno, crear una muestra de la población para ser
analizada (fuera, o en algún caso dentro del SIG), y reclasificar el mapa final en unas cuantas
clases de susceptibilidad. Tanto para el caso de los métodos determinísticos como para los
heurísticos y los probabilísticos, con un SIG y un modelo digital de terreno se pueden derivar
automáticamente otros parámetros relacionados con la ocurrencia de movimientos de masa
(Santacana, 2001).

Otras técnicas multivariante también han sido aplicadas en la determinación de áreas


susceptibles como la clasificación no supervisada – clustering – (Niemann y Howes, 1991, citado

12
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

por Santacana, 2001), la regresión logística y el modelo de redes neuronales (Carrara et al., 1991;
Gómez, 2002, citado por Gómez, 2003).

Los métodos geomorfológicos se basan en la determinación de áreas potencialmente


inestables mediante técnicas geomorfológicas, cartográficas y zonificación. Las ventajas del
enfoque son la validez y detalle del análisis del mapa resultante, en el caso de estar realizados por
un buen experto. El inconveniente principal es el alto grado de subjetividad dependiente de la
experiencia del investigador; no obstante, esto último resulta de vital importancia para este tipo de
cartografía y como ya se ha comentado, es básico para la mayor parte de las técnicas restantes.

Son métodos directos que se fundamentan en levantamientos de información


geomorfológica a partir del cual el investigador identifica y localiza los procesos morfodinámicos
(y otras características geológicas asociadas), directamente en el campo. En torno a las
observaciones, el experto define un conjunto de criterios para la determinación de áreas
susceptibles a la rotura por movimientos de masa (unidades geohomogéneas) y su respectiva
representación espacial. La preparación de este tipo de documentos cartográficos requiere
conocimientos de los aspectos morfológicos del paisaje y de tipología de los movimientos
(Hansen, 1984, citado por Santacana, 2001; Ferrer y Dugarte, 1990).

Estos métodos, así como los heurísticos y los estadísticos, parten de una información
común, plasmada en el mapa de inventario de movimientos de masa para un área determinada.
Este mapa se elabora a partir de fotointerpretación, trabajo de campo e información de eventos
históricos.

La experiencia que se tiene de centenares de estudios realizados en distintas partes del


mundo, demuestra que un investigador puede detectar y cartografiar la mayoría de los procesos
geomorfológicos presentes en un área, aplicando técnicas de fotointerpretación y chequeos
sistemáticos de campo (Carrara et al., 1995). A pesar de ello, frecuentemente ocurren casos donde
cuerpos de movimientos de masa latentes, paleodeslizamientos, otros movimientos modelados por
procesos erosivos posteriores, masas deslizadas alteradas por actividades antrópicas o bien
cubiertas por una densa cobertura, no pueden ser identificados con facilidad ni clasificados
correctamente. Esto introduce un factor de incertidumbre no evaluado y que no podrá ser
incorporado en las etapas subsiguientes del análisis. Este factor depende exclusivamente de la
experiencia del investigador, de la calidad y escala de las fotografías aéreas así como de los mapas
base utilizados (Carrara et al., 1995). También se debe considerar la posibilidad que algunos de los
procesos existentes pueden ser indetectables, debido al momento de la toma de las fotografías
aéreas (van Westen, 1993), en el caso de técnicas en las que no es necesario el trabajo de campo.

Dentro de los métodos geomorfológicos se pueden encontrar los siguientes:

 Análisis de la densidad de movimientos de masa.


 Análisis de la actividad de movimientos de masa.
 Análisis de susceptibilidad geomorfológica a los movimientos de masa.
 Análisis de las unidades del paisaje.

En la técnica de análisis de densidad de movimientos de masa el SIG es utilizado


combinando los mapas de factores con el mapa de inventario que contiene la información sobre la

13
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

presencia o ausencia de movimientos de masa. También se emplea en la preparación de este último


mapa así como en el cálculo de los porcentajes de superficie ocupada por movimientos de masa
para cada categoría de un factor (Santacana, 2001: 39). En el análisis de la distribución de
movimientos de masa el SIG sólo se emplea como herramienta para el almacenamiento y
visualización de los diferentes elementos geomorfológicos representados cartográficamente, entre
ellos: escarpes, masas deslizadas, coronas, entre otros, o bien para señalar sólo movimientos de
masa latentes, recientes, antiguos, entre otros. El empleo de la técnica es muy sencillo, y además
posee la gran ventaja de que el usuario puede seleccionar asociaciones específicas entre factores de
movimientos de masa, y obtener una mejor percepción sobre la distribución espacial de los
diversos tipos de movimientos (Santacana, 2001: 39).

El análisis de la actividad de movimientos de masa se fundamenta en la interpretación


multitemporal de fotografías aéreas (Canutri et al., 1979 y 1986, citados por Santacana, 2001))
obteniendo un mapa de actividad de movimientos de masa. Este método permite determinar el
inicio de roturas y reactivaciones de un mismo movimiento a lo largo de un periodo de tiempo.
Ello permite obtener datos para estimar la recurrencia de los periodos de actividad del movimiento
de masa (Carrara et al., 1995, citado por Santacana, 2001: 39). En este caso, el SIG es utilizado
para el cálculo de las diferencias de tamaño – área como resultado de la actividad de los
movimientos de masa entre dos eventos geomorfológicos distintos. Para éste fin, los movimientos
ocurridos deben estar geométricamente bien definidos, en formato digital y georeferenciados, de
tal modo que permitan el establecimiento de comparaciones (Santacana, 2001: 39).

El análisis de susceptibilidad geomorfológica a los movimientos de masa se basa en la


cartografía de las formas del relieve y de procesos geomorfológicos asociados, desde la
perspectiva de su contribución a la inestabilidad en términos de niveles relativos. La base
metodológica se puede encontrar en Crofts, 1981; Cooke y Doorkamp, 1974, citados por Ferrer,
1988; Jones, 1980; Thornes, 1979; Prior, 1976; Brunsden et al., 1978, 1975, citados por Ferrer y
Dugarte, 1990. El grado de susceptibilidad se evalúa en cada unidad geomorfológica en base a
unos criterios expertos (predefinidos por el investigador), que varían de un sitio a otro. Se trata de
un método subjetivo cuyos resultados no pueden ser reproducidos por otro autor. Algunos
ejemplos de mapas geomorfológicos orientados al estudio de susceptibilidad a movimientos de
masa se encuentran en: Carrara y Merenda 1974; Brunsden et al., 1975; Carrara et al., 1995,
citados por Santacana, 2001.

En esta técnica el SIG se utiliza como una herramienta de dibujo cartográfico y no para el
análisis riguroso de los agentes generadores de movimientos de masa, permitiendo la
recodificación o corrección de las unidades geomorfológicas susceptibles a la rotura, así como
realizar diversas actualizaciones de la información (Santacana, 2001: 39).

El análisis de las unidades de paisaje o land system (van Westen, 1993) es un método de
reconocimiento rápido en la evaluación de áreas susceptibles a movimientos de masa sobre
grandes superficies, principalmente a escala regional. El método se fundamenta en asumir que el
área de estudio puede ser subdividido en áreas homogéneas (paisaje) con una combinación de
litología, estructuras, formas del terreno, suelos, vegetación y procesos geomorfológicos asociados
(causas). De este modo se analiza la distribución de los procesos de acuerdo al contexto espacial
morfológico del terreno (efectos). Desde el punto de vista conceptual, esta técnica fundamentada
en la clasificación de paisajes geomorfológicos, guarda relación con el concepto de “sistema
morfogénico” encontrado en Tricart (1977): conjunto de procesos interdependientes que generan,
14
CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

en un espacio determinado, un modelado específico (conjunto de formas y de formaciones


superficiales resultantes de los procesos de la dinámica externa). El procedimiento seguido es
equivalente al utilizado en la técnica de evaluación de susceptibilidad geomorfológica, con
excepción del establecimiento de las unidades de trabajo.

En este sentido, en el enfoque anterior se cartografía cada geoforma para establecer


unidades geomorfológicas de análisis y, con el método aquí expuesto, algunas formas del terreno
son relacionadas con unidades homogéneas del terreno (Santacana, 2001).

Definición de términos

Susceptibilidad

Es definida por Brabb (1984) como la tendencia de un movimiento de masa a ser generado en el
futuro en un área específica. Mientras Varnes (1978) y Soeters et al. (1991) la definen como la
posibilidad de que un fenómeno ocurra en un área de acuerdo con las condiciones locales del
terreno. Igualmente, especifican que factores detonantes, tales como: la intensidad de la
precipitación o sismicidad no son considerados (en el análisis de susceptibilidad). En la evaluación
de la susceptibilidad se consideran sólo los agentes condicionantes ambientales (principalmente
parámetros de la topografía, geología, geomorfología, cobertura, clima, antrópicos, propiedades
geomecánicas), y no implica el aspecto temporal del fenómeno. Característica que ha sido
puntualizada por González (1990), el cual define la susceptibilidad como una variante del
elemento amenaza pero, a diferencia de ésta, no toma en cuenta la probabilidad de ocurrencia del
fenómeno en cuestión en un espacio de tiempo determinado.

Mapa de susceptibilidad

El mapa de susceptibilidad es un mapa en el cual se zonifican las unidades de terreno que muestran
una actividad de movimientos de masa y áreas adyacentes, con similar o de igual potencial de
inestabilidad; es decir, de acuerdo a la favorabilidad a fallar de una ladera, obtenida generalmente
de un análisis multivariable. En este caso se identifican las relaciones entre los factores
condicionantes que pueden producir movimientos de masa y el mapa de inventario de movimientos
con el propósito de analizar posteriormente los mecanismos detonantes (Suárez, 1998: 358).

Basado en la idea de Varnes (1978), la zonificación de la susceptibilidad podría entenderse


como el proceso que consiste en la división del terreno en áreas homogéneas, en el cual se asigna
una calificación ordinal a cada una de ellas, de acuerdo al grado potencial de susceptibilidad. A su
vez, obtenida por la combinación de los niveles de contribución relativa de los factores
ambientales para la generación de movimientos de masa.

Sistemas de Información Geográfica (SIG)

La cartografía automatizada y las operaciones con los Sistemas de Información Geográfica (SIG),
se están convirtiendo en una herramienta importante en la mayoría de las actividades de
investigación y producción. Un SIG es un sistema de información utilizado para ingresar,

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CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

almacenar, recuperar, manipular, analizar y obtener datos geoespaciales, a fin de brindar apoyo en
la toma de decisiones. Los componentes claves de un SIG son un sistema de computación, datos
espaciales y usuarios. Un sistema de computación para un SIG está compuesto de hardware,
software y procedimientos diseñados para manejar captura de datos, procesamiento, análisis,
modelado y visualización de datos geoespaciales (Murai, 1999). Sin embargo, pocos son los
investigadores, en particular en Venezuela, que han explotado la tecnología SIG en el estudio de
ubicación y control de movimientos de masa u otros tipos de amenazas (Cartaya et al., 2006).

ArcView 3.2 de la compañía de software Environment Systems Research Institute (ESRI,


1996)

ArcView es conocido como un SIG “desktop” o de escritorio, lo cual quiere decir que es una
aplicación enfocada a usuarios finales y administradores de sistemas. Los cuales no requieren
hacer complejos análisis y producir nueva información, sino consultar información que ya existe
de una manera rápida y precisa mediante una interfase amigable y accesible.

Cuenta con importantes características de funcionalidad, tales como tener una arquitectura abierta
que no se encuentra ligada a una plataforma específica de hardware. Puede ser ejecutado sin
problemas en las diferentes plataformas comerciales disponibles en el mercado. Tanto en PC bajo
NT como en estación de trabajo bajo sistemas UNIX, sin perder funcionalidad, ya que cuenta con
la misma interfase y herramientas de trabajo en ambos entornos.

Cuenta con dos valores agregados primarios. Un lenguaje de programación nativo denominado
Avenue el cual permite personalizar las funciones del programa y la interfase de trabajo; así como
un conjunto de extensiones especializadas (programas complementarios que proporcionan
funciones especializadas de SIG) que permiten al usuario realizar procesamientos más complejos
de aquellos contenidos en el núcleo base. Haciendo del entorno de ArcView una herramienta de
visualización, consulta y análisis, poderosa, accesible y fácil de usar.

A) Funciones básicas del programa ArcView


Visualización

ArcView es capaz de visualizar y desplegar información raster y vectorial provenientes de


diferentes formatos estándares, así como aquellos de la familia de productos de ESRI. De tal
manera que es posible integrar datos provenientes de diferentes fuentes en un sólo ambiente de
despliegue, consulta y análisis.

Generación de productos cartográficos

De manera rápida, sencilla y accesible, se pueden generar mapas de calidad profesional con
diferentes tipos de datos, tanto vectoriales como raster. Cuenta con todas las herramientas
necesarias para crear los mapas de una manera automatizada con todos los elementos necesarios,
tales como: leyendas o simbología, nortes, barras de escala, textos adicionales, logotipos e
imágenes. La impresión de los mismos puede llevarse a cabo en impresoras convencionales o
plotters de diferentes marcas y modelos.

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CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

Consulta gráfica y tabular

Cuenta con las opciones para visualizar datos gráficos y tabulares de manera ligada por la
estructura de datos topológicas, de tal manera que pueden realizar selecciones interactivas,
utilizando una entidad gráfica (polígono, circulo o línea), una expresión lógica o condición,
expresando estos resultados visualmente por medio de gráficas de pie, barras o líneas para hacer
análisis comparativos.

Así mismo, pueden realizarse clasificaciones mediante diferentes métodos en base a los atributos
de los elementos de las diferentes capas de información para generar información temática. De esta
forma, una misma capa puede ser desplegada de diferentes maneras en base a sus atributos, por lo
que es posible hacer comparaciones directas de la información e incluso graficaciones de la misma.

Análisis espacial

ArcView en su módulo base cuenta con herramientas especiales para realizar operaciones de
análisis espacial entre capas de información, las cuales van desde sobreposición gráfica de
diferentes layers (capas) con la opción de: vincular sus bases de datos, hacer análisis de área de
influencia o afectación y establecer las relaciones existentes entre diferentes capas.

Integración de datos

ArcView cuenta con la funcionalidad de desplegar diferentes formatos de información en un


ambiente integrado, tales como dibujos CAD en formato DXF o DWG, archivos de texto o ASCII,
coberturas en formato de Arcinfo, además de contar con un archivo de formato nativo denominado
shapefile, entre los formatos vectoriales. Para los formatos raster puede visualizar archivos en
formato TIFF, GIF, genérico binario, imágenes de satélite o mapas escaneados en formato de
ERDAS Imagine *.img o *.lan, así como archivos GRID de Arcinfo. Finalmente en las bases de
datos, de manera nativa, trabaja los archivos en formato *.dbf, por lo cual son accesibles las tablas
provenientes de otros paquetes de software que manejen este mismo formato sin necesidad de
conversión, archivo de texto ASCII y archivos en formato INFO.

Desarrollo de aplicaciones

Por la funcionalidad del lenguaje de programación AVENUE es muy fácil, incluso para usuarios no
experimentados o que no tienen conocimientos de programación, personalizar la interfase de
trabajo del software o realizar pequeñas aplicaciones. Cuenta además con la herramienta de Dialog
Designer, la cual integra nuevas funciones y objetos al ambiente de programación de manera
accesible para los usuarios, lo cual permite crear aplicaciones más complejas.

Manejo de bases de datos

Además de tener un manejador interno de bases de datos para la administración y control de las
tablas de atributos de los elementos, cuenta con la opción de tener acceso a bases de datos
relacionales tales como ORACLE, SYBASE, INFORMIX, SQL SERVER, entre otras.
Como funciones nativas, permite manejo de tablas tales como adición o eliminación de campos,
modificación de registros, uniones o relaciones de tablas.
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CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

B) Extensiones básicas de ArcView

El software en su módulo básico se encuentra integrado por cinco documentos básicos: vistas,
tablas, gráficos, generación de mapas y programación.

Vistas (Views)

Tienen el objetivo de desplegar la información gráfica en formato vectorial o raster, realizar los
procesos de consulta gráfica de la información, así como clasificaciones de los mismos de acuerdo
a sus atributos asociados. Son la base principal para el contenido de los mapas y cuenta con todas
las herramientas necesarias para controlar la visualización, consulta y manipulación de la
información. Pueden ser utilizadas también para realizar edición de los datos, pero únicamente en
el formato nativo de ArcView denominado shapefile.

Tablas (Tables)

Este documento permite el manejo de la información tabular asociada a los elementos geográficos,
realizar consultas mediante expresiones así como operaciones de manejo y administración de
tablas. Los documentos de tablas se encuentran vinculados de manera directa a los elementos de
las vistas, por lo que si se realiza alguna modificación en ellas ésta podrá afectar también al
documento Vista.

Gráficos (Charts)

Están directamente relacionados con las tablas, ya que es por medio de estos documentos que se
realiza una comparación gráfica de los registros seleccionados en la tabla. Se tienen diferentes
opciones para el manejo de gráficos, tales como barras, columnas, líneas, pie, entre otros. Este
documento se encuentra ligado tanto a las tablas como a las vistas y puede ser incorporado como
otro objeto dentro de un mapa, con la funcionalidad de que si la selección en la tabla o la vista son
modificados, serán modificados estos también.

Generación de mapas (Layouts)

Mediante este documento se realiza el diseño de los mapas, ya que pueden contener vistas, tablas,
gráficos, imágenes o archivos de texto, integrando toda esta información dentro de formatos
predeterminados o definidos de acuerdo a las necesidades y especificaciones del usuario.
Adicionalmente cuenta con las herramientas para incorporar y controlar de manera interactiva los
elementos básicos que complementan un mapa como barras de escala, leyendas, nortes y manejo
de simbología.

Este documento también se encuentra ligado a los documentos de vistas, tablas y gráficos,
por lo que si se realiza un cambio en ellos y se establece una relación dinámica entre ellos, las
actualizaciones se verán reflejadas de manera inmediata en los mapas, lo cual facilita el trabajo de
actualización de mapas para el usuario; si se combina esta característica con el uso de templates, es
posible disminuir en gran medida los tiempos de ejecución de los productos cartográficos.

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CAÍTULO 1 MARCO TEÓRICO

Programación (Scripts)

El último documento básico permite al usuario escribir sus propios macros o programas para la
automatización de funciones, aunque puede desempeñar también las funciones de un procesador de
textos sencillo.

Análisis Espacial (modelización, Spatial Analyst) de ArcView

Es un módulo de extensión de ArcView que brinda un sofisticado Análisis de Datos Raster de


Escritorio. El Análisis Espacial de ArcView es una extensión del SIG ArcView 3.x. El Análisis
Espacial de ArcView le añade una nueva dimensión en la realización de mapas de escritorio y el
análisis del SIG al implementar un novedoso y sofisticado análisis espacial y una visualización de
las herramientas de fácil acceso a los usuarios a través de ArcView. El Análisis Espacial de
ArcView hace posible a los usuarios del SIG de escritorio crear y analizar mapas de datos – raster
basados en celdas; además, provee de una nueva información de datos existentes, información
requerida a través de múltiples estratos de datos; y un completo e integrado conjunto de datos
raster basados en celdas con fuentes tradicionales de datos tipo vectorial (ESRI, 1996).

El análisis raster

Las series de datos raster, basadas en celdas (grid), están especialmente disponibles para
representar fenómenos tradicionalmente geográficos que varían continuamente en el espacio, como
la elevación, inclinación o precipitación. Pero además pueden ser utilizadas para representar tipos
de información menos tradicionales, tales como densidad de movimientos de masa y otras
características geomorfológicas. Las celdas también son datos ideales de representación para el
modelo espacial, el análisis de flujos y tendencias sobre los datos representados como superficies
continuas como el modelado de vertientes o los cambios dinámicos de la población en el tiempo.
La combinación de estos nuevos análisis espaciales y la visualización de herramientas para datos
raster con los operadores espaciales de ArcView basados en vectores, brindan una capacidad de
análisis sin precedentes en la visualización y elaboración de mapas; todo en un paquete de
escritorio (ArcView 3.2) cómodo y, a la vez, muy accesible (ESRI, 1996).

19
Capítulo DEL
Capítulo 2 CARACTERÍSTICAS 2 ÁREA DE ESTUDIO

CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Localización y extensión

El área de estudio se corresponde a la cuenca del río Yacambú (UFORGA – ULA, 2005), ubicada
al suroeste del estado Lara, entre las coordenadas UTM Este 420.000 – 450.000 y UTM Norte
1.060.000 – 1.080.000 (WGS84, Huso 19 Norte), (Figura 1); coordenadas geográficas 09º33’00’’
– 09º48’00’’ Latitud Norte y 69º27’00’’ – 69º43’00’’ Longitud Oeste. Forma parte del sistema de
vertientes ubicadas hacia el sur de la Sierra de Portuguesa adyacente al Sistema Montañoso
Andino de la Cordillera de los Andes, en su prolongación venezolana.

El río Yacambú constituye un importante afluente del río Acarigua, el cual desemboca por
su margen izquierdo en la sección media del río Orinoco, a su vez perteneciente a la vertiente
Atlántica. Tiene una extensión de aproximadamente 32.617 ha, de las cuales unas31.718 ha
corresponden a la superficie no cubierta por las aguas del embalse. El área de estudio está
constituida por doce sectores o subcuencas: El Chorro – Cerro Blanco, Agua Blanca, Los Palmares
– Sabana Redonda, Las Quebraditas, Caspito – El Bajío, La Puente, Urupe, quebrada Negra,
quebrada Blanca, La Gran Parada, La Escalera y quebrada Honda.

Desde el punto de vista político – territorial, la cuenca del río Yacambú se encuentra
localizada en la parte centro – sur del municipio Andrés Eloy Blanco (capital Sanare) del estado
Lara, abarcando parte de las parroquias Pío Tamayo y Yacambú. La cuenca representa un 37,40 %
del área total del municipio. Sus cuencas vecinas pertenecen al río Turbio por el norte, río Tocuyo
por el noroeste, río Morador por el sur, río Guache por el sureste, río Acarigua por el este y río
Portuguesa por el oeste (MARN – SHYQ C.A., 1998, citado por UFORGA – ULA, 2005).

La cuenca del río Yacambú e impacto socioeconómico del proyecto del embalse

De acuerdo con la información contenida en el trabajo realizado por UFORGA – ULA (2005), en
la cuenca hidrográfica del río Yacambú, se lleva a cabo uno de los proyectos hídricos de mayor
trascendencia en Venezuela. Este consiste en trasvasar agua de la cuenca del río Yacambú por
medio de un túnel de 24,3 km de longitud que luego, de ser embalsada en la presa Paso Angostura,
generará un espejo de agua que cubrirá aproximadamente unas 852 ha y tendrá una capacidad de
almacenamiento de 435 millones de m3. El agua así almacenada, será transportada por el túnel con
la finalidad principal de regar las tierras altamente productivas, pero con fuertes restricciones de
humedad, ubicadas en el valle de Quibor y contribuir con el suministro de agua potable al Sistema
Barquisimeto.
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Barquisimeto

Figura 1. Localización de la cuenca del río Yacambú.

21
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Aspectos físico – naturales (modificado de UFORGA – ULA, 2005)

Topografía
La cuenca se caracteriza por un relieve predominantemente montañoso con alturas de hasta 2.200
msnm. Las principales filas montañosas tienen crestas agudas y fuertemente reclinadas, cubiertas
con una densa vegetación de bosque (vertiente sur) y matorrales (hacia el norte). La pendiente
topográfica dominante es de 15 – 35 %, la cual representa el 41,8 % del área de toda la cuenca del
río Yacambú. El 9 % del área presenta valores de pendiente inferiores al 15 %. En otras palabras,
la mitad de la cuenca del río Yacambú posee rangos de pendiente moderado. Sobre una cuarta
parte (24,4 %) del área la pendiente oscila entre 35 y 50 % y el 24,8 % restante muestra una
pendiente superior al 50 %.

Geología
En la cuenca del río Yacambú, incluida en el llamado surco de Barquisimeto, aflora la Formación
Villanueva (Kv). Secuencia Mesozoica ubicada en el Cretácico superior (99 – 65 m.a.), constituida
fundamentalmente por rocas de metamorfismo regional de bajo grado. Filitas silíceas, filitas
calcáreas, cuarcitas y meta – areniscas parecen ser las litologías más abundantes. Las filitas
carbonosas, completan las litologías predominantes.
Desde el punto de vista estructural, la cuenca del río Yacambú se ubica entre dos
importantes sistemas de fallamiento regional: por el norte, el área de influencia de la Zona de fallas
de Boconó; mientras que al sur, contacto de las estribaciones andinas con el piedemonte, las
complejas estructuras asociadas con el fallamiento inverso de las fallas sur piedemontinas, parecen
jugar un rol predominante. Sin embargo, la interpretación de algunos planos de ruptura y el análisis
de mecanismos focales de sismos recientes, permiten aseverar que el estilo tectónico y las
manifestaciones morfoestructurales, se relacionan más estrechamente con la falla de Boconó.

Geomorfología

Los materiales duros y resistentes (filitas silíceas, filitas calcáreas, cuarcitas y meta – areniscas),
propenden a formar vertientes escarpadas, agudas crestas, topes redondeados, valles angostos y
gargantas. Las filitas carbonosas, blandas a muy blandas, tienden a formar relieves irregulares pero
suavizados sobre las vertientes.

La típica forma alargada, rectangular, que presenta la cuenca del río Yacambú delata la
profunda influencia ejercida por el patrón de fallamiento regional. A ello se le agrega, la
disposición estructural de las unidades rocosas características del área, las cuales se distinguen por
una alternancia de rocas duras, intercaladas con unidades más blandas.
Por tanto, los aspectos geomorfológicos están regidos por dos factores: la morfología que
incide en suavizar los eventos hidrológicos, disminuyendo los efectos de lluvias extremas y, el
otro, la litología: rocas más resistentes generan derrumbes y deslizamientos, donde el nivel de
fracturamiento es más alto o los perfiles de meteorización son más profundos, y en aquellas áreas
donde el material rocoso es más blando, y con un comportamiento más plástico, tiende a generar
flujos o una reptación progresiva.

22
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Los suelos residuales localizados sobre unidades de vertiente presentan texturas finas, cuyo
comportamiento plástico y viscoso favorecen el escurrimiento superficial y la conformación de
surcos, cárcavas y la activación de movimientos de masa (Artigas, 2007: 55).

Clima

De acuerdo a la clasificación propuesta por Holdridge, en la cuenca se ubican las zonas de vida:
Bosque Húmedo Premontano (BHpm) y Montano (BHm).

La temperatura media anual es de 21 – 25 °C, la mínima promedio se ubica en 17,0 °C y la


máxima promedio en 26,2 °C. La cuenca del río Yacambú se caracteriza por ser lluviosa; la
precipitación media anual se ubica en los 2.040 mm, oscilando entre 1.700 y 2.400 mm anuales.
Estas abundantes precipitaciones se distribuyen en dos períodos: uno seco, desde diciembre a
marzo, y otro lluvioso, de abril a noviembre. Presenta una evaporación media anual entre 1.300 y
1.600 mm/año. Los registros indican un valor medio de evaporación anual de 1.370 mm. La
mínima mensual es de 90 mm (mayo – junio) y la máxima de 150 mm (marzo). La humedad
relativa máxima promedio es de 95,5 % y la mínima promedio de 59 %.El balance hídrico
favorable (durante gran parte del año) de la cuenca registra excesos hídricos que van de moderados
en unas zonas (entre 400 – 800 mm/año) a elevados en otras (entre 800 – 1.000 mm/año).

La insolación media efectiva en la estación Paso Angostura, en promedio, es de 5,05


horas/día, con máximas de 6,8 horas/día, en los meses de enero y febrero, y mínimas de 3,2
horas/día, en mayo y junio.

Hidrografía

El drenaje dendrítico de la zona está formado por un conjunto de ríos y quebradas que vierten sus
aguas al río Yacambú, principal colector del sistema; nace en la fila de Palenque y El Llorón,
recorriendo 26,3 km hasta el Cañón de Angostura. Presenta una escorrentía media anual de
332*106 m3 y un caudal medio observado de 12,35 m3/s.

El río Yacambú capta las aguas, entre otros drenajes, de los siguientes cursos: desde la
vertiente izquierda: El Barranco, San Carlos, La Puente, Negra y La Escalera, y desde la vertiente
derecha: Honda, Los Palmares, Agua Blanca, Cerro Blanco, El Chorro y El Chorrerón. Todas estas
quebradas tienen una pendiente muy pronunciada, descendiendo varias de ellas desde 2.200 msnm
hasta el río Yacambú (700 msnm). Esta red hidrográfica es de carácter torrencial, lo que unido a
las características topográficas origina una alta capacidad de arrastre de sedimentos.

La cuenca es de forma alargada. La red de drenaje posee muy baja densidad y un índice de
bifurcación alto, tales características dan como resultado un bajo y extendido pico de flujo; los
patrones rectangulares o sub – paralelos indican el estrecho control ejercido por la estructura y
constitución geológica. La secuencia de estrechos valles y pronunciadas gargantas reflejan la
influencia de rocas resistentes (drenaje consecuente), y muchas laderas con torrentes de corto
recorrido y vertientes frágiles que se corresponden con unidades rocosas más blandas.

23
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Suelos

Los suelos, en general, son de poca profundidad, entre 0 y 2 m, principalmente donde la topografía
es accidentada, con pedregosidad superficial y texturas finas, lo cual facilita el lavado de hidrógeno
mas no la infiltración del agua precipitada que se pierde por escurrimiento en un 95 %. Presentan
gran variabilidad y, en cuanto a fertilidad, van desde ligeramente ácidos a extremadamente ácidos,
con diversos contenidos de materia orgánica. La fragilidad ecológica de los suelos, en los paisajes
colinar y de montaña, es de moderada a alta, siendo baja o muy baja en el valle. Con respecto a las
capacidades agrológicas, predominan las clases seis (VI), siete (VII) y ocho (VIII).

Cobertura vegetal

Entre los 500 y 1.400 msnm el bosque original ha sido eliminado o fuertemente intervenido; la
deforestación para la ocupación y ampliación de los cultivos, favorece una condición proclive a la
erosión, a la vez que atenta contra la conservación de la biodiversidad de sus ecosistemas. A pesar
de estas condiciones la cuenca mantiene actualmente una gran diversidad florística, lo cual es
propicio desde el punto de vista turístico, ecológico y científico. Dentro de las bellezas escénicas
más destacadas se encuentra la alta diversidad de orquídeas presente en el Parque Nacional
Yacambú. Entre las especies de orquídeas se encuentra la hermosa Flor de Mayo (Cattleya
mossiae), la flor nacional de Venezuela, así como la Raputia larensis, una especie endémica de los
estados Lara y Yaracuy (Artigas, 2007: 57).

Las condiciones agroecológicas favorecen el cultivo del café, principal rubro agrícola de la
cuenca del río Yacambú.

De acuerdo con Artigas (2007) los principales hábitats naturales existentes son: bosques
nublados, bosques húmedos, bosques semidecíduos, sabanas y chaparrales.

Dadas las características climáticas y topográficas presentes en la cuenca, sobre las


vertientes orientadas hacia el sur, se pueden observar bosques densos debido a las altas tasas de
precipitación, mientras en la vertiente norte predominan los matorrales. En altitudes que oscilan
entre los 1.200 y los 2.100 msnm, predominan remanentes de bosques primarios, incluyendo los
bosques nublados. En esta formación vegetal se distinguen árboles de 15 a 20 m y en su estructura
se pueden apreciar hasta cuatro estratos, donde predominan especies como: roble (Platimiscyum
politachyum), bucare (Erythrina poeppigiana), chaparro (Machaerium acuminatum) y araguaney
(Tabebuia chrysantha) (Artigas, 2007: 57).

Además de las especies mencionadas, es importante destacar que estas comunidades son
ricas en helechos arborescentes (Cyathea sp.), palmas de los géneros (Geonoma sp. y Bactrys sp.),
y algunas epifitas, entre las que destaca (Guzmania sp.) (Artigas, 2007: 57).

Fauna

Existe una gran diversidad de especies, principalmente mamíferos, reptiles y aves. Destacan
especies consideradas en peligro de extinción, como el oso frontino y el ave paují copete e’piedra.

24
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Caracterización general de la geodinámica en la cuenca del río Yacambú

La naturaleza de los sustratos rocosos presentes en el área de estudio corresponde


predominantemente a asociaciones de litotipos metamórficos (filitas: silíceas, calcáreas y
carbonosas; cuarcitas y meta – areniscas) de la Formación Villanueva (Cretáceo superior). Estos
materiales tienden a ser altamente susceptibles a la meteorización física y química, provistas las
condiciones climáticas y características de la cobertura vegetal (tipo y densidad) que presenta la
vertiente sur de la Sierra de Portuguesa. Las litologías más duras (por aumento de las fracciones
cuarcíticas) propenden a formar crestas y filas empinadas, visibles en toda el área de estudio.
Mientras, en aquellas áreas donde las filitas tienden a ser calcáreas, el modelado suele relacionarse
con alineaciones de colinas suaves, valles encajonados y gargantas de hasta 80 m de profundidad.
Ejemplos de estas geoformas, pueden ser observadas en las quebradas La Escalera, La Negra y La
Puente. Los materiales blandos se relacionan con las filitas carbonosas, a su vez son las que
presentan mayores problemas asociados con áreas de inestabilidad; suelen formar valles alineados
(y depresiones) siguiendo el rumbo de las capas, y su predominio es mayor hacia el norte del área
de estudio (UFORGA – ULA, 2005).

Los drenajes se desarrollan siguiendo los planos de debilidad de las fracturas abiertas
(generadas por control estructural), cuyas evidencias han podido ser borradas por la erosión
producida por escorrentía superficial. En otros casos, regularmente siguiendo un patrón de drenaje
consecuente al flujo de los canales de desagüe (UFORGA – ULA, 2005). Sobre los macizos más
estables, las capas se desarrollan de manera perpendicular al buzamiento de la ladera (contracuesta
de buzamiento); estos pueden variar ampliamente entre límites que permanecen constantes, que
permiten mantener la estabilidad de los afloramientos rocosos. Los taludes naturales se orientan
predominantemente en dirección NE, NNE – NE, hacia la parte occidental y sur de la cuenca, y, N
– S, NE, NNO – NNE, N – NNO y NO – NNO hacia la parte centro norte.

En el área de estudio, predominan los suelos residuales sobre los de tipo sedimentario
(Artigas, 2007). Los primeros abarcan desde las áreas montañosas próximas al embalse hasta las
partes altas; mientras los del segundo tipo, de origen coluvio – aluvial, se ubican en los fondos de
valle y en algunas depresiones y secciones medias de las microcuencas. El espesor de la cobertura
vegetal sobre suelos residuales oscila comúnmente entre 0 y 2 m. Esta característica supone una
alta exposición de las vertientes a la meteorización.

Dentro de los procesos de meteorización física (por desintegración), el efecto de la


vegetación se considera subordinado, aunque las raíces de algunos árboles puedan fracturar el
sustrato rocoso y provocar situaciones de inestabilidad potencial, pues actúan como palancas que
pueden hacer desprender los bloques de roca del suelo. Los procesos de meteorización química
(por descomposición) pueden alcanzar grandes profundidades, no obstante, en zonas tropicales
caracterizadas por una gran humedad como en la cuenca del río Yacambú, estos procesos deben
tratarse con sumo cuidado (Amundaray, 2000); muy pocos minerales comunes resisten a la
descomposición, entre ellos el cuarzo (que si puede ser desintegrado) y la moscovita (mica blanca).
Los minerales carbonatados pueden ser eliminados por disolución. Los minerales silicatados en su
mayoría pueden ser precipitados en forma de residuos insolubles, tales como: los diversos
minerales arcillosos. La caliza puede ser fuertemente atacada por agua en presencia de anhídrido

25
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

carbónico, cuyos efectos primarios son el ensanchamiento de los planos de diaclasado con un
consecuente incremento de la inestabilidad del macizo rocoso (Amundaray, 2000).

A juzgar por las características del relieve, la presencia de un patrón de drenaje de tipo
dendrítico paralelo y sub – paralelo, y las mediciones obtenidas de orientación general y
buzamiento de la foliación, se puede inferir que muchas laderas presentan sistemas de
diaclasamiento, cuya foliación se halla en posición desfavorable desde el punto de vista de la
estabilidad. Es decir, los planos de foliación buzan con mayor frecuencia a favor de la pendiente,
de la forma o tipo cuesta de buzamiento. En este sentido, las direcciones y relaciones angulares son
relativamente constantes en áreas extensas (rumbo y buzamiento preferentemente al NE – NNE)
(Figura 2).

. Rumbo y buzamiento Circulo máximo que Circulo que representa


la concentración de los
de los planos de foliación. representa el plano del
talud. polos.

Figura 2. Distribución de discontinuidades en la cuenca del río Yacambú. El gráfico generado por
la extensión “StereoMap” de ArcView 3.2, muestra la distribución del rumbo y buzamiento de la
geometría interna de los planos de foliación en el área de estudio, utilizando la Red de Schmidt.

La presencia de rasgos tectónicos (fallas, pliegues) han provocado en las formaciones de


roca un intenso fracturamiento de las mismas, recordando que toda la región se encuentra bajo el
influjo de la Zona de fallas de Boconó, específicamente hacia el sur de las trazas principales (de
orientación general, N45º – 50ºE). De acuerdo con UFORGA – ULA (2005: 12) los mecanismos
de tipo rumbo deslizante dextral, la vergencia de los pliegues en dirección SE, así como la
orientación de las principales fallas en sentido NE – SO, revelan la clara influencia de esa
estructura mayor. En toda el área, ante la presencia de fallas y donde las rocas han sido sometidas a
esfuerzos de compresión y corrimiento, los materiales más resistentes presentan un mayor
diaclasamiento. Mientras, hacia las partes bajas y depresiones, se evidencia en los planos de
foliación una asociación de litotipos conformados predominantemente por filitas carbonosas, en
los cuales se observan plegamientos por compresión de los materiales.
26
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

La interacción de todos estos factores ha permitido la formación de suelos residuales de


tipo arenoso – limoso con capas de arcillas y materia orgánica; generalmente este tipo de suelos
presenta poca profundidad, entre 0 y 2 metros, en áreas no tectonizadas conformadas
principalmente por filitas y cuarcitas. Sin embargo, en aquellas zonas donde la vegetación es
intensa, así como también bajo fuerte presencia estructural, estos suelos pueden alcanzar mayores
espesores. Esto, como consecuencia de una profunda alterabilidad de los materiales y exposición a
la meteorización (UFORGA – ULA, 2005).

Las características mencionadas constituyen parámetros intrínsecos estructurales


generadores de inestabilidad. Ejemplos de tal aseveración, lo conforman los diversos tipos de
movimientos de masa representados en el mapa geomorfológico de Yacambú (UFORGA – ULA,
2005).

El predominio de unidades de filitas favorece la aparición de movimientos de masa sobre


las vertientes, no sólo a causa de la impermeabilidad de estos materiales sino también al hecho de
que los mismos presentan numerosos planos de tectonización y esquistosidad. El fracturamiento de
las rocas y suelos muy permeables así como su poca cohesión permite la percolación del agua y
desarrollo de materia orgánica, por medio de las diaclasas y las porosidades de los suelos.
Generándose de esta manera altas presiones de agua, erosión y pérdida de resistencia al corte en
periodos de gran exposición a la humedad. Tal factor no sólo permite la alteración de las masas
litológicas sino que producen los mecanismos fundamentales para la ocurrencia de movimientos de
masa en la cuenca del río Yacambú (Amundaray, 2000).

Los planos pre – existentes de foliación y diaclasas (superficies de cizalla) son favorables
para el colapso de las unidades de filitas silíceas; dentro del tramo de filitas y cuarcitas el
incremento de los niveles más cuarcíticos genera un mejor desarrollo de la foliación. Las unidades
relacionadas con filitas carbonosas (altamente susceptibles a la meteorización) tienden a colapsar
siguiendo un comportamiento plástico, ello suele generar diferentes tipos de flujos. Este
mecanismo permite el transporte de bloques de gran tamaño (UFORGA – ULA, 2005)
incorporados desde las vertientes, a través de los drenajes de las quebradas.

Adicionalmente, dentro de los factores influyentes para que en el área de estudio se


encuentre una gran cantidad de movimientos de masa, lo constituye la gran humedad a la que se
halla expuesta la zona. La posición de la sierra de Portuguesa, favorece una mayor exposición a las
masas de aíre cargadas de humedad, provenientes desde los llanos occidentales. Razón por la cual
existe un control topográfico sobre las precipitaciones, en la vertiente sur de esta unidad
fisiográfica. Esto a su vez influye en la profunda meteorización sobre las unidades de filitas. Al
mismo tiempo, manifestada en la morfología del área, caracterizada principalmente por la alta
frecuencia de valles intramontanos (UFORGA – ULA, 2005; Artigas, 2007).

En base a las observaciones efectuadas al mapa Geológico – Geomorfológico, realizado por


UFORFA – ULA (2005), los principales movimientos de masa son los siguientes:

Derrumbes de roca: son los movimientos de masa más extendidos en el área de estudio; los
desprendimientos de roca se observan cerca de las filas de las montañas, estrechamente
relacionados con afloramientos con litologías resistentes a la meteorización y valores de pendiente
que oscilan entre los 30 – 45 %. Los derrumbes de roca se presentan dependiendo de la orientación
27
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

de los sistemas de diaclasas y planos de debilidad presentes (Varnes, 1984). Los perfiles de
meteorización, en zonas montañosas, generalmente son muy poco profundos, especialmente, si la
vegetación es espesa conformada por árboles de gran tamaño (Vargas, 1999, citado por
Amundaray, 2000), lo cual favorece la ocurrencia de este tipo de procesos.

Se presume que la ocurrencia de este tipo de desprendimiento (derrumbes de roca), es


debida a la formación de altas presiones de poros en las discontinuidades y fracturas de la roca
(presión intersticial en el plano). Estas presiones de poros se generan por la infiltración del agua
precipitada dentro de los sistemas de diaclasas de la masa rocosa. Por otro lado, la saturación del
material de relleno entre las diaclasas disminuye la fricción entre las caras de bloques contiguos, lo
cual también puede influir en la desestabilización de la roca subyacente. Un alto régimen
pluviométrico puede contribuir a la ocurrencia de estos movimientos, principalmente como
rupturas repentinas durante o después de lluvias intensas (Vargas, 1999, citado por Amundaray,
2000). Los derrumbes de roca son abundantes en toda la cuenca, se ubican con mayor frecuencia
en los sectores La Escalera (sección superior e inferior), La Negra (sectores medios), sección
inferior de La Honda, Las Quebraditas, Cerro Negro, Miracuy, Sabana Redonda y Cerro Blanco.

Deslizamientos planares: cuando una superficie de ruptura sigue un plano de


discontinuidad lito – estructural se genera este tipo de movimiento de masa. Los deslizamientos de
tipo traslacionales, reflejan el tipo y características de las discontinuidades. Generalmente se
generan a partir del contacto entre materiales duros y blandos y fácilmente meteorizables, que
desarrollan escarpas muy largas desde los topes de fila hasta el pie de laderas naturales. Al
producirse arrastran consigo la cubierta vegetal de los suelos y parte de los materiales más
meteorizados (coluvios) (Varnes, 1984). Las unidades conformadas por filitas carbonosas, de
comportamiento plástico, tienden a colapsar ante la pérdida de las fuerzas de resistencia al corte,
un estado anterior de reptación progresiva, presencia de saturación del suelo superficial y
posiblemente de poca profundidad (menor a 2 m), sobre una pendiente elevada. Se originan en
zonas de estructuras favorables de esquistosidad, es decir, el material afectado es rocoso o
diaclasado sobre planos de fallamiento favorables al buzamiento (UFORGA – ULA, 2005).

Este tipo de movimientos se ubican con mayor abundancia, de acuerdo a la cartografía de


“Procesos”, en el sector Barro Negro, localizado en las cabeceras de la quebrada Las Turas y el
deslizamiento El Portal en el sector El Embalse – quebrada La Negra (el cual afecta fuertemente la
vialidad del sector). De acuerdo con UFORGA – ULA (2005) el deslizamiento de Cerro Blanco
tuvo una importante reactivación en el transcurso del año 2004.

Deslizamientos rotacionales: son el tipo de movimientos de masa menos abundantes en el


área de estudio, son más frecuentes a lo largo del rumbo de las capas y en aquellas secciones
profundamente meteorizadas y/o fracturadas. Este tipo de movimientos se han localizado en los
sectores Caspito y Urupe – Corozal.

Flujos: especialmente reptación progresiva; se presentan en mayor número en sitios donde


afloran las filitas carbonosas, sin una superficie de falla definida y existencia de un abundante
suministro de agua; los materiales litológicos generalmente son de texturas finas y gruesas. Los
flujos de detritos son escasos en el área ocupada por la cuenca, lo que confirma lo expresado en el
informe de (Ingenieros De Santis, C.A., 1991, citado por UFORGA – ULA, 2005). En base a
analogías con otras áreas, estos flujos se activan sobre una pendiente muy empinada o mayores de
28
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

60 %, en muchos casos puede ocurrir la existencia previa de una obturación del canal de drenaje,
que luego puede romperse a causa de la erosión del dique natural formado, luego tienden a avanzar
con gran velocidad (Amundaray, 2000).

Este tipo de proceso geomorfológico puede ser ubicado en los sectores Caspito, sección
inferior del deslizamiento Barro Negro, La Negra, La Escalera, Urupe – Guapa, Cerro Blanco,
Cerro Negro, El Bajío y sección inferior del deslizamiento Corozal (en este último se observa
cierto influjo de aguas subterráneas). De acuerdo con UFORGA – ULA (2005) una mezcla de
flujos de lodo y flujos – deslizamientos se localizan a la margen izquierda de la quebrada Blanca,
sector Sabana Larga, en un área que muestra cierta fragilidad.

La mayor parte de estos macizos fallan siguiendo el esquema: filitas carbonosas tienen un
mecanismo de ruptura asociado con el comportamiento plástico; en contraste, las filitas silíceas y
calcáreas tienden a colapsar siguiendo planos pre – existentes (foliación y diaclasas). Abundan en
este último caso, diaclasas verticales y de ángulo alto (UFORGA – ULA, 2005).

En toda el área, en general, los taludes de los cauces parecen estables. Las geoformas
asociadas a las gargantas sugieren que las mismas pueden llegar a regular el 75 % de la superficie
drenada por la cuenca. Sin embargo, son necesarios estudios más específicos sobre el
comportamiento de las tormentas y su incidencia sobre los canales de drenaje. La forma alargada
de la cuenca, de rumbo SO – NE, aunado a un índice de bifurcación elevado (4,9) da como
resultado un bajo y extendido pico de flujo. El material fino, arena, limo y arcilla, tiende a ser
transportado en suspensión y los materiales gruesos, grava fina hasta bloques y peñones, tiende a
ser transportado como acarreos de fondo (UFORGA – ULA, 2005).

La gran pedregosidad en el fondo de los drenes, originados por el aporte lateral de los
derrumbes de roca, localizados en las paredes de los canales, indica que estos fragmentos generan
pronunciados cambios en los perfiles longitudinales de los cauces que inciden en aumentos locales
de la velocidad (caudal), cuyo efecto positivo se traduce en que los mismos funcionan como
dispersores de energía o como compensadores de los aportes de sedimentos (limos) y llegan a
constituir “… verdaderas trampas de sedimentos (especialmente)… gran cantidad de “finos” en
tránsito” (Ingenieros De Santis, C.A., 1991: 61, citado por UFORGA – ULA, 2005), es decir,
ejercen un efecto de filtro. Fenómenos como el descrito pueden ser observados a todo lo largo de
la cuenca del río Yacambú (UFORGA – ULA, 2005). En la figura 3, se presentan algunas
fotografías, a modo de ejemplo, mostrando una representación de las condiciones morfodinámicas
del área analizada.

29
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Cz
Contacto

(a)

Fs/Cz

Fc

Fs/Fc (b)

Carretera
Corona

Afloramientos Kv
Rocosos Fs
(c)
Fs/Fc

Qc
Cono de derrubios

Fuente: (Ministerio de Energía y Minas [MEM], 1997); Toma fotográfica: Pérez, 2000.

Figura 3. Geodinámica de la cuenca del río Yacambú. (a) Plegamiento isoclinal en filitas silíceas
de la Formación Villanueva. Observe como la estructura se suaviza hacia el tope. Dirección de la
fotografía N 30º O; Cz: Cuarcitas, Fs/Cz: Filitas silíceas y cuarcitas, Fc: Filitas carbonosas; (b)
Panorámica del Cerro Cojón en el que se observan algunos movimientos de masa a través de los
planos de foliación en las filitas silíceas y carbonosas de la Formación Villanueva (Kv). Dirección
de la fotografía N 70º E; (c) Detalle de un deslizamiento de roca en el Cerro Cojón. Nótese los
planos de la foliación en las filitas silíceas y filitas carbonosas. Dirección de la fotografía E – O.

30
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

Aspectos socioeconómicos (modificado de UFORGA – ULA, 2005)


De acuerdo a los indicadores de desarrollo humano y de calidad ambiental desarrollados por INE –
PNUD (Atlas de Desarrollo Humano de Venezuela [ADHV], 2004, citado por UFORGA – ULA,
2005), el municipio Andrés Eloy Blanco con, una población relativamente pequeña, el 2,7 % del
total estadal se presenta, en términos generales, como uno de los más deprimidos del estado Lara.
El bajo Índice de Desarrollo Humano (0,4123) es la expresión integrada de indicadores que
reflejan situaciones negativas para la población que habita en la cuenca: baja oferta y calidad
educativa; tasa de alfabetismo de media a baja (73,9 %, en un rango estadal de 65,8 a 98,9 %); tasa
de escolarización de media a baja; alta tasa de mortalidad infantil; alta incidencia de desnutrición;
alto porcentaje de personas y hogares pobres; alto porcentaje de hogares con niños que no asisten a
la escuela; elevado porcentaje de hogares con carencia de servicios básicos con hacinamiento
crítico.
Por su parte, el Índice de Calidad Ambiental de 159 coloca al municipio en el sexto lugar
estadal, en adición a la situación de pobreza señalada en el párrafo anterior. En el mismo sentido,
el logro educativo es considerado como de un nivel mínimo, el acceso a los servicios insuficiente o
deficiente, la condición estructural de las viviendas inestable, la disposición de aguas servidas y de
desechos sólidos se comportan como importantes elementos contaminantes. A esto se une, las
condiciones físicas signadas por un relieve de alta pendiente, un morfodinamísmo inestable y una
cobertura vegetal sometida a significativos procesos de deforestación.
La actividad económica en el municipio Andrés Eloy Blanco se centra en la agricultura, en
particular la caficultura y horticultura. Según el Atlas del Estado Lara (MARN, 1998, citado por
UFORGA – ULA, 2005), el municipio representa el 33 % de la superficie estadal dedicada al
cultivo del café, siendo la cuenca del río Yacambú la principal zona productora de este rubro. Este
rasgo comunica al municipio un marcado carácter rural y repercute en una fuerte intervención de
los recursos suelo, agua y vegetación, a pesar de la existencia de figuras restrictivas como el
Parque Nacional Yacambú, que cubre un 38 % del territorio municipal.
Según los datos del Censo de Población y Vivienda, 2001 (INE, 2001, citado por UFORGA
– ULA, 2005), en la cuenca aportante al embalse Yacambú se asentaba para la fecha una población
de 8.503 habitantes en 58 caseríos dispersos y 2.571 viviendas, así como 120 habitantes
considerados por el Censo de 2001 como “población dispersa”, ubicados en la parroquia Yacambú,
pero sin ubicación precisa.
Los caseríos carecen de estructura urbana definida y se encuentran dispersos en todos los
sectores de la cuenca, a excepción de quebrada Negra y quebrada Blanca donde no se observan
asentamientos significativos. Esta situación se atribuye al hecho de encontrarse protegidos por la
figura de Parque Nacional. En el resto de los sectores, los caseríos se distribuyen preferentemente a
lo largo de la vialidad, la cual constituye un evidente eje de poblamiento, dado que favorece las
interrelaciones internas y con el exterior de la cuenca y la dotación de servicios básicos.

La densidad promedio de ocupación espacial de la cuenca es de 29,9 hab/km2, pero en


algunos sectores, como Urupe y quebrada Honda, alcanzan los 65,1 y 49,3 hab/km2,
respectivamente. Estos datos resultan elevados para una cuenca de carácter protector,

31
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

especialmente si se comparan con respecto a la densidad poblacional a nivel municipal en 2001,


situada en 48,85 hab/km2.

Áreas protegidas/Parque Nacional Yacambú

De acuerdo con UFORGA – ULA (2005) el Parque Nacional Yacambú fue decretado el 12.06.62,
con la finalidad de “preservar y conservar muestras relevantes y representativas de los ecosistemas
y paisajes de las estribaciones finales de la Cordillera Andina, correspondientes a una importante
porción de la Sierra de Portuguesa…” mediante la conservación de ecosistemas específicos,
paisajes y biodiversidad presentes en esa área, de los recursos hídricos de la cuenca que harán
posible su papel de productora de agua para la ciudad de Barquisimeto y el Valle de Quíbor, la
recuperación de áreas intervenidas y deterioradas, la protección de vertientes ante los procesos
erosivos, y el desarrollo de oportunidades de investigación, educación ambiental y el turismo y la
recreación naturalista (Figura 4a y 4b).

Mediante dos decretos adicionales, del 14.04.76 y 13.01.99, se amplió su superficie inicial
hasta llevarla a la actual, 26.916 ha. En 1995, y según Decreto Nº 669, Gaceta Oficial Nº 4.906
Extraordinaria del 26.05.95, se dicta el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Usos del Parque
Nacional Yacambú, en el que se establecen “lineamientos y directrices para el ordenamiento y
desarrollo gradual y equilibrado del Parque Nacional, orientados hacia el cumplimiento de los
objetivos de su creación…” (Capítulo II, Art. 5).

A partir de la declaratoria de Parque Nacional y mediante una acción conjunta de


INPARQUES, Procuraduría Agraria y Federación Campesina, se inició el proceso de pago de
bienhechurías y reubicación de familias que habitaban los caseríos de Volcancito, Moreco,
Chamiza, Guayabal y Cerro Cojón, en el área de inundación. A este propósito, el entonces Instituto
Agrario Nacional adquirió tres fincas (La Cruz, El Cafetal y La Ponderosa, todas dentro de la
misma cuenca alta del río Yacambú), con un total de 380 ha, donde fueron reubicados alrededor
del 90 % de los afectados, en parcelas de tamaño promedio de 2,8 a 3,2 ha.

Si bien una buena cantidad de las personas, inicialmente instaladas en tierras afectadas por
el decreto de Parque Nacional, aceptó su reubicación y pago de bienhechurías; en un momento
determinado este proceso fue suspendido y, posteriormente, se sucedieron nuevas ocupaciones en
el polígono de expropiación, de manera que actualmente existen 35 familias ocupantes en los
sectores de Guayabal (14) y Cerro Cojón (21).

32
CAPÍTULO 2 CARACTERÍSTICAS DEL ÁREA DE ESTUDIO

(a)

(b)

Fuente: (a) (SHYQ C.A., 1998, citado por Aponte y Salas, 2003); (b) (Tapiquén et al., 2004).

Figura 4. Localización del Parque Nacional Yacambú.

33
Capítulo 3
Capítulo 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y
METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y
VALORACIÓN
VALORACIÓN

Consideraciones metodológicas en torno a la extensión “Análisis de Susceptibilidad”

La metodología para crear el mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa se fundamenta,


desde el punto de vista ideológico, en el trabajo de Farré (2000). Quien plantea la automatización
de una técnica basada en la ponderación de factores, empleando los Sistemas de Información
Geográfica (SIG), en un estudio dirigido hacia la estimación espacial del “riesgo de erosión”. El
procedimiento, en esencia, consiste en la automatización del proceso de modelización espacial
(valoración y superposición cartográfica de factores), bajo el enfoque heurístico. En esta
oportunidad, con el fin de obtener un mapa de susceptibilidad; los lineamientos iniciales han sido
expuestos, entre otros, por: Brabb et al., 1972, citado por Santacana, 2001; Nilsen et al., 1979;
Anbalagan, 1992; Chacón et al., 1992, 1994, 1996; Turner y McGuffey, 1996.

En este trabajo, la automatización del método señalado se realizó tomando como referencia
la programación de la extensión “Cartografía de Erosión”, desarrollada originalmente por Farré
(2000). De este modo, se reprogramó la extensión antes señalada bajo la denominación “Análisis
de Susceptibilidad”, tomando las características más importantes de la aplicación original;
comprendiendo los fundamentos básicos del lenguaje de programación “Avenue”, que viene
añadido al programa ArcView 3.2. Considerando la capacidad que posee la herramienta
cartográfica para efectuar el proceso de análisis espacial; la misma fue pensada y desarrollada para
investigadores y especialistas relacionados a la temática ambiental poco experimentados con los
SIG (Farré, 2000), y, en este caso, para aquellos que deseen obtener una primera aproximación
sobre el comportamiento morfodinámico actual en un territorio dado (van Westen, 1993; Carrara
et al., 1995).

Es importante hacer énfasis en que dadas las características que brinda esta extensión y su
flexibilidad para manipular e integrar la información, puede ser aprovechada en casi cualquier tipo
de estudios independientes orientados a la evaluación y zonificación de problemas ambientales.
Básicamente cuando la precisión y la cuantificación de los fenómenos es substituida por el
entendimiento de las relaciones de causalidad, que se generan dentro del espacio geográfico
(Barredo, 1996).

El desarrollo de la presente metodología, está enfocado principalmente en la ejecución de


las fases para la generación de una cartografía en la que se pueden distinguir grandes zonas
(zonificación) en función de su grado de susceptibilidad frente a los movimientos de masa.
Pudiéndose computar la superficie total de cada una y conocer sus referencias geográficas
(Varnes, 1984). El objetivo del mapa es realizar una primera aproximación a escala semidetalle
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

(1:25000), con el propósito de obtener una clasificación con fines de orientación sobre las zonas
con baja, media, alta o muy alta susceptibilidad.

La susceptibilidad es controlada por la interacción de un conjunto de factores


fundamentales, que determinan su ocurrencia en términos de posibilidad (Suárez, 1998). La
evaluación se efectúa mediante la selección de un mínimo de factores requeridos, tomando los
más significativos, y a partir de la información disponible. De acuerdo a esto la aplicación
“Análisis de Susceptibilidad”, fundamentalmente, permite relacionar cinco factores
condicionantes expresados en variables cuantitativas y cualitativas, que a los fines de este trabajo
son: pendiente, orientación de taludes, geología, geomorfología y cobertura. Éstos a su vez se
subdividen en un número determinado de clases (subdivisión de cada factor en atributos o
unidades categóricas, que a su vez configuran, sistemas y ambientes), que serán evaluadas
mediante un proceso avanzado de ponderación analítica.

La información contenida en los mapas temáticos es tratada mediante un proceso de


análisis espacial, donde todos los factores se integran automáticamente mediante el SIG, a partir
de una superposición cartográfica (modelización espacial). El método de tipo compensatorio
programado en la aplicación (extensión) relaciona linealmente el valor asignado, que tienen las
unidades de píxeles correspondientes a las variaciones espaciales representadas por cada una de
las clases asociadas a los distintos factores, y el peso que tiene cada unidad de píxel respecto al
resto, mediante un análisis de vecindad. Así el valor de contribución a la susceptibilidad
(alternativa) que se obtiene para cada factor, es una suma lineal ponderada de los valores para el
conjunto de todas las clases (índice compuesto), en el cual la mejor alternativa que se genera en un
punto es la que posee una media ponderada mayor (Bonham – Carter, 2002). Ésta se representa en
una celda que se situará en un intervalo determinado de áreas susceptibles (p.e. alto, medio, bajo)
después de la reclasificación (utilizando cualquiera de los métodos: media aritmética, desviación
estándar, cuantiles, entre otros) del mapa final (proceso ejercido por el usuario).

El sistema brinda la posibilidad de realizar diferentes pruebas, de modo previo, para definir
los umbrales de susceptibilidad. Es decir, que permite al usuario modificar los valores (límite
mínimo y máximo) que delimitan los intervalos establecidos y así probar distintos resultados hasta
lograr el modelo/mapa que guarde la mejor concordancia con la realidad ambiental bajo análisis y,
de este modo, resulte satisfactorio para su presentación y caracterización.

Determinación de la susceptibilidad. Principios básicos

El nivel de susceptibilidad en un área es controlado por la interacción de diferentes factores


ambientales de complicada interpretación conjunta, debido a las complejas relaciones que se
producen entre los elementos del terreno; por tanto, cada uno de los atributos representados en los
mapas fue evaluado de manera independiente en función de su grado de influencia relativa o nivel
de contribución para la generación de movimientos de masa. Como ya se hizo mención, se
utilizaron las capas de información base, en forma de mapas temáticos, elaborados con el
programa ArcView 3.2.

A pesar de las múltiples ventajas de procesamiento, consulta y almacenamiento de


información que los SIG poseen, no es una novedad las limitaciones que presentan a la hora de

35
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

realizar labores de análisis y modelización territorial. En este sentido, la respuesta y una posible
solución a estas limitaciones pueden ser establecidas en la integración de métodos externos al
ámbito de las ciencias y la tecnología, entre los que se encuentran las técnicas de “Evaluación
Multicriterio” (EMC) (Mena et al., 2007: 1). De esta forma se analiza la interrelación entre las
características y condiciones del terreno, y la susceptibilidad ante la ocurrencia de movimientos de
masa. Los factores son evaluados en base a la estimación heurística del grado de afectación que
pueda contribuir con la aparición de condiciones de susceptibilidad, en los sectores que conforman
la cuenca del río Yacambú.

El método EMC empleado para la estimación inicial de los valores ponderados es el


Proceso Analítico Jerárquico (conocido como AHP) de (Saaty 1980, citado por Barredo, 1996);
Este se utilizó con la finalidad de comparar la importancia de uno de los factores sobre cada uno
de los demás (aij), para posteriormente determinar el eigenvector principal, el cual establece los
pesos (wj), y el eigenvalor, que proporciona una medida cuantitativa de la consistencia de los
juicios de valor entre pares de factores (Barredo y Bosque, 1999).

La asignación de los juicios de valor fue realizada apoyándose en aproximaciones basadas


en la literatura, incluidos los resultados del trabajo presentado por UFORGA – ULA (2005).
Luego, los valores obtenidos son transformados en números equivalentes a una escala de
ponderación que acepta la extensión “Análisis de Susceptibilidad”. Para esto, dado que se trabaja
con un modelo ordinal (escala de medición ordinal) se procedió a la definición de una escala de
valoración, que va desde 0 hasta 10, aplicable a cada una de las clases contenidas en los diferentes
mapas temáticos (Factores), donde los valores asignados en función de cada parámetro se
distribuyen del siguiente modo: 0 si la contribución a la susceptibilidad es nula (similar al
concepto de “restricción”); 2 si la contribución a la susceptibilidad es muy baja; 4 si la
contribución a la susceptibilidad es baja; 6 si la contribución a la susceptibilidad es moderada; 8 si
la contribución a la susceptibilidad es alta y 10 si la contribución a la susceptibilidad es muy alta;
los valores intermedios denotan el transito relativo entre un nivel y el siguiente.

Los mapas de clases (atributos de cada factor) obtenidos de la ponderación, se transforman


mediante un procedimiento de reclasificación en mapas de valores (transformación en variables
discretas). Posteriormente, estos mapas fueron integrados a través de un proceso de adición
(álgebra de mapas) dando como resultado final el mapa de áreas susceptibles a movimientos de
masa (modelo espacial), clasificado en cuatro niveles discretos: baja, moderada, alta y muy alta.

Análisis jerárquico de los factores contribuyentes a la susceptibilidad: procedimiento


metodológico

Una parte de la metodología para la obtención del mapa de susceptibilidad, requiere la


preparación previa de la data a ser introducida en el sistema; la cual surge del análisis
multiatributo (problema de objetivo simple) de los factores condicionantes seleccionados y las
clases en que cada uno de ellos está conformado. El análisis cualitativo es un procedimiento
asociado principalmente con estimaciones ajustadas a la cognición y, por ende, subjetivas; para
disminuir estas contrariedades se empleó como herramienta de trabajo el Proceso Analítico
Jerárquico (Analytic Hierarchy Process, AHP), técnica propuesta formalmente por Saaty en 1980

36
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

(Barredo, 1996), la cual es aplicable para reducir el nivel de subjetividad o incertidumbre


introducido en todo proceso de jerarquización de elementos de decisión. Originariamente,
consiste en realizar una comparación recíproca entre los elementos de análisis (Pairwise). Se
fundamenta en la búsqueda de un establecimiento más racional y formal, de los pesos relativos
que tendrá cada uno de ellos, en relación con los elementos que satisfacen el análisis. En este
sentido, podría sugerirse que el carácter del procedimiento en desarrollo, sería el equivalente de
hallar un conjunto de valores x o incógnitas, que satisfagan la igualdad dentro de un sistema de
ecuaciones lineales (Sánchez, 2001; Zanazzi, 2003).
Entre tanto, de acuerdo con Sánchez (2001), la técnica AHP consta de dos fases: en primer
lugar se debe diseñar en forma gráfica un árbol de decisiones (Figura 5), en el que se identifican
todos los elementos que serán evaluados; los factores seleccionados para el estudio son ordenados
de modo que esquematicen y describan el problema planteado. Este esquema se construye
teniendo como base de partida, un objetivo principal (o propósito) seguido de los elementos que
constituyen el análisis. Estableciendo así un conjunto de niveles configurados del siguiente modo:
un nivel superior (objetivo pautado o punto de convergencia), un nivel de criterios (factores), un
nivel de subcriterios (clases, atributos, categorías) (en AHP es opcional) y un nivel de
alternativas, objeto o elementos de decisión (indicadores); en el que se muestran las posibles
interrelaciones entre los elementos del modelo/problema a resolver (Zanazzi, 2003).

Al mismo tiempo, culminada la fase de diseño de la jerarquía, se procede a una segunda


fase de carácter matemático. La cual consiste en evaluar la importancia de las alternativas
respecto a todos los elementos que intervienen en el modelo y que están representados en los
niveles superiores del árbol (factores y clases).

1. Construcción del árbol jerárquico de decisión

Este proceso (Figura 5) considera los siguientes criterios:

 El nivel superior o punto de convergencia; sólo tiene un elemento: el objetivo del análisis.
 Los niveles subsiguientes pueden poseer varios elementos/atributos cada uno.
 Los factores, las clases y subclases deben ser independientes.
 Su importancia relativa no debe depender de los elementos en el siguiente nivel inferior de
jerarquía.

En efecto, la figura 5 muestra que en cada nivel jerárquico se han de agrupar varios
elementos. En el nivel 0 se establece el objetivo que se persigue en esta etapa del trabajo; en el
nivel 1 se discriminan los factores fundamentales y en el nivel 2 se desglosan las clases de cada
factor fundamental, y así sucesivamente. Obsérvese que se ha generado e incluido un nivel 3
correspondiente a las “subclases” de las clases de los Factores 2 y 5. En el último nivel se
especifican los elementos de decisión, en el presente trabajo, p.e. el valor de contribución relativa a
la generación de movimientos de masa y nivel categórico de susceptibilidad.

37
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Nivel 0 Objetivo principal o propósito

Nivel 1

Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5

Nivel 2
Clase 1=f1.1 Clase 1=f2.1 Clase 1=f3.1 Clase 1=f4.1 Clase 1=f5.1
Clase 2=f1.2 Clase 2=f2.2 Clase 2=f3.2 Clase 2=f4.2 Clase 2=f5.2
Clase 3=f1.3 Clase 3=f2.3 Clase 3=f3.3 Clase 3=f4.3 Clase 3=f5.3
Clase 4=f1.4 Clase 4=f4.4

Nivel 3 Subclase 1=f3.1.1 Subclase 1=f5.1.1


(Sólo para el . .
Factor 2 y 5) . .
Subclase n=f3.1.n Subclase n=f5.1.n

Subclase 2=f3.2.1 Subclase 1=f5.2.1


. .
. .
Subclase 2=f3.2.n Subclase n=f5.2.n

Subclase 3 =f3.3.1 Subclase 1=f5.3.1


. .
. .
Subclase n=f.3.n Subclase n=f.5.n

Nivel J

Elementos de
A B C D E F decisión o
alternativas

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Escala equivalente

Figura 5. Diseño preliminar del árbol de decisiones para determinar indicadores de contribución
relativa a la susceptibilidad por movimientos de masa mediante análisis AHP.

38
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

En el transcurso del análisis el usuario “Decisor” debe realizar comparaciones por pares,
entre los elementos constituyentes de un mismo nivel. Primero se comparan entre sí los factores
principales. Seguidamente, sobre la base de cada factor fundamental se comparan entre sí las
clases dependientes y, de igual modo, las subclases a que hubiera lugar. Proceso que se va
desarrollando descendiendo por el árbol de jerarquías, hasta culminar con las comparaciones de las
diferentes alternativas de decisión, según cada uno de los elementos de los niveles precedentes.
Uno de los aspectos centrales en la modalidad de asignación de ponderaciones del AHP, es
la comparación entre dos elementos, por ejemplo a y b, donde es preferible el primero; de acuerdo
con (Saaty, 1980, citado por Zanazzi, 2003), la preferencia debe calificarse con las puntuaciones
que se muestran en el cuadro 1, donde las respuestas adoptan un valor de 1 a 9 y su recíproco; los
acuerdos equitativos se representan por medio de números pares.

Cuadro 1. Escala fundamental de comparaciones por pares AHP.

Intensidad de
importancia Definición verbal (si i es
Interpretación/Explicación
relativa (escala de…importancia que j)
numérica)
Dos elementos contribuyen de igual manera al
1 Igual cumplimiento del objetivo (generación de áreas
susceptibles)
La experiencia y el juicio favorecen levemente a un
3 Moderada elemento sobre el otro
La experiencia y el juicio favorecen fuertemente a un
5 Fuerte elemento sobre el otro
Un elemento es mucho más favorecido que el otro; su
7 Muy Fuerte o Demostrada predominio se ha demostrado bajo circunstancias similares
La evidencia que favorece a un elemento sobre el otro, es
9 Extrema absoluta y totalmente clara
Para concertar entre los valores A veces es necesario representar acuerdos equitativos, por
lo que es posible interponer numéricamente un juicio de
2, 4, 6, 8 anteriores transacción dado que no existe una palabra que describa
(p.e. 2 = igual “a” moderada) perfectamente el efecto de tal expresión
Sí al elemento i se le ha asignado uno de los
números distintos de cero mencionados
Recíprocos: 1/9, cuando se compara con el elemento j, Una comparación que surge de la elección del elemento
entonces j tiene el valor recíproco cuando se más pequeño como unidad, para estimar el mayor como
1/8,1/7, 1/6, 1/5,
le compara con i múltiplo de esa unidad
1/4, 1/3, 1/2 1  a 1 : Si a  0
a 
ij ij
a ji

Fuente: Modificado de (Saaty, 1980, citado por Sanchéz, 2001 y Zanazzi, 2003).

39
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

2. Determinación de la importancia relativa de los elementos de análisis (procedimiento)

Para la determinación de los ponderadores, se deben comparar los pares de factores o clases de un
nivel, indicando cuánto es más importante uno en relación al otro respecto al nivel superior que
comparten. Proceso que se realiza empleando los valores de ejemplo señalados en los cuadros 2, 3
y 4; en todo el proceso se sugiere trabajar en hojas de cálculo como el programa Excel bajo
ambiente Windows, ello contribuirá al ahorro de tiempo al momento de efectuar los cálculos.

Partiendo del supuesto que el objetivo principal ya ha sido definido y corresponde al nivel
0 del árbol jerárquico de decisión, se procede de la siguiente manera: en primer lugar se elabora un
cuadro de comparaciones por pares para cada nivel.

Nivel 1 de jerarquía: comparaciones entre los factores del nivel 1 con respecto al nivel 0

Cuadro 2. Matriz de comparaciones biunívocas entre los factores del nivel 1 en relación al nivel 0
(ejemplo).

j Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5


i
Factor 1 1,00 2,00 2,00 8,00 7,00
Factor 2 0,50 1,00 2,00 8,00 7,00
Factor 3 0,50 0,50 1,00 8,00 7,00
Factor 4 0,13 0,13 0,13 1,00 0,20
Factor 5 0,14 0,14 0,14 5,00 1,00
n 5


i 1
2,27 3,77 5,27 30,00 22,20

En el cuadro 2, el símbolo señala las filas que corresponden al Vector A.

Cuadro 3. Matriz de comparaciones por pares normalizada entre los factores del nivel 1 en
relación al nivel 0 (ejemplo).

j Factor 1 Factor 2 Factor 3 Factor 4 Factor 5


i
Factor 1 0,44094 0,53080 0,37966 0,26666 0,31531
Factor 2 0,22047 0,26540 0,37966 0,26666 0,31531
Factor 3 0,22047 0,13270 0,18983 0,26666 0,31531
Factor 4 0,05511 0,03317 0,02372 0,03333 0,00900
Factor 5 0,06299 0,03791 0,02711 0,16666 0,04504
  1  100% 1 1 1 1 1

40
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Cuadro 4. Jerarquía de los factores del nivel 1 en relación al nivel 0 y vectores utilizados para el
cálculo de los indicadores de consistencia.
Ponderación relativa (promedio aritmético) Vector C Vector D
0,39 2,13829 5,52990
0,29 1,65545 5,71824
0,22 1,28570 5,71430
0,03 0,15710 5,08892
0,07 0,35105 5,16652
  1  100% – máx  5,44358
(Vector B)

De lo anterior es importante puntualizar, lo siguiente:

 El Vector A lo conforman las filas de la matriz de comparaciones biunívocas, sin incluir los
resultados de la sumatoria de cada columna (Cuadro 2). La matriz normalizada (Cuadro 3)
se obtiene de la división sistemática de cada valor entre el promedio aritmético de cada
columna (método del valor máximo). El Vector B (Cuadro 4) se obtiene calculando el
promedio aritmético de cada fila (eigenvector), de la matriz normalizada. El peso es un
valor fraccional entre 0 y 1. Este promedio (puntuación, valor resultante) representa
finalmente las jerarquías analíticas (indicador, peso, valor ponderado) empleadas para
personificar, en el presente trabajo, los niveles de susceptibilidad en el área de estudio. En
este caso, el nivel de contribución expresado: a) en una unidad de celda, b) la influencia
relativa del elemento de la clase i en el factor j sobre la unidad, o c) la ocurrencia/presencia
de un movimiento de masa sobre la unidad o porción de un territorio dado. Los valores son
representados espacialmente sobre un mapa, haciendo uso de una relación de colores
definidos por el usuario, siguiendo los estándares del caso (p.e. rojo, amarillo, entre otros).

No obstante, para tomar los valores ponderados como base analítica para el establecimiento
de las ponderaciones finales, es necesario confirmar el nivel de consistencia que poseen estos
datos. Para ello, el procedimiento ha sido el siguiente:

 El Vector C (Cuadro 4), se obtiene por “Producto de Matrices”, es decir, cada uno de los
valores de cada una de las filas del Vector A por cada uno de los valores de la columna del
Vector B, por ejemplo: 1,00*0,39+2,00*0,29+2,00*0,22+8,00*0,03+7,00*0,07 = 2,1383
(el resultado obtenido representa el primer valor del Vector C, Cuadro 4). Luego, se divide
el Vector C entre el Vector B (valores de cada fila), por ejemplo: 2,1383/0,39 = 5,52990,
de este modo se van generando los valores del Vector D. Del ejemplo anterior, el valor
obtenido constituye el primer valor del Vector D mostrado en el cuadro 4. Para determinar
λmáx (Delta máximo) se calcula el promedio aritmético de los valores obtenidos en el
Vector D; λmáx es el auto valor dominante del Vector A (eigenvalor); según (Saaty, 1980,
citado por Zanazzi, 2003), es el que resume las ponderaciones de cada elemento, por tanto
se le asocia con la idea de dominio y consistencia de los juicios.

41
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Una vez determinados estos datos, se procede al cálculo de los indicadores de consistencia,
constituidos por el Índice de Consistencia y la Razón de Consistencia. El primer indicador se
obtiene por medio de la siguiente fórmula:

(máx  n)
I .C. 
(n  1)
Donde:
I.C. = Índice de Consistencia
máx = auto valor máximo
n = tamaño de la matriz
Este índice mide la dispersión de los juicios del decisor en la matriz de comparaciones por
pares.
Luego se procede a la determinación del segundo indicador. Saaty inventó la Razón de
Consistencia (R.C.), que mide la magnitud de la diferencia entre la consistencia de los juicios con
una consistencia perfecta.
R.C. es función de:

un “autovalor máximo” y el tamaño de la matriz (Índice de Consistencia, I.C.) que se compara con
valoraciones similares si las comparaciones pareadas han sido simplemente aleatorias (Índice
Aleatorio, I.A.). Este índice de consistencia de la matriz aleatoria “I.A.” se emplea para determinar
qué tan consistente es el Vector A, el cual debe comparar su I.C. con el I.C. de una matriz
recíproca, del mismo orden, cuyos elementos han sido determinados en forma aleatoria y sus
valores han sido previamente determinados, de acuerdo con el orden de cada matriz (Cuadro 5).

Cuadro 5. Matriz de índices aleatorios (I.A.).

Orden
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
De la matriz
I.A. 0,00 0,00 0,58 0,90 1,12 1,24 1,32 1,41 1,45 1,49 1,51 1,48 1,56 1,57 1,59

Fuente: (Saaty, 1980, citado por Zanazzi, 2003).

La Razón de Consistencia se obtiene de la fórmula:

I .C.
R.C.  síR.C.  0,1; Consistencia aceptable
I . A.

42
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Donde:
R.C. = Razón de Consistencia
I.C. = Índice de Consistencia
I.A. = Índice Aleatorio
R.C.  0,1 representa el 10 % de aceptación o el mayor grado de inconsistencia que puede ser
tolerada, y que ha sido introducida durante todo el proceso de análisis de los elementos/emisión de
juicios de valor por parte del usuario. Cuando este valor es superado, es recomendable realizar una
revisión de los juicios o de la formulación del problema, dado que no se puede confiar en los
resultados si no se cumplen con consistencia.

Para el nivel 1, los indicadores de consistencia se obtuvieron del siguiente modo:

(5,44358  5) 0,44358
Índice de Consistencia: I .C.    0,11090
(5  1) 4

0,1109
Razón de Consistencia: R.C.   0,09  0,1; Consistencia aceptable
1,12

Por razones técnicas una última fase ha sido incluida. Para los fines prácticos que se
persiguen, los valores de las jerarquías son los datos que alimentan al SIG para la modelización
cartográfica de áreas susceptibles (Cuadro 6), por lo que necesariamente deben ser transformados a
una escala equivalente (semejante a una función de utilidad, en este caso, para determinar el valor
que toman los elementos de decisión asociados a cada factor/clase), y reconocida por la extensión
“Análisis de Susceptibilidad”. Para ello, se aplica un simple procedimiento aritmético: se toma
como base el valor de mayor intensidad del nivel evaluado, al cual se le asigna el valor más alto de
la escala del 0 al 10 de contribución relativa a la generación de áreas susceptibles a movimientos
de masa (igual a 10); luego cada uno de los factores con intensidades menores se multiplican por
dicha base y, seguidamente, son divididos por el factor correspondiente a la mayor intensidad. El
procedimiento seguido (regla de tres) para convertirlos valores se muestra a continuación:

Cálculo de ejemplo:
0,39 10
0,29 Χ = Elemento de decisión

0,29 *10
Nivel de Susceptibilidad: NS NIVEL 1   7,486  8
0,39

Finalmente, se construye un cuadro donde se muestran los resultados (Cuadro 6).

43
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Cuadro 6. Importancia parcial de los factores del nivel 1 en relación al nivel 0 (ejemplo).

Equivalentes
Factores Ponderación general Aproximación Elementos de decisión
(0 – 10)
Factor 1 0,39 10,00 10 F
Factor 2 0,29 7,49 8 E
Factor 3 0,22 5,82 6 D
Factor 4 0,03 0,79 1 AaB
Factor 5 0,07 1,75 2 B

Ahora los valores ponderados obtenidos para el segundo (y tercer) nivel, se multiplican por
el valor de cada factor o clase correspondiente del nivel superior inmediato. El procedimiento, para
el caso del Factor 1, se describe a continuación:

 Ante el supuesto que los resultados del análisis de las clases (f’s), correspondientes al
Factor 1 (Cuadros 7, 8, 9), mostraron una consistencia aceptable  10 %, para obtener
los valores equivalentes asociados a los “Elementos de Decisión”, se multiplican los
valores de ponderación de las clases por el peso del factor respectivo al nivel superior, de
este modo, se obtienen los productos respectivos. El producto más alto se iguala a 10,
luego los valores de menor intensidad se multiplican por esta base y se dividen por el
producto que fue igualado.
 Por ejemplo: si el producto mayor ha sido 0,52*0,386=0,2007  10, entonces,
0,1158*10/0,2007=5,76 y 0,054*10/0,2007=2,69 y 0,154*10/0,2007=0,76.
 Por último, se realiza la aproximación y se detalla la “Alternativa” a la que pertenece la
clase del elemento respectivo. En el caso del presente trabajo, la elección de los “Niveles
de susceptibilidad” sería el equivalente de los elementos de decisión, alternativas o
indicadores que se señalan en el cuadro 10.

Nivel 2 de jerarquía: comparaciones entre las clases del nivel 2 con respecto al nivel 1

Cuadro 7. Matriz de comparaciones biunívocas entre clases del nivel 2 en relación a los factores
del nivel 1 (ejemplo).
j
f1.1 f1.2 f1.3 f1.4
i
f1.1 1,00 2,00 5,00 9,00
f1.2 0,50 1,00 3,00 7,00
f1.3 0,20 0,33 1,00 5,00
f1.4 0,11 0,14 0,20 1,00
n4


i 1
1,81 3,47 9,20 22,00

44
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Cuadro 8. Matriz de comparaciones normalizada entre clases del nivel 2 en relación a los factores
del nivel 1 (ejemplo).

j
f1.1 f1.2 f1.3 f1.4
i
f1.1 0,55214724 0,57534247 0,54347826 0,40909091
f1.2 0,27607362 0,28767123 0,32608696 0,31818182
f1.3 0,11042945 0,09589041 0,10869565 0,22727273
f1.4 0,06134969 0,04109589 0,02173913 0,04545455
  1  100% 1 1 1 1

Cuadro 9.Jerarquía de las clases del nivel 2 en relación al nivel 1 y vectores utilizados para el
cálculo de los indicadores de consistencia (ejemplo).

Ponderación relativa (Vector B) Vector C Vector D


0,52 2,18357016 4,1990545
0,30 1,26559565 4,1906668
0,14 0,55229188 4,0737883
0,04 0,17044698 4,0190456
  1  100% – máx  4,12064

Prueba de consistencia

(4,12064  4) 0,12063
Índice de Consistencia: I .C.    0,040212
(4  1) 3

0,04021295
Razón de Consistencia: R.C.   0,0693  0,07  0,1; Es consistente
0,58

Cuadro 10. Importancia parcial de las clases del nivel 2 en relación a los factores del nivel 1
(ejemplo).

Peso del
Factor
Ponderación Elementos
Clases de F1 1 Producto Equivalentes (0 – 10) Aproximación
Relativa de Decisión
en el
Nivel 1
f1.1 0,52 0,386 0,2007 10,00 10 F
f1.2 0,30 0,386 0,1158 5,76 6 D
f1.3 0,14 0,386 0,0540 2,69 3 BaC
f1.4 0,04 0,386 0,0154 0,76 1 AaB

45
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

Presentación del menú principal de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” para el


programa SIG ArcView 3.2 de ESRI

El menú de la extensión contiene cuatro secciones (Figura 6):

Sección 1: contiene la opción “Mapa de susceptibilidad por movimientos de masa (todo el


proceso)”. Esta opción guía al usuario a través de una serie de diálogos sucesivos (sin ninguna
pausa) hasta obtener el mapa final de susceptibilidad a movimientos de masa. Sin embargo, se
sugiere seguir la “Sección 2”, ya que aporta una mayor flexibilidad a la metodología y permite
analizar sistemáticamente cada paso efectuado.

Sección 2: contiene siete opciones ordenadas que consisten en el desglosamiento de la primera


sección en todas sus fases, que permiten intentar diferentes hipótesis en cada fase e integrar los
resultados satisfactorios en el proceso general, sin necesidad de repetir todo el proceso. Además,
accede a la obtención de cartografía independiente que puede ser útil para la realización de
estudios alternativos, como son el tema de pendiente (%) y de orientación de taludes reclasificado.

Sección 3: contiene tres opciones que pueden ser útiles en el proceso de obtención del mapa final
de susceptibilidad a movimientos de masa o para otros estudios independientes.

Sección 4: contiene toda la ayuda de la aplicación.

Menú principal
Sección 1

Sección 2

Sección 3

Sección 4

Figura 6. Ventana principal de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” utilizada para la


obtención del mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa (modificado de Farré, 2000).

46
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

La metodología aplicada se muestra en la figura 7, en la que se señalan los mapas


necesarios, los mapas que se generan, los diferentes procesos que se van realizando en las distintas
etapas y el mapa resultante.

El modelo digital de terreno (MDT) posee formato raster (grid de malla regular). Del MDT
se crean de manera directa, el mapa de pendiente en porcentajes (%), el mapa de orientación de
taludes y la poligonal grid que delimita el área de estudio (cuenca). La dimensión de la celda del
MDT está proporcionalmente relacionada con la resolución final del trabajo (para este caso el
mapa posee un tamaño de celda de 25 m por píxel, altimetría digital a 1:25000 con equidistancias
entre curvas de nivel de 20 m). Los mapas geología, geomorfología y cobertura, obtenidos de
forma indirecta, tienen formato vectorial (de tipo shapefile), los cuales se rasterizan (conversión a
grid o raster) para poder realizar el análisis espacial a partir de una superposición cartográfica.

Descripción de las fases para la elaboración del mapa de susceptibilidad a


movimientos de masa mediante la extensión “Análisis de Susceptibilidad”, para
ArcView 3.2

Requerimientos iníciales

Antes de realizar los procedimientos para la obtención del mapa de susceptibilidad a movimientos
de masa, se deben tomar en cuenta tres aspectos importantes: 1) tener a disposición las extensiones
“Spatial Analyst” (Análisis Espacial, spatial.avx) y “Hidrologic Modeling v 1.1” (Modelización
Hidrológica, hidrov11.avx), ya que ambas serán activadas automáticamente al cargar la extensión
“Análisis de Susceptibilidad”; 2) se debe elaborar el MDT a partir del mapa topográfico
digitalizado; 3) se debe contar con un mínimo de tres mapas temáticos en formato shape o
vectorial, específicamente de los temas geología (litología, estructuras, entre otros), geomorfología
(formas del terreno, procesos, entre otros), cobertura (tipo, densidad de vegetación/usos), los
cuales se pueden sustituir por otros mapas (p.e. clima: precipitación media anual) según sea el
objetivo del estudio (temática ambiental de la modelización espacial).

1. Definición del área de estudio (cuenca)

La primera fase para la obtención del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa consiste en
definir el área de estudio. La capa generada se expresa como la sumatoria de la superficie de las
celdas que drenan hacia una celda (píxel) determinada (cuenca acumulada). La variable
cuantitativa se deriva del MDT y muestra un rango de valores que va de cero (0) hasta el infinito
(∞). Si bien es una variable cuantitativa, los valores de la superficie son múltiplos del área de una
celda, no tratándose de una variable continua. La superficie se expresa en m2.

Esta fase consta de dos pasos: en el primero se selecciona el MDT y el “umbral o valor de
área límite” (Thereshold area), el cual va a definir la red hidrográfica óptima para la delimitación
de la cuenca (Figura 8a). En el segundo paso se define el punto final de la cuenca, es decir, el
punto donde confluye toda la red de drenaje y, por tanto, define el área de la cuenca (unidad bajo
estudio) (Figura 8b).

47
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

(mapas de
obtención directa)
(mapas de obtención indirecta)
Capas capas raster capas vectoriales
de (grid–malla (shapefile)
entrada regular)

Modelo digital
de terreno Mapa Mapa Mapa
(MDT) Geomorfológico Geológico Cobertura

MDT sin
depresiones
Transformación a Grid (RASTER)
(rasterización)
Dirección de
flujo

Acumulación de Mapa de Mapa de Orientación


flujo Pendiente (Grid) de Taludes (Grid)

Punto final de la Aplicación de la máscara (procedimiento para


cuenca homogeneizar las capas de información, las celdas
obtienen igual tamaño–área)
Análisis cualitativo del método heurístico
Conocimiento previo de factores Técnica: evaluación multicriterio, AHP de
Cuenca (define de causa (combinación de Saaty (1980) citado por Zanazzi (2003),
el tamaño del información subjetiva y para la estimación del peso de los
mediciones). factores/clases. Manipulación de datos de atributo.
área de estudio)

Grid Grid Grid Grid Grid


Pendiente Orientación de Geomorfología Geología Cobertura
Taludes

Superposición cartográfica Álgebra de


Reclasificación mapas

Mapa de áreas susceptibles a


movimientos de masa. Cuenca del río
Yacambú

Figura 7. Diagrama de la metodología aplicada en la modelización espacial (modificado de Farré,


2000) de la susceptibilidad a movimientos de masa mediante el uso del programa SIG ArcView
3.2, y la extensión “Análisis de Susceptibilidad”.

48
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

En esta fase, también se generan “automáticamente” los siguientes mapas: 1) Modelo


digital de terreno sin depresiones (MDT_fill); 2) Mapa de dirección de flujo (Flow Direction); 3)
Mapa de acumulación de flujo (Flow Accumulation); y 4) Mapa de la red de drenaje (Stream
Network).Para saber más detalles se recurre a la opción de ayuda.

2. Mapa de pendiente

Esta variable morfométrica se define como el gradiente de inclinación de la línea de


máxima pendiente de una ladera, dada como el ángulo existente entre la superficie del terreno y la
horizontal. Generalmente se representa en grados (de 0º a 90º), en este trabajo su valor se expresa
en porcentajes (de 0 % a 100 %); en el código de programación de la extensión se utiliza la
función .slope(1,True) para expresar el valor de la pendiente en porcentajes. Es una variable
cuantitativa continua derivada del MDT, en ArcView 3.2 se representa como un grid de puntos
flotantes (Point Float), por lo cual no tiene asociada una tabla VAT de atributos.

(a)

(b)

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 8. Ventana de dialogo para definir el área de estudio (cuenca) a partir de un punto. (a)
primer paso; (b) segundo paso.

49
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

En esta fase se crea el mapa de pendiente, se obtiene clasificándolo en intervalos en base a


los criterios seleccionados y relacionándolos con los valores asignados para el factor de
susceptibilidad (Figura 9).
El mapa de pendiente se puede obtener de dos maneras: adoptando los valores por defecto,
o por definición del número de clases, incluyendo la asignación del nombre de cada clase, el
intervalo de la pendiente para cada clase y el valor del factor de susceptibilidad en función de la
clase o rango de pendiente. La pendiente se obtiene en valores porcentuales (%).
Los valores de pendiente por defecto que se muestran en la figura 9, han sido introducidos
mediante programación. En la fase de aplicación, estos valores pueden ser modificados a
conveniencia, mediante el ajuste respectivo de los mismos, en el código de la extensión. Los
valores definidos por el usuario van desde 0 hasta 10, según el criterio previamente establecido
para su clasificación ordinal. Para saber más detalles se recurre a la opción de ayuda.

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 9. Ventana de dialogo utilizada para generar la capa correspondiente al factor topografía.

3. Mapa de orientación de taludes

Se define como la dirección de inclinación de la línea de máxima pendiente. La orientación en un


punto, se entiende como el ángulo entre el vector que señala al norte y la proyección sobre el
plano horizontal del vector normal a la superficie en ese punto (Felicísimo, 1999). Se trata de una
variable derivada del MDT de tipo cuantitativa continua, con un rango de valores que va desde 1
hasta 360 grados, aunque también se puede encontrar el valor– 1 para aquellas celdas (píxeles) de

50
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

pendiente con valor 0 (sin pendiente). En ArcView 3.2 se representa como una malla regular de
puntos flotantes (Point Float).
La obtención de este mapa sigue los mismos lineamientos que se sugieren para la
obtención del mapa de pendiente. Igualmente se indican las dos opciones a seguir, bien sea
tomando la clasificación por defecto o, de otro modo, las definidas por el usuario (Figura 10).Para
saber más detalles se recurre a la opción de ayuda.

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 10. Ventana de dialogo utilizada para generar la capa correspondiente al factor orientación
de taludes.

4. Rasterización de los mapas vectoriales (geología, geomorfología y cobertura)

La cuarta fase del proceso para la obtención del mapa de susceptibilidad a los movimientos de
masa, consiste en convertir a formato raster (grid) las capas de datos (factores) en formato
vectorial (shape) de geología, geomorfología y cobertura. Estos generalmente son variables
cualitativas que definen la variación espacial, en términos de presencia o ausencia del elemento
geográfico representado en la superficie de un polígono o celda (Figura 11).

Para la conversión a grid se cuenta con dos diálogos:


En el primero se selecciona el MDT y los mapas de geología, geomorfología, cobertura. El
MDT se selecciona con la finalidad de unificar la resolución espacial (tamaño de píxel 25 m). En
el segundo dialogo se selecciona el atributo o columna de cada mapa, donde se encuentran las
clases y el valor relativo de susceptibilidad. Tales atributos han de ser valores expresados en
números enteros, los cuales deben oscilar entre 0 y 10. El campo (field) o columna de la tabla de

51
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

atributos donde se definen los valores de las clases para cada factor, debe tener para cada mapa un
nombre común, el cual debe ser previamente definido por el usuario. Preferiblemente durante la
elaboración de la cartografía temática se estableció el nombre “Factor_s” (campo de tipo numérico
y dos dígitos de ancho, sin decimales).

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 11. Ventanas de dialogo para la rasterización de los mapas vectoriales correspondientes a
los temas cobertura, geología y geomorfología.

5. Aplicación de la máscara (recortar el área de estudio)

La quinta fase del proceso metodológico, consiste en aplicar la máscara con el propósito de
recortar el área de estudio. La máscara se aplica en cada mapa, con el fin de realizar el análisis
conjunto mediante la superposición cartográfica utilizando valores discretos (0 – 10). De modo
que toda la cartografía posea igual valor de resolución, tamaño o dimensión y las mismas
coordenadas geográficas, reduciendo las distorsiones generadas por la superposición. Para ello
aparece una ventana de dialogo con dos opciones: en la primera se selecciona el mapa que
representa el área de estudio (la capa denominada “cuenca”, derivada del MDT). El formato de
este mapa debe ser un grid que muestra en la leyenda ubicada a la izquierda de la vista dos datos
de atributo, el valor 1 (uno) indica las zonas que pertenecen y sin datos (non data) lo que no
pertenece (n.p) a la cuenca (área de estudio). Luego, en la segunda opción se seleccionan los
mapas en los que se ha de aplicar la máscara (pendiente, orientación de taludes, geología,
geomorfología, cobertura u otros), (Figura 12a).
Sólo opcionalmente, sí el usuario activa la casilla “Superposición Cartográfica” en la parte
inferior de la ventana de dialogo, como se muestra en la figura 12a, una vez creadas las máscaras
para cada tema, se aplicará automáticamente la superposición cartográfica de las capas
respectivas. Por lo tanto, la fase 6 del proceso no habría de ser ejecutada. Igualmente, si la opción
“Superposición Cartográfica” de la caja de dialogo esta activada, también es posible activar la
casilla de la opción “Reclasificar el mapa de susceptibilidad a movimientos de masa”, con lo cual
además de ejecutar la superposición, se creará el mapa final de susceptibilidad reclasificado de
modo automático, mostrando 4 niveles de susceptibilidad. De este modo, la fase 7 del proceso

52
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

tampoco habría de ser ejecutada. Siempre que se obtenga alguna duda y para saber más detalles se
recurre a la opción de ayuda.

6. Superposición cartográfica para obtener el mapa de susceptibilidad a movimientos de


masa

Corresponde a la sexta fase del procedimiento hasta ahora descrito y no debe confundirse con la
fase anterior. Se ejecuta cuando el usuario desea seguir el proceso de modelización de manera
sistemática. En síntesis, una vez aplicada la máscara a las capas temáticas, se procede a la
superposición cartográfica definitiva. Para ello, en la caja de dialogo se seleccionan las máscaras
de cada mapa factor con los valores definidos y preparados en fases anteriores de la metodología,
igualmente se indica en la parte inferior de la ventana de dialogo la opción para activar la casilla
correspondiente a “Reclasificar el mapa de susceptibilidad”, con lo cual tal proceso sería obviado
en la siguiente fase del proyecto (fase 7) (Figura 12b). Para saber más detalles se recurre a la
ayuda de la extensión.

Este mapa se puede reclasificar de dos maneras: 1) con valores por defecto, o 2) definida
por el usuario. Esta última opción consiste en especificar el número de clases, el nombre de cada
clase y la definición de los intervalos en relación a cada nivel de susceptibilidad. Si se activa la
opción “Creación de la presentación (layout)”, una vez realizada la reclasificación, se creará
automáticamente la presentación (Layout) del mapa de susceptibilidad. Este paso permite preparar
el mapa final del proyecto (y además agregar otros componentes a la imagen de salida, como:
escala gráfica, orientación de la hoja de impresión, sistema de coordenadas, entre otros) para la
impresión. Para saber más detalles se recurre a la opción de ayuda.

(a) (b)

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 12. Ventanas de dialogo correspondientes a la quinta y sexta fase del proceso de
modelización. Mediante ella (Figura a), las capas de entrada se convierten de forma automatizada
en mapas de valores, utilizando la máscara de la cuenca para homogeneizar la dimensión del área
de estudio. Adicionalmente, se muestran dos casillas (parte inferior) que al ser activadas ahorran la
ejecución de las fases 6 y 7 del procedimiento. En la figura b, la ventana muestra el proceso de la
fase 6 para realizar la superposición cartográfica con cinco mapas de factores, igualmente en la
parte inferior se muestra una casilla que al ser activada adelanta automáticamente al proceso de
reclasificación de la fase 7.

53
CAPÍTULO 3 METODOLOGÍA, ENFOQUES, CRITERIOS DE ANÁLISIS Y VALORACIÓN

7. Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa

La séptima y última fase del proceso, corresponde a la reclasificación del mapa de susceptibilidad
a movimientos de masa. Esta fase se efectúa si el usuario no activó la casilla correspondiente en
las ventanas de dialogo que se muestran en las fases anteriores. En el presente caso, consiste en
obtener el mapa resultante de la superposición cartográfica, definiendo los umbrales de
susceptibilidad a partir de la capa resultado de la superposición, sin reclasificar. El resultado
mostrará el mapa con la agrupación final (por defecto o definida por el usuario) en niveles o clases
discretas de susceptibilidad, determinando de este modo las áreas susceptibles (Figura 13). Los
métodos para la reclasificación pueden ser: 1) intervalos iguales o media aritmética, 2) cuantiles, y
3) desviación estándar.

Fuente: modificado de Farré (2000).

Figura 13. Ventana de dialogo para la “Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos
de masa”, correspondiente a la última fase de la modelización espacial en la que se precisan los
niveles de susceptibilidad por defecto o por definición del usuario.

54
Capítulo
Capítulo 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS4 DE DATOS Y PARÁMETROS
DE ANÁLISIS, VALORACIÓN DE LOS AGENTES CONDICIONANTES Y
PREPARACIÓN
APLICACIÓN DEPROCEDIMIENTO
DEL LAS CAPAS DE DATOS
PARAYLA
PARÁMETROS DE
OBTENCIÓN DEL
ANÁLISIS,
MODELO DEVALORACIÓN DE LOS AGENTES
ÁREAS SUSCEPTIBLES CONDICIONANTES
A MOVIMIENTOS DE MASA Y
EN
APLICACIÓN DEL PROCEDIMIENTO PARA
LA CUENCA DEL RÍO YACAMBÚ LA OBTENCIÓN DEL
MODELO DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A MOVIMIENTOS DE MASA EN
LA CUENCA DEL RÍO YACAMBÚ

Preparación de la información cartográfica

El proceso, en general, consiste en preparar previamente las diferentes capas temáticas (mapas)
que se obtienen de forma directa (mediante el MDT y MDE) e indirecta. Los documentos
obtenidos constituyen los datos de entrada que serán manejados por la extensión “Análisis de
Susceptibilidad”. Es importante destacar que, para la determinación del mapa de susceptibilidad, se
utilizaron las diferentes capacidades que brinda el SIG ArcView 3.2, entre ellas: creación de nueva
cartografía a partir de la digitalización vectorial, análisis espacial (mediante funciones de unión,
intersección, entre otras), conversión a formato raster, adecuación de los mapas disponibles y el
uso de diferentes extensiones para la ejecución de algunas tareas; todas en función de los objetivos
planteados. Los mapas que representan el valor de la pendiente y la orientación de taludes, se
generan directamente en la extensión “Análisis de Susceptibilidad”.

En síntesis, la construcción del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa, se realizó


a partir de la siguiente información digital:
 MDT/MDE.
 Mapa geológico.
 Mapa geomorfológico.
 Mapa de cobertura.
 Mapa de pendiente (derivado del MDT).
 Mapa de orientación de taludes (derivado del MDT).

Luego, se procede a la determinación de las ponderaciones parciales bajo el esquema


propuesto (Figura 5, en el capítulo referente a la metodología), en este caso, de niveles de
contribución relativa a la generación de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del
río Yacambú. Procedimiento que es llevado a cabo mediante la técnica avanzada de evaluación
multicriterio, denominada como: proceso analítico jerárquico (AHP). En dicha etapa, como ya se
ha explicado con antelación, se realiza la estimación de la importancia relativa (indicadores) de los
cinco factores condicionantes principales (de áreas susceptibles a movimientos de masa), y clases
asociadas a cada uno de ellos (atributos). Finalmente, se aplica la extensión “Análisis de
Susceptibilidad”, realizando sistemáticamente las diferentes fases especificadas en la metodología
(Figura 7, Capítulo 3).
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Construcción del modelo digital de terreno (MDT)

Mediante diversas pruebas, utilizando el MDT del área de Yacambú, con resoluciones de 10 y 25
metros, en ambos casos, no mostraron variaciones significativas para la determinación espacial de
áreas susceptibles a movimientos de masa. Indistintamente de la resolución empleada, en este caso,
definiendo 10 m como la unidad mínima de información, se comprobó que no contribuye a
perfeccionar el resultado. Es decir, en relación a los 25 m, genera una mayor cantidad de manchas
asociadas a los diferentes niveles de contribución a la susceptibilidad, no obstante, ofrece la misma
calidad de información visual. Entonces, dado que los resultados iníciales fueron muy similares
(derivado del proceso de reclasificación de la capa procedente de la superposición cartográfica), se
optó finalmente fijar la unidad mínima en 25 m (suficiente para cumplir con los objetivos
planteados). La ventaja principal del tamaño de píxel seleccionado es que permite abarcar una
mayor superficie y, por tanto, posibilita vincular más información en un punto, sobre las áreas
susceptibles a movimientos de masa. Especialmente, cuando se requiere de resultados óptimos y
rápidos.

Es importante señalar que a mayor resolución de trabajo, el computador requiere de mayor


uso de memoria (RAM) del sistema para efectuar los cálculos. A pesar de que ha sido posible
trabajar con píxeles de 10 m, lo cual virtualmente optimizaría el nivel de detalle, se juzgó que el
mismo puede adecuarse mejor a estudios empleando datos puntuales (p.e. “Weights of Evidence” y
con “Evidential Themes” en análisis mediante redes neuronales artificiales). En esta oportunidad,
se comprobó que una resolución de mayor detalle, contrariamente, solamente retarda el tiempo de
ejecución empleado por el computador (aun cuando sólo se trate de unos segundos) para
desarrollar las operaciones normales de geoprocesamiento (unión, intersección, entre otros). Así
como, de la extensión “Análisis de susceptibilidad” detallada en capítulos anteriores.

Procedimiento para obtener el MDT a partir de un modelo TIN (Triangular Irregular


Network), utilizando el programa ArcView 3.2 de ESRI

En primer lugar se añadieron a la vista del proyecto los siguientes temas: mapa topográfico
georeferenciado y poligonal de la cuenca (obtenidos de UFORGA – ULA, 2005). Se activan
ambos temas con la finalidad que el TIN represente sólo la porción del área de la cuenca del río
Yacambú. Luego, mediante el menú “Surface”, al hacer clic en el ítem “create TIN from
features…”, aparece en la caja de dialogo el tipo de topología empleada, “Class:”, en este caso
“PolyLine” (Polilínea). Seguidamente, se selecciona en el espacio denominado “Height source:” el
nombre del campo que contiene los datos de elevación; en el dialogo “Input as:” se seleccionó la
opción “Soft Lines” (líneas suaves; para obtener mayor detalle), y, en el último dialogo “Value
field:” se dejó la opción que aparece por defecto, en este caso, “<none>” (ninguno) (Figura 14a).
Una vez guardado el archivo temporal, se espera hasta que el modelo se construya y sea añadido a
la vista (el usuario debe esperar que se cargue totalmente el TIN) (Figura 14b). Finalmente, se
confirma el resultado, si este no es satisfactorio se realiza el procedimiento nuevamente desde el
principio. El factor Z se mantiene por defecto igual a 1.

56
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Creación del MDE

El siguiente paso consiste en convertir el modelo TIN a grid. Para ello, en el menú
“Theme” se hace clic en el ítem “Convert to Grid…”, para obtener el modelo digital de elevaciones
(MDE) como se muestra en la figura 15a. Primero se define el tamaño de la unidad mínima de
información (tamaño de píxel). El usuario debe introducir el dato en el campo “CellSize:”
(Resolución); en este caso, considerando que la cartografía fuente para un área de 326 km2 se
encuentra a escala 1: 25.000 y altimetría con equidistancia entre curvas de nivel de 20 m, se
introdujo un valor de 25 m. El modelo obtenido puede ser reclasificado para poder visualizar con
mayor detalle las diferentes variaciones de altitud, en el área objeto de análisis (Figura 15b).

Preparación (geoprocesamiento) de los mapas vectoriales correspondientes a los factores:


geología, geomorfología y cobertura

El mapa correspondiente al Factor Geológico, se construyó a partir de la información contenida en


el trabajo presentado por UFORGA – ULA (2005). A partir de ésta, se interpretaron las
descripciones sobre los rasgos litológicos, los aspectos contenidos en el mapa geológico –
geomorfológico y los perfiles geológicos que acompañan al mismo. Este mapa contiene tres datos
a saber: 1) litología (unidades litológicas); 2) estructura de la roca subyacente (buzamiento de los
planos de foliación); y 3) distancia a los elementos estructurales (fallas). En cuanto a las unidades
litológicas, el mapa se obtuvo de manera indirecta creando una topología de polígonos, en el que
se representan las variaciones litológicas presentes en el área. Finalmente, se procedió a crear un
campo para la asignación de las ponderaciones.

Tomando como referencia los datos de rumbo y buzamiento de la foliación, del mapa
geológico en UFORGA – ULA (2005), se “plotearon” (graficaron) en el mapa estos puntos. Para
efectos de presentación se emplearon los símbolos convencionales acordes con los mismos, no
obstante, para llevar a cabo el análisis de susceptibilidad se consideró sólo el valor de la
inclinación de los planos (utilizando como criterio geológico la “Regla de las uves”). En este caso,
se procedió a la activación del MDT al que se le sobrepuso el tema de puntos en referencia. Luego,
se transformaron estos archivos puntuales a polígonos (áreas de influencia), mediante el uso de la
opción Polígonos de Thiessen (extensión “Create Thiessen Poligons”, de Greg Amonn, 2000,
propiedad de ESRI).

Así como al resto de los mapas, a este factor se le asigna un campo específico en la tabla de
atributos, donde son registradas las ponderaciones derivadas del análisis AHP, las cuales serán
relacionadas por la extensión “Análisis de Susceptibilidad”.

57
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

(a)

(b)

Figura 14. Construcción del modelo digital de terreno (MDT). (a) Ventana de dialogo para
generar el modelo digital de terreno empleando redes irregulares triangulares (TIN); (b) Vista
mostrando el MDT, realizado mediante el programa ArcView 3.2 de ESRI.

58
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

(a)

(b)

Figura 15. Construcción del modelo digital de elevaciones (MDE). (a) Resultado de la conversión
del modelo TIN a grid, mediante el cual se obtiene el MDE; (b) Ventanas de dialogo para
reclasificar las cotas de altitud, representadas en el MDE.

59
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

A esta capa le fue aplicada la función “Dissolve”, de la extensión “Geoprocessing Wizard”,


para simplificar la información del buzamiento {Inclinación Fuerte (33º – 68º); Inclinación
Moderada (17º – 32º); Inclinación Ligera (1º – 16º); Vertical (69º – 90º); Horizontal (0º)}. De tal
manera que todos los polígonos quedan agrupados con un registro común para cada clase
(buzamiento vertical, horizontal, con inclinación fuerte, media o ligera) en la tabla de atributos. En
este caso, con la finalidad de asociar todos los polígonos dispersados en el área bajo un mismo
criterio de tamaño – área – atributo; p.e. sí antes doscientos polígonos con iguales características
poseían doscientos registros en la tabla, mediante la función “Dissolve”, las filas son
homogeneizadas, de modo que, los mismos atributos quedan reunidos bajo un sola fila del registro.
Esto contribuye a facilitar la asociación posterior con el resto de las capas (litología y distancia a
las fallas). El mapa que muestra el área de influencia relativa de los planos de fallas (falla
observada; falla inferida; falla con movimiento relativo), se creó mediante la generación de un
buffer de distancia lateral. En el que se representan 100 m de lado a lado de las fallas dibujadas
inicialmente en topología de líneas. Por último, se creó el campo en la tabla respectiva para la
asignación de las ponderaciones.

La última fase para obtener el mapa del Factor Geológico corresponde con la unión de las
tres capas preparadas anteriormente. El procedimiento fue el siguiente: la capa de distancia a las
fallas fue unida con la capa de buzamiento; luego, este resultado fue unido a la capa de unidades
litológicas, constituidas principalmente por: filitas carbonosas (Fc); filitas silíceas (Fs); cuarcitas
(Cz); filitas carbonosas y cuarcitas (Fc/Cz); filitas carbonosas y filitas carbonosas calcáreas
(Fc/Fcca); filitas carbonosas y filitas silíceas calcáreas (Fc/Fsca); filitas silíceas y cuarcitas
(Fs/Cz); filitas silíceas y filitas carbonosas (Fs/Fc); filitas silíceas, cuarcitas y filitas carbonosas
(Fs/Cz/Fc); filitas silíceas calcáreas (Fsca); filitas silíceas calcáreas y cuarcita (Fsca/Cz).

Dado que el resultado final de este procedimiento generó tres columnas separadas con los
datos de las ponderaciones de susceptibilidad, se realizó el cálculo del promedio de las
ponderaciones mediante la función “Field Calculator” del menú “Field”>”Calculate…”. Del cual
se obtuvo una nueva columna en la que finalmente se registran los valores de ponderación para
cada fila de la matriz. Por último, se procedió a limpiar el mapa resultante de aquellos elementos
innecesarios (polígonos sobrantes) generados durante el proceso de unión espacial (Figura 16).

El mapa del Factor Geomorfológico (Figura 17) se obtuvo de manera semiautomática; en él


se reúnen dos características básicas derivadas de la unión de dos capas de información: formas del
relieve y procesos morfodinámicos. La primera capa se realizó empleando como técnica la
extensión “Topographic Position Index – TPI, v 1.3a”, de Jenness (2005). La extensión genera un
modelo grid para el análisis morfológico del paisaje a partir de dos características del relieve:
pendiente y elevación; la misma incluye la posibilidad de agregar una tercera característica (p.e.
orientación de taludes) en formato raster que puede ser relacionada con las otras dos para recrear
una morfología definida por el usuario.

Realizada dicha operación, el documento obtenido fue transformado a formato vectorial


con el fin de introducir la data de niveles de susceptibilidad y para realizar la unión con la capa de
procesos preparada paralelamente. Cabe señalar que el mismo muestra los resultados en inglés y,
por tanto, las formas resultantes fueron traducidas al castellano con sus respectivas adaptaciones.
La segunda capa se realizó mediante la digitalización de las formas y procesos representadas en el
mapa geológico – geomorfológico de UFORGA – ULA (2005), creando para ello una topología de
60
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

polígonos para personificar cada elemento; todos los procesos asociados se presentan en términos
de áreas afectadas. Es decir, en el presente trabajo los polígonos se emplean en sustitución de la
simbología convencional de cartografía geomorfológica, p.e. la utilizada por UFORGA – ULA
(2005), para representar los elementos morfodinámicos, entre ellos: área de despegue de
movimientos de masa (corona), masa deslizada, zona de derrumbes, entre otros.

Una vez identificados los elementos y asignadas las ponderaciones en las plantillas
respectivas, se procedió a la unión de ambas capas en formato vectorial creando de esta manera el
Mapa Geomorfológico. Finalmente, se realizó una simplificación mediante el comando
denominado “Dissolve” de la extensión “Geoprocessing Wizard”, para reducir el tamaño de la
información y poder introducir el mapa obtenido en la extensión “Análisis de Susceptibilidad”,
donde es transformado nuevamente en formato raster y así llevar a cabo las operaciones de
superposición cartográfica, inherentes al objetivo del trabajo.

El mapa del Factor Cobertura, correspondiente al mapa de uso y vegetación, fue tomado de
UFORGA – ULA (2005); al mismo sólo le fue asignado el campo de atributos de susceptibilidad
“Factor_s” (Figura 18). Dicho mapa se presenta en formato vectorial, y fue realizado
específicamente a los fines de evaluar el potencial erosivo y de producción de sedimentos en la
cuenca del río Yacambú.

61
62
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 16. Factor Geología en formato vectorial,cuenca del río Yacambú.


63
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 17. Factor Geomorfología en formato vectorial, cuenca del río Yacambú.
64
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 18. Factor Cobertura en formato vectorial, cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Construcción de la base de datos: Contribución relativa de cada elemento a la


generación de áreas susceptibles a movimientos de masa

Como ya se ha mencionado en capítulos anteriores, la modelación mediante la extensión “Análisis


de Susceptibilidad” requiere la determinación de un marco de ponderaciones, que reflejen, de
alguna manera, la intensidad en la que los factores u elementos físico naturales del entorno
contribuyen, a la inestabilidad potencial del terreno. Esta evaluación se realiza en base a un
procedimiento (empleando la técnica AHP), donde el analista o grupo interdisciplinario (agentes
de decisión) debe especificar, por medio de juicios, el impacto o la contribución relativa de cada
atributo. En términos del AHP, la importancia relativa del atributo sobre el objetivo examinado. En
este caso, se han jerarquizado los elementos, según su mayor o menor contribución relativa a la
generación de áreas susceptibles a movimientos de masa (objetivo principal). Los valores
estimados, basados en la lógica heurística, se introdujeron en forma de datos de atributo en las
tablas asociadas a cada capa de datos de entrada (mapas temáticos). Los valores (puntuaciones)
asignados a cada capa, son utilizados por el sistema para la determinación de la cartografía final o
mapa de susceptibilidad.

Nivel 1 de jerarquía: Comparación entre los factores condicionantes en relación al objetivo


principal

En el cuadro 11 se exponen los resultados de las comparaciones entre pares para determinar la
importancia o contribución relativa de cada uno de los factores involucrados. En el cuadro 12 se
presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. En el
cuadro 13, se muestran los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las ponderaciones
parciales de cada factor con un 9 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 14 se resumen los
resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos, el proceso de transformación a la escala
equivalente y los niveles discretos de contribución relativa a la susceptibilidad asociado a cada
factor.

Cuadro 11. Matriz de comparaciones biunívocas entre los cinco factores condicionantes de áreas
susceptibles a movimientos de masa.

j
Topografía Geología Geomorfología Orientación de Taludes Cobertura
i
Topografía 1,00 2,00 2,00 8,00 7,00
Geología 0,50 1,00 2,00 8,00 7,00
Geomorfología 0,50 0,50 1,00 8,00 7,00
Orientación de Taludes 0,13 0,13 0,13 1,00 0,20
Cobertura 0,14 0,14 0,14 5,00 1,00
n 5


i 1
2,27 3,77 5,27 30,00 22,20

65
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 12. Matriz de comparaciones por pares normalizada entre los cinco factores
condicionantes de áreas susceptibles a movimientos de masa.

j
Topografía Geología Geomorfología Orientación de Taludes Cobertura
i
Topografía 0,4409 0,5308 0,3797 0,2667 0,3153
Geología 0,2205 0,2654 0,3797 0,2667 0,3153
Geomorfología 0,2205 0,1327 0,1898 0,2667 0,3153
Orientación de Taludes 0,0551 0,0332 0,0237 0,0333 0,0090
Cobertura 0,0630 0,0379 0,0271 0,1667 0,0450
  1  100% 1 1 1 1 1

Cuadro 13. Jerarquía de los cinco factores condicionantes y vectores utilizados para el cálculo de
los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,39 2,1383 5,5299
0,29 1,6555 5,7182
0,22 1,2857 5,7143
0,03 0,1571 5,0889
0,07 0,3511 5,1665
  1  100% – máx  5,44358

Prueba de consistencia:

(5,44358  5) 0,44358
Índice de Consistencia: I .C.    0,11090
(5  1) 4

0,1109
Razón de Consistencia: R.C.   0,09  0,1; Consistencia aceptable.
1,12

Cuadro 14. Importancia parcial de los cinco factores condicionantes y nivel de contribución a la
susceptibilidad.

Jerarquías Equivalentes Nivel de Contribución


Factores Principales Aproximación
Analíticas (0 – 10) a la Susceptibilidad
Topografía 0,39 10,00 10 Muy Alta
Geología 0,29 7,48 8 Alta
Geomorfología 0,22 5,81 6 Moderada
Orientación de taludes 0,03 0,79 1 Nula a Muy Baja
Cobertura 0,07 1,75 2 Muy Baja

66
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados

La evaluación del nivel susceptibilidad de los factores (Cuadro 14), en relación con el objetivo
principal, con un índice de consistencia aceptable igual al 9 %, dio como resultado las siguientes
características:
 El Factor Topográfico, representado por diferentes rangos de pendiente, indica que este
elemento es el que influye más significativamente para la ponderación de los niveles de
susceptibilidad a los movimientos de masa en el área de estudio; debido a que es un
elemento que se encuentra expuesto permanentemente al influjo gravitacional, dando a las
laderas una mayor propensión a la rotura.
 El Factor Geológico está representado por la litología y estructuras. La composición del
sustrato y la configuración de las capas determina, en muchos casos, la aparición de estados
latentes de inestabilidad por movimientos de masa. Por lo que este elemento como criterio
de análisis contribuye con un nivel alto a la ponderación de la susceptibilidad del terreno.
 El Factor Geomorfológico constituido por las formas y procesos, en relación al resto de los
factores, se considera con un nivel de contribución moderado. Dado que es un factor que se
halla bajo la influencia de las condiciones que proporcionan los demás factores,
particularmente de tipo geológico, y no es un agente que por sí sólo (por ejemplo, las
formas interrelacionadas con la pendiente y presencia de procesos antiguos) produce
escenarios de inestabilidad en el entorno.
 Los resultados obtenidos por los factores Orientación de Taludes y Cobertura dan por
hecho que son elementos de bajo perfil, como agentes condicionantes, y que simplemente
interactúan con otros elementos para favorecer la formación de roturas. También bajo
ciertas condiciones ambientales (exposición a la humedad de las vertientes, recarga de
aguas subterráneas, deforestación, cultivos permanentes, etc.). Sin embargo, su influencia
sobre otros factores, aunque para ambos elementos se encuentra insuficientemente
demostrada, no debe ser descartada de los análisis subsiguientes.

Factor Topografía
Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior

En esta oportunidad, el Factor Topográfico está representado por seis rangos (clases) de variación
topográfica o valores de pendiente, expresados en porcentajes (%). La información proporcionada
en el cuadro 15, indica las comparaciones entre las clases con relación al Factor Topográfico
perteneciente al nivel superior; en el cuadro 16, se presentan los resultados de la normalización de
los datos procesados en el cuadro anterior. Luego, en el cuadro 17 se muestran los vectores
utilizados en la prueba de consistencia y los indicadores globales del factor con un 7 % de
aceptación. Finalmente, en el cuadro 18 se resumen los resultados, incluyendo la jerarquía de los
datos obtenidos y el proceso de transformación a la escala equivalente, así como el nivel discreto
de contribución relativa a la susceptibilidad asociada a cada uno de los rangos de pendiente.

67
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 15. Matriz de comparaciones biunívocas entre los seis rangos de pendiente con respecto al
nivel superior del Factor Topografía.

> 100 %
j Muy
51 – 100 % 31 – 50 % 16 – 30 % 3 – 15 % 0 – 2%
i Escarpadas Accidentadas Moderadas Suaves Sin Pendiente
Escarpadas
> 100 %
Muy 1,00 0,50 0,50 0,50 3,00 3,00
Escarpadas
51 – 100 %
2,00 1,00 3,00 5,00 9,00 9,00
Escarpadas
31 – 50 %
Accidentadas
2,00 0,33 1,00 3,00 9,00 9,00
16 – 30 %
Moderadas
2,00 0,20 0,33 1,00 9,00 9,00
3 – 15 %
Suaves
0,33 0,11 0,11 0,11 1,00 2,00
0–2%
0,33 0,11 0,11 0,11 0,50 1,00
Sin Pendiente
n 6


i 1
7,67 2,26 5,06 9,72 31,50 33,00

Cuadro 16. Matriz de comparaciones normalizada entre los seis rangos de pendiente con respecto
al nivel superior del Factor Topografía.

> 100 %
j Muy
51 – 100 % 31 – 50 % 16 – 30 % 3 – 15 % 0–2%
i Escarpadas Accidentadas Moderadas Suaves Sin Pendiente
Escarpadas
> 100 %
Muy 0,1304 0,2217 0,0989 0,0514 0,0952 0,0909
Escarpadas
51 – 100 %
0,2609 0,4433 0,5934 0,5143 0,2857 0,2727
Escarpadas
31 – 50 %
0,2609 0,1478 0,1978 0,3086 0,2857 0,2727
Accidentadas
16 – 30 %
0,2609 0,0887 0,0659 0,1029 0,2857 0,2727
Moderadas
3 – 15 %
0,0435 0,0493 0,0220 0,0114 0,0317 0,0606
Suaves
0–2%
Sin Pendiente
0,0435 0,0493 0,0220 0,0114 0,0159 0,0303

  1  100% 1 1 1 1 1 1

68
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 17. Jerarquía de los seis rangos de pendiente con respecto al Factor Topografía y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,11 0,7202 6,2757
0,40 2,8449 7,2011
0,25 1,7314 7,0503
0,18 1,1561 6,4420
0,04 0,2232 6,1300
0,03 0,1763 6,1387
  1  100% máx  6,5924

Prueba de consistencia:

(6,5924  6) 0,5924
Índice de Consistencia: I .C.    0,1185
(6  1) 5

0,1185
Razón de Consistencia: R.C.   0,0956  0,1; Es consistente
1,24

Cuadro 18. Importancia parcial de los seis rangos de valores de pendiente con respecto al Factor
Topografía y nivel de contribución a la susceptibilidad.

Peso del Contribución a


Jerarquía
Clases: Rangos Factor Product Equivalentes (0 – Aproximació la
s
de Pendiente Topografí o 10) n Susceptibilida
Analíticas
a d
> 100 % Muy Baja a
0,11 0,39 0,0448 2,90 3
Muy Escarpadas Baja
51 – 100 %
Escarpadas
0,40 0,39 0,1541 10,00 10 Muy Alta
31 – 50 %
Accidentadas
0,25 0,39 0,0958 6,22 6 Moderada
16 – 30 % Baja a
Moderadas
0,18 0,39 0,0700 4,54 5
Moderada
3 – 15 % Nula a Muy
Suaves
0,04 0,39 0,0142 0,92 1
Baja
0–2% Nula a Muy
Sin Pendiente
0,03 0,39 0,0112 0,73 1
Baja

69
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados


El principal parámetro geomorfológico sobre la que actúa la fuerza de la gravedad es la pendiente.
En este caso, se han tomado como referencia valores de pendiente que han sido definidos en
estudios de estabilidad de vertientes, y se ha incorporado una clase la cual es generada por la
extensión “Análisis de Susceptibilidad”; se agrupan del siguiente modo: sin pendiente (0 – 2% o 0
– 1,2º), suaves (3 – 15 % o 1,7 – 8,5º), moderadas (16 – 30 % o 9,1 – 16,7º), accidentadas (31 – 50
% o 17,2 – 26,6º), escarpadas (51 – 100 % o 27,0 – 45,0º) y muy escarpadas (> 100 % o > 45º).
Áreas de suave pendiente sobre laderas de corto recorrido son menos susceptibles a
deslizarse, lo mismo que áreas con pendiente muy escarpada. Generalmente, se asume que cuanto
mayor es la pendiente mayor debería ser la susceptibilidad a la formación de movimientos de
masa; sin embargo, se debe tomar en cuenta que a partir de valores superiores al 100 % (> 45º),
ocurre lo contrario, debido a que la pendiente es demasiado escarpada como para retener el suelo
superficial. Por lo tanto, simplemente aflora el sustrato rocoso siendo expresiones de otras
condiciones (p.e. rocas masivas poco fracturadas). Este hecho es determinante, la posibilidad de
aparición de roturas disminuye considerablemente, y sólo en aquellas zonas bajo un fuerte control
estructural o climático se podría considerar la potencial ocurrencia de derrumbes.
En el cuadro 18 se observa que aquellas unidades con pendiente menor a 100 % y mayor a
50 % contribuyen a generar niveles de susceptibilidad muy elevada. Esto como consecuencia de
las formas escarpadas sobre las cuales se sitúan estos valores. Relieves con clinometría entre 31 y
50 % determinan un nivel moderado, generalmente sobre unidades de vertiente (altas y medias);
mientras que los rangos menores, entre 16 y 30 %, contribuyen con un nivel entre bajo y
moderado; y, de 2 a 15 % y 0 a 2 %, entre nula y muy baja, localizándose por lo regular en las
partes bajas de las vertientes, así como cerca de las cimas y topes de laderas.
En la figura 19 se muestra el mapa del Factor Topográfico representando los resultados del
análisis AHP.

Factor Geología

Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior

El Factor Geológico está conformado por tres clases (pendiente, estructura de la roca subyacente y
distancia a los elementos estructurales), definidas considerando la influencia de los parámetros
geológicos asociados con la litología y estructuras (foliaciones secundarias: diaclasas, fallas,
esquistosidad o fracturamiento) (Cuadro 19). En el cuadro 20, se presentan los resultados de la
normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. Luego, en el cuadro 21, se muestran
los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las ponderaciones globales de las clases con
un 5 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 22 se resumen los resultados, incluyendo la
jerarquía de los datos obtenidos, su transformación a la escala equivalente y el nivel discreto de
contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada clase principal.

70
71
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 19. Factor Topografía en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la
susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 19. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres clases relacionadas con la litología
y estructuras con respecto al nivel superior del Factor Geología.

j Distancia
Estructura de la Roca
Litología a los Elementos
Subyacente Estructurales
i
Litología 1,00 2,00 3,00
Estructura de la Roca
0,50 1,00 3,00
Subyacente
Distancia
0,33 0,33 1,00
a los Elementos Estructurales
n 3


i 1
1,83 3,33 7,00

Cuadro 20. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres clases relacionadas con la litología
y estructuras con respecto al Factor Geología.

j
Estructura de la Roca Distancia
Litología
Subyacente a los Elementos Estructurales
i
Litología 0,5455 0,6000 0,4286
Estructura de la Roca
0,2727 0,3000 0,4286
Subyacente
Distancia
0,1818 0,1000 0,1429
a los Elementos Estructurales
n 3


i 1
1 1 1

Cuadro 21. Jerarquía de las tres clases con respecto al Factor Geología y vectores utilizados para
el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,52 1,6168 3,0816
0,33 1,0207 3,0583
0,14 0,4277 3,0214
  1  100% – máx  3,0538

72
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Prueba de consistencia

(3,0538  3) 0,0538
Índice de Consistencia: I .C.    0,0269
(3  1) 2

0,0269
Razón de Consistencia: R.C.   0,046  0,05  0,1; Es consistente
0,58

Cuadro 22. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Geología y nivel de
contribución a la susceptibilidad.

Clases: Peso del


Jerarquías Equivalentes Contribución a la
Litología/ Factor Producto Aproximación
Analíticas (0 – 10) Susceptibilidad
Estructuras Geología

Litología 0,52 0,29 0,1522 10,00 10 Muy Alta

Estructura de
la Roca 0,33 0,29 0,0968 6,36 6 Moderada
Subyacente
Distancia
a los Muy Baja a
0,14 0,29 0,0411 2,70 3
Elementos Baja
Estructurales

Caracterización de los resultados

De acuerdo con los resultados expresados en el cuadro 22, la litología cumple una función muy
importante en la generación de áreas potencialmente inestables. Los tipos, la composición
mineralógica y las diferentes asociaciones de roca, son elementos que contribuyen a la
comprensión del comportamiento geodinámico superficial de una ladera. El conocimiento de la
distribución espacial, sobre la variedad litológica de los materiales, es un elemento esencial en la
determinación de aquellas áreas que serán, en mayor o menor medida, propensas a la rotura. Por
tanto, es un elemento a considerar como uno de los agentes de mayor importancia relativa dentro
del análisis de áreas susceptibles a movimientos de masa.

Seguidamente otro componente, que contribuye claramente en la estabilidad o inestabilidad


de una ladera, lo constituye el buzamiento de los planos de foliación (para el caso de las rocas
metamórficas). Este elemento de análisis permite reconocer y asociar la presencia de movimientos
según el tipo de mecanismo de ruptura, p.e. traslacional, en cuña o por volcamiento. Es un

73
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

ingrediente asociado a las condiciones geomecánicas del terreno, que depende altamente, entre
otras características: del rango de pendiente, composición media (rocas duras, blandas), textura y
origen del afloramiento rocoso. Por lo tanto, su nivel de contribución relativa a la generación de
áreas propensas a la rotura, en esta oportunidad, es moderado (Cuadro 22).

Finalmente, las fallas, en general, forman parte de los factores que actúan sobre los
materiales y dan lugar a la modificación de las condiciones iníciales de estabilidad de una ladera.
La cercanía a los elementos estructurales (fallas, pliegues) determina zonas de acumulación de
esfuerzos y debilitamiento del material. En este caso, los planos de falla poseen cierta delimitación
espacial de influencia en torno a ellos, por lo que la generación de áreas susceptibles, a su vez,
puede verse condicionada por diversos factores, entre ellos: la meteorización en relación al grado
de trituración de los materiales y la actividad tectónica. No obstante, debido a la incertidumbre y
condicionamiento al que se ve expuesto este componente, su nivel de contribución relativa esta
entre muy bajo y bajo.

Nivel 3 de jerarquía: Comparaciones entre subclases en relación a las clases


correspondientes al nivel superior y asociadas al Factor Geología

A. Unidades litológicas

La presente subclase está constituida por once litotipos (Cuadro 23), definidos de acuerdo al
predominio de los materiales presentes en el área de estudio en base a descripciones y perfiles
presentados en UFORGA – ULA (2005). De este modo, la litología se encuentra conformada por
las siguientes unidades/asociaciones pertenecientes a la Formación Villanueva (Cretáceo superior):
 filitas carbonosas (Fc).
 filitas silíceas (Fs).
 cuarcitas (Cz).
 filitas carbonosas y cuarcitas (Fc/Cz).
 filitas carbonosas y filitas carbonosas calcáreas (Fc/Fcca).
 filitas carbonosas y filitas silíceas calcáreas (Fc/Fsca).
 filitas silíceas y cuarcitas (Fs/Cz).
 filitas silíceas y filitas carbonosas (Fs/Fc).
 filitas silíceas, cuarcitas y filitas carbonosas (Fs/Cz/Fc).
 filitas silíceas calcáreas (Fsca).
 filitas silíceas calcáreas y cuarcita (Fsca/Cz).

En el cuadro 24, se presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en


el cuadro anterior, y en el cuadro 25 se muestran los vectores utilizados en la prueba de
consistencia y los ponderadores parciales con un 5 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 26 se
resumen los resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la escala
equivalente y el nivel discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada
unidad litológica (subclase).

74
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 23. Matriz de comparaciones biunívocas entre las once unidades litológicas con respecto
al nivel superior de la clase litología.

j Fc/Cz Fc/Fcca Fc/Fsca Fs/Cz Fs/Fc Fs/Cz/Fc Fsca Fsca/Cz Fc Fs Cz


i
Fc/Cz 1,00 0,20 1,00 5,00 1,00 1,00 7,00 5,00 0,33 3,00 5,00
Fc/Fcca 5,00 1,00 1,00 7,00 2,00 5,00 4,00 5,00 0,33 5,00 5,00
Fc/Fsca 1,00 1,00 1,00 3,00 1,00 3,00 3,00 3,00 0,33 5,00 5,00
Fs/Cz 0,20 0,14 0,33 1,00 0,33 0,33 0,33 0,33 0,20 0,33 0,20
Fs/Fc 1,00 0,50 1,00 3,00 1,00 3,00 3,00 3,00 0,33 5,00 3,00
Fs/Cz/Fc 1,00 0,20 0,33 3,00 0,33 1,00 3,00 3,00 0,33 5,00 5,00
Fsca 0,14 0,20 0,33 3,00 0,33 0,33 1,00 3,00 0,14 2,00 2,00
Fsca/Cz 0,20 0,20 0,33 3,00 0,33 0,33 0,33 1,00 0,14 2,00 2,00
Fc 3,00 3,00 3,00 5,00 3,00 3,00 7,00 7,00 1,00 7,00 7,00
Fs 0,33 3,00 0,20 3,00 0,20 0,20 0,50 0,50 0,14 1,00 2,00
Cz 0,20 0,20 0,20 5,00 0,33 0,20 0,50 0,50 0,14 0,50 1,00
n 11


i 1
13,08 9,64 8,73 41,00 9,87 17,40 29,67 31,33 3,44 35,83 37,20

Cuadro 24. Matriz de comparaciones normalizada entre las once unidades litológicas con respecto
al nivel superior de la clase litología.

j Fc/Cz Fc/Fcca Fc/Fsca Fs/Cz Fs/Fc Fs/Cz/Fc Fsca Fsca/Cz Fc Fs Cz


i
Fc/Cz 0,0765 0,0207 0,1145 0,1220 0,1014 0,0575 0,2360 0,1596 0,0970 0,0837 0,1344
Fc/Fcca 0,3824 0,1037 0,1145 0,1707 0,2027 0,2874 0,1348 0,1596 0,0970 0,1395 0,1344
Fc/Fsca 0,0765 0,1037 0,1145 0,0732 0,1014 0,1724 0,1011 0,0957 0,0970 0,1395 0,1344
Fs/Cz 0,0153 0,0148 0,0382 0,0244 0,0338 0,0192 0,0112 0,0106 0,0582 0,0093 0,0054
Fs/Fc 0,0765 0,0519 0,1145 0,0732 0,1014 0,1724 0,1011 0,0957 0,0970 0,1395 0,0806
Fs/Cz/Fc 0,0765 0,0207 0,0382 0,0732 0,0338 0,0575 0,1011 0,0957 0,0970 0,1395 0,1344
Fsca 0,0109 0,0207 0,0382 0,0732 0,0338 0,0192 0,0337 0,0957 0,0416 0,0558 0,0538
Fsca/Cz 0,0153 0,0207 0,0382 0,0732 0,0338 0,0192 0,0112 0,0319 0,0416 0,0558 0,0538
Fc 0,2294 0,3111 0,3435 0,1220 0,3041 0,1724 0,2360 0,2234 0,2909 0,1953 0,1882
Fs 0,0255 0,3111 0,0229 0,0732 0,0203 0,0115 0,0169 0,0160 0,0416 0,0279 0,0538
Cz 0,0153 0,0207 0,0229 0,1220 0,0338 0,0115 0,0169 0,0160 0,0416 0,0140 0,0269

  1  100% 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

75
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 25. Jerarquía de las once unidades litológicas con respecto a la clase litología y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,11 1,42907 13,0660
0,18 2,44906 13,9825
0,11 0,26410 12,4021
0,02 0,26410 12,0880
0,10 1,40138 13,9660
0,08 1,11297 14,1114
0,04 0,57238 13,2126
0,04 0,47800 13,3252
0,24 3,23455 13,5999
0,06 0,87734 15,5538
0,03 0,37017 11,9282
  1  100% – máx  12,4760

Prueba de consistencia

(12,4760  11) 1,476


Índice de Consistencia: I .C.    0,1476
(11  1) 10

1,476
Razón de Consistencia: R.C.   0,097  0,1; Es consistente
1,51

Cuadro 26. Importancia parcial de las once unidades litológicas con respecto a la clase litología y
nivel de contribución a la susceptibilidad.

Subclases: Peso de la
Jerarquías Equivalentes Contribución a la
Unidades Clase Producto
(0 – 10)
Aproximación Susceptibilidad
Analíticas Litología
Litológicas
Fc/Cz 0,11 0,52 0,0569 4,60 5 Baja a Moderada
Fc/Fcca 0,18 0,52 0,0911 7,36 7 Moderada a Alta
Fc/Fsca 0,11 0,52 0,0572 4,62 5 Baja a Moderada
Fs/Cz 0,02 0,52 0,0114 0,92 1 Nula a Muy Baja
Fs/Fc 0,10 0,52 0,0522 4,22 4 Baja
Fs/Cz/Fc 0,08 0,52 0,0410 3,32 3 Muy Baja a Baja
Fsca 0,04 0,52 0,0225 1,82 2 Muy Baja
Fsca/Cz 0,04 0,52 0,0187 1,51 2 Muy Baja
Fc 0,24 0,52 0,1237 10,00 10 Muy Alta
Fs 0,06 0,52 0,0293 2.,37 2 Muy Baja
Cz 0,03 0,52 0,0161 1,30 1 Nula a Muy Baja

76
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados

El factor litológico, como variable de análisis juega un papel importante en la generación de


procesos morfodinámicos. El tipo de material sobre una ladera, en muchos casos, determina su
comportamiento morfodinámico y, por tanto, existe una estrecha relación entre los diversos
movimientos de masa con las condiciones litológicas, al igual que en otros escenarios (p.e. con
respecto a la disposición estructural, pendiente, orientación del talud, entre otros)

En base a las estimaciones presentadas en el cuadro 26, los resultados de la evaluación de


la clase “litología” pueden ser caracterizados de la siguiente manera:
 Las unidades conformadas por filitas carbonosas (Fc) contribuyen con un nivel muy altode
contribución a la susceptibilidad, seguido de las asociaciones constituidas por filitas
carbonosas y filitas carbonosas calcáreas (Fc/Fcca), que lo hacen entre moderada y alta.
 Los litotipos correspondientes a unidades de filitas carbonosas y cuarcitas (Fc/Cz), filitas
carbonosas y filitas silíceas calcáreas (Fc/Fsca), contribuyen con niveles entre bajo y
moderado. Mientras que las unidades de filitas silíceas y filitas carbonosas (Fs/Fc), poseen
un nivel bajo en relación a las anteriores, y la asociación entre filitas silíceas, cuarcitas y
filitas carbonosas (Fs/Cz/Fc) presentan un nivel de contribución entre muy bajo y bajo.
 Aquellas unidades donde afloran asociaciones de filitas silíceas calcáreas (Fsca), filitas
silíceas calcáreas y cuarcitas (Fsca/Cz) y filitas silíceas (Fs), contribuyen a la generación de
condiciones de susceptibilidad con un nivel muy bajo.
 Las unidades compuestas por cuarcitas (Cz) así como filitas silíceas y cuarcitas (Fs/Cz)
contribuyen con los niveles más bajos, e incluso de manera casi imperceptible a la
generación de condiciones de susceptibilidad.

B. Estructura de la roca subyacente

La presente subclase esta personificada a través de cinco rangos de buzamiento de los planos de
foliación. En el cuadro 27, se expone el proceso de comparación entre pares de elementos y en el
cuadro 28 se presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en el cuadro
anterior. Luego, en el cuadro 29, se muestran los vectores utilizados en la prueba de consistencia y
los indicadores parciales con un 8 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 30 se resumen los
resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la escala equivalente e
igualmente el rango discreto de contribución relativa a la susceptibilidad asociado a cada rango de
estructura dominante.

77
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 27. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco subclases con respecto a la clase
estructura de la roca subyacente.

Inclinación Inclinación Inclinación


j Vertical Horizontal
Fuerte Moderada Ligera
69º – 90º 0º
i 33º – 68º 17º – 32º 1º – 16º
Inclinación Fuerte
1,00 3,00 5,00 5,00 9,00
33º – 68º
Inclinación
Moderada 0,33 1,00 5,00 5,00 9,00
17º – 32º
Inclinación Ligera
0,20 0,20 1,00 3,00 3,00
1º – 16º
Vertical
0,20 0,20 0,33 1,00 3,00
69º – 90º
Horizontal
0,11 0,11 0,33 0,33 1,00

n 5


i 1
1,84 4,51 11,67 14,33 25,00

Cuadro 28. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco subclases con respecto a la clase
estructura de la roca subyacente.

Inclinación Inclinación Inclinación


j Vertical Horizontal
Fuerte Moderada Ligera
69º – 90º 0º
i 33º – 68º 17º – 32º 1º – 16º
Inclinación Fuerte
0,5422 0,6650 0,4286 0,3488 0,3600
33º – 68º
Inclinación
Moderada 0,1807 0,2217 0,4286 0,3488 0,3600
17º – 32º
Inclinación Ligera
0,1084 0,0443 0,0857 0,2093 0,1200
1º – 16º
Vertical
0,1084 0,0443 0,0286 0,0698 0,1200
69º – 90º
Horizontal
0,0602 0,0246 0,0286 0,0233 0,0400

  1  100% 1 1 1 1 1

78
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 29. Jerarquía de las cinco subclases con respecto a la clase estructura de la roca
subyacente y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,47 2,6498 5,6508
0,31 1,7212 5,5891
0,11 0,5976 5,2627
0,07 0,3735 5,0318
0,04 0,1843 5,2138
  1  100% – máx  5,3496

Prueba de consistencia

(5,3496  5) 0,3496
Índice de Consistencia: I .C.    0,0874
(5  1) 4

0,0874
Razón de Consistencia: R.C.   0,078  0,08  0,1; Es consistente
1,12
Cuadro 30. Importancia parcial de las cinco subclases con respecto a la clase estructura de la roca
subyacente y nivel de contribución a la susceptibilidad.

Subclases: Peso de la
Buzamiento Jerarquías Clase Equivalentes Contribución a la
Producto Aproximación Susceptibilidad
de la Analíticas Buzamiento de (0 – 10)
Foliación la Foliación
Inclinación
Fuerte 0,47 0,33 0,1547 10,00 10 Muy Alta
33º – 68º
Inclinación
Moderada a
Moderada 0,31 0,33 0,1016 6,57 7
Alta
17º – 32º
Inclinación
Ligera 0,11 0,33 0,0375 2,42 2 Muy Baja
1º – 16º
Vertical
0,07 0,33 0,0245 1,58 2 Muy Baja
69º – 90º
Horizontal Nula a Muy
0,04 0,33 0,0117 0,75 1
0º Baja

79
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados

En el cuadro 30 se observa que las unidades con inclinación fuerte de buzamiento (36 – 68º),
contribuyen a generar niveles de susceptibilidad muy elevada; Aquellas con inclinación moderada,
entre 17º y 32º, lo hacen de entre moderado y alto; tanto el buzamiento de inclinación ligera (1º –
16º) como vertical (69º – 90º), generan niveles de susceptibilidad muy bajos. El buzamiento
horizontal de la foliación (igual a 0º), favorece de una manera casi imperceptible a la generación
de áreas susceptibles a movimientos de masa.

C. Distancia a los elementos estructurales

En el cuadro 31, se exhiben los resultados de las comparaciones entre los tres pares de elementos
correspondientes a la presente clase. En el cuadro 32, se muestran los resultados de la
normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. Luego, en el cuadro 33, se exponen
los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las ponderaciones finales con un 5 % de
aceptación. Finalmente, en el cuadro 34 se resumen los resultados, incluyendo la jerarquía de los
datos obtenidos y transformados a la escala equivalente y el nivel discreto de contribución relativa
a la susceptibilidad correspondiente a cada clase en función de la distancia a las fallas.

Cuadro 31. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
distancia a las fallas.

j Falla Observada Falla Inferida Falla con Movimiento Relativo


i
Falla Observada 1,00 3,00 2,00

Falla Inferida 0,33 1,00 0,33

Falla con Movimiento Relativo 0,50 3,00 1,00

n 3


i 1
1,83 7,00 3,33

80
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 32. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres subclases con respecto a la clase
distancia a las fallas.

j
Falla Observada Falla Inferida Falla con Movimiento Relativo
i
Falla Observada 0,55 0,43 0,60

Falla Inferida 0,18 0,14 0,10

Falla con Movimiento Relativo 0,27 0,43 0,30

  1  100% 1 1 1

Cuadro 33. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase distancia a las fallas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,52 1,62 3,08
0,14 0,43 3,02
0,33 1,02 3,06
  1  100% – máx  3,05

Prueba de consistencia

(3,05  3) 0,05
Índice de Consistencia: I .C.    0,0269
(3  1) 2

0,0269
Razón de Consistencia: R.C.   0,05  0,1; Es consistente
0,58

81
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 34. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase distancia a las fallas y
nivel de contribución a la susceptibilidad.

Subclases:
Jerarquías Peso de la Equivalentes Contribución a la
Tipo de Producto Aproximación
Fallas/Distancia Analíticas Clase Fallas (0 – 10) Susceptibilidad

Falla
0,52 0,14 0,0735 10,00 10 Muy Alta
Observada

Falla Inferida 0,14 0,14 0,0198 2,70 3 Muy Baja a Baja

Falla con
Movimiento 0,33 0,14 0,0467 6,36 6 Moderada
Relativo

Promedio 6

Caracterización de los resultados

Este último elemento es representado como la distancia de influencia lateral de 100 m a la línea de
la estructura predominante. En teoría, alrededor de estas líneas de falla, se pueden generar eventos
sísmicos con la capacidad de activar diversos tipos de movimientos de masa, sobre una extensión
determinada de unidades de vertiente; generalmente, las rocas ubicadas en las cercanías de los
controles estructurales, presentan características de rocas metamórficas poco cohesivas
(tectonizadas). Por tanto, es un elemento de tipo geológico que favorece notablemente a la
generación de áreas susceptibles a los movimientos de masa.

Basado en lo anterior, la distancia a las fallas (100 m) se le atribuye un nivel de


susceptibilidad moderado, igual a 6 en la escala de contribución relativa (Cuadro 34).
Técnicamente, es el único elemento que ha sido ponderado promediando los niveles de
susceptibilidad. Debido a que es representado en el SIG mediante un corredor buffer de distancia
lateral, que no permite individualizar los polígonos de acuerdo a los tipos estructurales
correspondientes del análisis.

En la figura 20 se muestra el mapa del Factor Geológico, representando los resultados del
análisis AHP.

82
83
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 20. Factor Geología en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la susceptibilidad
a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Factor Geomorfología

Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior

A continuación, en el cuadro 35, se exponen las comparaciones entre pares correspondientes al


nivel 2. Luego, en el cuadro 36, se presentan los resultados de la normalización de los datos del
cuadro anterior y, en el cuadro 37, se muestran los vectores utilizados en la prueba de consistencia
y las ponderaciones parciales con un 8 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 38, se resumen
los resultados, incluyendo la jerarquía y su transformación a la escala equivalente, así como el
rango discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada clase.

Cuadro 35. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco clases asociadas a las formas del
terreno y procesos con respecto al Factor Geomorfología.

Vertientes Altas y
j Procesos
Vertientes
Medias
Presencia de Cimas y Topes Vertientes Bajas y Valles
i Colinas

Procesos 1,00 3,00 5,00 9,00 5,00

Vertientes Medias 0,33 1,00 3,00 9,00 2,00


Vertientes Altas y
Presencia de Colinas
0,20 0,33 1,00 9,00 2,00

Cimas y Topes 0,11 0,11 0,11 1,00 0,11

Vertientes Bajas y 0,20 0,50 0,50 9,00 1,00


Valles
n 5


i 1
1,84 4,94 9,61 37,00 10,11

Cuadro 36. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco clases asociadas a las formas del
terreno y procesos con respecto al Factor Geomorfología.

j Procesos
Vertientes Vertientes Altas y
Cimas y Topes
Vertientes Bajas y
Medias Presencia de Colinas Valles
i
Procesos 0,53299 0,60287 0,51852 0,24138 0,49296

Vertientes Medias 0,17766 0,20096 0,31111 0,24138 0,19718


Vertientes Altas y
Presencia de Colinas
0,10660 0,06699 0,10370 0,24138 0,19718

Cimas y Topes 0,07614 0,02871 0,01481 0,03448 0,01408

Vertientes Bajas y 0,10660 0,10048 0,05185 0,24138 0,09859


Valles
  1  100% 1 1 1 1 1

84
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 37. Jerarquía de las cinco clases con respecto al Factor Geomorfología y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,48 2,7050 5,6620
0,23 1,2895 5,7144
0,14 0,7890 5,5111
0,03 0,1717 5,1030
0,12 0,6353 5,3036
  1  100% – máx  5,4588

Prueba de consistencia

(5,4588  5) 0,4588
Índice de Consistencia: I .C.    0,1147
(5  1) 4

0,1147
Razón de Consistencia: R.C.   0,102  0,10  0,1; Es consistente
1,12

Cuadro 38. Importancia parcial de las cinco clases asociadas a las formas y procesos con respecto
al Factor Geomorfología y nivel de contribución a la susceptibilidad.

Clases:
Jerarquías Peso del Factor Equivalentes Contribución a la
Formas y Producto Aproximación Susceptibilidad
Analíticas Geomorfología (0 – 10)
Procesos
Procesos 0,48 0,22 0,1075 10,00 10 Muy Alta
Vertientes
0,23 0,22 0,0496 4,62 5 Baja a Moderada
Medias
Vertientes
Altas y
0,14 0,22 0,0315 2,93 3 Muy Baja a Baja
Presencia
de Colinas
Cimas y
0,03 0,22 0,0074 1,49 2 Nula a Muy Baja
Topes
Vertientes
Bajas y 0,12 0,22 0,0264 2,45 3 Muy Baja a Baja
Valles

85
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados


La ponderación de este elemento se realizó en base a la identificación y cartografiado, a escala
semidetallada, de los principales rasgos geomorfológicos presentes en el área de estudio; estos
incluyen: 1) procesos geomorfológicos como agentes modeladores del relieve, obtenidos a partir
del mapa geomorfológico presentado por UFORGA – ULA (2005); y, 2) formas del relieve (cimas
y topes de ladera, vertientes altas y colinas, vertientes medias, vertientes bajas y valles), obtenidas
mediante el uso de índices topográficos derivados de la aplicación de técnicas SIG.
En base a los resultados expuestos en el cuadro 38, se parte del principio que las áreas que
han sido afectadas por procesos en el pasado, volverán a estarlo en algún momento, bien sea en la
actualidad o en el futuro; su contribución a la generación de condiciones de susceptibilidad a
movimientos es casi un hecho y, por tanto, las mismas poseen el peso de ponderación más elevado.
Luego, dentro del conjunto de geoformas, las unidades correspondientes a vertientes medias,
generan niveles entre baja y moderada; porque es sobre esta posición del relieve donde se observan
con mayor frecuencia diferentes evidencias de procesos. Mientras que, las unidades relacionadas a
vertientes altas (ubicadas cerca de las cimas) y paisaje con presencia de colinas (lomas
redondeadas o superficies ligeramente convexas), y, vertientes bajas (ubicadas en las riberas de los
canales de drenaje) y valles (depresiones o superficies cóncavas) presentan un nivel de
contribución de muy baja a baja (valor que puede variar en áreas específicas de la cuenca de
acuerdo a la influencia de otros factores, p.e. agentes litoestructurales, socavación de cauces, entre
otros). Finalmente, aquellas unidades relacionadas con cimas y topes de ladera, proporcionan los
niveles de susceptibilidad más bajos, influenciado fundamentalmente por el relieve suavizado el
cual favorece el mantenimiento de las fuerzas estabilizadoras del terreno. En la figura 21 se
muestra el mapa del Factor Geomorfológico ponderado.

Factor Orientación de Taludes

Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior

A continuación, en el cuadro 39, se exponen los resultados obtenidos de las comparaciones entre
pares de las tres clases correspondientes al Factor Orientación de Taludes. En el cuadro 40, se
presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. Luego,
en el cuadro 41, se muestran los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las
ponderaciones globales con un 7 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 42, se resumen los
resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la escala equivalente y
el rango discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada clase.

86
87
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 21. Factor Geomorfología en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la
susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 39. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres clases de orientaciones dominantes
con respecto al Factor Orientación de Taludes del nivel superior.

j
Sur Norte Este – Oeste
i
Sur 1,00 7,00 9,00
Norte 0,14 1,00 3,00
Este – Oeste 0,11 0,33 1,00
n 3


i 1
1,25 8,33 13,00

Cuadro 40. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres clases de orientaciones
dominantes con respecto al Factor Orientación de Taludes del nivel superior.

j Sur Norte Este – Oeste


i
Sur 0,79747 0,84000 0,69231
Norte 0,11392 0,12000 0,23077
Este – Oeste 0,08861 0,04000 0,07692
  1  100% 1 1 1

Cuadro 41. Jerarquía de las tres orientaciones dominantes con respecto al Factor Orientación de
Taludes y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,78 2,4775 3,1902
0,15 0,4714 3,0431
0,07 0,2064 3,0131
  1  100% – máx  3,0821

Prueba de consistencia

(3,0821  3) 0,0821
Índice de Consistencia: I .C.    0,0411
(3  1) 2

0,0411
Razón de Consistencia: R.C.   0,07  0,1; Es consistente
0,58

88
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 42. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Orientación de Taludes y
nivel de contribución a la susceptibilidad.
Peso del
Clases:
Jerarquías Factor Equivalentes Contribución a la
Orientación Producto Aproximación
Analíticas Orientación (0 – 10) Susceptibilidad
de Taludes
de Taludes
Norte 0,78 0,03 0,0233 10,00 10 Muy Alta
Sur 0,15 0,03 0,0046 4,59 5 Baja a Moderada
Este – Oeste 0,07 0,03 0,0021 1,56 2 Muy Baja

Caracterización de los resultados


En el área de estudio las vertientes de orientación norte contribuyen con un nivel muy alto a la
susceptibilidad; de acuerdo a la evidencia (exposición a la insolación, tipo de cobertura, entre
otros) tienden a ser más húmedas, en comparación con las vertientes de solana (sur).
Principalmente, como consecuencia de la menor exposición a la radiación solar. Sin embargo,
estas últimas contribuyen con un nivel de bajo a moderado dado que presentan una exposición
permanente a las masas de aíre cargados de humedad provenientes de los llanos occidentales. En
este caso, la cordillera andina con una orientación general N – E, actúa como barrera topográfica
que obliga el ascenso y enfriamiento adiabático de los vientos, lo cual favorece la formación de
una alta nubosidad y humedad hacia las partes más elevadas de la cuenca, como consecuencia de
las abundantes precipitaciones orográficas. Las vertientes de orientación este – oeste contribuyen
con un nivel muy bajo en la aparición de áreas susceptibles a movimientos de masa. Se consideran
en el presente trabajo con una distribución de humedad poco variable, que en relación con otros
factores (p.e. enfriamiento/calentamiento), las hacen menos cíclicas al efecto de la insolación.

Factor Cobertura

Nivel 2 de jerarquía: Comparaciones entre clases en relación al factor del nivel superior

En cuanto al uso del suelo se tienen ocho clases de usos; en este mapa también se señala la
distribución de la vegetación. Entre aquellos que ejercen mayor presión sobre el medio y que
pueden ejercer alguna influencia sobre los procesos morfodinámicos, se les asignaron valores
altos, generalmente se relacionan con las actividades agrícolas, la vegetación baja o rala y la
deforestación.
A continuación en el cuadro 43 se muestran los resultados obtenidos de las comparaciones
entre pares de las tres clases correspondientes al Factor Cobertura. Luego, en el cuadro 44, se
presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. Luego,
en el cuadro 45 se exponen los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las ponderaciones
parciales con un 6 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 46 se resumen los resultados,
incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la escala equivalente y el nivel
discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada clase.

89
90
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 22. Factor Orientación de Taludes en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la
susceptibilidad a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 43. Matriz de comparaciones biunívocas entre los tres tipos de cobertura/usos con
respecto al Factor Cobertura.

j Tierras Agrícolas Tierras de Vegetación Secundaria Tierras Boscosas


i
Tierras Agrícolas 1,00 5,00 7,00
Tierras de Vegetación Secundaria 0,20 1,00 3,00
Tierras Boscosas 0,14 0,33 1,00
n 3


i 1
1,34 6,33 11,00

Cuadro 44. Matriz de comparaciones normalizada entre los tres tipos de cobertura/usos con
respecto al Factor Cobertura.

j Tierras Agrícolas Tierras de Vegetación Secundaria Tierras Boscosas


i
Tierras Agrícolas 0,7447 0,7895 0,6364
Tierras de Vegetación Secundaria 0,1489 0,1579 0,2727
Tierras Boscosas 0,1064 0,0526 0,0909
  1  100% 1 1 1

Cuadro 45. Jerarquía de las tres clases con respecto al Factor Cobertura y vectores utilizados para
el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,72 2,2726 3,1411
0,19 0,5878 3,0427
0,08 0,2511 3,0137
  1  100% – máx  3,0658

Prueba de consistencia

(3,0658  3) 0,0658
Índice de Consistencia: I .C.    0,03291
(3  1) 2

0,03291
Razón de Consistencia: R.C.   0,056  0,06  0,1; Es consistente
0,58

91
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 46. Importancia parcial de las tres clases con respecto al Factor Cobertura y nivel de
contribución a la susceptibilidad.

Clases: Peso del


Jerarquías Equivalentes Contribución a la
Cobertura/ Factor Producto Aproximación
Analíticas (0 – 10) Susceptibilidad
Usos Cobertura
Tierras
0,72 0,07 0,0492 10,00 10 Muy Alta
Agrícolas
Tierras de
Muy Baja a
Vegetación 0,19 0,07 0,0135 2,75 3
Baja
Secundaria
Tierras Nula a Muy
0,08 0,07 0,0058 1,19 1
Boscosas Baja

Caracterización de los resultados

De acuerdo con los resultados observados en el cuadro 46, las tierras dedicadas a la explotación
agrícola contribuyen a la generación de áreas susceptibles de forma muy elevada. Seguido de las
tierras de vegetación secundaria, la cuales contribuyen con niveles entre muy bajo y bajo, es decir,
aquellas que a pesar de haber sido afectadas por intervención humana brindan una buena
protección a los suelos contra la erosión, contribuyendo con niveles entre muy bajo y bajo.
Finalmente, las tierras de cobertura boscosa y donde las condiciones para la aparición de
movimientos de masa son menos favorables, el nivel de contribución varía entre nula y muy baja.

Nivel 3 de jerarquía: Comparaciones entre las subclases asociadas a los tipos de


cobertura/uso del suelo en relación a las clases correspondientes al nivel superior

A. Tierras agrícolas

A continuación, en el cuadro 47 se exponen las comparaciones entre pares de las cinco subclases
correspondientes a la clase tierras agrícolas. En el cuadro 48, se presentan los resultados de la
normalización de los datos procesados en el cuadro anterior. Luego, en el cuadro 49 se muestran
los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las ponderaciones parciales con un 8 % de
aceptación. Finalmente, en el cuadro 50 se resumen los resultados, incluyendo la jerarquía de los
datos obtenidos y transformados a la escala equivalente y el nivel discreto de contribución relativa
a la susceptibilidad correspondiente a cada clase.

92
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 47. Matriz de comparaciones biunívocas entre las cinco subclases con respecto a la clase
Tierras Agrícolas.

j Asociación: Café a Asociación:


Café Bajo Deforestación
Cultivo/Herbazal Plena Cultivo/Herbazal
Reciente
Sombra
i Temporal/Barbecho Exposición Temporal/Barbecho
Asociación: café
Bajo 1,00 2,00 0,20 0,20 0,14
Sombra/Herbazales

Café Bajo Sombra 0,50 1,00 0,20 0,33 0,14

Café a Plena
5,00 5,00 1,00 5,00 2,00
Exposición
Asociación:
Cultivo/Herbazal 5,00 3,00 0,20 1,00 0,50
Temporal/Barbecho
Deforestación
7,00 7,00 0,50 2,00 1,00
Reciente
n 5


i 1
18,50 18,00 2,10 8,53 3,79

Cuadro 48. Matriz de comparaciones normalizada entre las cinco subclases con respecto a la clase
Tierras Agrícolas.

j Asociación: Café a Asociación:


Café Bajo Deforestación
Cultivo/Herbazal Plena Cultivo/Herbazal
Sombra Reciente
i Temporal/Barbecho Exposición Temporal/Barbecho
Asociación: café
Bajo 0,0541 0,1111 0,0952 0,0234 0,0377
Sombra/Herbazales

Café Bajo Sombra 0,0270 0,0556 0,0952 0,0391 0,0377

Café a Plena
0,2703 0,2778 0,4762 0,5859 0,5283
Exposición
Asociación:
Cultivo/Herbazal 0,2703 0,1667 0,0952 0,1172 0,1321
Temporal/Barbecho
Deforestación
0,3784 0,3889 0,2381 0,2344 0,2642
Reciente

  1  100% 1 1 1 1 1

93
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 49. Jerarquía de las cinco subclases con respecto a la clase Tierras Agrícolas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,06 0,3259 5,0677
0,05 0,2637 5,1780
0,43 2,3869 5,5808
0,16 0,8666 5,5447
0,30 1,6339 5,4322
  1  100% – máx  5,3607

Prueba de consistencia

(5,3607  5) 0,3607
Índice de Consistencia: I .C.    0,0902
(5  1) 4

0,0902
Razón de Consistencia: R.C.   0,08  0,1; Es consistente
1,12

Cuadro 50. Importancia parcial de las cinco subclases con respecto a la clase Tierras Agrícolas y
nivel de contribución a la susceptibilidad.
Peso de la
Contribución a
Subclases: Tierras Jerarquías Clase Equivalentes
Producto Aproximación la
Agrícolas Analíticas Tierras (0 – 10) Susceptibilidad
Agrícolas
Asociación: Café Bajo
0,06 0,72 0,0463 1,50 2 Muy Baja
Sombra/Herbazales

Nula a Muy
Café Bajo Sombra 0,05 0,72 0,0367 1,19 1 Baja

Café a Plena
0,43 0,72 0,3079 10,00 10 Muy Alta
Exposición
Asociación:
Cultivo/Herbazal 0,16 0,72 0,1125 3,65 4 Baja
Temporal/Barbecho
Deforestación Moderada a
0,30 0,72 0,2166 7,03 7 Alta
Reciente

94
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Caracterización de los resultados

De acuerdo con los resultados expuestos en el cuadro 50, aquellas áreas con presencia de cultivos
permanentes del tipo “café a plena exposición solar” y las que han sido afectadas por “deforestación
reciente”, contribuyen a la susceptibilidad con niveles variados, entre moderado y muy alto. En
ambos casos, la pérdida de suelos ante los agentes atmosféricos (como la precipitación) y la
erosión, favorecen en mayor proporción, junto a otros elementos del paisaje (p.e. pendiente,
litología, estructura), la aparición de procesos morfodinámicos sobre el terreno. Por otra parte,
aquellas áreas donde se realizan ciclos agrícolas del tipo “cultivo/herbazal
temporal/barbecho/cultivo”, por lo general asociados a la agricultura de subsistencia, se le atribuye
un nivel de contribución bajo.
Seguidamente, la combinación de dos coberturas: café bajo sombra y herbazales poseen un
nivel de contribución muy bajo. De acuerdo con UFORGA – ULA (2005: 84), en esta asociación,
el café bajo sombra se asocia con una cobertura de vegetación boscosa rala, de altura media a baja
con remanentes boscosos de gran porte y altura, caracterizados mayormente por árboles de guamos
ocupando formas de terreno diversas como laderas y fondos de valle, donde la exposición de
umbría favorece el cultivo de este rubro. Finalmente, las áreas cultivadas con café bajo sombra,
son poco favorables para generar condiciones de áreas susceptibles en relación a otros tipos de
cultivos, dado que el nivel de contribución a la susceptibilidad es muy incipiente, es decir, entre
nulo y muy bajo. En ellos generalmente es eliminado el sotobosque y algunas especies arbóreas,
dejando sólo aquellos árboles que contribuyen a mejorar el ambiente del cultivo (UFORGA –
ULA, 2005), y, consecuentemente, el desarrollo de la actividad agrícola y cafetalera.

B. Tierras de vegetación secundaria

La vegetación secundaria se origina como resultado de la destrucción de los bosques, mediante tala
y quema continua, para la expansión de las fronteras agrícolas. Muchas veces sin prácticas de
conservación e introducción de actividades de ganadería, es decir, donde las condiciones del
paisaje natural han sido intervenidas por la acción humana. Ante el predominio de estratos
herbáceos el confinamiento de los materiales podría tornarse muy débil, en comparación al anclaje
de las raíces (más profundas) que proporciona la presencia de especies arbóreas (según tipo y
densidad y otros factores presentes, p.e. textura del suelo). En este sentido, el principal impacto
sobre la morfología de las vertientes y cauces, viene determinada por la favorabilidad de las
superficies del terreno (con vegetación compuesta por plantas fibrosas, no leñosas) al
desplazamiento e incorporación de los materiales, a los canales de drenaje. Frente a estas
condiciones, la presencia de movimientos de masa requiere especial atención.

A continuación, en el cuadro 51 se exponen las comparaciones biunívocas entre las tres


subclases pertenecientes a las clases definidas por las Tierras de Vegetación Secundaria: Herbazal
Natural o Permanente, Matorral y Asociación: Herbazal Temporal/Matorral. Luego, en el cuadro
52, se presentan los resultados de la normalización de los datos procesados en el cuadro anterior, y
en el cuadro 53 se muestran los vectores utilizados en la prueba de consistencia y las
ponderaciones parciales con un 5 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 54 se resumen los

95
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la escala equivalente y


el rango discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a cada subclase.

Cuadro 51. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras de Vegetación Secundaria.

j Herbazal
Asociación: Herbazal
Natural o Matorral
i Permanente
Temporal/Matorral

Herbazal Natural o Permanente 1,00 2,00 2,00

Matorral 0,50 1,00 2,00


Asociación: Herbazal
0,50 0,50 1,00
Temporal/Matorral
n 3


i 1
2,00 3,50 5,00

Cuadro 52. Matriz de comparaciones normalizada entre subclases con respecto a la clase Tierras
de Vegetación Secundaria.

j Herbazal
Asociación: Herbazal
Natural o Matorral
i Permanente
Temporal/Matorral
Herbazal Natural o Permanente 0,5000 0,5714 0,4000
Matorral 0,2500 0,2857 0,4000
Asociación: Herbazal Temporal/Matorral 0,2500 0,1429 0,2000
  1  100% 1 1 1

Cuadro 53. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase Tierras de Vegetación
Secundaria y vectores utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,49 1,50952 3,07766
0,31 0,95238 3,05343
0,20 0,59880 3,03012
  1  100% – máx  3,05374

96
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Prueba de consistencia

(3,05374  3) 0,05374
Índice de Consistencia: I .C.    0,02687
(3  1) 2

0,02687
Razón de Consistencia: R.C.   0,046  0,05  0,1; Es consistente
0,58

Cuadro 54. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase Tierras de Vegetación
Secundaria y nivel de contribución a la susceptibilidad.

Peso de la
Subclases: Tierras Contribución
Jerarquías Clase Equivalentes
de Vegetación Producto Aproximación a la
Analíticas Vegetación (0 – 10)
Secundaria Susceptibilidad
Secundaria
Herbazal Natural o
0,49 0,19 0,0932 10,00 10 Muy Alta
Permanente

Matorral 0,31 0,19 0,0593 6,36 6 Moderada

Asociación:
Herbazal 0,20 0,19 0,0375 4,03 4 Baja
Temporal/Matorral

Caracterización de los resultados

De acuerdo a los resultados presentados en el cuadro 54, las áreas con presencia de herbazales
naturales o permanentes contribuyen a generar los niveles más altos de susceptibilidad;
principalmente por la escasa protección que brinda a los suelos, especialmente sobre unidades de
vertiente. Es una formación vegetal natural compuesta por plantas endebles (fibrosas y no leñosas),
que conforman un estado de cobertura continuo. En la cuenca del río Yacambú se les denominan
como “sabanas” y no son utilizadas en labores agrícolas (UFORGA – ULA, 2005). Por otra parte,
la cobertura conformada por “matorrales” contribuye con un nivel moderado a crear condiciones
de susceptibilidad, dado que, a diferencia de la subclase anterior, muestra una mayor manifestación
de elementos arbóreos y recolonización de especies locales. Lo cual es favorable, pues indica
ciertas mejorías en las condiciones de estabilidad de las vertientes. Finalmente, las áreas con
coberturas entremezcladas, entre el herbazal temporal con el matorral, poseen un nivel de
contribución bajo.

97
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

C. Tierras boscosas

Seguidamente, en el cuadro 55 se presentan los resultados de las comparaciones entre los


elementos correspondientes a esta subclase: Bosque No Intervenido, Bosque Intervenido y Bosque
Ribereño. En el cuadro 56, se muestran los resultados de la normalización de los datos procesados
en el cuadro anterior. Luego, en el cuadro 57 se exponen los vectores utilizados en la prueba de
consistencia y las ponderaciones parciales con un 3 % de aceptación. Finalmente, en el cuadro 58
se resumen los resultados, incluyendo la jerarquía de los datos obtenidos y transformados a la
escala equivalente y el nivel discreto de contribución relativa a la susceptibilidad correspondiente a
cada subclase.

Cuadro 55. Matriz de comparaciones biunívocas entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras Boscosas.

j
Bosque No
Bosque Intervenido Bosque Ribereño
Intervenido
i
Bosque No Intervenido 1,00 0,11 3,00

Bosque Intervenido 5,00 1,00 5,00

Bosque Ribereño 0,33 0,20 1,00

n 3


i 1
6,33 1,31 9,00

Cuadro 56. Matriz de comparaciones normalizada entre las tres subclases con respecto a la clase
Tierras Boscosas.

j
Bosque No
Bosque Intervenido Bosque Ribereño
Intervenido
i
Bosque No Intervenido 0,1579 0,0847 0,3333

Bosque Intervenido 0,7895 0,7627 0,5556

Bosque Ribereño 0,0526 0,1525 0,1111

  1  100% 1 1 1

98
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Cuadro 57. Jerarquía de las tres subclases con respecto a la clase Tierras Boscosas y vectores
utilizados para el cálculo de los indicadores de consistencia.

Ponderación Relativa Vector C Vector D


0,19 0,58634 3,05400
0,70 2,18968 3,11662
0,11 0,30994 2,93983
  1  100% – máx  3,03682

Prueba de consistencia

(3,03682  3) 0,03682
Índice de Consistencia: I .C.    0,01841
(3  1) 2

0,01841
Razón de Consistencia: R.C.   0,0317  0,03  0,1; Es consistente
0,58

Cuadro 58. Importancia parcial de las tres subclases con respecto a la clase Tierras Boscosas y
nivel de contribución a la susceptibilidad.

Subclases: Peso de la clase


Jerarquías Equivalentes Contribución a la
Tierras Tierras Producto Aproximación
Analíticas (0 – 10) Susceptibilidad
Boscosas Boscosas
Bosque No
0,19 0,08 0,0160 2,73 3 Muy Baja a Baja
Intervenido
Bosque
0,70 0,08 0,0585 10,00 10 Muy Alta
Intervenido
Bosque
0,11 0,08 0,0088 1,50 2 Muy Baja
Ribereño

Caracterización de los resultados

De acuerdo con los resultados presentados en el cuadro 58 y figura 23, los “bosques intervenidos”
contribuyen con el mayor nivel de susceptibilidad. De acuerdo con UFORGA – ULA (2005), son
bosques con árboles de altura media de 15 a 25 m, con una densidad de cobertura media a densa
(50 % – 75 %), en los cuales la intervención humana ha alterado la estructura fisonómica de la
formación y han cambiado su aspecto original. En contraposición, el nivel de contribución de los
“bosques no intervenidos” puede considerarse entre muy baja y baja. Como su nombre lo indica,
son bosques (siempre verdes) sin evidencias de intervención aparente. En general, es un bosque

99
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

alto con árboles que alcanzan los 25 m de altura, de gran densidad, donde las copas (entre
medianas a pequeñas) del dosel superior crean un estrato cerrado en el mayor de los casos. El
sotobosque posee 1 ó 2 estratos y, regularmente, se compone de especies variadas de palma
(UFORGA – ULA, 2005: 88). Finalmente, los bosques ribereños o de vega, en la mayoría de los
casos no son perturbados y conservan su estructura y fisonomía. Estas manchas boscosas cumplen
una doble función como es la de ser protectoras – productoras y refugios de la fauna regional, por
tanto, presentan un nivel de contribución a la susceptibilidad muy bajo.

Antes de continuar, es necesario señalar que el uso correspondiente al futuro embalse se le


asignó directa y arbitrariamente el valor cero (0) de contribución a la generación de áreas
susceptibles (Figura 23). Dado que no existe otro elemento con el cual realizar la evaluación
comparativa mediante la técnica AHP, dejando entrever que las áreas susceptibles próximas al
embalse, que se señalan en el mapa final, obedecen, en teoría, a la interacción del resto de los
factores condicionantes analizados.

Una aproximación esquemática de los resultados se observa en la figura 24, la cual


permite visualizar como se definen los niveles y la jerarquía de los diferentes factores; en este
caso, se han agregado a la derecha de los bloques los valores obtenidos. Es importante señalar,
que los indicadores de consistencia (Índice de Consistencia y Razón de Consistencia o máximo
grado de inconsistencia aceptable) no han sido incluidos. Finalmente, las ponderaciones que se
muestran en la figura 24, constituyen la data a ser introducida en la herramienta SIG, para
efectuar las operaciones que conllevan a la preparación del mapa de susceptibilidad.

100
101
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 23. Factor Cobertura en formato raster representando los niveles de contribución relativa a la susceptibilidad a
movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Determinación de niveles de contribución relativa a la


susceptibilidad a movimientos de masa. Cuenca del río
Yacambú

Topo.=0,39 10 Geol.=0,29 8 Geom.=0,22 6 Orient.=0,03 1 Cobert.=0,07 2

0–2%=0,03 1 1Litología=0,52 10 Procesos=0,48 10 N=0,77 10 1 Tierras


3–15%= 0,04 1 2Buzamiento=0,33 6 Vertientesmedias=1 S=0,16 5 agrícolas=0,72 10
16–30%=0,18 5 3 Fallas=0,14 3 0,23 5 E–O=0,05 2 2 Tierras de
31–50%=0,25 6 Vertientes altas y vegetación
50–100%=0,40 10 presencia de secundaria=0,19 3
>100%=0.11 3 colinas=0,14 3 3 Tierras
1.1 Fc/Cz=0,11 5 1
Cimas y boscosas=0,08
1.2 Fc/Fcca=0,18 7
8 topes=0,03 2
1.3 Fc/Fsca=0,11
1.4 Fs/Cz=0,02 1 Vertientes bajas y
1.5 Fs/Fc=0,10 4 valles=0,12 3
1.6 Fs/Cz/Fc=0,08 3 1.1 Asociación:
1.7 Fsca=0,04 2 cultivo/herbazal
1.8 Fsca/Cz=0,04 2 temporal/barbecho=0,16 4
1.9 Fc=0,24 10 1.2 Café bajo
1.10 Fs=0,06 2
1 sombra=0,05 1
1.11 Cz=0,03
1.3 Café a plena
exposición=0,43 10
1.4 Asociación: café bajo
sombra/herbazales=0,06 2
2.1 Inclinación fuerte
10 1.5 Deforestación
(33º–68º)=0,47
2.2 Inclinación reciente= 0,30 7
moderada (17º–32º)=0,47 7
2.2 Inclinación ligera
(0º–16º)=0,31 2
2.4 Vertical
2.1 Herbazal natural o
(69º–90º)=0,07 2 permanente=0,49 10
2.5 Horizontal (0º)=0,04 1 2.2 Matorral=0,31 6
2.6 Sin orientación 0 2.3 Asociación: herbazal
temporal/matorral=0,20 4

3.1 Falla 3.1 Bosque


observada=0,55 10 no intervenido=0,19 3
3.2 Falla 3.2 Bosque
inferida=0,18 3 intervenido=0,70 10
3.3 Falla con 3.3 Bosque ribereño=0,11 2
movimiento
relativo=0,27 6

Nula Muy Baja Baja Moderada Alta Muy Alta

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Indicadores

Figura 24. Modelo jerárquico mostrando ponderaciones según el nivel de contribución relativa de
cada elemento para generar áreas susceptibles a movimientos de masa.
102
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Aplicación de la extensión “Análisis de Susceptibilidad” para la generación del mapa


de áreas susceptibles a movimientos de masa para la cuenca del río Yacambú
1. Definición del área de estudio (cuenca)

La presente fase consta de dos pasos: sobre el MDT con un valor determinado de área límite (paso
1) se define el punto de confluencia de las aguas drenadas por la cuenca (paso 2) (Figura 25a y
25b). Este proceso requiere de la capacidad del usuario de identificar e indicar la ubicación
aproximada de dicho punto; en esta oportunidad se realizó en base al conocimiento de las
características topográficas e hidrográficas de la cuenca del río Yacambú. Esta capa será
considerada en las etapas sucesivas, específicamente para homogeneizar la resolución del resto de
las capas y reducir las distorsiones producidas por la superposición cartográfica.

En esta fase, también se obtuvieron los siguientes mapas: 1) Modelo digital de terreno sin
depresiones (MDT_fill) (Figura 26a); 2) Mapa de dirección de flujo (Flow Direction) (Figura
26b); 3) Mapa de acumulación de flujo (Flow Accumulation) (Figura 26c); y 4) Mapa de la red de
drenaje (Stream Network) (Figura 26d).

(a) (b)

Figura 25. Ventana de dialogo para definir el área de estudio (cuenca) a partir de un punto. (a)
primer paso: se selecciona el MDT y luego se generan las capas señaladas en la vista; (b) segundo
paso: se define el punto final de la cuenca a partir de un punto (se utiliza la capa 5 de la figura a),
para generar un modelo de red hidrográfica óptima, en función del área drenada por la cuenca.

103
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

(a)

(b)

(c)

(d)

Figura 26. (a) Modelo digital de terreno sin depresiones (MDT_fill); (b) Mapa de dirección de
flujo (Flow Direction); (c) Mapa de acumulación de flujo (Flow Accumulation); y (d) Mapa de la
red de drenaje (Stream Network).

104
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

2. Mapa de pendiente

Este parámetro de análisis corresponde al Factor Topografía. Se obtiene directamente del MDT
(Figura 27a). En esta fase, el mapa de valores de pendiente se obtuvo clasificándolo en seis
rangos, en base a los siguientes criterios: sin pendiente (0 – 2 %), suave (3 – 15 %), moderada (16
– 30 %), accidentada (31 – 50 %), escarpada (51 – 100 %) y muy escarpada (> 100 %). Estos
valores fueron introducidos mediante programación (Figura 27a). De igual forma, se introdujeron
los indicadores de contribución relativa a la generación de áreas susceptibles a movimientos de
masa, derivados del análisis AHP. El resultado es el mismo que se mostró anteriormente en la
figura 19, y ahora reducido en la figura 28b.

3. Mapa de orientación de taludes

Al igual que el mapa de pendiente, este elemento se obtiene directamente del MDT (Figura 27b).
En este caso, la capa se obtuvo adaptando los valores definidos durante el análisis AHP, mediante
la introducción de los datos dentro del código de la extensión. Al igual que el resto de los mapas,
los valores son asociados a cada unidad de píxel y, por tanto, registrados en la matriz de atributos.
El resultado del mapa ponderado correspondiente a este factor, es el mismo que se señaló en la
figura 22 en la fase de estimación de los indicadores (este mapa se muestra reducido en la figura
28c).

MDT:
Nwgrid1

(a) (b)

Figura 27. Ventanas de dialogo utilizadas para la construcción automática de los mapas: (a)
pendiente; y (b) orientación de taludes. En ambos procedimientos se emplea el MDT.

105
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Mapa

(a) (b)

(c) (d)

(e) (f)

Figura 28. Capas resultantes de la conversión a formato raster (imágenes reducidas). (a) MDT.
Factores: (b) topografía; (c) orientación de taludes; (d) geología; (e) geomorfología; y (f)
cobertura. Tanto en la obtención de los temas pendiente y orientación de taludes como para la
conversión a grid de los temas vectoriales, se toma en cuenta el MDT.

106
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

4. Rasterización de los mapas vectoriales (geología, geomorfología y cobertura)

En esta fase se procedió a la conversión de los mapas vectoriales, correspondientes a los tres
factores: geológico, geomorfológico y cobertura. Estos mapas, contienen un campo en la tabla de
atributos (añadida en la preparación de cada mapa), donde se registran los indicadores asignados a
cada clase en cada factor (Figuras 29a y 29b). Con este procedimiento, son definidos los cinco
mapas necesarios para construir el mapa de susceptibilidad a movimientos de masa, en la cuenca
del río Yacambú.

Para la conversión a grid se utilizaron dos diálogos: en el primero se selecciona el MDT y


los mapas de geología, geomorfología y cobertura (mostrados en las figuras anteriores: 20, 21 y
23). El MDT se selecciona con la finalidad de unificar la resolución espacial (tamaño de píxel 25
m) (Figura 29a). En el segundo se selecciona el campo que contiene los valores resultantes del
análisis AHP, para cada factor (Figura 29b). El resultado de la conversión se muestra, a modo de
ejemplo, en la figura 28b; c; d; e; y f.

(a) (b)

Figura 29. Ventanas de dialogo para la conversión de los mapas vectoriales a formato raster. (a) se
selecciona el MDT del área objeto de estudio y los mapas temáticos, los cuales obtendrán la misma
resolución del MDT; (b) se seleccionan los campos donde se almacenan los datos de atributo, en
función de los niveles de contribución a la susceptibilidad.

107
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

5. Aplicación de la máscara (recortar el área de estudio)

En esta fase, la máscara es aplicada con el propósito de homogeneizar el tamaño de los mapas
temáticos, en función del área objeto de estudio. La máscara se aplica a los cinco mapas raster
preparados anteriormente (incluida la base de datos), con el fin de realizar el análisis espacial a
través de una superposición cartográfica (Figura 30). En este caso, se utiliza la capa grid “cuenca”
(y no el MDT, como en la fase anterior), como base de referencia (Figura 31a). Como se explicó
en el capítulo orientado a la metodología, mediante este procedimiento se reducen las posibles
distorsiones (de los cinco temas, Figuras 31b; c, d; e; y f) generadas durante la superposición.

Figura 30. Ventana de dialogo utilizada en la obtención de las máscaras para cada factor, a partir
del tema grid “cuenca”. Mediante este procedimiento los mapas de factores son convertidos a
mapas de valores (derivados del análisis AHP), los cuales serán utilizados en la superposición
cartográfica.

108
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

(a) (b)

(c) (d)

(e) (f)

Figura 31. Resultados de las capas (máscaras) generadas a partir del tema “cuenca”. Donde: (a)
cuenca; Factores: (b) topografía; (c) orientación de taludes; (d) geología; (e) geomorfología; y (f)
cobertura. Cada máscara asociada a cada factor, se utiliza en la superposición cartográfica para
producir el mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa sin reclasificar.

109
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

6. Superposición cartográfica para obtener el mapa de susceptibilidad a movimientos de


masa

Corresponde a la sexta fase del procedimiento descrito en la metodología, consiste en realizar la


superposición cartográfica, utilizando las máscaras generadas en la fase anterior (Figura 31b; c; d;
e; y f) (Figura 32a). Cada capa tiene asociada los valores de ponderación estimados anteriormente,
mediante al análisis AHP. El resultado de la superposición es un tema raster sin reclasificar
(Figura 32b).

(a) (b)

Figura 32. Procedimiento correspondiente a la superposición cartográfica. (a) Ventana de dialogo


mostrando los mapas temáticos, preparados en forma de mapas de valores y homogeneizados
mediante la aplicación de la máscara; (b) Resultado de la superposición cartográfica. La capa
cartográfica se muestra sin la reclasificación. Sin embargo, la degradación de los colores indica la
configuración espacial de los resultados derivados del álgebra de mapas. De este modo, las zonas
claras denotan valores bajos de susceptibilidad a movimientos de masa, y las tonalidades más
obscuras valores altos.

110
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

7. Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos de masa

La séptima y última fase del proceso, corresponde a la reclasificación (realizada por el usuario) del
mapa de susceptibilidad a movimientos de masa. Consiste en la discretización de los umbrales de
susceptibilidad, en el que son definidos los valores extremos (mínimo y máximo) de cada
intervalo (Figura 33). Es importante señalar, que el resultado de este procedimiento es el que se
mostrará finalmente como producto definitivo (Figura 34). Por lo cual, el documento debe reflejar
el conocimiento obtenido, en función de cada una de las condiciones ambientales del área objeto
de estudio. Este es fundamental, para ajustar el modelo a la realidad ambiental de las áreas
susceptibles a movimientos de masa. Para la reclasificación se utilizó el método del cálculo del
promedio aritmético.

Figura 33. Ventana de dialogo para la “Reclasificación del mapa de susceptibilidad a movimientos
de masa”, correspondiente a la última fase de la modelización espacial en la que se precisan los
niveles de susceptibilidad, en esta oportunidad, por definición del usuario.

En la figura 34, se presenta de forma esquemática el desarrollo del presente trabajo. En el


mismo se incluyen los datos cartográficos utilizados, señalando desde los datos de entrada inicial,
los procesos que involucran, entre los que es pertinente mencionar: introducción de datos de
atributo (valores obtenidos del análisis AHP), conversión de los mapas vectoriales a raster,
aplicación de la máscara, superposición cartográfica de los cinco factores y reclasificación. Como
resultado se obtiene, el mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río
Yacambú.

111
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Del MDT y/o MDE se derivan las capas: pendiente,


orientación de taludes, cuenca, entre otras. Con el
MDT se rasterizan los temas: geología,
geomorfología y cobertura. Empleando la capa
“cuenca”, se crea la máscara de cada mapa factor;
cada tema contiene como datos de atributo, los
valores obtenidos del análisis AHP. Los cinco
factores se suman, mediante álgebra de mapas.

+ + + +

Como resultado de la superposición


cartográfica, se obtiene el mapa sin
reclasificar. Mediante la discretización de
los umbrales de susceptibilidad, se crean
cuatro clases: bajo, moderado, alto y muy
alto. Se utilizan para definir las áreas
susceptibles a movimientos de masa, en la
cuenca del río Yacambú.

Figura 34. Resumen esquemático de los procedimientos realizados, para obtener el mapa de áreas
susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.

112
Capítulo 5
Capítulo 5 IDENTIFICACIÓN DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A
IDENTIFICACIÓN
MOVIMIENTOS DEDE ÁREAS
MASA EN SUSCEPTIBLES
LA CUENCA DELA RÍO
MOVIMIENTOS DE
YACAMBÚ. EL
MASA EN LA CUENCA
MAPA DEDEL RÍO YACAMBU. EL MAPA DE
SUSCEPTIBILIDAD
SUSCEPTIBILIDAD

Análisis de susceptibilidad

En el capítulo anterior, fueron analizados cinco factores condicionantes ambientales de áreas


susceptibles a movimientos de masa, para la cuenca del río Yacambú (área aprox. 32.462 ha),
mediante un riguroso proceso de valoración. Se empleó una técnica de evaluación multicriterio y
un programa SIG, el cual se utilizó como herramienta para llevar a cabo el análisis espacial a
través de una superposición cartográfica (álgebra de mapas). En el mapa final los valores críticos
varían en un rango que va desde 0 hasta 50 puntos (Figura 35). Partiendo del análisis espacial, se
obtuvo el mapa de susceptibilidad (Figura 36). En esta oportunidad, fue reclasificado para formar
cuatro clases de susceptibilidad, los cuales se caracterizan a continuación:

Áreas de susceptibilidad baja

Representan las porciones del terreno menos susceptibles a los movimientos de masa, en la
cuenca del río Yacambú. En éstos la interrelación entre los diferentes agentes condicionantes
ambientales, producirá una “baja propensión” a la generación de movimientos. En conjunto,
cubren una amplia extensión geográfica de aproximadamente 4.735 ha, que representan el 15 %
del área total. Como resultado del proceso de discretización, los umbrales de susceptibilidad
definidos para esta categoría oscilan entre los valores promedio ponderados (mínimo y máximo), 7
y 18 puntos (Figura 35), abarcando un total de 77.872 unidades de píxeles. Se expresan en el mapa
de susceptibilidad (Figura 36), mediante el color amarillo.

En general, son áreas que presentan una pendiente topográfica suave, entre 0 y 15 %. Se
sitúan sobre las cimas y topes de las laderas y, en mayor proporción, en diferentes secciones
ubicadas a lo largo de los valles intramontanos; habitualmente en la vera de los canales de drenaje.
Las unidades litológicas (litotipos) están conformadas predominantemente por materiales duros y
resistentes, entre ellas asociaciones constituidas principalmente por: filitas silíceas y cuarcitas
(Fs/Cz); filitas silíceas calcáreas (Fsca); filitas silíceas calcáreas y cuarcitas (Fsca/Cz); filitas
silíceas (Fs); y cuarcitas (Cz). Estos materiales determinan cimas elevadas y laderas empinadas, no
obstante, debido a la composición media de los materiales (dureza), los hace poco favorables para
la generación de áreas susceptibles a movimientos de masa.

Entre tanto, otro factor que favorece este nivel bajo de susceptibilidad, lo constituye la
disposición geométrica (diaclasas) de los materiales metamórficos con respecto a las vertientes.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Las cuales, por lo general, se encuentran dispuestas en posición favorable desde el punto de vista
de la estabilidad, pudiendo ser en forma de contra pendiente, entre rangos variables pero
relativamente constantes: vertical (69º – 90º), inclinación ligera (1º – 16º) u horizontal (0º). Siendo
un factor determinante en cuanto reduce la actividad e influencia de las aguas subterráneas a nivel
de afloramientos y suelos.

Es pertinente señalar, que las áreas pertenecientes a esta categoría, no presentan evidencias
de movimientos de masa. Luego, de acuerdo con los resultados derivados del análisis AHP, las
áreas menos susceptibles se localizan con mayor frecuencia sobre taludes con orientación
predominante E – O. Esta configuración espacial de las laderas, las hace menos cíclicas a los
cambios de temperatura por influjo de la exposición solar, entre otros.

Por otra parte, dentro de los factores ambientales que contribuyen a mantener niveles bajos
de susceptibilidad, se encuentra la protección de los suelos por parte de la cobertura vegetal. En
este sentido, en estas áreas la cobertura se caracteriza por una gran densidad de tierras boscosas,
cubriendo gran parte de las unidades de vertiente. Igualmente, las redes de drenaje presentan buena
protección por parte de los bosques ribereños, los cuales contribuyen a mantener estables los
materiales ubicados en las veras de los torrentes y drenajes principales. A la par, los cultivos de
café bajo sombra y la asociación de café bajo sombra y herbazales, son coberturas que contribuyen
a disminuir la erosión de los suelos y, por tanto, las condiciones de susceptibilidad.

En la figura 36, se puede apreciar una mayor concentración de áreas menos susceptibles
hacia la porción sur, suroeste y al noreste de la cuenca, abarcando extensiones considerables en los
sectores Caspito (especialmente hacia el sur y en contacto con el sector Cerro Negro), vertiente
derecha de Las Quebraditas Arriba, parte alta de la quebrada Los Palmares y en los topes de las
vertientes derechas de La Negra. También, cubren algunas extensiones en Caspo – Las Turas –
Barro Negro, Villorín – Sabana Redonda, Miracuy, Cerro Blanco, sectores medios e inferiores de
Urupe – Guapa, en Corozal y quebrada Honda.

Áreas de susceptibilidad moderada

Esta categoría indica una susceptibilidad moderada a la aparición u ocurrencia potencial de


procesos morfodinámicos. Ocupa la mayor extensión superficial del área de estudio, 16.904 ha, lo
cual constituye el 52 % del área total. En este caso, las características ambientales producirán
“algunas condiciones favorables” para la generación de movimientos. En cuanto a la
discretización de los umbrales de susceptibilidad, para esta categoría se han definido un total de
267.698 unidades de píxeles, con valores entre 19 y 27 puntos (Figura 35); la clase en referencia
se representa en el mapa mediante el color morado claro (Figura 36).

Para esta categoría se puede observar que las áreas de susceptibilidad moderada, ocupan
importantes porciones de terreno con valores de pendiente, entre 16 y 30 % (moderada), y,
mayores a 100 % o >45º (muy escarpada). Sin embargo, aunque los sectores de suave pendiente (<
15 %) son poco susceptibles a los movimientos, pueden ser afectados por procesos originados en
las porciones aguas arriba de las vertientes. Por ejemplo, en vecindad con zonas de derrumbes,
entre otros. Por lo general, la influencia estructural es determinante. La cercanía a las zonas
falladas y acumulaciones coluviales espesas contribuye a la aparición de procesos sobre materiales
114
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

poco cohesivos. Como característica principal de esta zona se puede mencionar una presencia
relativamente escasa de coronas, movimientos del tipo derrumbes, coluvios y zonas de reptación,
generalmente localizadas sobre taludes de orientación sur (en posición de solana). En esta clase de
susceptibilidad, la generación de movimientos puede estar sujeta al influjo de eventos
excepcionales.

En este caso, la resistencia de los materiales varía de acuerdo a las asociaciones litológicas
predominantes, siendo de este modo moderadamente susceptibles a los movimientos. Por una
parte cuando se trata de materiales conformados predominantemente por filitas carbonosas
intercaladas con fracciones calcáreas y cuarcitas y, por otra, cuando el sustrato rocoso lo
conforman filitas resistentes pero con una orientación y buzamiento de las capas parcialmente
favorables a la rotura o bien a la fractura y, consecuentemente, a la exposición de condiciones de
meteorización. Los suelos residuales de poca profundidad cubiertos por una cobertura de poca
densidad o tamaño (matorrales, herbazales, entre otros), podrían propiciar la aparición de procesos
sobre las laderas; entre otros factores condicionantes que igualmente pueden contribuir al
problema se encuentran: la expansión de fronteras agrícolas o deforestación y uso intensivo de la
tierra con poca o ninguna práctica de conservación, barbechos, entre otros.

De acuerdo a la figura 36, la distribución espacial de las áreas con moderada


susceptibilidad a los movimientos de masa pueden encontrarse, desde el punto de vista
geomorfológico, en las vertientes altas, medias y bajas de toda el área de estudio y en el fondo de
valle entorno a sectores de susceptibilidad baja, con excepción de los sectores La Esperanza, La
Negra, La Blanca, La Gran Parada y La Escalera, en los cuales son más reducidas estas áreas.

Hacia la subcuenca de Caspo, aguas abajo, abarca una gran extensión de la quebrada La
Puente, cubre casi todas las secciones altas e intermedias de las quebradas afluentes, así como toda
la unidad del fondo de valle y gargantas, incluyendo el sector donde confluye con el río Yacambú.
Hacia la subcuenca de la quebrada Los Palmares se distribuye de forma amplia en las partes altas
hacia el Cerro El Llorón, Cerro El Pelón y la Fila de Los Ranchitos; con prolongación hasta las
porciones elevadas de la vertiente derecha de Las Quebraditas Arriba, por el suroeste, y Fila de
Miracuy al sureste del anterior. También se observa sobre una pequeña porción de la vertiente
derecha de las quebradas El Barro y Caspito inferior, ubicada al sur del sector Cerro Negro,
cubriendo hasta la confluencia entre la última quebrada y el drene principal (Figura 36).

Áreas de susceptibilidad alta

Estas áreas se caracterizan por presentar una mayor tendencia a producir procesos
morfodinámicos, originados, básicamente, por la interacción entre las características
condicionantes ambientales (principalmente, geológicas y geomorfológicas); se representan en el
mapa mediante el color anaranjado. Ocupa el segundo lugar en extensión geográfica, con 9.406
ha, aproximadamente un 29 % del área total. Se incluyen en este rango de categorización las
unidades de vertiente con presencia de coronas que muchas veces constituyen cicatrices de
deslizamiento, derrumbes de roca y deslizamientos rotacionales o traslacionales con masa
deslizada, zonas de reptación, flujos y escurrimientos de diversos tipos. Los umbrales de
susceptibilidad definidos para esta categoría, varían entre 28 y 35 puntos del mapa reclasificado,
con un total de 150.720 unidades de píxeles (Figura 35).
115
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Los movimientos de masa pueden ser profundos o superficiales, sobre litología altamente
fracturada o densamente foliada, por la presencia y cercanía a trazas de fallas. Los litotipos
predominantes en esta clase de susceptibilidad varían entre: asociaciones de filitas carbonosas y
cuarcitas (Fc/Cz); filitas carbonosas y filitas carbonosas calcáreas (Fc/Fcca); y, filitas carbonosas
y filitas silíceas (Fc/Fs). Un rasgo común en esta categoría, es la presencia de otros procesos
geomorfológicos derivados de la dinámica fluvial, principalmente: sistema de cárcavas
desplegadas cerca de las cabeceras, manantiales y socavación lateral de los cauces. Procesos
lentos como la reptación son evidenciados por las ondulaciones y escalonamientos sucesivos
presentes sobre las unidades de vertiente (UFORGA – ULA, 2005). El buzamiento de la foliación
generalmente es a favor de la pendiente, en ángulos variables, entre 16º y 32º (inclinación
moderada), lo cual facilita la activación de derrumbes de roca sobre materiales más resistentes. En
algunos casos se han detectado movimientos de este tipo sobre laderas en posición de contracuesta
de buzamiento, pero sobre materiales poco cohesivos por influencia del control estructural
ejercido por la tectónica. De acuerdo con UFORGA – ULA (2005), las orientaciones de los planos
de buzamiento, se presentan preferentemente en dirección NE y NNE.

Conjuntamente, los movimientos de masa se pueden generar con mayor frecuencia sobre
sectores de pendiente topográfica accidentada, entre 31 y 50 %; se observan evidencias del control
estructural que ha habido en el pasado por movimientos de masa aparentemente estabilizados
cercanos a los planos de ruptura y, principalmente, fallas con movimiento relativo dextral, a
menos de 100 m de los mismos.

La actividad antrópica ha propiciado la inestabilidad de las vertientes debido a la intensa


intervención y deforestación para sustituir los bosques naturales por actividades agrícolas. De
acuerdo al mapa resultado, los sectores de alta susceptibilidad se ubican en las partes elevadas de
la cuenca del río Yacambú, particularmente en sectores cercanos a las cabeceras de las quebradas.
Los rasgos más ejemplares de áreas susceptibles en la zona, debido a la integración de factores
condicionantes locales, pueden ser observados sobre las vertientes aledañas a las quebradas La
Negra, La Blanca y La Escalera hacia el norte.

En virtud de lo anterior, la alta susceptibilidad a los movimientos de masa posee una


distribución espacial dispersa por toda la cuenca del río Yacambú, sin embargo, estas áreas tienden
a presentarse de manera concentrada hacia el norte del área de estudio. La pendiente elevada y la
relativa poca amplitud de algunos valles encajonados y profundas gargantas generan problemas de
socavación del drenaje en las bases de las paredes y taludes, generando derrumbes y
deslizamientos profundos, así como fenómenos erosivos por escurrimiento concentrado. Estos
últimos se observan con mayor regularidad hacia las partes altas de la cuenca.

Una buena parte de las actividades antrópicas se desarrollan sobre vertientes altamente
expuestas a condiciones de alta susceptibilidad, originadas por la expansión de las fronteras
agrícolas, y evidenciadas por deforestación reciente. En la figura 36, se puede observar en los
sectores aguas arriba de Caspo – Las Turas – Barro Negro, La Puente, El Bajío – El Llorón, Cerro
Negro, La Esperanza, Los Palmares (sección derecha inferior) Urupe – Guapa, Corozal, Miracuy,
Cerro Blanco, La Negra (secciones media e inferior), La Escalera y notablemente en La Honda.

116
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Áreas de susceptibilidad muy alta

Estas áreas se caracterizan por poseer muy alta susceptibilidad, actual o futura, originada
principalmente por la interacción entre las características del entorno más favorables para la
generación de movimientos de masa. Las áreas analizadas ocupan en conjunto una reducida
extensión espacial, aproximadamente 1.417 ha, en este caso, el 4 % del área total. El umbral de
susceptibilidad oscila entre 36 y 48 puntos, del mapa de áreas susceptibles reclasificado (Figura
35) y un total de 23.179 unidades de píxeles. Las manchas generadas son representadas en el mapa
de susceptibilidad (Figura 36), mediante el color rojo oscuro.

Generalmente, se ubican sobre vertientes escarpadas de orientación norte (con mayores


condiciones de humedad), en las cercanías a las divisorias y sobre materiales meteorizables.
También en sitios con problemas de socavamiento en taludes con tendencia a la activación de
derrumbes y áreas afectadas por deslizamientos múltiples. Desde el punto de vista geológico, la
zona está conformada predominantemente por las asociaciones litoestructurales más favorables a la
generación de áreas susceptibles a la rotura.

La cercanía a los planos de falla incrementa la posible activación de los movimientos de


masa. Las áreas circundantes a los planos de falla, comúnmente presentan materiales muy
triturados. En estos casos, como consecuencia de la asociación entre materiales metamórficos con
características de esquistosidad y de textura porosa. En estas condiciones, las características
resistentes pueden verse disminuidas sobre las vertientes, particularmente sobre topografía
escarpada (50 – 100 %). Bajo este ambiente, la presencia de materiales de poca cohesión
contribuye, en mayor proporción, a la generación de movimientos de masa; entre tanto, el otro
elemento a considerar, lo constituye la presencia de discontinuidades desfavorables donde han
ocurrido deslizamientos o existe alta posibilidad de ocurrencia. En las áreas de alta susceptibilidad,
el buzamiento de la foliación, habitualmente de inclinación fuerte, entre 33º y 68º, y los planos de
falla generalmente favorece el desplazamiento de los bloques en forma de cuña y derrumbes,
incluso en posición de contra cuesta de buzamiento.

La meteorización es intensa en las unidades litológicas (especialmente en asociación con


las filitas carbonosas), sobre todo en materiales densamente fracturados o deformados por
tectónica. En algunos sectores se ha reportado la existencia de cavidades de disolución, sobre
materiales con asociaciones calcáreas (sección inferior de la quebrada El Barro afluente a Caspito).

La cobertura vegetal densa en muchas áreas de vertientes ha sido substituida por


actividades de agricultura y con pocas prácticas de conservación; este hecho supone una mayor
contribución a la susceptibilidad. Los principales tipos de cobertura incluidos bajo estos criterios,
son: el cultivo de café a plena exposición, herbazales naturales y bosque intervenido.

De acuerdo al mapa de susceptibilidad (Figura 36), se puede observar que la mayoría de los
procesos se hallan hacia la porción centro norte (conformado por los sectores: La Negra, La Blanca
y La Escalera), y de manera puntual pero distribuida en el resto del área de estudio.

117
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 35. Diagrama generado por ArcView 3.2, definiendo los umbrales de susceptibilidad a
movimientos de masa representados en el mapa por unidades de píxel (celdas), se incluye el
porcentaje de superficie ocupada según niveles de áreas susceptibles a movimientos de masa.

118
119
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Figura 36. Distribución de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú.
CAPÍTULO 4 PREPARACIÓN DE LAS CAPAS DE DATOS…

Consideraciones finales

En la literatura generalmente se sugiere el uso de cinco categorías de susceptibilidad y amenazas a


movimientos de masa (Anbalagan, 1992; Kanungo, 1993; Nicholson, 1997; citados por Suárez,
1998). En el presente trabajo se ha modificado el anterior criterio de categorización. De este modo,
se obtuvo un mapa basado en la automatización de procedimientos heurísticos, presentando cuatro
clases de áreas susceptibles a movimientos de masa en la cuenca del río Yacambú: baja, moderada,
alta y muy alta.

En base a los resultados obtenidos, aproximadamente el 15 % del área de estudio fue


clasificada con susceptibilidad baja. Estas áreas se extienden principalmente sobre rangos de
pendiente menores al 15 %, se hallan localizados en los fondos de valle y topes de ladera. El
control estructural es bajo y los materiales están conformados predominantemente por rocas duras
y resistentes a la meteorización. Los suelos, en general, presentan buena protección de la cobertura
(p.e. tierras boscosas, café bajo sombra, bosques ribereños).

Aproximadamente el 52 % del área estudiada fue clasificada como moderada y el 29 %


como de alta susceptibilidad. La mayoría de estas áreas coinciden con valores de pendiente entre
moderada (16 – 30 %), accidentada (31 – 50 %) y muy escarpada (> 100 %), y unidades
conformadas por litologías blandas, entre ellas: filitas carbonosas y sus diferentes asociaciones con
rocas más resistentes (p.e. filitas silíceas, cuarcitas). Igualmente, se encuentran bajo el influjo del
control estructural, bien sea por tectónica o por discontinuidades de la roca subyacente en posición
desfavorable desde el punto de vista de la estabilidad. En el mayor de los casos los materiales se
hallan muy triturados y meteorizados y, por tanto, presentan poca cohesión. En cuanto a la
cobertura, esta se presenta con diversos grados de degradación que favorecen la erosión (p.e.
vegetación secundaría, deforestación reciente, asociación: cultivo/herbazal/barbecho).

Aproximadamente el 4 % del área se ubica dentro del rango más elevado de


susceptibilidad. En su mayoría coincide con pendiente topográfica escarpada (51 – 100 %),
litotipos con alta propensión al desplazamiento y fuerte control estructural. Generalmente, la
cobertura está conformada por bosques intervenidos, herbazales naturales, y cultivos de café a
plena exposición. Los polígonos donde se conoce la presencia de procesos (en términos de áreas
afectadas), en su mayoría se incluyen dentro de estas áreas de muy alta susceptibilidad a los
movimientos de masa.

El mapa obtenido resume el comportamiento de los diferentes factores condicionantes de


susceptibilidad, en la cuenca del río Yacambú. Las áreas que presentan mayores niveles de
susceptibilidad a movimientos de masa, se corresponden con los sectores: Urupe – Guapa, La
Blanca, La Negra y La Escalera ocupando aproximadamente el 22,5 % del área total de la cuenca.
Mientras los sectores de menor susceptibilidad, son: Villorín – Sabana Redonda, Miracuy, Cerro
Blanco y Quebrada La Honda, ocupando el 30,8 % del área. El resto de los sectores conformados
por: Caspito, Cerro Negro, Las Quebraditas Arriba, El Bajío – El Llorón, Caspo – Las Turas –
Barro Negro, Quebrada La Puente, Corozal y La Esperanza, corresponden con rangos variados de
susceptibilidad pero predominantemente moderados. En conjunto ocupan aproximadamente el 46,7
% del total de la cuenca.

120
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

La disponibilidad de información actual y confiable, procesada a través de una técnica de


evaluación multicriterio y aplicada conjuntamente con los Sistemas de Información Geográfica, ha
demostrado claramente ser apropiada para preparar un mapa de áreas susceptibles a movimientos
de masa. Por lo tanto, se puede concluir, que se ha comprobado con éxito la hipótesis del trabajo,
en este caso, la eficacia técnica del enfoque heurístico automatizado y la relativa rapidez con la que
los datos pueden ser analizados. Como consecuencia, se puede afirmar que los resultados
obtenidos, han demostrado que los criterios de ponderación y evaluación de los diversos factores,
han concordado satisfactoriamente con la realidad ambiental de la cuenca del río Yacambú.

En efecto, el proceso seguido revela que este tipo de técnica automatizada de cartografía,
ubicada dentro del campo de investigación del análisis de riesgos, puede ser considerado como un
método analítico efectivo para el análisis de susceptibilidad y, por tanto, de prevención de riesgos
de desastres. Por lo que a su vez se convierte en una herramienta útil para el ordenamiento
ambiental del territorio.

El mapa de susceptibilidad de la cuenca del río Yacambú permite una mejor valoración del
contexto geomorfológico y de los causales y condicionales de los movimientos de masa.
Información que, de otro modo, sería de complicada interpretación conjunta. De este modo, la
clasificación de áreas homogéneas, georeferenciadas y representadas a través de un mapa en
formato raster, brinda la posibilidad, en principio, de identificar de manera simultánea los factores
ambientales fundamentales que intervienen en tales procesos (causas). Al mismo tiempo, una de
sus finalidades es precisar y categorizar áreas potencialmente críticas que posteriormente deban ser
examinadas con mayor detalle y profundidad, a través de métodos más específicos. Sin embargo, a
pesar de sus amplias ventajas, este mapa presenta algunas limitaciones (de ahí su nombre), a saber:
1) Identifica áreas propensas a la rotura pero no la totalidad de las zonas posiblemente afectadas, 2)
De ninguna forma afirma la ocurrencia del proceso, suceso o fenómeno, y 3) Tampoco predice el
período de tiempo durante el cual podría generarse un determinado movimiento de masa.

El procedimiento experimental utilizado puede considerarse como una técnica alternativa


para el trazado de una zonificación fundada en análisis físicos integrados, por tanto, puede ser
aplicado a otros problemas de carácter ambiental.

La novedad de la técnica utilizada (AHP junto a la extensión “Análisis de


Susceptibilidad”), radica en la retroalimentación recíproca automatizada de datos geomorfológicos
y su modelado mediante evaluación multicriterio. Cuyos resultados son traducidos espacialmente
en el mapa de áreas susceptibles, y su utilidad puede ser de gran ayuda, principalmente, a los
usuarios especialistas en la temática poco experimentados con los Sistemas de Información
Geográfica (SIG).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

De acuerdo a los resultados obtenidos, se pueden mencionar algunas ventajas del proceso
técnico aplicado experimentalmente, mediante el SIG ArcView 3.2, del siguiente modo:
 Se emplean datos georeferenciados, lo cual permite conocer la localización espacial exacta
de los elementos presentes en el área de estudio.

 Obtención rápida y directa del factor topográfico y orientación de taludes; que de otro
modo, se obtendrían por técnicas analógicas sobre un mapa topográfico, p.e. utilizando el
“ábaco de pendiente” y el “taludometro”.

 Cálculo de áreas y perímetros de forma automática, lo cual substituye el uso de


instrumentos de medición analógicos, tales como: el planímetro y el curvímetro.

 Uso de formato raster para flexibilizar el análisis espacial y uso del formato vectorial, el
cual posibilita actualizar y desarrollar nueva información.

 La principal ventaja de la técnica utilizada queda confirmada por la prontitud de análisis y


ponderación de los factores condicionantes y rapidez en la obtención del mapa de
susceptibilidad.

Algunas desventajas se pueden definir del siguiente modo:

 Los trabajos, empleando SIG, dependen altamente de la disponibilidad, calidad, precisión y


resolución de la información, especialmente, la que se obtiene del mapa topográfico
digitalizado; del cual se deriva la construcción del modelo digital de terreno (MDT). La
imprecisión de éste influye sobre la calidad de los factores que se obtienen directamente del
mismo, y se mantienen hasta la culminación del trabajo; es decir, hasta la obtención del
mapa de susceptibilidad. Igualmente se aplica a los mapas temáticos obtenidos
directamente mediante la digitalización.

 La resolución de la malla regular (MDT) del área de estudio, influye sobre la aplicación del
análisis raster, dado que se pueden reducir excesivamente los rasgos del relieve y, por
tanto, ser inadecuado a los objetivos propuestos.

 Los errores más comunes a tener presentes en este tipo de trabajos y que podrían influir
sobre los resultados son: derivados de la digitalización (líneas duplicadas, sueltas, exactitud
del contorno, entre otros), defectos en las capas raster, ajuste de puntos ploteados o
graficados, errada ponderación de factores, asignación de ponderaciones de niveles de
susceptibilidad a celdas que no les corresponden.

Uno de los problemas más inquietantes que deben afrontar los agentes de decisión
(proyectistas, ingenieros y constructores de obras civiles de envergadura e impacto social
importante, a nivel público o privado), lo constituye la presencia de áreas susceptibles a
movimientos de masa. En este sentido, es frecuente observar en áreas montañosas del país, el
establecimiento de actividades antrópicas e infraestructuras, próximas a zonas potencialmente
peligrosas a la ocurrencia de roturas. Fenómenos habituales del paisaje cuyas propiedades
geoespaciales se caracterizan por: una localización espacial bien definida, condiciones de

122
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

elevación y pendiente, situaciones litológicas y estructurales, posición y dinámica geomorfológica,


propiedades geotécnicas, grados de intervención humana, tipos y densidad de cobertura, y
complejas interacciones entre las condiciones hidroclimáticas e hidrogeológicas. Por tanto, en todo
proceso de planificación territorial, es necesario conocer y sintetizar los elementos de restricción
que pueden afectar, en algún momento, la localización e implantación de una nueva actividad
productiva. Siendo en esta fase de trabajo donde, desde el punto de vista de la preparación –
tratamiento – presentación de geodatos, análisis geomorfológico y modelado espacial de áreas
susceptibles (y amenazas) a movimientos de masa, el geógrafo puede lucir un rol cardinal.

Un ejemplo actual del planteamiento anterior, es la construcción del embalse en la cuenca


del río Yacambú. En el año 2005, diversos especialistas de UFORGA – ULA evaluaron la
estabilidad y susceptibilidad de los macizos, como parte de los esfuerzos orientados a la
determinación de los aportes de materiales por erosión y su control, al embalse propuesto. En esta
oportunidad, se ha seguido esta línea de trabajo, no obstante, la investigación se orientó a examinar
la efectividad de los procedimientos y herramientas utilizados para alcanzar el resultado, es decir,
el mapa de áreas susceptibles a movimientos de masa.

Este tipo de estudios y documentos (análisis y mapa de susceptibilidad) en manos de


especialistas, puede contribuir a la resolución de otros tipos de información, p.e. la estimación de
datos cuantitativos por aportes de material; si se conoce con antelación la localización precisa
(georeferencias) de aquellas áreas inestables con mayor propensión a los movimientos de masa. En
efecto, uno de los propósitos de la evaluación de áreas susceptibles, es servir de base preliminar
para la estimación de la producción de sedimentos en una cuenca.

Recomendaciones

 El presente trabajo, aunque responde a una experimentación académica, no debe dejar de


ser tomado en cuenta durante todo el proceso de planificación y toma de decisiones de las
obras. Por lo que es recomendable hacer seguimiento y actualización de los resultados en
las fases subsiguientes del Proyecto en el área de Yacambú; con el objetivo de proyectar el
funcionamiento del embalse con un menor riesgo asociado al desarrollo de áreas propensas
a movimientos de masa y producción de sedimentos. No obstante, los resultados no deben
ser considerados para la programación de obras de detalle.

 Se estima recomendable utilizar parte de las técnicas adoptadas en el presente trabajo, en el


estudio de áreas susceptibles a movimientos de masa, en otras regiones montañosas del
país. Especialmente, como parte de campañas de levantamiento rápido de información
“post evento” de desastres, con fines de análisis de fenómenos asociados.

 Se exhorta emplear la extensión libre “Análisis de Susceptibilidad”, con miras a posibles


estudios de susceptibilidad, a escala de semidetalle. Incentivar la producción de extensiones
en lenguaje de programación Python, que puedan ser activadas en el software ArcGis, así
como el uso de QGis, entre otros sistemas de código libre, lo cual representa una apuesta
por el futuro en cuanto al uso de la tecnología para la resolución de problemas complejos y
análisis espacial de hechos geográficos, con énfasis en la ordenación ambiental del
territorio.
123
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

 Se deja a la libre elección del usuario, probar otras técnicas (p.e. fuzzy logic method, binary
index overlay, multiclass overlay). Esto con el objeto de estimar las ponderaciones de los
factores y sus respectivas clases, atributos o geodatos temáticos. No obstante, se debe
recordar que al utilizar la extensión (“Análisis de Susceptibilidad”) los resultados se deben
equiparar con la escala de ponderaciones propuesta en esta herramienta de análisis espacial,
es decir, entre 0 y 10; al finalizar este trabajo, en base a la experiencia adquirida, se cree
que es factible emplear métodos estadísticos para estimar el peso de los factores. Por
ejemplo: datos de correlación espacial provenientes de un estudio previo de densidad de
movimientos de masa (mediante técnicas estadísticas del tipo multivariante). Esto con la
finalidad de asegurar la reproductibilidad de los resultados, siendo lo deseable en este tipo
de estudios.

 Los valores delas ponderaciones, así como la resolución espacial de la cartografía digital
utilizada, pueden ser empleados eventualmente, a modo de orientación, para la
determinación de áreas susceptibles a movimientos de masa, valiéndose de técnicas
asociadas a las redes neuronales artificiales, mediante lógica difusa y SIG.

 La superposición de un mapa de intensidades de precipitación, asociada a periodos de


retorno, podría posibilitar la interpretación del mapa de susceptibilidad (probabilidad
espacial cualitativa) en términos de amenaza. En este caso, la información de áreas
potencialmente inestables estaría asociada a un agente detonante, expresado en
probabilidad cuantitativa; aspecto que no fue cubierto en el presente trabajo. Por lo tanto,
es recomendable la activación de una red de estaciones hidrometeorológicas y el
reforzamiento de las actividades de registro pluviométrico en la cuenca del río Yacambú y,
en general, la zona de piedemonte de la Sierra de Portuguesa. Dado que la misma se
encuentra expuesta a la ocurrencia de eventos hidrológicos y meteotorológicos, los cuales
pueden provocar diversos problemas al futuro embalse. Estos registros permiten el análisis
y la comprensión del origen de este tipo de procesos.

 Se estima recomendable crear una campaña de digitalización de todas las cuencas que
conforman la región montañosa norte – occidental del país, y hacerlas accesibles a los
investigadores en esta línea de trabajo. Esto permitiría desarrollar una mayor cantidad de
estudios relacionados al análisis de susceptibilidad y amenazas e incrementar el
conocimiento sobre las áreas potencialmente inestables y, al mismo tiempo, aplicarlos en la
prevención de desastres y la ordenación del territorio.

 Incluir el programa “Google Earth” como herramienta de visualización y reconocimiento


de campo, previa adquisición de los derechos de uso a la compañía administradora
(Microsoft). Esto permitiría emplear las imágenes “disponibles” del área seleccionada para
los estudios. La resolución de las imágenes que ofrece este programa, parece adecuada para
efectuar comparaciones con imágenes antiguas, reconocimientos y actividad de
movimientos de masa e incluso la actualización de mapas de cobertura, entre otras ventajas.
La experiencia observada después del desastre del estado Vargas en 1999, podría confirmar
lo antes expuesto.

124
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133
ANEXO
ANÁLISIS DE ÁREAS SUSCEPTIBLES A MOVIMIENTOS DE MASA EN LA
CUENCA DEL RÍO YACAMBÚ, A PARTIR DE LOS LÍMITES DE UNA
SECTORIZACIÓN GEOMORFOLÓGICA

Partiendo del resultado, expuesto en la figura 36, correspondiente al mapa de susceptibilidad, se


procedió a realizar una breve caracterización del mismo a nivel de sectores. Para esto, se sobrepuso
el mapa de sectores geomorfológicos, definidos por UFORGA – ULA (2005), con el fin de
establecer una referencia espacial, mas no para fines comparativos entre resultados (es decir, el
mapa de susceptibilidad obtenido en este trabajo vs. el proyecto presentado por UFORGA – ULA).
La escala de los diversos mapas se incrementó con la finalidad de mejorar la visualización de cada
sector. En esta oportunidad, se han agregado cuatro elementos cartográficos: 1) altimetría con
equidistancia entre curvas de nivel cada 100 m; 2) red de drenaje; 3) vías de comunicación; y 4)
viviendas. Elementos que han sido tomados directamente de UFORGA – ULA (2005).
Conjuntamente, en las descripciones realizadas, especialmente desde el punto de vista
geomorfológico, se incluyen las estimaciones cualitativas del potencial de producción de
sedimentos al embalse, por sectores, igualmente expuestas en UFORGA – ULA (2005).
La descripción tiene como objetivo, brindar una imagen más cercana sobre la distribución
de las áreas susceptibles a movimientos de masa y, de algún modo, reforzar la valides práctica del
mapa de susceptibilidad. No obstante, es oportuno señalar, que este esfuerzo no forma parte de los
objetivos planteados en el presente trabajo; recordando que la investigación realizada ha girado en
torno al examen de la eficacia técnica de los procedimientos aplicados, orientados hacia la
determinación cartográfica de áreas susceptibles a movimientos de masa. Por tanto, se consideró
aceptable incluir el siguiente aparte, a modo de anexo. Alternamente, se alienta al lector, juzgar y
discutir otros elementos no incluidos dentro del contexto geográfico analizado. Finalmente, las
características a nivel de sectores, son descritas de la siguiente manera:

Sector Caspito

Se encuentra aproximadamente en la esquina norte del suroeste del área de estudio y se extiende
hasta las divisorias conformadas por las filas El Guayabo y Cerro Mortero. Cubre
aproximadamente el 8,62 % del área total de la cuenca. Según la figura 37 (mapa de
susceptibilidad) las áreas con niveles de susceptibilidad alto y muy alto, se ubican sobre una
pequeña porción al centro del sector, en el mismo se observa una presencia importante de
viviendas, entre las cotas 1.300 y 1.500 msnm. Igualmente, ambos niveles cubren un buen
segmento de las vertientes localizadas a lo largo de la margen izquierda de la quebrada El
Barranco, entre los 1.500 y 2.000 msnm. Hecho evidenciado por la presencia de un movimiento
complejo, constituido por un gran deslizamiento rotacional, con presencia de coronas sucesivas y
comportamiento de flujo en su parte inferior; en el resto del sector predomina un nivel de
susceptibilidad moderado, cubriendo principalmente los interfluvios y cabeceras de las quebradas
afluentes. Por último, las áreas menos susceptibles se distribuyen por todo el sector, pero presentan
una mayor frecuencia hacia el sur y en contacto con el sector Cerro Negro, y sobre las cabeceras
ubicadas en las filas del Cerro Mortero (Figura 37). Finalmente, de acuerdo con UFORGA – ULA
ANEXOS

(2005), en cuanto al potencial de producción de sedimentos, en líneas generales puede ser


considerado bajo.

km

Figura 37. Mapa de susceptibilidad – sector Caspito.

Sector Cerro Negro


Se localiza hacia el sur del sector Caspito, en la parte occidental de la cuenca del río Yacambú,
cubre aproximadamente el 6,33 % del área de estudio. La mayor parte del sector presenta un nivel
de susceptibilidad moderado, principalmente hacia las cabeceras de los drenajes afluentes a la
quebrada El Barro, así como en la sección inferior sobre la vertiente derecha de la misma
quebrada. Mientras que, áreas de susceptibilidad alta se observan ampliamente en las cabeceras
hacia los límites del sector y de forma más evidente a las márgenes derecha (parte media, entre
1.200 y 1.400 msnm) e izquierda (parte inferior) de la quebrada Caspito hasta la confluencia del
río Yacambú. Aproximadamente ocho viviendas y algunos tramos de acceso, se encuentran
ubicadas en estas áreas. Luego, las áreas de baja susceptibilidad se restringen a sitios relativamente
reducidos de topografía suave a moderada (0 – 30 %), por lo general ubicadas sobre las cimas de
las vertientes y en algunas secciones adyacentes a los drenajes. Finalmente, las áreas de
susceptibilidad muy alta se limitan a los sitios con presencia de procesos que se extienden de
forma incipiente, y sobre condiciones de pendiente (50 – 100 %) y planos de discontinuidad

136
ANEXOS

desfavorables en cuanto a la estabilidad (Figura 38). Según estimaciones realizadas por UFORGA
– ULA (2005), desde el punto de vista del potencial de producción de sedimentos el mismo es de
moderado a bajo.

Figura 38. Mapa de susceptibilidad – sector Cerro Negro.

Sector Las Quebraditas Arriba

Abarca aproximadamente un 5,86 % de la superficie total de la cuenca. Se ubica en la esquina


suroccidental del área de estudio y alcanza los límites de la cuenca en la fila La Portuguesita. En
líneas generales, sobre las vertientes ubicadas hacia la derecha del drene principal, se observa una
mayor presencia de áreas de susceptibilidad alta en relación a las vertientes de la izquierda, en las
cuales predominan áreas de susceptibilidad moderada. Entre tanto, las áreas de susceptibilidad baja
se distribuyen de manera puntual en el resto del sector. Finalmente, los sitios de susceptibilidad
muy alta se restringen a espacios puntuales de poca extensión, predominantemente sobre la
vertiente derecha en dirección a la divisoria de la cuenca (Figura 39). Igualmente, se puede
observar que una distribución de viviendas asentadas sobre terrenos de susceptibilidad elevada,
sobre la cota de 1.100 m de altitud. Finalmente, como ha sido expresado en UFORGA – ULA

137
ANEXOS

(2005), el sector, en general, se presenta con un potencial de generación de sedimentos, entre bajo
y moderado.

Figura 39. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas.

138
ANEXOS

Sector Las Quebraditas (sección media)


Esta porción del área de estudio fue subdividida en tres subsectores (UFORGA – ULA, 2005):
Subsector El Bajío – El Llorón
Se encuentra localizado a la derecha del sector Las Quebraditas Arriba y al sur (debajo) del sector
Cerro Negro, ocupa el 3,08 % de la superficie total de la cuenca del río Yacambú. Corresponde a la
sección media del curso principal de un sector más amplio denominado, en conjunto: Las
Quebraditas. Está delimitado por el área de la quebrada El Bajío a la izquierda hasta los cerros El
Pelón y El Llorón, ubicados aguas arriba de la vertiente derecha. De acuerdo a la figura 40, las
áreas de alta y muy alta susceptibilidad se localizan en ambas vertientes y en sitios adyacentes al
cauce principal. Se observan con mayor recurrencia, en dirección hacia las filas del Cerro El
Llorón. En algunas de estas manchas se observa la presencia de viviendas y tramos de la vialidad
(centro). Las áreas de susceptibilidad moderada se distribuyen por todo el sector. Áreas de
susceptibilidad baja se distribuyen de manera dispersa, pero con mayor presencia hacia la margen
izquierda. De acuerdo con lo reportado por UFORGA – ULA (2005), desde el punto de vista de
producción de sedimentos, el mayor aporte se realiza a lo largo del cauce de Las Quebraditas y en
el resto de bajo a moderado.

Figura 40. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector El Bajío – El Llorón.

139
ANEXOS

Subsector quebrada Los Palmares

El presente sector se ubica hacia la vertiente derecha de la sección media de Las Quebraditas, y
delimita al oeste con el subsector El Bajío – El Llorón. Comprende el 4,80 % del área de estudio.
En esta subcuenca, las áreas de susceptibilidad alta y muy alta se localizan en la sección media –
superior de la quebrada Los Palmares, y sobre una porción del curso inferior y media – alta de la
vertiente derecha. Es notoria la distribución de viviendas, hacia las partes más elevadas al sur. Las
áreas de susceptibilidad baja se observan sobre la vertiente izquierda de la sección inferior y aguas
arriba de la sección media. Las áreas de susceptibilidad moderada se distribuyen en mayor
proporción, especialmente hacia las márgenes de las quebradas. En este sentido, a modo de
validación, UFORGA – ULA (2005), sugiere que, en general, la distribución de los niveles de
susceptibilidad se relaciona con las condiciones del paisaje, en el cual se presenta un alto contraste
topográfico (Figura 41). En base a lo planteado por UFORGA – ULA (2005), en cuanto al
potencial de aportes de sedimentos al embalse, el sector es clasificado como moderado.

Figura 41. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector Quebrada Los Palmares.

140
ANEXOS

Subsector La Esperanza

Ocupa una pequeña extensión que representa el 0,89 % del total de la cuenca de Yacambú. Se
encuentra ubicada en la vertiente izquierda de Las Quebraditas, delimitando al oeste con el
subsector El Bajío – El Llorón, y al norte con el sector Cerro Negro por la fila divisoria de la
quebrada Caspito inferior. Se trata de un sector donde predominan las áreas de susceptibilidad
moderada, con sitios bien definidos de nivel alto y muy alto. Las áreas de menor susceptibilidad se
restringen, a áreas muy pequeñas sobre laderas de moderada pendiente (16 – 30 %) (Figura 42). La
escasa población se ha asentado sobre estas porciones de terreno. Los procesos de derrumbes de
rocas ocurren de forma traslacional como consecuencia de la alta frecuencia de diaclasas en sitios
localizados del sector. Según lo establecido por UFORGA – ULA (2005), desde el punto de vista
de los aportes de sedimentos, los mismos pueden ser considerados bajos; el mayor aporte se
produce en sitios adyacentes al cauce.

Figura 42. Mapa de susceptibilidad – sector Las Quebraditas, subsector La Esperanza.

141
ANEXOS

Sector Villorín – Sabana Redonda

Se ubica sobre la vertiente derecha de la parte inferior de Las Quebraditas, hasta la confluencia con
el río Yacambú y una porción significativa de este último, representa el 5,60 % de la superficie
total del área de estudio. Las áreas de susceptibilidad alta se localizan preferentemente en las
márgenes de las quebradas, y en la sección inferior del sector sobre topografía accidentada (50 –
100 %). Los sitios de muy alta susceptibilidad, al igual que los niveles de baja y moderada
susceptibilidad, presentan una distribución dispersa y entremezclada. De los últimos niveles
mencionados, los primeros se concentran en la parte media – superior ocupando extensiones
relativamente amplias sobre topografía de suave a moderada (0 – 30 %; la mayoría de las
viviendas observadas, se localizan en estas áreas). Mientras los segundos poseen una mayor
distribución espacial, tanto al extremo sur como gran parte del norte del sector (Figura 43). De
acuerdo a las estimaciones realizadas por UFORGA – ULA (2005), en cuanto a los aportes de
sedimentos estos pueden ser considerados de moderados a bajos.

Figura 43. Mapa de susceptibilidad – sector Villorín – Sabana Redonda.

142
ANEXOS

Sector Caspo – Las Turas


Este sector fue subdividido en dos subsectores (UFORGA – ULA, 2005):
Subsector quebrada La Puente
Se localiza al norte del área de estudio, entre la parte media e inferior a la izquierda de la quebrada
Caspito y río Yacambú, incluye Caspo, Caspo Abajo hasta Las Turas. Cubre aproximadamente el
4,85 % de la cuenca. De acuerdo a la figura 44, el nivel moderado abarca la mayor parte de las
márgenes del drenaje principal y torrentes afluentes. Las viviendas, en su mayoría, y la vialidad
ocupan preferentemente estas áreas. El nivel alto se presenta en menor proporción, aguas arriba de
ambas vertientes. Este sector, en general, muestra pocas evidencias de movimientos de masa, en el
mayor de los casos favorecido por la constitución litológica de los materiales. Los niveles bajos y
muy altos son muy puntuales. Los primeros se observan en los topes de las laderas y los últimos se
localizan sobre sitios adyacentes a los drenajes, sobre superficies de elevada pendiente (> 50 %) y
evidencias de movimientos (Figura 44). En base al trabajo realizado por UFORGA – ULA (2005),
este sector posee, entre bajo y muy bajo potencial de producción de sedimentos.

Figura 44. Mapa de susceptibilidad – sector Caspo – Las Turas, subsector quebrada La Puente.

143
ANEXOS

Subsector Caspo – Las Turas – Barro Negro

Se localiza al norte del subsector anterior y a la izquierda del sector Caspito. Se extiende desde
Caspo hasta la divisoria, incluyendo el área de Barro Negro. Abarca el 4,79 % del área total. En
rasgos generales, presenta baja susceptibilidad, predominantemente hacia la parte occidental del
sector. En esta porción se ubica casi la totalidad de las viviendas presentes en el sector. El nivel
moderado presenta una distribución considerable y los niveles altos se concentran hacia las
secciones más elevadas en dirección de las divisorias intermontanas. La susceptibilidad en el
sector esta controlada por composiciones litológicas asociadas con materiales duros en contacto
con otros menos resistentes, así como por el grado de tectonización, lo cual favorece
potencialmente la aparición y ocurrencia de movimientos de masa (Figura 45). Se presentan dos
macizos montañosos con rangos de pendiente abrupta, dentro de los cuales se destaca el contacto
entre filitas silíceas y filitas carbonosas, que determinan la ocurrencia de movimientos complejos.
En estos casos, con comportamiento de deslizamiento en las secciones medias y flujos en las
secciones inferiores. El deslizamiento de Barro Negro presenta estas características. Tomando en
cuenta lo determinado por UFORGA – ULA (2005), el sector es considerado con moderado a
localmente alto potencial de producción de sedimentos.

Figura 45. Mapa de susceptibilidad – sector Caspo – Las Turas, subsector Caspo – Las Turas –
Barro Negro.

144
ANEXOS

Sector Urupe – Guapa


Este sector se ubica en la parte central del área de estudio (vertiente izquierda del río Yacambú) a 2
– 3 km de la cola del embalse, abarcando un 5,22 % de la superficie de la cuenca. En general, se
observan grandes extensiones ocupadas por áreas de susceptibilidad moderada y alta. Las de
susceptibilidad baja se ubican en algunos sitios de manera concentrada, y se presentan
comúnmente hacia las partes medias y superiores de las quebradas afluentes al drenaje principal.
Los sitios que muestran niveles muy altos pueden ubicarse hacia el suroeste del sector, sobre
laderas muy escarpadas (Figura 46). Este sector se presenta fuertemente intervenido por la
actividad antrópica, por medio de una densa red vial y una sustitución paulatina de la vegetación
natural por cultivos. Añadido a esto, predominan litotipos altamente susceptibles a la deformación
con asociaciones locales de materiales duros (cuarcitas) y alta frecuencia de fallas. Imperan los
procesos de deslizamientos planares y rotacionales y una reptación progresiva muy extendida.
Considerando las estimaciones realizadas por UFORGA – ULA (2005), debido a estas
condiciones, el sector se presenta con niveles altos a muy altos de potencial incorporación de
sedimentos al embalse.

Figura 46. Mapa de susceptibilidad – sector Urupe – Guapa.

145
ANEXOS

Sector Corozal
Se localiza sobre la vertiente izquierda del río Yacambú, desde el Cerro Pando hasta la confluencia
de quebrada Negra en el río Yacambú. Abarca el 7,51 % del área total de la cuenca si se incluye el
subsector La Gran Parada, representado en la figura 47. En este sector predominan niveles de
susceptibilidad entre moderada y alta; sobre éstas se observa un gran número de casas; de forma
intercalada se presenta un gran número de manchas de áreas de susceptibilidad muy alta. Las áreas
de susceptibilidad baja, abarcan escasas extensiones, pueden observarse hacia las partes inferiores
(en el fondo de valle) y superiores (topes de ladera) del sector. Finalmente, se puede observar que
la vialidad atraviesa por áreas de alta y muy alta susceptibilidad. De acuerdo con UFORGA – ULA
(2005), este sector presenta un moderado potencial de aportes de sedimentos al embalse.

Figura 47. Mapa de susceptibilidad – sector Corozal.

146
ANEXOS

Sector Miracuy

Se localiza al sureste del área de estudio, entre las quebradas Agua Blanca y Piedra de Amolar y se
extiende hasta la Fila Miracuy. Cubre un 6,24 % del área total de la cuenca. En la figura 48, puede
observarse un predominio de valores de susceptibilidad entre bajos y moderados, los primeros con
mayor extensión que los segundos, hacia la vertiente izquierda de la quebrada Agua Blanca. La
mayoría de las viviendas se observan sobre estas áreas. Entre tanto, áreas con niveles de
susceptibilidad alta se observan a lo largo de los sectores medios de los drenajes afluentes
localizados en la sección superior de la quebrada Miracuy. En éstos también se perciben algunos
puntos muy reducidos que reflejan una susceptibilidad muy alta. En base al trabajo presentado por
UFORGA – ULA (2005), el sector puede ser considerado con valores moderados de potencial
aportación de sedimentos.

Figura 48. Mapa de susceptibilidad – sector Miracuy.

147
ANEXOS

Sector Cerro Blanco

Se encuentra en la parte media – baja del río Yacambú, al sureste de la cuenca, desde la quebrada
Piedra de Amolar hasta el Paso de Angostura, en la presa. Ocupa un área aproximada del 8,98 %
con respecto al total. Se trata de un amplio sector en el que predominan áreas de susceptibilidad
alta y moderada. Las áreas con nivel bajo se localizan hacia las secciones superiores de los tres
drenajes que recorren el sector. Estas, generalmente, han sido aprovechadas para el establecimiento
de la población. Las áreas de susceptibilidad alta y muy alta se concentran en la parte media e
inferior de la quebrada Cerro Blanco, y vertiente izquierda de la quebrada La Ruidosa (Figura 49).
Viviendas aisladas se observan cercanas a estas porciones de terreno. El sector ha sido
considerado, según UFORGA – ULA (2005), con potencial de aportes de sedimentos de bajo a
moderado.

Figura 49. Mapa de susceptibilidad – sector Cerro Blanco.

148
ANEXOS

Sector quebrada Honda – La Escalera


El sector fue subdividido en dos sectores (UFORGA – ULA 2005):
Subsector La Honda
Se localiza en la parte nororiental del área de estudio. Abarca una vasta extensión de la cuenca
representando el 9,99 % de su superficie. Predominantemente, se presentan áreas con nivel de
susceptibilidad moderado y alto. El primero predomina ampliamente en el sector y se ubica con
mayor frecuencia en las márgenes de los drenajes. El segundo ocupa amplias porciones de la
sección media y superior hacia los límites del sector. Mientras las áreas de susceptibilidad baja se
ubican hacia las partes más elevadas y menos abruptas al noroeste, con una frecuencia
considerable sobre la vertiente izquierda del drenaje principal, en dirección a la cola del embalse
(esta última porción posee una importante concentración de edificaciones). También se localizan
en algunas secciones de los fondos de valle, determinados, específicamente, por la presencia de
una densa cobertura de bosques ribereños que contribuyen a reducir la susceptibilidad de las
vertientes aledañas (Figura 50). Según el estudio presentado por UFORGA – ULA (2005), el
potencial de aporte de sedimentos es moderado y principalmente compuesto por materiales de
textura gruesa.

Figura 50. Mapa de susceptibilidad – sector Quebrada Honda – La Escalera, subsector La Honda.

149
ANEXOS

Subsector La Escalera
Se localiza hacia la vertiente derecha de quebrada Honda al norte del área de estudio, y abarca el
6,21 % de su superficie total. Este subsector es considerado como uno de los que presenta mayor
susceptibilidad. Las áreas de susceptibilidad alta y muy alta se localizan de manera extendida en la
sección inferior, media y alta de la subcuenca, en sitios de topografía abrupta con fuerte control
estructural. En algunos casos, se observan pequeñas concentraciones de población en estas áreas.
Por su parte, la vialidad, generalmente, cruza las porciones montañosas de susceptibilidad elevada.
Los niveles muy altos se localizan sobre las márgenes de la quebrada y sus afluentes,
generalmente, sobre un paisaje de profundas gargantas. De acuerdo a la figura 51, las áreas
susceptibles de nivel moderado y bajo poseen una menor extensión y se ubican hacia la sección
superior, ocupando áreas de vertientes medias y topes de ladera. El potencial de aportes de
materiales es muy alto, principalmente finos. De acuerdo con las observaciones realizadas por
UFORGA – ULA (2005), se deben tener en consideración, las formas de gargantas y valles
confinados con gran intensidad de movimientos de masa, debido a que presentan condiciones
propicias para la generación potencial de represamientos naturales.

Figura 51. Mapa de susceptibilidad – sector Quebrada Honda – La Escalera, subsector La


Escalera.

150
ANEXOS

Sector quebrada Blanca

Se localiza en la parte centro – norte del área de estudio, ocupando el 5,39 % del área total. De
acuerdo a la figura 52, las áreas de mayor susceptibilidad se ubican, predominantemente, por
debajo de la cota 1.700 msnm hacia la vertiente izquierda de la quebrada, cubriendo una gran
porción de la sección media, principalmente sobre las márgenes de los drenajes afluentes.
Igualmente, se presentan hacia la vertiente derecha, con fuerte presencia en la secciones inferior
media – alta y alta, pero con una notable presencia de áreas de susceptibilidad moderada en la
sección media y alta (encima de los 1.700 m), y manchas localizadas de sitios con nivel bajo, en
dirección NNO y NNE aguas arriba hacia los límites de la cuenca. Al observar el trazado vial, se
destaca que un 90 % del mismo se abre paso sobre áreas con niveles de susceptibilidad alta y muy
alta. Movimientos de masa de los tipos: flujos de lodo y flujo – deslizamientos se ubican en la
margen izquierda de quebrada Blanca, así como otras áreas inestables en la confluencia de ésta con
quebrada Negra. De acuerdo con UFORGA – ULA (2005), en esta parte de la subcuenca (sección
inferior – sector Sabana Larga) se genera el mayor aporte de sedimentos finos al embalse.

Figura 52. Mapa de susceptibilidad – sector quebrada Blanca.

151
ANEXOS

Sector quebrada Negra

Se localiza en la parte norte del área de estudio, con dirección al suroeste, limita con los sectores
Caspo – Las Turas – Barro Negro, Urupe – Guapa, Corozal por el lado oeste, suroeste y sur
respectivamente y quebrada Blanca por el noreste. Ocupa aproximadamente el 5,64 % del total
superficial de la cuenca. De acuerdo a la figura 53, los niveles de muy alta susceptibilidad se
destacan en la sección inferior, media y superior de la subcuenca. Cubren grandes superficies sobre
las vertientes localizadas en ambas márgenes de la parte inferior. Se presentan de manera dispersa
hacia la izquierda, desde la confluencia con quebrada Blanca hasta las filas ubicadas aguas arriba
de la sección media. La vertiente derecha, en general, presenta niveles alto y muy alto de
susceptibilidad, alcanzando una menor extensión el primero, mientras el segundo se presenta en
sectores relativamente dispersos sobre algunas áreas alrededor de las partes elevadas en dirección a
la divisoria de aguas. La sección media – superior, que abarca una extensión aproximada de 500
ha, puede ser considerado de muy elevada susceptibilidad. Dentro de ésta, la sección inferior de la
quebrada Las Canoas, se caracteriza por la presencia de diversos tipos de movimientos de masa.
Las áreas de susceptibilidad moderada y baja se localizan predominantemente hacia las cabeceras
de los drenajes, excepto la porción correspondiente a la vertiente izquierda de quebrada Negra.

Figura 53. Mapa de susceptibilidad – sector quebrada Negra.

152
ANEXOS

Miguel Ángel Montenegro Padrón


6 de junio de 2008

Correo de contacto: migmont74@gmail.com


Teléfonos: +58 0416 9756775 y +58 0274 2602228

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