You are on page 1of 14
74 ‘TEORIA DE LA CONSTITUCION valente a “doctrina”, 0 “principtos sisteméticos seguidos por un ay, Tao por un conjunto de especialistas de una asignatura’™. La de. toro bein de las “escuelas” del derecho constitucional se ha hecho con distintos criterios. 2) Grocriricos. Ast, escuela espafiola o italiana del dere cho constitucional. Bn tal caso, se nuclea a autores, de distinta tho, cofoctrina, segin su nacionalidad o actuacién en wn pals ore. gion determinados*. b) Iosoxderos. Conforme a la orientaci6n politica de los cons. tituchonalistas enrolados en torno de una concepei6n particular so- saves origen, ejercicio y fines del poder estatal (v.gr., escuela neo- or sevadora, democratica, catdlica, liberal, marxista). c) EsTRUCTURALISTAS. En razon de la idea que tengan sus ™miem- bros sobre la composicién y estructura del derecho constitucional. Esto se emparenta de inmediato con el método de andlisis de la disciplina, ya que de la nocién que se tenga del derecho constitu- Gional, dependeré el método de su estudio. La clasificaci6n de las Escuelas, desde una perspectiva estructuralista, permite distinguir sus tres tipos basicos. 1) Upmensionauistas. Para esta concepcién, el derecho cons- titucional cuenta con una sola estructura. Hay un unidimensio- natismo normativo, que equipara el derecho constitucional a las normas constitucionales, y un unidimensionalismo factico, que identifica a la disciplina con los hechos o conductas relativos a la organizacion del Estado. a) Unidimensionatismo normativo. Esta postura entiende que el derecho constitucional, basicamente, se compone de normas. Par ella, “s6lo la ley, el derecho positivo, es materia de la ciencia, y él sentido de la ciencia no es otro que elaborar un sistema perfecto de conceptos” (Conve). La corriente es lamada también “posit 4 Casaneuss, Diccionario de derecho usual, t. Il ciones Seiccela" , tT, p. 99, con las dlistintas aceP- clones de I or “esol” en el derecho, Desde luego, la palabra escuela” puede wit Caer neem, MAIUN, © Gon une AmnpNo. Begin ta rivera soaDeKen, ‘solamente Face ek £2 ume "escunls! determipada a qulenes subran con preci, todos los més generoso, por ejemph posicién. En cambio, si se emplea el término con un criterio Tait generoo, pot ejemplo en el tentido de “tendencia”o de “corinte’,e8 posible cap- tarde que elle aceite escuela 8 un milmero mayor de eutores y oatedréticon, bas: ere wae aabiatn 9 certas ness blacas de oolnekdences doctrinarias. ciempl, Late nt Glasiicacion “nacional” de las escuelas consttucionalistas, Ye. PO , Curso de derecho politico, t. Il, p. 61 y siguientes. 4 En cuanto una clasi ciona y cones ma Casleacén de corte Wdeolgico de autores de derecho const el Instituto de Ciencias Sociales”, aa politica en la Argentina, “Revista Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 18 vismo” (porque la norma constitucional iti por el Estado~ es considerada objeto primatio del eerie ig wane cho constitucional), o también “dogmitica jurfdica”. Algunas ve. ces se la denomina “racionalismo” 0 “formalismo". Conctitayé ia escuela predominante desde la segunda mitad del siglo xx hasta bien entrado el siglo xx‘. ee Quizés el iniciador de esa tendencia, en el derecho constitucio- nal, sea Kart von GerBer, padre del derecho piiblico, quien en 1865 pretendié estudiar la asignatura desde un punto de vista exclusiva- mente jurtdico, cosa que significa concentrar el andlisis del dere- cho constitucional en la norma constitucional formal, y no en sus dimensiones sociales 0 axiolégicas. Por lo dems, Gerser identifi- ca al derecho publico con el derecho del Estado, Pau Lapano, lla- mado el “ejecutor testamentario” de Gerser, profundiza aquella di- rectriz y propone edificar al derecho constitucional partiendo del texto legal de la Constitucién (todo el derecho es el derecho positi- vo) y a partir de éste, descubrir (mediante una operaci6n intelec- tual légica) las relaciones juridicas emergentes de la norma consti- tucional, y los principios jurfdicos generales. En definitiva, para Labano, ei derecho es nada més que normas jurfdicas, que son las del derecho positivo vigente. Niega al derecho natural, y despla- za del mundo jurfdico el problema de los fines de las normas y la cuestién del mejor derecho —o derecho deseable- a elaborar**. E] positivismo juridico constitucionalista encontraré después en Keusen a su mejor expositor y sistematizador. Su teorfa, autodeno- minada “pura” del derecho, se llama asf porque propone “una depu- racién de la ciencia jurfdica”, en el sentido de que el derecho no debe preocuparse de los valores jurfdicos, ni del comportamiento social, ni de la politica: su radio de accién es el deber ser normati- vo, y no el deber ser filoséfico, ni el ser de la realidad. El dere- cho es nada mas que un conjunto de normas en vigor,'e incluso el Estado se identifica con el orden juridico. Derecho y Estado, pues, son la misma cosa, ya que el Estado es “la personificacién del orden juridico”. Ast, la teorfa general del Estado es la teorfa gene- ral dei derecho; y el “orden jurfdico”, el “orden estatal”, vale decir, Gnicamente derecho positivo". 4 Ver, sobre el tema, Compe, Introduccién al derecho pottico actual, p. 61, 82, 60 y 86. 48 Prevor, La ciencia politica, p. 42 y 43; De vs Ris, Prélogo, en Jeunes, “hoo fa general del Estado”, p. re ‘Lucas Vero0, Curso de derecho politico, t. Il, p. 64 ¥ 73; Lauaes Quorn, Tratado’ de la ciencia del derecho constitucional, t. 2, p. 82. : © Keusen, Teorfa pura det derecho, p. 18 y 15; Compendio de teoria genera det Estado, p. 15, #8.,9 Teoria general det derecho y det Estado, p. 215 y 2 Escaneado con CamScanner 76 ‘TEORIA DE LA CONSTITUCION Un excelente expositor del formalismo constitucionalista en Francia, Carré DE Mainero dird, a su turno, que la idea que debe formarse un jurista del Estado, dependerd de los “datos positivos proporcionados por el derecho pblico vigente”; que el derecho Ponstitucional presupone siempre una constitucién formal en vigor, y que el cientffico del derecho “no tiene que buscar principios Constitucionalistas fuera de las constituciones positivas™®. B] unidimensionalismo normativo -en la versién de la “dogmé- tica juridica’, “positivismo” o “formalismo"- parece perfilarse como una doctrina constitucionalista objetiva y politicamente neutra, ya que descarta del andlisis jurfdico lo referente a doctrinas y valores sociopoliticos (el derecho pasa a ser, bésicamente, “ciencia norma- tiva”). Nada més parecido al vacto jurtdico absoluto, en efecto, que propone el impresionante conjunto de ecuaciones y relaciones normativas, de conceptos formales, de métodos abstractos y de geo- metria legal. Sin embargo, tal doctrina fue ideolégicamente afin con el cons- titucionalismo individualista liberal (ver § 9), vigente durante el si- glo pasado. Esto pasa asi porque el unidimensionalismo norma- tivo no discute las bases ideolégicas del constitucionalismo de la primera etapa, entonces rutilante en Occidente, lo recibe “como esta”, y a partir de 61 comienza a trabajar juridicamente. Si esa normatividad constitucional es justa-o no, si responde o no a las necesidades colectivas, no le preocupa. No obstante, el jurista, al ocuparse de las normas (y nada més que de las normas) sin entrar a considerar su mérito y realidad, est4 de hecho afianzando a ese sistema normativo, al darle solidez cientifica, desarrollo conceptual y pureza dogmética, Al fin de cuentas, al servir cientificamente al aparato normativo en vigor, el unidimensionalismo normativo sirvié simulténeamente a Ja ideologia que anidaba en dicho orden Jurfdico: asf, pasé a ser un “instrumento tactico en defensa del sta- tu quo”, como apunta Cowne, quien agrega que por eso, “detras del derecho politico kelseniano esté el Estado de derecho liberal”*. Conviene alertar que Keisew no omitis et ‘i matividad tratamiento de las relaciones entre nor Inatividad y facticidad. E) orden jurdico estatal, dj, slo puede considerarse igen Keaton pets fleas hasta cierto grado; “esto es, cuando los hombres cuya conduct Tega or el orden normativo, se conduzcan ordinariamente de acuerdo con él, mer Cia” Un orden pend gue la representacion de este orden ejerce en su ‘conciet- Saris ix cn lurtdico estatal es supuesto como valido normativamente, agress, “slo to prado con careeva de los hombres, a los cuales se relere, coincide hasta ce Teorta general del derecho? endio de teorva general dat Estado,» ua y 113; stado, p. 140). © Came P. 8 Cont, Feet Wurta general del Estado, p. 11% al dereciw politico actual, p. 63, 65 y 91- Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 7 En resumen, el unidimensionatismo normativo, especialmen- te en cuanto al derecho constitucional, forma parte de la llamada “jdeologia del derecho", es decir, de aquella doctrina que pretende presentar los problemas jurfdicos como cuestiones normativas, ex- clusivamente técnico-formales, esterilizadas politicamente, ajenas a Jo que en justicia deberfa ser, y abstrafdas de los conflictos y ur- gencias reales que se desarrollan en la esfera de los hechos*?. Eso, en cuanto a su matiz ideolégico. Respecto al éxito cientf- fico del unidimensionalismo normativo, el carécter parcial de esta escuela (al rehuir el estudio de la realidad social y de los va- lores) provocé su decadencia académica, puesto que result6 insu- ficiente para realizar una explicacién seria y convincente de la problemética constitucional. Quien sélo conozca a la constitucién escrita, puede decirse, no conoce en verdad a esa constituci6n: “Si un politélogo, enviado a un pafs desconocido, pretendiera describir- nos su estructura politica mediante explicaciones legal-formales, hoy no seria respetado por sus colegas més prestigiosos”, advierte Row. Al ignorar el mundo de las conductas, el unidimensionalis- ‘mo normativo cuenta con un “bajo poder de prediccién” sobre 1a eficacia (cumplimiento) del orden jurfdico bajo estudio. Lo dicho no obsta, como observa este autor, que “el estudioso formal legalis- ta tiene un puesto en la politologfa” y, desde luego, agregamos, en el derecho constitucional®. Por otra parte, al omitir el examen de los valores juridico-poli- ticos, la dogmética jurfdica formalista deja al derecho constitucio- nal en una actitud pasiva y estética, puesto que slo mediante los reclamos derivados del orden de los valores (mayor justicia, mayor libertad, mayor paz, mayor igualdad, etc.), es pensable la renova- cién de la normatividad constitucional en vigor. b) Unidimensionalismo factico. Segtin esta tesis, el dere- cho constitucional se encuentra situado en el Area de los hechos: por eso se la llama también “realismo”, o “direccién realista”. La norma, desde esta perspeciva, importa en cuanto efectivamente re- gule conductas: vive en el comportamiento social, 0 no existe, sal- vo en el papel. ® La ideologta juridica intenta despolitizar los problemas juridicos, al prego” Nar que puede haber respuestas juridicas apolfticas (esterilizadas 0 neutras con rela- ‘ién a las ideologlas politicas) para resolverios. La tesis es falsa, ya que como medio de ordenacién social, el derecho es obligadamente tributario de un modo (ideologia) de ‘consumar ese orden, por lo que no puede ‘existir un orden juridico puro 0 imparcial frente a la problemdtiea del poder (ver Eveuun, La practica ideolégica det derecho, IML y se; Carus, Materiales para la rfiica de la filosofta det Estado, p. 130 % Row, Introduccién a la cencia polttica, p. 30 a 34. Escaneado con CamScanner 78 ‘TRORIA DE LA CONSTITUCION Probablemente sea Max SeypeL, al exponer en 1873 su autotitu- lada “teorfa realista” en materia de derecho ptiblico, quien lidere esta posicién. El punto de partida del andlisis del Estado debe ser, sostenfa, 1o dado, lo que existe, actitud que obliga a desechar en ese estudio toda ficcidn o ilusién: “por lo tanto, nada de reglas, instituciones y prineipios". Como consecuencia, el poder politico no existe en virtud de la constitucién, sino la constitucién en virtud del poder politico. Poco después, Gumpowicz agregara que el derecho constitucio- nal es el conjunto de reglas jurfdicas que el Estado impone para es- tructurarse y regular sus relaciones con los particulares. Pero la palabra “regla” 0 “norma” no quiere decir aqui “precepto jurfdico”, sino la organizacién misma que mantiene al Estado. En definitiva, el derecho constitucional “es un hecho, una institucién de hecho, una relacién de hecho..., el Estado mismo”®, Las posturas realistas cuentan en la actualidad con buenos ex- ponentes y excelente predicamento, aunque con diferentes modali- dades. Asi, Duvercer aclara explicitamente que la orientacién fun- damental de su obra es sociolégica y no metafisica: no se propone desarrollar una concepcién teérica del Estado, sino analizar los he- chos y las realidades. Por eso, “el derecho constitucional es cada vez menos el derecho de la Constitucién”, para ser el derecho de las instituciones politicas, “conténganse o no en el texto de la Constitucién”. Ademds, a esas instituciones politicas no se las puede comprender con un mero anilisis de los textos juridicos: de- ben ser consideradas segtin su organizacién concreta y real: “debe intentarse ver cémo funcionan de acuerdo con el derecho y, ade- més, cémo escapan al mismo"®*, Aunque con un ritmo més moderado, Lorwensten subraya que corresponde enfocar los estudios constitucionalistas con un criterio realista y pragmdtico, y no tedrico-abstracto, Lo que se trata de averiguar, en concreto, es “la préctica de hecho y la dindémica real 7 7 Constioucin tanto en e] Estado moderno como en su desarro- ferae = - Una constitucién, a la postre, no es un conjunto de , Sino “lo que los detentadores y destinatarios del poder ha- 4 . De tes Rios, Prélogo, p. XII y XIll, en Jeuumex, “Teoria general del Bstado % Guuevomee, Derecho politico fil . ilosdfico, p. 271 y 272, Para este autor el dere Se coeteorional Se perfila como un sector del derecho politico, y refiere al ae asses consttueonales destinadas a afrmar los derechos poltics ¥ ere” ta eS 1m oman © Donn en, Instituciones politicas y darecho constitucional, p. 1, 5.9 ¥ 10 Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 79 cen de ella en la practica... Para que una constitucin sea viva debe ser por lo tanto efectivamente vivida"s?, i" El unidimensionalismo factico ha tenido el enorme mérito de hacer bajar de las nubes al derecho constitucional, y obligarlo a pisar tierra. Importa en cuanto eso una actitud loable de sincera- miento jurfdico-polftico, especialmente al denunciar a los reales ocu- pantes del poder, despejar las ilusiones normativas y desenmas- carar las ficciones de la constitucién, programadas de cuando en cuando para seducir a los dominados y obtener asf un consenso obediente. Ha operado, paralelamente, como un eficaz demoledor del unidimensionalismo normativo. Sin embargo, el unidimensionalismo factico peca, como toda actitud parcial, de omisiones. Su defecto, en este orden, no estri- ba quiz4 tanto en la infracotizaci6n de las normas (puesto que, en definitiva, las acepta cuando son cumplidas), sino en el traspapela- miento de la dimensién valorativa del mundo juridico-politico. Si el derecho constitucional es praxis, conducta, comportamiento, realidad y nada més que eso, tal tesis puede llevar a concluir que allf agota su cometido y que al jurista le toca solamente describir tal situacién. Consecuentemente, en caso de borrarse de ese escenario los valores clave (bien corntin, justicia, libertad, paz, igualdad, etc.), que son los que impulsan la modificacién y el mejoramiento de la realidad constitucional, el constitucionalista corre el riesgo de ser otro apuntalador del statu quo existente (sea cual fuere éste), con lo que el unidimensionalismo féctico, rival encarnizado del unidi- mensionalismo normativo, puede terminar convirtiéndose en lo mis- mo que él; esto es, en una ideologia conservadora del esquema de poder imperante (esta constatacién es sugestiva en cuanto el cons- titucionalismo estadounidense, donde tanto éxito tiene el unidi- mensionalismo factico, que a la postre no imagina y menos propo- ne alternativas de sustitucién a la estructura politica vigente desde hace dos centurias). 2) Biomensionauisras. BIDIMENSIONALISMO NoRMATIVO-FAcTICO,_Des- de esta 6ptica, el derecho constitucional es visto con una doble estructura, Seguin las variantes habituales, existe un bidimensio- nalismo normativo-factico (el derecho constitucional es visto co- mo un conjunto de normas y de hechos referidos a la constitucién), ¥ un bidimensionalismo normativo-axiolgico (el derecho cons- titucional se integra con normas y cont valores). * Loewensren, Teorfa de la constitucién, p} 18, 97 y 217. i Escaneado con CamScanner 80 ‘TRORIA DE LA CONSTITUCION Tal corriente postula un andlisis ee de las normas y de los el derecho constitucional. ee a "Teor general del Estado (1900), Jeuumex se propone separar con ctiidado la teorfa jurtdica de la no jurtdica (sociol6- gica). Resulta obligado, dice, distinguir una y otra parte. La doc- trina jurfdica del Estado es una ciencia de normas, y el arte del jurista consiste en “abstraer de los fendémenos juridicos normas, y en deducir las consecuencias que éstas implican”: de ahf que la dogmatica jurtdica y el método jurtdico tengan su fisonomfa pro- pia, y sean imprescindibles. Hasta aqui, Jetunex formula un planteo al estilo formalista. Pero, acto seguido, reconoce con franqueza que “no es posible hacer investigaciones eficaces de derecho ptblico sin un conoci- miento de lo que es posible politicamente”. Lo que es imposible politicamente, expone, no puede ser seriamente objeto de investi- gacion juridica. Primera consecuencia, pues, “lo que no puede lle- gar a alcanzar realidad, jamés debe ser objeto de la investigacion Juridica”. En segundo lugar, Jeuuwex detecta que una norma puede ser alterada en su ejecucién por las fuerzas polfticas, de tal modo que la realidad produce que el contenido de tal norma, aunque formal- mente no haya cambiado, sea en verdad distinto. Y en tercer tér- mino, alerta que la realidad crea normas: “lo real tiene en general una tendencia psicol6gica a transformarse en obligatorio”. Esa te- sis, llamada de la = normativa de los hechos”, constata, en Telaciones reales de dominacién late un vigor normativo, de ial modo que a la postre ellas pasan a ser juridicas. 10 real se transforma en normativo”. Las conexio- Puede verse as dogmatica juriaie COM? JeuuNEK, partiendo del supuesto de que “la ridica es i S6lo “mantenienne 2, ETeeMplazable”, concluye por sostener que de verse libre de. 24 14 vista en la realidad politica es como pue- erraciones la teorfa del derecho politico”. A las luces, p nal (normative 9 faugS%° autor introduce un enfoque bidimensio- también renovarigin #2), Para crear la norma juridica, aplicarla ¥ " deuuinex, de quien Keisen dijo que hizo “el * sss, or : gener noon oe Torta yeneral cat Estado, p. 8, 9, 12, 14, 87, 254 y 257, Serecho.- PeUteo Une ta exigenci 51240, P. 14, quien expone: “De otra parte, elew vy Ma Glencia del derecho abana ae Se produzcan sin cesar nuevas reglas una de sus funciones mas nobles si red" Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 81 compendio perfecto de la teorfa del Estado del siglo xx”, y que otros calificaron como la cumbre de la época Positivista, aporté, desde una perspectiva liberal, los datos basicos para el pase del unidimensionalismo normativo al bidimensionalismo normativo y sactico™, El bidimensionalismo ha encontrado grandes refuerzos al co- menzar el creptisculo del individualismo liberal. Después de Ruvotr Kueuten®!, Scumitt, desde una éptica decididamente antiliberal, de- clara en forma categérica que “no hay ningtin sistema constitucio- nal cerrado de naturaleza puramente normativa”, ya que el concep- to de ordenacién jurfdica constitucional “contiene dos elementos completamente distintos: el elemento normativo del derecho yel elemento real de la ordenacién concreta”. De esos dos factores, Scuurrt hace prevalecer al segundo: la constitucién (de Weimar, por ejemplo) es valida no porque figure normativamente en un Papel, sino porque se establece por la voluntad y decisién del pueblo ale- man. Esa voluntad, aclara, “se da de un modo existencial: su fuer- 2a 0 autoridad reside en su ser”. Sin tal decision politica previa, la constitucion y las leyes constitucionales consecuentes carecen de sostén: “Todo lo que dentro del Reich aleman hay de legalidad y Normatividad, vale solamente sobre la base, y solamente en el marco de esas decisiones", Scimir7, quien labra la Partida de defuncién del “Puro concepto normativo de la constitucién, tal como lo supone la idea liberal”, destaca que el elemento existencial (voluntad deci- Soria popular de establecer la constituci6n) es el que “funda la unidad polftica y juridica, més alld de las contradicciones sisteméti- cas, incongruencias y oscuridades de las. leyes constitucionales con- cretas”®, Concomitantemente, Rupoir SMEND explicaba que, como dere- cho positivo, la constitucién no es solamente norma, sino también realidad: es “realidad integradora”, La constitucién -expone- ope- ra en cuanto orden jurfdico Para el proceso de integracién del Esta- G0,% de tal modo, es parte esencial el desarrollo cotidiano y vivo del cuerpo politicos, Jese ar ohza.a hacer aplicaciones al pasado y no tratase de favorecer las fuerzas que ‘“vudan @ abrir el camino hacia el futuro”. $ Cone, Introduccion al v de to politico, tt Gr derecho politico actual, p. 60; Lucas Verv0, Curso de te giant, Introduccién filostfica al derecho, p. 650, nota 170 ; fae, Teorta de la Constitucion, p. 10, 12, 25 y siguientes luna serie eae. Aue, para Sueno, el Estado es un ente que consiste basicamente en ae, rrontsos © actos constantes y cotidianos de integracién: personas, funcio- Participacién de Individuos en los hechos concernientes a valores encarnados en él Escaneado con CamScanner 82 TEORIA DE LA CONSTITUCION El bidimensionalismo normativo-factico ha tenido refuerzos de fuentes ideolégicas diversas. En Italia, Vicenzo Miceu!, por ejem- plo, ha destacado que en el derecho constitucional hay dos elemen- tos distintos, dos ordenamientos: uno, el formal, impreso por el legislador; el otro, de hecho, emergente de la sociedad real. Cons- ‘antino Mortati, con su distincién entre la constitucién formal (el texto constitucional) y la constitucién real, subraya igualmente los paralelismos y las diferencias que median entre la dimensién normativa y la existencial del derecho constitucional, fuente esta ‘ltima, a su vez, de una normativa peculiar, e integrada por la clase dirigente, polttica, gobernante (por un lado) y la clase goberna- da, por el otro. Santi Romano, al formular su posicién institucio- nalista, ensefia que el derecho constitucional no se agota en las normas formales de la constitucién, sino que su estudio integral tiene que enfocar al derecho como una institucién (en el caso del Estado, habr4 que contemplar entonces sus elementos reales, es- tructura y operatividad). Prolongando esta propuesta, BiscaretTt pt Rurria, que se adhiere a la concepcién institucionalista, indica que la ciencia del derecho constitucional no puede actuar “limitén- dose a la mera exégesis de los textos, a la simple interpretacién de las normas juridicas particulares, sin preocuparse de la vida que hierve activamente en torno al jurista", La doctrina marxista del derecho y del Estado transita asimis- mo por una ruta bidimensional, normativo-factica. Para ella, en efecto, el derecho es primero un conjunto de reglas de conducta (normas), que son érdenes del Estado. Tales normas expresan la voluntad de la clase dominante, determinada a su turno por las condiciones de vida material -las relaciones de produccién- de esa sociedad. En particular, el derecho cumple el papel instrumental de afianzar la situacién de poder de la clase econémicamente fuer- = El mundo jurfdico se compenetra as{ con una dimensién exis- neial o factica, donde cabe detectar una estructura base (la eco Estado, etcétera: “Ash ues el Estado vive, y es solamente en este proceso de renova- = meanents coratante revivir". Una de las piezas vitales z ‘esa operatividad eee "avo, Derecho constitucional comparado, p. 73 a 7. da (ee Lucas Veazo, Curse COR SiorTo Purror, Feneact) debe asimismo ser subrave" constituciomal, p. 67 a Tey? PICO, & 2, D. 112 y #8. Bucanern RUE Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 83 nomfa) y superestructuras como el derecho (conjunto de normas) y la politica. Corresponde aclarar que para el marxismo el derecho socialista no es un mero apéndice del mundo econémico, ya que cumple tam- bién un papel especial, creativo, “en el desarrollo del régimen so- cial socialista y en la edificacién del comunismo”. E] derecho socialista, se afirma, “es una de las palancas principales de que el Estado socialista se vale para llevar a cabo la transformacion de las relaciones econémicas”: fortalece su régimen estatal, desarrolla la democracia socialista, fija una disciplina planificada en la direccién de la economia socialista, da forma a las relaciones de trabajo, et- cétera, Hay entonces una correlacién (sic) inevitable entre der cho, politica y economfa._ En conclusién, cabe pensar que el andli- sis del derecho, pese a definfrselo como un conjunto de normas, importa también el conocimiento de las relaciones basicas de pro- duccién que informan a esas normas y el impacto de éstas en las relaciones econémicas®, 3) TriimensionaListas. En este 4mbito pueden insertarse los publicistas que constatan en el derecho constitucional tres parte: Jas normas constitucionales, los hechos o comportamientos refe: dos a la constitucién del Estado, y los valores que deben inspirar a esas normas y hechos. En la posicién tridimensionalista conviven Posturas y actitudes muy diversas, segtin el contenido que se dé a cada uno de esos tres sectores. a) Tridimensionalismo. Bases y tipos. Esta doctrina esti- ma que en el mundo jurfdico hay tres sectores esenciales: la reali- dad (dimensi6n factica de los hechos o conductas), la norma (dimension normativa) y los valores (dimensién axiolégica, valora- tiva o estimativa). La trascendencia de cada una de estas partes, sus formas de integracion e incluso la propia naturaleza de cada una de ellas, va- Mia segiin las distintas posiciones. Puede hablarse, también, de un nsionalismo explicito y vertebrado, esto es, el tridimensio- nalismo expresamente asumido y sistematizado, al estilo de la teo- tla tridimensional de Reate y del trialismo de Goupscrmipt; y de un tridimensionalismo espontaneo e informal, propio de quienes seman una vision tripartita del derecho, aunque sin estructurarla l€ modo organico ni definirse como tridimensionalistas®, Y sigue hZO4O" Y otros, Torta det Estado y del derecho, p. 24, 208, 282, 284, 917 a Sobre Jos autores afines al triimensionalismo, ff. Reatt, Teorda tridimensto- “arucho, b. 68 y ss; Gouscinan, Introduccién flesdfica al derecho, p18 ¥ Escaneado con CamScanner 84 ‘TEORIA DE LA CONSTITUCION También puede diferenciarse un tridimensionalismo juridi- co, desarrollado en el 4mbito del derecho, de un tridimensionalis- ‘mo polético, desenvuelto en el campo de-la ciencia politica y de la teorfa del Estado. En otros casos, hay tridimensionalistas que al unificar derecho y polftica, obviamente hablan de un tridimensiona- lismo juridico-politico. Con relacién al derecho constitucional -una asignatura con capftulos comunes al derecho y a Ja politica, los aportes del tridimensionalismo jurfdico y del polftico le son simulté- neamente provechosos. En todo caso, el tridimensionalismo opina que no puede lograr- se un andlisis completo del mundo jurfdico y, por supuesto, del derecho constitucional, sin recurrir al andlisis de la norma, de la realidad y de los valores. Se trata de tres aspectos considerados indispensables para conocer al derecho, de tal modo que si el juris- ta prescinde, por ejemplo, de los hechos, daré un enfoque insufi- ciente, por irreal y deshumanizado, del fenémeno que investigue. Si olvida los valores, también habré déficit en su estudio, puesto que tnicamente mediante la estimativa jurfdica podré juzgar el mé- Tito de los hechos y de las normas, auspiciando criticamente su mantenimiento 0 reforma. Si traspapela las normas (caso raro en los estudios de derecho) ignorar4 un material bdsico para la regula- cion de la vida social*”, b) Corrientes tridimensionalistas en derecho constitucio- nal. Un tridimensionalismo incipiente puede detectarse en Hav- miou, cuando distingue en el régimen constitucional de un Estado las ideas morales, politicas y sociales, por un lado; el derecho de la constitucién (reglas jurfdicas constitucionales 0 infraconstitu- cionales, segtin el caso, aun consuetudinarias) por el otro; y el PO der que efectiviza las normas y las impone a las fuerzas sociales®. Concomitantemente, en la doctrina alemana de la primera pos- Sirs, a reaccién contra el formalismo dogmético-positivista no lo iba sosteniendo que el orden jurfdico, ademas de ser un siste- ma de normas, era algo existente en la realidad (raz6n por la cual 7 valider del derecho constitucional debia estudiarse tanto desde ae je normativo como el sociolégico), sino que afadia que al fonts cree ’a también la legitimidad (justificacién) de esas 5 'e a juicios de valor, de derecho natural y de inte- « i sion faction aot deneagtbarece la tentacion de subsumir la norma dentro de la dimen 4a) 0 como tna seers ehtendiéndola como un dato de la realidad (cuando €s I frase literaria (si no se la obedece), Incluso Gouoscisupt habla d¢ Jurtdico y mundo Pens la dimension normativa del derecho. Ver Sacuts, Mundo © Hamov, Prinbipios P. 179 y siguientes. de derecho ublico y constitucional, p. 12 4 15. Escaneado con CamScanner i EL DERECHO CONSTITUCIONAL 85 rés tutelados (Kaurwann, Leiuoiz, entre otros). El prot: : conjunto de la norma, de la realidad Metis Gla tre riamente propuesto®, ¥ de los valores esté pues se- A su momento, Heuter formula unos aportes decisivos que bien pueden ensamblarse con planteos tridimensionalistas. Distingue pri- mero la constitucién normada (jurfdicamente, mediante las nor- mas legales oficiales; extrajuridicamente, por la costumbre, la mo- ral y la religién); y tal es el campo de la normatividad. Junto a él coexiste el rea de la normalidad, que se desenvuelve en el 4mbi- to de la realidad y esté compuesto por las conductas habitules (pre- decibles) de los miembros de una sociedad. Este sector de la normalidad se integra con comportamientos acordes con la nor- matividad, o en contradicci6n con ella (dicho de otro modo, la normatividad abarca el orden del deber ser, en tanto que la norma- lidad el del ser). Pero también Heuer habla de la justificacion del Estado, y en ese punto menciona que la organizacién politica se legitima por razones de seguridad juridica, en tanto y en cuanto sirva para la aplicacién y ejecucién de los principios morales del mundo jurfdico, estudiados principalmente por la filosofia del dere- cho. Emerge aquf la dimensién axiolégica que Heuer analiza cru- damente y en su aspecto préctico al estudiar, por ejemplo, el con- flicto entre los deberes éticos del derecho y los preceptos jurfdicos positivos™. En 1940, Reate desarrolla su teorfa de la naturaleza tridimen- sional del Estado. Distingue el hecho del poder; el valor o valores que justifican a ese poder, y el complejo de normas que regulan la accion del poder, actualizando los valores. En resumen, explica, la teorfa del Estado cuenta con tres partes: la teoria social 0 socio- logica del Estado, ocupada de la realidad estatal; la teorfa juridica del Estado, donde se sittia el derecho constitucional, y la teoria axiol6gico-politica, ocupada de los valores, terreno propio de la. f- losofia politica, Poco después, en 1941, Nawasxy hablaré también de los tres sentidos principales (jurfdico, sociolégico, ideolégico) en que se manifiesta el Estado”. : ‘A su vez, Buroeau destaca que el derecho es, en principio, un conjunto de normas reglas jurfdicas; pero la ciencia del derecho © Lemyo.z, Concepios fundamentales de la potitica y de teorta de la Constitu: cin, p. 27 y s8., 34 y 85, y 49. i 70 Hiruza, Teorta del Estado, p. 242, 264, 260 y siguientes, 1) Renz, Teoria do direito @ do Estado, p. 948 y ss., 962 y ss. asus on come adherentes a ta division tripartita del Estado a De Caxwuio, N. oe Soma fawnany Porro Feaseana y LOvRwal, Viawova, entre otros (también Nastascn general del derecho, p. 44). Escaneado con CamScanner 86 TEORIA DE LA CONSTITUCION cna xn, nt oh Ht pte hae Blas de os oa ceelente”. “al elemento normativo, pues, an aan realidad Paralelamente, la norma esta inspira- habe fea de derecho, que es la representacién de un orden so- da en la idea oF que debe ser la sociedad”. La Constitucién, como Caen) "de gobierno, fija un fin a los gobernantes, inspirado precisamente por esa idea de derecho, que sé perfila como el ele- mento axiolégico™. : : En la doctrina italiana puede mencionarse:también a D'Eurema, quien rechaza una doctrina exclusivamente normativa de la consti- tucién, dado que la validez de la ley suprema no involucra sélo un problema juridico, sino también de hecho, cosa que obliga a consi- derar los factores politicos de tal indole. Tampoco podré prescin- dir, afiade, de los aspectos finalistas del orden jurfdico. La pre- sencia de realidad, norma y valor vuelve pues a repetirse en este esquema”, Otro autor que incursiona implfcitamente en una visién tridi- mensional del Estado es Friepricu, cuando apunta que una conside- racién cientffica de la ley debe abarcar su aspecto normativo y su aspecto factico, incluyendo asimismo el problema de la legitimidad del gobernante y de la expresién, por la norma, de los valores, inte- reses y creencias de la comunidad. “Los hechos y las normas, la conducta factica y las preferencias normativas se hallan ligadas fac- tual y légicamente”*, Pai En Espafa, Xtrra Heras sostiene que “el derecho constitucio- reac: erento, no consiste, sin mas, en el conjunto de leyes prefercntonales”. Aparte del ordenamiento constitucional ~regién Pig peat le normative, existe el orden constitucional vigent? Inspirarse on igeial, Gmbito de indole existencial), debiendo ambos Por su parte Gascuee taat ae rialista del tridimensionnne, ooebsHmint, fundador de la versién trialista ch pole presen a dee contin ero si nado, y el segundo del Estado zs ae en de un Estado titucional ¢ ciencia politica, p. 76, y7, 142 y 197, ¥ Dee | cho cons do de ta fica, p. , instituctones pollens a 108 & 197, 142 y BD Curao de derechepetica, i ri costituzionale, p. 6 8, citado por Lt % Kina Hone, OY el gobierno, p. 91 y 92. derecho constitucional, t. 1, p. 91 y 92- ‘Venn, Escaneado con CamScanner EL DERECHO CONSTITUCIONAL 87 Naturalmente, encuentra en el derecho constitucional una es- tructura tridimensional, compuesta -en el orden de las realidades- por los repartos de potencia e impotencia que realizan, en primer término, los gobernantes. Las investigaciones socioldgicas y socio- grdficas son vitales para conocer esta parcela de la realidad soci: saber quiénes mandan y cémo mandan. El problema axiolégico también esta presente (interesa, en particular, lo referente al régi- men de justicia), y obviamente, el orden normativo, encabezado por el ordenamiento constitucional’’. Quizé la concrecién mas extensa y calificada del trialismo en el derecho constitucional la realiza Bipart Campos, en particular mer- ced a su Tratado, cuyo subtitulo (“Realidad, normatividad y justi- cia en el derecho constitucional”) clarifica perfectamente su afi- liacin a esta escuela, siguiendo las huellas de Gotpscumipt. Por nuestra parte, hemos aceptado sus pautas bdsicas en diversos tra- bajos”. D) Princirios EsPEciFIcos § 39. Inrropuccion. - Empleamos la expresion “principio cons- titucional” en el sentido de Moran”, es decir, como idea-fuerza 0 si se prefiere, idea directiva (Larewz)", El papel de los principios constitucionales es orientativo de la gestion del constituyente y del operador de la constitucién (jefe de Estado, legislador, juez, ministro, etc.), y también del doctrinario. 7 Gouscmann, Introduccion filosdfica al derecho, p. 536 y siguientes. 7 Bwart Casros, Derecho constitucional, t. I y Il; Sacvés, Representacién politi- ca; Las leyes secretas; Mundo furidico y mundo politico, y otros. Cabe mencionar asimismo Boecam (Cuadernos del curso de derecho constitucional, t. 1, p. 62 y ss.), que se adhiere expresamente a una visiOn tridimensional de la asignatura; Lovez, Jntro- duccién a los estudios poltticos, t. 1, p. 119, para quien el derecho politico es un sis- tems de “preceptos juridicos, imbuuidos de valores morales, que deben regular la activi- ‘dad politica, y el estudio de’ cémo esa regulacién tiene vigencia en la realidad”; Tact ‘Acuusn (Derecho constitucional, tI, p. 25), que no obstante manifestar sus discrepan- ‘clas con el trialismo, puntualiza que el derecho constitucional esta formado por tres ele- penis: la conceptuacién normativa, la conducta real de los destinatarios de la norma y valoracién de la conducta y de la norma, : en ta _Drssente trabajo se ha reelaborado y emellsdo nuestro anterior estudio constitucis Ce del doveene maibins constitucionales, LL, 1901-C-808, y Los prineipios espectficos on Crow Preto Ausumuis, Temas de derecho constitucionat y adminisirati- Teeho coreg, £% &R Particular para subrayar la diferencia entre un principio de de- creta Goentitucional y el principio recepcionado o sanclonado pot una constitucién con- ‘er también, Lanexe, Metodologta de la ciencia det derecho, p. 418), Escaneado con CamScanner

You might also like