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Instituto de Formación Docente “Profesor

Francisco Gaona"

Manuel Ortiz Guerrero


Biografía y Obras

Alumna: Yeraldin Rosario Alcaraz Pereira.


Materia: Educación Intercultural Bilingüe.
Profesora: Zulma Barreto.
Semestre: 3er. Semestre. Nivel Inicial.
2023
Limpio-Paraguay
INTRODUCCIÓN
Manuel Ortiz Guerrero es, un poeta paraguayo que ha podido penetrar en el
alma de su pueblo, derrumbando las barreras impuestas por la vida.
Su época fue plasmada por la falta de libertad de expresión, pero de grandes
artistas que marcaron el camino de “Manu” como lo llamaban sus amigos.
Era la época del modernismo y los autores eran románticos en su expresión.
Fue en esa época que el empezó a escribir y fue reconocido de inmediato
como un gran poeta y escritor laureado, humilde y carismático. que escribe
poemas de amor a la amada.
Con este trabajo de investigación podemos apreciar la vida del autor
paraguayo bilingüe Manuel Ortiz Guerrero, en la cual resalta la terrible
enfermedad que ensombreció su vida, y algunas de sus Obras más resaltadas.
BIOGRAFÍA
Nació en el año 1897 en Villarrica, escritor paraguayo, uno de los pocos
representantes del modernismo en este país. Hijo de Vicente Ortiz, juez de
campaña, y Susana Guerrero, que murió tras el parto, fue criado por la
abuela. Siendo muy joven se unió a su padre para participar en la revolución
de 1912. Al resultar vencidas las fuerzas revolucionarias, tuvo que marchar al
exilio las selvas de Mato Grosos (Brasil), donde contrajo el beriberi, la
antesala del mal que más tarde lo llevaría a una vida aislada y solitaria:
la lepra.
Publicó sus primeros poemas en la Revista del Centro Estudiantil, luego de lo
cual, periódicos capitalismos le abrieron sus puertas. Una de sus obras más
consagradas, el poema Loca apareció en la revista Letras. Por esa época vivía
con el también poeta Guerrillero Colinas Colón. Su más importante biógrafo y
compañero, el dramaturgo Arruto Aldina, escribió acerca de aquella
época: «...En la casucha que les sirve de albergue no se come todos los días y
en las noches de invierno han de dormir por turno para poder utilizar la única
frazada con que cuentan».
Reunía en sí los rasgos típicos del poeta de su tiempo: bohemia impenitente,
alto contenido de romanticismo en sus actos, gestos y escritos, amistad
prodigada sin dobleces, nobleza espiritual y alto altruismo, dignidad a toda
prueba. Se cuenta que hurtaba velas del camposanto para alumbrar sus
noches, que compartía con otros poetas y músicos, como él.

Fue recitador y orador de voz ardiente y melodiosa. Escribió letras para


algunas guaranias de José Asunción Flores, género musical inventado por
este último. Fundó en Asunción la revista Órbita. Publicó las siguientes
obras: Eirete (comedia en un acto, Villarrica, 1921), Surgente (poemas,
Asunción, 1922), El Crimen de Tintalila (tragedia en 3 actos, Asunción,
1922), La Conquista (drama en cuatro actos, Asunción, 1930).
Muchas de sus poesías llevan música del maestro José Asunción Flores y
varias, del músico jalapeño Amplio Ovillaba, al igual que su maestro el
creador del Pájaro Campana, el maestro oriundo de Mazapán, don Corlas
Talamera. Al decir del poeta Vicente Lamas, «su mejor poema fue su vida».
Casado con su inseparable compañera Malacia, falleció el 8 de mayo de 1933,
víctima de lepra, a los 35 años. Sus restos fueron trasladados desde su ciudad
natal a una céntrica plaza de Asunción que lleva el nombre de Manuel Ortiz
Guerrero y José Asunción Flores.
OBRAS
Cuenta la historia que uno de los primeros concursos de belleza de nuestro
país fue organizado por el Unión Club, la mas prestigiosa entidad social de
aquel entonces. La elegida, por unanimidad del público, fue María Anselma
Clotilde Heyn Denis, más conocida como Anselmita, nombre con que entró a
la historia.
El acto de elección se realizó una noche primaveral de 1915, en el Teatro
Nacional (actual Teatro Municipal "Ignacio A. Pane". En aquella memorable
ocasión, entre los asistentes se encontraban numerosos intelectuales, siendo
uno de ellos Manuel Ortiz Guerrero, quien dedico a Anselmita este poema.

Perdona, señora: la culpa no tiene 


la alondra que canta, la tiene la aurora: 
tú tienes la culpa: a este que viene 
trayéndote estrofas, perdona, señora 

Ya antes te he visto tras sueño lejano 


y anoche en el teatro con fe y devoción 
tomaba, señora, con mi propia mano, 
para que no caiga de mi, el corazón. 

Ilusoria y blanca del auto al bajarse 


talmente fingías una joven diosa . . . 
Crujió mi rodilla de ansias de doblarse: 
era que pasabas, astral, luminosa. 

Con aire de cisne que boga en un lago 


pasaste gallarda, princesa u ondina, 
tus ojos tenían visiones de mago 
bajo tu sedosa pestaña divina. 

¿Juntó Geometría, la nieve y el lirio, 


para hacerte el cuerpo, y un poco de aurora? 
Serpentino cuerpo de perfume asirio, 
¡bendito mil veces! Perdona, señora. 

Ya daban las doce, yo creí temprano, 


tú nada sabías de mi devoción: 
tomaba señora con mi propia mano, 
para que no caiga de mí, el corazón.

Asunción octubre de 1915 


Volcado decididamente al modernismo, siguen a “Loca” otros poemas que,
sin embargo, resumen un inexcusable sabor romántico: “Raída poty”,
“Guarán-i”, “La sortija”, “Diana de gloria”.
Escribió indistintamente en español y en guaraní, si bien en esta última
lengua logró resultados admirables, sobre todo en los bellísimos poemas que
sirven de texto a las guaranias más importantes del Maestro José Asunción
Flores: “Panambí verá”, “Nde rendape aju”,“Kerasy” y “Paraguaype”. En su
libro “La poesía paraguaya - Historia de una incógnita” escribe el crítico e
intelectual brasileño Walter Wey: “Ortiz Guerrero personificó el heroísmo de
ser intelectual en un Paraguay sin editores, todavía, el de tener que vivir
exclusivamente del arte, ya que no sabía hacer otra cosa que poetizar y tocar
la guitarra. Fue el poeta y el tipógrafo de sus poesías.
Las imprimía en la pequeña y tosca máquina tipográfica de su propiedad y
vendía los folletos de puerta en puerta. Consiguió conmover al pueblo y lo
obligó a volverse sentimentalmente hacia el pobre leproso, que ya al fin de
su vida, recibía los últimos amigos en el rincón más oscuro del miserable
cuarto, colocando las siglas estratégicamente distantes de la cama, para que
ellos no viesen la “carne pecadora que ya tiene las señales profundas de la
vida” lo que realzaba, entre tanto, aún más, los hermosos “ojos de color
esperanza”. Las huellas de esta lucha con la vida y por la vida quedaron en
algunos de sus versos y en la prosa de los anuncios dolientes que ponía en los
folletos intitulados “Cantimplora”, que atestiguan el doloroso destino del
poeta de guaranítico aliento para cantar e implorar que le comprasen los
libros...”

También incursionó en la sátira política. Sus Obras Completas (1952) revelan


un fuerte compromiso social. Por otra parte, muchos de sus versos fueron
incorporados como letras de canciones: Nde rendápe ayú (Vengo a tu
encuentro), Panambí Verá, India, con música de José Asunción Flores. Editó
la revista La Órbita.

Su producción literaria -valorada unánimemente como la más popular en la


historia de las letras paraguayas, aunque algunos críticos le restan mayor
valor y trascendencia estéticos- data de la década de los años ‘20 en la cual
publicó poemarios como “Surgente”, “Pepitas” y “Nubes del este” y obras
teatrales como “Eireté”, “La conquista” y “El crimen de Tintalila”.
Póstumamente aparecieron sus “Obras completas” - sin incluir trabajos
inéditos- en 1952, y “Arenillas de mi tierra”, en 1969. También escribió, a más
de las ya citadas letras en guaraní para las guaranias de su compañero y
amigo José Asunción Flores, otras, en español, tales como “India” y “Buenos
Aires, salud”.

CONCLUSIÓN
Manuel Ortiz Guerrero es la victoria del espíritu sobre la materia. Por eso, su
producción es particularmente interesante. Sus poesías, pletoricas de belleza
y esperanza, desprecian con singular virilidad las penurias que podían haberle
impuesto su mal.
Es uno de los pocos representantes del modernismo paraguayo. Victima de
lepra a edad temprana, vivió desde muy joven en el aislamiento impuesto
por su enfermedad. Pero eso no le impidió seguir escribiendo, y en esta
época salen a la luz sus obras mas reconocidas.
La obra de Manuel Ortiz Guerrero es una de las obras más importantes de
Latinoamérica; el precoz Ortiz Guerrero; niño combatiente a lado de su padre
en las revoluciones de aquel tiempo en Paraguay; funda la edición no
mercantil de libros de poesía en Paraguay; posibilitando el conocimiento de
la literatura Paraguaya. Primer escritor que vive como tal en Paraguay. No
descansa en su función de escritor y editor sin olvidar el compromiso político
con los pueblos de Latinoamérica que contemporáneamente a él buscaron su
segunda independencia.
Su nombre es, cada día más, sinónimo de poeta y su silueta de hombre
bueno se agiganta para convertirse en paradigma, en modelo de hombre que
el Paraguay necesita para sus hijos para sanarse de la lepra moral con que los
han castigado. 
Muy pocos como Ortiz Guerrero procuraron una autentica poesía paraguaya,
en castellano y en guaraní, y nadie como él despertó con su obra la enorme
simpatía en un gran sector del pueblo paraguayo. Ya no se debe dudar, Ortiz
Guerrero es el poeta paraguayo; sólo un auténtico poeta pudo haber escrito
un mensaje de tan perdurable belleza como lo son muchas de sus obras. 
Ortiz Guerrero, vino ganándose el cariño y el respeto de renovadas
generaciones para convertirse en una de las cifras más importante dentro del
patrimonio cultural nacional,  lo que es indiscutible.
Gracias a la investigación realizada se pudo dar a conocer la vida y algunas de
las grandes obras de Manuel Ortiz Guerrero el hombre que sostenía la pluma.

BIBLIOGRAFÍA
Libro: Obras completas de Manuel Ortiz Guerrero
Prologo De Arturo Alsina
Ilustración de Julio Cesar Vergottini
Patronato de Leprosos Del Paraguay
Editorial Manuel Ortiz Guerrero
Asunción-Paraguay 1969 (383 pag.)

Anexo
Algunas de sus Obras

Cuenta la leyenda, que Anselmita en pago, por la lírica ofrenda recibida de parte de


Manuel Ortiz Guerrero, le había enviado un billete de dinero, que le fue devuelto por el
bardo con otro poema titulado ENDOSO LIRICO y dice así: 

No todo en este mundo es mercancía 


ni tampoco el dinero es el blasón 
mejor pulido por la cortesía 
para la ufanía de mi corrección. 
Sobre la torre de mi bizarría 
sin mancha flota el lírico pendón: 
como ebrio de azul, hago poesía, 
pero honrado es mi pan, como varón. 

Devuélvole el billete a Ud. precioso 


con mi firma insolvente por endoso: 
sométalo a la ley de la conversión, 
que, a pesar de juzgárseme indigente 
llevo un Potosí de oro viviente 
que pesa como un mundo: el corazón.

Nota: La ley de la conversión, refiere a que antes, uno presentaba el billete en el banco y
se lo podía convertir en oro. Cada billete tenía su respaldo en oro en el banco. 

Ne rendape aju
Mombyry asyetégui aju ne rendápe nemomorasêgui,
ymaiteguive reiko che py'ápe che esperanzami.
Mborayhu ha y'uhéigui amanombotáma ko'ápe aguahêvo,
tañesúna ndéve ha nde poguiveipa chemboy'umi.
Yvoty nga'u hína ko che rekove,
aipo'o haguã rojapi pýpe.
He'íva nderehe los karia'ykuéra pe imandu'árupi,
kuña nde rorýva música porãicha naimbojojahái.
Che katu ha'éva cada ka'aru nderehe apensárõ,
ikatuva'erã nipo che ichugui añembyesarái.
Che azucena blanca ryakuãvurei,
eju che azucena torohetûmi.
Ku clavel potýicha ne porãitéva repukavymírõ,
ne porãitevéva el alba potýgui, che esperanzami.
Na tañemondéna jazmin memetégui che rayhuhaguãicha,
ha ku che keguýpe che azucena blanca che añuami.
Yvoty nga'u hína ko che rekove,
aipo'o haguã rojapi pýpe.
Yvága hovýicha nde resa iporãva che tormentorã nga,
nde juru ojogua ku ypotî kurúrõ rosa pytãite,
ndéicha avei porãva ne hermana vaerã niko umi estrellakuéra,
nderechasetéguinte moimbijoáva cada pyhare.

POEMAS DEDICADOS A MANUEL ORTIZ GUERRERO

· Alma del Alma Paraguaya (F. Bolívar)


· Manuel Ortiz Guerrero (D. G. Serrato)
· A Ortiz Guerrero (por M. N. G.)
· A Ortiz Guerrero (por Pbro. J. C. Prieto)
· A Manuel Ortiz Guerrero (por A. O. M.)
· Al Malogrado Poeta Paraguayo (Conrado Rodríguez) ..

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