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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO SANTIAGO MARINO
SEDE-BARCELONA

CUALIDADES Y PAUTAS DE
UN MEDIADOR

Profesor:
Stiven Figuera

Estudiante:
Barcelona, 2023 Romero Victor #25
C.I: 31.840.436

La mediación es un conjunto de actividades


encargadas por un tercero ajeno a las partes en
conflicto para buscar una resolución pacífica del
conflicto. Este conjunto de estrategias, pautas y
tácticas pueden codificarse por separado, sin negar su importancia en el
desarrollo de la solución de un mediador, independientemente de las
características personales del mediador y la naturaleza del conflicto.
La mediación es un comportamiento humano y depende de muchos factores
diferentes que influyen en él, y se pueden encontrar patrones recurrentes y
principios subyacentes. El mediador debe presentarse y transmitir a las partes
las cualidades más importantes de un mediador en el proceso de mediación:
independencia, neutralidad, objetividad y profesionalidad. De esta manera, se
gana la confianza de todas las partes.
En esta descripción, los signos o síntomas no siempre son evidentes, pero
existen modos indirectos de transmisión. Según el rol que le quieras asignar al
mediador, se puede hablar de dos tipos de mediadores: mediadores activos y
mediadores pasivos. En definitiva, estos dos roles definen diferentes formas de
asumir los roles que les han sido asignados: en el primer caso, en particular,
actividades dinámicas, formulando (forjando) propuestas comerciales y
desarrollando las funciones de canales de comunicación; en segundo En tales
casos es limitado. Conducir el proceso de negociación entre las partes en
contacto directo, sin proponer un acuerdo, sino solo facilitando su realización
(arreglo).
De entrada, parece que el mediador asumirá un papel de negociación “pasivo”
en lugar de intervenir en la comunicación directa. Pero este papel cambia
rápidamente en sentido contrario: el mediador separa a las partes, expresa sus
propuestas y se convierte en el único canal de comunicación. Luego trató de
recoger el periódico viejo, pero luego lo abrió de nuevo.

1.- Calidad de la mediación.

Hay algunas cualidades y pautas necesarias que los mediadores deben seguir
cuando negocian, y se dividen en las siguientes categorías:

• Personal. Aunque estas cualidades se llamen “personales”, no significa


que sean necesariamente innatas, y por lo tanto el mediador debe nacer
con ello. Si no tiene estas habilidades, puede aprenderlas gradualmente
con una larga práctica. Estos rasgos de carácter personal están
relacionados con los aspectos psicológicos del individuo.

• Empatía: entendida como la capacidad de ponerse en el lugar del otro,


ayuda a los mediadores a comprender los argumentos de ambas partes
y sus representantes en situaciones relevantes, lo que les otorga una
ventaja significativa. Actividad. Valores para todas las partes: Otra
cualidad valiosa de un mediador es la capacidad de conocer las
perspectivas y valores de los demás.
Diferentes valores pueden influir en cómo se percibe, gestiona y resuelve el
conflicto.
Diferentes culturas tienen diferentes valores que deben ser interpretados
adecuadamente por un mediador fuera de esa cultura; así, por ejemplo, las
culturas orientales no exteriorizan situaciones de dolor e ira, lo que puede
inducir a error a los mediadores que ven los conflictos según sus propios
valores. Por otro lado, los conflictos en el sector agrícola no son los mismos
que en el sector servicios. La forma en que se desarrolla el conflicto y la actitud
de empresarios y trabajadores son, sin duda, diferentes en estos dos campos
de actividad.

2. para profesionales

• Objetividad y neutralidad: estas cualidades se aplican tanto al propio


mediador como a la institución a la que pertenece, y por definición un
mediador debe poseer estas cualidades. Si bien el mediador se
configura como un tercero independiente de las partes involucradas en
el conflicto, la objetividad y la neutralidad son rasgos característicos del
mediador. Por el contrario, la mediación realizada por un órgano paritario
se lleva a cabo conjuntamente por los representantes del empleador y el
sindicato. El requisito indispensable para ser aceptado como mediador
en el ejercicio de sus funciones es no favorable a la posición de ninguna
de las partes en conflicto. Esto no quiere decir que el mediador no tenga
una opinión propia sobre los temas envueltos en el conflicto, la cual
debe estar completamente fuera de su competencia, de lo contrario
perderá credibilidad ante una de las partes.

• Profesionalidad: es un requisito indispensable para que el mediador


comprenda la realidad del conflicto cuando se presenta. La mediación en
disputas matrimoniales no es lo mismo que la mediación en disputas
laborales. La comprensión de las relaciones laborales, los reglamentos,
la negociación colectiva y las soluciones utilizadas en conflictos similares
proporciona a los mediadores un contexto importante en el que hacer su
trabajo. Sin embargo, esto no significa que el mediador deba tener un
conocimiento exhaustivo del objeto específico de la mediación. Ambas
partes le informarán de los aspectos adicionales necesarios para la
realización de sus tareas.

• Confidencialidad: Si los mediadores quieren entender los intereses de


las partes y sus prioridades, deben garantizar la confidencialidad de la
información obtenida de cada reunión individual. Esta obligación de
confidencialidad subsistirá incluso después de concluida la mediación. Si
durante la mediación divulgas información que una de las partes te ha
comunicado, deberás obtener previamente el permiso de ésta si
entiendes que es imprescindible para la resolución del conflicto.

2.- Pautas de Mediación


¿Qué debe hacer el mediador?

1. Preparación para la Mediación: La mediación no debe improvisarse.


Debe prepararse con la mayor anticipación posible, recopilando todos
los datos necesarios e información adicional.

2. Estar equidistante de ambos lados: Estar equidistante de las partes en la


mesa de negociaciones crea la imagen de neutralidad que las partes
exigen del mediador.

3. Trate a ambas partes por igual: dé la misma importancia a ambas


partes. Conoce a ambos por separado al mismo tiempo. Garantizar el
mismo tiempo de uso de la palabra en la mesa de negociaciones.

4. Escucha activa: ver quién habla, ver las reacciones de otras personas,
entender lo que dicen y cómo lo dicen. Busque confirmación de que lo
que escucha es correcto.

5. Escriba los puntos clave: las presentaciones de las partes tendrán temas
interesantes para discutir o que requerirán aclaración.

6. Intervenir si es necesario: El papel de los mediadores es facilitar la


comunicación entre las dos partes para que su participación en las
negociaciones sea limitada.

7. Comprometerse cuando hay silencio: Relacionado con lo anterior, es


necesario fomentar la comunicación y las conversaciones cara a cara en
los momentos críticos.

8. Subrayar y reinterpretar lo que dicen las partes: Cuando surgen


tensiones, contraataques o malentendidos, el mediador necesita superar
los impasses, por ejemplo, siendo capaz de señalar los aspectos
positivos y reinterpretar lo que dicen las partes, eliminando juicios de
valor y posibles contraataques.
9. Valoración adecuada del papel asignado al mediador: No se debe
subestimar ni sobrestimar el papel que las partes han asignado al
mediador ni las expectativas creadas por este papel.

10. Confidencialidad: Los asuntos revelados por ambas partes durante las
negociaciones deben mantenerse confidenciales, tanto en reuniones
conjuntas como individuales.

La institución de la mediación se debe disponer como un instrumento más al


que las partes, sujetos de un conflicto y protagonistas del proceso, pueden
acudir cuando en la negociación directa, sin intervención de un tercero, se
encuentra dificultades que les impidan alcanzar su acuerdo.
Debe ser notorio que la mediación no debe reemplazar la autocomposición de
los conflictos por los propios sujetos protagonistas de los mismos. En este
sentido, no debe considerarse nunca como un fin en sí misma, sino como un
instrumento de ayuda a las partes, y como tal debe ser percibido por éstas.
Para que la mediación tenga este carácter se precisa que las instituciones que
la alberguen cuenten con mediadores debidamente capacitados para la función
que se les asigna, encarnando la imparcialidad y neutralidad necesaria para su
desempeño.

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