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PRESENTACIÓN

❖ Nombre: Crismel Luciano Mora.

❖ Matricula: BA-19-30366.

❖ Carrera: Licenciatura en Derecho.

❖ Materia: Sociología Jurídica

❖ Sección: BA03.

❖ Dia: Domingo Hora: 07:30- 10:00 A.m.

❖ Docente: Bienvenida Volquez Cuello.

❖ Tema: El Criterio Extraído de la Coacción.


EL CRITERIO EXTAIDO DE LA COACCIÓN.
Los términos coacción y violencia privada se emplean con frecuencia
en derecho, en ciencia política y en sociología para referirse al uso de la fuerza
que se impone a una persona para obligarla a decir o a hacer algo contra su
voluntad. Esta puede ser legítima, por ejemplo, cuando el Estado se reserva el
monopolio del uso de la fuerza para las fuerzas de seguridad, o ilegítima
cuando un sujeto priva de la libertad a otro sin razón lega
El criterio de la coacción emana de las penalidades establecidas por las leyes y
normas. El criterio de la coacción consiste en una reacción que es una
respuesta a la inobservancia anterior a una regla.
En el concepto de Derecho, Hart ofrece dos criterios para diferenciar las reglas
primarias de las secundarias. El primero se refiere al tipo de conducta que
regulan ambos tipos de normas; mientras las reglas primarias se refieren a
acciones que implican movimiento o cambios físicos; las del segundo tipo
prevén actos que conducen no simplemente a movimiento o cambio físico, sino
a la creación o modificación de deberes u obligaciones”. El segundo criterio se
refiere a la función social de cada clase de reglas; el objetivo de las reglas
primarias es imponer deberes, el de las secundarias es conferir potestades.
Según Hart, cada clase de reglas secundarias cumple la función de resolver un
problema que se presentaría en una sociedad con sólo normas primarias. Si
sólo existen reglas que imponen deberes, las normas se vuelven estáticas,
incapaces de adecuarse a las metamorfosis que puede estar sufriendo la
sociedad. Las reglas de cambio solucionan esta dificultad al introducir un
procedimiento que permite la transformación y extinción deliberada de las
reglas primarias. En general, las normas constitucionales que regulan la
modificación y creación de leyes son ejemplos de reglas secundarias de
cambio.
En una sociedad con sólo reglas primarias, no existe un procedimiento que
autorice a una persona, o a un grupo de personas, a decidir las diferentes
disputas que se presentan sobre la aplicación de las normas. Las reglas de
adjudicación solucionan este problema al permitir a los jueces definir si las
normas han sido quebrantadas y al otorgarle a la policía la potestad de
asegurar el cumplimiento de las reglas primarias. Finalmente, la creciente
complejidad de la sociedad y la proliferación de normas que ella genera hace
necesaria la existencia de una regla que permita determinar cuáles reglas
hacen parte del ordenamiento jurídico y cuáles no. Este problema, llamado por
Hart falta de certeza, se resuelve mediante una regla de reconocimiento que
especifica los procedimientos necesarios y suficientes para saber si una norma
es o no parte del sistema.
Coacción y Reglas Secundarias.
Según Hart, la reacción negativa que enfrentan quienes violan una norma es
uno de los elementos que diferencian las reglas de los hábitos. Es fácil
entender esta distinción ampliando un ejemplo suyo sugerido en El concepto de
derecho. Supóngase que una persona decide acabar con un viejo hábito de ir
cada sábado y domingo al teatro más cercano a su casa, para ver el último
filme.
La del criterio extraído de la coacción por medio de la cual las
reglas se aplican y aseguran su aplicación.
La sociedad produce las reglas y también una coacción que ejerce sobre el
individuo que la desobedece. Pero la coacción producida por la sociedad, es
decir, la coacción social, no tiene siempre la misma naturaleza. Esta diferencia
de naturaleza de la coacción social es la que permite diferenciar las dos
categorías de reglas, las jurídicas y las demás.
En ambos lados hay coacción social, pero la coacción no tiene en los dos lados
el mismo carácter. Así la coacción connota las reglas jurídicas cuando procede
un órgano especializado y cumple una función constante, mientras que las
reglas de usos sociales se caracterizan porque falta uno u otro elemento. Sin
embargo, la ley no es la única forma del derecho, existen también normas
consuetudinarias y en ellas, la presión social parece tan in organizada como en
los usos sociales. Los usos son costumbres no jurídicas y las costumbres usos
que se han juridificado, con lo cual la dificultad de este criterio de distinción
persiste. Por ello, algunos autores continuando el esfuerzo analítico, se limitan
a buscar una diferencia de grado: la coacción a la que la sociedad somete al
individuo es menos intensa que en la regla no jurídica; pero se cuestiona este
criterio por la falta de rigor científico, ya que el mismo no se obtiene
comparando sumariamente lo más y lo menos.
La del criterio extraído de la puesta en cuestión por efecto de la cual podrían no
ser aplicadas. Algunos autores, llegan a una constatación más radical del
criterio extraído de la coacción. Sostienen que los que conciben al derecho
únicamente a través de la sanción, no miden la ambigüedad de este criterio, ya
que afirmar que una regla es jurídica, cuando una vez desobedecida o
transgredida, desencadena un cierto mecanismo de coacción, tendiente a
llevarla a ejecución, es reconocer implícitamente que puede ser transgredida e
incluso que después de la transgresión la coacción puede muy bien no
producirse, con lo cual la posibilidad de transgresión se convierte en algo
mucho más importante que la posibilidad de coacción. Para la teoría que
estamos analizando, lo que caracteriza mejor a las normas jurídicas es la
posibilidad de una puesta en cuestión, una cierta naturaleza interrogativa. Lo
propio del derecho es una puesta en cuestión organizada. Se trata de una
contestación, no del derecho en sí mismo, en cuanto regla, sino de la
aplicación de la regla al caso concreto. Así, la institución de contestación toma
forma: es la forma típica del proceso, que desemboca en el juicio o en la
sentencia. Proceso y juicio son fenómenos psicosociológicos tan irreductibles a
todos los demás y tan especiales del derecho que parece razonable hacer de
ellos el indicativo de la juridicidad. El juicio es una duda que decide y el
proceso, la institución de la puesta en duda con una decisión final. Con lo cual,
desde una relación entre dos personas puede ser objeto de un debate ante una
tercera persona que decidirá, se debe concluir que esta relación no pertenece
ya al ámbito de las costumbres, sino que ha entrado al reino del derecho.
La coacción es un delito recogido en la legislación penal que consiste en
impedir a alguien mediante violencia a que haga lo que quiere hacer u obligarle
a hacer algo que no quiere hacer.
Los términos coacción y violencia privada se emplean con frecuencia
en derecho, en ciencia política y en sociología para referirse al uso de la fuerza
que se impone a una persona para obligarla a decir o a hacer algo contra su
voluntad.
La coacción se entiende como un delito contra la libertad. Esto significa que lo
que se protege al castigar la coacción es la libertad. Aquello que se quiere
proteger en un delito, se conoce como el bien jurídico protegido. Por tanto, en
este caso el bien jurídico es la libertad de las personas.
En este caso se trata de proteger la libertad del individuo tanto para que pueda
hacer lo que él quiera siempre que sea algo permitido por la ley, como la
libertad para que no le obliguen a hacer algo que o quiere hacer.
Tipo objetivo – Tipo subjetivo
Los delitos se componen de un tipo objetivo, donde se encuentran: el objeto, la
acción o el resultado y un tipo subjetivo, donde se integran el dolo o el ánimo
de lucro.
Tipo objetivo
Objeto: El objeto coincide con el sujeto pasivo de este delito. ¿Quién soporta
este delito? Cualquier persona que pueda ver doblegada su voluntad.
Acción: Es fundamental que haya violencia para que exista coacción, esta
violencia puede ser intimidación personal o fuerza en las cosas. Por ejemplo,
se entiende que se coacciona en los casos del empleo de drogas a un sujeto,
aunque no haya violencia materialmente.
Resultado: Conseguir que una persona realice un acto sin su consentimiento,
sin querer realizarlo.
Tipo subjetivo
En este delito solo se requiere el dolo: Es decir, que sea voluntad de quien
comete la coacción querer emplear la violencia para doblegar la voluntad de la
otra persona.
Causas de justificación
En la legislación existen varias causas de justificación que hacen que no se
castigue la coacción porque se entiende justificada. Estos son:
Estado de necesidad: Este estado aparece cuando los derechos legítimos de
un individuo solo pueden ser salvados con el menoscabo de los derechos de
terceros.
Ejercicio legítimo de un derecho.
Cumplimiento de un deber.
¿Qué se busca mediante la coacción?
El culpable puede tener dos fines: impedir lo que la ley no prohíbe o efectuar
una acción no deseada, sea justa o injusta. Además, la violencia ejercida sobre
la víctima puede ser física, compulsiva (intimidación) o implicar fuerza en las
cosas.
Se trata de un delito doloso cuya acción debe tener una intensidad suficiente
para provocar el resultado perseguido. Es decir, la fuerza o la violencia debe
doblegar la voluntad ajena, pero esta debe ser la intención del culpable,
demostrando su propósito de someterla a sus propios criterios.
Una coacción podría ser legítima bajo ciertas circunstancias. No obstante,
habría que comprobar caso por caso si estas coacciones se aplican de forma
justificada. Las coacciones legítimas son las siguientes:
La policía hacia la sociedad.
Los padres hacia sus hijos.
La internación de un enajenado mental en contra de su voluntad.
La imposición de tratamientos médicos de manera obligatoria.
El criterio de la coacción
emana de las penalidades
establecidas por las leyes y
normas. El criterio de la
coacción consiste en una
reacción que es una
respuesta a la inobservancia
anterior a una regla
El criterio de la coacción
emana de las penalidades
establecidas por las leyes y
normas. El criterio de la
coacción consiste en una
reacción que es una
respuesta a la inobservancia
anterior a una regla
El criterio de la coacción
emana de las penalidades
establecidas por las leyes y
normas. El criterio de la
coacción consiste en una
reacción que es una
respuesta a la inobservancia
anterior a una regla
El criterio de la coacción
emana de las penalidades
establecidas por las leyes y
normas. El criterio de la
coacción consiste en una
reacción que es una
respuesta a la inobservancia
anterior a

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