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Fernando VII durante su reinado tuvo 4 matrimonios, pero no tuvo descendencia

hasta el cuarto con su sobrina María Cristina. Tuvieron dos hijas, Isabel y Luisa
Fernanda. Por ello, Fernando abolió la ley Sálica e impuso la Pragmática Sanción, con
el fin de que Isabel pudiera gobernar. Sin embargo, su hermano Carlos está en contra
de ello, ya que él quiere heredar su trono.

Tras la muerte del rey, Isabel todavía es muy joven, por lo que María Cristina
ocupa la regencia hasta que su hija alcanza la mayoría de edad. A este reino lo
apoyan los liberales y moderados que le proporcionaba un ejército para los posibles
enfrentamientos, y a cambio María Cristina les admitía algunas peticiones. Por otra
parte, se oponen los carlitas (absolutistas) que van a favor del hermano de Fernando
VII, Carlos (Las guerras Carlistas).

Durante el reinado de Isabel II se destacan los partidos políticos y el ejército. En el


sistema convivían los moderados y progresistas. Posteriormente apareció la unión
liberal, y el partido demócrata. Fuera del sistema tenemos a los carlistas
(absolutistas) y republicanos. El ejército se vuelve esencial durante la Guerra de la
Independencia y la Guerra Carlista. Aprovechando la debilidad de los partidos
políticos, los generales se convierten en jefes de los mismos y posteriormente darán
golpes de estado “pronunciamientos”.

Durante la regencia de María Cristian surge la Primera Guerra Carlista (1839),


donde se enfrentaban los carlistas (absolutistas), apoyados por el clero, campesinos y
nobleza rural, con los isabelinos (partidarios de una monarquía reformista y un
liberalismo moderado), apoyados por el ejército, clase media y burguesía.
Finalmente, tras varias derrotas, los carlistas negocian la paz con el general isabelino
Espartero, firmando el Convenio de Vergara (1839).

Paralelamente a dicha guerra, durante esta regencia, se distinguen diferentes


gobernadores cada vez más radicales dentro del liberalismo. Primero, se destaca el
gobierno de Cea Bermúdez (un absolutista moderado), luego Martínez de la Rosa,
liberal moderado que inicia un ligero cambio político, estableciendo un sistema
bicameral, es decir la Cámara alta eran personas elegidas por la regente, pero la
Cámara Baja por el sufragio censitario. Eran unas Cortes solamente de carácter
consultivo. Posteriormente, el Conde de Toreno nombra ministro a Mendizábal,
cuyos objetivos son reformar el Estatuto Real, acabar con la Guerra Carlista y sanear
la economía. Por ello, comienza la primera desamortización de bienes de los
monasterios y conventos siendo vendidos en una subasta pública. Mientras tanto, los
enfrentamientos entre moderados que querían mantener el estatuto Real, contra los
progresistas que querían retomar Las Cortes, provocó la dimisión de Mendizábal.
Isturiz aprovecho la situación para sustituirlo, pero el pronunciamiento de La Granja
(1836) obliga a María Cristina a reimplantar las Cortes de 1812. Bajo el gobierno
progresista de Calatrava y su ministro de Hacienda, Mendizabal, se continua las
desarmotizaciones y redactan la Constitución de 1837, con ideales progresistas.
Características:

- Más moderada que la de Cádiz


- Soberanía nacional, pero la Corona tiene un gran papel.
- Sistema legislativo bicameral
- Se recogen numerosos derechos y libertades

María Cristina disconforme con el gobierno progresista, ayuda a los moderados


ganar las elecciones, lo que llevará a nuevos pronunciamientos por los progresistas.
La reina acudió a Espartero para que le ayudara a estabilizar la situación. No
obstante, la regente no estuvo de acuerdo con el programa presentado por
Espartero, por lo que tuvo que dimitir, exiliándose a Francia.

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