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Apunte General Civil Chileno
Apunte General Civil Chileno
A. DEFINICIONES
Alessandri señala que existen dos formas de definir le Derecho civil, la sintética y
la descriptiva, la primera conceptualiza el derecho civil como el Derecho privado común y
general, nosotros agregamos que como consecuencia de estas características, es además
supletorio; por su parte, descriptivamente se puede definir como el conjunto de principios
y preceptos jurídicos sobre la personalidad, y las relaciones patrimoniales y de familia.
B. CONTENIDO
1. La persona. El Derecho civil se centra, en primer lugar, en los sujetos de derecho. esto
comprende la determinación de quienes invisten tal calidad, el principio y el fin de su
existencia, sus atributos y las condiciones y requisitos que deben reunir para actuar en el
ámbito jurídico.
2. La familia. El Derecho civil rige la organización de la familia y define el estado de cada
uno de sus miembros dentro de ella.
3. El patrimonio. El patrimonio se define tradicionalmente como el conjunto de derechos y
obligaciones valuables en dinero que pertenecen a una persona. Esto incluye la regulación
de los derechos reales, los derechos personales y los derechos de sucesión por causa de
muerte.
Derechos reales. Son aquellos que otorgan a su titular un goce exclusivo sobre una
cosa, siendo denominados también como derechos de exclusión, en razón de que
permiten excluir a los demás del derecho que se tiene sobre la cosa. En ese sentido
lo establece el art. 577 del Código de Bello.
Derechos personales. Son aquellos que solo pueden exigirse de ciertas personas que
por un hecho suyo (declaración unilateral de voluntad, delito o cuasi-delito, contrato
o un cuasi-contrato) o por la sola disposición de la ley, han contraído obligaciones
correlativas consistentes en dar, hacer o no hacer algo.
1. Es derecho privado; ya que regula las relaciones entre particulares, o las relaciones
ente particulares y el Estado, cuando este último actúa como sujeto de derecho
privado. Estas relaciones son esencialmente de intercambio, derivadas de la
necesidad que cada uno tiene de los otros.
Es menester recordar que el Derecho Público se encarga de regular las relaciones
que se dan entre el Estado, en su papel de autoridad, y los ciudadanos o súbditos. En
este sentido la relación que se da entre estos sujetos es de igualdad, sino que es de
carácter vertical o de subordinación.
Esta distinción es de gran relevancia, toda vez que los principios que rigen a las
ramas del Derecho Privado difieren a los que guían a las de Derecho Público. De
esa forma, el Derecho Privado se encuentra dirigido por la Justicia Conmutativa o
por equivalencia, propio de los actos de intercambio en los que se busca el trato
justo. Por su parte, el Derecho Público es regido por el principio de Justicia
Distributiva o proporcional, la cual no persigue el bien particular, sino que busca el
bien común, es por eso que la relación que se da en este entendido es de reparto o
atribución.
Empero, esta posición, que en su momento fue considerada como la summa divisio
del Derecho, hoy no es uniformemente aceptada. En este sentido, el prof. Francés
François Chénedé, propone que incluso dentro del Derecho Privado existen normas
e instituciones de carácter conmutativo (transferencia) y distributivo, no siendo
dicha separación cosa de ramas del Derecho.
1. LA BUENA FE
Por su parte, según la teoría monista, la buena fe es una sola, siendo la faz subjetiva
la que la conceptualiza y la faz objetiva el método de evaluación de sí se ha cumplido con
la exigencia de actuar de correctamente.
2. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD
Fuerza obligatoria del contrato: Este principio implica que lo acordado entre los
contratantes es obligatorio. Se encuentra recogido en el art. 1545 Código Civil. el
contrato es una ley para los contratantes y éstos no pueden eximirse del cumplimiento
de la obligación sino en virtud de su mutuo consentimiento o por causas legales.
Principio de la libertad contractual: La libertad contractual supone que los
particulares son libres para crear toda clase de relaciones jurídicas que estimen
La autonomía de la voluntad se traduce en que los individuos son libres para regular
sus relaciones jurídicas sin intervención de legislador y sin más limitaciones que las
impuestas por la ley, el orden público y las buenas costumbres. En consecuencia, la
autonomía de la voluntad no es un principio absoluto y encuentra ciertas restricciones.
La ley: las limitaciones que impone la ley se traducen en que el acto voluntario no
puede transgredir la ley y, por otra parte, que el acto voluntario no puede importar
la renuncia de aquellos derechos que las leyes declaran irrenunciables. Son
ejemplos de esta última restricción los arts. 12 (principio de irrenunciabilidad), 1469
(prohibición de renunciar a la acción de nulidad), 1892 (prohibición de renunciar a
la acción de lesión enorme), 2494 (imposibilidad de renunciar anticipadamente a la
prescripción) del Código de Bello. Por su parte, manifiestan la prohibición de
transgredir la ley se evidencia en los arts. 10 (sanciona general de nulidad), 1461
(imposibilidad moral del objeto), 1467 (sanciona la causa ilícita) del Código Civil.
En cuanto a las buenas costumbres, estas son los usos y costumbres que están
arraigados en la sociedad, que ésta considera conformes a la moral, como normas
básicas de convivencia social.
El orden público y las buenas costumbres se consagran como límites a la autonomía de
la voluntad en los arts. 1461, 1467 y 1475 del Código del ramo, entre otros.
2ALESSANDRI, ARTURO; SOMARRIVA, MANUEL y VODANOVIC, ANTONIO, Tratado de Derecho Civil. Partes
Preliminar y general. P.211, t. 1.
grandes negocios como en los de menor entidad, tales como las compraventas de artículos
de bajo precio. Obtener ganancias es una meta legítima de todo comerciante en particular, y
de toda persona en general, luego viene a ser normal que el patrimonio de una persona se
enriquezca a costa del patrimonio de otra. El Derecho no cierra los ojos ante esta situación,
pero exige que el enriquecimiento se base en un determinado motivo, ello da pie al
principio del enriquecimiento sin causa.
Los modernos códigos del siglo XX sí lo han recogido, entre ellos: el Código Civil
de Italia de 1942, en su artículo 2041; el Código Civil alemán, artículo 812; el Código Civil
peruano en su artículo 1954, entre otros
3.1. La acción in rem verso
3 ALESSANDRI R., ARTURO, SOMARRIVA U., MANUEL Y VODANOVIC H., ANTONIO, Tratado de las
obligaciones (Editorial Jurídica de Chile, segunda edición ampliada y actualizada, Santiago, 2004)
Volumen I De las obligaciones en general y sus diversas clases, p. 61.
4PEÑAILILLO ARÉVALO, DANIEL, obra citada, p. 102.
5En efecto, dicha norma enumera cinco fuentes de las obligaciones: los contratos, los cuasicontratos,
los delitos, los cuasidelitos y la ley.
6PEÑAILILLO ARÉVALO, DANIEL, obra citada, pp. 102 – 104.
Esta acción es la que corresponde aquel que ha sufrido el empobrecimiento en
contra de aquel que se ha enriquecido, y tiene por objeto la indemnización de perjuicios.
Puede intentarse tanto como acción, pero además puede oponerse como excepción
“si el actor pretende obtener un enriquecimiento injustificado”7.
a. La accesión
Las prestaciones mutuas están reguladas en el art. 908 y siguientes del Código de
Bello, en el evento de deducirse una acción reivindicatoria o de dominio, o como
consecuencia del efecto retroactivo de la nulidad, y si ésta es aceptada por el tribunal
competente, el reivindicante, es decir, el dueño de la cosa deberá pagar las mejoras
necesarias hechas por el poseedor vencido, incluso si éste se encuentra de mala fe, ello se
explica porque de haber tenido el reivindicante la cosa en su poder, de todas formas
hubiese debido realizar las mejoras necesarias, ya que, en caso contrario, se deteriora o
destruye la cosa.
Se debe tener presente que las mejoras necesarias se pueden dividir en mejoras
ordinarias o extraordinarias. Corresponden a las primeras, aquellos gastos más o menos
periódicos, que exige el uso natural de la cosa y que son indispensables para conservarla y
cultivarla. Por otra parte, los segundos, son aquellos gastos que ocurren por una vez o a
largos intervalos de tiempo, y que conciernen a la conservación y permanente utilidad de la
cosa.
Se encuentra regulada en el art. 2320 del Código de Derecho Privado, norma que
indica que deberán responder por el hecho ajeno aquellos que tengan a otros bajo su
cuidado, como el padre, el guardador, etc., En razón de la norma parafraseada debe
entenderse que estrictamente no existe una responsabilidad por un hecho de un extraño,
sino que por una culpa propia, obedeciendo a un doble fundamento: la culpa in eligendo y
la culpa in vigilando implicando la primera, el comportamiento diligente de los
dependientes de una persona y la segunda, la negligencia de una persona en la vigilancia y
fiscalización del comportamiento de otra. En razón de que por este doble fundamento, el
Código de Bello, impone a una persona que no realizó directamente el daño su
indemnización, este mismo cuerpo normativo en su art. 2325, entrega un derecho de
repetición al que debía supervigilar o elegir diligentemente en contra del causante directo
del daño, siempre y cuando no tenga efectiva responsabilidad en el hecho dañoso. De
existir una respuesta diferente en nuestro ordenamiento jurídico, se produciría un
enriquecimiento sin causa.
4. PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD
El término responsabilidad tiene una diversidad de significados, de esa forma Carlos Nino
señala los siguientes:
La responsabilidad para el Derecho civil se define por los resultados que puede generar, -
Alessandri agrega que no se define por sus fundamentos -, de esa forma puede ser definida
como como la obligación que pesa sobre una persona de indemnizar el daño sufrido
por otra.
Resulta de vital importancia para el estudio la responsabilidad civil, señalar que su función
es siempre restauradora o compensadora, pero jamás tiene el carácter de sanción.
5. INTERPRETACIÓN JURÍDICA
El árbitro considera
la equidad, el juez la ley
“Aristóteles”
5.1.CUESTIONES PREVIAS
9Existe también una clasificación que distinguen entre interpretación privada e interpretación
oficial, distinguiendo dentro de esta última entre interpretación auténtica, cuando es realizada por
un acto de legislación, e interpretación judicial e administrativa, cuando es producto de un
dictamen judicial o administrativo. Esta clasificación nos resulta insuficiente, en virtud de que tiene
como parámetro la ley y no al Derecho.
10Pese a lo prescrito en la primera parte del art. 3 del Código Civil, existen varios órganos
administrativos dentro de nuestra legislación que se encuentra habilitados para interpretar la ley,
5.2.Tipos de interpretación jurídica
aunque no se trata de cualquier ley, sino solo aquellas que se encuentra dentro de su esfera de
competencia, por ejemplo el Servicio de Impuestos Internos según lo indica el art. 3º y 7º del código
de aquel ramo.
resolución del caso, exige también una calificación probatoria de éstos. Junto con este
proceso, para determinar los hechos que fundan el conflicto, y con los cuales se resolverá,
debe existir una calificación jurídica de los hechos, esto es determinar qué calidad jurídica
se le atribuye a cada acontecimiento11.
Una vez que se han fijado los hechos y que se les ha dado una calificación jurídica,
el juez debe proceder a la valorización de la norma, ésta consta de dos operaciones
diferentes, en primer lugar, establecer cual o cuales son las normas a que debe someterse la
solución del conflicto, y la segunda, determinar el sentido de la norma o normas, frente a
las circunstancias particulares del caso específico.
Sin perjuicio de todo esto, es importante que el lector tenga presente que el
razonamiento que debe realizar el juez, luego del proceso de valorización, es de carácter
extralógico (lo que no lo vuelve en ilógico), y se traduce particularmente en la dialéctica y
la retórica,
5.3.Elementos de interpretación.
Como hemos dicho, el juez, debe valorar los hechos, establecer las normas
aplicables al caso y determinar el alcance de esas normas. Durante todo este proceso el juez
utiliza razonamientos del tipo extralógicos, como la dialéctica o la retórica, según sea el
caso, acompañados o delimitados por ciertos elementos interpretativos que debe seguir.
Esta última delimitación no es dada solamente por corolarios lógicos, sino que
existe un breve estatuto normativo en nuestro Código Civil que se encarga de prescribir
elementos interpretativos, a saber los arts. 3°, 4°, 11, 13 y 19 a 24, del mencionado cuerpo
de leyes, los que, a su vez, fueron inspirados por la normativa del Código Civil de Luisina y
en las enseñanzas del Von Savigny.
Importancia fundamental posee esta distinción dentro del recurso de casación en el fondo en
11
materia civil, de conformidad a lo dispuesto en el art. 767 del Código de Procedimiento civil.
12La analogía puede jugar un doble papel: como sistema de interpretación propiamente tal, o como
elemento de integración.
5.3.1. Elemento gramatical.
De conformidad a lo prescrito por el art. 19 del Código de Bello, la función del elemento
gramatical es determinar el sentido de la ley, lo que es independiente de su formulación
gramatical. Esto quiere decir, que lo que debe ser claro no es la letra de la ley, sino que su
contenido y alcance, y para determinar esto debemos, a su vez, utilizar los demás
elementos, como el lógico, por ejemplo.
Ahora bien, el inciso 2° del art. 19 no hace más que reafirmar la expresión sentido,
determinando que cuando éste carece de claridad, es ha permitido adentrarse en los demás
elementos interpretativos. Menester es agregar, que al señalar intención o espíritu nos invita
claramente a realizar una interpretación teleológica.
Ahora para determinar el tenor literal de la ley, es necesario hacer uso de los
artículos 20 y 21 del nuestro Código. El primero se refiere a que las palabras deberán ser
entendidas en su sentido natural y obvio, salvo las que se encuentren definidas por el
legislador. Y el segundo se refiere a las palabras propias de una profesión u oficio. El art. 20
nos presenta dos problemas, el primero es saber si el significado que debe tomarse en
cuenta es el que imperaba al momento de dictarse la ley o el que se utiliza al momento de
su aplicación, y el segundo es saber de dónde se obtiene este significado natural y obvio.
Pero el art. 20 tiene un segundo problema: las palabras definidas por el legislador.
La dificultad se traduce en muchas veces e legislador no es correcto o preciso al definir, por
lo que no puede aplicarse en forma absoluta la normativa del art. 20. Por último, en cuento
al art. 21 nos encontramos frente a problemas de sintaxis.
Esta conclusión se ve reforzada por el hecho de que no hay disposición reguladora que
autorice o permita recurrir a una supuesta voluntad del legislador como criterio o elemento
de interpretación.
Entonces, cabe la pregunta ¿que busca el intérprete de la norma al utilizar este elemento
interpretativo?, la respuesta está dada por mas preguntas: ¿cuando se dictó la ley?, ¿cómo
se dictó la ley?, y ¿con que finalidad se dictó?. Para dar respuesta a estas incógnitas la
jurisprudencia ha dicho que se debe atender a la discusión que se ha dado en el congreso,
informes de las comisiones respectivas, el mensaje con que son introducidas al congreso, o
la opinión que tiene el autor de la ley sobre el tema de esta.
Lo encontramos en los arts. 4, 13 y 22 inc. primero del código del ramo, y consiste en el
análisis estructural del pensamiento expresado por el legislador 13 . Como insinuamos
previamente, la labor de la hermenéutica jurídica no utiliza la lógica tradicional, esto sería
imposible en razón de los factores en juego al momento de ejercer el raciocinio lógico, a
saber un conjunto de premisas generales, las que en la mayoría de los casos se opondrán
una a la otra, y de las cuales el juez deberá escoger una, junto con la posibilidad casi
certera de que los hechos, ya previamente determinados y calificados jurídicamente, no se
adhieren a la premisa mayor, por lo que el juez deberá hacer uso de las herramientas
constructivas antes mencionadas. En segundo lugar, nos encontramos con los hechos, o la
premisa menor, los que como ya dijimos no siempre calzan en la premisa mayor, y mas
aún son muy complejos de determinar. Y por ultimo, la conclusión traducida en la
sentencia, que carece de aptitud absoluta, limitandose, como también lo dijimos en su
momento, solo a obligar a las partes comparecientes del caso.
Es por eso que el intérprete juridico deberá utilizar métodos páralogicos (dialéctica,
respecto de la cual no nos referiremos) o extralogicos (puramente jurídicos) para la
resolución del conflicto intersubjetivo. El método extralogico se traduce en el análisis de la
norma en conjunto a su contexto normativo.
Para efectos de determinar qué es este elemento, el que dicho sea de paso encontramos en
el art. 22 inc. 2, debemos primero determinar que entender por sistema, en razón de las
limitaciones de raciocinio descritas en el punto anterior, se esa forma, entenderemos por
sistema al conjunto de normas que se refieren a unos mismos conceptos jurídicos, que
conciernan la misma materia, que tengan igual finalidad. Esta concepción presupone que
nuestro ordenamiento sea completo14 y coherente15, dado que de esa forma el intérprete
puede buscar los fines que persigue la ley, no del legislador (recuerden que la base
hermenéutica de la interpretación jurídica es la objetividad del análisis) en cualquier cuerpo
normativo legal, sin que sea necesario que exista un sistema formal del derecho en
interpretación.
13Entiendo por tal a muchos legisladores, jamás identificable con el concepto errado de la
“voluntad del legislador”
14Es completo desde que la ley impone al juez a resolver el caso en estudio, incluso cuando no hay
norma que lo resuelva, por medio de la equidad o el espíritu general de la legislación.
15Este punto significa un verdadero problema, en razón de la existencia de instituciones como la
derogación tácita.
El art. 24 de nuestro código hace alusión a dos conceptos indeterminados, el espíritu
general de la legislación y la equidad natural, relegándolas, aunque sea a primera vista, a un
papel supletorio respecto de los elementos antes señalados. Decimos que a primera vista
serían supletorios, porque estos principios informan todo el proceso interpretativo. En este
sentido es necesario recordar que el espíritu general de la legislación se encuentra en los
elementos lógico y sistemático, mientras que resultaría enteramente ridículo en que el
intérprete buscará una solución alejada de la equidad, dado que este configura cualquier
método de interpretación.
Los principios generales de la legislación tienen una amplitud superior a las normas de las
que se informa, pudiendo obtenerlos por procedimientos inductivos o deductivos, lo que lo
hace volátil a las modificaciones normativas.
5.4.Conclusión
Dicho lo anterior, no debemos olvidarse jamás que todo proceso hermenéutico, tiene
una sola meta fundamental: alcanzar “lo justo”, por medio de los elementos antes
mencionados.
1855 – Concluido el primer examen del proyecto de 1853, éste fue sometido a una
segunda revisión, dando lugar al “Proyecto Definitivo o Aprobado”. El 22 de
noviembre de 1855 el presidente de la época Manuel Montt presentó el proyecto
definitivo al Congreso Nacional para su aprobación como ley de la Republica, junto con
un mensaje de Andrés Bello.
Dado que someter el proyecto a votación por partes retrasaría su promulgación, éste fue
aprobado en conjunto por ley del 14 de diciembre de 1855. Es necesario señalar que el
proyecto promulgado por el presidente Montt no es el mismo proyecto definitivo,
dado que al proyecto aprobado por las Cámaras, se le hicieron un número considerable
de correcciones, no solo gramaticales y literarias, sino que también de fondo y se
dispuso su entrada en vigencia el 1° de enero de 1857.
ANDRÉS BELLO
Don Andrés Bello es considerado como el más grande humanista de Iberoamérica, nace en
Caracas el 29 de noviembre de 1781.
Bello llegó a ser uno de los más eminentes juristas de América. Para su formación en este
campo, fueron fundamentales sus años londinenses. Allí profundizó en el Derecho
Internacional, agregando a los conocimientos tradicionales las novedades producidas por
los grandes acontecimientos de la época: las guerras napoleónicas, la Independencia de
América y el Congreso de Viena.
Decisiva para su formación jurídica fue su adhesión a la escuela utilitaria de Jeremías
Bentham. Las ideas de éste sobre codificación influyeron poderosamente en la monumental
tarea de preparación del Código Civil de la República de Chile, que se considera uno de los
más grandes aportes del sabio caraqueño.
Andrés Bello muere el 15 de octubre de 1865. Su fallecimiento fue motivo de duelo para
todo el país.
Cuatro libros. Cada libro se divide en títulos, los títulos en párrafos, los párrafos en
artículos, y cada artículo en incisos. Por ejemplo; el artículo 25 tiene dos incisos, el
artículo 141 tiene cinco incisos.
Titulo final. Consta de un solo artículo que trata sobre la observancia del Código en
comento y dispone su entrada en vigencia el 1° de enero de 1857.
Nuestro Código Civil destaca por su sobrio estilo, la claridad y precisión de lenguaje y su
originalidad. En este sentido, el Código Civil tomó en consideración las circunstancias
nacionales y no es una mera copia de las codificaciones contemporáneas ni de las leyes
españolas que regían en Chile.
Entre las innovaciones que introduce el Código Civil en nuestra legislación destacan:
1. Es un Código en que se impregna el principio de objetividad V.gr el art. 2468, 1490
y 1491,
2. Consagración de la igualdad de chilenos y extranjeros ante la ley.
3. Inviolabilidad y libre circulación de la propiedad. Que se manifiesta en las
asignaciones forzosa, en la obligación de dividir los bienes raíces, como es el caso del
art. 1337 N°1.
4. Principios generales de derecho internacional privado, consagrados en los arts. 14 a
18.
5. Establecimiento de un sistema registral relativo a la propiedad inmueble, con la
consagración del sistema de información ligada, art. 728.
6. Regulación completa y sistemática sobre las personas jurídicas.
7. Una reglamentación uniforme y detallada en materia de presunción de muerte por
desaparecimiento
Los principales defectos que se han podido apreciar en el Código Civil son:
La ley es la principal y virtualmente única fuente del derecho. Tanto autoridades como
ciudadanos comunes deben someterse a ella. Este principio se manifiesta principalmente de
dos formas:
Este principio guarda perfecta concordancia con el art. 19 no 2 de la Carta Fundamental, que
asegura a toda persona la igualdad ante la ley. Se encuentra enunciado en términos
generales en el art. 55 del Código del ramo y se regula en particular respecto de ciertas
materias:
El Código Civil recogió la concepción matrimonial propia del Derecho Canónico. Por ello,
el matrimonio es monógamo e indisoluble y así lo expresa el art. 102 del Código Civil. En
lo que respecta al sistema de filiación, éste es engorroso y rígido. Originalmente nuestra
legislación distinguía dos clases de filiación:
Filiación legítima, que se caracteriza por que la concepción se verifica dentro del
matrimonio de los padres, para el caso en que la procreación fuera antes de que los
padres contrajeran matrimonio, surgía una categoría especial, los hijos legitimados.
Filiación ilegítima, que es consecuencia de la procreación en que no media vínculo
matrimonial, ni antes ni después. El estatuto aplicable a la filiación ilegítima es
sumamente desfavorable. En este caso no mediaba reconocimiento alguno. Sin
embargo, el hijo ilegitimo tenía derecho a alimentos necesarios, si se cumplían ciertos
requisitos.
o Hijos naturales son aquellos nacidos fuera del matrimonio, pero han sido
reconocidos por su padre, madre o ambos. La filiación natural sólo produce
efectos personales y limitados respecto del padre o madre que presta el
reconocimiento, más no respecto de sus ascendientes (de ahí que se diga que los
hijos naturales no tienen abuelos).
El reconocimiento era libre y espontáneo, quedaba absolutamente entregado a la
voluntad del padre o la madre que reconocía. El objetivo tras esta reglamentación era
evitar la investigación de la paternidad.
El artículo 582 del Código Civil, se refiere al estatuto de dominio, y en su inciso primero
señala que; “El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa
corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra ley o contra
derecho ajeno”.
Esta concepción se atribuye a la influencia liberal del Código Civil francés, que considera
que una propiedad libre de trabas y susceptible de continua división es base del progreso
social y asegura el interés de la comunidad. Este principio se manifiesta en el Código Civil:
1. NOCIÓN DE PERSONALIDAD
De acuerdo con el art. 55 “son personas todos los individuos de la especie humana
cualquiera sea su edad, sexo, estirpe o condición”. Esta redacción puede parecer
redundante, pero no lo ese a la luz de las condiciones históricas que la justifican.
1. “Son personas todos los individuos de la especie humana...”. aún cuando un individuo
presente características morfológicas que se aparten de la fisonomía normal de ser humano,
tiene la calidad de persona.
2. “…cualquiera sea su edad,…”. Tan persona es la criatura que vive la fracción más
insignificante de tiempo, como el individuo que llega a vivir muchos años.
3. “…sexo,…”. Tanto hombres como mujeres son personas16.
4. “…estirpe…”. Por estirpe se entiende “raíz y tronco de una familia o linaje17”.
16Sobre la base de esta clase de consideraciones el art. 1° de la CPR fue modificado por la Ley no
19.611 del año 1999, en el sentido de sustituir la expresión “hombres” por “personas”, quedando
redactado en los siguientes términos: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
17Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición.
5. “…o condición…”. El término condición se refiere en general a la posición social de
una persona derivada de su riqueza, cargo, clase, etc. Ninguna de estas circunstancias es
tomada en consideración por el ordenamiento jurídico para atribuir personalidad a los seres
humanos.
2. PROBLEMAS ACTUALES
Sobre este punto, el profesor Figueroa Yáñez, establece los márgenes del concepto
clonación, señalando que ésta no es propiamente una manipulación genética, puesto que no
se modifica el ADN de los genes. Además señala que en la clonación se crean, a partir de
una reproducción asexuada en la que existen desde un principio 46 cromosomas, nuevos
seres, más - agrega el autor – no solo se crean nuevos seres, sino que además se pueden
generar moléculas individuales.
Este tipo de técnicas han sido criticadas en virtud de que afectaría los siguientes bienes
jurídicos:
o Derecho a la identidad personal.
o Derecho de cualquier ser humano a heredar características genéticas que no
hayan sufrido ninguna manipulación.
o Intangibilidad de la herencia genética
o Los derechos reproductivos
Los gametos
Según se desprende de los arts. 54 a 58, las personas admiten las siguientes clasificaciones:
En atención al sustrato o fundamento de la personalidad: las personas se
clasifican en personas naturales o jurídicas. Esta distinción se establece en el art. 54.
o Personas naturales: son los seres humanos, tal como lo consagra el art. 55.
En las personas naturales la personalidad es atribuida en atención a la propia
naturaleza del ser humano, su libertad y dignidad. Es irrelevante si su
condición le impide ejercer efectivamente derechos o contraer
obligaciones18.
Personas jurídicas: En las personas jurídicas el sustrato o fundamento de la
personalidad radica en la existencia de una asociación o colectividad humana o
bien en un patrimonio, todo lo cual se analizará más adelante.
En atención a su nacionalidad: de acuerdo con la parte final del art. 55 las personas se
clasifican en chilenas y extranjeras. Si bien podría pensarse que, por los términos de
dicha norma, que esta clasificación sólo se aplica a las personas naturales, opera
también respecto de las personas jurídicas.
o Chilenos: son los que la constitución declara como tales (art. 56). El art. 10 de
la CPR se encarga de señalar quienes son chilenos. El estudio de esta materia es
propia del Derecho Constitucional, por lo que no se profundizará en este punto.
o Domiciliadas.
o Transeúntes.
18 Lyon Puelma, A., Personas Naturales, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 3a
edición, 2007, p. 19.
completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación un
momento siquiera, se reputará no haber existido jamás”
Es conveniente tener presente que la distinción que formula el Código Civil entre existencia
natural y legal se funda en un concepción centrada en la adquisición de derechos
patrimoniales, ajustada a la corriente de pensamiento liberal imperante a la época de
dictación del Código Civil.
Es importante, de igual modo, destacar que el Art. 55 del CC establece que “son personas
todos los individuos de la especie humana”, siendo imposible negar tal carácter a la criatura
concebida y no nacida, quien aunque se ponga en duda que tenga la facultad de ejercer
derechos, pertenece de todas formas a la especie humana, cuestión que le enviste de
dignidad y respeto inherente a su condición de ser humano. En este mismo sentido
podemos diferenciar los conceptos persona y sujeto de derecho.
También nos permiten llegar a esta conclusión ciertas disposiciones del Pacto de San José
de Costa Rica (Convención americana sobre los derechos humanos), a saber, los arts. 1° y
4° de esta convención.
Art. 1, n° 2. “Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano”.
Art. 4, n° 1. 1. “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede
ser privado de la vida arbitrariamente”.
Conforme al art. 74, la existencia legal de toda persona principia al nacer. El nacimiento no
debe confundirse con el parto, que corresponde al conjunto de fenómenos que tiene por
objeto hacer pasar al feto, impulsado por el útero, a través del canal pelviano.
Nuestro Código Civil acepta la primera teoría, según se desprende de los arts. 55 y 74. De
este modo si la criatura sobrevivió a la separación un momento siquiera llegó a ser persona
y por tanto pudo adquirir y transmitir derechos.
Como vimos, el nasciturus (la criatura que esta por nacer) representa para el derecho civil
clásico, una expectativa de persona, esta es la razón por la cual la existencia anterior al
nacimiento es amparada por el ordenamiento jurídico. Ésta protección se manifiesta de
diversas formas:
Por mandato constitucional “la ley protege la vida del que está por nacer”. Así lo
dispone el inciso 2° del numeral 1° del artículo 19 de la Constitución.
La misma idea es reiterada en el art 75 CC: “El juez, en consecuencia, tomará a petición
de cualquier persona o de oficio, todas las providencias que le parezcan convenientes
para proteger la existencia del no nacido. Todo castigo de la madre por el cual pudiera
peligrar la vida o la salud de la criatura que tiene en su seno deberá impedirse hasta
después del nacimiento”.
Sanción penal del aborto: La vida del que está por nacer es tutelada por los arts. 342 y
ss. del Código Penal. El aborto terapéutico, originalmente establecido en el art. 119 del
Código Sanitario, fue derogado en 1989, por la Ley No 18.826.
Protección de su salud: el Código Sanitario establece en su art. 16 que “toda mujer,
durante el embarazo y hasta el sexto mes del nacimiento del hijo, y el niño, tendrán
derecho a la protección y vigilancia del Estado por intermedio de las instituciones que
corresponda”.
Protección laboral: El Código del Trabajo regula una institución conocida como
descanso “pre-natal” y “post-natal” (art. 195), además de establecer un fuero especial
que prohíbe al empleador despedir a la mujer embarazada durante el periodo de
maternidad, el descanso de maternidad y hasta un año después de éste (art. 201)
Protección de los derechos eventuales del que está por nacer: El ordenamiento jurídico
protege no solo la vida del que está por nacer, sino que también sus intereses, de esa
forma el art. 77 CC señala: “Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el
vientre materno que hubiese nacido y viviese, estará en suspenso hasta que el
nacimiento se efectúe. Si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el
recién nacido en el goce de dichos derechos como si hubiere existido al tiempo en que
se defirieron. En el caso del artículo 74, inciso 2 del código civil, pasarán esos derechos
a otras personas como si la criatura jamás hubiese existido”.
Se habla de derechos eventuales porque están sujetos al evento de que la criatura
adquiera existencia legal. De acuerdo con la norma antes transcrita, si la criatura nace
viva, se retrotrae su nacimiento, para efecto de los derechos de carácter patrimonial, al
instante en que pueda presumírsele concebida; si nace muerte, se estima que la criatura
jamás existió. Esta norma tiene como presupuesto que la criatura esté concebida en el
momento en que se le defieren los derechos. Esto tiene importancia en materia de
derechos hereditarios (arts. 77 y 962).
A modo de complementación a este hilo de ideas, se hace necesario hacer presente que
la doctrina clásica discute sobre la naturaleza jurídica de los derechos que le
corresponden al que está por nacer. En este sentido existen tres posturas:
Entonces, cabe preguntar ¿Cómo explica la doctrina clásica esta cuestión?, los
autores tradicionales, señalan que la atribución de derechos al que está por nacer, podría
explicarse pensando que “en la constitución de un centro autónomo de relaciones jurídicas
en previsión y espera de la persona”. O lo que es lo mismo en un patrimonio autónomo que
se encuentra a la espera de la persona.
Estos problemas son sobrepasados por la doctrina moderna, toda vez que esta
entiende que el nasciturus tiene desde ya la calidad de persona, y teniendo esto en mente es
posible pensar en un conjunto de derechos eventuales. Rechazamos la idea de que estos
derechos estén sujetos a una condición resolutoria, porque entendemos que el art. 485 es
decidor en este sentido.
Para el código Civil el único elemento que nos permite determinar la época de la
concepción es la época del nacimiento.
En otras palabras, para el Código Civil, el periodo mínimo de gestación es de 180 días y el
periodo máximo es de 300. El plazo se cuenta hacia atrás desde la medianoche en que
principia el día el nacimiento, vale decir, las 00:00 hrs. del día del nacimiento.
7. DURACIÓN DE LA PREÑEZ
Normalmente, la preñez dura entre 270 a 285 días, sin embargo, la experiencia ha
demostrado que estos plazos pueden variar. Tomando en consideración esta situación,
nuestro legislador ha establecido la presunción según la cual la preñez duraría entre 180 y
300 días.
No obstante, pueden existir periodos de gestación más cortos o más extensos que los
mencionados precedentemente, los cuales dan lugar a los denominados nacimientos
acelerados y tardíos, respectivamente.
Pues bien, atendido que el art. 76 establece una presunción de derecho, que, como
tal, no puede ser controvertida, siendo su aplicación obligatoria para el juez, quien ni aún
frente a evidencia médica puede desatenderla.
8. PARTOS MÚLTIPLES
El Código Civil no establece una regla general respecto de los partos múltiples, en
orden a determinar cuál de las criaturas debe considerarse primogénita. Si bien han sido
suprimidas las principales figuras jurídicas que tomaban en consideración la
primogenitura 19 , ésta sigue teniendo cierta relevancia, por ejemplo, respecto de las
donaciones o asignaciones testamentarias hechas a favor del primogénito de una persona.
La única norma en el Código de Bello que se refiere a este punto, está consagrada a
propósito del censo, en el art. 2051: “Cuando nacieren de un mismo parto dos o más hijos
llamados a suceder, sin que pueda saberse la prioridad de nacimiento, se dividirá entre ellos
el censo por partes iguales, y en cada una de ellas se sucederá al tronco en conformidad al
acto constitutivo. Se dividirá de la misma manera el gravamen a que el censo estuviere
afecto”.
La doctrina mayoritaria estima que, pese a tratarse de una norma especial, debe
aplicarse a todos aquellos casos en que nazcan en un mismo parto dos o más criaturas, sin
que pueda determinarse cuál de ellas nació primero, en virtud de una interpretación
analógica.
Al art. citado debemos agregar el art. 125 del Reglamento Orgánico del Registro
Civil que establece que “cuando se solicitare la inscripción de hermanos gemelos, se dejará
constancia de ese hecho en ambas inscripciones, anotándose, si hubiere sido posible
comprobarlo, cuál de ellos nació primero, y, en caso de no ser posible determinarlo, se hará
constar esa imposibilidad”.
1. NOCIONES PREVIAS
19Tales figuras correspondían a los mayorazgos, fideicomisos perpetuos y vinculaciones. “Estas tres
expresiones son sinónimas en el Código, aunque hay entre ellas matices diferentes.- El fideicomiso
o propiedad fiduciaria es aquella sujeta al gravamen de pasar a otra persona, por el hecho de
verificarse una condición. En nuestro Código esa condición opera una sola vez: la ley prohíbe
constituir dos o más fideicomisos sucesivos (artículo 745), pero antiguamente la condición (muerte
del titular, por ejemplo), podía repetirse indefinidamente. Estos fideicomisos sucesivos o perpetuos,
vinculaban la propiedad a una familia o a una estirpe y de ahí su nombre de vinculaciones. Si esas
vinculaciones seguían una línea de sucesión que eligiese siempre al mayor de cada generación para
darle la propiedad fiduciaria, recibía el nombre de mayorazgo”. Vicuña, Carlos, La lengua del
Código Civil, Anales de la Facultad de Derecho Tercera Época, Vol. II, Enero a Diciembre 1955,
Nº4, disponible en
<http://www.analesderecho.uchile.cl/CDA/an_der_completa/0,1360,SCID%253
D2805%2526ISID%253D2,00.html>
La muerte determina el fin de la persona natural. Se le puede definir como la cesación o el
término de la vida. La muerte, cualquiera sea su causa, determina la extinción de la
personalidad. Por ello, el art. 78 dispone que “la persona termina en la muerte natural”.
2. CLASES DE MUERTE
Debe tenerse presente que la muerte es una sola. La clasificación que se desarrollará a
continuación atiende al modo en que la muerte es acreditada. Así, en el primer caso –el de
la muerte natural- estamos frente a una muerte que consta, lo cual normalmente se
verificará por los signos o señales más evidentes de muerte (ausencia de respiración y
pulso, rigidez cadavérica, lividez y, finalmente, putrefacción: signos positivos de muerte).
El segundo tipo de muerte, en cambio, representa una situación especial que la ley regula a
propósito del trasplante de órganos y cuyo objetivo es determinar el momento de la muerte
tan pronto como ocurra, para que los órganos del difunto puedan ser aprovechados. Por
último, el tercer tipo de muerte es aquella que no ha podido ser acreditada fehacientemente,
pero que se deduce de ciertas circunstancias como la ausencia de una persona, unida a la
falta de comunicación entre ésta y su familia por un periodo más o menos extenso.
Muerte natural: corresponde al cese de las funciones vitales de un ser vivo, cuya
ocurrencia consta y que extingue la personalidad natural, cualquiera sea su causa. Es un
hecho jurídico de suma trascendencia, por cuanto da lugar a la sucesión por causa de
muerte y genera una serie de otros efectos de importancia. Por esta misma razón el
legislador rodea a la muerte de una serie de medidas para evitar su falseamiento:
a. Certificado del médico que asistió al difunto, o a falta de éste, el del Servicio
Nacional de Salud, y si también falta el último, la verificación del
fallecimiento puede establecerse mediante la declaración de dos o más
testigos rendida ante el Oficial del Registro Civil o ante cualquiera autoridad
judicial del lugar en que se haya ocurrido la muerte (arts. 141 y 142 del
Código Sanitario).
b. Inscripción del deceso en el Libro de Defunciones del Registro Civil (arts.
5°, 44 y siguientes de la ley N° 4.808);
c. Prohibición de sepultar el cadáver sin previa licencia del oficial de Registro
Civil competente o de la sentencia que lo ordene (art. 47 N° 4.808 y 174 del
Reglamento Orgánica del Registro Civil).
20 En este sentido, se ha señalado que “la muerte cerebral no es otra cosa que el diagnóstico
neurológico de la muerte de una persona. No existe más que un tipo de muerte y lo que este
concepto involucra no es una muerte diferente a la tradicional, sino que sólo una manera de
diagnosticarla”. Sergio Morán, citado en HALABÍ DIUANA, ÁLVARO JUAN, Reflexiones en torno a las
donaciones y trasplante de órganos humanos, disponible en
http://sdi.bcn.cl/boletin/publicadores/legislacion_tematica/archivos/Reflexiones.pdf.
donación de órganos. Ello se debe a que resulta necesario para extraer los órganos
constatar la muerte tan pronto como ella ocurra, a fin de que éstos sean útiles y no
sufran deterioro (a través de los signos negativos de vida). Si se espera a que se
evidencien los signos más significativos de la muerte (rigidez, putrefacción y otros
análogos), los órganos del difunto dejarán de ser aptos para trasplante21.
21GARRIDO MONTT, MARIO, Derecho Penal. Parte especial, Editorial Jurídica, Santiago, t. III, p. 28.
Caso extraordinario específico; Art. 81 no 8. Aquí el plazo es de tres meses, contado
desde las últimas noticias que se tuvieron de la existencia de la nave o aeronave.
Se discute en doctrina si estos plazos se cuentan desde que las noticias son enviadas, porque
en esa fecha hay constancia de la existencia del desaparecido, o desde que la fecha en que
se recibieron, porque las noticias se tienen cuando llegan y no cuando se expiden y porque
en el pensamiento del principal autor francés, Delvincourt, que en esta materia consulto
Andrés Bello. Por su parte, el codificador nacional advirtió la problemática que podía surgir
con ocasión de la norma del art. 81 N° 2, no obstante no resolvió la situación y se limitó a
señalar que cualquiera de las dos soluciones resultaría arbitraria. Debe destacarse asimismo,
que basta con que el plazo haya transcurrido antes de la declaración de muerte presunta y
no antes de iniciar las gestiones tendientes a obtener tal declaración.
Esta institución protege ciertos intereses, el interés del propio ausente, de los presuntos
herederos, de los acreedores y el interés social, por la situación de incertidumbre en que se
encuentra un patrimonio.
La mera ausencia.
La posesión provisoria.
La posesión definitiva.
Este periodo comienza desde que se han dejado de tener noticias del ausente22. Su objetivo
es proteger los derechos del ausente. Se caracteriza por que en este momento predomina la
posibilidad de regreso y de vida del desaparecido, por lo que se privilegia su interés por
sobre el interés de sus herederos presuntivos.
22Para estos efectos, recordar discusión acerca de desde cuando se cuentan las últimas noticias.
23Arts. 84 y 473 del Código Civil
1.1.1. Quien puede pedir la declaración de muerte presunta
Según el art. 81 n° 3 “la declaración puede ser provocada por cualquiera que tenga un
interés en ello”. Al referirse el Código Civil a un “interés”, se está aludiendo a un interés
pecuniario subordinado a la muerte del desaparecido. Tienen este interés los herederos
presuntivos, los dueños de bienes de los cuales el desaparecido usufructuaba, el
fideicomsario a quien por la muerte del desaparecido se defiere el fideicomiso, los
legatarios del desaparecido, etc. Además, debe haber transcurrido al menos tres meses
desde la última citación.
Se estima que los acreedores del desaparecido no pueden provocar la declaración de muerte
presunta, ya que cuentan con otros medios para resguardo de sus créditos.24
La declaración de muerte presunta debe pedirse al juez del último domicilio que el
desaparecido haya tenido en Chile, conforme al art. 81 n° 1 y al art. 151 del Código
Orgánico de Tribunales. Si el desaparecido no tuvo domicilio en Chile, los tribunales
nacionales serán incompetentes para declarar su muerte presunta.
Caso genérico (Art. 81 no 6): el juez fijara como día presuntivo de la muerte, el
último día del primer bienio, contado desde la fecha de las últimas noticias.25
Excepcionalmente, en el caso de la persona que recibió herida grave en una guerra,
u otro peligro semejante (Art. 81 no 7), pues en tal evento el día presuntivo será el
día de la acción de guerra o de peligro. No siendo enteramente determinado ese
día (día de acción de guerra o peligro), se deberá aplicar un término medio entre el
principio y el fin de la época en que pudo ocurrir el suceso.
Caso extraordinario genérico: Si el desaparecimiento se produjo en un sismo,
catástrofe o fenómeno natural, la fecha de tal evento se fijara como día presuntivo.
Caso extraordinario específico: Se aplica la regla del art. 81 no 7.
En estos dos últimos casos no solo termina el período de la mera ausencia, sino que todo el
proceso de la muerte presunta.
Se inicia con el decreto judicial que concede la posesión provisoria de los bienes del
desaparecido y se extiende hasta la dictación del decreto de posesión definitiva.
25A modo de ejemplo, y bajo lo prescrito por el art. 48 del Código de Bello, si las últimas noticias son
de fecha 1 de enero del año 2010, la fecha presuntiva de muerte que será fijada por el juez será el
1° de enero de 2012.
Sismo o Catástrofe
Pérdida de Nave o Aeronave.
Herida Grave en Guerra u otro peligro semejante.
La posesión provisoria se debe conceder transcurridos cinco años contados desde las
últimas noticias (art. 81 n° 6) y de acuerdo con el art. 84 sólo puede ser pedida por los
herederos presuntivos (no legatarios). El art. 85 agrega que “se entienden por herederos
presuntivos del desaparecido los testamentarios o legítimos que lo eran a la fecha de la
muerte presunta”.
En esta fase, que se inicia con el decreto que concede la posesión definitiva de los bienes
del desaparecido, priman los derechos de los presuntos herederos, como si el desaparecido
hubiera muerto de verdad, y adquieren el pleno uso y goce de sus derechos.
1.3.1. Se concede:
Si pasado cinco años desde las últimas noticias, se probare que han transcurrido 70 años
desde el nacimiento del desaparecido.
Si han transcurrido 10 años desde las últimas noticias, se concede la posesión definitiva
cualquiera que fuese la edad del desaparecido si viviese.
En los casos de los nos 6, 8 y 9 del art. 81.
Pueden pedirla todas aquellas personas que tengan un interés subordinado a la muerte del
desaparecido (propietarios, fideicomisarios, legatarios, etc.)
Este decreto sólo produce sus efectos en virtud de su inscripción en el registro del
conservador de bienes raíces que corresponda a la comuna del último domicilio que el
desaparecido haya tenido en Chile. Si el decreto no se inscribe es inoponible a terceros.
o Se disuelve el matrimonio.
o
Aquellos que tienen derechos subordinados a la muerte del desaparecido podrán
hacerlos valer, como por ejemplo; el usufructuario, el legatario o el fideicomisario.
Si no precedió posesión provisoria, se abre la sucesión.
Se cancelan las cauciones constituidas por los herederos provisorios, y cesan las
restricciones impuestas para la enajenación de bienes raíces y muebles.
Procede la partición de bienes.
El código Civil habla de rescisión, pero ello es impropio porque las causales que la hacen
procedente no son vicios intrínsecos del decreto de Posesión Definitiva, sino hechos que
desvirtúan las circunstancias en que se apoya la presunción de muerte. Esta revocación
opera en los siguientes casos.
26Esmenester hacer presente que estas mismas reglas se aplicarán cuando se declare judicialmente
la muerte por certeza del desaparecimiento.
La revocación aprovecha únicamente a las personas que por sentencia judicial la
obtuvieren. Vale decir, si entre varios hijos habidos durante el desaparecimiento, sólo uno
de ellos solicita la revocación, sus efectos no aprovecharán a los demás.
Se recobran los bienes del estado en que se encuentran, subsistiendo las enajenaciones
realizadas o las hipotecas y otros derechos reales (como por ejemplo un usufructo)
constituidos en el tempo intermedio.
En caso de restitución, los demandados se consideran como poseedores de buena fe, salvo
prueba en contrario. A consecuencia de esta presunción simplemente legal, los herederos no
responden de los deterioros de los bienes y tienen derecho al reembolso de las mejoras
necesarias y útiles conforme lo disponen los arts. 904 y siguientes, sobre las prestaciones
Mutuas (las mejoras son necesarias cuando deben hacerse para la conservación de la cosa;
son útiles aquellas que aumentan el valor comercial de la cosa).
Esta institución fue introducida en los arts. 95, 96 y 97 del Código Civil por la ley N°
20.577 de febrero de 2011, tomando el lugar que dejo en el Código la derogación de la
antigua muerte civil, quedando de esa forma patente que no es una forma de muerte
presunta, sino que una forma de comprobación de la muerte basada en la certeza de su
ocurrencia.
La comprobación judicial de la muerte, fue introducida en razón de los hechos acontecidos
en el año 2011 en el archipiélago de Juan Fernández, permitiendo optar a un procedimiento
más expedito que el de declaración de muerte presunta en cuanto a la inscripción de
defunciones, en los casos en que las circunstancias de la desaparición llevan
necesariamente a concluir que ha fallecido. Es por lo tanto fundamental que entienda el
lector la sutil diferencia entre la institución de la muerte presunta y de la muerte cierta o
comprobación judicial de la muerte, la que se reduce a que en la primera la muerte es un
hecho desconocido, pero que dado ciertas circunstancias es digno de presumir, mientras que
en la institución en análisis, nos encontramos frente a un deceso que raya en la certeza,
teniendo como finalidad este procedimiento el acreditar esta certeza. Sin perjuicio de lo ya
dicho, estamos habilitados para distinguir a la muerte presunta de la muerte cierta por un
criterio tan exegetico como lo es su ubicación en el código, recordemos que las normas
sobre la muerte presunta se extienden desde el art. 80 hasta el art. 94, mientras que las de la
institución en comento inician, bajo su propio título, en el art. 95 y terminan en el art. 97.
En este sentido, para que se aplique esta normativa deben cumplirse ciertos presupuestos:
Desaparición: Este requisito dice relación con la desaparición del cadavér,
marcando desde ya distancia con la conocida institución de la muerte presunta.
Certeza: La desaparición de una persona se debe haber producido en circunstancias
que den certeza de que se encuentra fallecida, aun cuando no fuere hallado su
cadáver o no fuere posible la identificación del cadáver. Respecto a esta última
hipótesis, es menester hacer presente que en el Informe de la Comisión de
Constitución dado en el contexto del primer trámite constitucional, se señaló que la
expresión “no fuera posible la identificación del cadáver” se refiere a casos en que,
por ejemplo existe un incendio en una casa en la que vive una sola persona, y se
encuentra solo un cadáver. Situación que hace presumible que el cadáver
corresponde al de la persona que habitaba la casa. En cuanto al grado de certeza
exigido, la doctrina entiende que el se refiere a la certeza moral no a la certeza
absoluta, asemejándose de esa forma al grado de certeza exigido en el derecho
penal.
Imposibilidad de hallar o identificar el cadavér: Esto explica porque es imposible
aplicar la prueba ordinaria de muerte.
Que no tenga el carácter de “detenido desaparecido”: Con esto se busca evitar la
impunidad de los responsables de la desaparición forzada de personas, ya sea por el
cambio de calificación del tipo penal, sea por la aplicación a los hechos de la
extinción de la responsabilidad penal.
Junto con lo anterior, también se vuelve necesario tener presente ciertas cuestiones
procesales:
Legitimación activa: La solicitud debe ser realizada por cualquiera que tengas
interés. El interés que debe existir para otorgar legitimación activa en estas materias,
la doctrina el prof. Tavolari, es un interés de carácter patrimonial, como el que ya se
tiene previsto en la muerte presunta.
Competencia: El juez competente para realizar la solicitud antes dicha es el del
último domicilio que haya tenido el difunto en Chile.
La resolución que dictará el juez competente podrá tener por comprobada la muerte del
desaparecido para efectos civiles, sobre este respecto es interesante señalar que en la
tramitación del proyecto se discutió acerca de la posibilidad de que esta institución
influyera en la prescripción penal, cuestión que fue rechazada de plano. Para que tenga
efectos la declaración judicial de la muerte, un extracto de la resolución deberá publicarse
en el Diario Oficial dentro del plazo de 60 días desde que esta resolución estuviere firme y
ejecutoriada (en los términos del art. 174 del Código de Procedimiento Civil). El extracto
deberá contener los antecedentes indispensables para la identificación del declarado
muerto, y la fecha de muerte fijada para el juez.
Dado que la muerte es una sola, los efectos jurídicos de la misma son iguales para la muerte
natural, la muerte encefálica y la muerte presunta (aunque en este último caso, pueden
existir pequeñas variaciones, no en cuanto a los efectos mismos de la muerte, sino en
cuanto a si dichos efectos se producirán en virtud del decreto que concede la posesión
definitiva o provisoria, por ejemplo).
o Nombre
o Nacionalidad
o Domicilio
o Capacidad
o Estado civil
o Patrimonio
o Derechos de la personalidad
1. LA CAPACIDAD
1.1.CONCEPTO
En principio, la capacidad como tal es la aptitud legal para ser sujeto de derechos y
obligaciones.
A partir de esta norma, podemos señalar que la capacidad es la idoneidad legal para adquirir
derechos y ejercitarlos sin el ministerio o autorización de otro.
1.2.CLASES
Capacidad de ejercicio: Es la idoneidad legal de un sujeto para ejercer por sí solo derechos
y obligaciones sin el ministerio o autorización de otro.
La regla general es que toda persona sea legalmente capaz, siendo la excepción aquellas
que la ley declara incapaces, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 1446.
Art. 1446. Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces.
Como señalamos, toda persona posee capacidad de goce, ya que ésta es inherente al ser
humano como tal, y constituye uno de los principales atributos de la personalidad. Por
tanto, es la capacidad de ejercicio la que se ve limitada o afectada por la existencia de
ciertas incapacidades que regula la ley, a saber; incapacidades absolutas, relativas y
particulares.
a) Incapacidades generales
a. Incapacidades absolutas
c. Incapacidades relativas
1. INCAPACIDADES ABSOLUTAS
- Los dementes
- Los impúberes
- Los sordos o sordomudos que no pueden darse a entender claramente
a. Dementes
• Concepto
Son aquellas personas privadas del uso de la razón. Cabe precisar que la demencia en
términos jurídicos no coincide con el concepto técnico propio de los psiquiatras, ya que
según ellos la demencia corresponde al deterioro progresivo e irreversible de las facultades
mentales.
Interdicción
El decreto de interdicción es aquella sentencia judicial que declara incapaz a una persona
para administrar libremente sus bienes y actuar en la vida jurídica. En este sentido, la
declaración de interdicción no es necesaria, pues el demente es incapaz absoluto esté o no
declarado interdicto.
El principal artículo en esta materia es el art. 465 que prescribe “Los actos y contratos del
demente, posteriores al decreto de interdicción, serán nulos; aunque se alegue haberse
ejecutado o celebrado en un intervalo lúcido.
Y por el contrario, los actos y contratos ejecutados o celebrados sin previa interdicción,
serán válidos; a menos de probarse que el que los ejecutó o celebró estaba entonces
demente.”
- Si no hay decreto de interdicción: los actos ejecutados por el demente son válidos,
de esta forma, deberá probarse la existencia de la demencia en el momento de la
celebración del acto o contrato que se intenta anular para que finalmente sea
declarado un acto nulo, es decir, los actos son válidos salvo prueba en contrario.
El art. 465 constituye una presunción de derecho conforme a los actos ejecutados por el
demente con posterioridad al decreto de interdicción, pues son considerados nulos, sin
admitir prueba alguna.
Intervalos lucidos
El art. 465 se refiere a los intervalos lúcidos, éstos son períodos en que el demente
recobraría la cordura. La moderna psiquiatría desconoce la existencia de los intervalos
lúcidos y entiende que éstos no existen, y que se trataría sólo de períodos de tiempo en los
cuales la demencia no presentaría síntomas, pero no desaparece. Sin perjuicio de lo
anterior, la doctrina aún afirma la existencia de los intervalos lúcidos.
Como la incapacidad del demente obedece a una causa física, el demente puede ser
rehabilitado para la administración de sus bienes si pareciere que ha recobrado
permanentemente la razón, y podrá también ser inhabilitado de nuevo con justa causa, si ha
vuelto a padecer de demencia, conforme al art. 468.
Sanción
La nulidad absoluta sanciona los actos y contratos ejecutados o celebrados por los
dementes.
b. Impúberes
Se trata del varón que no ha cumplido 14 años y la mujer menor de 12 años. De esta forma,
señala el art. 26 “Llámase infante o niño todo el que no ha cumplido siete años; impúber, el
varón que no ha cumplido catorce años y la mujer que no ha cumplido doce; adulto, el que
ha dejado de ser impúber, mayor de edad, o simplemente mayor, el que ha cumplido
dieciocho años; y menor de edad, o simplemente menor, el que no ha llegado a cumplirlos.”
Su incapacidad, al igual que el demente, obedece a causas físicas, esto es, su escaso
desarrollo mental. Ello se explica porque a esa edad están bajo la potestad del padre o la
madre, y a falta de éstos están a cargo de un tutor o curador correspondiente.
Importancia de la distinción
Por el art. 723 en materia de capacidad posesoria y el art. 2319 en materia de capacidad
extracontractual. Ya que no contempla a los sordos o sordomudos como incapaces para
adquirir la posesión de cosa mueble, o para realizar un delito o cuasidelito civil.
1° Los incapaces absolutos jamás pueden ejercer pos sí mismos sus derechos, sólo pueden
actuar a través de sus representantes legales, de ninguna manera pueden actuar autorizados.
El art. 1447 en su inciso 2° señala que los actos de los incapaces absolutos no producen ni
aun obligaciones naturales, y no admiten caución. Pero ¿qué se entiende por obligaciones
naturales y caución? Luces de ello nos dan los arts. 1470 y 46.
Los actos o contratos ejecutados o celebrados por un incapaz absoluto no producen ningún
tipo de obligación, ni civil, ni natural (art. 1447, inc. 2°). Para entender esta norma debemos
señalar que obligación civil son aquellas que dan derecho para exigir su cumplimiento, esto
es, son aquellas obligaciones perfectas y que se dan por regla general en nuestro
ordenamiento jurídico. V.gr. la obligación que tiene el deudor para con su acreedor de
pagarle $100 dentro de los próximos 10 días a contar de hoy, es una obligación civil, pues
no está prescrita ni extinta, y el acreedor perfectamente puede exigirle al deudor, incluso
demandándolo, que le pague íntegramente los $100.
Por otro lado, obligación natural son aquellas que no confieren derecho para exigir su
cumplimiento, pero que cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en
razón de ellas. V.gr. si el acreedor en el caso anterior, deja pasar los plazos correspondientes
y la obligación que tenía el deudor para con él de pagarle, prescribe, el acreedor no podrá
concurrir a tribunales a demandar al deudor por los $100 porque la obligación técnicamente
está prescrita, pero si el deudor en un acto de honestidad, voluntariamente le paga, el
acreedor tiene derecho a retener lo pagado.
En este sentido, si aquella obligación natural, es decir, aquella deuda por $100 que está
prescrita, es pagada por un demente, el acreedor no podrá alegar que tiene derecho a retener
lo dado o pagado en razón de ella, pues los actos de los incapaces absolutos no producen ni
aun obligación natural según el art. 1447, inc. 2°. Precisamente es esta la situación que
intenta evitar el legislador, pues se busca que los incapaces absolutos no se vean vulnerados
en sus derechos, puesto que éstos siempre deben actuar debidamente representados por su
correspondiente representante legal.
Los actos de los incapaces absolutos tampoco admiten caución, esto es, cualquier
obligación que se contrae para la seguridad de otra obligación propia o ajena conforme al
art. 46. Debemos entender que las cauciones son obligaciones accesorias que dan seguridad
a una obligación principal.
Cuando el legislador señala que los actos de incapaces absolutos no admiten caución, se
refiere a que una obligación principal realizada por un demente, no puede ser asegurada por
una caución (obligación accesoria), puesto que en virtud del “principio de lo accesorio”,
esto es, lo accesorio sigue la suerte de lo principal, si la obligación principal del demente es
nula de nulidad absoluta, con mayor razón lo será la obligación accesoria, cual es, la
caución.
2. INCAPACIDADES RELATIVAS
a. El menor adulto
Es menor adulto el varón mayor de 14 años y menor de 18, y la mujer de 12 años pero
menor de 18.
Concepto
Disipador o pródigo son aquellos que dilapidan sus bienes de manera que manifiestan una
falta total de prudencia, desperdiciando y consumiendo su hacienda o caudal en gastos
inútiles desproporcionados o exagerados en consideración a sus haberes.
Por tanto, los actos ejecutados antes del decreto de interdicción por una persona que
presenta las características de ser un disipador, son plenamente válidos, no así los actos
ejecutados con posterioridad a su interdicción, ya que serán considerados nulos de nulidad
relativa.
Prueba de la disipación
Como señala el art. 445 “La disipación deberá probarse por hechos repetidos de
dilapidación que manifiesten una falta total de prudencia.”
Esta materia está tratada en el art. 454, cuyo texto prescribe “El disipador será rehabilitado
para la administración de lo suyo, si se juzgare que puede ejercerla sin inconveniente; y
rehabilitado, podrá renovarse la interdicción, si ocurriere motivo.”
Con anterioridad a la ley 18.802, la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal era
una incapaz relativa. Si bien es cierto, la reforma es loable, ella ha demostrado ser
insuficiente, y en esta materia nuestro C.C reclama una urgente reforma, ya que la mujer
casada en sociedad conyugal pasó a ser plenamente capaz, pero se le mantuvieron los
efectos propios de su situación de incapaz relativa. En efecto, podemos preguntarnos qué
fundamenta que actualmente la mujer casada en sociedad conyugal no administre sus
bienes propios y que dicha administración corresponda al marido, por qué se suspende la
prescripción a favor de la mujer colocándola de este modo en el mismo plano de aquellos
no aptos para defender sus propios derechos, como el demente.
Por regla general, los actos que el incapaz relativo ejecute personalmente, acarrean la
sanción de nulidad relativa.
- Hay ciertos actos que el incapaz relativo puede realizar personalmente, tal es la
situación de los actos personalísimos, v.gr. contraer matrimonio, otorgar testamento
o reconocer a un hijo.
- Los incapaces pueden administrar por sí solos ciertos bienes.
o Disipador interdicto: aquel conservará siempre su libertad, y tendrá para sus gastos
personales la libre disposición de una suma de dinero, proporcionada a sus
facultades, y señalada por el juez (art. 453).
o Menor adulto: aquel puede administrar personalmente su peculio profesional o
industrial (art. 251), sin perjuicio de ciertas limitaciones.
3. INCAPACIDADES PARTICULARES
De esta forma, el legislador en diversos casos ha impedido que ciertas personas puedan
incorporar determinados derechos a su patrimonio, esto es, ha impedido su adquisición.
En este sentido, el Código nos proporciona quienes son representantes legales, según el art.
43 “Son representantes legales de una persona el padre o la madre, el adoptante y su tutor o
curador.”
Ya vimos que la regla general en materia de capacidad nos la proporciona el art. 1446. No
obstante, a lo largo del Código se van presentando determinadas particularidades en torno a
la capacidad, dependiendo de la institución que tratemos o materia que apliquemos.
Se aplica la regla general del art. 1446 y toda la materia hasta aquí estudiada.
b. CAPACIDAD EN LA TRADICION
La tradición se define por el art. 670 como “La tradición es un modo de adquirir el dominio
de las cosas y consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una
parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de
adquirirlo. Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.”
De la misma forma, al adquirente se le exige ser plenamente capaz conforme a las normas
del art. 1445 y ss., pero además tener la facultad de adquirir el dominio, aquello implica
tener la debida legitimación para adquirir la cosa tradida, y esto dice relación
específicamente con las incapacidades particulares de los arts. 1796 y ss. Ya que el
adquirente puede tener capacidad de goce y de ejercicio, no obstante, si se ve comprendido
dentro de la situación de una incapacidad particular, entonces no se cumple dicho requisito
de la tradición.
En materia sucesoria, para suceder por causa de muerte, el asignatario requiere ser capaz y
digno de suceder, además se requiere ser persona cierta y determinada.
La regla general aquí está dada por el art. 961 “Será capaz y digna de suceder toda persona
a quien la ley no haya declarado incapaz o indigna”. La regla general es la capacidad y
dignidad para suceder.
Por tanto, la excepción está constituida por la incapacidad y la indignidad, y están tratadas
taxativamente en el Código Civil desde el art. 962 en adelante.
5. CAPACIDAD EN EL MATRIMONIO
El matrimonio como institución jurídica regulada en el art. 102 y ss. del Código Civil,
posee requisitos de existencia y de validez.
Precisamente en los requisitos de validez exige:
De acuerdo a este segundo requisito, la regla general, al igual que en el ámbito patrimonial,
es la capacidad, luego todas las personas son capaces para contraer matrimonio, salvo
aquellos a quienes la ley declare incapaces.
En materia matrimonial, la capacidad se traduce en la falta de impedimentos. Los
impedimentos pueden ser (1) dirimentes o (2) impedientes o prohibiciones. Los que aquí
importan son los impedimentos dirimentes que son sancionados con la nulidad del
matrimonio, divídanse en absolutos y relativos.
Los impedimentos dirimentes absolutos son aquellos que no posibilitan contraer
matrimonio con persona alguna.
Los impedimentos dirimentes relativos son los que imposibilitan contraer matrimonio con
determinadas personas.
Por tanto, en primer lugar, un menor adulto mayor de 16 años si bien es incapaz relativo en
términos generales de capacidad, es plenamente capaz para contraer matrimonio. Ya que en
la actualidad la ley se centra más que en el aspecto fisiológico de la aptitud para procrear,
en el elemento madurez y comprensión de los deberes del matrimonio.
En segundo lugar, los aspectos en torno a la “demencia” como incapacidad absoluta según
las reglas generales, en materia matrimonial se amplía el espectro, pues considera incapaces
para contraer matrimonio a los que estén privados de razón, que tengan algún trastorno o
anomalía psíquica, que tengan carencia de suficiente juicio y discernimiento y que sean
incapaces para expresar claramente la voluntad.
2. EL DOMICILIO
a. Es necesario
b. Es fijo
c. En principio es único. Sin embargo, nuestro código Civil acepta la pluralidad de
domicilios
1. Domicilio General:
Es aquél referido a todas las relaciones jurídicas de un sujeto.
2. Domicilio Especial:
Se refiere al ejercicio de ciertos derechos y al cumplimiento de determinadas obligaciones,
es decir se aplica sólo a ciertas relaciones jurídicas de un individuo. Son domicilios
especiales los siguientes:
a. Domicilio del fiador
Art. 2350. El obligado a prestar fianza debe dar un fiador capaz de obligarse como tal; que
tenga bienes más que suficientes para hacerla efectiva, y que esté domiciliado o elija
domicilio dentro de la jurisdicción de la respectiva Corte de Apelaciones.
b. Domicilio parroquial, municipal y provincial
Art. 70. El domicilio parroquial, municipal, provincial o relativo a cualquier otra sección
del territorio, se determina principalmente por las leyes y ordenanzas que constituyen
derechos y obligaciones especiales para objetos particulares de gobierno, policía y
administración en las respectivas parroquias, comunidades, provincias, etc., y se
adquiere o pierde conforme a dichas leyes u ordenanzas. A falta de disposiciones especiales
en dichas leyes u ordenanzas, se adquiere o pierde según las reglas de este título.
El domicilio parroquial es el determinado por el territorio que cae bajo la jurisdicción
espiritual del cura de almas. Actualmente no tiene importancia civil.
El domicilio municipal comprende el de la comuna respectiva y nada tiene que ver con el
ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones; solo dice relación con la
administración de intereses comunales y muy especialmente con el pago de los impuestos y
contribuciones locales.
El domicilio provincial abarca el territorio de la provincia. No tiene aplicación práctica.
c. Domicilio constituido por voluntad de las partes.
2. Domicilio Legal:
Art. 72. El que vive bajo patria potestad sigue el domicilio paterno o materno, según el
caso, y el que se halla bajo tutela o curaduría, el de su tutor o curador.
- Los criados y dependientes, tienen el domicilio de la persona a la cual prestan
servicios, siempre que residan en su misma casa y no tengan un domicilio legal
derivado de la patria potestad o de guardas. Así lo indica el art. 73.
- Los párrocos, curas y otros eclesiásticos. Según el art. 66 “Los obispos, curas y
otros eclesiásticos obligados a una residencia determinada, tienen su domicilio en
ella”.
- Los jueces. Según el art. 311 del COT “los jueces están obligados a residir
constantemente en la ciudad o población donde tenga asiento el tribunal en que
deban prestar sus servicios. Sin embargo, las cortes de apelaciones podrán, en casos
calificados, autorizar transitoriamente a los jueces de su jurisdicción para que
residan en un lugar distinto del asiento del tribunal”. Propiamente no es un caso de
domicilio legal, puesto que la norma en comento no exige más que la residencia.
3. Domicilio Convencional:
Es aquel estipulado por las partes de un contrato para los actos judiciales o extrajudiciales a
que de lugar dicho contrato (Artículo 69 del código civil). Este domicilio no puede ser
alterado por la voluntad unilateral de una de las partes por disposición del artículo 1545.
Art. 69. Se podrá en un contrato establecer de común acuerdo un domicilio civil especial
para los actos judiciales o extrajudiciales a que diere lugar el mismo contrato.
4. Domicilio Real:
Importancia de la habitación:
a. La ley chilena es obligatoria para todos los habitantes de la república,
inclusos los extranjeros.
b. Según el art. 68 la mera residencia hará las veces de domicilio civil respecto
de las personas que no tuvieren domicilio civil en otra parte. Cuando esta
norma alude a la mera residencia, utiliza esta expresión en sentido amplio,
comprendiendo igualmente la habitación.
Importancia de la residencia: Art. 3 del Decreto Ley No 824, Ley sobre impuesto a la renta.
“Salvo disposición en contrario de la presente ley, toda persona domiciliada o residente en
Chile, pagará impuestos sobre sus rentas de cualquier origen, sea que la fuente de entradas esté
situada dentro del país o fuera de él…”.
- El domicilio es la relación más compleja que une a un individuo con un lugar
determinado. Si bien comprende la residencia, es superior a esta, por cuanto exige al
sujeto la intención de tener el centro de sus intereses ahí, el asiento de su vida
social y jurídica. Es el lugar donde se considera que la persona está presente, aunque
transitoriamente no esté, para hacer cumplir y ejercer sus derechos y obligaciones.
Presunciones positivas son aquellas a través de las cuales a partir de ciertas circunstancias
el legislador deduce el ánimo de permanecer en la residencia. Se encuentran contempladas
en los arts. 62 y 64.
Art. 62. El lugar donde un individuo está de asiento, o donde ejerce habitualmente su
profesión u oficio, determina su domicilio civil o vecindad.
Art. 64. Al contrario, se presume desde luego el ánimo de permanecer y avecindarse en un
lugar, por el hecho de abrir en él tienda, botica, fábrica, taller, posada, escuela u otro
establecimiento durable, para administrarlo en persona; por el hecho de aceptar en dicho
lugar un cargo concejil, o un empleo fijo de los que regularmente se confieren por largo
tiempo; y por otras circunstancias análogas.
Por el contrario, las presunciones negativas, establecidas en los arts. 63 y 65, se refieren a
hechos a partir de los cuales no es posible inferir el animus manendi.
Art. 63. No se presume el ánimo de permanecer, ni se adquiere, consiguientemente,
domicilio civil en un lugar, por el solo hecho de habitar un individuo por algún tiempo
casa propia o ajena en él, si tiene en otra parte su hogar doméstico o por otras
circunstancias aparece que la residencia es accidental, como la del viajero, o la del que
ejerce una comisión temporal, o la del que se ocupa en algún tráfico ambulante.
Art. 65. El domicilio civil no se muda por el hecho de residir el individuo largo tiempo en
otra parte, voluntaria o forzadamente, conservando su familia y el asiento principal de sus
negocios en el domicilio anterior.- Así, confinado por decreto judicial a un paraje
determinado, o desterrado de la misma manera fuera de la República, retendrá el domicilio
anterior, mientras conserve en él su familia y el principal asiento de sus negocios.
2.3. Pluralidad de Domicilios
Esta teoría e desarrollada por los autores franceses Aubry y Rau, a partir de las ideas de
Zachariae. De acuerdo a ella la unidad del patrimonio está determinada por su vinculación a
la persona. El patrimonio es, en consecuencia, una emanación de la personalidad que
presenta las siguientes características:
Es la designación que sirve para individualizar a una persona en la vida social y jurídica.
4.1. ELEMENTOS DEL NOMBRE
1. Pronombre, nombre propiamente tal o nombre de pila: Singulariza a una persona dentro
de un grupo familiar.
2. Nombre patronímico o de familia: Indica la pertenencia a un grupo familiar
determinado.
1. No existe un titulo especifico sobre el nombre en el código civil, sin perjuicio de que
ciertos artículos se refieran a él, por ejemplo;
a. Artículo 447, relativo a la interdicción.
b. Artículo 690, referente a la tradición.
c. Artículo 1.024, relativo al testamento.
d. Artículo 103, sobre el mandato para contraer matrimonio.
2. También se refiere a él la ley 4.808 sobre Registro Civil.
3. La ley 17.344 que autoriza el cambio de nombre.
4. El Código Penal, en el artículo 214 sanciona la usurpación de nombre.
Se distinguen en doctrina dos maneras de cambio de nombre; por vía principal y por vía de
consecuencia.
Cambio de nombre por vía principal: Es aquel en que existe un procedimiento destinado a
obtener directamente la mutación del nombre.
Cambio de nombre por vía de consecuencia o indirecta: Es aquel en que el cambio de
nombre se origina en virtud de la alteración de una situación jurídica determinada, v.gr., el
hijo de filiación no matrimonial que pasa a ser reconocido por el padre, en tal caso, se
pasará a llevar el reconocido el apellido paterno de aquel que le reconoce.
La Ley Nº 17.344 permite a toda persona cambiar por una vez su nombre, fundado en
ciertas causales establecidas en la propia ley. Las causales son;
Si el nombre es ridículo, risible o produce menoscabo material o moral.
Si por más de cinco años por motivos plausibles ha sido una persona conocida por
nombres distintos de los propios.
En los casos de filiación no matrimonial o en que no se encuentre determinada la
filiación, para agregar un apellido cuando la persona hubiera sido inscrita con uno
solo o para cambiar uno de los que se hubieren impuesto al nacido, cuando fueren
iguales.
Esta Ley, además permite a aquellos a quienes cuyos padres los hayan inscrito con dos o
más nombres, suprimir alguno de estos nombres.
Debe efectuarse una solicitud antes el Juez de Letras en lo Civil del domicilio del
peticionario, según el procedimiento que verán en el documento anexo que se encuentra en
la plataforma informática.
4.5. Consideraciones respecto a la determinación del nombre pratronimico del hijo no
matrimonial y del menor expósito
Resulta interesante esta cuestión en los casos en que la persona que requiere la inscripción
del recien nacido en el Registro Civil es la madre, dado que el padre no ha reconocido al
infante. En estos casos es posible que la madre, llevada por la intuición o seguridad acerca
de quien es el padre, inscriba al infante con el apellido del supuesto padre, cuestión que no
generá problemas en el caso de que éste reconozca al menor con posterioridad, pero ¿que
pasa cuando no lo hace voluntariamente?, y más aun ¿que pasa cuando en juicio de
reclamación de filiación no matrimonial, luego de hacerse las pericias biológicas, resulta no
ser el padre? Bueno estas situaciones no se encuentran reguladas expresamente, por lo que
ha sido la práctica forense la que se ha encargado de dar una solucuión. En este caso se
permite que la madre cambie el nombre de familia por el suyo, por medio del
procedimiento antes indicado, a través de la causal de ser conocido por un periodo superior
a 5 años por un nombre, siendo esta una herramiente jurídica que se probará por
información sumaria de testigos.
Por su parte, la situación de los menores expósitos o abandonados se encuentra regulada en
el art. 128 del Reglamento Orgánico del Registro Civil, el cual dispone en su inciso final
que además de las menciones indicadas en el inciso primero de la norma, se estamparan las
generales requeridas por las disposiciones vigentes, entre las que se encuentra el nombre
(art. 31 N° 3 de la ley N° 4.808)
4.6. SEUDÓNIMO
Es el nombre imaginario que adopta una persona para caracterizar su verdadera identidad,
es típico de las actividades literarias.
No se encuentra regulado en el Código Civil, sino en la Ley Nº 17.336 la ley sobre
propiedad intelectual.
En concreto, el Art. 8, prescribe que se presume autor de una obra, salvo prueba en
contrario, a quien aparezca como tal al divulgarse aquélla, mediante indicación de su
nombre, seudónimo, firma o signo que lo identifique de forma usual, o aquél a quien, según
la respectiva inscripción, pertenezca el ejemplar que se registra.
Tratándose de programas computacionales, serán titulares del derecho de autor respectivo
las personas naturales o jurídicas cuyos dependientes, en el desempeño de sus funciones
laborales, los hubiesen producido, salvo estipulación escrita en contrario.
Respecto de los programas computacionales producidos por encargo de un tercero para ser
comercializados por su cuenta y riesgo, se reputarán cedidos a éste los derechos de su autor,
salvo estipulación escrita en contrario
4.7. CARACTERÍSTICAS
Las características del nombre son:
1. extrapatrimoniales,
2. indivisibles,
3. irrenunciables,
4. imprescriptibles,
5. incomerciables,
6. intransferibles e intransmisibles (salvo el derecho de los hijos de usar el patronímico
de su padre)
7. inembargables e inmutables, salvo algunas excepciones. Por ejemplo el nombre no
es inmutable en la posición de que según la ley 17344 se puede cambiar el nombre.
5. LA NACIONALIDAD
1. Definición
La nacionalidad es el vínculo jurídico que une a una persona con el Estado y que origina
derechos y obligaciones recíprocas.
El Estado tiene diversos deberes para con sus nacionales, v.gr. otorgar el amparo legal
(derecho a la vida, a la integridad física y psíquica, a la libertad, etc.), garantizar el
desarrollo de la personalidad (asegurando al menos la educación básica y fomentando la
educación media, técnica y superior y la cultura en general), conferir derechos políticos,
garantizar la igual repartición de los impuestos, prestar amparo diplomático a los chilenos
en el extranjero, etc.
2. Nacionalidad y ciudadanía
3. Naturaleza de la nacionalidad
4. Fuentes de la nacionalidad
Las Fuentes de la Nacionalidad son aquellos hechos de la naturaleza o actos jurídicos que
generan o dan origen a la nacionalidad.
• Fuentes Originarias
Corresponde a aquellas fuentes biológicas o naturales que confieren la nacionalidad a una
persona, desde y en razón de su nacimiento, teniendo en consideración, ya sea el territorio
en el que tuvo lugar el alumbramiento o la nacionalidad de sus progenitores.
a) Ius solis: Es aquella por la cual se reconoce nacionalidad a una persona en función del
Estado en cuyo territorio nació (art. 10, N° 1 CPR).
b) Ius sanguinis: Es aquella por la cual se reconoce nacionalidad a una persona en razón de
su filiación, vale decir, en función de la nacionalidad de sus progenitores (art. 10 N° 2
CPR).
• Fuentes Derivadas
1º Los nacidos en el territorio nacional, con excepción de los hijos de extranjeros que se
encuentren en Chile en servicio de su Gobierno, y de los hijos de extranjeros transeúntes,
todos los que, sin embargo, podrán optar por la nacionalidad chilena.
2º Los hijos de padre o madre chilenos nacidos en el extranjero. Con todo, se requerirá que
alguno de sus ascendientes en línea recta de primer o segundo grado, haya adquirido la
nacionalidad chilena por haber nacido en territorio chileno, o por opción, o por carta de
nacionalización, o por nacionalización por gracia.
3º Los extranjeros que obtuvieren carta de nacionalización, en conformidad a la ley (DS
5142).
4º Los que obtuvieren la nacionalidad por gracia.
7. Excepciones
• Art. 15, N° 2 CC, por el cual las leyes chilenas se aplican a los nacionales no
obstante su domicilio o residencia en país extranjero en lo relativo a las obligaciones y
derechos que nacen de las relaciones de familia, pero sólo respecto de su cónyuge y
parientes chilenos.
• No puede ser testigo de un testamento solemne otorgado en Chile un extranjero no
domiciliado, art. 1012.
• Por motivos de seguridad nacional, se reserva a chilenos el dominio de bienes raíces
fronterizos.
• Concepto.
El texto original de la CPR establecía que para que un extranjero pudiera obtener la carta de
nacionalización, debía renunciar expresamente a su nacionalidad anterior. No se exigía esta
renuncia a los nacidos en país extranjero que, en virtud de un tratado internacional, hubiera
concedido el mismo beneficio a los chilenos (situación que sólo ocurría con España).
Con la reforma constitucional de la Ley 20.050, se elimina esta exigencia constitucional.
De esta forma, la Constitución chilena se moderniza, y se incorpora a la tendencia
internacional en orden a aceptar cada vez con mayor tolerancia, los fenómenos de doble
nacionalidad.
1) Que el extranjero haya cumplido 21 años de edad; exceptúanse los hijos de padre o
madre chilenos nacionalizados que hayan cumplido 18 años de edad.
2) Que tengan más de 5 años de residencia continua en el territorio nacional. Será el
Ministerio del Interior quien calificará atendidas las circunstancias, si algún viaje accidental
al extranjero ha interrumpido o no la residencia continua.
3) Ser titular de permiso de Permanencia Definitiva Vigente.
4) No haber sido condenado ni estar actualmente procesado por crimen o simple delito.
5) Estar capacitado para ganarse la vida.
6) Llenar y firmar personalmente el formulario "Solicitud de Carta de
Nacionalización", adjuntando la documentación que corresponda.
Datos de la solicitud:
• Concepto
• Requisitos
• Procedimiento
Para acceder a esta nacionalidad, es necesario que le sea concedida por ley común, la cual
puede tener su origen en cualquiera de las Cámaras, y ser iniciada tanto por los Diputados y
Senadores como por el Presidente de la República. Es importante señalar que no es una
obligación del beneficiario recibir tal honor y el extranjero no manifiesta voluntad alguna
de modo expreso para adquirir la nacionalidad chilena.
Esta institución es especialísima, toda vez que se otorga por el legislador sin exigir a quien
la obtiene ningún requisito, ni siquiera que el beneficiado haya estado o se encuentre en
Chile, aunque lo lógico sería que así fuera.
En cuanto a la naturaleza de los servicios que fundamentan una nacionalización por gracia,
no se encuentra precisada por la norma constitucional, correspondiéndole al legislador su
calificación. La disposición tampoco indica si estos deben ser prestados al país o a la
humanidad, aunque doctrinariamente la mayoría de los tratadistas se inclinan por la primera
alternativa. En la mente del legislador han estado presente el honor, los altos servicios
prestados al país en el campo del derecho, de las ciencias, las artes, la literatura, la cultura,
la actividad empresarial, religiosa y otras de la misma naturaleza, como elemento
determinante de decisiones legislativas que han sido siempre excepcionales, especiales y de
singular jerarquía.
Entre los casos que pueden citarse de obtención de nacionalidad por gracia están Andres
Bello, José Joaquín de Mora (redactor de la Constitucion de 1828), Ignacio Domeyko y
Lorenzo Sanzie.
6. ESTADO CIVIL
Según el Art. 304, “el estado civil es la calidad de un individuo, en cuanto le habilita para
ejercer derechos y contraer obligaciones civiles”. La doctrina ha criticado esta definición
legal, ya que es muy similar al concepto de capacidad, además, es imprecisa, ya que no
define a qué calidad se refiere.
La doctrina nos define el estado civil como “la calidad permanente que un individuo ocupa
en la sociedad, derivada de sus relaciones de familia”.
Está sometida a reglas especiales que el C.C. establece en el Título XVII del Libro I, arts.
304 y siguientes, las que priman sobre las normas de prueba de la obligaciones, Título XXI
del libro IV.
Puede probarse por medios principales, constituidos por las partidas, y por medios
supletorios, los cuales varían según se trate de la prueba del estado matrimonial o de la
prueba de la filiación, según se desprende del art. 309.
Art. 305 (1). El estado civil de casado o viudo, y de padre, madre o hijo, se acreditará frente
a terceros por las respectivas partidas de matrimonio, de muerte, y de nacimiento o
bautismo.
Entendemos por partidas las inscripciones practicadas en los registros. También se llaman
partidas las copias auténticas, pues no se pueden acompañar los originales.
De esta manera si se quiere acreditar por ejemplo el estado de casado se acompañará una
copia de la inscripción del matrimonio. Sin embargo, la ley permite que se pueda probar
por certificado que expidan los oficiales del registro civil y que ellos tienen la obligación de
otorgar de acuerdo a la ley 19.477, art.33, N°3.
Respecto de los certificados de bautismo se ha fallado que sirva para acreditar la calidad de
hijo, cuando es anterior a la entrada en vigencia de la ley de registro civil
Como instrumentos públicos que son, las partidas constituyen plena prueba sobre los
hechos de que dan constancia. Para destruir su valor probatorio es menester impugnarlas.
Este servicio lleva tres libros o registros en duplicado (De nacimiento –verde-, defunciones
–negro- y matrimonio –rojo-), en los cuales se registran los hechos respectivos, además, de
las subinscripciones permanentes, por ejemplo; la sentencia que ordena ratificar una partida
de nacimiento.
Las partidas y certificados del Registro Civil son documentos expedidos por un oficial del
Registro Civil para dar fe de las inscripciones y subinscripciones efectuadas en los
registros.
Si existe un servicio público creado para llevar el registro del estado civil, resulta lógico
que los hechos asentados en tales registros constituyan el medio idóneo de prueba del
estado civil. Sin embargo, la ley no puede desentender que pudieron no haberse realizado
las inscripciones o simplemente haberse extraviado los registros, por ello permitió la prueba
del estado civil mediante otros medios supletorios.
Art. 309. Podrá suplirse en caso necesario por otros documentos auténticos, por
declaraciones de testigos que hayan presenciado la celebración del matrimonio y, en
defecto de éstas pruebas, por la notoria posesión del estado civil.
La filiación, a falta de la partida o subinscripción, sólo podrá acreditarse o probarse por los
instrumentos auténticos mediante los cuales se haya determinado legalmente. A falta de
éstos, el estado de padre, madre o hijo deberá probarse en el correspondiente juicio de
filiación en la forma y con los medios previstos en el Titulo VIII.
La doctrina discute si es necesario acreditar la falta de partidas para poder recurrir a los
medios supletorios.
Claro Solar, sostiene que es evidente que si la ley permite suplir, es porque faltan
los primeros, por lo que sería necesario acreditar esta circunstancia, y así lo
manifiesta claramente el art.313.
Somarriva piensa lo contrario, y se funda en el mismo art.313 diciendo que de él se
desprende que el único efecto que produce el no explicar o probar
satisfactoriamente la falta de partidas es el mayor cuidado que deberá poner el juez
en lo que se refiere a la prueba de la posesión notoria. En este último sentido lo ha
entendido la jurisprudencia.
Por otra parte se ha entendido (Fueyo) que respecto de los medios supletorios no
hay un orden, a pesar de que algunos como Rene Ramos piensan que la posesión
notoria es supletoria de los demás porque el 309 dice “en defecto de los demás”.
Prueba por otros documentos auténticos: Se ha entendido que cuando el art.309 hace
referencia a otros documentos auténticos, se está refiriendo a otros instrumentos públicos,
puesto que el art.1699 al definir el instrumento público, equipara ambos términos.
Por ejemplo, un testamento que deja establecido el nombre de la cónyuge del fallecido,
podría servir para acreditar con quien fue casado.
La Corte Suprema en sentencia de 2 de junio de 1986 hizo una distinción clara entre
instrumento público e instrumento auténtico al resolver que: aún admitiendo que los
instrumentos referidos no pueden ser considerados públicos por defectos en cuanto a su
legalización, de todos modos deben ser considerados auténticos, para los efectos
excepcionales que contempla el art.309.
Posesión notoria del estado matrimonial: Este medio de prueba consiste en el goce
público del estado civil de matrimonio, sin protesta ni reclamo de nadie. Está
constituido por tres elementos: el nombre, el trato y la fama. Se encuentra regulado
en los arts. 310 y 312 y 313.
La posesión notoria del estado de matrimonio (art.310) consiste principalmente en
haberse tratado los supuestos cónyuges como marido y mujer en sus relaciones domésticas
y sociales (nombre y trato) y en haber sido la mujer recibida en este carácter por los deudos
y amigos de su marido y por el vecindario de su domicilio en general.
La posesión notoria del estado matrimonial debe cumplir los siguientes requisitos:
1. Debe ser pública
2. Debe ser continua
3. Debe haber durado 10 años a lo menos
La ley restringe la prueba en esta materia. El art. 309, 2º, establece que la filiación, a falta
de partida o subinscripción, sólo podrá acreditarse o probarse:
- Prueba testimonial: será insuficiente por sí sola (art. 198); por ende, deberá
complementarse con otra prueba.
- Presunciones: deben cumplirse los requisitos exigidos en el art. 1712 del CC (vale
decir, que se trate de presunciones graves, precisas y concordantes). En verdad, no
se divisa la razón de haber señalado lo anterior, considerando que el artículo se
habría aplicado de todas maneras, salvo disposición expresa en contrario.
Posesión notoria del estado civil de hijo. La posesión notoria consiste en que el
padre, la madre o ambos hayan tratado al individuo como hijo, proveyendo a su
educación y establecimiento de un modo competente, y presentándolo en ese
carácter a sus deudos y amigos; y que éstos y el vecindario de su domicilio, en
general, le hayan reputado y reconocido como tal (artículo 200,2º).
Para acreditar la filiación mediante la posesión notoria, se requiere cumplir con los
siguientes requisitos copulativos:
El art.201 agrega “la posesión notoria del estado civil de hijo, debidamente acreditada,
preferirá a las pruebas periciales de carácter biológico en caso de que haya contradicción
entre unas y otra. Sin embargo, si hubiese graves razones que demuestren la inconveniencia
para el hijo de aplicar la regla anterior, prevalecerán las pruebas de carácter biológico”.
7. DERECHOS DE LA PERSONALIDAD
Son los que tienen por fin defender intereses humanos ligados a la esencia de la
personalidad. Tienen como único presupuesto la existencia de la persona. Se tienen por el
sólo hecho de ser tal y son inseparables del sujeto. Son preexistentes a su reconocimiento
por el Estado.
7.1.Características:
Derecho a la vida
Derecho a la integridad corporal y psíquica
Derecho a la libertad
o Libertad personal (derecho de residir y permanecer en cualquier lugar de la
República, trasladarse de uno a otro y entrar y salir de su territorio)
o Libertad de reunirse y asociarse
o Libertad de expresión
o Libertad de conciencia
o Libertad de trabajo
o Libertad para adquirir el dominio de toda clase de bienes
Derecho al nombre
Derecho a la propia imagen
Derecho al honor
Derecho a la intimidad
Derecho de autor
a. Presupuesto:
Los seres humanos, con el fin de progresar, desarrollarse y aspirar al bien común,
tienden a unirse formando entes que les faciliten lograr las tareas que se propongan y que
los lleven a la consecución de esos fines. Es así que para hacer más fluidas y eficientes las
relaciones jurídicas, el ordenamiento jurídico le reconoce validez estos entes denominándo-
los personas jurídicas.
b. Evolución histórica
El Código Civil Chileno, fue uno de los primeros en tratar con mayor extensión lo
relativo a lo de las personas jurídicas sin fines de lucro. No obstante, el fuerte individualis-
mo en boga, seguía siendo poco favorable al corporativismo. Sin embargo, se reguló en
detalle lo concerniente a las sociedades, es decir las personas jurídicas con fines de lucro,
cuyo auge había sido paralelo a la Revolución Industrial de fines de los siglos XVIII y co-
mienzos del XIX.
2. CONCEPTO
El art 545 del CCCh señala: “Se llama persona jurídica una persona ficticia, capaz
de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y
extrajudicialmente”. No debe confundirse con personería, que es la capacidad para
representar a otra persona.
Se le puede concebir como un conjunto de personas o de bienes jurídicamente
organizados y elevados por el ordenamiento jurídico a la categoría de sujeto de derecho (no
es una simple reunión de personas o cosas)
El inciso segundo del Art. 547 señala: “Tampoco se extienden las disposiciones de
este título a las corporaciones o fundaciones de derecho público, como la nación, el fisco,
las municipalidades, las iglesias, las comunidades religiosas, y los establecimientos que se
costean con fondos del erario: estas corporaciones y fundaciones se rigen por leyes y
reglamentos especiales”.
i. El Estado
Estas se clasifican en atención a sus fines en personas jurídicas con fines de lucro y sin
fines de lucro.
Para determinar cuándo una persona jurídica persigue fines de lucro se han planteado dos
posturas:
- Guillermo Correa Fuenzalida ha sostenido que las personas jurídicas persiguen fines
de lucro cuando buscan una ganancia pecuniaria o material, que aumenta la fortuna de los
socios (cuando reparte sus utilidades entre sus miembros, socios o integrantes).
- El Consejo de Defensa del Estado, por el contrario, ha sostenido que la búsqueda de
una ganancia indirecta también constituye un fin de lucro (por ejemplo, evitar pérdidas o
realizar economías que beneficien a los integrantes de la persona jurídica) aunque no haya
reparto de utilidades.
Las personas jurídicas con fines de lucro son las sociedades o compañías Mientras que las
personas jurídicas sin fines de lucro, atendiendo a su organización o estructura interna, se
clasifican en corporaciones, fundaciones y personas jurídicas especiales.
La regulación que hace el código civil es la misma en cuanto a corporación y fundación la
diferencia en cuanto a su regulación normativa se traduce en las causales de disolución.
La constitución de la persona jurídica de derecho privado se compone de dos elementos:
1. Acto jurídico solemne en el que consta la voluntad de constituir una persona jurídica.
(Elemento personal)
2. Autorización del poder público: se reconoce la personalidad jurídica y se aprueban los
estatutos.
- notario,
- oficial del Registro Civil o,
- funcionario municipal autorizado por el Alcalde.
i. Corporaciones
ii. Fundaciones
Definición: El Código Civil tampoco los define. Son personas jurídicas de derecho pri-
vado, constituidas por un conjunto de bienes destinados a un fin de interés general, no
lucrativo, dotada de un patrimonio a tal objeto.
Estatuto: Se rigen por los estatutos del fundador, y si en ellos no se ha manifestado
completamente su voluntad, y si el fundador no hubiera manifestado su voluntad o la
hubiera manifestado incompletamente, el directorio lo completara previo informe favo-
rable del Ministerio de Justicia (Art. 562 CC).
Voluntad de la fundación: Según lo haya dispuesto su fundador. El fin del patrimonio
está determinado para siempre por la voluntad del fundador.
Representación de la fundación: Según lo haya dispuesto su fundador.
Disolución: El artículo 564 contempla una causal especial de disolución, que opera por
la destrucción de los bienes destinados a la manutención de la fundación.
Destino del patrimonio de la fundación al tiempo de su disolución: Según lo haya dis-
puesto su fundador.
a. Responsabilidad Penal