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El hombre solo es perfectamente humano cuando juega. F. SCHILLER sta del juego es un adulto singular en la vida de los nifios; porque responde desde su propia humanidad a la persona del ‘mientras controla cualquier desco por dirigir, sondear 0 ensefia, 2 cambio oftecer respuestas liberadoras para el anhelo natural del dlirigitse a si mismo, El hecho de que los nifios son conscientes singularidad de las terapeutas del juego se hace evidente en este sto de una sesidn de terapia del juego: 2De qué color deberia de pintar esta rana? Decide tu qué colorle quieres poner ala rana. No lo sé. ¢Estaria bien el negro? ¢Hay ranas negras? Mi profesora dice que las ranas son verdes. Te gustarfa pintar la rana de color negro, pero no estas seguro de si estaré bien, Si, Se supone que tui has de decirme qué color debo utilizar. Terapeuta: Te gustaria que tomara yo la decisién por t. Chris: Si, todos los demas lo hacen. Terapeuta: Como todos los demas deciden por ti piensas que yo también deberia hacerlo, pero aqui tienes que decid el color que le quieres poner ala rana. {Va ser azul! ;La primera rana del mundo azul! Me divierto contigo! Terapeuta: Te parezco diferente porque no te digo lo que tienes que hacer. {Sit Como una rana azul. Generande diferencias Chris tiene razén, claro esté. Los terapeutas que utilizan la rapa juego son gente «divertiday. No son wdivertidos» por su sentido del mor; son «divertidos» porque crean una relacién adulto-nifia de tipo nuevo y diferente. Esta relacién es porenciada con la presencia! materiales lidicos que proporcionan oportunidades singulares par desarrollo de la comunicacién y la relacién que no son posibles experiencias de tipo verbal. La sala de juegos no es necesariamente lugar Gnico, al menos para la mayoria de las nifias que han jugade: con muchos de los materiales de los que pueden disponer all. embargo, la sala de juegos le permite al rerapeuta generar esas difere cias que hacen de él alguien verdaderamente singular, «divertido» la nifia, Este adulto, el terapeuta del juego, muestra unas caractes cas que los nifios rara vez ven en otros adultos. Las caracteristicas de aceptacién del nivio, respeto a la singularidad la nia y sensbilidad ante los sentimientos del nino identifican a la ia de los adultos, Jecidir to rapia del del hu- ha de un sencia de cs para ¢ sibles en mente un ido» para racterist ridad di a la ters peuta del juego como un adulto muy especial. La terapeuta ve al nifio como una persona con pensamientos, sentimientos, creencias, ideas, deseos, fantasias y opiniones dignos de respeto. Muchos adultos no llegan a ver al niio. Estin demasiado ocupados como para darse cuenta de su presencia. Tienen demasiadas cosas vimportantess que hace « enen que hacerse ahora; y, al fin y al cabo, es importante que las cosas se hagan ripido. En consecuencia, al nifio no se le ve realmente En tales circunstancias, el adulto es sélo vagamente consciente de la presencia del pequefio. Para la mayoria de los nifios que vienen a la sala de juegos, recibir la atencién completa e indivisa de la terapeuta del tuego durante 45 minutos es una experiencia yerdaderamente tinica, La frapeua del juego se da cuenta de todo lo que el nitio hace y estd ver- daderamente interesada en los sentimientos del nifio y en las activida- des lidicas. A diferencia de la mayoria del res:o de los adultos, la tera- Peuta tiene una porcién de tiempo dedicada exclusivamente al nifio. El terapeuta del juego es inzencional en cuanto a la creacién de una atmésfera. Los terapeutas deben de ser conscientes de lo que hacen y fe por qué lo hacen. Esto convierte a los terapeutas en algo tinico, en elsentido de que no van a trompicones en su relacién con la nifia, sino que son muy cuidadosos con sus propias palabras y actos. El terapeuta ® esfuerza por crear una atmésfera que lleve al cultivo de una relacién son la nifia. Se genera una diferencia porque el tiempo juntos esté Ssnirado en la nina, ya la nifa se le permite estar aparte del erapeuta A la nina se la ve como a una persona capaz y tinica. Se genera una rencia porque el terapeuta muestra un gran respeto por la nifa, tando un nifio se encuentra por vez primera con una terapeuta del luego, existen diferencias significativas no observables entre la terapeu- #y otros adultos, La terapeuta puede ser més alta o mas baja que la mayoria de los adultos, o puede tener un rostro ficil de no existen diferencias fisicas que puedan indicarle al nto que esa per sona va a ser especial. Por tanto, las diferencias entre una terapeuta del juego eficaz y otros adultos deben proceder del interior, cuando el yo de la terapeuta se hace plenamente presente para el nifo, Son diversas las cualidades que hacen del terapeuta del juego eficaz un tipo de adulto diferente para la nif, y una de las mas importantes sel arte de estar plenamente presente; es decir, interactuar con la nifia ‘mediante la observacién, la escucha y haciendo declaraciones de reco: nocimiento. En muchas relaciones de nifias con adultos, lo de estar abt raramente se da. A la nitfa se la mia a través del estruendo de la telee vision, o se la escucha desde detris del periédico vespertino, y se le Presta atencién y se la reconoce principalmente cuando hace algo mal La terapeuta del juego es un adulto que observa atentamente, escucha con atencion y reconoce para dar dnimos no sélo en ls juegos del nio, sine también cuando el niko expresa deseos, necesidadesy sentimientos, La tetas Peura del juego sabe que estar presente con el nifio precisa de mucho mds que de su presencia fisica; estar con es ciertamente una especie de arte que hace dela terapia del jucgo una experiencia tinica para el nino. El terapeuta del juego cs una persona capaz de escuchar la herida en el corazén de la niffas una persona que se preocupa por escuchar la Profundidad del dolor del nifio; una persona que acepta sin juzgar 'a persona de la nif; una persona que valora la singularidad del nie en su desesperacién; una persona que aprecia la desesperacién de la soledad de la nia: una persona que comprende y esté dispuestaa estar con un nif. La singularidad de la terapeura del juego se potencia escuchande activamente no slo lo que la nifa verbaliza, sino tambicn los mensajes que transmite através de sus actividades, La erapeuta comprende que los jugueres y Jos materiales que la nit elige, y ef cémo juega com ellos, tienen significado en tanto en cuanto forman parte de su esfuees 0 total por comunicarse. La nitia recibe la atencidn completa de la terapeuta. A diferencia de otros adultos, que estin demasiado ocupae dos y demasiado centrados en satisfacer sus propias necesidades, la ita no tiene prisa. Por otra parte, acepta el compromiso de com- las necesidades de la nitia, y realmente desea escucharla. De » durante el tiempo que estin juntas, escuchar y comprender son Principales objetivos de la terapia. El impacto de esta relacién de ‘con se puede observar en cémo recuerdan las nifas sus experien- de terapia del juego varios afios después, «Cuando echo la vista [...] me da la impresién de que no hacias otra cosa mas que estar ¥, sin embargo, un abrigo de mar en la costa tampoco hace otra salvo estar alien silencio, con los brazos siempre abiertos, espe- © a que los viajeros vuelvan a casa. Yo volvi ala casa de mi misma de ti» (Axline, 1950, p. 60). facteristicas de la personalidad ‘Que viene a continuacién bien puede parecer algo inalcanzable, la ssipcidn de una persona perfecta. Sin embargo, no se pretende des- lizar a nadie a la hora de especificar la caracteristcas de persona- que nos van a permitit ayudar a los nifios a crecer y desarrollarse formas gratificantes para ellos. Tener tales caracteristicas no es tan Portante como el esfuerzo continuo ¢ inquebrantable por incorpo- stas dimensiones en la propia vida y en las relaciones con los nifos. Jntencionalidad del terapeuta del juego en este empeiio debe ser esa dad que facilita la terapia, y no la consecucién de dimensiones ipribles. La intencionalidad desafla toda descripcidn, pero puede ‘no obstante en los recovecos profundos de las actitudes y mo- ones del terapeuta, y determina hasta qué punto las siguientes sacteristicas son identificables en el comportamiento del terapeuta, jetivo y flexible. El rerapeuta del juego eficaz es lo suficientemente Hive como para dejar que el nifio sea una persona aparte, y lo sufi- earemente flexible como para aceptar lo inesperado y adaptarse a ® con una actitud receptiva a lo novedoso. Estas dimensiones se 135 fundamentan en su inflexible adhesién a la idea de no imponerle nifio comportamiento alguno. El terapeuta valora en verdad el ru del nifio ¢ intenta comprenderlo sobre la base de las propias expres nes del nifio. Esta valoracién se caracteriza por la comprensién, eli tetés, el cuidado y el agrado por los nifios REGLA DE ORO * El c6mo se siente el terapeuta con el nifio es més importante que lo que el terapeuta pueda saber acerca del nifio. No juzga ni evabia. La terapeuta no tiene necesidad de evaluar ni de juzgar a las nifias, ni a lo que produzcan o dejen de producir. Ese me ‘star dispuesta a jucgar ni evaluar surge del hecho de comprender cuss gratificante puede ser una experiencia cuando a una no se la juzga evaliia. La terapeuta acepta la decisién de la nifia de jugar 0 no jugae: de hablar 0 no hablar. La nifia no necesita adaptarse ni comportarse de ningtin modo en concreto para recibir la aceptacién de la terapeuta que se esfuerza por encontrarse con la nifia alli donde la nitia se halla en ese momento, ‘Mentalidad abierta. Fl terapeuta es una persona de menzalidad abiew 1, no de mentalidad obtusa. La apertura y la sens infantil son prerrequisitos basicos para los rerapeutas del juego. El te rapeuta considera a los nifios y se relaciona con ellos principalmente sobre la base de sus propios méritos, sobre el quiénes son, mas que so bre la descripcién de quiénes son que otros han hecho de ellos. El te= rapeuta no tiene necesidad alguna de distorsionar significados, porque se siente relativamente libre de amenazas y ansiedades y est, asi pues. abierto a recibir 2 los nifios tal como son o como serin. El terapeuta € capaz de desprenderse de su mundo de realidad y experimentar eh mundo de realidad infantil. Esta dimensién de la mentalidad abierta ss para que se nifos los que tienes empuje de sus prog Esta paciencia sef ‘poder interior, constm ‘Alta tolerancia a la sens alta tolerancia a seundo de experiencé indole a ella poneres «ain y el contenido ce ite al terapeuta recibir plenamente y con precisién los signifi- ue los nifios le comunican verbalmente, no verbalmente y a Ede sus juegos. La terapeuta del juego es paciente con la nia en el instante, este con la expresién del nif, paciente con el proceso de la nitia con expectacién a que el nifio salga y se manifiestea su propio o. La paciencia le permite a la terapeuta del juego asimilar, ver y Smentar lo que el nifio ve en su mundo, Este tipo de paciencia lo exibié vividamente White en 195; = cultivo de las plantas es una de las actividades que més frutos “Pesha dado a la humanidad, y quizés su éxito provenga del hecho ue el agricultor no intenta imponer patrones imposibles a sus 2s. Respeta sus peculiaridades, intenta proporcionarles las Siciones adecuadas, las protege de graves dafios; pero deja ‘2s plantas crezcan a su manera. El agricultor no hurga donde fentado la semilla para hacerla crecer més répido, ni toma el ‘cuando emerge de la tierra e intenta abrir las primeras hojas = manos. Tampoco podalas hojas de diferentes tipos de plan- #P2 que se vean todas iguales. La actitud del agricultor es la = Que se deberia emplear para tratar con los nifos. Son los os que tienen que crecer, y s6lo pueden hacerlo através del Puje de sus propios intereses en ciernes. (p. 363) 3 Paciencia se fija en la inamovible creencia dela terapeuta en el €f interior, constructivo, creativo ¥ curativo del nifio. ‘olerancia a la ambigiiedad. El terapeuta del juego eficaz tiene alia tolerancia a la ambigiedad, lo cual le permite entrar en el Ho de experiencia de la nifa haciendo un papel de seguidor, de- avella poner en marcha la actividad, proponer el tema, ladiree- ¥¢l contenido con el estimulo del terapeuta, que centra constan, temente la responsabilidad en la nifia, El terapeuta del juego centradal en la nifia no necesita hechos ni respuestas de una nifa, y se da pom contento con el proceso de no saber lo que deberia de significar al comportamiento de la nifia. El terapeuta se siente comodo viviendo eal el mundo de incertidumbres de la nifia. Mentalidad orientada al futuro. Dado que el nifio est4 en permay nente proceso de devenir, la terapeuta del juego deberd tener una mena talidad oriensada al futuro en relacién con el nifio, y le respondesd como a una persona capaz de ser més de lo que es en este momenta Tengo un amigo que tala figuras del Oeste de madera, y ¢s capaz dal ver el potencial en un viejo tocén de drbol muerto. A veces ve una bots de vaquero, un sombreto del Oeste 0 el tosco rostro de un cowboy. Mi amigo no responde a la condicién presente del viejo tocén de drbel muerto, sino al potencial que alberga ese tocén. En su trabajo, él res ponde intencionada y consistentemente al potencial que ve, y centeas toda su energfa en liberar aquello en lo que el tocén es capaz de com: vertirse. Del mismo modo, la terapeuta del juego centrada en el nif se relaciona con aquello en lo que el nifio es capaz de convertirse, ¥ ne lo restringe con actitudes o respuestas verbales pertenecientes al passe do, ni siquiera las de la sesién de la semana pasada. La terapeuta esta intentando siempre «ponerse al dia» con el nifio de modo que no tiene necesidad de averiguar lo que sucedié ayer, la semana pasada, el mes pasado o el afio pasado, a menos que el nifie Jalleve justo en esa direccién. Entonces, la terapeuta estard presta para seguirle. La terapeura no hace referencias a la sesién anterior, porque el nifio ya no estd en ese punto. Si las sesiones son semanales, el nifie ha tenido toda una semana para crecer, desarrollarse y cambiar desde que la terapeuta lo vio por tiltima vez. Por lo tanto, la terapeuta ten dra que ponerse al dia con el nifio y evitard responder de tal manera que el foco se sitde en el pasado. En la siguiente conversacién, durante la sexta sesién de terapia del juego, se hace obvio que la agenda dd terapeuta esté centrada en el pasado. suna acticud Be proceso consi El cerapeutat ir sus crores, al smc imprecisiones e asumir riesgosy§ Be qpresiones creatie lel juego centrade (Pintando un cuadro en el caballete). nif, y se da por a de significar e Al igual que el otro dia, no dejes zonas en blanco en tu nodo viviendo en cuadro, (Mas tarde, en la misma sesi6n, jugando). )esté en perma Estés intentando hacer tu nuevo truco, como hiciste la j tener una mene rovirea Ve y le responders este moment mee (Leensefiaal terapeuta un aro de plastico que se ha traido 2, y €s capaz de de casa) eces ve una bots = un cowboy. Mi tocén de arbol trabajo, él ree Feepeuta Teas traido un aro de casa, igual que hiciste la iltima vez. Eos respuestas de este terapeuta no son terapéuticas porque man we ve, y comes al nifio centrado en el pasado y pasan por alto el hecho de que $ capaz de com tuna interaccién constante de los pensamientos, conductas, sen- rada en el nig tos, experiencias y el ser fisico del nif Asi pues, el mundo nvertirse, Fm! ‘0 del nifio esté cambiando constantemente, de tal manera ientes al pase nifio que hay en la sala de juegos esta semana es, en cierto Bee. diferense del de la semana pasada. Esto quiere decir que las » con el nia. Seeriencias del pasado ya no se perciben ni experimentan del mismo ucedié ayer, fa Fee. y el nifio no se siente comprendido, porque esté centrado en lo que el nit ssi haciendo ahora, no en Jo que hizo la semana pasada. La men 2 Dresta pa # orientada al futuro no proyecta ni lleva al nifio hacia el futuro, una actitud receptiva ante el hecho de que el ser del nifio esta I= proceso constante de devenit. El terapeuta del juego eficaz actita y responde con coraje al tir sus errores, al mostrarse vulnerable de vez en cuando y al ad- = imprecisiones en sus percepciones personales. Se necesita coraje sumirriesgos y para dejarse llevar por la intuicidn en respuesta a jexpresiones creativas de la nifia a cad: ia instante. La terapeuta que se consiente ser suficientemente vulnerable como para conmoverse pal las experiencias y sentimientos de la nifia va a necesitar también coraje necesario para compartir sus sentimientos y no adoptar acti des defensivas. Se puede requerir de un coraje basado en la confian en uno mismo cuando un nifio esta poniendo a prueba los limites la relacién, por ejemplo, amenazando al terapeuta con arrojarle us bloque de madera o con dispararle con la pistola lanzadardos. Los rapcutas a los que les cuesta asumir riesgos pueden responder de forma inadecuada en tales situaciones si se conducen de forma punitiva 6 amenazadora. Estas situaciones precisan también de un alto grado de Autenticidad, afecto y carifio, aceptacién y comprensién sensible. Dado que de las dimensiones de la autenticidad, el afectoy el carro, le saceptacién y la comprensién sensible ya se habl6 en el capitulo antetior las vamos a mencionar aqui lo justo para hacer saber al lector lectors que reconozco su valia como dimensiones de personalidad en el pro ceso terapéutico. Estas dimensiones se pueden calificar como de amo= rosas y compasivas Helen Keller (1954) hablaba en su autobiografia de la importan que llega a tener una persona amorosa y compasiva para facilitar um proceso de transformacién vital En cierta ocasi6n conoci as profundidades en las que no hay espe ranza alguna y la oscuridad lo cubre todo. Entonces vino el amor y liberé mi alma. En cierta ocasién me impacienté y me golpeé con- tra la pared que me encerraba. No habla pasado ni futuro en mi vida, y la muerte, como consumacién, devotamente deseaba. Pero una palabrita de los dedos de otra persona cayé en mis manos, que se aferraban al vacio, y mi coraz6n se acelerd con el éxtasis de la vida. No sé cual es el significado de la oscuridad, pero aprendi a superarla. (p.57) conmoverse r también del adoptar acti n la confi sién sensible. vitulo anterios lector 0 lector dad en el pro- como de amo- 2 importancia ra facilitar un ohay espe- elamor y peé con- ro en mi eaba. Pero) manos, que ctasis de la )aprendi a Sezuridad en si misma. La cerapeuta del juego eficaz se siente seguna « ma y reconoce y acepta, de este modo, sus limitaciones perso- Biss sin sentirse inadecuada. No hay nada que una ni Pi ©) Hay cerapeutas del juego que tienen la sensacién de que deben ia pueda decir sees de la cerapeuta que suponga tn peligro para la terapeuta (figura = tiles a todos los nifios. Pero debido a su propio miedo a que se les jere inadecuados, siguen trabajando con nifios hasta mas alla de gee son capaces de hacer, o bien aceptan nifios en su consulta cuyos Seeblcmas emocionales exceden los limites de su preparacién. Saber Ssindo remitir a una nifia a otro profesional es una exigencia para una Seapeuta del juego. Elterapeuta del juego tiene seguridad en sf mismo y confia en ia para que dinja la relacion alla conde la nifa necestellevala. Sentido del humor. Los nifios son divertidos, y se lo pasan en grande do y descubriendo. Se rien a carcajadas cuando algo les pa rtido. El terapeuta del juego deberia tener un marcado sentido del wmory sex capaz de apreciar el humor en lo que el nif percibe como cémico. Sin embargo, reitse de un nifio nunca es adecuado en el case de un terapeuta Comprenderse a si mismo Existe el acuerdo generalizado entre las autoridades de que, con inde pendencia del grupo de edad con el que se trabaje, todos los terapeutas precisan comprenderse y discernir con precisién sus motivaciones, ne= cesidades, puntos ciegos, sesgos, conflictos personales y dreas de dif cultades emocionales, as{ como sus fortalezas personales. Los terapeus tas no deberfan dar por sentado que pueden compartimenta sus propios valores y necesidades, dejandolos aparte en sus relaciones con los nifios La terapeuta es una persona real, no un robot. Por tanto, las necesidae des y los valores personales forman parte de la persona y, de ahi, se convierten en parte de la relacién. La pregunta, por tanto, no es sila sc eee de un micd Betecsonados con personalidad de la terapeuta se va a inmiscuir 0 no en la relaci6n tera péutica, sino hasta qué punto lo hard Es responsabilidad del terapeuta sumergirse en un proceso de ex- ploracién de si mismo que le permita comprenderse mejor, minimi- Beicado 0 de tener éxiani zando asi el impacto porencial de sus propias motivaciones y necesi« Geecipulativa, de tal dades. Este proceso de conocimiento del yo se puede llevar a cabo ISste y La expresion de lacién terap fees las cxpectativas, las mediante terapia personal, siendo altamente recomendable 0 bien una rerapia de grupo o bien una terapia individual para descubrirse a Gescltado de un uno mismo. Otra fuente de exploracién propia seria la de las relacio- nes de supervisién o consultativas, que le permiten a la terapeuta exe nifio consticuyen a plorar motu propro sus motivaciones y sus necesidades. Dado que la sificativo sobre cl dessa ento, todo serepéutica. En toda selaat comprensién de si mismo es un proceso y no un acont terapeuta deberia plantearse la posibilidad de sumergirse en procesos saci6n sutil inherente, qu de este tipo a lo largo de toda su carrera profesional. Explorar las si in de hasta qué puntol guientes preguntas podria fomentar el proceso de comprensién de si sss motivaciones, su item #1 nifo. El nifio sientes exo puede afectarle lew ecuado en el caso € que, con inde os los rerapeutas 0% raciones, ne reas de difi- Los terapeu: enta sus propios es con los nifios 0, las necesida na y, de ahi, se tO, no es si la a relacién tera- proceso de ex nejor, minimi- jones y necesi- llevar a cabo adable © bien t descubrirse a de las relacio terapeuta ex- Dado que la imiento, todo € en procesos xplorar las si- rensién de si 2Qué necesidades personales estoy satisfaciendo en la terapia del muego? = zHasta qué punto es intensa mi necesidad de ser necesitado? = Me cae bien este nitio? = -Realmente quiero estar con esta nitia? = 2Qué impacto pueden tener mis actitudes y mis sentimientos sobre = De qué modo me percibe esta nifia? Una terapeuta que no sca consciente de sus propios sesgos, valores, secesidades cmocionales, temores, tensiones personales, ansiedades y expectativas de si misma y de los dems probablemente no sea lo sufi- fentemente sensible para tales dimensiones de los nifios. La terapeuta fo se deja en la calle sus necesidades de personalidad cuando entra en Be sala de juegos con una nifia. En consecuencia, tales necesidades se mvierten en parte de la relacién y del proceso terapéutico en desarro- lo. Si cl rerapeuta no es plenamente consciente de la necesidad de caer Bien, de un miedo al rechazo, de unos sentimientos de culpabilidad selacionados con la imposicién de limites de la necesidad de ser ad- mirado o de tener éxito, estas necesidades emergerin de forma sutil y manipulativa, de tal modo que controlarin y restringirin la explora ién y la expresién del nif. La relacién terapéutica en la terapia del juego es mucho més que el ultado de unos critetios observables. Las actitudes, las motivacio- nes, las expectativas, las necesidades y las creencias de la terapeuta acer- ca del nifio constituyen intangibles que pueden tener un impacto sig nificativo sobre el desarrollo y sobre los resultados de la relacién srapéutica. En toda relacién terapéutica hay cierto grado de estructu- ién sutil inherente, que puede hacerse mas 0 menos grande en fun- n de hasta qué punto la terapeuta es consciente de sus necesidades, sus motivaciones, su intencién, sus expectativas y sus creencias acerca del nifio. El nifio siente o percibe estos intangibles en la relacién, y esto puede afectarle o Ilevarle a estructurar su conducta, tanto si la te- rapeuta tiene la intencién de conseguir tal estructuracién como si Los intangibles en la relacién terapéutica de los cuales el cerape deberia ser consciente se relacionan aqui ePretendes cambiar a la nina? :Acaso habré una aceptacién auténs sila intencién del terapeuta del juego es cambiar a la nifia? 2Eiperas que el nino juegue? :Es verdaderamente libre el nifio em sala de juegos para marcar su propia direccién si el erapeuta juego espera que el nifio juegue? ¢Aceptas mejor unos comportamientas que otros? Se va a sentir elm apreciado y valorado si la terapeuta del juego aprueba solo deter nados comportamientos? ¢Tienes una baja tolerancia al devorden? Es libre la nia de expe su necesidad de ser desordenada si la terapeuta del juego tiene baja tolerancia al desorden? . La reaccién de Ryan fue, «No la necesitamos Y la verdad es que no la necesitabamos. Ryan confié en mi y fue pax ciente con mii torpeza A la semana siguiente, Ryan volvié de nuevo al hospital, se recupe- 16 espectacularmente otta vez y, al cabo de una semana, volvié a pedir- leasu madre que me llamara. En aquella sesién, Ryan volvié a dibujar a Mickey Mouse, pero con el cuerpo y las manos mas pequetios. Co- lores a Mickey de color ptirpura oscuro; parecia tener la cara vacia con los ojos muy oscuros. Ciertamente, parecia la muerte. Después eligid una caja de huevos de cartén que llevaba yo en el kit, colores cada una de las celdas de los huevos con colores brillantes, cerré la caja y la colored por fuera toda de negro. Si, la belleza, el color, el brillo y la esperanza estaban dentro, A continuacién, Ryan dibujé una casa de paja, una casa de palos y ramas y una casa de ladrillos; dijo que las dos primeras se habjan caido y que los tres cerditos se habjan puesto a salvo en la casa de ladrillos. Un rasgo interesante de las casas era que la de ladrillos era la que tenia las puerta mis grande. Creo que, de algdn it el tratamiento en un lado de la Yo vivia ca spiro de resigna Bs me preparaba do de experien grande en nues- de papel de pe as manos enor- atonera, que se . Ryan disfru. sbiera imagina. ara la orina en reaccién inicial uullo de «Voy a necesitamos: n mi y fue pa- al, se recupe- volvi6 a pedi: vib a dibujar equeiios, Co- la cara vacia erte. Después I kit, colores » certs la caja or, el brillo y 5 una casa de o que las dos fan puesto a sas era que la ue, de algiin jo, Ryan sentia intuitivamente que la muerte ya estaba cerca, ¥ que Searia en un lugar a salvo. Después, Ryan dijo que estaba cansado, de modo que le dejé descansar y me fu Aquella fue la iltima vez que vi a Ryan. Murié tres dias después. Durante los momentos que habjamos pasado juntos, Ryan habia lle- sado el centro de exploracién de las sesiones a aquellas dreas que eran emxportantes para él, habia descendido por el camino que habia elegido habfa jugado del modo que queria jugar. En nuestra relacion descu- Bri que, incluso en la més angustiosa de las circunstancias, los nifios den sentir el placer de jugar, y que incluso pueden sentir cierto sontrol de la situacién cuando las circunstancias parecen estar descon. sroladas. toque apre: Sé tan poco de lo que significa para un nifio enfrentarse a la muerte! Asi pues, intentaré aprender lo que Ryan me nsefi. Siento una profunda tristeza cuando pienso en un nifio moribundo. Asi Sé muy poco acerca de la vida , tendré que proteger los nifios de mis sentimientos. Asi pues, me abriré a la maravilla continua de la vida, tal como la ecasiones, me centro demasiado en los problemas, en lo que no funciona. Asi pues, me esforzaré por mirar mas allé del mundo de experien- cias del ni. No puedo saber lo que deberia ser importante pata otra persona. Asi pues, en mis relaciones con los nifios, descubriré sus necesidades Me gusta, también, cuando otra persona «ve» mi mundo. Asi pues, me esforzaré por scr sensible al mundo del nifio. Soy més yo cuando me siento seguro. Asi pues, intentar on todas mis fuerzas que los nifios se sientan seguros conmigo. Yo queria alejarme de todo cuanto me recordara su dolor Pero Ryan queria estar conmigo. Yo no podia resolver su problema Pero él no esperaba que lo hiciera Yo pensaba en él muriéndose Pero él se concentraba en vivir Yo sentia una profunda tristeza cuando se aproximaba el momento de ir con dl. Pero él estaba anhelando que nos viéramos, Yo vefa a un nifio demacrado. Pero él veia a un amigo. Yo queria protegerle Pero él queria compartir conmigo una relacién. La sociedad dir que Ryan murié, pero yo he grabado en mi corazén su lucha por la vida, la mascara de oxigeno, las manchas brillances de colores que elegia, el dolor que soporté, la fatiga cargada de placer en su pequeia y chillona voz, el entusiasmo y el vigor con los que dibujae ba. Asi pues, vive. No vive la parte que ellos ven, sino la que yo veo. Esa personita moribunda me ensefié muchas lecciones para vivir. Recuerdo a Ryan diciendo, «Este es nuestro momento, sélo para th y para mi, Nadie lo sabré nunca, Garry. Es sélo para nosotros», Me pregunto qué recordaré Ryan Esa relacién especial con una personita especial en un momento crux cial de su vida me dio una perspectiva inusual sobre eso de dejar que los nifios leven la relacién hacia aquellas dreas que son importantes para ellos, en lugar de hacia aquellas éreas a las que uno podria pensar jomento de illantes de e placer en jue dibuja- hue yo veo, Slo para t otros». Me nento cru: lejar que aportantes: ria pensar gué a valorar de verdad a aquel nifio singular, a seecciar su expresivo entusiasmo, que 6.0 se vefa mitigado momenté- Seamente por la abrumadora fatiga de su combate fisico. Los momen. = que pasébamos juntos parecian ser ur: oasis en su vida, un momen- €n que era libre para tomar el control de la direccién de sus Speriencias, aunque la realidad dictara que él no podia controlar lo pasaba con su cuerpo. Durante los momentos que pasébamos juntos, Ryan se concentra vivir mds que en morir, en la alegria més que en la tristeza, en la Sipresién creativa mas que en la apatia, y en el aprecio por nuestra cid mas que en la pérdida de relaciones. Maravillado y sobrecogi 4, vivi con este nifio moribundo la alegria, la liberacién y la emocidn Sompartidas del instante, mientras él jugaba y representaba nuestra a relacién. Jugar era algo especial para Ryan, y él valoraba nuestra selacién. Yo aprendi, por tanto, que el éxito podria no ser lo que se esita; quizas ni siquiera se necesita corregir el problema. De hecho, puede que lo tinico que se necesite sea la breve experiencia momenté- nea de una relacién segura de carifio, en la cual el nifio es libre para ser edo lo que es capaz de ser en ese momento, Ryan, un nifio que estaba muriéndose, me enseié muchas lecciones para la vida (adaptacién Landreth), la prac El trabajo en clase, las discusiones, las lecturas, los talleres, la interpre: tacién de papeles y la obscrvacién de cerapeutas del juego con expe- riencia son requisitos previos importantes y necesarios para el apren zaje de un terapeuta del juego en ciernes. Sin embargo, los aprendizajes mas importantes son los que se derivan de las experiencias, y las posi- bilidades de aprendizaje acera del yo, de hs nifias y de la terapia del juego a partir de experiencias de terapia del juego supervisadas son ilimitadas. En tanto no se tengan experiencias con nifas, no se las Podri conocer. En tanto la terapeuta no experimente el esfuerzo qu supone relacionarse con una nifia, no podra comprender la 1 ‘erapéutica en la terapia del juego. Zn tanto el terapeuta no sepa lo que ¢$ estar con un nifio, no podrd descartar sus aprensiones. En tanto la terapeuta no intente aplicar lo aprendido, no se podrin apreciar las habilidades desarrolladas. Todos los terapeutas del juego ceberian emprender un proceso sin fin de autocritica; y ver las propias sesiones de uno grabadas en video 5, con mucho, la mejor manera posible de realizar una supervisién, tanto si te la haces 1 mismo como si te la hacen otros profesionales. Verse uno mismo en video es esencial para el crecimiento personal, y se considera un ejercicio obligatoris en la supervisién, Simplemente, no es posible que una terape del juego llegue a saber realmente qué clase de terapeuta es sin haber visto videos de sus propias sesiones Disponiendo de equipos de video baratos, la reluctancia de un tera- peuta del juego a grabar sus sesiones puede revelar una actitud defen- siva 0 una clara inseguridad. Todo terapeuta del juego deberia estar dispuesto a seguir aprendiendo acerca de si mismo, con independencia de los atios de experiencia que tengg, La Lista de Control de Habilidades para la Terapia del Juego LCHT)) (véa‘e la tabla 6.1), elaborada por el Centro para la Terapia del Juego de la Universidad del Norte de Texas, es un excelente baremo de supervisién/consultas para ayuda: a las terapeutas en las respuestas verbales y las habilidades no verbales de la terapia del juego centrada cn la nifia. La LCHT] se rellena mientras se observa una sesi nde te- rapia, y se puede utilizar en la autosupervisién de las sesiones grabadas en video. También la puede utilizar una supervisora para ofrecer fee back (retroalimentacién) a aquellos terapeutas del juego cuyas sesio~ nes se hayan grabado o se observen en directo a través de un espejo unidireccional. Este baremo viene muy bien como estimulo para la discusién y el debate. La terapeuta del juego puede expandir su dis- cernimiento pidiendo a los terapeuras que se valoren a si mismos, ue comparen sus valoraciones con his evaluaciones de la supervisora TABLA 6.1 Lista del Juego (Centra Norte de Texas, D Lista de Control d Centro para la Ter Universidad del Ni Terapeuta: Observador/ Comunicacién 1o verbal del terapeuta inclinado/a hacia delante Abiertola interesadola ‘Smodola fonolExpresién congruente con elafecto del TonolExpresion congruente con jas respuestas dela terape sel esfuerzo q nder Ja relacion 2 no sepa log rin apreciar las un proceso sin abadas en vides na supervision. s profesionales nto personal, Simplemente r realmente qué cia de un tera yactitud del debe ndependencia apia del Ju para la Terapi n las respuesta na sesiGn de te Bones grabadal ara ofrecer fi mulo para la cpandir su dis la supervisora TABLA 6.1 Lista de Control de Habilidades para la Terapia 4&1 Juego (Centro para la Terapia de! Juego, Universidad del Norte de Texas, Denton, Texas) —_—____—, Tibes de control de Habiidades parala Terapia del Juego ‘Centro para la Terapia del Juego ‘Universidad del Norte de Texas, Denton, Texas Terapeuta: Nifioja (eda Observadoria: Fecha: [erence gif repoetian' [ous no verbal de! B] 2} &| | lemplo | posibles | | terapeuta i 81% | §| cen respuestas | ; B/E | 8 | 2) cerapeuta | inclinadoja hacia delante Abiertola Comodoja | iajadola TonolExpresion congruente con elafecto del congruente con jas respuestas dela terapeuta TmulGiealescas =e . Respuestas del | ¥ Respuestas | otras coment terapeuta Shoe] Eo) teem | poste 2 que los terape | BY 1 9/8 cetaters! | respliesas icoscoherentes 2/3] 2) 2} peu Al igual que e BEES Aa a eed areal fro cs el nisl Rastreo | | | persona de mnie {——_ | oe a indario. La supe Reflejar elacion terape sentiment pablo en el an Pipe _ a | s necesidades? Reflear | contenido || | seguro con ¢ —_ ——— — a ros? :Es tolerante Faciltarlatoma | | | | as autoevaluad Cater | tas del juego € responsabilidad Bciinicncaiqill l wea = sab J. del ji Facitar a espontaneidad - ——- +4 través de la exper Fomente | do entender me, } endo y siento dela estima eames aifio, y descubri e compr scripeiones int stracta de la a Establecimiento de limites: Proteger ala nifiay ala terapeuta, mantener | : eee area cera No es ficil relacion ia relaciniaceptacin del terapeuta, proteger salajuguetes, estruct prueba de realidad Inmediatez/espontaneidad: ino de los descubri Lana establecié contacto/conexién: Uno de k asa Puntos fuertes de la terapeuta ai No he aprendido a Areas de crecimiento: he ap zn por la cual mi Otras posibles respuestas 1¢ comenten las discrepancias. La supervisién/consulta es esencial sara que los terapcutas del juego desarrollen un modelo y un enfoque Séricos coherentes Al igual que en la terapia del juego centrado en el nifio, donde e 1 €s el nifio en lugar de sus conductas, e2 la supervisién, el centro persona del terapeuta, en tanto que el desarrollo de habilidades es ndario. La supervisora es sensible a las dimensiones subyacentes de lacién terapeuta-nifio, como los intangibles del terapeuta de los que BeEabié en el anterior capitulo: zes el terapeuta consciente de sus pro- Be necesidades? ;Cémo se siente con la nifta! (Confia en si mismo? ;Se Bese seguro con el nifio? ;Acepta mejor unos comportamientos que Sees ZEs tolerance con la ambigiiedad de la incertidumbre infantil? s autoevaluaciones que vienen a continuacién por parte de tera- Besess del juego en formacién ofrecen un acsbo sobre el impacto y el Besscimiento que se derivan de las experiencias supervisadas de tera- de la experiencia con los nifios en le terapia del juego, he po- inder la naturaleza viva de la relacién terapéutica. Ahora com- y siento mejor la experiencia dinamica del encuentro con un descubri en Jeffrey lo que no llegué adescubrir en los libros de ami misma en accién con el nifio. Yo necesitaba ir mas alla de ripciones intelectuales y las clasificaciones, més alld de la visién a de la ayuda, al encuentro de mi propia experiencia interior. cil relacionarse intensamente con ur nifio, i los descubrimicntos mas claros que he tenido en mis sesiones a sido el darme cuenta de que sey demasiado impaciente Bie be aprendido a esperar, y esto agrava el estrés. Quizis sea ésta la Bisse por la cual me resulta dificil ver las cosas desde otra perspectiva Bao sea la mia. He aprendido que tengo que responder al nifio en vez de intentar dar una buena respuesta. Cuando Justin se negé = abandonar la sala de juegos, fui capaz de esperar pacientemente junt la puerta, y me di cuenta de cudn efe vas pueden ser la aceptacié de los sentimientos y la permisividad cuando é1 mismo salié por puerta por decisién propia séle un par de minutos después. Esta segunda sesién trajo consigo una de mis peores aprensiones: la de nifio que no deja de hacer pregantas. Por el tipo de p: tas que ha- fa, era obvio que Eric tenia un pobre concepto de si mismo. Parecia resultarle dificil confiar en su p-opio juicio, o decidir por si mismo qué modo utilizar su tiempo en la sala de juegos. A mi me resultabs d cil responder a sus preguntas de forma simple para luego devolve el mando a Eric. No hacfa més que buscar mi aprobacién en toda acti Vidad nueva que emprendia. Algunas de mis respuestas fueron facilita- doras, otras no. Descubri que mi incoherencia puede facilitar que ha ‘més preguntas que, a su vez, incrementan mi ansicdad y mis respuest inapropiadas. Creo que es sumamente importante recordar que el nif siempre aprende algo de lo que yo digo, Es importante comunicatle que te fe en su propio juicio, de tal manera que él aprenda a confiar en sus propios juicios. La responsabilidad de cambiar « no esti en sus anos. ;Qué impulso para la confianza en si mismo, el respeto por s mismo y la propia estima en el rifio! Durante mis sesiones de terapia del juego, descubri que la nifia se sen= ‘fa un tanto extrafia conmigo al principio debido a mi nacionalidad mi manera de hablar, y también debido a que yo estaba demasiade silenciosa y no eta lo suficienternente receptiva. Esa diferencia inicial establecié una etapa de poca familiaridad para la nia, y luego mi comportamienco reservado y silencioso no hizo otra cosa que agravar lo todo, He aprendido que tengo que incrementar mi tasa de respues tas para que la nifia se sienta a gusto, a compromise ierzos posible de terapeu go esta exper para satisfac pueden hablar p 0 deben a del juego poseen les hagan ef fios. Con es sctrices tentat premisa bisica ¢ riores que lo tos: = Un mister orientacién, Areas de estu de la orier — Areas de estu noventa horas ~ Orientacién porcione opor periodo de tie ~ Observacién como de nifi — Observacién ¢ tunidad de d 1 se negé a nente junto Laceptacion salié por la jones: la del pras que hae mo. Parecta si mismo de ne resultaba 0 devolverle mn toda actic ron facilica ear que haga is respuestas que el nif puna da a conflar speto por s nifia se sem cionalidad , demasiad encia ini y luego a que agravar de respues 1 de resp mpromiso con las nifias exige que un terapeuta haga todos los 0s posibles por asegurarse de que éstas reciben la ayuda de cali- terapeutas del juego competentes. El campo de la terapia del std experimentando un interés crecente como un enfoque via a satisfacer las necesidades de los nifios; y dado que éstos no hablar por si mismos sobre este tema, los profesionales en el deben asegurarse de que las personas que practican la terapia poseen unos conocimientos y unas habilidades especializadas hagan eficaces en la terapia a fin de servir el interés de los pe- s Con este compromiso en mente, se sugieren las siguientes ces tentativas para la formacién de terapeutas del juego. Una bisica es que los estindares profesionales que se requieren zar la terapia del juego en orientacién infantil no deberian ser es que los que se requieren para trabajar en orientacién con jm méster universitario en un area profesional de ayuda, como acién, psicologia, trabajo social o un rea relacionada. s de estudio con contenidos como desarrollo infantil, teorias jentacién y la psicoterapia, habilidades de orientacién clini as de estudio con contenidos en terapia del juego equivalentes a ta horas de instruccién, acién personal, sea como miembro de un grupo de orienta rientacién individual u otra experiencia pertinente que pro ne oportunidades para examinar el yo durante un extenso xo de tiempo. acién y anilisis de casos de nifias dela poblacién normal, asi eso de nifias inadaptadas acién de terapeutas del juego con experiencia, con la opor de discutir y criticar las sesiones. — Experiencia en terapia del juego supervisada por una profesional con experiencia en este campo. En mi curso de Introduccién a la Terapia del Juego, que es un cur so semestral de posgrado de tres créditos, el alumnado se implica en la siguiente secuencia de experiencias de laboratorio, ademas de las con- ferencias, debates, lecturas y trabajos escritos relacionados con los dis tintos aspectos de la terapia del juego: Observa las sesiones de terapia del juego de los estudiantes de m cer y doctorado en nuestro Centro para la Terapia del Juego. Observa y debate videos de mis sesiones de terapia del juego. — Observa al menos una de mis actuales sesiones de terapia del juego, © bien una demostracién especisl en clase. Juego de roles o interpretacién ce papeles, donde yo hago de niio, para mejorar las habilidades de respuesta y sentirte cémoda con las cosas inesperadas que los nifios pueden hacer en la sala de juegos. Juego de roles por parejas en las salas de juego, haciendo el papel de la nifia por turnos, para entender los sentimientos de la nifia y su percepcién de la experiencia — Dirigir sesiones de juego con nifias adapradas voluncarias en una habitacién tranquila en una guarderia, un centro de dia, un aula de la escuela dominical o una habitacién de tu casa. Las alumnas llevardn una caja con los juguetes apropiados, grabarén en audio las sesiones y escribirén una critica de la experiencia centrindose en lo que han aprendido del nifio, de la terapia del juego y de s mismas, — Participa en una sesién de terapia del juego supervisada en vivo con nifios adaptados voluntarios en as salas de juego del Centro, y re- cibe feedback inmediato. Las sesiones estan supervisadas por alum= nos de doctorado y cerapeutas del juego en prictica privada. Los alumnos deben escribir una critica de la experiencia demas de este go grupal o te n feedback inme s completar bicadas en pasa inica, donde pue stas directrices ser satisfechos en f ta y cinco he s suficiente, dad unque no hay na a terapeuta de dcional prictica uta del jue en se podria hacer & forma regular, © de cerapia del ju del juego supery peu ales de agencia en in de 12 t Este modelo Homeyer (1990) den ser proced: srofesional nplica en la de las con con los dis- tes de mis- uego. juego. ia del juego: 1go de nif, poda con las de juegos o el papel de Ja nifia y su dia, un aula Las alumnas di rin en aud centrans juego y des ja en vivo com Centro, y re das por alum :privada. Les mas de este curso introductorio, a las alumnas de mister se les que hagan un curso en terapia del juego avanzada, terapia del tupal o terapia filial. Los alumnos teciben supervisién en vivo fedback inmediato en una practica semestral de terapia del jue apervisada en el campus, en el Centro para la Terapia del Juego. completar la prictica con éxito, las alumnas de posgrado son idas cn pasantia en una escuela de primaria, una agencia o una donde pueden continuar su experiencia de rerapia del juego sada s directrices para la formacién se kacen reconociendo plena ue, en tanto no haya més programas universitarios que ofrez- acién en terapia del juego, parte de estos requisitos deberir s= satisfechos en formas académicas no tradicionales, como talleres de fmacién intensiva, Estos talleres se podrian oftecer en un formato d y-cinco horas, una secuencia que se acumula sobre talleres de Sexcitacion previos. El tipico taller introductorio de uno o dos dias uficiente, dado que el factor crucial es|a experiencia supervisada aque no hay nada que pueda sustituite, existen diversas vias para tapeuta del juego pueda recibir otta supervisién aparte de la sional préctica organizada en el campus. Se podrfa contratar a un a del juego cualificado para realizar supervisién individual, 0 Podria hacer con varios miembros del personal en una agencia regular, © se pucde llegar a acuerdos para que un progea terapia del juego de la universidad oftezca una prictica en tera juego supervisada de corta duracién, de 45 horas. Una de las as mas dindmicas en las que me he visto envuelto es la super de 12 terapeutas del juego en précticas de la privada y profesio ia en una prictica individual y grupal de 3 dias, 8 horas ada verano, asistidos por 4 de mis alamnos avanzados de doc Beato. Este modelo de supervisién se describe en Bratton, Landreth y Pemarer (1990). Las sugerencias que se oftecen en este capitulo pre Bete ser procedimientos minimos, y no deberian tomarse como los Hedimientos estindar recomendados. Axtine, V. (1950): «Play therapy experiences as described by child Participants». Journal of Consulting Prycholog, vol. 14(1), pp. $3 63. Axine, V.: Dibs: In search of elf Ballantine, Nueva York, 1964, Brarton, S., Lanrern, G. y Homever, L. (1990): «Am inte three day play therapy supervision/training model». Internati Journal of Play Therapy vol. (2), pp. 61- Graran, K.: The prophet. Alfied Knopf, Nueva York, 1923. Ketter, H.: The story of my li. Grossete & Dunlap, Nueva York 2012, Lanprern, G. L., (adapracién) este caso es una adaptacién de The Case of Ryan — A Dying Child de Landreth (1988). Reimpreso com petmiso de la American Association for Counseling and Develop Sauispury, F: Human development and learning. McGraw-Hill, Nueva York, 1958, Wire, Ru Lives in progress. Dryden Press, Orlando, Florida, 1952.

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