1 El desafío de las misiones: Reconocer la relevancia del Espíritu Santo, en el creyente para producir en el la movilización misionera de manera natural, el Espíritu Santo nos da poder para testificar en todo el mundo, las misiones es una tarea que todo creyente debe cumplir, dentro o fuera de su cultura, orando, ofrendando o yendo intencionalmente a otras culturas. 2 La batalla espiritual: Entendiendo que la evangelización es la lucha frontal contra el diablo, debemos tener y mantener una postura firme de seguridad y autoridad por ser hijo del Dios viviente y todopoderoso, vistiendo toda la armadura que nos ha dado, atando y anulando sus ataques con las armas que nos ha dado Dios, no dando oportunidad al diablo para entorpecer nuestro andar, esto también como estrategia misionera ya que anular nuestro testimonio es anular todo esfuerzo evangelístico, pensemos entonces en los misioneros en contextos de persecución, campos al que van muy pocos creyentes, y que no cuentan con el apoyo suficiente de la iglesia local, el autor también reflexiona sobre la triste obsesión que se ha desarrollado en la iglesia al dañarse entre denominaciones, o omitiendo la batalla espiritual viviendo vidas únicamente de culto dominical. 3 Las misiones, tarea de la iglesia local: en este capítulo se reflexiona en el plan que Dios tuvo de ejecutar sus planes haciendo participes a su máxima creación, la humanidad, este capítulo condensa el relato del tratamiento que Dios pone delante de las personas en el Antiguo testamento, personas que cumplieron su parte en el cumplimiento de Su plan. Dios desarrolló un esquema de acontecimientos que luego serían aplicables a nivel global, ya en el NT se verifica cual es el canal para el cumplimiento total del plan de Dios mediante la iglesia del NT hasta hoy, dejando en el NT Su estrategia para terminar con la tarea. 4 La relación entre la iglesia local y las agencias misioneras: Se hace un repaso general sobre las funciones de la iglesia y la agencia misionera en referencia al envío y facilidad para la realización de las misiones a las cuales el misionero ha sido llamado, también se reconocen dificultades del mantenimiento del obrero y de cómo esto podría evitarse, básicamente sembrando las misiones en la iglesia para luego cosechar sus frutos. 5 El pastor, la clave para las misiones mundiales: La figura del pastor es esencial para el desarrollo saludable y para la posibilidad de desarrollarse una visión misionera en la iglesia local, las responsabilidades del pastor deben estar enfocadas en las funciones bíblicas, como la de conducir a la grey hacia la madurez, posibilitando que ella viva la voluntad de Dios y se edifique como cuerpo de Cristo. 6 Cómo una iglesia pequeña puede hacer misiones: El autor presenta una estrategia de seis pasos para habilitar una iglesia pequeña y volverla en una iglesia misionera. Desde la base que es la confianza en Dios, los pasos tienen sustento bíblico como la oración, el discipulado, capacitación, y ejercicio del evangelismo, identificación de candidatos, concientización de la iglesia para el mantenimiento del misionero, crear asociación de iglesias con visión misionera y comprometerse con el misionero y la misión. PARTE 2/ LA PRÁCTICA DE LAS MISIONES EN LA IGLESIA LOCAL 7 La promoción de las misiones: La misiones no deben ser temáticas inusuales de la iglesia, deben ser el motor y motivo de ella, para ello la función de la promoción de las misiones en la iglesia puede manejarse desde la frecuente familiarización de las misiones hasta que se integren en cada área de los ministerios, para ello es posible desarrollar trabajos creativos que provoquen acción , afiches, fotos, frases testimonios, además de la organización de conferencias anuales minuciosamente planificadas a manera que cada espacio del programa y cada elemento sirva para orquestar la comunicación efectiva de la visión misionera. 8 El sostenimiento de las misiones: este capitulo indica los factores que hacen posibles las misiones, coloca a la oración como la primera base de las mismas, y al factor financiero como segundo, sin el primero, la inversión del segundo se hace incierta, también la oración por enviados, por las iglesias, misioneros y oportunidades. 9 La capacitación para las misiones: La labor de las misiones no es una tarea que deba hacerse de manera personal y sin trabajar en equipo, para ello debe formarse un comité de misiones con miembros llenos del Espíritu Santo, capacitados incentivados a tener iniciativas, donde se consiga que el misionero a ser enviado pase por un proceso de capacitación desde el carácter, formación intelectual y espiritual, la formación intelectual debe ser desarrollada sistemáticamente, así como la teológica transcultural, lingüística y psicológica, un esfuerzo integral de 360 grados para preparar al misionero como dardo bien afilado hacia un blanco bien enfocado. 10 Las precauciones en la obra misionera: En este capitulo el autor comparte consejos basados en sus experiencias de aprendizaje, donde enfatiza el esperar el tiempo de Dios y la capacitación al vocacionado, a fin de no dañar la obra ni a la persona. 11 Una estrategia misionera para su iglesia local: Jesús es el modelo de misionero por excelencia, de él aprendemos a personificar la misión, a contextualizar el mensaje y de trabajar en equipo, las cartas de los apóstoles también relata los aciertos y desaciertos de la iglesia en la misión, como el denominaciolismo, también invita a la iglesia a doptar estrategias practicas y cooperativas para el mantenimiento de obreros.