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GUIA DE ESTUDIO

ESCRITURA PÚBLICA

La Escritura Pública es un instrumento público, así está contemplada en el


artículo 289 del CCyC, como antes lo hacía el Código de Vélez encabezando la
larga enumeración del art. 979; es un Documento Notarial Protocolar,
extendida en los folios habilitados para el uso de cada Registro Notarial; el
artículo 299 del CCyC contiene una definición de la misma, lo que no tenía el
anterior, es entonces, el instrumento matriz extendido en el protocolo, de
un escribano público o de otro funcionario autorizado para ejercer las
mismas funciones (Funcionarios del Serv. Exterior de la Nación, a cargo de
ofic. consulares), que actúa dentro del ámbito de su competencia y que
contiene uno o más negocios jurídicos (contenido).

La matricidad la distingue de cualquier otro instrumento que carece de ella,


esto significa que debe ser redactada en un soporte documental especial; la
misma le otorga la garantía de perdurabilidad en el tiempo. Es así que una
vez expedida la primera copia, o ulteriores, destinadas a su circulación, la
pérdida o extravío de ella siempre puede subsanarse por la existencia de la
matriz. Recordemos que el Protocolo, que contiene la escritura matriz,
siempre permanece en la escribanía, siendo responsabilidad del Notario su
guarda y conservación en buen estado; o bien en los Archivos de Actuaciones
Notariales de los Colegios correspondientes.

La matricidad se cumple extendiendo la escritura en los folios de actuación


notarial habilitados para el uso de cada registro notarial, que forman el
protocolo.

El autor de la escritura pública es el escribano, profesional del derecho a


cargo de una función pública, cuyo ejercicio está regulado por las leyes de
organización del notariado; y el contenido de la misma debe ser uno o más
actos jurídicos

Es el instrumento público por excelencia y el único al cual Vélez le dedicó un


capítulo especial a partir del art.997. El CCyC además establece que la copia
o testimonio tiene el mismo valor probatorio que la escritura matriz y que en
caso de discordancia entre ambas siempre prevalece la matriz.

Antes de las modernas teorías del derecho notarial no se le asignaba otra


finalidad al instrumento público notarial que el de servir de prueba pre
constituída; posteriormente el concepto ha evolucionado y surge como fin
primordial el de dar forma al acto jurídico, forma constitutiva al negocio
pactado, dándole realidad, exteriorización y validez (Carlos E.González).

En toda escritura se debe aplicar el derecho de la forma contenido en la


legislación de fondo y en las leyes locales.

La copia o testimonio de una escritura pública es el documento notarial que


contiene la reproducción literal de la matricidad protocolar, para permitir que
el instrumento público pueda circular en el tráfico jurídico; el artículo reitera
lo establecido en el art. 289 del mismo código, cuando expresa que son
instrumentos públicos las escrituras públicas y sus copias o testimonios.

El CCyCN regula en el art. 301 distintos requisitos de las escrituras, que no


estaban en el anterior, aunque si en las Leyes que regulan la Organización
del Notariado, como la 9020 para la Provincia de Buenos Aires, art 136.-

Así comienza por lo que denominamos Operaciones de Ejercicio que son las
distintas etapas que el Notario debe cumplir en el procedimiento de
formación del documento notarial, que comienza con el requerimiento,
pasando luego por el asesoramiento, calificación, encuadre legal, legalización,
redacción para culminar en la etapa post documental, con la guarda y
conservación en buen estado de dicho instrumento.

Luego se refiere al soporte, grafía, tinta, procedimientos para su confección,


ya contenidos en el art. 134 de la ley 9020.

La última parte del artículo 301 regula el supuesto de pluralidad de


otorgantes, en los que no haya entrega de dinero, valores o cosas en
presencia del notario, los interesados pueden suscribir la escritura en
distintas horas del mismo día de su otorgamiento, siempre que no se
modifique el texto definitivo al tiempo de la primera firma. Esta redacción es
similar a la del artículo 107 del Dcto 3887/98 Reglamentario de la Ley 9020,
que también contempla este supuesto.

Unidad de Acto: la doctrina vincula la unidad de acto a la audiencia notarial,


durante la cual todos los comparecientes escuchan la lectura del texto de la
escritura que debe realizar el Notario, que de corresponder realizará las
salvaturas de su puño y letra, luego los otorgantes suscriben en su presencia
y el Notario la autoriza estampando su firma y sello. Para Pelosi configura
una unidad de acción, de tiempo, lugar y personas. La norma contiene un
principio general, al expresar “que deben extenderse en un único acto”, con
su excepción contenida en el siguiente párrafo, así son requisitos: Pluralidad
de Otorgantes; supuestos donde no haya entrega de dinero, valores o cosas
en presencia del escribano; que la suscripción sea en el mismo día de su
otorgamiento (unidad de acto dentro del mismo día) y que no se modifique el
texto definitivo (ej Poder).

Esta modalidad no puede utilizarse en el caso del otorgamiento y


autorización de un testamento por acto público; si bien el art. 2479 indica
que le son aplicables las disposiciones del art. 299, establece que concluída
la redacción se procede a su lectura y firma por el testador y los testigos,
quienes deben asistir desde el comienzo hasta el final del acto, sin
interrupción; quienes deben ver al testador, el testamento, escuchar su
lectura y al testador ratificar su contenido; de lo cual se desprende que debe
realizarse en un mismo acto.

Otro supuesto es cuando se dá la intervención de testigos, ya que su


finalidad es testificar sobre lo ocurrido en la audiencia notarial en su
totalidad; o firmantes a ruego que con su firma contemplan la expresión y
aceptación de aquel que se encuentra impedido de firmar.

IDIOMA.

El CCCN regula el idioma de la escritura pública en el artículo 302,


estableciendo el idioma nacional como requisito obligatorio, y, para el caso en
que el otorgante lo ignore, se regula el procedimiento a seguir. Asimismo, la
segunda parte del artículo regula el procedimiento para la protocolización de
un documento escrito en idioma extranjero, lo que se formalizará por medio
de un acta notarial, como veremos oportunamente.

Con respecto al idioma, la primera parte del artículo 302 dice:

“La escritura pública debe hacerse en idioma nacional. Si alguno de los


otorgante declara ignorarlo, la escritura debe redactarse conforme a una
minuta firmada, que debe ser expresada en idioma nacional por traductor
público, y si no lo hay, por intérprete que el escribano acepte. Ambos
instrumentos deben quedar agregados al protocolo…”
La situación del otorgante que ignora el idioma nacional ya estaba
contemplada en el artículo 999 CC, pero el CCyC mejora la redacción anterior
al decir que el otorgante debe “ignorar” el idioma; la norma derogada utilizaba
la expresión “hablar”, y lo importante de la modificación es que el otorgante
puede entender el idioma nacional aunque no lo hable con facilidad. Por ello,
ante el otorgante que si bien no habla nuestro idioma lo comprende, cuando
el Notario le lea la escritura, entenderá su contenido. Por el contrario, con el
otorgante que ignora el idioma o no comprende, se deberá cumplir con el
procedimiento que establece el Código.-

La minuta es un instrumento privado, una síntesis del acto o negocio que el


otorgante desea realizar, que debe contener los elementos esenciales del
mismo:

a) Debe redactarse en el idioma que el otorgante comprenda (inglés).

b) Esa minuta debe estar firmada. El CCyC no dice, como lo hacía el anterior,
que esa minuta deba ser firmada en presencia del escribano. Entonces,
queda a opción del escribano aceptar la minuta ya firmada o presenciar su
firma, o, si ya está firmada, solicitarle que la vuelva a firmar ante él,
ratificando su contenido.

c) La minuta debe ser traducida al idioma nacional (español). El encargado


de la traducción debe ser un traductor público matriculado y, si no lo
hubiere, un intérprete que el escribano acepte. El principio general es que
debe ser un traductor público matriculado; única y solamente en el caso en
que no hubiere alguno, entonces sí será un intérprete que el escribano
acepte.

Con respecto a la aceptación del intérprete, el nuevo Código la ha delegado en


el escribano, es decir, será el escribano quien aceptará o no al intérprete.
Esta es otra diferencia con la redacción anterior, ya que el artículo 999 CC
delegaba en sede judicial la elección de un reemplazante.- Ahora se quita de
la órbita judicial, la ley le otorga la competencia material al escribano para
aceptar la figura del intérprete.

5) La minuta y su traducción, es decir, los dos instrumentos, en sus


originales, deben quedar incorporados al protocolo. El art. no indica si es
necesaria su transcripción, en todo o en parte. En el párrafo final ordena que
el escribano debe dar copia certificado de ese instrumento junto con el
testimonio; es de buena técnica notarial entregar copia certificada no solo del
instrumento en el idioma original sino también de su traducción.

El CC y C, a diferencia del anterior que no lo hacía, regula en el artículo 303


los requisitos y supuestos específicos que se deben cumplir en la escritura
pública, tales como la prohibición de dejar espacios en blanco, el uso de
abreviaturas, iniciales o números:

Estos supuestos estaban y siguen estando regulados en la Ley 9020 con


similar redacción, no se deben utilizar abreviaturas, o iniciales, excepto que
estas dos últimas consten: a) en los documentos que se transcriben ( ej,
Declaratoria de Herederos; Protocolización de Testamento Ológrafo;
supuestos donde la transcripción es en forma literal, aún con sus errores
ortográficos; b) se trate de constancias de otros documentos agregados; o c)
sean signos o abreviaturas científicas o socialmente admitidas con sentido
unívoco.

Ambas normas establecen el principio general por la negativa, es decir, que


en la escritura pública, en principio, no se deben utilizar abreviaturas e
iniciales. Pero luego las mismas normas, contienen las excepciones, de las
cuales puede resultar como ejemplos de abreviaturas permitidas las
siguientes:, L.E., L.C., D.N.I., C.U.I.T., C.U.I.L., C.D.I.,C.A.B.A., Bs. As.-

También establece como principio general que en la escritura pública se


pueden usar números y luego, regula las excepciones, es decir, establece
para qué casos no se pueden usar números sino que obligatoriamente deben
consignarse en letras y éstos son: a) para las cantidades que se entregan en
presencia del escribano y b) otras cantidades o datos que corresponden a
elementos esenciales del acto jurídico.

La Ley 9020 tiene similar redacción en su artículo 137, y establece que las
expresiones numéricas no se refieran a la fecha del acto, precio o monto,
condiciones de pago, vencimientos de obligaciones, superficie del inmueble y
toda otra mención que se considere esencial

OTORGANTE CON DISCAPACIDAD AUDITIVA 


El CC y C regula en su artículo 304 el caso del otorgante con discapacidad
auditiva y el procedimiento a seguir para que pueda otorgar la escritura
pública, así, en su parte pertinente establece:

Si alguna de las personas otorgantes del acto tiene discapacidad auditiva,


deben intervenir dos testigos que puedan dar cuenta del conocimiento y
comprensión del acto …… Si es alfabeta, además, la escritura debe hacerse
de conformidad a una minuta firmada por ella…

El nuevo Código elimina como incapaz al sordomudo que no sabe darse a


entender por escrito.

El nuevo artículo 304 se refiere a los casos en que el otorgante del acto tenga
discapacidad auditiva, incluyendo a todos, los alfabetos o analfabetos. La
discapacidad auditiva debe ser total, ya que el sentido de la norma es
proteger al otorgante que no puede escuchar la lectura de la escritura pública
en voz alta que realiza el escribano. 

En todos los casos, se requiere la intervención de dos testigos que puedan


dar cuenta del conocimiento y comprensión del acto por la persona otorgante.

Luego, distingue los casos de personas analfabetas o alfabetas. Si la persona


es analfabeta exige los dos testigos. Si la persona es alfabeta, además de los
dos testigos, la escritura debe hacerse conforme a una minuta firmada por
ella, el escribano debe dar fe de ese hecho y agregar dicha minuta al
protocolo.

La doctrina moderna notarial no está de acuerdo con la intervención de


testigos en el ámbito notarial. En el ejercicio de la función notarial es el
escribano quien califica si el otorgante conoce y comprende los alcances del
acto jurídico que pretende celebrar; se torna innecesaria la presencia de
testigos, y así pareciera surgir del mismo Código, el cual los elimina en la
redacción del art. 306 en lo referido a la justificación de identidad y
disminuye su cantidad para la redacción del Testamento por Acto Público en
el art. 2479; ya que es suficiente la actuación del Notario para dotar de
certeza y seguridad a los documentos notariales y resguardar los derechos de
los otorgantes; por lo que pareciera una sobre exigencia lo establecido en
dicho artículo.-
CONTENIDO:

Del artículo 305, surge que la escritura debe cumplir con determinados
requisitos, los cuales analizamos dentro de la Estructura de la misma.-

ESTRUCTURA de la ESCRITURA

1) ENCABEZAMIENTO

a) EPIGRAFE

Es una simple referencia a la naturaleza del acto a instrumentar y el nombre


de las partes contratantes. El CCyC no lo contempla, pero sí las leyes
notariales locales. En el caso de la Ley 9020, art. 146, establece que el
documento será precedido por el número de orden que le corresponde dentro
del protocolo y por un epígrafe que indique su contenido y el nombre de los
otorgantes; en supuesto de pluralidad de otorgantes bastará con consignar el
nombre de uno de ellos seguido de la expresión “y Otro” ó “y Otros”. Para
algunos autores no forma parte de la estructura de la escritura, se justifica
porque hace a un orden interno y a la posibilidad de ubicar fácilmente el
instrumento.

El epígrafe está integrado por el número que le corresponde a la escritura


dentro del protocolo, (que debe ser correlativo a partir del uno); naturaleza
del acto; y nombre de los otorgantes; pudiendo agregar “y Otro” o bien “y
Otros” en caso de pluralidad.

b) LUGAR Y FECHA

Es un requisito esencial. El CCyC lo establece en el artículo 305, inciso a).-

La importancia del lugar radica en la posibilidad de determinar la


competencia territorial del Notario Autorizante. La fecha de
otorgamiento, es relevante porque permite determinar las nulidades
propias de las escrituras, así si se trata de un Notario que
efectivamente se encuentre en ejercicio de su función; se relaciona
también, con la capacidad de los otorgantes. El nuevo código nada dice
como lo hacía el 1001 del anterior, que las escrituras pueden ser
otorgadas en cualquier día, aunque sea domingo, feriado, o fiesta
religiosa; por lo que debe interpretarse que no existe impedimento
alguno para que pueda serlo en cualquier día del año.

El art. prevé la posibilidad de consignar la hora, importante en ciertas


escrituras, por ej: testamentos; permite determinar entre dos
instrumentos otorgados el mismo día, cuál ha sido el último y por
ende, revocar el anterior.

La sanción de su omisión es la nulidad instrumental; así lo establece


el artículo 309: “Son nulas las escrituras que no tengan la designación
del tiempo y lugar en que sean hechas”. 

Su expresión en letras y/o en números dependerá de las leyes locales. La ley


9020 prohíbe la utilización de guarismos para expresar la fecha, por lo que
debe expresarse en letras (art. 137).-

La hora: no es requisito esencial: “si cualquiera de las partes lo requiere o el


escribano lo considera conveniente, la hora en que se firma el instrumento”
(art. 305 CCyC, inc. a). Como es un requisito optativo, su omisión no acarrea
nulidad instrumental ni observación alguna.

c) AUTOIDENTIFICACIÓN DEL NOTARIO: cuando se expresa “ante mi


comparecen” es de buena práctica identificarse, así fácilmente tomamos
conocimiento de quién ha sido el Notario Autorizante, ya que muchas
veces las copias o testimonios son expedidos por los Notarios Adscriptos.

2) COMPARECENCIA:

En esta parte vamos a consignar los datos personales de los comparecientes,


otorgantes del acto, representantes, cónyuges que prestan asentimiento
conyugal, sujetos instrumentales, es de buena técnica notarial que todos los
que firman el instrumento notarial estén consignados en la “comparecencia”.

Los datos personales de los comparecientes están regulados en el artículo


305, inciso b):

Nombres, apellidos, documento de identidad, domicilio real y especial,


fecha de nacimiento, estado de familia, si son casados el grado de
nupcias y nombre del cónyuge, si resulta relevante en atención a la
naturaleza del acto y si son Personas Jurídicas dejar constancia de la
denominación completa, domicilio y datos de inscripción de su
constitución.

A la enumeración del inciso debemos agregar lo previsto por las leyes


que regulan la actividad notarial; si se trata de otorgantes divorciados
dejar constancia del lugar donde tramitó su juicio de divorcio, fecha de
la sentencia y copia autenticada que agregaremos al protocolo.
También tener en cuenta previsiones con la que surge del art. 3 bis de
la Ley Registral 17.801 en cuanto a necesidad de dejar constancia del
número de CUIT/CUIL en los documentos con vocación registral. No se
exige la nacionalidad como lo hacía el código anterior, pero es de
buena práctica instrumental consignarla. También debemos
contemplar las uniones convivenciales prevista en el Código.

El derogado artículo 1001 CC solo contenía: los nombres y apellidos, si son


mayores de edad, su estado de familia, su domicilio o vecindad. El nuevo
Código reitera algunos requisitos, elimina e incorpora otros.

Los apellidos de los comparecientes deben ir destacados en letras


mayúsculas; en toda escritura pública, ya sea que se emplee al extenderla la
forma manuscrita o mecanografiada, los apellidos de los otorgantes serán
consignados totalmente en letras mayúsculas, usándose minúsculas para los
nombres propios.

La sanción de su omisión es la nulidad instrumental. Así lo establece el ar-


tículo 309: “Son nulas las escrituras que no tengan … el nombre de los
otorgantes…”.

Documento de Identidad: La norma no especifica cuál es el documento de


identidad que se debe consignar; pero hay que seguir el mismo criterio que
para la justificación de la identidad –se desarrollará posteriormente– y, en
consecuencia, hay que tener en cuenta la reciente normativa del Registro
Nacional de las Personas que estableció como obligatoria, a partir del 1 de
abril de 2017, la utilización del nuevo documento nacional de identidad
digital, tanto la tarjeta plástica como la libreta tapa celeste, siendo estos los
únicos documentos idóneos. Para extranjeros Pasaporte.- Su omisión no
acarrea la nulidad instrumental, ya que no es uno de los supuestos
contemplados en el artículo 309. No obstante, al ser un requisito esencial,
rige el último párrafo del citado artículo, en el sentido de que las
inobservancias de otras formalidades no anulan las escrituras pero los
escribanos pueden ser sancionados. En consecuencia, en caso de omisión o
error del mismo, este debe ser subsanado.

Domicilio Real y Especial: el domicilio real es un requisito esencial y siempre


debe expresarse. El domicilio especial no es un requisito esencial y, por lo
tanto, solo se expresará si lo hubiera. La declaración del domicilio real es una
manifestación autenticada del compareciente; puede no coincidir con el
domicilio que figura en el DNI.

Su omisión no acarrea la nulidad instrumental, ya que no es uno de los


supuestos contemplados en el artículo 309.

 Fecha de Nacimiento: Su omisión no acarrea la nulidad instrumental, ya que


no es uno de los supuestos contemplados en el artículo 309. Pero, al ser un
requisito esencial, rige el último párrafo del citado artículo en el sentido de
que la inobservancia de otras formalidades no anula las escrituras pero los
escribanos pueden ser sancionados. En consecuencia, en caso de omisión o
error de la misma, esta debe ser subsanada.

Estado de Familia: Es un requisito esencial. El Código establece consignar el


nombre del cónyuge de los sujetos negociales cuando resulte relevante por la
naturaleza del acto (venta, permuta, dación en pago, hipoteca). El art. 155 de
la 9020 exige al Notario cumplir con dichos recaudos. Su omisión no acarrea
la nulidad instrumental, ya que no es uno de los supuestos contemplados en
el artículo 309. El estado civil es una manifestación autenticada de los
comparecientes, siendo por lo tanto su exclusiva responsabilidad en cuanto a
la declaración. Pero al ser un requisito esencial, rige el último párrafo del
citado artículo en el sentido de que la inobservancia de otras formalidades no
anula las escrituras, pero los escribanos pueden ser sancionados. En
consecuencia, en caso de omisión o error del estado civil, este debe ser
subsanado. 

PERSONAS JURIDICAS: En el caso de que el otorgante sea una persona


jurídica, el CCyC exige en su artículo 305 (inc. b) que se consigne “su
denominación completa, domicilio social y datos de inscripción de su
constitución si corresponde”. El domicilio de la persona jurídica es el fijado
en sus estatutos. Las Personas Jurídicas en Pcia de Bs As se inscriben en la
Dirección Pcial de Personas Jurídicas y en Ciudad Autónoma en la
Inspección General de Justicia. 

Su omisión no acarrea la nulidad instrumental, ya que ninguno de los dos


son supuestos contemplados en el artículo 309.

OTROS DATOS DE IDENTIFICACIÓN:

La Ley 19550 establece en su artículo 11 la obligatoriedad de consignar en el


instrumento de constitución: “nacionalidad …profesión de los socios; la
Ley Registral 17801 en su artículo 3 bis, establece la obligatoriedad del CUIT,
CUIL o CDI para los documentos del artículo 2 inciso a); o sea cuando se
constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos reales
sobre inmuebles.-

Juicio de Capacidad: el CC y C no lo exige. Es un juicio de valor que no


contiene fe pública; es una apreciación subjetiva del Notario. Las leyes
notariales lo contemplan como un deber notarial, ya que responde a una
exigencia profesional ineludible: la de examinar la capacidad suficiente para
ese otorgamiento. No requiere constancia documental en algunas
legislaciones. Sin embargo, ello no significa que se exima al escribano del
deber notarial de apreciar la aptitud de las personas intervinientes,
obligatorio en esa demarcación:

 JUSTIFICACIÓN DE IDENTIDAD

El CCyC lo establece en su artículo 306:

“la identidad de los comparecientes debe justificarse por cualquiera de los


siguientes medios:

a) Por exhibición que se haga al escribano de documento idóneo…

b) Por afirmación del conocimiento por parte del escribano.


Se eliminó a los testigos de conocimiento como medio de justificación de la
identidad, contenido en el artículo 1002 (inc. b) del código derogado.

A partir del 1 de abril de 2017, es obligatoria la utilización del documento


nacional de identidad digital en los formatos libreta de tapa celeste o tarjeta
plástica, y son estos los únicos documentos idóneos.

Las fotocopias autenticadas de los mismos deben ser agregadas en cabeza de


la escritura (primer folio).

JUICIO DE LEGITIMACION. Es el juicio por medio del cual el escribano


deberá examinar si el compareciente interviene por sí o por otros en relación
con el acto a instrumentarse y a las representaciones invocadas. Como es un
juicio de valor, no tiene fe pública.

Debemos distinguir entre el juicio de legitimación y la acreditación de la


legitimación. El juicio de legitimación deberá examinarse en todas las
escrituras públicas, pero no en todas las escrituras públicas deberá
acreditarse la legitimación. Esta deberá acreditarse si luego de realizar el
juicio de legitimación del mismo resultara que se debe hacer ya sea por
notoriedad o con documentación habilitante. En este último caso, esta
acreditación es una manifestación auténtica que goza de fe pública.

3) DECLARACIONES DE LAS PARTES

Exposición y estipulación 

Es un requisito esencial. El CCyC lo establece en su artículo 305 inciso c):


“La escritura debe contener …c) la naturaleza del acto y la individualización
de los bienes que constituyen su objeto”. La exposición (narratio) comprende
aquellos antecedentes y presupuestos del negocio que se documenta que
pudieran considerarse útiles o necesarios para precisar el objeto. Comprende
la descripción de la cosa o derecho sobre la que se constituirán las relaciones
jurídicas.

La estipulación consiste en las manifestaciones de los otorgantes. Es la parte


dispositiva de la escritura; contiene los elementos que integran el objeto
negocial: acuerdos, pactos y modalidades del negocio.
Dichas declaraciones y convenciones de los otorgantes pueden ser:

1) Cláusulas dispositivas. Contienen los elementos tipificantes del acto o


contrato, principales o esenciales; por ejemplo, cosa vendida y pago del
precio.
2) Cláusulas enunciativas directas. No contienen los elementos tipificantes
del acto o contrato, pero se relacionan directamente con ellos: a)
declaraciones del vendedor: transmisión de derechos inherentes al
dominio y a la posesión, tradición, impuestos, gravámenes, evicción y
vicios redhibitorios; asentimiento conyugal, necesidad o no de prestarlo
por tratarse de inmueble propio; b) declaraciones del comprador:
aceptación de la transferencia del dominio, posesión, asunción de
gravámenes, origen del dinero; que el inmueble reviste para él carácter de
bien propio, supuesto en el cual su cónyuge debe raticarlo; c)
declaraciones conjuntas: suscripción o no de boleto previo, deudas por
impuestos, tasas, contribuciones, sus diferencias y expensas.
3) Cláusulas enunciativas indirectas. No contienen los elementos tipificantes
del acto o contrato, y no se relacionan directamente con ellos sino de
forma indirecta, accidental o meramente enunciativa; por ejemplo,
teléfonos, nota del reglamento, etc.

4) CONSTANCIAS NOTARIALES:

a) Corresponde: Título Antecedente: Es imprescindible en las


escrituras de constitución, modificación, transmisión o cesión de
derechos reales sobre inmuebles, para mantener el
encadenamiento legal. La Ley 17801 en su artículo 23. Así con el
título a la vista, se acredita el derecho del disponente, el Notario
relacionará los antecedentes dominiales, partiendo del titular
registral.

b) ACREDITACION DE LEGITIMACION:

El CCCN en su artículo 307 regula la forma en que se debe acreditar la


legitimación con documentación habilitante:

Si el otorgante es un representante, el escribano debe exigir la presentación


del documento original que lo acredite, el cual deberá quedar agregado al
protocolo, como en el supuesto de un Poder Especial para el acto en cuestión;
pero si se trata de un Poder General (para más de un asunto) se debe agregar
fotocopias autenticadas y el original se entrega al compareciente. En el caso
de que el documento habilitante ya se hubiere agregado al protocolo del
Notario Interviniente basta con que se indique su ubicación, haciendo
mención al folio y año.

Si el documento procede de otra demarcación territorial, distinta a aquella en


la cual será utilizado, debe estar Legalizado para producir efectos fuera de la
misma. Las Legalizaciones son confeccionadas por los Colegios de Escribanos
correspondientes, o por el Poder Judicial según de qué instrumento se trate.

Si proviene del extranjero se utilizan las legalizaciones consulares o


diplomáticas, refrendadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto;
salvo que se trate de un país adherente o ratificante de la Convención de la
Haya del año 1968, en tal caso el documento será Apostillado para su
circulación internacional; lo cual realizan también los Colegios de
Escribanos.

c) CERTIFICADOS REGISTRALES:

Son aquellos certificados que deben solicitarse para los casos contemplados
en el artículo 23 de la Ley 17801, es decir, los relacionados con derechos
reales sobre inmuebles. En ellos se consigna el estado jurídico de los bienes y
de las personas (certif. de Dominio e Inhibición). Y es en el mismo artículo 23
donde se establece que las escrituras públicas deberán consignar el número,
la fecha y las constancias que resulten de las certificaciones.-

d) CERTIFICADOS ADMINISTRATIVOS

Son aquellos certificados cuya obligatoriedad surgirá de las leyes


administrativas locales: de la Dirección Provincial de Catastro Territorial;
Municipales. 

e) TRATAMIENTO IMPOSITIVO.

El Notario es Agente de retención y de información ante Organismos


Nacionales y Provinciales; así puede ser que en una escritura de compraventa
deba retener el Impuesto a la Transferencia de Inmuebles y/o Impuesto a las
Ganancias (ambos de nacionales, AFIP) ó Impuesto de Sellos o bien por
tratarse de una Donación deba cumplir con lo establecido para la
Transmisión Gratuita de Bienes, en éstos dos últimos supuestos estamos en
el ámbito provincial (ARBA). Las sumas retenidas deben pagarse en los
plazos fijados. Si corresponden o no su retención el Notario dejará constancia
en ésta acápite de la escritura.

CIERRE DOCUMENTAL. LECTURA

Es un requisito esencial. El CCyC lo establece en su artículo 305 inciso d):


“La escritura debe contener: … la constancia instrumental de la
lectura que el escribano debe hacer en el acto del otorgamiento de la
escritura”.

Es indispensable para que los comparecientes queden impuestos de su


contenido. El escribano tiene el deber de leer la escritura a todos los
comparecientes. El nuevo Código exige dejar constancia documental de que la
escritura se lee a los otorgantes.

Su omisión no acarrea la nulidad instrumental, ya que no es uno de los


supuestos contemplados en el artículo 309 CC y C. Pero, al ser un requisito
esencial, rige el último párrafo del citado artículo en el sentido de que la
inobservancia de otras formalidades no anula las escrituras pero los
escribanos pueden ser sancionados. En consecuencia, en caso de omisión o
error de la constancia de la lectura, debe ser subsanada.

 El CC y C en el art. 305 inc. e, establece que las salvaturas deben ser
realizadas de puño y letra del escribano y antes de las firmas. El salvado
tiene un límite temporal y un límite espacial, ya que debe ser realizado por el
escribano al final del documento y antes de la firma de los otorgantes.
Terminada la lectura del texto completo de la escritura, el escribano deberá
salvar al final de ella de su puño y letra, antes de que la firmen los
otorgantes, lo que se haya sobre raspado, las enmiendas, los testados y los
interlineados introducidos en el texto. Lo debe hacer reproduciendo cada
texto, por palabras enteras, indicando si valen o no valen, en los renglones
indicados en el número marginal de orden y dentro de los márgenes de la
hoja. Los interlineados solamente podrán insertarse en el espacio
comprendido entre las dos líneas consecutivas de escritura en que se realice.
5) OTORGAMIENTO

Si los comparecientes están conformes con el texto de la escritura que el


escribano ha leído, proceden a otorgarla, lo que significa que prestan
conformidad con el contenido del instrumento y asumen la paternidad de
todas sus manifestaciones.

 La firma es un requisito esencial. Así lo establece el CCCN en su artículo 305


inciso f): si alguno de los otorgantes no saben o no pueden firmar, debe
hacerlo en su nombre otra persona, debe hacerse constar la manifestación
sobre la causa del impedimento y la impresión digital del otorgante.

Es un requisito esencial para la validez del instrumento público y de la


escritura pública, conforme a los artículos 290 inciso b) y 309 del CCCN,
respectivamente. Su omisión acarrea la nulidad instrumental, conforme al ar-
tículo 309.

FIRMA A RUEGO. Impresión digital. En la Pcia de Bs As el Dcto Ley 9020, en


su art. 157 establece la obligación del Notario cuando se trata de una
persona que no supiese o no pueda firmar, además de cumplir con las
normas del Código Civil sobre la firma a ruego, dejar constancia de la causa
del impedimento y hacerle estampar al pie de la escritura la impresión digital
del pulgar derecho y en su defecto, la de cualquiera que identificará.

6) AUTORIZACIÓN

Es un requisito esencial. El CCyC la establece en su artículo 305 inc. f): “La


escritura debe contener: … la firma … del escribano”. Es la firma y sello del
escribano. Su omisión acarrea la nulidad instrumental, conforme al artículo
309: “son nulas las escrituras que no tengan …la firma del escribano”.

Del art. 308 surge la obligación del Notario de entregar copia o testimonio a
las partes, el código anterior establecía que debía hacerlo si las partes lo
solicitaban; éste es el instrumento que circulará en el tráfico jurídico, dado
que el instrumento matriz como adelantamos, permanece en la escribanía, en
custodia del Notario y/o en el Archivo del Colegio respectivo. La copia debe
ser expedida en la forma que determina la ley 9020 (arts. 167 y ss); puede
hacerlo cualquiera de los notarios que actúen en el Registro, esto es Titular
y/o Adscripto, Suplente; llevarán cláusulas que la identifiquen con su matriz;
folio, notario autorizante, su se trata de primera o ulteriores copias; puede
ser transcriptiva, o sea copiando íntegramente la matriz o bien fotocopiada la
misma; a ésta se le agregará un folio que certificará su contenido.

Si las partes solicitaren una nueva copia, por extravío de la primera, el


Notario debe entregarla, excepto que de la escritura surja constancia de
obligaciones pendientes de dar o de hacer a cargo de otra de las partes; en tal
caso se debe exigir la cancelación de la misma por instrumento público;
conformidad del acreedor ó autorización judicial.

El art.309 establece cuales son las causales de nulidad de la escritura


pública, manteniendo todos los existentes anteriormente e incorporando la
falta de firma del escribano como causal de nulidad. Las mismas han sido
analizadas en el tratamiento de la estructura de la escritura pública; además
del presente artículo las escrituras están alcanzadas por las nulidades de los
instrumentos públicos en general.

 De esta manera, con el debido cumplimiento de las formalidades


establecidas, estamos en presencia del Documento Notarial por excelencia,
que autorizado por el Notario con su firma y sello otorga certeza, credibilidad,
irrevocabilidad, ejecutoriedad, fecha cierta, la máxima seguridad jurídica al
negocio querido por los otorgantes e inviste al acto y al instrumento de una
presunción de autenticidad calificada.

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