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Actividad Final

Escuela Normal Superior “Osvaldo Magnasco”

Profesorado de Inglés

4to. año

Cátedra: Derechos Humanos: Ética y Ciudadanía

Profesora: García, Isabel

Estudiantes: Cháves, Florencia

Rees, Ailín

Villa, Constanza

Tema: Violencia de género

Ciclo lectivo: 2021


1. Presenta a partir de variables de clase, género, etnia y edad a las
protagonistas de las historias. ¿Consideras que esos atravesamientos que
caracterizan a las identidades son necesarios a tener en cuenta en el análisis
de las violencias de género en general y contra las mujeres en particular?
Fundamenta.

En los diferentes relatos podemos encontrar mujeres de diferentes edades, etnias,


lugares, etc.

- Chicas muertas:

*Andrea: una chica que no se comprometía con sus parejas

*Alejandra Martinez: de 17 años.

*María Luisa: no hay datos

*La “Carahuni”: hija de una familia tradicional del pueblo.

*Andrea Strumberger: 16 años. Estudiante de secundaria. Evangelista

*Rosa: hija de polacos, deportista y empleada de una tienda. Capitana del equipo
femenino de vóley. Una muchacha hermosa, robusta y saludable. Era una mujer de
carácter.

-En Coger y comer sin culpa:

*La protagonista, proviene de una familia “bien” de la ciudad de Bogotá, Colombia. 16


años.

No consideramos que los atravesamientos que caracterizan a las identidades de las


víctimas sean necesarios a tener en cuenta para el análisis de las violencias contra la
mujer ya que éstas se dan en diferentes ámbitos sin discriminar etnia, edad,
nacionalidad, etc. La autora Susana Velázquez sostiene que la violencia contra la mujer
es cualquier acción o conducta basada en su género, que cause muerte, daño o
sufrimiento físico sexual o psicológico. Ésta incluye violación, maltrato, abuso sexual,
acoso sexual en el lugar de trabajo e instituciones educativas y establecimientos de
salud. La violencia de género, refiere a razones de etnia, sexualidad, trata de personas,
prostitución forzada, privación de la libertad, tortura, secuestro. Esta violencia se
convierte en una de las más grave violaciones a los derechos de las mujeres y debe ser
reconocida como un asunto legítimo de los derechos humanos. Es, además, la violación
de los derechos a la libertad, integridad personal y a la salud cercenando el goce pleno
de los derechos civiles sociales económicos y culturales de las mujeres.

En palabras de Rita Segato “la violencia de género es una violencia política de poder
que se ejerce sobre el cuerpo del otro, como territorio. La relación central en un acto
de violación no es sexual en el sentido de atracción por la libido, sino de poder, de
dominación de la víctima”.

2. ¿Cómo se presentan los varones en los relatos? ¿Qué diría Rita Segato
sobre los casos tratados? Explica

En el caso de la joven colombiana que fuera abusada sexualmente por su vecino de


edificio, éste se presenta como el típico hombre de familia, que es un “buen amigo” y
saludado por todos, mientras que bajo su cinturón oculta más de una historia de abuso
hacia una mujer. No es el típico abusador violento y armado como se observa en el caso
de los hombres de San José, sino que aprovecha una situación de debilidad o de estado
de conciencia alterado para cometer un acto de violencia de género.

Lo que tienen en común los diferentes relatos, es que los hombres se posicionan desde
un lugar de poder, ejerciéndolo sobre las mujeres con el fin de hacer valer su
masculinidad frente a los demás hombres. Rita Segato postula que “no se trata de
agresiones originadas en la pulsión libidinal traducida en deseo de satisfacción sexual,
sino que la libido se orienta aquí al poder y a un mandato de pares o cofrades
masculinos que exige una prueba de pertenencia al grupo” Estas situaciones son un
claro ejemplo de vulneración a los derechos de las mujeres, por ejemplo, el escrache
público, el acoso, la violación y por último el femicidio.

En el libro “Chicas muertas” la autora Selva Almada presenta una clara situación de
poder donde los chicos del San José utilizaban a las mujeres como una especie de trofeo
mediante un juego que ellos denominaban “hacer el becerro”. El mismo consistía en
elegir una chica para conquistar, y en el baile el fin de semana la llevaba a un lugar
apartado donde esperaba el resto de la banda y la violaban en manada. En este sentido,
Rita Segato describe al cuerpo de la mujer como un territorio más que debe ser
conquistado por los hombres. Por otro lado, la autora Ramon María del Mar en su obra
“Coger y comer sin culpa”, detalla otro hecho donde el hombre nuevamente ejerce
poder sobre una joven aprovechándose de su estado de ebriedad y llevándola a su
departamento para luego violarla. Rita Segato postula que “la expresión "violencia
sexual" confunde, pues aunque la agresión se ejecute por medios sexuales, la finalidad
de la misma no es del orden de lo sexual sino del orden del poder. Es importantísimo
comprender que el acto de violación de un cuerpo no es necesariamente, como lo
concibe el sentido común, el resultado de un deseo sexual incontenible sino un acto
exhibicionista de dominación.”

Para finalizar, Selva Almada en uno de sus relatos hace mención a la expresión máxima
de la vulneración de los derechos de las mujeres – el femicidio-. En este relato, al
agresor no le fue suficiente con acosar a la víctima luego de que ella la dejara y
escracharla en los medios de su localidad, sino que la agredió utilizando un duchillo
hasta quitarle la vida.

3) ¿Cómo opera la violencia hacia las mujeres? Explica apelando a las


diferentes formas, desde los aspectos simbólicos y estéticos hasta las
manifestaciones físicas de la misma. Ejemplifica con los relatos
presentados. 

Susana Velázquez distingue distintos tipos de violaciones:

 Violación por parte de desconocidos con o sin uso de la fuerza física


 Violación por parte de una o más personas conocidas por la víctima, con o sin
violencia física o armada, con o sin amenaza directa o aparente. Puede incluir las
violaciones con engaño, seducción maliciosa, con o sin uso de drogas o bebidas.
Este tipo de violencia se encuentra presente en el relato de María del Mar
Ramón, ya que la víctima nunca interpretó su violación como tal debido a que
desde su perspectiva una violación debía ser violenta, pero en su caso, ella
conocía a su agresor quien la engañó aprovechándose de su estado de ebriedad.
 Violencia en el marco de relaciones de poder.
 Violación en situaciones de conflictos armados de guerra civil o externa. A
este tipo de violación, la autora Rita Segato lo define como femigenocidio ya
que lo considera un acto plenamente genérico y no íntimo.
 Violación Marital o violación por parte de la pareja.
En cuanto al acoso, la autora menciona cinco niveles:

 El primer nivel, de acoso leve, verbal, incluye conductas del tipo de chistes, con
versaciones de contenido sexual, silbidos, piropos.
 El segundo, un acoso moderado, no verbal y sin contacto físico, se da con
conductas del tipo de miradas, muecas y gestos lascivos y/o insinuantes.
 El tercer nivel es el acoso medio, verbal, que incluye conductas como llamadas
telefónicas y/o cartas, presiones para salir o invitaciones con intenciones
sexuales.
 En el cuarto nivel el acoso es fuerte porque implica contacto físico (manoseo,
acorralamiento, sujeción, etc.).
 El quinto nivel, de acoso muy fuerte, se da cuando hay presiones tanto psíquicas
como físicas para mantener contactos íntimos.

Rita Segato establece que en toda agresión de genero se cruzan dos ejes de
interlocución: un eje vertical que va del agresor a la víctima. El agresor se dirige a la
víctima, le comunica que ella forma parte de su territorio, le hace saber que controla su
existencia y la castiga porque le atribuye estar en potencial desacato con el orden
patriarcal. En ese sentido, el violador actúa como “moralizador”. Este eje se puede ver
claramente representado cuando se culpa a la víctima por su vestimenta o el estado de
conciencia.

El eje horizontal se da entre el agresor y sus pares. Este es el eje sobre determinante en
la economía simbólica de toda agresión, pues es de sus pares que el agresor recibe el
estímulo para agredir y es a los pares a quien él le dedica la exhibición de la toma de
posesión y el acto de control sobre el cuerpo de su víctima. Este eje se vuelve decisivo
en la violación pues aquí el agresor también alcanza y compite con aquellos que, en un
imaginario arcaico, son entendidos como los encargados de la tutela y custodia de ese
cuerpo.
4) Elabora un concepto de violencia hacia las mujeres enfatizando sus
implicancias. En este punto la propuesta es discutir los artículos de
Hendel (2016), Pineda (2019), Segato (2018) y Velázquez (2007).

Entendemos como violencia de género a un acto que va más allá del daño físico y
psicológico, un acto simbólico y económico. Esta es la incubadora de todas las otras
formas de violencia, por ejemplo, las diferencias en los salarios, los parámetros de
belleza que imponen las publicidades y los medios masivos, el maltrato de
profesionales de la salud al momento de parir y los celos en el noviazgo, entre otras.
Esto es un claro ejemplo de violación de los derechos a la libertad, a la integridad
personal y a la salud, cercenando el goce pleno de los derechos civiles, sociales
económicos y culturales. En las diferentes etapas del proceso histórico social, niñas
y mujeres han sido sistemáticamente asesinadas por su condición de género. Estos
factores mencionados anteriormente derivan en una cultura femicida, aquella donde
se acepta, permite, naturaliza y justifica el asesinato de mujeres por el hecho de ser
mujeres, donde se promociona, promueve e incita este tipo de crímenes mediante su
transmisión y aprendizaje a través de los distintos agentes socializadores, así como
también a través de su cotidianización en los distintos productos culturales
desarrollados desde el pensamiento androcéntrico patriarcal.
Bibliografía

 Almada, Selva (2018): “Chicas muertas”. Random House, Buenos Aires.

 Gamba, Susana y otros (2007): “Diccionario de estudios de género y


feminismo”. Lexicón, Buenos Aires.

 Hendel, Liliana (2017): “Violencias de género: las mentiras del patriarcado”.


Paidós, Buenos Aires.

 Pineda, Esther (2019): “Cultura femicida: El riesgo de ser mujer en América


Latina”. Prometeo Libros, Buenos Aires.

 Ramón, María del Mar (2020): “La violencia”, en “Coger y comer sin culpa. El
placer es feminista”. Paidós, Buenos Aires.

 Segato, Rita (2018): “La guerra contra las mujeres”. Prometeo Libros, Buenos
Aires.

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