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La teoría de Piaget sobre

el desarrollo del conocimiento


espacial
Esperanza Ochaíta Alderete
Universidad Autónoma de Madrid

I. CONSIDÉRACIONES yectivo y euclidiano, debemos aclarar tres


GENERALES aspectos centrales en la teoría piagetiana
del conocimiento espacial:
Piaget dedica dos extensos volúmenes . En el marco teórico piagetiano, el
al estudio del desarrollo del conocimiento espacio no viene dado «a priori» surgien-
espacial, basados en la realización de unos do de la mera percepción, sino que ha de
treinta experimentos diferentes 1 . El pri- irse elaborando poco a poco, jugando un
mero de los libros, publicado en 1947 en papel decisivo la actividad del sujeto. El
colaboración con Inhelder y titulado La conocimiento del espacio proviene al prin-
representación del espacio en el niño, se ocupa cipio de la actividad sensoriomotriz y,
de conocer cómo surgen en el desarrollo posteriormente, a un nivel representativo,
ontogenético las relaciones espaciales to- la actividad —real o imaginada— irá
pológicas, proyectivas y euclidianas. En flexibilizando, coordinando y haciendo
la segunda obra, llevada a cabo en 1948 reversibles las imágenes espaciales para
por Piaget, Inhelder y Szeminska con el convertirlas en operaciones. Por tanto,
título La geometría espontánea en el niño, se para Piaget, tal conocimiento no deriva,
estudia la génesis de la geometría eucli- sin más, de la percepción visual, sino que
diana, esto es, cómo surgen en el niño la constituye el producto final de una larga
conservación y la medición de la longi- y ardua construcción evolutiva que co-
tud, la superficie y el volumen. Vamos a mienza con el nacimiento y no termina
referirnos, preferentemente, a la primera hasta la adolescencia, y en la que la
de las obras citadas. actividad perceptiva juega un papel abso-
Antes de entrar directamente en la lutamente imprescindible.
descripción de los experimentos corres- 2. Se establecen tres tipos de relacio-
pondientes a los espacios topológico, pro- nes espaciales: topológicas, proyectivas y
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euclidianas. Las relaciones topológicas tie- como constantes. Posteriormente, entre
nen en cuenta el espacio dentro de un los 4-5 y io-iz meses, se coordinan la
objeto o figura particular, y comprenden visión y la prensión, construyéndose nu-
relaciones de proximidad, separación, or- merosos esquemas manipulativos bajo
den, cerramiento y continuidad. Por el control visual, los cuales llevan al niño a
contrario, los espacios proyectivo y eucli- percibir relaciones euclidianas (los obje-
diano consideran los objetos y sus repre- tos adquieren un tamaño constante con
sentaciones, teniendo en cuenta las rela- independencia de los cambios de distan-
ciones entre esos objetos de acuerdo con cia), y proyectivas (los objetos tienen una
sistemas proyectivos (espacio proyectivo), forma constante independientemente de
o de acuerdo con ejes coordenados (espa- los cambios de posición). Por último,
cio euclidiano o métrico). Dentro de la durante el segundo ario, el niño va a ser
teoría que nos ocupa, el desarrollo onto- capaz de relacionar unos objetos con
genético de estas relaciones sigue un or- otros en el espacio elaborando, a nivel
den inverso al desarrollo epistemológico, práctico, un «grupo» de desplazamientos,
ya que el niño elabora primero el espacio lo cual le lleva a descubrir, por ejemplo,
topológico, tanto en el nivel de la acción que puede alcanzar un punto en el espa-
como en el de, la representación. Las cio por dos caminos diferentes y que,
relaciones proyectivas y euclidianas se cuando retrocede al punto de partida, el
desarrollan paralelamente, aunque el equi- cambio de lugar se anula en cierto sentido.
librio de las segundas se consigue más Durante el período de las operaciones
tarde. concretas, y en su primer subestadio, que
3. Como en el resto de los aspectos se extiende desde los comienzos del pen-
del desarrollo intelectual, también en lo samiento interiorizado hasta los siete u
referente al conocimiento espacial nos ocho arios, el niño ha de ir reelaborando
encontramos con tres grandes períodos o a nivel representativo todas las adquisi-
estadios: período sensoriomotor, período ciones que, a nivel práctico, ya tenía en el
de las operaciones concretas (que se sub- estadio anterior, comenzando por las re-
divide, a su vez, en un subperíodo preo- laciones topológicas y sólo más tarde con
perativo y otro de operaciones concretas las proyectivas y euclidianas. En conse-
propiamente dichas), y período de las cuencia, durante el subestadio de las ope-
operaciones formales 2. raciones concretas propiamente dichas
En el período sensoriomotor, que se (desde los siete u ocho años hasta los
extiende desde el nacimiento hasta el ario once o doce), el niño irá considerando
y medio o dos arios, momento en que el progresivamente las relaciones proyecti-
pensamiento comienza a interiorizarse, el vas y euclidianas, gracias a que su pensa-
niño va a ir elaborando un conocimiento miento operatorio le facilita la flexibiliza-
práctico del espacio comenzando por las ción y reversibilidad del espacio.
relaciones topológicas y elaborando des- Por último, durante el estadio de las
pués las proyectivas y euclidianas. Entre operaciones formales, que comienza a los
el nacimiento y los cuatro o cinco meses once o doce arios y culmina en la adoles-
el bebé es capaz de percibir, únicamente, cencia, las operaciones espaciales pueden
relaciones topológicas de dificultad cre- ser totalmente separadas de la acción real,
ciente, pero al no existir todavía coordi- de forma que los individuos son capaces
nación entre los distintos espacios senso- de considerar un universo total de posi-
riales, sobre todo entre la visión y la bilidades espaciales y comprender cuestio-
prensión, no percibe los objetos como nes tales como, por ejemplo, la idea de
permanentes, ni los tamaños y las formas infinito.
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Hemos de hacer notar que Piaget y sus togenético a las proyectivas y euclidianas.
colaboradores, en sus trabajos sobre el Las restantes se ocupan de estudiar las
conocimiento del espacio, al igual que en relaciones topológicas específicas de or-
otras investigaciones sobre temas especí- den, cerramiento o cierre y continuidad.
ficos del desarrollo cognitivo, clasifican A) La percepción «háptica». Con este
los resultados en una serie de etapas que, experimento los autores tratan de com-
integradas en los períodos a que acaba- probar que la concepción adulta del espa-
mos de referirnos, tienen la función de cio es fruto de la construcción activa del
ofrecer una sistematización de los resulta- propio sujeto y no deriva, sin más, de la
dos experimentales. Así proponen cuatro percepción. Aunque Piaget e Inhelder no
etapas: la primera (I) comprende desde estaban interesados, primariamente, en el
los tres arios (momento en que comienza estudio del tacto, llevaron a cabo un
a ser posible entrevistar a los niños), experimento de exploración «háptica» de
hasta los cuatro o cuatro y medio; la formas geométricas, para demostrar el
segunda (II) desde los cuatro y medio papel que la actividad perceptiva cumple
hasta la edad del comienzo de las opera- en la ontogénesis de la percepción de las
ciones concretas (seis, siete u ocho años); formas, y para investigar si las relaciones
la etapa tercera (III), comenzando a la topológicas preceden a las proyectivas y
edad en que termina la anterior, coincide euclidianas en la exploración de esas for-
con el subperíodo de completamiento de mas. Al considerar muy difícil el estudio
las operaciones concretas; y, por último, del desarrollo de la percepción visual en
la etapa cuarta (IV) comienza sobre los los bebés 3, decidieron abordar la evolu-
once o doce años, con el pensamiento ción de la percepción «háptica» en niños
formal. Cada una de estas etapas se sub- más mayores. En una primera etapa, los
divide, asimismo, en dos subetapas: «A» niños son capaces de hacer discriminacio-
y «B». nes topológicas pero no euclidianas (en-
A continuación se pasa a revisar la tre dos y cuatro arios). En la siguiente, las
génesis de los conceptos topológicos, pro- formas se exploran más activamente, lo
yectivos y euclidianos en el niño. De los que permite una progresiva estimación de
numerosos experimentos que Piaget y sus las relaciones euclidianas tales como án-
colaboradores nos describen a lo largo de gulos, paralelismos, etc. (cuatro a siete
sus dos obras, se analizan con mayor años). A partir de los seis o siete arios, los
detalle aquellos más conocidos y los que niños son capaces de reconocer todas las
han dado lugar a mayor número de revi- formas, mediante un método operacional
siones. de dirigir la exploración.
B) El dibujo. La segunda de las inves-
tigaciones del espacio topológico está
II. EL ESPACIO TOPOLOGICO dedicada al análisis del dibujo infantil. De
nuevo, se trata de probar cómo la transi-
La primera de las tres partes en que se ción de la percepción a la representación
divide la obra de Piaget e Inhelder (1947) mental implica la reconstrucción de las
está dedicada al espacio topológico. Los relaciones topológicas, en primer lugar, y
dos primeros experimentos que se descri- luego de las proyectivas y euclidianas,
ben, percepción «háptica» y dibujo, cons- todas ellas perfectamente elaboradas ya a
tituyen la prueba más directa de la hipó- nivel práctico. Se analiza tanto el desarro-
tesis a que nos hemos referido anterior- llo del dibujo espontáneo, como el de la
mente, según la cual, las diferenciaciones copia de figuras geométricas.
topológicas preceden en el desarrollo on- Al estudiar el dibujo espontáneo, Pia-
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get e Inhelder relacionan las etapas de comenzando a surgir, pero la composi-
evolución del dibujo propuestas por Lu- ción de la figura se hace todavía por
quet (1923) con el desarrollo del conoci- «ensayo y error», sin una imagen mental
miento espacial. En la etapa de «incapaci- anticipada que guíe el dibujo. A partir de
dad sintética», que coincide con la I de los seis o siete arios (etapa tercera), la
Piaget e Inhelder (entre dos y cuatro construcción de la forma se hace opera-
arios) el niño, que comienza a poder cional, porque los niños ya no proceden
expresarse gráficamente, no tiene en cuen- por autorregulaciones de ensayo y error,
ta las relaciones euclidianas (proporciones sino que abstraen la forma y después
y distancias), ni las proyectivas (perspec- dibujan de modo coordinado y reversible
tivas con proyecciones y secciones), con- de acuerdo con un esquema mental previo.
siderando solamente las topológicas. Así De todo esto concluyen Piaget e Inhel-
pues, los fallos que encontramos en los der: «El espacio geométrico no es simple-
dibujos de los niños de esta edad, no se mente un calco hecho sobre un espacio
deben a una ineptitud técnica de carácter físico desarrollado simultáneamente...»
motor, sino a la falta de relaciones eucli- «La abstracción de la forma implica una
dianas y de perspectiva, La etapa siguien- reconstrucción completa del espacio físi-
te, denominada por Luquet «realismo co hecha sobre la base de las propias
intelectual», se caracteriza por unos dibu- acciones del sujeto y basada originalmen-
jos en los cuales las relaciones proyectivas te sobre un espacio sensoriomotor y,
y euclidianas están comenzando a surgir, últimamente, sobre uno mental o repre-
pero todavía no hay coordinación general sentacional determinados por la coordina-
de los puntos de vista ni coordenadas ción de esas acciones» 4 .
generales. Por último, a partir de los siete C) La relación de orden. Para los auto-
u, ocho arios, el pensamiento operatorio res que nos ocupan, el orden o secuencia
configura la etapa de «realismo visual» en es la tercera relación topológica básica
la que la representación gráfica se esfuer- después de las de proximidad y separa-
za por tener en cuenta perspectivas, pro- ción. En las cinco técnicas con que estu-
porciones y distancias. • dian el orden lineal y circular encuentran,
Por lo • que se refiere a la copia de de nuevo, tres etapas. Entre los tres y
figuras geométricas simples (cuadrado, cuatro arios el niño sólo es capaz de tener
triángulo, rombo, cruz, etc.), los resulta- en cuenta relaciones topológicas simples
dos obtenidos con niños de entre dos y como «junto a», pero no puede conside-
siete años son muy similares a los de la rar las proyectivas de «izquierda-derecha».
prueba de percepción «háptica», habién- Durante la * etapa segunda (cuatro-siete
dose encontrado las mismas etapas. En la arios), comienza a ser capaz de reproducir
etapa primera (dos-cuatro años) el niño un orden dado, pero solamente cuando
comienza a discriminar y, por tanto, a puede establecer una correspondencia vi-
copiar, figuras geométricas diferentes, so- sual entre el modelo y su propia copia; al
bre la base de aspectos puramente topo- final de esta misma etapa ya no necesita
lógicos tales como dentro y fuera, conti- tal correspondencia y comprende la rela-
nuo y discontinuo, etc. En la etapa segun- ción «entre». A partir de los seis o siete
da (cuatro-seis años), se empieza a distin- años,, en la etapa tercera, el niño es capaz
guir éntre figuras rectas y curvas, siendo de invertir un orden gracias a una opera-
al principio el niño capaz de dibujar un ción reversible de pensamiento.
cuadrado, luego un triángulo y, solamen- D) La relación de «cercamiento» 5 . El
te al final de la etapa, un rombo; las experimento en un estudio de la compren-
relaciones proyectivas y euclidianas están sión de los nudos por parte de los niños,
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comprensión que implica una compleji- pa III), el niño puede realizar las opera-
dad considerable al suponer un «cerra- ciones de seriación y subdivisión, por lo
miento» complejo en tres dimensiones. que comprende bien los problemas rela-
Los niños de tres, cuatro e incluso cinco tivos a las figuras reales más pequeñas y
años (etapa I) ni siquiera entienden cómo más grandes y los que suponen subdivi-
se forma un nudo, de tal modo que no siones de líneas y de superficies, pero
pueden imitarlo cuando alguien lo hace siempre que esté operando con un mate-
junto a ellos; posteriormente, pueden des- rial real y concreto. Solamente en la etapa
cribir verbalmente lo que hay que hacer, IV, a partir de los once o doce arios, el
pero, en la práctica, son incapaces de niño podrá operar con material posible y,
pasar del aro (que supone dos dimensio- gracias al pensamiento hipotético deduc-
nes) al nudo; al final de esta etapa consi- tivo, trascender la idea de subdivisiones
guen hacer un nudo, pero en seguida lo posibles y puntos perceptibles para acce-
olvidan. Desde los comienzos de la etapa der a la noción de infinito.
II, el niño puede copiar un nudo sin
ayuda, pero basta que éste se apriete o
afloje para que deje de reconocerlo, tam- III. EL ESPACIO PROYECTIVO
poco puede diferenciar los nudos verda-
deros y los falsos, porque, si bien en el La segunda parte de la obra de Piaget
plano de la acción es capaz de pasar de un e Inhelder (1947) es la dedicada al espacio
espacio bidimensional a uno tridimensio- proyectivo. Puede subdividirse, a su vez,
nal, en el plano de la representación sus en tres apartados: el primero de ellos se
imágenes no tienen aún la movilidad encarga de estudiar cómo se representa el
necesaria. A partir de los siete arios, sin niño la perspectiva de un objeto simple;
embargo, el niño establece perfectamente el segundo aborda la investigación de la
las semejanzas y diferencias entre los comprensión de la perspectiva de un
distintos tipos de nudos, valiéndose de grupo de objetos; el tercero estudia las
imágenes dinámicas dirigidas por opera- relaciones entre las operaciones proyecti-
ciones reversibles. vas y euclidianas mediante experimentos
E) La relación de continuidad. Para es- de secciones geométricas y rotación • de
tudiar esta última relación topológica, superficies.
Piaget e Inhelder plantean a los niños La diferencia más importante entre las
cuatro problemas que suponen la com- relaciones topológicas, por un lado, y las
prensión del resultado final de la subdivi- proyectivas y euclidianas, por otro, está
sión máxima de una figura y la seriación en la forma en que los diferentes objetos,
de tamaños hasta llegar a la figura más figuras o partes de éstos se relacionan
grande y a la más pequeña posibles. En entre sí. Mientras que las relaciones topo-
este caso se encuentran cuatro etapas. lógicas son internas dentro de una figura
Durante las dos primeras y hasta los siete u objeto, o constituyen relaciones bicon-
u ocho arios, los niños sólo pueden tener tinuas simples entre dos o más figuras, las
en cuenta lo directamente perceptible, proyectivas y euclidianas pueden tener en
con una falta total de movilidad operacio- cuenta las relaciones entre los objetos y
nal, por lo que son incapaces de imaginar sus representaciones, de acuerdo con sis-
una figura geométrica, tal como un cua- temas proyectivos o ejes coordenados.
drado, concentrada en pocos milímetros
o expandida en toda la hoja, siendo tam- A) Perspectiva de objetos aislados
bién incapaces de reducir las figuras a
puntos. A partir de los siete años (eta- Piaget e Inhelder llevan a cabo tres
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pruebas diferentes para determinar cómo con su orientación y lo expresan median-
se representan los niños los cambios apa- te el reconocimiento. Solamente entre los
rentes de forma y tamaño de los objetos siete y los nueve arios van pudiendo
aislados, según el punto de vista desde el expresar las diferencias de perspectiva
que se observan. Describimos muy bre- con sus propios dibujos.
vemente esos experimentos a conti-
nuación. A. 3 . La proyección de las sombras. En
este caso, los autores que nos ocupan
A. i. Construcción de la línea recta pro- piden a los niños que dibujen o reconoz-
yectiva. Se parte de la base de que dibujar can la forma que tomarán diversos obje-
o imaginarse una línea recta supone tener tos, colocados en diferentes inclinaciones
en cuenta unas relaciones proyectivas (un entre una lámpara y una pantalla vertical,
sistema de puntos de vista), o unas rela- separadas entre sí unos pocos centímetros.
ciones euclidianas (un sistema de despla- Este experimento viene definido por las
zamientos, distancias y medidas). El expe- mismas leyes que el anterior, si bien,
rimento consiste en pedir a los niños que mientras el anterior depende únicamente
hagan una línea recta con una serie de de las posiciones relativas de objeto y
palos colocados sobre unas bases de plas- sujeto, el que ahora comentamos implica
tilina encima de una mesa cuadrada o imaginar las posiciones relativas de dos
rectangular. Al principio (etapa I, hasta objetos: el que produce la sombra y la
los cuatro arios, aproximadamente), los pantalla. Los resultados muestran que
niños pueden percibir y reconocer una para las sombras de los objetos simples
línea recta, pero son incapaces de cons- (lápiz, disco y triángulo), las etapas coin-
truirla; posteriormente construyen la lí- ciden con las descritas para la prueba A.2.
nea recta paralela al borde de la mesa, sin Por el contrario, en el caso de las figuras
poder neutralizar la influencia de ese complejas (como el cono y la canilla), la
borde cuando la línea no es paralela a él; dificultad es mayor porque comprenden
por último, sobre los siete arios, los niños secciones variables con la necesidad de
son capaces de organizar una línea recta integrar las más pequeñas en las más
en cualquier sitio, mediante una técnica grandes, por lo que sólo se dibujan per-
proyectiva o euclidiana. fectamente hacia los once años, en el
inicio del estadio de las operaciones for-
A.2. Perspectiva de objetos diversos. Se males.
investiga la forma en que el niño se
representa ciertos objetos aislados vistos
en perspectiva en términos de sus despla- B) Coordinación de perspectivas
zamientos y en relación con un observa-
dor. Se le pide que imagine la forma que Se trata ahora de analizar el desarrollo
presentará un objeto, tal como un palo o de la representación de la perspectiva o
un disco, cuando se coloque en cierto apariencia que toman un grupo de obje-
número de posiciones diferentes, es decir, tos, considerando sus posiciones relativas
tal como lo vería un muñeco colocado en entre sí y respecto al observador. Piaget
un punto de vista diferente al suyo. Pri- e Inhelder estudian este problema con un
meramente, los niños ignoran las diferen- solo experimento que se describe a conti-
cias entre las figuras y, más aún, la nuación.
perspectiva geométrica (hasta los cuatro El material está formado por una car-
arios). Después, van a ir dándose cuenta tulina de un metro cuadrado de lado y de
de que la apariencia de un objeto cambia 12 a 3 0 centímetros de altura, represen-
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Estudios
tando tres montañas de diferentes alturas puntos de vista, y tres piezas de cartulina
y colores, io tarjetas de 20 X 28 centíme- representando las montañas. Se dispone
tros, que representan, en dos dimensio- también de un muñeco de dos o tres
nes, las montañas desde los distintos centímetros de altura.

(FIGURA 1: Coordinación de perspectivas)

Utilizan tres métodos de interrogatorio tarjeta. También en esta prueba se encuen-


diferentes. En el primero se le dan al niño tran tres etapas, que describimos seguida-
las tres piezas de cartulina que represen- mente.
tan las montañas, pidiéndosele que recons- Durante la etapa I, aproximadamente
truya la «fotografía» que podría tomarse hasta los cuatro años, los niños ni siquie-
del grupo desde las posiciones A, B, C y ra pueden comprender las preguntas que
D, en que se coloque el muñeco y que se les hacen. En la etapa II, desde los
suponen los cuatro lados iguuales de la cuatro a los siete u ocho arios, los niños
cartulina. En el segundo, el experimenta- son incapaces de imaginar las transforma-
dor muestra al niño los grabados y éste ciones debidas al cambio de posición,
debe elegir el que corresponda al punto considerando su punto de vista, como el
de vista en que está colocado el muñeco. único posible. Esta fijación en su propio
Por último, en el tercer método se le da punto de vista al que Piaget denomina
una de las tarjetas, debiendo el niño «error egocéntrico», no se debe a una
colocar el muñeco en el lugar que corres- incapacidad perceptiva, sino a un error de
ponde para ver las montañas según esa razonamiento que reproduce, a nivel re-
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presentativo, los problemas de constancia por la influencia de su propia perspectiva,
perceptivas que encontramos en el bebé sobre todo al considerar las posiciones
de siete u ocho meses. Durante la subeta- izquierda-derecha. Al elegir las tarjetas
pa II B, intentan dejar a un lado su correspondientes a la perspectiva (méto-
egocentrismo para tener en cuenta el do segundo), los niños, al no poder
punto de vista del observador, sin darse elaborar su propia construcción, están
cuenta de que los cambios de punto de más retrasados, siendo frecuentes los erro-
vista llevan consigo una inversión de las res debidos a considerar las montañas
relaciones izquierda-derecha, delante- como un bloque.
atrás, dentro de las montañas. En conse-
cuencia, con el primero de los métodos a
que nos referimos anteriormente, el niño C) Relaciones entre operaciones
es incapaz de tener en cuenta las relacio- proyectivas y euclidianas
nes internas al grupo de objetos; con el
segundo, igualmente, están los niños tan Piaget e Inhelder diseñan dos pruebas,
convencidos de que las relaciones entre una de secciones geométricas y otra de
las montañas son rígidas e inmutables, rotación y desarrollo de superficies, para
que solamente consideran uno de los estudiar la génesis paralela en el desarro-
aspectos implicados, el punto de vista del llo ontogenético, de las operaciones eucli-
muñeco, sin tener en cuenta las relaciones dianas y proyectivas.
proyectivas que se dan entre el grupo de
montañas. Respecto al tercero de los C. i. Secciones geométricas. La compren-
métodos descritos, Piaget e Inhelder nos sión de las secciones geométricas puede
dicen que, a pesar de que los niños se dan elaborarse tanto desde la geometría pro-
cuenta de que hay una posición definida yectiva como desde la euclidiana. La sec-
para cada punto de vista, no identifican ción . euclidiana se pone de manifiesto
correctamente las relaciones entre posi- cuando uno se imagina cómo quedará
ción y perspectiva. una figura geométrica al ser cortada me-
Para estos autores, los errores egocén- diante un cuchillo; la proyectiva nos lleva
tricos, así como los que consisten en a imaginar la representación de la sección
considerar al grupo de montañas como de una figura geométrica proyectada ante
algo invariable, se deben a que los niños una pantalla luminosa. El experimento
razonan mediante preconceptos incapaces consistió en pedir a los niños que mirasen
de ser agrupados dentro de un sistema de una serie de objetos de plastilina (cilin-
transformaciones recíprocas. Como más dro, prisma, cono, paralelepípedo, pelota
tarde veremos, el concepto de «error hueca y varios objetos complejos), e ima-
egocéntrico» ha sido uno de los más ginasen cuál sería la forma que se produ-
discutidos dentro de la teoría que nos ciría al cortar el sólido con un cuchillo
ocupa. por diferentes planos. Los resultados se
En la primera parte de la etapa III, distribuyen en cuatro etapas: durante la
gracias al pensamiento operatorio concre- primera, los niños ni siquiera son capaces
to, el niño descubre que las relaciones de distinguir unas formas de otras. Al
izquierda-derecha, delante-atrás, inheren- comienzo de la segunda, se produce una
tes al grupo de montañas, varían de confusión entre la sección y la forma total
acuerdo con el punto de vista del obser- del objeto, mientras que posteriormente
vador. No obstante, al elaborar él mismo se va produciendo una diferenciación pro-
la perspectiva del conjunto, según el pri- gresiva entre la sección y la forma exter-
mero de los métodos, aún comete errores na, que sólo se consigue en la etapa III
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para las formas más simples, y en el inicio ral, tomar en cuenta entidades de la geo-
del estadio de las operaciones formales, metría euclidiana, como la distancia, la
en el caso de las formas complejas. longitud, las coordenadas rectilíneas, el
ángulo, la superficie y el volumen. Expo-
C.2. Rotación y desarrollo de superficies. nemos a continuación los experimentos
Piden a los niños que imaginen desarro- contenidos en la tercera parte de la obra
llados en un plano una serie de objetos de 1947, y sólo una de las pruebas del
que se les muestran (cilindro, cono, cubo libro de 1948, la denominada «medición
y tetraedro). La técnica de respuesta es, espontánea» que puede considerarse co-
como siempre, doble: dibujo y/o recono- mo la más representativa y conocida del
cimiento. Los resultados son muy seme- mismo.
jantes a los descritos en el experimento
anterior, tanto para las figuras más sim-
ples como para las más complejas. A) Transformaciones afinitivas del
De estos dos experimentos, concluyen rombo y conservación de las.
nuestros autores que la noción de un paralelas
sólido desarrollado no es una consecuen-
cia ' directa de la percepción. Entre la Antes de pasar al espacio euclidiano
percepción de un sólido y la imagen de propiamente dicho, mediante, el estudio
su representación en el plano; encontra- del desarrollo de los sistemas coordena-
mos la imagen de una acción no realiza- dos de referencia, nuestros autores anali-
da; esta imagen activa y reversible capaz zan las nociones de paralelismo y propor-
de anticipar una acción y, por tanto, ciones, esenciales para el establecimiento
regida por las operaciones, está ausente de esos sistemas de referencia y encontra-
en los niños pequeños y, sin embargo, das ambas en los dibujos espontáneos de
presente en el pensamiento dé los niños los niños.
en el período de completámiento de las Para estudiar la conservación del para-
operaciones concretas. lelismo se utiliza una figura geométrica,
el rombo, que al tranformarse conserva
sus lados paralelos, pero no sus ángulos
IV. EL ESPACIO EUCLIDIANO rectos. Esta propiedad es denominada
por los geómetras «afinidad» y está a
La tercera parte de la obra, tantas veces medio camino entre los conceptos proyec-
citada (Piaget e Inhelder, 1947), está de- tivos y las semejanzas. Como muestra la
dicada a la génesis del espacio euclidiano figura z, el dispositivo empleado en el
en el niño y también a la transición de los experimento consiste en una especie de
conceptos proyectivos a los euclidianos. tenacillas con una serie de barras cruza-
Así pues, se tratan en esta parte las das, de tal modo, que cuando la tijera se
nociones euclidianas básicas de paralelis- abre las barras se separan formando una
mo y semejanza, los ejes coordenados de serie de rombos, al principio, estrechos,
referencia horizontales y verticales y las luego más y más anchos y, al fin, de
relaciones entre los espacios proyectivo y nuevo estrechos pero en el sentido con-
euclidiano en la elaboración de sistemas trario.
cartográficos. Además, en su libro La La técnica consiste en mostrar al niño
geometría espontánea en el niño, Piaget, In- el aparato cerrado y pedirle que prediga
helder y Szeminska (1948) abordan el y dibuje lo que sucederá cuando las tije-
estudio de la capacidad que los niños ras se abran; después al experimentar abre
tienen para conservar,. medir y, en gene- un poco el mecanismo y pide al sujeto
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(FIGURA 2: Transformaciones afinitivas del rombo y conservación de las paralelas.)

que dibuje (o construya con una serie de todo se deja al niño libertad para utilizar
rombos que se le proporcionan), cómo el criterio de igualdad de ángulos o el de
van a ser los rombos a medida que se van paralelismo entre los lados, en sus com-
abriendo las tijeras. Los resultados se paraciones. Los resultados muestran que
distribuyen en las tres etapas ya clásicas. hasta los siete arios, aproximadamente,
Solamente en la tercera de ellas, a partir los niños no son capaces de considerar
de los siete años, pueden los niños dibu- iguales aquellos triángulos cuyos lados
jar los rombos correctamente, conservan- son paralelos, ni de suponer espontánea-
do el paralelismo de sus lados y el tamaño mente las figuras de cartón, descubriendo
correcto de los mismos. a esta edad que los triángulos pueden ser
iguales, con independencia del tamaño de
B) Semejanzas y proporciones sus lados. Pero sólo hacia los once años
van a poder pasar de los juicios de seme-
Se investiga la forma en que el niño janza puramente cualitativos a la expre-
llega a comprender la similariedad o se- sión de la proporcionalidad mediante
mejanza de figuras geométricas inscritas cálculos y proporciones numéricas.
sobre la base del paralelismo de sus lados
y/o de la igualdad de sus ángulos. Utili-
zan dos tipos de problemas: el primero, C) Sistemas de referencia y
diseñado para hacer comprender al niño coordenadas horizontales y
el paralelismo, presenta dos triángulos verticales
inscritos con sus lados paralelos; el segun-
do proporciona a los niños triángulos Para Piaget e Inhelder un sistema de
diferentes de cartulina (equilátero, isósce- referencia no es una simple red compues-
les, etc.), para que los clasifiquen por sus ta de relaciones de orden entre varios
semejanzas formales. Con este último mé- objetos, sino que se aplica tanto a las
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Estudios 103
posiciones dentro de la red como a los como el borde de la mesa. Posteriormen-
objetos que ocupan dichas posiciones, te (entre cinco y medio y siete años), ya
posibilitando que se mantengan invaria- imaginan que el líquido se mueve en
bles e independientes del desplazamiento relación con la inclinación de la jarra,
potencial de los objetos. En este sentido, pero al no tener un marco de referencia
un sistema de referencia constituye un estable, lo dibujan como una línea obli-
espacio euclidiano cuando es usado como cua trazada entre las esquinas de la jarra.
un contenedor, independiente de los ob- En este momento ya colocan los postes
jetos que contiene, justamente como coor- en posición vertical, pero en los dibujos
dinación proyectiva de la totalidad de los permanecen perpendiculares a la montaña.
puntos de vista potenciales. Así, dentro Por último, a partir de los siete arios,
del marco teórico piagetiano, los espacios el niño comienza a dominar, de forma
proyectivo y euclidiano son sistemas com- gradual, sistemas de referencia generales.
prensivos, en contraposición con el espa- Al principio sólo consigue dibujar correc-
cio topológico que considera las relacio- tamente el nivel del agua cuando la jarra
nes internas a cada objeto como algo está tumbada sobre uno de sus lados;
aislado en sí mismo. En consecuencia, después se construyen los ejes horizonta-
estudian la manera en que los niños les y verticales, mediante ensayo y error
adquieren esos sistemas de referencia que para todas las posiciones; y, por fin, hacia
les proporciona el mundo físico en forma los nueve arios, las coordenadas se formu-
de ejes horizontales y verticales. lan en términos operacionales, aplicándo-
La prueba para el estudio de los ejes se directamente a todas las situaciones.
horizontales consiste en proporcionar al «El rasgo distintivo de esta subetapa final
niño dos botellas, una con los lados (III B) es la coordinación general de
rectos y paralelos, y otra de lados redon- todos los ángulos y paralelas para todo el
deados, llenas en su cuarta parte de agua campo de objetos que se considere. Es
coloreada, pidiéndosele que dibuje lo que este proceso el que capacita al niño para
ve. Para el estudio de los ejes verticales descubrir la constancia física del nivel
se utilizan varios métodos: en uno de horizontal del agua y de los postes verti-
ellos se coloca una línea de plomo suspen- cales, un concepto que es eventualmente
dida en una jarra vacía y el niño debe independiente de la observación experi-
predecir su colocación cuando la jarra se mental» 6.
inclina de diferentes modos; en otros, le De estos experimentos concluyen Pia-
proporciona una montaña de juguetes y get e Inhelder que los sistemas de referen-
se le pide que coloque en su ladera y en cia no son innatos, sino que se constru-
su cima, postes en posición «derecha». yen a lo largo del desarrollo y que, lejos
Los resultados muestran que en la de constituir el punto de partida de la
etapa I, los niños son incapaces de distin- consideración espacial, constituyen la cul-
guir planos como tales, teniendo en cuen- minación de todo el desarrollo psicológi-
ta solamente aspectos topológicos como co del espacio euclidiano.
«en», «dentro de», etc. Así representan el
agua como una especie de pelota dentro D) Trazados diagramáticos y el plano
de la jarra y los postes tendidos horizon- de un pueblo
talmente sobre los lados de la montaña. Con los dos experimentos que se resu-
Entre cuatro y cinco años y medio, el men a continuación se trata de compro-
niño dibuja siempre el nivel del agua bar que los conceptos proyectivos (coor-
paralela al borde de la jarra, porque es dinación general de los puntos de vista)
incapaz de relacionarlo con un punto fijo y los euclidianos (construcción de los
Estudios de Psicología u.. 1411y-r983

.104 Estudios
marcos de referencia físicos) son mutua- una maqueta y otra el experimentador,
mente interdependientes y se desarrollan coloque su muñeco en el mismo sitio y
juntos. de la misma forma que el experimenta-
Di. Colocación de un muñeco en un mode- dor, bien con ambos modelos colocados
lo de aldea. Se muestran al niño dos en la misma posición, bien rotando el del
maquetas iguales que representan un pue- niño 1800 . El muñeco se sitúa en 15
blecito, semejantes a la que muestra la posiciones diferentes de distintos grados
figura 3, y se le pide que, teniendo éste de dificultad.

(FIGURA 3: Colocación de un muñeco en un modelo de aldea)


Durante la primera etapa se localizan tancias euclidianas. Entre los cuatro y los
las posiciones mediante relaciones topo- cinco arios, al comienzo de la etapa II,
lógicas de proximidad, rodeamiento o empiezan a establecerse ciertas relaciones
cerramiento, sin tener en cuenta las pro- referenciales, pero aún no están coordina-
yectivas de izquierda-derecha, arriba-aba- dos los distintos puntos de vista, colocán-
jo, delante-detrás, ni las relaciones y dis- dose el muñeco, ya no en relación con un
Estudios de Psicología n.. 14/l;-1983
Estudios 1-01
único punto de vista simple, sino respec- tener en cuenta el marco de referencia, ni
to a dos o tres objetos. Es así como los las dimensiones proyectivas. En la etapa
niños empiezan a establecer relaciones de III los niños son capaces de copiar per-
izquierda-derecha, delante-detrás, pero fectamente el modelo con el método de
aún sin relacionarlas con el punto de construcción real, pero aún cometen erro-
vista, por lo que no comprenden los res en el dibujo hasta los nueve o diez
efectos de la rotación de uno de los años, edad en que consiguen establecer
modelos. En la segunda parte de esta correctamente las relaciones de semejanza
etapa II, consiguen ir corrigiendo, por y proporción, la medición de las distan-
ensayo y error, los fallos de colocación cias y la consideración simultánea de
del muñeco en el modelo rotado, pero todas las relaciones del plano. Por último,
guiados de un método intuitivo, todavía a partir de los once años, el niño puede
no operacional. A partir de los siete años dejar de utilizar como referencia las coor-
(etapa III), la rotación del modelo no denadas naturales que le proporciona la
afecta a la precisión del niño, que tiene en experiencia, para servirse de coordenadas
cuenta el sistema de referencia que le convencionales abstractas; son, por tanto,
proporciona la maqueta. las operaciones formales las que capacitan
Da, El plano de un pueblo. Esta prueba al niño para comprender los mapas y ejes
tiene una dificultad mayor que la anterior, coordenados abstractos que le pide el
puesto que consiste en poner sobre una trabajo escolar.
mesa un cierto número de objetos repre- E. La medición espontánea. Como ya
sentando un pueblecito y pedir a los dijimos anteriormente, la obra de Piaget,
niños que dibujen su colocación en una Inhelder y Szeminska (1948), está dedica-
hoja de papel, tal y como se ven desde da al estudio . de la ontogénesis de la
arriba en línea recta o en un ángulo de geometría euclidiana. También este libro
45 0. En los niños pequeños el dibujo se se divide en tres partes. La primera de
sustituye por la construccion real. De ellas se ocupa de la conservación y medi-
acuerdo con Piaget e Inhelder, el dibujar ción del espacio en una dimensión, con
el plano implica, en la práctica, tres difi- experimentos tales como la longitud y la
cultades: 1°) la selección de un punto de distancia. La segunda estudia estas opera-
vista particular, que supone problemas ciones de conservación y medición en el
proyectivos; 2 0) la elaboración de un espacio bidimensional, con experimentos
sistema de coordenadas euclidianas con de medida de ángulos y triángulos, la
líneas rectas y ángulos; 3 0) la reducción a construcción de lugares geométricos, etc.
una escala menor con los consiguientes Por último, en la tercera parte, los auto-
problemas de semejanzas y proporciones. res revisan la ontogénesis de la medida de
Los resultados se distribuyen en cuatro los sólidos o del espacio tridimensional,
etapas: durante la primera no hay corres- estudiando la conservación y medida de
pondencia espacial ni correspondencia tér- áreas y volúmenes y el concepto de frac-
mino a término entre los elementos (lógi- ción. Exponemos seguidamente la prueba
co-matemática). A partir de los cuatro más conocida: medición espontánea de la
arios y hasta los siete aproximadamente, longitud.
se encuentra un cierto avance hacia la Se presenta a los niños una torre de 8o
coordinación de grupos de objetos, aun- cm. hecha con 12 bloques de diferentes
que las relaciones no sean todavía gene- dimensiones (cubos y paralelepípedos) y
rales; la relación lógico-matemática queda colocada sobre una mesa. Se les pide que
ya establecida, pero la relación espacial construyan otra «igual» o «igual de larga»
aún se rige por aspectos topológicos, sin sobre una mesa más baja que la anterior,
Estudios de Psicología n.° t411 f-1983
106 futudios
para lo que se les proporcionan bloques de forma operatoria haciendo una síntesis
en mayor número del necesario y elemen- entre la partición y el desplazamiento, es
tos susceptibles de ser utilizados como decir, colocando la unidad de medida el
unidad de medida, tales como varillas y número de veces preciso en el objeto a
tiras de papel. Los resultados se distribu- medir.
yen en tres etapas, si bien se encuentran
seis tipos de medición siguiendo el pro-
ceso evolutivo. V. IMPORTANCIA Y
Durante la primera etapa, los niños se REPERCUSIONES DE
conforman con hacer una comparación ESTA TEORIA
perceptiva entre el modelo y la copia,
método al que Piaget y sus colaboradores Muchos de los autores estudiosos de la
denominan «transferencia visual»; no hay psicología evolutiva del conocimiento es-
una medida común para las dos torres y pacial (Hart y Moore, 191 7 ; Dows y Stea,
las comparaciones de altura se hacen res- 1973; Hart, 1979), coinciden con nosotros
pecto a la línea de visión, sin tener en en que Piaget ha sido el único autor que
cuenta las alturas diferentes de las mesas. ha estudiado seriamente el espacio desde
A partir de los cuatro años y medio el punto de vista evolutivo. En este
aproximadamente (subetapa II A), en- sentido afirman Hart y Moore: «En una
cuentran nuestros autores lo que denomi- revisión sistemática de la literatura poste-
nan «transferencia manual», puesto que rior a la primera parte del siglo, nos
los niños intentan transportar una de las hemos impresionado, e intentamos mos-
torres para, de nuevo, hacer una compa- trarlo, por el hecho de que la mayoría de
ración visual entre ellas. Posteriormente, los datos sobre el desarrollo de la cogni-
hacia los seis años, ya en la subetapa II B, ción espacial, incluyendo la de medios a
se encuentra un avance interesante en la gran escala, puede ser cómodamente expli-
utilización del propio cuerpo (las manos cada dentro de este punto de vista teóri-
o los brazos) como medida: «transferen- co. La mayoría del trabajo hecho dentro
cia corporal». de un marco de referencia estrictamente
En el momento de transición entre las conductista es fragmentario y no puede
etapas II y III, hacia los seis arios y trazar de forma comprensiva la secuencia
medio, los niños son capaces de usar un del desarrollo»7.
objeto externo, como una tercera torre o Así pues, la teoría de Piaget nos pro-
una varilla, pero con la condición de que porciona el único modelo teórico • que
tenga la misma longitud del modelo. Así relaciona, de forma satisfactoria, la evo-
encontramos ya una transferencia o des- lución de la cognición espacial con el
plazamiento de carácter operativo y tran- desarrollo cognitivo general. Tanto los
sitivo (A=B, B.C, luego A =C). A trabajos que estudian la ontogénesis de
partir de los siete arios, en la etapa III A, los conceptos espaciales básicos («cogni-
los sujetos son capaces de utilizar una ción espacial fundamental» en la termino-
regla más larga que el modelo, y solamen- logía de Hart y Moore, 1971), como
te a partir de los ocho pueden llegar a aquellos otros que investigan la forma en
medir como los adultos utilizando como que dichos conceptos se plasman en la
unidad una regla más corta que transpor- representación que los sujetos tienen de
tan un cierto número de veces para com- los espacios grandes (formación de mapas
parar la torre original y la copia. Es así cognitivos o representaciones topográfi-
como en la etapa de las operaciones cas), tiene su origen en las obras de
concretas los niños son capaces de medir Piaget y sus colaboradores (Piaget e In-

Estudios de Psicología ts . 14111-1983


Estudios 107
helder, 1947; Piaget, Inhelder y Szemins- No obstante, hay también aspectos de
ka, 1948). la teoría de Piaget sobre el desarrollo del
conocimiento espacial que han sido obje-
Como la mayoría de los trabajos piage-
to de valoraciones más o menos negati-
tianos, también éste ha sido objeto de vas. Uno de ellos, precisamente el consi-
numerosas revisiones, estandarizaciones y derar que el conocimiento espacial pro-
réplicas. No vamos a entrar aquí en el
gresa desde las nociones topológicas a las
análisis de estas investigaciones y remiti- proyectivas y euclidianas, ha sido muy
mos al lector a la excelente obra realizada criticado en el sentido de que se trata de
por Modgil y Modgil, en 1976, denomi- una diferenciación de índole epistemoló-
nada Piagetian research. La tercera parte gica y no psicológica. En relación con
del segundo volumen de dicho libro está esto dicen Downs y Stea: «A menudo se
dedicada a los trabajos «Postpiagetianos»
toma como un hecho que el desarrollo
sobre el desarrollo de los espacios topo- del 'niño tiende hacia y debe rígidamente
lógicos proyectivo y euclidiano. tender hacia el logro de conceptos estan-
Aunque recogido en la obra que se darizados euclidianos y newtonianos del
acaba de citar, merece mención especial el mundo. Pero a menudo se olvida que los
trabajo publicado en 1968 por Laurendeau puntos de vista euclidiano y newtoniano
y Pinard, dedicado a estandarizar y a son efectivamente modelos de las geome-
revisar los aspectos fundamentales de la trías del mundo real y sistemas físicos
obra piagetiana de 1947. Replicaron cua- más que hechos dados»8.
tro de los experimentos más relevantes, Para concluir queremos únicamente po-
prestando atención especial a la estanda- ner de manifiesto otro de los conceptos
rización de los materiales experimentales más criticados dentro de la teoría que nos
y a la elección de muestras representati- ocupa como es el de «error egocéntrico»
vas. En las pruebas de percepción «háp- que, como se dijo a propósito del experi-
tica», construcción de la línea recta pro- mento de la coordinación de perspectivas,
yectiva, localización de lugares topográ- es aquel que cometen los niños al consi-
ficos y coordinación de perspectivas, los derar su propio punto de vista como el
resultados generales están de acuerdo con único posible. Las investigaciones de Hut-
los obtenidos por Piaget e Inhelder, por tenlocher y Preson (1973 y 1979) han
lo que Laurendeau y Pinard confirman puesto de manifiesto que tales errores no
las tesis sobre la sucesión ontogenética de siempre son cometidos por los niños
los espacios topológico, proyectivo y eu- cuando hacen una tarea de rotación espa-
clidiano y sobre la sucesión de las equili- cial de un conjunto de objetos, sino que
braciones preoperacionales a las operacio- dependen en gran medida, del ripo de
nales. instrucciones que reciben en la prueba.

Notas:
' Existen también otras publicaciones sobre espacio: Piaget, 1953, 1954 y 1955; Piaget e Inhelder, 1945
Y 1948. Sobre geometría: Piaget, 1953, y Piaget y Morí, 1958.
2 Respecto al problema de los estadios ver Flavell, 1963, p. 104-106, y Delval, 1978, V.1, p. 34-36.
3 Trabajos posteriores han mostrado que es perfectamente posible estudiar la percepción visual en los
primeros momentos de la vida del niño, como los de Fantz, 1961, y Bower, 1974.
4 Piaget e Inhelder, 1947, p. 77, ed. inglesa.
Traducimos «surrounding» por cercamiento o rodeamiento.
6 Piaget e Inhelder, 1947, p. 412.
7 Hart y Moore, 1 9 71. En Downs y Stea, 1973, p. 247.
Down .: y Stea, 197;, p. 224-

Estudios de Psicología o.. 14g-103


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Resumen
Este artículo presenta un resumen de la teoría de Piaget y sus colaboradores sobre el
conocimiento del espacio. En primer lugar se analizan los aspectos principales de la teoría del
desarrollo de las nociones espaciales en relación con el desarrollo cognitivo; se continúa con la
descripción de los tipos de experimentos utilizados para el estudif del espacio topológico, espacio
proyectivo y espacio euclidiano; se concluye poniendo de manifiesto la relevancia del trabajo
piagetiano sobre las posteriores investigaciones acerca de la cognición espacial.

Abstract
This paper makes a summagr of .theory on spatial knowledge as developped by Piaget and
col. First of all the main issues of ibis theog n are discussed ami related to the general theory of
cognitive development. The paper then gives a description of the types of experiments used for
the study of topologic, projective and eucliden space. It concludes emphasizing the relevance of
piagetian work en lato research or; Ibis subject.

Résumé
Cet article présent un résumé de la théorie de Piaget el res collaborateurs sur la connaissance
de l'espato. Premiérement en analise les aspects principaux de cette théorie á l'égard du
dévelopement cognitif; aprés on fait une description des types de experiment utilisé pone /Wide
de Pespace topologique, projective el euclidien; el finalement en conclue soulignant la relévance du
travail piagetien pour les recherches ultérieures su la cognition spatiale.

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