resguardada entre dos murallas, escondidos de los terrores que habitaban fuera de ellas, donde las personas vivían en armonía, sumidos en felicidad y amor. Pero era incuestionable lo que habitaba fuera de esas murallas, los únicos que sabia el secreto de lo que habitaba fuera de ellas, eran los reyes de Rose, quienes mataban a cualquiera que tuviera conocimiento de lo que habitaba fuera. Una noche, se escucho una gran explosión, ninguno de los habitantes supo de donde provenía el ruido. Hasta que pocos minutos después, se inmiscuyeran en una completa oscuridad, y ahí, fue cuando se pudo experimentar, el miedo, el terror y la desesperación de la humanidad. Aquel secreto que los reyes les ignoraban a la humanidad, saldría pronto a la luz, todo se vendría abajo, donde ya no había tiempo ni preparación para la guerra que pudieron afrontar, pero ya era demasiado tarde como para pensar. Innumerables bestias, trajo consigo la oscuridad. Los habitantes, y fuerzas militares del rey, luchaban con sus vidas contra lo desconocido. Estos imploraban a los reyes, revelar una vez por todas el secreto, quizás algo de conocimiento que pudieran utilizar para sobrevivir y acabar con esa pesadilla. Sangre, muerte y gritos de dolor era lo que más habitaba en las murallas. Hasta que, al pasar los 4 días, de plena desesperación, se supo al fin la verdad. El rey, envió un comunicado al pueblo, donde a parte de explicarles lo que habitaba fuera de las murallas, les pedía disculpa, ya que la gran sombra, junto a sus bestias, eran parte de él. Así, como también, que solo él podía controlar a su imagen y semejanza aquella oscuridad, que no había salida, ya que ellos eran solo ganados, para alimentarse e incrementar su poder. Pero lo que el malvado rey, no sabía, era que, dentro de estas murallas, se encontraba su más grande temor, y la esperanza más deseada por la humanidad, una chica dormida, preparada para su destino. Que, al abrir aquellos ojos escarlatas, lanzó su hechizo de luz perpetua, ayudando a combatir con magia y espadas, aquel rey y aquella oscuridad, donde por fin acabarían en el olvido de la humanidad. Al pasar los años, nadie supo de donde provenía esa luz cegadora, pero al darse cuenta ya no había un rey, ni mucho menos oscuridad, ni muertes, ni sangre, ni gritos de dolor. Lo que quedo fue esa paz deseada, ese amor y esa serenidad, todo gracias a la nueva reina Marie Rose Van Land.