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LaCultura GuerreroAP
LaCultura GuerreroAP
LA CULTURA
Estrategias conceptuales para entender la identidad,
la diversidad, la alteridad y la diferencia
Escuela
de Antropología Aplicada
UPS - Quito
Ediciones
Abya-Yala
2002
ANTROPOLOGÍA Y CULTURA
Una mirada crítica a la identidad, diversidad, alteridad y diferencia
Patricio Guerrero Arias
ISBN: 9978-22-247-2
A Mónica
A modo de entrada...................................................................................................... 13
5. Cultura y Naturaleza............................................................................................ 59
La cultura como ecosistema humano.................................................................. 59
La cultura como instrumento adaptativo ........................................................... 60
La cultura como resultado de las necesidades humanas.................................... 62
Cultura y conductas naturales ............................................................................. 63
6. Cultura, jerarquización y poder.......................................................................... 65
Cultura dominante y cultura dominada ............................................................. 65
Cultura de la pobreza ........................................................................................... 66
Cultura popular ..................................................................................................... 67
Cultura de masas................................................................................................... 68
La cultura como folklore...................................................................................... 70
Rescate o revitalización cultural .......................................................................... 72
lítica. Aspectos que no han sido aborda- cindible hacer una reconstrucción de su
dos, y frente a los cuales proponemos al- génesis social, su genealogía, que nos per-
gunas reflexiones. mita comprender y seguir esas huellas, co-
nocerlas para mirar luego cómo la cultura
Si consideramos a la antropología ya aporta a la construcción del nuevo cami-
no como la ciencia de lo exótico, sino co- no o proyecto histórico que están plan-
mo la ciencia de la alteridad, la diversidad, teándose las diversidades sociales. Cono-
la pluralidad y la diferencia, se hace nece- cer sus huellas implica hacer una breve
sario la construcción de una estrategia aproximación diacrónica de su proceso,
conceptual de la cultura, que nos ayude a revisar las diversas consideraciones que en
pensar la unidad de la humanidad en la los distintos procesos históricos se han he-
diversidad y a comprender la diferencia en cho con relación a uno de los conceptos
la rica pluralidad. Una estrategia concep- más complejos de las ciencias sociales: la
tual que de cuenta de la existencia y rique- cultura.
za de esa diversidad, pluralidad y diferen-
cia evidenciada en el carácter pluricultu- Breve aproximación diacrónica
ral, multiétnico, plurilinguistico y pluri-
nacional que caracteriza a nuestras reali- La cultura en el mundo Greco-romano
dades, y sobre todo que exprese una com- Si partimos de su consideración etimo-
prensión de la cultura en perspectiva del lógica, cultura viene del latín colere que
proyecto histórico que están llevando ade- significa cultivar, en referencia a una de las
lante las diversidades sociales como pro- actividades productivas, la agricultura.
yecto histórico de nuestros pueblos.2 Ca- Inicialmente el verbo latino tuvo el sentido
da vez está claro que si la cultura fue una de habitar y cultivar, referido a la pobla-
fuerza vital presente a lo largo de la histo- ción rural, que mediante la agricultura de-
ria de la humanidad, sigue siendo la fuer- ja de ser nómada para transformarse en se-
za imprescindible para transformar la dentaria, la agricultura les obligaba a esta-
propia historia. blecer un lugar fijo de habitación. El verbo
se refiere así a la población rural, en con-
Aproximarnos a una estrategia con- traposición al de civilización que en cam-
ceptual de la cultura, exige la necesidad de bio hace referencia a la población urbana.
hacer, inicialmente, una breve aproxima- Al principio aludía a un habitar con los
ción diacrónica a la misma, para situarla dioses, de ahí se derivará posteriormente la
históricamente dentro de las diversas for- idea de rendir “culto” a los dioses.4
maciones sociales, ya que las palabras, los
conceptos y los seres humanos tienen su Se considera que fue Cicerón quien
historia y más que eso, hacen la historia.3 emplea el vocablo cultura por primera vez
Puesto que la cultura ha dejado profundas como concepto, pues en su Disputas Tus-
huellas en el caminar humano, es impres- culanas habla por primera vez de cultura
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animi, cultura del espíritu, partiendo de la ros intentos de comprender los hechos
analogía que se encuentra con el cultivo culturales como parte de las problemáti-
de la tierra, pero relacionándola específi- cas del ser humano y la sociedad.6
camente con toda la práctica humana que
transforma las cosas que no se encuentran Entre los romanos se acentúa la dico-
originariamente en la naturaleza.5 tomía entre una noción subjetiva indivi-
dual, “cultura animi”, y una noción social
La noción de cultura que está detrás “civitas”, que significa ciudadano libre. De
del término, fue empleada antes que la ahí surgirá el término “civilización” con el
propia palabra cultura como tal. Ya se en- que se hace referencia también a la cultu-
cuentra entre los griegos, Herodoto, Ho- ra, que solo logra realidad propia dentro
mero, Hipócrates, la noción de cultura del hombre. Civilización tiene un sentido
animi, que la entendían dentro de la pai- político y urbano que implica un sentido
dea, o sea los valores que el hombre “sa- de cultivo social y perfeccionamiento, sen-
bio” o “culto” transmitía como voz de la tido que se mantendrá en lo posterior.
divinidad. Frente a la cultura como paidea
surge la polis desde el pensamiento sofista La cultura en la Edad Media y el Renaci-
miento
con relación a un conjunto de leyes e ins-
tituciones reales-objetivas que han sido En la época medieval la cultura se
instauradas por los hombres para ordenar muestra subordinada a la teología y es de-
la vida de la sociedad. La cultura solo es finida con relación al culto de la religión
posible dentro de la polis y como expre- hasta la llegada del Renacimiento, que
sión del logos (razón) como atributo dis- abre nuevos horizontes culturales. En el
tintivo de lo humano. Renacimiento prevalece el concepto de
“humanitas” que recoge la confluencia de
Posteriormente estas reflexiones son
cultura subjetiva y objetiva, el hombre tra-
profundizadas y sistematizadas por Aris-
duce los sentimientos y experiencias de la
tóteles, quien concibe una primera noción época. Dante y Bocaccio, aunque no usan
antropológica de cultura al ponerla cerca- la palabra cultura como tal le dan ese sen-
na al mundo humano, al mundo social, la tido. Mirándola, Pascal y Bacon, en cam-
polis, por tanto al mundo de la razón filo- bio, comienzan a usar lingüísticamente el
sófica, por eso dirá que “la filosofía es la término que empieza a desarrollarse des-
cultura de la razón”. La cultura desde la pués del post-Renacimiento.
perspectiva aristotélica es vista como “ese
saber que permite al hombre discernir En el siglo XVI, en Francia, Alemania e
acertadamente acerca de todo”. En conse- Inglaterra, comienza a usarse la noción de
cuencia es la reflexión filosófica antropo- cultura con el término de civilización,
lógica el antecedente histórico más remo- dándole las mismas connotaciones que
to que permite informar sobre los prime- traían del pasado.
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El concepto de cultura que venia ads- mo también una nueva concepción antro-
crito a la reflexión filosófica va adquirien- pológica del ser humano.7
do autonomía gracias a los aportes que
hacían posible el nuevo desarrollo de las La concepción de cultura estará mar-
ciencias. Lo gnoseológico en filosofía, el cada por un claro contenido etnocentris-
desarrollo de las ciencias naturales que ta, propio de las sociedades dominantes
impulsaron el método inductivo experi- europeas. Una muestra evidente de esta
mental y la reflexión racionalista, determi- postura etnocéntrica la encontramos en
naban nuevas formas de ver los diversos Hegel, representante del pensamiento
campos del saber y de acercarse a la reali- ilustrado, para quien la verdadera cultura
dad y a las construcciones humanas. se sustenta en la noción de geist (espíritu).
La cultura comienza a ser vista con rela-
La cultura según la Ilustración ción a diversos aspectos, como las costum-
bres, el lenguaje, el pensamiento, el genio
En el siglo XVIII los iluministas, los ro-
el carácter, la familia y la sociedad civil. En
mánticos y la Ilustración, superan la vi-
consecuencia la cultura no es sino una
sión racionalista y ven a la cultura como
producción del espíritu propio de las so-
una “configuración del espíritu humano”,
como producto de la razón humana que ciedades civilizadas. Para este filósofo,
forma “todo el modo de vida de un pue- tanto África, América como Asia, aún no
blo”. Es aquí cuando nuevamente se vuel- habían madurado como para entrar a for-
ve a hablar del sentido de cultura como mar parte de la historia de la humanidad,
cultivo del espíritu, que se va formando pues consideraba que aún vivían en una
alrededor de la sociedad burguesa, que “cultura natural”, como niños que se limi-
termina su estructuración a finales del si- tan a existir lejos del espíritu de lo que sig-
glo XVIII con la revolución francesa. Pero nifica pensamientos y fines elevados (civi-
es en este momento histórico cuando se lización); son culturas naturales que debe-
incorpora la visión de cultura como tota- rán desaparecer cuando la civilización se
lidad. acerque a ellas.8 El triunfo de la razón
marcaba, según Hegel, el triunfo de la ci-
Estas concepciones van unidas a los vilización de Occidente, de ahí que este fi-
nuevos modelos políticos que montaron lósofo decrete que “la historia ha termina-
un sistema teórico de justificación de la do,9 adelantándose en siglos al reciente
expansión y colonización, la Ilustración, el anuncio de Fukuyama, sobre el fin de la
Romanticismo, el Positivismo. Nociones historia.
como cultivo del espíritu, naturaleza hu-
mana, individualidad, etc, se constituyen En el siglo XVIII se formula una defi-
en pilares ideológicos a partir de los cuales nición de cultura entendida con relación a
la nueva sociedad estructura una nueva “costumbres”, “tradición”, “herencia so-
forma de producción social, política, co- cial”, pero por razones ideológicas se man-
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tiene la concepción de cultura que repro- dades para que, como lo dijera Diderot en
duce la metáfora de cultura como el culti- 1755 en su Enciclopedia, surja una “ciencia
vo de la tierra, con relación al cultivo del del hombre”. Mientras que Alexander
espíritu. La cultura empieza a ser entendi- Chavannes, en 1787 formula por primera
da como la posesión de bienes culturales vez el termino “etnología”, concibiéndola
(espirituales) que determinan el buen como la disciplina que estudia la “historia
gusto, los modales y valores que corres- de los progresos de los pueblos hacia la ci-
ponden a la burguesía dominante y se co- vilización”.11
mienza a hablar de la “cultura de las artes”,
la “cultura de las letras”, la “cultura de las Al tiempo que se afirmaba la separa-
ciencias”. Se concibe también la “cultura ción entre práctica cultural y actividad in-
como acción”, la acción de instruir, y a la telectual, se imponía otro tipo de división
noción de “cultura como estado”, estado con relación al trabajo intelectual frente al
de la mente cultivada por la instrucción, manual, que se utilizó como criterio de
que le conduce al individuo a la cultura.10 valoración futura; se valorizó lo intelec-
tual en desmedro del trabajo manual que
Esta visión sobre la cultura construyó fue descalificado. El trabajo intelectual
una dicotomía que ha estado siempre pre- constituyó el patrimonio de las elites po-
sente cuando se habla de cultura: la sepa- seedoras de la cultura, mientras que el
ración entre cultura y naturaleza. La cul- manual fue ejecutado por quienes care-
tura como expresión distintiva de la espe- cían de ella. Dicotomía que alcanzaría su
cie humana, como el acumulado de sabe- cúspide en la división internacional del
res aprendidos y trasmitidos por la huma- trabajo, empleándose hasta el presente.
nidad, se encuentra en oposición al mun-
Esta definición y división claramente
do de la naturaleza, a ese “espíritu natural”
etnocentrista respondía a necesidades po-
que carece de cultura. La cultura se la ve
líticas concretas de ese momento históri-
en singular, con características de univer-
co, que demandaba la universalización del
salidad y enmarcada en la idea de la “uni-
modelo económico capitalista, que veía en
dad del espíritu humano” y con un senti-
las colonias dependientes de Europa, no
do estrictamente antropocéntrico. La cul-
solo las fuentes de provisión de materia
tura está ligada a la noción de progreso,
prima y fuerza de trabajo, sino, además,
evolución, razón, como sinónimo de edu- como los nuevos mercados para vender
cación, de instrucción, que es la visión que sus productos, modernizar las formas de
caracterizó la ideología del iluminismo de explotación, expandir sus valores y erigir-
la época. Lo interesante es que en este mo- se como la cúspide del desarrollo de la ci-
mento histórico la visión antropocéntrica vilización humana.
que hace del “hombre” el centro del uni-
verso, lo coloca también como el centro de La incorporación definitiva del termi-
la reflexión científica, lo que abre posibili- no cultura, kultur, se da en Alemania a
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partir de 1850, con una doble acepción: y transmitirlas a sus sucesores como una
cultura subjetiva y cultura objetiva o his- herencia continuamente creciente.13 Este
tórica (civilización). En adelante el térmi- concepto podría considerarse como una
no cultura será usado en el sentido de to- moderna definición de cultura; se adelan-
talidad, como algo que pertenece a un co- ta al formulado por los evolucionistas que
lectivo social, un pueblo o toda la huma- veían a la cultura como herencia social y
nidad. Esta nueva percepción de la cultu- como conducta aprendida y transmitida.
ra implica la caída de la visión hegeliana Pero también con su visión de los signos,
del espíritu, para abrirla a una percepción Turgot se adelanta a la propuesta semióti-
más materialista, que irá definiendo la di- ca contemporánea.
cotomía entre Geist y Natur (espíritu y na-
turaleza), entre la idea y la materia, que Herder: pluralidad y culturas
marcará la discusión futura. Una muestra
Como respuesta a la visión naturalista
de ello es que W. von Humboldt definió la
cultura como el control que podemos ha- de la cultura, resultante de la visión evolu-
cer de la naturaleza gracias a la ciencia.12 tiva unilineal de la historia, a la noción de
humanidad universal y de razas superio-
Los enciclopedistas que hacen posible res, dominante en ese momento, el filoso-
una profunda transformación social, eco- fo alemán G. Herder, representante de la
nómica y humana plantean una visión de- ilustración, opone una nueva visión con-
mocrática de la producción y distribución siderada en ese entonces como retardata-
culturales. Se reconoce a Voltaire como el ria, pero que para ahora tendría plena va-
iniciador de la preocupación científica en lidez.
torno a la cultura, quien rescatará el con-
cepto para la ciencia y la historia y mos- Herder introduce la visión de historia
trará la interrelación de las dos. Ahí se co- no como proceso continuo, ni como re-
mienza hablar de historia cultural. sultado del progreso de la razón. Sostiene
que cada pueblo desarrolla de manera au-
Turgot, otro representante de la ilus- tónoma e independiente su propia cultura
tración francesa, aporta el concepto de y que ninguna es históricamente la conti-
“progreso” para entender la dinámica de nuidad de la anterior. Cada cultura tiene
los cambios históricos, siendo estos el re- su propia especificidad y no puede ser juz-
flejo de los progresos sucesivos de la hu- gada ni comparada en referencia a otras,
manidad hacia su plena perfección, en puesto que cada una se modifica según el
contraposición a la noción de providencia lugar geográfico, la época y su dinámica
heredada de la escolástica. Turgot dice que interna; Herder aporta una nueva visión
el hombre posee un infinito tesoro de sig- que considera la cultura en plural, habla
nos que le permiten conservar las ideas por primera vez de la existencia de la di-
adquiridas, comunicarlas a otros hombres versidad de culturas. A Herder se lo consi-
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Occidental y que construyen una nueva fi- mas, especialmente Gran Bretaña, Holan-
losofía de la historia, que tenía como eje da y Francia. Se abrían posibilidades de
una teoría de la evolución, sustentada en conocimiento de otras realidades cultura-
las nociones de universalidad, totalidad, les diferentes frente a las cuales dichas po-
orden sucesivo y acumulativo, continui- tencias mostraron profunda intolerancia.
dad, necesidad, causalidad y progreso. Se- La dominación de los países coloniales ya
gún esta visión, tres fueron los estadios de no podía realizarse por la fuerza, se plan-
desarrollo de la evolución humana: el sal- tea la necesidad de definir formas más
vajismo, la barbarie y la civilización. En efectivas de dominación, para ello es nece-
dicho proceso evolutivo se da un progreso sario comenzar a estudiar sus “usos y cos-
permanente de la razón y es la civilización tumbres”. Esto obligará a los países impe-
europea la que encarna la más alta expre- rialistas a buscar los fundamentos teóricos
sión de ella, por lo tanto se erige a sí mis- y metodológicos que permitan entender
ma como la más alta forma de humani- esas “otredades” culturales diferentes que
dad. Esta tipología permite elaborar y jus- según el modelo evolutivo legitimado se
tificar un orden jerarquizado entre los se- encontraban en estadios salvajes y primi-
res humanos y las sociedades,20 e inicia tivos de desarrollo.
una dicotomía entre unos pueblos “salva-
jes y primitivos” que son vistos como en Era necesario contar con una ciencia
estado natural y por tanto carentes de cul- que les otorgue los fundamentos que justi-
tura, y otros pueblos “civilizados”, los úni- fiquen su acción civilizadora, pues Occi-
cos portadores de razón y cultura. Dicoto- dente como se auto consideraba la más al-
mía que con otros nombres, pero con ta expresión de la civilización humana se
iguales connotaciones, se mantendrá his- atribuyó a sí mismo la tarea de llevar esas
tóricamente hasta nuestros días. sociedades por los caminos de la razón y el
progreso, de la cultura y la civilización. Así,
El interés del estudio de la evolución surge la antropología como ciencia hija del
humana busca coincidir con las descrip- colonialismo, que no solo hará de la cultu-
ciones taxonómicas de las ciencias natura- ra un concepto clave, sino el fundamento
les, que influyen notablemente en las cien- de su propia existencia. La cultura de los
cias sociales: se buscará alcanzar iguales “otros” se vuelve el “objeto de estudio” pri-
niveles de rigor, comprobación, experi- vilegiado de una antropología que nace
mentación y objetividad empírica. Surge como ciencia de la otredad, y esta ofrecerá
así una nueva conciencia de la realidad so- las bases teóricas y metodológicas para la
cial a la que Comte llamará positivismo. legitimación de la expansión colonial.
Desde el punto de vista político, el si- Será Edward. B. Tylor quien inicie la
glo XIX coincide con el proceso de expan- antropología como ciencia y quien dé al
sión imperialista de las potencias maríti- concepto de cultura una dimensión dife-
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rente a la que se había sostenido hasta en- artes, leyes, moral, costumbres y cualquier
tonces. La cultura empieza a ser mirada habilidad adquirida por el hombre como
desde una perspectiva antropológica, pues miembro de la sociedad”. Concepto que se
la antropología ya se ha constituido como mantendrá hasta nuestros días. Esta no-
la ciencia que se dedica a su estudio espe- ción reproduce la alemana vigente, pero
cífico. Tylor define a la cultura como el introduce una mayor formalización. Des-
objeto central de estudio de la antropolo- de 1890 la palabra cultura se ha empleado
gía y formula su clásico concepto de cultu- con diversas acepciones, pero en todos los
ra, señalando que esta es “ese complejo to- casos se ajustan al horizonte que fuera
tal, que incluye conocimientos, creencias, planteado por Tylor.
Notas
seen cultura, los cultos, que gustan del ar- Esta postura invisibiliza la cuestión del
te, la lectura, la música clásica, el teatro, poder, aunque evidencia un claro etno-
los que tienen acceso a los modernos siste- centrismo y reproduce la vieja dicotomía
mas tecnológicos de comunicación, que que excluye y separa seres humanos y so-
conocen de computación e internet, como ciedades. Desde esta mirada la sociedad se
los nuevos universos simbólicos de la cul- ha dividido entre aquellas sociedades civi-
tura de la postmodernidad y que siempre lizadas, que están en el universo del saber
termina siendo un patrimonio de las cla- y la razón (logos), frente a otras sociedades
ses dominantes. En el otro están los igno- “primitivas, aborígenes”, que apenas están
rantes, los rudos, los incultos, los aliena- en el de los sentidos (timos). Mientras las
dos, los excluidos de la modernidad, y, por unas poseen ciencia, las otras poseen ma-
lo tanto carentes de cultura. Los pueblos gia; las unas crean cultura, las otras pro-
ágrafos y las personas analfabetas, según ducen folklore; las unas tienen religión, las
este enfoque cognitivo, no poseen cultura otras idolatrías; las unas medicina, las
y en consecuencia son desvalorizados y otras hechicería; mientras las unas tienen
deslegitimados socialmente. literatura, las otras simplemente mitos. En
definitiva, mientras unas sociedades viven
Otra consecuencia de este enfoque es en la civilización, otras aún están en el sal-
que piensa a la cultura como la ocupación vajismo y la barbarie.
del tiempo libre,4 lo que provoca un ma-
yor empobrecimiento de la cultura. Hoy Esta dicotomía se ha preservado a lo
se la ve como sinónimo de entretenimien- largo de la historia solo que con diferentes
to, distracción, divertimento y placer que nombres; hoy nos dicen que hay socieda-
producen los medios masivos, la televi- des que están en desarrollo, que otras se
sión, el TV cable. Medios que se han con- mantienen en el subdesarrollo; mientras
unas viven en la modernidad, otras como
vertido en las nuevas factorías de la pro-
la mayoría de nuestros pueblos aún viven
ducción simbólica, en los centros de la so-
en el atraso de las tradiciones.
cialización de la cultura. Ser culto hoy sig-
nifica estar bien informado, conectado a la Esta postura cognitiva e ideológica de
red, saber navegar, estar al tanto de los cultura resulta evidentemente etnocen-
concursos de belleza y las novedades del trista y sin sostenibilidad, sin embargo, si-
mundo de la moda y las estrellas del es- gue siendo la más difundida a pesar de
pectáculo, poder dar un precio al saber y que ya la antropología ha demostrado que
al conocimiento participando en los pro- la cultura nada tiene que ver con la educa-
gramas de concurso. Esas son las nuevas ción o el buen gusto. La cultura es una
formas de la ciber-cultura mediática de la construcción social específicamente hu-
modernidad, que producen y difunden los mana y, por lo tanto todos los seres huma-
mass medias. nos poseen cultura, es más son los cons-
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tructores de ella. Por ello, una sencilla olla Esta postura de buscar reducir la cultu-
de cerámica construida en la selva para la ra a una especie de “moral universal”, re-
preparación de alimentos es una cons- sulta homogenizante y equívoca, puesto
trucción cultural al igual que una sonata que la cultura y sus sistemas simbólicos de
de Beethoven.5 Lo que pinta Picasso es valores, de prácticas, de creencias y cons-
una construcción cultural, como también trucciones que tienen que ver con la cultu-
lo son los trabajos de los pintores de Ti- ra, no puede ser reducida a expresiones
gua, que le dan luz y color a la memoria. universalizantes y homogéneas, ya que la
cultura se expresa en la riqueza de la di-
La cultura es tan esencial para la vida versidad, la pluralidad y la diferencia, que
de los individuos y las sociedades que no son las que enriquecen la propia vida y en
existe persona o sociedad que pueda vivir consecuencia la propia cultura, que no es
sin ella. Lamentablemente por razones sino una respuesta creadora frente a ella.6
ideológicas necesarias para el ejercicio del
poder y la dominación, esta visión cogni- Otra versión en esta perspectiva es la
tiva es la que más se maneja y está cotidia- que ve la cultura desde una dimensión ne-
namente extendida; continuamente es re- gativa, ligada a los antivalores; de ahí que
producida por la acción del sistema edu- se hable de “cultura de la corrupción”,
cativo formal y por los medios de infor- “cultura del consumismo”, “cultura de la
mación que terminan alimentando una delincuencia”, “cultura de la violencia”,
razón colonial, etnocéntrica, racista y dis- etc.7 Estas formas de ver la cultura desde
criminatoria. valoraciones universalistas positivas o ne-
gativas empobrece su concepto y hace que
Perspectivas universalistas pierda su riqueza analítica, puesto que, co-
mo decíamos, reduce la cultura a los limi-
Otra forma muy común y empobreci-
tes estrechos de las costumbres, ya que co-
da de conceptualizar la cultura es la de
mo es habitual robar creemos que tene-
equipararla a valores universales y cos-
mos una “cultura del robo o la corrup-
tumbres que son aparentemente compar-
ción”, y no leemos el sistema de manifesta-
tidas y comunes a muchas sociedades y
ciones y representaciones simbólicas que
pueblos. General y equivocadamente se
la hacen posible. Debemos ver que la cul-
cree que un acto, una conducta que se
tura constituye no una fuente de antivalo-
vuelve costumbre, por lo tanto se compar-
res, sino que es en sí misma el supremo
te en el conjunto de la sociedad, se trans-
valor humano, que hizo posible que los
forma automáticamente en cultura. De
humanos lleguen a ser tales y que lleguen
ahí que mucho se hable de “cultura de la
a construcciones de sentido.
paz”, “cultura democrática”, “cultura ciu-
dadana”, “cultura del amor”, “cultura de la Por tanto hay que ver la cultura ligada
solidaridad”, etc. a la posibilidad positiva y la fuerza trans-
La Cultura / 49
Notas
1 Jofre. 27-28 / Ortega: 14 8 Cuche: 127
2 Linton. 1982: 43 / Kluckhohm. 1983: 27 9 Cuche: 128
3 Sues: 196 10 Cuche: Ibid.
4 Sanchez. 1998: 78 11 Cuche: 129
5 Kluchohm: 27 / Corinne-Brown. 1983: 5 12 Cuche: Ibid.
6 Sues. 1995: 151 13 Cuche: 130
7 Sues: Ibid.
4
LA CULTURA COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL
La cultura no puede seguir siendo leí- creada con y junto a los “otros” y para los
da como un atributo casi natural y genéti- otros, en comunión, en relación dialógica
co de las sociedades. La cultura tiene que con los “otros”. En consecuencia nosotros
ser mirada como una “construcción” espe- pensamos que la cultura constituye un ac-
cíficamente humana, resultante de la ac- to supremo de alteridad, que hace posible
ción social. La cultura es esa construcción el encuentro dialogal de los seres huma-
que hizo posible que el ser humano llegue nos para ir estructurando un sentido co-
a constituirse como tal y a diferenciarse lectivo de su ser y estar en el mundo y la
del resto de los seres de la naturaleza. vida.
llega la muerte, pero siempre seremos sobre todo, dar un sentido al ser y estar en
miembros de una sociedad y de una cul- el mundo. Eso es lo que diferencia al ser
tura. Como dice Ruth Benedict: “la cultu- humano del resto de las especies.
ra es lo que une a los hombres”. Es gracias
a esa herencia social que las sociedades Vale no confundir la relación entre cul-
son lo que son y de ella depende la conti- tura y sociedad. La sociedad puede ser
nuidad de su existencia, ahí es de donde cualquier conjunto de individuos de cual-
cada generación toma sus sistemas de va- quier especie, determinado agregado ani-
lores, las pautas para dar sentido a su exis- mal que se mantiene junto como un gru-
tencia presente y la construcción de su fu- po de interacción entre los que existe una
turo.1 “conciencia” de pertenencia. Una sociedad
humana es un conglomerado con esas ca-
Decir que la cultura es una construc- racterísticas, sin embargo, en la sociedad
ción social no implica confundir la vida humana, las interacciones están marcadas
social como tal con los procesos cultura- por las construcciones culturales genera-
les, puesto que la vida social no es solo un das por esa sociedad. Por ello que no se
patrimonio humano, diversas especies conozca ninguna sociedad sin cultura.
animales cuentan con formas más com-
plejas de organización social. Un ejemplo De forma sencilla podríamos apuntar
conocido lo ofrece la estructura social de que una sociedad siempre está integrada
las hormigas, que muestra un nivel tal de por gente, la cultura es, en cambio, la ma-
complejidad en su organización y división nera como esta gente se conduce. Por lo
del trabajo, del que los humanos podría- tanto: una sociedad no es una cultura, po-
mos aprender. Sin embargo, a pesar de tal see una cultura.3 La sociedad humana es
complejidad, la base de dicha organiza- más que un conglomerado de individuos,
ción no reside en la cultura, sino en el ins- la unidad de esos individuos acorde a con-
tinto. Ahí radica la gran diferencia de la venciones culturales específicas. La cultu-
sociedad humana: esta solo se sustenta en ra constituye una serie de patrones de
la cultura. normas integradas de conducta que hacen
posible dar a esa agrupación un distinto
Uno de los factores vitales de la cultu- sentido para su existencia en sociedad y
ra como construcción social es el lenguaje para asegurar la continuidad de la misma.
simbólico que da a la comunicación hu-
mana una especificidad propia, ya que los Una cuestión que esclarece mucho más
animales se comunican pero la comunica- la diferencia entre cultura y sociedad, co-
ción humana es esencialmente una comu- mo plantea Godelier,4 son las característi-
nicación simbólica, que hace posible no cas diferenciadoras de los seres humanos
solo aprender, sino, también, transmitir, con relación a los demás animales socia-
almacenar y planificar lo aprendido,2 y, les, que hacen que los hombres no se con-
La Cultura / 53
formen con vivir en sociedad, sino que es- una forma de herencia, que se tiene no ge-
tos “producen la sociedad para vivir”, por- néticamente sino en forma social,6 pues
que han sido capaces de construir nuevas todo ser humano forma parte de una so-
formas de pensar y de actuar, tanto sobre ciedad y de una tradición cultural especí-
la naturaleza como sobre sí mismos. En fica.
definitiva han sido capaces de construir la
cultura y fabricar la historia, las demás es- La cultura como conducta aprendida
pecies son parte de una historia, pero de se expresa desde los inicios de la vida del
una historia que no ha sido creada cons- ser humano, cuyo proceso de aprendizaje
cientemente por ellas, sino de una historia de las normas culturales ha sido llamado
de la naturaleza, es decir del proceso de socialización, el que, según algunos antro-
evolución de la materia viva que se engen- pólogos, no empieza con el nacimiento, si-
dra en determinados procesos temporales. no desde el proceso de la gestación en el
En cambio el ser humano pudo llegar a la que se inicia el camino de la vida, que es el
historia porque fue capaz de construir de crecer y aprender. Mientras que especí-
cultura. Todas las fuerzas que pone en ficamente al proceso de aprendizaje de la
movimiento le permiten crear y recrear cultura de los infantes se ha llamado en-
nuevas formas de sociedad, y es en esa doculturación.
misma fuerza transformadora que consti-
Una clara muestra del carácter apren-
tuye la cultura donde encuentra la posibi-
dido de la cultura la encontramos en la
lidad para transformar la sociedad y la
prolongada dependencia del infante hu-
historia.
mano.7 Si todo ser humano dispone de
La cultura como conducta aprendida5 una capacidad cerebral para el aprendiza-
je, nadie como el ser humano necesita tan-
Esta es una de las más generalizadas to de los otros para aprender y ser parte de
concepciones de la cultura en la antropo- la sociedad. Es la organización social y la
logía, sus orígenes los hallamos en la for- vida en grupos la que nos ofrece el contex-
mulación evolucionista de Tylor, que veía to necesario para el aprendizaje de los
la cultura con relación a capacidades y há- otros. Es quizá allí, en su marcada depen-
bitos “adquiridos” por el “hombre como dencia de los otros en donde se encuentra
miembro de la sociedad”. Si la cultura es la mayor fragilidad, pero también la ma-
una construcción social, esta solo puede yor grandeza de lo humano, el saber que
ser aprendida y transmitida dentro del se- solo podemos llegar a ser lo que somos
no de una sociedad concreta. La cultura, gracias a los demás, a los otros y con los
lo señala Beals Hoijer, es una forma de otros; y a la cultura que otros han cons-
comportamiento aprendido. La cultura se truido. Es por ello que podemos reafirmar
aprende, se trasmite por medio de la inte- que la cultura es un acto supremo de alte-
racción social. En ese sentido constituye ridad y para construir alteridad.
54 / Patricio Guerrero Arias
cultura dominante haya determinado pa- un bus, cuando las normas ideales deman-
ra ello, empleando mecanismos informa- dan actitudes de respeto frente a mujeres,
les que van desde la censura, la evitación, niños y ancianos por parte de los hom-
la murmuración y otros, o a través de bres, lo real es que vemos como mujeres
aquellos que están formalmente estableci- embarazadas o ancianas con bolsos están
dos en las leyes.13 paradas frente a la mirada indiferente de
corpulentos jóvenes cómodamente senta-
Entender el proceso de variación cul- dos. Ancianos y niños no son recogidos
tural nos conduce a la consideración de lo por los chóferes de los buses y son irrespe-
que generalmente se concibe como cultu- tados constantemente en los derechos que
ra ideal y cultura real.14 demandan las normas ideales.
Cultura ideal: hace referencia a esa for- Otro ejemplo, lo tenemos en el hecho
ma, su nombre lo indica, de percibir la de que, idealmente, la nuestra es una so-
cultura como modeladora de la conducta ciedad cuya organización social se susten-
social total, es decir: a la serie de princi- ta en el matrimonio monogámico, pero la
pios normas y valores que le dan a sus norma de conducta más evidente es la
miembros los patrones ideales de lo que
conducta poligámica. La permisividad en
“debería ser” y de lo que se “debería
el rompimiento de las normas religiosas
hacer”.
evidencia esa ruptura entre las normas
La cultura real: se refiere, en cambio, a ideales y las reales de conducta; la actitud
aquellas normas de conducta que son vi- de recogimiento, respeto al prójimo, pare-
vidas en la realidad por los miembros de ce solo darse durante la permanencia en el
una cultura y que no necesariamente templo; una vez salido de este otra es la
coinciden con las normas ideales, al con- conducta real.
trario muchas de las veces entran en con-
tradicción con ellas o implican su rompi- Finalmente, uno de los ejemplos más
miento. La falta de claridad, coherencia y decidores lo encontramos en la reciente
la contradicción continua que se encuen- declaratoria de nuestro país como uno de
tra en las normas ideales, proporciona a los países más corruptos de América Lati-
los individuos la mejor justificación para na. Esta es la prueba de la existencia de la
un comportamiento muy alejado de lo incompatibilidad de las normas ideales y
ideal y que al ser parte de la vida real, ter- las reales de conducta. Vemos que el Con-
mina siendo socialmente justificado. greso Nacional es un escenario que se su-
pone legisla las normas ideales para el
Un claro ejemplo de la falta de cohe- cumplimiento de la justicia, la moral y el
rencia entre normas ideales y normas de orden social, pero en realidad es el espacio
conducta lo podemos encontrar en la co- más corrupto de nuestro sistema demo-
tidianidad de la vida. Así podemos ver en crático. La democracia resulta igualmente
La Cultura / 57
Notas
1 Kluchkhom: 36 / Corinne-Brown: 19 / River- han trabajado con profundidad sobre estos te-
so. 1974: 45 mas.
2 Hoebel en Shapiro. 1993: 234 6 Linton: 12
3 Corin-Brown: 8 7 Nanda. 1994: 49
4 Godelier. 1990: 17 8 Rossi-O’Higgins. 1981: 25
5 Para una mayor referencia sobre la cultura co- 9 Kotak. 1994: 34-35
mo conducta aprendida y compartida y sobre
10 Nanda: 49 / Murdock. 1997: 80 / Linton: 48
subcultura, recomendamos consultar los traba-
11 Kluchkhom: 50 / Nanda: 41
jos de Franz Boas, Ruth Benedict, Margaret
Mead, Geza Roheim, Ralph Linton, Abram 12 Nanda: 53 / Kotak:38-39
Kardiner, entre otros, que son los representan- 13 Nanda: 43
tes de la Escuela Cultura y Personalidad, que 14 Nanda: 42
5
CULTURA Y NATURALEZA
Lo naturaleza configura la base, la mi- turaleza. Pero a su vez podemos decir que
tad del ser humano que no le resulta sufi- ser poseedor de tal fuerza cultural trans-
ciente y por ello tiene que trascenderlo, formadora es parte de la naturaleza mis-
para hacerlo desarrolla la creatividad hu- ma de lo humano.
mana que hace posible la continua recrea-
ción de la cultura. En consecuencia la cul- Si bien es lícito distinguir entre natura-
tura no es un mero accidente fortuito, se leza y cultura, no se pueden oponer am-
convierte en factor clave de estructuración bos conceptos, ni pensar que uno es más
del ser humano y de las relaciones que es- determinante que el otro. El determinis-
tablece con los demás. La vida humana mo biológico, es tan equivoco y dañino
transcurre en continua adaptación a las como el determinismo cultural, los dos
formas culturales que le son transmitidas, factores son interdependientes, ya que la
que necesitaban haber sido creadas pre- cultura tiene su origen en la naturaleza
viamente mostrando que la capacidad humana y sus formas están restringidas
constructora y creadora del ser humano es tanto por la biología como por las leyes
más fundamental que su capacidad recep- naturales, las que encuentran un sentido
tora, y a su vez es la base para la construc- para la praxis humana y son canalizadas
ción de la cultura. por la cultura. El uso selectivo que el ser
humano hace del medio ambiente es esen-
La cultura como instrumento adaptativo cialmente cultural.4
bemos dejar de considerar que en situa- mano diverso, diferente y con especifici-
ciones como las que actualmente vivimos dad propia.6
por la presión de claros intereses ideológi-
cos, económicos y políticos del poder, esa Si bien la cultura es un sistema adapta-
relación se está modificando. tivo esto no implica que todo aspecto del
sistema sea bien adaptativo, ni que cada
Lo señalado anteriormente implica la sistema sea la estrategia más eficiente para
necesidad de hacer una lectura crítica de utilizar el medio ambiente. Los sistemas
la cultura en su función adaptativa. La socio culturales solo son una posible solu-
cultura es la principal construcción hu- ción de un sin número de alternativas
mana que orienta, a partir de los conoci- igualmente adaptativas. Ese nivel de re-
mientos y saberes trasmitidos socialmen- presentaciones, interpretaciones y de
te, los procesos de adaptación de los seres prácticas sociales basadas en tales repre-
humanos frente a la naturaleza. Cada cul- sentaciones, no siempre resulta ser positi-
tura es un estilo de vida diverso y diferen- vamente adaptativo, dado que ciertas re-
ciado, que capacita a un grupo para en- presentaciones, interpretaciones, prácticas
frentar y dar respuestas a las tensiones me- y comportamientos culturales pueden ser
dio-ambientales para garantizar su sobre- mal adaptantes, pues pueden dañar el en-
vivencia y reproducción en un entorno torno y poner en riesgo la existencia del
concreto.5 grupo. Si bien la manipulación creativa
del entorno puede en ciertos casos fomen-
El proceso adaptativo está determina- tar una economía más segura en el presen-
do por el conocimiento simbólico social- te, pero también puede -como lo están ha-
mente producido y transmitido y la praxis ciendo las practicas ecocidas capitalistas-
que ese conocimiento hace posible, lo que agotar recursos en forma irreversible, po-
implica la elaboración de representaciones niendo en riesgo la sobrevivencia presente
e interpretaciones sobre la naturaleza, que y futura del planeta.
son compartidos por quienes integran
una sociedad y en base a estos se determi- Lo que nos recuerda que la relación en-
nan diversas prácticas sociales, distintas tre naturaleza, sociedad y cultura como lo
estrategias de acción que regulan las for- señala Bergier,7 bien puede parecerse a la
mas de conducta individual y colectiva historia del aprendiz de brujo, en la que el
frente a la naturaleza, para poder enfren- aprendiz crea sus propias realidades, las
tar las diversas constricciones que esta le que después adquieren movimiento pro-
impone. Las estrategias adaptativas no son pio e independiente y actúan según la ló-
homogéneas ni estables, por el contrario gica de su propio ser, que resultan cada vez
contradictorias y esencialmente dialécti- más difícil de controlar incluso por el pro-
cas, ya que cada cultura en definitiva no es pio creador; de ahí el peligro de que el ser
sino un estilo de vida, un ecosistema hu- humano pueda terminar ahogándose en
62 / Patricio Guerrero Arias
las propias aguas que él ha producido. La biente. Este enfoque no considera que la
cultura trasciende las diversas fases de la cultura hace del ser humano, parafrasean-
cotidianidad de la vida natural y social, se do a Engels, no un esclavo de la naturale-
presenta al individuo con existencia pro- za sino un arquitecto de ella, pues tiene
pia y autónoma, esto hace que las socieda- gracias a la cultura la capacidad de trans-
des y los individuos a veces no reconozcan formarla y en ese proceso la posibilidad de
en ella las huellas de su creador, que no es transformarse a sí mismo.
sino el mismo ser humano con otros y en-
tre otros. La cultura siendo una creación La cultura, no es el resultado de la ne-
humana a veces presenta un rostro inhu- cesidad, no negamos que la necesidad
mano, pues lleva la impronta de lo que es puede motivar a la acción al ser humano,
absolutamente arbitrario y obligatorio. pero no significa que por sentir necesida-
Esa naturalización de la cultura solo pue- des ya se tenga cultura. Para que la cultu-
de operarse gracias al poder y la fuerza in- ra exista se hace necesario poner en juego
termediadora de los símbolos, que son los la capacidad creadora y la praxis humana:
que hacen posible la humanización de la puedo tener hambre, esa es evidentemen-
naturaleza y la sobrenaturalización de las te una necesidad biológica, pero para sa-
dimensiones de lo humano, proceso de tisfacerla requiero encontrar una respues-
eufemización simbólica que parecería ser ta creativa y una praxis concreta, que están
la única forma de poder construirnos co- dentro del marco de determinadas res-
mo seres humanos en sociedad. puestas culturales construidas en ciertas
interacciones sociales y en momentos
La cultura como resultado de las necesi- concretos de la historia; esas respuestas no
dades humanas son el resultado de la necesidad sino de la
praxis y acción creadora de los seres hu-
Lo anterior resulta importante para
manos. La cultura es una construcción es-
abordar y cuestionar una postura que no
ha sido suficientemente discutida. Se trata pecíficamente humana, una construcción
de aquella que ve a la cultura como resul- social, resultante de la praxis del trabajo
tado de las necesidades humanas, como humano.
sostienen las visiones funcionalistas clási-
Si bien como parte de la naturaleza los
cas,8 que le dan una perspectiva mera-
seres humanos somos seres biológicos y
mente biológica al analizarla como pro-
estamos sujetos a procesos marcados por
ducto de las diversas necesidades del
“hombre”. nuestra naturaleza animal, no son estos
procesos los que determinan la vida hu-
Una visión de este tipo reduce al ser mana en sociedad, sino aquellos que están
humano a un mero animal instintivo, lo modelados culturalmente. Las diversas
muestra como pasivo esclavo de las cons- necesidades biológicas naturales que com-
tricciones que le impone el medio am- partimos con el resto de los animales, co-
La Cultura / 63
Notas
1 Para mayores referencias sobre los temas de es- 8 Ver al respecto la obra clásica de Bronislaw Ma-
te apartado, sería recomendable consultar los linowski Una teoría científica de la cultura. Su-
trabajos de los representantes de la Escuela de damericana Ediciones. Argentina. 1980.
Ecología cultural y de los Neoevolucionistas 9 Nanda: 77
como: Leslie a. Withe, Gordon Childe, Julian 10 Cuche: 8
11 Nanda: 77-78
Steward; así como del Materialismo Cultural de
12 Kluckhom: 32 / Nanda: 81-82
Marvin Harris, y de la Antropología Marxista
13 Para tener referentes más amplios sobre el aná-
de Maurice Godelier, y los recientes aportes de lisis de la fuerza cultural de las emociones reco-
Arturo Escobar. mendamos consultar el texto de Rosaldo Cul-
2 Guerrero 1996: 2-3 tura y Verdad. Abya-Yala. Quito. 2000. También
3 Godelier: 17 de Michael Taussig Un gigante en convulsiones.
4 Kluckhom: 31 Gedisa. España 1996 / De Marc Auge Las for-
5 Nanda: 62 mas del olvido. Gedisa. España. 1998 / De Cris-
6 Godelier: 22-23 tina Larrea. La cultura de los olores. Una aproxi-
7 Cit en Azcona. 1991: 15 mación a la antropología de los sentidos. Biblio-
teca Abya-Yala N. 46. Abya- Yala. Quito. 1997.
6
CULTURA, JERARQUIZACIÓN Y PODER
Tenemos que considerar que las cultu- Frente a esto la cultura popular no
ras populares están marcadas por los pro- plantea un sentido universalizante, sino
cesos de dominación y hegemonía del po- que recupera el sentido de lo local. Sin
der de la clase dominante. La diferencia embargo, a veces se corre el riesgo de dar a
está, quizás ahí resida su fortaleza, en que la cultura popular fuertes connotaciones
han sido capaces de construir sus produc- esencialistas e idealizantes, porque se con-
ciones culturales en situaciones de domi- cibe lo popular como un sujeto homogé-
nación social y dentro de ella hacen de la neo, íntegro, armónico y alejado de con-
cultura un instrumento de resistencia y flictos, así bajo la categoría de popular se
de insurgencia contra el poder y la domi- homogeiniza lo campesino, lo proletario,
nación lo regional, lo rural, lo urbano y se identi-
fica solo a lo indígena como la única y ge-
Las culturas populares son construc- nuina expresión de lo propio, de lo ances-
ciones vitales que se dan en procesos de tral, negando en consecuencia la riqueza
dominación como dice Michael de Cer- de la diversidad de la pluralidad y diferen-
teau;8 la cultura popular es la cultura co- cia que caracteriza a nuestras realidades
mún de la gente común y que es construi- socio culturales.
da en la cotidianidad, gracias a la inteligen-
cia y capacidad creadora y práctica de la Es importante aclarar que dado el ca-
gente común, de ahí que la cultura popu- rácter diverso de nuestras realidades socio
culturales, resulta más correcto hablar no
lar sea una forma, una “manera de hacer
de la existencia de una cultura popular, si-
con” y dentro de la producción cultural
no de culturas populares; aquí encontra-
dominante y en las condiciones sociales de
mos no una, si no varias culturas, cada
dominación, dentro de las cuales encuen-
cual con su identidad y diferenciada como
tra sus referentes simbólicos de sentido,
las culturas indígenas, las culturas afroe-
que son los que dan un significado y una
cuatorianas, las diversas culturas mestizas
significación a sus praxis sociales.
y las culturas populares urbanas, marca-
Una diferencia muy importante es das por profundas diferencias regionales,
constatar que cuando se habla de cultura de género, generacionales, que están cons-
elitista o cultura dominante, esta tiene un truyendo y reconstruyendo permanente-
mente sus modos de ser y de diferencia-
claro sentido homogeneizante y anulador
ción en una dialéctica continua de lucha
de las diferencias, puesto que se sustenta
de sentidos.
en principios que se consideran con valor
universal, que responden a un modelo ci- La cultura de masas
vilizatorio que se ha impuesto como el
único y la más superior forma de hacer El empleo de esta noción de cultura
humanidad. también ha sido motivo de interpretacio-
La Cultura / 69
nes varias dada su falta de claridad semán- mente los mensajes de la cultura de las eli-
tica. Para Edgar Morín,9 la cultura de ma- tes y además naturalizar el orden social
sas tiene que ver con el modo como es dominante.
producida y señala la analogía que tiene
con las formas de producción capitalista. Esta visión puede resultar igualmente
La cultura de masas es el resultado de un extrema, pues otorga un poder absoluto e
proceso similar al de la producción indus- inefable a la producción mediática y ve a
trial masiva y seriada, que produce una la masa consumidora como si fuera ho-
cultura para el consumo masivo y que por mogénea, pasiva y acrítica. Este enfoque
lo tanto está destinada al mercado y regu- no considera la dimensión política que
lada por esas mismas leyes. Es por eso que tiene la diversidad, pues si bien la produc-
la cultura de masas ha sido llamada indus- ción mediática muestra uniformidad en el
tria cultural. mensaje, no se encuentra la misma uni-
formidad en la percepción de dichos men-
Quienes ven la cultura de masas como sajes, no toda la gente percibe de la misma
cultura del consumo, ponen su acento en manera los mensajes mediáticos,10 sino
el rol de los medios masivos de informa- que cada uno decodificará los mismos,
ción; la cultura de masas es un producto acorde a su situación socio histórica, a su
de dichos medios para difundir las formas praxis, a su experiencia y su sentido frente
culturales dominantes. a la vida. No hay que olvidar que estamos
ante sujetos sociales reales, que tienen la
La cultura de masas resulta ser, según capacidad suficiente para apropiarse, rein-
Stavenhagen, no una cultura de masas, si- terpretar y resemantizar los mensajes que
no una cultura producida para las masas, reciben de acuerdo a la especificidad de
producida como cualquier otra mercancía los universos de sentido de sus representa-
en esas nuevas factorías de lo histórico ciones simbólicas y culturales.
que son los medios masivos de informa-
ción, con el fin de modelar, alienar y ho- Uno de los mitos más característicos de
mogeneizar universos culturales diversos. esta era de revolución científico-tecnoló-
Para ello se instrumentaliza un evidente gica en la comunicación y que está mar-
proceso de usurpación simbólica, median- cando el ritmo de la modernidad y de la
te el cual la cultura dominante, los amos postmodernidad, lo constituyen los mass
del poder, usurpan los símbolos de la cul- media, que se han convertido en mito, sig-
tura popular y los resemantizan, los ubi- no omnipresente de la civilización con-
can en otro contexto, pero al usurparlos temporánea y a su vez en el espacio repro-
los deforman, los empobrecen, los alienan ductor de nuevos contenidos mitagógicos.
e ideologizan, haciéndolos así instrumen- Los medios de “comunicación” de masas
tos útiles para la construcción de los ima- son algo más que simples medios transmi-
ginarios que permiten consumir pasiva- sores de acontecimientos o difusores de la
70 / Patricio Guerrero Arias
actualidad, sino que son verdaderos am- fermedad social reconocida, acostum-
plificadores de los signos de estos tiempos, brándonos a ella, viéndola como algo na-
factoría de la historia, talleres donde se tural con la que debemos convivir cotidia-
forjan los acontecimientos del presente, namente. Esta vacuna, producida a través
centros emisores de lo espectacular, so- de la cultura de masas, representa para el
portes de las nuevas mitologías de la mo- poder la mejor defensa contra el riesgo de
dernidad. Los mass media constituyen ese una subversión que desestabilice el orden
anfiteatro planetario en el que se presen- de dominación establecido.
tan y consumen diariamente las grandes
ceremonias mitológicas del presente, don- La cultura como folklore
de se fabrican en serie los nuevos sueños,
Esta es quizá la más empobrecida vi-
ídolos e idolatrías, héroes y ritualidades.
sión que se tiene frente a la cultura. Es un
Cultura de masas que si bien es produ- equívoco generalizado el confundir cultu-
cida y fabricada por la sociedad de consu- ra con folklore, pues todavía se mantiene
mo, no por ello deja de ser cultura, como esa vieja tradición que considera el folklo-
señala Morín,11 está constituida por un re como la ciencia del pueblo y se limita a
cuerpo de símbolos, mitos e imágenes que mostrar solo aquellas dimensiones más
se refieren a la vida práctica. Es una cultu- exóticas y externas de la cultura, que pue-
ra que genera y reproduce nuevas formas den ser destinadas al consumo, al mercado
cultural.
de percepciones de la realidad, nuevos
imaginarios, proyecciones e identificacio- La visión de la cultura como folklore se
nes para hacernos dependientes del orden sustenta en una visión cognitiva y objeti-
dominante, que genera un nuevo discurso vante de la cultura, que la convierte en ob-
simplificador, alienante, que busca anular jeto, en cosa a ser mirada y por ello termi-
nuestra historicidad despojándola de con- na exotizándola. Está cargada de conteni-
tenidos críticos, perturbadores y, peor dos ideologizantes que alimentan una mi-
aun, revolucionarios. rada romántica, paternalista e ilusoria de
la cultura, a la que se la quiere despojar de
Es un discurso que nos conduce a la su historicidad, pues solo la ven atada a la
mitificación del estatuto social y a la justi- nostalgia del pasado, a tradiciones inme-
ficación del ejercicio de la dominación; a moriales en las que se pretende encontrar
través de este discurso, tomando esa figu- la nobleza de nuestras raíces, la fuerza te-
ra retórica del pensamiento burgués que lúrica de nuestra “raza”, la autenticidad, la
es descrita por Barthes,12 se inocula la va- originalidad y la pureza de las manifesta-
cuna que logra inmunizar al poder contra ciones del pueblo.13
el saber molesto y ocultar los principales
males sociales, inyectándose así en el ima- La antropología ha aportado una mi-
ginario colectivo pequeñas dosis de la en- rada más sistémica sobre la cultura, que
La Cultura / 71
das desde las profundidades simbólicas tanto, desde afuera de las comunidades
del rito. El acto folklórico es una mera que construyen la cultura. En el rescate
usurpación simbólica que, como todo pro- cultural, la comunidad no tiene sino un
ceso de usurpación, empobrece y distor- mero rol de objeto pasivo, de mero infor-
siona el significado y la significación del mante, lo que contribuye a su alienación y
mismo; su objetivo es agradar al público dependencia, pues no se la ve, como el su-
asistente, más no encontrarse con las fuer- jeto histórico capaz de encargarse de la
zas hierofánicas que hagan posible que gestión de sus propias construcciones cul-
continúe el orden del cosmos y la vida. turales.
Rescate o revitalización cultural Hoy se trata de trabajar en procesos no
de rescate sino de revitalización cultural,
La noción de rescate cultural ha con- puesto que estos, como su propio nombre
ducido y reducido la cultura a expresiones lo dice, solo pueden ser posible desde la
meramente folklóricas o exotizantes, vi-
propia vida de los actores vitales que la
sión que es la más comúnmente aceptada
construyen. En la revitalización cultural la
en el trabajo cultural, que se ha caracteri-
comunidad y los actores sociales comuni-
zado por tratar de encontrar, al modo de
tarios se constituyen en sujetos sociales,
los primeros evolucionistas, los survivals o
políticos e históricos, lo que permite rom-
restos materiales de la cultura, para mos-
per el contenido ideologizante de los res-
trarlos como las verdaderas y únicas ex-
catadores, que lo único que les ha intere-
presiones de nuestra identidad cultural
sado es encontrar “piezas” para ser fosili-
original. El llamado rescate cultural está
zadas en los museos, en la frialdad de sus
cargado de un profundo sentido etnocén-
vitrinas. Mientras que quien revitaliza la
trico e ideológico y ha sido característico
del trabajo institucional oficial de la cultu- cultura lo hace desde las dimensiones pro-
ra dominante. fundas de su memoria colectiva, acrecen-
tando el acumulado social de su existen-
El rescate cultural siempre ha sido un cia, que le permita afirmar los propios re-
hecho externo, que se lo hace desde la au- cursos culturales que han sido capaces de
toridad del experto o el rescatador, por lo construirse como pueblo.
La Cultura / 73
Notas
1 Cuche: 87 6 Cuche: 90
2 Cuche: Ibid. 7 Cuche: Ibid.
3 Para mayores referentes recomendamos con- 8 Cit en Cuche: Ibid.
sultar la obra clásica de Oscar Lewis. Antropo- 9 Cit. en Cueto1982: 7
logía de la Pobreza. Fondo de Cultura Econó- 10 Cuche: Ibid.
mica. México. 1977 11 Cit. en Cueto. Op. cit.: 12
4 Nanda: 187 12 Barthes.1994: 247
5 Cuche: 89 / Malo: 24 13 Almeida.1992: 131
7
LA CULTURA COMO
CONSTRUCCION SIMBOLICA
bólicas, que son interpretables. La cultura caciones que en esos hechos expresan. Eso
no son solo atributos casuales, aconteci- solo es posible desde un acercamiento al
mientos, modos de conducta, institucio- mundo conceptual, a las representaciones
nes o procesos sociales; la cultura es un de los propios sujetos constructores de
contexto dentro del cual todos esos proce- cultura. Se trata de descifrar lo que la ac-
sos encuentran significado y significación, ción simbólica debe expresar sobre sí mis-
que tejen interacciones simbólicas, que ma, es decir, sobre el papel que juega la
dan sentido a la vida de los seres humanos cultura en la vida de los seres humanos.
y las sociedades. De ahí la importancia de considerar las di-
mensiones simbólicas de la acción social,
Analizar la cultura como sistema sim- expresadas a través de sus diversos discur-
bólico nos permite un acercamiento más sos, arte, religión, ciencia, ley, moral, etc.5
vital a los universos de sentido que cons- Quizás esta sea la única manera de acercar-
truyen los seres humanos y las sociedades, nos a las dimensiones reales de la existen-
cuestión que solo se la puede hacer com- cia y la cultura, la misma que solo encuen-
prendiendo el mundo de las representa- tra su verdadero sentido en las múltiples
ciones, los imaginarios de los diversos ac- interacciones simbólicas que construye.
tores sociales, tratando de interpretar la
“lógica informal de la vida real” como lo La importancia de lo simbólico en la
plantea Geertz.4 O sea, de lo que se trata es construcción del sentido de la vida coti-
de descubrir su coherencia interna, que es diana es señalada igualmente por Agnes
lo que la caracteriza por ser una construc- Heller,6 puesto que al contrario de lo que
ción sistémica, a fin de encontrar el senti- sucede con los signos que se refieren al
do que se expresa en los actos culturales, mundo objetal, el símbolo va más allá de
entendidos como diversas formas de dis- ese nivel, una clara distinción entre pre-
curso social que se expresan de manera sentación y representación se encuentra
múltiple, tanto en palabras como en ac- entre los dos, mientras que el signo permi-
ciones. En el análisis de estos discursos so-
te la “presentación” del mundo y la reali-
ciales lo importante, como en todo análi-
dad, el símbolo hace posible la “represen-
sis de discurso, es ver que el código no de-
tación” de la misma. La diferencia está en
termina la conducta, no es el hecho de ha-
el contenido axiológico que los símbolos
blar, sino lo dicho en el hablar y éste no es
son capaces de expresar y por la inserción
sino la exteriorización intencional consti-
tutiva de la finalidad del discurso. que éstos tienen en la vida cotidiana,
puesto que el lenguaje simbólico de la vi-
No debe verse la cultura (estos discur- da cotidiana es axiológico, por eso cons-
sos sociales) solo en el nivel de lo mani- truyen un determinado sentido de la exis-
fiesto, de hechos en si, sino en las dimen- tencia, una forma concreta de ser y estar
siones del sentido, de las diversas signifi- en el mundo y de actuar dentro de este.
La Cultura / 77
No debemos olvidar que una de las ca- a que continúe existiendo un sentido para
racterísticas fundamentales de las culturas seguir viviendo.
es la construcción de universos simbóli-
cos, que son los que posibilitan la legiti- Los universos simbólicos son el con-
mación de las relaciones entre los indivi- junto de significados construidos por una
duos con el mundo. Son estos universos cultura, que ordenan y legitiman los roles
simbólicos, como lo plantean P. Bergier y cotidianos, constituyen el marco de refe-
T. Luckmann,7 los que construyen zonas rencia para poder entender y operar la
de significados necesarios en los procesos realidad del mundo y hacen posible el or-
humanos, que permiten operar en la reali- denamiento de la historia, permiten situar
dad cotidiana y que son asumidos por to- los acontecimientos colectivos en una uni-
das las formas institucionales que una so- dad de coherencia necesaria dentro de una
ciedad y una cultura han construido. Los temporalidad, en la que tiene sentido un
universos simbólicos se convierten en la pasado para entender sus experiencias
matriz de todos los significados objetiva- presentes y sobre la base de su memoria
dos en la acción social, asumidos subjeti- pensar el futuro. Por ello es necesario ver
vamente como realidades necesarias para que los universos simbólicos, que dan sig-
la acción humana, de ahí que tengan un nificado a la acción humana, están carga-
carácter nómico u ordenador, pues ayudan dos de historicidad, ya que son un pro-
a ordenar la realidad y a volver a ella cuan- ducto social e histórico concretos; de ahí
do nos hallamos en el lado sombrío o que no pueda entenderse los procesos de
marginal de la existencia. significación y de sentido de las diversas
culturas sin analizar los procesos históri-
Es ahí cuando los seres humanos cons- cos que los hicieron posible.
truyen procesos de eufemización simbólica
como único recurso para ordenar el caos Leer las culturas como discursos socia-
del mundo y la realidad.8 Basta ver como les y los universos simbólicos que la cultu-
ante la tremenda crisis provocada por un ra construye tiene una profunda impor-
capitalismo salvaje, la gente encuentra en tancia política, puesto que esto viene a
sus universos simbólicos posibilidades de romper con cierta forma de “imperialis-
resistencia y de insurgencia frente a esa si- mo lingüístico” que niega la capacidad del
tuación de miseria en la que sobrevive. O discurso, de la palabra, a otras culturas a
cuando tenemos que enfrentar situaciones las que consideró inferiores como conse-
que van más allá de nuestra capacidad de cuencia de la imposición de un idioma he-
entenderlas, como la muerte, un desastre gemónico que corresponde a otras formas
natural o la desestructuración social, es en de representación del mundo. Por ello, se
los universos simbólicos donde estas si- impone el idioma del más fuerte y todo
tuaciones logran resemantizarse y ayudan debe ser leído a través del discurso que ha-
78 / Patricio Guerrero Arias
Notas
SISTEMA DE SISTEMA DE
REPRESENTACIONES MANIFESTACIONES
Aspecto Ideal-Mental de la Cultura Aspecto Material de la Cultura
Mentalidades / Imaginarios/ Hechos/ Prácticas / Objetos/ Discursos y
Racionalidad / Ethos Relaciones Sociales/ Comportamientos/
Cosmovisiones/ Valores/ Ideas/ Actitudes/ Sujetos/ Entidades.
Creencias/ -Relaciones y Regulaciones que permiten
Sentidos / Sentimientos / formas de comunicación, de
Significados/ Significaciones Autocomprensión, de Identificación
de un Grupo.
NIVEL EMIC NIVEL ETIC
NIVEL ESOTÉRICO NIVEL EXOTÉRICO
NIVEL CONNOTATIVO NIVEL DENOTATIVO
EQUILIBRIO
PERMANENCIA CAMBIO
es fácilmente perceptible: vestido, lengua, ciones, las prácticas y las acciones; que
ritualidad, fiesta, sino también en aquellas modelan la vida cotidiana de los indivi-
manifestaciones simbólicas que no siem- duos. El habitus posibilita a los actores so-
pre están conscientemente vividas, ni ob- ciales encontrar su propia trayectoria so-
viamente manifiestas; hay que ir más allá cial, orientarse en sus propios espacios so-
de lo externamente perceptible. La cultura cietales y diferenciarse de otros.
se expresa tanto en lo social, lo económi-
co, lo político, como en lo ideológico, en el El habitus vendría a configurar lo que
mundo de las representaciones y los ima- nosotros hemos llamado el acumulado so-
ginarios simbólicos. cial de la existencia de un pueblo, esa raíz
de ancestralidad que es resultante de las
Entonces la cultura es un conjunto de anteriores prácticas históricas de un gru-
diferencias significantes y de significacio- po, las mismas que a través del habitus in-
nes y sentidos por los que una sociedad, ternalizan y conservan en su ser aquello
grupo humano, étnico, clase o sector so- que sus antecesores construyeron en el pa-
cial, se reconoce, se distingue y diferencia sado y que ahora están en condiciones de
de otros, pero no se puede caer en el re- reproducirlas, de recrearlas o revitalizarlas
duccionismo de ver simplemente un rasgo para que guíen sus acciones en el presente.
u otro como definitorio de cultura, sino
que tenemos que verla desde sus dimen- Si bien el habitus, por un lado, nos per-
siones holísticas y sistémicas, como un sis- mite entender el proceso de reproducción
tema totalizador e integrado. de las estructuras objetivas del pasado,
que muy bien pueden ser y de hecho lo
Cultura y “habitus” han sido, instrumentalizadas para el ejer-
cicio del poder, por otro, el habitus puede
El concepto de habitus ha sido emplea- ser entendido en su dialéctica como un
do por Bourdieu cuando busca dar a la principio generador y de estrategia, que
cultura un sentido antropológico.6 El ha- permite a los diversos actores sociales en-
bitus tiene relación con aquello que anali- frentarse a las nuevas y siempre cambian-
zábamos en torno a la memoria colectiva. tes situaciones que son propias de la dia-
Para Booudieu el habitus no es sino la ma- léctica socio histórica. Las prácticas socia-
terialización, la incorporación de esa me- les que tienen un carácter transformador
moria colectiva en la que se van configu- de las estructuras, son resultantes de la in-
rando una serie de sistemas estructurados teracción entre las prácticas determinadas
y estructurantes que, surgiendo en el pasa- por el principio generador del habitus y su
do, se transmiten y se preservan hasta el confrontación con las nuevas circunstan-
presente; que se convierten en los princi- cias o eventos históricos, lo que genera co-
pios, en las matrices generadores que or- mo consecuencia la posibilidad del cam-
ganizan las representaciones, las percep- bio y la transformación de la sociedad.
La Cultura / 83
Notas
1 Geertz: Ibid. / Guerrero. 1996: 5-6 4 Guerrero: Ibid.
2 Guerrero: Ibid. 5 Amodio. 1988: 7
3 Guerrero: Ibid. 6 Cuche: 104