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INFO PARA ENSAYO.

(falta Jurisprudencia)

La Ley 23.187, también conocida como el Estatuto del Abogado, establece las normas éticas y
deontológicas que deben seguir los profesionales del derecho en Argentina. Estas reglas son
fundamentales para garantizar la integridad, la honestidad y la transparencia en el ejercicio de la
abogacía y para asegurar la confianza del público en el sistema de justicia.

Una de las áreas donde las reglas éticas y deontológicas son especialmente importantes es en el
ejercicio de la defensa de un imputado en un proceso penal. La defensa de un imputado es un
derecho fundamental que está consagrado en la Constitución Nacional y que es esencial para
asegurar que el acusado reciba un juicio justo y equitativo. Sin embargo, este derecho también
implica una gran responsabilidad por parte del abogado defensor.

En primer lugar, el abogado defensor debe respetar los derechos humanos de su cliente y
tratarlo con dignidad y respeto en todo momento. Esto significa que el abogado no debe utilizar
ningún tipo de violencia, coacción o intimidación para obtener información o para influir en la
conducta de su cliente. Además, el abogado debe asegurarse de que su cliente comprenda
plenamente los cargos en su contra, las posibles consecuencias de un juicio y las opciones
disponibles para su defensa.

En segundo lugar, el abogado defensor debe actuar con honestidad y transparencia en todo
momento. Esto significa que el abogado no debe hacer declaraciones falsas o engañosas en el
tribunal o ante cualquier otra autoridad. Además, el abogado no debe ocultar información
relevante o manipular pruebas para favorecer a su cliente. En su lugar, el abogado debe
presentar la evidencia de manera objetiva y honesta y debe trabajar dentro de los límites de la
ley.

En tercer lugar, el abogado defensor debe mantener la confidencialidad de la información


proporcionada por su cliente. Esto significa que el abogado no debe revelar información
confidencial a terceros sin el consentimiento de su cliente, a menos que esté obligado por ley o
por una orden judicial. Además, el abogado debe tomar medidas razonables para proteger la
información confidencial de su cliente y para evitar su divulgación no autorizada.

En cuarto lugar, el abogado defensor debe evitar cualquier conflicto de intereses que pueda
afectar su capacidad para representar a su cliente de manera efectiva. Esto significa que el
abogado no debe aceptar un caso en el que tenga un interés personal o económico que pueda
interferir con su capacidad para representar a su cliente de manera imparcial. Además, el
abogado debe revelar cualquier conflicto de intereses potencial a su cliente y obtener su
consentimiento antes de continuar con la representación.
En Argentina, las reglas de ética profesional establecidas en la Ley 23.187 son aplicables a todos
los abogados que ejercen en el país, incluyendo aquellos que se desempeñan como defensores
de imputados en procesos penales. La Ley establece los principios éticos que deben guiar la
conducta de los abogados y las normas deontológicas que deben respetar en el ejercicio de su
profesión.

En el caso de la defensa de un imputado en un proceso penal, los abogados defensores deben


seguir ciertas reglas éticas y deontológicas para garantizar que su representación sea efectiva y
justa. A continuación, se describen algunas de las normas más relevantes:
1. Respeto a los derechos humanos: Los abogados defensores deben respetar los derechos
humanos de su cliente y tratarlo con dignidad y respeto en todo momento. Esto implica que el
abogado no debe utilizar ningún tipo de violencia, coacción o intimidación para obtener
información o para influir en la conducta de su cliente.
2. Honestidad y transparencia: Los abogados defensores deben actuar con honestidad y
transparencia en todo momento. Esto significa que el abogado no debe hacer declaraciones
falsas o engañosas en el tribunal o ante cualquier otra autoridad. Además, el abogado no debe
ocultar información relevante o manipular pruebas para favorecer a su cliente. En su lugar, el
abogado debe presentar la evidencia de manera objetiva y honesta y debe trabajar dentro de los
límites de la ley.
3. Confidencialidad: Los abogados defensores deben mantener la confidencialidad de la
información proporcionada por su cliente. Esto significa que el abogado no debe revelar
información confidencial a terceros sin el consentimiento de su cliente, a menos que esté
obligado por ley o por una orden judicial. Además, el abogado debe tomar medidas razonables
para proteger la información confidencial de su cliente y para evitar su divulgación no autorizada.
4. Evitar conflictos de intereses: Los abogados defensores deben evitar cualquier conflicto de
intereses que pueda afectar su capacidad para representar a su cliente de manera efectiva. Esto
implica que el abogado no debe aceptar un caso en el que tenga un interés personal o
económico que pueda interferir con su capacidad para representar a su cliente de manera
imparcial. Además, el abogado debe revelar cualquier conflicto de intereses potencial a su cliente
y obtener su consentimiento antes de continuar con la representación.
La Ley 23.187, también conocida como el Estatuto del Abogado, establece las normas éticas y
deontológicas que deben seguir los profesionales del derecho en Argentina. Estas reglas son
fundamentales para garantizar la integridad, la honestidad y la transparencia en el ejercicio de la
abogacía y para asegurar la confianza del público en el sistema de justicia.
Una de las áreas donde las reglas éticas y deontológicas son especialmente importantes es en el
ejercicio de la defensa de un imputado en un proceso penal. La defensa de un imputado es un
derecho fundamental que está consagrado en la Constitución Nacional y que es esencial para
asegurar que el acusado reciba un juicio justo y equitativo. Sin embargo, este derecho también
implica una gran responsabilidad por parte del abogado defensor.

En primer lugar, el abogado defensor debe respetar los derechos humanos de su cliente y
tratarlo con dignidad y respeto en todo momento. Esto significa que el abogado no debe utilizar
ningún tipo de violencia, coacción o intimidación para obtener información o para influir en la
conducta de su cliente. Además, el abogado debe asegurarse de que su cliente comprenda
plenamente los cargos en su contra, las posibles consecuencias de un juicio y las opciones
disponibles para su defensa.
En segundo lugar, el abogado defensor debe actuar con honestidad y transparencia en todo
momento. Esto significa que el abogado no debe hacer declaraciones falsas o engañosas en el
tribunal o ante cualquier otra autoridad. Además, el abogado no debe ocultar información
relevante o manipular pruebas para favorecer a su cliente. En su lugar, el abogado debe
presentar la evidencia de manera objetiva y honesta y debe trabajar dentro de los límites de la
ley.
En tercer lugar, el abogado defensor debe mantener la confidencialidad de la información
proporcionada por su cliente. Esto significa que el abogado no debe revelar información
confidencial a terceros sin el consentimiento de su cliente, a menos que esté obligado por ley o
por una orden judicial. Además, el abogado debe tomar medidas razonables para proteger la
información confidencial de su cliente y para evitar su divulgación no autorizada.
En cuarto lugar, el abogado defensor debe evitar cualquier conflicto de intereses que pueda
afectar su capacidad para representar a su cliente de manera efectiva. Esto significa que el
abogado no debe aceptar un caso en el que tenga un interés personal o económico que pueda
interferir con su capacidad para representar a su cliente de manera imparcial. Además, el
abogado debe revelar cualquier conflicto de intereses potencial a su cliente y obtener su
consentimiento antes de continuar con la representación.
En resumen, las reglas de ética profesional que debe seguir todo abogado son fundamentales
para garantizar la integridad y la transparencia en el ejercicio de la abogacía. En el caso de la
defensa de un imputado en un proceso penal, estas reglas son especialmente importantes para
garantizar que el acusado reciba un juicio justo y equitativo. Los abogados defensores deben
actuar con dignidad, honestidad, transparencia y confidencialidad en todo momento y deben
evitar cualquier conflicto de intereses potencial que pueda afectar su capacidad para representar
a su cliente de manera efectiva. Solo así podremos asegurar que el sistema de justicia funcione
de manera justa y equitativa para todos los ciudadanos.

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