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Derecho Del Trabajo - Raso Tomo II
Derecho Del Trabajo - Raso Tomo II
- director -
Alejandro Castello
- coordinador -
Alejandro Castello
1. Aspectos generales
Sobre el punto, no debe perderse de vista que antes del surgimiento del
Derecho del trabajo, el principio de autonomía de la voluntad que regía en
el marco de la relación de trabajo y la indiferencia del Estado en relación al
fenómeno de la llamada “cuestión social”, permitían al empleador negociar
(imponer) libremente las condiciones de trabajo bajo las cuales se prestaría
el servicio contratado, por lo que es evidente que sólo una acción
normativa, tanto nacional como internacional, podía poner freno a la
libertad que gozaba el empresario.
En tal dirección, Martha Márquez y Rosario Russo señalan que del texto
de los arts. 53 y 54 parece desprenderse la voluntad inequívoca del
constituyente de reconocer el derecho a la limitación de la jornada,
dirigiendo un mandato expreso al legislador, de modo que la
reglamentación del derecho no pueda suponer nunca el desconocimiento
del mismo. La Constitución no establece una duración determinada de la
jornada, por lo que el legislador podrá reglamentarla de distintos modos
según la naturaleza de cada actividad; pero si esa reglamentación no
existiera, podría suplirse por los criterios señalados en el art. 332, puesto
que el derecho está reconocido por el art. 5425.
En igual sentido, Osvaldo Mantero de San Vicente señala que el art. 332
de la Constitución establece el principio de aplicación automática de los
preceptos que reconocen derecho a los individuos. Asimismo, el autor
expresa que la Constitución no establece el monto de la limitación de la
jornada, pero conforme al principio de aplicación automático antes
mencionado, la falta de ley que establezca el límite máximo de la jornada
deberá ser suplido recurriendo a los fundamentos de las leyes análogas, a
los principios generales de derecho y a las doctrinas generalmente
admitidas26.
En dirección similar, el constitucionalista Martín Risso Ferrand señala
que pese a la peculiar redacción del inciso 1º del artículo 54, el mismo no
constituye una norma programática, sino que se trata de una norma
obligatoria y preceptiva, que además contiene un mandato al legislador,
agregando que en la medida que la Carta establece que el derecho es
anterior a la ley (la ley sólo reconocerá el mismo), es obvio que en lo que al
derecho refiere, el mismo es establecido o reconocido directamente por la
Constitución, en forma preceptiva, y por lo tanto la norma es susceptible de
aplicación directa aún en caso de ausencia de reglamentación27.
Por otro lado, el Convenio Internacional del Trabajo Nº 30 del año 1930
dispuso que la jornada de trabajo en los establecimientos comerciales, los
correos, telégrafos y teléfonos, así como los servicios comerciales de todos
los demás establecimientos, establecimientos y administraciones cuyo
funcionamiento consiste esencialmente en trabajos de oficina,
establecimientos que revistan un carácter a la vez comercial e industrial,
excluyendo expresamente al personal de establecimientos que tengan por
objeto el tratamiento o la hospitalización de enfermos, lisiados, indigentes o
alienados, hoteles, restaurantes, pensiones, círculos, cafés, empresas de
espectáculos y diversiones, no puede exceder de 48 horas por semana y 8
horas por día (art.3).
La OIT también ha sancionado otros instrumentos importantes sobre el
tiempo de trabajo, tales como el Convenio Nº 47 sobre las 40 horas
semanales, el Convenio Nº 153 sobre transporte terrestre por carretera, la
Recomendación Nº 116 sobre reducción de la duración del trabajo, entre
otros.
Naturalmente, nada impide que las partes pacten una jornada inferior a
las 8 horas (“part time”) o inclusive un régimen de tiempo de trabajo
variable (carga horaria diferente en cada día de la semana), siempre que
se respete el límite máximo antes señalado.
Sin embargo, el art. 3 de la Ley Nº 5.350 prevé que “en casos especiales
podrá aumentarse el término del trabajo diario de los adultos; pero en
ningún caso excederá de 48 horas por cada seis días de labor. En estos
casos de alteración del término normal de la jornada, se dará cuenta la a
Intendencia respectiva, de acuerdo con las condiciones que el Poder
Ejecutivo establecerá en la reglamentación complementaria de esta ley”. Al
respecto, Héctor-Hugo Barbagelata señala que la ley de 1915 autorizó que
se excediese el tope de 8 horas diarias de trabajo en casos especiales,
mientras que “los decretos reglamentarios adoptaron criterios más flexibles,
inspirados en los Convenios Internacionales”34.
Como se podrá apreciar, tanto las normales legales internas como los
Convenios internacionales del trabajo de OIT, fijan como principio general
el límite de 8 horas diarias de trabajo, pero en todos los casos se admiten
regímenes diferentes, que permiten sobrepasar ese límite diario, sin que
ello sea considerado como hora extra, e inclusive, superar las 48 horas
semanales sin que ello se considere tiempo extra, en el caso del trabajo en
régimen de ciclo de tres semanas o 144 horas.
Además, para establecer este sistema se requiere que los trabajos sean
continuos y permanentes y por ende se deban asegurar mediante trabajos
por equipos (CIT Nº 1 art. 2 literal c), entendiéndose por “equipo” a “un
número cualquiera de empleados u obreros cuya tarea comience y termine
a una misma hora en trabajo en que, por su naturaleza, no admitan
interrupciones” y “un número cualquiera de empleados y obreros cuya tarea
esté en tal forma coordinada que el trabajo de unos no pueda realizarse sin
la cooperación de los demás” (art. 23 Decreto de 29 de octubre de 1957).
Si bien estos tres regímenes especiales están previstos en normas que
refieren a las actividades industriales (en sentido amplio), en la práctica se
ha aceptado que los mismos son aplicables a otras actividades,
especialmente las que refieren a servicios.
Manifiesta Alain Supiot que “la medida del tiempo es lo que permite
transformar la noción abstracta de trabajo en un objeto de intercambio.
Medir el tiempo de trabajo es, por o tanto, una condición previa a su
limitación, su reducción o su organización”, agregando que “en apariencia,
nada más simple y, sin embargo, nada más complicado que definir el
tiempo de trabajo. La enfermera de guardia que dormita en su cama, el
representante comercial en ruta para visitar a su primer cliente del día, el
albañil que come algo en la obra, la vendedora que se lima las uñas
mientras espera la llegada de un cliente, ¿están trabajando o en reposo?”,
respondiendo que se deben distinguir tres tipos de tiempo en el Derecho
del trabajo: a) tiempo de trabajo efectivo; b) tiempos intermedios y c)
tiempos de descanso36.
a) “el criterio del tiempo efectivo de trabajo: sólo abarca el tiempo que el
trabajador efectivamente presta su esfuerzo al empleador;
c) que el trayecto o duración del viaje sea mayor a 1 hora, tanto sea a la
ida como al regreso.
2 Sobre el punto se expresa que el objetivo principal de la reducción de la jornada es tutelar la integridad física
del obrero, evitando la fatiga y el estrés y consecuentemente los accidentes de trabajo y enfermedades:
MONTEIRO DE BARROS, Alice. Curso de Direito do trabalho. 5º edición. Ed. LTR, San Pablo, 2009, p. 661-662.
3 RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del trabajo y de la seguridad social. 5º edición actualizada
y ampliada. Ed. Astrea, Buenos Aires, 2005, p. 312-313.
4 GAMONAL CONTRERAS, Sergio y GUIDI MOGGIA, Caterina. Manual del contrato de trabajo. Ed. Abeledo
Perrot, Santiago de Chile, 2010, p. 123-124.
5 Al respecto se señala que “los tiempos libres permiten la consolidación del individuo como ciudadano. No se
puede concebir una democracia sin personas que vuelquen sus tiempos libres en las cuestiones cívicas. La
participación social exige condiciones reales por parte de los miembros de una sociedad”: ARCE ORTIZ, Elmer.
Derecho individual del trabajo en el Perú. Desafíos y deficiencias. Ed. Palestra, Lima, 2008, p. 438-439.
6 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I. Ediciones Idea. Montevideo, 1988, p.
8.
7 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit. p. 13-14.
8 Sobre el punto, Federico DURAN LOPEZ señala que la globalización y las transformaciones del proceso
productivo, derivadas sobre todo de la utilización de nuevas tecnologías de la información y de los avances
técnicos inducidos por las mismas, permiten ahorros de trabajo muy importantes y cambian profundamente las
características del trabajo requerido, alejándolo cada vez más que ha sido el núcleo central del trabajo industrial,
frente a lo cual es necesario una mayor capacidad de adaptación que incluye una regulación más flexible del
tiempo de trabajo: “Globalización y relaciones de trabajo” en revista Derecho Laboral, tomo XLII, Nº 193, enero-
marzo 1999, p. 65-89.
9 Así, la doctrina española señala que una línea principal de evolución ha sido la de la progresiva reducción
de la duración del tiempo de trabajo, fruto de la presión de los trabajadores y sus organizaciones a favor de la
reducción de la jornada y la ampliación del tiempo de descanso así como del incremento de la productividad del
trabajo humano, mientras que otra tendencia de aparición reciente es a favor de una mayor flexibilidad en los
tiempo de trabajo, tratándose de superar la distribución rígida en días o semanas para hacer posible esa
distribución a lo largo del año, con adaptación a las necesidades cambiantes de la actividad productiva: MARTIN
VALVERDE, Antonio, RODRIGUEZ-SAÑUDO, Fermín y GARCIA MURCIA, Joaquín. Derecho del trabajo. 14º
edición. Ed. Tecnos, Madrid, 2005, p. 539-540.
10 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit. p. 34.
11 DIESTE, Juan Francisco. “Limitación del tiempo de trabajo” en revista Derecho Laboral, tomo XXXII, Nº
156, octubre-diciembre 1989, p. 714 a 720. El autor expresa que la tendencia general es hacia la diversificación e
individualización de los horarios de trabajo para lo cual se revaloriza la autonomía de la voluntad individual y
colectiva para aumentar los espacios de libertad del trabajador.
12 En relación a los argumentos a favor y en contra de seguir reduciendo la semana laboral véase más
ampliamente: HENDERSON, Humberto. “La reducción de la semana laboral: una aproximación a su estudio” en
revista Derecho Laboral. Tomo XLII, Nº 196, octubre-diciembre 1999, p. 775-794.
14 Así, por ejemplo, Efrén CORDOVA señala que en Francia la reducción de la semana laboral a 35 horas en
el año 2000 mediante la denominada “Ley Aubry”, tuvo como uno de sus objetivos reducir el desempleo, lo que
no se alcanzó. El autor señala que la experiencia demuestra que la reducción de la semana laboral por debajo de
40 horas requiere hacer frente a dificultades imprevistas y requiere de un análisis más detenido, ya que en ciertos
casos puede generar una afectación a la función social del trabajo y su relación con el bien común: “La reducción
del tiempo de trabajo frente a sus últimas fronteras” en revista Derecho Laboral. Tomo XLIII, Nº 219, julio-
setiembre 2005, p. 445-459.
15 VELASCO PORTERO, María Teresa y FROHLICH, Martín. “La reducción de jornada por motivos
económicos: el modelo alemán como referencia” en La Reforma Laboral de 2010. AAVV. Ed. Aranzadi-Thomson
Reuters. Madrid, 2010, p. 340-342. Los autores señalan que en otras ocasiones la reducción de la jornada de
trabajo es una respuesta a la crisis económica, como es el caso de España que mediante el Decreto Ley 10/2010
de 16 de junio de 2010, modifica el Estatuto de los Trabajadores permitiendo al empresario reducir la jornada
laboral normal del trabajador a cambio de mantener la fuente de trabajo, bajo ciertos requisitos y condiciones.
16 AMEGLIO, Eduardo J. “La ordenación del tiempo de trabajo: una normativa anacrónica”, en revista
Derecho Laboral, tomo XLI, Nº 190, abril-junio 1998, p. 227 y ss.
17 DIESTE, Juan Francisco. “Limitación del tiempo de trabajo”, ob. cit., p. 708 y ss
18 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. El particularismo del Derecho del trabajo y los derechos humanos
laborales. FCU, Montevideo, 2010, p. 250.
19 Al respecto, Hugo FERNANDEZ y Gustavo GAUTHIER señalan que “la reformulación e instrumentalización
jurídica de las nuevas formas de configuración del tiempo de trabajo requieren necesariamente la presencia de la
ley como límite, en función de la naturaleza de los derechos en juego, pertenecientes al “núcleo duro” de la
disciplina, en tanto derechos humanos fundamentales”: “Globalización y tiempo de trabajo” ob. cit., pág. 118.
20 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit. pág. 11 y ss.
21 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit. p. 46.
22 Respecto a la limitación legal de la jornada del trabajador rural establecida por la Ley Nº 18.441 véase:
CASALAS, Carlos. “El derecho a la limitación de la jornada de los trabajadores rurales (análisis de la ley Nº
18.441)” en revista Derecho Laboral. Tomo LII, Nº 233, enero-marzo 2009, p. 133-149.
23 Véase: sentencia Nº 251/94 publicada en Anuario de Jurisprudencia Laboral 1994/1995 caso 765.
24 Véase: sentencia Nº 389/92 publicada en Anuario de Jurisprudencia Laboral 1992 caso 972. Idem: AJL
1993, c. 570 y 571.
25 MARQUEZ, Martha y RUSSO Rosario. “Las normas constitucionales como fuente del derecho individual
del trabajo” en Treinta y seis estudios sobre las fuentes del derecho del trabajo. AAVV. FCU, Montevideo, 1995,
p. 147 y ss.
26 MANTERO, Osvaldo. Derecho del Trabajo de los países del Mercosur. Un estudio de derecho comparado.
Primera parte. FCU, Montevideo, 1996, p. 140.
27 RISSO FERRAND, Martín. Derecho Constitucional. Tomo I. Ed. Ingranusi, Montevideo, 1996, p. 136.
28 Véase: sentencia Nº 254/97 publicada en Anuario de Jurisprudencia Laboral 1996/1997 caso 1165.
29 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo, Tomo I vol. I. FCU, Montevideo, 1997, p. 84.
31 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. El particularismo del Derecho del trabajo y los derechos humanos
laborales, ob. cit. p. 249.
32 Sobre la problemática del régimen de jornada de trabajo aplicable al sector servicios véase más
ampliamente: CASTELLO, Alejandro. “Régimen jurídico de la jornada de trabajo y descanso semanal aplicable al
sector servicios” en Temas Prácticos de Derecho Laboral. AAVV. FCU, Montevideo, p. 15-31.
33 GAMONAL CONTRERAS, Sergio y GUIDI MOGGIA, Caterina. Manual del contrato de trabajo, ob. cit., p.
119-120. Dichos autores chilenos señalan que en Chile la doctrina distingue además entre jornada activa y
jornada pasiva, siendo la primera “el tiempo que el trabajador y el empleador han convenido para la efectiva
prestación de los servicios del dependiente” mientras que la segunda se caracteriza por “encontrarse el
trabajador a disposición del empleador sin realizar labor”.
34 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit. p. 49-50.
35 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit. pág. 32. Señala el
prestigioso autor que estos tres casos refieren a situaciones de prolongaciones de la jornada máxima de trabajo,
que requieren consentimiento del trabajador (casos B y C) o autorización de la Inspección General del Trabajo
(casos A y B).
36 SUPIOT, Alain. Derecho del trabajo. Ed. Heliasta. Buenos Aires, 2008, p. 105-107.
37 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit. pág. 16.
38 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit. pág. 16.
39 Citado por Héctor-Hugo Barbagelata: Derecho del trabajo, tomo I vol. 2, ob. cit. p. 41.
40 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit. p. 17 y 18.
41 Señala Alice MONTEIRO de BARROS que el Tribunal Superior del Trabajo de Brasil entendió en la
Súmula Nº 90, que aunque el empleador le cobre al trabajador el transporte, igualmente se computa el tiempo in
itinere en caso de que el local se ubique en lugar de difícil acceso: Curso de Direito do trabalho, ob. cit., p. 670.
42 RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del trabajo y de la seguridad social, ob. cit., p. 320-321.
43 GAMONAL CONTRERAS, Sergio y GUIDI MOGGIA, Caterina. Manual del contrato de trabajo, ob. cit., p.
123. Los autores señalan que como regla general la ejecución de estas actividades deben ser efectuadas al inicio
de la jornada, una vez que el trabajador haya registrado su ingreso en el respectivo sistema de control de
asistencia y antes de consignar en éste su hora de salida, al término de la misma”.
44 RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del trabajo y de la seguridad social, ob. cit., p. 322.
45 MARTIN VALVERDE, Antonio, RODRIGUEZ-SAÑUDO, Fermín y GARCIA MURCIA, Joaquín. Derecho del
trabajo, ob. cit. p. 542.
46 ARCE ORTIZ, Elmer. Derecho individual del trabajo en el Perú. Desafíos y deficiencias, ob. cit. p. 448.
47 Véase: sentencia Nº 438 de 30 de noviembre de 2009 publicada en Diario Oficial de 5 de febrero de 2010.
Capítulo XXIII. DESCANSOS INTERMEDIOS
Alejandro Castello
Sin embargo, como lo hace notar Santiago Pérez del Castillo la solución
es diferente según se trate de trabajador con jornada continua o
discontinua. En el primer caso, como el descanso intermedio es
remunerado, ya se encuentra incluido en el sueldo o jornal la paga de
forma simple, por lo que sólo se debe adicionar media hora simple más. En
el segundo caso, como la pausa no es remunerada, si se trabaja durante la
misma se debe remunerar ese tiempo en forma doble13.
Por esa razón, a nuestro juicio, cuando las jornadas son inferiores al
límite legal pero superiores a 4 o 5 horas (según sea comercio o industria),
el tiempo de descanso deberá guardar proporcionalidad con la duración de
la jornada. En la práctica, esa es la solución que ha primado y no
conocemos que haya sido objetada por la justicia laboral.
3. Regímenes especiales
2 En cuanto a la normativa internacional, Barbagelata señala que el Convenio Internacional del Trabajo Nº 1
“sólo contiene una alusión incidental a esta cuestión, en el ap. b) del art. 8º. Allí, al enumerar ciertas obligaciones
de los patronos, se impone a éstos dar a conocer por medio de carteles colocados en sitios visibles, “los
descansos concedidos durante la jornada de trabajo y que se consideren no comprendidos en las horas de
trabajo”: BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, FCU, 3º edición, Montevideo, 2007,
p. 53. por su parte, el CIT Nº 30 dispone en su art. 2 que en las horas de trabajo que se computan para la
limitación de la jornada “estarán excluidos los descansos durante los cuales el personal no se halle a la
disposición del empleador”.
3 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I. Ediciones Idea. Montevideo, 1988, p.
19.
4 ZAPIRAIN, Héctor. “Algunos problemas que suscita la aplicación del descanso intermedio” en revista
Derecho Laboral, tomo XLI, Nº 190, abril-junio 1998, p. 698.
5 Suprema Corte de Justicia, sentencia Nº 166 de 18 de junio de 1999 publicada en Anuario de Jurisprudencia
Laboral 1999 c. 268. Idem: Anuario Jurisprudencia Laboral 2004 c. 189.
7 Al respecto se señala que “cualquier pacto que excluya la posibilidad de tomar alimentos en un horario
corrido debe declararse nulo” porque atentaría contra la integridad física y la salud del trabajador: ARCE ORTIZ,
Elmer. Derecho individual del trabajo en el Perú. Desafíos y deficiencias. Ed. Palestra. Lima, 2008, p. 452.
8 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit., p. 53.
10 Tal es el caso, a vía de ejemplo, del Decreto ley Nº 14.320 sobre actividades comerciales de cualquier
naturaleza, la Ley Nº 18.065 sobre trabajo doméstico y la Ley Nº 18.441 sobre trabajo rural.
11 Gustavo GAUTHIER y Gabriela PEREIRA afirman que “de una primera lectura parecería desprenderse que
el Decreto se aplica en general a todos los sectores de actividad. No obstante, la fórmula empleada no resulta
comprensiva de todos los establecimientos con jornada máxima de ocho horas sino sólo de aquellos
comprendidos en el artículo 1º de la Ley Nº 5.350 y Decreto ley Nº 14.320. De esta manera se mantiene vigente
la discusión sobre la inclusión, dentro del comercio o dentro de la industria, de aquellas actividades que
estrictamente no son ni comercio ni industria, para la aplicación de los distintos regímenes de descansos
intermedios”: “Análisis del nuevo decreto sobre descansos intermedios” en revista Derecho Laboral, tomo XLIII,
Nº 198, abril-junio 2000, p. 482-483.
12 Afirma Barbagelata que esta disposición sería ilegal “puesto que contradice el sentido natural y obvio del
descanso previsto en la Ley”: Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, ob. cit., p. 54. Por su parte, Gauthier y Pereira
señalan que nuestra Constitución consagra un derecho a descansar en el sentido de cesar el trabajo y el Decreto
no puede desnaturalizar ese derecho imponiendo la obligatoriedad de permanecer en el local, por lo que el Juez
está habilitado para desaplicar esta norma: “Análisis del nuevo decreto sobre descansos intermedios”, ob. cit., p.
484-486.
13 PEREZ DEL CASTILLO, Santiago. Manual Práctico de Normas Laborales. 12º edición. Ed. FCU,
Montevideo, 2010, p. 74.
14 GAUTHIER, Gustavo y PEREYRA, Olga. “Análisis del nuevo decreto sobre descansos intermedios” ob. cit.,
p. 490-491.
15 Véase más ampliamente: PEREZ DEL CASTILLO, Santiago. Manual Práctico de Normas Laborales, ob.
cit., p. 78-79.
16 Al respecto, Santiago Pérez del Castillo señala que si bien en nuestro país no se establece con carácter
general un tiempo de descanso entre el fin de una jornada y el comienzo de la siguiente, sería inadmisible un
descanso entre dos jornadas menor de 8 horas: Manual Práctico de Normas Laborales, ob. cit., p.
Capítulo XXIV. HORAS EXTRAS
Nelson Larrañaga Zeni
1. Régimen vigente
2. Ámbito subjetivo
3. Concepto
A. Elementos
Las horas extras son todas aquellas horas que exceden el límite de
duración de la jornada diaria del trabajador5.
De acuerdo a la ley, para que existan horas extras, deben cumplirse dos
requisitos:
4. Remuneración
Las horas extras en días hábiles se pagarán con el 100% (cien por
ciento) de recargo sobre el salario que corresponda en unidades hora 12.
Para realizar el cálculo del valor de una hora extra en día hábil, deben
realizarse dos operaciones:
iii) Que en esos días que no son hábiles de trabajo para el trabajador,
éste sea convocado a trabajar.
ii) Las horas que excedan de dicha jornada, se pagarán con el 150% de
recargo.
C. Fracciones de hora
A. Naturaleza salarial
La ley dispone que las sumas que se abonen al trabajador por concepto
de horas extras tienen naturaleza salarial26.
1. Aguinaldo
De acuerdo a la ley 12.840, se deberán considerar para la base de
cálculo del aguinaldo, todas las horas extras abonadas en el período que
comprende la liquidación.
La ley establece que a los efectos del cálculo del jornal de licencia y el
salario vacacional, se computarán las horas extras realizadas en el año civil
o fracción que genera el derecho a licencia29.
A estos efectos deberán sumarse por separado las horas extras en días
hábiles y no hábiles realizadas por el trabajador, dentro del año inmediato
anterior a la fecha de la terminación de la relación laboral.
A. Carga de la prueba
En nuestra opinión, este criterio no se adecua al art. 139 del CGP, que
claramente dispone que la carga de la prueba recae sobre el trabajador.
Esta carga refiere tanto, a la prueba de la realización de las horas extras,
como a su cantidad. Ambos hechos, constituyen el fundamento de la
pretensión del trabajador. La mencionada norma no realiza ninguna
distinción, por lo que el Tribunal tampoco podría realizarla35.
La ley dispone un máximo de ocho horas extras por semana 37. Este
límite puede ser sobrepasado en caso que el Ministerio de Trabajo lo
autorice, tanto a una rama de actividad como a una empresa. Esta
autorización puede ser transitoria o permanente38.
8. Orden público
2 Art. 1º.
3 En la mayoría de los casos que se resuelven por la justicia el tema en debate es si el trabajador era
personal superior de la empresa. En caso que la respuesta sea afirmativa, el trabajador no tendrá derecho a
horas extras. Sobre el criterio de la Suprema Corte para determinar la calidad de personal superior puede
consultarse el Anuario de Jurisprudencia Laboral 2009, c. 334, p. 228 a 230.
6 En el caso del trabajador rural, el art. 3º de la ley 18.441 establece que “las horas que excedan la jornada
legal serán abonadas como horas extras (Ley Nº 15.996, de 17 de noviembre de 1988)”.
9 Ley 15.996, art. 1º. inciso 3º. y Decreto 550/989, Art. 11.
11 La ley 18.441, de 24 de diciembre de 2008, sobre jornada y descansos de los trabajadores rurales, dispone
que las horas extras en esta actividad, serán abonadas conforme a la ley 15.996 (art. 3º).
14 Así lo reafirma para el trabajo doméstico el Decreto 224/007. Establece que el recargo se aplica sobre el
valor de la hora común (art. 7º, inciso 1º).
17 Ley 15.996, art. 1º. inc. 2º., 2da y 3ra oración y Decreto 550/989, art. 10.
33 En entre otras sentencias, ver la citada en el Anuario de Jurisprudencia Laboral 2007, caso 334, p. 208, en
el Anuario Laboral 2008, caso 259, p. 175 y en el Anuario Laboral 2009, caso 309, p. 218.
34 Anuario de Jurisprudencia Laboral 2007, caso 334, p. 208, Anuario Laboral 2008, caso 262, p. 176 y
Anuario Laboral 2009, caso 309, p. 218, caso 319, p. 222 y caso 330, p. 226.
35 El art. 139.1 expresa: “Corresponde probar, a quien pretende algo, los hechos constitutivos de su
pretensión”.
36 Anuario de Jurisprudencia Laboral 2006, casos 215 (p. 132 y 133), 217 (p. 133) y 218 (p. 133 y 134),
Anuario Laboral 2007, caso 334, p. 208, Anuario Laboral 2008, casos 262 y 264, p. 176 y Anuario Laboral 2009,
caso 318, p. 222.
39 Art. 9º.
43 Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 1º. Turno, sentencia No. 181 del 5 de mayo de 2004, en Anuario de
Jurisprudencia Laboral 2004, caso 471, p. 224 y 225.
44 Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 3º. Turno, sentencia No. 361 del 30 de octubre de 2001. En el
mismo sentido dicho Tribunal dictó en fecha reciente la sentencia Nª 280, de 21 de julio de 2010.
1. Aspectos generales
Otra norma importante sobre el tema es la Ley Nº 11.887 del año 1952,
la que dispuso que el personal de escritorio y/o de dependencias que
tengan carácter de comercial de todo establecimiento industrial de
cualquier naturaleza, es beneficiario del régimen de 36 horas consecutivas
de descanso, régimen conocido como “semana inglesa”.
Según la opinión más aceptada, dicha Ley se aplica a las empresas que
brindan servicios consistes en tareas típicamente administrativas, como es
el caso de los estudios y escritorios profesionales universitarios. En tal
sentido, en cuanto al alcance de la expresión “escritorio” que se emplea en
dicha ley el Tribunal de Apelaciones del Trabajo ha manifestado con acierto
que “lo que califica la tarea de escritorio no es la presencia de ciertos
muebles o el local en que se trabaja, sino la función que se desempeña, de
acuerdo al principio tan caro al Derecho Laboral, de primacía de la
realidad”9.
A ello hay que agregar una importante cantidad de normas legales que
establecen regímenes especiales de descanso semanal para actividades y
sectores específicos, como son los casos, a vía de ejemplo de la Ley Nº
11.577 que impone un descanso semanal de 48 horas continuas en las
actividades insalubres; el decreto ley Nº 10.322, la 13.997 y el decreto
837/73 establecieron idéntico régimen de 36 horas consecutivas de
descanso para las peluquerías; la Ley Nº 12.239 dispone igual régimen
para las florerías; el Convenio internacional del trabajo nº 153 de 1979
dispuso un descanso semanal de 24 horas para el personal de transporte
por carretera; entre otros10.
Ello se basó en dos argumentos: en primer lugar, el giro final del artículo
1º de la ley, cuando reza “aunque tenga un carácter de enseñanza
profesional o de beneficencia”, lo que se entendió que extendía
considerablemente el campo de aplicación a los establecimientos que no
tienen aquella naturaleza industrial o comercial, sino también a los
servicios; en segundo lugar, se utiliza la expresión “todo patrón, director...”
lo que evidenciaría que se pretendió dar una extensión universal al
descanso semanal de un día.
En síntesis, para una corriente de opinión que parece ser mayoritaria 18,
el régimen de descanso semanal hebdomadario (o en su caso rotativo -5 x
1-) previsto en la Ley Nº 7.318 se aplica a toda la actividad privada, con
carácter general y residual, incluyendo la industria, el comercio, los
servicios, la pesca, el sector rural, etc., salvo que exista una ley, laudo,
convenio colectivo o contrato de trabajo que imponga de forma expresa un
régimen diferente.
1 Alice MONTEIRO DE BARROS señala que este instituto jurídico recibe varias denominaciones por la
doctrina, entre las cuales se destacan “descanso semanal”, “descanso hebdomadario”, “reposo hebdomadario”,
“reposo semanal”: Curso de direito do trabalho. 5º edición. Ed. LTR, San Pablo, 2009, p. 722.
2 A vía de ejemplo, en Francia y España la legislación continúa consagrando que el día de asueto se debe
observar, en principio, el día domingo: JAVILLIER, Jean-Claude. Manual de Derecho del trabajo. Ed. FCU,
Montevideo, 2007, p. 564. RAMIREZ MARTINEZ, Juan M. Curso de Derecho del tabajo. 17º edición. Ed. Tirant lo
Blanch., 2008, p. 434.
3 Muy tempranamente, en el año 1921, la OIT sancionó el Convenio Internacional del Trabajo Nº 14 sobre
descanso semanal en la industria, complementado posteriormente en el año 1957 por el Convenio Nº 106
aplicable al comercial. Además, el descanso semanal ya estaba proclamado en el Preámbulo de la Constitución
de la OIT de 1919, el cual constituye una suerte de “Carta de derecho laborales fundamentales”.
4 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I vol. 2, FCU, 3º edición, Montevideo, 2007, p.
69.
5 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I. Ediciones Idea. Montevideo, 1988, p.
53.
7 RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del trabajo y de la seguridad social. 5º edición actualizada
y ampliada. Ed. Astrea, Buenos Aires, 2005, p. 342-343.
8 Se ha definido al descanso semanal como el lapso temporal de 24 horas consecutivas situado entre los
módulos semanales de duración del trabajo del empleado, coincidiendo preferentemente en domingo, en que el
obrero puede sustraerse a la prestación de servicios y su disponibilidad respecto del empleador, con el objetivo
de recuperación e implementación de sus energías y su inserción en la vida familiar, comunitaria y política:
Mauricio GODINHO DELGADO. Curso de Direito do trabalho. 6º edición. Ed. LTR, San Pablo, 2007, p. 938-939.
10 Sobre los regímenes especiales de descanso semanal véase más ampliamente: PEREZ DEL CASTILLO,
Santiago. Manual Práctico de Normas Laborales. 12º edición. Ed. FCU, Montevideo, 2010, p. 104-107.
11 Esto acontece específicamente con el Convenio nº 106 relativo al descanso semanal en los
establecimientos comerciales y oficinas, que resulta menos beneficio que el decreto ley Nº 14.320.
12 En Brasil los arts. 67 a 70 de la CLT y la Ley Nº 605 de 1949 consagran el descanso se un día a la semana
(GODINHO DELGADO. Curso de Direito do trabalho, ob. cit. p. 723-725; igual solución se impone en Chile en el
art. 35 del Código de Trabajo (GAMONAL CONTRERAS, Sergio y GUIDI MOGGIA, Caterina. Manual del contrato
de trabajo. Ed. Abeledo Perrot, Santiago de Chile, 2010, p. 139-141); en Argentina en cambio el art. 204 de la
Ley de Contrato de Trabajo prohíbe la ocupación del trabajador desde la hora 13 del sábado hasta a hora 24 del
domingo, estableciendo de modo indirecto la obligatoriedad de otorgar un descanso semanal en esos días, sin
perjuicio de la existencia de varias excepciones (RODRIGUEZ MANCINI, Jorge. Curso de Derecho del trabajo y
de la seguridad social, p. 345-346).
13 En el caso de España, el art. 37.1 del Estatuto de los Trabajo establece que “los trabajadores tendrán
derecho a un descanso mínimo semanal de día y medio ininterrumpido que, como regla general, comprenderá la
tarde del sábado o, en su caso, la mañana de lunes y el día completo del domingo.
14 Cabe recordar que la Ley nº 7.318 de 10.12.1920 establece en su artículo 1º: “Declárase obligatorio un día
de descanso después de seis días de trabajo o cada seis días, para todo patrón, director, gerente o encargado,
empleado u obrero de un establecimiento industrial o comercial y sus dependencias, cualquiera que sea la
naturaleza del establecimiento, público o privado, laico o religioso, aunque tenga un carácter de enseñanza
profesional o de beneficencia”.
18 Sobre el punto véase más ampliamente: CASTELLO, Alejandro. “Régimen jurídico de la jornada de trabajo
y descanso semanal aplicable al sector servicios” en Temas Prácticos de Derecho Laboral. AAVV. FCU,
Montevideo, p. 15-31
19 CASTELLS, Manuel y AOYAMA, Yuko. “Hacia una sociedad de la información: Estructura del empleo en
los países del G-7 de 1920 a 1990” en Revista Internacional del Trabajo, vol. 113, Nº 1, año 1994, p. 9. Estos
autores indican que la expresión “servicios” es sumamente ambigua, siendo dificultoso determinar el alcance de
la misma.
20 BERGER, Johannes y OFFE, Claus. “La dinámica evolutiva del sector de servicios” en La Sociedad del
Trabajo. Problemas estructurales y perspectivas de futuro. Ed. Alianza Universidad, Madrid 1984, p. 267.
21 RIFKIN, Jeremy. La era del acceso. La revolución de la nueva economía. Ed. Paidós, Barcelona, 2000, p.
120.
22 Sobre el punto seguimos lo expuesto en: CASTELLO, Alejandro. “Régimen de descanso semanal aplicable
a los servicios” en revista Derecho Laboral. Tomo XLIV, Nº 204, octubre-diciembre 2001, p. 850-882.
23 La norma reitera la definición que anteriormente había empleado el Decreto de 2 de abril de 1943 relativo a
licencia ordinaria para la actividad privada, que reglamentara leyes vigentes en ese momento sobre esa materia.
24 Cabe recordar que Barbagelata advierte que el criterio más corriente y aceptado del concepto de actividad
comercial es el que se refiere a la intermediación, en diversos grados, entre productores y consumidores:
Derecho del Trabajo, ob. cit., p. 172.
25 Ley Nº 10.449 art. 5; Ley Nº 12.156 art. 2; Ley Nº 5.350 art. 1; Decreto de 26.6.1935 art. 21, entre otros.
27 Juzgado Letrado del Trabajo de 8º turno, sentencia nº 62 de 26.9.1997. La sentencia fue confirmada por el
Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 1º turno, que en lo medular señala que para resolver la cuestión deben
tenerse presente dos aspectos: a) que el art. 53 de la Constitución ordena al legislador otorgar una “especial
protección al trabajo” y b) que el instituto del descanso semanal se funda en razones higiénicas y persigue la
protección del derecho al goce del ocio que tiene el trabajador. En base a ello, el tribunal entendió que las
personas cuya actividad consiste en velar por la seguridad de las personas y los bienes (empresas de seguridad)
deben regirse por el régimen de 36 horas de descanso, ya que por el riesgo y desgaste a que están expuestas
este sistema resulta el más favorable y adecuado a los motivos que inspiraron al constituyente y al legislador.
29 LARRAÑAGA, Nelson. Derecho del trabajo y seguridad social. Selección, sistematización y comentario de
normas. Jurisprudencia y temas prácticos de interés. Año 1994. FCU, 1995, Montevideo, p. 87.
30 Véase más ampliamente: CASTELLO, Alejandro. “Régimen jurídico de la jornada de trabajo y descanso
semanal aplicable al sector servicios”, ob. cit. p. 25 y ss.
31 Refiriéndose a la legislación argentina, Julio ARMANDO GRISOLIA señala que “a los trabajadores
mensualizados no corresponde efectuarles ningún descuento por el descanso semanal, mientras que los
trabajadores jornalizados (remunerados por día o por hora) no tienen derecho a percibir monto alguno por los
lapsos de descanso: Derecho del trabajo y de la seguridad social. 9º edición. Ed. LexisNexis-Depalma, Buenos
Aires, 2003, p. 448.
32 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, tomo II vol. I, ob. cit., p. 71-72.
33 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, tomo II vol. I, ob. cit., p. 70-71. El autor pone como
ejemplo que si un trabajador “empieza a trabajar, como es frecuente, el día primero de un mes y que ese mes
comienza un día viernes. Pues bien, el domingo –o el sábado de tarde y el domingo, si le corresponde semana
inglesa- el trabajador tiene derecho a descansar”.
1. Concepto
La otra hipótesis que debemos manejar es la que tiene relación con los
feriados laborables. En esos días el trabajador –mensual y jornalero–
recibirá su paga como si trabajara. En el caso del mensual el derecho al
feriado laboral se expresa en el beneficio del descanso que proporciona
ese día; su retribución al final del mes será la normal, con la particularidad
que trabajó un día menos. En el caso del jornalero, éste cobrará el jornal
por ese feriado no laborable, rompiendo la regla de que si no trabaja no
cobra. En el feriado no laborable, el jornalero no trabaja y cobra.
Debe finalmente señalarse que en virtud del artículo 11, inciso 2º del
Decreto-Ley Nº 15.180, quien perciba subsidio por desempleo no tendrá
derecho al cobro de feriados pagos.
5. Licencia y feriados
Con relación a los vínculos entre la licencia y los feriados, deben
señalarse algunas particularidades:
a) El recargo del 150% sobre las horas extra trabajadas en día feriado se
aplica obviamente en los cinco feriados pagos establecidos por el art. 18 de
la Ley Nº 12.590 y en aquellos otros que normas especiales pudieran
declarar como tales. Pero también se aplicará en los feriados comunes (6
de enero, 19 de junio, 12 de octubre, etc.), cuando no es costumbre de la
empresa trabajar.
b) Recordemos que son horas extra en día feriado, aquellas que superen
el límite horario aplicable a cada trabajador. Si la jornada de trabajo es de 8
horas, las primeras 8 horas de trabajo en día feriado se pagarán dobles, y
recién a partir de la novena hora se abonarán con el recargo del 150%
NOTAS
1 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, T. III, V. 1, Montevideo 1988, p. 136 y 137. El autor
cita también a LARRAÑAGA ZENI, Nelson, “Los feriados en el derecho del trabajo uruguayo”, en rev. Derecho
Laboral, T. XXIX, Nº 143, Montevideo, 1986, p. 452.
2 LARRAÑAGA, Nelson. El Derecho Actual de la Relaciones Laborales, AMF, Montevideo, 2010, p. 184 y 185.
En nuestro país licencia anual fue inicialmente derecho que del que
gozaban los funcionarios públicos y muy posteriormente algunos gremios
de la actividad privada lo fueron incorporando, hasta que se tornó un
derecho generalizado por la Ley Nº 10.684 de 17 de diciembre de 1945. En
la actualidad el régimen vigente se encuentra establecido en la Ley Nº
12.590 de 23 de diciembre de 1958, y su Decreto Reglamentario de 26 de
abril de 1962.
2. Fundamento
3. Denominación
4. Noción
Existe un interés de alejamiento real del lugar de prestación del trabajo. Las
legislaciones modernas buscan complementar el instituto con normas que
organicen el ocio y las horas libres del trabajador.
Para que el trabajador tenga derecho a una licencia anual deberá existir
una relación de trabajo subordinada, lo que excluye a los trabajadores
independientes.
7.4.2. Enfermedad
Los días que el trabajador no pueda prestar tareas por causas que no le
son imputables y siempre que haya quedado a la orden del empleador, son
considerados por la ley como trabajados. Es decir que si el trabajador fue
enviado al Seguro por Desempleo y amparado por éste, no se aplicará esta
norma. De acuerdo al artículo 11, inciso 2 del Decreto-Ley Nº 15.180, el
trabajador que se encuentre amparado por el seguro por desempleo, no
generará derecho a licencia durante el período que perciba el subsidio.
7.4.4. Huelga
7.4.5. Maternidad
8. Duración de la licencia
Por otra parte cabe señalar que el artículo 2, inciso 3 del Decreto
Reglamentario dispone las licencias o cualquier período de las mismas, no
podrán iniciarse en ningún caso, en día que corresponda al descanso
semanal del trabajador.
15. Publicidad
A los efectos del cálculo del monto final de la licencia, se debe en primer
lugar, determinar el jornal de vacaciones y en segundo término establecer
la cantidad de días que corresponden de licencia.
16.1.2.2. Jornaleros
Se entiende que sólo deben incrementarse los salarios percibidos por los
meses anteriores a aquél en el cual sobrevino el aumento.
Las horas extras tienen carácter salarial por ley, por lo cual si el trabajador
hace o no habitualmente horas extras es irrelevante, siempre inciden en el
cálculo.
Se suman todas las horas extras del período (en día hábil por un lado y
en día inhábil por otro, ya que su valor será diferente) y se dividen entre el
número de jornales trabajados en el mismo período. Obtenido el promedio
se incorpora en base al valor de la hora extra vigente al inicio de la licencia.
Por entenderse que el viático a forfait tiene una parte que es salarial y
otra es compensatoria de gastos, se deberá estar a los criterios de la
seguridad social y entender como salarial el 50% si el viático es utilizado
dentro del país, o el 25% si es utilizado en el exterior. Estos porcentajes se
toman en cuenta para la base de cálculo del jornal de vacaciones.
16.1.3.4. Propina
Hoy en día ya es firme la posición que sostiene que las sumas pagadas
por concepto de vacaciones tienen naturaleza salarial.
Si una empresa cierra por licencia, ya que se fija para todo el personal
en la misma fecha, y hay trabajadores que ingresaron a mitad del año y no
generaron la totalidad de los días de licencia durante los cuales cierra el
establecimiento, no tendrían derecho a gozar una licencia anual igual al
período de cierre de la empresa por vacaciones.
2 BARGABELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I, Volumen 2 FCU, Montevideo, 3ª edición, 2007,
p. 85.
5 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III, Volumen I, Ediciones Idea, Montevideo,
1988, p. 80.
10 ABELLA de ARTECONA, Martha. “Las prestaciones en especie” en revista Derecho Laboral Tomo XX, Nº
107, p. 443.
12 AJL 76, c. 675, 677, 679, 680, 681, 687, 690, AJL 77, c. 510.
1. Surgimiento
La primera dispuso para todas las licencias que se gozaran a partir del 1º
de enero de 1973, un beneficio equivalente al 60% del jornal líquido de
actividad percibido en el mes de diciembre de 1972, el cual debía ser
abonado al iniciarse la licencia.
La segunda modificó la base de cálculo, estableciendo que el beneficio
sería del 45% del jornal líquido de vacaciones y que el mismo se debía
abonar de acuerdo a las normas sobre licencia.
2. Denominación
3. Concepto
Debe tenerse presente que existe una sentencia aislada del Juzgado
Letrado de Primera Instancia del Trabajo de 4º Turno, que entiende que el
salario vacacional “es una partida no retributiva aunque tenga su origen en
la relación de trabajo”. Asimismo expresa que “El salario vacacional
constituye una prestación de Seguridad Social instituida por el legislador
con la finalidad precisa y delimitada de contribuir para que el trabajador
pueda solventar los gastos que necesite para sus vacaciones… Incluirlo en
el cálculo del aguinaldo, sería hacer generar aportes al B.P.S. al salario
vacacional”.11
Además la citada ley excluye expresamente ciertas partidas, que son: las
habilitaciones o participaciones, las remuneraciones en especie y el propio
aguinaldo, pero nada dice del salario vacacional.
2 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III, Vol. I, Ediciones Idea, Montevideo, 1988,
p. 129.
4 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, Tomo III, Vol. II, Ediciones Idea, Montevideo, 1994,
p.82 y ss.
5 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III Vol. II, ob. cit., p. 205.
6 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo, Tomo I, Volumen 2, FCU, Montevideo, 3ª edición,
2007, p. 170.
8 LARRAÑAGA, Nelson. Derecho Laboral y Seguridad Social en la empresa. AMF, Montevideo, 1ª edición,
2008, p. 92 y ss.
9 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III vol., ob. cit., p. 10.
14 LJU SUMA 128078, Tomo 128, 2003, Sentencia 69/03 de 17 de marzo de 2003. “También deberá pagarse
en forma proporcional la cuota parte del salario vacacional; para ello debe efectuarse una liquidación de la
licencia como si llevara aportes aun cuando la no gozada no los lleva y sobre esa base ha de calcularse el salario
vacacional (ob. cit. p. 101). En este aspecto, entiende Larrañaga Zeni que la determina-ción del jornal líquido (de
vacaciones) debe hacerse siempre, aún tratándose de salario vacacional correspondiente a una licencia no
gozada, por cuanto es de esencia de es-te instituto, la determinación del jornal líquido en to-dos los casos. Debe
destacarse que la ley no hace distin-ciones (entre salario vacacional de licencia gozada y de no gozada), por lo
que el intérprete tampoco puede hacer-las (Reglamentación cit., p. 215 nota 28; Manual cit., p. 111 nota 27)
(sent. N° 449/01; 43/02)”.
Capítulo XXIX. LICENCIAS ESPECIALES EN LA ACTIVIDAD PRIVADA
Eduardo Goldstein y Carolina Panizza
1. Introducción
La ley No. 18.345 establece por primera vez en nuestro país un sistema
de licencias especiales con carácter general para los trabajadores de la
actividad privada ante determinadas situaciones.
2.1. Argentina
El Art. 159 señala que las mismas serán pagas y el 160 que en los casos
de las licencias por nacimiento de hijo, por fallecimiento (literales “c” y “d”
del Art. 158), deberá computarse necesariamente un día hábil cuando el
deceso coincidiera con días, domingo, feriado o no laborable.
En el caso de las licencias por estudio el Art. 161 exige que los
exámenes deben referirse a los planes de enseñanza oficiales o
autorizados por los organismos nacionales, o provinciales competentes.
Además el beneficiario deberá acreditar ante el empleador haber rendido el
examen mediante la certificación correspondiente expedida por el instituto
examinador.
2.2. Brasil
2.3. Chile
El Art. 195 a su vez dispone una licencia especial de cinco días por
paternidad o adopción la que en el primer caso el padre optar a su libre
elección, o desde el momento del parto en cuyo caso la licencia será de
días corridos, o distribuirlos dentro del primer mes desde la fecha de
nacimiento. En el caso de adopción el plazo se computa desde la sentencia
definitiva.
2.4. Paraguay
Así el Art. 53 expresa que los funcionarios del Ente tienen derecho a la
licencia con goce de remuneración según lo establezca la reglamentación
en caso de matrimonio.
Mientras tanto, el Art. 2º dispone que cada Estado miembro debe llevar
adelante una política para fomentar la concesión de licencias especiales a
esos efectos, con la finalidad de la formación profesional de los
trabajadores a todos los niveles, educación general, social y cívica, y
educación sindical.
5.2. Duración
La ley 18.345 había establecido 18 días de licencia por estudio por año
civil. Sin embargo, tras la aprobación de la ley algunos sectores señalaron
que la duración de esta licencia podría generar inconvenientes
principalmente en aquellas actividades en donde la gran mayoría de los
trabajadores son estudiantes. Por este motivo, la ley 18.458, sustituyó el
art. 2 de la ley 18.345 disminuyendo el número de días a otorgar de 18 a 12
como máximo por año civil dependiendo del número de horas trabajadas
por semana.
Por otra parte, si bien razonablemente el trabajador optará por hacer uso
de los días de licencia antes de la prueba, la ley no especifica que esto
deba ser así necesariamente. Por este motivo, el trabajador podría hacer
uso de los mismos antes de la prueba para su preparación o después de
ella para su recuperación física y mental.
5.3. Requisitos
Esta licencia podrá ser utilizada por aquellos que cursen estudios en
Educación Secundaria Básica y Superior, Enseñanza Universitaria, Instituto
Normal, otros similares y de análoga naturaleza pública o privada siempre
que tengan la habilitación del Ministerio de Educación y Cultura20 y aquellos
que realicen cursos de capacitación profesional siempre que estos se
encuentren previstos en convenios colectivos o acuerdos celebrados en el
ámbito de los Consejos de Salarios.
5.4. Justificación
Tras haber hecho uso del beneficio, el trabajador deberá acreditar ante
el empleador haber rendido la prueba o examen, mediante certificado
expedido por el instituto examinador (Art. 4º).
6.2. Duración
Tal como está redactada la ley podría válidamente sostenerse que dados
los efectos de la sentencia (constitutiva del nuevo estado civil del menor
legitimado adoptivamente), en los que caducan sus vínculos de filiación
anterior (salvo los del Art. 91 del Código Civil28) y por ende pasa a
reputarse como si hubiera nacido del matrimonio legitimante con los
derechos y obligaciones inherentes a esa situación jurídica (Art. 149 del
Código), el plazo se cuente desde la sentencia. A mayor abundamiento y a
favor del inicio del cómputo señalado, el “nomen iuris” del Art. 5º de la ley,
habla de “legitimación adoptiva” y esta se consuma con la sentencia, pues
antes de ese acto jurídico no hay (valga el pleonasmo) legitimación
adoptiva “strictu sensu”.
6.3. Justificación
Por último, cabe destacar que debido a la imprevisibilidad del hecho (al
menos en el nacimiento), no se exige ningún tipo de preaviso para ninguno
de los casos.
7.2. Duración
En una primera posición, Goldflus sostiene que como la ley nada dice, el
intérprete no puede distinguir entre días hábiles e inhábiles, por lo cual
estos debe computarse corridos33. De alguna manera esta posición se
sustenta en el apotegma “in claris no fit interpretatio”34.
A su vez, la norma no aclara la forma en que deben gozarse los días por
lo que el trabajador podría hacer uso de los mismos antes o después del
matrimonio siempre que uno de los días coincida con la fecha de
celebración del mismo.
7.3. Preaviso
El segundo párrafo del Art. 6º establece que para poder hacer uso de
esta licencia deberá efectuarse un aviso fehaciente al empleador de por lo
menos treinta días previos a la fecha de celebración, el que podrá reducirse
por razones de fuerza mayor.
Ese preaviso en forma fidedigna tal cual lo exige la ley, debe realizarse
en toda ocasión, porque la disposición está redactada en modo imperativo:
“.....deberán realizar un aviso fehaciente…”37, y sin excepción de especie
alguna.
7.4. Justificación
8.2. Duración
8.3. Justificación
Cabe reiterar que la ley establece que las licencias serán con goce de
sueldo y que las mismas no se descontarán del régimen general de
licencias53. Lo dicho significa además que mientras el trabajador se
encuentra haciendo uso de las mismas, genera los días para su licencia
anual por vacaciones de acuerdo a lo establecido en la Ley Nº 12.590 del
23.12.58.
El Art. 8º, en la redacción dada por la ley 18.458 establece que las
licencias reguladas en él deberán ser gozadas efectivamente no
pudiéndose sustituir por salario o compensación alguna.
11. Irrenunciabilidad
El Art. 4 de la ley 18.458 sustituyó el Art. 8 de la ley 18.345 modificando
el acápite “Orden Público” incluido en al versión original por el de
“Irrenunciabilidad”.
Por otra parte, la ley 18.458 agregó un nuevo artículo a la ley 18.345 en
el cual se prevé expresamente la posibilidad de acordar regímenes más
favorables tanto mediante convenio colectivo como a través de los
Consejos de Salarios. Si bien jurídicamente esto podía realizarse con el
régimen original previsto en la ley 18.345, su inclusión revela la intención
de dar un mayor protagonismo a la negociación colectiva en la
determinación de ciertos aspectos relacionados con estos beneficios.
12. Conclusiones
Por otra parte su instauración, erige una mayor equiparación entre todos
los trabajadores y sitúa estos derechos al alcance de aquellos sectores con
escaso poder de negociación en la materia. Además el hecho de que se
establezca a texto expreso el carácter de mínimo de los beneficios
consagrados, resulta un aporte relevante, ya que constituye una base para
una mejora futura de estos derechos.
2 -Sic- Mensaje de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes de fecha 4.12.07.
4 Leyes Nros. 12.590 del 23.12.58, 13.556 del 26.10.66 y Decreto del 26.04.62.
5 GOLDFLUS, Sandra. “Las nuevas leyes de licencias especiales” en Cuarenta Estudios sobre La Nueva
Legislación Laboral, Grupo de los Miércoles, XXXV aniversario, FCU, Montevideo, 2010, p. 136.
7 “Art. 155. —Retribución. El trabajador percibirá retribución durante el período de vacaciones, la que se
determinará de la siguiente manera: a) Tratándose de trabajos remunerados con sueldo mensual, dividiendo por
veinticinco (25) el importe del sueldo que perciba en el momento de su otorgamiento. b) Si la remuneración se
hubiere fijado por día o por hora, se abonará por cada día de vacación el importe que le hubiere correspondido
percibir al trabajador en la jornada anterior a la fecha en que comience en el goce de las mismas, tomando a tal
efecto la remuneración que deba abonarse conforme a las normas legales o convencionales o a lo pactado, si
fuere mayor. Si la jornada habitual fuere superior a la de ocho (8) horas, se tomará como jornada la real, en tanto
no exceda de nueve (9) horas. Cuando la jornada tomada en consideración sea, por razones circunstanciales,
inferior a la habitual del trabajador la remuneración se calculará como si la misma coincidiera con la legal. Si el
trabajador remunerado por día o por hora hubiere percibido además remuneraciones accesorias, tales como por
horas complementarias, se estará a lo que prevén los incisos siguientes; c) En caso de salario a destajo,
comisiones individuales o colectivas, porcentajes u otras formas variables, de acuerdo al promedio de los sueldos
devengados durante el año que corresponda al otorgamiento de las vacaciones o, a opción del trabajador,
durante los últimos seis (6) meses de prestación de servicios. d) Se entenderá integrando la remuneración del
trabajador todo lo que éste perciba por trabajos ordinarios o extraordinarios, bonificación por antigüedad u otras
remuneraciones accesorias. La retribución correspondiente al período de vacaciones deberá ser satisfecha a la
iniciación del mismo”.
8 Art. 174.
10 Art. 160.
11 El Art. 59 lit. A de la Constitución dispone que las disposiciones relativas a los funcionarios militares,
policiales y diplomáticos, se regirán por leyes especiales. Lo mismo dispone el literal B para los funcionarios del
Poder Judicial y del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, salvo en lo relativo a los cargos de la Judicatura.
También se encuentran excluidos los funcionarios del Tribunal de Cuentas (literal C), Corte Electoral y sus
dependencias (literal D) y Servicios Descentralizados, sin perjuicio de lo que dispongan leyes especiales en
atención a la diversa índole de sus cometidos (literal E).
16 Licencia por adopción de menores (Art. 22), en la forma que determine la reglamentación respectiva.
Licencia por duelo en caso de fallecimiento de familiares (hijos, hijastros, hijos adoptivos o cónyuges, siete días;
padres, padrastros, padres adoptivos, nietos, hermanos o hermanas-tros, cuatro días; tíos, abuelos, suegros,
yernos o nueras o cuñados, dos días (Art. 24). En este caso los días de licencia por duelo incluirán sábados,
domingos y feriados, y no podrán utilizarse en forma fraccionada. En todos los casos primero se deberá dar aviso
al Director o Jefe respectivo dentro del lapso más breve posible. Igualmente los funcionarios serán autorizados
por el superior a retirarse en horas de trabajo si recibiesen noticia del fallecimiento del familiar durante dicho
horario. Por último la causal de licencia por duelo deberá justificarse oportunamente. Licencia por matrimonio
(quince días) –Art. 2Licencia para rendir exámenes o pruebas en Institutos Oficiales o Habilitados en los ciclos de
enseñanza secundaria básica y superior, educación técnica profesional superior, Universidad, Institutos Normales
o postgrados, tendrán derecho a una licencia suplementaria de hasta treinta días hábiles con goce de sueldo,
para rendir sus pruebas o exámenes. Dicha licencia podrá otorgarse en forma fraccionada (Art. 26). Quienes la
soliciten por primera vez deberán justificar estar inscriptos en los cursos respectivos, con el certificado expedido
por la Institución de que se trate. En los años sucesivos deberá acreditarse el haber aprobado por lo menos un
examen, suspendiéndose el ejercicio del derecho a esta licencia en el año posterior a aquél en que no hubiera
cumplido con dicho requisito (Art. 27). Si se comprobare que los funcionarios estudiantes no cumplieron las
condiciones por las cuales se les acordó la licencia suplementaria, se aplicarán los correspondientes descuentos
por inasistencias.
17 El primer proyecto es del 25.04.07 y fue presentado a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara
de Diputados el 12.06.07.
18 En las actas de la discusión parlamentaria se deja expresa constancia de su falta de ratificación por parte
de nuestro país. Sesión del 12.06.07, versión taquigráfica Nº 1083 de 2007 de la Comisión de Legislación del
Trabajo, Carpeta Nº 1737 de 2007.
19 Ver cuadro Anexo con número de días correspondientes a cada sector de actividad.
20 En nuestra opinión la norma abarca tanto a los estudiantes que cursen estudios en la Enseñanza
Secundaria Básica y Superior y Educación Técnico Profesional pública y privada, no aplicándoseles en cuanto a
su autorización la parte final de la norma (habilitación por parte del Ministerio de Educación y Cultura), por tres
razones. La primera es que en esa parte de la ley el legislador no distingue entre instituciones públicas y/o
privadas; la segunda, porque de acuerdo a lo preceptuado por el Art. 68 de la Constitución de la República, “...la
ley reglamentará la intervención del Estado al solo objeto de mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y el
orden públicos” –sic 2º párrafo, por lo que carece de competencia originaria para habilitar institutos de enseñanza
de esa naturaleza. Y tercero quien habilita los institutos de enseñanza privada de esas ramas es el Consejo
Directivo Central (CODICEN) de la Administración de la Enseñanza Pública (ANEP), atento a lo preceptuado por
el Art. 13 Nral. 13º de la Ley Nº 15.739 de Emergencia de la Enseñanza, promulgada el 28.03.85, dictada al
amparo de lo preceptuado por el Art. 204 de la Constitución. En materia de universidades privadas si le compete
al Ministerio de Educación y Cultura la habilitación a institutos privados de ese nivel, atento a lo preceptuado por
los Arts. 3 y 4 del Decreto 308/995 y modificativos (Decreto 33/997 del 05.02.97), que reglamenta el Decreto-Ley
Nº 15.661 del 29.10.84.
21 El mensaje del proyecto de ley del Poder Ejecutivo dispuso que: “...sean las partes quienes, de mutuo
acuerdo, determinen la fecha de goce de la licencias especiales consagradas por la citada norma legal”. Cfr. PLA
RODRIGUEZ, Américo en “El orden público y el Derecho del Trabajo, Teoría y Práctica en Iberoamérica”, en rev.
Derecho Laboral, Nº 119, p. 445, Julio-Setiembre 1980.
24 “Artículo 624.- Los becarios y pasantes sólo tendrán derecho a una licencia por hasta treinta días hábiles
anuales por estudio, que se prorrateará al período de la beca y pasantía si fuera inferior al año, de licencia
médica debidamente comprobada, de licencia maternal y de licencia anual. Será causal de rescisión del contrato
haber incurrido en cinco o más faltas injustificadas por año”.
25 “Por estudio - El trabajador tendrá derecho a 6 días de licencia con goce de sueldo, por estudio con el fin
de rendir exámenes, siempre que presente el calendario con una antelación mínima de 2 semanas y pidiendo
como máximo 2 días por examen. Asimismo los días por exámenes deben rendirse para carreras terciarias o de
administración de empresas dictadas por la Universidad del Trabajo del Uruguay. El trabajador contará con este
derecho el primer año de aplicación, adquiriéndolo para el segundo y sucesivamente con un mínimo de dos
exámenes aprobados el año anterior”.
26 El proyecto originario establecía que: “...comprenderá el día del nacimiento y los dos hábiles siguientes”. El
destacado es de nuestra autoría.
35 GOLDSTEIN, Eduardo y PANIZZA, Carolina. “La nueva ley de licencias especiales para los trabajadores
de la actividad privada”, rev. Derecho Laboral Nº 231, Montevideo, FCU, Jul. –Set. 2008 pág. 650
36 Diccionario de la Real Academia Española. Vigésima segunda edición, Editorial Espasa Calpe, S.A.,
Madrid, 2001
38 El Art. 32 de la Ley Nº 16.104 del 23. 01.90 otorga una licencia de quince días para los funcionarios que
contraigan matrimonio a contar de la fecha del acto de su celebración.
40 Ley de Contrato de Trabajo Nº 20.744 (Texto ordenado por Decreto 390/1976 del 13.05.76), Art. 158 lit. b.
41 Código de Trabajo (Ley Nº 213 promulgada el 29.10.93 y que deroga el Código homónimo de 1961), Art.
62 lit. J
45 CABANELLAS, Guillermo. “Repertorio jurídico”. Editorial Heliasta S.R.L., Argentina, 1992, p. 245.
49 A vía de ejemplo el Convenio del Grupo 12 “Hoteles Restoranes y bares” – Subgrupo 3 del 28.09.06
53 Art. 1º.
55 PLA RODRIGUEZ, Américo en “El orden público y el Derecho del Trabajo, Teoría y Práctica en
Iberoamérica” en rev. Derecho Laboral Nº 119, p. 445, Julio – Setiembre 1980.
1. Introducción
El problema más relevante de todo ello es que los pagos efectuados sin
carácter contraprestativo y sin voluntad empresarial de otorgarle condición
remunerativa no podrán considerarse remuneraciones. Aquí, el empresario
realiza el pago en atención a un motivo distinto a la prestación del servicio,
ya que ella nunca existió. Piénsese, por ejemplo, en el trabajador que
recibe un pago desprovisto de carácter remunerativo, esto es, sin voluntad
empresarial de reconocerle carácter salarial, durante el mes que éste dejó
de asistir a trabajar, sea por cuidar de un pariente cercano o sea por
razones particulares de estudio. No hay remuneración. Aquí, hay que
distinguir dos cosas: de un lado, hay una ventaja patrimonial para el
trabajador que se traduce en un pago de dinero en razón de una causa
externa al contrato de trabajo; mientras, de otro, ese pago de dinero no se
puede considerar remuneración, en la medida que no retribuye la
prestación de servicios ni esta calificación le ha sido otorgada por el
empleador.
Un primer caso, tiene que ver con supuestos en los que la relación
directa con la prestación del servicio aparece un poco escondida. Por
ejemplo, las partes pueden pactar el pago de una indemnización en virtud
de un pacto expreso de permanencia o de exclusividad respecto de su
empresario, alegando que lo que se abona compensa o indemniza los
daños y perjuicios que la restricción de su libertad contractual puede
generar al trabajador. Sin embargo, si se mira bien, estos montos también
pueden estar remunerando la prestación efectiva de servicios. Me explico,
el empleador va a obtener una prestación exclusiva o permanente de parte
del trabajador, con lo cual la misma prestación se valoriza aún más 7. Aquí,
se aplica la vis atractiva de la remuneración. En la duda interpretativa de la
naturaleza de la percepción, la balanza ha de inclinarse por lo salarial.
Paralelamente, un segundo caso, tiene que ver con supuestos en los
que las percepciones económicas entregadas al trabajador no tienen un
motivo específico o el motivo dado es fraudulento. Es aquí, quizá, donde la
vis atractiva opera con todo su poder. Por ejemplo, yo le entrego
determinada cantidad de dinero a un trabajador sin especificar el por qué
de este acto. Alguien podría decir que ello se encuadra en un acto de
liberalidad o de regalo, no obstante, en Derecho del Trabajo la teoría del
acto gratuito es de aplicación restrictiva8. En el contrato de trabajo juega
una presunción de onerosidad de cualquier percepción económica, lo que
obliga al empleador a sustentar en algún motivo su acto de liberalidad. De
este modo, el problema que se plantea es: ¿por qué razón se entregó esa
cantidad de dinero? Aplicando la vis atractiva de la remuneración, se
presumirá que esta entrega se produjo a cambio del servicio prestado (se
incluirá como parte del salario base)9. De otro lado, si el trabajador prueba
que la causa de la entrega que alega el empresario es fraudulenta, también
se reconocerá carácter remunerativo a la percepción. En caso el trabajador
logre probar que la causa que alegó el empresario es ilícita, nuevamente
no habrá causa y se reconocerá como remuneración. Aquí, me parece que
no opera solamente la vis atractiva, sino la declaración de fraude de ley.
Existen otros ingresos del trabajador, otorgados por ley expresa, que no
cumplen el requisito de retribuir directamente la prestación de servicios. Sin
embargo, en estos casos, es necesario que el propio legislador les
reconozca naturaleza remunerativa, para que sean considerados como
tales.
4. Percepciones no remunerativas
En principio, queda claro que todo lo excluido del concepto legal será
una percepción no remunerativa, salvo que una ley diga lo contrario. El
problema es que, a pesar de la claridad de lo que se dice, muchas veces
las fronteras entre lo remunerativo y lo no remunerativo es bastante difuso.
Hay que dejar sentado, que muchas veces un traslado del trabajador
conlleva un alejamiento de su vivienda, lo cual implica que una cosa será la
indemnización por el traslado en sí mismo (gastos de traslado de bienes y
enceres familiares a una nueva vivienda o pago de alquiler de una nueva
vivienda para el trabajador y su familia26) y otra muy distinta la
indemnización o compensación por los mayores gastos de transporte. No
obstante, en ambos casos estaremos ante conceptos no salariales, cuyo
móvil de atribución es ajena a la prestación de servicios efectivos del
trabajador. Con mayor razón, los trabajadores que son trasladados al
extranjero (normalmente, a filiales de los grupos de empresas para los que
trabajan), también reciben el llamado “paquete de expatriación”. Este
paquete consiste en bonificación de expatriación, de ajuste al costo de
vida, gastos de traslado de ida y vuelta, vivienda, gastos médicos,
educación para los hijos, etc.
Sólo habría que indicar dos cosas sobre este concepto extrasalarial: de
un lado, desde el punto de vista de la cuantía, debe existir una
razonabilidad entre los gastos ocasionados por el traslado y la
compensación pagada; y, de otro, desde el punto de vista temporal, debe
ser pagado de manera inmediata al momento en que se produce el gasto,
puesto que si la compensación se paga de modo periódico, o acaso
extendido en el tiempo, el monto de la indemnización por traslado se podrá
transformar en partida salarial.
Ésta bien puede ser una fórmula de “cláusula de cierre” que responde a
la delimitación conceptual de la remuneración. Toda percepción que se
realice con una causa de atribución que no guarde relación directa con la
prestación del servicio, no tendrá carácter remunerativo. Obviamente, no
entran en este supuesto, como ya se dijo, las percepciones sin causa de
atribución o aquellas cuya causa de atribución es fraudulenta, pues en
estos casos existen ingresos remunerativos.
5. Estructura de la remuneración
a) El destajo
b) La comisión
En esta línea, antes de iniciar la labor deben quedar claras dos cosas.
Primero, ¿cuál será el rendimiento mínimo exigible? ¿Cuántas obras ha de
cumplir el trabajador para cumplir con el mínimo de diligencia contractual?
Segundo, ¿cuál será el valor de cada obra?
APÉNDICE
Salario
1. Concepto y naturaleza
1.1. Concepto
Analizamos:
1) Ventajas económicas: no es necesario que sea una cantidad de
dinero; basta que el trabajador obtenga un beneficio susceptible de ser
evaluado en dinero;
3. Morfología
4. Prestaciones en especie
4.2. Vivienda
4.4. Vestimenta
Plá distingue:
4.5. Transporte.
Se trata de sumas fijas o variables siempre que sean una forma estable
y ordinaria de remuneración y que se pague como retribución de los
servicios.
5.1. Viáticos
Para el BPS los viáticos a forfait aportan por el 50% si se refieren a una
actividad realizada en el país o el 25% si en el exterior. Eso es así porque
el BPS presume que parte de ese viático (50% o 25%) es remuneratorio,
tiene carácter salarial.
5.3. Propinas
La ley 16.713 establece que se gravan las propinas sobre fictos, salvo el
caso de los profesionales de los Casinos del Estado y Municipios que se
grava en su totalidad.
5.4. Comisiones
5.6. Gratificaciones
1 Para Javier NEVES, “el trabajo es productivo, y por ello, regulado por el Derecho del Trabajo, cuando se
encamina a reportar un beneficio económico, de cualquier magnitud, a la persona que lo realiza. Dicho en otras
palabras, quien cumple la labor espera obtener de ella un provecho económico, significativo o no, aunque
también tenga otras aspiraciones” (NEVES MUJICA, Javier. Introducción al Derecho del Trabajo. Fondo Editorial
PUCP, Lima, 2009, p. 19).
2 En este caso, la remuneración existirá sin importar que haya sido entregada materialmente o no. Si se ha
entregado materialmente al trabajador no habrá inconveniente. Si, por el contrario, no se ha entregado
materialmente, el juez exigirá al empresario la entrega de la remuneración que se ha dejado de abonar.
3 Así, lo ha puesto de manifiesto CRUZ VILLALON, Jesús. “El régimen jurídico del salario como instrumento
de política económica” en AAVV. La reforma de la legislación laboral. Sevilla, Universidad de Sevilla, 1997, p. 87.
4 No se puede descartar aquí, que junto al mercado pueden jugar otras variables tal como sucede con la
arbitrariedad del empresario. Normalmente se dice que la ley del mercado regula los salarios, pero nadie ha
podido demostrar hasta ahora la existencia de esta ley y menos aún se ha podido demostrar que la presunta ley
excluye cualquier tipo de arbitrariedad por parte del empresario.
5 Usualmente, a estas partidas salariales se les denomina complementos. Sobre el particular, ALBIOL
MONTESINOS, Ignacio. El salario, aspectos legales y jurisprudenciales. Deusto, Bilbao, 1992, p. 85 ss.
6 Sobre el particular, GARCIA NINET, José Ignacio y GARCIA VIÑA, Jordi, “El salario” en AAVV. Salario y
tiempo de trabajo en el Estatuto de los Trabajadores. CEF, Madrid, 2005, p. 105 ss.
7 En el mismo sentido, CRUZ VILLALON, Jesús. Estatuto de los trabajadores comentado. Tecnos. Madrid,
2003, p. 500.
8 MATORRAS DIAZ-CANEJA, Ana. Las percepciones extrasalariales (estudio del régimen laboral, fiscal y de
la seguridad social). McGrawHill, Madrid, 1999, p. 295.
9 Es por esta razón, que los pagos sin destino específico ya no serán reembolsables. Al convertirse en
remuneración pasarían inmediatamente a remunerar la labor. Sólo podrá reembolsarse la remuneración cuando
el empleador prueba que ha existido un error de cálculo en la liquidación de la remuneración del trabajador (DIEZ
PICAZO, Luis y GULLON, Antonio. Sistema de derecho civil. Tecnos, Madrid, 2005, p. 488). El error no genera
derecho.
10 Quizá aquí, vale la pena señalar que el juez habrá de estar muy atento a cualquier intento fraudulento o
abusivo del empresario. Si bien no se exige que el empresario deba reconocer naturaleza salarial a los montos
que entrega a sus trabajadores en razón de un permiso para no laborar efectivamente, tampoco se puede admitir
que esta exclusión de la remuneración sea arbitraria. Por ejemplo, no se puede admitir que solo a una persona
se le niega el derecho a gozar de una licencia con goce de remuneraciones, cuando a los demás trabajadores sí
se les otorga tal derecho. En este caso, el trabajador tendrá que probar que hay una motivación fraudulenta que
explica la acción del empresario.
11 Para una opinión en el mismo sentido, CAMPS RUIZ, Luis Miguel. “Arrendamiento de vivienda y contrato
de trabajo” en Actualidad Laboral, nº 10, marzo 1996, p. 260. Aquí, quizá la discusión podría girar en torno al fin
productivo, o finalidad económica, que tiene el trabajo de la persona que se dedica estas labores de limpieza.
Eso sí, descartado que la labor se base en cualquier móvil de ocio, altruismo o recreativo, deberá exigirse el
salario correspondiente. Entiéndase, no es necesario que quien limpia el edificio tenga que vivir en él. Ahora bien,
la relación que el pago en especie (cesión de vivienda en el edificio) puede tener con la prestación de trabajo, se
ha calificado de distintas formas. Algunas veces se ha dicho que el valor de la vivienda remunera la misma labor
del trabajador, mientras en otros casos se ha dicho que se puede tratar de un complemento por puesto de trabajo
(interés del empresario de tener cerca de su trabajador o también llamada bonificación por disponibilidad). No
obstante estos argumentos, la jurisprudencia peruana ha tomado derroteros distintos. En un caso, la Corte
Suprema ha resuelto que ni siquiera un pago por concepto de vivienda puede considerarse remuneración, porque
siempre será una condición de trabajo. Señala esta sentencia que “la asignación por concepto de vivienda
abonada por la emplazada tiene la calidad de condición de trabajo independientemente de su permanencia y
regularidad en el tiempo, no sólo por su naturaleza condicionada sino también por su finalidad al ser una forma
de compensación que otorga la demandada a aquellos trabajadores cuyo domicilio se encuentra fuera de la
localidad de Tumán para facilitar el cumplimiento de su débito laboral...” (Considerando Octavo de la sentencia
de la Corte Suprema peruana que resuelve la casación interpuesta por la Empresa Agroindustrial Tumán, de 17
Agosto de 2005). Repárese que en atención a los mismos argumentos del considerando trascrito, la solución
debió ser la inversa. Me explico, la empresa no está compensando nada, porque la contratación de sus
trabajadores se hizo a sabiendas de la distancia de sus domicilios a Tumán, sino que está retribuyendo la mayor
disponibilidad de los trabajadores. Con la asignación por concepto de vivienda, el interés del empresario es
acercar más a sus trabajadores al centro de trabajo. La mayor disponibilidad del trabajador es un complemento
remunerativo y no una condición de trabajo.
12 BAYON CHACON y PEREZ BOTIJA. Manual de derecho del trabajo. Vol. I, tercera edición, Madrid, 1962,
p. 419.
13 Sobre los posibles abusos que se producen en el pago del salario en especie, ORGANIZACIÓN
INTERNACIONAL DEL TRABAJO. Los salarios. Ginebra, OIT, 1983, p. 114.
14 Por ejemplo, no se debe admitir que un empresario pague la liquidación de remuneraciones y beneficios
sociales con una máquina industrial que sólo tiene uso empresarial. Aquí, el uso y beneficio personal o familiar
del salario es bastante dudoso. Incluso, una conducta de este tipo debería reputarse como un comportamiento
abusivo por parte del empresario.
15 Quizá se podría admitir como válida, por ser accesoria, la modificación de porcentajes mínimos en la
proporción remuneración en dinero/remuneración en especie. El juez, en cada caso concreto, podría admitir
ajustes mínimos en los porcentajes, pero nunca se podrá variar completamente el medio de pago (de dinero a
especie o viceversa).
16 La crítica a la concepción contraprestativa o conmutativa viene de mucho tiempo atrás, en cuanto pretende
separar al trabajador de su fuerza de trabajo a efectos de cuantificar esta última como un bien cualquiera. Hay
que tener presente que el trabajador, mediante el contrato de trabajo, no cede bienes, sino energías que emanan
de sí mismo. Por ello, la persona del trabajador está íntimamente unida al contrato laboral. Y es esta
personalidad del trabajador, precisamente, la que debe protegerse y promoverse en bien de su desarrollo social,
familiar y cultural. En este sentido, el profesor Emilio BETTI ha llegado a afirmar que el contrato de trabajo no
sólo supone una relación de intercambio económico, sino además de cooperación personal con su contraparte
contractual. Ha señalado que “la cooperación personal de trabajo, en la que erróneamente, por la concepción
materialista del capitalismo burgués, se quiere ver un cambio entre actividad de quien presta su trabajo y la
retribución dada por el patrono, como si el trabajo fuese una mercancía y no una aportación espiritual de la
persona. Esta cooperación se encuentra en todos los contratos de trabajo...” (BETTI, Emilio. Teoría general de
las obligaciones. Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, tomo II, p. 108).
17 VIDA SORIA, José, MONEREO PEREZ, José Luis, MOLINA NAVARRETE, Cristóbal. Manual de derecho
del trabajo. Comares, Granada, 2006, cuarta edición, p. 507.
18 FERNANDES AVILES, José Antonio. Configuración jurídica del salario. Comares, Granada, 2002, p. 405.
19 Precisamente, la desmercantilización del contrato de trabajo supone “que el bienestar de los individuos no
dependa enteramente o de forma principal del mercado” (MONEREO PEREZ, José Luis. Derechos sociales de la
ciudadanía y del ordenamiento laboral. CES, Madrid, 1996, p. 165).
21 MARTINEZ EMPERADOR, Rafael. “La nueva regulación del salario” en AAVV (dirigidos por Efrén Borrajo),
La reforma del estatuto de los trabajadores, en especial: El nuevo régimen jurídico del salario. Editorial Revista
de Derecho Privado, Madrid , 1994, tomo I, volumen I, p. 37- 38.
22 En este sentido, si la condición de trabajo no ha sido entregada al trabajador (vg. uniforme), tampoco se
puede exigir el pago de aquella (Sentencia de la Corte Suprema peruana en la Casación 165-98, de fecha 1 de
febrero de 2000, en el caso seguido contra el Banco de la Nación) . No se puede exigir, en tanto no hay gastos
en los que haya incurrido el trabajador. Sólo si el trabajador hubiera comprado el uniforme, para prestar su labor,
el empresario está obligado a devolver el monto del gasto.
23 FERRO DELGADO, Víctor. “El concepto de remuneración” en Asesoría laboral, Lima, Octubre de 1998, p.
14. La jurisprudencia peruana también ha considerado como condición de trabajo la vivienda entregada a
guardián o vigilante. Las Salas Laborales de la Corte Superior de Lima han resuelto que “de acuerdo con el
criterio de las salas laborales, no existe contrato laboral, ni es equiparable a una relación de trabajo el uso de la
vivienda sin pago de merced conductiva a cambio de actividades de vigilancia o guardianía” (Exp. 4004-95-BS,
publicada en Asesoría Laboral, diciembre 1998, p. 32). No estoy de acuerdo con esta postura jurisprudencial, en
la medida que lo que debe primar es la finalidad con la que se entrega la vivienda. La vivienda, en este caso, no
es una herramienta para realizar la labor, que sólo beneficia a la utilidad empresarial. La vivienda, por el
contrario, en el caso de guardianes o vigilantes beneficia al trabajador desde el momento que constituye una
ventaja patrimonial.
24 MATORRAS DIAZ-CANEJA, Ana. Las percepciones extrasalariales (estudio del régimen laboral, fiscal y de
la seguridad social). Mc Graw Hill, Madrid, 1999, p. 96- 97.
25 Quedan muchas dudas, en caso se entregara un vehículo como compensación por los gastos de
transporte. La descompensación patrimonial entre los gastos de transporte en los que se podría incurrir y el costo
del préstamo de un vehículo de la empresa, permitiría negar la existencia de una real compensación por los
gastos de transporte. El valor de transporte irrazonable, convertiría la entrega del vehículo en un salario en
especie.
26 Obsérvese, en este caso, la cesión de vivienda al trabajador, o acaso una ayuda para el pago del alquiler,
no sería ni un pago en especie ni una condición de trabajo, sino simplemente un pago compensatorio por los
daños infringidos a su patrimonio como efecto de la decisión empresarial tomada.
28 MATORRAS DIEZ-CANEJA, Ana. Las percepciones extrasalariales (estudio del régimen, laboral, fiscal, y
de la seguridad social). McGrawHill, Madrid, 1999, p. 314.
30 MONEREO PEREZ, José Luis. “La estructura del salario” en AAVV (dirigidos por Efrén Borrajo). La
reforma del estatuto de los trabajadores, en especial: El nuevo régimen jurídico del salario. Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1994, tomo I, volumen I, p. 131.
31 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Instituciones del Derecho Laboral. Gaceta Jurídica, Lima, 2004, p. 273.
32 CRUZ VILLALON, Jesús. “El régimen jurídico del salario como instrumento de política económica” en
AAVV (coordinada por Ricardo Escudero). Reforma de la legislación laboral, Junta de Andalucía, Sevilla, 1997, p.
99.
33 ARCE ORTIZ, Elmer. Derecho Individual del Trabajo en el Perú. Palestra, Lima, 2008, p. 376.
34 No se puede olvidar que los conceptos no remunerativos siempre tendrán una causa de atribución
específica, que será la que sirva de marco en la determinación de su cuantía.
35 MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del trabajo. Tecnos, Madrid, 2002, vigésima tercera edición, p.
374.
36 Se ha señalado que “no basta que el trabajador esté presente en su puesto de trabajo, al pesar sobre él el
deber de rendimiento en su conexión con el deber de diligencia”. (Cfr. MARTIN VALVERDE, Antonio,
RODRIGUEZ-SAÑUDO GUTIERREZ, Fermín y GARCIA MURCIA, Joaquín. Derecho del trabajo. Tecnos,
Madrid, 2002, p. 599).
37 VIDA SORIA, José, MONEREO PEREZ, José Luis y MOLINA NAVARRETE, Cristóbal. Manual de derecho
del trabajo. Comares, Granada, 2006, p. 519.
38 De ahí que, se deba admitir que el derecho de pago originado en la conclusión del negocio, no permite que
el riesgo del negocio recaiga sobre el trabajador. Si el negocio se concluyó, se produce la venta por ejemplo, el
trabajador comisionista no perderá su comisión por frustración posterior del negocio, salvo que la causa de la
frustración sea imputable sólo a él.
40 A este sistema, que al igual que el destajo puro, toma en cuenta la unidad de obra como módulo o criterio
para determinar la cuantía de la remuneración, RODRIGUEZ DE LA BORBOLLA lo ha denominado “salario a
rendimiento” (Sobre el particular: El salario a rendimiento. Sevilla, Publicaciones de la Universidad de Sevilla,
1975, p. 81- 82).
42 MONEREO PEREZ, José Luis. “La estructura del salario” en AAVV (dirigidos por Efrén Borrajo). La
reforma del estatuto de los trabajadores, en especial: El nuevo régimen jurídico del salario. Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1994, tomo I, volumen I, p. 131.
El monto del salario mínimo puede ser fijado de diversas maneras: por
parte del Estado, por organismos creados a ese fin, por convenios
colectivos, etc.3. Pero lo que debe quedar en claro desde un inicio, es que
no todas las naciones optan por un sistema de fijación expreso. Algunas lo
dejan absolutamente librado a la negociación colectiva, como es el caso de
Alemania, y esta opción también constituye un sistema de fijación de
salarios.
A. Legislación.
La ley 18.566 introduce una novedad, que esta fijación también pueda
ser realizada por cadena productiva, esto es, por todo el ciclo económico
de una producción específica.
5. Competencias
El artículo 15 de la ley del año 1943 dispone que estos órganos fijarán
los salarios mínimos aplicables a cada categoría, por hora, por jornada, por
semana, por mes o aún por pieza (en este último caso para los
trabajadores destajistas). Es decir, que no es preceptivo que se acuerde
una sola forma de pago.
Fijación de categorías:
Para fijar salarios mínimos, existe lo que puede denominarse como una
competencia previa: la de describir las categorías por rama de actividad a
las cuales van a aplicar los salarios. La ley dispone que en cada Consejo
(en los hechos esto lo hará cada sub grupo de actividad, capítulo o unidad
de negociación). una vez constituido y dentro del plazo que en cada caso
se establezca: “...hará la clasificación por profesiones y categorías de los
trabajadores que integran el grupo respectivo...” la cual deberá ser tomada
como base para fijar los salarios mínimos de cada grupo y sub grupo.
Esto importa una primera solución: los sub grupos o en el caso que
corresponda los capítulos, son creados por cada Consejo, no requiriendo
autorización del Consejo Superior Tripartito ni decreto que los convalide.
Desde nuestro punto de vista, una vez creado corresponde darle noticia al
Consejo Superior Tripartito a efectos de que mantenga actualizada la
nómina de grupos y subgrupos que componen los Consejos.
En los hechos, ese fue el método que se utilizó hasta la sanción de la ley
18.566. Se hacía un llamado por parte del Gobierno a todas las
organizaciones de empleadores y trabajadores (sin ninguna clase de
restricción) a efectos que se postularan aquellas que se consideren
suficientemente representativas en cada rama de actividad, para que se les
adjudicara la titularidad en cada uno de los diferentes grupos. Realizadas
las postulaciones el Poder Ejecutivo decidía a quien consideraba más
representativo, siguiendo las pautas que preveía tanto la legislación
internacional como la nacional. Así veíamos que la ley 13.556 hablaba que
la organización más representativa era la que resultaba de los siguientes
criterios: a) la que arroje el resultado de las elecciones de los Consejos de
Salarios, Cajas de Asignaciones Familiares u organismos análogos, b) la
antigüedad, continuidad e independencia de la organización28.
Hemos señalado que la ley 10.449 permite crear sub grupos dentro de
los grupos (sub consejos en la terminología de la norma). Estos sub grupos
no requieren para su constitución e instalación de ratificación por parte del
Poder Ejecutivo.
14. Convocatoria
En las rondas que se realizaron en los años 1985 a 1990 como las
cumplidas desde el año 2005 en adelante, el Poder Ejecutivo hizo caso
omiso a la disposición e inicialmente no fijaba un plazo para que los
Consejos concluyeran sus actividades. Simplemente esperaba el
desenvolvimiento de la negociación y al comenzar a aparecer una parte
importante de resultados, anunciaba la finalización.
16. La negociación
El espacio de tiempo que transcurre entre el inicio de las actividades de
los Consejos y su conclusión puede identificarse como “el proceso de
negociación”.
La ley 10.449 impone ciertas pautas que deberán ser tenidas en cuenta
al momento de fijar los salarios mínimos. Para estos deberá considerarse:
a) las condiciones económicas del lugar o del país; b) el poder adquisitivo
de la moneda; c) la capacidad o calificación del trabajador; d) la
peligrosidad de las tareas que desempeña para la salud del trabajador; y e)
el rendimiento de la empresa o grupo de empresas.
Sobre esta base, el laudo del Consejo culmina siendo el “fallo” que emite
el órgano a la finalización de su tarea. Pero a partir de 1985, cuando
aparece por primera vez una fuerte intervención del Poder Ejecutivo en la
negociación salarial por motivos económicos, se abandona esta práctica
siendo sustituida por la denominada “homologación” del acuerdo.
Al sancionarse la ley 18.566, se vuelve a la práctica de emitir laudos, sin
necesidad que el Ejecutivo los homologue. Sobre este punto el inciso
tercero del nuevo artículo 5º de la ley 10.449 (en redacción conferida por el
artículo 12 de la ley 18.566) se advierte: “Las decisiones de los Consejos
de Salarios surtirán efectos en el respectivo grupo de actividad una vez que
sean registradas y publicadas por parte del Poder Ejecutivo”.
Pero la entrada en vigor del artículo 17 de la ley 18.566 dispuso que: “La
vigencia de los convenios colectivos será establecida por las partes de
común acuerdo, quienes también podrán determinar su prórroga expresa o
tácita y su forma de denuncia”. Si bien el artículo se encuentra en sede de
negociación colectiva bipartita consideramos que se extiende a la
negociación colectiva por rama de actividad o de Consejos de Salarios.
22. Efectos
Debe tenerse presente que este recurso no tiene efecto suspensivo 44. El
Poder Ejecutivo decidirá dentro del término de treinta días, transcurrido
este plazo sin que este se pronuncie quedará firme la decisión del Consejo
de Salarios.
NOTAS
1 PALOMEQUE, Manuel Carlos y ALVAREZ de la ROSA, Manuel. Derecho del Trabajo, 18ª ed., Editorial
Universitaria Ramón Areces, Madrid, 2010, p. 683.
3 ACKERMAN, Mario y colaboradores. Tratado de Derecho del Trabajo, T. III, cit., p. 556.
4 La excepción serían los países del Atlántico Sur (Argentina, Brasil y Uruguay) donde sus organizaciones
sindicales tienen mayor peso y una participación real en el poder social.
5 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. T III, Vol. II. Ediciones Idea, Montevideo, 1994, p.
113 y ss. BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. T 1, Vol. 2, 3ª ed. actualizada con la colaboración
de Daniel Rivas. FCU, Montevideo, 2007, p. 145. ERMIDA URIARTE, Oscar. Naturaleza de los laudos de los
Consejos de Salarios y su relación con los convenios colectivos, en AA.VV., Los Consejos de Salarios, una
mirada actual. FCU, Montevideo, 2004, p. 86. LOUSTAUNAU, Nelson. Consejos de Salarios. FCU, Montevideo,
2010, p. 27 y ss.
6 PALOMEQUE, Manuel Carlos y ALVAREZ de la ROSA, Manuel, Derecho del Trabajo, ob. cit., p. 687.
7 A partir del corriente año el Poder Ejecutivo fija también el salario mínimo nacional, pero dando
cumplimiento a lo dispuesto en el Convenio Internacional Nº 131, lo hace previa consulta a las organizaciones de
empleadores y trabajadores más representativas. Consulta que se formaliza en el ámbito del Consejo Superior
Tripartito conforme lo dispone la ley 18.566.
8 WALKER ERRAZURIZ, Francisco. Derecho del Trabajo y Relaciones del Trabajo. Ediar – Conosur Ltda.,
Santiago de Chile, 1989, p. 406.
10 No es el caso de Uruguay donde en la actualidad la tasa de sindicalización supera el 25% (veinticinco por
ciento) de los trabajadores.
11 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. “La convocatoria de los Consejos de Salarios”, en AA.VV, Los Consejos de
Salarios una mirada actual, cit., p. 72.
12 Informe RELASUR. Las relaciones laborales en Uruguay. OIT. Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de
España. FCU, Montevideo, 1995, p. 156.
13 La técnica legislativa utilizada en la ley 18.566 no distingue entre competencia y cometido como hubiese
correspondido, no asignándole a cada término el significado que en Derecho Público poseen, por lo cual nos
tomaremos la libertad de manejarlos indistintamente, casi como sinónimos.
14 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho laboral, ob. cit., T. III, Vol. II, pág. 135.
15 DE FERRARI, Francisco. Derecho del Trabajo. V. IV, 2ª ed.. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1971, p.
44.
16 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho laboral, ob. cit., tomo III, Vol. II, cit., p. 135.
17 A modo de ejemplo vemos el contenido de la cláusula cuarta del convenio colectivo celebrado el día 12 de
noviembre de 2009 en el Consejo de Salario Nº 19 – Servicios profesionales, técnicos especializados y aquellos
no incluidos en otros grupos – Sub Grupo Nº 3 – Personal de edificios con independencia del régimen jurídico en
que se encuentren. Allí se acordó: “Sin perjuicio del mínimo salarial establecido en el artículo anterior, ningún
trabajador del sector podrá percibir un incremento al 1º de julio de 2009 inferior al 6,97% ...”.
18 ERMIDA URIARTE, Oscar. “El impacto de las dificultades económicas de la empresa sobre las condiciones
de trabajo” en rev. Derecho Laboral Tomo XXXIV, Nº 164, octubre diciembre 1991, Montevideo, p. 628 y ss.
19 Sobre los resultados de las primeras experiencias de aplicación de la ley véase: BAJAC, Laura. “La
reglamentación de la licencia sindical en los Consejos de Salarios” en rev. Derecho Laboral, Tomo L, Nº 226,
abril junio 2007, p. 377 y ss.
20 MANTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo y otros. Protección y promoción de la libertad sindical – curso
sobre la ley 17.940. FCU, Montevideo, 2006, pág. 166.
21 Ver el desarrollo de esta posición concordante con lo sostenido por BARBAGELATA, Héctor-Hugo en:
LOUSTAUNAU, Nelson. La jurisdicción del trabajo. FCU, Montevideo, 2007, p. 42 y ss.
24 En efecto siguieron sesionando los de transporte, salud (ya que en ellos se manejaban tarifas públicas) y
construcción por el impacto que tenía sobre la obra pública y la inflación.
27 El documento puede ser consultado en rev. Derecho Laboral Tomo XLVIII, Nº 218, abril junio de 2005,
FCU, Montevideo, p. 319 y ss.
28 En nuestra opinión este aspecto de la ley 13.566 fue derogado por el artículo 14 de la ley 18.566.
29 BARRETTO GHIONE, Hugo. “Innovación y tradición en la ley Nº 18.566: Un corrimiento de las fronteras del
intervencionismo” en rev. Derecho Laboral, Tomo LII, Nº 235, julio setiembre 2009, p. 482.
30 Comparecencia del Instituto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de Derecho de
la Universidad de la República a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes de
fecha 8 de julio de 2009 disponible en www.parlamento.gub.uy C/2159/07.
31 BARBAGELTA, Héctor-Hugo. La convocatoria de los Consejos de Salarios … ob. cit.. ... p. 70.
32 Idem p. 71.
33 BARBAGELTA, Héctor-Hugo. La convocatoria de los Consejos de Salarios … ob. cit. ... p. 74 y ss.
34 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho laboral, Tomo III, Vol II, ob. cit. p. 155.
35 DE FERRARI, Francisco. Derecho del Trabajo, Vol. IV, ob. cit., p. 467.
36 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I, Vol. 2, ob. cit., p. 153.
37 COUTURE, Eduardo J. Vocabulario jurídico. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1976, p. 377.
40 Idem.
41 En la ronda salarial del año 2011 se puede apreciar en uno de los sub grupos del Grupo Nº 8, Industria
metalúrgica.
43 ERMIDA URIARTE, Oscar. Sindicatos en libertad sindical. 2ª reimp. FCU, Montevideo, 1999, p. 41.
Patricia Rosenbaum
1. Surgimiento
El sueldo anual complementario, habitualmente llamado aguinaldo, es regulado y establecido en forma general
en nuestro país mediante la Ley Nº 12.840 de 22 de diciembre de 1960.
Con anterioridad a esta ley, algunas empresas abonaban aguinaldos voluntariamente para fin de año, como un
regalo a sus trabajadores, aplicándose para ello generalmente criterios subjetivos, favoritismos, simpatías
personales, que en definitiva significaban una verdadera distorsión en las relaciones laborales. Dicha partida que
se otorgaba de forma voluntaria, sin carácter obligatorio y ni siquiera para todos los trabajadores de una misma
empresa, en un principio no tenía carácter salarial.
A partir de dicha ley, el aguinaldo o sueldo anual complementario es una partida de naturaleza salarial que el
empleador debe abonar obligatoriamente al trabajador, siempre que exista una relación de trabajo dependiente.
Por lo tanto, tiene la misma protección que el salario base. El artículo 4 de la Ley Nº 12.840 establece que “el
aguinaldo gozará de los mismos privilegios y estará sujeto al mismo régimen legal que el salario”.
Héctor-Hugo Barbagelata apunta que existen diversas posiciones en la doctrina argentina en cuanto a la
naturaleza jurídica del aguinaldo1 .
El artículo 2 de la Ley Nº 12.840 dispone que “por sueldo anual complementario se entiende la doceava parte
del total de los sueldos o salarios abonados por el patrono en los doce meses anteriores al primero de diciembre
de cada año”, es decir, entre el 1º de diciembre de un año y el 30 de noviembre del año siguiente. Asimismo
dispone qué se entiende por “sueldo o salario”, expresando que se considera sueldo o salario “la totalidad de las
prestaciones en dinero originadas en la relación de trabajo que tengan carácter remuneratorio”.
Debe tenerse presente que el aguinaldo no es un decimotercer sueldo igual al último percibido. Esta partida
consiste en la doceava parte del total de los sueldos percibidos por el trabajador en el año, por lo que en el caso
de que existan aumentos de salarios, la doceava parte del total de lo percibido en el año, será una cantidad
inferior al sueldo del mes anterior.
Respecto de la expresión “sueldos o salarios abonados”, la jurisprudencia ha entendido que se entiende tanto
los que debieron pagarse como los que fueron efectivamente pagados.
De acuerdo al artículo 1 de la Ley Nº 12.840, los sujetos beneficiarios del aguinaldo son todos los trabajadores
(empleados y obreros) dependientes de la actividad privada y de las personas públicas no estatales. La amplitud
de la expresión de la Ley permite considerar comprendidos dentro de los beneficiarios a los trabajadores que
prestan servicios como socios en las cooperativas de producción.
Los funcionarios públicos también gozan de este beneficio, el cual está sujeto a una similar regulación jurídica,
por la Ley Nº 12.801 y sus modificativas.
La definición legal nos da los elementos para el cálculo del sueldo anual complementario.
4.1. Monto
El aguinaldo consiste en la doceava parte del total de las retribuciones abonadas en dinero por el empleador
originadas en una relación de trabajo, que tengan carácter remuneratorio.
Por lo tanto, a los efectos del cálculo de la partida, se deberá sumar el total de las retribuciones en dinero
abonadas por el patrono entre el 1º de diciembre de un año y el 31 de noviembre del siguiente y dividirlas por
doce. Esta operación nos dará como resultado el monto nominal del aguinaldo, al cual se le deberán efectuar
luego los descuentos legales correspondientes.
Es necesario tener en cuenta que la Ley Nº 12.840 estableció que el sueldo anual complementario se abonara
en una sola partida anual, pero el Decreto – Ley Nº 14.525 de 25 de abril de 1976 facultó al Poder Ejecutivo a
disponer que el aguinaldo se fracciones en dos etapas (la primera durante el mes de junio y la segunda antes del
20 de diciembre).
Aunque el aguinaldo se abone en forma fraccionada, en dos veces, siempre habrá que dividir por doce, en
cada una de las oportunidades de pago (y no por seis).
La Ley Nº 12.840 al dar la noción de sueldo anual complementario, en el artículo 2, como se ha venido de
expresar, dispone que las partidas que se habrán de tener en cuenta para el cálculo del aguinaldo son todas las
prestaciones en dinero abonadas por el empleador, que estén originadas en la relación de trabajo y que tengan
carácter remuneratorio.
Por ende, que para que una partida sea computada para el cálculo del aguinaldo deben darse las siguientes
condiciones:
Ejemplos de partidas incluidas: jornal de vacaciones, salario vacacional, viático forfait, incentivos, comisiones
sobre ventas, feriados pagos, etc.
A. Las retribuciones en especie, como por ejemplo: alimentación, vivienda, vestimenta, etc., con excepción de
los trabajadores rurales.2
B. Las partidas que no sean abonadas por el empleador, como por ejemplo, las propinas.
C. Las partidas que tengan naturaleza indemnizatoria o compensatoria. De esta manera quedan excluidas las
partidas sujetas a rendición de cuentas, como por ejemplo, los viáticos establecidos contra presentación de
recibos y de cuentas. En cambio, los viáticos a forfait serán partidas incluidas, pero únicamente el porcentaje
considerado salarial y para ello se deberán tomar los criterios utilizados por la Seguridad Social, es decir, un
cincuenta por ciento si el viático es en el país y un veinticinco por ciento si es en el exterior.
D. Los subsidios que sirva la Seguridad Social, como subsidio por maternidad, subsidio por enfermedad,
subsidio por desempleo, asignaciones familiares y subsidio transitorio por incapacidad parcial.3
F. Las habilitaciones o participaciones acordadas sobre los beneficios de las empresas. Estas partidas se
encuentran expresamente excluidas por la Ley Nº 12.840, en su artículo 2.
G. El propio aguinaldo, también excluido por el artículo 2 de la Ley Nº 12.840. En cambio, si la empresa
abonara un aguinaldo complementario, además del aguinaldo legal, ese sí estaría incluido.
En doctrina y jurisprudencia existe consenso en entender que el salario vacacional posee naturaleza salarial,
por lo que el mismo se deberá computar a los efectos del cálculo del aguinaldo.
Hasta 1976 el pago del sueldo anual complementario se efectuaba una sola vez al año, dentro de los diez días
anteriores al 24 de diciembre (entre el 14 y el 23 de diciembre).
Sin embargo, el Decreto-Ley Nº 14.525, facultó al Poder Ejecutivo a disponer que el aguinaldo se fraccione en
dos etapas y tal facultad ha venido siendo ejercida, aprobándose todos los años un Decreto especial que lo
instrumenta, fijando las fechas de pago. El monto es el mismo, pero se paga en dos oportunidades. Dicho
fraccionamiento se ha venido estableciendo de la siguiente manera:
A. Lo generado entre el 1º de diciembre del año anterior y el 31 de mayo del año en curso, podrá pagarse
durante todo el mes de junio.
El sueldo anual complementario deberá tenerse en cuenta a los efectos del cálculo de la indemnización por
despido, ya que integra la “remuneración total de un mes de trabajo”, que es la base de cálculo que se toma en
cuenta para calcular el despido. Se incluirá la alícuota o incidencia del sueldo anual complementario para calcular
el despido, tomando en consideración la doceava parte del aguinaldo.
6. Situaciones especiales
Siempre que un trabajador ingrese a trabajar, salvo que sea un 1º de diciembre o 1º de junio, se le deberá
abonar aguinaldo, en la misma oportunidad de pago que al resto de los trabajadores, pero el mismo consistirá en
una suma prorrateada de acuerdo al tiempo trabajado, siendo evidentemente una cantidad menor. El aguinaldo
en esta situación también se calculará en base a la doceava parte del total de lo percibido. Supongamos que un
trabajador ingresó a trabajar el 1º de octubre, y tiene un sueldo de $ 12.000 mensuales, antes del 20 de
diciembre tendrá derecho a percibir un aguinaldo de $ 2.000. El cálculo sería el siguiente: se suma lo percibido
hasta el 30 de noviembre (en este caso, octubre y noviembre) y se divide por doce.
6.2. Egreso antes del pago del aguinaldo
Si la relación laboral finaliza antes de la oportunidad de pago, deberá abonarse a prorrata el aguinaldo
generado hasta esa fecha, sin importar si la desvinculación se debió a una renuncia, abandono de trabajo,
jubilación o despido, con excepción del despido por notoria mala conducta. Esto se encuentra establecido
expresamente en el artículo 3 de la Ley Nº 12.840.
El recién mencionado artículo 3 dispone que si la relación laboral finaliza por despido por notoria mala
conducta, el trabajador no tiene derecho al cobro de aguinaldo; pierde el derecho a su cobro. Esto solamente se
explica por el origen premial del aguinaldo.
La jurisprudencia es conteste en señalar que si se pagó aguinaldo, aunque no se haya pagado despido, no
existe notoria mala conducta. Es decir que los magistrados toman el pago del aguinaldo como un elemento
adicional para determinar si existió despido por notoria mala conducta.
En ese sentido, Plá Rodríguez entiende que “… es una incongruencia en que incurren muchos empleadores
cuando pagan el sueldo anual complementario y luego discuten la indemnización por despido invocando la
notoria mala conducta. Con toda razón el trabajador podrá aducir que si no existió notoria mala conducta para
privarlo del sueldo anual complementario, tampoco puede existir para hacerle perder la indemnización
correspondiente”4 .
El Decreto 108/007, en su artículo 38, establece expresamente que el empleador está obligado a expedir y
entregar a sus trabajadores el recibo de pago correspondiente en oportunidad de abonar cualquier suma o
remuneración y sea cual sea el sistema de pago utilizado. Por tanto, en cada oportunidad de pago del aguinaldo,
el empleador debe extender un recibo y documentarlo en el mismo como un rubro independiente.
El aguinaldo es materia gravada, puesto que está sujeto al mismo régimen legal que el salario.
Los aportes se hacen en cada una de las oportunidades de pago. El Decreto - Ley Nº 14.525, artículo 2,
facultó al Poder Ejecutivo a establecer que la aportación a los organismos de Seguridad Social correspondiente a
la primera etapa se efectúe conjuntamente con la de la segunda etapa, pero no se ha hecho uso de esta facultad.
Los aportes a la Seguridad Social que deben realizarse sobre el aguinaldo serán entonces, los aportes
patronales y personales jubilatorios, el aporte personal al Fondo Nacional de Salud (FONASA), pero no el
patronal, ya que se encuentra exonerado, y el aporte al Fondo de Reconversión Laboral.
Asimismo el sueldo anual complementario está sujeto a la retención del impuesto a la renta de las personas
físicas (IRPF)5 .
10. Sanciones
La Ley Nº 12.840 establecía que todas las violaciones a la ley serían sancionadas con una multa equivalente
al doble del monto del aguinaldo de cada trabajador.
Esta norma fue derogada tácitamente por el artículo 289 de la Ley Nº 15.903 de 10 de octubre de 1987 que
estableció el régimen de sanciones por infracción de las normas laborales, el cual fue sustituido por el artículo
412 de la Ley 16.736 de 12 de enero de 1996. Las sanciones podían consistir en amonestación, multa y clausura
del establecimiento.
Actualmente se encuentra vigente el Decreto 186/004 de 8 de junio de 2004, que reglamenta el artículo 289 de
la Ley Nº 15.903 y el artículo 412 de la Ley Nº 16.736, relativos a infracciones en materia laboral, calificando a las
infracciones en leves, graves y muy graves y graduándolas de acuerdo a lo establecido en los artículos 12 a 17
del mismo.
NOTAS
1 Dice el autor que “Un sector niega al sueldo anual complementario carácter remuneratorio o retributivo,
sosteniendo que se funda exclusivamente en razones de justicia social. La mayoría de los autores, en cambio, se
reparte entre los que entienden que tendría carácter retributivo, pero no remuneratorio; los que le reconocen
carácter remuneratorio y oneroso, pero lo consideran un premio a la fidelidad y, por fin, los que simplemente lo
ven como una modalidad del pago del salario”: BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del Trabajo. Tomo I, Vol.
2. FCU, Montevideo, 2007, 3ª edición, p. 173.
2 La Ley Nº 13.619 de 10 de octubre de 1967, en su artículo 1, estableció que en caso del trabajador rural, las
prestaciones en especie, por alimentación y vivienda, integran el concepto de salario y se computan para el
aguinaldo de acuerdo a fictos.
3 En caso de maternidad y enfermedad el trabajador recibirá del Banco de Previsión Social, en concepto de
aguinaldo, un doceavo del subsidio (Decreto - Ley Nº 15.084, artículo 15 y Decreto - Ley Nº 14.407, artículo 28).
4 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III, Vol. II. Ediciones Idea, Montevideo, 1994,
p. 207.
1. Introducción
Oportunidad del Pago: Todo empleador deberá pagar los salarios de sus
trabajadores dentro de los plazos siguientes: A) Si el pago es mensual,
dentro de los cinco primeros días hábiles y nunca después de los diez
primeros días corridos del mes siguiente al que corresponda abonar9; B) Si
es quincenal, dentro de los cinco días hábiles siguientes al vencimiento de
la quincena que deba abonarse; C) Si es semanal, al finalizar la respectiva
semana.
La tesis que abona que están prohibidas las multas se basa en que esta
es una forma retención del salario que es contrario al orden público, y que
las retenciones del salario son excepcionales y expresamente establecidas
y enumeradas en la ley 3.299 y posteriores concordantes.
Son los créditos laborales, los únicos a los que no se les suspende el
devengamiento de los intereses (art.64). Conjuntamente con prendas e
hipotecas, pero sólo hasta el límite de la respectiva garantía.
En este caso, el Juez dará ingreso a la solicitud, que deberá contener los
elementos necesarios para la admisión de acuerdo con el artículo 7º. Se
harán las publicaciones con el llamado a acreedores y se notificará
personalmente al deudor. En caso de no presentarse otros acreedores que
los laborales u oposición del deudor, la cesión precaria se transformará en
definitiva. Tanto la cesión precaria como la definitiva podrán otorgarse en
caso de existir otro u otros acreedores que consientan expresamente esta
adjudicación.
Respecto a los créditos que deben quedar cubiertos por esta protección,
el art. 12 repite exactamente la enumeración del art. 6 antes reseñada. Sin
embargo, en este caso, varían en cuanto al período comprendido por la
protección, disminuyendo el mismo en todas las hipótesis. La explicación
de esta disminución sería que:
2 ALONSO OLEA, Manuel. Introducción al Derecho del Trabajo.4ª ed. Edersa, Madrid, 1981, p. 28.
3 Los artículos 53 y 54 de la Constitución rezan que art. 53 “El trabajo está bajo la protección especial de la
ley... y el art. 54 que “La ley ha de reconocer a quien se hallaré en una relación de trabajo o servicio… la justa
remuneración. Existen además de la norma constitucional muchas normas que reglamentan las diferentes
protecciones; la base de todas se puede encontrar en el Convenio Internacional de Trabajo (CIT) 95, ratificado en
el Uruguay por la ley 12.030 de fecha 27/01/1954, el Decreto 108/2007 publicado en el diario oficial del
28/03/2007 resulta fundamental para entender este tema también.
4 Art. 3 del CIT 95. Además prevé que “La autoridad competente podrá permitir o prescribir el pago del salario
por cheque contra un banco o por giro postal, cuando este modo de pago sea de uso corriente o sea necesario a
causa de circunstancias especiales, cuando un contrato colectivo o un laudo arbitral así lo establezca, o cuando,
en defecto de dichas disposiciones, el trabajador interesado preste su consentimiento“. En el Uruguay el decreto
462/1970 de 24 de setiembre de 1970 ya previó la posibilidad del pago con cheques librados contra bancos de
plaza.
7 Artículo 10.- Los trabajadores deberán recibir de sus empleadores en cada oportunidad de cobro de sus
salarios, una constancia de su situación laboral, que deberá contener los datos que establezca la reglamentación.
La omisión en la entrega de esa constancia será sancionada por el Banco de Previsión Social con una multa de
hasta cinco veces el importe del salario mensual del respectivo trabajador, la que se duplicará en caso de
reincidencia. Si se probara fehacientemente que la empresa empleadora realizó una constancia dolosa, sin
perjuicio de las acciones civiles y penales que correspondan, el Banco de Previsión Social le aplicará una multa
de hasta veinte veces el importe del salario mensual correcto. El 50% (cincuenta por ciento) del importe de las
multas previstas en los incisos anteriores corresponderá al trabajador denunciante. La reglamentación
establecerá las pruebas, preferentemente documentales, que deberán acompañarse a las denuncias que se
formulen.
10 Artículo 4º.- Los obreros o empleados actuando por sí o por intermedio de un mandatario, o representados
por el Instituto Nacional del Trabajo y Servicios Anexados, tendrán derecho a reclamar de sus contratistas el
pago de salarios establecidos por la ley o fijados por los Consejos de Salarios, sin perjuicio de poder exigir el
pago indirecto por intermedio del Instituto Nacional del Trabajo y Servicios Anexados o del Juez de Paz del
domicilio del patrono o del lugar de trabajo. Constituye título ejecutivo, para el ejercicio de esta acción, la planilla
de trabajo que acredite los jornales o sueldos acordados al obrero o empleado, conjuntamente con un certificado
del mismo Instituto Nacional del Trabajo y Servicios Anexados que establezca el salario legal o el decretado por
los Consejos de Salarios, que corresponde abonar al obrero o empleado. Por el solo hecho de ser condenado al
pago de salarios de acuerdo con este artículo e independientemente de la sanción administrativa que
corresponda, el patrono o empresario deberá los daños y perjuicios emergentes del no cumplimiento de su
obligación, los que serán fijados por el Juez de la sentencia definitiva, teniendo en cuenta; el número de
familiares a cargo del obrero o empleado perjudicado; el tiempo de trabajo durante el cual el trabajador dejó de
percibir el salario mínimo correspondiente; y la diferencia entre la tasa de los salarios acordados al trabajador
según planilla y la mínima señalada en el certificado, a que se refiere el inciso anterior. En ningún caso, los daños
y perjuicios podrán ser avaluados en más del cincuenta por ciento (50%) del monto total de los salarios debidos,
según la sentencia. Si un empresario o patrono paga a un obrero según una convención, por pieza, después que
el salario mínimo se haya fijado por hora o por día, sin haberse fijado por pieza, será considerado infractor, a no
ser que pruebe que la tasa de salario por él pagada asegura específicamente al obrero el goce del salario
mínimo. Son jueces competentes para entender en los juicios por cobro de salarios, los Jueces de Paz de la
sección del comercio o establecimientos del patrono u oficinas y escritorios de propiedad privada o del lugar del
trabajo. La sentencia del Juez de Paz será apelable en relación y la segunda instancia causará ejecutoria. La
parte del obrero o empleado gozará de auxiliatoria de pobreza de pleno derecho; pero el patrono condenado al
pago de salarios deberá las costas; y aun los costos, si para ello hubiere mérito de acuerdo con el artículo 688
del Código Civil. Esta acción prescribirá al año del día en que el perjudicado dejó de trabajar, o trabajó por última
vez, para el infractor.
13 “En ningún caso se permitirá la aplicación de multas a los obreros ni descuento alguno por retribución de
intermediarios.” Ley N° 9.910, art 1, de Enero 5 de 1940.
15 Sobre este punto ver ROSENBAUM, Jorge y CASTELLO, Alejandro. Aspectos laborales de la ley de
reforma concursal y de reorganización empresarial. Ley 18.387. Ed. FCU, Montevideo, 2010. ROSENBAUM,
Jorge. La protección del acreedor laboral ante la insolvencia del empleador. Amalio Fernández, Montevideo,
1983; Protección de los créditos laborales en caso de insolvencia del empleador. Conferencia Internacional del
Trabajo, 78° reunión, 1991, Informe V (1). Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra; LYON-CAEN, Gérard. Le
Salaire, Droit du Travai., Publiésous la direction de GM Camerlynck. Deuxiéme Edition. Dalloz, París, 1981;
BRONSTEIN, Arturo S. «La protección de los créditos laborales en caso de insolvencia del empleador: Del
Derecho Civil a la Seguridad Social» en Revista Internacional del Trabajo, vol. 106, núm.4, octubre-diciembre de
1987; «La protección de los créditos de los trabajadores en caso de insolvencia del empleador» en El Salario,
Estudios en Homenaje al Prof. Américo Pía Rodríguez. T.II, Amalio Fernández, Montevideo, 1987; MORGADO
VALENZUELA, Emilio. «La protección del salario: antiguas y nuevas necesidades y respuestas» en El Salario.
Estudios en homenaje…,op. cit,
16 ARTICULO 11. 1. En caso de quiebra o de liquidación judicial de una empresa, los trabajadores empleados
en la misma deberán ser considerados como acreedores preferentes, en lo que respecta a los salarios que se les
deba por los servicios prestados durante un periodo anterior a la quiebra o a la liquidación judicial, que será
determinado por la legislación nacional, o en lo que concierne a los salarios que no excedan de una suma fijada
por la legislación nacional.2. El salario que constituya un crédito preferente se deberá pagar íntegramente, antes
de que los acreedores ordinarios puedan reclamar la parte del activo que les corresponda. 3. La legislación
nacional deberá determinar la relación de prioridad entre el salario que constituya un crédito preferente y los
demás créditos preferentes.
17 Como bien lo señala Mario GARMENDIA en “Las nuevas tendencias para la protección de los créditos
laborales en caso de insolvencia del empleador” en revista Derecho Laboral Nº 181 p. 48 y ss.
18 En el Código de comercio Art. 1732. La primera clase de créditos personales privilegiados comprende los
que nacen de las causas que aquí se enumeran: 1º Las costas y costos judiciales en el interés común de los
acreedores y de los gastos de administración durante el concurso. 2º Los gastos funerarios, si la declaración de
quiebra ha tenido lugar después del fallecimiento. Si la muerte del fallido es posterior a la declaración de quiebra,
sólo tendrán privilegio si se han verificado por el Síndico con autorización de la junta de vigilancia. 3º Los gastos
de la enfermedad de que haya fallecido el deudor comprendido el honorario del médico. 4º Los salarios de los
dependientes, obreros y criados por lo que se les adeude correspondiente a los seis meses anteriores a la fecha
de la declaración de la quiebra. En el Código Civil el 2369 La primera clase de créditos personales privilegiados
comprende los que nacen de las causas que aquí se enumeran: 1. Las costas y costos judiciales en el interés
común de los acreedores y los gastos de administración durante el concurso. 2 Las expensas funerales del
deudor difunto. 3. Los gastos de la enfermedad de que haya fallecido el deudor. 4 El honorario del abogado,
procurador y médico y los salarios de los dependientes y criados por lo que se les adeuda en todo el año anterior
a la declaración del concurso, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 1224 a 1226.
19 Artículo 59 de la ley N° 18.387 dice 1. “El Juez del Concurso será el único competente para conocer en los
procedimientos de ejecución y para disponer la adopción o el levantamiento de medidas cautelares sobre los
bienes y derechos que integran la masa activa. Los acreedores laborales tendrán la opción de verificar sus
créditos dentro del procedimiento concursal, promover un proceso de conocimiento ante la judicatura competente
en materia laboral o verificar parte de sus créditos en el proceso concursal y los restantes en sede laboral, sin
perjuicio de las acciones de ejecución y las medidas cautelares, que serán en todos los casos competencia del
Juez del Concurso”.
20 Dice el artículo 183. (Orden de pago a los acreedores con privilegio general).- Si la masa activa que
quedara una vez satisfechos los créditos con privilegio especial fuera insuficiente para satisfacer todos los
créditos con privilegio general, el pago se realizará por el orden establecido en el artículo 110, a prorrata dentro
de cada número. Y el artículo 110. (Créditos con privilegio general).- Son créditos con privilegio general, en el
orden planteado: 1 Los créditos laborales de cualquier naturaleza, devengados hasta con dos años de
anterioridad a la declaración del concurso, siempre y cuando no hubieran sido satisfechos en la forma prevista en
el artículo 62, hasta por un monto de 260.000 UI (doscientos sesenta mil unidades indexadas) por trabajador.
Tendrán también este privilegio los créditos del Banco de Previsión Social por los aportes personales de los
trabajadores, devengados en el mismo plazo. No gozarán del privilegio previsto en el inciso anterior, los créditos
de los directores o administradores, miembros del órgano de control interno y liquidadores de la deudora, los
cuales tendrán naturaleza de quirografarios, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 201. 2 Los créditos por
tributos nacionales y municipales, exigibles hasta con dos años de anterioridad a la declaración del concurso. 3
El 50% (cincuenta por ciento) de los créditos quirografarios de que fuera titular el acreedor que promovió la
declaración de concurso, hasta el 10% (diez por ciento) de la masa pasiva. Estos privilegios se establecen sin
perjuicio del derecho conferido por la ley a los acreedores a la satisfacción parcial de los créditos no pagados a
través del concurso, cuando hubieran ejercitado acciones en interés de la masa.
22 Convenio Internacional del Trabajo 95 Artículo 10. 1. El salario no podrá embargarse o cederse sino en la
forma y dentro de los límites fijados por la legislación nacional. 2 El salario deberá estar protegido contra su
embargo o cesión en la proporción que se considere necesaria para garantizar el mantenimiento del trabajador y
de su familia.
1. Introducción
Por otra parte, en lo que refiere a las CESS, corresponde precisar que se
analizarán las que se encuentran bajo el ámbito de fiscalización del Banco
Previsión Social (en adelante: “BPS”), quedando fuera las fiscalizadas por
las demás Cajas paraestatales.
2.1. CESS
2.1.1. Consideraciones previas
• Criterio de lo devengado. Para el BPS las CESS que gravan las horas
extras se habrían generado al final de cada mes, por lo que el
contribuyente debería el tributo desde aquel momento, con la multa y los
recargos correspondientes8.
• Criterio de lo percibido. Mientras que para la posición contraria, la
obligación tributaria nace en marzo de 2010 cuando se pagan
efectivamente las horas extras adeudadas, sin multas ni recargos.
2.2. IRPF
• residente,
a) Que permanezcan más de 183 días, del año civil, en territorio nacional
o,
3. Materia gravada
“A los efectos de lo dispuesto por los artículos 153 y 158 de la Ley No.
16.713 de 3 de septiembre de 1995, se presume que un ingreso es regular
y permanente cuando es percibido en no menos de tres oportunidades a
intervalos de similar duración, cualquiera sea la causa de la prestación”.
Por tanto, las partidas que son gravadas por ambos tributos tienen como
denominador común que son de naturaleza salarial o retributiva (de no ser
así no estaría gravada por CESS, pero podrán estarlo para el IRPF).
3. Presentismo y nocturnidad
5. Licencia
9. Guardería infantil
11. Vehículo
14. Viáticos
20. Quebranto
21. Propinas
Estas partidas son materia gravada para las CESS, dado que reúnen
todas las condiciones previstas por la definición de materia gravada del
artículo 152 de la Ley 16.713.
Estas partidas son materia gravada, por su renta real, para el IRPF dado
que constituyen un ingreso regular, en dinero, generado por la actividad
personal del trabajador en relación de dependencia, tal como lo dispone el
artículo 32 de la Ley 18.083. La totalidad de la partida se encuentra
gravada.
Al igual que en el caso anterior, estas partidas son materia gravada para
el IRPF, pues constituyen un ingreso, en dinero, que puede ser regular o
extraordinario (según cada caso), generado por la actividad personal del
trabajador en relación de dependencia, como lo establece el artículo 32 de
la Ley 18.083.
Estas partidas son materia gravada para CESS. Son ingresos en dinero,
con apreciación pecuniaria, recibidas por el trabajador por su actividad en
régimen de dependencia.
Estas partidas son materia gravada para el IRPF, dado que constituyen
un ingreso regular, en dinero, generado por la actividad personal del
trabajador en relación de dependencia, tal como lo dispone el artículo 32 de
la Ley 18.083.
• A efectos del aporte jubilatorio (tasa personal del 15% y patronal del
7,5%) y, únicamente para los trabajadores incluidos en el régimen mixto, la
aportación obligatoria se limita a los montos establecidos hasta el Tope de
Tercer Nivel de aportación (artículo 7 de Ley 16.713). Cuando se pague en
dos mitades (junio y diciembre) se considerará la mitad de dicho tope en
cada caso.
• Se determina su exigibilidad en dos partes, una primera mitad
correspondiente al período Diciembre-Mayo, que debe abonarse antes del
30 de Junio y una segunda mitad que abarca el período Junio-Noviembre,
el que deberá abonarse antes del 20 de Diciembre.
4.5. Licencia
Por tal razón, la indemnización por despido abusivo estará gravada por
IRPF, ya que su construcción es doctrinaria y no de fuente legislativa.
4.8. Vivienda
4.8.1. Tratamiento para CESS
a. Partida de alimentación
• las órdenes de compra deben ser para alimentos preparados o para los
elementos primarios necesarios para su elaboración,27
d. Partida de transporte
a. Partida de alimentación
b. Partidas de salud
En relación a las partidas de salud, el tratamiento de IRPF tiene sus
particularidades. De acuerdo al artículo 30 del Título Ordenado de 199632
no se encuentran gravadas:
4.11. Vehículo
Las becas de estudio, otorgada a los hijos estarán gravadas por el monto
real, a excepción de las que se otorgan a hijos de funcionarios en
Instituciones de enseñanza que sean impartidas en el propio
establecimiento educativo. En este último caso el monto gravado será en
función de un ficto equivalente $ 500, por hijo, por mes.
4.14. Viáticos
a. Viático tarifado
El inciso 2do, del artículo 157 de la Ley 16.713 permite que la calidad
indemnizatoria sea probada por cualquier medio que pueda acreditar tal
calidad en forma fehaciente e inequívoca (por ejemplo, el uso de una
paramétrica).
a. Viático tarifado
“se consideran viáticos, a los efectos del IRPF las sumas que se otorguen
al empleado, en concepto de gastos de locomoción alimentación y
alojamiento, por el desempeño de sus funciones, fuera de su lugar habitual
de residencia. Para ser considerado viático, se requerirá que la partida
incluya el concepto de pernocte, salvo que éste sea suministrado en forma
gratuita.
Considerando que se trata de un viático tarifado el monto gravado es el
50% si es utilizado en el país y 25% si es utilizado en el exterior, siendo
indispensable la condición de que el empleado pernocta fuera de su lugar
de residencia.43
Cabe aclarar que se trata del gasto de locomoción que deba afrontar el
trabajador como consecuencia de la tarea encomendada, no se trata del
traslado de ida y vuelta al lugar de trabajo.
Por lo que, aun cuando el gasto no pueda quedar incluido como viático
porque no se pernocte, no estará gravado.
4.21. Propinas
Propinas
Giro Tareas
Gastronomía
Preparación de Comidas y Bebidas Mozos
Mucamas
Maleteros
Pisteros
Mozos de Bar y/o
Hotelería en General Cafetería
Mozos de plaza
Recepcionistas
Conserjes
Estaciones de Servicio y/o Lavado de vehículos Personal de Pista
Gomerías Todo el personal
Todo el personal que
preste servicio directo
Peluquerías y salones de belleza al cliente
Porteros y
Espectáculos públicos acomodadores
Reparto a domicilio:
- Garrafas de Super gas
- Bebidas Repartidor
- Comidas
- Farmacias
- Reparto de correspondencia Mandadero
Transporte colectivo de pasajeros nacional e
internacional Maleteros
Casinos explotados por particulares Empleados
4.21.2. Tratamiento para IRPF
3 Quedan excluidas las actividades amparadas a otras cajas paraestatales como ser: Caja Militar, Policial,
Bancaria, Notarial y la de Profesionales Universitarios.
4 Es un sistema mixto que consiste en un sistema de solidaridad intergeneracional, combinado con un sistema
de ahorro individual. Se encuentran comprendidos en el régimen mixto: a) las personas que al 1 de abril de 1996
–fecha de entrada en vigencia del régimen mixto- tenían menos de 40 años; b) las personas que el 1 de abril de
1996 tenían más de 40 años pero optaron por aportar al sistema mixto y las personas que tenían más de 40 años
–al 1º de abril de 1996- pero ingresaron por primera vez al mercado de trabajo local.
5 Art. 7 de la Ley 16.713. A la fecha de entrada en vigencia de la citada norma el Tope del Tercer Nivel de
Tributación se encontraba en $ 15.000.
9 Fuera de esta excepción, para los extranjeros que no reúnan la calidad de residentes, la tributación se hará
a través del Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR) a la tasa del 12%.
Existe una excepción a este régimen general de no residentes que se establece para los extranjeros de zona
franca que han optado por no tributar al Sistema de Seguridad Social Uruguayo. Para ellos, se prevé la
posibilidad de que aun cuando tengan la calidad de residentes fiscales (por ejemplo por permanecer por más de
183 días), puedan optar por seguir tributando al régimen de IRNR en vez del IRPF. Una vez hecha la opción, el
extranjero debe permanecer tributando al IRNR por al menos tres ejercicios.
10 Artículo 31, de la Ley 18.083 establece que: “Las rentas del trabajo se determinarán aplicando el principio
de lo devengado”.
11 PLA RODRIGUEZ, Américo. El salario. Curso de derecho laboral. Tomo iii. Volumen ii. Pág. 10. Ideas.
Montevideo 1994.
14 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo ii. Volumen i. Pág. 30. Ideas. Montevideo
1987.
15 Esta condición resulta aplicable para todas las partidas gravadas por CESS.
18 Indemnización por despido común (Ley 10.489 de 6/6/44, Ley 10.452 de 20/10/44; 10.570 de 15/12/44);
despido del trabajador enfermo (Ley Decreto-Ley 14.407 de 22/7/75); despido del trabajador accidentado (Ley
16.074); despido de la mujer embarazada o madre reciente (Ley 11.577); indemnización por clientela del viajante
o vendedor de plaza (Ley 14.000 y Ley 16.678) y despido del trabajador que denuncio irregularidades u
omisiones en su historia laboral (Ley 16.713).
19 Artículo 164 de la 16.713. Recordamos que la vivienda rural tiene un tratamiento distinto (artículo 12 del
Decreto 113/96).
20 Salvo que se trate de vivienda rural, en cuyo caso el ficto aplicable será el que corresponda de acuerdo a
las normas que regulan dichas partidas a efectos previsionales.
21 Consulta de DGI No. 5350/2010.
23 Artículo 47 de la Resolución No. 662/007, en la redacción dada por el art. 2 de la Resolución 1017. Los
fictos señalados son de aplicación para el ejercicio 2007, para los siguientes se ajustará el 1 de enero de cada
año, de acuerdo al Índice de Precio al Consumo ocurrido durante el año civil.
25 Cabe aclarar, que si bien en el pasado la exoneración del aporte jubilatorio se aplicaba también al aporte
patronal, a partir de la entrada en vigencia de la Ley de Reforma Tributaria, se fue eliminando dicha exoneración
hasta que el 1º de enero de 2011 alcanzaron la totalidad del gravamen, correspondiente a la tasa del 7.5% del
aporte patronal jubilatorio.
28 Inciso 4 del Artículo 167 de la Ley 16.713, en la redacción dada por el artículo 60 de la Ley 17.555 del
18/9/2002. Decreto No. 377/2002 de 28/9/2002. Resolución del BPS No. 1-30/2003.
29 Por transporte colectivos se entiende el que brindan las empresas de transporte colectivo de pasajeros
titulares de permisos concesiones de carácter departamental y nacional para prestar servicios regulares de línea.
También incluye el prestado por empresas de taxímetros.
30 Los fictos señalados son de aplicación para el ejercicio 2007, para los siguientes se ajustará el 1 de enero
de cada año, de acuerdo al Índice de Precio al Consumo ocurrido durante el año civil.
31 Esta ha sido la posición sustentada por la DGI en reiteradas Consultas No. 4777/2007; No. 4893/2008 y
No. 5018/2008.
34 Artículo 47 de l Resolución No. 662/07. En igual sentido se pronuncio la Consulta No. 4826/2008 de la DGI.
35 Artículo 2º de Decreto 306/007. Posición sustentada por la DGI en Consulta No. 5480 de 10/02/11.
36 Inciso 1º, Art. 158 de Ley 16.713. Artículo 4, Decreto No. 113/996 y Art. 27, Decreto 526/1997.
39 Artículos 60 y 63 del Decreto No. 148/007. Si la renta obtenida tiene un período de generación superior a 2
años será de aplicación lo previsto en el Lit. B, Art. 31, del Titulo 7, Texto Ordenado 1996.
41 Américo Pla Rodríguez, Curso de Derecho Laboral, pág. 58, Tomo III, Vol. II.
48 Sobre reparación a las víctimas de la actuación ilegítima del Estado en el período comprendido entre el 13
de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.
52 Esta ha sido la posición sustentada por la DGI en Consulta No. 5.445 de 7/6/11.
1. Introducción
Por otra parte no es ajeno al debate el Estado y ello por dos motivos.
En primer lugar el Estado sigue siendo en los países latinoamericanos el
principal empleador, a lo que se suma el hecho que en general las normas
sobre estabilidad en el trabajo protegen más al trabajador público que al
trabajador privado. Pero también debe considerarse que hoy el Estado
enfrenta, entre los mayores problemas de la sociedad civil, la cuestión del
desempleo. Es evidente que normas que tutelen la permanencia del
trabajador en su trabajo deberían constituir una contención contra el
desborde de la desocupación. De todos modos no debe olvidarse que hay
sectores que argumentan que demasiada protección contra el despido
puede tener un efecto adverso en la tutela del empleo, porque desalienta la
contratación de trabajadores y promueve la informalidad.
5. La estabilidad en Uruguay
6. La libertad de despedir
Nuestro país –pese a ser uno de los países con mayor adhesión a los
convenios internacionales del trabajo– no ha ratificado el Convenio 158. De
todos modos no debemos olvidar que en la Conferencia de Ginebra del año
1982 también se aprobó la Recomendación Nº 166 con un texto similar al
del Convenio. Esto significa que si bien el despido causado (previsto en el
Convenio 158) no es una norma interna asimilable a una disposición legal,
el hecho que nuestro país sea miembro de la OIT determina que la
Recomendación Nº 166 tiene una doble consecuencia: por un lado debe
tomarse nota que la comunidad internacional “recomienda” a nuestro país
aplicar las reglas contenidas en la R. 166; por otro lado la R. 166 debe
considerarse “doctrina más recibida” en materia de despido, en virtud del
art. 16 del Código Civil sobre las reglas de interpretación e integración del
derecho. El rango jurídico de una Recomendación de la OIT es similar al de
las grandes declaraciones internacionales o regionales (Declaración
Universal de Derecho Humano, Declaración Sociolaboral del Mercosur y en
general de las llamadas “clausulas sociales”). Existe una tendencia
regresiva que considera que una Recomendación de la OIT es una regla
moral y no jurídica. Nos oponemos terminantemente a esta concepción: las
recomendaciones de la OIT son reglas jurídicas, que se diferencian de los
Convenios, por formar parte de aquel derecho más sutil (soft law), que se
ha especialmente desarrollado en los últimos años. Pero de ningún modo
puede admitirse que sean meras afirmaciones retóricas, que no generan
ningún compromiso para los Estados miembros de la OIT. Como ha
expresado Ermida Uriarte refiriéndose a las grandes declaraciones
internacionales, es posible afirmar que las Recomendaciones de la OIT
forman parte del Jus cogens, es decir ese orden público internacional
integrado por el reconocimiento universal de determinados derechos
humanos o fundamentales ya consagrados por la costumbre internacional,
los principios generales del Derecho y otros Pactos, Declaraciones e
instrumentos internacionales. Por lo tanto cabe concluir que una
Recomendación – y en especial la Recomendación Nº 166– es “un
instrumento obligatorio y eficaz en todo caso y lugar, independientemente
de todo acto nacional de ratificación, adopción o aprobación”12.
2 Ídem.
3 ERMIDA URIARTE, Oscar. La estabilidad del trabajador en la empresa, ¿protección real o ficticia?,
Montevideo 1983, p. 19.
6 PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, T. II, V. 1, Montevideo 1978, p. 251.
7 La cita corresponde a De la FUENTE, H. H. Principios jurídicos del derecho a la estabilidad, Buenos Aires
1976, p. 23.
11 La cuestión ha sido especialmente discutida en las XXII Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de
la Seguridad Social (Montevideo, diciembre de 2011), cuya Mesa 2 se tituló: “Derecho al trabajo y estabilidad:
¿una asignatura pendiente?
1. Introducción
Cuando en cambio una de las partes pone fin ante tempus al contrato
temporal, surge la cuestión de determinar las responsabilidades por no
haber cumplido con el pacto pactado.
4.1. La renuncia
4.2. El abandono
4.3. El despido
b) Indirecto: hay una violación del contrato de trabajo por parte del
empleador, en forma deliberada (por ej., jus variandi ilícito) o no deliberada
(por ejemplo, atraso en el pago de los salarios provocado por una
coyuntura económica adversa).
f) Abusivo40.
Barbagelata expresa que por notoria mala conducta debe entenderse “la
que independientemente de toda otra consideración, pone en crisis la
relación de trabajo por culpa del trabajador. Esta crisis puede ser
consecuencia de un clima provocado por pequeñas faltas frecuentemente
reiteradas o puede ocurrir de golpe por la incursión de una falta de
excepcional gravedad. La mala conducta a que se refiere la ley es pues
una mala conducta especial que se concreta en una o varias faltas del
trabajador según la entidad de éstas”42.
En definitiva, y como indica Font Bertinat, “la riqueza infinita de los casos
prácticos (sobre notoria mala conducta) hace que permanentemente le sea
necesario a los jueces estar encontrando límites y contenidos a dicho
concepto, en una elaboración necesariamente casuística. Y ello es así
porque siempre, y en última instancia, será el criterio del Juez el que
determinará si se ha configurado o no la notoria mala conducta. Y jugarán
en dicha determinación una multiplicidad de factores, cuya combinación
puede resultar siempre, o muchas veces, diferente, o que hace imposible
establecer un catálogo de situaciones con soluciones correlativas”55.
7 CASTELLO, Alejandro y HENDERSON, Humberto. “La ruptura ante tempus del contrato de temporada por
el empleador”, en rev. Derecho Laboral, N° 177, Montevideo 1995, p. 155, 156 y 162.
8 Ver AJL 1996-1997, caso 1651; AJL 1996-1997, caso 312; AJL 1996-1997, caso 469; AJL 1996-1997, caso
1652; AJL 1993, caso 183; AJL 1996-1997, caso 469.
10 ALONSO OLEA, Manuel y CASAS BAAMONDE, María Emilia. Derecho del trabajo, 10ª Edición. Madrid,
1988, p. 466).
13 LARRAÑAGA ZENI, Nelson. La fuerza mayor en el derecho del trabajo. Montevideo, 1991, p. 107 y 108.
18 DE FERRARI, Francisco. Lecciones de Derecho del trabajo, T. II, Montevideo 1962, p. 450 y ss.
22 GRANDI, Mario. Anotaciones sobre Ética y Relaciones de Trabajo, conferencia dirigida a un grupo de
expertos latinoamericanos de derecho del trabajo, Guanajuato (México), 14 de noviembre de 1997.
23 Ídem.
26 Ver texto completo de la sentencia y nuestro comentario en rev. Relaciones Laborales, Nº 7, Montevideo,
2005, pp. 213 y ss.
27 Idem.
28 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho… cit.,T. I, Vol. 2, cit., p. 247 y 248.
30 TAT 2º, Sent. Nº 108 de 14.4.2010, en AJL 2010, c. 568, que además cita TAT 3º, Sent. Nº 29 de
20.2.2008., en AJL 2008, c. 469.
39 PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Curso… cit., T. II, V 1, p. 249 y 250, quien cita a BARBAGLEATA, Héctor-
Hugo, El derecho común sobre el despido y su interpretación jurisprudencial, Montevideo, 1953, pp. 30 y 31, DE
FERRARI, Francisco. Lecciones de Derecho del trabajo, T. II, Montevideo 1962, pp. 450 y ss. y DEVEALI, Mario.
“La antigüedad en el empleo” en rev. argentina Derecho del Trabajo, 1945, p. 7.
47 Ídem
55 FONT BERTINAT, Bismark. “Notoria Mala Conducta”, en Cuadernos de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales Nº 6 (Tendencias actuales en la jurisprudencia laboral), Montevideo, 1988, p. 101.
Capítulo XXXVII. ASPECTOS PRÁCTICOS DEL CÁLCULO DE LA
INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO
Leonardo Slinger
1. Introducción
2.1. Antigüedad
Por cada año completo de trabajo, así como por cada fracción de año el
trabajador tendrá derecho a la remuneración total correspondiente a un
mes de trabajo o mensualidad. De este modo, desde el mismo día del
ingreso al empleo el trabajador adquiere el derecho a una mensualidad en
concepto de despido, y mantendrá igual derecho hasta cumplir el año de
antigüedad. Al alcanzar un año y un día tendrá derecho a dos
mensualidades, por alcanzar un año y fracción de antigüedad. Y a los cinco
años y un día habrá llegado a la indemnización por despido máxima (seis
mensualidades).
Podemos afirmar que hoy día está fuera de discusión el que este
concepto es más que el sueldo mensual percibido por el trabajador a la
fecha de despido.
Los elementos fijos son los que plantean menos dificultades. Estos se
deben incluir por su valor a la fecha de cese.
Consideramos que el que existan fictos fijados en normas, sea con fines
tributarios o laborales, no obliga a considerar los mismos para el cálculo del
despido. En nuestra opinión, a falta de norma que de manera expresa
ordene computar un determinado ficto para la conformación de la
mensualidad de despido, deberá buscarse su valor dinerario real,
atendiendo a la noción de ventaja económica para el trabajador, para así
respetar la noción de salario.
2.2.3. Viáticos
Estos beneficios deben ser calculados una vez que fueron determinados
todos los demás elementos marginales que hacen a la remuneración total
del trabajador.
a) Alícuota de licencia
Por concepto de alícuota de licencia lo que debe integrarse es lo que por
tal concepto el empleado gana en un mes de trabajo.
Una vez que se determinaron los días que se generan por año (20, 21, 22 o
los que correspondan en función de la antigüedad) deberá dividirse el
número entre 12 (por ejemplo, 20÷12). El valor resultante (en el caso, 1.66)
serán los días de licencia que el trabajador genera por mes.
c) Alícuota de aguinaldo
La suma del sueldo base más todas las partidas remuneratorias fijas o
variables, en dinero o especie calculadas de acuerdo a la forma indicada
en los numerales anteriores, más las alícuotas de licencia, vacacional y
aguinaldo, conforma la remuneración total correspondiente a un mes de
trabajo.
3.1. Planteo
A los solos efectos del despido la ley establece que los años a tomar en
cuenta se conforman partiendo del despido hacia atrás. En consecuencia lo
primero que deberá hacerse es conformar los años trabajados partiendo
del día del egreso hasta llegar a la fecha de ingreso.
Pero, puede ocurrir que el jornalero tenga años en los que alcanzó los
240 o más jornales y años en que trabajó menos días. En esta hipótesis no
será posible aplicar la indemnización común, ya que la misma procede
cuando siempre trabajó al menos 240 jornadas. En esta circunstancia
corresponderá aplicar los otros criterios previstos en la ley. A saber,
determinar si procede la llamada indemnización por despido promedial o la
parcial.
3.4.3. Viáticos
Se incorporará la parte salarial del monto diario del viático a forfaite (50%
del valor del viático si es para utilizar en el país; 25% si es un viático para el
exterior).
a) Alícuota de licencia
c) Alícuota de aguinaldo
La suma del jornal vigente al día del despido más todas las partidas
remuneratorias fijas o variables, en dinero o especie que el trabajador gana
en un día de trabajo -calculadas de acuerdo a la forma indicada en los
numerales anteriores- más la incidencia o alícuota de licencia, vacacional y
aguinaldo de un día, conforman la remuneración total correspondiente a un
día de trabajo.
4 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho del Trabajo. T.II, Vol.I, p. 278.
Capítulo XXXVIII. DESPIDO ABUSIVO
Juan Raso Delgue
1. Introducción
Indiquemos que entre las causas más notorias que han dado lugar a que
nuestros jueces reconocieran el despido abusivo, figuran las siguientes:
motivos sindicales (aún luego de la aprobación de la Ley 17.940, que
establece paralelamente un procedimiento de reintegro del dirigente
sindical), denuncia penal infundada contra el trabajador, represalia del
empleador por denuncia ante el Ministerio de Trabajo o solicitud de
audiencia ante el mismo Ministerio reclamando haberes impago, actos
discriminatorios, acoso, etc.
DIESTE recuerda que para evaluar el daño, los jueces deben recurrir a
su “prudente arbitrio” (art. 1611, Nº 3: y 684 in fine del Código Civil), fijando
montos de indemnización que atienden a la circunstancias del caso 15.
6. La posición de la jurisprudencia
“La Corte resume algunas reglas sobre los requisitos para que se
configure el abuso y se justifique por lo tanto una indemnización superior a
la tarifada. La Corte adhiere a una posición restrictiva y muy precisa en
materia de los requisitos necesarios para que opere el despido abusivo.
Ellos son:
b) y el daño –en el caso de que se trate de daño moral– tiene que tener
entidad (las sensaciones de indignación, contrariedad, angustia, etc. que
produce el incumplimiento contractual no se reparan).
4 GIANOLA MARTEGANI, Ariel y FRANCES, Anuar. “La naturaleza contractual de la responsabilidad por
despido ilícito”, en rev. Derecho Laboral, T. XXI, Nº 112, Montevideo 1978, pp.637 y ss y p. 657.
5 MANGARELLI, Cristina. Daño Moral en el Derecho Laboral, Acali Editorial, Montevideo 1984, p. 129.
6 Ídem.
7 MANGARELLI, Cristina y ROSENBAUM, Jorge. “El despido abusivo en el derecho uruguayo”, en rev.
Derecho Laboral, T.XXXI, Nº 151, Montevideo, 1988. Sobre el concepto de despido abusivo véase también:
CASTELLO, Alejandro. “El despido abusivo. Criterios conceptuales para su determinación” en revista Derecho
Laboral tomo XXXVIII, Nº 180, p. 796 y ss.
10 Ídem, p. 106
11 Ídem, p. 116.
12 DIESTE, Juan F. “El daño moral en el despido”, en Tendencias Actuales de la Jurisprudencia Laboral.
Cuadernos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Nº 6, Montevideo 1988, p. 76.
15 Ídem, p. 79.
- I - PARTE GENERAL
Los argumentos que invoca esta postura son, en lo sustancial, que los
arts. 16 y 17 de la ley 11.577 no establecen el requisito del conocimiento
del embarazo para que funcione la indemnización especial y que se trata
de un régimen de responsabilidad objetiva, en la que se sanciona el
despido en ocasión del embarazo, para proteger la maternidad.
6. Causales de exoneración
g) 180 días desde el reintegro: por último, el criterio que parece ser
mayoritario fija la extensión de la obligación de conservación del empleo en
180 días contados desde la reincorporación efectiva y real al empleo. Esta
postura, que ha tenido adhesión en la jurisprudencia desde hace varios
años54, es seguida actualmente por varios juzgados letrados y tribunales de
apelaciones del trabajo55.
c) Nada justifica que prevalezca el plazo del contrato a prueba por sobre
las normas prohibitivas de carácter general;
1. Aspectos generales
Bajo la máxima de que el reintegro al trabajo debe ser real y efectivo, los
tribunales han interpretado de diversa manera la posibilidad de enviar al
trabajador al seguro de paro durante el período de estabilidad de 30 días
corridos. Algunos fallos70 han sostenido que el empleador no puede enviar
al trabajador al seguro de desempleo porque el art. 23 del Decreto ley No
14.407 dispone que el empleador no puede despedir ni “suspender” al
trabajador enfermo, señalándose que esta última palabra debe
interpretarse en un sentido amplio, incluyendo la prohibición de suspender
la relación de trabajo a causa de falta de trabajo.
Por otra parte, no hay duda alguna que si el despido obedece a notoria
mala conducta, la indemnización especial no es procedente, siendo la
prueba de que el trabajador incurrió en falta grave de parte del
empleador78.
1. Introducción
Otra situación que preocupa al Derecho laboral es la protección del
trabajador que ha sufrido un accidente de trabajo o enfermedad
profesional. En este caso la tutela suele ser más intensa que la del
trabajador que sufre una enfermedad común, ya que la ausencia al trabajo
no es por un hecho completamente ajeno a la empresa sino a causa una
lesión o enfermedad provocada a causa o en ocasión del empleo.
Por otra parte, es importante destacar que los deberes del empleador
que estamos estudiando solo surgen si el trabajador denunció su accidente
o enfermedad profesional ante el Banco de Seguros del Estado 86, salvo
que se demuestre que el empleador se negó a llenar el formulario de
denuncia del accidente o que oculte el mismo87.
2. Indemnizaciones especiales
A nuestro juicio, la lectura armónica del texto legal nos lleva a concluir
que esta indemnización especial solo es procedente si el trabajador
demuestra que el empleador incurrió en culpa, por no haber adoptado las
medidas propias de un buen empresario, cuando se puso en su
conocimiento los actos de acoso. En efecto, recordemos que el artículo 4
de la Ley dispone que el empleador es responsable por los actos de
terceros (cliente, compañeros o jefes intermedios), “en tanto haya tenido
conocimiento de su ocurrencia y no haya tomado medidas para
corregirlas”. De lo contrario, la previsión antes mencionada sería letra
muerta y no tendría sentido alguno.
2 La Ley No 16.713 sobre Reforma del sistema jubilatorio y pensionario, establece en su art. 90 que “el
afiliado dispondrá de un plazo de 180 días para observar la información, a partir de que la misma le haya sido
notificada. La no observación de dicha información por parte del afiliado en el plazo indicado, determinará su
aceptación de la información registrada” mientras que el art. 91 dispone que “el despido de un trabajador
producido como consecuencia de haber éste observado la información referida en el artículo 89 de la presente
ley, dará lugar a una única indemnización especial igual al triple de la correspondiente a la indemnización tarifada
por despido común y a la imposición de sanciones administrativas de conformidad con lo dispuesto en el inciso
tercero de este artículo. El despido acaecido dentro de los 180 días de efectuada la observación se presumirá,
salvo prueba en contrario verificado por el motivo referido en el inciso anterior”.
4 Cabe destacar que en la Conferencia Internacional de la OIT celebrada en el año 2000 se sancionó el
Convenio Nº 183 sobre la protección de la maternidad, que revisa el Convenio nº 103. Sin embargo, Uruguay aún
no ha ratificado este nuevo convenio internacional del trabajo por lo que continúa en vigencia el anterior. Un
análisis del Convenio Nº 183 puede verse en: GIUZIO, Graciela y MARQUEZ, Martha. “El nuevo convenio
internacional del trabajo nº 183 sobre protección de la maternidad” en revista Derecho Laboral, Nº 202, abril-junio
2001, p. 378 y ss.
5 El examen de las disposiciones de la Ley Nº 17.215 puede verse en: MARQUEZ GARMENDIA, Martha.
“Cambio temporario de actividades durante el período de gravidez o lactancia (ley nº 17.215)” en revista Derecho
Laboral, Nº 197, enero-marzo 2000, p. 128 y ss.
6 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III vol. I, Ed. Idea, Montevideo, 1988, p. 183.
7 MANTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo. “La prohibición de despedir a la trabajadora grávida” en revista
Derecho Laboral, Nº 98, abril-junio 1975, p. 270 y ss.
8 De FERRARI, Francisco. Derecho del trabajo. Vol. II. Ed. Depalma, Buenos Aires, 1969, p. 535.
10 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del trabajo. Tomo I vol. 2, Ed. FCU, Montevideo, 1999, p. 230.
11 Anuario de Jurisprudencia Laboral 1998 c. 386, 387, 388, 392. AJL 1999 c. 467, 471, 472. AJL 2000 c. 498,
499, 500, 502, 503. AJL 2001 c. 360, 361, 362, 365. AJL 2007 c. 235 y 236. AJL 2010 c. 229 y 230.
12 AJL 2006 c. 159 y 160; AJL 2007 c. 235 y236; AJL 2008 c. 193 a 197; AJL 2009 c. 241 a 244.
14 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. Tomo III vol. I, ob. cit., p. 208 y ss.
17 AJL 1999 c.470; AJL 1994/95 c. 520; AJL 1993 c. 362; AJL 1996/97 c. 789 ; AJL 1998 c. 387.
18 AJL 2001 c. 363 y TAT 3º sent. Nº 35 de 19.2.2003. En otros casos se consideró que el embarazo era
“notorio” a los cuatro meses y medio: AJL 2000 c. 516.
19 En la sentencia Nº 205/2012 de 13 de junio de 2012, el Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 1º turno (en
mayoría) rechazó una reclamación de indemnización especial por gravidez de una trabajadora que tenía más de
5 meses de embarazo y el mismo era notoria, debido a que la reclamante negó su gravidez al ser consultada, lo
que, a juicio del Tribunal, constituyó mala fe.
20 AJL 1988-1991 c. 511. En este caso se consideró que el conocimiento del embarazo por el Encargado de
Sección, era suficiente para dar por acreditado que el empleador también lo conocía.
21 Sentencia de 25 de marzo de 1975, publicada en revista Derecho Laboral Nº 98, abril-junio 1975, pág. 264
y ss. Las discordias del Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 1º turno pueden consultarse en: AJL 2010 c. 229
y 230.
26 ABELLA de ARTECONA, Martha Abella. “Despidos especiales” en Revista del Colegio de Abogados del
Uruguay, tomo XI, diciembre 1988, p. 35.
27 Barbagelata señala que la indemnización especial es una “especie de multa” en provecho de la trabajadora
afectada, la que se acumula a la que podría corresponder con arreglo al régimen común por despido: Derecho
del trabajo, tomo I vol. 2, ob. cit., p. 229.
28 PLA RODRÍGUEZ, Américo. Curso de derecho laboral. Tomo III vol. I, ob. cit., p. 210.
29 AJL 2001 c. 378. AJL 2000 c. 515. AJL 1998 c. 388. Juzgado Letrado del Trabajo de 14º turno, sent. 85 de
12.8.1999.
30 TAT 2º sent. 125/98 de 9.6.1998, en la que se sostiene que corresponde el pago de seis sueldos y no de
seis unidades de retribución total. Idem : AJL 1998 c. 791.
31 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral. tomo III vol. I, ob. cit., p. 209.
34 BARBAGELARA, Héctor-Hugo. Derecho del trabajo. Tomo I vol 2, ob. cit., p. 230.
35 MANTERO, Osvaldo. “La prohibición de despedir a la trabajadora grávida”, ob. cit., p. 274 y Anabel
GARAT, “El artículo 17 de la ley 11.577 ante el despido por cierre del establecimiento” en revista Derecho
Laboral, Nº 112, octubre-diciembre 1978, p. 627 y ss.
41 No ingresan en tal calificación situaciones como el cierre de empresa, local o establecimiento por motivos
económicos, tecnológicos o administrativos.
42 AJL 1994-1995 c. 517. En este caso se exoneró el pago de la indemnización porque el cese se debió a que
finalizaron las actividades de faena del frigorífico.
45 AJL 2000 c. 495 y 496. AJL 1999 c. 466. TAT 2º sent. 79/98 y 121/97. En algún caso aislado se ha
considerado que el goce de la licencia reglamentaria se debe tomar como tiempo trabajado a los efectos del
cómputo del plazo de estabilidad: AJL 1996-1997 c. 788.
46 AJL 2000 c. 495 y 496. AJL 1993 c. 363. TAT 1º sent. 408/99.
55 TAT 3º sent. 104/2000, 530/2000 y 154/2003; TAT 1º sent. 349/2001. AJL 1993 c. 364.
56 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del trabajo, tomo I vol. 2, ob. cit., p. 231.
60 A vía de ejemplo puede consultarse: AJL 2000 c. 507, 508. AJL 2001 c. 370, 371, 373, 374. TAT 3º sent.
30/97 y 52/98; TAT 2º sent. 125/98.
62 PEREZ BERINDUAGUE, José F. “El contrato de trabajo a prueba y la protección de la trabajadora grávida”
en revista Derecho Laboral, Nº 220, octubre-diciembre 2005.
63 “Problemática del contrato de trabajo a prueba” en revista Derecho Laboral, Nº 199, julio-setiembre 2000,
pág. 747.
64 En la sentencia Nº 205/012 del 13 de junio de 2012, el Tribunal de Apelaciones del Trabajo (en mayoría) se
afilia a esta posición, señalando que se rechaza la demanda de despido especial por maternidad de una
trabajadora que estaba a prueba, porque “se realizaron informes de producción que demostraron que la actora no
estaba capacitada para las tareas que debía desempeñar ya que no tenía un rendimiento eficaz y útil para la
empresa”.
65 GRISOLIA, Julio Armando. Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Ed. Lexis Nexis, Depalma,
Buenos Aires, 2003, p. 236-237.
66 De lo contrario, se podría dar la situación absurda de que si un trabajador presta funciones una vez por
semana, su estabilidad laboral se extendería por 30 semanas, mientras que la de un trabajador que trabaja todos
los días de la semana, se agotaría en poco más de un mes. La razonabilidad indica que no es ese el espíritu de
la norma, por lo que la protección de la estabilidad debe ser computada, para todos los trabajadores, con
independencia de cuántos días trabajan por semana, en 30 días corridos.
69 Veáse a vía de ejemplo: AJL 2004 c. 297 y 298, AJL 1994-1995 c. 503; AJL 1999 c. 460, AJL 1996-1997 c.
780.
70 Entre otros: AJL 2003 c. 372, AJL 1999 c. 456; AJL 1992 c. 605, AJL 1996-1997 c. 774.
72 AJL 2009 c. 237 y 238, AJL 2007 c. 229 y AJL 1994/1995 c. 508.
73 A vía de ejemplo véase: TAT 1ero. Sent. 133/2010. Idem: AJL 2009 c. 240, AJL 2008 c. 190, AJL 2006 c.
154; AJL 2007 c. 232; AJL 2000 c. 482.
77 AJL 2005 c. 250, AJL 2004 c. 288 AJL 1994-1995 c. 499 y 513; AJL 2006 c. 155; AJL 2001 c. 351; AJL
2007 c. 231, AJL 2003 c. 367, AJL 2002 c. 234.
79 La jurisprudencia es unánime en que si el cese se produce por amparo del trabajador al subsidio transitorio
por jubilación por incapacidad, conforme al art. 16 del Decreto ley 14.407 no corresponde la indemnización
especial: AJL 2004 c. 292 y 293, AJL 2003 c. 380.
81 BARBAGELATA, Héctor-Hugo. Derecho del trabajo. Tomo I vol. 2, Ed. FCU, 2º edición, Montevideo, 1999,
p. 218.
82 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho laboral. Tomo II vol. I, Ed. Idea, Montevideo, 1987, p. 232.
83 La jurisprudencia ha entendido que no alcanza con que el trabajador no se presente a trabajar para que se
configure el abandono, sino que es carga del empleador demostrar que el trabajador no lo ha hecho, lo que se
acredita mediante la correspondiente intimación que debe ser clara y fehaciente: AJL 2009 c. 221 y AJL 2000 c.
473.
84 AJL 1998 c. 344 y 345, AJL 2001 c. 324 y 325. AJL 2001 c. 339, AJL 1999 c. 426, 428 y 429. AJL 2000 c.
454.
88 La postura que sostiene que corresponde el pago de la indemnización triple en todos los casos de violación
de alguno de los deberes establecidos en el art. 69 de la ley No 16.074 es defendida por: DONO, Liliana.
“Reflexiones sobre el art. 69 de la ley 16.074” en Revista Judicatura, No 36, noviembre 1993, p. 123 y ss.
METALLO, Mercedes. “La interpretación sistemática del art. 69 de la ley 16.074” en revista Derecho Laboral,
tomo XXXIII, No 159, julio-setiembre 1990, p. 529 y ss.
92 Entre otras sentencias se puede consultar: AJL 2009 c. 220, AJL 2008 c. 187, AJL 2006 c. 152, AJL 2007
c. 219 y AJL 2001 c. 347.
93 A vía de ejemplo véase: AJL 2009 c. 222, 227 y 229, AJL 2008 c. 186, AJL 2007 c. 225, AJL 2001 C. 318,
319 y 323.
96 AJL 2009 c. 223, AJL 2007 c. 223, AJL 2006 c. 150 y 151, AJL 2007 c. 222 y 223, AJL 2001 c. 330, 331 y
332. AJL 2000 c. 460 y 461.
99 AJL 2007 c. 226, AJL 2001 c. 326, 327, 328, AJL 1999 c. 431 y 432. AJL 2000 c. 457, 458, 459.
100 GRZETICH, Antonio. “Accidente de trabajo, enfermedad profesional y reincorporación. Comentario al art.
69 de la ley 16.074” ob. cit. p. 692.
101 MANGARELLI, Cristina. “Despido del trabajador accidentado” ob. cit. p. 151 y 152.
102 A vía de ejemplo puede consultarse: AJL 2008 c. 182 y AJL 2006 c. 149, AJL 1999 c. 442, AJL 2000 c.
466, AJL 2004 c. 278.
103 GRZETICH, Antonio. “Accidente de trabajo, enfermedad profesional y reincorporación del trabajador
(comentario al art. 69 de la Ley 16.074)”, ob. cit. p. 689.
104 MANGARELLI, Cristina. “Acoso laboral. Concepto y prevención” en revista Derecho Laboral, tomo L, Nº
225, enero-marzo 2007, p. 109.
105 PLA RODRIGUEZ, Américo. Curso de Derecho Laboral, T. II Vol. I, Ed. Idea, Montevideo 1991, p. 170.
106 MARQUEZ GARMENDIA, Martha. “Notoria mala conducta configurada por acoso sexual” en revista
Derecho Laboral, Tomo XXXVI N° 170, Montevideo abr-jun 1993, p. 414-433.
108 Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 2do. turno, sentencia No 74/2011 y Tribunal de Apelaciones del
Trabajo de 1er turno sentencia No 122/2010.
109 COLOTUZZO, Natalia y PANIZZA, Carolina. “Regulación legal del acoso sexual. Análisis de la ley
18.561”, en Cuarenta estudios sobre la nueva legislación laboral uruguaya, FCU, Montevideo 2010, p. 153.
110 MARQUEZ, Martha. “Acoso sexual en el trabajo y en la enseñanza” en revista Derecho laboral, Tomo LII,
N° 235, Montevideo jul-set 2009, p. 523-524.
111 PANIZZA, Carolina. “La ley 18.561 de acoso sexual” en revista Derecho Laboral Tomo LII, N° 235,
Montevideo jul-set 2009, p. 623.