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- despliegue del jugar en la practica psicomotriz El La intervenci6n psicomotriz en las formas del jugar y del no jugar Marina Marazzi Buenos Aires- Argentina aera qué jugar en psicomotricidad? Qué significa jugar ‘para un ay? como juega? ¢Como es la tarea de un psicomotricista en ee al jugar de los nifios y nifias? éCémo se los ayuda a desple- gar su jugar, a recorrerlo, a entrar en esa zona de Juego? iGémo se ensefia a los estudiantes de la carrera a prepararse para esos jugares? éCOmo se les ensefia a leer el Jugar y el no jugar, a encontrarle un sentido, una direccién, una instancia puntual que indique por d6nde intervenir? La posibilidad de dar clase en la Licenciatura en Psicomotricidad enla Untref y trabajar como psicomotricista con nifios me permite entrelazar ambas tareas que se nutren y se enriquecen entre si. Me siento impulsada a indagar en los modos de hacer y de pensar en la psicomotricidad para poder transmitirlo a los futuros profesionales. En esta oportunidad voy a referirme al tema del jugar en psicomo- tticidad, que es un jugar corporal. Tomaré recortes de la clinica que ilustren estas reflexiones, y haré teferencias a caminos que ofrecemos a los estudiantes de la licen- ‘atura® Fi oa F Gltura Para abordar el jugar con nifios y aprender asi sobre nues- Practica psicomotriz. En los Nifios con los que trabajo’ algo del funcionamiento psico- T est obstaculi lizado”’. La funcién tiene la Posibilidad de funcio- ® Trabajo Pcomotica Studiantes que cursan el tercero y cuarto afio de la licenciatura en ince pei las materias formacion personal corporal 2 y 3, en las que se ae ligadag 9, sSPectos de lo técnico en Psm y perspectivas de la entrada en ta Alo desde pa? Intervencién en psicomotricidad. ©" Brobiemag e* 200s en consultorio privado con nifios cuyos padres consul S en | funcionamiento Psicomotor. Dentro de un universo del nifio 187 ~ Escaneado con CamScanner namiento pero no se realiza. Algo se trabé, se Congeld, No g, se desliza. No hay una fluctuacién ténica que albergue, Se Lye nj una protesta, un quejido mas o menos audible por a dria estar desplegado, participando y no Io esta... éComo acompafiar y facilitar que vuelva a funcionar? Como g borar para que lo olvidado se integre? éQué experiencias corpora favorecer? . Un modo que tenemos los psicomotricistas es e| jugar. 4 través del jugar, en el jugar, con el jugar como experiencia Corporal com. Partida es posible contactar, mover, sacudir, ablandar Y atravesar Io que esta obstruido” , y favorecer asf que cada nifio ealice su ca. mino al gestionar nuevos modos de sentirse, pensarse, de nombrar. se, de habitar su cuerpo”? , como dice Gonzalez, En el jugar el nifio se apropia de su cuerpo. Puede acercarse a lo incémodo, a lo abandonado, volver a relacionarse con ello y recupe- rarlo como propio. Algo se va curando cuando empieza a deslizarse otra vez. El alivio viene de aquello que vuelve a participar. De lo que se reencuentra, De lo que recupera su valor, De lo que puede disfrutarse. Las formas del jugar y del no jugar que presentan los nifios y ni- fias en las sesiones de psicomotricidad han sido en estos afios una de las guias®° para acercarme a comprender lo que les ocurre y para encontrar maneras de abordarlo. quello que Po. “sano” como dicen en los hospitales. Sano con obstéculos. Problemas que S¢ Pre tan en la relacién con el propio cuerpo, en la comunicacién con los otros, en e! Mm nejo de su hacer/ decir para lograr sus intenciones. Retomo partes de mi conferencia Psicomotricidad en busca de le orge Presentada en Cérdoba en 2013 en el marco de! Encuentro de psicomotricistas nizado por la AFEP, iculice 1 La intervencién es para ayudar a crear las condiciones para que se vetl vata? trabado, lo estancado. Para que pueda desplegarse lo posible. Es para acco, Ave se disfrute lo que funciona, Es para ver y ayudar a que sea visto lo odo 0 Pare COmprender y ayudar a que sea comprendido. Y el jugar compart De. Gonzélez, Leticia (2009) Qué cura la Psicomatricidad en Pensar bo pstam@™” Buenos Aires: Eduntref. del nifio &” iy Las formas de jugar y de No jugar junto a la observacién del oer rsado ie Y el tiempo, algunas Pruebas del examen psicomotor y lo com Escaneado con CamScanner a referrme al jugar en nifios “sanos", nifios que tienen recur- jugar, nifias que Juegan. No voy a hablar de cémo se cons- jugar e” los primeros tiempos de vida sino cuando ya esta °ersente construido y desplegado. Quiero enfocarme en cémo ret los nifios sus formas de jugar, ubicando sutiles modos de tencia @ las que llamo formas de no jugar. Las formas de no er hablan de antiguas situaciones que no consiguieron ser Proce- es sentidas, comprendidas en ese entonces; que dejaron marcas nel cuerpo “en el tono, la postura, el funcionamiento Psicomotor- y en el jugar Muestran alguna hebra, como un cddigo que permite visumbrar una comprension para empezar a tejer un rumbo del tratamiento psicomotor. La vitalidad del jugar éQué significa jugar para un nifio/a? Muchos autores han escrito sobre la importancia del jugar. El jugar para el nifio y la nifia es una experiencia de conexién con la vida. Cuando estan jugando estan plenamente involucrados, se sienten seguros, estan concentrados y comprometidos. Aprenden, afrontan dificultades, crean y disfrutan. Se construyen y tienen la posibilidad de transformarse. Hagamos un alto... Me sigo sorprendiendo cuando después de muchos afios un nifio recuerda a qué jugé aquella vez... Y los adultos también tenemos recuerdos vividos de algunos juegos de la infancia. Hasta es proba- ble que solo por mencionarlo esto, haya algunos recuerdos de jue- eo la nifiez que pugnen por aparecer éPodemos hacerles un ia"? Cerremos los ojos por un instante y volvamos a Ia infancia. mer Surgir algtin recuerdo de los juegos de entonces. éCon lugabas esa vez? éCémo era el juego? éDénde estabas? Cuan- ree cles recuerdes, mas se agranda la conexién con ese » hasta volver a sentirlo. : Y coy ” Canes que me Tlf, con fa escuela y mis proplos registros corporales dan informa Permiten entramar una direccién de intervencién. sas Escaneado con CamScanner Ahora, dejemos el recuerdo, llevemos fa atencion al ¢ des notar si se desperté algtin sentir? éPodes saborearie o. textura, expandirlo? tocar Evocar el propio jugar como experiencia plena NOs inform, lor del juego. Cuando hacemos una Propuesta de ensueng del va. Para rememorar los juegos de la infancia en las Clases de for ido corporal del psicomotricista, y luego compartimos conversandy oo" todos, es muy poderosa la fuerza de lo que se mueve en a Partir. Los recuerdos de cada uno avivan mas recuerdos en los ca y podemos volver a sentir la potencia del jugar. En su formacién, los estudiantes de psicomotricidad recorren qi. versas experiencias de jugar. Luego se los invita a Mirarse, escy. charse, sentirse, para que ubiquen en forma tangible la sensacién de vigor y frescura que queda en el cuerpo después de jugar. En los juegos somos protagonistas. Nuestra presencia plena da mas posibilidad a que las funciones corporales funcionen en conjun- to, conectadas entre si. Winnicott® en sus escritos hace referencia al jugar como signo de salud, al estado saludable que Proporciona la espontaneidad y la creatividad del jugar. Al recuperar la capacidad de jugar, los nifios se vuelven mas saludables. Cuando se restablece el jugar, se atraviesan obstaculos, se deshacen nudos, se derriten tensiones, se suavizan aristas que impedian que lo congelado circu- lara, se calma lo que estaba sobreactivo, surgen otros ordenamien- tos corporales que favorecen nuevas representaciones simbdlicas. Se despiertan, se integran y se equilibran funcionamientos psicomo- tores que permiten que el tono vuelva a fluctuar y la postura s¢ libere. El jugar, es una manera de desplegar la vitalidad, por es0 ” deja tan vivos, tan relajados y tan fluidos. Tan satisfechos oes La huella del jugar es fuente de alegria e inspiracién. al rrir a ella para volver a tocar lo pleno del jugar y comprender ® dimensién. . . itorial Gedis@- ® Winnicott, D. (1972); Realldad y juego; 2° edicién, Barcelona, Edi 190 Escaneado con CamScanner Las sutiles y cambiantes formas de} jugar y del no jugar. Formas del jugar EI jugar es abierto. No tiene una forma ti ne forma fija. Se construye con otros en jugar. No sigue una formula ni un método. lidad, su posibilidad, su potencia, su esenci cambiar. Pero para ser jugado tiene que tomar una forma, tiene que cons- truir una estructura, una organizacion. Al jugar armamos una forma, la definimos por un rato: inventamos un juego. El juego alcanza una forma mas menos delimitada que se sigue definiendo, construyendo en el transcurso de su devenir. En el intercambio con el otro, en el jugar juntos. Aun cuando se repita, esa forma encontrada guarda una apertura®. Para ser auténtico juego necesita conservar algo de incertidumbre, de flexibilidad. Cuando el jugar encuentra una forma, esa forma es solidaria con la persona que juega. En el juego se esta expresando algo, realizan- do algo y se esta aprendiendo. Se esta buscando resolver aquello que estaba retenido. Se esta resolviéndolo. En el juego hay un ins- trumentarse para la vida y la muerte como dice Pichon Riviére®. En el juego hay proceso y elaboracién. EI juego informa al psicomotricista acerca de la persona que jue- ga. La manera de un nifio de dar forma al juego nos permite infor- M™arnos sobre ese nifio. El psicomotricista, a partir de alli ofrece: un objeto, una regla, una propuesta, un modo que colabora a profundi- Zar en ese jugar. nica ni constante, No tie- la misma experiencia de Para mantener su flexibi- ia misma tiene que Poder — ® se mantiene esta apertura incluso en los llamados juegos tradicionales que preserr ‘an una estructura de antemano. Esa estructura conterala ores FO fe Jugar de cada participante: es posible dejarse atrapar por la mancha Protagonista, ir a los rincones para no ser atrapado, no tocar a nadie para Rleataed 'a posicién diferente, tocar muy rapido a otro sin sentir el gusto de ser el a cha... Las formas de jugarios son multiples y cambiantes. dad El Juego es un ensayo de una accién organizada sobre la ry fd, \ ric " Pi iviere instrumentarse para el manejo de la vida y la muerte " Pichdn Ri vot una forma de Escaneado con CamScanner Formas del no jugar: los obstaculos en el jugar cuando esta instalado tiene fuerza, conlleva un impulso | 10 al mismo tiempo tiene una fragilidad, ya que hay que Se ea vez, alimentarlo para que sé mantenga flexible. No eaté asegurado para todo nifio en toda circunstancia. El jugar se sigue construyendo y nutriendo con los otros. 2 En mi practica profesional es frecuente encontrarme con nifios que presentan dificultades para jugar, para entrar en juego, para construirlo, para permanecer en él, para ordenarlo, para mantenerlo vivo, creativo, flexible. Si bien puedo afirmar, desde una mirada general, que la mayoria de los nifios y nifias que atiendo pueden jugar, es posible observar ciertas caracteristicas 0 modos que dificul- tan un jugar pleno. Puedo observar formas de jugar y de no jugar. Los nifios juegan como pueden: hay nifios que no pueden empe- zar a jugar, saltan de una cosa a otra, parecen pautar un inventario de posibilidades sin entrar del todo en ninguna. En otros, se observa que se suelta la conexién con lo que estaban empezando a desple- gar y la atencién se desvanece. Otros nifios se interesan pero no encuentran modos de desarrollar el jugar, lo demoran, se atascan. Algunos no han construido suficientes representaciones simbdlicas y el juego no acierta definirse en una Idgica que lo sostenga, pierde sentido y se desorganiza confundido y enmarafiado. Otros nifios se quedan en algo reiterado, algo a lo que vuelven como refugio para resguardarse. No se animan atin a recorrer caminos nuevos y siguen algunas formulas halladas antes. Parece entonces, que el jugar no posee autonomia, no logra autoria. Se hace necesario acompaiiar a los nifios y nifias, ayudarlos a que el jugar se desenvuelva. Es labor de los psicomotricistas velar para que el juego no se estanque y conserve su apertura y flexibilidad. E! jugar como una manera en que el cuerpo sigue construyéndose como un modo de metabolizar antigue los desencut recuperar su potencia vital. sd ae ’ 7 El jugar, —— a Gonzalez, L. (2009); Qué. 5 aes, Eure Pig, ieee cura la Psicomotricidad en Pensar lo psicomotor. Buenos Escaneado con CamScanner ae El estudiante de Psicomotricidad y el jugar En el territorio del cuerpo en relacién al otro, ubicamos al jugar como lugar caro a la Psicomotricidad. Hablamos de una zona de juego en la que se encuentra y se desarrolla la habilidad para jugar. Todos tenemos en potencia esa habilidad para jugar que se va des- plegando con los otros. A veces es necesario despertarla, descubrir- fa, avivarla si atin esta dormida, inerte, cubierta. Sacudirla si se em- pantand. Guiarla si no encuentra un hilo conductor. Ofrecerle un ordenamiento para que tome una forma. Prestarle una ldgica para que se realice. Para poder utilizar el jugar en nuestra practica profesional, hace falta jugar con otros y “estudiarse” en ese juego, “estudiar” al otro y “estudiar” el fendmeno de jugar. Es necesario probar, experimentar, saborear el jugar. Sentirlo, observarlo, registrarlo, analizarlo. Apren- der a hacer una lectura de la experiencia.®> Los estudiantes en la licenciatura exploran su propio jugar. Los modos construidos y sus propias formas congeladas de no jugar, sus obstaculos. Investigan en diferentes formas posibles de juego para que el jugar se vehiculice. Se aventuran en la experiencia de jugar. La particula per del término experiencia proveniente del latin periri esta ligada a la per de peligro (etimologia indoeuropea) y a pirata (etimologia griega) lo que marcaria en la palabra experiencia una dimensién constitutiva de peligro, de incertidumbre por un lado y de errancia por otro. La experiencia es un pasaje, un paso, uN recorri- do. Como los piratas que son sujetos de la travesia, los sujetos de la experiencia necesitan cierta intrepidez® para aventurarse en lo des- Conocido, para tomar el riesgo que implica acercarse a lo que no se Conoce. La experiencia de la clase tiene que ver con una cercania, UN contacto, una intimidad con el objeto de conocimiento y con el acto mismo de aprender, sentido en el propio cuerpo. sc Marazzi M. (2014); Reflexiones acerca de 10 técnico en Psicomotricidad. Los recur de la préctica psicomotriz Lo técnico en la formacién corporal del psico~ eo oes Aires, Inédito. a 7 i enuncia Larrosa, J. (2007); Acerca de la experiencia. Conferencia en el : Nacional Formacién en futuro presente, Programa Aprender ensefiando y docencia, Mar del Plata. 193 Escaneado con CamScanner Los estudiantes se ejercitan en la lectura de los Juegos de Ios ni- fios sostenidos por las concepciones del campo disciplinar. E| Juego tiene un sentido. En el jugar hay alguna busqueda. Inclusive Cuando los nifios quedan trabados en un juego reiterado, hay una busqueda que no encuentra respuesta. Cuando los nifios juegan una y otra vez @ un juego parecido es un desafio comprender o aproximarnos a alguna comprensién de la intencién de ese juego que no estg en- contrando pasaje, y hallar una puerta que lo vehiculice, En las clases de formacién se les Propone a los estudiantes un trabajo practico que consiste en realizar dos encuentros con un nifio de 3 a 11 afios para jugar e intervenir Para desplegar, enriquecer sy juego. Durante la preparacién®” de los trabajos practicos en las Clases, conversamos acerca de qué es jugar desde el marco disciplinar de la Psicomotricidad, qué objetos podrian llevarse Para facilitar el jugar, qué quiere decir hacer crecer el juego, enriquecerlo, agrandarlo, Permitirle mayor despliegue, Cada estudiante va a encontrarse con un nifio o una nifia distintos, con diferentes desarrollos de su habili- dad para jugar. Cada estudiante ira con sus recursos técnicos, con su historia de juego, con sus conocimientos teéricos y con su propia capacidad para jugar con otro, Después de haber realizado el TP conversamos acerca de los mo- dos de entrar en la zona de juego con el nifio, ubicando alli la expe- riencia de encuentro, donde el estudiante va aprendiendo a jugar Para otro. éCémo ayudar a que los nifios se adentren en su zona de juego, la exploren, la conozcan €n toda su dimensién? Sabemos que dicha zona es inagotable, se hace a si misma, es creativa y creado- ra. Es abierta, conecta e integra. Es descansada, esto es, que no Precisa de esfuerzo desmesurado: los nifios tienen al jugar de res- Paldo y pueden descansar en él, como en la Propia espalda. Alli es accesible la solucién. EI juego vehiculiza, informa, permite reconocer y encontrar acuerdos, &7 y Poste de la preparacién es imaginar la situacién de Juego antes de que suceda, mar SObre eens. Clase a partir de haber comenzado los encuentros y_reflexio- ° realizado después de terminar el escrito que los relata y fundamenta. Escaneado con CamScanner , creamos las condiciones para que e 0 6e afiance? Winnicott sostiene que “a poe se, nenla superposicion de dos zonas de juego, fa de| Ree a ‘ terapeuta. ‘Es decir, que es una zona en la que es posible trar y compartir. Es tarea del psicomotricista acompatiar a esos nifios @ construir el juego, a permanecer en é| explorando diferentes ipiidades y @ reconocer su final aceptando la salida del juego, Voy a detenerme en ese ayudar a jugar desde la psicomotricidad, Intervenciones en relaci6n al jugar y al no jugar Tomaré vifietas para ilustrar algunas formas de acompafiar a los nifios a recuperar su zona de juego. En la clinica psicomotriz hay muchas hebras que se tejen para realizar la urdimbre que permi leer e intervenir. Estos recortes grafican lo que quiero presentar en este escrito. No hablan de todo el tratamiento en psicomotricidad, que es complejo. Presenta diferentes lineas de accién y de lectura. Tampoco doy cuenta de todo el nifio, siempre hay mas. Estamos con historias minimas que ayudan a pensar una parte de lo que le pasa al nifio en el jugar®. éC6émo se entra en un jugar abierto? Para entrar en el jugar hace falta arriesgarse. Para jugar hay que aceptar la incertidumbre que implica lo desconocido. Jorge Larrosa Tefiere que en la palabra experiencia, la ex es la misma ex que en extranjero y que en extrafio. En la experiencia de jugar somos ex- tranjeros, no estamos familiarizados con lo que ocurre. Cada vez es Nuevo, sysinicot, ©. (1972); realidad y juego; 2° edicién, Barcelona, Editorial Gelso: F293 a Ja expe- Meteig, go °° ue las palabras que Interpretan una experiencia nea ae Ger epi? €vOcan alguna parte de ella Y, en este caso, las compan aren. Maren deja Seomotrcidad, TI modo de abordar y de comprender desde i saad 195 Escaneado con CamScanner Calmels® refiere que en el comienzo de la sesién hay rituales de inicio que son preludios del juego. Los nifios se van aproximando aj juego que necesitan jugar. Los psicomotricistas cone disponibles, suavemente atentos a acompajiar ese acercamiento. Como en una danza en la que los cuerpos van entrando en la musica, el nifio y el psicomotricista danzan para encontrarse en un jugar compartido, Como dice William Nicholson sobre la danza guerrera del manaxa: "Los manacs giraron en circulo, imitando unos los pasos del otro, sin Jlegar a tocarse... Se movian con una lentitud exagerada, a una dis- tancia que casi les permitia tocarse. Uno respondia a los giros y las vueltas del otro. Exactamente como si estuvieran bailando. En reali- dad, ocupaban toda su atencién en encontrar el ritmo del otro, el sutil compas que residia en el corazon del manaxa. aoe Contactamos asi con esa zona de juego, el nifio entra en ella y sa- le. El psicomotricista también: mira, ofrece, entra, se retira, aparece, espera, dice, agrega. Cuando el juego se esta armando, es impor- tante acompaiiar y cuidar ese inicio. El nifio tiene que sentirse segu- ro para deslizarse en la zona de juego y abrirse a su capacidad de jugar. El psicomotricista le ayuda a establecer el sutil compas que le permita jugar. Cuando estamos acompafiando a un nifo o una nifa a atravesar alguna forma cristalizada del jugar® y se repite algiin juego bastan- te parecido, casi igual observamos un proceso similar. Podemos entender que el nifio encontré una forma pero no sabe cémo seguir. Tenemos que ayudarlo a sentirse a salvo para explorar. Hace falta amasar \a zona de juego para que vuelva a ablandarse, a hacerse flexible, y acompafiar el paso posible para ese nifio, sosteniéndolo. Amasar refiere a contactar y a tocar, a mover y a masajear; implica ablandar y recuperar la elasticidad inherente a la zona de juego. 90 Calmels, D, (2000 - 2012); Analizadores del ju a FE Buenos Aires, Inédito Jugar Andiisis del acontecer 1 Nicholson, William. (2003) E/ viento en llamas: Siervos 10s Aires: Edens fp, 308 1s: Siervos de! maestro. Buen’ : Pel aa modo con adultos que hace mucho que no juegan, es necesario amasar i ‘a de juego para que puedan recorrerla. Cuando estamos proponiéndole jugar # los estudiantes de psicomotricidad é “ tos a enrarenla Zona de jugar,” MUP de adtos, ambien fs 2 196 Escaneado con CamScanner Amasamos junto con el nifio al entrar partirla, al comunicarnos yal Cconversar. Al Seguirlo y al su jerir quefios cambios. Empujamos Sus limites, invitandolo y Sieneee esperando con paciencia a que algo se acomode. Y poco a a nifio se anima a que su zona de Juego se estire Un poquito, recuper su maleabilidad y alcance nuevos lugares, nuevas formas, 7 €N su zona de Juego. Al com- Juan abrazado al juego del arquero El amasado de Ia Zona de juego Juan, de 6 afios®, se mostraba bastante prudente para jugar. La primera vez que Nino eligid diferentes Juegos deportivos. Jugamos varias veces al flitbol en donde Juan tomaba diferentes precaucio- nes, El era el arquero. Elegia una pelota muy blandita para que no lo golpeara, no valia tirar fuerte Y Podia enojarse hasta la furia si le metia un gol. Acepté su eleccidn. Para él ese era un juego seguro que le permi- tia sentirse confiado. Entré en la zona de juego que me proponia, una zona acotada. El arquero se mueve en un espacio restringido, con menos alternativas de jugadas. Podemos pensar que en los Juegos deportivos hay menos riesgos. Las reglas estan dadas. No hay que inventar tanto el juego. Los acuerdos tienen un marco mas © menos conocido por todos. Al principio, solo podiamos movernos dentro de esos limites. Pero luego, fueron surgiendo algunas varian- tes que permitieron agrandar las fronteras de juego establecido. En una sesién le conté que otro nifio, al que le gustaba ser arque- fo, habia probado atajar dos pelotas seguidas que ye le pateaba. Acepté el desafio. Eligid y acomod6 las pelotas. Yo variaba el ritmo de los tiros aviséndole que se preparara que iba el siguiente. mi tenia que agilizar sus movimientos, el ritmo de tiros pedia que nas Viera listo con menos parsimonia. Su postura se hizo mas eee SU cuerpo se fue acomodando a cada tiro. Viendo que se a roe a9'egamos mas pelotas en secuencia, una detrds de otra iLleg n la toma del lapiz. 2 , 2 consulta por difcultades en la lecto-escrtura, dficutades e aos res dicen que es terco y muy autoexigente y cuando algo no le sale, hacetlo 0 ora, 197 Escaneado con CamScanner hasta nueve! Y luego descansé acostado sobre una colchoneta, Acalorado y feliz. . . . Esta invitacién a acelerar la acci6n facilito que saliera de una iner- cia, de un comportamiento demasiado planificado. No habia tiempo para pensar, era su cuerpo el que respondia. Se amplié asi la con- fianza en sus posibilidades corporales y la alegria de contar con su cuerpo. Después Juan armé un arco con almohadones y muchas colchonetas que le amortiguaran la caida, asi podria tirarse Para atajar. Armé los reaseguros que necesitaba y aumento el riesgo corporal y la apuesta a su accionar. Al asegurarse la blandura de las colchonetas, empez6 a saltar realmente mas lejos y a pedirme que le lanzara de manera mas dificil para volar hacia la pelota. El juego, a medida que Juan estaba listo para ello, fue logrando mayor profundidad y continuidad. Un jugar que se habia presentado amarrado, abrazado al arquero, pasé a ser un jugar més intrépido y mas rico. Sin tanto control postural y con mayor y mas adecuado uso del cuerpo y del espacio logré mayor agilidad y mejor organiza- cién temporal. Aunque todavia bajo el amparo del futbol y el arque- ro, hubo un cambio en su actitud: del enojo frente a los goles pasd al pedido de repetir la jugada de gol para aprender a atajarla. También en su gestualidad observé cambios: menos tensién en su boca, antes la mandibula apretada era casi constante. Y cuando Juan permitié que el relator-psicomotricista comentara el partido, cosa que en un principio censuraba, se hace cdmplice del jugar, ingresa en una ficcién mayor del juego y logra un equilibrio mas dinamico entre palabra y accionar. éCémo podemos descansar después de esta intensidad corporal enel Juego? Después de quedarse un rato sobre la colchoneta, don- de haciamos un registro de su cuerpo, Juan elegia dibujar. Levantar la cabeza de la mirada concentrada de ser arquero, ver otros hori- zontes. Ofreci leer un cuento, hicimos plegados, el “come come”, una billetera de papel. Empezaron a desplegarse y alternarse otras Posibilidades de hacer juntos. Estuvimos varias sesiones ablandando el suelo alrededor del atajar y patear, amasando esa zona de juego, recuperando la flexibilidad 198 Escaneado con CamScanner jugar”. En la décima sesién, me ie y al entrar, lo veo a ‘wan a oT nent saludando faas pruebas. Después dibuis, plegs, y a) nal neoec™ Read fitbol otra vez. Cuando lo vi trepado al trapecio, me s eae de alegré. Estaba explorando otra forma de jugar, de eee pares desde sus brazos y no con los pies, Estaba en el aire, suspen ido. Buscando modos de impulsarse desde |a Pared para balancearse, as libre. Fue muy interesante su acomodacién en el espacio porque se pre- paré para balancearse de espaldas a una columna con la que podia golpearse. Le indiqué de qué manera impulsarse para evitar el cho- que, para lo cual tenia que cambiar su posicién en el espacio. Le llevé un rato comprenderlo. Al cabo de poco su cuerpo logré aco- modarse, entendiendo la ubicacién mas Oportuna. En esa conserva- cién espacial pueden leerse también vestigios de rigi- dez/cristalizacién. Entré en otra forma de juego y algo hizo que su cuerpo se demorara un poco en entender cémo acomodarse al es- pacio de la sala. La resistencia inicial hizo que su primera propuesta fuera sacar la columna, que es parte de la estructura del salén. Nos reimos ante esa idea. la risa compartida dejé huella. Cuando volviamos por un rato al fitbol pudimos bromear acerca de algunos goles que él ponia en duda, y hablandole al jugador a quien él representaba le dije que no ra posible atajar siempre. Que ni siquiera yo, Messi, podia patear Siempre bien, Juan contestando muy tranquilo seguia insistiendo con diferentes justificaciones para invalidar el gol. Decia que yo no podia decir que era gol porque a él le dolia el brazo, porque era alta la Pelota, porque no le avisé que pateaba... y porque se angustiaba si le decfa eso, Pero me lo decia sin angustia. Entonces hablandole al Ngador, le dije que en los partidos siempre, hasta en los de aa £n que estan los mejores jugadores, pasa que al ee ang a ie Y tiene que estar preparado para sobreponerse @ e Mmit6 tranquilo, sonriente y siguié jugando. : dela ago hincapig en el punto del jugar, no estoy related too a Lees eS vance Otros aspectos del tratamiento que se entrelazar' so Escaneado con CamScanner En sesiones posteriores Juan salid del arco, propuso patear la pe- lota con fuerza contra la pared. Y surgio un juego de alternarnos en el patear fuerte. Cuando uno pateaba, el otro se escondia detras de una columna para protegerse. Llegamos a armar refugios cada vez mas completos, con techo y paredes. De este modo se animé a desplegar su fuerza contra algo que no puede ser lastimado, como lo es una pared, resguardando también su propio cuerpo al entrar y salir con agilidad del refugio segun lo requiriera la ocasion. Esta flexibilidad para jugar se reflejo en una forma de vivir mas diictil. Estos logros en el jugar tuvieron efectos en la vida del nifio. En la escuela estuvo mas tranquilo para aceptar los desafios del aprender, mejor en el intercambio con sus compafieros. El aprendi- zaje de la lecto-escritura empez6 a fluir con eficacia. Al confiar en sus posibilidades cuenta con mas recursos para atravesar los “erro- res”, Puede tolerar el proceso que lleva aprender y las diferencias de criterio con sus compafieros sin desarmarse, ni cerrarse, ni dejarse tomar por el enojo 0 la sensacion de frustracion. El movilizar suavemente los bordes de esa zona de juego, sur- cando ese campo y entrando en la experiencia de jugar que propo- nia el nifio, le permitid poco a poco extender los limites y aventurar- se en otras areas menos exploradas. Ese cambio en el jugar abrio caminos para que el nifio encontrara nuevos modos de habitar su cuerpo, de gestionar su ser en el mundo, de seguir templando su fluctuacion ténica emocional al servicio de la comunicacién y el aprendizaje. Cuando el juego no encuentra una forma definida y se desvanece. Si el jugar no encuentra forma no hay juego. La posibilidad de ju- gar no se realiza. Es labor del psicomotricista ayudar a que s¢ reali- ce, que se concrete. _ Hay nifios que no estan ain en condiciones de definir la forma del jugar. Dan vueltas, mezclan diferentes cosas, esbozan una forma que no alcanza a organizarse, no pueden sostener ni compartir sU légica. Cuando un nifio muestra un juego incipiente, los psicomotri- —- vislumbramos esa forma apenas hilvanada y buscamos ayudar Escaneado con CamScanner a que se defina mas, al ordenar, sugerir, gular Y Crear un escenario para que el jugar tome forma. Es un cierto imponer, una cierta coaccion. ES ofrecer sentidos que organizan, Un limitar para encau- zar, estableciendo por un rato un camino Posible, Fermin y los limites que le dan cauce a al jugar, Fermin® tiene 5 afios. Cuando llega la primera vez, mientras con- verso un momento con su madre, va del saltarin al espaldar. Salta con cierta cuota de peligro. Va mas all de lo que considero seguro. Tengo que acercarme y, rapidamente, poner reglas: solo se puede saltar desde el cuarto escalén. Cuido y coloco colchonetas para la caida. Propongo bordes, después de saltar lo tapo con una colcho- neta y contamos hasta tres mientras esta acostado. Le dedico toda mi atencién en un principio. Tengo que estar cerca y, a la vez, cer- candolo. Quiere subir y saltar desde més arriba. Le digo que no y me que- do proxima a él, lista para frenarlo si hace falta. Me mira, se rie y baja. Propongo alternar: salta él, salto yo. Asi espera y se organiza. Va al pizarrén y dibuja sin que yo entienda qué dibuja. Explica lo que va haciendo, no entiendo del todo. Dice que es una paloma. La vislumbro. Le pido que le agregue una rama. Lo hace. Elige un carrito con ruedas con el que se camina haciendo equili- brio, es dificil. Le doy la mano. Varias veces esta por caerse. No Quiere la mano. Al principio le digo que es con la mano, que asi deber ser, Luego va organizando el movimiento y le pongo un borde de sillas y anda entre las sillas y la pared. Hago un dibujo de Fermin ¥ del recorrido que hizo desde la ventana hasta el bafio. ; la sesién se desarrolla entre dibujos apenas entendibles en el pi Zarrén y sus coqueteos con lo peligroso. Mi estado de alerta es Constante. Mientras pongo limites firmes pero sin ninguna conno Clon de reto, ofrezco modos posibles. Por acd no vamos a ir pero por C4, si, Divido el pizarrén en dos. Su parte y la mia. Al principio no — Fermin va una - escuela bilingtie de doble jor {22 como un nito més pequeti su dlecén es confsa. La madre dice ave 70 ene cia, que tiene poca tolerancia a la frustracién y que el dibujo lk Bteralidad no est4 definida. 201 nada. La consulta se realiza porque Escaneado con CamScanner dejo que tache lo que hago ni que pinte en mi He Miramos lo dibujado desde mas lejos. Mas adelante, con mas codigos comparti- dos sera posible dibujar algo entre los dos. En esa forma de encontrarnos se fue trazando una confianza que permitid que escuchara y tomara ordenamientos, a veces casi como 6rdenes que facilitaron llegar a un juego. Los limites y sentidos que fui poniendo ofrecieron un sostén. Le dieron un rumbo posible a su accionar. Se acuesta en la hamaca paraguaya y pide que lo hamaque rapi- do. Pongo condiciones: lo hamaco solo si sus pies estan adentro de la hamaca. Los saca y freno. Insisto e insiste en sacarlos, Pero se queda dentro, con la espalda apoyada, sostenido y albergado por la hamaca que lo envuelve en parte. Me alejo a tomar un poco de agua que me reconforte en esta tarea de tratar de armar acuerdos, y cuando me alejo unos pasos dice: Piernas adentro, en voz muy bajita. Sefial de posibilidad. éEs eso lo que busca al arriesgarse con- tantemente en bordes peligrosos? éEs eso lo que procura al oponer- se? éPretende intimamente que el otro esté cerca? éCudndo accede a entrar los pies es que puede hacer una apuesta a que voy a estar? Lo acompafio para que halle otras formas de interaccidn. Para ase- gurarle que voy a estar, que estoy disponible para él, dispuesta a que juguemos. Le digo que tomo agua y vuelvo. Y lo empiezo a hamacar. Casi inmediatamente saca una mano entre los hilos de la hamaca. Yo digo. iUy, veo una mano! éSera la de un pescador? Entonces le acerco unas botellitas peces, con las que rozo su mano. Enseguida la toma y la guarda dentro de la hamaca/barca y vuelve a sacar la mano. Asi armamos un juego de hamacar, pescar y guardar. Con una coherencia compartida y con una secuencia: un pedido/una mano, una espera, y un logro/el pez. Hay pausas, entre cada pescar canto canciones de mar. El va guardando el fruto de su accion. En el Juego le pregunto cudntos pececitos tiene. Cuenta y me dice 4- Cuando le vuelvo a preguntar cuantos peces tiene ahora dice 1. Tomo rapidamente su respuesta, y digo: ite los comiste! Solo te queda uno porque te los comiste iTe veo mas gordito! Se rie y sigue contestando 1 0 0. 202 Escaneado con CamScanner Su respuesta también fue un desafio, una tra: 16 5 acostumbrado a que lo evaltien con los nlimeros, Ente’ ieee muy oportuno salir de ese molde del Conteo, que no es tralian del jugar sino que lo interrumpe Y lo conduzco Por lugares lidicos, EI juego crece Sigue pescando Y comiendo, y después pide ir al escritorio a hacer peces, Le doy una botellita, Papeles de colores y una tijera y prepara otros peces Muy concentrado y bastante orga- brita y lo piso suavemente, No lo sigo en su Pataleo, lo traigo de nuevo al jugar. Me mira, se sonrie y se levanta, vuelve a la silla recobrando su Postura, mas firme, y termina su tarea, Un ordenamiento es una invitacién que al ser tomada por el nifio, permite que acordemos, que nos encontremos y que entremos en el jugar. Una coaccién que no esta separada del nifio al que queremos acompafiar. Hay indicios, sefiales que nos permiten ubicar por dén- de va y qué puede ser una llave. Al leer la trasgresién o un desborde como una invitacién a jugar, también estoy enmarcando que este es un lugar donde se juega y en el que yo voy a ayudarlo a jugar. Me quedo dentro del juego y de alguna manera suave y firme a la vez, 0 guio para que él también se quede. Si el nifio me sigue, el juego tiene mas posibilidad de armarse. Si no, habré que insistir un poco o buscar otra propuesta, fae Pienso ae Eee establecido claramente esos primeros limites con Fermin junto con interpretar sus acciones como una apa Puerta para jugar, lo habilitaron para que entrara y permaneci 4a Zona de juego la cual al desplegarse y ordenarse, cura. 203 Escaneado con CamScanner Cuando el juego se cristaliza con atajos fantasiosos que no dan la posibilidad de usar el cuerpo. Winnicott® ubica la precariedad del jugar en el espacio interme- diario: “Es lo precario de la accién reciproca entre la realidad Psiqui- ca personal y la experiencia del dominio de objetos reales.” La zona de juego es una zona de encuentro entre la realidad y la fantasia, Para sostenerse y prosperar necesita de una conversacién entre realidad y fantasia. Muchas veces las formas de no jugar, se deben a que la fantasia domina. Otras, la realidad frena, no da entrada, repliega en vez de desplegar. Hace muchos ajios mientras intentaba comunicarme con un nifio de 6 afios por medio de un titere que lo miraba a través del espejo, el nifio, sin entrar en la escena con el titere, se dirigid a mi preguntandome si sabia que eran los espejos. Son vidrios pintados, me dijo. El desafio alli fue convidarlo a que probara y ensefiarle lo interesante, lo saludable, lo conveniente y lo serio del jugar. Sofia y la magia que todo lo puede. Sofia” tiene 5 afios, Vuelve con impetu a un juego de princesas. Ella es Catalina la hija de unos reyes que tiene muchos poderes magicos. Yo soy su hermana menor. Me propone diferentes aventu- Tas a armar entre las dos. Podria considerarse como un juego interesante y claro en el desa- rrollo, pero repite una y otra vez el uso de sus poderes magicos para resolver todo conflicto, sin atreverse a usar su cuerpo. El control magico impide que lleve su idea a una accién concreta. Queda en un plano de imaginacion. Sin corroborar si es posible y si ella cuenta 0 no con la fuerza y con la habilidad. 6 gy Winnicott, D. (1972); Realidad y juego; 2° edicién, Barcelona, Editorial Gedisa. Los padres de Sofia relatan que cuando camina usa preponderantemente el lado derecho, Cuentan que nacié con una paresia plexobraquial del lado izquierdo de la que se recuperé sola a los dos meses de edad. Tlene acortados los gemelos por I que ha hecho diferentes tratamientos kinesloldgicos y antigimnasia. Es muy coordi- iat on sus manos. Le cuesta la relacién con los pares, no se sabe defender. Escaneado con CamScanner Un dragon amenaza y ella con , a aragon. Hay que encontrar un modo den oo ish... vence al magica ifsh! ... iYa estd alli! Cuando intento fy © pais y con sy Varita la desestima diciendo que ella sabe cémo hacerr, UN Propuesta, de que yo ue que tiene nas Poderes, 2, que es mas gran. En el modo en que Sofia present ‘ fa magia como medio de aan ae en lo relterado de jugar, una manera de escaparse, de ho ae Sutil forma de no la realidad no hay magia que solucione siempre a ee co invitarla a un proceso de uso de su cuerpo conn es saldra victoriosa con las fuerzas que tiene, y de oH ra ae boro se cubra enteramente de omnipotencia Agi Sees cree dominar el mundo. meaica desde Ia que Al llegar busca sus cetros (bastones de madera) y vuelve a ser princesa con poderes magicos. Dice: me Voy a la guerra... Rapida- mente, antes de un ifsht magico, tomo otro bastén y me pongo de ‘enemiga . Luchamos dejando que los palos se toquen y ella, casi al ae matabas? le digo que si, que luche- go la mato. La idea de prolongar la lucha es que ella tenga una tolerancia a un Proceso comunicacional, de busqueda de acuerdos en la lucha y que no sea inmediato el cum- plimiento de su deseo. Cuando cae “muerta”, me fijo cudn muerta esté. Est4 quieta y Muevo cada uno de sus brazos y sus piernas y la cabeza. La giro. Ella permite esos movimientos sin resistencia. De pronto dice que va a revivir por sus poderes especiales. Hago una accién concreta que vehiculiza su intencién: tomo un tul que la al pasar por encima de su cuerpo y eso le permite revivir. pe mus vuelve a usar la magia de su cetro para resolver a ine reParar una comida especial para los invitados. Entonces, luzco la idea de que la magia del cetro disminuye al usarse y €5 aunt FeC2rgario. Lo mido y le digo que tiene é ee Que ie, Se aeronolel a0 eae eae es muvemente Ident Permiten recuperar su poder y re ena es un desafio acorje Sue acciones son posibles para Soe, A tendo @ su medida, ni tan facil ni tan dificil. Empiezo pl 205 Escaneado con CamScanner una tarea y ella, se va entusiasmando, acuerda, hace y propone a su vez. Las pruebas se enriquecen al alternar acciones que le permi- ten explorar su habilidad corporal. La acompafio a descubrir la pos). bilidad de dominar su cuerpo en la accién y no solo en la fantasia, Los aros estan en el suelo. Tiene que saltar con los dos pies juntos dentro de cada aro. Lo logra. Ya tiene el 60%. Entonces Propongo que salte adelante y atrés de un aro a otro. Le cuesta y adapto la tarea para que salte para atras dentro del mismo aro. Lo logra ape- nas. Pero crece su entusiasmo por recuperar poder mediante prue- bas. Si ensarta los tres aros con su cetro recupera el 10% de poder. Propone saltar con un pie dentro de cada aro. Alterna pies como en carrera lenta. Le agrego que salte con un pie dentro del aro y luego un pequefio salto mas con el mismo pie. Lo logra en algun grado. Tiene 10% mas. Salta en profundidad desde un banco sueco después de recorrerlo en equilibrio. Su cetro ya tiene el 90 % del poder, La propuesta deriva en Jugar con animales de Plastilina. Un perrito le pide dulce de leche magico y, aunque al prin- cpio dice que no va a gastar la magia en eso porque guarda el poder para la guerra, Juego acepta registrando que lo puede recuperar, Algunas sesiones atras, se habia interesado en el trapecio al re- cordar sus clases de circo. Propongo que se a balancee suspendida del trapecio y si logra to- car la pared con ambos pies tres veces gana el 100 % del poder. Cuando no le sale, dice “recomenzar”, “vale recomenzar”. Cuando después de algunos recomienzos logra tocar dos veces con ambos Pies la pared, propone que la tercera sea sin recomenzar. Lo logra con voluntad, concentracién y confianza. La idea es proponer desafios viables. Esto lleva a ubicar su cuerpo como posible conquistador de poderes Y que no solo lo sea su ima- ginacion desligada del cuerpo, Hay una flexibilidad dentro del juego cordado. Vale ajustar las reglas y me alegro de que se sienta libre 206 Escaneado con CamScanner ag para hacerlo, que los desafios no a gerada como para que tenga que escaparse otra vez con hechizos, 2g Tanto se entusiasma que dice que quiere llegar a tener 1000 de By poder en su cetro. Digo que hoy no va a llegar Porque falta poco age para que la vengan a buscar Pero otro dia Podemos seguir Ny En la sesi6n Siguiente Sigue explorando apenas llega, mientras re- ‘ cuerda a una compafiera de Circo que podia subir las piernas al tra- Th pecio. Quiere probar y Io logra. Propone otras Praxias que en otros momentos, muy temerosa, no habia podido siquiera intentar, Va de una a otra isla (bancos). Sube a lo mas alto del espaldar. Al ter- minar la sesién, pide Mostrarle a su mama y a su hermanita, y que saquemos fotos para enviarle a su Papa. f Dice Tonucci® que el tiesgo es una componente esencial del desa- ® roll. Seria deseable que los nifios encontraran sus obstaculos en e| momento Util, medir si pueden saltar un riachuelo o si les compensa relacionarse con alguien. Un comienzo de Praxias logradas le dio Confianza a esta nifia Para investigar su destreza fisica. Sofia siente después del riesgo el placer del logro, la alegria del dominio con trabajo. Empieza a tener acceso a una representacién de si misma como nifia habil. Esto le permitira seguir explorando. Hitos en el camino. A modo de cierre. Alo largo del tratamiento psicomotor, entre varias cosas que ocu- Ten podemos detectar algin juego revelador, debelador, que dej6 marca gruesa, que dio a un nifio la oportunidad de ead que abrié camino; que permitié cerrar un ciclo y pasar a ota ose. Un juego que habilité a un nifio o a una nifia a encontrar el né del juego, un néctar nutritivo y reconstituyente. us hos Psicomotricistas podemos reconocerlo como una nae =)ud6 a la comprensién de ese nifio y sirvié de guia para "rl, orienténdonos en la intervencién. = ic | Fundacién German Tonucci F, (2004); £2 ciudad de los nifios; Madrid, Editorial Fu “Sez Ruiperex 207 ~ Escaneado con CamScanner En la clinica psicomotriz, desde el punto de vista oe jugar, se tra- baja amasando el suelo, preparandolo y prestando etn al mo- mento oportuno en que se da la posibilidad de cambiar la inercia y descubrir algo nuevo. Algo le sucede entonces al nifio que le Permite ver y acceder a otra posibilidad y apropiarsela. Después uno sigue acompafiandolo a que pueda afianzarla, afirmarla. Y a lo largo del proceso y una vez concluido el mismo, es posible leer y revalorizar esos hitos en el jugar. jiografia Calmels, D. (2000 - 2012); Analizadores del jugar Andlisis del acontecer /édico, Buenos Aires, Inédito. Gonzalez, L. (2009); Qué cura la Psicomotricidad en Pensar lo psicomotor. Buenos Aires, Eduntref. Larrosa, J, (2007); Acerca de la experiencia. Conferencia en el Encuentro Nacional Formacién en futuro presente, Programa Aprender ensefiando y elegir la docencia. Mar del Plata. Marazzi M. (2014); Reflexiones acerca de lo técnico en Psicomotricidad. Los recursos técnicos de la practica psicomotriz Lo técnico en la formacién corporal de! psicomotricista, Buenos Aires, Inédito, Marazzi M. (2013); Psicomotricidad, en busca de un reencuentro; Conferen- cia presentada en el Encuentro de psicomotricistas organizado por la AFEP. Cordoba. Inédito. Nicholson, W. (2003); &/ viento en llamas: Siervos del maestro. Buenos Aires, Ediciones B. Pichon Riviere E. (1984); &/ proceso creador. Del psicoandiisis al psicologla social (II); Buenos Aires, Editorial Nueva Visién, Tonucci, F. (2004); La ciudad de los nifios; Madrid, Editorial Fundacién German Sanchez Ruiperez. pee D. (1972); Realidad y juego, 2° edicién, Barcelona, Editorial lisa. 208 Escaneado con CamScanner

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