Professional Documents
Culture Documents
1999
Seguridad Pública
Una parte sustancial de la obra pública que realiza nuestro gobierno tiene que ver
con este renglón.
Con fuertes inversiones, trabajamos para dignificar los reclusorios de Los Mochis,
Culiacán y Mazatlán; y para equipar la Academia Regional del Noroeste.
Estamos construyendo el Centro de Readaptación Social de Guasave y el edificio
del Servicio Médico Forense.
Mucho me satisface además, que de manera unánime, los integrantes del Consejo
aprobaron el Programa Estatal de Seguridad Pública 1999-2004.
Ahora tenemos un programa viable y realista; contamos con una estrategia de
consenso que nos permita ofrecer los resultados que reclaman y esperan los sinaloenses.
Sin embargo, también es justo decir que Sinaloa no presenta los índices delictivos
que algunos nos atribuyen.
Estadísticas de la Secretaría de Gobernación, ubican a nuestro estado en el lugar
número 29 en lo que se refiere al índice de delitos por cada mil habitantes.
Para algunos, estos datos no resultan creíbles, y sencillamente elevan su crítica para
dar mayor eco a la resonancia social que tienen ciertos hechos delictivos.
Tenemos que reconocer que por razones ligadas al narcotráfico, nuestro estado
registra una lamentable incidencia en delitos de alto impacto que ofenden y alteran el orden
social.
De ninguna manera desestimamos la crítica, pero eso no va a reducir la intensidad
de nuestras acciones.
Sabemos que se requiere mayor información y diversificar las vías de diálogo hacia
quienes aún no comprenden la magnitud del esfuerzo que estamos realizando.
Pero también tenemos que señalar que el 80 por ciento de los homicidios dolosos
que se cometen en Sinaloa están asociados al narcotráfico y a la posesión ilegal de armas.
Agregando que la tercera parte de las víctimas contaban con antecedentes penales.
Reitero mi posición: estoy insatisfecho con los resultados en materia de seguridad
pública.
Todavía tenemos una elevada incidencia delictiva. De enero a octubre de 1999, se
registraron 472 homicidios dolosos en nuestro estado; es una cifra muy alta que
necesitamos seguir abatiendo.
Sin embargo, también hay que señalar que este alto número de homicidios resulta
14 por ciento menor respecto al promedio registrado de 1993 a 1998, para los mismos
meses.
Pero a todos los sinaloenses nos lastima profundamente cada hecho delictivo que se
comete; cada asesinato que queda impune.
Por eso, reitero la firme voluntad de mi gobierno de perseguir, sin descanso y con
apego a la ley, todos los ilícitos que nos ofenden como sociedad.
No quedará impune el homicidio de Jorge Aguirre Meza, ni de muchos otros
sinaloenses que han sido víctimas de la delincuencia.
Estamos perfeccionando nuestras acciones; estamos logrando avances importantes
en el ámbito de la procuración de justicia y confío en que tendremos cada vez mejores
resultados.
Se ha dado seguimiento, por ejemplo, a una serie de rezagos y se lograron resolver
más de 8 mil averiguaciones previas que se habían iniciado antes de 1999.
De las órdenes de aprehensión libradas durante el presente año, más del 70 por
ciento ya han sido debidamente ejecutadas.
Tenemos una estadística delictiva confiable y sin maquillajes. Ella nos muestra que
el número de secuestros se ha incrementado; que los asaltos bancarios han repuntado.
No estamos ocultando deficiencias; tampoco incurrimos en la simulación ni en la
apatía, que también es una forma de complicidad.
Todos los índices delictivos se encuentran en niveles muy altos y lo asumo con
responsabilidad, porque todavía nos falta mucho por hacer.
Seguiremos hablando con la verdad; respetando siempre la dignidad y la
inteligencia del pueblo sinaloense.
Quiero dejar claro que en materia de seguridad pública no aceptaré derrotas o
fracasos.
Yo no voy a faltar a la confianza que me han dado los sinaloenses. (Aplausos)
Calidad de vida
Estamos haciendo un gran esfuerzo colectivo para mejorar la calidad de vida de los
sinaloenses.
Educación, salud, vivienda, alimentación, servicios públicos y un medio ambiente
sano, ya no pueden ser privilegio de unos cuantos.
Los resultados que estamos alcanzando en el primer año de mi gobierno son
alentadores.
Estamos invirtiendo en la gente, sobre todo en la que más lo necesita.
Quiero decir, con satisfacción y nunca como queja, que dedicamos la mitad del
presupuesto estatal a mejorar la calidad de la educación.
Estamos construyendo planteles y espacio más dignos. Durante este nuestro primer
año de administración, construimos 376 aulas; esto es, poco más de una aula nueva por
cada día.
Tal como lo ofrecí, iniciaremos el año 2000 sin el lastre, sin padecer ya, la
vergüenza de las aulas de cartón.
Ya quedaron debidamente sustituidas 187 aulas de cartón que identificamos, y ahora
5 mil 600 niños estudian en aulas mas funcionales que alientan su espíritu de superación.
Buscando promover y preservar los mejores valores sociales que nos distinguen,
todos los lunes hacemos acto de presencia en el homenaje cívico de algún plantel educativo.
Ahí dialogamos con los alumnos; nos acercamos más a los maestros y con los
padres de familia; y fortalecemos los valores que nos confieren identidad como nación.
Porque se siembra para el futuro, los llamados “Lunes Cívicos” es el programa más
ambicioso e importante de mi gobierno.
Todas las actividades vinculadas con la educación y la cultura, están recibiendo
nuestro más amplio respaldo a sus programas y acciones.
La Universidad Autónoma de Sinaloa, la Universidad de Occidente, Difocur, el
Colegio de Sinaloa, el Centro de Ciencias y los Institutos del Deporte, de la Juventud, y de
la Mujer, serán objeto de un trato muy especial por parte del Gobierno del Estado.
Nuestra disposición para apoyar la construcción de su torre académica para la
investigación y el posgrado, acredita la gratitud, la consideración y el respeto que
guardamos para la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Seguirá contando con nuestro respaldo porque al cumplir con las tareas que la
sociedad le encomienda, nuestra entrañable Alma Mater está haciendo, desde Sinaloa, una
sólida defensa de la universidad pública mexicana.
En materia de cultura, nuestro estado de nueva cuenta avanza y reforma su
desarrollo. Difocur impulsa intensamente una nueva política cultural en nuestra entidad.
Con el extraordinario Festival Sinaloa de las Artes, con el Encuentro Yoreme del
Noroeste, y mediante el programa permanente de excelencia artística, se ha incrementado la
oferta cultural que garantiza el acceso a todos los grupos sociales.
Con la integración del Patronato Impulsor del Deporte Sinaloense, se ha dado un
paso muy importante para el despegue de esta actividad.
El primer Maratón Internacional Pacífico, celebrado en el puerto de Mazatlán,
registró un extraordinario éxito y será una actividad que cada año situará a Sinaloa en el
mapa mundial del deporte.
La salud es lo primero que hay que cuidar para lograr mejores niveles de vida, y la
atención del niño constituye la máxima prioridad del sistema estatal de salud.
La cobertura de vacunación prácticamente alcanza ya el 100 por ciento, y los
servicios de salud están al alcance del 98 por ciento de la población.
Ello ha permitido que Sinaloa sea un estado libre de poliomielitis, y que se tengan
un estricto control sobre enfermedades como el paludismo, cólera y dengue hemorrágico.
Este año pusimos en operación el Hospital de El Rosario y el de Sinaloa de Leyva; y
en muy breve tiempo iniciará sus actividades el de Badiraguato.
También incorporamos 17 nuevos centros de salud y 33 unidades móviles
debidamente equipadas para atender a la población de la zona serrana.
A lo largo de este año, se han otorgado 5 millones de consultas y se realizaron 50
mil intervenciones quirúrgicas.
Vamos a trabajar intensamente para mejorar los servicios de salud, convencidos de
que ello es necesario para impulsar nuestro desarrollo económico y nuestra fortaleza como
sociedad.
El programa de educación, salud y alimentación, está funcionando con excelentes
resultados en Sinaloa.
El PROGRESA existe para ayudar a las familias más pobres del medio rural; para
que no saquen a sus hijos de la escuela; para que se alimenten mejor y accedan a los
servicios de salud.
El PROGRESA protege a 66 mil familias sinaloenses, que viven en 2 mil
comunidades rurales de los 18 municipios del estado. Para el próximo año, incorporaremos
4 mil familias más a los beneficios de este programa.
También estamos combatiendo, de manera prioritaria, la marginación y la pobreza
en 13 municipios. Ahí, donde más se necesita, estamos creando la infraestructura social
básica.
En este programa hemos invertido, sin distingos geográficos o políticos, recursos
cercanos a los 800 millones de pesos en obras de amplio beneficio social.
La atención a los grupos vulnerables es una tarea que viene coordinado el sistema
para el desarrollo integral de la familia.
El Sistema-DIF distribuye diariamente desayunos escolares para fortalecer el nivel
nutricional de 94 mil niños sinaloenses. También se beneficia con despensas alimenticias a
52 mil hogares en los diversos municipios.
Con profundo agradecimiento, quiero reconocer el trabajo cotidiano que vienen
realizando los grupos de promoción voluntaria en favor de indigentes, discapacitados,
jornaleros agrícolas y personas de la tercera edad.
Por el cariño que ha puesto en su responsabilidad quiero reconocer, de manera muy
especial, el eficaz desempeño y la comprometida dedicación de mi esposa María Guadalupe
Pietsch de Millán, (aplausos) asimismo, la ejemplar tarea que desempeñan las señoras
esposas de presidentes municipales y servidores públicos.
En el informe de labores que entrego por escrito, se plasman los hechos y logros que hemos
alcanzado los sinaloenses en el primer año de mi gobierno.
Los saldos muestran la pertinencia del rumbo que hemos elegido, pero no nos
satisfacen del todo. Tenemos tareas pendientes; vamos a trabajar más intensamente;
reafirmaremos compromisos y responsabilidades.
En materia tan sensible como lo es la seguridad pública nos falta mucho por hacer.
En el ámbito productivo tenemos obstáculos o inercias que necesitamos vencer; y en
el rubro social son varios los rezagos que aún perviven.
Sin embargo, los resultados señalan con claridad que tenemos la capacidad y los
recursos para enfrentarlos.
Con la suma de voluntades de sociedad y gobierno, los sinaloenses estamos
convirtiendo los retos en oportunidades. Ello nos da certidumbre y confianza en nuestro
futuro.
Hace 11 meses, al inicio de mi mandato, convoqué a la sociedad a trabajar en la
construcción de una nueva etapa en la vida de Sinaloa. En este propósito, me comprometí a
que desde el gobierno haríamos las cosas de manera diferente; tener un gobierno de
resultados medibles y muy cercano a las necesidades de la población.
Así lo hemos hecho. Cada compromiso asumido con los sinaloenses, ha tenido una
respuesta de mi gobierno.
Esta es la característica de un gobierno responsable y atento a las demandas de la
sociedad.
La ciudadanización de las políticas públicas nos han permitido alcanzar más y
mejores logros, y ha dado origen a una nueva forma de gobierno, con compromisos claros y
responsabilidades compartidas.
Por Sinaloa y para los sinaloenses, todos tenemos una tarea que realizar.
Nuestro respeto a la participación social y nuestro compromiso con la pluralidad ha
quedado manifiesto en cada una de las decisiones adoptadas por mi gobierno.
La unidad de propósitos y de acciones, ha sido un factor de primordial importancia
para avanzar como sociedad.
Así lo hemos constatado en este primer año de trabajo. Frente a problemas y
adversidades naturales, los sinaloenses dimos muestra de entereza y estamos ahora más
unidos.
Este espíritu quedó de manifiesto en los intensos y definitorios procesos políticos
que vivimos durante 1999.
En plena tranquilidad y total libertad, los ciudadanos de todas las expresiones
políticas desarrollaron sus actividades internas de frente a la sucesión presidencial del año
próximo.
Mucho nos estimula que en Sinaloa, no se haya presentado ningún acto de autoridad,
que interfiera el normal desenvolvimiento de los procesos partidarios.
Porque es nuestra profunda convicción, escrupulosamente respetamos la plena
manifestación de las ideas y preferencias políticas de los sinaloenses.
Esta conducta se vio correspondida con la seriedad y elevado desempeño que
demostraron los partidos políticos y sus dirigencias. Por ello les ratifico mi más amplio
reconocimiento y respeto.
De la misma manera, quiero expresar mi especial consideración al desempeño de
esta Honorable Legislatura.
Su pluralidad ha enriquecido la tarea de gobierno y le ha dado una nueva dinámica
al debate público en nuestro estado.
En este recinto las voces de la sociedad no sólo escuchan con respeto, sino que
también se atienden.
Pondero la responsabilidad con la que se han conducido cada uno de sus integrantes.
La pluralidad de opiniones no ha sido obstáculo para que, con el cumplimiento de
sus funciones constitucionales, los sinaloenses avancemos hacia un gobierno más
transparente y, sobre todo, más eficiente.
Esta pluralidad es nuestra mayor prenda en los nuevos y democráticos tiempos que
vive nuestro estado.
Por eso, con los gobiernos municipales sostenemos una relación productiva, de
colaboración y mutuo respeto. Trabajamos juntos en bien de Sinaloa.
Sin distingo de ninguna índole, estamos actuando muy unidos para que todas las
regiones del estado alcancen un mayor desarrollo y mejorar la calidad de vida de todos los
sinaloenses.
A ellos da cuenta de sus actos, con la plena conciencia de la transparencia de
nuestras acciones.
Este es el compromiso que asumí al hacerme cargo de la honrosa encomienda de
conducir los esfuerzos de los sinaloenses.
Así, mi gobierno muy atento a las demandas y necesidades de la población,
ejerciendo con responsabilidad las decisiones y nutriendo sus acciones con la participación
ciudadana.
De esta manera, hemos unido esfuerzos para construir un Sinaloa con mejores
escuelas, más y mejores caminos, más salud, más vivienda, más empleos y mejor calidad de
vida.
Esto es fruto del trabajo conjunto, sustentando en la amplia y democrática
participación social de los ciudadanos.
Por eso, un ejercicio de mi gobierno ha sido convocar a la sociedad a emprender
acciones conjuntas, y de esta forma, aprovechar al máximo nuestras potencialidades.
Unidos en la pluralidad lograremos las transformaciones productivas que requiere
nuestro estado; superaremos las persistentes desigualdades sociales y regionales, y
consolidaremos nuestra vida democrática.
Esto son tiempos que convocan a la unidad y a la perseverancia. La víspera del
nuevo milenio, es el momento de la renovación de la esperanza y el compromiso.
Sinaloa esta fuertemente comprometido con el futuro de nuestro gran país.
El tiempo de México es también el tiempo de Sinaloa. Son tiempos históricos
porque entrañan grande retos que demandan toda nuestra energía e inteligencia para
superarlos.
Estoy muy confiado en nuestro futuro, porque los sinaloenses nos crecemos ante los
retos, tenemos el carácter y la energía para superar cualquier problema; y tenemos el talento
y la inteligencia para cumplir nuestros anhelos y aspiraciones.
¡Que Viva Sinaloa! (Aplausos)
----------