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1er INFORME DE GOBIERNO

1999

C. JUAN S. MILLÁN LIZÁRRAGA

Gobernador Constitucional del


Estado de Sinaloa.

Culiacán Rosales, Sin., noviembre de 1999.


Señor Presidente del H. Congreso del Estado, diputado Raúl Cárdenas Duarte;
Señor Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Lic. Jorge Romero Zazueta,
distinguidas diputadas y diputados del Honorable Congreso del Estado.
Agradezco la presencia del señor Gobernador Constitucional del Estado de Sonora,
mi amigo Armando López Nogales, (aplausos); del señor representante del Gobierno del
Estado de Durango Angel Sergio Guerrero Niebla, (aplausos).
Señores ex-gobernadores del Estado de Sinaloa, Alfredo Valdes Montoya, Antonio
Toledo Corro, Renato Vega Alvarado, muchas gracias por su presencia.
Señores Senadores de la República, señores Diputados Federales, gracias por su
presencia en este recinto; señores Presidentes Municipales; señoras y señores:
Porque así lo ordena la Ley, pero también con plena convicción política,
comparezco ante este Honorable Congreso del Estado, para informar sobre la situación que
guarda la administración pública a mi cargo.
En apego a lo dispuesto en el Artículo 40 de nuestra Constitución Política, entrego a
ustedes un informe escrito sobre la situación de los asuntos bajo nuestra responsabilidad, de
los resultados que hemos venido alcanzando, y de los compromisos que estamos honrando
con nuestras acciones de gobierno.
Someto a su consideración este mi Primer Informe de Gobierno, pero también pido
a los sinaloenses, a sus organizaciones sociales y productivas, a los colegios de
profesionistas y a los partidos políticos, que sometan a riguroso análisis todo lo que hasta
hoy hemos alcanzado.
La participación ciudadana en las tareas públicas, es un signo distintivo de los
tiempos que ahora vivimos en Sinaloa. Por ello la sociedad tiene todo el derecho y toda la
libertad, para expresar sus consideraciones respecto a la obra de mi gobierno.
Sinaloa está cambiando, y lo hace para bien, entre nosotros se consolidan las
actitudes que favorecen la tolerancia, la apertura y la democracia.
Antes de hacer entrega de mi informe, con atención y respeto escuché las
intervenciones de los señores diputados, que desde esta tribuna expresaron la posición de
sus respectivos grupos parlamentarios.
Así, con acciones de civilidad política y de respeto mutuo, los sinaloenses estamos
construyendo un diálogo que fortalece la relación entre los poderes del estado, y consolida
nuestra democracia política.
La discrepancia y el cuestionamiento no nos incomoda; existen disensos que son
parte natural de nuestra vida política.
Pero estoy plenamente convencido de que hay espacios suficientes para generar
nuevos acuerdos que nos permitan superar obstáculos y seguir avanzando como sociedad.

Seguridad Pública

Aquí se ha reiterado una preocupación en la que todos coincidimos: necesitamos recuperar


la seguridad pública.
Este es el problema que más nos lastima como sociedad; que más divisionismo nos
genera y que más afecta la imagen de nuestro Estado.
No estoy satisfecho con lo que hasta ahora hemos logrado; tenemos que abatir
mucho más los índices delictivos; la sociedad nos lo está exigiendo y a este clamor
deberemos dar una respuesta mucho más contundente y en corto plazo.
Hemos tenido que tomar decisiones de fondo para enfrentar al delito; hemos
impulsado programas, acciones y medidas que consideramos indispensables para obtener
mayores logros.
Sin embargo, lo más importante, y a veces también lo más difícil, ha sido lograr la
participación social en la lucha contra el delito.
Para impulsar una política integral nos propusimos ciudadanizar las políticas
públicas, y una de nuestras primeras acciones fue la creación del Consejo Estatal de
Seguridad Pública.
Este Consejo, como así lo ofrecimos, tiene recursos, facultades y funciones cada vez
más amplias. De él surgieron las propuestas para nombrar al procurador general de justicia,
así como a los mandos operativos y administrativos de las dependencias encargadas de la
seguridad pública.
En el combate contra la delincuencia, hemos recibido un amplio respaldo por parte
del gobierno federal. Tan solo en 1999 se duplicaron los presupuestos destinados a la
seguridad pública.
Ello nos ha permitido ampliar significativamente los recursos humanos, el
equipamiento y la infraestructura en materia de seguridad.
Para mejorar las condiciones de vida de los servidores públicos encargados de esta
difícil tarea, otorgamos incrementos salariales que oscilan entre un 80 a 100 por ciento para
los agentes del ministerio público; entre un 40 a 60 por ciento para la policía judicial; entre
un 50 a 200 por ciento para los peritos investigadores; y entre un 30 a 40 por ciento para los
custodios de los centros penitenciarios.
También reorganizamos la Policía Judicial del Estado para lograr mayor eficiencia y
mejores resultados en la procuración de justicia.
Esta corporación ha dejado de lado las tareas que no le eran propias. Ahora atiende
las funciones que por ley le corresponden.

Una parte sustancial de la obra pública que realiza nuestro gobierno tiene que ver
con este renglón.
Con fuertes inversiones, trabajamos para dignificar los reclusorios de Los Mochis,
Culiacán y Mazatlán; y para equipar la Academia Regional del Noroeste.
Estamos construyendo el Centro de Readaptación Social de Guasave y el edificio
del Servicio Médico Forense.
Mucho me satisface además, que de manera unánime, los integrantes del Consejo
aprobaron el Programa Estatal de Seguridad Pública 1999-2004.
Ahora tenemos un programa viable y realista; contamos con una estrategia de
consenso que nos permita ofrecer los resultados que reclaman y esperan los sinaloenses.
Sin embargo, también es justo decir que Sinaloa no presenta los índices delictivos
que algunos nos atribuyen.
Estadísticas de la Secretaría de Gobernación, ubican a nuestro estado en el lugar
número 29 en lo que se refiere al índice de delitos por cada mil habitantes.
Para algunos, estos datos no resultan creíbles, y sencillamente elevan su crítica para
dar mayor eco a la resonancia social que tienen ciertos hechos delictivos.
Tenemos que reconocer que por razones ligadas al narcotráfico, nuestro estado
registra una lamentable incidencia en delitos de alto impacto que ofenden y alteran el orden
social.
De ninguna manera desestimamos la crítica, pero eso no va a reducir la intensidad
de nuestras acciones.
Sabemos que se requiere mayor información y diversificar las vías de diálogo hacia
quienes aún no comprenden la magnitud del esfuerzo que estamos realizando.
Pero también tenemos que señalar que el 80 por ciento de los homicidios dolosos
que se cometen en Sinaloa están asociados al narcotráfico y a la posesión ilegal de armas.
Agregando que la tercera parte de las víctimas contaban con antecedentes penales.
Reitero mi posición: estoy insatisfecho con los resultados en materia de seguridad
pública.
Todavía tenemos una elevada incidencia delictiva. De enero a octubre de 1999, se
registraron 472 homicidios dolosos en nuestro estado; es una cifra muy alta que
necesitamos seguir abatiendo.
Sin embargo, también hay que señalar que este alto número de homicidios resulta
14 por ciento menor respecto al promedio registrado de 1993 a 1998, para los mismos
meses.
Pero a todos los sinaloenses nos lastima profundamente cada hecho delictivo que se
comete; cada asesinato que queda impune.

Por eso, reitero la firme voluntad de mi gobierno de perseguir, sin descanso y con
apego a la ley, todos los ilícitos que nos ofenden como sociedad.
No quedará impune el homicidio de Jorge Aguirre Meza, ni de muchos otros
sinaloenses que han sido víctimas de la delincuencia.
Estamos perfeccionando nuestras acciones; estamos logrando avances importantes
en el ámbito de la procuración de justicia y confío en que tendremos cada vez mejores
resultados.
Se ha dado seguimiento, por ejemplo, a una serie de rezagos y se lograron resolver
más de 8 mil averiguaciones previas que se habían iniciado antes de 1999.
De las órdenes de aprehensión libradas durante el presente año, más del 70 por
ciento ya han sido debidamente ejecutadas.
Tenemos una estadística delictiva confiable y sin maquillajes. Ella nos muestra que
el número de secuestros se ha incrementado; que los asaltos bancarios han repuntado.
No estamos ocultando deficiencias; tampoco incurrimos en la simulación ni en la
apatía, que también es una forma de complicidad.
Todos los índices delictivos se encuentran en niveles muy altos y lo asumo con
responsabilidad, porque todavía nos falta mucho por hacer.
Seguiremos hablando con la verdad; respetando siempre la dignidad y la
inteligencia del pueblo sinaloense.
Quiero dejar claro que en materia de seguridad pública no aceptaré derrotas o
fracasos.
Yo no voy a faltar a la confianza que me han dado los sinaloenses. (Aplausos)

Calidad de vida

Estamos haciendo un gran esfuerzo colectivo para mejorar la calidad de vida de los
sinaloenses.
Educación, salud, vivienda, alimentación, servicios públicos y un medio ambiente
sano, ya no pueden ser privilegio de unos cuantos.
Los resultados que estamos alcanzando en el primer año de mi gobierno son
alentadores.
Estamos invirtiendo en la gente, sobre todo en la que más lo necesita.
Quiero decir, con satisfacción y nunca como queja, que dedicamos la mitad del
presupuesto estatal a mejorar la calidad de la educación.
Estamos construyendo planteles y espacio más dignos. Durante este nuestro primer
año de administración, construimos 376 aulas; esto es, poco más de una aula nueva por
cada día.

Tal como lo ofrecí, iniciaremos el año 2000 sin el lastre, sin padecer ya, la
vergüenza de las aulas de cartón.
Ya quedaron debidamente sustituidas 187 aulas de cartón que identificamos, y ahora
5 mil 600 niños estudian en aulas mas funcionales que alientan su espíritu de superación.
Buscando promover y preservar los mejores valores sociales que nos distinguen,
todos los lunes hacemos acto de presencia en el homenaje cívico de algún plantel educativo.
Ahí dialogamos con los alumnos; nos acercamos más a los maestros y con los
padres de familia; y fortalecemos los valores que nos confieren identidad como nación.
Porque se siembra para el futuro, los llamados “Lunes Cívicos” es el programa más
ambicioso e importante de mi gobierno.
Todas las actividades vinculadas con la educación y la cultura, están recibiendo
nuestro más amplio respaldo a sus programas y acciones.
La Universidad Autónoma de Sinaloa, la Universidad de Occidente, Difocur, el
Colegio de Sinaloa, el Centro de Ciencias y los Institutos del Deporte, de la Juventud, y de
la Mujer, serán objeto de un trato muy especial por parte del Gobierno del Estado.
Nuestra disposición para apoyar la construcción de su torre académica para la
investigación y el posgrado, acredita la gratitud, la consideración y el respeto que
guardamos para la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Seguirá contando con nuestro respaldo porque al cumplir con las tareas que la
sociedad le encomienda, nuestra entrañable Alma Mater está haciendo, desde Sinaloa, una
sólida defensa de la universidad pública mexicana.
En materia de cultura, nuestro estado de nueva cuenta avanza y reforma su
desarrollo. Difocur impulsa intensamente una nueva política cultural en nuestra entidad.
Con el extraordinario Festival Sinaloa de las Artes, con el Encuentro Yoreme del
Noroeste, y mediante el programa permanente de excelencia artística, se ha incrementado la
oferta cultural que garantiza el acceso a todos los grupos sociales.
Con la integración del Patronato Impulsor del Deporte Sinaloense, se ha dado un
paso muy importante para el despegue de esta actividad.
El primer Maratón Internacional Pacífico, celebrado en el puerto de Mazatlán,
registró un extraordinario éxito y será una actividad que cada año situará a Sinaloa en el
mapa mundial del deporte.
La salud es lo primero que hay que cuidar para lograr mejores niveles de vida, y la
atención del niño constituye la máxima prioridad del sistema estatal de salud.
La cobertura de vacunación prácticamente alcanza ya el 100 por ciento, y los
servicios de salud están al alcance del 98 por ciento de la población.

Ello ha permitido que Sinaloa sea un estado libre de poliomielitis, y que se tengan
un estricto control sobre enfermedades como el paludismo, cólera y dengue hemorrágico.
Este año pusimos en operación el Hospital de El Rosario y el de Sinaloa de Leyva; y
en muy breve tiempo iniciará sus actividades el de Badiraguato.
También incorporamos 17 nuevos centros de salud y 33 unidades móviles
debidamente equipadas para atender a la población de la zona serrana.
A lo largo de este año, se han otorgado 5 millones de consultas y se realizaron 50
mil intervenciones quirúrgicas.
Vamos a trabajar intensamente para mejorar los servicios de salud, convencidos de
que ello es necesario para impulsar nuestro desarrollo económico y nuestra fortaleza como
sociedad.
El programa de educación, salud y alimentación, está funcionando con excelentes
resultados en Sinaloa.
El PROGRESA existe para ayudar a las familias más pobres del medio rural; para
que no saquen a sus hijos de la escuela; para que se alimenten mejor y accedan a los
servicios de salud.
El PROGRESA protege a 66 mil familias sinaloenses, que viven en 2 mil
comunidades rurales de los 18 municipios del estado. Para el próximo año, incorporaremos
4 mil familias más a los beneficios de este programa.
También estamos combatiendo, de manera prioritaria, la marginación y la pobreza
en 13 municipios. Ahí, donde más se necesita, estamos creando la infraestructura social
básica.
En este programa hemos invertido, sin distingos geográficos o políticos, recursos
cercanos a los 800 millones de pesos en obras de amplio beneficio social.
La atención a los grupos vulnerables es una tarea que viene coordinado el sistema
para el desarrollo integral de la familia.
El Sistema-DIF distribuye diariamente desayunos escolares para fortalecer el nivel
nutricional de 94 mil niños sinaloenses. También se beneficia con despensas alimenticias a
52 mil hogares en los diversos municipios.
Con profundo agradecimiento, quiero reconocer el trabajo cotidiano que vienen
realizando los grupos de promoción voluntaria en favor de indigentes, discapacitados,
jornaleros agrícolas y personas de la tercera edad.
Por el cariño que ha puesto en su responsabilidad quiero reconocer, de manera muy
especial, el eficaz desempeño y la comprometida dedicación de mi esposa María Guadalupe
Pietsch de Millán, (aplausos) asimismo, la ejemplar tarea que desempeñan las señoras
esposas de presidentes municipales y servidores públicos.

En materia de vivienda Sinaloa se ha situado en el primer lugar nacional. Con el


respaldo de INFONAVIT y de empresas locales, este año alentamos 26 mil acciones de
vivienda en todo el estado.
Más trabajadores y miles de familias han consolidado un patrimonio que mejora
significativamente su calidad de vida.
La oferta de servicios básicos también se está ampliando para llegar a más personas.
Este año se ejecutaron 207 obras de electrificación; se construyeron 284 nuevos
sistemas de agua potable; y fueron construidos, ampliados y rehabilitados 85 sistemas de
alcantarillado.
Para proteger y cuidar el medio ambiente pasamos de las palabras a los hechos.
A base de lagunas de estabilización, se construyen plantas de tratamiento de aguas
residuales en las cabeceras municipales de Cosalá, Badiraguato y Mocorito.
La construcción de la planta norte de tratamiento de aguas residuales es un proyecto
que durante años habíamos esperado para Culiacán.
En esta planta se invertirán 260 millones de pesos, y sin duda será una de las más
modernas y funcionales de toda América Latina.
Tiene el sello de las obras que necesitamos construir, y ya las estamos haciendo,
para abrir el nuevo milenio en mejores condiciones ambientales y de sustentabilidad.
Desarrollo Económico

Al inicio de 1999 el panorama de la economía sinaloense no era muy alentador.


La sequía, por su efecto adverso sobre la producción agrícola, hacía prever una
caída del 8 por ciento en el producto estatal; y una disminución del 3 por ciento en el nivel
de empleo.
Los posteriores problemas en la comercialización de cosechas, acentuaron aún más
las dificultades.
Realizamos un gran esfuerzo para superar la adversidad; los problemas nunca nos
paralizaron y siempre actuamos con la convicción y la fuerza que da el respaldo de la
sociedad.
Con firmeza, determinación y una amplias participación social, enfrentamos una
coyuntura que nos era totalmente adversa.
Para contrarrestar los efectos de la sequía, la federación y el Gobierno del Estado
invertimos recursos adicionales por 45 millones de pesos.
Dichos recursos se utilizaron para perforar 70 pozos en todo el estado, construir 500
bordos abrevaderos, y para distribuir forrajes que permitieron proteger 275 mil cabezas de
ganado.

Además, los programas de empleo temporal merecieron una gran atención y


pudimos generar 1 millón 100 mil jornales para reducir el efecto negativo de la sequía en
las localidades más afectadas.
Realizamos intensas gestiones y conseguiremos recursos adicionales por 393
millones de pesos; obtuvimos un apoyo que representó el 25 por ciento de lo que ASERCA
aplicó a nivel nacional.
En el Plan Estatal de Desarrollo lo expresé con toda firmeza y hoy lo reitero: nos
proponemos recuperar la rentabilidad y la certidumbre que necesita el campo sinaloense
para recobrar su prosperidad.
Estamos alentando la discusión y construyendo los consensos para impulsar una
nueva política agrícola nacional.
Hemos realizado importantes reuniones de trabajo con los líderes de las diversas
fracciones parlamentarias representadas en la Cámara de Diputados.
A través de estos encuentros y de múltiples gestiones ante la federación, estamos
realizando una firme defensa de los intereses de los agricultores; y vamos a continuar
haciéndolo para recuperar la rentabilidad en el campo.
Una Cámara de Diputados plural que refleja el avance de la democracia en México,
deberá legislar y establecer los acuerdos que demandan los organismos agrícolas de la
república.
Tengo una gran confianza en el apoyo y en las respuestas que recibiremos de los
legisladores federales.
Las soluciones de fondo tomarán tiempo; nos exigirán mucho trabajo y una gran
perseverancia.
El reto es complejo y enorme, pero lo vamos a superar si mantenemos el esfuerzo; si
por encima de partidarismos fortalecemos la unidad de los productores.
Pero no sólo enfrentamos la emergencia del sector agrícola. También
instrumentamos una estrategia para apoyar el crecimiento de la producción y el empleo
estatal.
Con los programas de vivienda que nos han situado en el primer plano nacional; a
través de un intenso programa de construcción de carreteras; y mediante el establecimiento
de más empresas extranjeras y nacionales, hemos alcanzado resultados económicos muy
favorables.
La construcción de vivienda está generando más prosperidad y bienestar social, pero
también es considerable la derrama económica que genera, la cual, asciende a 3 mil 450
millones de pesos.
Las carreteras que estamos construyendo y rehabilitando, a lo largo y ancho de
Sinaloa, ya es uno de los rasgos que más distingue y caracteriza a nuestro gobierno.
Tan sólo en el presente año construimos 162 kilómetros de nuevas carreteras;
rehabilitamos otros 343 kilómetros y, de manera simultánea, damos mantenimiento a 195
kilómetros de autopistas federales y a 2 mil 200 kilómetros de carreteras estatales.
Al principio del presente año sólo un 8 por ciento de la red carretera se encontraba
en buenas condiciones. Al día de hoy, ese porcentaje ya lo elevamos al 40 por ciento.
En el programa carretero de Sinaloa, este año invertimos recursos por 426 millones
de pesos.
Debe ser alentador para toda la sociedad decir, que estas obras benefician a más de
un millón y medio de sinaloenses; que es un programa de infraestructura social y
productiva que no tiene precedente alguno.
El marcado repunte de la industria de la construcción ha propiciado la reactivación
de la economía sinaloense.
Este año, el sector de la construcción en Sinaloa registra un crecimiento del 14 por
ciento del 14 por ciento, muy por encima del promedio nacional, que es del 6.5 por ciento.
Como resultado de la estrategia de promoción, se han instalado en Sinaloa 42
nuevas empresas, las cuales invirtieron 80 millones de dólares.
La economía sinaloense se encuentra en un momento de importantes
transformaciones.
Estamos captando más inversión extranjera y también crecen las exportaciones de
productos manufacturados.
Las exportaciones del sector textil, de alimentos y bebidas se incrementaron en un
48 por ciento, pasando de 162 millones de dólares a una cifra superior a los 240 millones de
dólares.
La economía sinaloense no se ha detenido, al contrario, actualmente vive una
intensa dinámica productiva que nos permite confiar en un futuro altamente promisorio.
Mantenemos el primer lugar nacional en la producción de ganado de engorda.
Hemos refrendado el primer nacional en valor de la producción pesquera. Somos el
estado líder en la producción de camarón, en acuacultura y en volumen de desembarques de
atún.
El turismo sigue fortaleciendose. El porcentaje de ocupación hotelera fue de 62 por
ciento, superior al promedio nacional.
Contra todo lo pronosticado, está creciendo la economía y el empleo sinaloense.
Pese a que este año se dejaron de sembrar 120 mil hectáreas y a la caída en los
precios agrícolas, este año la economía estatal crece en 3.1 por ciento; es decir, a la tasa
más elevada que hayan observado los últimos gobiernos, en su primer año.
Con respecto al cierre de 1998, el empleo formal ha crecido en un 5.9 por ciento,
cifra que supera el promedio nacional.
Hasta octubre del presente año, en Sinaloa se habían creado casi 15 mil 766 nuevos
empleos permanentes, y tengo plena confianza que para el cierre de 1999 esta cifra será
todavía mucho más favorable.
La convocatoria que hicimos para defender el empleo productivo y para generar
más y mejores puestos de trabajo, indudablemente arroja resultados positivos.
El próximo año intensificamos las acciones en materia de promoción de inversiones,
en capacitación de trabajadores, en la consolidación de cadenas productivas y en llevar
empresas hacia las diversas comunidades del estado.
Las cuentas son claras. Estamos cumpliendo el mandato de la sociedad.

Nueva forma de Gobierno

Lo que los sinaloenses quieren es un gobierno de resultados socialmente útiles y medibles;


un gobierno más eficaz que atienda mejor las demandas ciudadanas.
Por eso estamos desarrollando una nueva forma de gobierno; estamos alentando una
creciente e intensa participación ciudadana en las tareas públicas.
Para atender los principales ejes de nuestra estrategia de gobierno, estamos
impulsando una profunda reforma administrativa y un reordenamiento institucional.
Nos estamos preparando para ofrecer mejores servicios a la ciudadanía y para
evaluar el desempeño de los servidores públicos.
Como lo garanticé, la reforma administrativa ha respetado plenamente los derechos
de los trabajadores al servicio del estado.
Establecimos acuerdos con su dirigencia sindical para avanzar en la creciente
calificación laboral de sus representados, y para consolidar el servicio civil de carrera en la
administración pública.
En reconocimiento a la importante función que desempeñen, este año autorizamos
un incremento global de 27 por ciento por concepto de salarios y prestaciones a los
trabajadores del gobierno del estado.
En términos reales, este es el aumento más alto que se ha autorizado durante los
últimos años.
Para poder dar un buen servicio a la sociedad e infraestructura productiva, como lo
he referido, ha crecido en términos reales.
La inversión pública del gobierno estatal se ha incrementado y la estamos
financiando con recursos sanos, provenientes de reasignaciones y de una mayor eficiencia
en el ejercicio del gasto.
La administración estatal a mi cargo, no ha contraído nuevos endeudamientos ni
tampoco creará nuevos impuestos. Bajo estos principios vamos a continuar.
Estamos utilizando la política para establecer acuerdos con los ayuntamientos, que
posibiliten mejorar la actividad económica y la calidad de vida de cada municipio.
Con el fondo de infraestructura social que manejan los 18 municipios de Sinaloa,
este año se construyeron 1 mil 503 obras de gran contenido social.
Para el cierre de 1999, las finanzas públicas municipales se fortalecerán con
recursos provenientes del fondo de aportaciones para el fortalecimiento de los municipios,
el cual se incrementa en un 115 por ciento con respecto al año pasado.
Sin distingos geográficos o políticos vamos a seguir trabajando en coordinación
estrecha con todos los gobiernos municipales.
Estamos compartiendo la honrosa tarea de servir a los sinaloenses, que por serlo
merecen toda nuestra consideración y respeto.
En la responsabilidad que compartimos no cuentan los colores partidistas; lo que
cuenta es servir a nuestra gente.
Y en ello estamos trabajando con toda nuestra capacidad; con todo nuestro
entusiasmo; y con todo nuestro compromiso.

Honorable Congreso del Estado:

En el informe de labores que entrego por escrito, se plasman los hechos y logros que hemos
alcanzado los sinaloenses en el primer año de mi gobierno.
Los saldos muestran la pertinencia del rumbo que hemos elegido, pero no nos
satisfacen del todo. Tenemos tareas pendientes; vamos a trabajar más intensamente;
reafirmaremos compromisos y responsabilidades.
En materia tan sensible como lo es la seguridad pública nos falta mucho por hacer.
En el ámbito productivo tenemos obstáculos o inercias que necesitamos vencer; y en
el rubro social son varios los rezagos que aún perviven.
Sin embargo, los resultados señalan con claridad que tenemos la capacidad y los
recursos para enfrentarlos.
Con la suma de voluntades de sociedad y gobierno, los sinaloenses estamos
convirtiendo los retos en oportunidades. Ello nos da certidumbre y confianza en nuestro
futuro.
Hace 11 meses, al inicio de mi mandato, convoqué a la sociedad a trabajar en la
construcción de una nueva etapa en la vida de Sinaloa. En este propósito, me comprometí a
que desde el gobierno haríamos las cosas de manera diferente; tener un gobierno de
resultados medibles y muy cercano a las necesidades de la población.
Así lo hemos hecho. Cada compromiso asumido con los sinaloenses, ha tenido una
respuesta de mi gobierno.
Esta es la característica de un gobierno responsable y atento a las demandas de la
sociedad.
La ciudadanización de las políticas públicas nos han permitido alcanzar más y
mejores logros, y ha dado origen a una nueva forma de gobierno, con compromisos claros y
responsabilidades compartidas.
Por Sinaloa y para los sinaloenses, todos tenemos una tarea que realizar.
Nuestro respeto a la participación social y nuestro compromiso con la pluralidad ha
quedado manifiesto en cada una de las decisiones adoptadas por mi gobierno.
La unidad de propósitos y de acciones, ha sido un factor de primordial importancia
para avanzar como sociedad.
Así lo hemos constatado en este primer año de trabajo. Frente a problemas y
adversidades naturales, los sinaloenses dimos muestra de entereza y estamos ahora más
unidos.
Este espíritu quedó de manifiesto en los intensos y definitorios procesos políticos
que vivimos durante 1999.
En plena tranquilidad y total libertad, los ciudadanos de todas las expresiones
políticas desarrollaron sus actividades internas de frente a la sucesión presidencial del año
próximo.
Mucho nos estimula que en Sinaloa, no se haya presentado ningún acto de autoridad,
que interfiera el normal desenvolvimiento de los procesos partidarios.
Porque es nuestra profunda convicción, escrupulosamente respetamos la plena
manifestación de las ideas y preferencias políticas de los sinaloenses.
Esta conducta se vio correspondida con la seriedad y elevado desempeño que
demostraron los partidos políticos y sus dirigencias. Por ello les ratifico mi más amplio
reconocimiento y respeto.
De la misma manera, quiero expresar mi especial consideración al desempeño de
esta Honorable Legislatura.
Su pluralidad ha enriquecido la tarea de gobierno y le ha dado una nueva dinámica
al debate público en nuestro estado.
En este recinto las voces de la sociedad no sólo escuchan con respeto, sino que
también se atienden.
Pondero la responsabilidad con la que se han conducido cada uno de sus integrantes.
La pluralidad de opiniones no ha sido obstáculo para que, con el cumplimiento de
sus funciones constitucionales, los sinaloenses avancemos hacia un gobierno más
transparente y, sobre todo, más eficiente.
Esta pluralidad es nuestra mayor prenda en los nuevos y democráticos tiempos que
vive nuestro estado.
Por eso, con los gobiernos municipales sostenemos una relación productiva, de
colaboración y mutuo respeto. Trabajamos juntos en bien de Sinaloa.
Sin distingo de ninguna índole, estamos actuando muy unidos para que todas las
regiones del estado alcancen un mayor desarrollo y mejorar la calidad de vida de todos los
sinaloenses.
A ellos da cuenta de sus actos, con la plena conciencia de la transparencia de
nuestras acciones.
Este es el compromiso que asumí al hacerme cargo de la honrosa encomienda de
conducir los esfuerzos de los sinaloenses.
Así, mi gobierno muy atento a las demandas y necesidades de la población,
ejerciendo con responsabilidad las decisiones y nutriendo sus acciones con la participación
ciudadana.
De esta manera, hemos unido esfuerzos para construir un Sinaloa con mejores
escuelas, más y mejores caminos, más salud, más vivienda, más empleos y mejor calidad de
vida.
Esto es fruto del trabajo conjunto, sustentando en la amplia y democrática
participación social de los ciudadanos.
Por eso, un ejercicio de mi gobierno ha sido convocar a la sociedad a emprender
acciones conjuntas, y de esta forma, aprovechar al máximo nuestras potencialidades.
Unidos en la pluralidad lograremos las transformaciones productivas que requiere
nuestro estado; superaremos las persistentes desigualdades sociales y regionales, y
consolidaremos nuestra vida democrática.
Esto son tiempos que convocan a la unidad y a la perseverancia. La víspera del
nuevo milenio, es el momento de la renovación de la esperanza y el compromiso.
Sinaloa esta fuertemente comprometido con el futuro de nuestro gran país.
El tiempo de México es también el tiempo de Sinaloa. Son tiempos históricos
porque entrañan grande retos que demandan toda nuestra energía e inteligencia para
superarlos.
Estoy muy confiado en nuestro futuro, porque los sinaloenses nos crecemos ante los
retos, tenemos el carácter y la energía para superar cualquier problema; y tenemos el talento
y la inteligencia para cumplir nuestros anhelos y aspiraciones.
¡Que Viva Sinaloa! (Aplausos)

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