El cuervo, subido a un árbol, estaba no con un queso
según dice la fábula clásica, sí con un sangriento pedazo de carne en el corvo pico. Llegó el zorro. El olor lo hizo levantar la cabeza, vio al cuervo banqueteándose, y rompió a hablar. -Oh hermoso cuervo qué plumaje el tuyo qué lustre No cantas, cuervo si tu voz es tan bella como como tu Reluciente plumaje, serás el más magnifico de los Pájaros canta, hermoso cuervo
-¡ Ay aué susto! Casi destruyen nuestro nido –dijo
un pajaruillo. - ¿Sabes quienes son? – preguntó la pajarita. - La verdad es que no, pero parece que un niño nurvo viene al parque. - ¡ Es injusto que quieran coger nuestros huevecillos! – dijo la pajarita – Ya nadie nos respeta. - ¿ Quieres que les pique las manos? – preguntó el pajarito. - No, ya se darán cuenta que también deben respetar a los animales. b) Los signos de interrogació n y de exclamació n se escriben pegados a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen; pero si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos: