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De Camino Al Sepulcro
De Camino Al Sepulcro
El evangelio de Juan habla directamente de una sola persona, Maria Magdalena, quien se
fue muy de mañana al sepulcro para ungir el cuerpo del Señor, pero también nos deja
claves para poder ver que no solamente iba ella, sino que Juan decidió centrar su relato en
ella.
Sin embargo también es importante hacernos una pregunta ¿Eran las mujeres las que
movían las enormes piedras que sellaban los sepulcros?, cuando Lázaro resucitó la
indicación de mover la piedra no fue dada a mujeres.
Incluso el evangelio de Marcos nos señala que cuando iban de camino al sepulcro se
preguntaban entre sí ¿Quién nos removerá la piedra...?
Esto es una primera luz al respecto de que María Magdalena no iba sola ese día, además
de esto, regresando al evangelio de Juan podemos ver que en Juan 20:2 María Magdalena
llegó a los discípulos Juan y Pedro y les manifiesta “...se han llevado al Señor del sepulcro y
NO SABEMOS dónde le han puesto, eso es en plural, si hubiera ido sola habría dicho NO
SÉ DÓNDE le han puesto.
Así que tenemos que revisar los otros evangelios, en los pasajes paralelos para poder saber
quienes fueron ese domingo por la mañana junto con María Magdalena.
Mateo 28:1 Nos habla de que pasado el día de reposo, al amanecer María Magdalena y LA
OTRA MARÍA vinieron a ver el sepulcro.
Marcos 16:1 Nos dice Pasado el día de reposo, María Magdalena, María la Madre de
Jacobo, y Salomé
Lucas 24:1 Nos habla de que el primer día de la semana, al rayar el alba, LAS MUJERES
VINIERON AL SEPULCRO.
Más adelante en Lucas 24:10 nos especifica a qué mujeres se refería, eran María
Magdalena y Juana y María la Madre de Jacobo; también LAS DEMÁS MUJERES
con ellas referían estas cosas a los apóstoles.
Tuvimos que profundizar en esto porque teníamos que saber, que a diferencia de lo que
podríamos entender en una lectura rápida y sin cuidado del evangelio de Juan, María
Magdalena no había ido sola a realizar la difícil tarea con la que se inicia el relato de este
pasaje.
Ahora quiero que nos hagamos unas preguntas acerca de el proceso de camino al sepulcro.
¿Qué les preocupaba cuando iban al sepulcro?
Únicamente los evangelios de Marcos y Lucas profundizan un poco más en lo que
respecta a las cosas que se hicieron antes de ir al sepulcro, ambos coinciden
bastante y nos dejan ver los siguientes puntos:
c. Que si yo vengo y danzo no lo haga por cumplir sino porque entiendo lo que
estoy haciendo, que si vengo y levanto las manos no lo haga porque el
pastor me dice sino porque entiendo para qué lo hago, si ofrendo lo estoy
haciendo con entendimiento y si me porto bien no es porque el pastor me
puede ver si hago algo mal, sino porque temo a Dios y temo fallarle a Él.
Marcos 16:4 Cuando LEVANTARON LOS OJOS vieron que la piedra, aunque era
sumamente grande, había sido removida.
¿Qué las hacía caminar con los ojos hacia abajo, con la costa caída? o como vimos
en los puntos anteriores “con la mirada sobre la tierra, con los ojos en lo material.
Mateo 28:2 nos dice “que se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor
descendiendo del cielo y acercándose removió la piedra…”
Muchas veces pensamos que solo el orgullo endurece los corazones, pero en este pasaje
podemos ver que no, también las profundas tristezas, las pérdidas, el dolor puede hacernos
endurecer nuestro corazón.
Muchos se hacen duros ante las situaciones difíciles porque no se pueden permitir la
debilidad en su vida, el verse vulnerables, no quieren llorar cuando algo les duele para que
los demás no los vean, no quieren hablar, ministrarse de lo que les aqueja el corazón
porque no se quieren ver débiles delante de quien los escuche y eso, a la larga nos hace
endurecer nuestras reacciones, si yo nunca me permito sentir tristeza llegará el momento en
que también me haga insensible a todo lo demás.
Así ellas, quisieron hacerse las fuertes delante de todo esto para poder cumplir con la
costumbre o con el ritual acostumbrado y no se dieron cuenta que su corazón ya había sido
velado.
G4578 σεισμό seismós de G4579; conmoción, i.e. (del aire) ráfaga, (de la tierra) terremoto:-
temblor, tempestad, terremoto.
G4579 σείω seío aparentemente verbo primario; agitar, mecer (vibrar, propiamente
de lado a lado o de adelante para atrás), i.e. (generalmente) agitar (en cualquier
dirección; hacer temblar); figurativamente ponerse a temblar (de temor o
preocupación):- conmover, sacudir, temblar.
Fue al Sepulcro → Se dirigió a un lugar donde los demás no querían estar, porque este sepulcro era un
símbolo de la pérdida de su maestro, de la pérdida de un amigo, de un hermano, de un padre, de
alguien amado. Qué más podría simbolizar ese sepulcro sino ser un reflejo de tristeza, la palabra
especifica que ni María Magdalena ni los discípulos habían entendido la escritura al
respecto de la resurrección.
Quienes fueron al sepulcro con ella, declaró “se han llevado el cuerpo y NO SABEMOS
donde le han puesto, el decir, no sabemos como plural sugiere que ella iba acompañada-
Pedro aun era considerado Lider, puesto que maría magdalena se dirigió al él cuando dio
aviso de lo sucedido en el sepulcro
El papel del amor en esta historia es extraordinario. Fue María, la que tanto amaba a Jesús,
la primera en ir a la tumba. Y fue Juan, el discípulo al que amaba Jesús y que amaba a
Jesús de una manera especial, el primero que creyó en la Resurrección. Esa será siempre
la mayor gloria de Juan. Fue el primero en darse cuenta y en creer. El amor le abrió los ojos
para leer las señales, y la mente para entenderlas.
la manera en que vemos las cosas, los verbos usados para describir la acción de ver que
tenía Pedro contrastado con lo que tenía maría magdalena son diferentes
El sábado terminaba al anochecer. Los comercios estaban abiertos, por tanto las
mujeres pudieron comprar especias necesarias para el entierro. Para embalsamar el
cuerpo de Jesús tuvieron que esperar a la luz del día domingo por la mañana. Estos
preparativos son la prueba más fuerte de que hasta los discípulos más cercanos no
estaban esperando la resurrección y no hubieran inventado la historia. ¿Por qué
comprarían especias o vendrían pensando embalsamar su cuerpo, si creían que iba
a resucitar? ¿Por qué preocuparse del movimiento de la piedra de la puerta? (3). Si
Jesús no hubiera resucitado, esta piedra hubiera sido un verdadero obstáculo. Las
mujeres bien sabían cuál era la sepultura de Jesús (15:47); no había razón de
cometer un error. Tienen que haber sabido lo pesada que era la piedra y que tres
mujeres no hubieran podido moverla. (Los preparativos para los entierros los hacían
las mujeres.)