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ENSAYO SOBRE PERIODISMO DEPORTIVO

Gareb Gerson Espinoza Gonzales1

RESUMEN: El presente ensayo nos muestra las definiciones importantes del

periodismo deportivo. Se trata de una reflexión de un periodismo deportivo que ha

dejado la información en segundo término y que apuesta todo contenido al

entretenimiento. Se busca analizar cual es el motivo por el cual el informar sobre

deporte hoy resulta más difícil, ya que existen menos facilidades para ser ejercida con

libertad, podría tratarse de la competencia en las audiencias las que hacen que la

vocación de informar sea mayormente dirigida al entretenimiento. Existen nuevas

propuestas y canales para llevar a cabo el periodismo deportivo, y surgen nuevas

propuestas creativas para llevar la información de nuevas actividades deportivas. Las

respuestas a estas preguntas quizá nos expliquen del porqué la preocupación por un

espectáculo para el periodismo deportivo.

PALABRAS CLAVES (KEY WORDS): Prensa, Periodismo Deportivo,

Calidad, Ética.

El deporte en general, y el futbol en particular, son temas que despiertan altos

niveles de atención, no sólo del ciudadano promedio, sino también del periodismo. En

ese sentido, el objetivo de este artículo es presentar un recuento de la literatura

académica sobre el periodismo deportivo. Por lo tanto, la importancia de este trabajo

radica en que ofrece una aproximación de la manera en que el tema ha sido estudiado

en diferentes países, tanto de Europa como de América Latina.

Es cierto que el periodismo deportivo ha ganado en negocio, incrementando su

difusión a la par de un mercado deportivo (encontramos tantas noticias sobre deportes


en un periódico como logotipos de cuentas patrocinadoras en el uniforme de un

deportista), pero quizá no haya ganado en calidad de periodismo especializado,

rebasado no por múltiples especialidades deportivas, sino por factores políticos,

jurídicos y económicos que convierten al deporte en algo más que una competencia

espectacular

Este auge ha propiciado que en nuestros días el periodismo deportivo sea una

parcela de estudio de importancia creciente y que, cada vez más, adquiera un mayor

reconocimiento dentro del mundo mediático (donde los reporteros deportivos ya no son

vistos como outsiders) y de los ámbitos cultural y académico, a diferencia de antaño. De

esta forma, ha logrado liberarse del contraste de ser al mismo tiempo la tipología

informativa de mayor éxito social y un área periodística estigmatizada y asociada a

campos de poco prestigio. Ya se ha ganado el respeto de la academia (Wanta, 2013: 83-

84).

El periodismo en este sentido ha desempeñado históricamente un papel clave en

la creación y consolidación de los grandes acontecimientos deportivos internacionales

porque ha sido y es un agente implicado en su desarrollo, es parte contratante de este

negocio. Hasta tal punto es así que actualmente la influencia de los medios,

especialmente de la televisión, es decisiva para la configuración de los calendarios que

diseñan organismos internacionales como la FIFA o el Comité Olímpico Internacional.

Estos ajustan las fechas, horarios e incluso reglamentos de las competiciones (por

ejemplo, las interrupciones en fútbol americano para dar cabida en los canales a los

espacios publicitarios) a las necesidades de las cadenas, que han pagado cantidades

millonarias por los derechos de emisión de los encuentros deportivos, los espacios más

vistos y los que mayor número de anunciantes atraen (Andrews, 2005: 118).
Esta autonomía temprana del periodismo deportivo ha venido precisamente a

conferirle el honor de reconocerse como el primer periodismo especializado, mucho

antes de que la teoría de la información periodística postulara la superación histórica del

periodismo de masas; algunos autores comprenden a la “especialización periodística”

(Casasús, 1991; Berganza, 2005) bajo la idea de una fase que es cronológicamente

posterior y técnicamente superior a lo que conocemos tradicionalmente como el

periodismo de masas.

De todas formas resulta factible citar algunos precedentes decimonónicos del

periodismo dedicado a deportes; Antonio Alcoba (2005: 39) ha presentado casos

significativos: desde el Journal des Haras (revista deportiva francesa de 1828), hasta el

Sportman, “el primer diario deportivo” (surgido en Inglaterra, en 1852). El mismo

García Candau (2004: 461) refiere la fundación de la revista española Los Deportes, en

1899. Pero no fue en realidad sino hasta los comienzos del siglo XX, cuando el

periodismo moderno de la escuela estadounidense3 había dejado atrás los modelos

europeos del periódico político-ideológico, que se estableció como tal la elaboración de

publicaciones periodísticas exclusivamente deportivas.

En términos históricos, se considera al periodismo deportivo como el precursor

del periodismo especializado (Rowe, 1996; Domínguez, 2009). Sin embargo,

paradójicamente, es también el que menos ha evolucionado a través del tiempo

(Domínguez, 2009). Y es que, desde sus orígenes, se ha caracterizado por una ausencia

de rigor periodístico en su práctica cotidiana. Esta situación se empezó a hacer evidente

cuando aquellos aspirantes a reporteros que no cumplían con los estándares mínimos de

calidad, eran relegados a la sección de deportes, en la que había una menor exigencia

para publicar (García, 2004). Es por lo anterior que el periodista deportivo “se olvida

con frecuencia de su responsabilidad profesional, apenas sirve a la información y cae en


el entusiasmo fácil, en los juicios particulares y en la crítica sin fundamento”

(Hernández, 2003, p. 16). Es decir, generalmente su trabajo está marcado por una

incapacidad o, al menos, falta de interés por elaborar un mensaje que ofrezca una lectura

significativa o racional de la información que se genera en su fuente (Boyle, Dinan &

Morrow, 2002). Como resultado, en el mensaje periodístico deportivo se sobrevalora lo

especulativo por encima del dato duro (Kelly, 2011).

El periodismo deportivo se adelanta al periodismo cultural porque supera la

acepción más extendida del periodismo especializado, aquella donde el único requisito

es la separación de la información en ciertas “áreas de especialización”; Orive y

Fagoaga (en Berganza, 2005: 107) han definido tres principalmente: “políticas”,

“humanas” y “recreativas”, estas últimas, reuniendo de modo indistinto “deportes, arte,

cine, teatro, espectáculos, cultura, toros, música, pasatiempos”. Pero más allá de la

especialización técnica, desde el siglo XIX se fue forjando un periodismo especializado

en deportes -con la ventaja de un ámbito temático bien definido-, justo a la par de

“secciones culturales” que, según Alberto Dallal (2003:154), “publicaban asimismo

novelas por entregas, noticias insólitas, descripciones seudocientíficas de fenómenos

naturales, cronologías, y daban a conocer otros textos que ‘amenizaban’ la lectura; por

ejemplo, los relativos a inventos, descubrimientos y viajes”.

La aparición de Internet ha transformado la manera de producir noticias y está

produciendo un cambio de fisonomía de las redacciones periodísticas. En medio del

nuevo escenario digital, el periodismo ha encontrado en el entorno 2.0., en los blogs y,

muy especialmente, en los social media uno de sus principales y más eficaces vectores

de difusión de contenidos, hasta el punto de convertirse en el canal más rápido y eficaz

para anunciar todo tipo de noticias superando en velocidad a los flashes de agencia.

Cada vez más, las redes sociales como Twitter se están imponiendo como la plataforma
preferida por servicios de noticias para ofrecer avances de primicias informativas y,

consecuentemente, se erigen como una de las fuentes de información principales para el

resto de medios de convencionales. La red de microblogging se anticipa a la noticia que

luego será desarrollada y ampliada en webs, emisoras de radio, programas de televisión

y páginas de periódico. Twitter ha modificado también la rutina diaria del informador

deportivo, que encuentra en este nuevo canal muchas más posibilidades que antes para

interactuar con sus receptores, para reforzar su marca periodística personal y para tener

un mayor feedback, útil para encontrar otras noticias y nuevas historias que contar, y

hacerlo de la forma más adecuada para incrementar su audiencia y generar un mayor

tráfico a la web (Matthews y Anwar, 2013: 304).

Para lograr reorientar adecuadamente sus productos a las posibilidades de los

nuevos soportes digitales y a unos hábitos de consumo del público usuario que están

cambiando de forma significativa, el periodismo deportivo está apostando por nuevos

formatos informativos. Entre ellos, sobresalen los elementos para la representación

visual de los contenidos como gráficos, vídeos y reportajes multimedia, el periodismo

de datos, así como las piezas narrativas de larga extensión.

El periodismo deportivo deposita gran parte de su fortaleza en el carácter visual

de sus contenidos. Tanto en el diseño de las webs como en la diagramación de las

páginas impresas, este tipo de periodismo ha sabido siempre innovar para hacer más

atractivos sus textos y atrapar la atención de los lectores a través de fotografías

espectaculares, titulares de grandes dimensiones, infográficos singulares y, últimamente,

mediante otros elementos multimedia que completan la representación visual y sonora

de los datos que se producen en las competiciones. Estos nuevos gráficos se han

convertido en uno de los principales reclamos de las webs periodísticas sobre deporte y

en uno de los recursos informativos más eficaces para explicar o expresar los diferentes
aspectos de un torneo o de un partido por medio de números, tablas, ilustraciones y

elementos multimedia (vídeo, audio y fotos); todo de una manera sencilla, seductora y

rentable en términos de espacio.

Internet ha permitido a los periodistas sacar a la luz toda su creatividad para

presentar sus historias de una forma innovadora con el fin de satisfacer las nuevas

exigencias del entorno 2.0. y las expectativas de un receptor que ya es participativo y

tiene capacidad para tomar la iniciativa.

REFERENCIAS

Alcoba, A. (2005). Periodismo deportivo. Madrid: Síntesis.


Andrews, P. (2005). Sports Journalism. Londres: Sage.
Asociación de la prensa de Madrid (2013). Informe Anual de la Profesión
Periodística.
Madrid: APM
Boyle, R. (2006). Sports Journalism. Context and Issues. Londres: Sage.
Crucianelli, S (2013). “¿Qué es el periodismo de datos?”. Cuadernos de
Periodistas.
Extraída el 15/II/2014 desde http://www.cuadernosdeperiodistas.com/que-es-
elperiodismo-de-datos/
Levinsky, S. (2002). El deporte de informar. Buenos Aires: Paidós.
Luhmann, N. (2000). La realidad de los medios de masas. México: Universidad
Iberoamericana-Anthropos.
Martini, S. (2000). Periodismo, noticia y noticiabilidad. Bogotá: Grupo Norma.
Musacchio, H. (2003). Historia gráfica del periodismo mexicano. México:
Gráfica,
Creatividad y Diseño.
Paniagua, P. (2004). “El deporte y el enigma”. En M. Casals (ed.) Mensajes
periodísticos y
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Ramonet, I. (2002). La tiranía de la comunicación. Barcelona: Debate.
Rivadeneira, R. (1986). Periodismo. México: Trillas.
Sunkel, G. (2002). La prensa sensacionalista y los sectores populares. Bogotá:
Norma.
Verón, E. (1997). Telenovela, ficción popular y mutaciones culturales.
Barcelona: Gedisa.

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