You are on page 1of 28

lOMoARcPSD|6668955

Segundo parcial de problemá2ca de la pobreza.

¿ Qué son las empresas recuperadas? RUGGERI,

Cap 1.

La polí2ca. MocaWeb

Toda manifestación de lucha social 2ene un correlato polí2co ineludible. En el caso de las
empresas recuperadas por sus trabajadores este viene dado por la necesidad de apelar a
mecanismos de presión polí2ca sobre el Estado para asegurar condiciones mínimas de
funcionamiento, facilidades legales o por lo menos la obstaculización de los procesos.

Para ello debieron organizarse en forma de movimientos, asociaciones o federaciones que les
permi2eran reconocerse y ser reconocidos como un sector con reivindicaciones y planteos
propios.

A su vez, los condicionamientos de una situaciones de descomposición ins2tucional de las


estructuras polí2cas argen2nas 2ño de incer2dumbre todo este procesos.

La organización polí2ca de las ERT como movimiento más allá de sus dinámicas económicas y
sociales internas como el de la relación con el Estado en todas sus formas.

Los movimientos.

La necesidad de agruparse surgió tempranamente entre las ERT: los obje2vos eran varios.

En primer lugar, los trabajadores de las empresas recuperadas habían quedado desprotegidos
frente a la claudicación y el desconocimiento de los sindicatos y por otra parte, no se senGan
representados por las organizaciones del coopera2vismo tradicional.

Al mismo 2empo, necesitaban algún 2po de representaciones frente a los poderes públicos y
desarrollar laos orgánicos de solidaridad entre ellos.

Los agrupamientos de empresas recuperadas surgieron como una necesidad de suplir


carencias, pero sin metas precisas a mediano y largo plazo.

Las ERT explotaban como conJictos obreros localizados en los que a lo sumo se aglu2naban
algunos miles de trabajadores entre sus lugares de trabajo, las ERT representaban una prac2ca
de los trabajadores que enfrentaban y resisGa al fenómeno económico del cierre de empresas
y fábricas, tratando de evitarlos.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Cada caso, no podía ligarse con el resto mas que a traves de la solidaridad y la acción
ejempliLcadores, pues la supervivencia o de cada experiencia dependería casi exclusivamente
de su propia capacidad y además de representarlas frente al Estado y tratar de arrancar
concesiones al poder polí2co, poco más podían hacer las estructuras que las reunían, a menos
que intervinieron ac2vamente en los asuntos internos de cada empresa.

Los agrupamientos de ERT han tenido importancia fundamental en la consolidación del


proceso visto en conjunto. La intervención de los movimientos ha sabido ser decisiva en los
momentos conJic2vos de la ocupación de los establecimientos.

Especialmente en el caso del MNER, las organizaciones transmi2eron la experiencia de las


recuperaciones anteriores, llevaron solidaridad y conexiones polí2cas y sociales a las nuevas
coopera2vas, les dieron visibilidad social, polí2ca e incluso mediá2ca y en mas de una
oportunidad su intervención fue decisiva para lograr el acceso de los trabajadores a las
instalaciones y la posterior puesta en funcionamiento de la empresa.

La existencia de los movimientos les dio a las ERT, una capacidad de presión mul2plicada sobre
el poder polí2co que con el correr del 2empo y el debilitamiento de la organización común, se
fue disipando pero que fue importante en los años de mayor fortaleza del sector.

Ha facilitado a las ERT de equipos universitarios y técnicos que contribuyeron al mejor


conocimiento del fenómeno y a brindar asesoramiento, han contribuido para la vinculación de
las ERT con otras organizaciones sociales y polí2cas del país y del exterior.

Los dis2ntos movimientos han mostrado una capacidad limitada de acompañar los procesos
fuera del momento crucial de la ocupación, algunas han desarrollado facetas expropiadoras,
expresión polí2cas como directamente económica.

BREVE HISTORIA DE LAS ORGANIZACIONES DE EMPRESAS RECUPERADAS.

El movimiento nacional de empresas recuperadas empieza a organizarse en un principio


convocando tambien a otros emprendimientos de la economia solidarias, aunque muy pronto
adquiere carácter especíLco de una organización de ERT ante el crecimiento y las
par2cularidades del fenómenos.

La MNER mantuvo fuerte presencia en los conJictos que explotaban uno detrás de otro en
2003 y principios del 2004, la MNFRT se concentro en consolidar sus lazos orgánicos con las
ERT que adscribían a su organización basados en un fuerte liderazgo personal de Caro.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

El MNFRT engrosa su lista de adherente en buena parte con ERT que defeccionan de los tros
grupos, generalmente a traves de fracturas y conlifcotos internos.

Se presenta mas eLciente que cualquier otro 2po de organización del sector, asegurando
viabilidad a cambio de un cierto cercenamiento a las capacidades autoges2onarias de cada
ERT. El MNFRT niega terminantmente que impulse un modelo de gerenciamiento que adjudica
a sus rivales.

El MNER, nunca tuvo incluso en sus mejores momentos demasiada capacidad para orientar a
los trabajadores en la fase autoges2onaria. Su fuerte ssimepre fue su habilidad para organizar
la solidaridad y de presionar a los poderes pulicos en pos de la expropiación, subsidios y
apoyoos estatales.

Era importante en la situaciones de conJictos la presencia de Murua, generando un amplio


sen2miento de lealtad entre los trabajadores por su actuación en los momentos decisivos para
la recuperaciones.

El MNER prefería dejar que los trabajadores resolvieran solos sus problemas y acudir en su
ayuda solamente si estos la necesitaban.

El MNER, el debilitamiento no fue provocado por esta circunstancias sino por sus principales
dirigentes sobre la polí2ca a seguir con Néstor Kirchner.

En 2006, formaron FACTA (federación de coopera2vas de trabajadores autoges2onados)


adquiere importancia otra organización ligada en forma orgánica ala central de trabajadores
argen2nos, denominada ANTA.

Ya en 2008 se produce un acercamiento entre los sectores del MNER que aún seguían
relacionados con Murúa y el ANTA, que apoyo fuertemente la defensa de la coopera2va IMPA
frente a un nuevo intento de desalojo.

La fragmentación en el sector es amplia. Sin embargo, los problemas de los trabajadores


siguen siendo similares y entre ellos, los enfrentamientos y divisiones superestructurales no
parecen tener demasiada importancia. Las reivindicaciones comunes y los momentos dieciles
que requieren la solidaridad del conjunto siguen encontrando unidos a los trabajadores. Es
notorio como muchas ERT no consideran excluyente pertenecer a determinado grupo para
par2cipar de ac2vidades o tener relaciones con otro.

Es importante la organización regionales o sectorial. Empresas recuperadas que forman parte


o se referencian con dis2ntos dirigentes o grupos par2cipan conjuntamente de ámbitos

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

regionales o municipales, como los estructurados a traves de los municipios de la Matanza y


avellanada.

LA RELACION CON EL ESTADO.

El estado nacional a2ende en forma dispersa y frecuentemente contradictorias las necesidades


de las ERT. Los estados provinciales siguen sin destacarse en la temá2ca y en la ciudad de
buenos aires se vive un importante retroceso con el gobierno de Macri, que al asumir en 2007
liquido los equipos especializados que se estaban formando para la atención de las empresas
recuperadas y elimino las líneas de subsidios que eran las mas importantes que exisGan en el
país, no solo en cuanto a montos sino tambien a calidad de intervenciones.

La entrega de subsidios a ERT, por parte del gobierno nacional empezó a crecer. Tanto en le
ministerio de trabajo como el desarrollo social.

Esta polí2ca disgregada no pareciera desarrollarse con un parámetro de acción común sino
dependiendo de las intenciones y espacios ocasionales que exis2eran en cada ministerio u
organismo y por lo general son los propios trabajadores y sus organizaciones o representantes
quienes deben presionar y hasta buscar en los recovecos de la administración la posibilidad de
acceder a estos subsidios.

El mismo estado se encuentra limitado para dar apoyo mas consistente en las ERT, por las
restricciones que el precario Estatuto legal del trabajo autoges2onado presentas.

Estos escollos, son generados por la acción del propio estado, que no parece tener hasta el
momento la intención de avanzar en esta dirección. No es posible dar a las ERT los beneLcios
que se dna otros sectores de la economia porque no cumplen con las pautas legales. Las
recuperadas no pueden acceder a los créditos que si beneLcian a empresas tradicionales y los
subsidios que se le otorgan suelen ser de montos que a veces están casi en el nivel de las
microLnanzas, reforzándose así la espiral de diLcultades produc2vas y laborales que están en
su mismo origen y fuera de la responsabilidad de sus integrantes. Gran can2dad de ERT son
condenadas por acción u omisión a mantenerse en un umbral de subsistencia.

El origen de esta falta de presencia de las empresas recuperadas es la matriz de pensamiento,


considerada a las ERT un problema de polí2ca social sin relacion con la polí2ca económica.

De esta forma, no pueden entrar a ninguno de los planes de promoción para PYMES u otro 2po
de empresas y al ser tomadas como conJictos laborales o sociales, sin ver su dimensión como

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

unidades económicas y reproduc2vas, se ven conLnadas al campo, real o imaginario de la


economia social.

Los organizamos que las a2enden no 2enen como objeto el fortalecimiento del sector
autoges2onado en tanto sector de la económica sino a solucionar o paliar el problema de la
falta de trabajo rige a las consecuencias sociales de la desocupación que los lleva a la
recuperación o a sostenerlas en tanto coopera2vas.

Lo que brilla por su ausencia es la ac2tud estatal hacia las ERT como manifestaciones de
resistencia obrera de su iden2dad como trabajadores autoges2onarios.

El conjunto del sector, diverso y extendido a lo largo de todo el país y su potencialidad no solo
como salida económica a la desocupación estructural y al cierre de empresas que producen
casi en su totalidad para el mercado interno, las posicionan como una alterna2va digna de ser
sostenida e impulsada como parte de un desarrollo de la economia nacional que el discurso
del gobierno debería sostener.

La falta de polí2ca estatal es una grave déLcit para el desarrollo del trabajo autoges2onado. La
falta de un marco regulatorio, de una serie de herramientas de promoción y desarrollo, de
ins2tutos de inves2gación y formacion que apunten a mejorar la calidad del trabajo
autoges2onado y del desarrollo y la innovación cien2Lco-tecnologica, deja a los trabajadores
enfrentando a sus propias fuerzas dentro del contexto hos2l del mercado capitalista.

La usencia de estrategia económica global que incluya contenga y hasta priorice en forma de
trabajo esta enorme clase trabajadora para la ges2ón de su propio futuro y el de la economia,
es la razón ul2ma de las anteriores ausencias.

Indica tambien que las empresas recuperadas no 2enen la capacidad de presión sobre los
poderes polí2cas que ostentaban en otro 2empos.

Ni las empresas recuperadas son el potente actor social movilizado que supieron ser,
socialmente pres2giosos y legi2midades, ni las ins2tuciones publicas 2enen la debilidad que
mostraba la clase polí2ca de 2002 a 2003, cuando repudiados por el conjunto de la población,
los diputados debieron conver2r el ediLcio del congreso en fortaleza.

La situación se ha transformado donde incluso funcionarios de segundo o tercer orden se


sienten con derecho a intervenir en los conJictos de las ERT sin pagar demasiados costos
públicos.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

La ac2tud estatal hacia las empresas recuperada es gran complejidad que responden no solo a
la orientación polí2cas del gobierno sino tambien a las contradicciones que operan en un
espacio ins2tuciones que ya no puede ser percibido como monolí2cos.

Hasta ahora, las ERT han sabido desenvolverse medianamente bien en ese contexto, pero x las
limitaciones propias y por fuertes intereses ajenos, estamos aún lejos de las existencias de una
clara agenda pública que favorezca el desarrollo y sostenga el esfuerzo de los trabajadores de
las empresas recuperados. Tienen que incluirlo dentro de las polí2cas.

LOS LIMITES DEL DESEMPLEO ESTRUCTUAL COMO DISCIPLINADOR SOCIAL.

MAZZEO

El desempleo estructural acompañado de la expulsión de los trabajadores hacia periferias


sociales y polí2cas cada vez más apartadas aparecía para las clases dominantes como la
precondición necesaria del disciplinamiento de un actor social que en la etapa histórica
anterior se había caracterizado por su notable capacidad de resistencia y que en algunos
coyunturas hasta fue capaz de asumir inicia2vas sociales y polí2cas.

El movimiento piquetero muestra los limites del desempleo estructural como disciplinador
social. Es un emergente de la destrucción de puestos de trabajo por la priva2zaciones de las
empresas del Estado y por la reconversión de las empresas privadas.

Surge de la destrucción y el debilitamiento de las fuerzas produc2vas de la realidad de


hombres y mujeres que no consiguen vender su fuerza de trabajo en el mercado. Surge la crisis
de la denominada sociedad salarial y de una situación de vulnerabilidad e masas que solo se
comprende teniendo en cuenta que el concepto de trabajador en la sociedad salarial remiGa a
son sujeto receptor de salarios pero fundamentalmente a una condición que implicaba el
respeto de ciertos derechos.

Los movimiento desocupados surgen del abismos de la inequidad y expresan la nega2va a


asumir el rol que el sistema le asigna a la parte mas cas2gada del pueblo: que aterre y
discipline al conjunto de la clase obrera.

Los movimientos ins2tuyen una esperanza y una posibilidad concretar para evitar un des2no
terrible. Creemos que movimos ha comenzado a plantear que la desocupación puede dejar de
ser un dato de debilidad de clase y alterar su conLguración abriendo nuevas perspec2vas para
la organización sindical y polí2ca de los trabajadores.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

En los proyectos produc2vos de la corriente autonomía e incluso de otros sectores del


movimiento, se palpa el rechazo al trabajo como puro gasto de fuerza de trabajo desligado de
las necesidades colec2vas.

Se rechaza el trabajo como principios abstracto regulador de las relaciones sociales, lo


demuestra la crisis del trabajo como “la mejor policía” Nietzsche.

Buscan superar la división social jerárquica del trabajo heredada, buscan que el trabajo mismo
sirva para el desarrollo de la conciencia y el goce sensible. El rechazo al trabajo abstracto y
enajenado se puede percibir en las inicia2vas de otros movimientos que en reiteradas
ocasiones han exhibido públicamente el orgullo de contar con fabricas sin patrones.

Los movimientos de trabajadores desocupados no 2enen colcohon parten de tan abajo que no
2enen chance de defender uan posicion adquiridad. Una sociedad civil fragmentada un
modolo económico excluyente no frecen el contexto mas propicio para la organización de los
sectores scoialmente mas vulnerables. La exclusión es el no lugar, el no si2o, la no atribución
de espacios en función de eventuales u2lidades.

Lo que primero que pierde el excluidad es la posibilidad de recnoerse cmo catergoria par2r de
esas instancias, la de oganizarse en función de sus intereses. La exclusión no genera
resistencia, la desalienta obje2vamntes.

Los márgenes han servido historicamentes para absorber lo que se desboradaba y para evitar
las modiLcaciones márgenes adentro.

Los márgenes eran así la representación de los previsto y sistema2zado.

Las clases dominantes y la mayoría de los intelectuales argen2nos suponían que desde la
desintegración social, del espacio de los infra privilegiados del reino de atopia, no podía surgir
ningún 2po de respuesta organizada que recurriera además a consignas universales.

Los desocupados eran una Lgura no histórica, la expresión de un estado de desintegración del
sistema, un fenómeno carente de capacidad transformadora, creencia que encargaba la
perfección con la modalidad de escolás2ca marxista que deduce los hechos de resistencia de la
categoría fuerza de trabajo y de su naturaleza mercan2l.

La perdida de capacidad defensiva de la clase obrería asalariada. El sistema se despreocupo


por garan2zar un orden conectado a la producción en su conjunto para hacer previsibles el
lugar privilegiada para el orden, puesto que era el lugar ocupado por quienes quedaron afuera

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

del juego de los incen2vos y con quienes no funcionaban las amenazas de desocupación xq ya
lo estaba.

La rebeldía aparecía vinculada a una cuota de bienestar y al contexto ofrecido por sociedad
democrá2cas donde las distancias sociales eran mas estrechas y en las cuales los trabajadores
contaban con una cuota de poder. La insurrección se asociaba a los excesos de demanda. Por
lo tanto, la desestructuración del mundo material y simbólico de los trabajadores, las polí2cas
de desigualdad fueron concebidas como reaseguro del orden.

Santos ha sostenido que el hecho de que la producción limitada de la racionalidad este


asociada a una producción amplia de escasez conduce a los actores que están fuera del circulo
de la racionalidad hegemónica al descubrimiento de su exclusión y a la búsqueda de formas
alterna2vas de racionalidad, indispensables para su supervivencia.

La racionalidad dominante y ciega acaba produciendo sus propios límites, los más postergados
son los que poseen mayor libertad para remoldara la arcilla de la convivencia social conforme
a esquemas alterna2vos.

La dimensión subje2va del campo popular parecía radicar en el resen2miento, la apaGa, la


desesperación, la idea de inferioridad sociales.

Comienza a instalarse, la idea de que los trabajadores habían sido conformados como no-
sujetos que indirectamente iban a sostener la naturalización de la desigualdad e iban ra2Lcar
con su pasividad la inmunidad de las estructuras.

El movimiento piquetero le res2tuyo nada mas y nada menos que un lugar a lahistoria, al
concebirla como un lugar de apariciones, haciendo visible una realidad oculta. El cuerpo
comunitarizado en la ruta y en le barrio y las subje2vas que con2enen es el cuerpo mismo en
el que se inscribe la historia.

Cuerpo que propone una legi2mada basada en lo real.

Solo que la restructuración social, el aumento del desempleo, la crisis del sindicalismo
tradicional ,el transformismo de los intelectuales y la ausencia de una capa social con
capacidad de ejercer la función de dirección del campo popular, hicieron que la contradicción
de clase sufriera un desplazamiento hacia abajo: los piqueteros, los dirigentes o refrentes
barriales, etc. Asumiendo múl2ples funciones, se convir2eron en la vanguardia de la lucha de
clases.

Los piqueteros sacudieron el país de los dulces sueños que vendían Menem..” (SOLANO)

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Esos jóvenes sin horizontes de integración y sin experiencia de trabajo formal, cuyo modo de
vida fue brutalmente agregido, trabajadores mancillados en su orgullo por un modelo de
acumulación que desecha sus capacidades y sus cuerpos absoletos; esas mujeres que
poli2zaron el hambre de sus hijos que se re rebelaron contra la estructuras de poder machista
y que liberaron una porción del “potencial amoroso de la sociedad, todos y cada uno
asumieron a los golpes la imposibilidad de la inclusión en los marcos de un sistema que por
naturaleza produce y reproduce desigualdad.

TERRITORIO PIQUETERO

La categoría de territorio fue tal vez, una de las mas u2lizadas y vapuleadas de los úl2mos
años. Sus usos mas corrientes han remi2do a dominio, suelo, horizonte, volumen y posicion.

El territorio es una metáfora espacial.

La nueva unidad polí2ca de los trabajores y su ar2culación con el conjunto de la comunidad.


Para ser mas precisos, en una contexto donde la ofensiva del capital ha transformado a la
empresa en un espacio hos2l para la organizaciond el trabajo, el territorio es el espacio natural
a ocupar y liberar para una nueva polí2ca.

ARTIMIO LOPEZ.

La desar2culación de la estructura produc2va y el marcado deterioro y estrechaiento del


merado de trabajo nacional aconenido durante los 90 contribuyeron para desplazar al lugar de
trabajo y asignar al barrio una centralidad creciente ne la organización y promoción de las
demandas comunitarias.

Hay que destacar la con2nuidad de las formas organiza2vas de la clase obrera e inclusive de
algunas Lgura gremiales como el convenio que son adaptadas por las nuevas organizaciones
territoraiesl. Lo territorial aparece vinculado con el concepto de descentralización y en
par2cular con sus dimensiones polí2cas e ins2tucionales.

La descentralización nos remite a formas de organización polí2co-territoriale y económico


territorales.

En el marco del sistema y en coincidencia conlas propuestas neoliberales que promueven la


prescindencia del Estado y la polí2ca, descentralización 2ene como obje2vo aliviar al Estado y
garan2zar la gobernailidad local.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

El territorio remite tanto a la par2cipación ac2va de los actores socio polí2cas a escala local y a
la creación de redes coopera2vas horizontales, como a la consolidación de relaciones sociales
alterna2vas en espacios delimitados.

El terrio2ro remite a la organización social y conceptual de un espacio determinado, espacio


entendido como una de las dimensiones de las relaciones sociales e ins2tuido poli2camentes,
los territorio fueron la base de la resistencia y la reconstrucción de los vínculos comunitarios y
del sen2do de la existencia en un contexto hos2l.

Se ar2culan relaciones osciales y se ges2ona el poder. La territorialidad es básicamente un


fenómeno social pero tambien económico, jurídico, ideológico y polí2co.

La nueva vida social se caracteriza por una reducción al mínimo de los contactos sociales, los
espacios que garan2zaban una dialéc2ca entre el ámbito y la ac2vidad. Se fue deteriorando en
el sen2do de pertenencia colec2va de los espacios para las ac2vidades.

Esta territorialidad capitalista neoliberal en las zonas periféricas conLgura espacios al


obedecer, alude a dis2ntas formas de dominación y subordinación, al control social, alas
personas versiones de la persistencia estatal: la represión, el clientelismo y el patronazgo, en
deLni2va.

El territorio social siempre deLne el conJicto: antes la fábrica, ahora el barrio, además el
territorio se conecta con la hegemonía.

La fabrica era el locus privilegiado de las luchas de clases y además era el ámbito de la
hegemonía, una de las dimensiones mas importantes en el fordismo.

Con la dislocación de este locus y la consolidación de la automa2zación Jexible y programaba


que garan2zaba una mayor Juidez del capital y consideraba al espacio como un todo a
controlar, la fabrica dejo de ser un determinante y el barrio dejo de ser un lugar de
subordinado al orden que le imponía la primera como ámbito privilegiado de la intervención
de la clase.

El barrio adquirió centralidad. Expresa los antagonismos de clases. El barrio a diferencia de la


fabrica es espacio públicos, el territorio se disputa en torno a determinadas formas de
relaciones sociales, puede expresarse en el enfrentamiento entre las normas de
comportamiento espontáneamente producidas por las comunidades y las normas producidas
por el Estado.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Esto puede remi2r tanto a la violencia horizontal como a las estrategias de subsistencia que
favorecen la solidaridad y la organización popular. Cuando lo segundo ocurre, y nos parece que
es el caso de un sector del movimiento piquetero, la disputa se plantea entre el trabajo
concreto y resocializador y el trabajo alienada, la horizontal y el ver2calismos.

La defensa del territorio es una conducta adquirida y 2ene q ver con la estructura grupal, la
lucha marca el territorio y permite contra-control del mismos. Los territorios no son Ljos,
justamente xq son expresión de fuerzas sociales en pugna.

La nueva territorialidad remite a espacios de vida colec2va permanente y a una experiencia


vivida donde se forja de conciencia social, provee la base para la iden2dad colec2va fundada
por los sujetos sociales que se personiLcan en cuerpo concretos.

Se plantea una disputa por los cuerpos entre los punteros y el movimiento. El piquete en este
contexto como un emergente de la crisis de territorialidad caracterizada por las relaciones de
poder instauradas por el neoliberalismos.

El piquete como herramienta, al ocupar espacios públicos masivamente, altera a la sociedad


del espectáculo y de la diferenciación social, materializa la disputa hegemónica y recupera la
centralidad del cuerpo en la lucha polí2ca.

Los punteros disputan las clases, los barrios y a los piqueteros. Los primeros insisten en
desestructurados, los segundos quiere recuperarlos res2tuirles el ser y la dignidad.

Los militantes o los cuadros con algún 2po de experiencia sindical inician en los barrios el
proceso de ruptura de la territorialidad anterior.

El rol de la mujer ha sido destacado como uno de los rasgos mas originales del movimiento
piquetero, la mujer siente mas que nada el cambio operado bruscamente en su vida. Por ser el
elemento femenino mas apegado a los suyos, por hacer de sus parientes, de su propio mundo,
ella sen2ra profundamente el dolor de arrancar todo esto.

La mujer juega un papel clave en la ar2culación del microcosmo reproduc2vo social con lo
polí2cos, como consecuencia de un mandanto cultural, el peso de las mujeres es determinante
en las ac2vidades co2dianas autooreproduc2vas a las que le imprimemen una improtna de
genero.

La mujer es la que garan2za los obje2vos relacionados con la superviviecnia scial y polí2cas y
no solo material.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

El componente subje2vo que incorporan se reJeja fundalemntalmente en la consolidación de


los mecanismos de la democracia de base y en prioridad otorgada sobre los discrusos.

El piquete cues2ona el fundamente capitalisla del movimiento intermitente. El piquete objeta


las regularidades que el campital impone. El piquete contraria los fundamentos de la
compe22vidad que impulsa la priva2zación de l espacio. No sinstala la cues2ón de la
deLniciones y los usos del 2empo sociales.

En realidad, el espacio para el capital aparece como un obstáculo y su herramienta para


colmarlo es el 2empo.

El capital se valoriza en el 2empo, un piquete es la interrupción de un Jujo a traves de cuerpos


quietos que ocupan espacios de circulación, generando serios problemas cronométricos en la
dinámica vehicular, un piquete es una crono.tecnologia de resistencia.

El piquete es, una de las formas de detener el 2empo de rotación de la materia, un palo en la
rueda del capital.

El piquete, además de una forma de acción colec2va y una metodología de acción directa
vinculada a las realidades impuestas por un modelo de acumulación que favoreció la
desterritorialización del capital.

El piquete además de remi2r a la ocupación simbólica de una territorio especiLco, además de


reforzar la integraciones y el sen2do de dignidad de lo que en el par2cipación es la
representación de la apropiación y el control real de otro territorio para una relación social
radicalmente nueva. Es tambien la exhibición pública de una potencialidad.

El piquete no es pura nega2vidad, es posi2vo. La corriente autónoma del movimiento


piquetero nos propone un nuevo espacio polí2co q excede al mundo real y a las histórico
clases sociales, pero este espacio esta en concordancia con una preLguración en pequeña
escala de la transformación revolucionaria del mundo real, un hegeliano mundo inver2do.

La sociedad nueva, la sociedad futura, debe estar presente hoy en la conciencia y en las
prac2cas de los sectores populares, una nueva sociabilidad no solo no es contradictoria con la
construcción de una herramienta polí2ca, sino que esta úl2ma resultara necesarias.

En el sector piquetero se ejerce una libertad que no proviene de la naturaleza de las


estructuras, esa libertad contradice de plano esas estructuras (focault)

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

DANIEL MIGUEZ. LOS PIBES CHORROS “ESTIGMA Y MARGINACION”

¿ Roban por qué son pobres?

Los medios informa2vos no hay concensos claros entre informadores, supuestos exportos
media2cicos y polí2cos acerca de como se relacionan estos fenómenos.

Algunos sos2enen que efec2vamente la pobreza genera delito y otros no lo hace. Desde una
perspec2va humanís2ca tratan de desvincular la pobreza del delito. Su obje2vo es evitar que
los pobres sean es2gma2zados, adjudicándoles a todos ellos la condición de delincuentes.

El temor de quienes sos2enen esta posicion es que vincular pobreza y delito lleve a polí2cas
que reprimían indiscriminadamente a los pobres, con medidas como cercar o allanar las villas
miserias y con barrios populares.

Robert Merton, dice que la diferencia entre las expecta2vas que genera la sociedad y las
posibilidades reales de alacanzarlas la que predispone a las personas a transgredir la ley. Es la
pobreza rela2va a las expecta2vas socialmente generadas las que produce un virtual
crecimiento del delito.

Los marginados si concoen los beneLcios de las condiciones de vida de los mas ricos, aquí se
promueven metas comunes de consumo y bienestar para el conjunto de la población; pero hay
sectores sociales que sufren restricciones crecientes y que no 2enen posibilidades reales de
alcanzar ni siquiera mínimamente esas metas.

Las personas se empobrecen perdiendo posibilidades de las que disfrutaban anteriormentes,


se puede transformar al delito en un problema sociales ya que la transgresión es la manera de
alcanzar t a un alto costo, lo que no puedo obtener convencionalmente.

El desemplo actuaria aquí como un tercer componente, en las sociedades occidentales


industrializadas el empelo asalaridado es el medio de supervivencia y progreso por excelencia.
El solo hecho de responder desempleado no ubica en un lugar de no pertenercia, no tener
empleo signiLca alguna medida no ser, dejar de exis2r, una suerte de muerte social. Ademas el
empleo actúa como un progundo regulador d enuestras vidas, establecemos un proyecto de
vida en relacion al trabajo incluso nuestras ru2nadas co2dianas y hasta las maneras de usar el
2empo y el espacio están organizadas por el empleo que tenemos.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

En un sen2do muy profundo, perder la condición de empleado genera una enorme distancia
entre lo que se aspira a ser y tener y eso que las condiciones reales nos permiten. La
posibilidad de que un desocupado encuentra una vía de escape mediante el delito

Una persona que pierde su trabajo no va a dedicarse a delinquir para encontrar fuentes
alterna2va de ingresos, un individuo que ha sido sociabilizado o criado con los valores de
trabajo, familia y hones2dad, diecilmente podrá de la noche a la mañana olvidar toda esa
carga cultural, no le resultar fácil buscar un arma y delinquir.

La persona en cues2ón debería perder o rela2vizar su estructura de valores, esto puede


suceder, pero no es algo que sea fácil de procesar. Mas aun si se trata de alguien que ha
llegado a la madurez.

Lo que si ocurre es que los adultos afectados por el desempleo permanente o por falta de
estabilidad laboral van perdiendo progresivamente la capacidad de transmi2r a las nuevas
generaciones los valores vinculados al trabajo, la educación y la familia.

El desempleo produce un clima económico, es decir una perdida de esGmulos que


habitualmente organiza la vida de la gente. Es posible que los jóvenes contruyan un sistema de
valores alterna2vos a los vigentes y que esto valores se vinculen posiblemente a las
transgrecion y al delito.

EL modelo familia predominante en argen2na es el patriarcal, para quienes siguen las pautas
de este esquema resulta conJicito que el jefe de hogar no pueda actuar como proveedor, que
puede llevar al alcoholismo, crisis en los vínculos, disolución de los lazos de contención, y la
tendencia a desconocer tambien los valores que están asociadas al modelo familiar tradicional.

El trabajo, la educación y la familia e incluso la casa dejande ser las ins2tuciones y los ámbitos
que ordenan la vida de las nuevas generaciones.

Para los hijos marginados y desempleados, la calle, el grupo de pares o del 2empo libre sin
ocupación especiLca se vuelven espacios de referencia. Imposibilitando la incorporación de
valores tradicionales.

Muchos jóvenes comienzan a generar nuevas sistemas de creencias, vida y cultura. La violencia
empieza a ser vista como expresión de coraje y la destreza esica. Se vive en una especie de
inmedia2smo, entendido como la necesidad del disfrute repen2no e ilimitado en 2empo y
espacio.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

La criminalidad se agrega a estas ac2vidades como acción esporádico y aventurera, pero


tambien como fuente de ingresos alterna2vos y como canal expresivo del resen2miento. Que
en determinadas condiciones el empobrecimiento, la desigualdad y la desocupación pueden
volverse factores importantes.

Las ru2nas que desarrollamos haciendo las cosas de todos los días actúan como
condicionantes de la experiencia social de todos nosotros, de nuestros valores, sen2mientos, y
hasta ac2tudes.

No vivimos en sociedad homogéneas, las condiciones en las que las personas se crían y
desarrollan cambian de e acuerdo al sector social al que pertenecen

Las generaciones jóvenes que hoy son conocidos como pibes chorros son casi todos niños de
origen humilde, naciendo en los 80 y llegados a las adolescencia en los 90. Fueron años en los
cuales las condiciones sociales de los sectores populares sufrieron cambios notorios.

Hasta los 70 la pobreza estaba en transición, la mayoría de los pobres estaban en proceso de
ascenso sociales e iban abandonado su condición de carencia, en los 80 se revierte y la
pobreza se vuelve estructural y se dispara la pauperización.

Los humildes pierden la posibilidad de ascenso sociales, se estancan en su condición de


carentes o retroceden. El mercado laborar tuvo un fuerte impacto en las generaciones jóvenes,
a medida que la población crece el campo laboral tambien, en los ochenta esto no pasó

ES CIERTO QUE UNA PERSONA AFECTADA POR ESTA SUMA DE DIFICULTADES SE VEA TENTAD A
TRANSGREDIR LA LEY DE MANERA MAS DIVERSAS.

CAP 3 VIDA DE PERROS.

Pibe chorro no se nace: se hace y el proceso en el que llega a serlo resulta de la interacción
entre los individuos y las condiciones sociales en las que estos se desarrollan. Este proceso en
realidad es mas o menos generalizable; queremos decir que lo que cada uno es dentro del
orden social al que pertenece es resultante de muy complejos fenómenos de interacción entre
el contexto social y caracterís2cas par2culares del individuo.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Se deduce de este principio general que un ámbito en el que es común experimentar dolor y
violencia esica generara personas que tomas esas sensaciones como más o menos normales la
violencia esica y dentro de ella la muerte violenta son sucesos co2dianos.

Ponen en evidencia las relaciones entre contexto, experiencia y acciones co2dianas,


mostrando le origen social de la violencia delic2va que vive hoy la sociedad argen2nas, hay
una sociedad desigualdades, y esto se toma de manera natural y permanente.

ANA MIRANDA: Educación secundaria, desigualdad y género en la República Argen2na

La Dra. Ana miranda es Licenciada en Sociología y publicó el arGculo que resumimos en el año
2010. El mismo es un análisis de la evolución del acceso al Gtulo secundario de Hombres y
Mujeres de dis2ntas clases sociales y épocas. Relaciona estudios y trabajo evaluando la
injerencia en los estudios cursados. El obje2vo del arGculo (usando como fuente a Ministerio
de educación, Indec, y encuestas propias) es aportar al planteo respecto de las relaciones que
se establecen entre educación/clase y género. el debate de la desigualdad social presenta
contradicciones tales como: si bien las mujeres permanecen más 2empo en el sistema
educa2vo y acceden a más diplomas no acceden a los mejores puestos de trabajo y suelen
percibir menores salarios.

Breve Recorrido por la educación Secundaria argen2na

La educación secundaria se expandió en el marco del proceso de consolidación del Estado


Nacional SIN contar con una legislación integral. Creció la educación post primaria de acuerdo
con la oferta de dis2ntas modalidades: técnica, bachiller, normal, comercial. La primera norma
orgánica se dicta recién en 1993, La Ley Federal de Educación sancionada en medio de los
cambios polí2cos, económicos de la década de los 90. Esta norma produjo una transformación
integral en el sistema y estableció la extensión en la obligatoriedad. Instaura un esquema ciclos
y niveles: Escuela general básica (EGB) de 9 años de extensión (que sumados al año de
preescolar implicaban 10 años de obligatoriedad en el sistema) un ciclo polimodal de 3 años
con diversas orientaciones (Producción de bienes y servicios, economía y ges2ón de las
organizaciones, humanidades y ciencias sociales, ciencias naturales y comunicación, arte y
diseño) Junto con la sanción de la LFE se produce una descentralización de muchos de los
establecimientos, esto sumado a las diLcultades para ar2cular las equivalencias y la confusión
de los direc2vos sumado a la falta de ediLcios para albergar la matricula existente se tradujo
en una época de gran dispersión así en 2005 se pudieron relevar más de 50 modalidades
educa2vas que convivían en el territorio nacional. Basados en este panorama en 2006 se dicta
la LEN (ley de educación Nacional) que buscó homogenizar la educación en todo el territorio

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

nacional y estableció la obligatoriedad de la secundaria. Evolución cuan2ta2va y modalidades


de egreso: La evolución de la educación en nuestro país estuvo ín2mamente relacionada con
los modelos de acumulación, así hasta entrado los años 30 la instrucción estaba muy vinculada
a la instrucción de la elite en bachiller y a la formación docente con un crecimiento tranquilo.
En los años 40 en adelante (modelo ISI) se acrecentó la matricula en modalidades técnicas y
recordemos que la implantación del estado Social permi2ó la democra2zación de la matrícula.
En los años 70 en adelante la demanda educa2va se centró en la orientación comercial muy
relacionado con la demanda del sector terciario para ocupar empleos. El crecimiento de la
matrícula se dio en forma sostenida desde lo años 40 hasta la mitad de la década del 70, allí
con la implantación de la dictadura el ingreso retajo su incremento. En la época democrá2ca la
tasa de aumentó notablemente. A ello contribuyeron factores formales (quita de examen de
ingreso, modiLcación de sistema de sanciones) y a factores externos como la falta de acceso a
empleos formales con una mayor exigencia de cualiLcación desaLando los postulados que
sos2ene que a mayor nivel de instrucción mayor crecimiento económico. El alza con2nua en
los años 90 y alcanza su pico en 2003, allí con un inicio de reac2vación económica la tasa de
matriculados desciende. Las hipótesis sos2enen que la mayor permanencia dentro del
sistema de educación formal en 2empos de crisis económicas puede deberse, no a aspectos
formales de formación académica sino a aspectos mas vinculados a la contención social que
brinda el sistema educa2vo, asimismo en momentos en que la posibilidad de conseguir
empleo aumenta (año 2003) los jóvenes se vuelcan al mercado laboral dejando el ámbito
académico. De igual forma la oferta educa2va para adultos pudo haber reorientado población
a ese sector. Vale destacar que la autora realiza un análisis de can2dad de egresados por
ramas de especialidades. Educación secundaria y género La educación primaria era obligatoria
desde la ley 1420, una vez alcanzada la universalidad en el acceso a la misma el crecimiento
con2nuó en el área de la secundaria. La incorporación de las mujeres al ámbito de la educación
secundaria fue en aumento, pudiéndose aLrmar que la equiparación de oportunidades se
produce en la generación nacida entre los años 1942 y 1951 (observar que se trata de las hijas
del Estado de Bienestar y de la post guerra), y no es un detalle menor que esta cohorte fue la
que vivió, ya en los albores de su juventud, ac2vamente la revolución de la píldora
an2concep2va y el nacimiento del movimiento feminista en los años 60 que impactó
fuertemente en la vida polí2ca y pública. Para el año 2006 las mujeres superan en un 10% a los
varones en la obtención de Gtulos secundarios, (fuente gráLca 3 del texto) Si a las variables de
género le sumamos la procedencia por clase social se puede sostener que:

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

gráLco 4):  Hasta entrados los años 40 accedían mayoritariamente hombres de clases de
mayores ingresos y menor can2dad de mujeres de TODOS los grupos sociales

 La paridad en el egreso (sin dis2nción de clase social) se produce en la generación


mencionada (nacidos entre 42 y 51)

 En las clases altas egresan 8 de cada 10; en sectores medios, 5 de cada 10 y en clases bajas 3
de cada 10

 Los jóvenes de bajos ingresos aun hoy son quienes menos terminalidad alcanzan, menos de
un 50%

 Las mujeres 2enen su Gtulo secundario en un porcentaje mayor que los hombres y es una
constante que la brecha se amplía en la clase de menores recursos. Educación secundaria y
ac2vidad laboral Para realizar el cruce entre educación y ac2vidad escolar la autora toma en
cuenta estudios de campo que han argumentado acerca de las posibles causas en el abandono
de la educación formal, teniendo como base la certeza de que los sectores de bajos recursos
son quienes menos acceden a los diplomas.

Realiza un trabajo de campo que incluye 5 combinaciones posibles durante la etapa de


formación secundaria

1. Estudia como ac2vidad principal

2. Estudia y busca trabajo

3. Estudia y trabaja

4. Trabaja como ac2vidad principal

5. Ni estudia ni trabaja

Todas estas variables muestran que si bien existe un número importante de jóvenes que en
edad escolar 2enen esta como principal ac2vidad es posible iden2Lcar un gran número de
jóvenes en estado de vulnerabilidad ya que las combinaciones 3, 4 y 5 son numéricamente
signiLca2vas.

(GráLco 5) En la opción NI ESTUDIA NI TRABAJAN el número de mujeres es notablemente


mayor lo que permite concluir que las jóvenes que no estudian permanecen fuera del mercado
laboral e inmersas en tareas domés2cas por un período mayor que los varones que si ingresan
al mercado laboral Si se cruza la variable jóvenes que no estudian ni trabajan con clase social

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

(graLco 6) puede verse que el porcentaje es altamente mayor en las clases de escasos
ingresos, en tanto las mujeres son mayoría en las clases medias y bajas reproduciendo sin
dudas un imaginario social respecto del lugar de la mujer en lo domés2co. Ac2vidades
extraescolares y educación secundaria: En este apartado la autora pretende inves2gar cómo
afecta a la terminalidad educa2va las dis2ntas ocupaciones y la intensidad de estas en los
dis2ntos sectores sociales y en los dis2ntos géneros.

Así realiza un trabajo de inves2gación que releva dis2ntos 2pos de ac2vidades


extracurriculares caliLcándolas como (ver gráLco 7)

1. Ac2vidad laboral intensa (jóvenes que trabajan en forma habitual


2. ) 2. Ac2vidad laboral moderada (que trabajan eventualmente)
3. 3. Ac2vidad domés2ca intensa (que se ocupan del hogar o hermanos co2dianamente)
4. Ac2vidad domes2ca moderada (que se ocupan de tareas domés2cas en forma
eventual)
4. Sin ocupaciones laborales o domes2cas (no ayudan en tareas domés2cas o laborales)
La conclusión a la que arriba es que, sin diferenciar género quienes 2enen mayores
ac2vidades (laboral o domes2ca) intensa son los jóvenes de sectores bajos, en tanto
los de sectores altos parecen exentos de esas tareas. Ahora si tomamos en cuenta el
genero en todos los estratos sociales manifestaron ac2vidad domes2ca sin embargo es
mucho mas intensa en los sectores bajos Así también la ac2vidad domes2ca es mucho
menor en los hombres, descendiendo a medida que se baja de escala social. La
ac2vidad laboral intensa en los hombres es más alta cuanto mas baja es la clase, hecho
que se reitera en menor proporción en las mujeres. En tanto aquellos jóvenes que ni
estudian ni trabajan son visiblemente menores en los sectores bajos y entre las
mujeres.

Re`exiones Finales

Luego de realizar un breve recorrido por las dis2ntas legislaciones que se ocuparon de la
educación en nuestro país, de relevar relacionando con los dis2ntos momentos históricos la
posibilidad de terminalidad más el cruce que realiza con variables de clase social y género la
autora se pregunta ¿Cuánto hay de nuevo y cuanto de reproducción de viejas estructuras
sociales? Ella plantea que el sistema educa2vo hoy sigue reproduciendo viejos
comportamientos de supremacía de género y una estructura de clases al interior des sistema
capitalista. A este hecho, en2ende que hay que sumarle una mayor desigualdad social
producto de la concentración de riquezas en pocas manos. Por ello es preciso redeLnir y

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

actualizar algunas categorías del pensamiento social desde una perspec2va la2noamericana
enfrentando la complejidad de los estudios de juventudes actuales rediseñando nuevos
proyectos educa2vos.

LA JUVENTUD ES MÁS QUE UNA PALABRA.

Margulis y Urres2.

La indeterminación del espacio de la juventud.

La edad aparece en todas las sociedades como uno de los ejes ordenadores de la ac2vidad
social.

Edad y sexo son base de clasiLcaciones sociales y estructurales de sen2do, pero son ambiguos.

La categorias juventud es signiLca2va, su uso conduce a un marco de sen2dos. Pero, sin


embargo, el concepto juventud parece ubicarnos en un marco clasiLcatorio.

Hay que acompañar la referencia de juventud con la mul2plicidad de situaciones sociales en


que esta etapa de la vida se desenvuelve. El tema se complica cuando juventud reLere solo a
un estado, una condición social o una etapa de la vida, cuando además signiLca un producto.

La juventud aparece como valor simbólico asociado con rasgos preciados lo que permite
comercializar sus atributos mul2plicando la variedad de mercancías que impactan directa o
indirectamente sobre los discursos sociales que aluden y la iden2Lcan.

La juventud es signo, pero no solo signo.

Se dice que la juventud depende de una moratoria, un espacio de posibilidades abierto a


ciertos sectores sociales y limitado a determinados periodos históricos.

A par2r de mediados del siglo XIX y el siglo XX, ciertos sectores sociales logran ofrecer a sus
jóvenes la posibilidad de postergar exigencias 2empo legi2mo para dedicarse al estudio y la
capacitación postergando el matrimonio. La juventud termina en el interior de las clases que
pueden ofrecer a sus miembros recién llegados a la madurez esica este beneLcio, cuando
estos asumen responsabilidades centradas, sobre todo, en formar el propio hogar, tener hijos,
vivir del propio trabajo.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Este planteo superar a los que lo usan como una mera categoría etaria sin dis2nciones,
caracterís2cas uniformes.

Se ha llegado a considerar a la juventud como un mero signo, una construcción cultural


desfajada de otras condiciones, un sen2do socialmente cons2tudo, rela2vamente
desvinculado de las condiciones materiales e históricas que condicionan a su signiLcante.

Se llega a desmaterializar el concepto de juventud, a desvincularlo de aspectos historizados


que están contenidos en el esposor de la padre y en todo lo que ella alude. Como puede
suceder en algunos enfoques culturalistas, cuando el aspecto signo invade la totalidad de un
fenómeno social, la fragmenta y por ende, lo empobrece. La juventud 2ene una dimensión
smbilolica pero tambien debe ser analizada desde los aspectos fac2cos, materiales, polí2cos,
etc.

Los jóvenes de los sectores medios-altos 2enen, generalmente, oportunidad de estudiar, de


postergar su ingreso a las responsabilidades de la vida adulta: se casas y 2enen hijos mas
tardíamente, gozan de periodo de menos exigencia, de un contexto social protector que hace
posible la emisión, durante periodos mas amplios, de los signos sociales de lo que
generalmente se llama juventud.

Tales signos, 2enden a es2rarse, a cons2tuir un conjunto de caracterís2cas vinculadas con el


cuerpo, ves2menta, etc. Es esta simbolizaciones de juventud, sus condiciones externas lo que
se puede transformar en producto o en objeto de un esté2ca y lo que puede ser adquirido por
adultos para extender en el 2empo su capacidad de portación del signo juventud, la cual se
vuelve una mercancía, se compra y se vende interviene en el mercado del deseo como
vehículo dis2nción.

Los integrantes de los sectores populares tendrían acotadas sus posibilidades de acceder a la
moratoria social por la que se deLne la condición de juventud, no suele estar a su alcance el
lograr ser joven en la forma descripta: deben ingresar tempranamente al mundo del trabajo,
suelen contraer a menor edad, obligaciones familiares. Carecen del 2empo y del dinero para
vivir un periodo mas o menos prologando con rela2va desocupación y ligereza. Aun cuando el
desempleo y la crisis proporcionan, 2empo libre a jóvenes de clases popular, esta circunstancia
no conduce a la moratoria social, se arriba a una condición no deseada, un 2empo libre. El
2empo libre es tambien atributo de la vida social, vinculado con el 2empo de trabajo o de
estudio por ritmos y rituales que otorga permisividad y legi2midad.

DE LA GENERACIONES DE LA REALIDAD A LA REALIDAD DE LAS GENERACIONES.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

La juventud es una condición cons2tuida por la cultura pero que 2ene una base material
vinculada con la edad. La condición etaria no alude solo a fenómenos de orden biológico
vinculados con la edad, tambien esta referida a fenómenos culturales ar2culados con la edad.

La generación alude a la época en que cada individuo se socializa, y con ello a los cambios
culturales acelerados que caracterizan nuestro 2empo. Cada generación puede ser
considerada, como perteneciente a una cultura diferente, en la medida en que incorpora en su
socialización nuevos códigos y destrezas, lenguajes y formas de percibir, de apreciar, clasiLcar
y dis2nguir.

Virilo habla de “generaciones de realidad”, se reLere a los cambios en las formas de percibir y
apreciar, al cambio en el 2empo social, de la velocidad, en la sensibilidad, en los ritmos y en los
gustos.

Las generaciones comportantes códigos pero tambien se diferencias de otras generaciones y al


coexis2r en el interior de un mismo grupo social, las diferencias generaciones se expresan,
bajo la forma de diLcultades y ruidos que alteran la comunicación y en abismos
desencuentros.

Ser joven, no depende solo de edad como carácter biológica, tampoco depende del sector
sociales, hay que considerar tambien el hecho generacional: la circunstancia cultural que
emanar de ser socializado con diferentes códigos, de incorporar nuevas formas de percibir, de
ser competente en nuevos hábitos.

Ser integrante de una generación dis2ntas signiLca diferencias en el plano de la memoria. Para
el joven el mundo se presenta nuevo, abierto a las propias experiencias, aligerado de
recuerdos que poseen las generaciones anteriores, despojado de las inseguridades o de
certezas que no provienen de la propia vida.

Cada generación se presenta nueva al campo de lo vivido, poseedora de sus propios impulsos,
de su energía, de su voluntad de orientar sus fuerzas y de no reiterar los fracasos. Se sienten
lejanos de la muerte, la vejez y de la enfermedad. Ser joven signiLca, tener padres y abuelos
que a quienes les tocara enfrentar antes la muerte, con2enen al joven en cuanto joven, son
tes2gos signiLca2vos de su diferencia, viven como membro joven como hijo o nieto.

DE LA MORATORIA SOCIAL A LA VITAL.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Es que la juventud puede pensarse como un periodo de vida en que se esta en posesión de un
excedente temporal, de un crédito, de unplus, como si se tratara de algo que se 2ene
ahorrado.

La juventud 2ene de lado, la promesa, la esperanza, un espectro de opciones abiertos que lo


no jóvenes poseen una prudencia que 2ene que ver con la experiencia acumulada pero con el
2empo que se ha escapado o perdido, la espera va ocupando la esperanzada.

De ahí la sensación de invulnerabilidad que suelen sen2r algunos jóvenes, su sensación de


seguridad: la muerte esta lejor, es de otros.

En las jóvenes hay un plus, un crédito temporal, una “memoria vital”, posteriormente sobre
todo en esta moratoria es que habran de aparecer diferencias sociales y culturales en el modo
ser joven, dependiendo de la clase sociales, etc.

La juventud en tanto función, estaría expuesta a un desgaste diferencial en la materialidad


isma de cuerpo, según genero y sector social con lo que deja de ser una mera cronología para
entrar a jugar, procesada por la sociedad y la cultura en el plano de la durabilidad que es
cualita2vamente diverso, no lineal y mas complejo. La acción de los signos lleva a la función a
cons2tuirse en otro registro, lo que no signiLca que sea anulada, suprimida o reemplaa sino
que es reelaborada.

La materia de juventud es su cronología en tanto que moratoria vital, obje2va, prosocial y


hasta prebiológica, esica, la forma con que se la inviste es sociocultural, valora2va, esté2cas,
con lo cual se la hace aparente, visible. El compuesto resultante es el cuerpo de jóvenes.

Hay muchos jóvenes de los sectores populares que no gozan de moratoria social y no portan
los signos que caracterizan hegemónicamente a la juventud, como es el caso de ciertos
integrantes de sectores medios altos que ven disminuido su crédito vital excedente, pero son
capaces de incorporar tales signos.

Tomando la noción de moratoria vital como caracterís2cas de la juventud, se puede hablar de


algo que no cambia por clase, sino que depende de un segmente de sus fuerzas disponibles, de
su capacidad produc2va, de sus posibilidades de desplazamiento, de su resistencia al esfuerzo.
El lenguaje social que compa2biliza esa diferencia energé2ca en un signo que permite su
intercambiabilidad, en una abstracción que permite una par2cular distribución social por clase
de ese capital, en el que juegan los intereses del mercado. Ese mercado es a la energía, un
ordenador conmensurados.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Los limites de las generaciones son borrosos, como los de las clases, que sin el elemento
subje2vo no se cons2tuyen como un polo de atracción o como una iden2dad colec2va. La
juventud como plus de energía, moratoria vital o crédito temporal es lago que depende de la
edad y es indiscu2bles. A par2r de allí, es la diferencia de clases y de posición en el espacio
social, lo que determina el modo de procesar posteriormente.

LA MEMORIA SOCIAL INCORPORADA.

La experiencia social vivida no es igual en alguien de veinte que alguien de 40, se han
socializado en mundos dis2ntos. Estamos frente a la dimensión histórica del mundo social en
el que acontecen las dis2ntas fac2cidades, los dis2ntos modos de estar y abrirse al mundo, es
imposible deshitorizar las estructuras sociales, separándolas de la experiencia temporal de los
sujetos que las portan y realizando, dejando de lado la diacronía de estas que hace que los
actores se socialicen en circunstancias historias diversas con independencia del lugar que
ocupen el espacio social.

La estructura social que va construyendo en el plano de la temporalidad, con tradiciones, etc.

La generación, deben inscribirse alas cronologías como parentesco en la cultura y en la historia


y no en la simple categoría estadís2ca. La generación, es una verdadera hermandad frente a
los es2mulo de una época, una simultaneidad en proceso que implica una cadena de
acontecimientos de los que se puede dar cuenta en primera persona. Sobre ello se cons2tuye
los ejes de la memoria social.

¿La juventud es una categoría unisex?

La juventud depende tambien del género, del cuerpo procesado por la sociedad y la culturada,
se ofrece de manera diferente en varones y mujeres.

Las familias de clase popular están tambien integradas por la presencia de varias generaciones
y es posible que, por la condiciones demográLcas y vigentes y el es2lo de vida más barrial y
comunitaria, esta coexistencia generacional se torne mas intensa y sensible que otros sectores
sociales. Se es joven, en estos sectores popular sino por interactuar con las generaciones
mayores en las convivencias dentro la familia, le barrio comunidad, por tener asignado ese
papel y por transitar la vida co2diana con las expecta2vas y habitud de generaciones.

Tambien por tener la memoria, la experiencia, sensibilidad, gustos, códigos, correspondientes


a su generación, que tambien en las clases popular los oponen y diferencias de otras
generaciones.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

CONCLUSION: JUVENTUD MAS Q UNA PALABRA.

La juventud presenta diferentes modalidades según la incidencia de una serie de variables. Las
modalidades sociales del ser joven dependen de la edad, la generación, el crédito vital, la clase
social, el marco ins2tucional y le género.

No se maniLesta de la misma manera si se es de clase popular o no, lo que implica que los
recursos que brinda la moratoria social no están distribuidos de manera simétrica entre los
diversos sectores sociales. Esto signiLca que la ecuación entre moratoria y necesidad hace
probablemente mas corto el periodo juvenil en sectores populares y mas largo en las clases
medias y altas, hay más probabilidades siendo hombre que mujer.

La moratoria social puede ser presentando como una probabilidad otorgada principalmente a
los miembros de ciertos grupos etarios, mas probable para las clases media y alta que para las
clases populares y para los varones respecto de las mujeres, solo que bajos otras modalidades
sin tanto acceso a lo juvenil más media2zado, a la moratoria social, sus signos y sus privilegios,
pero sin embargo tambien estas clases 2enen sus jóvenes que son considerados como tales en
el marco de su medio social y las ins2tuciones que pertenecer.

La juventud es una condición que se ar2cula social y culturalmente en función de la edad, la


generación, la clase social, la ubicación familiar donde coexisten e interaccionas las dis2ntas
generaciones.

La familia en sen2do amplia es quizás la ins2tución principal en la que se deLne y representa la


condición de joven, el escenario en el que se ar2culan todas las variables que la deLnen.

La juventud es deLnida material y simbólicamente, la malla de las ins2tuciones en las que pone
en juego la vida social: la escuela, el ámbito laboral, las ins2tuciones religiosas, etc.

La condición de juventud, en sus dis2ntas modalidades de expresión no pueden ser reducida a


un solo sector social o ser aislada de las ins2tuciones como si se tratara de un actor escindido,
separado del mundo social o solo actuante como sujeto autonomía.

FILOSOFIA Y POLITICA DE LA UNIVERSIDAD.

RINESI.

CAP 5 “LA UNIVERSIDAD EN EL TERRITORIO”.

De que el sujeto de ese derecho a la universidad es un que sin dudas lo es, a saber, los miles y
miles y ojalá que alguna vez millones de jóvenes que aspiran a cursar sus estudio en una

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

universidad que les pertenece, que forma parte de la cosa pública, de los bienes colec2vos, del
patrimonio común y cuyo sen2do y cuyo razón de ser, se juega en su capacidad para cumplir
con su obligación de garan2zarles ese derecho.

El derecho a tratar de entrar, sino el derecho a entrar efec2vamente a estudiar en condiciones


adecuadas, aprender, correla2vamente a avanzar en los estudios y ar ecibirise en un plazo
razonables.

Todo esto 2ene la universidad que garan2zarles a sus estudiantes. Si esos estudiantes son los
únicos sujetos, los únicos 2tulares de ese derecho, la respuesta es NO.

Que los estudiantes universitarios o los ciudadanos que aspiran a conver2rse en estudiantes
universitarios 2enen un derecho a la universidad, que consiste en ese derecho de esos
individuos no agota todo lo que debemos abarcar con la idea de un derecho a la universidad,
no puede ser pensando como un derecho individual sino que debe ser u derecho colec2vo,
cuyo 2tular sea el pueblo, no solo mandar a sus hijos a esa universidad que sos2ene y que le
pertenece sino incluso si decide no hacerles, 2enen sus vidas, otros planes para recibir los
beneLcios que da la Universidad y de su trabajo.

Una idea de pueblo que nos permi2rá pensarlo encarnado en el conjunto de organizaciones
territorales con la que se vincula la Universidad, una idea de “pueblo” que nos invitara a
pensarlo expresado por medio de su encarnacion o representación jurídica y polí2ca: El estado
y una idea de pueblo, entendido como público como sujeto de un conjunto de conversaciones
colec2vas a traves de las cuales se va deLniendo el sen2do mismo de su vida común.

Hay un primer sen2do, una primera acepción de pueblo, la universidad despliega sus funciones
de enseñanza, de inves2gación y de lo que tradicionalmente se llama, en el universitario
argen2no, hijo de la reforma de 18, y de una larga traición sin dudas muy recuperable,
“extensión”. Indica una vocación de la Universidad por “salir de sí” por ampliar o prolongar el
campo e su acción, más allá de su ámbito inmediata o del universo de sus des2narios primeros
y más evidentes.

La mejor tradición universitaria argen2na, de una tradición animada por la preocupación de la


universidad, por alcanzar su acción educa2va o con programas de intervención o de acción
social de todo 2po a sectores de población más amplio.

Una cosa se modiLco en la universidad argen2na, es la composición social estudiantes que ya


no es solo para media y alta, sino que se empiezan a incorporar provenientes de medios bajos
y bajos, que antes no podía acceder a la educación universitaria, cutos padres no estuvieron

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

ninguna posibilidad de estudiar en la universidad, ni de imaginar esa posibilidad como un


derecho de algún modo, los asisGa.

DERIVAS DE LA EXTENSION UNIVERSITARIA.

Actualmente, las universidades son ins2tuciones dedicadas a distribuir privilegios entre los ya
privilegiados, ins2tuciones que, al exigir, como condición para ingresar el 2tulo de la
secundaria, dejen afuera inexorablemente a la mayoría de los hijos de los sectores populares,
hoy esto no es así.

Los hijos han tenido la posibilidad de terminar la escuela secundaria porque sus familias 2enen
la obligación de que ellos terminen esa escuela secundaria, casi vivan donde vivan, 2enen una
Universidad pública,

gratuita y buena no mas que un rato razonable de su viaje de su casa, y porque hoy, poco a
poco y como consecuencia de este conjunto de factores, empiezan a representarse la
posibilidad de asis2r a esa universidad como un derecho que los asiste y que pueden exigir que
se garan2ce.

La universidad, fracasa mucho mas con los hijos de las familiares de los sectores populares que
con los sectores medios y altos que nutrían su estudiantado más tradicional.

Enseñarles y que se aprenden y que puedan avanzar y que logren recibirse. Eso volvería mucho
mejores más afec2vamente democrá2cas a nuestras universidad, que como dice Chiroleu, se
han democra2zado mucho si yo miro los sectores sociales de los cuales, provienen sus
ingresantes.

La universidad esta recibiendo mucho más jóvenes de clases medias-bajas y bajas, pero sigue
produciendo profesionales de clases medias, altas.

Una universidad solo puede ser considerada buena o excelente cuando es buena o excelente
para todos, porque aquello de todo esos, en relación con los cuales se 2ene que veriLcar esa
calidad o esa excelencia, si lo es de veras.

Son aquellos que llegan a ella provenientes de las experiencias educa2vas previas menos
facilitadoras de su i2nerario universitario posterior, universo que por razones que son ningún
misterio 2ene a coincidir con el de los estudiantes más desfavorecidos. Una de las formas de
vinculación sostenida ya sobre ninguna forma de la condescendía ni de la beneLcencia es la
compresión del compromiso y la posibilidad que 2ene la Universidad como ins2tuciones.

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)


lOMoARcPSD|6668955

Aprendamos cales son los problemas de esos habitantes consideran mas relevantes y 2enen la
necesidad de enfrentar y resolver y organicemos en función de esos problemas nuestras líneas
de inves2gación.

Son problemas a par2r de ellos nuestras líneas de inves2gación suele producir el interesante
resultado de obligarnos a formar equipos inter o mul2 o posdiciplinarios cuas discusiones son
ocasión aprendida para la universidad.

El derecho a la universidad es el derecho del pueblo a apropiarse de los beneLcios del trabajo
de esa ins2tuciones que sos2ene y que le pertenece, , de ese derecho la universidad sea la co-
contruccion entre las organizaciones del pueblo y los equipos de las universidades, de la
agenda de esas inves2gaciones. Dos, por dis2ntas razones: a la cabeza de las cuales hay que
poner la inercia de las formas tradicionales de organización del trabajo universitario, el peso de
las disciplinas, etc.

Úl2mamente se produce si no fuera porque existe un tercer actor que se viene ocupando a
traves de diferentes estrategias de promoverla, facilitarla, y Lnanciarla: El estado

Descargado por Jorge Rodriguez (jorrodruigez.21@gmail.com)

You might also like