Professional Documents
Culture Documents
TallerProcesosLogísticosAplicados Semana5
TallerProcesosLogísticosAplicados Semana5
Contenido semana 5
Para el 80% de los ejecutivos del sector, el uso de las TICs en las empresas logísticas es
“imprescindible”. De igual manera, para 8 de cada 10 directivos la innovación es uno de los aspectos
más importantes. En este sentido, la transformación digital es un factor clave para innovar los
procesos logísticos de hoy en día.
Así, implementar y actualizar las TICs en las empresas de logística permite alcanzar un mayor nivel
de rendimiento. Con ello, la innovación resulta menos costosa de alcanzar y la diferenciación ante
los competidores resulta más fácil de lograr.
Las TICs en las empresas logísticas no son una opción, sino una máxima necesidad incluso hasta para
el funcionamiento más básico de las organizaciones. A partir de allí, estas tecnologías pueden
cumplir objetivos con distintos grados de complejidad. Por ejemplo:
Cuando las TICs en las empresas logísticas cumplen estos y otros objetivos, las ventajas para los
centros logísticos son, evidentemente, muy diversas y significativas. En líneas generales, entre las
ventajas más determinantes están:
• La reducción de costes.
• El aumento de la productividad.
• El mejoramiento del ROI.
• La diferenciación de la competencia.
• La satisfacción de los clientes.
Para el sector de la logística hay disponible gran variedad de tecnologías. Estas son cada vez más
potentes según se desarrollan los campos de innovación disruptiva como el Internet de las Cosas
(IoT), el blockchain, la inteligencia artificial (IA), entre otros.
Sin embargo, hay una serie de tecnologías que se pueden considerar ya estandarizadas e infaltables
para cualquier organización. En este sentido, entre los principales y más importantes tipos de TICs
en las empresas logísticas están los sistemas de:
• Administración.
• Finanzas.
• Recursos humanos.
• Proveedores.
• Clientes.
• Departamento de TI, entre muchos otros.
Un ejemplo de este tipo de tecnologías es el famoso SAP ERP. Además, esta marca ha desarrollado
soluciones muy específicas para el sector logístico, tal como su software para la gestión de
almacenes SAP EWM (Extended Warehouse Management).
Los softwares de Supply Chain Management (SCM) o de Gestión de la Cadena de Suministro son una
de las soluciones más especializadas dentro de las TICs en las empresas logísticas. Estos se encargan
de monitorizar toda la información sobre los procesos, los materiales y las finanzas durante la
cadena de suministro.
Un ejemplo de este tipo de TICs logísticas es el sistema Oracle SCM Cloud. El cual provee de todas
las capacidades del Supply Chain Management a través de la nube. Aportando, así, mayor agilidad,
rendimiento, escalabilidad y reducción de costes.
Las entregas de última milla son uno de los procesos logísticos más complejos y, posiblemente, más
costosos. Esto debido a las exigencias que implica de cara a la satisfacción del cliente final.
Por ello, dentro de las TICs en las empresas logísticas una de la tecnología más importante son los
softwares de transporte logístico. Estos consisten en un sistema de seguimiento diseñado
especialmente para mejorar las entregas de última milla.
En este contexto, algunas de las capacidades que brindan los sistemas de seguimiento son:
Un ejemplo de este tipo de TICs en la logística de transporte es Beetrack. Se trata de uno de los
sistemas con mayor penetración en México y toda América Latina debido al alto rendimiento que
ofrece.
En conclusión, todas las TICs en las empresas logísticas cumplen funciones importantes. Sin
embargo, los sistemas de seguimiento de entregas de última milla son especialmente
fundamentales para el éxito de los negocios logísticos. Esto se debe a que dichas plataformas son
las que optimizan de manera focalizada aquellos procesos que entran en contacto más directo con
los clientes finales.
El Balanced Scorecard (BSC) o Cuadro de Mando Integral (CMI) es una herramienta que permite
enlazar estrategias y objetivos clave con desempeño y resultados a través de cuatro áreas críticas
en cualquier empresa: Desempeño financiero, conocimiento del cliente, procesos internos de
negocio y aprendizaje y crecimiento.
Kaplan y Norton explican que se trata de una estructura creada para integrar indicadores derivados
de la estrategia. Aunque sigue reteniendo los indicadores financieros de la actuación pasada, el
Cuadro de Mando Integral introduce los inductores de la actuación financiera futura. Los inductores,
que incluyen los clientes, los procesos y las perspectivas de aprendizaje y crecimiento, derivan de
una traducción explícita y rigurosa de la estrategia de la organización en objetivos e indicadores
intangibles.
Sin embargo, es algo más que un nuevo sistema de medición. Las empresas innovadoras utilizan el
Cuadro de Mando integral como el marco y estructura central y organizativa para sus procesos. Las
empresas pueden desarrollar un Cuadro de mando Integral, con unos objetivos bastante limitados:
conseguir clarificar, obtener el consenso y centrarse en su estrategia, y luego comunicar esa
estrategia a toda la organización. Sin embargo, el verdadero poder del Cuadro de mando Integral
aparece cuando se transforma de un sistema de indicadores en un sistema de gestión.
A medida que más y más empresas trabajan con el Cuadro de Mando Integral, se dan cuenta de que
puede utilizarse para:
El cuadro de mando integral llena el vacío que existe en la mayoría de los sistemas de gestión: la
falta de un proceso sistemático para poner en práctica la estrategia y obtener feedback sobre ella.
Los procesos de gestión alrededor del Cuadro de Mando permiten que la organización se equipare
y se centre en la puesta en práctica de la estrategia a largo plazo. Utilizado de este modo, el Cuadro
de Mando Integral se convierte en los cimientos para gestionar las organizaciones de la era de la
información.
En la siguiente figura se presentan las cuatro perspectivas del Cuadro de Mando Integral, se puede
apreciar que es un sistema que considera todos los procesos estratégicos de la organización:
Guerrero lo interpreta como una herramienta para movilizar a la gente hacia el pleno cumplimiento
de la misión, canalizando las energías, habilidades y conocimientos específicos de la gente en la
organización hacia el logro de metas estratégicas de largo plazo. Permite tanto guiar el desempeño
actual como apuntar el desempeño futuro. Usa medidas en cuatro categorías -desempeño
financiero, conocimiento del cliente, procesos internos de negocios y aprendizaje y crecimiento-
para alinear iniciativas individuales, organizacionales y transdepartamentales e identifica procesos
enteramente nuevos para cumplir con objetivos del cliente y accionistas. Es un robusto sistema de
aprendizaje para probar, obtener retroalimentación y actualizar la estrategia de la organización.
Provee el sistema gerencial para que las compañías inviertan en el largo plazo -en clientes,
empleados, desarrollo de nuevos productos y sistemas- más bien que en gestionar la última línea
para bombear utilidades de corto plazo. Cambia la manera en que se mide y gerencia un negocio.
Correa, Van Hoof y Núñez lo ven como un elemento facilitador de la implementación de estrategias
empresariales y permite hacer evidentes las relaciones causales entre actividades financieras y no
financieras, e identificar el impacto de las actividades soft (aquellas que no tienen relación directa
con los resultados financieros) en el logro de objetivos estratégicos. Por esta razón es una
herramienta útil para integrar asuntos sociales y ambientales en la empresa y mostrar las relaciones
causales entre desempeño social, ambiental y financiero.