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Jiirgen Habermas
Ensayos politicos
Traduecién de Ramén Garcfa Cotarelo
EDICIONES PENINSULA
BARCELONALA CRISIS DEL ESTADO DE BIENES Tak
Y EL AGOTAMIENTO. DE Las
BNERGLAS-UTOPICAS
ol
Desde fines del siglo:xem viene constivayéndose en a oul
firs gecidemtal una nueva concioncia de la época’ § bien
| cael occidente cristiano la anueva era» se refiere ala fa
ture edad del mundo, la que comenzaré cou elmo dia,
Para hosottos, la , El espiti-
za dela época Se converte en el medio en el que, de aho-
ra en adelante, se miseven el pensamiento vel debate po
| histécicas. De hecho, la conciencia contemporinea de la
époce ha abierto un horizonte en que se mezcla ef pensae
smiento utépico con el histérico. Esta peregrinacién de las
‘enerigias ueépicas hacia li conciencia hist6tica caractetiiza
en todo caso el espiita de a época que, asu.ver,imprime
sus rasgos a la opinién piiblica de lés pueblos modernas
desde los dias dela Reeglucién Francess, Fl pensamienco
Politico impregnado de la actuatidad del espérim de la
Spoce y que tata de resist a la presién de un presente
cangado de problemas, esté.penctrado de energies ut6pi-
25; pero, al mismno tiempo, es conyenicnte que este exces
so,de esperanzas se someta al conirapeso gonservador de
das experiencias historicas. “
" Desde'comienzos del siglo xtx, la «utopto» es uncon’
cepio de lucha politica que todos usan contra todos. En
primer lugar, se emplea el reproche contra él ‘pensamiento
ilystrado abstractoy sus herederos iberales; hiego, porst~
puesto, contra socialistas y comunistas y también conéea
Jos ultras conservadlores: contra los primeros porque con-
jaran un futuro abstracto, contra los-segundos-porqué
cotijuran un pasado también abstracto: Como todos estén,
infectados de pensamiento ut6pico, nadie quiere ser un
utdpico.* La Utopd, de Thomas Moro, la Ciudad del Sal, de
Campanella; la Nueva Ailéntids, de Bacon, todasestas uto-
pigs espaciales del Renacimiento también podrian llamar~
se siovela? estatilesh, pote sus aistores jamas dejaton
fnda alguna acerca del caracter Betidio dé los relatos JRe-
trotrajeron concépeiones paradisiacas a aiibitos histori
oa
ce, nutrido pot’
Ia experiencia, parece estar llamado a criticar los proyec!
tos ut6picos; el exnberante pensimiento widpico parece te~'
ner Ja funcién de expoher altemativas de accién y posibi-
lidades de juego que urisciendan a las continuidades
2, Paralo que sigue nda]. Risen, «Logie und Geschichren, en
We Wess (com), Gepignchumg, Sitgst, 1982, foo I pp. 258
3. LsHolscher, «Der Begriff der Utopie als histrische Ketego-
ye °
Fess en Voss et toma L pp oa 8.
158 159
|c0s ya antimunds vzzenos y tansformaron esperanas|Asi,al menos, pareefa suceder hess ayes Heenan
eseatolgicas en posibildadesviteles profanas. Las wtofpma.ssefubleran comsusnito ls esis NADIE
pfas cldsicas de una vida mejor y sin peligros se presenta?4® si se hubiesen retirado del pensamiento historico
ban, como observ? Fourier, como un «sueiio del bien sinfarizonte del funyeo se inempequeticidey el emi te
medios para levarloa cabo ys método(A pesar de sure: tépoc, como I politica, ha catnbiado ORdameta evens
ferencia eee al present, las wopias uo comanieabanb EL futuro esti wehido de psi eos ligro plane-
con la historig) La situacién cambia cuando Mercier, un iglo xx se dibuja el panorama temible le wtaersles la
F dsipno de Rossseo, con sunovela de furuo sobre lio de aniqulacion de Jos mereses esgic
| Parisdelasio 24a0, proyacta aquéllasislas dea felicidad de fSDital dela carrera de ae oabracimicnto estractaral
\ Fegiofiés remotas en tun futuro alejado y, can ello, reBero eda de ae a earolladon ol par} las desigaldades
I esperanaa ecatolépias sobre el restablecimient i los pases subdesarrlls, pas AesleuaE
{ro dl paraiso alee undone interno de wn progreso his. ociales evecientes en los pases desarolados, os rots:
co Sin embargo, en cuanto la vtopia y la historia 9 fas de la contaminacion del medio ambience y
"foean de este modo, se transforma la imagen elisica de la
utopia y la'novela estaal pierde sus caracteres novelescos.
Quien sea mas sensible ante las energias utdpicas del es:
pititu dela época,contribuird con clmavorempeiog con-
seguir una mezcla del pensamieato histérica con el ut6pi
oi. Robert Owen y Saini Simon, Fourker y Proudhon
‘Féchazan-decididemente el utopisino y Marx y Engels les na «one.
acusan de «socialistas ut6picoss [Solamente Exnst Bloch y foi6n hacia el futuro. Lasitvacgn pueds legaraserimpe-
Karl Manaheim en nuestro siglo hen conseguido limipiar peubleobjedvamenésLanuenamaiied ee
la én sutopiam de fa connot im iis abign nn uncon de disposi. as
han rehabilitado como un medio verdadero de proponer {TueS¢ 4a en una sociedad(De lo que se trateaquaies dela
= ma
posihilididesalternativas de vida que ineluso debex ine foontiam tal
i 1e80 histérico) En ia conciencia histories
politicaznente activa hay implicita una perspectiva utopics)
u
ion los que marcas la pata que, a través de Tos medios de
loummicacién, Hegan a la conciencia del piblico. Las res-
westus de los intelectales reficjan la mistna perplejidad
fue las de Tos poliicos. No se debe solamente a un realis-
Imo’ crecieate ef hecho de que una perplejidad aceptada
lion valor cada vez sustituya mas alos intentos de orienta-
2 Kosi Die Vez der Ups en Vestn .
crn gyi 8mm cine Fare, (POF se, hy bacs ions ar expla ag
0 Vossamp, it, tomo 3,pp. 15758 ‘mieato de las energias utdpicad) Las utopias clisicas pin-
bo 161
usaron las condiciones para una vida digna y para una fel
cidad organizada socialmente( Las utopias sociales, mez-
cladas con el pensamiento bistérico, que woman parte ea.
{as controversias politicas desde el siglo xix, despiertan ex
pectativas mis realistas,)Presentan la ciencia, In técnica
Ja planificacién como lof instramentos prometedates ein
falibles de un domidjo racional sobre la naturalera y la so-
ciedad. Esta es, precisamente, la esperanza que ha queda-
do hecha aiiicos asite pruebas irrefurables, La energia
rnuclear, la tecnologia de ios armamentos yla penetracién
el espacio, la investigacién genética y la manipale-
nn biotéenica en el comportamiento humano, la elabor
ia de [a informacién, fa acumulacién de datos y los |
nuevos medios de comunicacidn son, como bien se sabe; |
téenicas con consecuencias ambiguss. Y cuanto més com. |
plejos sean los sistemas que es preciso orientar, mayor seré
la verosimilitud de consecuencias secundarias disfurrcio-
nnales. Todos los dias nos enteramos de que las fuerzas pro-
ductivas se convierten en fuerzas destructivas y de que las
capacidades de planificacién se transforman en potencis-
Plidades de trastomno, [Por ello no resulta extrafio que ga- |
{. | nea influcncia aquellas teorias que tratan de demostrar
P| que las mismas verzas que han tado nuestro podet,
U | deliiela Modernidad en sw dia extrajosu concicucia ysps
| esperanzas utopicas, dehecho permiten que la autonomia |
| SC conuiezta ‘env dependénicia, Ia emanci
\sidn, Ia qacionalidad en irraci iamesDe la critica de
Heidegger a la suibjetividad de le Edad Moderna, Derrida
extrac la conclusién de que solamente podemos evitar el
molino del logocentrismo occidental mediante una pro-
vocacién sin objetivo. En lugar de trater de dominar las
162
contngenas mi evidentes el mundo, halamos me
nd i y tas
jor entregindonos a las contingencias secretas y ocul
del descubrimiento del mundo, Foucgult-radiesliza la.crts
tica de Horkheimer y Adorno Js razén insergmental,
hasta convertirle én une teora del eremo zetomno del po-
gnsaje de un ciclo del poder siempre i
una formacién de dscarsossigmpresgual, dene ave ex: of
tiggalr Wrahvinve chispa de Ta utopia y de la confianza dela
cultura occidental én sf misma,
Titre Tos medios intelectuales cunde 1a sospex
que el agotatniento de las energias utdpicas no supone una
isajera sitaaciOn expisitual de pesimismo cultural, sino
gig tiene un sleance inés profindg. Podeia set maniiest
ip de un cambio en Jz moderns conciancia le. 1a-époetcs
Quizg esté disdlvigndose de auevo aquella amalgame.ca-
ire ef pensamjento histérico vel. utépien: quiz
transformundose la estructura del espfritu de la época y'
sifaacion compisja dele politica, Quie4 la conciencia dela,
historia esté perdienda sus energizs wtdpicas: al igual que’
a fines del siglo xvi se ransformaron las esperanzss enel
paraiso dando una dimensién temporal en el més acé alas
stopias quizd, hoy, doscientos afios mas tarde, esién per-
diendo su cardeter secular les esperanzas ur6picas para ad
quire: de nuevo una cor gion.
* “Considero que esta tesis de la aparicién de la posmo-
emidad carece de fundamento. Le estructura del espiti~
ra de la época no ha cambiado, cor sas
cho Ia forma de In polémica sobre posibilidades i
fucuras ya conciencia histética no esti perdienda las,
| energias utGpicas en modo alguno. Antes bien_lo.que.ba
Uggede ¢ su fis ha sido un: a qi eristi-
5 :
Soreand 4A
Anson geo
163Pate
nee
DE ee eles ee ee eee ae ee OT
coincide el trabajo auténomo con la vida material, lo que
se corresponde con la conversién de la persona en una
personalidad plena y con la destruccién de toda depen-
dencia de la naturaleza».
Como este tipo
‘trabajo abstract gesnité tener una fuerza tin consideta
pledad pri
“La utopia de la sociedad del trabajo yx no tiene poder.
de CofviceiGny no sélo porque las fuerzas productivasha-
‘iirperdido sa iaogencia 6 porgue la ab finde a pro-~
wvada de os medios de produocidn por sfsola no
nla fo, fai
ble, capaz de
2 capaz de penetra en todas las esferas PON En as
anibten Jas =
rears ts Seiler hacia I fer de a of
i Csto ea Ta GEA de una emancipacian del traba}
seCttemte a la determinacin ajena me
_listas pritak ‘concentral
$20 una forma de organizacion deta sociedad del traba
Jo Sompuesta por productores libres eiguales, De una
Prcotiou correcamentc orgnizad tenia que surge a
lc vida conmunitaria de trabajadores lib
des. La idea eI autogestisn roe soviet ie a
‘oviimiento de protesta de fines de los afios sesenn
pesar de todas sus criticas a Jos soci i. primitvon en 2
8 ialistas primiciv
Primers pate de a Mehl Alerona, Mane prop ote
misma utopfa de l sociedad del trabajo: «Ha Tegacoe
momento en gue asp
totalidad de Tas fae fe prot sieuen que apropiarse de la
Tas cay
faiaend : ie las capacidades
'viduales, que se corresponden con ios instrumentos
5. Dadeen pent :
ee iced einen Osa
once: ara ne ones Za radon ne
164
i
i
deseaboque en la wutegestion obrera Sobre
pibicperdido sx punt® de contacto con ia realidad: Ia
Fuerza del trabajo abstracto, capaz de construir éstracmn..
57 de transtormar Iq sociedad Claus Offe ha enunciado |
(modo convincente unos «puntos de referencia para cl
cavfeter cada vex menos objetivo de la fuerza determi-
nante de tealidades como el trabajo, 12 produccin, el
‘mercado, en su relaci6n con fa constitucién social y el de-
sarrollo de la sociedad en su conjuntom é
Quien hojee alguno de los pocos eseritos que todavia
hoy mantienen alguna referencia utéaica en su titulo
me reffere al bro de André Gore, Cameos al paraiso—
encontraré que se confirms este diagndstico. Gorz; fun-
camenta su propuesta de desvincular el erabajo del ingreso
por medio de un salario minimo garantizado renuncian-
do ala esperanza maraista de que el trabajo auténomoaca-
be coincidiendo con la vida meterial.
ero epor qué habria de ser significativa parale amplia
6.C.Offe, aArbeitals eaziologische Schlitssetiategoric~, en Ha,
_Anteies geelbcbaft-Sionkurproblee and Zubwapiperspekticon, Frank
fev, 1984, p26.
165opinidn pablies I disminucién del fuerza de comviceion
delautopfa dela sociedad del zabsjoy por quétendeia que
ayudar a expicar un agotsmiento genera de los impulses
utépicos? Esta utopia no.solamente ha atraido a los inte!
Jectuales. Ha inspirado al movimiento obrero curopeo.y,
éen muestra siglo, ha doi ella en Jos programas d
tres momentos muy diferentes pero de importancia mi
dial. Comp renetion 2 Hr Consezuendhas de la Primera
Guefra Mundial y dela crisis econémica mundialse imp
Sieron as conresponTentescovicncspolaeas elon ppliteas: el cont
nismo sovidtico ety Rista, el conporativisnio autoritario e
Jali scsi Ta Alaina inal y le Espa falingistayek
reloraismo socialdemcrata en fas democracias de masis
del oS oon eee
mancipacién'y del Estado demoerstico consticucional. Si
ne surgid de fa tradicién socialdeméerata no soa sola:
mente gobiernos socialdemderatas fos que han ido cons,
truyéndolo. Después de la Segunda Guerra Mundial r0-
dos los partidos gobernantes en los paises occidentales
ganaron sus mayorzes argumentando més 0 menos inten
samente a favor de los objetivos del Estado social. Desde
fines de fos aftos setenta estan haciéndose evidentes los
mies del proyecto del Estado social sin que, hastala fecha,
Sea visible una forma susttutorianitida, Quisiera, por lb
canto, delimitar claramente mi tesis, esto es; duel Hiueva
infpebetfabllided périenece » una siruacién en la que.cl
ogfamid del Estado social
m
ido, habia adoprado también otra forma en el proyecto
Wel Estado socal. Las relaciones vitaes etmaucipadas
42ignas no tienen por qué provenir de modo inmediato de
una revolucién de ias relaciones laborales, esta es, de la
tansformacién del trabajo heterénomo en trabajo aut
nomo. La reforma de las relaciones lahorales tiene un lo.
gar primordial en este proyecto.’ Estas medidas son el §
Punto referencial accesatio, no solamente para adoptar
otras de humanizacién de un tabajo quesigue estando de.
terminado ajenamente y para establecer lis contraptesta.
clones que compensen por los riesgos findamentales del
trabajo asalariado (accident, enfermedad, pérdida del pues-
‘0 de trabajo, desamparo en Ie ancianidad). De agui se
sigue la consecuencia de que todos quienes estén en situs.
cin Jaborat itil han de insegrarse en est sistema ocupa-
ional is eGUTdo y compensadicls qaeeaeee
objetivo del pleno empleo, La com ensacion funciona
‘igicamente cuando Ta coniticién del asalariado von em-
leo a Hempo completo es Ia norma, Los ingontalenies”
que sicipre aparecen en un.estatus protegido de wabai
indus Acpendicnte x compenser eee oe
fue se.reconocen a los cindadanos en cuanto clientes de
burocracia del Kstada de bienestary.con la eapacidad ad.
de los servicios sociales, han
172
llamado la atencidn sobre unos hechos que algo dejar. ex
claro: los medios jnridico-administrativos de ia efecucin
de los programgs del Estado social no suponen ea modo
alguno un medio pasive neutral, Antes bien, con esto:
programs aparece unida una praxis de hechos singulares,
nosmalizacin y vigilanel, que Fougault ha perseguido en
su fie##a costicadora y subjetivadora hasea Jas camifica
iGnEs THIS Fea ta
condigiraciones de un mundo vizal reglamentado, despe-
dazado, controlado auc sia duds, mds suhlimes
cquelas formas palpabies de sn material zlami-
sefiay pero los conilictos sociales interiorizados y transfe-
Hidos al terreno de lo psiquico y lo corporal no son menos
destructivos,(Ea resumen, el proyecto del Estado social
padece bajo radicciéa enize el abjetiva yl méto-
do, Su objetivo es el estahlecimiento de formas xitales es-
tructuradas igualitarfemente que, al mismo tiempo, per-
mitan gm itorrealizacién y espontaneidad
individuales, Pero, evidentemente, este gbietivo no pue-
de alcanzarse-por la-via-disccta de una,aplicacisn jaridi-
co-administrativa de programas politicos. Le generacién
de nuevas form: § una tarea excesiva pata
dig dal pode
Vv
[Al hilo de dos problemas, he tratedo de los obsticules que
el propio Estado social rrimfante se pone en su camino.
[No quiero decir con ello. que el desarrollo del Fata s0-
cial sea yna realizacidn ereéaca, Por el contrario: lasinst-
173{aefones del Estado social igual qualssinensciones dl
Estado constimcional demoerdtico, denotan «an, impulio-4
de desarrollo del sistema politico frente.al cus
sibilidad sustitutoria alguna en sociedades
‘atelacién con las funciones que cumpl
social, ya.en telacién con las exigencias legitimadas nor:
‘mativamente a las que satisfece. Aquellos paises que an
estiniatmasados
alguna p
lela de-opeiont iieliis0, Ia irreversibin=
dad de nnas estmcnatas de compromiso porlas ite fue ue~
cs hai gon las que hoy nos sila ante] dilema de
ma,pruehsa.que-se ha agotada-ya el patencial inn
*"Siguiendo a C. Offe, podemos distinguir tres tipos de
reacciones enypaises como ia Repiiblica Federal y los Es-
tados UnidosS4i] Yogitinsionn basado en-la sociedad indus-
‘rialy el Estado social de Te sotialdemocracia de derechas se.
encuentra hoya la defensiva, Entiendo esta determinacién
en un sentido lato, de forma que pueda aplicarse por igual,
por ejemplo, a los demécratas de la cortiente de Monda-
Je en los Estados Unidos 0 al segando gobierno de Mite-
rrand. Los iegitimistns eliminan de! proyecto del Estado
social precisamente aquel elemento componente que éste
hhabfa tomado presiado a la utopfa de la sociedad del tra
9. C. Offe, ePerspelaiven aef dje Zuleuncfe des Arbeitsmarktese,
end, oct pp. 340.
374
bajo. Renuncian al objetivo. de doblegar en tal medida el
‘trabajo autnomo que el estatus de los ciudadanos libres ¢
iguales, al penetrar en la esfera de Ja produecién, se pue~
éaconvertiren elmicleo de cristlizacién de formas auté-
nomas de vida. Los legitimistas son hoy los auténticos
conservadores, que quisieran consolidar lo que ya se ha al-
canzado. Esperan volver a encontrar el punto de equil~
brio entre el desarrollo del Estado social y la modetniza~
cién por medio del mercado. Es necesatio acompasar de
nuevo el balance entre las orientaciones democrsticas del
valor de uso y una dindmica capitalista propia y suavizada.
El programa legitimista esté anclado en la necesitad de
#4 SetableGdo. Tenis, sia emmbar Goyer po-
tehcial de resistencia que se produce en la estela de le cre-
ciente efosién bufocritica de unds snundos vitales estrac-
turados de modo libre y comanicativo procedentes de
unas interrelaciones naturales; tampoco se toma en serio
os cambios en la base social y sindical sobre la que se apo-
yaba hasta la fecha la politica del Bstado social, A le vista
de los cambios en Ie estructura del electorado y el debili-
tamiento de la posicién sindicai esta politica corre el ries.
go de perder su desesperada carzera contra el tiempo,
E-ascenso se encuentra elfeocomservadirisns
también se orienta én el sentido dela sociedad industrial,
pero que formula una eritica decidida al Estado social. La
administracién de Reagan y ¢l Gobierno de Margaret
Thatcher son sus representantes; el Gobiemo conserva-
dor de ia Repiblica Federal también ha emprendido un
curso anilogo. En lo esencial, ef neoconscrvadurisino se
catacteriza por tee
6 Pai ro
ynentes,
is omica-orientada-hacia Ja
195oferta ha de mejorar las condiciones de capitalisacién.y
Soner de nuevo'en marcha el proveso de acumulacidn.
‘Cuenta con tina tasa dé desempleo relativamente elevada,
aungue formalmente sto de modo tfansitorio, La redis-
tribuci6n de los ingress perjudica a Jos grupos mis po
bres de poblacion, como muestram las estadlisticas en los
Estados Unidos, en tanto que sélo fos propietarios de!
grandes captalesaleanzan claras mejorasen sus ingre=
sos, Con ello corren paralelamente algunagimitaciones
de Los resultados del Estado social. Segund67ios cost
legitimacién del sistema politica hap oisee- La « aoe
x78
"9el edificio de una economia compleja de mercado no pue-
de alterarse desde dentro y reformarse en un sentido de-
‘mocritico con las simples receras de la autogestién obre-
1a. Tl formula comprendéa también la conviccién de que
una influcneia proveniente del exteriors, indirecta, sobre
los mecanismos de la autodireccién, precisa algo nuevo,
esto es, una combinacién muy innovadora de poder y de
autolimitacién inteligente. Esta convicciGn se basaba, au:
vez, en la idea de que, gracias a los medios del poder polt-
tico-administrativo, la sociedad puede influir sobre s{mis-
ma sin peligro alguno. $i ahora no es solamente el capita-
lismo, sino también el Estado intervencionista el que e
necesario «sujetar socialmente», la tarea se complica no-
tablemente. Puesto que, en este caso, no es posible seguir
confiando a la capacidad de planificacidn del Estadoaque- 3
a combinacidn de podes y de antolimitacidn inteligente.
Si-ahora hay que emplear la contencién y le direccién
indirecta también conitsa la dinémica propia de la admi-
:nistracién publica, es preciso busear en alguna otra parte
al potencis} de reflexidn y de direccién y, concretamente;
en una relacién completamente transformada entre unos
Ambitos piblicos aut6nomos, autoorganizados de un lado
los Ambitos de acci6n orientados por medio del dinero y
“del poder administrative del otro. De aqui surge la diffe’
tarea de posiilitar la generalizacién democritica de inte
reses ) Ta [UsGACCiOn universalista de nORNES per debajo
) del waibeat de Tos aparatos de partido, objetivados bajo ls
| fonia de grandes organieaciones'y convertidos al mismo,
| Soper pane ee de
subeulturas defer
jeulituras defensivas que solarente surgicra de un re-
chao espontineo tendria que ignorar las normes dele
180
ke Mee tores se mueven en el medio de un espi-
tan de éoc quesgue esando la defesivas epee
conciencia histética ala que se ha arrchee,
oncienci : se ha arrebatado su di-
‘resin utopia, Tambin ls disideates dela socedd
el crecimiento perseveran en laactitd defensive
ues podria couvertzse en ofensiva si, en vee de press
Freie ds desmantelar el presto del Bstado so Io
se hiciera fuera proseguirle ién enn
alongs Beso con ona reflenién en un
‘efeivamente nd solamentscrenado
economia capitalists sino a la sujeciGn de
no puede mangener al tails cose
de aquellos que atin estén
ellos que atin estén en la reserva. Este paso seefs ne
tolusonarie, pero noseralobasame racic oe
€ todo, no lo seria si no se pudliera proteger al mands
185vital frente alas consecvencias contraproducentes adicio-
nales de une administracién providencial, ademés de pro“
tegerio contra los imperativos inhumanos del sistema de
relaciones laborales.
Estos umbrales en el intercambio entre el sistema y el 4
smmdo vitel funcionarfan si, al mismo tiempo, se produje-
rauuna nueva division de poderes. Las -
‘nas disponen de tres recursos mediante los cuales satisfa-
cen su necesidad de orientar el proceso: dinero, poder yj
solidaridad, Fs preciso buscar un equilibrio suevo para sus
esferas deinfluencia, Quiero decir con ello que el poder de. |
integracion social dela solidaridad vendria quepoder afr
marse.contra los «poderes» de los otros dos de
| blico ala entrada del Estado, constituide por ciudadan
Yun paiblico 2 la salida del Estado, constituido por clie
tes. Poco mis 9 menos ast es éomo ven el efrenlo del p
der politico los ciudadanos y los clientes de la administ
«i6n piblica. Desde la perspectiva del sistema politico es
aismo circulo, limpio de toda injerencia normativa, pr
senta otro aspecto, Segtin esta versiGn no ofici que es
‘que siempre nos ofrece Ia teorfa de sistemas, los ciuda,
nos y los clientes son miembros del sistema politica. L
acuerdo con esta descripcién se transforma, ante todo,
sentido del proceso légitimador. Los grupos de interés
Jos partidos emplean todo su poder organizativo para con
seguir acuerdo y lealtad para sus objerivos orginicos. L
administracién no solamente estructura el proceso legis
lativo sino que, en buena medida, Io controla y, por s
Jado, esté obligada a llegar @-soluciones de compromis
con clientes poderosos. Los partidos, las instituciones le
sislativas y las burocracias tienen que tomar en conside
racién la presidn no declarada de los imperativos fancio
rales y hacerlos coincidir con la opinién publica; ¢
resultado es la «politica simbélica». E! Gobierno tambié
Hene que ocuparse, al mismo tiempo, del apoyo de las ma
sas y de los inversores privados,
Sise quiere reunir en una imagen realista lis dos des
ctipciones contrarias surge el modelo habitual en la cien-
cia politica con varios terrenos que se superponen unos 4
otros. C. Offe, por ejemplo, distingue tres de estos terre
nos. En el primero de ellos es ficil reconocer que las él
tes politicas aplican sus decisiones dentro del aparato del
Estado: Por debajo de éste hay un segundo terreno en el
que una multiplicidad de grupos andnimos y. de actores
direccién, el dinero yel poder administrative. Ciertos 4m-.’
bites tales que se han especializado en aa los va-
lores adiitides y les bienes culturales, en integear a loa "
grupos y en socializar Jos adoiescentes, han dependide
siempre de la solidaridad. En esta misma fuente tiene que.
originarse una voluntad politica que ha de ejercerinfluen-
cia, por un lado, sobre li delimitacién de espacios y eli
tercambio entre estos émbitos vitales estructurados de
‘modo commanicativo y, por otto lado, sobreel Estado yla 4
economia. Por lo deinds, esto no esta muy alejado, de fos,
criterios normativos de nuestros libros de texto de educa-
cidn civica, seqin los cuales la sociedad que cuenta con §
una forma de dominacién democréticamente legitimada
influye sobre s{misma y controla su desarrollo.
Segiin estaversiGn oficial, el poder politico surge de la
voluntad pitblica y-discusre, via legislacidin y administra”
cidn, sl propio tiempo por el aparato del Estado y xetorna
un piiblico con dos eabezas, como él dios Jano, un pri
382 183colectivos influyet los utios en Jos otros, forjan coslicio
nes, conirolan el acceso a los medios de comunicacién y
de produceién y, aunque no sea ficiimente reconocible,
sraciasasu poder social determninan con carieter prior)
tario el marcode ej para plantear yresolver cuestiones'
politicas, Por dlimo, por debajo se encuentra m tercer te
rerio en el que las corrientes comunicativas difciles de
Comprender deinen ina de la alana go
con aida de Jas definiciones de laeali iren por
aguelloalo que Gramsci lamé hegemonfa cultural; y aqut
ceqdonde se producen los cambios de tendencia del espiri-
tude la dpoes, Noe Hallentender son davidad el mre=
CHATS Ente los eres tecrenos, Hasta la fecha parece que
los procesos del terreno intermedio han tenido preferen=
cia. Cualquiera que sea la respuesta empirica, nuestro pro-
Slema préctico se puede ahora entender de modo més visi-
ble‘todo provecto que quiera desplazar los pesos en favor |
de oriensaciones.splidarias tiene que movilizar el terreno
inferior en ¢ontra de los dos superiores.
reno no sé discute de modo inmediato so-
60s regiona~
istas: en favor de las segundas, ‘rovimentos faints. 0
‘ologistas. Estas tuchas son, en Ta mayor parte del tiem-
‘po, Tatehtes, se mueven en el microémbito de las comuni-
caciones ‘cotidianas, cristalizan tnicamente de vex en 4
cuando en discarsos piblicos y en intersubjetividades de
rango superior. En estos escenatios pueden constituirse
184
i
mbitos pablicos auténomos que iambiéo entran en ec
F -municaciéa reciproca en la medida en que se utiliza el p
tencial de autoorganizacién y se usan de modo auténom
F los medios de comunicacidn, Las formas de sutoosgani
zaciGn fortalecen la capacidad de accién colectiva por de
bajo de un umbral en el que los objetivos de Ia organiza
Gi6n se distancian de las orientacionés y posiciones de lo
‘miembros de a organizacién y donde los objetivos son de
pendientes de los intereses de conservacién de organiza
ciones antOnomas, La capacidad de aceién de organi
zaciones cercanas a Ia base ird siempre por detris de s
capacidad de refleai6n. Esto no tiene por qué ser.un obs
F téculo para la tealizacién de esa tarea que tiene priorida
en lcontinuacién del proyecto del Estado social. Los fa
bits piblicos anténomos tendtfan que alesnzar una com
cierairsatfclentemen Sino de
autodireceiGn del Estado y la economia frente a los resul
sade fimalistas de Ta formacién de una voluntad democri
‘icortadical_Es de suponer que exto sole pueda suceder s
los partidos politicos abandonan el cumplimiento de un
e sis Faniciones Sin Duscarle un Sistitutiva, et es, sin en-
contrar un equivalente funcional: la funciGn de generar
lealtad de masas.
Estas Feflexiones se hacen tanto més provisionales y
hhasta imprecisas segtin van penetrando en la tierra de na~
die normativa, Aqui son mis sencitlas las delimitaciones
negativas{ El proyecto del Estado. social, al hacerse zefle.
xivo, abandGndTa utopia de le sociedad del crabajo) Esta se
orientado por el contraste entre e] trabajo vivo y cl
‘muerto, por la idea del trabajo auténomo, Para ello, como
185és evidente, hubo de presnponer que las formas vitales:
subculturales de los trabajadores industriafes era una
fuente ce solidaritad La yo fa venia que presupont
Tesela legarian a for- |
talecer la solidaridad de la subculeura de los trabajadores.
No obstante, entretanto estas subeulturas han desapareci-
\ Ddoy; hasta cierto punto, es dudoso que pueda reconsti-
‘pltse la fuerza generadora de solidaridad en el lugar de
ey 4 pie Sea como sea, hoy se ha constituido en problema
®
Jo que para [a vtopfa de la sociedad del trabajo era un pre- 1
;upuesto o una condicién marginal), con ese problema,
BN
‘i el acento utdpico se tralada del efacepuo del trabajo al de
If cofanicacaca, Me permito hablar de