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Clinica II Terapia Cognitiva Conductual Listo
Clinica II Terapia Cognitiva Conductual Listo
en Psicología-
Facultad Artes y Ciencias
PS. CLÍNICA II
Docentes:
Alumnas:
AÑO 2021
Índice
1. Introducción…………………………………………………. 3
2. Terapia Cognitivo Conductual………………………………. 4
3. Casuística…………………………………………………… 59
4. Bibliografía…………………………………………………..60
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Introducción
Aaron Beck fue quien desarrolló la Terapia Cognitiva, a comienzos de los años sesenta,
como un tratamiento para la depresión, estructurado y breve, la misma se encontraba centrada
en la problemática del presente, y su destino estaba enfocado en resolver problemas actuales y
modificar los pensamientos y conductas disfuncionales.
El modelo propone que todas las perturbaciones psicológicas tienen en común una
distorsión del pensamiento que influye en el estado de ánimo y en las conductas de los
pacientes, con lo cual a través de una evaluación realista y la modificación del pensamiento
producen una mejoría en esos estados de ánimos y comportamientos lo cual llevará a la
modificación de las creencias disfuncionales subyacentes.
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2. Terapia Cognitivo Conductual
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Se sirve del diálogo socrático, hace preguntas que pone en tela de juicio la filosofía del
paciente, sus conductas y sus creencias. Se le confronta activamente con la idea de que
existen alternativa posibles para sus pensamientos y patrones habituales de conductas,
promueve la autocrítica constructiva
Tiene una base empírica y trabaja con la participación activa del paciente
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De Sócrates la mayéutica, que implica el arte del debate para cuestionamientos
personales
De la filosofía hedonista de Epicuro, el placer como el fin supremo, manteniendo un
equilibrio racional y prudente en lo que se desea y conviene, para maximizar placeres y
evitar el dolor
De las influencias filosóficas modernas incorpora la importancia de las ideas en el
conocimiento humana (Kant) , busca de plenitud (Spinoza), el énfasis en la importancia del
lenguaje para estructurar el pensamiento , la importancia de la educación (Dewey), filosofía
postmoderna de Popper, entre otros
También incorpora influencias del movimiento humanista y existencialista de mediados
del SXX, en lo que respecta a la visión del ser humano y sentido de vida, filósofos como
Rogers, Hartman, Frankl, entre otros. A partir de ellos a desarrollo su concepto de
aceptación incondicional ilimitada de uno mismo y de los demás, y la importancia de la
relación de los valores, objetivos y metas personales.
Ellis precursor de la terapia relacional emotivo- conductual, considera su enfoque desde
lo propuesto por el humanismo. Es importante destacar, que se adopta un constructivismo
“moderado” que no niega la posibilidad de una realidad externa y existente, pero que acepta
que cada persona hace diferente y subjetiva interpretación o construcción de la misma.
Serán los “esquemas” los encargados de integrar los estímulos brutos recibidos y atribuirle
un significado, configurando o construyendo la realidad subjetiva o mundo de cada
persona.
Padesky destaca tres influencias históricas y filosóficas
La fenomenología, la visión de sí mismo y del mundo, son fundamentales para determinar
la conducta de las personas
La teoría Estructural, la estructuración jerárquica de los procesos cognitivos, la división
entre procesos primarios y secundarios
La psicología cognitiva, la importancia de la cognición en el proceso de información y la
modificación de la conducta
El marco teórico de referencia de la terapia relacional, está basado en la premisa de que
el pensamiento y las emociones de los seres humanos no son dos procesos diferentes, sino
que se yuxtaponen / interrelacionan de forma significativa. Esto es equivalente al caso:
sensación y movimiento. Nunca pueden separarse totalmente ninguna de las cuatro
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funciones básicas: sentir sensaciones, moverse, sentir emociones y pensar, no se
experimentan de manera aislada. Tales procesos son complejos y están en permanente
relación.
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2.3. Descripción del modelo
Encuadre Filosófico
Tiene un claro enfoque positivista y empirista inicial que se fue modificando en las
últimas décadas al adscribir a la corriente constructivista. Si bien no adopta un constructivismo
radical sino uno moderado, acepta que cada persona hace una diferente y subjetiva
interpretación o construcción de la realidad.
La T.C. hace hincapié en corregir los errores de razonamiento, pero también destaca
como racionales o saludables las cogniciones capaces de lograr emociones y conductas más
“adaptadas” o eficaces para el logro de los objetivos de cada persona. Por lo que no se le podría
atribuir un enfoque racionalista, más bien tiene una orientación “funcionalista”
Entre las influencias filosóficas y teóricas del modelo se destacan: la fenomenología (la
visión de sí mismo y el mundo son fundamentales para determinar las conductas de las
personas), la teoría estructural (estructuración jerárquica de los procesos cognitivos y la
división entre procesos primarios y secundarios) y la psicología cognitiva (destaca la
importancia de la cognición en el proceso de información y la modificación de la conducta).
Además de estas, también se reconoce la influencia directa de la corriente conductual y la
teoría del aprendizaje social.
“La Terapia cognitiva está basada en el modelo cognitivo, que postula que las emociones y
conductas de las personas están influidas por su percepción de los eventos. No es una
situación en y por sí misma la que determina lo que una persona siente, sino la forma en que
ella interpreta la situación” (Ellis, 1962; Beck, 1964)
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Beck sostiene que la situación en sí misma no determina directamente cómo se sienten las
personas, sino que su respuesta emocional está mediada por su percepción de la situación
(Beck, J., 1995, p.14)
“La psicoterapia Cognitiva destaca que lo que las personas piensan y perciben sobre sí
mismas, su mundo y el futuro es relevante e importante y tiene efecto directo en cómo se
sienten y actúan.” (DAttilio y Padesy, 1990, p.6)
Los pensamientos automáticos surgen de las creencias (ideas que son tomadas como
verdades absolutas). A veces los pensamientos automáticos son las mismas creencias y, a
veces, son derivados de ellas.
Existen creencias centrales o nucleares que son fundamentales y profundas, tanto que
las personas frecuentemente no las expresan ni a sí mismas o no tienen conciencia de ellas. Se
desarrollan desde la infancia y consisten en definiciones, evaluaciones o interpretaciones de sí
mismos, de otras personas y de su mundo. Beck afirma que son el significado o el contenido
cognitivo de los esquemas.
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Las creencias nucleares son el nivel más profundo, fundamental, rígido y global de
interpretación, e influyen en los otros niveles. En un nivel intermedio se encuentran las
creencias inmediatas, que son influidas por las creencias nucleares y a su vez ellas influyen a
los pensamientos automáticos. Estas creencias intermedias están constituidas por reglas,
actitudes y supuestos. Finalmente, los pensamientos automáticos representan el nivel más
superficial de cogniciones.
La Disfuncionalidad
Para Beck hay pensamientos que se consideran “disfuncionales”. Son aquellos que:
distorsionan la realidad, son causa de perturbación emocional y/o interfieren con la capacidad
del paciente para lograr sus metas.
Los pensamientos disfuncionales tienen una causa. La Terapia Cognitiva tiene una
visión integrada respecto del origen o causa de estos esquemas y respuestas inadaptados,
afirma que es una suma de las causas genéticas y orgánicas, las experiencias vividas, el entorno
y el aprendizaje social.
Distorsiones Cognitivas
La T.C. reconoce que hay una predisposición de las personas a determinadas formas de
distorsión cognitiva o “vulnerabilidades cognitivas” que predisponen a determinados
síndromes.
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“Los pacientes tienden a cometer errores en su forma de pensar. Frecuentemente se
observa un desvío negativo sistemático de la forma de procesar el conocimiento en los
pacientes que padecen un trastorno psicológico.” (Obst Camerini, 2005, p.70)
Beck plantea que hay distorsiones cognitivas o formas no válidas de razonamiento que
son más frecuentes (Beck, 1976), por ejemplo:
-Inferencia arbitraria
-Razonamiento emotivo
-Explicaciones tendenciosas
-Rotulación (etiquetar)
-Lectura de la mente
-Generalización
-Personalización
-Visión de túnel
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El Enfoque Teleológico Constructivista
“La premisa básica del modelo de la T.C. es que la principal causa de los afectos y las
conductas disfuncionales reside en la distorsión atributiva y no en la distorsión de las
motivaciones o las respuestas” (Beck, Freeman et. Al., 1990)
Esto hace referencia a la idea de que la manera en que la gente procesa la información
está influenciada por sus creencias y otros componentes de su organización cognitiva. Existen
estructuras subyacentes en nuestra conciencia que son responsables de la experimentación
subjetiva de los fenómenos, esas estructuras son relativamente estables y persistentes, e
integran y dan significado a los acontecimientos.
Las estructuras a las que se hace referencia tienen un contenido idiosincrático altamente
personalizado, que se activan durante los trastornos como la depresión, ansiedad, etc. Cuando
se hacen hipervalentes, esos esquemas idiosincráticos desplazan e inhiben a otros esquemas
que podrían ser más adaptados o apropiados ante una determinada situación.
George Kelly afirma que los esquemas se desarrollan para facilitar la adaptación de la
persona al entorno y, en ese sentido, están estructurados telenómicamente. Por lo tanto, un
estado psicológico (constituido por la activación de los sistemas) no es ni adaptado ni
inadaptado por sí mismo, sino sólo dentro de o en relación con el contexto más amplio del
entorno social y físico en que reside la persona” (Kelly, 1995, p.17).
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Los significados, entonces, son construidos por las personas y no son componentes
directos de la realidad. Son relativamente acertados o erróneos en relación con el contexto y las
metas de la persona.
En los seres humanos, las estrategias pueden ser tanto respuestas o conductas adaptadas
como inadaptadas.
Esquemas: “son estructuras cognitivas que integran y adscriben significado a los datos
sensoriales percibidos. El contenido de estos esquemas puede referirse a las relaciones
interpersonales o a categorías impersonales (objetos concretos o abstractos)”. (Obst
Camerini, 2005, p. 74)
Según Beck, Freeman y otros (1990) los esquemas contienen las creencias y las reglas,
que determinan el contenido del pensamiento, el afecto y la conducta. Estos sistemas de
estructuras entrelazadas (esquemas) son los responsables de la secuencia que va desde la
recepción de un estímulo, hasta el punto final de una respuesta conductual. Por lo que “los
sentimientos y la conducta disfuncionales se deben a la función de ciertos esquemas que
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tienden a producir juicios sistemáticamente tendenciosos y una constante tendencia
correlativa a cometer errores cognitivos en ciertos tipos de situaciones.”
Los esquemas son difíciles de modificar ya que están firmemente fijados por elementos
conductuales, cognitivos y afectivos. Sin embargo es sumamente importante poder cambiarlos,
por lo que el abordaje terapéutico deberá adoptar un enfoque tripartito para este fin. Es esencial
un programa terapéutico que apunte a las tres áreas (conductual, cognitiva y afectiva)
El modelo T.C. atribuye un origen mixto genético- cultural a los esquemas. Lo genético
serían tendencias innatas sobre las cuales incidirán las experiencias vitales (circunstancias e
influencias del entorno).
Para Beck, las “tendencias innatas” pueden ser acentuadas o atenuadas por las
experiencias. Y explica que, además, entre las pautas innatas del individuo y las pautas innatas
de otras personas significativas puede establecerse un ciclo continuo de refuerzo recíproco.
Los 10 Axiomas
En la década del ’90 Alford y Beck proponen “diez axiomas que constituyen la
expresión formal de la teoría cognitiva actual” (Alford y Beck, 1997):
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1- La vía central hacia el funcionamiento psicológico o la adaptación está constituida por la
estructuras cognitivas generadoras de significado denominadas “esquemas”. Significado se
refiere a la interpretación de la persona de un determinado contexto y de la relación de ese
contexto consigo misma.
3- Las influencias entre los sistemas cognitivos y otros sistemas son recíprocas.
5- Como los significados son construidos por las personas, en vez de existir componentes
preexistentes de la realidad, ellos son correctos o incorrectos en relación con un determinado
contexto u objetivo.
8- Hay dos niveles de significado: (a) el significado público u objetivo del acontecimiento, que
puede tener pocas implicaciones significativas para el individuo y (b) el significado personal o
privado. El significado personal, a diferencia del público, incluye implicaciones,
significancias o generalizaciones deducidas de la ocurrencia del acontecimiento (Beck, 1976,
p.56)
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9- Hay 3 niveles de cognición: (a) el nivel pre- consciente, no intencional, automático; (b) el
nivel consciente; y (c) el nivel metacognitivo, que incluye respuestas “realistas” o
“racionales” (adaptadas). Todos estos sirven para funciones útiles, pero los niveles
conscientes son de primordial interés para el mejoramiento clínico en psicoterapia.
Alford y Beck destacan que hay mayor probabilidad de trastornos en las personas
guiadas por las consecuencias inmediatas, mientras que hay un mayor nivel de adaptación
personal y orientación hacia los logros en las personas con preferencia por las consecuencias
positivas a largo plazo. Además destacan la importancia de la mediación cognitiva (en forma
de instrucciones y de auto- instrucciones) para desarrollar o sostener conductas orientadas a
logros a largo plazo, para evitar diversos problemas.
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1- El sistema automático, involuntario o preconsciente: Se encarga de los procesamientos
rápidos destinados a consecuencias de breve plazo y se desarrolla pasiva y no conscientemente
(preconsciente).
La Triada Cognitiva
Con respecto a la depresión, la T.C. antes describía tres patrones de pensamiento, que
denominó “triada cognitiva”, como las causas de otros signos y síntomas del síndrome
depresivo. Estos patrones son: visión negativa de sí mismo, tendencia a interpretar
negativamente las experiencias que transita y visión negativa o pesimista del futuro.
“Recientemente Alford y Beck (1997, cap. 1) definen como “triada cognitiva” a los
significados o interpretaciones inadaptados o disfuncionales que la persona hace de: sí
mismo, su entorno contextual o sus experiencias, y su futuro.” (Obst Camerini, 2005, p. 81)
Práctica de la T.C.
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Las técnicas terapéuticas van encaminadas a identificar, cotejar con la realidad y
modificar las concepciones distorsionadas y las creencias disfuncionales (esquemas) que
subyacen a esas cogniciones.
c) Nuclear: esquemas.
10) Usa una diversidad de técnicas para cambiar los pensamientos, el estado de ánimo y las
conductas.
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La estrategia:
Técnicas y Recursos:
El bagaje de las técnicas desarrolladas hasta el presente no tiene carácter limitado, por
lo que pueden incorporarse todas las que surgieran de la creatividad de los terapeutas, teniendo
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en cuenta los objetivos planteados y a lo que se apunta a indagar en cada encuentro, ya sean
pensamiento automáticos y/o creencias.
La prescripción de las tareas para el hogar o, también llamadas, tareas de autoyuda, son
el corazón del proceso terapéutico para lograr un cambio real y perdurable, ya que las mejoras
en el funcionamiento conductual producen cambios cognitivos. Por tal motivo, se recomienda
explicar la importancia de las tareas, definirlas en común acuerdo y en cooperación,
planificarlas en detalle y con claridad, prevenir posibles fracasos, consecuencias, problemas
que puedan surgir y acordar soluciones.
Para que las tareas resulten eficaces, las mismas deben ser:
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Modelo de la Terapia Racional Emotivo Conductual (TREC)
Encuadre Filosófico
Esta corriente fue presentada por Albert Ellis en 1956 con el nombre de “Rational
Therapy” y luego su nombre fue variando hasta que finalmente en 1994 se denominó
“Rational Emotive Behavior Therapy” (REBT), o en español “TREC”.
Albert Ellis define su enfoque como humanístico. También define su orientación como:
no necesariamente acorde con el estoicismo (pese a haber hecho de una frase de Epícteto- “Las
personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos”-el
paradigma de su teoría), hedonista con reservas (hedonismo responsable) y no adscripta a la
filosofía racionalista ni de tendencia intelectualista.
La orientación humanista de la TREC, es definida por Ellis por muchas razones. Entre
ellas: el reconocimiento y aceptación de las personas como humanos falibles, y la ubicación del
hombre en el centro de su universo (como el principal responsable de alterarse o no).
La TREC hace una integración de la filosofía y principios de este modelo con las
creencias religiosas. Muchos de sus principios están presentes en la mayoría de las religiones.
El ABC de la Teoría:
- “A” (activating event) se refiere al acontecimiento activador (suceso o situación). Puede ser
una situación o acontecimiento externo o un suceso interno como un pensamiento, imagen,
conducta, sensación, etc.
- “B” (belief system) es el sistema de creencias, que incluye todo el contenido del sistema
cognitivo, o sea, pensamientos, recuerdos, imágenes, supuestos, etc.
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- “C” (consequence) es la consecuencia o reacción a la situación “A”. Estas consecuencias
pueden ser de tipo emotivo (emociones), cognitivo (pensamientos), o conductas (acciones).
De todos modos, la TREC propone e insiste en que las causas más importantes, aunque
no las únicas, de las neurosis no son los acontecimientos sino las creencias irracionales y
disfuncionales sobre los mismos.
-Las emociones informan de desequilibrios en nuestra vida. Por ejemplo el hambre informa la
necesidad de alimento o el miedo informa que algo amenaza nuestra vida.
-Las emociones generan la motivación y el impulso o energía necesarios para actuar superando
las situaciones negativas o desequilibrios detectados.
-Las emociones son medios de comunicación para informar a los que nos rodean sobre nuestros
deseos y/o intenciones.
Ante las distintas situaciones, las personas reaccionamos con emociones y conductas
que van a depender de nuestra interpretación de la misma, de lo que hayamos pensado sobre
ese acontecimiento. A su vez, las distintas reacciones tendrán distintas consecuencias.
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saboteadoras. Es decir que hay reacciones que nos sirven y otras que no nos sirven o nos alejan
de nuestras metas. La clasificación dependerá de dos consideraciones:
-Inferencias (no evaluadoras) incorporan hipótesis o supuestos que pueden ser acertados
o erróneos
-Evaluaciones preferenciales: son los “me gustaría”, los “desearía” determinada cosa o
situación. Para Ellis son creencias racionales.
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Para la teoría RET, lo racional ayuda a la gente a alcanzar sus metas y propósitos
básicos. “Por lo tanto, la racionalidad no puede definirse en forma absoluta, sino que es
relativa por naturaleza” (Ellis y Dryden, 1987, p.4)
Mencionamos más arriba que las demandas son “creencias irracionales” para Ellis. Este
mismo autor, además, descubrió que habitualmente los pacientes se perturban porque tienen
pensamientos que se basan en una actitud demandante, y que se expresan en una demanda o
exigencia absolutista, rígida e intolerante que pueden estar dirigidas hacia el mundo, hacia otras
personas o hacia nosotros mismos. Generalmente implican frases como “yo debería”, “yo
necesito”, “él tiene que”, etc. Pero, más allá de las palabras con las que se expresen, lo
importante es la actitud. No es lo mismo desear que algo sea de una manera que pretender
absolutamente que las cosas siempre sean de esa manera.
La TREC propone modificar una “filosofía” (actitud) demandante por una “filosofía”
preferencial. Es decir, cambiar una demanda por un deseo o preferencia.
Ahora bien, estas “creencias irracionales” (demandas) ¿De dónde surgen? Respecto del
origen de las creencias irracionales, Ellis reconoce la influencia cultural y parental en la
transmisión de valores, metas y normas de conducta que dan pie a las creencias. Además de
esto, también le otorga importancia a la “tendencia natural e innata” de los seres humanos a ser
altamente influenciables por esos mensajes, y transformarlos en demandas rígidas y
absolutistas. Por lo tanto las “peores neurosis son, en consecuencia, tanto condicionadas
externamente como enseñadas a sí mismos” (Ellis, 1994, p.40)
Las creencias irracionales nucleares, según lo expresa Ellis, traen aparejados ciertos
derivados. A saber:
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-La “tremendización” o exageración del daño o significado del hecho
Para la TREC estos procesos irracionales no siempre son secundarios, en tanto que
derivados de la filosofía de los debe, sino que pueden ser primarios. Son procesos
interdependientes que pueden ser vistos como caras de una misma moneda. En ese sentido
Dryden y DiGiuseppe plantean que es conveniente actuar sobre todas las cogniciones, no solo
sobre las demandas. Es decir, no asumir que la modificación de las demandas se extenderá a
sus derivados. Es mejor refutar todos los pensamientos irracionales que sostiene el cliente.
El modelo ABC se completa con la consideración de “G” que son las metas o goals.
Incluyen los propósitos, valores y deseos que pueden ser tanto biológicas como aprendidas.
Además estas metas pueden ser saludables o no serlo.
Las metas, intenciones y valores forman parte y determinan el sistema de creencias (B).
A su vez el sistema de creeencias y las inferencias de “B” determinan las consecuencias
emocionales y conducuales (C). Las emociones y conductas influyen, a su vez, la composición
de “B” (sist. De creencias). Finalmente tanto B (sist de creencias) como C (consecuencias)
influyen en la formación de A, que es el acontecimiento tal como es percibido por la persona.
Entonces A no es determinado solo por los hechos sino también por el sistema biológico
perceptor y asociador u organizador, lo que implica la inevitable influencia de las metas (G) y
el sistema de creencias (B) como así también del esado emotivo (C) sobre A.
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La TREC acepta que la “realidad externa” es representada e interpretada por los
humanos y puede no existir por sí misma. Ellis toma a Piaget y Kelly que afirman que la gente
no adopta pasivamente las reglas, sino que las construye incluyendo variantes y creando por su
cuenta reglas e ideas.
DiGiuseppe afirma que “Las personas no pueden evitar crear teorías sobre el mundo,
sobre sus relaciones interpersonales y sobre sí mismos. Esas teorías, esquemas o paradigmas
pueden guiar a la persona a afrontar adecuadamente su entorno o pueden llevar la a un
deficiente afrontamiento y una psicopatología” (DiGiuseppe, 1991b, p. 175)
Kuhn afirma que “las inferencias o pensamientos automáticos que uno experimenta se
limitan a los que son concordantes con los esquemas subyacentes o la visión que uno tiene del
mundo” (Kuhn, 1970)
Práctica de la TREC
No se pretende cambiar todas las creencias irracionales, sino las que se tetectan como
causantes de emociones o conductas disfuncionales y que el cliente desea modificar. De hecho,
según Ellis, las personas tienen una tendencia natural a generar o sostener creencias
irracionales o a pensar irracionalmente, de modo que sería imposible su eliminación total.
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La TREC tiene un estilo de modelo educativo, es decir que antes que una cura de
patologías se piensa en un aprendizaje para lograr conductas más eficaces para el logro de los
objetivos. Además emplea un estilo activo y directivo.
Ellis propone para lograr un cambio duradero y amplio, cambiar de una filosofía de
vida “demandante” a una “preferencial”.
- Ellis considera más eficaz y profundo (y de mayor alcance) un cambio que modifique una
creencia irracional, antes que una inferencia errónea. Por lo que es más conveniente intentar
esto en primer lugar, es decir, primero las creencias y después las inferencias.
En el proceso terapéutico es importante averiguar cuáles son las creencias que causan
las perturbaciones. Algunas formas de hacerlo son:
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-Darse cuenta inducido: el terapeuta refuta las inferencias y en el debate el cliente empieza a
descubrir las creencias subyacentes y termina por expresarlas
-Interpretación por inducción: el terapeuta agrupa las inferencias, saca conclusiones y las
propone (le parece que… tal cosa)
-Evaluación Guiada por hipótesis: cuando el cliente se está esforzando y no logra expresar su
creencia, el terapeuta genera su hipótesis y le pregunta: “es posible que… ¿tal cosa?”
Una vez que hemos averiguado las creencias, se busca discutir o refutar las mismas.
-Encontrando una nueva creencia: que reúna los requisitos anteriores, especialmente el tercero
que motiva el cambio
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-Estilo humorístico: muestra la evidencia a través de lo cómico de una creencia irracional
-Estilo auto- revelador: ilustra argumentos con ejemplos de su propia experiencia, de su vida
personal
-Estilo metafórico: ilustra conceptos con metáforas referidas a temas familiares para el cliente.
I-Modificar el hecho “A”, es decir, resolver el problema práctico (pero a veces no se puede)
Además, cabe destacar, las creencias pueden estar expresadas en diferentes niveles:
desde lo más concreto a lo más abstracto.
Para abordar y refutar las demandas es necesario cumplir lo siguientes pasos (Obst
Camerini,2005):
3-Determinar y evaluar A y C
6-Determinar las B
El ABC Ampliado
Ellis propone la “ampliación” del modelo ABC en “ABCDEF”. Las nuevas letras representan:
-“E” (effective belief) es la incorporación de una nueva creencia de carácter eficaz, funcional y
saludable (racional)
-“F” (feeling) es el nuevo sentimiento o emoción luego de haber modificado las creencias.
Para el éxito terapéutico se requieren tres insight del paciente (Obst Camerini, 2005):
1. El primer insight es que “más que las otras personas o circunstancias, soy yo el que
me perturbo a mí mismo”. Las personas no se perturban por los acontecimientos, sino por
lo que piensan sobre esos acontecimientos. Ante un mismo acontecimiento, distintas
personas reaccionan de forma diferente
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3. Para lograr el cambio es necesario aportar mi esfuerzo y tener perseverancia. O sea, el
cambio no es fácil y requiere mi esfuerzo y perseverancia.
Estas terapias requieren una colaboración activa del paciente con el terapeuta, no solo dentro
sino también fuera de los horarios de terapia.
La terapia Racional Emotiva Conductual con grupos puede abarcar las siguientes
variantes:
a. Terapia de Grupo con 8 a 12 integrantes en una sension semanal de 2 hs. y media cada
una
b. Encuentro prolongado o maratón, de unas 14 hs con 10 a 16 participantes
c. Laboratorio
d. Demostración de terapia con un voluntario y un público entre 20 y más de 100 personas
e. Presentaciones de tipo educativo en distintos contextos
f. Terapia de pareja y terapia familiar
La técnica básica consiste en que cada miembro presente sus problemas actuales que
desea enfrentar. Luego el terapeuta encara el proceso habitual de terapia, desde la
determinación de las creencias y su refutación, hasta la asignación de tareas, pasando por todas
las técnicas que resulten convenientes, pero otros integrantes del grupo pueden colaborar con
sus ideas y sugerencias.
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Técnicas Actuales de la Terapia Conductista (Goldfried y Davidson)
Entrenamiento de Relajación
1) Medio físico: ruidos escasos o constantes. Usar ruido blanco minimiza la interferencia de
ruidos exteriores; iluminación tenue; posición del cliente (reclinada es preferible) que reduzca
al mínimo las tensiones musculares; el terapeuta se ubica de modo que perturbe al cliente lo
menos posible.
I. Se le dice al cliente que está por aprender una actividad. Se subraya el hecho de que a estar
tenso, ansioso son aprendizajes y, del mismo modo, se puede enseñar a estar relajado. La clave
es que este aprendizaje sucede de un modo gradual y requiere práctica sin que pase mucho
tiempo entre una y otra;
II. Se advierte que es posible experimentar sensaciones desconocidas y que deben tomarse
como signos de la distensión muscular;
III. “Se sugiere al cliente que se abandone al proceso, que permita que las cosas sucedan”;
IV. Algunos clientes temen la pérdida de control, durante el proceso de relajación con ellos, se
debe indagar periódicamente qué sensación tiene, las sesiones de relajación serán breves al
principio e ir ajustándose gradualmente y no se entregarán grabaciones para prácticas en casa
hasta que los temores hayan desaparecido;
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V. “Se recalca al cliente que es él quien conserva el control, puesto que puede y debe
interrumpir el proceso si se le vuelve aversivo o incómodo.
El terapeuta se presenta como guía y maestro, pero el cliente sigue siendo dueño de su
cuerpo”;
VI. “El terapeuta presenta [al cliente] la paradoja de que se aprende a tener control sobre sí,
cuando uno se afloja. La reacción típica del cliente que se siente invadido por el pánico o la
tensión, es tirar de las riendas del control en lugar de aflojarlas. (…) abandonando el control
consciente del cuerpo, es posible aprender gradualmente a tener un mayor control, más
importante y fundamental, de los sentimientos y tensiones.”;
VII. “En las sesiones iniciales es a veces necesario permitir que los clientes permanezcan con
los ojos abiertos, en especial si se sienten preocupados por lo que les aguarda”, se requiere
confianza en el terapeuta y se señala que para mayor efectividad de la técnica es preferible
“eliminar distracciones visuales y concentrarse en el bienestar que procura la relajación”.
Algunos clientes perciben en esta situación una tonalidad sexual;
VIII. “El terapeuta debe presentar las sesiones de relajación como si no fuera mucho lo que se
espera de ellas”, particularmente cuando el cliente se preocupa por la calidad de su
desempeño, se indica que no es una situación de prueba, ni de algo que requiera empeño;
IX. “Se le dice al cliente que su mente puede vagar durante la inducción y se lo insta a no
preocuparse, pero también a volver a concentrarse en cuanto le sea posible”;
X. el cliente puede moverse como lo desee hasta encontrar una postura cómoda, se
desaconseja que converse al terapeuta o cambie de posición si no es necesario, “es importante
que no se sienta como si estuviera aprisionado” mientras se relaja;
XI. debe el cliente haber comprendido por qué está aprendiendo a relajarse y debe compartir la
perspectiva del terapeuta acerca de lo necesario del entrenamiento de relajación.
El tono de voz del terapeuta es importante: bajo, suave, cálido, melódico y algo
hipnótico; las palabras se pronuncian con lentitud.
En general, se realizan dos ciclos de tensión – relajación para cada grupo de músculos.
Se indica al cliente que observe el contraste y disfrute de ello.
“Se explica al cliente que la fase de tensión lo hará más perceptivo de las sensaciones
asociadas con la aparición de la ansiedad, y que esas sensaciones le servirán como señal de
que necesita relajarse.”
25 = muy relajado
50
75 = muy tenso
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100 = máxima tensión
Relajación diferencial
“Una vez que el cliente ha aprendido a relajarse con todas las partes del cuerpo
apoyadas, es con frecuencia deseable que su capacidad se acreciente como para que pueda
aplicarla a las situaciones de la vida que son causa de stress y en las que resulta imposible
yacer tendido. La expresión relajación diferencial se refiere a la relajación de músculos que no
son esenciales para realizar una determinada actividad.”
Desensibilización Sistemática
Los ítems se ordenan según una escala de ansiedad elaborada con el cliente, es él quien
informa al terapeuta en qué lugar de la escala de 0 a 100 ubica las situaciones incluidas. Este
ordenamiento puede y debe cambiar cuando sea necesario.
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constituir el equivalente funcional de una situación real” (esto se hace mediante ensayos donde
se le pide al cliente comunique sus apercepciones).
Ensayo de Conducta
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2.4 Posicionamiento y Actitud del Terapeuta
Sullivan (1954) tiene en cuenta el aprendizaje social, sobre todo y describe la conducta
del cliente en términos de distorsiones paratáxicas, de acuerdo a dicho autor, el individuo
aprende diversas actitudes y pautas de conducta en el curso de las primeras interrelaciones que
mantiene con sus padres, que le sirven de prototipo cuando con posterioridad se encuentra en
circunstancias similares. Así las reacciones del cliente frente al terapeuta representan una
muestra de conducta presente, que puede también estar manifestándose en otras situaciones
interpersonales de su vida.
La terapia cognitiva plantea la idea de que la manera en que los pacientes perciben y, en
consecuencia estructuran el mundo es lo que determina sus emociones y su conducta. el papel
del terapeuta consiste en ayudar a los pacientes a darse cuenta de sus cogniciones y de cómo
estas median su efecto y su conducta, con lo cual el terapeuta intentara responder a la siguiente
pregunta ¿Cuáles son los sentimientos y los pensamientos de esta persona, aquí y ahora, y
cómo se relacionan mutuamente para producir una conducta determinada?
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● Terapeuta y paciente trabajan juntos en el marco de un “empirismo colaborativo” para
explorar, poner a prueba y modificar patrones desadaptativos de pensamientos,
emociones y comportamientos. El terapeuta dispone de su experticia teórico-técnica,
pero el consultante es el experto acerca de sí mismo.
● Es frecuentemente una terapia de corto plazo, basada en habilidades e involucra una
fuerte participación del paciente fuera del espacio de la sesión y requiere de una
práctica continua.
El terapeuta será quien influya en la conducta del cliente, pero a su vez este deberá
tener una confianza en las técnicas como la capacidad del terapeuta para persuadir y
crear una expectativa positiva.
El terapeuta con frecuencia sirve de modelo al cliente. Debe ser consciente de esto y
esforzarse por dar ejemplo de la conducta, las actitudes y las emociones que probablemente
aceleren el avance de la terapia. Al revelar el modo en que él mismo logró cambiar su manera
de pensar o de conducirse con consecuencias positivas, el terapeuta utiliza las experiencias de
su vida para facilitar el cambio de conducta del cliente.
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● La capacidad del terapeuta para señalar las consecuencias potencialmente negativas
asociadas con los comportamientos desadaptados
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2.5 Aspectos del diagnóstico
2. Selección de las técnicas de intervención con las que se incidirá sobre las conductas
descritas en el paso anterior
Motivo de consulta: implica el análisis del motivo por el cual el paciente acude a consulta o
por el que otras personas importantes de su medio lo traen, la cual implica la exploración
activa de los posibles motivos; por ejemplo, nadie acude a consulta porque le tenga miedo a
subir al avión si ello no acarrea consecuencias importantes en su vida diaria.
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Para Baer (1982) es necesario que está disciplina pueda traducir cualquier queja del
paciente en conductas a cambiar, de modo que, sí se la cambia convertir a las conductas de
queja del paciente en conductas de satisfacción.
Establecimiento de las metas últimas del tratamiento : podemos marcar una diferencia entre
los resultados finales (lo que se viene llamando “metas últimas” o “goals”) los resultados
instrumentales (“conductas objetivo” o “Target behavior”) y los resultados intermediarios
del tratamiento. (Rosen y Proctor, 1981).
Los resultados finales hacen referencia a los criterios utilizados para considerar el
tratamiento como un éxito, estos deben poseer validez clínica y social, es por esto que, los
cambios directa o indirectamente logrados deberán verse clínicamente relevantes y socialmente
significativos, este tipo de resultados deben haber solucionado las demandas del paciente y de
los agentes sociales significativos que lo rodean.
Los resultados instrumentales son aquellos que son suficientes para alcanzar otros
resultados, sin intervención adicional, entonces deben poseer validez clínica de manera tal que
con su consecución se logre afrontar con éxito las respuestas clínicas que se persiguen (por
ejemplo todas y cada una de las conductas que se consideran propias de la depresión),
asimismo deben valorarse también según su contribución en la consecución de los resultados
finales, a partir de una doble vertiente: que los resultados instrumentales sean suficientes para
alcanzar los resultados finales y que exista alguna forma de intervenir sobre los resultados
instrumentales.
Por último, los resultados intermediarios son aquellos que facilitan la continuación del
tratamiento o posibilitan la aplicación de determinadas técnicas de intervención (por ejemplo,
la capacidad de imaginar para aplicar la desensibilización sistemática por medio de la
imaginación).
Algunos autores han señalado que, dada la complejidad e interrelación entre las
distintas partes de la intervención, quizás conviene no olvidar que existen covariaciones entre
distintas clases de conducta y dependencias funcionales entre conductas; y que, modificar un
conjunto inconexo de las mismas sobre lo que se está interviniendo es sobre un sistema
funcional (Evans, 1985; Voeltz y Evans, 1983).
Variables de las que dependen las metas últimas del tratamiento: las metas últimas del
tratamiento dependen fundamentalmente de los juicios de valor de los que directa o
indirectamente intervienen en la terapia, estas son según Nelson y Hayes (1986 b), las
siguientes:
-El sistema conceptual y de valores del terapeuta. Distintas terapias y distintos terapeutas
parecen tener objetivos finales diferentes.
-El sistema conceptual y de valores de quién realiza la consulta, las quejas y demandas
procedentes de los pacientes con frecuencia se expresan en términos vagos y de teoría de
rasgos, dado que el terapeuta de conducta suele adoptar una postura activa en la recopilación de
la información los datos que proporciona el paciente, sin embargo, con frecuencia se
encuentran fluidos por el sistema conceptual empleado por el terapeuta.
-Los requerimientos del medio físico y social en que vive y se desenvuelve el paciente.
Análisis de las conductas problema: desde el punto de vista del paciente o de los otros
usuarios de la psicoterapia los problemas que se plantean son de dos tipos: a) quejas, b)
demandas. Ambas suelen agruparse en lo que se considera el motivo de consulta. Las
quejas suelen referirse a lo que va mal y se quiere eliminar lo que causa problemas a lo
negativo y molesto. Las demandas, hacen referencia a lo que se quiere adquirir a lo
positivo, estás no siempre coinciden con la eliminación de lo que constituye una queja en
general puede decirse que toda queja encierra una demanda: una nueva forma de
comportarse o un cambio en el ambiente.
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Tanto las quejas cómo las demandas en nuestra cultura suelen plantearse en términos de
clases de conducta (por ejemplo “se pasa el día sentado”, “no hace más que llorar”) o bien en
términos de capacidades (“no soy capaz de…”, “me gustaría poder…”).
Es necesario por lo tanto explicar qué es una cadena causal para esto es necesario el uso
del acrónimo EORC. En este sentido una variable se identifica como estímulo (E, antecedentes
intrapersonales o ambientales), variable organísmica (O, variables biológicas conductuales
afectivas cognitivas o sociales étnicas culturales), respuesta (R), y consecuencia (C, efectos
intrapersonales interpersonales o ambientales generados por la respuesta. Es en este sentido un
medio útil para resumir diversas relaciones funcionales entre estas variables así el problema
presente se identifica como la respuesta que se debe cambiar es decir el resultado final entonces
la evaluación determina las variables que operan como antecedentes las que operan como
consecuencias y las que lo hacen como mediadores o moderadores organísmico de la respuesta
(Goldfried y Davison, 1994).
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Desde el punto de vista centrado en las conductas problema el ideal parece consistir en
llegar a una situación de conocimientos, tal que, permita un acto diagnóstico completo; la
clasificación de las conductas problemas de tal forma que sea posible la indicación del
tratamiento más adecuado, es decir, que el tratamiento eliminé el problema a lo largo del
tiempo y a través de las situaciones; desde el punto de vista centrado en la construcción
positiva de una misma forma de comportarse, ya no se trata de que el efecto producido sobre la
conducta tratada se generalice otras conductas el objetivo consistirá, más bien, en cambiar
muchas clases de conducta en muchas situaciones de tal forma que se auto mantengan y
desencadenen en la forma de relacionarse con el ambiente y/o proporcionen posibilidades de
acceder a otros ambientes, se trata en suma, de cambiar el curso de la vida del sujeto.
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conductas objetivos y de la secuencia más adecuada que debe abordarse
cada una de ellas:
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pretende descubrir relaciones estímulo respuesta y la estrategia de la
conducta clave intenta descubrir relaciones respuesta.
Nathan (1981) propone que en los trastornos con una etiología biológica
relativamente clara puede resultar de más utilidad el enfoque
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diagnóstico, en tanto, que el análisis funcional sería más idóneo en los
trastornos altamente dependientes del ambiente circundante, mientras
que Haynes (1986) propone que el acercamiento diagnóstico puede
resultar preferible al análisis funcional, cuándo existe para un
determinado tipo de trastorno, un tratamiento que sea suficiente y
proporcione una alta probabilidad de éxito.
Las conductas objetivas sobre las que se realiza la intervención habitualmente son
escogidas por el terapeuta de conducta, que (con frecuencia) se consensua con el paciente.
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Sobre la base de su consideración como conductas adaptativas, es decir, sobre la base de su
educación para alcanzar las metas últimas del tratamiento, estás se eligen sobre criterios de
valores culturales y personales y para establecerlas, en terapias de conducta se debe realizar
un contrato previamente consensuado entre el terapeuta y el paciente o quién lo representa.
Se pueden observar dos puntos de vistas: el primero centrado en las conductas problema,
donde puede pensarse que el establecimiento de las metas últimas de la intervención
depende del paciente o de las personas bajo cuya tutela se encuentra, (en el caso de por
ejemplo los sujetos con incapacidad). Desde el punto de vista sistémico: el establecimiento
y la valoración de la consecución de las metas últimas puede resultar bastante más
complejo, en donde el establecimiento del éxito del tratamiento depende de diversos
criterios que pueden diferir según los agentes sociales u otras personas significativas que
realizan la valoración de los resultados, esto hace necesario hacer un muestreo de los otros
significativos en los distintos ambientes en los que se desenvuelve el paciente, para así
poder establecer cuáles son los criterios de éxito que utiliza.
Por lo tanto, los criterios empleados para valorar una misma actuación difieren
dependiendo del sexo, la edad y el rol del que actúa, como así también, los criterios con los
que se valora la adecuación de una determinada actuación, que pueden ser muy distintas
según quién sea el que los valora.
Cabe mencionar que una misma magnitud de cambio determina la dirección puede ser
valorada relevante y adecuada o irrelevante contraproducente según los criterios de
adecuación que utilicen los agentes sociales que se tomen como jueces de la conducta.
1. Con respecto a la línea base: la comparación del estado del paciente en cada una de las
conductas elegidas como conducta objeto de intervención y su situación en las mismas
durante la línea base es propio de los acercamientos centrados en el problema, y una
valoración de la mejoría o eficacia supone una valoración del impacto del tratamiento.
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La diferencia entre los valores actuales y los valores de las mismas variables durante la
línea base proporcionan una medida de la magnitud y dirección del cambio producido entre
uno y otro momento. La comparación de los valores actuales en las variables elegidas, con
sus valores en la línea de base llega a mostrar que se produjo un cambio en la dirección
esperada, pero no que, dicho cambio sea altamente relevante.
2. Sobre la intervención por comparación con las metas últimas del tratamiento: implica
que cuanto mayor es la coincidencia del estado producido por el tratamiento, con los
objetivos metas propuestos, mayor relevancia clínica posee el cambio operado. El criterio
de bondad qué conviene utilizar no es la significación estadística de las diferencias pre y
post tratamiento o en el grupo control y experimental; sino la concordancia entre el estado
producido tras el tratamiento y el estado que se deseaba conseguir, así como la estabilidad
temporal del estado deseado, lo que asegura que el cambio no es despreciable, y qué es
clínicamente relevante, sea o no estadísticamente significativo.
Según los teóricos la línea base es de utilidad para establecer si se debe emprender o no
algún tipo de intervención, y para calcular la magnitud del cambio producido tras el
tratamiento.
- Variables distantes: se trata de los factores históricos o de desarrollo que puedan ser
responsables de surgimiento inicial de vulnerabilidades particulares o de los trastornos
psicológicos o síntomas de angustia en sí mismos.
Pueden ser consideradas cómo variables estáticas, ya que, no son proclives a cambiar
por sí mismas, pero sí permiten una comprensión más profunda de los problemas del paciente,
sobre todo para entender diversas covariaciones en las variables distantes del problema
objetivo.
- Variables antecedentes: son un conjunto de elementos que abarca cualquiera de las variables
relacionadas con el paciente, sean conductuales, cognitivas, afectivas, biológicas,
sociales/étnicas/culturales; y relacionadas con el ambiente (social y físico), que operan como
estímulos desencadenantes discriminativos próximos para otros factores de resultados
instrumentales o para los síntomas angustiantes en sí.
- Variables organísmica: abarca los diversos tipos de variables relacionadas con el paciente
(conductuales, afectivas, biológicas, sociales/étnicas/culturales) tales factores representan
mediadores de respuesta, es decir, variables que explican porqué se manifiesta una respuesta
determinada en presencia de alguna variable de antecedente o moderadores de respuesta, o sea
que influyen en la solidez o dirección de la relación entre un factor de antecedente y una
respuesta, (algunos ejemplos pueden ser: habilidades sociales deficientes :variable conductual;
distorsiones sociales relacionadas con la desconfianza hacia los demás: variables cognitivas;
excitación y temor elevado: variable emocional; padecimientos coronarios: variable biológica).
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respuesta determinada en una naturaleza y fuerza de la consecuencia. La relación respuesta-
consecuencia opera para aumentar o disminuir la probabilidad de que las respuestas se
manifiesten en el futuro, mediante el proceso de refuerzo y castigo (positivo y negativo).
Una vez que se ha trazado el mapa clínico para un paciente determinado el terapeuta
continúa con la aplicación del modelo de resolución de problemas de toma de las decisiones,
buscando determinar si es eficaz el resultado del proceso de resolución de los problemas, hasta
ahora esto se logra mediante la validación social y la comprobación de las hipótesis; el
primero requiere que el tratante comparta el MCP inicial con el paciente, la retroalimentación
del paciente es útil respecto de la pertinencia, importancia y necesidad de los problemas y
objetivos relacionados; en segundo lugar las hipótesis comprobables basadas en la formulación
del caso original también sirven para verificar el MCP.
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2.6 Alcances y limitaciones del método
El terapeuta debe:
1. Saber que el paciente que acaba de ponerse en contacto con la TCC no está
informado de antemano, por lo tanto, no está en conocimiento que debe informar
sobre los acontecimientos de la semana, describir sus estados de ánimos y
determinar sintéticamente un plan.
3. Ser consciente de qué le está enseñando al paciente ciertas habilidades, como así
también, una nueva manera de relacionarse con un profesional y un modo diferente
relacionarse con sus dificultades, para poder adoptar una actitud más objetiva y más
orientada a la resolución de problemas.
4. Repetir muchas veces su descripción, dar explicaciones y controlar cada uno de los
elementos de la sesión dando respuestas correctivas.
5. Ser capaz de formular una explicación acerca de la causa del problema del paciente
y diseñar una solución.
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Por otro lado, cabe mencionar que casi todos los pacientes presentan, durante su terapia
cognitiva, algún tipo de problema, generando dificultades para establecer la alianza terapéutica
para conceptualizar correctamente las dificultades de un paciente o trabajar en forma sostenida
hacia un objetivo en conjunto. Por estas razones el terapeuta no debe plantearse evitar
totalmente los problemas, sino más bien aprender a descubrirlos y especificarlos,
conceptualizar su origen y planificar la manera de solucionarlos.
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B. En cuanto a la alianza terapéutica: consta en corroborar si el paciente ha colaborado
verdaderamente con el tratamiento, si las decisiones que se han tomado han sido negociadas en
conjunto, si el paciente ha sido capaz de lograr un buen nivel de desempeño y control en las
sesiones, si se ha realizado un acuerdo entre los objetivos del paciente y los del terapeuta y por
último; si se han dado las explicaciones necesarias acerca de las intervenciones y asignación de
las tareas.
Las reacciones del terapeuta son fundamentales, ya que, implican la capacidad del
terapeuta para manifestarle al paciente sus propias sensaciones, pensamientos, etc.
D. Poder instruir al paciente respecto de la terapia cognitiva implica hacerlo parte y que
comprenda el modelo cognitivo de su propia terapia, como así también, de aquellas
distorsiones del pensamiento, que son síntomas de sus trastornos y cómo se desarrollan las
expectativas respecto del terapeuta y de la terapia en sí, considerando su papel activo que debe
mantener durante este proceso, lo que llevaría a orientar al paciente hacia la resolución de sus
problemas en persecución de los objetivos que se trabajan en cada sesión y el cumplimiento de
las tareas para el hogar.
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E. Poder identificar y seleccionar los pensamientos automáticos clave qué pueden estar
asociados con alguna perturbación emocional y el intento de combatirlos, poder maximizar el
cambio cognitivo de ideas nuevas y más funcionales pudiendo identificar la distorsión
cognitiva.
F. Identificar los objetivos terapéuticos generales y la metas de cada sesión, siendo estos
fundamentales para orientar el tratamiento hacia la reestructuración cognitiva, la resolución de
los problemas del cambio comportamental, pudiendo mantener un foco coherente con sus
problemas actuales y realizando las intervenciones pertinentes.
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3.Casuistica
El caso de Henry
A continuación, trabajaremos con el caso Henry, quien padece ansiedad social. Henry, soltero
de 32 años de edad, solicitó terapia externa por la grave angustia y temor que sentía en
situaciones sociales. Conforme progresaba en su trabajo como contador en una empresa
grande, tenía la seguridad de que lo ascenderían debido a su compromiso y talento “con los
números”. Sin embargo, este progreso laboral era un arma de dos filos: en el lado positivo,
avanzaba y recibía mejor salario, pero, por el negativo, se le asignaban mayores
responsabilidades que implicaban reunirse con clientes nuevos, atender citas sociales y hacer
presentaciones frente a grupos medianos. Todas estas actividades eran muy atemorizantes para
Henry y, por ende, decidió acudir a terapia. Se acudió a realizar una evaluación amplia a cerca
del funcionamiento pasado y actual del paciente, los cuales dieron como resultado que ambos
estaban relacionados con su ansiedad social.
Se obtuvo como resultado de dichas evaluaciones lo siguiente: un padre que imponía reglas
estrictas y complejas de comportamiento en la mayoría de las situaciones sociales; el frecuente
rechazo de otros niños, quienes se burlaban de los intentos de Henry por actuar de manera
“formal” (acorde con las “reglas” de su padre); y el refuerzo materno de evitar situaciones
sociales.
Tales experiencias de aprendizaje tempranas operaron para generar las siguientes
vulnerabilidades organísmicas, alta sensibilidad ante toda situación social; pensamientos
negativos significativos respecto de sus propias opiniones y de las que percibía que los demás
tenían de él; bajo umbral de estrés en general, por lo que experimentaba notables síntomas de
ansiedad emocional y física en reacción a situaciones estresantes; e intensa preocupación y
atención hacia su propia persona por cualquier síntoma físico que pensara que lo hiciera
parecer más ansioso y raro ante los demás. Cuando se presentaban ciertas situaciones que
operaban como estímulos detonantes (variables de antecedentes), como cuando su jefe le
indicara que debía dirigir una sesión de capacitación para un nuevo grupo de contadores a la
siguiente semana, sus síntomas de ansiedad y temor se intensificaban conforme se acercaba la
fecha de inicio. Al final, Henry manifestaba varios comportamientos que le permitían evitar el
acontecimiento temido. Conforme avanzaba la evaluación continua se revelaba que, desde el
punto de vista funcional, el comportamiento de evitar los sucesos estresantes en realidad se
reforzaba de manera negativa a sí mismo y, al final, operaba para mantener los síntomas de
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ansiedad social. Esto limitaba más su capacidad de poner a prueba, qué tan sustentables eran en
realidad sus pensamientos autocensurables relacionados con su habilidad para hablar en
público, además de que le generaba un estado de ánimo depresivo y reducía su autoestima. Por
otra parte, tales consecuencias actuaban para reforzar y mantener la relación causal que ya
existía entre las diversas variables organísmicas y de respuesta, lo que incrementaba la
probabilidad de que, sin intervención, el problema de ansiedad social de Henry persistiera en el
futuro.
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4.Bibliografía
- Arthur Nezu, Christine Nezu, Elizabeth Lombardo.. (2006). Formulación de casos y diseño de
tratamientos cognitivo-conductuales un enfoque basado en problemas. .: Manual moderno.
- Julio Adolfo Obst Camerini. (2005). Introducción a la Terapia Cognitiva- Teoría, aplicaciones
y nuevos desarrollos. Bs.As.- Argentina: C.A.T.R.E.C.
- Leonor Lega, Francesc Sorribes, Monserrat Calvo. (2017). Terapia racional emotiva
conductual. -: Editorial Paidós.
- Leonor Lega, Vicente Caballo, Albert Ellis. (2016). Teoría y práctica de la terapia racional
emotivo conductual. : Siglo XXI.
- M.R. Goldfried y G.C. Davison. (1981). Técnicas Terapéuticas Conductistas. Bs. As. -
Barcelona: Editorial Paidós.
- Vicente Caballo. (1998). Manual de técnicas de terapia indicación de conducta. España: Siglo
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