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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental
“Rómulo Gallegos”
Núcleo Monagas
Unidad Curricular: Enfermería Básica
Sección #4

Diabetes Mellitus tipo 2

Profesor(a): Bachilleres:
Lic. Irene Sifontes Keyliannys Contreras
Grecia Ibarra

Junio, 2022
Introducción
La diabetes mellitus es una alteración y/o desorden crónico metabólico, ya
que se ha convertido en los últimos años en un problema de salud global y
alarmante, siendo la principal causa de enfermedad y muerte temprana en los
adultos. Las personas que padecen de diabetes tienen una esperanza de vida
reducida; si no se controlan adecuadamente aumentan el riesgo de presentar
complicaciones.
Pero, ¿Cómo podemos saber que tenemos diabetes mellitus tipo 2?, Y si se
padece de esta enfermedad ¿Cómo podemos tratarla?
Hoy abordaremos y aprenderemos todo sobre la diabetes mellitus tipo 2, sus
síntomas, diagnóstico, tratamiento y que acciones de enfermería se puede realizar
en este tipo de casos.
¿Qué es la diabetes mellitus tipo 2?
La diabetes tipo 2 es una discapacidad en la forma en que el cuerpo regula y
usa el nivel de azúcar (glucosa) como combustible. Esta afección a largo plazo
(crónica) aumenta la circulación de azúcar en el torrente sanguíneo. Eventualmente,
los niveles elevados de glucosa en la sangre pueden provocar trastornos de los
sistemas circulatorio, nervioso e inmunitario.
En la diabetes tipo 2, el cuerpo de la persona produce insulina (una hormona
que regula el movimiento del azúcar en tus células), pero deja de usarla bien. Tu
cuerpo no puede producir suficiente insulina para mantener tus niveles de azúcar en
la sangre normales.
Signos y Síntomas
Con frecuencia, los signos y síntomas de la diabetes tipo 2 se desarrollan
lentamente. De hecho, puedes tener diabetes tipo 2 durante años, sin saberlo.
Cuando se presentan los signos y síntomas, estos pueden comprender los
siguientes:
 Aumento de la sed
 Aumento del hambre
 Pérdida de peso involuntaria
 Fatiga
 Visión borrosa
 Llagas que tardan en sanar
 Infecciones frecuentes
 Entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies
 Zonas de piel oscurecida, por lo general en axilas y cuello
 Incremento de la necesidad de orinar.
Tratamiento
No hay cura para la diabetes tipo 2, pero perder peso, comer bien y hacer
ejercicio pueden ayudarte a controlar la enfermedad. Si la dieta y el ejercicio no son
suficientes para controlar la glucosa en la sangre, tal vez necesites medicamentos
para la diabetes o tratamiento con insulina. El objetivo del tratamiento es ayudar a tu
cuerpo a usar mejor la insulina o deshacerse del azúcar extra en tu sangre.
La mayoría de los medicamentos para la diabetes tipo 2 se toman por vía
oral. Sin embargo, la presentación de algunos es en inyecciones. Los tratamientos
con medicamentos para la diabetes tipo 2 incluyen lo siguiente:
1. Metformina es, por lo general, el primer medicamento recetado para la
diabetes tipo 2. Funciona principalmente disminuyendo la producción de
glucosa en el hígado y mejorando la sensibilidad del cuerpo a la insulina, de
modo que el organismo utilice la insulina de una manera más eficaz. La
metformina es una clase de medicamentos llamados biguanidas.
2. Suplementos: Algunas personas presentan una deficiencia de vitamina B-12
y pueden necesitar tomar suplementos.
3. Las sulfonilureas ayudan al cuerpo a producir más insulina. Entre los
ejemplos se incluyen la gliburida (DiaBeta y Glynase), la glipizida (Glucotrol) y
la glimepirida (Amaryl).
4. Las glinidas estimulan al páncreas para que produzca más insulina. Su
acción es más rápida que la de las sulfonilureas, y la duración del efecto en el
cuerpo es más breve. Algunos ejemplos incluyen la repaglinida y la
nateglinida.
5. Los inhibidores de la dipeptidil-peptidasa 4 ayudan a disminuir los niveles
de glucosa en la sangre, pero suelen tener un efecto moderado.
6. Los agonistas del receptor del glucagón tipo 1 (GLP-1) son medicamentos
inyectables que retardan la digestión y ayudan a disminuir los niveles de
glucosa en la sangre. Su uso se suele relacionar con la pérdida de peso, y
algunas personas pueden disminuir el riesgo de padecer un ataque cardíaco
y un accidente cerebrovascular.
7. Los inhibidores del transportador de sodio-glucosa 2 afectan a las
funciones de filtrado de la sangre en los riñones, inhibiendo el retorno de la
glucosa al torrente sanguíneo. Como resultado, la glucosa se excreta en la
orina. Estos medicamentos pueden disminuir el riesgo de padecer un ataque
cardíaco y un accidente cerebrovascular en personas con un alto riesgo de
padecer estas afecciones.
Diagnóstico de la Diabetes mellitus tipo 2
Hay varias formas de detectar y diagnosticar la diabetes. La mayoría de las
pruebas miden los niveles de glucosa en la sangre.
Para obtener la muestra, el profesional de la salud toma sangre de una vena
de un brazo con una aguja pequeña. Después de insertar la aguja, extrae un poco
de sangre y la coloca en un tubo de ensayo o frasco. Tal vez sienta una molestia
leve cuando la aguja se introduce o se saca, pero el procedimiento suele durar
menos de cinco minutos.
Algunos de los diferentes tipos de pruebas de glucosa en sangre son:
Prueba de glucosa en sangre: También conocida como prueba de glucemia
en ayunas. Antes de la prueba, usted deberá ayunar (no comer ni beber nada)
durante 8 horas. Esta prueba se usa a menudo como prueba de detección de la
diabetes. Se puede repetir para confirmar el diagnóstico
Hemoglobina glicosilada (HbA1c): Esta prueba mide la cantidad promedio de
glucosa unida a hemoglobina en los últimos 3 meses. La hemoglobina es la parte de
los glóbulos rojos que transporta oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. No es
necesario ayunar
Prueba de tolerancia a la glucosa oral: Esta prueba también requiere ayunar
antes de la prueba. Cuando llegue para su prueba, se le tomará una muestra de
sangre. Luego, beberá un líquido azucarado que tiene glucosa. Unas dos horas
después, se le tomará otra muestra de sangre
Prueba aleatoria de azúcar en sangre: Esta prueba se puede hacer en
cualquier momento. No es necesario ayunar La glucosa también se puede medir en
la orina. Los análisis de orina no se usan para diagnosticar diabetes, pero pueden
mostrar si usted está en riesgo de tener la enfermedad. Si sus niveles de glucosa en
la orina están más altos de lo normal, probablemente necesite una prueba de
sangre para confirmar el diagnóstico.
Para una prueba de glucosa en la orina, el profesional de la salud puede
recomendarle un kit de prueba para el hogar. El kit incluye una tira reactiva que
usted coloca debajo del chorro de orina. La tira reactiva cambia de color según el
nivel de glucosa.
Deberá estar en ayunas (no podrá comer ni beber nada) para las pruebas de
glucosa en sangre y de tolerancia a la glucosa oral.
Para las pruebas de azúcar en sangre, hemoglobina glicosilada (HbA1c) y
glucosa en orina no se necesita ninguna preparación especial.
Acciones de enfermería
El tratamiento consiste en medicación, dieta y ejercicio físico. Los cuidados
de Enfermería incluyen valoración y control de los síntomas, pero también informar
adecuadamente al paciente sobre las pautas a seguir, tanto médicas, nutritivas
como físicas para el auto tratamiento de su enfermedad.
1. Educar al paciente diabético es crucial para garantizar el éxito de todas las
formas terapéuticas.
2. Garantizar un régimen de insulina de múltiples componentes o
hipoglicemiantes orales, combinados o separados, en esquemas que fomenten
la normoglucemia del paciente.
3. Fomentar un equilibrio entre el consumo de alimentos, la actividad física y la
dosis del medicamento.
4. Familiarizar al paciente con el auto monitoreo de la glucosa sanguínea
(SMBG), que reemplazó a la prueba de orina como método de control.
5. Es necesario incentivar la comunicación entre el paciente y el personal del
área de la salud.
6. Es imprescindible el apoyo psicológico.
7. Fomentar la reducción en el consumo de calorías tendiente a minimizar la
producción hepática de glucosa.
8. El ejercicio constituye la piedra angular en el tratamiento del paciente
diabético tipo 2, pues disminuye la resistencia a la insulina, el peso corporal, los
perfiles lipídicos y otros factores de riesgo cardiovascular.
Recomendaciones
1. Aprender a convivir con la diabetes
Es importante conocer qué es la diabetes, los principales cuidados y realizar
los cambios necesarios para el buen control. La persona con diabetes y sus
familiares deben recibir educación diabetológica y apoyo emocional. Destacando la
importancia del rol del educador en diabetes y la apuesta por la educación de la
persona como herramienta indispensable para facilitar el autocuidado, la adherencia
al tratamiento y el control metabólico.

2. Adaptar la alimentación
La alimentación es una parte fundamental del control de la diabetes y
contribuye a retrasar o evitar la aparición de complicaciones. La alimentación de la
persona con diabetes es similar a la de cualquier persona: deben repartirse los
alimentos a lo largo del día, es decir, realizar entre 3 a 5 tomas según
características personales y pauta de tratamiento (desayuno, media mañana,
comida, merienda y cena), evitando comidas con una alta cantidad de hidratos de
carbono o bien que sean de absorción rápida, ya que elevan la glucosa de forma
considerable. El cuidado de la alimentación forma parte de su tratamiento, por lo
tanto, no se puede hablar de tipos de alimentos y cantidades sin hablar también de
la actividad física que realiza, los medicamentos que toma o si padece o no otras
enfermedades como colesterol o hipertensión. En definitiva, es un conjunto de
factores que deben considerarse globalmente y que hacen que cada persona con
diabetes tenga una dieta única y personalizada, que debe ser confeccionada con el
apoyo del equipo sanitario.
3. Mantener una hidratación adecuada
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de deshidratación porque
un nivel elevado de glucosa en sangre provoca que los riñones intenten eliminarla
en forma de orina. Por esta razón, las personas con diabetes suelen tener más sed
cuando se produce una hiperglucemia. El agua debe ser la base de la hidratación de
una persona con diabetes. Existen otras bebidas que ayudan a mejorar la
hidratación como zumos naturales o sin azúcares añadidos, refrescos “light” o “cero”
que contienen edulcorantes en lugar de azúcar y por lo tanto no aumentan la
glucemia, bebidas para deportistas o infusiones, pero siempre de forma ocasional.
4. Practicar ejercicio de forma regular
La práctica de ejercicio físico es uno de los pilares fundamentales del
tratamiento de la diabetes y previene las complicaciones asociadas. Sus beneficios
se producen a muchos otros niveles: mejora las cifras de tensión arterial, de
colesterol y la función cardiovascular. El tipo de ejercicio y la intensidad debe
adaptarse a la edad y la condición física de cada persona con diabetes.
5. Realizar controles de glucosa con frecuencia y de forma estructurada
El análisis de los niveles de glucosa en sangre realizado por la propia
persona o un familiar permite conocer las cifras de glucemia en cualquier momento
y detectar posibles complicaciones agudas, hipoglucemias (bajadas de glucosa) o
hiperglucemias (subidas de glucosa). Se recomienda realizar entre 5 y 6 controles al
día, antes de cada comida y antes de ir a dormir para disponer de información y
ajustar la pauta de insulina o del tratamiento en general, si fuera necesario. Si se
practica ejercicio, se recomienda realizar un análisis antes del inicio de la actividad,
alguna medición extra mientras se practica ejercicio de larga duración, así como una
vez acabado.
6. Actuar rápido ante una hipoglucemia
Es habitual que durante una hipoglucemia se coma de forma descontrolada y
con gran voracidad. Ello conlleva una ingesta total de hidratos de carbono superior a
los gramos indicados, que suele ser la causa de un rebote o hiperglucemia en las
horas posteriores.
7. Evitar las complicaciones de la diabetes.
Es importante mantener las cifras de glucosa en sangre en el nivel óptimo
antes y después de las comidas. Igualmente, es necesario controlar la presión
arterial y los niveles de colesterol.
8. Realizar revisiones oftalmológicas.
Es fundamental que las personas con diabetes realicen revisiones periódicas
especialmente del estado de la retina para prevenir, detectar y tratar con éxito
cualquier tipo de complicación.
9. Cuidar los pies.
Las personas con diabetes pueden presentar alteraciones de la sensibilidad y
de la circulación. Es importante realizar una inspección diaria de los pies
comprobando la ausencia de lesiones y visitar con regularidad al podólogo.
10. Ser adherente con la medicación.
La medicación es una parte del tratamiento que junto a la alimentación y el
ejercicio son pilares fundamentales, por eso es preciso pactar y seguir las
recomendaciones que junto a profesionales sanitarios se prescriban. La insulina es
la base farmacológica en el tratamiento de la diabetes tipo 1, y distintos fármacos
orales y/o insulina en la diabetes tipo 2.
Conclusión
Debemos aumentar la concientización sobre la importancia de llevar una
dieta saludable y realizar actividad física, especialmente entre niños y adolescentes,
e incorporar ambientes saludables en la planificación urbana. Los profesionales
sanitarios de la atención primaria deben recibir la formación adecuada y apropiada
sobre prevención y cuidado de la diabetes y contar con las herramientas de
detección y los medicamentos necesarios.
Aunque no hay una dieta específica establecida como tal para la diabetes, la
alimentación es un elemento esencial del tratamiento para mejorar el control
glucémico, cuya eficacia es similar e incluso superior a la de muchos medicamentos.
De esta forma, se debe planificar de forma individual las comidas, siempre
teniendo en cuenta las características de la persona y el tratamiento que recibe. Por
eso, el número de comidas diarias con la presencia de hidratos de carbo debe
adaptarse a la medicación y a las preferencias y hábitos de cada persona.

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