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Las Adicciones
Las Adicciones
CONSECUENCIAS
CONSECUENCIAS EN LA SALUD:
Las personas adictas a menudo tienen uno o más problemas de salud relacionados con las
drogas, que pueden incluir enfermedades pulmonares o cardíacas, embolia, cáncer o
problemas de salud mental. Las escanografías, las radiografías de tórax y los análisis de sangre
pueden comprobar los efectos perjudiciales del consumo de drogas a largo plazo en todo el
organismo.
Por ejemplo, ahora es bien sabido que el humo del tabaco puede producir varios tipos de
cáncer, la metanfetamina puede causar problemas dentales graves (conocidos como boca de
metanfetamina) y los opioides pueden originar una sobredosis y causar la muerte. Además,
algunas drogas, como los inhalantes, pueden dañar o destruir las células nerviosas del cerebro o
del sistema nervioso periférico (el sistema nervioso fuera del cerebro y la médula espinal).
Enfermedades cardíacas
Embolia
Cáncer
VIH o sida
Hepatitis B o C
Endocarditis
Celulitis
Enfermedades pulmonares
Trastornos de salud mental
CONSECUENCIAS EN LA SOCIEDAD:
Las drogas interfieren en la relación con el entorno, la familia y el trabajo, y pueden llegar a
comprometer seriamente el proceso de aprendizaje, especialmente en el caso de los jóvenes y
adolescentes. Además, las drogas incrementan el riesgo de sufrir todo tipo de accidentes
CONSECUENCIAS PSICOLOGICAS:
El consumo de drogas con frecuencia coexiste con otras enfermedades mentales. En algunos
casos, trastornos mentales como la ansiedad, la depresión o la esquizofrenia pueden estar
presentes antes de la adicción. En otros, el consumo de drogas puede desencadenar o
empeorar esos trastornos de salud mental, particularmente en las personas que tienen ciertas
vulnerabilidades específicas.
Algunas personas con trastornos como ansiedad o depresión pueden consumir drogas para
intentar aliviar los síntomas psiquiátricos. Esto puede exacerbar el trastorno mental en el largo
plazo y aumentar el riesgo de adicción. El tratamiento de todos los problemas coexistentes
debe ser simultáneo.
ADICCIONES EN MEXICO
ADICCIONES EN SONORA
Al comparar la situación del estado de Sonora con el panorama nacional, se pueden apreciar
proporciones similares de aquellas personas que fueron fumadores en el último año, mientras
que la categoría que incluye a quienes han fumado más de 100 cigarros presenta un porcentaje
superior a la cifra nacional con un 24.4%. Tanto hombres como mujeres en el estado de Sonora
reportaron proporciones más altas en comparación con lo observado en el país. En el Cuadro
1.3 se puede apreciar que en el estado de Sonora fuman actualmente 346 mil personas (17.0%
de la población de la entidad), siendo los hombres quienes contribuyen en gran medida a esta
proporción (265 mil) en comparación con las mujeres (85 mil). Con respecto a la edad de inicio
del consumo de tabaco, la encuesta señala que la media nacional es de 19.3 años, mientras que
para el estado es de 19.7 años, evidenciando una diferencia mínima entre ambos valores.
Alcohol La Gráfica B muestra que la prevalencia de consumo de alcohol alguna vez en la vida en
México se ha mantenido estable entre la encuesta de 2011 y la de 2016 con 71% en ambos
casos. Los datos sobre consumo de alcohol muestran que en nuestro país la población que
ingiere esta sustancia diariamente representa 2.9%, los consumidores consuetudinarios suman
8.5% y las personas con dependencia alcanzan 2.2%; siendo los hombres de 18 a 65 años de
edad quienes aportan el mayor número de consumidores en las tres categorías, con 5.0%,
15.8% y 4.6% respectivamente. En el estado de Sonora, como se puede observar en el Cuadro
2.2, mientras que el consumo diario se mantiene por debajo de las estimaciones nacionales
para el total de la población (1.9%) también se puede apreciar que el consumo consuetudinario
reporta prevalencias superiores a las de nuestro país. En la entidad, 9.1% de la población son
consumidores consuetudinarios, lo que significa que por lo menos una vez a la semana
consumen cinco copas o más en una sola ocasión en el caso de los hombres, o cuatro copas o
más en una sola ocasión si son mujeres. Las prevalencias también superan a las cifras
nacionales si se analizan por sexos y por categorías de 3 edad, siendo los hombres de 18 a 65
años, quienes aportan este patrón de consumo con mayor frecuencia (16.2%). El Cuadro 2.3
sugiere que del total de la población en México, el 53.1% inicia el consumo de alcohol a los 17
años o menos. De esta cifra, el 61.5% corresponde a varones. Por su parte, la mayor proporción
de las mujeres reveló iniciar el consumo de alcohol entre los 18 y 25 años (47.1%). En cuanto a
las necesidades de atención por el consumo de alcohol, en nuestro país la mayor proporción
corresponde a aquellas personas con consumo excesivo (27.6%), de los cuales 40.2% son
hombres y 21.6% son mujeres entre los 18 y los 65 años de edad. En México el consumo per
cápita de alcohol es de 4.5 litros, lo que significa que Sonora se encuentra por debajo del
promedio con 3.8 litros. Esta situación se repite al desagregar por sexos en el caso de los
hombres sonorenses, quienes consumen en promedio 5.3 litros de alcohol en comparación con
la media nacional de 3.9 litros. Sin embargo las mujeres en Sonora reportaron consumir 2.3
litros, ligeramente por arriba del promedio de nuestro país (2.0 litros).
COVID-19, salud mental y consumo de sustancias
El estudio de la salud mental y las adicciones debe darse en interacción con distintos
fenómenos de carácter biológico, social y cultural, pues los cambios en estas esferas tienen
impacto en cómo viven las personas, sus hábitos y cómo enfrentan diversas situaciones de la
vida cotidiana. A pesar de que la humanidad ha enfrentado cambios a lo largo de su historia en
función de sus condiciones de salud, sin duda alguna, un hecho sin precedentes como la
pandemia por COVID-19 ha generado devastadoras consecuencias a nivel mundial, como altas
tasas de fallecimientos, secuelas en la salud de las personas que han padecido la enfermedad,
consecuencias adversas derivadas de las medidas de confinamiento, la pérdida de seres
queridos, desempleo, y por supuesto, repercusiones en la salud mental de las personas.
Actualmente existe escasa información sobre la relación entre la enfermedad por COVID-19, la
salud mental y el consumo de sustancias psicoactivas. Esto sin duda es un recordatorio de la
importancia del monitoreo permanente de la salud pública, para proporcionar información
confiable que permita orientar las decisiones de política pública para responder a los graves
efectos de la pandemia, particularmente en poblaciones con vulnerabilidad psicosocial.
Sobre las razones que los llevaron a consumir, el 20.1% mencionó que con el consumo se
pretendía evitar problemas que se estaban presentando en casa, 3.3% mencionó que cuando
suspendieron el consumo presentaron problemas y el 5.3% refirió que debido al
confinamientos reiniciaron en el consumo. Por otro lado, al indagar sobre las situaciones
relacionadas con el consumo se preguntó si quienes consumieron habían obtenido fácilmente
las sustancias ilegales o presentada dificultad para obtenerlas a causa del confinamiento. El
9.6% pudo obtener las sustancias ilegales sin dificultades, en tanto que para el 5.4% fue
complicado conseguirlas. Otro aspecto importante que se preguntó fue la percepción respecto
a los efectos de las sustancias psicoactivas que han consumido, el 13.1% mencionó que percibió
el mismo efecto, el 2.2% que fue más potente y 3.5% menos potente. Por último, aun cuando
se mantuvo el consumo de sustancias psicoactivas, 62.7% de los participantes no buscaron o no
creyeron necesitar algún tipo de ayuda relacionado con su consumo; 17.5% aunque no buscó la
ayuda si consideró necesitarla y solo 7.7% buscó ayuda con profesionales de la salud.