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HERÁLDICA E SIGILOGRAFIA
NA PENÍNSULA IBÉRICA:
ENTRE A TRADIÇÃO
E A INOVAÇÃO
A INVESTIGAÇÃO SOBRE
HERÁLDICA E SIGILOGRAFIA
NA PENÍNSULA IBÉRICA:
ENTRE A TRADIÇÃO
E A INOVAÇÃO
DIRETORES
Coimbra
2018
© Maria do Rosário Barbosa Morujão, da edição, 2018
© Manuel Joaquín Salamanca López, da edição, 2018
© De cada capítulo su autor, da edição, 2018
© Centro de História da Sociedade e da Cultura, da edição, 2018
Edição:
ISBN: 978-989-8155-07-8
Depósito Legal: 450422/18
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proprietários da propriedade. intelectual
ÍNDICE
págs.
INTRODUÇÃO ................................................................................................ 11
ÉPOCA MODERNA......................................................................................... 79
7
págs.
8
págs.
9
INTRODUÇÃO
11
gadores, mas também ao público em geral, o que se faz e tem feito no campo das
duas disciplinas na Península Ibérica, entre a tradição e a inovação. Esperamos que
ele possa vir a servir de catalisador para o desenvolvimento de novas investigações
sobre a Heráldica e a Sigilografia nos territórios peninsulares ou sob domínio das
monarquias ibéricas.
12
Idade Média
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN
EL SIGLO XIII. EL SELLO Y LAS CLÁUSULAS DE SU ANUNCIO
15
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
I.- INTRODUCCIÓN
16
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
17
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
emitidos desde el mismo lugar y con la misma fecha, el primero dirigido al rey Alfonso VIII, “Karissimo in Cristo
filio A. illustri regi Castelle, salutem et apostolicam benedictionem”; y el segundo al aún electo obispo, don Juan
Yáñez, “Dilecto filio Iohanni, concensis electo, salutem et apostolicam benedictionem”. Ver nota 5.
14
Véase PÉREZ-PRENDES, José Manuel- Instituciones medievales, Madrid: Editorial Síntesis, 1997, p. 174.
15
ACC. I. Caj. 1, nº 3.
18
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
De los primeros años de la andadura capitular, que coinciden con los últimos
del siglo XII, no nos ha llegado ningún testimonio sigilar del Cabildo conquense,
aunque creemos que pudo tener sello y, por lo tanto lo pudo utilizar para validar los
documentos que emitía, pues, en la incipiente estructura y organigrama del primer
Cabildo aparecerá muy pronto la figura del “magisterescolarum” 18, recogida por
Alfonso X en Las Partidas19 adjudicándole todo lo relacionado con el mundo cultu-
ral, y “burocrático” de la institución, pues lo asemeja con el “chanceller”, custodio
del sello y supervisor de su “puesta” en los documentos.
Aunque parezca una digresión en el tema, me permito hacer referencia al sello
que valida el Acta fundacional de este primer Cabildo, toda vez que está íntimamen-
te relacionado con nuestro estudio y no se trata, “stricto sensu”, de un sello episco-
pal, pues su poseedor e impositor, aún no está consagrado obispo. Nos referimos al
sello de don Juan Yáñez, por entonces arcediano de Calatrava y obispo electo, y lo
traemos a colación para conocer uno de los primeros sellos pendientes, no reales,
que se emplearon en Castilla para validar documentos20, que tiene, junto a su inne-
gable interés jurídico-diplomático, suma importancia para la historia de la catedral y
de la iglesia conquense, además de un interesante valor en todos los otros aspectos
en los que es susceptible de ser analizada una impronta sigilar, como describiremos
a continuación.
El sello al que nos referimos (Fig.1), y único conservado del electo, y posterior-
mente consagrado obispo, don Juan Yáñez, pende de este documento fundacional
16
ACC. I. Caj. 5, nº 7. En 1251, el legado pontificio Gil, cardenal de san Cosme y san Damián, y legado pontificio,
estableció que las raciones de la iglesia de Cuenca quedasen establecidas en 10 racioneros y 12 mediorracioneros.
Estos miembros capitulares, de menor categoría, aparecen ya mencionados en el Estatuto elaborado por el obispo
don Julián en 1201, al establecer cómo se han de distribuir las rentas entre los miembros capitulares que asistan a
los actos litúrgicos que se celebrasen en la catedral (ACC. I. Caj. 2, nº 6), pero es probable que su creación hubiera
sido también obra del primer obispo. Los datos referentes a los primeros miembros capitulares han sido tomados,
básicamente, de DÍAZ IBÁÑEZ, Jorge - Iglesia, sociedad y poder, p. 30.
17
A principio del siglo XV se instituyeron dos nuevas dignidades, cuya titularidad se puso en las abadías de Santia-
go y de la Sey
18
DÍAZ IBÁÑEZ, Jorge - Iglesia, sociedad y poder, p. 30.
19
Según determina Alfonso X en Las Partidas (I, tit. 6, ley 7), el maestrescuela es el canciller del cabildo y debe
guardar el sello del mismo, que no puede dejar a nadie estando él presente. Si se ausenta, entonces tiene la obliga-
ción de dejarlo a otro canónigo o racionero, debiendo dársele en Cabildo, y lo tendrá hasta que regrese. Debe dictar,
revisar y autenticar cuantos documentos se expidan por el cabildo, y sellarlos después que sean leídos y aprobados
en cabildo.
20
Véase MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - Apuntes de Sigilografía española, Guadalajara:
AACHE Ediciones, 1993, p. 62, que recoge la más antigua impronta conservada de 1146, pendiente de un docu-
mento de Alfonso VII.
19
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
(Fig. 2) en el que deja claro, en la intitulatio, su categoría: “Ego, Iohanes, Dei gra-
tia Conchensis electus”, y datado, según hemos dicho, del día 28 de julio de 1183,
“Facta carta mense iulio, V Kalendas augusti, Era M. CC. XXI”21. Se vincula al
documento por un elegante lemnisco de cordoncillo de lana roja que se enhebra por
tres “oculi” en la plica en aposición triangular.
Es de cera oscura, perfectamente conservado, de una sola impronta circular de 30
mm de diámetro que está incrustada en un trozo de cera ligeramente oblongo de 50
X 40 mm con la parte posterior convexa. Ocupa el campo la efigie del busto de un
eclesiástico con capa pluvial y estola cruzada sobre el pecho, de izquierda a derecha,
a la manera como la llevan los diáconos; la cabeza descubierta y el pelo rizado en
forma de cerquillo, al estilo de los patricios romanos. Presenta la mano izquierda
abierta al frente, en una composición típicamente románica, que recuerda a la ima-
gen del pantocrátor, mientras que con la derecha sujeta el libro de los Evangelios a
la altura del pecho, sin portar ningún atributo de dignidad episcopal22, que junto a la
colocación de la estola, nos informan del cargo que en ese momento desempeñaba
de arcediano, “archidiácono”, de Calatrava.
Todo el conjunto está realizado con gran delicadeza, como si fuera debido a la
impronta de algún camafeo paleocristiano que hubiera sido acoplado como “annu-
los” y convertido en “signo” personal por el arcediano. La figura está enmarcada
por una línea continua y orlada por una leyenda de carácter religioso, tomada de
la primera carta que el apóstol san Pablo dirigió a los cristianos de Corinto23, en
letras capitales, con la introducción de la uncial “M” en el verbo final “SVM”, sin
aludir a su condición de obispo electo. Es, además, la misma leyenda utilizada por el
arzobispo de Toledo en el reverso del sello que acompaña, en el documento, al que
estudiamos, respaldando el hecho jurídico del sufragáneo conquense.
La leyenda, que se inicia partiendo de una cruz patada, dice así:
21
ACC. I. Caj. 1, nº 4.
22
Como recoge RIESCO TERRERO, Ángel - Introducción, pp. 60-61.
23
1 Cor. 15, 10. “Por la gracia de Dios soy lo que soy”.
20
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Esta validatio está refrendada por el arzobispo toledano, quien la asume anun-
ciando personalmente la aposición de su sello de forma manuscrita, al pie del tenor:
“Ego, G[undisaluus], toletanus archiepiscopus et Yspaniarum primas, confirmo et sigillum
meun appono”.
21
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Para terminar esta breve digresión, digamos que de don Juan Yáñez, ya como
obispo consagrado y cabeza de la iglesia conquense, nos han llegado otros cuatro
documentos. Dos en su traditio original24, pero que no conservan el sello, y otros
dos en copias públicas25, realizadas por el benedictino Domingo de Ibarreta en su
calidad de “notario del Cabildo”, cuya fe le fue otorgada por la institución capitular
“ad casum”, es decir, únicamente para certificar las copias de los documentos que
copiaba en el “Becerro” que el Cabildo le había encomendado realizar, y durante el
tiempo que emplease en llevar a cabo dicha confección26.
Volviendo al objetivo de estas páginas, tenemos constancia de que el Cabildo
conquense utilizó tres tipos de matriz a lo largo del siglo XIII, reflejadas en las
improntas que se conservan pendientes de los documentos que validó. La primera es
de tipología heráldica, reproduciendo un castillo, símbolo del reino al que pertenece,
y las otras dos de tipología iconográfica, representando imágenes diferentes de la
Virgen María.
22
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Castilla28, y parece ser la matriz que vendría utilizando el Cabildo desde los prime-
ros momentos de su fundación. Ya Mártir Rizo en su Historia de Cuenca29, habla
de las “armas” que dio el primer obispo, Juan Yáñez, a la catedral, las mismas que
había tomado para él30: “Tomó nuestro obispo don Juan Yáñez por armas un castillo,
y estas también dio por armas a la santa Iglesia de Cuenca, como consta de algu-
nas escrituras del archivo de la misma Iglesia”. Efectivamente, como hemos dicho,
la primera impronta que conservamos del Cabildo es un castillo, del que tenemos
constancia gráfica, antes de que nos encontremos con su original, gracias a la copia
que en el siglo XVIII se hizo del documento que validaba en 1201.
Mientras tanto, y a la espera de ese documento original, digamos que nuestro
Cabildo, desde los primeros momentos de andadura como institución independiente
y autónoma del Obispo, emitió sus propios documentos que, sin duda, validó con su
propio sello31. El primer documento en el que interviene el Cabildo en la “actio” es
una “concordia” realizada con el Obispo, datada en 118532, escriturada como carta
partida por a.b.c. y que ha llegado a nosotros en pésimas condiciones de conser-
vación, pues ha perdido toda la parte inferior del tenor, lo que hace imposible ver
si llevaba “fórmula corroborativa de anuncio sigilar”, y, lógicamente, también ha
desaparecido la plica, donde penderían los sellos que presumiblemente tendría. Hay
otros documentos en los que interviene el Cabildo como actuante y que, igualmen-
te, pudo validar con su sello. Una nueva “concordia”, entre los mismos autores, se
llevó a cabo en 1194. En esta ocasión intervienen el rey y el arzobispo de Toledo,
otorgando su respaldo y autorización a la “actio” llevada a cabo por las instituciones
eclesiásticas conquenses. Este documento se ha conservado únicamente como copia
en el Libro Becerro33, gracias a ella sabemos que no faltó esta formalidad validativa,
aunque en el tenor no se incluye ninguna fórmula de anuncio sigilar, pues, aunque
el copista no dibujó los sellos, como en otras ocasiones hizo, sí puso una “nota” al
28
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Julio - “Los sellos concejiles de España en la Edad Media”, Hispania, 20 (1945), p.
347. Este autor opina que la utilización por los concejos del símbolo heráldico de Castilla, un castillo, habría que
ponerlo en relación con la concesión y derecho a usar este símbolo que hacen los reyes a algunos concejos en los
primeros momentos de su andadura, como es el caso, por ejemplo de Cuenca. No creemos que haya ninguna difi-
cultad en extrapolar estas concesiones a los cabildos catedralicios en la misma situación histórica. A este respecto,
puede verse CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO, Francisco Antonio - “Sellos reales y del Concejo en el Archivo
Municipal”, en Ciudad de Cuenca, 89 (julio-septiembre 1987), pp. 57-58.
29
MÁRTIR RIZO, Juan Pablo - Historia de la muy noble y leal ciudad de Cuenca, Madrid: por los herederos de la
viuda de Pedro de Madrigal, 1629, p. 144.
30
Aunque pudiéramos pensar que tomó como “armas” el castillo una vez consagrado obispo, pues ya hemos visto el
sello de su etapa de electo, que es “figurativo”, con la efigie de un clérigo, un “archidiácono”, cargo que desempe-
ñaba en la iglesia de Toledo antes de su elección episcopal, creemos que no fue así, pues ya veremos la descripción
que del sello episcopal hace Ibarreta, que es el clásico figurativo de un clérigo de pie.
31
CARRASCO LAZARENO, María Teresa - “El sello real en Castilla”, p. 64.
ACC. I. Caj. 1, nº 7. Es el primer testimonio que ha llegado hasta nosotros de un documento en el que aparece el
32
Cabildo interviniendo en la “actio” junto con el Obispo. No está copiado en el Libro Becerro.
33
ACC. III. Lib. 748, f. 13r-v. Es una “composición” entre el obispo Juan Yáñez y el cabildo, asignando las tercias
de algunos lugares a la fábrica de la catedral, hecha con consentimiento del rey y del arzobispo de Toledo.
23
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
final de su copia, dando detalles concretos de los sellos que pendían de los docu-
mentos originales que copiaba. Así sabemos que este documento en cuestión llevaba
los correspondientes sellos para validar su acción jurídica:
“Nota: De dos sellos que tenía, se conserva el primero, ovalado de cera pendiente de dos
correas de gamuza, y en él se representa la figura de un hombre en pie, ropa talar, y en la orla
se lee “ S…COnChEnSIS. EPISCOPI”, de el otro se conservan enlazados en el pergamino los
hilos de seda floja encarnado de que estaba pendiente”
34
No hace ninguna referencia “al castillo”, que según Mártir Rizo el obispo había tomado como “armas”, y lo que
describe es la iconografía de un sello episcopal.
35
Ver nota 31.
36
ACC. I. Caj. 2, nº 6.
37
ACC. III. Lib. 748, ff. 22v-25r. No dibujó ninguno de los dos sellos que describe.
38
El padre Ibarreta emplea la nomenclatura preferida por sus coetáneos paleógrafos españoles, para denominar a
la escritura “gótica” que se extendió por toda Europa en el siglos XII, como escritura para libros. Ver MILLARES
CARLO, Agustín - Tratado de Paleografía, I, Madrid: Ed. Espasa-Calpe, 1983, p. 112.
24
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
El documento que comentamos (Fig. 3), aún conserva el sello del obispo don
Julián, no así el del Cabildo, pero su descripción está basada en la visión directa del
original, que en aquellos momentos aún existía, por lo tanto es de todo punto acep-
table como testimonio. Pero, además de esta descripción literaria, junto al original
se conserva una copia realizada años después del Libro Becerro, que es una transli-
teración del documento, tanto de su tenor como de la sencilla greca en líneas curvas,
en tinta azul y roja, que lo enmarca, y, por supuesto, no olvidó dibujar los sellos de
su validación. Es en esta copia, por desgracia, muy deteriorada y dificultosa para ver
algunos detalles del texto y de los sellos, donde tenemos la primera prueba visual
del sello del Cabildo conquense, que, en efecto, es el símbolo heráldico de Castilla
(Fig.4). Podemos observar, además, las gruesas correas de badana que enhebradas a
tres orificios romboidales, en aposición triangular, vinculan ambos sellos a la plica
(Fig. 5).
Fig. 3. Sello del Obispo don Julián. 1201. Fig. 4. Dibujo del primer sello del
Cabildo. S. XVIII.
Fig. 5. Dibujo de los sellos del obispo don Julián y del Cabildo. S. XVIII.
25
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
“Et ut presens pagina firmius robur obtineat, dominus Aldefonsus, Dei gratia rex Castelle, et
domnus Martinus, Toletanus archiepiscopus, et Julianus, Conchensis episcopus, sigilla sua
huic carte preceperunt apponi”.
26
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
recuperándose la lectura de casi todo el tenor, aunque ha sido imposible hacerlo con
su final, donde se encontraría la mención a la imposición de los sellos, no obstante
podemos leer lo siguiente:
“Omnia autem que predicta fuerunt, siue inter episcopum et clericos parroquiles, siue inter
canónicos et eosdem clericos parroquiales, facta et roborata sunt consensu et auctoritate
predicti episcopi Conchensis domini Iuliani et canonicorum conchensium et clericorum
parrochialium siue uille siue aldearum, ita quod nec ipsi nec eorum successores co[ntra] ista
que dicta sunt aliquid facere uel inmutare (…) magis sit confirmata, corroborata et plus habeat
auctoritatis ita quod non possit infringi, apposita (…[aquí se mencionaría la aposición de los
sellos]) Iuliani, Conchensis episcopi, et eorundem canonicorum conchensium”
Esta matriz, que sabemos utilizada ya al menos desde el año el año 1201, es la
misma que encontramos catorce años después. De ello tenemos constancia en un
“acuerdo” pactado entre el obispo, don García, y los clérigos de las aldeas de la tie-
rra de Huete, fechada en abril de 121541, y apareciendo como avalista el Cabildo. El
original, escriturado como carta partida, llevaba tres sellos pendientes, de los que se
conserva únicamente restos del capitular, aunque, al parecer, en perfecto estado de
conservación cuando Ibarreta lo trasladó al “Becerro”42 (Fig. 10). En esta ocasión,
el benedictino tuvo el acierto de dibujar los lemniscos de los perdidos y la impronta
del capitular que, como decimos, en aquel momento aún se conservaba íntegra43.
reparto de algunas rentas eclesiásticas.
41
ACC. I. Caj. 2, nº 15. En carta partida se redactó un acuerdo por el que los clérigos de estas aldeas pagasen 7
mencales (moneda de vellón usual durante el siglo XIII en Castilla equivalente a 18 pepiones) en concepto del
“catedrático”, impuesto anual y forzoso que los clérigos pagaban el día de san Miguel al obispo en reconocimiento
del señorío que ejercía sobre ellos.
42
ACC. III. Lib. 748, ff. 38r-40v.
43
Es de suma importancia el poder disponer de estos “instrumentos descriptivos” que nos informan de sellos y de
otros aspectos de documentos perdidos, proporcionando datos con los que poder recuperar tipos sigilográficos, que
27
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Del dibujo, muy detallado, está claro que el Cabildo seguía utilizando la misma
matriz, descrita por el padre Ibarreta en los siguientes términos:
“Nota: En el tercer sello de cera pendiente de correas se representa un castillo de tres torres, y
en la orla se lee + : S : canonicorum Conchensis capituli.
De los otros dos sólo han quedado vestigios de las correas de que pendían.”
Fig. 10. Dibujo del sello del Cabildo y restos de lemnisco. S. XVIII.
Apenas tres meses después, hay otra “concordia” (Fig. 11), realizada el 23 de
julio44, entre el Obispo y, en esta ocasión, los clérigos de las parroquias de la villa
de Huete45, con la mediación del Cabildo, como avalista el arbitraje del arzobispo
de Toledo junto con el abad de Monsalud, y la “invitación” hecha al arcediano de
Huete ante la falta de sello propio de los párrocos de la villa. Junto al sello del
arcediano, es una suerte que se haya conservado el sello capitular, pues los otros
dos se han perdido, aunque cuando Ibarreta46 realizó su copia aún persistía el sello
de otra forma sería más imprecisa su reconstrucción. Véase SANZ FUENTES, María José - “La recuperación de
tipos sigilográficos y modos de aposición a través de las fórmulas documentales”, en Actas del Primer Coloquio de
Sigilografía (Madrid, 2 al 4 de abril de 1987), Madrid: Dirección General de Archivos Estatales, 1990, pp.145-153,
que recoge la “valiosa” opinión, a este respecto, de PASTOUREAU, Michel - Les sceaux, Turnhout: Brepols, 1981.
44
ACC. I. caj. 2, nº 16.
45
Escriturada como carta partida por a. b. c., el acuerdo es parecido al anterior, aunque en esta ocasión el impuesto
quedó fijado en 5 mencales anules.
46
ACC. III. Lib. 748, ff. 40r-42v.
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Es una suerte que podamos contemplar el único sello original del Cabildo, sin
duda el utilizado desde los inicios de su fundación (Fig. 13). Esta primera impronta
original es de cera oscura, normal en el reino de Castilla, de una sola faz circular
de 60 mm de diámetro, con la cara posterior convexa y grandes rebordes que le fal-
tan en su parte izquierda. Pende, según la praxis de la época, de correas de badana
de un solo orificio romboidal en la plica. El campo está totalmente ocupado por el
emblema heráldico de Castilla, reino al que pertenece el cabildo: un castillo de tres
torres coronadas por picas, la del centro doble de ancha y alta que las laterales, con
ventanas y puerta en el centro. Es el mismo símbolo heráldico que usaba por aque-
llos años, y a lo largo de toda la Edad Media, el concejo de Cuenca47, aunque con
la diferencia, nada desdeñable, de que el cabildo no pone en el reverso el “cuenco”,
símbolo parlante de la ciudad48.
47
En el Archivo de la Catedral de Cuenca se conserva el sello más antiguo del Concejo conquense, fechado en
1225 (ACC. I. Caj. 4, nº 3) que puede ser el sello municipal más antiguo del reino de Castilla, además, de no estar
recogido en el exhaustivo estudio sobre los sellos concejiles de GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Julio - “Los sellos con-
cejiles”, pp. 372-374, cuando describe el sello del Concejo de Cuenca.
48
CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO, Francisco Antonio - “Sellos reales”, pp. 57-58. Sobre los sellos de los con-
cejos es imprescindible consultar a GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Julio - “Los sellos concejiles”, pp. 339-385; “Pro-
blemas de los sellos concejiles”, en Actas del primer coloquio de Sigilografía (Madrid, 2 al 4 de abril de 1987),
Madrid: Dirección de los Archivos Estatales, 1990, pp. 269-274. En estos trabajos Julio González habla de cómo
en el siglo XIII se creía que el topónimo “Cuenca” significaba “cuenco”, y por eso se adoptó como tipo del sello un
29
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
cuenco sin pie, o como una copa a la que siglos posteriores agregaron un pie, resultando así un cáliz. Eso explica
que no sabían que conca o concha, palatalizando por tendencia castellana la segunda C, significaba un camino tor-
tuoso al lado de rocas o muros. Este “cuenco” de original símbolo parlante, pasará a partir de los Reyes Católicos,
a constituir la representación heráldica de la ciudad: Una copa con pie, “cáliz”. Véase como estos cambios son algo
normal en las representaciones de las ciudades y villas, como, por ejemplo, en las valencianas, según CABANES
CATALÁ, María Luisa y BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramón - “Sellos municipales valencianos del siglo XV”, en
José Pradell Nadal y José Ramón Hinojosa Montalvo (coords.), 1490: En el umbral de la modernidad. El Medi-
terráneo europeo y las ciudades en el tránsito de los siglos XV-XVI, I, Valencia: Generalitat Valenciana, 1994, pp.
283-300.
49
RIESCO TERRERO, Ángel - Introducción, p. 18.
50
MILLARES CARLO, Agustín - Tratado, I, p. 112.
30
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
non habeant, uenerabilis dicti archiepiscopi et L. Optensis archidiaconi sigillo nobis et ipsis
dictam compostionem placuit communire. Et ut presens scriptum inter nos maioris roboris
firmitatem obtineat illud per alphabetum diuisimus”.
La devoción a la Virgen María, tan viva en la época medieval y que por influen-
cia bizantina se difundió en las distintas representaciones artísticas, pictóricas y
escultóricas, llegó también al arte sigilográfico, informando la iconografía de gran
número de sellos eclesiásticos del occidente cristiano. Al igual que por otros cabil-
dos peninsulares51 sería adoptada por el conquense cuando a principios del siglo
XIII consagró su templo catedralicio52, poniéndolo bajo la protección de Santa
María.
Con la iconografía de la Virgen María nos han llegado dos modelos de impronta,
que creemos que fueron los únicos empleados por el Cabildo durante la decimo-
tercera centuria, a pesar de las opiniones que divulgaron los autores conquenses
del siglo XVII, partiendo de la idea de Mártir Rizo, quien después de describir las
“armas” del primer sello que según él les había dadas el obispo don Juan Yañez,
sigue diciendo, “pero luego se mudaron en las que antes auemos manifestado”53.
Si retrocedemos en su Historia encontramos la descripción del sello que según él
usó el Cabildo después del heráldico castillo: “Las armas de la santa iglesia son una
jarra de açucenas, y en medio una imagen de Nuestra Señora, como aquí se miran”54
(Fig. 15). Idéntica descripción hizo años después Bartolomé Alcázar, en su Vida de
san Julián, aunque añade que la “imagen es de Nuestra Señora de la Concepción
en escudo coronado55”. Nos parece que ambos autores asemejan el sello con el que
valida los documentos el Cabildo y el escudo que aparecía en diferentes lugares de
la catedral, por otra parte, equiparable al idealizado escudo que por entonces empe-
zaba a utilizar como “armas” el Concejo conquense (Fig. 14).
51
FUENTES ISLA, Benito - “La imagen de la Virgen de los sellos”, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 10
(1922), pp. 495-526; 11 (1923), pp. 320-340.
52
PALOMO FERNÁNDEZ, Gema - La catedral de Cuenca en el contexto de las grandes canterías catedralicias
castellanas en la baja Edad Media, I, Cuenca. Excma. Diputación Provincial, 2002, pp. 143-145.
53
MÁRTIR RIZO, Juan Pablo - Historia, p. 144.
54
MÁRTIR RIZO, Juan Pablo - Historia, p. 112.
55
ALCÁZAR, Bartolomé - Vida y milagros de san Julián, segundo obispo de Cuenca, Madrid: Juan Gómez Infan-
zón, 1692, p. 160.
31
FRANCISCO ANTONIO CHACÓN GÓMEZ-MONEDERO
LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Fig. 14. Escudo de la ciudad de Cuenca. S. XVII. Fig. 15. Sello idealizado del Cabildo. S. XVII.
Fig. 16. Sello del Cabildo. 1616. Fig. 17. Sello del Cabildo. 1633
56
LÓPEZ Y BAENA, Mateo - Memorias históricas de Cuenca y su obispado [1787]. I. Ed. de Ángel González
Palencia, Cuenca: CSIC y Ayuntamiento de Cuenca, 1949, p. 190.
57
ACC. III. Lib. 118, f. 57v. Acta capitular de 6 de Julio de 1630.
32
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
Ante esta realidad no caben las idealizaciones de los autores barrocos, y nosotros
tenemos la constancia de la continuidad en la iconografía mariana desde los comien-
zos del siglo XIII que veremos a continuación, con los cambios de estilos artísticos
que el lógico devenir de modas y gustos temporales acercaba hasta nuestra ciudad.
Del primer tipo iconográfico con la imagen de la Virgen María tenemos dos ejem-
plares que validan el mismo instrumento jurídico, ya que se trata de una “concordia”
habida entre el Cabildo y una mujer llamada “dona Ouenna”, que se escrituró como
carta partida por a.b.c. El documento está datado en 122558 y, presumiblemente en
Cuenca, “VII calendas marcii, et era día domingo, sub era M. CC. LXIII”.
Ambos están bien conservados, y la única diferencia que encontramos es su colo-
ración, pues, mientras que uno de ellos es de cera clara, el otro ha tomado un color
amielado oscuro (Figs. 18 y 19) . Su forma es de doble ojiva y una sola impronta de
85 X 45 mm. La cara posterior convexa. El de color más claro está protegido por
una especie de saquito de tela de lino59, que quizá al otro no se le puso, y de ahí su
color más parduzco60. Ambos se vinculan a la plica mediante lemniscos de correas
de gamuza enhebrados a tres óculos en aposición triangular que descienden por una
abertura en el doblez del pergamino.
Ocupa el campo la imagen de la Virgen, sentada, con las piernas juntas y los pies
apoyados en un escabel. El sitial es de talla, con los brazos terminados en bolas.
Es una imagen hierática, donde la rigidez propia de la época se refleja en un rostro
inexpresivo, de ojos saltones, y en la poca amplitud del vestido, una túnica estrecha
de rígidos y escasos pliegues que se pega a las piernas, en los que se descubren
influencias bizantinas en la franja bordada que lleva por debajo de las rodillas. El
manto superior es una “pénula” ricamente bordada, que deja ver la mano derecha
sujetando un cetro rematado en tres florones, mientras que con la mano izquierda
sujeta al hijo por la espalda. Se cubre la cabeza con un velo que se ciñe al rostro,
como una toca, para cerrarse en el cuello, sobre la que lleva una sencilla corona
imperial de tres picos y nimbo
De pie, sobre la rodilla izquierda descansa el Niño, cuya figura no es tan rígida
como la de la Madre, denotando mayor movimiento. Está vestido con una sencilla
túnica, que deja al descubierto ambas manos. Con la izquierda sujeta el libro de las
Sagradas Escrituras, mientras que extiende la derecha en actitud de bendecir. Lleva
58
ACC. I. Caj. 4, nº 3 y nº 4.
59
ACC. I. CAJ. 4, nº 3. Sabemos que era normal proteger los sellos desde el momento de su aposición, pero esta
clase de elemento protector que vemos en uno estos sellos, y que no es una excepción entre los custodiados en el
Archivo Capitular, con este o con otros “más agresivos” para los propios documentos, no cabe la menor duda que
son sistemas implantados por el propio archivo, coincidiendo con la opinión de CARMONA DE LOS SANTOS,
María - “Metodología de la descripción de sellos”, en Actas del Primer Coloquio de Sigilografía. Madrid, 2 al 4 de
abril de 1987, Madrid: Dirección de los Archivos Estatales, 1990, p. 260.
60
ACC. I. Caj. 4, nº 4.
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
No sabemos hasta cuando se utilizó la matriz anterior, pero la que nos volvemos
a encontrar, pasados treinta años, es otra distinta, con la que el Cabildo validó sus
documentos al menos desde 1255 hasta 1281, última de las iconografías marianas
que podemos contemplar en este siglo XIII, y de la que ha llegado hasta nosotros 19
ejemplares63, todos pendientes de lemniscos de lino o de lana, confeccionados como
61
MILLARES CARLO, Agustín - Tratado, I, p. 112.
62
En ninguno de los dos se puede leer la continuación de la fórmula, pues está oculta por una mancha ferruginosa.
63
ACC. I. Caj. 5, nº 14, 16, 18, 19, 20, 21; Caj. 7, nº 2, 3, 9, 11, 12, 16, 21; Caj. 8, nº 3, 6; Caj. 9, nº 10, 11, 15; Caj.
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
10, nº 12.
64
ACC. I. Caj. 5, nº 14.
65
Un sello semejante a este fue descrito por FUENTE ISLA, Benito - “La imagen”, 10 (1922), pp. 512-513.
66
RUBIN, Miri - “Imágenes de la Virgen María”, Anales de Historia del Arte, 2010 (Volumen Extraordinario), pp.
122-123.
35
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
visto usar en estas leyendas la rayita horizontal para señalar elisión de las nasales
“M” final y “n” en situación intermedia.
La cláusula corroborativa que anuncia el sello, dice así:
“Et porque esta carta sea más firme e más creyda, fiziemos dos cartas partidas por a.b.c.,
sehelladas con el seyello del Cabildo”
Fig. 20. Impronta de la segunda matriz de Fig. 21. Impronta de la segunda matriz de
iconografía mariana. 1255. iconografía mariana. 1281.
III.- CONCLUSIONES
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
figurativo iconográfico con la Virgen María sentada sobre silla curul y el Niño en
su rodilla izquierda. El primer modelo es hierático, propio del románico, con poco
movimiento en rostros y vestidos, mientras que el segundo modelo, que vemos uti-
lizado desde 1255, ha perdido el hieratismo y ganado en humanidad, con vestidos
más sueltos y amplios, que caen en pliegues por entre las piernas, mostrando ya las
innovaciones propias del gótico coetáneo de las esculturas. Ambos modelos son del
tipo “Sede Sapiente”, “Trono de la Sabiduría”, una iconografía de origen oriental,
que solemos conocer como “bizantino”, muy difundida en Occidente en los siglos
de transición del románico al gótico, precisamente en los que se elaboraron nuestros
sellos, con la característica en el segundo modelo de asumir un rasgo característi-
co de las vírgenes representadas en los iconos orientales como “Odigitria”, ya que
vuelve el rostro hacia su Hijo, señalando al que es el “Camino de la salvación”.
Los primeros sellos penden de lemniscos realizados con correas de badana o
tiritas de pergamino, de tres óculos hechos en la plica, generalmente de forma rom-
boidal y en aposición triangular, pero a partir de los años cincuenta, que coincide
con el cambio de modelo iconográfico, no hemos vuelto a ver ya este material en
los lemniscos, apareciendo el lino, cáñamo o lana, de un solo color o, más habitual
sea confeccionarse mezclados, rojo, azul, sepia, bien como cordoncillo, trencilla, en
algunas ocasiones una estrecha cinta y, curiosamente, desde ahora enhebrados, nor-
malmente, de un solo orificio romboidal en la plica, aunque se podamos ver alguno
de dos orificios.
Las leyendas, siempre en latín, se inician partiendo de la clave de la ojiva supe-
rior, a partir de una cruz patada o potenzada. En lo referente al sistema paleográfico,
se utiliza el capital, en el primer sello. Un particular e inicial alfabeto gótico mayús-
culo de doble trazo en los sellos de 1225, y desde mediados del siglo el capital clási-
co que modula en espátula los extremos de las astas. En todas las leyendas, excepto
en la del sello heráldico, se introducen algún ejemplo del alfabeto uncial, “M” y
“Є”; así como del alfabeto gótico minúsculo en sus letras “h” y “n”. Apenas se hace
uso del sistema abreviativo, únicamente la habitual sigla “S” para “S[IGILLVM]”,
el signo especial de “Ɔ” en el sello heráldico de 1215, y el de forma de “9” en los
de 1225, para el sonido “CON”, “Ɔ[CON]ChEnSIS”, “9[CON]ChEnSIS”, que no lo
vemos usado ya en las leyendas desde mediados de la centuria, introduciendo ahora
elisión de nasal “M”, en posición final, y “n”, intermedia, señalada con una rayita
sobrepuesta.
Con respecto a las cláusulas corroborativas que anuncian la aposición del sello,
hemos transcrito únicamente aquellas que acompañan al sello analizado, pues el
espacio de que disponemos para esta ponencia hace imposible mayor incorporación
de estas fórmulas diplomáticas, no obstante ser un veraz testigo del uso sigilar y, en
muchas ocasiones, el único testimonio que poseemos del sentido jurídico de su apo-
sición67. Podemos decir, no obstante que, con variantes en sus expresiones jurídico-
67
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - Apuntes, p. 84.
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Figs. 22 y 23. Anverso y reverso de una “protección” de sellos del cabildo. 1246 (ACC.I. Caj. 7, nº 4)
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BIBLIOGRAFÍA
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LA VALIDACIÓN EN DOCUMENTOS CAPITULARES DE CUENCA EN EL SIGLO XIII
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Católico (CSIC), 1894, PP. 169-214. I.S.B.N.: 84-00-05581-0.
40
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE
CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
JEAN-LUC CHASSEL
Maître de conférences à l’université Paris-Nanterre
Président de la Société française d’héraldique et de sigillographie
chassel@laposte.net
Resumo: Blanche de Castille (1188-1252), femme du roi de France Louis VIII, est
célèbre pour avoir exercé deux fois la régence du royaume. Elle transmet le nom
d’Alphonse à l’un de ses fils et c’est par elle que le nom de Blanche se répand
dans les familles royales et princières d’Europe. Ses fils utilisent également ses
armoiries. Louis IX, l’aîné, incorpore l’héraldique maternelle dans le décor de la
Sainte-Chapelle de Paris; les trois autres en les associant aux lys capétiens dans
leurs propres emblèmes. Ce phénomène doit être compris au regard des crises et des
rivalités politiques de l’Europe occidentale au XIIIe siècle mais aussi par rapport à
la notion de lignage.
Il est regrettable que l’histoire des femmes et l’histoire des genres, qui ont donné
lieu depuis quelques décennies à des développements considérables, aient mis si
peu à profit les sources héraldiques, sigillographiques et, plus largement, embléma-
tiques1. Ces sources sont, en effet, au cœur de la question des identités, de la place
respective des femmes et des hommes dans la société et la famille. Elles offrent
à l’historien des informations primordiales sur les représentations de la parenté et
notamment, à l’époque médiévale, sur la construction des lignages.
Dans quelques études récentes, nous avons tenté de mettre en évidence un certain
nombre de cas de transmission des emblèmes par les femmes entre le XIIe et le XIVe
siècle2. Loin d’être marginal, ce phénomène remet en cause la conception agnatique
1
Pour un bilan récent des recherches sur l’emblématique sigillaire des femmes au Moyen Âge, voir Bedos-Rezak
(2011).
2
Chassel (2012), (2017) et (2018, à paraître).
41
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
du lignage médiéval qui s’est imposée dans l’historiographie et qui n’est sans doute
pas étrangère à l’esprit du Code civil des Français de 1804, dont on connaît l’in-
fluence sur les mentalités non seulement en France mais aussi dans bon nombre de
pays d’Europe et du monde... Selon nous, le lignage médiéval est “opportuniste”: il
se construit indifféremment à partir de la ligne paternelle ou de la ligne maternelle,
selon l’importance des héritages matériels ou symboliques qu’il recueille d’un côté
ou de l’autre.
Nous avons choisi de revenir ici sur l’exemple de de Blanche3 de Castille
(† 1252), femme du roi de France Louis VIII. Cette reine est célèbre dans l’histoire
de France pour avoir deux fois exercé la régence du royaume: la première fois à la
mort de son mari en 1226 et pendant la minorité de son fils Louis IX; la seconde
fois, au départ de ce dernier en Egypte, pour la VIIe croisade, en 1248. Mais elle est
également remarquable parce qu’elle a transmis l’usage ses emblèmes à ses fils ainsi
qu’à son neveu, le roi Afonso III du Portugal.
Ces pages veulent rendre hommage à M. Faustino Menéndez Pidal de Navascués,
dont les travaux ont une si grande autorité en héraldique et en sigillographie: il a
déjà étudié la transmission des armoiries de Blanche de Castille4, nous sommes très
tributaire de ce qu’il a écrit sur cette question, et notre seul dessein est d’appor-
ter à son études quelques documents et quelques réflexions supplémentaires. Nous
limiterons cependant notre étude à la transmission des emblèmes de Blanche à sa
postérité capétienne, dans l’attente de l’étude que notre collègue Rosário Morujão a
consacrée aux armoiries des rois du Portugal et qui doit bientôt paraître5.
Rappelons quelques repères biographiques utiles à la compréhension du propos.
Blanche, née en 1188, est la troisième fille du roi de Castille Alfonso VIII et d’Alié-
nor d’Angleterre6. Cette dernière étant fille d’Henri II, roi d’Angleterre, et d’Aliénor,
duchesse d’Aquitaine, Blanche est la nièce des deux rois Richard Coeur-de-Lion
(† 1199) et Jean sans Terre († 1216). Ses sœurs aînées sont également mariées à
des rois: Berenguela († 1246) à Alfonso IX du Leon, et Urraca († 1210) à Afonso II
du Portugal; une sœur cadette, Leonor († 1244), épouse Jaume Ier d’Aragon. Son
propre mariage (alors qu’elle n’a que 12 ans) avec Louis de France (qui n’en a que
13), fils du roi Philippe II Auguste, est célébré en Normandie le 23 mai 1200, dans
le contexte d’une trève dans la guerre que se livrent les rois de France et d’Angle-
terre (traité du Goulet, 22 mai 1200). Jean sans Terre étant alors sans héritier de sa
femme, la comtesse de Gloucester, dont il vit séparé, ayant été aussi engagé dans
une promesse de mariage non accomplie avec Adèle de France (sœur de Philippe
Auguste)7, c’est lui qui constitue la dot de la jeune mariée (dont deux importantes
3
Dans ces pages, nous adoptons la forme française du nom de cette reine. En revanche, les noms des autres person-
nages sont laissés dans leur forme autochtone.
4
Menéndez Pidal (1982), p. 55-69.
5
Morujão (2018).
6
Sivéry (1990); Grant (2016); Voir aussi: Richard (1983); Le Goff (1996).
7
Kerrebrouck (2000), p. 97.
42
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
Les noms sont les premiers des emblèmes. Pendant le Moyen Âge, en Occident,
comme dans la plupart des autres civilisations, ils marquent les filiations, les
alliances, les succcessions et les parentés. La dynastie capétienne est bien connue
pour l’usage qu’elle a fait de l’anthroponymie dans l’affirmation de sa légitimité9.
Le nom Philippe, apporté par Anne de Kiev et transmis à des fils aînés, est resté
un cas isolé; Pierre, qui exprime la fidélité à l’autorité spirituelle de Rome,vient
d’Adélaïde de Maurienne, mais n’a été donné qu’à des cadets. Ces deux reines
sont connues pour le rôle politique important qu’elles ont joué dans l’histoire du
royaume.
Blanche, pour sa part, obtient de nommer en 1220 un de ses fils Alphonse, ce
qui marque chez les Capétiens une révérence particulière envers Alfonso VIII de
Castille († 1214), le père de la reine, le héros de la bataille de Las Navas de Tolosa.
Toutefois ce nom n’est pas entièrement dépourvu de sous-entendu politique face
8
Sivéry (1990), p. 45-65.
9
Lewis (1986).
43
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
10
González Jiménez (2006).
11
Voir en dernier lieu Baudin (2012).
12
Pour ces considérations généalogiques, comme pour les suivantes, nous renvoyons à Isenburg, Freytag von Lorin-
ghoven et Schwennicke (dir.), Europäische Stammtafeln, (depuis 1935), ainsi qu’à l’impressionnante compilation
de Charles Cawley, Medieval Lands, sur le site internet de la Foundation for medieval genealogy. Voir aussi Kerre-
brouck (2000).
44
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
L’usage par un mari des armes de sa femme n’est pas exceptionnel au Moyen
Âge. Il revient à Michel Nassiet d’avoir donné son sens à une pratique que Max
Prinet avait aperçue mais qui est restée généralement ignorée des historiens et qui
exprime le statut d’héritière de l’épouse15. De même, la transmission matrilinéaire
des armoiries est un phénomène d’une relative fréquence qui, comme l’héraldique
des femmes en général, apellerait un développement de la recherche.
Comme Faustino Menéndez Pidal de Navascués l’a déjà montré, Blanche de
Castille n’a pas seulement conservé ses armoiries dynastiques mais elle les a trans-
mises à ses descendants, bien qu’elle ne fût pas matériellement héritière de la cou-
ronne de Castille.
Le grand sceau de Blanche et son contre-sceau ont certainement été gravés en
1223, lorsque Louis VIII succède à Philippe Auguste et qu’elle-même devient reine
de France16. Cependant, ils ne sont connus que par des mentions et des empreintes
tardives. Le fait n’a rien d’anormal: Blanche n’a guère eu l’occasion de sceller des
actes propres pendant son mariage et, devenue veuve et régente du royaume en
1226, tous les actes qu’elle commande sont intitulés du nom de son fils et scellés
du sceau de ce dernier17. Il faut attendre l’époque à laquelle elle est est retirée des
affaires publiques pour qu’elle émette des chartes en son nom validées de son sceau,
notamment pour la gestion de son douaire et ses donnations pieuses. Seul un très
petit nombre de ces actes ont conservé leur sceau: la plus ancienne mention de scel-
lement repérée date de 1239 et la première empreinte conservée de 124218.
Sur le grand sceau en forme de navette, de grande dimension (90 mm de hau-
teur), la reine est représentée en pied, couronnée, tenant une fleur de lys dans la
main droite, la gauche portée à l’attache du manteau. Elle est entourée de 5 fleurs de
13
Depoin et Dutilleux (1882).
14
Combault d’Auteil (1644).
15
Nassiet (1994, 1995, 2000) et Prinet (1909).
16
Bony (2002), p. 92.
17
Dalas (1991), n° 76 (première empreinte connue en décembre 1226).
18
Nielen (2011), n° 15-15bis et p. 303.
45
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
19
Nolan (2009), p. 152-157.
20
Marguerite de Povence et Marie de Brabant: Nielen (2011), n° 16-16bis et 17-17bis.
21
Nielen (2011), N° 52, 53, 56, 57, 59, 60-62, 63. Voir aussi Allirot (2010).
22
Dalas (1991), n° 76-77.
23
Leniaud et Perrot (2007). En dépit des restaurations, ces décors sont bien ceux d’origine.
46
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
volonté de son fils, comme la co-fondatrice de l’édifice, bien qu’elle ne le fût pas
juridiquement.
Alphonse de France, mort sans enfants, comme nous l’avons déjà dit, n’a pu ins-
crire ses armes aussi longuement dans l’Histoire. Mais il est celui des fils de Blanche
qui va le plus loin dans l’association des armes paternelles et maternelles. Né en 1220,
il reçoit de son frère les comtés de Poitiers et d’Auvergne, et devient en 1249 comte
de Toulouse et marquis de Provence du chef de sa femme, Jeanne, fille héritière de
Raymond VII de Toulouse. Ses deux grands sceaux successifs, d’abord comme “fils
du roi de France, comte de Poitiers”, puis “fils du roi de France, comte de Poitiers et
de Toulouse”, sont connus respectivement depuis 1243 et depuis 125429, et sont de
type équestre, allant vers la droite. Les armoiries représentées comportent une ambi-
guïté qui ne saurait être une simple licence esthétique. De l’écu, présenté de profil, on
24
Quatre enfants sont nés avant Louis IX et trois autres après lui, mais sont morts en bas âge ou avant la majorité
sans avoir laissé de témoignage d’emblématique personnelle. Quant à la seule soeur de Louis IX ayant atteint l’âge
adulte, la bienheureuse Isabelle de France (1224-1270), elle choisit de vivre comme une moniale, sans toutefois
prononcer de vœu religieux. Elle est la fondatrice du couvent des clarisses de Longchamp, près de Paris, mais nous
ne possédons plus son sceau. Sur sa vie: Allirot (2005 et 2010).
25
Nielen (2011), n° 65-65bis.
26
Pastoureau (1993), p. 83
27
Richebé (1963).
28
Chassel (2018); Laurent (1993). Voir aussi Pinoteau et Le Gallo (1966).
29
Nielen (2011), n° 66, 67 et p. 308
47
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
ne voit que la partie dexte, ornée d’un semi de châteaux (issu de Castille); quant à la
housse du cheval, elle montre à l’avant un semé de fleurs de lys (France) et à l’arrière
un semé de châteaux. Il y a donc une inversion des rapports entre les armes du père
et celles de la mère. Sur l’écu, la place d’honneur (la dextre) est donnée à la Castille,
mais sur la housse, c’est la France qui a le premier rang (correspondant à la partie la
plus noble de l’animal, c’est-à-dire sa tête). Les héraldistes, parfois trop absorbés par
l’étude des armoriaux et trop peu connaisseurs des sources sigillaires, n’ont jamais
noté cette particularité, pourtant régulière, de la composition des armoiries, propres
aux représentations équestres orientées vers la droite: il est inconcevable pour les gra-
veurs et pour leurs commanditaires de placer la partie la plus noble des armes à l’ar-
rière du cheval. Le problème ne se pose pas, en revanche, dans les représentations
équestres orientées vers la gauche, dans lesquelles la hiérarchie des quartiers est la
même sur l’écu et sur la housse. Les ateliers parisiens qui ont réalisé les matrices d’Al-
phonse ne pouvaient pas ignorer cette convention.
Il est donc loisible de penser que le prince a joué volontairement sur cette inver-
sion de la hiérachies des armes pour souligner son ascendance maternelle, déjà hau-
tement célébrée par son nom, celui de son grand-père maternel, Alfonso VIII, roi
de Castille. Veut-il laisser entendre qu’il est le successeur de sa mère pour les cou-
ronnes auxquelles celle-ci pouvait ou avait pu prétendre?
D’autres sources emblématiques laissées par le comte de Poitiers et de Toulouse
donnent à la Castille le premier rang devant les lys. Ainsi quelques monnaies en
circulation dans ses domaines comportent un revers frappé d’un demi-château à
gauche et d’une demi-fleur de lis à droite30. On trouve également la même hiérarchie
sur certains éléments des verrières de l’église Sainte-Radegonde de Poitiers qu’Al-
phonse a commandées au plus tard en 126931. On doit noter enfin que, sur le grand
sceau de Jeanne de Toulouse, femme d’Alphonse, l’effigie centrale est entourée de
deux châteaux et de deux fleurs de lis, dans la position d’un écartelé héraldique, et
que ce sont les châteaux qui ont la place d’honneur32Cependant, la préséance des
armes issues de Castille n’est pas systématique dans l’héraldique du prince. Ainsi
les contre-sceaux dont il fait usage au revers de son premier grand sceau lèvent
l’ambiguïté de l’avers et mettent clairement l’héraldique capétienne à l’honneur. Le
premier, dont la date n’est pas connue mais qui est une réplique de celui de son
frère Robert d’Artois, reprend la belle composition que nous avons décrite plus haut
(une grande fleur de lys encadrée par quatre petits châteaux), le tout sans légende33.
30
Tébouli, Bompaire et Barrandon (2008). Les monnaies concernées sont un denier et une obole de Poitou et une
obole de Toulouse. Cependant, la plus grande partie des monnaies d’Alphonse reproduisent le type du denier tour-
nois des ateliers royaux.
31
Favreau (1999).
32
Douët d’Arcq (1863-1868), t. 3, n° 1079. Macé (1994), vol. 2, p. 313-319.
33
Nielen (2011), n° 66ter. Ce contre-sceau, provenant d’une collection privée, est conçu sur le même modèle que
celui de Robert d’Artois (ibidem, n° 65bis) attesté en 1237. En raison de cette analogie, nous le supposons antérieur
à l’autre contre-sceau (voir la note suivante).
48
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
L’autre contre-sceau, connu par des empreintes entre 1243 et 1249 est également
sans légende et montre un écu parti de France et d’un semi de châteaux34. Si le
contre-sceau du second grand sceau, orné de la croix de Toulouse, n’offre pas d’élé-
ment utile à notre propos, les bulles de juridiction qu’Alphonse utilise dans le Midi
sont de deux types. Les unes comportent une figure équeste orientée vers la gauche,
l’écu comme la housse du cheval concordant cette fois pour placer la France avant
la Castille dans le parti héraldique35. Les autres (dont certaines sont des bulles com-
munes avec son frère Charles d’Anjou, comte de Provence) ont un écu parti de
France et d’un semé de châteaux36.
Le dernier des frères est Charles de France, né en 1227, quelques mois après
la mort de son père. Il est investi des comtés d’Anjou et du Maine par son frère en
1246. Il est aussi comte de Provence (Forcalquier) du chef de sa femme, Béatrice,
sœur cadette de la reine Marguerite, femme Louis IX, et héritière testamentaire de
Raymond-Béranger IV de Provence. Charles suit d’abord l’exemple de ses frères en
brisant les armes de France avec un signe indiquant sa filiation maternelle: une bor-
dure de gueules chargée de châteaux d’or. En témoignent ses deux premiers grands
sceaux, de type équestre, en usage au moins jusqu’en 1261-1262 et d’une manière
concomittente pendant un temps. Les contre-sceaux sont ornés d’un écu à quatre
pals qui sont les armoiries qu’il tient de sa femme37. On conserve également une
bulle de juridiction commune d’Alphonse de Poitiers et de Charles d’Anjou pour
la Provence qui comporte ces premières armes à la bordure “castillée”, comme ont
coutume de dire les héraldiste français38.
Toutefois, la marque matrilinéaire disparaît des sceaux postérieurs de Charles,
où la bordure castillée est remplacée par un lambel simple. Puisque Charles fait
encore usage en 1262 des grands sceaux décrits ci-dessus, il faut renoncer à croire
que ce changement soit antérieur à cette date. Nous supposons que Charles l’a opéré
en 1265 (année de son investiture au trône de Sicile) ou 1266 (année de son sacre à
Rome par le pape Clément IV)39. Son grand sceau de roi de Sicile, sans doute gravé
34
Nielen (2011), n° 66bis.
35
Nielen (2011), n° 68 et 69. Macé (2014), t. 2, p. 328-329.
36
Nielen (2011), n° 77-79. Macé (2014), t. 2, p. 328-329.
37
Nielen (2011), n° 70-70bis et 71-71bis. Les deux sceaux sont utilisés simultanément au moins entre 1254 et 1261.
Sur le plan iconographique et stylistique, le 71 peut paraître postérieur au 70. A-t-il été gravé au retour de la VIIe
croisade?
38
Nielen (2011), n° 79-79bis. Cette bulle détachée, donc non datée, appartient à la collection de sceaux détachés des
Archives générales du Royaume, à Bruxelles (n° 570-571). Voir Laurent (1977), n° 32. Les Archives nationales à
Paris en possèdent deux moulages (ANF, sc/St2110-2110bis et sc/St6371-6371bis); l’un a été pris sur l’exemplaire de
Bruxelles, l’autre sur un exemplaire également détaché conservé dans une collection privée.
39
La date de 1246 a été attribuée arbitrairement à une bulle détachée du musée du Louvre, recensée et moulée par
Douët d’Arcq (1863-1868), t. 2, n° 4518; Nielen (1991), n° 75-75bis. Cette bulle, qui comporte à l’avers l’écu au
lambel simple, est destinée à la juridiction exerce en Avignon. Une bulle semblable, dessinée par Blancard (1860),
t. 1, p. 24-25, n° 13, et t. 2, pl. XIII, n° 3, date de 1303 et appartient donc à son fils Charles II de Sicile.
49
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
lors de ces événements mais connu par des empreintes de 1272-1273, est biface:
l’avers est au type de majesté et le revers équestre montre les armes au lambel
simple40. Un autre grand sceau de Charles en tant que “fils du roi de France, comte
d’Anjou, du Maine, marquis de Provence et comte de Forcalquier”, dont l’usage a
peut-être été limité aux affaires de France et de Provence, atteste aussi de ce chan-
gement41. Les bulles de juridiction destinées aux domaines provençaux de Charles
enregistrent l’adoption du lambel depuis 1266. Il s’agit tantôt de bulles propres,
tantôt de bulles communes avec son frère Alphonse puis avec son neveu le roi
Philippe III (qui partagent avec lui les droits du marquisat de Provence). Elles sont
toutes ornées des nouvelles armes42, que l’on trouve parallèlement sur une petite
partie de son monnayage43. L’écu de France au lambel de gueules, qu’on devrait
nommer “premier Anjou-Sicile” – mais que les héraldistes, en oubliant la première
version des armes de Charles Ier, appellent “Anjou ancien”, pour le distinguer de
l’écu à la bordure de gueules, dit “Anjou moderne”, inauguré par la deuxième mai-
son d’Anjou – est transmis à sa postérité44.
Quelle que soit sa date précise, l’adoption de ce lambel simple pose un problème
dynastique sérieux. Le lambel simple constitue habituellement la brisure des pre-
miers cadets, comme on l’a dit. Charles néglige donc les armoiries de la branche
d’Artois, antérieurement formée. Il profite sans doute de la minorité de son neveu
Robert II d’Artois (né en 1250) pour s’attribuer une préséance héraldique et, en
même temps, abandonner toute référence à sa mère et à la Castille. On ne saurait
expliquer cette attitude autrement que par le nouveau destin du personnage, qui
le porte sur le trône de Sicile et le conduit à prendre plus tard le titre de roi de
Jérusalem45. Ce destin était suffisamment glorieux pour effacer tout rêve de “châ-
teaux en Espagne”, selon l’expression française familière! Du côté de l’Espagne,
d’ailleurs, l’enjeu sera finalement pour Charles de gagner sa guerre contre Pierre III
d’Aragon qui revendique le royaume de Sicile (1182-1185).
4. EMBLÉMATIQUE ET POLITIQUE
L’attachement des fils à une mère sans doute très aimante, parfois autoritaire et
possessive, la force de caractère exceptionnelle de celle-ci, le rôle éminent qu’elle
a joué dans le gouvernement du royaume à des époques difficiles sont-ils les seuls
facteurs de la présence de la Castille dans l’emblématique de ses descendants? Les
40
Nielen (2011), n° 73-73bis..
41
Nielen (2011), n° 72. Ce sceau n’est connu que par des empreintes de 1275 et 1277.
42
Nielen (2011), n° 75-78.
43
Rolland (1956).
44
Mérindol (2003).
45
Sur un petit sceau de Charles comme roi de Sicile et de Jérusalem (représentant un écu parti de la croix de Jéru-
salem et de France au lambel) : Nielen (2011), n° 74. Hélas, ce sceau a été moulé sur une empreinte détachée, sans
date, dans une collection privée.
50
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
46
Sivéry (1990), p. 77-78, et p. 263, n. 19-19. Sur Sordel: Anglade (1919), p. 235-241.
51
JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
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JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
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(2008), p. 65-127
VAN KERREBROUCK, Patrick — Les Capétiens (987-1328). Villeneuve-d’Ascq:
chez l’auteur, 2000.
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JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
ILLUSTRAÇAO
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JEAN-LUC CHASSEL
LE RAYONNEMENT DU NOM ET DES ARMES DE BLANCHE DE CASTILLE, REINE DE FRANCE († 1252)
7a. Bulle commune d’Alphonse de Poitiers et de Charles d’Anjou pour la Provence en 1266 –
Avers (Alphonse de Poitiers)
Paris, Archives nationales, sc/D4519 (Nielen, n° 77)
7b. Bulle commune d’Alphonse de Poitiers et de Charles d’Anjou pour la Provence en 1266 –
Revers (Charles d’Anjou)
Paris, Archives nationales, sc/D4519bis (Nielen, n° 77bis)
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE
OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Abstract: Throughout these pages I will try to prove how the study of heraldry
present in Santa María de Sasamón (Burgos) has been the key to the recovery of the
forgotten lineage Sasamón. Likewise, I will intend to attest how the discovery of
this family -which lived mainly during the first half of the 14th Century- has been
fundamental in the dating of the cloister of Sasamón.
* Contratada predoctoral del Programa de Formación de Profesorado Universitario (FPU) del Ministerio de Educa-
ción, Cultura y Deporte e Investigadora en Formación y Perfeccionamiento en el Grupo de Investigación GI-1919
Síncrisis: investigación en formas culturais, de la Universidad de Santiago de Compostela. Este trabajo se enmarca
dentro de la realización de la tesis doctoral Santa María de Sasamón: fragmentos para la historia de una colegiata
olvidada, dirigida por Rocío Sánchez Ameijeiras.
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
CRUCES Y CALDERAS
En la conocida hoy como capilla de los Santos Juanes1, situada al norte del pri-
mer tramo de la nave de la iglesia de Santa María de Sasamón (Fig. 1) se encuen-
tra, apoyada en el suelo y totalmente descontextualizada, una memoria funeraria de
50x61 centímetros que presenta la siguiente inscripción:
AQ(u)I YAZE HERNAND(o) ALFONSO DE SAS/AMON QUE DIOS PERDONE QUE
HIZO/ HAZER ESTA CAPIELLA A SEVICIO/ DE DIOS ET DE SANTA MARIA ET AL/
LOOR ET ONRA DE SENOR SANT FRAN/CISCO LA QUAL CAPIELLA SE COM/ENCO
A HACER EL ANO DE LA ERA DE/ MIL ET CCCC ET XVII ANOS PATER N/OSTER
POR SU ALMA2 (Fig. 2).
Sus cuatro ángulos se decoran con las imágenes de los cuatro evangelistas y entre
ellos se disponen escudos blasonados y esmaltados, todos ellos cuartelados en cruz:
primero y cuarto de oro (¿o quizá gules?), una cruz flordelisada de sable; segundo
y tercero de plata, una caldera de sable (¿o azur?)3. Cruces y calderas, las mismas
figuras que conforman los escudos que adornan el frente de los sarcófagos de cuatro
de los arcosolios que ocupan las paredes del claustro de este mismo templo (Fig. 3).
El paso del tiempo -y de los sucesivos contratiempos4- ha provocado la pérdida de
la policromía de estos escudos, lo que impide conocer las similitudes o diferencias
que guardaban a este respecto con los escudos presentes en la mentada lauda. Con
todo, en una de las labras mejor conservadas pueden apreciarse todavía restos de
pintura oscura sobre las superficies de ambos muebles. Además, la superficie de la
caldera presenta tres incisiones que la recorren en sentido horizontal, lo que pare-
ce significar que originalmente se encontraba esmaltada de azur5 (Fig. 4). Por otro
lado, es posible observar con claridad que se trata de una cruz flordelisada vaciada,
algo que también se puede apreciar en algunos de los escudos mejor conservados
de la memoria funeraria. De este modo, parece adecuado proponer que estas armas
1
Originalmente conocida como capilla de las Ánimas, recibe hoy ese nombre debido a un retablo colocado en
época moderna y dedicado a los Santos Juanes. A través de esta capilla se accede hoy al claustro.
2
Transcripción de la autora. Para otra versión véase CRISTÓBAL VILLANUEVA, Eduardo - Informe arqueológico
preliminar sobre los arcosolios y sepulcros del claustro de la iglesia de Santa María la Real, en Sasamón. Burgos,
1996, p. 74.
3
El mal estado de conservación en el que se encuentra actualmente la pintura no permite apreciar los esmaltes con
total seguridad.
4
Un incendio sufrido en 1812 durante la Guerra de la Independencia a raíz de la ocupación de esta villa por parte
del ejército francés provocó la destrucción de gran parte del edificio -especialmente de su parte noroeste-, así como
la perdida de toda la documentación que en él se custodiaba. De ello se da cuenta en un documento conservado en
el Archivo Diocesano de Burgos fechado en 1816. Libro de Fábrica y cuentas de la iglesia de Sasamón: 1789-1850.
Archivo Diocesano de Burgos, armario 43, sig. 8, s.p. El claustro fue la parte más afectada en ese incendio.
5
Las paredes este, sur y oeste del claustro están horadadas por arcosolios funerarios. Las medidas de esta placa
rectangular coinciden quizá no por caso con el hueco que presenta en su fondo uno de los arcosolios del claustro
que cuenta, además, con escudos cuartelados en el frente del sarcófago que alberga. CRISTÓBAL VILLANUEVA,
E. - Informe arqueológico…, pp. 21-22.
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Burgos. Su estudio forma parte del libro de GUIJARRO GONZÁLEZ, Susana - El bien façer, el buen morir y la
remembranza en la sociedad medieval burgalesa (siglos XIII-XV). Santander: Editorial de la Universidad de Can-
tabria, Santander, 2016; así como de un Proyecto en curso titulado Cultura, poder y redes sociales en la Castilla
medieval: el clero de la diócesis de Burgos y Sigüenza en la Baja Edad Media (MINECO, Plan Nacional I+D+i,
HAR2016-79265-P). Quiero aprovechar la ocasión para agradecer a Susana su gran ayuda y amabilidad al haberme
proporcionado el acceso a estos documentos.
20
GUIJARRO GONZÁLEZ, Susana - Religiosidad y muerte en el Burgos medieval (siglos XIII-XIV). Codex Aqui-
larensis, Palencia: Fundación Santa María la Real. Nº 22 (2006), p. 47.
GONZÁLEZ CRESPO, Esther - Un documento para el estudio de la Audiencia Real en el reinado de Alfonso XI.
21
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
sin duda, un papel destacado en la vida política y religiosa de -al menos- el final del
siglo XIII y la primera mitad del XIV en Castilla.
El testamento de Juan Rodríguez permitió también ratificar la pertenencia de
Hernando Alfonso a esta familia Sasamón. Juan Rodríguez se refiere a él como su
sobrino en sucesivas ocasiones y lo designa como uno de sus principales herede-
ros. Lo deja, además, a cargo de esa casa-hospital que había fundado su tío Martín
Ibáñez, un acto del que se deduce que por aquel entonces debía de ser uno de los
miembros más destacados de la familia26.
En conclusión, la confirmación de esta vinculación entre Hernando Alfonso y el
linaje Sasamón y de sus miembros con la población de la que han tomado el nombre
ha permitido afirmar que las armas ubicadas en el claustro segisamonense, y por
consiguiente los monumentos funerarios que estas decoran, pertenecen a miembros
de esta familia. Así, al menos cuatro de ellos descansan en aquellos arcosolios en los
que han dejado una huella pétrea como testimonio de su memoria perpetua.
CALDERAS Y CASTILLOS
En los cuatro ángulos aparecen de nuevo las representaciones de los cuatro evan-
gelistas y entre ellas, en los lados superior e inferior, cuatro escudos cuartelados en
cruz: primero y cuarto de plata, una caldera en sable; segundo y tercero de gules, un
castillo en plata.
Gracias de nuevo a los testamentos citados, es posible identificar al destinata-
rio de esta lauda como Pedro González de Sasamón, uno de los principales here-
deros de Juan Rodríguez de Sasamón. Este se refiere a él como “Pedro González,
26
Recordemos que Martín Ibáñez había reservado la dirección de esta casa a los más célebres de su linaje.
27
Los huecos del epígrafe, como indica Cristóbal Villanueva partiendo de los estudios de Gómez Bárcena, pueden
ser producidos por el hecho de que no se grabó la fecha sino que se pintó, y esta ha sido borrada por el paso del
tiempo. Parece que en la catedral de Burgos se dan más casos como este. CRISTÓBAL VILLANUEVA, E. - Infor-
me arqueológico…, p. 17. Cabe también la posibilidad de que el propietario la encargase en vida, teniendo que
grabar únicamente la fecha tras su muerte, y que esta acción no se llevase a cabo.
64
CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
cura de Sasamón”, ocupación que corrobora su memoria funeraria: “Aqi yaze Pero
Gonzalez que dios perdone clerigo servidor desta iglesia”. Solo la fecha de defun-
ción podría generar dudas en cuanto a la identidad de este personaje ya que el único
año que figura en la memoria es 1420, una fecha demasiado tardía para tratarse de la
misma persona que aparece en el testamento de 1354. A este respecto, es importante
apuntar que lo más probable es que 1420 no sea el año sino la “era” de su muerte.
Justo después del segundo espacio, precediendo a las palabras “de mil”, se conser-
va la huella de otra palabra que hoy resulta ilegible pero cuya primera letra parece
haber sido una “E”. Por su tamaño y posición es más que posible que se tratase del
vocablo “era”. Pedro González habría muerto, entonces, treinta y ocho años antes.
Es decir, alrededor de 1385.
El diseño de la tercera y última de las memorias funerarias aquí tratadas difiere
ligeramente de las anteriores. En esta ocasión se trata de una pequeña placa, de
40x30 centímetros, situada en la parte inferior de otro de los arcosolios del claustro
que, al igual que en el caso anterior, no se encuentra en su destino original. Esta
lauda también alberga una inscripción en que dice:
AQ I IAZE P(er)O Gº(¿onsale?)S CRIADO DE ROY P(ere)S/ E FINO XXI DIAS DE
DIZIEMBRE ERA/ DE MIL E CCCLXXI ANNO E SU MU/GIER MARIA G(¿onsale?)S
Q(ue) DIOS LOS/ P(er)DONE AMEN PATER NOSTER/ POR SUS ALMAS28 (Fig. 6).
Bajo el texto se extiende una franja en relieve decorada con una figura seden-
te –muy probablemente una Virgen-, flanqueada a izquierda y derecha por sendos
escudos. El de su izquierda ha sido destruido, pero el de su derecha muestra un cuar-
telado en cruz: primero y cuarto una caldera; segundo y tercero un castillo. Debido a
su mal estado no se conservan restos de policromía que permitan intuir sus esmaltes.
Sin embargo, es más que probable que trate de las mismas armas que decoraban la
memoria funeraria de Pedro González de Sasamón.
Atendiendo a la inscripción, es posible que el “ROY P S” al que hace referencia
no sea otro que Roy Pérez de Sasamón y, teniendo en cuenta los mecanismos de
escritura de la época, también lo es que las siglas “PO G S” constituyan la abre-
viatura de Pedro González. Un nuevo Pedro González que habría muerto en 1333,
cincuenta y dos años antes que el anterior. ¿Serían padre e hijo? ¿o quizá abue-
lo y nieto?29. Calderas y castillos. ¿Podrían ser estas las armas de los González de
Sasamón? De lo que no cabe duda es de que estos dos personajes forman también
parte de esta familia Sasamón, por lo que este segundo cuartelado no sería más que
28
CRISTÓBAL VILLANUEVA, E. - Informe arqueológico…, pp. 26-27.
29
Según lo que se puede extraer de los testamentos de Juan Rodríguez y Martín Ibáñez parece haber existido un
Pedro llamado “el alcalde” que habría sido hermano de Martín Ibáñez. Este Pedro -que en lo que fechas respecta
podría haber sido el PO GS de la inscripción, pues según la lauda muere en 1333, mismo año en el que muere
Martín Ibáñez- tuvo un hijo llamado Pedro Royz, sobrino de Martín Ibáñez y primo de Juan Rodríguez. Este Pedro
Royz tiene, a su vez, un hijo llamado Pedro, que podría ser, aunque no hay ninguna certeza de ello, ese segundo
Pedro González. Soy consciente de lo aventurado que resulta establecer esta relación debido a la falta de documen-
tación al respecto y a la arbitrariedad con la que nombres y patronímicos eran puestos por aquel entonces.
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
una variante de las armas de este linaje diseñado para diferenciarse del resto de sus
ramas30.
Además, no es esta la única brisura que he podido advertir en los escudos de los
Sasamón. Cuesta apreciar, entre el conjunto de escudos que decoran los sarcófagos
del claustro, una variación que está presente en dos de estas labras. En lugar del
cuartelado en cruz: primero y cuarto una cruz flordelisada vaciada; segundo y terce-
ro una caldera, estos dos escudos presentan un cuartelado en cruz: primero y cuarto
una caldera; segundo y tercero una cruz flordelisada vaciada (Fig. 7). Es decir, los
mismos muebles dispuestos a la inversa.
La idea de que todo un árbol integrado por sus distintas ramas esté presente en
el claustro segisamonense resulta demasiado atractiva para ser ignorada. Aunque los
datos que he recabado hasta el momento no permiten encajar todas las piezas de este
puzle genealógico, la reiteración de estas armas en laudas y sarcófagos blasonados
sugieren que la familia de los Sasamón debió de haber jugado un papel activo en la
fábrica de este templo. Fuesen o no sus comitentes, un hecho ha quedado demos-
trado gracias a la heráldica: la presencia en el claustro de las armas de este linaje,
cuya vida se desarrolló fundamentalmente durante la primera mitad del siglo XIV,
ha permitido probar la temprana existencia de este recinto y con ello adelantar una
datación que hasta el momento se había fijado de forma reiterada hacia finales del
siglo XV31.
Pese a haber constatado que las armas presentes en el templo segisamonense per-
tenecen a la olvidada familia Sasamón y demostrado con ello la existencia de este
claustro al menos en el siglo XIV, hay un enigma que todavía no he sido capaz de
resolver: la procedencia -o ascendencia- de este linaje.
Tomando los muebles que componen las armas de los Sasamón como punto de
partida -ante la imposibilidad de encontrar la respuesta a través de la documenta-
ción-, he podido hallar, hasta el momento, tres posibles vínculos o paralelos entre
los que podría encontrarse el camino para su interpretación.
Una primera concordancia resulta evidente: las calderas son las armas por exce-
lencia de los Lara, una de las familias más destacadas de la Edad Media castellana.
Calderas similares a las que adornan los sarcófagos del claustro segisamonense se
encuentran, por ejemplo, en la tumba de la condesa doña Mencía de Lara, situada
en el centro de la sala capitular del monasterio de San Andrés de Arroyo del que fue
30
Solían hacerse estas modificaciones en algunos detalles (el cuartelado, las figuras, los esmaltes, etc.) cuando una
rama de una familia quería diferenciarse de la principal. VAQUERIZO ROMERO, Félix - Manual de heráldica
española. Madrid: Trigo D.L., 2000, p. 87.
31
Tradicionalmente, y sin base documental alguna, el claustro de Santa María de Sasamón ha sido datado entre fina-
les del siglo XV y principios del XVI y adscrito a la autoría de Juan de Colonia de forma reiterada por los escasos
autores que le han dedicado atención.
66
CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
abadesa hasta su muerte en 122732. Este sepulcro -aunque labrado en el siglo XIII y
por tanto anterior a los aquí estudiados-, se encuentra adornado por escudos blaso-
nados consistentes en dos calderas superpuestas que presentan bandas horizontales a
lo largo de su superficie y cabezas de ofidios con las fauces abiertas en los extremos
de sus asas33. Quizá no sea casualidad que el propio Juan Rodríguez de Sasamón se
designe en su testamento como “familiar” del convento de San Andrés, al que hace
una donación de 100 mrs34 -misma cantidad que previamente les había otorgado
su tío Martín Ibáñez-. Además, el propio Juan Rodríguez nombra a varias de sus
parientes como “freyras en San Andrés de Arroyo”. ¿Algún lazo familiar justificaría
el que estas “Sasamonas” eligiesen profesar en el monasterio palentino?
Lo cierto es que los Lara han detentado el dominio de gran parte del territorio
burgalés durante toda la Edad Media. De su poder sobre Sasamón existe constancia
documental: la venta que Doña Sancha Fernández35, hija del Conde don Fernando, y
sus primos Doña Teresa González36 y Nuño González, hijos del conde Don Gonzalo
y la Condesa Doña María, realizan en favor del obispo de Burgos Don Juan de Osma
en 1243, 1244 y 1246 respectivamente. Los tres documentos siguen una estructura
similar, siendo el más completo el de Nuño González, que relata:
“Yo Don Nuño Gonzalvez, hijo del conde Don Gonzalo y de la Condesa Doña Maria, vendo e
robro a vos don Joan, Obispo de Burgos, y Chanciller del Rey, toda quanta devisa è en Santa
María de Sasamon, señorío, divisa, vasallos, tierras, viñas, casas, solares, populatos e non
populatos, ortos, molinos, prados, pastos, aguas, arboles, montes, fuentes, entradas, exidas. E
recibo de vos en precio 500 mrs. bonos directos y un manto en robora”37.
Si bien se podría pensar que esta venta podría implicar una cierta desvincula-
ción de los Lara con el territorio de Sasamón, el Becerro de las Behetrías revela
que estos no debían ser los únicos miembros de este linaje con derechos naturales
32
La identidad de doña Mencía ha sido muy discutida por los investigadores. Finalmente se ha llegado a la conclu-
sión de que, aunque descendía del linaje de los Haro -era hija de don Lope Díaz de Haro y Aldonza Ruiz de Castro-,
estuvo casada durante un breve periodo de tiempo con Álvaro Pérez de Lara, hijo de Pedro González de Lara, del
que habría obtenido el título de condesa. Tras el fallecimiento de este hacia 1173, doña Mencía decidió consagrarse
a Dios durante el resto de sus días. Este vínculo matrimonial explicaría la presencia en su sepulcro de las armas de
los Lara pese a ser descendiente de los Haro. CANAL SÁNCHEZ-PAGÍN, José Mª - La casa de Haro en León y
Castilla durante el siglo XIII. Nuevas conclusiones. Anuario de Estudios Medievales. Barcelona: Consejo Superior
de Investigaciones Científicas. Vol. 25/1 (1995), pp. 22-25.
33
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Etelvina – Los sepulcros de la sala capitular del Monasterio de San Andrés del
Arroyo (Palencia). Estudios Humanísticos. León: Colegio Universitario de León, Filosofía y Letras. Vol. 1 (1979),
p. 87. Mencía de Lara murió hacia 1227.
34
“Mando al convento de S. Andres de Arroyo cuyo familiar yo so por que rueguen a dios por mi alma çien mrs
para pitanza e mando que non demanden a las abadesas deste monasterio dosçientos mrs que me deven e mando
que den en vianda a los que an raçion en el monasterio el dia que el monasterio oviere la pitanza quarenta mrs e
mando a los capellanes deste monasterio para pitanza sesenta mrs”. Testamento de Juan Rodríguez de Sasamón, s.p.
35
SALAZAR Y CASTRO, Luis – Pruebas de la historia de la casa de Lara. Madrid: Imprenta Real de Mateo de
Llanos y Guzmán, 1694. Vol. IV, p. 626.
36
Ibíd., p. 632.
37
Ibíd., p. 635.
67
CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
sobre este territorio. Así, en este documento se registra que Sasamón es “logar de
behetría e son deviseros naturales don Nunno e don Pedro e non an otro natural
nin devisero”38. ¿Podrían ser los Sasamón una rama menor de loResta por analizar
el otro de los muebles que muestran las memorias y las laudas segisamonenses: la
cruz flordelisada, que es especialmente característica de la orden de Calatrava. Un
indicio de que este podría ser el origen de este cuartel en el blasón de los Sasamón
lo proporciona un documento que custodia el acuerdo establecido en 1269 entre la
Orden de Calatrava y el Infante Don Felipe, Doña Leonor de Castro y don Fernán
Ruiz de Castro sobre Paredes de Nava39. De este documento penden ocho sellos que
han sido reproducidos por Salazar en sus Pruebas de la historia de la casa de Lara.
Si bien al ser reproducidos en blanco y negro no es posible saber si contaba con los
mismos esmaltes, uno de ellos presenta idénticas armas que los escudos presentes
en el claustro segisamonense (Fig. 8). Desgraciadamente, este sello ha perdido la
bordura exterior en la que estaba inscrito el nombre de su propietario, un hecho que
dificulta enormemente su identificación. A pesar de ello, quizá sea posible descifrar
su procedencia atendiendo a los personajes que se citan en el documento.
De los ocho sellos que pendían del documento, dos pertenecen al Infante Don
Felipe y a Fernán Ruiz de Castro como sus propias inscripciones indican. Otros dos,
que presentan efigies de mujeres, corresponden con toda probabilidad a Urraca Díaz
y Leonor de Ruiz de Castro. Los cuatro restantes parecen pertenecer a miembros de
la Orden pues todos ellos presentan cruces de Calatrava solas o combinadas. Si bien
dos de estos están demasiado dañados como para reconocer en ellos apenas más que
las cruces, los dos restantes sí se han conservado: uno pertenece a un Frey de nom-
bre Ramiro; y el último presenta el cuartelado aquí tratado. Y sólo resta buscar entre
los otorgantes y confirmantes del documento a quien pudiera pertenecer.
Este se inicia del siguiente modo “Conoszida cosa sea a quantos esta carta vieren,
como yo Frey Espinel, y yo Alfonso García, y yo Frey Ramiro, y yo Gonçalo Romo
y yo Frey Gonçalo, Freyres de Calatrava, por mandado de nuestro Maestro”. A 13 de
mayo de 1269, fecha en la que se expide el documento, era Maestre de la Orden Juan
González de Roa (1267-1284)40. Si damos crédito a la Historia de la casa de Lara de
Luis Salazar y Castro, Juan González de Roa sería hijo de Gonzalo Gómez de Roa,
señor de Roa y Aza, cuyas armas estaban formadas por una cruz en gules -tomada
tras su papel en la batalla de las Navas de Tolosa- sobre campo de oro orlada de cal-
deras de Lara41. Gonzalo tuvo por hijo primogénito a Gómez González de Roa, quien
38
MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzálo - Libro Becerro de las Behetrías. León: Centro de Estudios e Investigación “San
Isidoro”, 1981, t. II, p. 250. Este don Nuño se refiere a Nuño señor de Vizcaya (1348-1352), hijo de Juan Nuñez de
Lara IV y María Díaz de Haro.
39
SALAZAR Y CASTRO, L. - Pruebas de la…, p. 632. Cita original en pergamino, Archivo del S. C. de Calatrava,
cajón 14.
40
CIUDAD RUIZ, Manuel – Catálogo provisional de dignidades de la Orden de Calatrava (Edad Media). Cuadernos
de estudios manchegos. Ciudad Real: Instituto de Estudios Manchegos. ISSN 0526-2623. Nº 25-26 (2003), p. 220.
41
SALAZAR Y CASTRO, Luis - Historia genealógica de la casa de Lara. Madrid: Imprenta Real de Mateo de
Llanos y Guzmán, 1697. Vol. III, p. 328
68
CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
continúa la línea sucesoria y, por tanto, adopta el escudo de su padre. Juan González,
como segundogénito, tendría que haber variado sus armas, pudiendo haber tomado ese
cuartelado que presenta en el sello citado. Se dice que este personaje fallece sin dejar
descendencia, pero ¿y si esto no es del todo correcto? Soy consciente de lo aventurado
y hasta cierto punto infundado que resulta proponer esta relación, pero no se trata de
una afirmación sino de una de las múltiples opciones que es posible barajar dentro de
este análisis comparativo de las armas de los Sasamón.
En este intento de esclarecer paralelos y vínculos con las armas de los Sasamón
acabé por traspasar los límites de la Edad Media. Así, se hace necesario citar a un
linaje que podría encontrarse conectado con los “Sasamones” medievales y cuyas
armas presentan, quizá no por caso, amplias similitudes con las que ocupan este
estudio. Como ya he apuntado, en su obra Blasones y linajes de la provincia de
Burgos Francisco Oñate trata con detenimiento los escudos de varias familias pre-
sentes en Sasamón. Entre ellos llama especial atención el que preside la fachada de
la una casa solariega ubicada en el centro de villa. Su campo es cortado y medio
partido: primero, una cruz vacía floreteada de sable sobre fondo de plata, con una
bordura componada de dieciséis compones: ocho de gules, con un castillo de oro,
alternados con ocho de plata con una caldera de sable; segundo y tercero, alian-
zas que no tiene por caso describir42. Estas son las armas de los Villegas (Fig. 9).
Dicho autor hace asimismo referencia a otra variante que corresponde a un escudo
de armas de los Ruiz de Villegas presente en los protocolos notariales del escribano
Marín Ramírez, con fecha de 1613. Este se compone de un campo cortado y medio
partido: primero, de gules, un castillo de oro; segundo, de plata, una cruz flordelisa-
da vacía, de sable. Ambos rodeados por una bordura componada de dieciséis com-
ponentes: ocho de gules con un castillo de oro, alternados con ocho de plata con una
caldera de sable43. Aunque a veces presentaban distinta combinación, las armas de
los Villegas constaban siempre de una cruz flordelisada vaciada con bordura cargada
de castillos y/o calderas44.
Los orígenes de esta familia parecen encontrarse en territorio cántabro, en con-
creto en el llamado valle de Toranzo45. A mediados del siglo XIV se habían expandi-
do enormemente y habían adquirido un notable poder en el ámbito castellano de la
mano de algunos de sus parientes más ilustres entre los que destaca Pedro Ruiz de
Villegas, que llegó a ser Adelantado mayor de Castilla y Merino Mayor de Burgos
durante el reinado de Alfonso XI46. Poseían, así, numerosos señoríos de behetría en
regiones burgalesas entre los que cabe destacar -además de la propia Villegas-, las
42
OÑATE GÓMEZ, F. - Partido Judicial…, p. 134.
43
Ibíd., p. 135.
44
GONZÁLEZ ECHEGARAY, Mª del Carmen – Escudos de Cantabria. Santander: Institución Cultural de Can-
tabria, 1976, t. III.
45
SÁNCHEZ DE LEÓN COTONER, Antonio - La casa de Villegas y el privilegio de los halcones de la costa del
Cantábrico. Anales del cincuentenario II. Madrid: Elece Industria Gráfica. Vol. II (2005-2006), p. 227.
46
Ibíd., p. 229.
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CRISTINA TUIMIL FERNÁNDEZ
ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
villas de Carabeo, Pedrosa del Páramo o Villadiego, por estar ubicadas todas ellas
en las inmediaciones de Sasamón47. Villegas limita al sur con Sasamón, por lo que
en este intento de conexión no sólo hay que tener en cuenta la identidad de las armas
sino también la afinidad geográfica. No existen, desgraciadamente, demasiados
datos acerca de la presencia de los Villegas en Sasamón durante la Edad Media, sin
embargo, sí parece existir constancia de la existencia de una rama de la casa y solar
de los Villegas en la villa de Sasamón durante la Edad Moderna, de la que todavía se
conserva la casa solariega llamada de los Villegas de Sasamón48. Aunque no tenían,
como había demostrado el Becerro, ningún derecho sobre Sasamón, la presencia de
los Villegas en la villa queda demostrada a través de la heráldica.
Cruces, calderas y castillos. Si bien no es posible establecer por el momento
ningún tipo de vinculación, parece innegable que estas armas guardan algún tipo de
relación con las del linaje Sasamón. Quizá estas no sean sino una variación de las de
la familia Villegas, en la que podría encontrarse su verdadera cuna.
Sea como fuere, las raíces de la familia Sasamón permanecen todavía bajo tierra.
Aunque las posibles filiaciones que aquí he intentado apuntar no son más que hipó-
tesis aún por demostrar, confío en que algún día sea capaz de encontrar las armas
necesarias para desenterrar el verdadero origen de este linaje, cuya memoria merece
ser recuperada.
Con este trabajo espero haber sido capaz de poner de manifiesto su verdadera
importancia y, al tiempo, la importancia que sus armas han tenido a la hora de poder
fechar el claustro que aloja sus sepulcros. Los viejos escudos empolvados lograron
iluminar un conjunto arquitectónico que había estado sumido en la oscuridad duran-
te siglos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Testamentos de Martín Ibáñez (testamento con fecha 30/07/1333. ACB, vol. 48,
fol. 319) y Juan Rodríguez (testamento con fecha 08/03/1354. ACB, vol. 18, fol.
507). Archivo Catedralicio de Burgos.
47
Véase “Villegas” en el índice de MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo - Libro Becerro…, v.p.
48
En ella se encuentra el escudo descrito anteriormente. OÑATE GÓMEZ, F. - Partido Judicial…, p. 130.
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
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ANEXO FOTOGRÁFICO
Fig. 1. Santa María de Sasamón (Burgos). Planta. Extraída de OROÑO DÍAZ, Andrés y LÓPEZ
MIGUEL, Miguel A. - Santa María la Real de Sasamón (Burgos): estudio técnico, p. 18.
Fig. 2. Santa María de Sasamón. Lauda sepulcral de Hernando Alfonso de Sasamón. Siglo XIV.
Fotografía de la autora.
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Fig. 3. Santa María de Sasamón. Claustro. Detalle de un arcosolio que alberga en su frente los
escudos de la familia Sasamón. Fotografía de la autora.
Fig. 4. Santa María de Sasamón. Claustro. Detalle de los escudos de la familia Sasamón que decoran
el frente de un arcosolio. Fotografía de la autora.
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Fig. 5. Santa María de Sasamón. Claustro. Lauda sepulcral de Pedro González de Sasamón.
Siglo XIV. Fotografía de la autora.
Fig. 6. Santa María de Sasamón. Claustro. Lauda sepulcral ¿de Pedro González? Año 1333.
Fotografía de la autora.
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Fig. 7. Santa María de Sasamón. Claustro. Detalle de los escudos que decoran el frente de un
arcosolio con la brisura de las armas del linaje Sasamón. Fotografía de la autora.
Fig. 8. Sello con las armas de ¿Juan González de Roa? Año 1269. Reproducción extraída de
SALAZAR Y CASTRO, Luis - Pruebas de la historia de la casa de Lara, p. 632.
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ARMAS ELOCUENTES: LA RECUPERACIÓN DE UN LINAJE OLVIDADO A TRAVÉS DE SU REPRESENTACIÓN HERÁLDICA
Fig. 9. Villa de Sasamón. Fachada de una casa solariega. Escudo de la familia Villegas.
Fotografía de la autora.
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Época Moderna
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL.
ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
Universidad de Alicante.
ramon.baldaqui@ua.es
orcid.org/0000-0002-3458-9058
Abstract: Analysis about different changes in Arms in four Valencian cities and
boroughs during the Baroque period, as a consequence of the mentality in that time.
1
GONZÁLEZ, Julio, “Los sellos concejiles de España en la Edad Media”, tirada aparte de la revista Hispania,
XX (1945), pp. 37-38. En estas páginas se ocupa el autor de los sellos de tipo heráldico. Sin embargo, en el mismo
lugar, pp. 36 y 37 y hablando de los sellos hagiográficos, se ocupa de las representaciones de los de Sevilla y Cádiz,
que coinciden con el escudo de ambas ciudades. Los ejemplos en este sentido podrían multiplicarse.
2
MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS,Faustino: Los emblemas heráldicos. Una interpretación histórica.
Madrid, 1993, p. 72 y notas 11 a 13.
81
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
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RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
árboles genealógicos más o menos fantásticos, en los que los falsarios autores de
los cronicones espúreos que entonces se difundieron hallaron amplio campo para
actuar10. Por otra parte, el cultivo de la historia local conoce una amplia floración de
trabajos de desigual valor que, con frecuencia, se tornan en escritos celebrativos del
lugar del que hablan y de las élites que lo gobiernan, que son las que con frecuencia
patrocinan la publicación11
Es en este contexto que hemos de situar una serie de cambios que se operan
en las armerías locales de la ciudad de Alicante y la villa de Elche a lo largo del
siglo XVII. Comenzaremos por esta última. Pero antes y para contextualizar nuestra
exposición, hemos de indicar que en la época y por causa del absoluto predominio
que para el estudio de la Antigüedad se concedía a las fuentes literarias, la Epigrafía
y la Numismática, la ubicación de la antigua colonia romana de Illici, que había sido
la ciudad más importante de la época romana en el sur del Reino de Valencia y más
adelante sede episcopal en época paleocristiana y visigoda, era incierta y los estu-
diosos no se decidían entre las ciudades de Alicante y Elche, que por esta causa se
disputaban la gloria de ser sus sucesoras12.
El escudo bajomedieval de la ciudad de Elche llevaba una fortaleza constituída
por dos torres almenadas de desigual altura, unidas por un fragmento de muralla que
presentaba una puerta en arco de medio punto o bién, en ejemplos tardíos, tres puer-
tas. La disposición de las torres varia, siendo a veces más alta la del costado siniestro,
como puede verse en la cruz de término del camino de Alicante, erigida hacia 1400,
en un sello de 1458 publicado por Antonio de la Torre (en la que se le añaden mata-
canes), en el estampado en la campana del Consell de 1572 o en un sello de 1628,
publicado por Cabanes y Baldaquí13; en ocasiones, en cambio, lo es la del diestro,
10
GODOY ALCÁNTARA, José: Historia crítica de los falsos cronicones. Madrid, 1868, pp. 214-216, 282-284.
11
En este sentido fue el concejo de Murcia quien encargó al humanista Francisco Cascales sus Discursos históricos
(vid. MAS GALVAÑ, Cayetano: “Aproximación a un hombre del Barroco. Notas en torno a Francisco Cascales”,
en Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, 3 (1983), p. 197). También nosotros mismos
señalamos el patronazgo de la ciudad de Valencia en la publicación de obras históricas o jurídicas de tema local:
vid. BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon, “Introducción” en Furs nous del regne de Valencia e capitols ordenades
per lo rey don Fernando II en la Cort general de Oriola XXXI de juliol de Any de la natiuitat de nostre senyor ...
M.cccc.lxxxvIII. Valencia, 1493. Ed. facsímil, Valencia, 1993, p. 15.
12
Sobre esta cuestión, que aún coleaba a fines del siglo XIX, vid. IBARRA MANZONI, Aureliano: llici. Su situa-
ción y antigüedades. Alicante, 1879, quien dedica enteramente el capítulo V (pp.55 a 131) a dilucidar esta cuestión,
con abundantes citas. La relación de fuentes que hablan de Illici y de los estudiosos que se habían ocupado de la
colonia hasta su época puede verse con mayor amplitud en MAYANS Y SISCAR, Juan Antonio: Ilici, hoi la villa
de Elche, ilustrada con varios discursos. Valencia, 1771, quien, a pesar de situar la colonia Illici en el solar de la
actual ciudad y no en el paraje de La Alcudia, dejó prácticamente zanjada la cuestión en el campo de la erudición.
13
TORRE Y DEL CERRO, Antonio de la: La colección sigilográfica del archivo de la catedral de Valencia. Valen-
cia, s/a (circa 1925), p. 99. CABANES CATALÁ, María Luisa y BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon: Catálogo
de sellos del archivo histórico municipal de Elche. Alicante, 1995, pp. 80-81, número 50. La cruz, actualmente,
en el Museo Arqueológico y de Historia de Elche, la campana, in situ. No obstante, este escudo habría que datarlo
con posterioridad a la incorporación de Elche al Reino de Valencia, puesto que el sello más antiguo que se conoce,
datable durante el tiempo en que la villa formó parte del apanage creado por Fernando III para su hijo don Manuel,
presenta una torre flanqueada por las armas del infante (un león a diestra y una mano alada a siniestra): CABA-
NES CATALÁ, María Luisa, y MARSILLA DE PASCUAL, Francisco Reyes: “Un sello medieval desconocido de
83
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
como parece que era la que podía verse en la cruz de término del camino de Orihuela,
hecha hacia 1348 y renovada en 1472, y en una información testifical de 164814.
No obstante, a partir del siglo XVII se opera sobre estas armas originales una
notable modificación: el campo del escudo queda fijado desde entonces en forma
ovalada, propia de las modas heráldicas de la época , cortado, ocupando el primer
cuartel las armas de origen medieval, mientras que en el segundo se situa un ara
romana cargada con la inscripció SAL·/AVG· en dos líneas, flanqueada por las
letras C· I· puestas en palo a diestra y I· A· a siniestra, igualmente en palo. Al escu-
do así configurado se le añade una bordura cargada con la inscripción COLONIA
IMMVNIS ILLICE AVGVSTA y encima, a modo de timbre, una figura femenina
vestida a la romana con una palma en la mano derecha y una divisa con la ins-
cripción ILLICE VICTRIX. Este escudo resulta de añadir al blasón medieval los
motivos e inscripciones que figuran en las dos monedas de época romana que el
arzobispo de Tarragona Antonio Agustín atribuyó a la colonia Illice en sus Diálogos
de las medallas, publicados póstumamente en 1587.
Este escudo lo vemos por vez primera en la portada del original autógrafo de la
obra del historiador local Cristóbal Sanz titulada Recopilación en que se da qüenta
de las cosas ancí antiguas como modernas de la ínclita villa de Elche15, datado en
1621. El siguiente testimonio conservado del nuevo escudo de Elche (si obviamos
una alusión datable en 1625 sin representación gráfica) es una pintura hecha para
la sala de la villa la que, según una inscripción al pie, “se bolvió a delinear año
1683”, en la que figuran en las esquinas del cuadro el anverso y reverso de las dos
monedas romanas estudiadas por el arzobispo Agustín16. Desde entonces las armas
de Elche se generalizaron en esta forma y así figuran en los casilicios del puente que
se comenzó a construír en 1705 para salvar el río Vinalopó y en el arranque de la
escalera que se acordó construír en 1719 en la torre del ayuntamiento.
De modo que todo indica que la nueva forma del escudo debió componerse
en el primer cuarto del siglo XVII, llegando a ser utilizado por la villa de forma
Elche”, en Estudios en memoria del profesor Dr. Carlos Sáez. Alcalá de Henares, 2007, pp. 157-166.
14
IBARRA MANZONI, Aureliano, op. cit, pp. 286 y 288. En opinión de Ibarra, repetida por autores posteriores,
esta fortaleza ha de identificarse con la conocida por La Calaforra, antigua puerta y parte principal de las defensas
del Elche medieval, que actualment aún se conserva en buen estado, aunque solamente la torre mayor modificada
por restauraciones decimonónicas y por el derrumbre parcial que sufrió a consecuencia del terremoto de 1829. La
cruz se conserva igualmente en el museo citado en la nota anterior, pero ha perdido la parte inferior, en la que figu-
raba el escudo. VIRAVENS PASTOR, Rafael, Crónica de la muy ilustre y siempre fiel ciudad de Alicante. Alicante,
1876, p. 9, cita la información de 1648, si bien da el documento que la contenía por perdido.
15
SANZ, Cristóbal Recopilación en que se da qüenta de las cosas ancí antiguas como modernas de la ínclita villa
de Elche. Ed. facsímil del manuscrito. Elche, 2000. Esta obra fue publicada por primera vez con el título Excelen-
cias de la villa de Elche en 1954 por la librería Atenea de Elche, con prólogo de Juan Gómez Brufal.
16
El cuadro se conserva in situ en el actualmente llamado “salón de sesiones”. Pedro Ibarra, hermano de Aureliano
y notable archivero e historiador de su villa natal publicó una transcripción del Consueta o guión de la fiesta asun-
cionista o Misteri que se celebra en la ciudad todos los años, copiada en 1625 por Gaspar Soler Chacón, manuscrito
actualmente perdido, en la que se contendría la segunda descripción más antigua del escudo en esta nueva forma, a
la que hemos aludido más arriba.
84
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
oficial a partir de una data indeterminada entre la segunda mitad del Seiscientos
y los primeros años del XVIII. Por otra parte, las referencias eruditas que en él se
encuentran delatan su origen entre los elementos cultivados de la villa y muestran
a las claras su intencionalidad polémica de reivindicar para Elche la gloria de
sucesora de la antigua colonia Illici frente a las aspiraciones de Alicante, mate-
ria ésta a la que se dedica buena parte del capítulo primero de la obra citada de
Cristóbal Sanz17.
Por lo que toca al escudo heráldico de la ciudad de Alicante, la representación
más antigua que conocemos actualmente con data cierta la encontramos en un sello
estampado el 16 de marzo de 145618, que representa un recinto murado de sillería
con tres torres, almenas en punta de diamante, puerta en arco de medio punto y
en cuya parte interior pueden apreciarse otras tres torres con ventanas, la central
ligeramente más alta, el todo sobre cuatro órdenes de ondas y en la parte superior
un escusón apuntado y timbrado de corona de cuatro florones con las armas reales
(en este caso, tres palos). Por orden cronológico la siguiente representación, data-
da por el cronista Figueras Pacheco a fines del siglo XV o principios del XVI19, la
encontramos en una de las claves de la bóveda gótica del presbiterio de la iglesia
de Santa Maria, en talla de madera: inscrito en un losanje encontramos un castillo
gótico sobre tres órdenes de ondas, sin escusón (que no cabe en el campo) ni timbre.
De modo que los elementos que integran las representaciones heráldicas alicantinas
más antiguas conocidas son un castillo o ciudad sobre ondas –en representación de
la ubicación litoral de la ciudad- y ocasionalmente con un escusón palado y timbra-
do en jefe, que denotaba su pertenencia al brazo real.
No conservamos otras representaciones del escudo y sello de Alicante datables
en el siglo XVI, si bien las descripciones que conocemos nos llevan a pensar que
estaban constituidas por los elementos descritos anteriormente20. Por otra parte,
17
SANZ, Cristóbal: Excelencias de la villa de Elche, cap. I, especialmente pp. 23-25 y 28-30. Es posible, en nuestra
opinión, que fuera el propio Sanz el autor del nuevo escudo, tomando los datos no directamente de Antonio Agustín,
sino de Gaspar Escolano, que cita cuanto dice Agustín sobre las monedas de Illice. También lo cree FIGUERAS
PACHECO, Francisco: El nuevo escudo de la ciudad de Alicante. Valencia, 1944, p. 105, aunque sin argumentar.
El escudo fue nuevamente modificado hacia 1908, por iniciativa de Pedro Ibarra, para rectificar ciertos errores que,
desde el punto de vista histórico, contenía.
18
CABANES CATALÁ, María Luisa y BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon: “Los sellos municipales valencianos
del siglo XV”, en 1490: en el umbral de la modernidad. El Mediterráneo europeo y las ciudades en el tránsito de
los siglos XV-XVI. Valencia, 1994, I, p. 291 y fotografía 1.
19
FIGUERAS PACHECO, Francisco: El nuevo escudo de la ciudad de Alicante, p. 58, nota 13 y lám. I Eso por
considerarlo posterior al incendio de la iglesia de Santa Maria ocurrido el 31 de agosto de 1484. Los trabajos de
restauración llevados en la iglesia citada hace algunos años retrasaron la data de la reconstrucción hasta los inicios
del siglo XVI, a partir del análisis de los materiales constructivos.
20
Las referencias de que nos hemos valido son las que ofrece Aureliano Ibarra a partir del manuscrito inédito (en
curso de publicación por la Dra. Dª Susana Llorens Ortuño, directora del archivo de la ciudad) de Jaime Bendicho
Fragmentos nuevos de los linajes viejos y nuevos de la ciudad de Alicante, datable hacia 1650 y conservado en
el archivo municipal de Alicante, en el que este autor describe los que se pusieron en las murallas de Alicante en
tiempo del virrey duque de Calabria (IBARRA MANZONI, Aureliano: Illici. Su situación y antigüedades, p. 306).
Así mismo, de 1604, conocemos un sello que, a lo que parece, encontró en el Archivo de la Corona de Aragón el
85
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
resulta muy probable que hacia esta época o los principios del siglo XVII la heráldi-
ca de la ciudad de Alicante evolucionara en sentido paisajístico, integrando en este
primitivo núcleo la representación del monte Benacantil –sobre el que se encuentra
el castillo de la ciudad y su núcleo más antiguo, la Vilavella- como una peña carga-
da con el rostro de un hombre, tal como lo muestra la vista de la ciudad que incluye
en su obra el cronista Martín de Viciana en el folio CLXVI verso de su Libro terce-
ro de la chrónyca de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reyno21. Así
mismo se añadiría en orla el collar de la orden del Toisón, supuestamente concesión
de Carlos I en 1524, de la que no se conserva testimonio documental pero cuyo uso
es constante en las representaciones heráldicas alicantinas desde mediados del siglo
XVII. De este modo, la Chrónica de la muy ilustre, noble y leal ciudad de Alicante
del deán Vicente Bendicho, la que en esta parte hay que datar hacia 1640, describe
así el escudo:
“Encima de la portada de esta principal casa de la ciudad y entre dos de sus ventanas ay un
escudo de armas labrado de relieve sobre mármol, que son un escudo de un campo y en medio
de él un castillo sobre rocas y olas de mar, el castillo ha de ser de oro y en el campo colorado
peñas pardas, olas blancas y azules; debajo de la portada de este castillo está asentada una
cabeza de hombre sobre quien está fundado el castillo. Lleva este castillo la puerta cerrada, a
diferencia de las más villas y ciudades del Reyno que tienen castillo por armas que la llevan
abierta, honrándose aquesta ciudad de título que le dieron sus reyes de puerta y llave de sus
reynos, concediéndole estas armas por propias para sus sellos, timbres y pendones, como
assí lo mandó el señor rey don Alfonso X con sus palabras de su real privilegio, dado en
Sevilla a 15 de octubre del año 1252: «mando y atorgo al consejo de Alicante que aya sello
conocido común e seña a que guarden por sus apellidos e para sus ayuntamientos y para sus
cavalgaduras, e póngansele en mano de juez y, después, el sello de la villa e las claus tenga
siempre el juez».
“Esta seña que el rey dice es el pendón en quien están las armas de la ciudad y lleva el justicia
en tiempos de paz y guerra, como alférez real. Sobre la tarja del escudo se forma otra tarja de
escudo menor, en quien están las armas reales de Aragón de sus colores, aunque aquí como las
demás de mármol blanco. Adornan los escudos de estas armas las cadenas Austrial de Tuisón
por orla, con el Tuisón de oro pendiente, y por timbre y remate un coronel abierto, en la forma
que los señores de título lo llevan en sus escudos y armas, significando en esto el título de
Ciudad y la igualdad y paridad con las grandes y otras excelencias de que goza. Ha usado la
Ciudad de aqueste sello y armas contínuamente desde el año de su restauración, sin mudarlas
en cosa alguna, concedidas por el rey don Alfonso X y aprovadas por sus successores y es en
esta forma que va aquí pintado”22.
señor Ricardo Garcia Moya y del cual dio una noticia en el diario Información de Alicante el 16 de septiembre de
1990. De su descripción, bastante confusa, parece deducirse que estaba constituído por los mismos elementos que
los anteriormente descritos para el sello medieval.
VICIANA, Rafael Martí: Libro tercero de la chrónyca de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reyno.
21
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
A este escudo se añadió en 1648 y por obra de Jaime Bendicho, según la cita-
da Chrónica, las letras C I I A puestas en dos palos a ambos lados del castillo,
tomadas de las monedas acuñadas en Illici, con el fin de relacionar la ciudad de
Alicante con la antigua colonia, la cual, como hemos visto, algunos autores situa-
ban en Alicante23. Leyenda que tomaría la forma desarrollada ILICEN AVGVSTA
COLONIA IMMVNIS que encontramos en un sello de la ciudad que valida un
documento de 18 de enero de 168424, rodeando la representación heráldica. No
obstante, la forma más regular de incluír en el escudo de la ciudad el testimonio de
su pretendida vinculación con la colonia Illici fue situar sobre el campo las letras
citadas. Su disposición puede variar, siendo la más antigua y frecuente la que pone
a diestra en palo las letra I A y a siniestra también en palo C I, en posición espe-
cular respecto de su lógica ubicación, con probabilidad por haberse desarrollado
la leyenda en la forma que muestra el sello de 1684 citado (aunque se encuen-
tra alguna representación que invierte este orden) pero sin que las explicaciones
dadas por los cronistas locales a este hecho resulten enteramente satisfactorias25.
Aparentemente perdido el lienzo de San Cristóbal en que se habría plasmado esta
novedad por vez primera, la más antigua representación del escudo de la ciudad
en esta forma es la que encontramos en el folio 145 (antiguo 155) del manuscrito
inédito de Jaime Bendicho Fragmentos nuevos de los linajes viejos y nuevos de la
ciudad de Alicante26, datable hacia 1650. Esta adición al escudo tomó enseguida
valor de oficialidad, quizá por haberse puesto en un lienzo destinado al municipio,
y así se encuentra ya en el sello citado, en el escudo que campea en la fachada
de la llamada “Casa de la Asegurada” (actual Museo de Arte Contemporáneo de
por el consistorio al calígrafo Pedro Paredes hacia 1775, por lo que las ilustraciones que presenta, incluído el escudo
de la ciudad, hay que datarlas en esa fecha.
23
BENDICHO, Vicente: Chrónica de la muy ilustre, noble y leal ciudad de Alicante, III, p. 45: “…y assí con gran
acuerdo Jayme Bendicho, hermano del autor, mandó poner aquel escudo de armas el año 1648 el pie del quadro
de San Christóval que se puso allí en hacimiento del gracias de la peste que el santo libró a esta ciudad y en su día
no murió ninguno.” La cita va en contexto polémico, defendiendo la ubicación de “Yllisen” en Alicante y habiendo
citado previamente el“escrito de sus armas” (sic: las letras del escudo).
24
CABANES CATALÁ, María Luisa y BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon: Catálogo de sellos del archivo histó-
rico municipal de Elche, p. 79, nº 47.
25
Cfr. VIRAVENS PASTOR, Rafael: Crónica de la muy ilustre y siempre fiel ciudad de Alicante. Alicante, 1876,
pp 28-29.
26
Archivo Municipal de Alicante, manuscritos, número 12. Como ya hemos indicado, el manuscrito está en proceso
de estudio por la archivera, Dra. Dª Susana Llorens Ortuño, que nos ha facilitado gentilmente fotografía del folio
y del escudo citados. Esta representación del escudo es también la más antigua que conocemos en la que el castillo
aparece sobre peñas cargadas con un rostro humano, en representación del monte Benacantil.En el resumen de la
obra que publicó José Martínez Aloy se describe bajo el número 190: “Castillo de plata sostenido de rocas bañadas
del mar y cargadas de una cabeza de hombre; superado de un escudete con las armas de Aragón y acompañado de
la divisa “Colonia victrix et immunis Illici augusta”, en campo de gules”. Cfr. MARTÍNEZ ALOY, José: Blasones
de los linajes viejos y nuevos de la ciudad de Alicante y de varios títulos, villas y ciudades de España, recopilados
por Jaime Bendicho. Publícalos ordenados y corregidos, con grabados intercalados en el texto, José Martínez Aloy.
Valencia, 1890, p. 24. Esta publicación, como anuncia su título, es un resumen de la obra de Bendicho, sin que
sepamos exactamente si, aparte del resumir y ordenar por figuras heráldicas, el autor tuvo otra intervención, como
parece indicar el título.
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
Alicante), construída por la ciudad para pósito y finalizada en 1685, según inscrip-
ción que acompaña al escudo, y en otras muchas representaciones en documentos
y edificios municipales hasta mediados del siglo XX27.
La causa de los cambios introducidos de forma prácticamente contemporánea en
la heráldica de ambas ciudades vecinas es, a nuestro juicio, el deseo de emulación.
Si un linaje es tanto más noble cuanto más antiguo y más ilustres son sus antepasa-
dos, también una ciudad es tanto más noble cuanto más antiguas e ilustres son sus
raíces. De este modo, la vanidad nacional, que estuvo en la raíz de la aceptación
y difusión general, en esta misma época, de los falsos cronicones28, junto con un
concepto de la Historia en el que el discurso político prima sobre el análisis crítico29
llevan a que una y otra ciudad, deseosas de vestirse con el lustre de sucesoras de la
antigua colonia Illici, modifiquen sus representaciones heráldicas para arrogarse el
honor de ser “descendientes” de la colonia, al modo en que los linajes plasmaban
en sus escudos sus ilustres enlaces. Paladinamente lo dirá el propio deán Vicente
Bendicho:
“ Parecióle [a su hermano Jaime Bendicho]…que hallava mucho que poder decir de su patria
Alicante, de su antigüedad, que es parte de su nobleza, que como la cenectud (sic) y canas en
el hombre muestran y arguyen su autoridad…y como la corona real que la cabeza del rey, la
tiara en la del Pontífice y el cónsul, sobre el escudo de armas, ostentan y muestran la dignidad
pontificia, o real, o la nobleza de aquél, cuyas son las armas del escudo, assí la senectud
y las canas denotan y significan dignidad en la persona que las tiene, pues lo que son las
canas y senectud en el ombre, es la antigüedad en las ciudades. Como a sagrada la estimavan
los antiguos españoles. Muchos pueblos suyos la tuvieron por diosa, altares le erigieron y
27
Así por ejemplo en la fachada del actual ayuntamiento, obra de medidados del siglo XVIII, o en las iglesias de la
ciudad, singularmente en la placa del mármol que conmemora el patronazgo de la ciudad sobre el monasterio de la
Santa Verónica en el presbiterio de su iglesia, donde se conserva el lienzo de la Santa Faz, o también en la patente
de sanidad grabada hacia 1700, conservada en el Museo de Bellas Artes de la Diputación de Alicante y estudiada
por el autor de estas líneas (BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon: “Patente de sanidad del puerto de Alicante”, ficha
124 del catálogo de la exposición La luz de las imágenes. La Faz de la Eternidad”. Valencia, 2006, pp. 398-401)
o en la bandera bordada en seda sobre tisú de plata en 1789 para la proclamación de Carlos IV, conservada en una
vitrina a la entrada del salón azul del ayuntamiento alicantino. También describe el escudo en esta forma, aunque
sin representación gráfica, el conde de Lumiares a fines del siglo XVIII: vid. VALCÁRCEL PIO DE SABOYA,
Antonio: Carta crítica de don Álvaro Gil de la Sierpe al autor de la obra intitulada Atlante Español. Valencia,
1787, pp. 132-133. Abundante aparato gráfico en FIGUERAS PACHECO, Francisco: El nuevo escudo de la ciudad
de Alicante, passim, y ORTIZ CASTRILLO, Félix: El escudo heráldico de la ciudad de Alicante. Alicante, 1990,
passim. También ha variado la interpretación dada a las letras la cual, desde la época de Juan Bautista Maltés y
Lorenzo López S.I., autores de la crónica significativamente titulada Ilice ilustrada. Historia de la muy noble, leal
y fidelísima ciudad de Alicante (finalizada hacia mediados del siglo XVIII) fue interpretada como «Colonia Ivlia
Illice Alone», fundándose en la inscripción de una moneda batida en Illici que se quiso interpretar como alusiva
a una pretendida confederaciónde las colonias Illici y Alona, con la finalidad de asociar los orígenes de la ciudad
también con esta última, que algunos autores situaban en la zona del llamado Illicitanus Sinus. Cfr. MALTÉS, Juan
Bautista: Ilice ilustrada. Historia de la muy noble, leal y fidelísima ciudad de Alicante. Alicante, 1991, pp. 62 y 84.
28
Así lo dice paladinamente GODOY ALCÁNTARA, José: Historia crítica de los falsos cronicones, p. 155.
29
MAS GALVAÑ, Cayetano: “Introducción”, en BENDICHO, Vicente: Chrónica de la muy ilustre, noble y leal
ciudad de Alicante, III3, p. 914-15. Del mismo autor, “Aproximación a un hombre del Barroco. Notas en torno a
Francisco Cascales”, p. 203.
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
ofrecieron inciensos. Y assí quan más antigua es una ciudad en su fundación es más estimada
y digna de mayores encomios, por ser esa la mayor parte de su nobleza”30
VIII.
32
MAS GALVAÑ, Cayetano: “Introducción”, en BENDICHO, Vicente: Chrónica de la muy ilustre, noble y leal
ciudad de Alicante, III3, p. 935, nota 2. Y el propio BENDICHO, op. cit., p. 14, en donde afirma que su hermano
y sus antepasados habían estado vinculados a la clase de ciudadanos de mano mayor. Gómez Brufal, en cambio,
afirma que Sanz era caballero y emparentado con la nobleza local.
33
Cfr. PARDO DE GUEVARA Y VALDÉS, Eduardo: Manual de heráldica española. Madrid, 1987, pp. 70-72, si
bien aparece evidente en los tratados de la época, como los de Aldazábal o Garma. Como muestra de lo dicho valga
la interpretación de Bendicho sobre el significado de la forma del castillo “cerrado” en el escudo de Alicante, en el
texto citado arriba, o la interpretación del significado de las alas en el escudo de Alcoy de que nos ocupamos más
abajo.
34
En este sentido, Ángela Atienza señala cómo la fundación de conventos en ciudades y pueblos se vio favorecida
por considerarlos un elemento de prestigio para la villa y por ser también elemento de prestigio y poder para las
élites locales: vid. ATIENZA, Ángela: Tiempo de conventos. Una historia social de las fundaciones en la España
moderna. Madrid, 2008, pp. 387-400.
35
ATIENZA, Ángela, op. cit., pp. 388-387, citando a CUTILLAS BERNAL, Enrique: El monasterio de la Santa
Faz. El patronato de la ciudad. Alicante, 1996. Este autor, en sus libros dedicados a este monasterio, ha señalado
cómo las élites de la ciudad terminaron apropiándose del culto de la santa reliquia de la Faz de Cristo, desplazando,
por ejemplo, a las clases humildes de los lugares preferentes que en otro tiempo habían ocupado en las procesiones
y terminando por monopolizar su fiesta.
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
mártires por toda la geografía de España, la que además obligaron a recorrer entera
a Santiago y sus supuestos discípulos. Veamos algunas de estas tardías inclusiones.
El primer ejemplo que veremos es el de Alcoy. El primer sello que conocemos
de esta población, del año 1411 lleva simplemente un castillo y armas de difícil
identificación, que creemos reales dimidiadas (quizá las del conde de Luna, que por
entonces era señor de la población). Pero ya en 1449 se nos muestra en el sello de la
villa el germen del que va a ser su escudo: representa este sello una ciudad sobre un
semicírculo de peñas -adaptación a la forma redonda y alusión a las que rodean a la
ciudad.- surmontada de dos pequeñas alas, conjugando de este modo la representa-
ción topográfica y la parlante: las alas36. Tras pasar definitivamente la villa al patri-
monio real en 1447 se le añadiría el escusón coronado con las armas reales y más
adelante, pero no antes de fines del siglo XVI, la cruz de San Jorge. Esto según el
historiador local Josep Tormo Colomina, quien ha estudiado detenidamente el tema
con abundancia de documentos37. Según este autor, el monumento más antiguo que
la contiene (aunque se trata de una cruz latina y no de brazos iguales) es el escudo
puesto al frente de la Casa de les Corts o antiguo ayuntamiento, terminada en 1584,
aunque en nuestra opinión los caracteres estilísticos de esta pieza aconsejarían retra-
sar en bastantes años esa data.
Por esto creemos que la primera aparición de la cruz de San Jorge –ahora sí una
cruz griega- en el escudo de Alcoy datable con seguridad sería en la portada grabada
de la obra de Vicente Carbonell Célebre centuria, editada en Valencia en 167238.
Esta obra es una relación de las fiestas celebradas con motivo del centenario del
milagroso hallazgo del Santísimo Sacramento, objeto de un robo sacrílego en 1568,
en la cual además se incluye una relación de hijos ilustres de la villa, el relato de la
milagrosa aparición de san Jorge con motivo de la rebelión mudéjar de 1276 – que
dio lugar a su patronazgo sobre ella- y de los terremotos de 2 de diciembre de 1620
y 6 de enero siguiente, causa del voto hecho por la ciudad a san Mauro. Así mismo
el grabado de la portada, un altar en el que san Jorge y san Mauro,el primero armado
como caballero y con el dragón a sus pies y el segundo con la palma del martirio y
36
CABANES CATALÁ, María Luisa y BALDAQUÍ ESCANDELL, Ramon, “Los sellos municipales valencianos
del siglo XV”, p. 291. En el siglo XVIII se forjó una leyenda que atribuyó la presencia de estas alas y de las armas
reales en el escudo a la celeridad con que los alcoyanos auxiliaron a Jaime I en el sitio de Jijona. Cfr. Rogelio
SANCHIS LLORENS, Rogelio: Memorias sobre antigüedades del Alcoy. Alcoy, 1986, p. 52, recogiendo la noticia
de un manuscrito atribuido al Padre Picher. Sobre el hecho, sucedido realmente en época de Pedro IV, vid. DIAGO,
Francisco: Apuntamientos recogidos por Fr. Francisco Diago, para continuar los anales del reyno de Valencia
desde el Rey Pedro III hasta Felipe II. Valencia, 1936-1946, I, pp. 171-173. A Diago se atribuye falsamente, en
alguna ocasión, el origen de esta leyenda.
37
TORMO COLOMINA, Josep, La bandera gran de Sant Jordi. L’estendard de la ciutat d’Alcoi i l’escut heràldic
municipal a través de la Història. Alcoy, 2012, pp. 54-58. A pesar de que disentimos de este estudioso en el punto
que luego citamos, es necesario resaltar que sus juicios son siempre ponderados y bien documentados y fundamen-
tados y en consecuencia siempre es necesario tenerlos en cuenta.
38
Citamos por la edición facsímil: Alicante, 1976. Analizamos la portada someramente en BALDAQUÍ ESCAN-
DELL, Ramon: “Célebre centuria que consagró la ilustre y real villa de Alcoy a honor y culto del soberano Sacra-
mento del Altar”, ficha 143 del catálogo de la exposición La luz de las imágenes. La Faz de la Eternidad. Valencia,
2006, pp. 440-441
90
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
primero, un nimbo ya en el siglo XV, a partir del siglo XVII una corona y ya desde principios del XVIII una espada.
Vid. GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Julio: “Los sellos concejiles de España en la Edad Media”, pp. 33, 50, años 1270 y
1458.. TORRE Y DEL CERRO, Antonio de la: “La colección sigilográfica del archivo de la catedral de Valencia”,
pp. 100-101, año 1458. GALIANO PÉREZ, Antonio Luis: “Herodii domus dux est eorum. Semper prevaluit ensis
vester”, en Revista de investigación y ensayos del Instituto de Estudios Alicantinos, II época, nº 34 (septiembre-
diciembre 1981), pp. 39-62, con abundante aparato gráfico.
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
1.- Sello de Elche en 1458. Tomado de Antonio de la Torre y del Cerro La colección sigilográfica del
archivo de la catedral de Valencia. Valencia, sd., p. 99
2.- Escudo de Elche en la portada del manuscrito Recopilación en que se da qüenta de las cosas ancí
antiguas como modernas de la ínclita villa de Elche de Cristóbal Sanz 1621 Ed. facsímil: Elche, 2000
94
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
3.- Sello de Alicante en 1458 Tomado de María Luisa Cabanes y Ramon Baldaquí
Los sellos municipales valencianos del siglo XV, pp. 291 y 293-294 y fotografía 1.
4.- Escudo de Alicante. Clave de bóveda en el presbiterio de la iglesia de Santa Maria. Fines del siglo
XV o principios del XVI. Tomado de Francisco Figueras Pacheco, El nuevo escudo de la ciudad de
Alicante. Valencia, 1944, lám. 1.
95
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
5.- Folio 145 (antes 155) del manuscrito de Jaime Bendicho Fragmentos nuevos de los linajes viejos y
nuevos de la ciudad de Alicante, c. 1650 Fotografía de la Dra. Dª Susana Llorens Ortuño.
6.- Escudo de Alicante Detalle del folio 145 del manuscrito de Jaime Bendicho.
96
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
8.- Escudo de Alcoy en la fachada de la Casa del Consell, 1584. Tomado de Josep Tormo Colomina,
La bandera gran de Sant Jordi, pp. 55 y 85.
97
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
9.- Armas de Alcoy en la portada del libro de Vicente Carbonell Célebre Centuria . Valencia, 1672.
Ed. facsímil: Alicante, 1976.
10.- Escudo de Alcoy en la estampa 2, nº 4, del libro de Bernardo Espinalt, Atlante Español ,
tomo VIII. Madrid, 1784. Ed.facsímil, Valencia, 1988.
98
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MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
11.- Sello de Segorbe en 1454. Archivo del Reino de Valencia, Sellos de placa, nº 83.
Fotografía del autor.
12.- Folio 146 (antes 156) del manuscrito de Jaime Bendicho, Fragmentos nuevos de los linajes viejos
y nuevos de la ciudad de Alicante, c. 1650. Fotografía de la Dra. Dª Susana Llorens Ortuño.
99
RAMON BALDAQUÍ-ESCANDELL
MENTALIDAD BARROCA Y HERÁLDICA LOCAL. ALGUNOS EJEMPLOS VALENCIANOS
13.- Escudo de Segorbe. Detalle del folio 146 del manuscrito de Jaime Bendicho.
14.- Escudo de Segorbe en la estampa 4 del libro de Bernardo Espinalt, Atlante Español , tomo VIII.
Madrid, 1784. Ed.facsímil, Valencia, 1988.
100
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN
UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA:
PEDRO Y JUAN PÉREZ DE LA TORRE (1694)1
1
El presente estudio se ha llevado a cabo dentro del PIE 17-056: Estrategias canónicas y anticanónicas en la docen-
cia de la Historia de la Cultura: Identidad y pedagogía ciudadana I+D HAR2015-65912: Poder, identidades e imá-
genes de ciudad: música y libros de ceremonial religioso en la España meridional (siglos XVI-XIX).
101
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
1. INTRODUCCIÓN
2
Ejemplo de ello se puede ver en el estudio de ARIAS NEVADO, Javier – El papel de los emblemas heráldicos en
las ceremonias funerarias de la Edad Media (siglos XIII-XVI). En la España Medieval, nº Extra 1, 2006, pp. 49-80,
ISBN: 84-95215-29-2.
3
VALLE PORRAS, José Manuel – La investigación sobre heráldica española, con especial atención a la Edad
Moderna. Estado de la cuestión. Revista de historiografía, nº 27 (2017), pp. 315-340, EISSN: 2445-0057, p. 315.
102
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
4
MARTÍNEZ LLORENTE, Félix – Del sello al escudo de armas: aproximación a la génesis de la heráldica institu-
cional. El Escudo de Gipuzkoa. Una aproximación a la Heráldica Institucional de los territorios de lengua vasca,
Donostia-San Sebastián, ISBN: 978-84-8419-208-4, 2010, pp. 151-166, p. 153.
5
MARTÍNEZ LLORENTE, Félix – Del sello al escudo de armas: aproximación a la génesis de la heráldica institu-
cional. El Escudo de Gipuzkoa. Una aproximación a la Heráldica Institucional de los territorios de lengua vasca,
Donostia-San Sebastián, ISBN: 978-84-8419-208-4, 2010, pp. 151-166, p. 154.
6
VALLE PORRAS, José Manuel – La investigación sobre heráldica española, con especial atención a la Edad
Moderna. Estado de la cuestión. Revista de historiografía, nº 27 (2017), pp. 315-340, EISSN: 2445-0057, p. 323.
7
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino – Panorama heráldico español. Épocas y regiones en el período
medieval. Príncipe de Viana, Año nº 68, nº 241 (2017), pp. 533-553, ISSN: 0032-8472.
8
FERNÁNDEZ GÓMEZ VOZMEDIANO, Miguel – La heráldica del poder: los emblemas de la nobleza española.
Realidad y ficción. Memoria y civilización, 20 (2017): 111-146, ISSN: 1139-0107, p. 115.
103
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
3. LA HERÁLDICA NOBILIARIA
104
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
La carta ejecutoria de hidalguía que aquí nos compete tiene las características prin-
cipales de este tipo documental. El documento que nosotros hemos utilizado se trata
de uno ejecutado en el año 1694 sobre un pleito que tuvo lugar en el año 1691 y que
está actualmente en el Archivo de la Real Chacillería de Valladolid. El documento
utilizado en nuestro caso se custodia en la Houghton Library de la Universidad de
Harvard.14 Se trata de una unidad codicológica compuesta por 91 hojas de pergamino,
encuadernadas y cosidas. La encuadernación está realizada en tapas de madera forra-
das en terciopelo marrón. El estado de conservación es buena. La carta ejecutoria de
hidalguía contiene, asimismo, un sello pendienten en piedra de 90 mm. de diámetro y
6mm. de grosor. La aposición al documento se hace a través de hilo de seda trenzado
en colores verde, amarillo y beige. Dicho sello tiene restos de un escudo de armas
totalmente ilegible y que por lo tanto no podemos analizar.
En cuanto a la encuadernación sus medidas son 315 mm. de largo por 209 mm.
de ancho y 40 mm. de grosor en su lomo. La materia sustentante de la escritura, es
decir, el pergamino utilizado tiene unas medidas de 303 mm. de largo por 210 mm.
de ancho; y, la caja de escritura mide 224 mm. de largo por 132 mm. de ancho. En
cuanto a la tipología gráfica, se trata de una humanística usual, muy clara y con
pocas abreviaturas.
En cuanto a la iluminación de la carta no es muy abundante, sin embargo, si es
sobresaliente. La primera iluminación que nos encontramos se trata de una referen-
cia al monarca, Carlos II (ver figura 1). La segunda iluminación que encontramos
en el manuscrito, y que a nosotros más nos interesa, es el escudo de la familia Pérez
de la Torre (ver figura 2). La tercera iluminación se trata de un retrato del rey Carlos
II, que se encuentra en la parte final del documento (ver figura 3). Además de estas,
también encontramos a lo largo de la ejecución de la carta una serie de letras capita-
les iniciales iluminadas (ver figuras 4, 5 y 6).
BARRIONUEVO SERRANO, Mª del Rosario – Los expedientes de Hidalguía del Archivo Municipal de Málaga.
13
Péndulo: revista de ingeniería y humanidades, nº 20 (2009), pp. 146-165, ISSN: 1132-1245, p. 148.
14
MS TYP 451, Houghton Library, Universidad de Harvard.
105
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
Figura 1
106
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
Figura 2
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LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
Figura 3
Figura 4
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LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
Figura 5
Figura 6
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LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
15
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino – El linaje y sus signos de identidad. En la España Medieval,
nº Extra 1, 2006, pp. 11-28, ISBN: 84-95215-29-2, p. 12.
16
MS TYP 451, Houghton Library, Universidad de Harvard, s.f.
17
Para la descripción hemos seguido los trabajos de GONZÁLEZ-DORIA, Fernando – Diccionario heráldico y
nobiliario de los Reinos de España, Ed. Bitacora, S.A., Madrid, 1987, ISBN: 84-86832-00-4, y CADENAS Y
VICENT, Vicente de – Fundamentos de Heráldica (Ciencia del Blasón), Hidalguía, Madrid, 1975, ISBN: 84-00-
04183-6.
110
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
Figura 7
111
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
6. CONCLUSIONES
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
112
LORENA C. BARCO CEBRIÁN
LA HERÁLDICA Y LA SIGILOGRAFÍA NOBILIARIAS EN UNA CARTA EJECUTORIA DE HIDALGUÍA INÉDITA
113
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA
NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII: UNA GENEALOGÍA DE
LA CASA DUCAL DE MONTALTO*
* Este trabajo forma parte del proyecto de investigación: “Nobilitas II- Estudios y base documental de la nobleza
del Reino de Murcia, siglos XV-XIX. Segunda fase: análisis comparativos”, financiado por la Fundación Séneca,
Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia (15300/PHC/10).
115
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
ciated with the Montalto with information on names, dates, links and battles that are
accompanied by a representation of the weapons of each of the ascendants of the
family. The manuscript was drawn up during the live of the VII Duke of Montalto,
Luis Guillén de Moncada y Aragón (1614-1672). Our analysis tries to study, on the
one hand, the genealogical literature, and on the other, the codicological characteris-
tics of the document to understand the formulation of these memories in the context
of the «genealogical fever» of the VII Duke and his «obsession» with the construc-
tion of the glorious family past of the Moncada.
INTRODUCCIÓN
116
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
HERNÁNDEZ FRANCO, Juan (dirs.), Familia, Parentesco y Linaje Murcia: Universidad de Murcia, 1997, pp. 19-29.
4
PRECIOSO IZQUIERDO, Francisco- Un problema académico: la idea de nobleza en la primera mitad del siglo
XVIII. Los discursos de Pedro Scotti y José de Abreu en la Real Academia Española, Hispanic Research Journal,
vol. 19, nº4 [2018], pp. 395-416.
5
Nobiliario. Sancho Busto de Villegas [edición y estudio a cargo de GUILLÉN BERRENDERO, José Antonio;
edición y transcripción a cargo de GONZÁLEZ FUERTES, Manuel Amador]. Murcia: Universidad de Murcia,
2014, p. 23.
6
SORIA MESA, Enrique- Genealogía y poder: invención de la memoria y ascenso social en la España Moderna,
Estudis. Revista de historia moderna, nº 30 [2004], pp. 21-56; La nobleza en la España moderna. Cambio y conti-
nuidad. Madrid: Marcial Pons, 2007, pp. 300-317.
7
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino- El linaje y sus signos de identidad, En la España Medieval, nº
1, Anejos [2006], pp. 11-28.
8
AGFCMS, leg. 4507. El título exacto y completo del manuscrito es el siguiente: Algvnas memorias de las Casas
de Moncada, Esclafana y Peralta, Russos, Aragón y Cardona que posseen los príncipes de Paternó, condes de
Calatanixeta y Adernó, Esclafana, duques de Bibona, condes de Calatabelota, duques de Montalto, condes de
Colisano y de los príncipes de Sabionara y Calvaruso, para quien uviere de escriuir la historia desta casa y sus
árboles. Para abreviar esta extensa intitulación hemos optado, como título atribuido, por Memorias de las casas de
los duques de Montalto, siguiendo un doble criterio. Por un lado, reconocer en el título el fondo al que pertenece el
volumen en el archivo que lo conserva; y por otro, resaltar el título de duque de Montalto, que es el que prevaleció
y ostentaron los titulares de las casas relacionadas en el texto.
117
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
118
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
En 1658 quien así se refería a la familia del VII duque no era otro que el jurista
y escritor valenciano Lorenzo Matheu y Sanz, a quien el propio Moncada, virrey en
ese momento del reino de Valencia, había encargado la traducción al castellano de la
obra de Juan de Solórzano, Emblemata centum regio-politica, escrita en latín cinco
años antes9. Entre las muchas loas y elogios proemiales dedicados a su patrocinador,
Matheu y Sanz no podía olvidarse de la ascendencia del virrey, «cuya Real grandeza
no repito, por averlo tocado en otra parte, y aver tantos libros que la pregonan, de
cuyo argumento modernamente se ha dado a la estampa mas de un volumen, deli-
neado por el pincel primoroso del padre dõ Iuan Agustin de Lenguella»10.
No le faltaba razón al autor valenciano cuando aludía a la existencia de «tan-
tos libros» escritos con el único objetivo de glosar la genealogía de Luis Guillén
de Moncada. De hecho, la obra de Giovanni Agostino della Lengueglia (el
«Lenguella» a que se refería el traductor) era solo la última de las impresas en vida
del poderoso virrey Moncada. El trabajo del clérigo y teólogo italiano, I ritratti
della prosapia, et heroi Moncadi, publicado en la capital virreinal en 1657 con
ilustraciones en láminas del grabador flamenco Juan Felipe Jansen, terminaba de
apuntalar el edificio de la memoria familiar que se había iniciado mucho tiempo
antes en Italia. La mayoría de historadores coinciden en señalar que la gran empre-
sa genealógica de Luis Guillén arrancó a su llegada a la plaza virreinal de Sicilia
en 163511. El objetivo de exaltación del pasado familiar le llevó inicialmente a con-
fiar en el cronista regio y canónigo de la capilla palatina de San Pedro, Antonino
Collurafi, la ordenación de sus papeles y archivo con vistas a la elaboración de
una obra escrita con los hechos «gloriosos» de sus antepasados, trabajo concluido
a mediados de la década siguiente y que vio la luz bajo el título Dapifero. Primo
heroe dell’Ecc.ma Casa Moncada12.
9
ALDAMA, Ana María y ANTÓN, Beatriz- De symbolis et Emblematibus. Las Symbolicae Quaestiones (Bolonia,
1555) de A. Bocchi, fuente de los Emblemata centum regio politica (Madrid, 1653) de Juan de Solórzano, Humani-
tas, nº 62 [2010], pp. 261-282; ANTÓN, Beatriz, Los Emblemata Centum Regio Politica (Madrid, 1653) de Juan de
Solórzano, en GARCÍA MAHÍQUES y ZURIAGA SENENT, Vicente F. (eds.)- Imagen y Cultura: la interpretación
de las imágenes como historia cultural, vol. I. Valencia: Generalidat Valenciana, 2008, pp. 249-267; GARCÍA
HERNÁN, Enrique- Consejero de ambos mundos. Vida y obra de Juan de Solórzano Pereira (1575-1655). Madrid:
Fundación Mapfre, 2007.
10
Biblioteca Nacional de España, U/1187, Emblemas regio politicos de don Juan de Solorçano Pereyra... distri-
buidos en decadas. Década primera. Traducidos por el dotor Lorenço Matheu y Sanz..., en Valencia, por Bernardo
Noguès, junto al molino de Rovella, 1658, s/f.
11
Para este periodo remitimos a la historiadora que mejor conoce la Sicilia de los Moncada, vid. SCALISI, Lina- La
Sicilia dei Moncada. Le corti, l’arte e la cultura nei secoli XVI-XVII. Catania: Domenico Sanfilippo Editore, 2007;
La Sicilia degli Heroi. Storie d’arte e di potere tra Sicilia e Spagna. Catania: Domenico Sanfilippo Editore, 2008.
12
La obra, manuscrita e inédita, ha sido estudiada por la profesora Scalisi, quien anuncia una próxima edición de la
misma, SCALISI, Lina- Il Dapifero di Antonino Collurafi. Storia di un’opera perduta (1639-1644), Mediterranea-
ricerche storiche, Anno XIV, nº 40 [Agosto 2017], pp. 295-314.
119
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
Junto a la literatura, Luis Guillén potenció otros medios artísticos que utilizó
igualmente en su camino de representación y enardecimiento familiar como la pin-
tura. La reforma del Palazzo dei Normanni fue aprovechada para colocar escenas
que recreaban los orígenes históricos de la vinculación de su familia con Sicilia, una
práctica que intentó también a su vuelta a España cuando hizo dibujar las armas de
su linaje en uno de los palacios sevillanos heredados por su hermana tras la muerte
del III duque de Alcalá13.
Su llegada a Valencia como virrey en 1652 no hizo sino avivar aún más el inte-
rés de Moncada por la exhibición de su pasado. Sin olvidar el trabajo ya conocido
de Lengueglia, la memoria visual –a través de las artes plásticas– continuó siendo
privilegiada como mecanismo de comunicación genealógica, una labor en la que
se empleó a fondo el pintor Giuseppe Faciponte, quien estuvo al frente de la con-
fección de una serie de lienzos con representaciones imaginarias de los Moncada
y Aragón14. De igual forma invirtió grandes sumas de dinero en la elaboración de
un conjunto de retratos al óleo en formato pequeño y de temática familiar, empre-
sa que pudo correr a cargo del pintor valenciano Juan de Ayerbe entre los años
1654 y 165715. Tampoco la escultura escapó a los objetivos del VII duque. Gracias
a los trabajos de Halcón y Herrera García, hoy sabemos que durante su empleo
de virrey en Valencia, Luis Guillén encargó al escultor italiano Giovanni Battista
Morelli la elaboración de una colección de pequeños bustos en bronce con la efi-
gie de algunos de sus antepasados16.
Tras dejar atrás la ciudad valenciana y llegar a la corte madrileña como caba-
llerizo mayor en 1659 y mayordomo mayor de la reina cuatro años después, el VII
duque continuó su política de recreación del pasado familiar con encargos como la
pintura de su propio árbol genealógico, trabajo que fue encomendado al pintor de
origen flamenco Andrés de Smidt17. En Madrid, muy probablemente, Luis Guillén
llevará a cabo una de las iniciativas que de manera más clara y evidente revela su
“obsesión” por la representación familiar. Nos referimos a la confección de una serie
de tapices reposteros con la historia de la casa de Moncada, última de las ambiciosas
empresas genealógicas en las que se embarcó el VII duque y que no pudo ver con-
cluida por alcanzarle la muerte en 1672, siendo su único hijo, Fernando de Aragón y
Moncada, VIII duque, quien retomará el proyecto a finales del siglo XVII18.
13
Para la relación de los principales hitos en la construcción de la memoria genealógica de Moncada hemos utili-
zado (y a él nos remitimos) el exhaustivo trabajo de HALCÓN, Fátima y HERRERA GARCÍA, Francisco Javier-
Entre Sicilia y España: Nuevas aportaciones a la colección artística de Luis Guillermo de Moncada, duque de
Montalto (1614-1672), Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, nº 28 [2016], pp. 113-139.
14
Ibíd, p.118.
15
Ibíd, pp. 123-127.
16
Ibíd, pp. 128-130.
17
Ibíd., p. 134.
18
DEMARCEL, Guy, GARCÍA CALVO, Margarita y BROSENS, Koenraad- Spanish Family Pride in Flemish
Wool and Silk: The Moncada Family and Its Baroque Tapestry Collection, en CAMPBELL, T. P. (ed.)- Tapestry in
the Baroque. Threads of Splendor.New York: Metpublications, 2007, pp. 284-315; GARCÍA CALVO, Margarita-
120
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
FUENTES PARA LA GENEALOGÍA DEL VII DUQUE. SOBRE LA AUTORÍA DE LAS MEMORIAS
DE LAS CASAS DE LOS DUQUES DE MONTALTO.
Correspondencia entre Fernando de Aragón (1644-1713), 8º duque de Montalto y su agente en Bruselas sobre la
realización de la tapicería de la «Historia de la Casa de los Moncada, Archivo Español de Arte, t. 84, nº 335 [2011],
pp. 283-294; FERRERAS ROMERO, Gabriel, et alii- Los tapices del ducado de Montalto en la Fundación Casa
de Medina Sidonia. Investigación y tratamiento, PH: Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, nº 74
[2010], pp. 94-109.
19
Un panorama general, SCALISI, Lina- In omnibus ego. Luigi Guglielmo Moncada (1614-1672), Rivista storica
italiana, vol. 120, nº. 2 [2008], pp. 503-568.
20
SCALISI, Lina- «Dietro à tal Colombo». Essere nobili tra Sicilia e Spagna storie di conflitti e nobiltà, en HER-
NÁNDEZ FRANCO, Juan, GUILLÉN BERRENDERO, José Antonio y MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, Santiago
(dirs.)- Nobilitas: estudios sobre la nobleza y lo nobiliario en la Europa Moderna. Madrid: Doce Calles, 2014, pp.
113-135.
SCALISI, Lina- Le catene della gloria. L’uso politico della genealogia di Luigi Guglielmo Moncada (1643-1667),
21
121
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
También se hace alusión a Castelrodrigo en el lomo de la encuadernación del manuscrito en el que se puede leer:
23
122
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
Ambos manuscritos de las Memorias de Castel Rodrigo son una amalgama entre
libro genealógico –con relación cronológica y expresa de hazañas y méritos de los
personajes relacionados– y armorial, por la interrelación de las representaciones
heráldicas que complementan el texto. Su contenido aborda las vicisitudes y ava-
tares de los personajes más relevantes de las siete casas que conforman el linaje
de los príncipes de Paternó, duques de Montalto: las casas catalanas de Moncada y
28
AGFCMS, leg. 4507. Para el fondo Montalto hemos utilizado los inventarios del archivo elaborados por Luisa
Isabel Álvarez de Toledo, XXI duquesa de Medina Sidonia.
29
ANC 1-25-T-21. Este manuscrito, denominado Armorials de la casa de Montcada de Sicilia, fue adquirido en
1992 y en la actualidad forma parte del fondo Col.lecció de manuscrits i document textuals solts de l´Arxiu Nacional
de Catalunya. Responde a la misma estructura de forma y contenido que el volumen del AGFCMS, es igualmente
anónimo y sin data, y parece que tiene un grado parecido de imperfección en el texto y en las ilustraciones. Vid.
<http://www.culturaipaisatge.cat/2217/un-armorial-de-larxiu-nacional-de-catalunya/> [consultado 09/10/2018)]. En
la actualidad estamos analizando ambas obras para concluir un estudio comparativo que aparecerá próximamente.
30
AGFCMS, leg. 2148: Índice de la librería del excelentísimo señor duque de Alba, marqués de Villafranca. Año
M.DCC.LXX.VII,
s.f.
31
Idem.
123
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
Cardona; las aragonesas de Peralta, Luna y Aragón; y los linajes italianos de Russo
y Esclafana.
Desde el punto de vista codicológico, las Memorias de las casas de los duques
de Montalto conforman un volumen, encuadernado en pergamino, de 118 hojas en
soporte papel cuyas dimensiones máximas son de 310 x 200 mm. De ellas, las tres
primeras y las tres últimas son de guarda. Presentan foliación arábiga, situada en
los ángulos superior izquierdo y derecho para las páginas pares e impares respec-
tivamente, aunque la formación final del volumen y su posterior encuadernación
propició que se incluyeran una serie de hojas que carecen de numeración, como por
ejemplo el índice (hoja número 5) y la introducción (hojas 6 y 7). La hoja donde se
inicia la foliación es la número 9 y desde ahí se sucede una numeración correlativa
que va del 1 al 192, con la salvedad de que se repite el 41. A partir de este error los
números pares encabezarán la página derecha o impar. En total, el manuscrito tiene
97 hojas numeradas y 21 sin foliar.32
El texto se distribuye a línea tirada, con pocas fluctuaciones en cuanto al número
de líneas que aparecen en cada página, que oscila habitualmente entre las 18 y 22.
Asimismo, la caja de escritura tiene unas dimensiones regulares que podemos esta-
blecer en 215 x 140 mm.
La tinta usada para el cuerpo central de la escritura ha sido la del tipo ferrogálica,
con una tonalidad marrón oscuro. Y la misma para las ilustraciones, con las tinturas
típicas de los esmaltes y metales heráldicos: ocres, bermellones, negros, azules, ver-
des, etcétera.
El texto presenta reclamos de forma regular a lo largo de toda la obra, situa-
dos en el ángulo inferior derecho del reverso de cada hoja. Como norma general
anticipan las dos palabras iniciales del folio siguiente, aunque también es frecuente
encontrar las tres primeras palabras o solo la primera.
La escritura utilizada para el texto principal ha sido la bastarda o bastardilla cas-
tellana que mantiene bastantes rasgos de la humanística cancilleresca. Las grafías
están ejecutadas de forma reposada, presentando en general un aspecto caligráfico y
pausado, producto del equilibrio y uniformidad de la escritura, de la buena separa-
ción entre palabras y de la tendencia de las letras a mantenerse aisladas. En las notas
marginales se utiliza la humanística redonda y la escritura bastardilla para aquellas
anotaciones añadidas a la redacción original. Finalmente, en el índice y en el árbol
genealógico del final de la obra el escribano ha utilizado la humanística redonda.
La escritura de notoriedad ha sido utilizada en la portada y en cada arranque de
capítulo. El autor emplea una doble jerarquización de escrituras publicitarias. Por un
lado, para el texto que aparece en la primera línea de la portada y para el nombre de
cada una de las casas que inician cada apartado interior utiliza la escritura capital de
32
Entre las páginas numeradas 69 y 70 se insertan cinco hojas sin foliar, la primera en blanco y las demás con ano-
taciones y aclaraciones posteriores al texto. Entre la 103 y la 104, otras dos hojas en blanco. Después de la 127, se
insertan dos hojas, y otra en blanco después de la 133. Finalmente, después de la última página numerada –la 192–
se incluyen las últimas 4 hojas sin foliar, las tres últimas en blanco.
124
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
33
En la página 72 utiliza la escritura capital para el título de la casa Peralta y la humanística redonda de módulo
grande en la primera línea del texto, seguida de la escritura bastarda habitual.
34
Vid. supra el título completo de la obra.
35
MONCADAS, que en Sicilia fueron condes de Agosta, marqueses de Malta, condes de Calatanixeta, príncipes de
Paternò y los de Sabionara y Calvvaruso, y condes de Adernò por casamiento con los de Esclafana, condes de
Calatabelota y duques de Bibona, y Grandes de España por casamiento con los Lunas, sucesores de los Peraltas,
y por el mismo condes de Esclafana, que auían adquirido por otro con los Russos, y duques de Montalto, también
Grandes por casamiento con los Aragones, y por este mismo condes de Colisano y señores de las Petrerías Alta y
Baxa, que ellos auían juntado así por casamiento con los de Cardona.
36
PERALTAS, que en Sicilia fueron condes de Calatabelota y señores de la Mota de Santa Anastasia y de Bibona, que
en los Lunas, sus sucesores, alcançó título de ducado y tratamiento de Grandes de España, cuya casa pasó a los
Lunas y dellos a los Moncadas por casamiento de doña Luisa de Peralta con don César de Moncada, I príncipe de
Paternò.
37
LVNAS.
ESCLAFANAS, cuyo fue el condado de Adernó, Esclafana, Sant Orbe y Clusa,que todo pasó por casamiento a los
38
Moncadas y Peraltas y se vino a juntar en los Moncadas, príncipe de Paternò por el casamiento del príncipe don
César, folio 48, número 20..
39
RVSSOS, cuyo fue Aydon y por compra el de Esclafana, que boluió a los Lunas, Peraltas con Caltavulture por
casamiento y dellos con lo restante de su casa a los Moncadas, príncipes de Paternò. Ponenle algunas memorias
de los Russos sacados de Çurita para que quien se hallan con más noticia se sirua dellos para hacer lalínea de los
antecesores delconde Antonio, suegro de don Sigismundo de Luna y Peralta, etcétera.
40
ARAGONES, duques de Montalto, cuya casa con la de Colisano, que tenía ya vnida como se veerá en ella, passó
a la de los príncipes de Paternò y familia de Moncada por casamiento de doña María, vltima duquesa, con don
Francisco de Moncada, príncipe de Paternò.
41
CARDONAS, condes de Colisano y señores de las Petrerías Alta y Baxa,siguiendo la línea dellos hasta don Antonio
por vn árbol del duque de Sesa hecha por Raphael de Ceruera, cauallero catalán, y de allí abaxo por los papeles y
escrituras de su casa, que se juntó a la de los duques de Montalto por casamiento de lacondesa doña Antonia con
el duque don Antonio de Aragón y pasó a la de Moncada, príncipes de Paternò, por el de su hija con el príncipe
don Francisco.
125
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
La estructura interna de los capítulos viene determinada por una relación nume-
rada de los personajes y hechos históricos más relevantes de cada una de las casas,
complementados en la mayoría de casos por blasones y armas heráldicas. En oca-
siones hay espacios en blanco en la caja de escritura. En estos casos sólo aparece
el nombre de la persona y se dejó un hueco para completar sus datos biográficos o
realizar su escudo que no llegó a rellenarse nunca.42
En este sentido, la obra está profusamente ilustrada. Presenta ciento cuarenta y
cuatro escudos de tipo cuadrilongo con punta redondeada, sin timbre, veintidós de
ellos en blanco43 y otros con diverso grado de perfección, más dos insertos con pos-
terioridad. Los escudos dispuestos a lo largo del texto principal son de factura regu-
lar, realizados a carboncillo y plumilla e iluminados conforme al dictado de metales
y esmaltes heráldicos. Sus medidas son 55 x 45 mm.
42
A modo de ejemplo pueden verse, entre otras, las páginas 53, 54 y 60.
43
Vid., entre otras, las páginas 60, 61 o 113.
126
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
En la obra hay siete escudos de especial relevancia, que son los de la portada y
los de arranque de cada capítulo. Son de mayor tamaño que los realizados en el inte-
rior y a diferencia de estos aparecen timbrados. Son los siguientes:
1. Moncada. Escudo cuadrilongo con punta redondeada de130 x 90 mm. En
campo de gules, seis bezantes y dos medios de oro puestos en palo. Timbrado de
corona ducal.44
2. Peralta. Escudo cuadrilongo con base redondeada y punta de 125 x 95 mm.
Campo de plata y el jefe de azur. Timbrado de corona ducal.45 Las armas dibujadas
en este escudo no son las tradicionales de la casa de Peralta, cuya figura principal
y más representativa de su blasón es un grifo alado y armado. Según se lee en una
hoja inserta en el libro inmediatamente antes de iniciar la genealogía de los Peralta,
pertenecen a don Felipe de Saluces y las ostentaron los marqueses de Saluces anti-
44
Memorias, s.f.
45
Ibíd., p. 70.
127
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
guos, por lo que en el escudo de Luis Guillén de Moncada –según la nota aclarato-
ria– no hay representadas armas de Peralta.46
3. Esclafana. Escudo cuadrilongo con base redondeada y punta de 100 x 70 mm.
Partido: primero, en campo de plata una garza de sable; segundo, en campo de sable,
una garza de plata. Timbrado de corona condal.47
4. Russo. Escudo cuadrilongo con base redondeada y punta de 100 x 68 mm. En
campo de gules, un cometa de oro. Timbrado de corona condal. Del mismo modo
que en el escudo de los Peralta, en este hay una anotación marginal que pone en
duda las armas representadas en el escudo. Y también en este caso se da una expli-
cación de porqué son correctas, esta vez a cargo de Chiavetta, quien firma otra nota
junto al escudo remitiéndose al uso que han hecho de esas armas los señores de la
casa en los sellos antiguos.48
5. Aragón. Escudo cuadrilongo con base redondeada y punta de 123 x 80 mm.
Cuartelado: primero y cuarto, en campo de oro, cuatro palos de gules; segundo y
tercero, terciado en palo: primero, en campo de plata, cuatro fajas de gules; segun-
do, en campo de azur, sembrado de lises de oro; tercero, en campo de plata, una cruz
potenzada de oro y cantonada de cuatro crucetes del mismo metal, de Jerusalén.
Timbrado de corona ducal.49
6. Cardona. Escudo cuadrilongo con base redondeada y punta de 100 x 68 mm.
En campo de gules, tres cardos de oro bien ordenados. Timbrado de corona condal.50
46
Ibíd., s.f. El exçelentísimo señor príncipe duque de Montalto no trae en su escudo armas ningunas de Peralta,
porque el que haçe de plata con la cabeca o punta superior açul no son armas de Peralta sino de don Felipe de
Saluces, que dio varonía a la casa de Peralta de Sicilia i Aragón y que son las armas de los marqueses de Saluces
antiguos. Y estas usaron a quarteles los Peraltas de Aragón, como se lee en Blancas, folio 139.
47
Ibíd., p. 134.
48
Ibíd., p. 140. Estas son las uerdaderas armas de las russos [...] y ansí siempre las han usado, como se uee en
sellos antiguos de los señores desta casa. Y las de los dentellones negros son de los rufos, que no es la misma casa
con la russa.
49
Ibíd., p. 150.
50
Ibíd., p. 158.
128
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
51
Una descripción de un escudo muy parecido la encontramos en FERRERAS ROMERO, Gabriel, et alii- Los
tapices del, p. 98.
129
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
armas de los Aragón.52 Sobre el todo, escusón con las armas de Cardona;53 2: cuar-
telado con las armas de Baviera y Bravante.54 Sobre el todo, escusón con las armas
de Moncada.55 Segundo: partido en cinco cuarteles, 1: cuartelado en sotuer con las
armas de Aragón y Sicilia;56 2: armas de Peralta;57 3: armas de Luna;58 4: armas de
Esclafana;59 5: armas de Russo.60 Timbrado de corona ducal.
A MODO DE CONSLUSIÓN
52
Vid. supra escudo número 5, Memorias, p. 150.
53
Vid. supra escudo número 6, Memorias, p. 158.
54
Baviera: losanjados en banda de plata y azur. Bravante: en campo de sable, un león rampante de oro, coronado,
armado y lampasado de gules.
55
Vid. supra escudo número 1, Memorias, s.f.
56
Aragón: en campo de oro, cuatro palos de gules. Sicilia: en campo de plata, un águila de sable.
57
Vid. supra escudo número 2, Memorias, p. 70.
58
Jaquelado de nueve piezas de oro y sable. Jefe de plata con un creciente ranversado de jaqueles de oro y sable.
59
Vid. supra escudo número 3, Memorias, p. 134.
60
Vid. supra escudo número 4, Memorias, p. 140.
130
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
131
DOMINGO BELTRÁN CORBALÁN Y FRANCISCO PRECIOSO IZQUIERDO
APUNTES SOBRE LA REPRESENTACIÓN DE LA MEMORIA NOBILIARIA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVII
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LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS
ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
133
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
Abstract: Bindings with heraldic superlibros are characterised by the main decora-
tive motif of the coat of arms of their former holders, making them one of the best
examples of the potential of bindings as a documentary source. To this value as a
historical document must be added the enormous variety of decorative and construc-
tive techniques, as well as materials, that make up these bindings and that make
them authentic functional works of art.
Heraldic bindings are a testimony to the lives of their owners and reflect the dis-
tinctions that are awarded, orders and decorations, as well as the aesthetic tastes and
techniques available at the time of their execution. They are, therefore, historical,
artistic and technological heritage.
This work studies the bindings with Spanish heraldic superlibros deposited in the
collections of the Casa Velázquez Library.
INTRODUCCIÓN
Desde su creación a principios del siglo XX, la Casa Velázquez ha sido un centro
de referencia en la investigación artística y la formación de jóvenes intelectuales
franceses, así como símbolo de las relaciones entre el país galo y España. Reflejo de
la excelencia académica de la institución es su biblioteca, especializada en el área
cultural hispánica e ibérica y que alberga más de 120.000 volúmenes de consulta,
además de fondos especiales y donaciones de personajes ilustres como las de don
Ignacio Olagüe y el Marqués de Saltillo (precisamente buena parte del grupo de
obras seleccionado para el presente estudio pertenece a esta donación).
Dentro del Fondo de Reserva se encuentra un relevante grupo de encuadernacio-
nes heráldicas, protagonistas de este trabajo, que a través de su decoración cuentan
la historia de su vida y la de sus propietarios.
Este estudio forma parte de un convenio de colaboración, firmado en 2016, entre
la Casa Velázquez y el grupo Bibliopegia, grupo de investigación sobre encuader-
nación y el libro antiguo de la UCM, para el estudio, identificación y catalogación
automatizada de las encuadernaciones heráldicas de la colección de la Casa de
Velázquez de Madrid1.
1
Mediante la firma de convenio se realizó el Trabajo Fin de Máster titulado “Las encuadernaciones heráldicas de la
Casa Velázquez” en el año 2018, dentro del Máster en Patrimonio Histórico Escrito de la Universidad Complutense
de Madrid, tutorizado por los profesores José María de Francisco Olmos y Antonio Carpallo Bautista.
134
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
OBJETIVOS
ESTADO DE LA CUESTIÓN
2
YEVES ANDRÉS, Juan Antonio – La heráldica en la encuadernación. En La encuadernación: historia y arte I
curso El documento hispánico: Enrique IV-Fernando VII. Madrid: AFEDA, 2001. p. 233-278.
3
YEVES ANDRÉS, Juan Antonio – La heráldica en los libros: encuadernaciones heráldicas [En línea]. [Recu-
perado el 30 de septiembre de 2018]. Disponible en Internet: http://hispagen.es/encuentro1/encuadernaciones.pdf
4
YEVES ANDRÉS, Juan Antonio - Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano. Madrid: Olle-
ro y Ramos y Fundación Lázaro Galdiano, 2008. 462 p.
5
CARPALLO BAUTISTA, Antonio y FRANCISCO OLMOS, J. M. de - Estudio de las encuadernaciones de Char-
les Joachim Colbert de Croissy depositadas en la Biblioteca Complutense. Revista General de Información y Docu-
mentación. Madrid: UCM. Vol. 22, nº 2 (2016). p. 523-553.FRANCISCO OLMOS, José María y CARPALLO
BAUTISTA, Antonio – Estudio de las encuadernaciones de Jacques-Nicolas Colbert en la Biblioteca Complutense.
Revista General de Información y Documentación. Madrid: UCM. Vol. 27, nº 2 (2017). p. 551-571.
6
CARPALLO BAUTISTA, Antonio y SÁNCHEZ MARIANA, Manuel - Encuadernaciones Heráldicas en la
Biblioteca de la Universidad Complutense. Madrid: AFEDA. Encuadernación de Arte. Nº 24 (2004). p. 72-81.
135
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
METODOLOGÍA
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YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
10
Sig.: Rés. M 949.4 SPA. Le Mercure suisse / Frédéric Spanheim. -- [S.l.] : [s.n.], 1634. Encuadernación realizada
durante el segundo tercio del siglo XVII. Sus dimensiones son 155 x 100 x 37 mm.
11
Caracena, Luis de Benavides Carrillo de Toledo, Marqués de (1608-1668). [En linea]. [Recuperado el 30 de sep-
tiembre de 2018]. Disponible en Internet: http://datos.bne.es/persona/XX1506280.html
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YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
Durante su vida tuvo intensas relaciones con importantes mecenas del Siglo de
Oro como el conde de Lemos o los duques de Sesa y de Osuna, realizando él mismo
su propia labor como mecenas. Fue también un destacado bibliófilo, afición here-
dada de su padre, especialmente en los campos de las obras militares, clásicas y de
Historia.
Su superlibros heráldico está compuesto por un escudo cuartelado donde se
encuentran las armas de los Benavides (1º y 4º) y de los Carrillo (2º y 4º), al que se
añade un escusón con las armas de los Toledo. Encima corona de Marqués y acolada
la Cruz de Santiago, de la que era caballero desde 1621 .
Se trata de un volumen encuadernado en piel marrón jaspeada sobre tapas de car-
tón con broches de tela verde oliva. Las cabezadas son artesanales y los cortes están
jaspeados. La costura es a punto alterno, tiene cuatro nervios naturales y las guardas
son de papel liso verjurado. La decoración es muy sencilla y está realizada mediante
dorado. En el centro de los planos se encuentra el superlibros, recuadrado por una
rueda de un hilo simple. El lomo está decorado mediante hilos y motivos vegetales.
El estado de conservación del ejemplar es regular, con daños puntuales propios del
tiempo.
El superlibros del segundo ejemplar12 (Fig. 2) corresponde a Manuel Isidro de
Orozco y Manrique de Lara (1681-1745). Hijo de los marqueses de Olías y Mortara,
12
Sig.: 8-0028. Officium in epiphania domini et per totam octavam : Juxta missale & Breviarium Romanum Pii V.
Pontif. Max.[..] auctoritate recognitum. / Breviario romano. – Amberes: Tipografía platiniana, 1718. Encuaderna-
ción realizada durante la primera mitad del siglo XVIII con unas dimensiones de 153 x 94 x 28 mm.
138
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
13
PÉREZ VILLANUEVA, Joaquín – Historia de la Inquisición en España y América. Madrid: Biblioteca de Auto-
res Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, 1984. p. 260.
139
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
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LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
a punto seguido y el lomo, redondeado, no tiene nervios. Las guardas son de papel
marmoleado del tipo gotas. La decoración es al dorado y ofrece todo el protagonis-
mo al superlibros, que rodea con un hilo doble. En el lomo se repite esta rueda doble
y se combina con flores en los entrenervios. El estado de conservación es regular,
con desgastes normales por el uso pero con una falta de estabilidad en la costura que
afecta a la guarda volante anterior y al primer cuadernillo.
El superlibros del cuarto ejemplar16 (Fig. 4) no es personal, como los anterio-
res, sino que pertenece a una institución: el Ilustre Colegio de Abogados de la Real
Chancillería de Granada, que aún pervive. La primera evidencia documental que se
conserva de los orígenes de esta organización data de 1692, pero, a pesar de esto, el
Colegio no se constituyó formalmente hasta el siglo XVIII, celebrando su primera
junta general oficial el 19 de septiembre de 1726. De esta reunión se conserva hoy
en día, en copia posterior, el primer acta17.
En el escudo del Colegio de Abogados aparece la fruta de la granada de las armas
de esta ciudad, sobre la que se presentan una flor y una cruz y la rodean dos motivos
vegetales. La corona que timbra el escudo también está extraída de las armas del
escudo de la ciudad de Granada. Alrededor del escudo aparece la leyenda “PARA
EL YLUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE GRANADA”.
16
Sig.: Rés. F-0008. Desempeño el mas honroso de la obligacion mas fina … / Alonso Parra y Cote. – Madrid:
Imprenta de Francisco Xavier Garcia, 1759. Encuadernación realizada en el siglo XVIII con unas dimensiones de
304 x 215 x 51 mm.
17
PRESA MOLINA, Eladio de la – Historia del Ilustre Colegio de Abogados de Granada: 1726-1850. Granada:
Ilustre Colegio de Abogados, 1976. 341 p.
141
YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
De nuevo, el ejemplar tiene una encuadernación a plena piel, en este caso piel
marrón jaspeada, con tapas unidas mediante encartonado. Las cabezadas son artesa-
nales y los cortes están dorados. La costura es de punto alterno y el lomo tiene seis
nervios naturales y dos falsos. Las guardas son al baño, de tipo peines. La decora-
ción, también dorada, es en este caso es algo más suntuosa, empleando para rodear
al superlibros varias ruedas hasta formar unas decoraciones de estilo Derome, de
encajes o dentellé. El lomo sigue la estética decorativa marcada por los planos. El
estado de conservación es medio, con desgastes propios del paso del tiempo, espe-
cialmente acusados en el lomo.
El superlibros de los siguientes ejemplares18, seis nada más y nada menos,
corresponde a Joaquín Gómez de la Cortina (Fig. 5). Este grupo es el más numeroso
atribuído a un mismo poseedor de entre todas las encuadernaciones heráldicas de la
Casa Velázquez.
18
Sig.: Rés. 8-0004. Aulica vita, et opposita huic vita privata… /Antonio de Guevara. -- Fráncfort del Meno, 1578.
Dimensiones: 159 x 103 x 35 mm.Sig.: Rés. 871.04 HOR. Opus plane nouum... / Sebastian Hornmolt. – Spira:
Typis Melchioris Hartmanni sumptibus Simonis Guntheri,1605. 167 x 101 x 22 mm.
Sig.: Rés. 8-0055. Dialogue de l’Aretin ou Les vies et faits de Lais et Lamia Courtisanes de Roma sont deduites. /
Pietro Aretino. -- [s.l. : s.n., XVIII]. 132 x 80 x 16 mm.
Sig.: Rés. 879 HOF. Friderici Hofmanni silesii gymnasii elbingensis quondam conrectoris lusuum epigrammati-
corum centuriae: accedit fasciculus epigrammatarum selectissimorum Joco-seriorum trecentorum / Friedrich Hof-
mann. – Bremen: J. Wesselii, 1703. 165 x 104 x 27 mm.
Sig.: Rés. 8-0041. Ger. Nicolai Heerkens complurium academiarum socii, Empedocles. Sive physicorum epigram-
matum libri septem. /Gerard Nicolaas Heerkens. – Groninga: Viuda de Henrici Vechneri, 1798. 185 x 118 x 28 mm.
Sig.: Rés. M 870 ORO. De Orosii Vita; eiusque historiarum libris septem adversus paganos. / Theodoro de Mörner.
-- Berlín, 1884. 219 x 134 x 15 mm.
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YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
19
MARTÍNEZ NEIRA, Manuel y ARAQUE HONTANGAS, Natividad – El Marqués de Morante y la Universidad
de Madrid. Madrid: Universidad Carlos III, 2011. 277 p.
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YOLANDA ISABEL BUSTAMANTE SAMPEDRO, JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
879 HOF que tiene la tapa delantera desprendida y se conserva con un balduque de
cinta de algodón.
El último de los superlibros hispano trabajado se encuentra en dos ejemplares,
una obra en dos volúmenes20 (Fig. 6). Se trata, de nuevo, de un superlibros real.
Acorde a la cronología de los ejemplares, en este caso corresponde al monarca
Fernando VII (1784-1833), que alcanzó el poder en 1808, exceptuando el período
del “rey intruso” José I Bonaparte (1808-1814) y un breve episodio en 1823 en el
que fue destituído por el Consejo de Regencia. Conocido como “el Deseado” o “el
rey felón”, fue el heredero de Carlo IV y María Luisa de Parma. Pronto se reveló
como un monarca absolutista ajeno a las necesidades de su pueblo, lo que hecho que
haya sido uno de los personajes más odiados de la historia contemporánea, aunque
también se le ha considerado el más inteligente de los Borbones21.
El superlibros está formado por las Grandes Armas de la Monarquía, ya descritas
en el estudio del tercer ejemplar. En este caso el escudo está rodeado, además de por
el Toisón de oro, por el collar de la Orden de Carlos III.
Sig.: Rés. M 336 CAN 1 y 2. Diccionario de hacienda con aplicación a España, tomos primero y segundo / José
20
Canga Argüelles. – Madrid: Impresor Marcelino Calero y Portocarrero, 1833-1834. Encuadernación realizada a
mediados de la década de 1830, con unas dimensiones de 313 x 212 x 45 mm (Vol. 1) y 311 x 213 x 52 mm (Vol. 2).
21
Fernando VII. En Diccionario Bibliográfico Español [En línea]. Madrid: Real Academia de la Historia, 2009-
2013. [Recuperado el 30 de septiembre de 2018]. Disponible en Internet: http://dbe.rah.es/biografias/10096/fernan-
do-vii
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LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
CONCLUSIONES
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LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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LAS ENCUADERNACIONES CON SUPERLIBROS HERÁLDICOS ESPAÑOLES DE LA CASA VELÁZQUEZ
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TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE
CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Abstract: In the present work we will analyze the heraldic testimonies of the Real
Hospital of Cádiz. The history of this hospital, later known as Military Hospital,
begins in the reign of Charles II (1665-1700), specifically in 1667, the year in which
our hospital was found by the Bishop of Cádiz Fray Alonso Vázquez de Toledo
(1663-1672). In its old walls we can find the arms of Carlos II the Bewitched (1665-
1700), of the Dukes of Alburquerque, and Gabriel Andrés de Carvajal.
We will analyze the reasons, that explain us why these heraldic testimonies are in
this old establishment that is so important for Health and Spanish Navy. At present,
the building belongs to the University of Cádiz.
149
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
1. INTRODUCCIÓN
1
Para el conocimiento del Hospital recomendamos los trabajos de FERRER, Diego- Historia abreviada del Real
Colegio de Cirugía de Cádiz, 1748-1834. Cádiz: Imp. Rubiales. 2ª Edición, 1960. 73 p.
2
FERRER, Diego-Historia del Real Colegio de cirugía de Cádiz. Universidad de Cádiz, 1983, p. 34.ISBN
150
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Entre los años 1674 y 1718 el Hospital Real se encomendó a los hermanos de
la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios encargados de regir el Hospital de la
Misericordia, para en el siglo XVIII. Tras este período, en 1718 Juan Lacomba se
hizo cargo de la dirección del nosocomio.4.
3
CONCEPCIÓN, Jerónimo- Emporio del Orbe Cádiz Ilustrada . Amsterdam (1690)fº600.
4
CLAVIJO, Salvador-La trayectoria hospitalaria de la Armada Española . Instituto Histórico de Marina. 1944.
151
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Plano Aramburu. Museo Cortes de Cádiz Detalle del plano donde puede verse el
Hospital Real
En el reinado de Fernando VI (1746-1759), en 1748, fue creado el Real Colegio
de Cirugía de la Armada próximo a este Hospital, en el que los Colegiales de este
centro hospitalario castrense realizaban prácticas y se formaban para su servi-
cio en la Real Armada. Existe un importante trabajoque menciona el Hospital del
Catedrático de Historia Moderna de la UCA Dr. Manuel Bustos Rodríguez, Los
Cirujanos del Real Colegio de Cádiz en la Encrucijada de la Ilustración (1748-
1796), publicado en 19835.
Además se disponen de estudios más recientes como los de Rosario Gil, La aten-
ción sanitaria en Cádiz y provincia durante los siglos XVI y XVII: cuidados, cuida-
dores y organización, del año 19956.
Del año 1794 se debe mencionar a Ponz, que en los apartados 17, 18 y 27 de la
carta primera de su obra “Viage de España, en que se da noticia de las cosas mas
apreciables, y dignas de saberse, que hay en ella”, realiza un tratado de Cádiz,
Málaga y otros pueblos de Andalucía citando al Hospital Real7.
Pascual Madoz (1849) en su obra Diccionario geográfico-estadístico-histórico
de España y sus posesiones de Ultramar publicaba sobre este vetusto hospital lo
siguiente:
“Se halla contiguo a la Facultad de Medicina, formando parte del mismo edificio: tiene todas
las dependencias necesarias, inclusa la igl. o capilla castrense, y es suficientemente espacioso
para admitir un número muy crecido de enfermos, los cuales son asistidos por los Catedráticos
de la Facultad, sirviéndoles, como se dirá al tratar de esta, para la enseñanza de la clínica a los
alumnos. Sus empleados son, un ministro inspector, un contralor, un comisario de entradas,
5
BUSTOS, Manuel-Los cirujanos en la encrucijada de la Ilustración. El Real Colegio de Cirugía (1748-1796).
Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1983. 191 p. ISBN. 8460031969
6
GIL, Rosario. -La atención sanitaria en Cádiz y provincia durante los siglos XVI y XVII: cuidados, cuidadores y
organización. In Híades: Revista de historia de la enfermería, ISSN 1134-5160, Nº. 2, 1995 (Ejemplar dedicado a:
V centenario del nacimiento de San Juan de Dios), p. 113-128
7
PONZ, Antonio-Viage de España. Tomo XVIII Madrid, 1972. Edit. Atlas. Edición facsímil de la obra de 1792
152
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Se debe reflejar que en los siglos XIX y XX dependiendo ya del Ejército, rea-
lizó una gran labor en la asistencia de heridos de las Guerras de Cuba, Marruecos,
Civil Española así como los secundariosa la trágica explosión de Cádiz de
1947. Permaneció en actividad hasta el año 1984. Actualmente engloba oficinas de
la Universidad y de la Diputación Provincial de Cádiz.
8
MADOZ, Pascual- Diccionario geográfico estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Vallado-
lid, 1.986. Ambito y Editoriales Andaluzas Reunidas.. Edición facsímil de la obra de 1.850, p. 166
153
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
9
CONDE, Francisco Glicerio- Los Duques de Alburquerque. In Revista Historia 16, n.º 341, año XXVIII (septiem-
bre de 2004),págs. 96-105 y CONDE, Francisco Glicerio- Fernández de la Cueva y Enríquez de Cabrera, Melchor,
IX Duque de Alburquerque. In Diccionario Biográfico Español. tomo XIX. ISBN: 978-84-96849-75-4
154
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Armas del VIII Duque de Alburquerque
3
155
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
En los dos quartos superiores traen los bastones : quatro de goles vel sanguinos en campo de
oro (así como las traenlos condes antiguos de Barcelona e reyes de Aragón). Verdad es que en
algunos libros de armas ponen el quarto derecho superior lleno de flores de lis de oro en campo
de azul; el quarto siniestro superior con los bastones de sangre en campo de oro”10.
10
FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo- Batallas y quinquagenas. Real Academia de la Historia, 2002 - 145 p.
ISBN: 848951299X
11
VALVERDE, Pedro Blas-Manuscritos y heráldica en el tránsito a la Modernidad: el Libro de armería de Diego
Hernández de Mendoza, Madrid, 2005, p. 1010. ISBN: 84-669-1987-2.
156
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
157
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
12
BECH, J. Sobre le privilegi de nosblesa de Castelà i” fuero de hijo dalgo” concedits per Ferran VI a Virgili i l’ús
d’aquests a Barcelona.In Gimbernat: revista catalana d’història de la medicina i de la ciència, 14, (1990)49-60.
158
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Detalle del Cuartelado Real en bronce en la campana. Nótese las anclas, símbolo de pertenencia del
Hospital y del Real Colegio a la Armada Española
Detalle de la campana donde figura el nombre del Intendente Juan Gerbaut
159
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
160
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Cuartelado real. Obsérvese las lises en el escusón y el collar de la Orden del Espíritu Santo
161
DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
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DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
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DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
En cuanto al brocal donde están insertas dichas armas antes descritas, debemos
decir que es de mármol, probablemente de origen ligur. Los mármoles genoveses
eran muy comunes en el Cádiz del siglo XVII y XVIII. Recordemos que no será
hasta el año 1797 en que la Academia de Artes de Cádiz prohibiera la importación
de mármoles de Génova para favorecer a los talleres locales.
Gracias al Dr. Juan Ramón Ramírez, Director del Museo de las Cortes, encon-
tramos en una planimetría de 1724 los primitivos brocales del Hospital Real. En
estos planos pueden verse cómo los dos brocales primitivos (uno de ellos sería el
de Cortadura) se ampliaron a cuatro en sucesivas ampliaciones del centro sanita-
rio durante los reinado de Felipe V (1700/1724/1746), Fernando VI (1746-1759)
y Carlos III (1759-1788).Tras el desmantelamiento del Hospital Real, el brocal fue
trasladado a la Residencia Militar de Cortadura donde actualmente se encuentra.
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DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
3. CONCLUSIONES
4. BIBLIOGRAFÍA
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DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
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DR. FRANCISCO GLICERIO CONDE MORA, D. JOSÉ MARÍA MONTERO CARMONA
TESTIMONIOS HERÁLDICOS DEL ANTIGUO HOSPITAL REAL DE CÁDIZ EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
Abstract: The Casa de Alba’s library belongs to one of the oldest noble houses in
Spain, whose duchy dates back to 1472. It has more than eighteen thousand volumes
that are conserved in the palace of Liria, in Madrid. It is a “fossilised library” that
abounds with works from the 19th and 20th centuries, as well as unique books such
as the codex of the Arragel Bible, known as the Bible of the House of Alba; or rare
and incunabula.
There are many volumes that preserve the marks of ancient possessors, either as
ex libris or super libris, with heraldic shields on their covers. This is one of the most
interesting private Spanish libraries that can be found for the study of the use that
has been made of heraldry as a distinctive sign in book bindings.
Keywords: Noble library, House of Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, 17th
Duke of Alba, Vicente Castañeda, bookbinding, heraldry.
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MAYTE CONTRERAS MIRA
HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
1
Agradezco al curador de la Casa de Alba, José Manuel Calderón, y a sus colaboradores, J. González y A. Romero,
las facilidades dadas para realizar este trabajo.
2
Sí fueron catalogados por García Craviotto. GARCÍA CRAVIOTTO, Francisco - Catálogo general de incunables
de bibliotecas españolas. Madrid: Dirección General del Libro y Bibliotecas. Ministerio de Cultura, 1989-1990.
3
Estudiadas por mí: La Colección Castañeda, en la Biblioteca de la Casa de Alba. Madrid, junio de 2014, no
publicado.
4
VAAMONDE VALENCIA, José Lino - Salvamento y protección del tesoro artístico español durante la guerra,
1936-1939. Caracas: Cromotip, 1973. p. 35 y 43.
5
MUÑOZ RUBIO, Mª del Valme - La historia recuperada. Vicisitudes del Palacio de Liria durante la Guerra Civil
española. AZCUE BREA, Leticia - Colección Casa de Alba: Museo de Bellas Artes de Sevilla, del 16 de octubre de
2009 al 10 de enero de 2010. [Sevilla]: Consejería de Cultura, 2009. p.136.
6
Autor, entre casi dos centenares de publicaciones, de Arte del blasón: Manual de heráldica, 1954.
7
RODRÍGUEZ-MOÑINO SORIANO, Rafael - La vida y la obra del bibliófilo y bibliógrafo extremeño D. Antonio
Rodríguez-Moñino. Madrid: Editora Regional de Extremadura, 2000. p.66.
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
El primer blasón de lo que sería la Casa de Alba se puede ver en la tabla “La
Anunciación con el I duque de Alba”, expuesto en el salón Gran Duque del palacio
de Liria10. Se trata de la Anunciación a la Virgen en el que aparece una figura orante,
testigo del acontecimiento, que se identifica como Don García Álvarez de Toledo, I
duque de Alba. Sobre él, figura el escudo de los Alba, jaquelado de quince piezas de
plata y azur; al timbre, corona ducal.
Aunque se ha cuestionado si el emblema es coetáneo a la obra o se pintó más
tarde, ese sería el primer escudo de la Casa de Alba.
Tapa anterior de la obra Elogio de don Antonio Álvarez de
Toledo y Beaumont, ... y detalle del escudo de Antonio Álvarez de Toledo y
Beaumont, V duque de Alba. Manuscrito ADA, C.159, N.6.
10
https://fundacioncasadealba.com/coleccion/ficha_c.php?bjdi=38 [consultado 18/IX/2018].
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
Encuadernación con super libris de la Casa de Alba. La corona del ángel se interpreta como real;
es ducal con grandeza de España.
11
Agradezco a mi colega Ignacio Rodulfo que me facilitara la signatura de la obra.
12
PINEDO Y SALAZAR, Julián de - Historia de la insigne orden del Toyson de oro, dedicada al Rey nuestro señor,
xefe soberano, y gran maestre della. Madrid: Imprenta Real, 1787, t.I, p.276.
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
13
Suponemos que la corona que se quiso representar era la de duque con grandeza de España.
14
La obra se conserva en el Museo del Prado, número de catálogo P008087.
15
Se trata de la primera traducción completa de la Biblia al castellano. Aunque no lleva firma, solo las iniciales
C.R. al final de la “Amonestación del intérprete de los sacros libros al lector”, la realizó Casiodoro de Reina (1520-
1594), monje jerónimo español que se convirtió al protestantismo y tuvo que abandonar España perseguido por la
Inquisición. Se publicó por primera vez en Basilea, en 1569. Esta Biblia figura en el Índice de libros prohibidos.
16
La fecha podría hacer referencia al año de compra de la obra. En otro libro conservado en la British Library [En
línea], en la tapa anterior además de las iniciales de Kress y super libris, también se estampa una fecha diferente de
la de edición de la obra lo que hace suponer que puede tratarse del año de compra. https://www.bl.uk/catalogues/
bookbindings/Results.aspx?SearchType=AlphabeticSearch&ListType=Bookbinder&Value=4309 [consultado 3 de
oct. 2018]. En otras bibliotecas también se localizan libros que pertenecieron a Kress, con sus marcas de posesión, y
la misma incongruencia entre la fecha de impresión de la obra y la que figura en la tapa; véase: https://catalog.prin-
ceton.edu/catalog/4287430 [consultado 3 de oct. 2018]. Hemos localizado libros pertenecientes a otros miembros
de los Kress of Kressenstein con el mismo diseño en la encuadernación: iniciales, super libris, fecha, posterior a la
impresión; por ejemplo se puede ver en: http://www.kettererkunst.com/details-e.php?obnr=410903294&anummer=
359&detail=1 [consultado 3 de oct. 2018].
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
17
Basle es el nombre antiguo, en francés, de Basilea, lugar de impresión de la Biblia, y 1569 el año de la primera
edición.
18
Es habitual encontrar este tipo de recortes de catálogo, adheridos a los libros de la biblioteca de la Casa de Alba.
Pensamos que son obras adquiridas por el XVII duque, la mayoría en Inglaterra. Sabemos que fue cliente de la
prestigiosa librería londinense Maggs Books, especializada en libro antiguo y fundada en 1853 por Uriah Maggs.
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MAYTE CONTRERAS MIRA
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obra y las distintas impresiones de la misma; así como referencias a las otras marcas
de posesión de los Kress que incluye el ejemplar.
Ex libris de J.W. Kress of Kressenstein, firmado por H.T. scu. 1619 Hh.
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19
En algunas ocasiones se le ha confundido con el reverendo Henry White (1761-1836) de Lichfield, Inglaterra.
20
Se puede consultar en línea: https://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/justice-of-the-peace [consultado
1 de oct. 2018].
21
Sin embargo, tenemos una carta de Henry White, publicada en el Times, el 2 octubre de 1888, en la que afirma
que es magistrado desde hace más de 30 años con experiencia en la población criminal de Londres, y se firma
“Magistrate of Middlesex”. La carta tiene como fin sugerir la creación de un fondo de 1.000 libras para recompen-
sar a los que ayuden a descubrir crímenes atroces; él se ofrece a aportar 50 libras. La carta incluye su dirección,
la misma en la que falleció, según los catálogos de subastas. Ese año, 1888, el conocido como Jack el destripador,
inició sus asesinatos de mujeres en Londres.
22
Para mayor información sobre el particular, ver en línea: https://merseysidelieutenancy.weebly.com/ [consultado
el 1 de oct. 2018].
23
https://www.collinsdictionary.com/dictionary/english/fsa [consultado el 1 de oct. 2018].
24
Un año antes, en enero de 1901, otra importante casa de subastas londinense, Christie, Manson & Woods, en una
177
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Ex libris de Henry White. Ex libris de Jacob P. R. Lyell.
En esa venta pudo adquirir esta Biblia Jacob Patrick Ronaldson Lyell (1871-
1948) a quien pertenece el otro ex libris que también encontramos en este volumen.
Se trata de un grabado en oro, sobre fondo azul marino, de un brazo armado, con
el motte Viam auto inveniam aut faciam, que interpretamos como “Encontrar un
camino o hacerlo”, y su nombre abreviado, Jacoby P. R. Lyell. Abogado y bibliófilo
británico interesado en los libros y la cultura española, su colección de manuscritos
incluyó, entre otros, la Relación Verdadera de las cosas del Reino de Taibín por
otro nombre China… de Pedro de Rada. Un centenar de los 250 manuscrito que
tenía los legó a la Biblioteca Bodleiana que hoy conserva casi toda esta parte de su
biblioteca.25 En 1926 escribió Early book illustration in Spain26, con introducción
de Konrad Haebler. Además, publicó un estudio sobre el Cardenal Cisneros27 y la
Biblia Políglota Complutense, que también tuvo en su biblioteca.
178
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28
GUIGARD, Joannis - Nouvel armorial du bibliophile, T.II. París: Emile Rondeau, 1890 p.400.
29
FERNANÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ, Ernesto - La Orden de Malta y sus sellos. ALVARADO PLANAS, J.;
SALAZAR ACHA, J. de. La Orden de Malta en España (1113-2013): Volumen II. Madrid: Sanz y Torres, 2015.
p.778-779.
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Es a otro miembro de la familia Pinto al que Mathias Lima30 atribuye este super
libris31. Se trata de Luis Pinto de Sousa Coutinho32 (1735-1804), primer vizconde de
Balsemao (1801)33. Importante estadista y diplomático portugués, con una larga carre-
ra de servicios al Estado. Poseía las cruces de las órdenes, portuguesa, de S. Bento de
Aviz y, española, del Toisón (1796). Hace referencia Lima a que el escudo lleva en la
cimera la corona de marqués, que le correspondía como Consejero de Estado. Pero en
este escudo que reproduce Lima en su estudio34, no se incluye y tampoco podría figu-
rar la medalla del Toisón, si la encuadernación es coetánea a la obra, ya que se trata
de un impreso de 1785, anterior por tanto a la concesión de la orden del Toisón. En el
super libris del volumen que estudiamos, tampoco aparecen estas medallas. Podemos
aventurar que las cubiertas se realizaron antes de obtener las distinciones. Ahora bien,
según el interesante estudio de la biblioteca del primer vizconde de Balsemao realiza-
do por Rodrígues Costa35, los libros impresos de Pinto de Sousa Coutinho no tienen
marcas de posesión. Por tanto, cuestionamos también que este volumen provenga de
la biblioteca de Balsemao. De lo único que sí podemos estar seguros es de que perte-
neció a algún miembro de la familia Pinto y por el tipo de encuadernación, se podría
datar entre los siglos XVIII y XIX36.
Este volumen llegó a la biblioteca de la Casa de Alba posiblemente por compra del
XVII duque. En la guarda tiene una anotación manuscrita, a lápiz, en inglés, que dice
que se trata de una buena impresión de una importante historia de España y genealo-
gía de la famosa familia Girón. También incluye una referencia al lugar de impresión:
“Complutum press” y a los catálogos de Salvá, Heredia y García; éste último debe ser
García Rico, importante librero madrileño de principios del siglo XX.
En la biblioteca Lázaro Galdiano ,en Madrid, se conserva otro volumen con el
mismo super libris y encuadernación que el de Alba, Tácito español ilustrado con
Aforismos, por Baltasar Alamos de Barrientos; Madrid, 161437.
30
LIMA, Mathias-Super-libros portuguezes ineditos. Porto: Fernando Machado, 1927. p. 5-8.
31
Agradezco a los profesores Avelar, Metelo y Portugal su ayuda para intentar la atribución de este escudo.
32
Se puede ver un retrato suyo, de 1797, en la Biblioteca Nacional de Portugal [en línea], [consultado 14 de octubre
2018] [http://purl.pt/11848].
33
Título que se le otorga después de la firma con el primer ministro español, Manuel Godoy, del Tratado de Bada-
joz, que puso fin a la llamada “Guerra de las Naranjas”.
34
El super libris sobre el que hace el estudio figura en la obra Sistema ou collecçao dos regimentos reaes, por José
Monteiro de Campos. Lisboa, 1785, según indica Lima en su estudio, en nota al pie.
35
RODRIGUES COSTA, Julio Manuel- Alguns livros científicos (sécs. XVI e XVII) no “Inventário” da Livraria
dos Viscondes de Balsemão. Ágora. Estudos Clássicos em debate [en línea] 14.1, (2012), p. 131-158 [consultado 15
de oct. 2018] diponible en internet: http://revistas.ua.pt/index.php/agora/article/view/2271. Agradezco al profesor
Rodrígues Costa su interés por mi trabajo y sus comentarios sobre la biblioteca del vizconde Balsemao. Ha cotejado
para nosotros el inventario de la biblioteca, realizado entre 1832-33, y no figura nuestra título. Al mismo tiempo nos
indica que aunque él no encontró ningún escudo en los libros que cotejó de visu, más de un centenar, no descarta
que puedan existir otros volúmenes en los que sí esté estampado el super libris.
36
Agradezco a los bibliotecarios de la Universidad de Coimbra, en especial a Antonio Eugenio Maia Amaral y Hele-
na Sousa, su dedicación e interés para intentar ayudarme en este trabajo.
37
También el super libris de ese volumen está atribuido al Gran Maestre de la Orden de Malta Pinto de Fonseca,
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MAYTE CONTRERAS MIRA
HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
Encontrar distintas marcas de posesión en un mismo libro es, como hemos visto,
una suerte para reconstruir la vida de esa obra. Así ocurre también con Crónica
de los señores reyes de Castilla, don Sancho el Deseado, don Alonso el Octavo y
don Enrique el Primero... por Alonso Núñez de Castro. Madrid, 1665. La encua-
dernación lleva el super libris de Charles Stuart de Rothesay (1779 -1845), barón
de Rothesay. Diplomático británico, con misiones en España, en apoyo a los suble-
vados contra la invasión napoleónica de 1808, así como en Portugal, donde se hizo
imprescindible para Wellington en su lucha contra Napoleón, y fue fundamental su
intervención en el tratado por el cual Brasil se independizó de Portugal38. En 1812
se le armó caballero de la Gran Cruz de la Orden de Bath o del Baño, y en 1828 se
le otorgó el título de barón, que se extinguió con él al no tener hijos varones.
Se conocen cinco super libris diferentes de Stuart de Rothesay39 y sobre algunos,
surgen dudas acerca de su autenticidad. No hemos localizado ninguno solo con su bla-
són, todos tienen alguno de sus atributos -corona de barón o collar de Bath- o ambos.
181
MAYTE CONTRERAS MIRA
HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
Imagen D Imagen E
Se puede ver otro escudo con los mismos atributos, aunque solo se registra una
obra que lo incluye [Imagen D]. Se trata de Mémoires relatifs à l’expédition anglai-
se partie du Bengale en 1800 pour aller combattre en Egypte l’Armée d’Orient,
París, 1826. Si lo compró el año de su publicación, Rothesay todavía no era barón.
Y todavía se encuentra un quinto super libris [Imagen E] que es precisamente el
que figura en las tapas del ejemplar nº 7271 de la Casa de Alba.
Solo lleva el escudo, rodeado por el collar de la orden de Bath con su medalla
pendiente. Con esta versión es con la que se localizan más libros. Setenta y un títu-
los figuran en el Online Archive of California, varios de ellos obras españolas, como
Historia de las cosas…, de Bernardo Pérez; La biografía de Felipe II por Cabrera de
Córdoba; o la de Gonzalo de Céspedes sobre Felipe III.
¿Todos estos super libris fueron utilizados por el barón Stuart de Rothesay? No
hemos podido confirmarlo. Diez años después de su muerte, en 1855, la bibliote-
ca fue subastada en Londres por S. L. Sotheby & J. Wilkinson40. Buena parte de
40
Sobre la venta de la biblioteca hemos encontrado reiteradas referencias al estudio de Luís de Bivar Guerra (1904-
1979), A biblioteca de Lord Stuart de Rothesay nucleo de duas importantes livrarias portuguesas, que no hemos
localizado en bibliotecas españolas.
182
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
esos libros, al parecer, fueron adquiridos por los bibliófilos portugueses, Francisco
de Almeida Portugal (1796-1870), segundo conde de Lavradio; y Joao da Guerra
Rebelo Fontoura, comerciante de vinos en Londres.
Conde de Romanones. [En línea]. Trabajo realizado para ser incluido en la publicación conmemorativa de los cien
183
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
años de la creación de la biblioteca del Patronato de la Alhambra, 2010. [consultado 2, oct. 2018] Accesible en
internet: http://hdl.handle.net/10760/14974.
43
Está considerada como la primera gran obra de la literatura en castellano. Narra las gestas del Rodrigo Díaz de
Vivar, el Cid Campeador, escrito hacia el año 1200. El original de esta obra se conserva en la caja de seguridad de
la Biblioteca Nacional de España.
44
Blog de la British Library de estudios sobre Europa. [En línea]. http://blogs.bl.uk/european/2016/10/frederick-
cosens-shakespeare-and-the-spanish-drama-of-the-golden-age.html. [consultado 2, oct. 2018]
45
No se ha hecho un estudio de cómo salieron de la biblioteca de Palacio tantos libros con super libris reales. En las
bibliotecas privadas con fondo antiguo abundan las obras con marcas de propiedad de escudos reales y no es posible
que todos fueran obsequios del monarca al que identifican, pues son muy numerosos. María Luisa López-Vidriero,
actual directora de la Real Biblioteca, sí ha documentado el robo que tuvo lugar a principios del siglo XX de varios
manuscritos, libros de horas, incunables, entre otros valiosos libros, y que fue denunciado por el conde de las Navas
y Ramón Menéndez Pidal, Bibliotecario Mayor y responsable de Manuscritos respectivamente; el librero Pedro
Vindel fue uno de los receptores de los robos, aunque siempre declaró que desconocía su procedencia.
46
HUESO ROLLAND, Francisco. Catálogo de la Exposición de Encuadernaciones Españolas, siglos XIII al XIX.
Madrid: Sociedad española de Amigos del Arte, 1934.
47
Fue la primera gran muestra de encuadernaciones realizada en España. Se exhibieron 534 ejemplares, aunque el
catálogo recogía 550 volúmenes, pero razones de espacio impidieron mostrarlos todos.
184
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La Relación recoge el viaje para la medición del meridiano terrestre que fue
encomendada a Juan y a Ulloa por Felipe V, en una misión hispano-francesa que se
prolongó nueve años. Al regreso, ya reinaba su hijo, Fernando VI. Fue el marqués
de la Ensenada quien se ocupó de la publicación de la obra, que se editó en cuatro
tomos. En la Casa de Alba se conservan los dos primeros, signaturas 10048 y 10049.
La encuadernación de la obra, italiana, de estilo rococó, presenta el escudo de
Fernando VI (1746-1759), que mantuvo el de su padre, Felipe V, sin variación48.
Obsérvense los curiosos hierros del camello y de la araña utilizados para enriquecer
la encuadernación.
48
YEVES - Encuadernaciones heráldicas… p. 60-62.
185
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HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
49
Desde la página web de la Real Biblioteca, www.realbiblioteca.es, se tiene acceso a una magnífica base de datos
de encuadernación histórica relacionada con los volúmenes de la biblioteca. http://encuadernacion.realbiblioteca.es/
libros/exlibris/1988 [consultado 27 de sept.2018].
50
Felipe V fue el primer rey de la dinastía borbónica, francesa como la Orden del Espíritu Santo.
51
Biblioteca Digital Hispánica http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000176990&page=1
52
YEVES.- Encuadernaciones heráldicas… p.60.
53
A la muerte de Fernando VI, sin descendencia, su hermanastro Carlos, que en aquel momento, 1759, era rey de
Nápoles y de Sicilia como Carlos VII, accede al trono de España y uno de sus hijos, Fernando, mantiene la corona
napolitana y de Sicilia.
186
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54
El Cuaderno de Alcabalas recogía los impuestos establecidos desde época de Alfonso XI. Se imprimieron por
primera vez por los Reyes Católicos, en 1484.
55
Vicente Castañeda debió tener amistad con este librero al que ya nos hemos referido al hablar del libro que per-
teneció a Pinto de Fonseca. Precisamente en su establecimiento guardó Castañeda durante algunos años parte de
su biblioteca que fue trasladada directamente desde ese depósito al palacio de Liria, tras la compra por el duque de
Alba.
56
MORENO GALLEGO, V.- Claves evolutivas de la encuadernación heráldica de Patrimonio Nacional. LÓPEZ
-VIDRIERO, M.L. - Grandes encuadernaciones en las Bibliotecas Reales, siglos XV-XXI. Madrid: Patrimonio
Nacional, 2012. p. 75-77.
CEBALLOS-ESCALERA Y GILA, Alfonso - Descripción de emblemas heráldicos. CARPALLO BAUTISTA,
57
187
MAYTE CONTRERAS MIRA
HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
188
MAYTE CONTRERAS MIRA
HERÁLDICA EN LA BIBLIOTECA DE LA CASA DE ALBA
enero de 2010. [Sevilla]: Consejería de Cultura, D.L. 2009. 364 p. ISBN: 978-
84-8266-914-4.
PINEDO Y SALAZAR, Julián de - Historia de la insigne orden del Toyson de oro,
dedicada al Rey nuestro señor, xefe soberano, y gran maestre della. Madrid:
Imprenta Real, 1787. t.1, 667 p.
RODRIGUES COSTA, Julio Manuel - Alguns livros científicos (sécs. XVI e
XVII) no “Inventário” da Livraria dos Viscondes de Balsemão. Ágora. Estudos
Clássicos em debate 14.1, (2012) p. 131-158. ISSN: 0874-5498.
RODRÍGUEZ-MOÑINO SORIANO, Rafael - La vida y la obra del bibliófilo y
bibliógrafo extremeño D. Antonio Rodríguez-Moñino. Madrid: Editora Regional
de Extremadura, 2000. 564 p. ISBN: 84-87311-16-4.
VAAMONDE VALENCIA, José Lino - Salvamento y protección del tesoro artístico
español durante la guerra, 1936-1939. Caracas: Cromotip, 1973. 165 p.
YEVES ANDRÉS, Juan Antonio - Encuadernaciones heráldicas de la biblioteca
Lázaro Galdiano. Madrid: Ollero y Ramos/Fundación Lázaro Galdiano, 2008.
462 p. ISBN: 978-84-7895-248-9.
189
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO
IR. PAULO LACHENMAYER OSB ATRAVÉS DOS DOCUMENTOS DO
ARQUIVO HISTÓRICO DO MOSTEIRO DE SÃO BENTO DE BAHIA
BENTO DA BAHIA
191
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Abstract: This communication intends to make known the work of Br. Paulo
Lachenmayer, monk of the Monastery of St. Benedict of Bahia, first of the Order of St.
Benedict outside Europe, founded in 1582. Born on January 2, 1903, in Langenangen,
a city in the district of Bodensee in Baden-Württemberg, Ernest Lachenmayer was
disciple of Theodor Schnell. At the age of 19, he went to Brazil to enter the Monastery
of São Bento da Bahia where he received the new name of Paulo and where he began
to study art and heraldry, as well as architecture, sculpture, calligraphy and to drawing.
He was the author of many architectural projects in several Brazilian cities, the most
renowned being the interior decoration projects of the Cathedral of Brasilia and the
Metropolitan Cathedral of Rio de Janeiro. He became a master of Brazilian heraldry
and is recognized throughout the country for his coats of arms that until now appear
in institutions such as the Federal University of Bahia, the School of Fine Arts, the
Museum of Sacred Art of Bahia, the São Bento College of Bahia etc. He also made
coats of arms for all the bishops and cardinals appointed in Bahia during his years of
work. Their coats of arms are of a singular stroke. After many years of intense work,
he died in April 1990, at the age of 87. The Historical Archive of the Monastery of São
Bento da Bahia has today several of his drawings and documents that put under analy-
sis are able to tell the story of his legacy. It is this work of exploring the collection of
the institution that will be presented in this communication.
1
LOSE et al. – Dietário do Mosteiro de São Bento da Bahia (1582-1815): edição diplomática. Salvador: Edufba,
2009. p. 19.
2
A Basílica da Abadia de São Bento da Bahia é dedicada a São Sebastião justamente por causa da preexistência
dessa ermida.
192
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
DE ERNEST A PAULO
193
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
de atelier, o escultor e professor Theodor Schnell5 com quem aprendeu parte da arte
que viria a exercer posteriormente.
Com o intuito de se tornar religioso, o jovem Ernest Lachenmayer chegou ao
Brasil em 13 de agosto de 1922, com apenas 19 anos de idade, para ingressar no
Mosteiro de São Bento da Bahia.
Recebeu o hábito monacal da Ordem em outubro de 1922 e começou o seu novi-
ciado em Novembro de 1923, como se lê no Livro das Crônicas do mosteiro dos
anos de 1920 a 1934: “Após as vésperas: vestição e entrada no noviciado do ir.
Lachenmayer”.
Dom Rupert, o abade da época, escolhe o nome de Paulo (como onomástico do
apóstolo São Paulo, Paulo de Tarso) para ser seu nome monástico, sua identidade
dali em diante, conforme a tradição beneditina.
De acordo com o Capítulo 57 da Regra de São Bento – Dos Artesãos do mos-
teiro: “Se há artistas no mosteiro, que executem suas artes com toda a humildade, se
o Abade o permitir.” Sendo assim, Ir. Paulo não se ordenou sacerdote, passou a se
dedicar aos estudos de arte e da heráldica e, para tal, voltou para a Europa a fim de
aperfeiçoar seus estudos em belas artes com o professor Maurus Kraus, OSB6.
O LEGADO
5
Theodor Schnell (1870-1938) era um escultor alemão que produziu vasta obra, ainda preservada em parte, em
diversas igrejas da Alemanha. Transitou entre o neoromânico, o neogótico e o Art Nouveau.
6
Valentin Kraus (Maurus Kraus, OSB) (1873-1941) era um escultor, professor e monge beneditino alemão. Entre
outras obras, participou da construção da Abadia de Münsterschwarzach. No município de Estenfeld, na Alemanha,
há uma rua com seu nome de batismo em reconhecimento a sua arte.
7
LIMA, Dom Tadeu Gomes – Dietário dos monges que faleceram no Arquicenóbio da Bahia: dietário unificado.
Vol. 31. Salvador: Arquivo Histórico do Mosteiro de São Bento da Bahia, 2001.
194
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
No seu acervo é possível encontrar ainda estudos para a parte interna da Basílica
de Nossa Sra. Aparecida, desenhos da fachada da Abadia do Mosteiro de São Bento
da Bahia. Do primeiro, no entanto, não parece ter havido execução.
Fig. 2 - Folha de rosto da 1ª edição do Livro Velho do Tombo do Mosteiro de São Bento da Bahia,
publicado pela Tipografia Beneditina em 1945.
8
É, certamente, de autoria do Ir. Paulo Lachenmayer também o brasão desenhado sobre as capas das reencader-
nações dos Livros do Tombo do Mosteiro de São Bento da Bahia que se encontram no Arquivo Histórico da insti-
tuição.
195
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Seu trabalho caligráfico pode ser visto nas legendas de todas as suas plantas,
fachadas e perspectivas e em todos os seus brasões, ex-libris e trabalhos tipográfi-
cos.9
Em relação à produção de ex-libris, ao que parece, se concentrou entre as soli-
citações feitas por amigos, na cidade de Salvador. Como belos exemplos, encon-
tram-se o ex-libris do Prof. Claudio Veiga e do também monge beneditino alemão
e expoente na história da arte sacra na Bahia, Dom Clemente da Silva Nigra, OSB.
Fig. 3 - Ex-libris de Dom Clemente da Silva Nigra elaborado e esculpido em madeira pelo
Ir. Paulo Lachenmayer
Mas foi na arte da Heráldica, sem sombra de dúvidas, que Lachenmayer concen-
trou mais a sua atenção. Seus brasões circularam o Brasil e repousam até hoje sobre
bandeiras, flâmulas e insígnias de diversas cidades, instituições, personalidades e
famílias do país.
Entre os brasões acadêmicos, destaca-se o da Universidade Federal da Bahia10
9
Sobre o trabalho caligráfico do Ir. Paulo Lachenmayer recomendamos ver o trabalho “Beneditina: construção de
uma fonte digital baseada na caligrafia do monge beneditino Paulo Lachenmayer” de Adriana Valadares Sampaio.
Disponível em: <file:///C:/Users/Al%C3%ADcia%20Duh%C3%A1%20Lose/Downloads/Paleografia%20e%20
suas%20interfaces%20(1).pdf>. Acesso em: 04 out. 2018.
10
Maiores informações sobre o brasão da Universidade podem ser vistas no Manual de Identidade Visual. Brasão
da Universidade Federal da Bahia disponível no site da instituição através do endereço: <https://www.ufba.br/sites/
196
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Fig. 4 - Brasão da Universidade Federal da Bahia produzido pelo Ir. Paulo Lachenmayer.
Fig. 5 - Brasão da Cidade do Salvador, Bahia, Brasil, elaborado por Paulo Lachenmayer.
197
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Mais informações sobre Dom Timóteo Amoroso Anastácio, OSB, podem ser encontradas no site dedicado à sua
12
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ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Fig. 7 - Descrição do Brasão do Abade Dom Timóteo Amoroso, OSB feita pelo
Ir. Paulo Lachenmayer em 1965.
199
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
A identificação de suas obras pode ser feita pelo reconhecimento do traço claro,
firme e inconfundível do artista e, mais ainda, pelo seu monograma (Frater Paulus
Lachenmayer) presente em todas elas, acompanhado ou não da data de confecção
de cada obra.
200
ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Fig. 10 - Monograma do Ir. Paulo Lachenmayer, utilizado como assinatura de suas obras.
MORTE
O ACERVO
13
LIMA, Dom Tadeu Gomes – Dietário dos monges que faleceram no Arquicenóbio da Bahia: dietário unificado.
Vol. 31. Salvador: Arquivo Histórico do Mosteiro de São Bento da Bahia, 2001.
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ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
Fig.11 - Ir. Paulo Lachenmayer trabalhando as plantas da Abadia de São Sebastião da Bahia
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ALÍCIA DUHÁ LOSE
UM HERALDISTA ALEMÃO EM TERRAS BRASILEIRAS: A ARTE DO IR. PAULO LACHENMAYER OSB
II, Dom Pedro. Viagens pelo Brasil: Bahia Sergipe e Alagoas-1859, Rio de Janeiro.
Bom Texto 2003.
LACHENMAYER. Irmão Paulo. Catalogo das Lapides Tumulares dos monges
deste mosteiro, que aqui esperam a sua ressurreição no ultimo dia dos Séculos.
Salvador. Arquivo Histórico do Mosteiro de São Bento (documento manuscrito),
1971.
LIMA, OSB. Dom Tadeu Gomes: Dietário dos monges que faleceram no
Arquicenobio da Bahia: dietario unificado. Vol. 31. Salvador: Arquivo Histórico
do Mosteiro de São Bento da Bahia, 2001.
LOSE, Alícia Duhá et alii – Dietario do Mosteiro de São Bento da Bahia: edição
diplomática. Salvador: Eudfba, 2009.
PAIXÃO, Dom Gregório (Org.) – O Mosteiro de São Bento da Bahia. São Paulo;
Rio de Janeiro: Versal; Odebrecht, 2011.
SÃO BENTO. A Regra de São Bento. Tradução dos monges beneditinos, OSB.
Salvador: Edições São Bento, 2002.
SCHERER, OSB, Michael Emilio – Frei Domingos da Transfiguração Machado.
Rio de Janeiro: Lumen Christi, 1980.
TAVARES, Luís Henrique Dias. História da Bahia. 10. ed. Salvador; São Paulo:
EDUFBA; Editora UNESP, 2001.
VALADARES, Adriana Sampaio – Beneditina: construção de uma fonte digi-
tal baseada na caligrafia do monge beneditino Paulo Lachenmayer. In: LOSE,
Alícia Duhá; SOUZA, Arivaldo Sacramento de. Paleografia e suas interfaces.
Salvador: Memória e Arte, 2018. p. 10-23.
VALLADARES, Clarival et alii. – 400 anos do Mosteiro de São Bento da Bahia.
Brasil: Odebrecht, 1982.
VEIGA, Paulo C. – Irmão Paulo Lachnmayer, OSB: um artista alemão no Mosteiro
de São Bento (1922-1990). 2012. 179 f. Dissertação (Mestrado em Artes Visuais)
– Programa de Pós-Graduação da Escola de Belas Artes, Universidade Federal
da Bahia. Orientador: Eugênio Lins.
203
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA
DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
Resumen: Muchas veces parece que el ser humano no es capaz de asimilar la canti-
dad de simbología que rodea nuestra realidad, lo presentes que están en nuestro día
a día los escudos, los sellos... todos esos emblemas que parecen sencillamente sólo
eso: imágenes con un significado especial ya sea histórico, monumental, artístico,
etc., que pertenecen al pasado. Lo cierto es que todos estos códigos cumplen mucho
más que con una función estética y tienen un mayor peso en el presente, en la vida
cotidiana, de lo que podría imaginarse. Ahí recae la importancia de que los estudios
en torno a estos campos aumenten y aporten información que favorezca la compren-
sión y la difusión del conocimiento en torno a la Heráldica y a la Sigilografía.
Es por ello que este trabajo tiene como intención iniciar los estudios en torno a
la colección de sellos en tinta de lo que era la antigua provincia de Santander. Unos
estudios que se han dado intensamente en otras regiones de la geografía española al
albergar una gran importancia en lo relativo al estudio de la administración del siglo
XIX, la Sigilografía y muchas otras facetas que deben ser estudiadas de manera más
pormenorizada.
Abstract: Plenty of times it seems like the human being is not able to assimilate
the amount of symbology that surrounds our reality, the present that are in our day
to day shields, seals... all those emblems that appear simply just that: pictures with
a special meaning either historical, monumental, artistic... that belong to the past.
The truth is that all these codes fulfill much more than with an aesthetic function
and have a greater weight in the present, in everyday life, than we could imagine.
Therein lies the importance that studies around these fields increase and provide
205
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
1
CLEMENTE GARCÍA, Enriqueta; BLANCO LALINDE, Leonardo - Los sellos municipales de tinta de la provin-
cia de Teruel en el siglo XIX. Zaragoza: Institución “Fernando el Católico”, 2002. 432 págs. ISBN: 978-84-7820-
675-9.
2
NICÁS MORENO, Andrés - “La provincia de Jaén en la colección sigilográfica de 1876 en el Archivo Histórico
Nacional”, Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, ISSN: 0561-3590. Nº190 (2005), págs. 501-558.
3
SÁNCHEZ BADIOLA, Juan José - “Símbolos locales en los sellos de tinta palentinos durante el siglo XIX”,
Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, ISSN: 0220-7317, Nº 79 (2008) págs. 375-393
4
RUIZ ENCINAR, Mario - “La <Colección de Sellos en tinta Municipales> riojanos del AHN”, Boletín A.R.G.H.,
ISSN-e: 1889-3503, Nº7 (2015), págs. 39-66; RUIZ ENCINAR, Mario - “Los emblemas municipales riojanos del
siglo XIX en la colección de sellos en tinta del Archivo Histórico Nacional”, Berceo, ISSN: 0210-8550, Nº168
(2015), págs. 231-288
5
TUBÍO ADAME, Francisco - “Colección de sellos de tinta de las ciudades y pueblos canarios de 1876”, Crónicas
de Canarias, ISSN: 1699-8669, Nº6 (2010), págs. 323-331
6
TUBÍO ADAME, Francisco - “Estudio de los sellos en tinta del ayuntamiento de montilla del año 1877”, Crónica
de Córdoba y sus pueblos, ISSN: 1577-3418, Nº23 (2016), Págs.. 23-34
206
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
7
SÁNCHEZ BADIOLA, Juan José - Símbolos locales en los sellos de tinta... Op. Cit. pág. 375. Cabe destacar la
plausible diligencia por parte de los organismos de la antigua provincia de Santander, quienes culminaron la labor
de recolección de dichos sellos en cada uno de los municipios antes de que terminase el citado año de 1876.
8
NICÁS MORENO, Andrés - La provincia de Jaén... Op. Cit. pág. 502
9
SÁNCHEZ BADIOLA, Juan José - Símbolos locales en los sellos de tinta... Op. Cit. pág. 375
10
ADRADOS VILLAR, Esperanza - Los fondos sigilográficos del Archivo Histórico Nacional. En: GALENDE
DÍAZ, Juan Carlos (coord.): De sellos y blasones: miscelánea científica. Madrid: Universidad Complutense, Depar-
tamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas: Asociación de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria,
2012. ISBN: 978-84-695-4792-2. págs. 11-27 (pág. 17)
11
GARRIDO MARTÍN, Aurora; ESTRADA SÁNCHEZ, Manuel: La provincia de Santander y la Diputación
provincial de Santander 1833-1981. En MOURE ROMANILLO, Alfonso (ed.): Cantabria: historia e institucio-
nes. Santander: Parlamento de Cantabria: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2002. ISBN:
84-8102-317-5. págs. 220-239 (pág. 227)
12
Ibidem, pág. 238
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
13
SÁNCHEZ BADIOLA, Juan José - Símbolos locales en los sellos de tinta... Op. Cit. pág. 376.
14
Ibidem, pág. 392
15
Idem
16
RUIZ ENCINAR, Mario - La “Colección de Sellos en tinta Municipales”... Op. Cit.pág. 242
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
Leyenda: AYUNTAMIENTO CONSTIT(UCIONA)L DE CABEZON
Descripción: Campo decorado con escena marítima. Se puede observar
una nave, el mar y una torre. Dos cabezas en la zona superior del
escudo, juntos.
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
Por otro lado, el segundo que podemos observar es otro de los ejemplos que se van a
repetir (con algunas diferencias) a lo largo y ancho del territorio, pero especialmente
en las villas portuarias o de vocación marinera. Se trata de una escena que repre-
senta la toma de Sevilla realizada en 1248 por orden de Fernando III el Santo. La
relación que guarda este hecho con la zona del Cantábrico peninsular es que el almi-
rante Ramón de Bonifaz armó los barcos y consiguió tripulación en los puertos del
Cantábrico con la intención de romper el puente de barcas que impedía la conquista
de la ciudad17. Por ello, la provincia de Santander tiene como escudo una escena que
conmemora este hecho y muchos municipios plasman la misma imagen con ciertas
diferencias. Los dos rostros simbolizan a los Santos Mártires Emeterio y Celedonio,
patronos de la ciudad de Santander y, por ende, figuras presentes en el escudo de la
provincia.
17
CALDERÓN ORTEGA, José Manuel: “La intervención de marinos cántabros y vascos en la campaña naval de
1430 y los intentos por extender la jurisdicción del Almirantazgo de Castilla a los puertos del norte peninsular”,
Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, ISSN: 1136-4963. Nº 5, (2006) págs. 53-67
18
GARRIDO MITJAVILA, Alejandro: La Justicia de Paz en España; dirigido por la Profesora María Luisa
VILLAMARÍN LÓPEZ. Madrid: Facultad de Derecho, 2014. Trabajo de Fin de Máster. Pág. 11.
210
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LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
211
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
embargo, no impidió que este lugar tuviese “capacidad para la administración direc-
ta de sus bienes propios comunales, la elección de sus oficiales y la defensa de sus
intereses”21.
En el caso de Cartes se decidió copiar dos veces el sello. Es interesante ver cómo
en algunos casos ni siquiera se incluyen todos los sellos y apenas se hace una des-
cripción de los mismos, y como en otros se incluyen dos o incluso tres copias del
mismo sello para garantizar la calidad del mismo.
Tanto el alcalde como el secretario firman este documento donde se intenta
explicar vagamente el motivo por el cual se muestra dicha imagen. De esta forma el
documento cita textualmente: “Representa un monumental castillo alme-/-nado, que
existe en esta villa, a la que / se cree haber dado el nombre, pues el / de Cartes debe
de proceder de la pala-/-bra latina Castrum”,
Además, nos aporta información muy interesante para otros campos como, por
ejemplo, la arqueología, al explicar también en el documento que las almenas desapa-
recieron apenas unos años antes.
1581, revierte a la corona los territorios de los Nueve Valles, Reocín, Cabezón, Alfoz de Lloredo, Cabuérniga, Pié-
lagos, Camargo, Villaescusa, Vayón y Penagos. SAN MIGUEL PÉREZ, Enrique - El valle de Anievas. El gobierno
de una jurisdicción de Cantabria a fines del Antiguo Régimen. En VV.AA. - I Jornadas de Historia del Valle de
Anievas. Ayuntamiento de Anievas, 1992. ISBN: 84-604-3994-.Págs. 18-34 (pág. 20)
21
Idem
212
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
En esta ocasión los datos que nos ofrece el documento son escasos. Señala que
dicho sello se lleva usando desde “hace muchos años” y, en el momento de realizar
la descripción del mismo, únicamente se encargan de enumerar los elementos que
forman parte del campo del sello. Estos son los siguientes: un castillo, el puente
de Sta. Ana, una nave, el mar y unas ballenas. Dichos símbolos son los propios del
escudo de armas de la villa de Castro-Urdiales.
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LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
Aunque en el documento se señala que existen dos sellos, lo cierto es que éste
es el único que presenta: “Copia de los sellos que existen en la Secretaria de este
Ayuntamiento y los que / actualmente se usan y son los que se expresan. / Uno que
dice Ayuntam(ien)to constitucional de Hazas Cesto / y otro que dice Alcaldia Co(ns)
t(itucional) de Hazas. / Son los unicos que hai en este distrito municipal.” El estado
de conservación de la copia es malo.
215
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
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LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
Leyenda: JUZGADO DE PAZ DE NOJA
Descripción: Balanza equilibrada sujetada por una mano y espada abajo.
Piélagos es otro de los municipios que utilizan un sello propio con referentes a la
historia, cultura y arte de su territorio: “Copia del sello que se usa y ha usado / siem-
pre, tanto para los asuntos de la Corpo-/-racion como de las Alcaldias ó tenencias /
respectivas; el cual se remite en obser-/-vancia á lo prevenido por la circular / de 6
de setiembre último. / Este sello tiene su origen en hallarse la Casa / Consistorial,
situada en el mismo puente que / atraviesa el camino Real de Castilla, y divide al /
pueblo de Oruña con el de Arce uno y otro del / distrito municipal.”
Resulta incluso entrañable observar cómo en lugar de dar una fecha exacta o
aproximada del momento en el que se empezó a utilizar dicho sello, los representan-
tes del lugar afirman que dicho emblema ha estado ahí desde siempre.
217
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
22
GÓNZALEZ ECHEGARAY, María del Carmen. Escudos de Cantabria, tomo VI, Campoo y Castro Urdiales.,
Madrid: Hidalguía, 1999, págs. 191. ISBN: 84-89851-21-2. pag. 16.
23
Ayuntamiento de Reinosa - Nuestros símbolos [En línea, accedido el 5 de octubre de 2018] Disponible en el
218
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
/ en la Guerra Civil de los / siete años, fué causa de / que el Gobierno la otorga-/-se
añadir el de Decidida [...]”
Leyenda: ALACALDIA CONST(ITUCIONA)L DE SANTILLANA
Descripción: Rostro sumado por una corona. Dos querubines laterales la
sostienen. Abajo un demonio tumbado y encadenado.
“Ambos sellos contienen las armas / de la muy noble villa de Santillana con-/-
sistentes estas la parte superior en la corona / del rey, y en lo restante sigue la corona
de / Santa Juliana, patrona de esta villa, su ca-/-ra, un angelote a cada lado y en la
par-/-te inferior y debajo de la santa existe ten-/-dido la figura del Diablo pendiente
de / una cadena que tiene la santa.”
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LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
De nuevo nos encontramos ante un sello cuyo campo está vacío. En esta ocasión
se desconoce el año de inicio aunque, teóricamente al menos, este sello tendría que
haberse dejado de utilizar en 1863, momento en el que se dio la orden de creación
de dos sellos: uno para la alcaldía y otro para el ayuntamiento. Sin embargo el pro-
pio documento señala que en algunas ocasiones se utiliza uno y en otras los otros.
El sello de Santoña utiliza como simbología el escudo del lugar, que a día de
hoy sigue siendo el utilizado. En cualquier caso, el documento no nos aporta más
información. Realiza tres copias de este sello “mixto” y otras tres copias del de la
alcaldía que representa el escudo dinástico que tantas veces viene ya dándose.
En este sentido Florentino Antón Reglero ha realizado un estudio en torno a la
heráldica de Santoña. En dicha obra señala que Don Vicente de Cadenas y Vicent,
Cronista Oficial de Armas tuvo como encargo el rehabilitar el escudo del municipio
en 1969. Para ello realizó una exhaustiva búsqueda que culminó en resultados poco
favorables. De hecho, lo único que encontró fue la impronta de este sello: “En la
descripción que nos hace indica que se trata de un escudo heráldicamente despro-
porcionado, cortado, y cuya primera partición se cuartela a su vez para mostrarnos
las armas de Castilla y de León en su forma habitual y que en la segunda, vemos, y
copio literalmente: <Sobre ondas de mar, una peña grande o montaña, y sobre ella
un castillo, y saliendo d ela peña una cadena que se hunde en el mar, y delante de
ella un barco de tres palos con las velas desplegadas>. El escudo, advierte, aparece
timbrado con la corona real cerrada”.
Como ya viene siendo costumbre, la escena naval corresponde con la toma de
Sevilla.
222
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
CONCLUSIONES
24
SÓLORZANO TELECHEA, Jesús Ángel - Santander en la Edad Media: Patrimonio, parentesco y poder.
Ayuntamiento de Torrelavega: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cantabria, 2002. págs. 497. ISBN:
84-8102-290-X. pág. 93
223
MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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MIRIAM FERNÁNDEZ PÉREZ
LA COLECCIÓN DE SELLOS EN TINTA EN LA ANTIGUA PROVINCIA DE SANTANDER EN EL ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL
225
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX:
IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Abstract: In this work he wants to show the diversity of stamps used by Carlos
III of Austria as a pretender to the Spanish Crown during the War of Succession,
as well as the impact on them of his ascension to the throne of the Holy Roman
Empire. In the same way we will see the maintenance of the Spanish heraldry on
the stamps used by the emperor Charles VI after the treaties of Utrecht and Rastadt,
and especially of Vienna (1725), for which we will use coins as a complementary
source. They will show us how heraldry is not univocal but adapts to the needs of
each moment.
227
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Tras numerosas intrigas en Madrid y en todas las Cortes de Europa, pactos secre-
tos y muertes inesperadas2, el rey Carlos II sorprendió a todos dejando como primer
heredero a su sobrino Felipe, duque de Anjou, nieto de Luis XIV, con la esperan-
za de que Francia garantizara la integridad territorial de la Monarquía Hispánica y
evitara una partición ya pactada por la mayor parte de los Estados Europeos, y en
principio lo consiguió3, pero el resto de Europa no tardó en reaccionar4 y poco des-
pués se firmó el Tratado de la Gran Alianza entre Inglaterra, las Provincias Unidas5
1
FRANCISCO OLMOS, José María de - La moneda como arma política en la Guerra de Sucesión Española
(1703-1713). El Numerario del Archiduque Carlos. Cuadernos de Investigación Histórica, Madrid, Revista de la
Fundación Universitaria Española, Seminario “Cisneros”, Vol. 24 (2007), p.177-231. Donde se tratan también los
antecedentes del conflicto y la bases legales y jurídicas de cada uno de los contendientes.
2
FRANCISCO OLMOS, José María de - La sucesión de Carlos II y la Archiduquesa María Antonia de Austria
(1669-1692): Una reina de España en potencia. Hidalguía, Madrid, Revista de la Asociación de Hidalgos de Espa-
ña, nº 354 (año LIX, sep-oct 2012), p.613-683.
3
Tras el impacto inicial Luis XIV decidió aceptar la totalidad del Testamento de Carlos II (que moría el 1 de
noviembre de 1700) e informó de ello a las potencias, siendo Felipe V de Anjou proclamado poco después rey en
Versalles (16 de noviembre) y poco después en Madrid (24 de noviembre), e inmediatamente en el resto de los terri-
torios de la Monarquía, en especial por los gobernadores de las sensibles zonas de los Países Bajos (Maximiliano II
de Baviera), y del Milanesado (Carlos Enrique de Lorena, príncipe de Vaudemont), mientras Europa guardaba silen-
cio, de hecho las Provincias Unidas e Inglaterra reconocieron oficialmente a Felipe V como rey de España (febrero
y abril de 1701), y nada se hizo incluso cuando Luis XIV declaró oficialmente que la Casa de Anjou conservaría sus
derechos de sucesión a la Corona de Francia, firmó acuerdos de alianza con Baviera, hizo que sus tropas entraran en
los Países Bajos, obligando a las guarniciones holandesas de la Barrera a retirarse, y consiguió que varios estados
italianos aceptaran la presencia de sus tropas (Milanesado, Mirándola, Mantua, Saboya) (primavera de 1701).
4
La diplomacia europea entretanto no permanece inactiva y se mueve con relativa rapidez, produciéndose un gran
cambio las alianzas, Guillermo III de Orange, gobernante de Inglaterra y Holanda, se siente profundamente enga-
ñado por Francia, ya que él había sido el autor de los tratados de reparto, y Luis XIV los había firmado e incluso
se había comprometido a defenderlos militarmente, ahora el rey de Francia había conseguido todos sus objetivos,
dominaba de hecho los Países Bajos españoles y trataba de mantener la paz basándose en que sus acciones benefi-
ciarían al comercio holandés e inglés en las colonias hispanas de América y en todo el Mediterráneo, presentando
siempre los hechos consumados. Pero al final la guerra parecía inevitable, aun cuando los enemigos de Luis XIV
tuvieran dificultades en ponerse de acuerdo en sus intenciones.
5
Su gobernante y el artífice de los pactos de reparto de la Monarquía Hispánica había sido Guillermo de Orange,
estatuder desde 1672, y rey de Inglaterra y Escocia junto a su mujer María II Estuardo desde 1689 hasta su muerte
en marzo de 1702. Su sucesora en Gran Bretaña fue su cuñada, Ana Estuardo (1702-1714) que siguó su política.
228
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
6
Poco después se unió a esta Alianza Prusia-Brandeburgo, y muchos príncipes de Alemania decidieron firmar
acuerdos con las potencias marítimas o con el Emperador, como Hesse-Cassel (primavera de 1701) y Sajonia (enero
de 1702), y poco después todos los Círculos imperiales, salvo el de Baviera (que era aliado de Francia), se unieron
a la Gran Alianza (marzo de 1702).
7
A cambio Castilla debía renunciar a sus reivindicaciones sobre el litoral norte del río de la Plata y ceder no sólo
las fortalezas extremeñas (Badajoz, Alburquerque y Valencia de Alcántara), sino también las ciudades gallegas de
Tuy, Bayona, La Guardia y Vigo. Por último Portugal recibiría subsidios para costear la guerra y el mando supremo
militar en la península, produciéndose el desembarco de las tropas aliadas en Lisboa en marzo 1704.
229
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
De esta forma empezó la guerra, que duraría más de diez años. Este conflicto no
es el objeto de este trabajo, pero debemos indicar que durante el mismo se produjo
la muerte del emperador José (17 de abril de 1711) sin herederos varones, lo que
conllevó el acceso al trono imperial de su hermano, el titulado Carlos III de España,
con el nombre de Carlos VI (12 de octubre de 1711), lo cual complicó aún más la
solución del mismo. Ahora veremos las consecuencias heráldicas de este enfren-
tamiento en los cuatro grandes bloques territoriales que componían la Monarquía
Hispánica: la Península Ibérica, los Países Bajos, el Milanesado y las Dos Sicilias.
La Corona de Castilla
8
El 25 de junio de 1706 las tropas angloportuguesas mandados por Lord Galloway y el Marqués de las Minas ocu-
pan el Alcázar madrileño, y el 6 de julio es proclamado Carlos III como rey de España desde un balcón de la Casa
de la Panadería, haciendo el monarca oficialmente su entrada en Madrid el 4 de agosto, pero la villa era partidaria
del Borbón (de hecho los madrileños que le aclamaban se dice que cantaban Viva Carlos tercero / mientras haya
dinero, dado que se repartía dinero entre la multitud que seguía el cortejo real) y ante las dificultades que encuentran
las tropas aliadas en la zona terminan por retirarse, volviendo Felipe V a Madrid el 10 de octubre de 1706, mientras
el pueblo lo festejaba y “desaclamaba” al austriaco, cuya efigie fue quemada entre la alegría de la muchedumbre.
Años después, el 28 de septiembre de 1710 el archiduque Carlos volvería a ocupar Madrid, pero de nuevo el austria-
co tuvo que abandonar pronto la capital, volviendo a ella Felipe V el 3 de diciembre siguiente.
230
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Pero qué ocurre con los sellos. En Castilla se utilizaban habitualmente por la
administración los sellos de plomo y de placa, así como el famoso papel sellado. De
todos ellos es bien conocido el sello de placa de Carlos III, que usó de forma fre-
cuente durante todo el conflicto, sea cual fuera el lugar de emisión del documento,
cuya única diferencia con la heráldica de la moneda es el llevar alrededor el Collar
del Toisón de Oro, orden cuyo maestrazgo estaba hasta entonces unido al monarca
hispano como heredero de sus fundadores, los Duques de Borgoña (Figura nº 3)9.
Y este modelo del sello de placa es el que debemos considerar como el oficial de
Carlos III durante su gobierno en España, como podemos ver en estos documentos,
la proposición real leída en nombre del monarca ante las Cortes catalanas el 5 de
diciembre de 1705, y que luego fue publicada llevando al inicio este escudo (Figura
9
El sello que mostramos estaba en un documento fechado en Valencia el 1 de diciembre de 1706, por el que se
concedía a la ciudad de Zaragoza el privilegio de acuñar moneda, según los fueros y leyes del Reino de Aragón, a
cambio de costear los gastos de un regimiento de infantería (Colección particular).
231
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Sobre el papel sellado hay que decir que no he encontrado ningún ejemplar
a nombre de Carlos III de Austria, pero he recibido noticias de la existencia de
algunos a nombre de Felipe V reutilizados por los austracistas, usando la misma
fórmula que se hará durante el reinado de Luis I, y la Guerra de la Independencia,
que es colocar sobre el mismo una leyenda específica que cambiara su adscripción
y uso como puede verse en este montaje realizado sobre los datos que conocemos
(Figura nº 5).
Figura nº 5: Papel sellado de Felipe V validado para el reinado de Carlos III (1706)
10
Lo mismo que otras ejecutorias de la misma época, como la de Antonio Armengol (6 de noviembre de 1706, con-
cediéndole el título de Conde de Montagut) o la de Salvador Feliu de la Penya (25 de octubre de 1708, dándole el
privilegio de ciudadano honrado). Todas ellas en la Exposición Cataluña y la Guerra de Sucesión (1702-1715), más
datos en http://1714.mhcat.cat/es/ambit03/galeria_austracisme_al_poder.html
232
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
La Corona de Aragón
Figura nº 7: croat barcelonés (1706), doblón de oro de Mallorca (1707)
dinero de Aragón (1709) y dieciocheno de Valencia (1707)
233
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Ahora bien, desde hacía siglos los sellos reales estaban totalmente regulados,
y los documentos dirigidos por el monarca a estos territorios llevaban unos sellos
específicos, y dado que esta Corona fue el territorio más fiel a don Carlos III y
gobernó en él de forma efectiva durante varios años conservamos ejemplares de
varios de estos sellos, que obviamente apenas presentan diferencias con los de
Carlos II.
En primer lugar hay que hablar del gran sello de cera roja de más de 110 mm
de diámetro específico de los documentos destinados a la Corona de Aragón
(Figura nº 8)11.
El rey, en tipo mayestático, aparece sentado en un gran trono sobre el que apa-
rece su escudo “oficial”, que ya hemos comentado, y el monarca aparece coronado,
con manto y collar del Toisón, tiene en su mano izquierda, y sobre la rodilla, un
globo crucífero, y en la derecha el cetro, alrededor aparecen los escudos corona-
dos de Castilla, León, Sicilia y Navarra a un lado, y al otro los escudos con las
barras de Aragón, Nápoles, Jerusalén y Granada, siendo la leyenda: CAROLVS.
III.D.G.CASTELLAE ARAGO(Escudo sin corona de Austria) VTRIVSQ. SICIL.
ET HIERVS. REX. La única diferencia con los conocidos de este tipo de Carlos II y
Felipe V es que en ellos a ambos lados del trono aparece el aspa de San Andrés (o de
Borgoña) con el eslabón y las chispas, y en el de Carlos III no.
11
POSSE, Otto - Die Siegel der deutschen Kaiser und Könige von 751 bis 1913, Dresden, Wilhelm und Bertha v.
Baensch Stiftung, 1909-1913, IV Band, Tafel 1/1; Para sellos similares de Carlos II ver GUGLIERI, Araceli - Catá-
logo de Sellos de la Sección de Sigilografía del Archivo Histórico Nacional. I. Sellos Reales, Madrid, Dirección
General de Archivos y Bibliotecas, 1974, nº 672 (año 1672), 681 (año 1675), 682 (año 1679), 683 (año 1687) y
684 (año 1688). Sello similar de Felipe V (igual al de Carlos II) en MENENDEZ PIDAL, Faustino - Los Sellos en
nuestra Historia, Madrid, Boletín Oficial del Estado y Real Academia de la Historia, 2018, p.326-327, ejemplares
de 1701 (imagen) y 1706.
234
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
El otro gran sello propio de la Corona de Aragón es el de oro (en tipología simi-
lar a la tradicional bula de plomo), del que tenemos noticias de su uso desde al
menos 1305, durante el reinado de Jaime II13. Este sello muestra al rey sentado en
12
Sello similar en POSSE, op.cit, IV Band, Tafel 8/4 y 5 (documento del 24 de marzo de 1722) cuyo reverso mues-
tra las armas del fundador de la orden, el Duque Felipe el Bueño de Borgoña, indicando así la continuidad dinástica
y el incontrovertible derecho del emperador al Maestrazgo, negando su adscripción a la Corona de España.
13
Sabemos que Pedro IV usó mucho este sello, concesión del vizcondado de Bas a Bernat Cabrera (8 de febrero
235
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
su trono, con corona, manto y toisón, cetro en la mano derecha y orbe crucífero en
la izquierda, es decir en la típica representación mayestática, en reverso el escudo
del reino de Aragón, la cruz de San Jorge cantonada por cuatro cabezas de moro
con corona radiada (Figura nº 10)14. En cuanto a la leyenda, es la misma que la del
sello de Felipe II, dice: CAROLVS III D.G. REX CAST AR LEG VS HIER TOL
VAL GALL MA SAR / COMES BARC DNS VIZ ET MOL DVX ATH ET NEOP
COMES ROSS ET CER15
de 1341); creación del ducado de Gerona (21 de enero de 1351) para su primogénito, el infante Juan, concesión al
mismo del condado de Cervera (1353); donación del condado de Borja a Bertrán de Claquí (1366); en algunos de
los privilegios y donaciones que el rey hizo a su hijo menor, el Infante Martín (1369). Posteriormente se conocen
bulas de oro medievales del rey Martín I (MENENDEZ PIDAL, Faustino - Sigilografía en la Fundación Lázaro
Galdiano, Madrid, 2002, sello nº 48, p.73) y de Alfonso V (1451), siempre con la tipología propia de las bulas de
plomo aragonesas (no contamos su sello de oro como rey de Nápoles). Ya en época de los Austrias lo usó Felipe
II (Tesoros del Gabinete Numismático. Las 100 mejores piezas del Monetario del Museo Arqueológico Nacional,
Madrid, 1999, nº 88, p. 187). De este sello no conocemos el documento al que estaba unido, pero de otros sí. En
el Archivo Histórico Nacional (AHN Sección Nobleza, Osuna, Carpeta 14 nº 1) hay un sello de oro de las mismas
características realizado por Felipe III, que está unido a un documento fechado en Lisboa el 27 de julio de 1619,
la concesión del título de Marqués de Terranova (título de los reinos italianos de la Corona de Aragón) a don Juan
Hurtado de Mendoza; y en el Archivo de los Duques de Medinaceli (PAZ Y MELIA, Antonio - Documentos del
Archivo y Biblioteca del Excmo Sr.Duque de Medinaceli, elegidos por su encargo y publicados a sus expensas,
Madrid, 1915, tabla 48b, pp 382-383) se encuentra otro sello de oro, esta vez de Felipe IV, datado el 20 de octubre
de 1621 y colocado en un Privilegio dado a los duques de Segorbe y Cardona. Todos estos sellos tienen las mismas
características que el de Felipe II y ni tan siquiera se ha colocado el numeral regio tras el nombre del rey. De Carlos
II no conocemos sellos de estas características, pero en el Museo Lázaro Galdiano (op.cit., nº 49, p.74) existe una
cajita para sello de cera realizada en oro que tiene la misma tipología que los sellos de oro antes descritos para los
monarcas de la Casa de Austria en su actuación como reyes de Aragón, lo cual nos hace suponer que si hubiera sello
de oro o plomo de este monarca para dicha Corona tendría las características que aparecen en esta cajita. Más datos
sobre estos sellos en FRANCISCO OLMOS, José María de y NOVOA PORTELA, Feliciano - Historia y evolución
del sello de plomo. La Colección sigilográfica del Museo Cerralbo, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldi-
ca y Geneaología, 2008, pp.101, 103, 128-129.
14
POSSE, op.cit, IV Band, Tafel 2/2 y 3 (documento del 12 de agosto de 1707).
15
Carlos III, por la Gracia de Dios, Rey de Castilla, de Aragón, de León, de las Dos Sicilias y Jerusalén, de Toledo,
de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Cerdeña, Conde de Barcelona, Señor de Vizcaya y de Molina, Duque de
Atenas y Neopatria, Conde del Rosellón y la Cerdaña.
236
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Figura nº 12: Doble soberano de oro (Amberes,1725)
Esta fidelidad al modelo de sus armas que utilizaba como rey de España en los
Países Bajos se puede ver en otras dos interesantes piezas, por una parte la meda-
lla conmemorativa de su coronación imperial (22 de diciembre de 1711) (figura nº
13)17, donde sólo sus armas hispánicas coronadas se colocan sobre el águila bicéfala,
en un escudo bajo la Corona imperial y rodeadas por el Toisón, sin ninguna refe-
16
Ambas monedas en VANHOUDT, Hugo - De Munten van de Bourgondische, Spaanse en Oostenrijkse Nederlan-
den en van de Franse en Hollandse periode (1434-1830), Heveerle, 2015, p.525 (nº 765) y p.543 (nº 798).
17
RAMÓN, Juan Claudio - Medallas de la Historia de España. Colección José María Ramón San Pedro, II. De
Carlos II a Carlos III, Madrid, Museo de la Casa de la Moneda, 2017, p.218 (nº 423). Medalla realizada por el gran
grabador Philippe Roettiers.
237
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Figura nº 13: Medalla de la coronación imperial de Carlos VI
El Ducado de Milán
Feudo Imperial, que gobernaban los reyes españoles desde que así lo decidiera
Carlos V tras la muerte del último duque Sforza, lugar estratégico, ya que unía las
posesiones de las dos ramas de la Casa de Austria y era punto clave del famoso
Camino Español. Sus grandes monedas de plata llevan una heráldica compleja, la
Nueva Estampa, con el escusón de Portugal desde época de Felipe II, con un escu-
són central con las armas propias del Estado (el cuartelado del águila y la bicha vis-
contea). Felipe V acuñó tras acceder al trono con la misma heráldica, sustituyendo
Portugal por el escusón de Borbón-Anjou, pero tras la conquista del territorio por
18
POSSE, op.cit, IV Band, Tafel 3/6 (documento del 1 de julio de 1730). Leyenda con títulos generales (Emperador
de los Romanos, Rey de las Españas y de las Dos Sicilias, etc.., Archiduque de Austria, Duque de Borgoña y de
Brabante, Conde de Flandes, etc.)
238
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
los Aliados, Carlos III acuñó con el mismo modelo anterior, manteniendo las armas
de Portugal, algo insólito, no sólo porque desde finales del reinado de Carlos II se
habían suprimido estas armas, a instancias de Portugal19, sino porque además los
monarcas lusitanos eran aliados de Carlos III, de hecho sus tropas habían desembar-
cado en Lisboa, y junto a las inglesas y a las portuguesas habían invadido Castilla,
lo cual hace todavía más extraño el mantenimiento del escusón Portugal en la mone-
da milanesa, que no fue un error o un descuido de las primeras acuñaciones de 1707
(figura nº 15) , sino que este modelo heráldico se mantuvo durante todo el reinado
del ya emperador como Carlos VI.
Nápoles
Feudo papal, heredero del antiguo reino normando de las Dos Sicilias, en manos
de la Casa de Austria desde época de Carlos I, en su calidad de monarca de la
Corona de Aragón. Los austracistas tomaron el control de este territorio en 170721,
y unos años después el ya emperador Carlos VI envió al papa Inocencio XIII su
preceptivo juramento de fidelidad (Laxenburg, 26 de mayo de 1723), validado con
19
Tras la Paz de Lisboa de 13 de febrero de 1668, las autoridades portuguesas protestaron por el mantenimiento de
las armas y titulación portuguesa en las monedas y documentos castellanos, por lo que por real decreto circular de
12 de noviembre de 1683, comunicado a todas las Casas de Moneda, se decía que en las nuevas acuñaciones “no
se pusiesen entre las armas de Su Majestad, las de la Corona de Portugal”. Esta disposición se reiteró en una orden
remitida al Presidente del Consejo de Castilla el 15 de julio de 1685, donde se decía que “estando resuelto que para
que los portugueses no tengan motivo de reparo ni quejan se quiten del escudo de mis armas las de aquella Corona,
y no se pongan en la nueva moneda segoviana que se está labrando, y que se prevenga a las Chancillerías y Audien-
cias de estos Reinos que en los instrumentos públicos no se nombre el título de Rey de Portugal, mando que se
repitan estas órdenes para su observancia, y que lo mismo se ejecute en las impresiones que se siguieren, así en esta
corte como en las demás partes del Reino”. DASI, Tomás - Estudio de los Reales de a ocho, Valencia, 1950, tomo
II, p.194, apéndice, documento nº 981 GARCIA-MERCADAL Y GARCIA-LOYGORRI, Fernando - Los Títulos y
la Heráldica de los Reyes de España, Barcelona, 1995, p.153.
20
Para todas las acuñaciones milanesas ver CRIPPA, Carlo - Le monete di Milano, dalla dominazione austriaca alla
chiusura della zecca dal 1706 al 1892, Milano, 1997.
21
VOLTES I BOU, Pedro - L`Arxiduc Carles D`Austria, rei dels catalans, Barcelona, 1967, pp. 31 y ss. Después de
unos años el Archiduque fue reconocido secretamente por el papa como Rey Católico en enero de 1709.
239
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
un gran sello de oro, que imitaba el que los monarcas hispanos habían enviado en
este tipo de documentos desde época de Felipe II22, aunque con algunas diferencias.
La leyenda de anverso es imperial y denota lo acordado en las paces que acabaron
con la guerra23, donde este territorio se asignó al Emperador, pero en reverso hay
una leyenda que indica la antigua legitimidad hispana24 a la que nunca renunció
el monarca, por eso la doble titulación. En cuanto a la tipología en anverso el rey
aparece en su trono, con corona, armadura, manto y toisón, apoyado en el escudo
que lleva el águila imperial y el escusón coronado de Austria, mientras en reverso
aparece a caballo, coronado y con espada en alto, a su espalda el escudo de la Nueva
Estampa, pleno, sin añadidos, su marca hispana (Figura nº 16)
22
Todos estos sellos en MARTINI, Aldo - I sigilli d`oro dell`Archivio Segreto Vaticano, Milano, 1984. Este tiene un
tamaño de 115 mm y pesa 410 gramos.
23
CAROLUS VI D(ei) G(ratia) ROMANORUM IMPERATOR SEMPER AUGUSTUS.
CAROLUS III HISP(aniarum) UTR(isque) SIC(iliae) HIERUS(alem) IND(iarum) REX ARCH(idux) AUST(riae)
24
240
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Sicilia, con un escusón central con las armas de Austria. Y en las piezas acuñadas con
posterioridad a su acceso al trono imperial se usa un escudo algo más complejo, pero
también siguiendo los diseños del reinado anterior, las piastras de los años 30 (Figura
nº 18) muestran un rediseño de la Nueva Estampa para añadir en un lugar bien visible
Jerusalén y Hungría como marcas heráldicas propias del Reino de Nápoles, mientras
el tradicional escusón de Flandes y Tirol es sustituido por el de la Casa de Austria.
Las Paces. No vamos a entrar aquí en detallarlas27, sólo decir que a pesar de
ellas el conflicto seguía vivo entre el Emperador Carlos VI y Felipe V, que además
deseaba reconquistar parte de lo perdido en Utrecht, en especial los territorios ita-
lianos28. Pero al final se produjo el acercamiento definitivo entre ambos que llevó
27
Las Paces generales que formalmente acabaron con la Guerra de Sucesión española fueron las de Utrecht, que en
realidad fueron tratados bilaterales firmados por Francia por una parte (sin que España pudiera negociar) y la mayor
parte de los Aliados por otra (1713), excepto el Emperador que se negó a ceder hasta unos meses después (Rastadt,
6 de marzo de 1714) y Baden (7 de septiembre de 1714). Al final Carlos VI consiguió aumentar sus territorios con
los antiguos Países Bajos Españoles, el Ducado de Milán, Cerdeña, los Presidios de Toscana y el Reino de Nápo-
les, mientras que el Duque de Saboya recibió el reino de Sicilia, todo a costa de la antigua Monarquía Hispánica,
además los Electores de Colonia y Baviera (aliados de Francia) fueron restaurados en sus dignidades y territorios.
28
Exitosos desembarcos en Cerdeña y Sicilia, pero las Potencias decidieron que lo más importante era mantener lo
pactado en los tratados que pusieron fin a la Guerra y por ello se firmó el Tratado de la Cuádruple Alianza (Londres,
2 de agosto de 1718, Gran Bretaña, Francia, Provincias Unidas y el Emperador). Poco después, a principios de 1720
(La Haya, 17 de febrero), el rey de España se adhirió al Tratado de la Cuádruple Alianza, y además se decidió que el
Duque de Saboya entregaría Sicilia al Emperador y recibiría a cambio Cerdeña, y se establecía que ambos monarcas
(Carlos VI y Felipe V) se reconocerían y harían cesión de sus derechos sobre los territorios que habían cambiado
241
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
el 30 de abril de 1725 a la firma de los llamados Tratados de Viena, que por una
parte indultaban a aquellos que habían apoyado las pretensiones del Emperador a la
Corona de España, se les devolverían sus bienes y se les reconocerían los honores,
mercedes, grados y títulos recibidos de manos de Carlos III de España, y por otra, en
lo protocolario, autorizaban a ambos soberanos a que pudieran “usar y usen durante
su vida de los títulos que el uno y el otro han tomado; pero sus herederos y suce-
sores habrán de usar de aquellos títulos solamente que correspondan a los Reynos
y Provincias en cuya posesión están, omitiendo todos los demás”. Por ello hasta su
muerte Carlos VI utilizó los títulos hispanos en sus diplomas, monedas y sellos29.
Y vamos a terminar este trabajo estudiando el gran sello heráldico de Carlos VI,
así como haciendo un comentario sobre el uso de unas armas específicas por parte
del Emperador.
Tras estudiar los sellos imperiales (1711-1740) usados por Carlos VI30 hay que
decir que existe una gran diversidad de modelos, con una heráldica que muestra la
organización confederal de los estados. El escudo más complejo de la Cancillería
Imperial muestra todos los territorios gobernados por Carlos VI, incluidos muchos
de los de la antigua Monarquía Hispánica (Figura nº 19)31.
de soberano tras el fin de la Guerra, lo cual hicieron Carlos VI (Viena 16 de septiembre de 1718) y Felipe V (22 de
julio de 1720), pero la definitiva reconciliación entre ambas Cortes se produjo años después por intereses concretos,
Carlos VI tenía un grave problema sucesorio al tener como heredera únicamente a su hija, la luego famosa empera-
triz María Teresa, y promulgó una Pragmática Sanción (1713) para asegurar que ella recibiría íntegra la herencia de
la Casa de Austria, siendo desde entonces su política firmar numerosos tratados con distintos soberanos de Europa
que siempre incluían la cláusula de aceptación de esta Pragmática; del mismo modo Felipe V deseaba conseguir el
reconocimiento para el primogénito de su segundo matrimonio con Isabel de Farnesio, el Infante Carlos, los dere-
chos de sucesión sobre los ducados de Toscana, Parma y Plasencia, que el Emperador debía autorizar.
29
Caso aparte es el tema del Maestrazgo del Toisón, que Felipe V entendía unido a la Corona de España y Carlos
VI a la herencia dinástica de los Austra-Borgoña, por lo cual no se llegó a ningún acuerdo sobre el tema y se han
mantenido hasta hoy dos ramas de la Orden totalmente independientes.
30
POSSE, op.cit, IV Band, Tafel 3-12.
31
Escudo cuartelado. 1º Partido en dos y cortado en uno con las armas de Hungría (antigua y moderna), Bohemia,
Dalmacia, Croacia y Bosnia, sobre el todo el escusón de Austria; 2º Cuartelado con las armas de Castilla, León,
Aragón y Aragón-Sicilia, sobre el todo escusón de Habsburgo; 3º Cuartelado con las armas de Brabante, Suabia
(Hohenstaufen), Amberes (que a veces es sustituido por las armas del Principado de Transilvania) y Limburgo,
sobre el todo escusón de Borgoña antigua; 4º Cuartelado con las armas de Anjou, Jerusalén (que juntas hacen
Nápoles), Navarra y Flandes, sobre el todo un escusón con las armas de Cataluña. Entado en punta un partido de
Tirol y Milán. Todo bajo Corona Real cerrada y rodeado por el Collar del Toisón de Oro, y a su vez sobre águila
bicéfala que sostiene cetro y espada en una de sus garras y orbe cruciforme en la otra, todo bajo la Corona Imperial.
Con leyenda: Carolus VI Dei Gratia Romanorum Imperator, Semper Augustus, Germaniae, Hispaniae, Hungariae,
Bohemiae, utriusque Siciliae, Hyerosolymitanis, et Indiarum Rex, Archidux Austriae, Dux Burgundiae, Brabantiae,
Mediolani, Princeps Sueviae, Cataloniae, Marchio Sacri Romani Imperii, Comes Habsburgi, Flandriae, Tyrolis.
Un documento validado por este sello fue la concesión del título de Príncipe del Imperio (Reichsfürst) al entonces
Primado de Hungría (Arzobispo de Ezstergom, el Cardenal Christian Augusto de Sajonia-Zeist), fechado el 9 de
diciembre de 1714.
242
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Figura nº 20: Gran Sello33
32
POSSE, op.cit, IV Band, Modelo heráldico Tafel 4/3 (Reichshofkanzlei).
33
POSSE, op.cit, IV Band, Modelo heráldico Tafel 6/2 (Gran Sello de la Staatskanzlei). Misma leyenda que el sello
anterior, pero más desarrollada, por lo cual ocupa dos líneas.
34
Los arzobispos de Maguncia y Tréveris, y los Electores Palatino, de Sajonia, de Brandeburgo (Rey de Prusia) y
de Hannover (duque de Brunswick-Luneburg), mostrando en reverso los símbolos propios de sus cargos imperiales.
243
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Esta ruptura del Sacro Imperio, que se muestra en la medalla, sólo se cerró tras
la Paz de Baden (1714), donde los Electores de Baviera y Colonia recuperaron sus
derechos, volviendo el Colegio Electoral a completarse con nueve puestos, y esto
se verá de forma muy clara en la Bula de Oro de Carlos VI (Figura nº 22), cuyo
anverso muestra al rey mayestático en su trono, dentro de una gran arquitectura, que
está dominada por los escudos de todos los Príncipes Electores, en la parte superior,
los de los Arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia; a uno de los lados los de
Bohemia, Sajonia y Palatinado, y al otro los de Baviera, Brandeburgo y Hannover,
mientras en reverso aparecen las grandes armas heráldicas antes comentadas, con el
Collar del Toisón, águila bicéfala, etc., siendo el único cambio alguna modificación
en la leyenda35.
35
Carolus VI Dei Gratia Romanorum Imperator, Semper Augustus, Germaniae, Hispaniae, Hungariae, Bohe-
miae, Indiarum utriusque Siciliae, Dalmatiae, Croatiae, Sclavoniae, etc. Rex, Archidux Austriae, Dux Burgundiae,
Mediolani, Mantuae, etc, Princeps Belgiae, Sueviae, Wierthembergae, et Comes Tyrolis.
36
POSSE, op.cit, IV Band, Modelo heráldico Tafel 5/1-2 (Bula de oro), documento fechado el 1 de julio de 1715.
GLAFEY, Adam Friedrich - Specimen Decadem Sigillorum Complexum Quibus Historiam Italiae, Galliae Atque
244
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Este gran sello heráldico es sólo un ejemplo, aunque el principal, de los muchos
modelos heráldicos usados por Carlos VI, y tras estudiar todos ellos debemos decir
que existe una especie de heráldica base, que se usa en todos los sellos, y que luego
destaca un elemento concreto, normalmente como escusón, si el sello pertenece
específicamente al Reino de Bohemia, al de Hungría, a los estados austriacos, etc...,
y esa heráldica base de los sellos del Emperador muestra de nuevo la primacía de la
herencia hispana (Figura nº 23)37.
Figura nº 23: Sello Secreto del Emperador38
Germaniae, Illustrat, Leipzig, Joseph Christopher Meisner, 1749, capítulo V, tabla IX, fig nº 36 y 37, p.40-41.
37
Escudo Partido. 1º Cortado de un cuartelado con las armas de Castilla y un partido con las de Aragón y Aragón-
Sicilia; 2º Cortado de Hungría y Bohemia, sobre el todo escusón de Austria.
38
POSSE, op.cit, IV Band, Tafel 7.
Escudo Cuartelado con las armas de Castilla, Hungría, Bohemia y Borgoña antigua y sobre el todo escusón de
39
Austria.
245
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Con esta base (Castilla, Hungría, Bohemia, Borgoña y Austria) se forman todos
los escudos monetarios antes mencionados40, pasando alguno a escusón destacado
(en el caso de Bohemia o Hungría, y entonces bajando Austria a ocupar su lugar en
el cuartelado), o bien uniéndose en un único cuartel Austria y Borgoña, para colocar
en escusón el territorio a destacar (Tirol, Estiria, Silesia...).
Figura nº 25: Heráldica básica y las específicas de Bohemia, Hungría, Tirol y Silesia
40
Todas las monedas de Carlos VI pueden verse en KRAUSE, Chester L, y MISHLER, Clifford - Standard catalo-
gue of world coins: Eighteenth century 1701-1800, Iola, Wisconsin, Krause Publicantions, 1997.
246
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
CONCLUSIÓN
Todo lo mencionado hasta ahora nos lleva a una reflexión clara, la heráldica no
es una ciencia exacta y unívoca, no existen unas únicas armas de Carlos de Austria,
sino que en cada momento y lugar utilizó uno u otro diseño, no de forma aleatoria,
sino por obligaciones políticas y administrativas. En cualquier caso siempre sintió
especial predilección por su herencia hispánica, de la que siempre se consideró legí-
timo propietario, por lo cual usó de forma habitual el modelo de la Nueva Estampa
(1566), ya fuera en forma tradicional o con ligeras modificaciones, como hemos
visto en sus sellos, incluso en territorios fuera de la Península Ibérica, como los
Países Bajos, Nápoles, Milán, las medallas de su elección imperial y por supuesto
el sello de la Orden del Toisón de Oro, de la que se consideraba Gran Maestre por
ser el único descendiente por línea de varón de Maximiliano de Austria y María de
Borgoña. Y por eso el modelo base de su heráldica sigilar posterior a la Guerra de
Sucesión pone en lugar de honor las armas de Castilla y León y las de Aragón y
Aragón-Sicilia, y lo mismo ocurre con sus monedas como Emperador, donde las que
acuña en los territorios que nunca tuvieron relación con la Monarquía Hispánica,
llevan de nuevo como base heráldica un escudo cuyo primer cuartel lo ocupan las
armas de Castilla.
Esta investigación, basada en los dos grandes documentos oficiales de cualquier
estado, los sellos y las monedas, nos lleva de nuevo a reivindicar el papel de los
modernos estudios heráldicos, que no buscan simplemente la descripción, sino sobre
todo la identificación, datación y explicación del uso de unas armas u otras en los
documentos de un monarca, y cómo cambian debido a la organización política de
sus estados (confederal, federal, centralizada), a una reivindicación política concreta
sobre un territorio o la plasmación de un derecho dinástico puesto en duda, etc...
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CAGIATI, Memmo - Le monete del Reame delle Due Sicilie, Nápoles, 1916-1937
(reedición de Arnaldo Forni Editori, Sala Bolognese, 1980) ISBN 13: 978-88-27-
1032-4-1
CATALUÑA y la Guerra de Sucesión (1702-1715), Museu d`Història de Catalunya.
Barcelona. Del 17 de octubre de 2007 al 20 de enero de 2008 (director Jaume
Sobrequés i Callicó) http://1714.mhcat.cat/es/
CRIPPA, Carlo - Le monete di Milano, dalla dominazione austriaca alla chiusura
ella zecca dal 1706 al 1892, Milano, Crippa Numismatica, 1997, ISBN 978-88-
94-0357-4-2
DASI, Tomás - Estudio de los Reales de a ocho, también llamados pesos, dólares,
piastras, patacones o duros españoles, Valencia, 1950
FRANCISCO OLMOS, José María de - La moneda como arma política en la
Guerra de Sucesión Española (1703-1713). El Numerario del Archiduque
247
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
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JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS
LOS SELLOS DE CARLOS III DE AUSTRIA COMO HISPANIARUM REX: IMAGEN Y EVOLUCIÓN
Tesoros del Gabinete Numismático. Las 100 mejores piezas del Monetario del
Museo Arqueológico Nacional, Madrid, Ministerio de Educación y Cultura,
Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, 1999, ISBN 13: 978-84-
818-1180-3
VANHOUDT, Hugo - De Munten van de Bourgondische, Spaanse en Oostenrijkse
Nederlanden en van de Franse en Hollandse periode (1434-1830), Heveerle,
2015, ISBN: 978-90-802-8784-3
VOLTES I BOU, Pedro - L`Arxiduc Carles D`Austria, rei dels catalans, Barcelona,
Aedos, 1967
249
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL
ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO: ESCUDOS
HERÁLDICOS Y MARCAS DE PROPIEDAD
251
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
Abstract: The artistic bindings of the Royal Academy of San Fernando’s Fine arts
many of them contain, you mark of property in the shape of superlibros, exlibris,
exdonos, manuscript inscriptions, etc. In the present work there are identified and
study the exlibris who present heraldic shields as those of the baron of Forna,
Antoine de Mareste d`Algy, Jean Baptiste Michel, baron Michel de Trétaigne,
Antoine Trolliet or that of Clignancourt’s Parisian neighborhood. In addition the
stamps, manuscript inscriptions include and exlibris that indicated us the origin or
property of the bindings. The identification, study and description of these brands of
property helps us to the identification who were the former holders, from the first
owners up to those who donated his libraries to the Royal Academy, knowing in
addition better the history of the own institution.
INTRODUCCIÓN
252
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
OBJETIVOS
ESTADO DE LA CUESTIÓN
2
La primera comunicación fue presentada por Yohana Yessica Flores Hernández en el II Coloquio “De la pluma a la
biblioteca: camino vital del libro manuscrito”, celebrado en la Universidad de Lleida, del 5 al 6 de Noviembre de 2015,
con el título “Las encuadernaciones y sus anotaciones manuscritas… Huellas y testimonios de sus procedencias”.
3
La segunda fue presentada por la misma autora y Antonio Carpallo Bautista en el VII Encuentro Ibérico EDICIC
2015: Desafíos y oportunidades de las Ciencias de la Información y la Documentación en la era digital, celebrado
en la Universidad Complutense de Madrid, del 16 al 17 de noviembre de 2015, con el título “Tipología de las mar-
cas de propiedad en las encuadernaciones de la biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”,
publicado en las actas del Encuentro
http://edicic2015.org.es/ucmdocs/actas/art/225-Flores_marcas-propiedad.pdf [consultado: 29-8-2018]
253
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
METODOLOGÍA
Antes de comenzar con el estudio de los exlibris con elementos heráldicos encon-
trados en las encuadernaciones artísticas de la Real Academia, vamos a realizar una
breve aproximación sobre los exlibris. Según el diccionario de la Real Academia de
4
La tercera comunicación lleva por título “Desiderata de la encuadernación: las encuadernaciones de bibliófilo en
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando” y fue presentada en el marco del II Congreso Internacional
sobre el libro Medieval y Moderno. La materialidad del libro, celebrado en Zaragoza los días 7, 8 y 9 de septiembre
de 2016 por Yohana Yessica Flores Hernández y publicada en la obra La materialidad del libro por Prensas Univer-
sitarias de Zaragoza en 2017.
5
III Congreso Internacional sobre Libro Medieval y Moderno. Leer la belleza: forma, estética y funcionalidad en el
libro medieval y moderno, celebrado en la Universidad de Zaragoza, de 12 al 14 de septiembre de 2018, con el título
“Las marcas de propiedad en las encuadernaciones artísticas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”
y realizado por Antonio Carpallo Bautista, José María Francisco Olmos y Yohana Yessica Flores Hernández.
6
Benedito, M. (1958) Necrología Ramón Stolz Viciano. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fer-
nando, 7. Recuperado el 14 marzo 2014, file:///C:/Users/Yoy/Downloads/necrologia-don-ramon-stolz-viciano.pdf
Durá, V. y Rivera Navarro, E. (1990). El legado “Barón de Forna. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, 71. Recuperado el 14 de marzo de 2014. http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-legado-barn-
de-forna0/html/01497c3c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_48.htm
254
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
la Lengua nos idica que es un término latino que significa literalmente “de entre los
libros”, señalando que es una “etiqueta o sello grabado que se estampa en el reverso
de las tapas de los libros, en la cual consta el nombre del dueño o el de la biblioteca
a que pertenece el libro”.
Los exlibris los encontramos habitualmente, como indica la definición, en la
guarda anterior, aunque también se pueden encontrar en la posterior, y dispuestos
en la parte superior izquierda o en el centro, tal y como veremos en algunas de las
figuras a continuación.
Normalmente los exlibris suelen contener alguno de estos elementos:
a) Las palabras latinas ex libris u otro término semejante. En ocasiones podemos
encontrarnos términos como ex bibliotheca o ex museo, también para indicar
la procedencia mediante ex dono o ex haereditate cuando son donaciones tes-
tamentarias (Fig. 1).
b) Otro de los tipos de exlibris son cuando se muestran las iniciales de los pro-
pietarios o el nombre completo, acompañado o no de la leyenda ex libris de
(Fig. 2).
255
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
c) También se pueden añadir leyendas, es decir lemas que complementan las ini-
ciales, figuras, escudos heráldicos, etc. (Fig. 3).
d) Por último, junto al nombre o iniciales, pueden aparecer algún tipo de figu-
ra relacionada con el mismo propietario e incluso se puede añadir su escudo
heráldico (Fig. 4).
256
JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
Sobre este último grupo de exlibris es sobre el que nos centramos en nuestro
trabajo, identificando, estudiando y describiendo los exlibris con escudos heráldicos
en su interior.
El primero de estos exlibris pertenece al barón de Forna, José González de la
Peña. Este personaje fue un pintor costumbrista y retratista. Nació en Madrid en
1887 y fue hijo uno de los hijos del barón de Forna, diplomático de la monarquía
española. Murió en Anglet (Francia) en 1961. Abandonó los estudios de Ingeniería
para formarse con el pintor Alejandro Ferrant y, antes de los veinte años, participó
con asiduidad en las exposiciones de caricaturas de la sala Iturrioz, donde demostró
un fino sentido del humor. Desempeñó el cargo de cónsul de Venezuela, colaboró
activamente en la fundación del Musée Basque et de l’Histoire de Bayonne junto
con Boissel, Veyrin, Nogaret, Daranatz, Aguirre, Urbero, Constantin y Apeceix.
Fue miembro corresponsal en Francia de la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando.
En vida dispuso la donación al Museo del Prado de varios cuadros de maestros
antiguos, por lo que, a petición del Patronato del Prado, le fue concedida por el
Gobierno la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Fue también condecorado con la
Cruz de Caballero de la Legión de Honor de Francia, Caballero de la Orden de
Isabel La Católica y otras. No tuvo ningún discípulo. Fue un hombre de amplia
cultura y viajero infatigable, pronunció gran número de conferencias. Reunió en su
taller una espléndida colección de cuadros, estampas, esculturas, objetos artísticos y
curiosidades, así como una selecta biblioteca a la que él mismo llamaba Museo de
L’Atelier.
María Dolores Elizondo, esposa del pintor, dejó en su testamento un importante
legado a la Real Academia a su muerte en 1970, cumpliendo la voluntad de su mari-
do. La donación aceptada por la Real Academia el 21 de mayo de 1971, consistía en
un capital designado a ayudar a un Académico, a un pintor o aun escultor, que debía
ser designado por ella misma. Este premio tomó el nombre de José González de la
Peña por expreso deseo de la baronesa. No obstante, es preciso señalar que la idea
inicial de los donantes fue dejar a la Academia la residencia Fortuna-L’Atelier, con
todas sus posesiones, a la muerte de ambos conyuges. Finalmente, este propósito
se cambió por una suma de dinero cuya cuantía ascendió a setecientos veinte mil
francos7.
7
Foto y texto de: “Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, segundo semestre, Nº 71, 1990.
El legado “Barón de Forna”. Victoria Durá y Elena Rivera Navarro. Versión digital: http://www.cervantesvirtual.
com/obra-visor/el-legado-barn-de-forna-0/html/01497c3c-82b2-11df-acc7- 002185ce6064_48.htm [Consultado el
14 de marzo de 2014].
257
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LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
Fig. 5. Exlibris de José Antonio González de la Peña y Rodríguez de la Encina, barón de Forna (1887-
1961). Contiene la leyenda “lo que quiero puedo” (izquierda).
Exbris con el escudo de María Dolores Elizondo (†1970), mujer del barón. Contiene la leyenda en
una cartela MIRANDO SIEMPRE MAS ALTO Y MAS LEJOS (derecha)
Las encuadernaciones que contienen el exlibris del barón de Forna son las
siguientes: C 3/588; C 3/589; C-6957; C-6958; C-6959; C-7084; C-7173; C-7185;
C-7215; C-7218; C-7228; C-7934; C- 8265; C-8268; C-9988; C-9120; C-9731
(Fig. 5).
En estas encuadernaciones, además de los exlibris, encontramos diferentes tipos
de sellos, tres de ellos con el escudo heráldico y otro creado en la Real Academia
para indicar el legado del barón de Forna (Fig. 6).
Fig. 6. Sello de la Real Academia para identificar el legado del barón de Forna (izq.)
Pequeños exlibris como sellos que aparecen en las portadas de los libros mostrando las armas
principales del propietario
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JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
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LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
Fig. 10. Exlibris de Jean Baptiste Michel, barón Michel de Trétaigne (izquierda)
Enc. holandesa firmada por el encuadernador alemán E. Vogel (sig. C-7048) (derecha)
8
Leon Jean-Baptiste Michel de Trétaigne (1819-1876) y su mujer Anaïs Moureau d’Arembole (1824-1914).
9
Provost-Blondel. Diseñador francés del siglo XIX.
10
Nació en Dresde (Alemania), aunque todo su trabajó lo desarrolló en París donde estableció un taller sobre 1814,
donde se se encuadernaron obras para las bibliotecas reales, para nobles como el conde Etienne Méjan, además de
otros bibliófilos. Participó en la Exposición de Productos Industriales de 1823. Cambió en varias ocasiones de local
para su taller como el que tuvo, seguramente el primero, en el 24 rue Dauphine, y después cambió sobre 1835 al 78
rue du Four-Saint-Germain en París. Se cree que estuvo hasta aproximadamente hasta 1850.
260
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LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
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LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
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JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
CONCLUSIONES
Uno de los objetivos de este estudio, y del proyecto que estamos llevando a cabo,
es la identificación de los antiguos poseedores de las encuadernaciones, algo necesa-
rio para la reconstrucción de las bibliotecas, y pensamos que con la identificación de
los escudos heráldicos que aparecen en los exlibris de estas encuadernaciones, este
objetivo se está logrando.
También de esta forma, conocemos mejor quienes fueron sus poseedores y cómo
acabaron en la Real Academia mediante donaciones y legados de otros bibliófilos,
no siendo algunos de ellos los primeros en la adquisición de la obra, conociendo a la
vez mejor la historia de las instituciones, en este caso de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando.
Finalmente se han identificado y estudiado los diferentes exlibris de barón de
Forna, José González de la Peña y su mujer María Dolores Elizondo, y de los biblió-
filos franceses Jean Baptiste Michel, barón Michel de Trétaigne, el de Leon Jean-
Baptiste Michel de Trétaigne y el de su mujer Anaïs Moureau D’arembole, el de
Antoine de Mareste d`Algy, y por último el de Antoine Trolliet.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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JOSÉ MARÍA DE FRANCISCO OLMOS, YOHANA YESSICA FLORES HERNÁNDEZ, ANTONIO CARPALLO BAUTISTA
LOS EXLIBRIS EN LAS ENCUADERNACIONES DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE SAN FERNANDO
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE
UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Abstract: The secretary of Philip II, Mateo Vázquez de Leca, was forced for much
of his life to deny the rumors about his dark ancestry. On the one hand, he made
great efforts to credit his descendants of the Leca, a noble family from Corsica, and
on the other hand, he strove to embody the design of his own heraldry that would
spread his nobility, in doubt. Book covers, tapestries and, above all, plaque stamps,
helped him in the purpose of spreading the nobility of his blood. The analysis of the
evolution of this heraldry, as well as the emblematic and political discourses that
accompanied it, according to the stealthy examples conserved, are the object of this
investigation.
265
JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
1
AGUILERA Y LIGUES, Manuel, marqués de Cerralbo – “El secretario Mateo Vázquez y la genealogía”, Hidal-
guía, 3 (1953), p. 621-628.
2
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Enrique – “Un espía en la universidad. Sancho Sánchez de Muñón, maestrescuela de
México (1560-1600)”, en Margarita MENEGUS (coord.), Saber y poder en México. Siglos XVI al XX. México D. F:
Centro de Estudios sobre la Universidad, UNAM, 1997, p. 105-169.
266
JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Entre los papeles sobre “Diversos de Curiosidad” que Vázquez reunió, sorprende
encontrar un pequeño billete en el que el propio secretario anotó su ascendencia, y
en el que se dice que su padre Santos era hijo de Ambrogino de Lecca, así como se
citan los hermanos, concluyendo: “Ha de irse a Ajacio a saberse”3. Quizás se trata
del primer apunte que el secretario logró obtener sobre su ascendencia, de aquí que
decidiera guardarlo como una prueba preciosa de su noble origen. Naturalmente,
este trozo de papel no tenía ninguna validez legal o pública, por lo que a lo largo
de su vida Vázquez se vio obligado a reunir una gran cantidad de probanzas, infor-
maciones y testimonios legales. Tal caudal de testimonios fue estudiado a fines del
siglo XIX por Gaspar Muro, Miguel de Bethencourt y por el conde de Valencia de
Don Juan, quienes se propusieron publicar una biografía del secretario4, y después
por el Marqués de Cerralbo (1953), Lovett (1977) y, más recientemente, por Macías
Rosendo (2008)5.
Entre el material recabado por Vázquez se pueden distinguir dos tipologías docu-
mentales: por un lado, tenemos las informaciones, en las que se recopilaban los
testimonios que acreditaban la ascendencia de Vázquez, y por otro lado, los textos
genealógicos, en los que (por medio de otras fuentes, históricas y literarias), se plas-
maba una historia familiar del secretario que se llegó a remontar hasta Constantino
el Grande. Con respecto a las informaciones, sabemos que las primeras experien-
cias negativas de Vázquez sobre su dudosa ascendencia se produjeron en Sevilla,
mucho antes de que llegara a Madrid. Recordaba hacia 1586 el obispo de Sigüenza,
Juan Manuel, en un testimonio sobre el que después volveremos, que visitando en
Sevilla al regente Pedro de Alderete en el ya lejano año de 1559, “heche de ver
que [éste] hazia extraordinario tratamiento a Matheo Vazquez, tratandole con más
3
Biblioteca Zabálburu (BZ a partir de ahora), Altamira, 154, Doc. 92.
4
Sobre esta cuestión, GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO, José Luis – La Epístola a Mateo Vázquez: historia de
una polémica literaria en torno a Cervantes. Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos, 2010, p. 67-68,
notas 89 y 90.
5
AGUILERA, M – El secretario Mateo Vázquez..., p. 621-628; LOVETT, Albert W. – Philip II and Mateo Váz-
quez: the Governmente of Spain (1572-1592). Géneve: Librarie Droz, 1977; MACÍAS ROSENDO, Baldomero –
La correspondencia de Benito Arias Montano con el presidente de Indias Juan de Ovando. Huelva: Universidad de
Huelva, 2008, p. 69-80.
267
JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
demostración de fauor que si fuera deudo suyo, no faltando de ello embidia en algu-
nos que lo eran, y en su cassa asistían”6. La apreciación de Juan Manuel no estaba
errada, pues sabemos que poco tiempo después se realizó una probanza sobre el ori-
gen de Vázquez (1561), ante el teniente del Asistente en Sevilla, por Juan Álvarez
de Toledo y Andrés de Montoya7. El motivo no era otro que el propósito de que
Vázquez recibiera el canonicato que vacaba por la inminente muerte de su protector,
Pedro de Alderete. Para ello era necesario que el candidato cumpliera con los crite-
rios del Estatuto de la Catedral, es decir, que fuera legítimo y limpio de sangre. Los
testigos reconocieron haber conocido durante su tiempo de cautiverio a la madre de
Mateo Vázquez, y que iba acompañada de un niño8. Éste no lograría el canonicato,
pero la probanza pareció desmentir, al menos, que pudiera ser un hijo ilegítimo del
canónigo de la catedral, Diego Vázquez de Alderete, como se podía sospechar.
En 1564 ocurrió otro episodio que pone de manifiesto las dudas que la noble-
za del joven Vázquez suscitaba en Sevilla. De acuerdo una vez más con el testi-
monio del citado obispo de Sigüenza9, Vázquez se enemistó con don Alonso de
Arellano, alcalde de la justicia de Sevilla, quien se vio entorpecido por aquel en su
deseo de casarse con una cuñada de Juan Antonio Corzo Vicentelo. A tal matrimo-
nio también pretendía Arellano, pero Vázquez se interpuso y abogó por un secreta-
rio real, Antonio de Eraso, quien finalmente fue elegido como marido. El alcalde,
despechado, decidió vengarse, pero, según recordaba el obispo Juan Manuel, nada
pudo hallar en escarnio de los ancestros de Vázquez10. Para entonces éste ya había
emprendido el viaje a la Corte, como escribano al servicio de Juan de Ovando. En
octubre de 1564 estaba en Alcalá de Henares, acompañando a su señor, quien había
sido comisionado por Felipe II para que hiciera una visita a la universidad11.
Tras terminar la visita, Vázquez se asentó en Madrid, donde entró al servicio
del obispo Diego de Espinosa (1565). Eficaz y muy organizado, el joven sevillano
se ganó pronto el aprecio de su señor. En 1568, por ejemplo, éste logró para él una
secretaría del Consejo de la Inquisición, pero cuando en septiembre de 1572 falle-
ció el cardenal, Vázquez quedó desamparado. Afortunadamente, Felipe II le encar-
6
En Origen y descendencia de la Illma. y antigua familia y casa de Lecca. Biblioteca Nacional de España (BNE a
partir de ahora), Mss/ 9512. Le sigue: “Lo que supe y entendí, siendo Deán de Sevilla, en el particular del Secretario
Mateo Vázquez de Lecca”, fol. 65r y ss. En fol. 65v la cita.
7
“Lo que resulta de las informaciones sobre el nacimiento de Mateo Vázquez”. Instituto de Valencia de Don Juan
(IVDJ a partir de ahora), Envío 77, caja 102bis, fol. 608 y ss.
8
Una copia en IVDJ, Envío 54, tomo IV, ff. 367 y ss.
9
En Origen y descendencia, BNE, Mss/9512, fol. 65r y ss.
10
Recuerda Juan Manuel: “…De la qual [genealogía] resultaba por muchos testigos y muy fidedignos sin auer dis-
crepado ninguno, ansi de los naturales de Corçega que en Seuilla residian, como de todos los que se entendio que
desto podian tener particular noticia, ser tanta la nobleza del dicho [Vázquez] y tan conocida en su tierra que nin-
guno de todos los mayores personajes y de las casas de mayor antigüedad y mejor sangre podia presumir con raçon
de ser mejor que él, por ser de la es más conocida, y tiene su intención mejor fundada”. En Origen y descendencia,
BNE, Mss/9512… fol. 68r-v.
11
POOLE, Stafford – “Juan de Ovando’s Reform of the University of Alcalá de Henares, 1564-1566”, Sixteenth
Century Journal, 21 (1990), p. 575-606.
268
JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
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JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Podría pensarse que, una vez caídos en desgracia Antonio Pérez y la princesa de
Éboli, apresados por orden regia el 28 de julio de 1579, a Vázquez dejó de intere-
sarle su ascendencia, pero no fue así. En otras cartas en las que Quesada narraba al
“archisecretario” regio los resultados de sus conversaciones con el capitán Luigi de
Lecca (1584), también le ponía al tanto de sus tratos con Anton Pietro Philippini,
arcediano del obispado de Marina en Cócega, quien estaba escribiendo una histo-
ria de la isla15. Se propuso que Vázquez financiara la edición, un mecenazgo que
evidentemente avalaría su noble ascendencia corsa. Los contactos con el cronista,
sin embargo, no llegaron a fructificar. El fallecimiento del secretario en 1591 se
produjo antes de que Philippini terminara su obra, de modo que cuando éste publicó
su Historia de Corsica (Turnon, 1594), apareció dedicada a otro personaje. En todo
caso, su interés en estas cuestiones explica que mucho más tarde se atribuyera a
Vázquez, con poco fundamento, la redacción de una Historia de Córcega16.
En su prurito nobiliario, descender de los Lecca no le pareció suficiente, sino que
también reunió pruebas de un parentesco más elevado, tanto con la gran familia de
los Colonna, como con los emperadores de Constantinopla. Con respecto a la pri-
mera cuestión, el secretario tenía a su favor la tradición que consideraba a todos los
cinarchesi como descendientes del príncipe Ugo Colonna, un noble italiano venido a
Córcega a petición del papa para expulsar a los sarracenos (816). Así pues, Vázquez,
sin necesidad de grandes investigaciones sobre su ascendencia, podía considerase
14
Carta de Bartolomé de Quesada a Mateo Vázquez (Roma, s.a.). IVDJ, Envío 12, caja 22, f. 393.
15
“En lo que toca a la Coronica de Corçega y quién y de qué autoridad es el que la hace y lo a ello anexo, va con
esta una inclusa breue, y en lo que a esto tocare haré yo los mejores oficios y diligençias que supiere para que aya-
mos nuestro intento”. Carta de Bartolomé de Quesada a Mateo Vázquez (Roma, 5-nov-1584). IVDJ, envío 12, caja
22, f. 394.”.
16
ROCCA, Cesari, Comte de Colonna – “Un ministre de Philippe II auteur d’une Histoire de la Corse (Matheo
Vazquez de Leca)“, Revue historique, 1917, vol. CXXVI, p. 61-70.
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17
Mateo Vázquez a Ascanio Colonna (San Lorenzo de El Escorial, 3 de junio de 1583). Archivio Colonna de Subia-
co, Cartegio di Ascanio Colonna cardinale. Citado en MARÍN CEPEDA, Patricia – Cervantes y la corte de Felipe
II. Escritores en el entorno de Ascanio Colonna. Madrid: Polifemo, 2015, p. 327, nota 65.
18
VANNUGLI, Antonio – “La Subida al Calvario de Scipione Pulzone para Marcantonio Colonna”, Archivo Espa-
ñol de Arte, LXXXV, 340 (2012), p. 303-328.
19
British Museum, Add MS 28.362, f. 151r-152r.
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sorpresa, pero tal era su título20, y que puede describirse como un resumen (frag-
mento) de la “Memoria”. Un tercer texto fue el poema latino Corsica, que el huma-
nista Calvete de Estrella ya prometía en 1581 al secretario21, y que estaba basado
en una lectura no tanto de dicha Memoria, sino del “Fragmento”, al que Calvete
alude en 1584 como la fuente para su poema, atribuyendo a Fadrique Furió Ceriol
su redacción. Un último texto, bajo el título de El Origen y descendencia de la Casa
de Lecca, es un compendio de todo lo anterior y añade otros papeles reunidos, así
como una traducción al castellano del encomio Corsica, del propio Calvete22. Es
posible que se trate de la versión definitiva de la citada “Memoria (o relación) del
origen y nobleça”. Debió componerse hacia 1585, o al menos antes de febrero de
158623. En el ejemplar de la Biblioteca Nacional de España, el texto está anotado
por el propio Vázquez, con numerosas correcciones, quizás con vistas a elaborar
una copia mejor, o para su publicación o puesta en limpio. Sabemos de la existencia
de otra copia (datada en el siglo XVII), y que se conserva en la Bancroft Library, de
la Universidad de California24. No creemos que su autor fuera Juan Manuel, obispo
de Sigüenza, como se indica en el catálogo on line de la Biblioteca Nacional, pues
en el Origen solo se incluye su testimonio como un apéndice. El ejemplar califor-
niano aparece firmado por cierto “Salazar”. Sospechamos que se trata de Tomás de
Salazar, Comisario de la Cruzada y protegido de Vázquez en la Corte.
No ha de sorprender que después de tan laboriosa labor de propaganda, en 1587
Mateo Vázquez pudiera considerar plenamente consolidada su nobleza ante la opi-
nión pública de la Corte, pues escribe con rotundidad al propio Felipe II: “… y
no poder negar el [apellido] de Colonna pues averiguo la Inquisición ser yo revis-
nieto por linea derecha de varon del Conde Joan Paulo de Lecca q[ue] fue s[eñ]or
del rey[n]o de Córcega y descendiente del Conde Hugo Colonna q[ue] tambien lo
fue”25.
20
Se conservan al menos dos ejemplares manuscritos entre los papeles del propio Vázquez, “Fragmento de la IIma.
Casa de Lecca”. IVDJ, Envío 77, caja 102bis, fol. 140r-142v. Y en la Biblioteca Zabálburu, Altamira, 162, doc. 101
(7 hojas).
21
DÍAZ GITO, Manuel Antonio – “Un epigrama y una carta del humanista Calvete de Estrella”, en J. M.ª Maestre,
J. Pascual y L. Charlo (eds.). Humanismo y Pervivencia del Mundo Clásico II. Homenaje al Prof. Luis Gil. Cádiz:
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, 1997, 3 vols., II.3, p. 1335-1342.
22
Origen y Descendencia de la Illustrisima y Antigua familia y Casa de Lecca, Biblioteca Nacional, Madrid, Mss.
9512, fol. 33r. El texto latino de la Corsica, ff. 33r-43v, y el castellano, ff. 44r-63r.
23
Así se deduce que el obispo Juan Manuel, en su testimonio sobre “Lo que supe y entendí, siendo Deán de Sevilla,
en el particular del Secretario Mateo Vázquez de Lecea”, con que concluye el manuscrito del Origen y Descen-
dencia (fol. 65r y ss). Afirma, al referirse al matrimonio de Antonio de Eraso, “que oy viue” (fol. 67v). Se trata de
Antonio Gómez de Eraso, secretario del Consejo de Indias, quien falleció en Valencia el 10 de febrero de 1586.
24
Origen Y Desçendençia de la Yll[ustrissi]ma familia, y antiguissima Casa de Lecca, BANC MSS 75/114 z, [163]
pp. Quiero agradecer a la profesora Esther Burgos Bordonau la consulta de esta manuscrito, y la remisión de foto-
grafías que han sido de gran utlidad.
25
Carta de Mateo Vázquez a Felipe II (5-abr-1587). IVDJ, Envío 55, fol. 55.
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fue lleuado captiuo por cosarios (sic) moros a Africa y alli rescatado por Contreras
famoso por su bondad”), se concluye: “Vsa por empresa vn Aguila que se suelta de
vn lazo con vn mote que dize In Domino laudabitur, cuya declaracion se reserua
para otro lugar”30. Se trata, evidentemente, del emblema que aparece en los sellos de
placa citados.
La prometida declaración de las letras o leyendas para la divisa del secretario
aparece a continuación en otro papel, de letra distinta. Los lemas se estaban mane-
jando como divisa para el secretario eran los siguientes: “Dominus adiutor foetis”,
“In Domino laudabitur”, “Domini certa salus”, “Inte cantatio mea semper” e “In
nomini Domini”. Distintos al anterior, todos los lemas aparecen acompañados de
eruditas anotaciones, pero a este último se añade el siguiente comentario: “Del
mismo argumento es que lo demás, porque hauiendo dicho que se había escapa-
do del lazo rompido…”31. Es decir, todo parece indicar que se trataba de leyendas
concebidas para acompañar al emblema del águila. Vázquez escogería como lema
el segundo, In Domino laudabitur. Creemos que la predilección de Mateo Vázquez
hacia esta divisa expresaba dos episodios fundamentales en su vida: su liberación
de Argel y su ascensión política. En ambos sucesos el águila del secretario se había
liberado de los lazos o servidumbres y enemistades que impedían su alto vuelo,
deseando llegar hasta Dios, a quien daba las gracias con el lema citado. En el mismo
legajo hallamos una carta de Mateo Vázquez a un “Muy magnifico señor”, agrade-
ciendo el discurso que sobre la divisa le había mandado:
“E visto el discurso que en nuestro propósito v. m. a hecho, que responde a la singular virtud,
sciencia y prudencia de v. m. con muy cumplida conformidad de my desseo. Sea Dios alabado
de cuya mano procede todo. Para la election de la letra van las propuestas con este [billete
o papel. i. e.], suplico a v, m. sea seruido de admitirme la razón y declaración de cada vna,
perdonando la pesadumbre que doy a las otras occupaçiones que por alla nunca faltan, con
seguridad que sin duda cabe todo en mi affiçion”32.
El interés personal del secretario por los emblemas puede rastrearse en su biblio-
teca, donde tenía un ejemplar del “Aquilabolante de Leonardo Aretino que trata de
historia y fabulas antiguas traducida en Venecia año de 1535 en 8° y cuero dorado”,
y otro de las “Las Empresas de Gironimo Ruscello en Venecia año de 1572 en 4° y
parg°”. Resulta inevitable relacionar ambas obras con el interés del secretario por
justificar la adopción de un águila como uno de sus emblemas sigilográficos. Esto
no le evitó seguir recibiendo memoriales eruditos, pues en 1578 se le remitió un
nuevo discurso sobre su divisa33. Quizás estuviera relacionado con la decoración de
su posada en Madrid, donde sabemos que Vázquez dispuso la colocación de un lien-
30
BZ, Altamira, 154, GD. 1, Doc. 114. Al verso pone “Diuisa”.
31
BZ, Altamira, 154, GD. 1, Doc. 114.
32
BZ, Altamira, 154, GD. 1, Doc. 114.
BZ, Altamira, 154, GD. 1, Doc. 80. El discurso se conserva en dos copias. Al verso del documento solo pone
33
“Madrid, 1578 / Para el señor Mateo Vazquez”, que permite datar el texto.
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Fig. 2.
34
Hemos localizado el uso de este mismo sello en cartas de Benito Arias Montano, Jerónimo Zurita y Antonio Gra-
cián Dantisco. En el caso de Vázquez, un ejemplo ya lo vemos en 1571, en una carta al Duque de Arcos (Madrid,
4-abr-1571). Archivo Histórico de la Nobleza, OSUNA, C. 1634, D. 261. En imagen (Fig. 2), sello en un billete a
Felipe II (San Lorenzo, 23-ago-1579). IVDJ, Envío 55, caja 72, fol 148.
35
Recibo del platero (Madrid, 4-feb-1567). IVDJ, Envío 55, caja 71, tomo 2, fol. 187.
36
Ejemplos en IVDJ, Envío 53, caja 69, carpeta 4. Con yelmo en fol. 149 (Vázquez a Felipe II, El Pardo, 4-ago-
1575) (Fig. 3), y fol. 198 (Vázquez a Felipe II, San Lorenzo del Escorial, 29-nov-1575).
37
IVDJ, Envío, 55, caja 71, fol. 371r.
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Fig. 3.
De poco tiempo a esta parte se han visto las armas de esta misma casa en otras
tres maneras y son:
La primera que es la quarta:
De golas quarteado de sinople sobre todo al Castillo de plata sobrepujado del
Aguila de Constantinopla y sostenido de vn leon de oro, el tiembre como el primero.
La segunda que es la quinta:
De golas a la Colunna de plata coronada de oro que son las armas de la Casa
Colonna Romana, partido de golas quarteado de sinople sobre todo al Castillo de
plata sobrepujado de la Aguila de Constantinopla y sostenido de vn leon de oro, el
timbre es de vna sirena del mar que es de la misma casa Colonna por el parentesco
tan estrecho que tienen entre sí las dichas casas de Lecca y Colonna.
La tercera que es sexta
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Furió no cita las fuentes que empleaba para describir estas armerías, solo se
refiere para las tres primeras a la consulta de “libros de curiosos heraldos en Francia,
Flandes y Alemaña”, y para las otras tres omite toda referencia, que data con un
esquivo comentario sobre que las había recibido “de poco tiempo a esta parte”.
Sospechamos que los primeros escudos los halló en las bibliotecas de los reyes de
armas que estaban entonces al servicio de Felipe II, como Nicolás de Campis, rey
de armas de Borgoña, y Juan de España, o Jan van Späen, rey de armas de Flandes.
Los últimos modelos heráldicos, en cambio, debieron llegar desde Italia, gracias a
las pesquisas de Bartolomé de Quesada.
Atendiendo a estos modelos, Vázquez y sus colaboradores elaboraron un blasón
nuevo para uso del secretario, quien por entonces no usaba un solo sello, ni tampo-
co un único blasón en ellos. Entre 1580 y 1583 se observa que empleaba su sello
un escudo simplificado, partido en dos cuarteles, en el primero figura una columna
coronada (Colonna) y en el segundo cuartel un águila sobre un león (Lecca). Se trata
del quinto modelo que aparece en el Fragmento. Sin embargo, esta heráldica tenía
sus inconvenientes (quizás porque era un sello más propio de los Colonna). En octu-
bre de 1583 Calvete de Estrella, que estaba por entonces componiendo su poema
Corsica, advierte que para la descripción del blasón del secretario esperaría a recibir
instrucciones:
MS 28362, f. 163r-164r.
40
PÉREZ DE TUDELA, Almudena – “Joyas personales con divisas y armas de los secretarios de Felipe II Gabriel de
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Fig. 4.
Zayas y Mateo Vázquez”, en Lia LENTI. Gioielli in Italia: il gioiello e l’artefice: materiali, opere, committenze, atti
del convegno di studio. Materiali, opere, committenze. Atti del convegno di studi. Venezia: Marsilio, 2005, p. 153-168.
41
Montoya escribe a Vázquez (Sevilla, 20-sep-1583): “El capellán Coçar me dio el disigno para la sortija y entiendo
en que se haga como v. m. manda en otra piedra”. IVDJ, Envío 55, caja 71, fol. 74.
42
Juan Bautista Montoya a Mateo Vázquez (Sevilla, 20-feb-1584): “Oy ha partido Antonio Voto, al qual por mano
de Francisco de Chabez di la sortija nueva que v. m. mandó hazer, la qual holgaría mucho contentase. También lleua
la chica que vino para muestra y la grande de christal”. IVDJ, Envío, 96, caja 138, fol. 491.
43
Pueden verse ejemplos en IVDJ, Envío 55, caja 73, carpetilla 6, nº 3. Y en IVDJ, Envío 53, carpeta 7, fol. 116. O
en IVDJ, Envío 46, caja 60, doc. 26-27 (Se reproduce en imagen).
44
IVDJ, Envío 71, caja 97, fol. 25r.
45
Calvete de Estrella a Mateo Vázquez (Salamanca, 9-sep-1584). IVDJ, Envío 37, nº 204, fol. 1r. El águila imperial
bizantina era en oro, y la alemana, en negro o sable.
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
Estudiada esta correspondencia por Díaz Gito, remitimos a sus excelentes traba-
jos al respecto, solo destacaremos las excusas que Calvete dio para su error. Había
empleado como ejemplos el sello que aparecía en las cartas de Vázquez y un patrón
de los reposteros que para éste se bordaban en Salamanca:
“Quanto a esto no tube yo la culpa, que fulua tenia puesto de antes y no nigra, y tratando con
P[edr]º Gutierez, tapicero de su Majestad, de armas y insignias de escudos, bino a hablar de las
de V[uestra] M[erced] y que ponia el aguila negra y mostrome un padroncillo que V[uestra]
M[erced] le auia dado pintado de sus armas, en el qual está el aguila negra y, come le vi, puse
nigra aquila. La qual era de una cabeça, con una corona de oro y las piernas doradas. Estas
insignias son muy diferentes delas del sello de V[uestra] M[erced] del qual yo saqué lo que
escrebi en los versos. Pero ni nigra aquila ni fulua aquila sino es en el verso está bien”46.
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MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
cuando Juan Pérez de Moya dedica a Vázquez sus Comparaciones. O Similes para
los Vicios y Virtudes (Alcalá de Henares), también se ilustró la portada con el escudo
del secretario, que sigue el modelo del sello de placa de 1583. En 1587, cuando se
publica en Madrid la Filosofía cortesana moralizada, que su autor Alonso de Barros
dedicó al secretario, encontramos en portada otro taco xilográfico con el escudo del
secretario, el partido de los Lecca con la bordura de los Colonna, sustentado (como
en los libros anteriores) por un ángel con una cruz.
En 1587 Vázquez recibía desde Italia varios objetos para decorar su despacho:
una mesa de jaspe, ocho bolas de jaspe, 6 huevos de mármol, dos pirámides de jaspe
con una bola encima, “quatro piedras pequeñas para sobre papeles”, varias imáge-
nes de bronce pequeñas, y, por último, una medalla del secretario en metal y un sello
de acero con sus armas51. De la medalla solo se conoce en la actualidad un ejemplar,
conservado en el Museo Arqueológico Nacional (Inventario 1993/80-I). Al parecer,
su destino era ornar una cruz de cristal, que el secretario deseaba donar. El escudo
presente en ella coincide claramente con el de la portada de la Filosofía cortesana.
Sin embargo, solo un año después, cuando el cronista y genealogista Gonzalo
Argote de Molina incluyó a los Lecca entre las familias ilustres de su Nobleza del
Andaluzia (Sevilla, 1588), la edición apareció ilustrada con
el mismo escudo, pero con una variación: el ángel sostiene
un lábaro, y no una cruz (Fig. 5). Tal cambio disgustó a
Vázquez. Desde Sevilla, Juan de Coçar se disculpaba, pues
fue él quien proporcionó a Argote la información sobre las
armas y sobre el linaje de los Lecca, pero “en lo de la cruz
del Angel me satisfizo con la moneda de los emperadores
que la tiene asi como se imprimió que era diferente que
la tenia v. m. antes”52. Ahora bien, la confusión tenía una
razón de ser. Vázquez y sus consejeros, como Furió Ceriol
y Gabriel de Zayas, hacia 1580-84 habían discutido sobre
si el ángel debía portar una cruz o el lábaro de los empe-
radores bizantinos53. El propio Vázquez parece que pre-
tendió en algún momento tener el lábaro como divisa. En
Fig. 5 Madrid la cuestión quedó cerrada, pero en Sevilla algunos
rescoldos del debate permanecieron y acabaron en la ilustración de la Nobleza del
Andaluzia. Se comprende la sorpresa del secretario, pues un error heráldico de este
tipo podía ser utilizado en su contra (una vez más) para dudar de su ascendencia y de
su nobleza. Mas, tras tantos cambios, informes y diseños de sellos de placa, realizados
en una breve lapso de tiempo, no era posible evitar que algún equivocación se escapa-
ra al control del poderoso secretario de Felipe II.
51
“Memoria de lo que se trajo de Roma” (Madrid, 19-abr-1587). IVDJ, Envío 55, caja 71, tomo 3, fol. 285.
52
Pérez de Tudela, “Joyas personales con divisas y armas”... , p. 167, n. 62.
53
Como recoge Pérez de Tudela, “Joyas personales con divisas y armas”..., p. 158-160.
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JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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JOSÉ LUIS GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO
MATEO VÁZQUEZ DE LECA: LA CONSTRUCCIÓN HERÁLDICA DE UNA DISCUTIDA IDENTIDAD NOBLE EN LA CORTE DE FELIPE II
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS
MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Abstract: The present research paper studies the connection between the coat of
arms of the Marquises of Aguilar and the main buildings where they displayed their
power in the town of Aguilar de Campoo (Palencia). Heraldry was thus used as an
additional reminder of their jurisdictional power, since there were frequently absent
from the town due to their participation in the court circles.
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
1. INTRODUCCIÓN
1
PRADO MOURA, Ángel de - Aguilar de Campoo en el siglo XVIII. La villa más importante del norte palentino.
Aguilar de Campoo: Ayto. de Aguilar de Campoo, 2011, 126 p. DL: P-17-2011.
2
MARCOS MARTÍN, Alberto - Un mapa inacabado: el proceso de señorialización en tierras palentinas durante la
edad moderna. En Actas del II Congreso de Historia de Palencia. Vol. 3. 1, Edad Moderna. Palencia: Diputación
Provincial de Palencia, 1990. ISBN 84-86844-28-2. p. 51-118, especialmente p. 51-64.
3
No es nuestro objetivo profundizar en el proceso de conformación de los emblemas heráldicos del linaje de los
284
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Manrique de Lara, para lo que puede consultarse TRAVESEDO Y MARTÍNEZ DE LAS RIVAS, Pilar, MANRI-
QUE DE LARA Y VELASCO, Manuel - Las pruebas armeras en la Casa de Lara. Hidalguía: la revista de genealo-
gía, nobleza y armas. ISSN 0018-1285. N.º 50 (1962), p. 793-832.
Aprovechamos para agradecer al profesor Félix Martínez Llorente, catedrático de Historia del Derecho y de las
Instituciones de la Universidad de Valladolid, por su orientación en la elaboración de las descripciones heráldicas.
4
NUÑO GONZÁLEZ, Jaime - El castillo de Aguilar de Campoo. Codex aquilarensis: Cuadernos de investigación
del Monasterio de Santa María la Real. ISSN 0214-896X. N.º 19 (2003), p. 128-160, especialmente p. 142.
5
HUIDOBRO SERNA, Luciano - Breve historia de la muy noble villa de Aguilar de Campoo. Palencia: PITTM,
1980, 231 p, p. 79.
6
DÍAZ MARTÍN, Luis Vicente - Don Tello, Señor de Aguilar y de Vizcaya (1337-1370). PITTM. ISSN 0210-7317.
N.º 47 (1982), p. 267-335, especialmente p. 273-275.
7
NUÑO GONZÁLEZ, Jaime - El castillo de Aguilar de Campoo, op. cit., p. 145.
8
Ibidem, p. 145.
285
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Fue así, por lo tanto, como los Fernández Manrique de Lara llegaron a obtener el
dominio sobre la villa de Aguilar y toda su jurisdicción, a lo que se añadió en 1429
la concesión del condado de Castañeda en la persona de Garci9.
No obstante, habría que señalar que el dominio de miembros del linaje de los
Lara sobre Aguilar no era nada nuevo. Es cierto que con Garci ese dominio varió su
naturaleza al convertirse en un señorío de carácter hereditario y, por lo tanto, per-
feccionado, pero no lo es menos que durante los siglos medievales varios tenedores
del castillo y señores de Aguilar, como ha estudiado Jaime Nuño en profundidad,
provenían de diferentes ramas de la familia Lara.
Relación de tenentes del castillo y señores de Aguilar del linaje de los Lara
Nombre Años
Rodrigo González de Lara 1125-1127, 1129, 1130, 1133 y 1136
Álvaro Pérez de Lara 1164-1165
¿Nuño Pérez de Lara? Antes de 1173
Fernando Núñez de Lara 1173, 1175, 1183, 1186, 1190
Gonzalo Núñez ¿de Lara? 1196
Fernando Núñez de Lara 1198
Álvar Núñez de Lara 1199-1201
Fernando Núñez de Lara 1202, 1206
Elaboración propia a partir de: NUÑO GONZÁLEZ, Jaime, “El castillo de Aguilar de
Campoo”, Codex aquilarensis: Cuadernos de investigación del Monasterio de Santa María la
Real, 19 (2003), p. 147.
9
HUIDOBRO SERNA, Luciano - Breve historia de la muy noble villa de Aguilar de Campoo, op. cit., p. 97.
10
NUÑO GONZÁLEZ, Jaime - Estampas de la vida caballeresca: combates, duelos y ordalías en la plástica romá-
nica. En El mensaje simbólico del imaginario colectivo. Aguilar de Campoo: Fundación Santa María la Real, 2007.
ISBN 978-84-89483-37-8. p. 173-208, especialmente p. 197.
286
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
“Se trata de una típica escena en la que un peón vestido con cota de malla alancea a un dragón,
protegiéndose a la vez con un escudo en el que figuran en relieve dos calderas puestas en
palo, las armas del mismo linaje Lara que en esos años de finales del siglo XII e inicios del
XIII aparecen repetidamente como tenentes del castillo de Aguilar. Dada la carga simbólica
de la escena –la lucha del bien, encarnado por el guerrero, contra el mal, representado por el
dragón– diríamos además que no es solo un mero rasgo identificativo sino un claro mensaje de
propaganda política”11.
Aún con todo ello, es preciso señalar que el linaje de los Lara solo quedó defi-
nitivamente asentado en Aguilar con el matrimonio de doña Aldonza con Garci
Fernández Manrique de Lara. El señorío continuó, de este modo, ininterrumpido,
con unos descendientes que elevaron la posición de la familia y que acapararon
poder, rentas y cargos, viéndose involucrados en los grandes sucesos de los siglos
XV y XVI, al encontrarse siempre cercanos al poder regio.
Así pues, el respaldo definitivo a su posición vino de manos de Isabel la Católica,
que decidió compensar por su apoyo y fidelidad a Garci Fernández Manrique de
Lara, III conde de Castañeda y nieto de Aldonza, con la elevación del señorío de
Aguilar a la categoría de marquesado en 148212. Sin embargo, las concesiones
11
Ibidem, p. 197-198.
12
“Por fazer bien e merçed a vos, don García Manrrique fijo mayor del conde de Castañeda e acatando los muchos
e buenos e leales seruiçios que me avedes fecho e hazéys de cada día e por vos más honrrar e sublimar acatando
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
regias no terminaron ahí, y el decidido apoyo del segundo marqués, Luis Fernández
Manrique de Lara y Noronha, a la causa Habsburgo en los complicados años ini-
ciales del siglo XVI le valió ser uno de los veinte títulos a los que en 1520 Carlos I
concedió la Grandeza de España, de carácter inmemorial o de primera clase13.
De este modo, los titulares de la Casa de Aguilar se convirtieron en destacadas
figuras de la aristocracia de la Monarquía Hispánica, “desempeñando cargos corte-
sanos que alejaron paulatinamente a los sucesivos marqueses de la sede capital de
sus Estados”14. No se debe obviar, al estudiar esta realidad, cómo en una Monarquía
como la que se estaba forjando en la Castilla del siglo XVI la cercanía al rey, es
decir, la fijación de la residencia en la corte del reino, podía ser de vital importancia
para el mantenimiento y engrandecimiento de la propia Casa y Hacienda15.
Así pues, la familia Manrique de Lara, ennoblecida por concesiones regias, ins-
taló la base de su poder señorial en la villa de Aguilar de Campoo, aunque lo cierto
es que lo ejercieron de forma directa sobre ella durante un breve periodo de tiempo.
Como ya se ha dicho, la continua asunción de obligaciones dentro del organigra-
ma de la Monarquía hizo que estos señores se fueran alejando progresivamente de
su villa y del resto de sus estados. Por ello, con el paso de los años, Aguilar, al igual
que multitud de lugares y villas secundarias de la Corona, se convirtió en la sede de
un señorío con su titular ausente. Su presencia se reducía, quizás, a esporádicas visi-
tas a sus dominios y, especialmente, a la figura delegada de un administrador que se
encargase del mantenimiento de los patrimonios nobiliarios y, de forma prioritaria,
a la recaudación y administración de las rentas derivadas de sus privilegios señoria-
les16. Nada extraño, por lo tanto, puesto que como señala Jerónimo López Salazar
“ante un régimen señorial absentista […] hay que contar con unos individuos que
sean, bien grandes arrendatarios, bien administradores, alcaides, etc., que detenten
de hecho el control del mundo rural”17.
vuestro ljnaje e aquellos donde vos venís, tengo por bien e es mi merçed que agora e de aquí adelante para siempre
jamás vos, e los que vuestra casa heredaren, tengáys título de marqués de la villa de Aguilar de Campo que es del
dicho conde vuestro padre e vos podades llamar e intitular e llamedes marqués de mis rreynos”. Real provisión dada
en Arévalo el 25 de marzo de 1482. Archivo Histórico de la Nobleza, Osuna, C. 3921, D. 20.
13
SOLER SALCEDO, Juan Miguel - Nobleza española: Grandeza inmemorial, 1520. Madrid: Visión Libros, 2009,
518 p. ISBN 978-84-98861-79-2, p. 43-54.
14
CORADA ALONSO, Alberto - Hacienda, rentas y privilegios de los marqueses de Aguilar de Campoo. Una
aproximación desde el Catastro de Ensenada. Estudios Humanísticos. Historia. ISSN 1696-0300. N.º 13 (2014), p.
61-95, especialmente p. 62.
15
Para conocer con mayor profundidad los avatares de los miembros de la Casa de Aguilar, especialmente durante
los siglos XVI y XVII véase ASSAS, Manuel de - Los sepulcros de Aguilar de Campoo. Hojas sueltas de: Museo
Español de Antigüedades, Edad Media, Arte Cristiano, Escultura. ISSN 1578-9837. T. II (1873), p. 101-124.
16
CORADA ALONSO, Alberto - Hacienda, rentas y privilegios de los marqueses de Aguilar de Campoo. Una
aproximación desde el Catastro de Ensenada, op. cit., p. 62.
17
LÓPEZ-SALAZAR, Pérez - Una empresa agraria capitalista en la Castilla del siglo XVII: la hacienda de don
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Una situación, por otra parte, que se fue agravando según avanzaba el siglo XVI
y que llegó a su punto culminante en el siglo XVIII cuando, debido a varios avata-
res sucesorios, el linaje directo de los Manrique de Lara había desaparecido y los
privilegios y títulos de la Casa de Aguilar fueron integrados sucesivamente en las
poderosas casas de los marqueses de Villena y de los duques de Medina Sidonia.
Por lo tanto, los marqueses optaron por ejercer el control sobre sus estados y,
muy especialmente, sobre la villa de Aguilar por medio de administradores, oficia-
les y toda una red clientelar nombrada directamente por el señor. La ausencia y la
distancia no fueron impedimentos para que los Manrique de Lara ejercieran sobre
Aguilar un férreo control y tuvieran una enorme capacidad de decisión y de influen-
cia entre sus habitantes, hasta el punto de que para Gonzalo Alcalde, desde el mismo
momento en el que el señorío de Aguilar fue elevado a marquesado, la historia de
la villa norteña quedó indisolublemente ligada “a vida y obra de sus marqueses”18.
Es por ello que, pese a ser generalmente señores ausentes, dejaron innumera-
bles huellas de su presencia, es decir, todo un conjunto simbólico que demostrase
y afianzase su enorme poder señorial, sin parangón entre los señoríos limítrofes19.
Una de las formas más habituales y efectivas de representar el poder señorial
fue a través de los nombramientos de esos oficiales que debían regir los destinos de
sus dominios en su ausencia. Así, además de a los administradores generales y al
alcalde mayor de los Estados –que tenían potestad de actuación en todos los domi-
nios de su Casa–, los marqueses podían nombrar directamente dentro de Aguilar, y
como derecho jurisdiccional absolutamente privativo, a todas las autoridades civiles
y judiciales de mayor importancia dentro del organigrama político de la villa. De
entre todos ellos destacaron el corregidor, los miembros del regimiento, los escriba-
nos, los comisarios de millones, el fiel mayor, el teniente de alcaide del castillo, el
alguacil mayor, los procuradores, el procurador general e, incluso, los porteros del
ayuntamiento20.
Unos nombramientos que no solo hay que entender por la importancia que tenían
en sí mismos, sino por el hecho de que mediante ellos se controlaba el regimiento y,
por lo tanto, se tenía poder directo sobre el órgano encargado de la gobernabilidad
de la villa y su comarca21.
Gonzalo Muñoz Treviño de Loaisa. Hispania: Revista española de historia. ISSN 0018-2141. Vol. 41, n.º 148
(1981), p. 355-408.
18
ALCALDE CRESPO, Gonzalo - Aguilar de Campoo. Aguilar de Campoo: Ayto. de Aguilar de Campoo, 2004,
128 p. ISBN 84-8012-445-8, p. 26.
19
Esta realidad, y el poder casi omnímodo de los marqueses en Aguilar, a diferencia de lo que sucedía con otras
grandes casas nobiliarias en los señoríos que ocuparon el actual territorio palentino, ha sido estudiado recientemen-
te por Álvaro Pajares a través de una tesis doctoral: PAJARES GONZÁLEZ, Álvaro - El régimen señorial en la
provincia de Palencia: mecanismos de control y resistencia antiseñorial en la Castilla bajomedieval y moderna;
dirigida por Alberto Marcos Martín. Valladolid: Universidad de Valladolid, 2018. Tesis Doctoral inédita.
20
BARÓ PAZOS, Juan, FONTANEDA PÉREZ, Eugenio - Gobierno y administración de la villa de Aguilar de
Campoo (Ordenanzas de 1591). Santander: Artes Gráficas Resma, 1985, 168 p. ISBN 978-84-398-5590-3, p. 16-18.
21
CORADA ALONSO, Alberto - Hacienda, rentas y privilegios de los marqueses de Aguilar de Campoo. Una
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Pero los marqueses no solo gozaban del control sobre el poder civil de la villa de
Aguilar. Su posición en la corte y el hecho de que el III marqués, Juan Fernández
Manrique de Lara, fuera nombrado embajador extraordinario en los Estados
Pontificios por el emperador Carlos V, hizo que pudiera aprovechar su posición para
engrandecer la capital de sus estados señoriales. Estando en Roma, este marqués
solicitó al papa Paulo III –y consiguió de él en 1541– que se elevase la iglesia de
San Miguel de Aguilar en colegial y, además, que esta quedase bajo su patronazgo
directo.
Así pues, consiguió la regalía, el derecho de nombrar y presentar a las cuatro
dignidades existentes en esa iglesia colegial, que fueron abad, maestrescuela, chan-
tre y arcipreste22. Gracias a ello pudo intervenir en la gran institución eclesiástica
de la villa, el cabildo colegial, así como en sus rentas y aprovecharse, claro está, de
lo que significaba el nombramiento y el control sobre un prelado de la Iglesia, por
pequeño que este fuera.
Con ello, del titular de la Casa de Aguilar dependían directamente las dos prin-
cipales autoridades de la villa, el corregidor y el abad, que actuaron durante toda
la Edad Moderna como auténticos delegados de ese poder señorial cada vez más
ausente.
Sin embargo, se entendió que la presencia de los marqueses no solo podría hacer-
se mediante estos oficiales o mediante el cobro de rentas como alcabalas, portazgos,
martiniegas o tercias reales. Hacía falta, sin duda alguna, potenciar la representación
del poder en los espacios públicos, en este caso, dentro del casco urbano de la villa
de Aguilar.
Así pues, dentro de las muchas propiedades que tenían en la villa, entre las que
se podían contar edificios con una función productiva como el molino o el batán,
posadas, almacenes y cillas23, además de algunas de las tierras más productivas del
lugar con adelantos técnicos impensables para el resto de habitantes de la comarca24,
habría que señalar y destacar su palacio señorial. Aunque quizás fuera más acertado
hablar del conjunto palacial que estaba situado principalmente en la plaza pública
de la villa, el gran lugar de representación del poder señorial, concejil y eclesiástico.
En esta plaza pública –hoy plaza de España– estaba situado el primer palacio
que los Manrique de Lara tuvieron en la villa, el conocido como palacio de doña
Aldonza que con el tiempo terminó siendo cedido por su hijo, Juan Fernández
Manrique, para que fuera utilizado como sede del ayuntamiento. Esta función fue
mantenida hasta que, en 1950, se decidió su demolición y el traslado de la casa con-
sistorial a otro emplazamiento25.
aproximación desde el Catastro de Ensenada, op. cit., p. 79.
22
Archivo Diocesano de Burgos, Visitas Pastorales, Caja 3, Libro 2, f. 54r.
23
Archivo Histórico Provincial de Palencia (AHPP), Catastro Marqués de la Ensenada, Bienes de seglares, sig.
8009, L. 11, R. 386, ff. 20r-21r; ff. 23r-v.
24
AHPP, Catastro Marqués de la Ensenada, Bienes de seglares, sig. 8009, L. 11, R. 386, ff. 21r-22v.
25
BRAVO ROBLES, Enrique - La transformación de la Plaza de España de Aguilar de Campoo durante el siglo
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Imagen 2. Fotografía de William Atkinson del Palacio de doña Aldonza y colegiata, 1856.
Esta cesión del palacio primitivo de los Manrique se produjo porque dicho edi-
ficio no debió de parecerle al señor de Aguilar “bastante para la vivienda suya”26.
Así, a finales del siglo XV comenzaron las obras de un nuevo y gran palacio que
se erigió en el lienzo sur de la plaza pública. Este nuevo edificio de representación
señorial sería conocido como el Palacio viejo, en contraposición al Palacio nuevo
que fue una ampliación del mismo acometida desde finales del siglo XVI y que es la
única sección del complejo palacial27 de los marqueses en Aguilar que se conserva
hasta el día de hoy, debido al incendio que en 1946 asoló el viejo edificio.
Por último, habría que señalar otro de los palacios conservados en la plaza de
España y que, aunque no era para el uso directo de la familia señorial, era de su pro-
piedad y estaba destinado a la residencia de los jueces de la villa de Aguilar.
Imagen 3. Palacio viejo a mediados del siglo XIX. Fotografía de Willian Atkinson.
291
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Unas propiedades inmuebles, todas ellas, que tuvieron una gran importancia para
los marqueses, quizás no tanto en cuanto a una relevancia real o un impacto pro-
fundo en la hacienda señorial, sino más bien como un símbolo de estatus y como
recordatorio permanente de su poder. Esas propiedades, especialmente el complejo
palacial de la plaza pública, les hacía entroncar con una legitimidad indiscutida y
nunca replanteada dentro de la sociedad de Antiguo Régimen28.
28
CORADA ALONSO, Alberto - Hacienda, rentas y privilegios de los marqueses de Aguilar de Campoo. Una
aproximación desde el Catastro de Ensenada, op. cit., p. 77-78.
292
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
293
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
29
Un ejemplo anterior de estos primitivos escudos puede verse en el monasterio de Santa Clara de Osorno. Véase
VIGURI, Miguel de - Heráldica palentina. II. La Tierra de Campos. Palencia: Diputación de Palencia, 2005, 214 p.
ISBN 84-8173-118-8, p. 65-66.
30
Se conoce el matrimonio de Ana Manrique de Lara y de la Cerda, hermana del VI marqués, Juan Luis Fernández
Manrique de Lara, con el VII conde de Osorno a principios del siglo XVII. Véase CORADA ALONSO, Alberto -
Cuando la relación materno-filial termina en los tribunales. Pleitos de doña Antonia de la Cerda, marquesa consorte
de Aguilar de Campoo. En DRUMOND BRAGA, Isabel, TORREMOCHA HERNÁNDEZ, Margarita - As mulhe-
res perante os tribunais do Antigo Regime na Península Ibérica. Coimbra: Imprensa da Universidade de Coimbra,
2015. ISBN 978-989-26-1032-0. p. 37-62, especialmente p. 53.
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Pero no solo hay que pensar en que su simbología estaba presente en estos espa-
cios de poder señorial, sino también en otros edificios sobre los que ejercía su patro-
nazgo. Así, en la torre de la iglesia de San Miguel, en su cuerpo superior, aparecen
dos escudos. Su ubicación se entiende en el contexto de la obra de elevación de la
torre emprendida en la segunda mitad de siglo XVI por orden de los marqueses para
embellecer y dar lustre a un edificio eclesiástico al que su familia había conseguido
elevar a rango de colegial.
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Imagen 10. Escudo situado en el respaldo de la silla abacial de la sillería coral de la colegiata
de San Miguel Arcángel.
Fuente: archivo de los autores.
Escudo oval, partido y medio cortado. Primero, escudo medio cortado y partido: 1.º, de gules, castillo
de oro, almenado, donjonado de tres donjones; 2.º, de plata, águila explayada de oro coronada de lo
mismo; 3.º, de gules, dos calderas de oro puestas en palo. Bordura forrada de armiño de ocho colas
de sable. Segundo, partido: 1.º, castillo de oro, almenado, donjonado de tres donjones, sumado en su
donjón central de cruz griega de oro; 2.º, de plata, león rampante de oro coronado de lo mismo; 3.º, de
azur, tres flores de lis de oro. Al timbre, corona marquesal de oro.
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MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
Casa de Aguilar. Así, por ejemplo, se observa cómo coindicen las formas y esmaltes
del escudo de Tello Téllez del siglo XIV31 y también con las de los Lara32.
Imagen 11. Escudo del sepulcro de Tello de Castilla en el Convento de San Francisco de Palencia.
Fuente: Wikimedia Commons.
31
La única diferencia entre el escudo de Tello y el de la silla del abad de la colegiata radica en el esmaltado del
águila explayada, de sable en el primero y de oro en el segundo.
32
Visibles en el ya mencionado trabajo de VIGURI, Miguel de - Heráldica palentina. II. La Tierra de Campos, op.
cit., p. 65.
33
MARTÍNEZ LLORENTE, Félix - La heráldica profesional o la formulación de un nuevo imaginario emblemático
y heráldico. Emblemata: Revista aragonesa de emblemática. ISSN 1137-1056. N.º 18 (2012), p. 181-242, especial-
mente p. 196; que cita a su vez de MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - Los emblemas heráldicos.
Una interpretación histórica. Madrid: Real Academia de la Historia, 1993, 132 p. ISBN 978-84-60472-35-3, p.
51-54.
34
MESSÍA DE LA CERDA Y PITA, Luis F. - Heráldica española. El diseño heráldico. Madrid: Aldaba Ediciones,
1990, 229 p. ISBN 84-86629-36-5, p. 23.
35
RIQUER, Martín de - Heráldica castellana en tiempos de los Reyes Católicos. Barcelona: Quaderns Crema,
1986, 376 p. ISBN 84-85704-92-4, p. 14.
36
MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - El linaje y sus signos de identidad. En LADERO QUESA-
298
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
DA, Miguel Ángel (coord.) - Estudios de genealogía, heráldica y nobiliaria. Madrid: Publicaciones de la Universi-
dad Complutense de Madrid, 2006. ISBN 84-95215-29-2. p. 11-28, especialmente p. 17.
37
MESSÍA DE LA CERDA Y PITA, Luis F. - Heráldica española. El diseño heráldico, op. cit., p. 25.
38
La queja de esta situación contraria a la dignificación del culto proviene del arzobispo de Burgos durante el desa-
rrollo de su visita pastoral en 1710. Archivo Diocesano de Burgos, Visitas Pastorales, Caja 3, Libro 2, f. 54v.
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LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
sonales del III y IV marqués en los escudos que rematan el conjunto arquitectónico,
aunque las propias esculturas orantes también dan muestra de esa presencia de los
marqueses ausentes y sus esposas39. Este carácter diferenciado de los escudos elegi-
dos para sus sepulcros, con ‘ornamentos exteriores’ puramente personales, eviden-
cia la intencionalidad de vincularlos estrechamente al titular, mediante la “tendencia
a incorporar en un significante todas las cualidades del significado”40.
Como señala Faustino Menéndez-Pidal, “la definitiva fijación y codificación
de los escudos de armas las daba un marcado carácter de recuerdo del pasado, de
manifestación plástica de la tradición, de rememoración de los ascendientes y de
sus hechos, constitutivos del patrimonio espiritual del linaje”41. Una idea que queda
absolutamente de manifiesto en el conjunto de escudos que los Fernández Manrique
de Lara instalaron en lugares estratégicos de Aguilar de Campoo.
6. BIBLIOGRAFÍA
39
Este conjunto funerario fue mandado construir por el IV marqués de Aguilar, como se especifica en su testamento,
redactado en 1585. Sin embargo, la obra, atribuida a Juan Antonio Marogia, discípulo de la escuela de Pompeo
Leoni, no se terminó hasta 1597. Para más información véase ESTELLA, Margarita - Artistas de los sepulcros de
los marqueses de Aguilar y procedencia de los condes de Fuensalida, documentados. En Estudios de Arte. Homena-
je al profesor Martín González. Valladolid: Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones, 1995. ISBN
84-7762-460-7. p. 327-334.
40
MENÉNDEZ-PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - El linaje y sus signos de identidad, op. cit., p. 23.
41
Ibidem, p. 23.
300
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
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Valladolid, 2018. Tesis Doctoral inédita.
301
MARÍA HERRANZ PINACHO, ALBERTO CORADA ALONSO
LA HERÁLDICA COMO SIMBOLOGÍA DE PODER DE LOS MARQUESES «AUSENTES» DE AGUILAR DE CAMPOO
302
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL
CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN1
1
Este trabajo ha sido realizado en el seno del proyecto de I+D “Poder, identidades e imágenes de ciudad: música y
libros de ceremonial religioso en la España meridional, siglos XVI-XIX” MINECO HAR 2015-65912-P. Y bajo los
proyectos de Innovación Educativa de la Universidad de Málaga: PIE 17-056 “Estrategias canónicas y anticanóni-
cas en la docencia de la Historia de la Cultura: Identidad y pedagogía ciudadana” y PIE 17-128 “Feminismo en las
aulas universitarias. Propuestas didácticas multidisciplinares y estudios de género”.
303
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Los primeros pasos de este cenobio residen en una fundación del obispo García
de Haro, quien creó una casa de arrepentidas con el nombre de Jesús María en el
año de 1593. La labor del obispo Juan Alonso Moscoso, que en 1604 eligió la orden
del Císter y mandó traer las reglas y constituciones del Convento de Recoletas
Bernardas de Valladolid2, fue determinante para insuflar a esta primitiva institución
el impulso definitivo. La iglesia y el monasterio actual, resultado de la reedificación
del año 1878, se erigen sobre el mismo enclave tradicional. Hasta que finalmente el
siglo XX, en concreto la década de los 80, trajo consigo remodelaciones interiores
en el conjunto encaminadas a lograr una tentativa de hospedería. A inicios del pre-
sente siglo, las nuevas obras proyectadas sobre el edificio prepararon el espacio para
el traslado del museo de arte sacro diocesano anejo a la abadía, hasta que, finalmen-
te, en el año 2009, la comunidad de religiosas se disolvió, propiciándose el traslado
de algunas de ellas al actual Monasterio cisterciense de Málaga, situado en la zona
de El Atabal, en la propia capital. Y se produjo así la fusión del resto de religiosas
con la comunidad de la abadía cisterciense de Nuestra Señora de la Anunciación de
Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja.
El archivo de la Abadía de Santa Ana atesoró a lo largo de sus más de cuatro siglos
de existencia un patrimonio documental de amplia cronología, comprendida entre el
año 1604 y el año 2009, y que incluye unidades del tipo: libros de visitas canónicas,
libros de fundaciones, padrones, el Libro Mudéjar o libro de Actas de toma de hábito
y profesión, libro inventario de la ropería, libros de cuentas, conmemorativos, libro
inventario de la secretaría, y las cartas de profesión propiamente dichas3. Estas últimas
constituyen una serie de 205 cartas de profesión cuya horquilla cronológica se corres-
ponde con la amplitud del archivo, llegando hasta el año 2004, fecha de la última
profesión efectuada en el Císter malagueño de Santa Ana. Sobre esta serie documen-
tal se ha publicado un catálogo4 y se han proyectado diversos estudios diplomáticos5,
2
GÓMEZ GARCÍA, Mª Carmen - La Abadía de Santa Ana del Císter en Málaga. En CAMPOS Y FERNÁNDEZ
DE SEVILLA, Francisco Javier - La clausura femenina en España. Madrid: Real Centro Universitario Escorial
María Cristina, 2004.p. 741-760. 84-89942-37-4.
GÓMEZ GARCÍA, Mª Carmen - Orígenes y extinción del convento del Císter en Málaga. En CAMPOS Y FER-
NÁNDEZ DE SEVILLA, Francisco Javier - La clausura femenina en el mundo hispánico: una fidelidad secular.
Madrid: Real Centro universitario Escorial María Cristina, 2011.p. 713-724. 978-84-86161-62-0.
3
Actualmente y, tras la disolución de la comunidad, todos estos fondos documentales se custodian en el Archivo
Municipal de la ciudad.
4
MARCHANT RIVERA, Alicia - Las religiosas del Císter malagueño. Catálogo de las cartas de profesión de la
Abadía de Santa Ana. Málaga: CEDMA, 2010. 215 p. 9788477858577.
5
MARCHANT RIVERA, Alicia - Iter escriturario y ceremonial de la profesión religiosa femenina. En BARCO
CEBRIÁN, Lorena y MARCHANT RIVERA, Alicia - Escritura y sociedad: el clero. Granada: Comares, 2017. p.
97-123.
MARCHANT RIVERA, Alicia - Leyendas latinas en las cartas de profesión del Císter malagueño (1605-1805):
la exégesis bíblica al servicio del ceremonial religioso femenino. Documenta et instrumenta. Madrid: Universidad
Complutense. 1697-4328. Vol. 15 (2017), p. 69-89.
304
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
De las 205 cartas de profesión de las que consta el fondo archivístico, 59 de ellas
son las correspondientes al siglo XVII, primer siglo de vida de la abadía, centuria
en torno a la cual va a circunscribirse nuestro análisis, ya que en ella se cobijan
las ejemplificaciones más nítidas de los motivos escudiformes que dan pie al título
de la propuesta. No obstante, hasta el año 1670, en el que empiezan a producirse
con regularidad cartas de profesión que incorporan motivos heráldicos, predominan
una serie de documentos de entrada en religión carentes de ornamentación, a una
sola tinta, con el único resalte visual conformado por la zona de las validaciones,
la rúbrica de la abadesa, la de la monja profesa y la del obispo o su representante
en el acto. Así pues, del conjunto de las 59 cartas de las que consta la primera serie,
son un total de 25 las que incorporan en su ornamentación motivos heráldicos. Más
adelante, en la serie correspondiente al siglo XVIII predominará la ornamentación
en forma de altar tripartito que emula al del templo, con forma de decoración arqui-
tectónica religiosa, mientras que en el conjunto emanado del sigo XIX solo algunas
6
CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario - Las cartas de profesión del convento del Císter de Málaga: un documento
entre la devoción, el derecho y el arte. En CAMPOS DE SEVILLA, Francisco Javier - La clausura femenina en
España. Madrid: Real Centro Universitario Escorial María Cristina, 2004.p. 717-740. 84-89942-37-4. GONZÁLEZ
DE LA PEÑA, María del Val - Mujer y cultura gráfica: las Reverendas madres Bernardas de Alcalá de Henares
(siglos XVIII-XIX). Alcalá de Henares: Institución de estudios complutenses, 2001.170 p. 84-88293-22-4.
GÓMEZ GARCÍA, Mª CARMEN y VERGARA, J. - El archivo de la Abadía de Santa Ana del Císter de Málaga:
las cartas de profesión ¿Documentos biográficos o artísticos? Memoria ecclesiae. Madrid: Asociación de Archiveros
de la Iglesia en España. 0210-8321. Vol. 30 (2007), p. 239-250.
7
CARRASCO CANTOS, Pilar - Las cartas de profesión. Análisis lingüístico [En línea]. [Consultado el 5 de octu-
bre de 2018]. Disponible en internet: http://hdl.handle.net/10630/10562.
8
CAMACHO MARTÍNEZ, Rosario - Las cartas de profesión del convento del Císter de Málaga: un documen-
to entre la devoción, el derecho y el arte. En CAMPOS DE SEVILLA, F. J. - La clausura femenina en España.
Madrid: Real Centro Universitario Escorial María Cristina, 2004.p. 717-740. 84-89942-37-4.
305
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
de ellas presentan en la parte superior el escudo de la Orden del Císter como motivo
heráldico destacado.
A continuación se reproducen las entradas archivísticas del catálogo alusivas a
las cartas en cuestión que van a analizarse, con el objeto de aprehender, a modo de
contexto, mayor información documental9. De las regestas archivísticas se ha supri-
mido, para aliviar el texto, las mediciones y características del soporte, así como
las especificaciones del área de validaciones. No entrarán en el análisis posterior,
a pesar de incorporar reminiscencias heráldicas y estar incluidas en el catálogo, las
cartas 41 y 42 (de las hijas del escultor Pedro de Mena, que se presuponen autógra-
fas y elaboradas con mayor técnica y dedicación), 44 y 47 (por no formar parte de
las subseries que van a delimitarse) y 19, 43 y 56 (que incorporan las siglas JHS
-Jesús, Hombre, Salvador- o MA -María- adornadas):
Carta 23 [1649, julio, 12]. Málaga. Carta de profesión de Sor Juana de la Madre
de Dios, siendo abadesa la Madre Beatriz de San Francisco. Parte superior cen-
tral con escudo a colores con Santa Lutgarda, con soportes de aves que sostienen
en el pico cintas con las leyendas “Mulier timens Dominum” e “Ipsa laudabitur
prober”.
Carta 36 [1670, julio, 4]. Málaga. Carta de profesión de Sor María de San Luis,
siendo Abadesa la Madre Juliana de San Esteban. Escudo con Santa Lutgarda,
actuando de soportes unas águilas en sepia portando cintas con leyenda “Mulier
timens Dominum” e “Ipsa laudabitur prober”.
306
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Carta 38 [1671, junio, 21]. Málaga. Carta de profesión de Sor Catalina Antonia
de San Blas, siendo abadesa la Madre Juliana de S. Esteban. Escudo del Císter
con el camino de S. Benito, tres flores de lis y el báculo del abad en sepia, sopor-
tado por dos aves que sostienen en el pico bandas con leyenda “Arma militiae
nostrae” y “Veni sponsa Christi”.
Carta 39 [1672, febrero, 1]. Málaga. Carta de profesión de Sor Brígida María
de la Purificación, siendo abadesa la M. Juliana de S. Esteban. Leyenda “Arma
militiae nostra” con santa Teresa en escudo sepia.
Carta 40 [1672, mayo, 1]. Málaga. Carta de profesión de Sor Isabel María de San
Miguel, siendo abadesa la M. Juliana de San Esteban. Leyenda “Mulier timens
Dominum” e “Ipsa laudabitur Prober” con Santa Escolástica en el campo del
escudo.
Carta 41 [1672, julio, 3]. Málaga. Carta de profesión de Sor Andrea María
de la Encarnación, siendo abadesa la Madre Juliana de San Esteban. Escudo
flanqueado por telón y querubines actuando como tenantes con la escena de
la Anunciación del Ángel Gabriel a María y la paloma del Espíritu Santo -la
Encarnación-. Observaciones: autoría, hija del escultor Pedro de Mena.
Carta 42 [1672, julio, 3]. Málaga. Carta de profesión de Sor Claudia Juana de la
Asunción, siendo abadesa la Madre Juliana de San Esteban. Escudo con escena
en el campo de la Asunción de la Virgen. Observaciones: autoría, hija del escul-
tor Pedro de Mena.
Carta 43 [1673, febrero, 9]. Málaga. Carta de profesión de Sor Ana Marcela de
Jesús María, siendo abadesa la Madre Juliana de San Esteban. Dos escudos con
forma de sol (a la izquierda JHS y a la derecha MA) y la paloma del Espíritu
Santo suspendida bajo un timbre de corona junto a las leyendas “Iesu, corona
Virginum/Haec est virgo sapiens/Accipe coronam quam tibi Dominus prepara-
vit”.
Carta 44 [1673, abril, 3]. Málaga. Carta de profesión de Sor Micaela Florencia
de San Jacinto, siendo abadesa la Madre Juliana de San Esteban. Escudo con
Santa Juliana en el campo.
Carta 45 [1676. Málaga]. Carta de profesión de Sor María de San Diego, siendo
abadesa la Madre Mariana de la Cruz. Escudo con S. Diego en el campo flan-
queado por dos pequeños escudos (derecha, báculo e izquierda, león con báculo
y monasterio).
307
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Carta 46 [1678, junio, 7]. Málaga. Carta de profesión de Sor Cipriana Francisca
de Santa Gertrudis, siendo abadesa la Madre Mariana Josefa de la Cruz. Escudo
de la congregación cisterciense de Castilla soportado por dos águilas con cin-
tas que portan leyenda “Arma militiae nostrae” y “Veni sponsa Christi”, aves y
jarrones con motivos florales entremezclados en el dibujo con las palabras de la
intitulación “Yo soror”.
Carta 47 [1679, enero, 6]. Málaga. Carta de profesión de Sor María Bernarda
de San José, siendo Abadesa la Madre Juliana de S. Esteban. Imagen de Santa
Bernarda con llagas en las manos dentro de un corazón rojo, a modo de escudo,
con la leyenda “Mihi et ego illi Dilectus meus” flanqueada por San Bernardo y
San José.
Carta 49 [1682, febrero, 8]. Málaga. Carta de profesión de Sor Juana de San
Agustín, siendo Abadesa la Madre Ana del Santísimo Sacramento. Escudo con la
imagen de San Agustín en el campo.
Carta 51 [1684, febrero, 21]. Málaga. Carta de profesión de Sor Ana de San
Antonio, siendo abadesa la M. Mariana de la cruz. Escudo con San Antonio en el
campo, soportado por pájaros que portan cintas sin leyenda; greca floral a colo-
res que enmarca todo el texto.
Carta 52 [1686, octubre, 16]. Málaga. Carta de profesión de Sor Rosa de Santa
María, siendo abadesa la Madre Mariana de la Cruz. Escudo central con Sta.
Rosa con la leyenda “Quasi Rosa plantata super rivos aquarum Eccles. C. 39”,
flanqueada por escudos con S. Benito y S. Bernardo.
Carta 53 [1689, enero, 9]. Málaga. Carta de profesión de Sor Josefa de San
Andrés, siendo Abadesa la M. Antonia María de S. Francisco. Escudo central
con un Jesús en Majestad flanqueado por dos escudos con la representación de S.
Benito y S. Bernardo.
308
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Carta 54 [1689, enero, 30]. Málaga. Carta de profesión de Sor Ana Bernarda de
San Juan, siendo abadesa la M. Abadesa Antonia María de S. Francisco. Escudo
con Juan el Bautista en el campo flanqueado por S. Benito y S. Bernardo, con
la leyenda a modo de divisa “Inter natos mulierum non surrexit mayor Ioanne
Baptista”.
Carta 56 [1690, julio, 26]. Málaga. Carta de profesión de Sor María de Santa
Gertrudis, siendo abadesa la M. Beatriz de S. Francisco. Escudo en forma de
corazón atravesado por una flecha con la paloma del Espíritu Santo, soportado
por jarrones florales con las siglas JHS y pájaros; inicial mayúscula decorada y
destacada del texto.
309
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
A su vez el escudo aparece flanqueado por dos palomas en sendos lados, actuando
como soportes del escudo, que sostienen leyendas latinas en el pico. En ocasiones,
como en la carta 40, profesión de Sor Isabel María de San Miguel, acompañados
por los símbolos del escudo del Císter de la congregación de Castilla, la escala de
escaques y el brazo de monje con báculo11. Las palomas con leyendas en el pico
también flanquean, en dos ocasiones dentro de la serie (cartas 38 y 46), el escudo
de la congregación cisterciense de Castilla, exornado con corona a modo de timbre.
En el conjunto, es frecuente que la referencia manuscrita con el nombre de la santa
acompañe al motivo escudiforme, identificándola.
Carta 36. Sor María de San Luis, 1670. Carta 40. Sor Isabel María de San Miguel, 1672.
PALACIOS MARTÍN, Bonifacio – El Císter y la fundación de la Orden de Alcántara. Cistercium: Revista cister-
ciense. Cantabria: ediciones Monte Casino. 0210-3990. Vol. 238 (2005), p. 777-792.
11
CADENAS Y VICENT, Vicente de - Diccionario heráldico. Madrid: Hidalguía, 2004. 338 p. 978-84-89851-40-5.
GÓMEZ GONZÁLEZ, Alberto - Heráldica cisterciense Hispano-lusitana. Hidalguía. Madrid: Instituto Salazar y
Castro. 0018-1285. 1956. P. 857-920.
MONTALVO, Fray Bernabé de - Primera parte de la Crónica de la Orden del Císter, e Instituto de San Bernardo.
Madrid: Luis Sánchez, 1602. 348p.
310
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Carta 48. Sor Teresa de Santa Escolástica, 1679. Carta 38. 1679 Catalina Antonia de San Blas, 1671.
311
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
la Iglesia católica. Hermana de san Benito de Nursia, creador de la regla que refor-
mada dio origen al Císter, se consagró al servicio divino desde niña. Cuando su
hermano fundó Montecassino, abrió cerca un convento con la misma regla, llamado
Piumarola, del que Escolástica llegó a ser abadesa, de ahí que se la represente con
el báculo en la iconografía de la carta 4013, motivo cercano a lo representativo del
escudo de las abadesas, oval, rodeado de un rosario, sobre un báculo velado en palo,
sin mitra14.
Por último, recordemos que a Teresa de Jesús se la canoniza el 12 de marzo de
1622, por Gregorio XV, luego puede deducirse que se trataba de una santa recono-
cida entre sus contemporáneos, lo cual indujo a su afección y a su predicamento,
tanto como a la controversia15. Lo que confiere normalidad a que entre las monjas
del cenobio cisterciense malagueño el representarla iconográficamente en las cartas
de profesión llamara la atención y fuera un modelo para emular.
Por otro lado, un segundo y nutrido grupo de análisis es el referido a la imagen
de santos que aluden al nombre de entrada en religión de la profesa. Este está pre-
sente en el campo del escudo en 8 de las 25 cartas, ocupando una posición central.
A diferencia de la serie analizada anteriormente, donde junto al motivo escudifor-
me aparecía de forma manuscrita el nombre de la santa celebrada en la carta de
profesión, ahora la imagen hagiográfica solo es reconocida por sus atributos y su
relación con la iconografía tradicional. Se nos muestran decoraciones con la imagen
de San Diego (carta 45), San Agustín (carta 49), San Cristóbal (cartas 50 y 55), San
Antonio (carta 51), Santa Rosa de Lima (carta 52), San Andrés (carta 53) y San
Juan Bautista (carta 54). El motivo central escudiforme presenta en todas ellas, con
mayor o menor grado de ornamentación, formato de cornucopia, al que antes hemos
aludido como hoja densa o cartela16. Y este aparece en 6 ocasiones (cartas 45, 49,
52, 53, 54 y 55) flanqueado por sendos escudos con las representaciones de los san-
tos de la Orden, San Benito y San Bernardo (cartas 52, 53, 54 y 55) o por atributos
de la congregación de Castilla del Císter (león rampante con báculo y monasterio y
báculo abacial con flores de lis). Los escudos aparecen circundados también por el
formato cornucopia, en distintas posiciones en relación al escudo central (inferior,
medial o superior)17. De este conjunto de seis cartas solo dos presentan leyendas en
13
LINAGE CONDE, Antonio - Significación y valoración de la femineidad en Santa Escolástica. En CAMPOS Y
FERNÁNDEZ DE SEVILLA, Francisco Javier - La clausura femenina en España. Madrid: Real Centro Universi-
tario Escorial María Cristina, 2004. p. 513-528. 84-89942-37-4.
14
DE ARCO Y GARCÍA, Fernando - Heráldica eclesiástica. Emblemata: Revista aragonesa de emblemática. Zara-
goza: IFC. 1137-1056. Vol. 18 (2012), p.123-146.
15
RICE, Robin Ann - Nadie es profeta en su tierra: Santa Teresa de Jesús (1515- 1582) en el imaginario colectivo
de su época. Hipogrifo: Revista de Literatura y cultura del Siglo de Oro. Pamplona: Griso. 2328-1308. Vol. 4, nº 2
(2016), p. 43-57.
16
“Se llama también un cierto género de adorno, de la figura misma de la cornucopia, que se hace de plata, azófar,
o madera, dorada, plateada, o de otro color, la qual se clava en las paredes, y en su extremo se ponen buxías para
ilumniar algún sitio”. Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). Madrid: RAE,1729.
17
RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, José Ignacio - El Císter femenino y la Congregación de Castilla. Catálogo de su
312
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
latín de derivación bíblica, una en forma de cartela o divisa (carta 54, “Inter natos
mulierum non surrexit maior Ioanne Baptista”) y otra adoptando forma de tiara con-
formando un caligrama (carta 52). Solo en dos ocasiones (cartas 50 y 51) flanquean
al escudo central, en lugar de las alusiones a los santos o símbolos de la Orden,
grecas florales con decoraciones zoomorfas en forma de ave.En cuanto a las repre-
sentaciones hagiográficas presentes en estas cartas, interesa señalar que San Diego
fue el único santo canonizado a lo largo de todo el siglo XVI, por el papa Sixto V, el
10 de julio de 1588, culminando el proceso introducido por Pío IV a instancias del
rey Felipe II de España. De esta forma se convirtió en el primer santo español de la
Edad Moderna. En la carta de profesión (45) se le representa joven e imberbe, según
su iconografía tradicional, recogiendo su escapulario en el delantal lleno de flores, a
lo que se une el atributo adicional de la cruz, agregado probablemente por la deco-
ración autógrafa de Sor María de San Diego18. Por otro lado, la representación de
San Agustín (49) se hace comprensible si entendemos que fue el autor de una de las
dos reglas monásticas más importantes del medievo, junto con la de San Benito,
origen de la reforma del Císter. Por su parte, Santa Rosa de Lima fue canonizada
por Clemente X el 12 de abril de 1671, proclamándola por “Principal Patrona del
Nuevo Mundo”. En Lima, Roma, España y todos los países de América y Europa, se
celebraron fiestas suntuosas en honor de la primera santa natural de América, eclo-
sión que encaja a la perfección con la cercanía de la fecha de profesión de la carta
que la porta (carta 52, 1686). Los pontífices en sus respectivas bulas la proclamaron
santa con el nombre de “Rosa de Santa María”, que posteriormente se convertiría
en Rosa de Lima, nombre toponímico común a muchos santos en el orbe cristiano19.
Curiosamente la monja profesa del Císter malagueño en cuya carta de entrada en
religión figura la imagen de Santa Rosa de Lima adopta como nombre de entrada
en religión en la intitulación documental “Yo soror Rosa de Santa María”. Cierran
esta serie, según se ha apuntado, las recreaciones de San Andrés, con la cruz aspada,
San Antonio, en posición orante, San Juan Bautista, niño junto al cordero, y San
Cristóbal, cruzando el río con el Niño en hombros. Santos cuyos nombres adop-
tan las profesas en su entrada en religión y a los que no adscribimos una especial
vinculación con la historia de la orden cisterciense, y cuya elección será uno de los
objetivos en la investigación a desarrollar.
heráldica. Cistercium. Cantabria: ediciones Monte Casino. 0210-3990. Vol. 265 (2015), p.97-235. GARCÍA FLO-
RES, Antonio - Para mayor culto del oficio divino y servicio de Dios. Las iglesias de los monasterios cistercienses
de la Congregación de Castilla (siglos XV-XIX) [En línea]. 2014. 42 p. [Acceso el 6 de octubre de 2018]. Dispo-
nible en internet : https://www.academia.edu/9926912/Para_mayor_culto_del_oficio_divino_y_servicio_de_Dios_
las_iglesias_de_los_monasterios_cistercienses_de_la_Congregaci%C3%B3n_de_Castilla_siglos_XV-XIX_
18
CASE, Thomas E. - La historia de San Diego de Alcalá: su vida, su canonización y su legado. Alcalá: Universi-
dad, 1998. 182 p. 978-84-8138-230-3.
19
VELASCO, Salvador - Rosa de Santa María (Santa Rosa de Lima). Guadalajara: OPE, D. L., 1981. 220 p.
84-7188-115-2.
313
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Carta 53. Sor Josefa de San Andrés, 1689. Carta 54. Sor Ana Bernarda de San Juan, 1689.
Carta 49. Sor Juana de San Agustín, 1682. Carta 50. Sor Mariana de San Cristóbal, 1684.
314
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
Nos hallamos pues ante un campo de estudio que difiere de lo hasta ahora anali-
zado. Se ha abordado en ocasiones la heráldica de las cartas de profesión en ceno-
bios donde la extracción social de la monja profesa era destacada, y así se hacía
connotar en la incorporación de los blasones familiares al documento20. Por otro
lado, se halla plenamente consolidada la rama de la heráldica eclesiástica, que cuen-
ta con una densa y específica doctrina. No obstante, el rescate, clasificación, aná-
lisis y ulterior explicación de los motivos escudiformes reseñados en las cartas de
profesión del Císter malagueño parece no concomitar con el apego a la vida secu-
lar, posible basamento de la incorporación de los blasones familiares al documento
religioso, ni comulgar stricto sensu con los símbolos, vocabulario, configuraciones
y tiempos de la heráldica eclesiástica. Más bien parece morar en estas cartas un sin-
gular apego a la vida religiosa, que hace perseguir en sus decoraciones devociones
señeras de la orden o hagiografías vinculadas a los nombres de entrada en religión.
Ahora bien, se haría necesario recurrir a otras fuentes del mismo archivo monástico,
como por ejemplo el Libro de Actas de toma de hábito y profesión (Libro Mudéjar)
para proceder a un registro exhaustivo de sus entradas. La extracción o significación
social de cada profesa podría indicarnos datos relativos a la elección o no de escu-
do para decorar su carta (motivo escudiforme que transfiere sentido de relevancia,
distinción, ornamento…) o incluso si la elección del nombre de entrada en religión,
hagiografiado en la carta, conduce a vislumbrar algún apego a la vida secular que se
quiere perpetuar intramuros.
Todo esto concluiría, con la prosecución de los trabajos, en que la comunidad
femenina del Císter malagueño se erigió, con la confección de sus cartas de profe-
sión, en creadora de una “paraheráldica” o emblemática no tan atenta a los cánones
(aunque sí que incorpore motivos reconocidos en la doctrina heráldica eclesiásti-
ca -escudos del Císter de la congregación de Castilla, cruz de Alcántara, el rosario
como atributo de las abadesas, etc…-); de una heráldica paralela nacida de su voca-
ción y del amor a Dios y a lo santificado.
DARNA GALOBART, Leticia – Heráldica en las cartas de profesión del Monasterio de Santa Clara de Barcelona.
20
Paratge: quaderns d’estudis de genealogía, heráldica, sigil.lografia i nobiliària. Madrid: equipo Sirius. 1130-3395.
Vol. 27 (2014). P. 157-202.
315
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
316
ALICIA MARCHANT RIVERA
MOTIVOS ESCUDIFORMES EN LAS CARTAS DE PROFESIÓN DEL CÍSTER MALAGUEÑO (S. XVII): UNA APROXIMACIÓN
317
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA
IDENTIDADE NARRATIVA
CRISTÓVÃO MATA
Centro de História da Sociedade e da Cultura – Univ. de Coimbra
0000-0002-3682-0700
cristovaomat@hotmail.com
Abstract: The aim of this chapter is to analyse the House of Aveiro’s arms, founded
on May 27 1500, and articulate its meaning with the narrative identity constructed
by the Dukes of Aveiro. This aristocrats, representing one of the major noble houses
in the Early Modern Portugal, promoted a discourse that considered their house to
be the same noble estate owned prince Peter, first duke of Coimbra; at the same
time they invested on evocating the king John II’s memory, through whom they
were connected to the Portuguese Crown. Both arguments allow them to consider
that their house was founded before the year of 1500, which would be useful in the
context of several disputes, constituting their heraldry a representation of this last
discourse.
319
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
INTRODUÇÃO
1
A Casa de Aveiro na constelação dos poderes senhoriais: estruturas de domínio e redes clientelares, doutoramento
financiado pela Fundação para a Ciência e a Tecnologia (SFRH/93202/2013), desenvolvido como colaborador do
Centro de História da Sociedade e da Cultura e orientado pela Professora Doutora Margarida Sobral Neto.
2
MATA, Cristóvão – O Poder Local em Penela (1640-1834). Coimbra: Palimage, 2013.
3
A primeira grande narrativa sobre a história familiar da Casa de Aveiro foi realizada por SOUSA, António Caetano
de – Historia Genealogica da Casa Real Portugueza. Tomo XI. Lisboa: Na Regia Officina Sylviana, e da Academia
Real, 1745, p. 1-369, sendo esta complementada, durante o século XX, por CANEDO, Fernando de Castro da Silva
– A descendência portuguesa de El-Rei D. João II. III Tomos. Lisboa: Edições Gama, 1993. Mais recentemente, a
questão foi revisitada no trabalho de NEVES, Francisco Ferreira – A Casa e o Ducado de Aveiro. Sua origem, evo-
lução e extinção. Arquivo do Distrito de Aveiro. Vol. XXXVIII (1972), p. 161-217 e 257-338.
4
Tempo e Narrativa. Volume 3. Campinas: Papirus, 1997, p. 426.
320
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
5
MONTEIRO, Nuno Gonçalo – O Crepúsculo dos Grandes. A Casa e o Património da Aristocracia em Portugal
(1750-1832). Lisboa: Imprensa Nacional Casa da Moeda, 2003, p. 95.
6
FRIGO, Daniela – «Disciplina Rei Familiarae»: A Economia como Modelo Administrativo de Ancien Régime.
Penélope. Vol. 6 (1991), p. 47-62 e HESPANHA, António Manuel – Carne de uma só carne: para uma compreensão
dos fundamentos histórico-antropológicos da família na época moderna. Análise Social. Vol. XXVIII (1993), p.
951-973.
321
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
e de vários outros recursos enquadrados nas categorias de bens da Coroa e bens das
ordens7.
Não interessa, por agora, demonstrar a duplicidade das referidas categorias de
bens, sendo bem mais importante reforçar a ideia de que o património da aristocra-
cia constituía um elemento identificativo tão ou mais relevante do que as linhagens
a que as casas correspondiam. Conforme à frente se verificará através da exegese
das narrativas dos duques de Aveiro, reproduzidas nos pedidos dirigidos aos monar-
cas, os argumentos utilizados para destacar a grandeza e os merecimentos da Casa
de Aveiro apontavam, sobretudo, para a ancestralidade do seu estado, evocando a
memória dos donatários passados.
Não obstante a relação de parentesco biológico entre os duques de Coimbra e
de Aveiro e o infante D. Pedro, primeiro duque de Coimbra, o argumento utilizado
repousou no facto de os primeiros administrarem parcialmente o património que,
durante o século XV, correspondera ao ducado de Coimbra. Em simultâneo, no con-
texto da solicitação de mercês à Coroa, a ascendência dos membros da Casa de
Aveiro e o facto de a origem desta remontar à casa real portuguesa também nunca
deixaram de ser evocados.
A Casa de Aveiro foi uma casa senhorial portuguesa da Época Moderna, cujas
origens remontaram a um filho ilegítimo de D. João II: nascido nos finais do século
XV, D. Jorge de Lencastre, segundo duque de Coimbra, mestre de Avis e Santiago
e senhor de várias vilas no norte de Portugal, recebeu do pai e do sucessor deste, D.
Manuel, um vasto estado senhorial que colocou a sua casa num lugar privilegiado
na hierarquia aristocrática do Antigo Regime8.
A dotação do D. Jorge foi iniciada no contexto de um projeto desenvolvido por
D. João II, que colocava o seu filho bastardo na linha de sucessão, mas que acabou
por resultar na coroação de D. Manuel9. Contudo, foi a doação das terras anterior-
7
Os bens da Coroa, tais como os direitos reais, jurisdições e alcaidarias-mores de vilas, definiam-se por esta-
rem sujeitos à Lei Mental, o que impedia a sua doação perpétua e dispersão e obrigava a que se respeitassem os
critérios de varonia e primogenitura; quanto aos bens das ordens (comendas, por exemplo), ainda que estives-
sem livres daquele constrangimento, também eram doados por vidas (HESPANHA, António Manuel – História
das Instituições: Épocas Medieval e Moderna. Coimbra: Almedina, 1982, p. 286-289 e OLIVAL, Fernanda – As
Ordens Militares e o Estado Moderno: Honra, Mercê e Venalidade em Portugal (1641-1789). Lisboa: Estar, 2001,
p. 42-51.)
8
Sobre a dimensão do seu estado senhorial ou a importância dos rendimentos, ver CASTRO, Armando de – A
Estrutural Dominial Portuguesa dos séculos XVI a XIX (1834). Lisboa: Caminho, 1992, passim; HESPANHA,
António Manuel – As Vésperas do Leviathan. Instituições e poder político. Portugal – séc. XVII. Coimbra: Alme-
dina, 1996, p. 430-433; PEREIRA, João Cordeiro – A Renda de uma Grande Casa Senhorial de Quinhentos. In
Primeiras Jornadas de História Moderna. Vol. II. Lisboa: Centro de História da Universidade de Lisboa, 1986, p.
789-820 e MONTEIRO, Nuno Gonçalo – O Crepúsculo…, cit., p. 260-269.
9
AUBIN, Jean – D. João II devant sa succession. In Arquivos do Centro Cultural Português. Vol. XXVII (1991),
p. 101-140.
322
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
mente detidas por D. Pedro, solicitada no testamento de D. João II10, mas realizada,
a dois tempos, por D. Manuel, nos dias 27 de maio de 1500 e 26 de março de 150911,
que instituiu a casa de D. Jorge e dos duques de Aveiro.
A afirmação de que foi no dia 27 de maio de 1500 que ocorreu a fundação da
Casa de Aveiro sustenta-se em três grandes argumentos. Em primeiro lugar porque,
muito embora D. Jorge estivesse provido com outros bens desde o reinado de D.
João II (mestrados de Avis e Santiago e um conjunto de senhorios junto dos rios
Douro e Tâmega), estes recursos, que haviam sido administrados por infantes ou
pelos seus filhos e pertencido ao falecido príncipe D. Afonso, seu irmão, foram-lhe
outorgados no âmbito da sucessão desejada pelo pai e com o notório objetivo de o
equiparar membro da família real12.
Não menos importante, as rendas e jurisdições das terras que compunham o
ducado de Coimbra e da vila de Torres Novas (que foi doada em satisfação da indis-
ponibilidade de muitos daqueles bens), assim como as rendas e a alcaidaria-mor da
cidade de Coimbra, constituíram os únicos bens cuja administração foi transmitida
aos descendentes do duque de Coimbra.
Muito embora D. João de Lencastre, filho primogénito de D. Jorge e primeiro
duque de Aveiro, tenha tomado posse daqueles senhorios nortenhos após a morte
do pai, em 1550, a sua posse foi indeferida13. Do mesmo modo, o facto de o duque
D. João ter sido agraciado pelo rei D. João III com o senhorio de um conjunto de
vilas dos mestrados de cujas comendas era administrador, pouco tempo depois, em
155414, não implicou que tivesse sucedido ao pai na administração das ordens, que
naquela ocasião também foram incorporados na Coroa15.
Mais importante, todavia, as cláusulas sucessórias inscritas nas cartas de 27 de
maio de 1500 levaram ao entendimento de que a mercê manuelina, ainda que con-
sistisse na doação de bens da Coroa, instituira um morgadio. Este, porque não esta-
va sujeito à Lei Mental, seria transmitido como se de um qualquer morgadio regular
se tratasse – o que impediu, na década de 1660, a extinção da Casa de Aveiro, depois
do crime de lesa-majestade pelo qual D. Raimundo foi julgado, e, no século XVIII,
possibilitou a sucessão por via feminina.
10
SOUSA, António Caetano de – Provas da Historia Genealogica da Casa Real Portugueza. Tomo II. Lisboa: Na
Regia Officina Sylviana, e da Academia Real, 1736, p. 171-175.
SOUSA, António Caetano de – Provas…, cit., Tomo VI, p. 1-9 e Arquivo Nacional Torre do Tombo (ANTT) –
11
323
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
Foram também estas cláusulas que conferiram coerência a todo o património dos
duques de Aveiro, independentemente da sua origem e das cláusulas das respetivas
doações. Os bens da cidade de Coimbra, por exemplo, foram doados de juro e her-
dade somente em 173216, mas em todo este tempo foram administrados pelos vários
representantes – exceto o título ducal da cidade, que foi extinto por morte de D.
Jorge –, sendo concedidos a quem sucedia nos bens doados em 1500.
Por seu turno, o título de duque de Aveiro também foi usado pelos sucessivos
representantes da Casa de Aveiro em substituição daquele. Embora doado informal-
mente, data incerta, mas por volta de 153517, a carta de mercê que o outorgou de
juro e herdade a D. João de Lencastre foi expedida apenas em 1557. Conforme se
pode verificar, esta doação não isentava D. João e os seus sucessores da Lei Mental,
mas dispensava, desde logo, posteriores confirmações do rei: «o qual titullo haverá,
e terá o que a dita caza, e terras herdar, e tanto que o possuidor das ditas terras falle-
cer, logo, sem outra mais solemnidade, nem ceremonia se chamará duque o que asy
as herdar»18.
No decorrer do século XVI, o património do duque de Coimbra e dos três pri-
meiros duques de Aveiro esteve sujeito a várias alterações, além das referidas incor-
porações na Coroa após a morte de D. Jorge. Quer fosse porque a maioria dos bens
doados por D. Manuel estavam na posse de terceiros e deles se tomou posse somen-
te quando vagavam, quer fosse porque o conjunto de comendas e de senhorios das
ordens doados até 1554 foi sendo sucessivamente reconfigurado, o património da
Casa de Aveiro adquiriu a sua forma mais constante apenas na década de 159019.
Sem contar com as ligeiras alterações provocadas com as (raras) aquisições de
bens patrimonais, a configuração deste estado senhorial apenas se alterou na última
década de existência da Casa de Aveiro. Em 1752, D. José de Mascarenhas da Silva
e Lencastre, marquês de Gouveia e conde de Santa Cruz, sucedeu ao sexto duque de
Aveiro, D. Gabriel de Lencastre, na administração do ducado de Aveiro20, mas não
nos senhorios e nas comendas de Santiago. Com esta sucessão, a Casa de Aveiro
não mais constituía concretamente, ou unicamente, um «conjunto coerente de bens
simbólicos e materiais», mas uma estrutura senhorial compósita que agregava três
estados senhoriais e que foi extinta na sequência do atentado contra o rei D. José I.
16
Arquivo Histórico Municipal de Coimbra (AHMC) – Livro de Registos da Câmara Municipal de Coimbra, Tomo
I (1571-1577), f. 63v-65 e Livro IV da Correia, f. 216-221.
17
ANTT – Corpo Cronológico, Parte II, Mç. 200, Doc. 106,
18
SOUSA, António Caetano de – Provas,…, cit., Tomo VI, p. 34-35.
19
MATA, Cristóvão – As rendas e os rendimento da Casa de Aveiro nos séculos XVI e XVII. In LOPES, Bruno e
JESUS, Roger Lee de (Coord.) – Finanças, Economia e Instituições no Portugal Moderno (Séculos XVI-XVIII).
Coimbra: Imprensa da Universidade de Coimbra (no prelo).
SOUSA, António Caetano de – Memorias Historicas e Genealogicas dos Grandes de Portugal. Lisboa: Na Regia
20
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CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
21
Sobre a importância da figura do fundador de morgadios, ver ROSA, Maria de Lurdes – O Morgadio em Portu-
gal, sécs. XIV-XV: modelos e práticas de comportamento linhagístico. Lisboa: Estampa, 1995, p. 68-94.
22
SOUSA, António Caetano de – Historia…, op. cit., Tomo II, p. 482-485.
23
CUNHA, Mafalda Soares da – A Casa de Bragança, 1560-1640: práticas senhoriais e redes clientelares. Lisboa:
Estampa, 2000, p. 31-32.
24
ANTT – Ordem de Santiago e Convento de Palmela, Mç. 7, Doc. 522A, f. 3v.
325
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
como também afirmava que, por ter sido D. Pedro quem doara o título de duque de
Bragança a D. Afonso, «deve la Cassa de Berganza a la de Avero, el titulo de duque
y buena parte de su grandeca»25.
Considerada a importância simbólica do ducado e do título de duque de Coimbra,
não será surpreendente verificar que os duques de Aveiro tenham pretendido obter
a sua renovação em várias ocasiões. Por volta de 1562, quando o quinto duque de
Bragança, D. Teodósio, negociava para o seu filho D. João o título ducal da vila de
Barcelos, D. João de Lencastre solicitou igualmente o título de duque de Coimbra
para si e o título de duque de Aveiro para o seu filho e futuro segundo duque de
Aveiro, D. Jorge de Lencastre26. Mais tarde, na citada carta, D. Álvaro afirmaria
também que «por muerte del maestro se mudo el titulo, el de Coynbra, en Avero,
quedando la alcaydia mayor y todas las rentas de aquella ciudad a los duques de
Avero, con la aucion de titulo della, que sienpre pretendieron, y pretenden»27.
Mesmo após a Restauração, quando a Casa de Bragança não mais constituía um
concorrente em matéria de precedências, a Casa de Aveiro continuou, segundo pare-
ce, a exigir o título ducal de Coimbra. Agora, a precedência era disputada com o
duque de Cadaval, segundo demonstram, por exemplo, as instruções de Pedro Vieira
da Silva, secretário de Estado, visando igualdade entre D. Nuno e D. Raimundo,
na celebração das cortes de 165328, e a defesa da superioridade do título ducal de
Aveiro relativamente ao de duque de Cadaval, apresentada por D. Raimundo e por
D. Pedro de Lencastre29. Foi, pois, nesta atmosfera de concorrência que se pretendeu
de novo a renovação do título de duque de Coimbra.
No final de 1659, o duque D. Raimundo, partiu para Paris, cidade de onde depois
acabou por fugir para Madrid. As suas motivações não são inteiramente óbvias,
mas não nos parece que se possam resumir, de forma simplista, à sua fidelidade aos
monarcas de Habsburgo. Numa carta endereçada à rainha D. Luísa30, então regen-
te de Portugal, o duque de Aveiro alegava as complicações que os reis sempre lhe
haviam colocado aos matrimónios que procurar celebrar. O facto de se ter casado
em 1666 com uma senhora belga, Claire Louise de Ligne31, aponta para a possibili-
dade de a sua viagem a França se ter destinado, pelo menos de início, à negociação
de um casamento.
A importância do casamento do duque D. Raimundo no contexto da sua fuga
durante a Restauração não deve ser menosprezada, até porque não se tratou de caso
único. Com efeito, o século XVI foi muito fértil em confrontos entre os duques de
25
Biblioteca Nacional de España (BNE) – MSS. 1439, f. 239v-244.
26
SOUSA, António Caetano de – Provas…, op. cit., Tomo VI, p. 36-45.
27
BNE – MSS. 1439, f. 276-281v.
28
ANTT – Manuscritos da Livraria, Livro 170, f. 91-92.
29
Biblioteca Nacional de Portugal (BNP) – PBA-738, f. 405-408 e PBA-788, f. 780-782v.
30
ANTT – Manuscritos da Livraria, Livro 1145, f. 3v.
SAINTE-MARIE, Augustin – Histoire Genealogique et Chronologique de la Maison Royale de France. Tomo
31
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AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
32
SOUSA, Antoónio Caetano de – Historia…, op. cit., Vol. XI, p. 23-30 e 42-43.
33
Arquivo da Universidade de Coimbra (AUC) – Mosteiro de São Domingos. Livro 13, f. 131v-140v.
34
ANTT – Ordem de Santiago e Convento de Palmela, Mç. 7, Doc. 522A, f. 13.
35
Biblioteca da Ajuda (BA) – 51-IX-8, f. 165v.
36
SILVA, Bebiano Pinto da – Allegaçam de direito por o Senhor Dom Pedro, sobre a sucessam do estado, casa e
titulo, de Duque de Aveiro. Lisboa: Na Officina de Domingos Carneiro, 1666, p. 7-8.
37
BNE – MSS. 1428, fl. 279.
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CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
instituição da Casa de Aveiro mais parecia dever-se a uma tríade originária compos-
ta pelo infante D. Pedro, o rei D. João II e o duque D. Jorge.
Além do papel desempenhado na (re)fundação da Casa de Aveiro, a importância
da memória de D. João II justificava-se noutro sentido: pelo vínculo que estabelecia
entre os duques de Aveiro e a monarquia, fazia remontar as suas origens a um perí-
odo anterior ao ano de 1500. O que justificará a reverência que posteriormente lhe
votaram os seus descendentes e o zelo com que defenderam a sua memória38. Assim,
a permanente evocação de D. João II verifica-se, desde logo, na titulação dos docu-
mentos do duque D. Jorge, que alude sempre, em primeiro lugar, à sua filiação e só
depois enumera os títulos de mestre de Avis e Santiago, duque de Coimbra e senhor
de terras39 – mas é igualmente evidente nas armas dos duques de Aveiro.
38
OLIVEIRA, António de – Para a História do Embargo à Publicação da Obra de D. Agostinho Manuel de Vascon-
celos, Vida y Acciones del Rey Don Juan el Segundo. In Movimentos Sociais e Poder em Portugal no Século XVII.
Coimbra: Instituto de História Económica e Social da Faculdade de Letras da Universidade de Coimbra, 2002, p.
143-157.
39
PIMENTA, Maria Cristina Gomes – As Ordens…, cit., p. 229.
40
ANTT – Casa Real, Cartório da Nobreza, Livro 19, f. 45v.
41
ANTT – Casa Real, Cartório da Nobreza, Livro 20, fl. 8v.
42
Bayerische Staatsbibliothek (BSB) – COD. Icon. 289, f. 122 e 126.
43
NEVES, Francisco Ferreira – A Casa e o Ducado de Aveiro…, cit., p. 173.
44
ANTT – Casa de Cadaval, Livro 5, f. 8.
328
CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
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CRISTÓVÃO MATA
AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
sobre a nobreza igual a tantos outros da Época Moderna51 – a segunda, ainda inédita,
contém um interessante encómio à Casa de Aveiro.
Afirmações dela constantes, como «todos os monarcas e reys da Europa, deram
seu sangue a excelente Casa de Aveiro», fazendo remontar a suas origens até à
dinastia francesa dos Capetos, exemplificam a interpretação atrás apresentada sobre
a importância da vinculação da Casa de Aveiro à monarquia portuguesa. Por sua
vez, quando se considera o duque de Aveiro «aquelle que os reys devem escolher
para genro, quando as senhoras iffantes ajam de casar no reyno»52, torna-se óbvio
que o seu objetivo consistia em defender a preeminência do D. Raimundo e legiti-
mar o projeto do seu casamento, nunca concretizado, com D. Catarina de Bragança.
Esta obra é igualmente interessante – em concreto, para o tema aqui aborda-
do – por referir que, a dada altura, D. João IV concedeu ao duque D. Raimundo a
mercê de substituir, nas suas armas, o filete de bastardia pelo banco de pinchar com
que os infantes se distinguiam. Não existe nenhum registo escrito desta mercê e
tão-pouco há alguma reprodução das armas do duque de Aveiro com a distinção de
infante, mas conhecem-se, pelo menos, três exemplares dos séculos XVII e XVIII
que ostentam as armas sem o filete de bastardia.
Em 1666, quando se candidatou à sucessão na Casa de Aveiro, D. Pedro apre-
sentou, na sua alegação jurídica, uma árvore genealógica com as armas conforme
atrás descritas, que se distinguiam das armas reais somente pelo coronel de duque
e pelo pelicano que as encima53. Um sinete de D. Pedro, com a inscrição «PETRVS
AVERII DVX»54, datará de pouco depois, do período compreendido entre 1668 e
1673, anos em que sucedeu na Casa de Aveiro e em que faleceu. Da mesma manei-
ra, o túmulo de D. Gabriel, falecido em 1745, localizado no convento de Jesus de
Aveiro, exibe as mesma armas, que em tudo são iguais às da monarquia, mas com a
coroa ducal.
Esta mercê, como o projeto de casamento proposto em 1653, pretenderia cativar
D. Raimundo e aproximá-lo da Coroa. O que era bastante premente se se considerar
a resistência armada levantada, logo no mês de dezembro de 1640, pela duquesa de
Torres Novas55, sua mãe, à aclamação do primeiro monarca da dinastia de Bragança.
Um ato meremente simbólico, poder-se-á também dizer; mas de extrema importân-
cia no contexto das precedências então disputadas entre D. Raimundo e o duque de
Cadaval.
51
HESPANHA, António Manuel – A Nobreza nos Tratados Jurídicos dos Séculos XVI a XVIII. Penélope. N.º 12
(1993), p. 27-42.
52
BA – 46-VIII-5, f. 474-479.
53
SILVA, Bebiano Pinto da – Allegaçam…, cit., NP.
54
Cabral Moncada Leilões – Antiguidades e Obras de Arte, Pintura, Livros, Pratas e Jóias. Lisboa: Cabral Mon-
cada Leilões, 2011, p. 15.
55
WAGNER, Mafalda de Noronha – A Casa de Vila Real e a Conspiração de 1641 contra D. João IV. Lisboa:
Colibri, 2007, p. 134-135.
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AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
CONSIDERAÇÕES FINAIS
331
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AS ARMAS DA CASA DE AVEIRO COMO REPRESENTAÇÃO DA SUA IDENTIDADE NARRATIVA
dos Távoras60, o duque de Aveiro seria executado, a sua casa extinta e a memória da
existência desta apagada mediante, entre diversos outros expedientes, o recurso à
destruição das suas armas.
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fontes
Bibliografia
60
Monteiro, Nuno Gonçalo – D. José: Na Sombra de Pombal. Lisboa: Temas e Debates, 2008, p. 131-166.
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APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA
ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
Resumen: En este artículo se presentan los estudios iniciales sobre la heráldica civil
en la arquitectura de la ciudad de Burgos, comenzando por la ubicación de los mis-
mos dentro del plano urbano, dividiéndolos en cuatro zonas principales, con algún
ejemplar disperso. En un segundo apartado se desarrolla de manera cronológica una
sucinta bibliografía sobre el tema, que nos permite apreciar la disparidad de cono-
cimientos que los investigadores nos ofrecen sobre este campo así como los vacíos
cronológicos apreciables entre los mismos. El tercer apartado está dedicado a las
dificultades de identificación y atribución a las que se enfrenta el investigador en
este campo y a los diferentes ámbitos a los que acudir para intentar solventarlas.
Abstract: This article presents the initial studies on civil heraldry in the architec-
ture of the city of Burgos, starting with the location of them within the urban plan,
dividing them into four main areas, with some scattered copies. In a second section
a brief bibliography on the subject is developed chronologically, which allows us to
appreciate the disparity of knowledge that researchers offer us in this field as well as
the appreciable chronological gaps between them. The third section is devoted to the
difficulties of identification and attribution faced by the researcher in this field and
the different areas to go to try to solve them.
335
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
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FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
hicieron desaparecer la totalidad del espacio urbano construido más allá de San
Esteban, por lo que no podemos saber si en ese espacio se ubicaban residencias de
importancia que contasen con blasones. El segundo espacio con presencia de porta-
das blasonadas lo observamos en el discurrir del camino de Santiago por el núcleo
urbano, desde la puerta de San Juan hasta la de San Martín, atravesando las calles
de San Juan, Avellanos y Fernán González, en ella se destaca la presencia de impor-
tantes mansiones de mercaderes como la casa de los Lerma o la de los Maluenda,
así como monumentos levantados en los solares que debieron ocupar el palacio de
Fernán González y las casas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. El tercer punto de
interés se desarrolla en torno a la plaza de Huerto del Rey, aunque los restos existen-
tes son considerables no reflejan la importancia que esta ubicación debió tener y de
la que tenemos constancia a través de la bibliografía y sobre todo de las fuentes. El
último y quizá más importante y mejor conservado foco con presencia de elementos
heráldicos lo tenemos en la calle Calera, extramuros de la ciudad y al otro lado del
río Arlanzón. En esta calle se dispusieron los mayores palacios renacentistas de la
élite burgalesa, la casa de Miranda, la de Íñigo Angulo y la de los Butrón. De estas
cuatro zonas y sus respectivas construcciones tenemos una gran diferencia de cono-
cimiento como vamos a analizar.
Burgos tiene la “desgracia” de contar con uno de los templos más impresionan-
tes de la península, este hecho que sin duda es altamente positivo, sin embargo ha
condicionado los estudios y conocimientos sobre la ciudad. Los numerosos viajeros
que a lo largo de la historia han recalado en esta urbe se han sentido maravillados,
no sin razón, ante la imponencia y majestuosidad de nuestra catedral. Este hecho ha
ocasionado que se pasasen por alto y no dejasen constancia de la existencia de otros
edificios con importante valor histórico artístico2. Y mucho menos aun de descrip-
ciones detalladas de los mismos, que es lo que en este estudio interesa. Si viajeros
como Navagero3, Enrique Cook4, Acudieron acompañando a séquitos reales, bien
como embajadores de sus respectivos países bien como cronistas de nuestros pro-
pios monarcas, sus escritos, obligatoriamente escuetos, pasan de puntillas sobre la
ciudad, y ni siquiera indican la existencia de edificaciones de renombre más allá de
la catedral, para la cual incluso sus menciones son reducidas. No obtenemos de ellos
2
MARCOS MARTÍN, Alberto: - Percepciones materiales e imaginario urbano en la España Moderna en FORTEA
PÉREZ, José Ignacio (Ed.) - Imágenes de la diversidad, el mundo urbano en la Corona de Castilla (S. XVI-XVIII).
Santander: Universidad de Cantabria, 1997, pág. 23.
3
NAVAGERO, Andrés - Viaje por España, Madrid, 1983 (1527). Pp. 80-84.
4
GARCÍA MERCADAL, José - Viajes de extranjeros por España y Portugal, desde los tiempos más remotos hasta
comienzos del siglo XX, Tomo II. Salamanca: Consejería de Educación y Cultura, Junta de Castilla y León, 1999,
pp. 587-588.
337
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
5
RÍO DE LA HOZ, Isabel y MARÍAS, Fernando: “Acotaciones urbanísticas de Burgos en el siglo XVI, el dibujo
de Anton Van Den Wyngaerde de 1565” La ciudad de Burgos, Actas del congreso de Historia de Burgos. Madrid,
Junta de Castilla y León, 1985, pp. 891-906.
6
PAYO HERNANZ, Rene Jesús - Historia de las Casas Consistoriales de Burgos. Burgos: Instituto Municipal de
Cultura, Ayuntamiento de Burgos, 2007.
7
SALVÁ, Anselmo - El escudo de Armas de la Ciudad de Burgos. Burgos: Imprenta José, 1901.
338
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
A caballo entre los viajeros modernos y los autores de guías de viajes tenemos
a estudios e investigadores de la talla de Madoz, que en su diccionario Geográfico-
Estadístico-Histórico8, en primer lugar se lamenta de la falta de preocupación por la
conservación de los palacios y casas nobles y posteriormente se limita, en su mayor
parte, a redactar un listado con las portadas y los blasones que estas presentan, que
si bien no las describe, al menos nos informa a quien corresponde, como ocurre con
la portada del hospital de la Concepción en el que nos indica que en su portada se
sitúan las armas de Diego de Bernuy9. En otras construcciones de las que se tiene
un mayor conocimiento expone la composición de los blasones, como ocurre con
el palacio de los Condestables de Castilla, aunque no las describe en este momento
indica que son similares a las presentes en la capilla de los Condestables en la cate-
dral, que ha descrito anteriormente10.
Con posterioridad a los viajeros de la Edad Moderna, ya en la segunda mitad
del siglo XIX, aparecen las primeras guías para publicitar las excelencias de la ciu-
dad, en la mayor parte de ellas las menciones a la heráldica son inexistentes, pero
hay algunas excepciones, si bien no hacen una descripción de los mismos al menos
informan de la existencia de algunos edificios con fachadas blasonadas, como es el
caso de Vicente García11, que nos indica que en el Arco de Santa María se observan
dos heraldo soportando las armas de la ciudad12. Y otros incluso indican a quien
corresponde, como ocurre con las armas dispuestas en el palacio de los condesta-
bles, de las que Eduardo de Bessón nos apunta que corresponden a los linajes de
Velasco y Mendoza- Figueroa13.
Uno de los ejemplos de los que poseemos un estudio más temprano es el que
corresponde con el palacio de los Condestables de Castilla, construido en el siglo
XV, bajo las órdenes de Mencía de Mendoza y Figueroa mientras su marido, el
segundo conde de Haro, Pedro Fernández de Velasco acompañaba a los monarcas en
la guerra de Granada. Este palacio presenta una fachada enmarcada entre dos torres
cuadrangulares, destacando de ella la portada enmarcada en un cordón franciscano.
Bajo este se ubican los blasones correspondientes al linaje de los Velasco: jaquelado
de quince piezas, siete de veros y ocho lisas, con bordura de castillos y leones como
nos indica Cantón Salazar en su obra monográfica sobre este edificio realizada en
188414, aunque ya lo había hecho de manera indirecta como hemos apuntado antes
8
MADOZ, Pascual - Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Castilla y León, Burgos. Valladolid: Ambito
Ediciones, 1984.
9
MADOZ, P. – Diccionario… P. 124.
10
MADOZ P. – Diccionario… pp. 145-147.
11
GARCÍA Y GARCÍA, Vicente - Guía del viagero en Burgos. Burgos: Librería de Calisto Ávila, 1862.
12
GARCÍA Y GARCÍA, V. – Guía... p. 34.
13
DE BESSON, Eduardo. A. - Apuntes sobre Burgos o noticia concisa pero exacta de todos sus monumentos. Bur-
gos: Establecimiento tipográfico de Villanueva, 1864, pág. 53.
14
CANTÓN SALAZAR, Leocadio - Monografía Histórico-Arqueológica del Palacio de los Condestables de Cas-
tilla. Burgos: Imprenta de S. Rodríguez Alonso, 1884, pp. 13-16.
339
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
Pasual Madoz15. Cantón Salazar indica que junto al blasón de los Velasco se sitúa el
de su mujer, cuartelado, en los cuarteles primero y cuarto contracuartelados en fran-
je, en jefe y punta presenta una banda fileteada con una cadena en orla, mientras que
en los cuarteles de los flancos se dispone la salutación mariana “Ave María Gratia
Plena”, aunque en realidad se desarrolla parte de la salutación “Ave María Gratia”
en el segundo cuartel y “Plena Dominus Tecum” en el cuarto cuartel. Esta parte de
la salutación no es mencionada en ninguna de las obras consultadas16. Estos cuar-
teles corresponden al linaje Mendoza de la Vega. Los cuarteles segundo y tercero
muestran cinco hojas de higuera, armas parlantes simbolizando el apellido Figueroa.
Estos blasones ser repiten en las esquinas de las dos torres que enmarcan la fachada
principal. En la derecha el correspondiente al linaje Velasco, y en la izquierda el
de Mendoza-Figueroa, que en este caso si presenta la salutación tal y como la des-
cribe Cantón Salazar. En los escudos de las esquinas de las torres estos se encuen-
tran rematados por un gran yelmo ladeado. Sobre el del linaje de Velasco aparece
naciente un león soportando una filacteria, mientras que en el opuesto, según Cantón
Salazar, se sitúa un Hipogrifo, que para Matías Martínez es un simple grifo17, mien-
tras que el profesor Ibáñez Pérez indica que es un pegaso18. Ambos escudos se
enmarcan entre lambrequines rematados por cascabeles. En la parte superior de la
portada aparecen las armas del reino. Un escudo cuartelado con las armas dobladas
de Castilla y León, un castillo en los cuarteles primero y cuarto y un león en los
cuarteles segundo y tercero, todo ello rematado por una corona real abierta. Cantón
Salazar nos apunta que la presencia de este blasón fue debido al uso de este palacio
como residencia real19, el profesor Ibáñez Pérez, más prolífico en detalles completa
la descripción indicando que este blasón real se encuentra enmarcado entre ramas de
granada con su fruto20, que bien podría ser una alusión al recientemente conquistado
reino Nazarí. Los autores posteriores se limitarán a acudir al mencionado Leocadio
Cantón Salazar para describir los blasones de este palacio21.
Unos años después, en 1901, surgió la necesidad de unificar el escudo de la
ciudad de Burgos, en varios ejemplos existentes en Burgos, tanto en fachadas de
construcciones civiles, que es lo que en esta comunicación se analiza, como en inte-
15
Ver nota al pie nº 9.
16
Francisco Piferrer en su obra Nobiliario de los reinos y señoríos de España indica que la salutación se limita a
“Ave María”. PIFERRER, Francisco – Nobiliario de los reinos y señoríos de España. Tomo I, segunda edición.
Madrid: en la redacción, calle del Colmillo, núm. 12, cuarto principal, 1857, pp. 42-43.
17
MARTÍNEZ BURGOS, Matías - La casa del Cordón o el palacio de los Condestables de Castilla. Burgos: Hijos
de Santiago Rodríguez, 1938, pág. 41.
18
IBÁÑEZ PÉREZ, Alberto C. - Historia de la Casa del Cordón de Burgos. Burgos: Caja de Ahorros Municipal de
Burgos, 1987, pág. 92.
19
CANTÓN SALAZAR, Leocadio - Monografía Histórico-Arqueológica del Palacio de los Condestables de Cas-
tilla. Burgos: Imprenta de S. Rodríguez Alonso, 1884, pág. 15.
20
IBÁÑEZ PÉREZ, A. C. - Historia… p. 90.
MARTÍNEZ DE VELASCO, Eusebio: -El palacio de los condestables- en el Almanaque de la Ilustración 1889,
21
Año XVII. Madrid: Establecimiento tipográfico “Sucesores de Rivandeeyra”, 1890, pp. 87-93.
340
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
riores, pinturas murales, sellos o artes menores, aparece el blasón de la ciudad con
diferentes elementos, variando principalmente el número de castillos situados sobre
el pecho del monarca, o en bordura (imagen 7. Blasón de Burgos según Piferrer.)22.
El ayuntamiento alentó a Anselmo Salvá a que llevase a cabo un estudio que deter-
minase cual era el blasón correcto, el más cercano al primitivo, para convertirlo en
el único y oficial de la ciudad. Tras una ardua labor de investigación determinó que
el escudo de armas de la “Caput Castellae” debía estar constituido por un busto de
monarca coronado, con tres castillos sobre el pecho, todo ello enmarcado en un arco
o puerta de muralla almenada sostenida por dos escudetes con sendos castillos en su
interior, permitiéndose la colocación de unas filacterias exteriores en las que se dis-
pusiesen los títulos de la ciudad: “Caput Castellae”, “Camera Regia” y “Prima Voce
et Fide”. En la parte superior se remata con una corona real abierta, como símbolo
de su origen, como ciudad realenga23.
Ha mediados del siglo se publican una serie de artículos en Boletín de la
Institución Fernán González en la que se nos relatan la vida y obra de personajes
ilustres de la ciudad, y entre esa información en ocasiones se nos indica donde resi-
dió el personaje y si se conserva algún elemento heráldico en las fachadas, como es
el caso del blasón esquinero de la plaza de Alonso Martínez, del que Ismael García
Ramila nos indica pertenecía a don Diego de Riaño Gamboa24, ya que en esa ubica-
ción dispuso el conde de unas cocheras cercanas a su residencia, hoy desaparecida.
Deberemos esperar hasta la publicación de la tesis doctoral de Alberto C. Ibáñez
Pérez para encontrar una gran obra monográfica en la que se describan y analicen
los blasones existentes en la ciudad de Burgos, desgraciadamente solo abarca el
siglo SXVI, con lo que un gran número de escudos quedaron fuera de su estudio. Se
trata de una obra esencial para el conocimiento de la arquitectura burgalesa del siglo
XVI, de la que los blasones forman parte indisoluble de la misma. En esta mono-
grafía se hace un repaso de los principales palacios de la ciudad, de la casa de los
Butrón indica que solo se conserva la portada en la que aparece un blasón formado
por una cruz blanca sobre la que se sitúan cinco lobos y completado mediante cuatro
butrones, uno por esquina (imagen 8. Blasón de los Butrón)25. Desgraciadamente
no describe el resto de blasones de la misma con lo que la información que nos
aporta al respecto de esta residencia es bastante escueta. Mayores son los datos
que nos indica sobre la casa de Íñigo Angulo, que fue obra de Lope Hurtado de
Mendoza, cuyas armas campean sobre el balcón superior, compuesto por una banda.
22
Enrique Cook en 1592 ya indicaba que el escudo de la ciudad “tiene por armas otra cabeza coronada de rey con
cinco castillos en derredor por orlas” GARCÍA MERCADAL, José - Viajes de extranjeros… p. 587. Francisco Pife-
rrer nos los describe como una efigie de rey con el lema “Caput Castellae” sobre su cabeza y bordura de gules con
ocho castillos de Oro. PIFERRER, Francisco – Nobiliario… p.85.
23
SALVÁ, Anselmo - El escudo de Armas de la Ciudad de Burgos. Burgos: Imprenta José, 1901.
24
GARCÍA RAMILA, Ismael - Don Diego de Riaño y Gamboa, insigne burgalés y hombre de Estado, en el Boletín
de la Institución Fernán González, Burgos: Institución Fernán González. 1956. Pp. 338-335.
IBAÑEZ PEREZ, Alberto C. - Arquitectura Civil del siglo XVI en Burgos. Burgos: Caja de Ahorros Municipal de
25
341
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
26
IBAÑEZ PÉREZ, A. C. – Arquitectura… pp. 184-196.
27
IBAÑEZ PÉREZ, A. C. – Arquitectura… pp. 196-207.
28
IBAÑEZ PÉREZ, A. C. – Arquitectura… pp. 207-215.
342
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
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FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
gen 12. Escudo en la plaza Huerto del Rey) Como se puede apreciar las semejanzas
con la obra presentada por el señor Oñate son considerables42. Este ejemplo ha sido
confirmado a través de las fuentes, en concreto gracias a un documento existente
en el Archivo Histórico Provincial de la ciudad de Burgos en el que se nos describe
la fundación del mayorazgo dentro del cual se incluyen las viviendas sobre las que
campean sendos escudos43.
En otras ocasiones y con otros blasones la atribución no es tan sencilla, sobre
todo debido a la ausencia de policromía en los escudos situados en las fachadas, lo
que nos impide restringirnos a una sola opción. Conservamos varios ejemplos de
blasones en la ciudad que presentan cinco flores de lis puestas en souter, que podrían
corresponder con varios apellidos dependiendo de los esmaltes que presentasen. Del
mismo modo debemos actuar ante blasones que presentan armas combinadas, esto
es, que en un mismo cuartel se han podido unificar los muebles correspondientes a
diversos linajes, ejemplo paradigmático de ello es el blasón situado en la calle San
Juan, obra del siglo XIX (imagen 13, Escudo en la calle San Juan) en el que, según
nuestras indagaciones, podrían encontrarse varios linajes unificados en sus diver-
sos cuarteles, desgraciadamente todavía no hemos podido contrarrestar esta infor-
mación, por lo que se mantiene como una hipótesis, ya veremos hasta qué punto
factible. Se trata de un gran blasón cuartelado y con un gran entado en punta. En el
primer cuartel presenta tres veneras bien ordenadas a la diestra y un jabalí empinado
a un árbol a la siniestra. Armas que podrían corresponder a las armas de Acharán44
o a las armas de Urrutia de Zumárraga45, que llevan escudo cortado el primero de
oro con una encina de sinople y un jabalí de sable empinado al tronco y segundo
de azur tres veneras de oro46, de igual manera pueden corresponder con el apelli-
do Aresorena47. El segundo cuartel cuenta con una torre con una escala apoyada
y saliendo de ella un brazo empuñando dos llaves a la derecha y de un árbol junto
a un río y bordura de gules con ocho veneras que pueden representar las armas de
Miera48. En el tercer cuartel se disponen cinco flores de lis puestas en souter y una
bordura componada en dos órdenes, deben corresponden a las armas de Arce, que
42
OÑATE GÓMEZ, Francisco - Blasones y Linajes de la provincia de Burgos, V. Partido judicial de Villarcayo.
Burgos: EXCMA. Diputación Provincial de Burgos, 2015, pp.299-300.
43
Archivo Histórico Provincial de Burgos: Protocolos Notariales, nº 6551, ff. 414 y siguientes, Siglo XVII. 4 mayo
1655.
44
MOGROBEJO, Endika de - Blasones y linajes de Euskalerría, Tomo I. Bilbao: Editorial Amigos del Libro Vasco,
1991, pp. 104-106.
45
Puede corresponder con José Ramón Urrutia, de Alcalá de Henares, 16-11-1787, litigio 10-08-1806, Legajo 1219
nº 16 expediente 4435. CADENAS Y VICENT, Vicente de - Pleitos de Hidalguía que se conservan en el Archivo de
la Real Chancillería de Valladolid, Siglo XIX, Tomo IX- Letras T-Z. Madrid: Hidalguía, 1980, Pp.61-62.
46
MOGROBEJO, Endika de – Blasones…, Tomo X, pp. 223-226.
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo - Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano Americana, Tomo XI,
47
Diccionario Heráldico y Genealógico de Apellidos Españoles y Americanos, Tomo IX. Madrid: Imprenta Antonio
Marzo, 1923. Pág. 50.
48
GARCÍA BERMEJO: Heráldica IV. Madrid: Ediciones Literarias, 1999, p. 74.
346
FERNANDO RODRÍGUEZ RAMOS
APROXIMACIÓN AL ESTUDIO DE LA HERÁLDICA EN LA ARQUITECTURA CIVIL DE LA CIUDAD DE BURGOS
son: de plata, cinco flores de lis de azur y bordura ajedrezada de plata y gules o plata
y sable49, y en50, similar configuración conforma el apellido Villarías51. Y es menos
probable que pertenezcan al apellido Valois52. El cuarto cuartel cuenta con una torre
con bordura de ocho roeles, que podría estar reproduiendo las armas de Aramburu
o Aramburo de Villafranca de Oria, que trae de sinople un castillo de plata aclarado
de gules, bordura de oro con ocho roeles de gules53, de igual manera pueden ser los
muebles del apellido Araoz54, y similares son las de Casariego 55, así como el ape-
llido Vernia56. En el entado en punta se disponen dos barras o dardos en aspa sobre
un monte y bordura con ocho aspas, puede corresponder a Fernández de Pinedo: de
gules, dos dardos, de oro, en aspa. Bordura de gules, con ocho aspas, de oro57, más
improbable es que corresponda al apellido Ribot, de Mallorca, dos leños cruzados
sobre un monte58. El blasón se remata con un yelmo en posición ¾ con cinco rejillas,
representando hidalgo al que el rey otorgó algún cargo59, tiene una cruz de Calatrava
acodada, cuatro estandartes y varios instrumentos militares como soportes. Como se
ha podido apreciar en este ejemplo la ausencia de esmaltes abre un todo un campo
de posibles atribuciones que los posteriores estudios e investigaciones a través de
las fuentes primarias deberían ayudarnos a reducir y concretar.
Para este tipo de estudios comparativos, en heráldica, debemos consultar la
colección de Francisco Piferrer60, de igual modo, es indispensable acudir a los her-
manos Carraffa61, que realizaron una labor encomiable registrando en su magna obra
un incontable número de blasones de la comunidad hispánica. Desgraciadamente
dejaron la obra sin completar, pero de ello se encargó Endika Mogrobejo62. Autores
posteriores se han encargado no tanto de actualizar sino de ampliar el conocimiento
que disponemos de los diversos escudos de armas.
49
MOGROBEJO, Endika de – Blasones…, Tomo III. Bilbao, pp. 135-136.
50
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo – Enciclopedia…, Tomo X, Diccionario…, Tomo VIII. Pp. 214-245.
51
MOGROBEJO, Endika - Diccionario Hispanoamericano de Heráldica, Onomástica y Genealogía, Volumen X.
Bilbao: Editorial Mogrobejo-Zabala, 1998, pp. 196-198.
52
MOGROBEJO, Endika - Diccionario…, Volumen IV, pp. 113-114.
53
MOGROBEJO, Endika de – Blasones…, Tomo III. pp. 65-66.
54
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo - Enciclopedia…, Tomo X, Diccionario…, Tomo VIII. Pp. 130-141.
55
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo: Enciclopedia…, Tomo XXIV, Diccionario…, Tomo XXII. p. 299.
56
MOGROBEJO, Endika: Diccionario…, Volumen VIII, pp. 21-22.
57
CADENAS y VICENT, Vicente de - Heráldica patronímica española y sus patronímicos compuestos, ensayo
heráldico de apellidos originados en los nombres. Madrid: Hidalguía, 1976. Pág. 59.
58
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo: Enciclopedia…, Tomo LXXVIII, Diccionario…, Tomo LXXVI. p. 27
59
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo: Enciclopedia…, Tomo I, Ciencia Heráldica o del Blasón. p. 155.
60
PIFERRER, Francisco – Nobiliario...
61
GARCÍA CARRAFFA, Alberto y Arturo: Enciclopedia…
62
MOGROBEJO, Endika: Diccionario…
347
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4. CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Imagen 1. Dibujo del Palacio de los Condestables de Anton Van Den Wyngaerde
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ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA
JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
Résumé: Lorsque le roi Philippe III d’Espagne décida de rendre visite à son royaume
de Portugal, en 1619, la ville de Lisbonne prépara avec minutie sa joyeuse entrée.
Cette festivité civique à l’apparat extraordinaire fournit l’occasion pour l’élaboration
d’un discours visuel complexe qui mettait l’accent sur deux thèmes essentiels : d’une
part, l’importance de Lisbonne comme principale ville portuaire de l’ensemble des
territoires placés sous l’autorité de Philippe III ; d’autre part, comme conséquence,
le désir que ce centre commercial de la monarchie Habsbourg devînt aussi son centre
politique. La grande vue panoramique peinte pour célébrer l’entrée de 1619 et pour
garder la mémoire de cet événement montre comment l’héraldique fut mise au service
de ce discours, dont elle constituait le principal instrument visuel.
Abstract: When King Philip III of Spain decided to visit his kingdom of Portugal,
in 1619, the city of Lisbon prepared meticulously his solemn entry. This extraordi-
nary civic festivity provided an opportunity for the elaboration of a complex visual
discourse that focused on two essential themes: on the one hand, the importance of
Lisbon as the main port city of the whole territories under the authority of Philip
III; on the other hand, consequently, the desire that this commercial centre of the
Habsburg monarchy should likewise become its political centre. The large pano-
ramic view painted to celebrate the entry of 1619 and to preserve the memory of this
event shows how heraldry was put at the service of this speech, of which it consti-
tuted the main visual instrument.
355
MIGUEL METELO DE SEIXAS
ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
Note: Ce texte correspond à une version modifiée de l’article “Um universo ondulante: a heráldica na representa-
ção da entrada de Filipe II em Lisboa em 1619”, à publier dans le livre Praça universal de todo o Orbe. A Vista de
Lisboa do Castelo de Weilburg, édition du Museu de Lisboa sous la coordination de Paulo de Almeida Fernandes,
à qui l’auteur remercie l’autorisation pour la présente publication et pour les images cédées pour cet effet. À l’ex-
ception de la première image, toutes les autres sont des photographies de la peinture de Weilburg tirées par Paulo
de Almeida Fernandes.
Les fêtes et les cérémonies solennelles, dans leurs aspects religieux et civiques,
jouèrent un rôle important pour la construction idéologique et le fonctionnement
politique de la monarchie des Habsbourg aux XVIe-XVIIe siècles1. Ces occasions
publiques ne se limitèrent pas à fournir des formes de représentation du pouvoir
et de l’ordre considérés légitimes : elles servirent aussi comme outils concrets
pour construire cette même légitimité. Lorsque Philippe II d’Espagne devint roi
de Portugal, cette procédure s’appliqua naturellement à ses nouveaux domaines au
moment où il prêtât et reçut serment devant les Cortes2 réunies à Tomar en 1581,
prenant personnellement par cet acte possession de la Couronne portugaise3.
Lorsque ce monarque mourut en 1598, son successeur Philippe III fut pressé de
répéter le geste paternel, honorant le royaume du Portugal de sa présence, afin de
faire sa joyeuse entrée dans la ville capitale de Lisbonne pour y être solennellement
acclamé selon le rite traditionnel. En 1605, l’arrivée d’un héritier masculin du nou-
veau souverain (le futur Philippe IV d’Espagne) accentua la nécessité du voyage
portugais. Plusieurs circonstances politiques et personnelles différèrent successive-
ment cette décision4. Les pressions pour briser l’inertie du roi provenaient en pre-
mier lieu des sujets Portugais mais elles existaient aussi de la part de certains cercles
de courtisans Espagnols. Pour les premiers, seule la présence du souverain permet-
trait d’établir une communication directe et efficace avec ses domaines portugais
et d’assurer le maintien du statut privilégié que ceux-ci occupaient dans l’équation
générale de la monarchie Habsbourg depuis le compromis de 1581, garantissant en
même temps le rôle de premier plan de la ville de Lisbonne comme caput regni5.
Pour les Espagnols, le voyage portugais était perçu comme une occasion favorable
1
CHECA CREMADES, Fernando; FERNÁNDEZ-GONZÁLEZ, Laura (ed.) - Festival Culture in the World of the
Spanish Habsburgs. London-New York: Routledge, 2016. Pour l’application de cette culture de festivités civiques
de la monarchie Habsbourg au royaume de Portugal, voir SOROMENHO, Miguel – Ingegnosi Ornamenti. Arqui-
tecturas efémeras em Lisboa no tempo dos primeiros Filipes. In PEREIRA, João Castel-Branco (coord.) – Arte
efémera em Portugal. Lisboa: Fundação Calouste Gulbenkian, 2000, p. 20-39.
2
Désignation de l’institution parlementaire portugaise d’origine médiévale, correspondant mutatis mutandis aux
États-généraux du royaume de France. Pour leur rôle à cette époque, voir CARDIM, Pedro - Cortes e Cultura Polí-
tica no Portugal do Antigo Regime. Lisboa: Edições Cosmos, 1998.
3
MEGIANI, Ana Paula Torres - O Rei Ausente. Festa e cultura política nas visitas dos Filipes a Portugal (1581 e
1619). São Paulo: Alameda, 2004, p. 83-116.
4
OLIVAL, Fernanda - D. Filipe II de cognome “o Pio”. Rio de Mouros: Círculo de Leitores, 2006, 225-240.
5
Cf. CARDIM, Pedro – Portugal unido y separado. Felipe II, la unión de territorios y el debate sobre la condición
política del Reino de Portugal. Valladolid: Ediciones Universidad de Valladolid, 2014, p. 151-169.
356
MIGUEL METELO DE SEIXAS
ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
pour rompre l’isolement dans lequel le souverain vivait et pour échapper au joug de
son tout-puissant ministre le duc de Lerma.
L’arrivée de Philippe III dans son royaume de Portugal s’inscrivait donc dans
un climat de forte anxiété politique. Aussi le voyage fut-il préparé en détail, de
manière à assurer l’apparat nécessaire à son efficacité politique. Pour magnifier cet
acte politique, on songea aussi tout de suite à l’enregistrer sous diverses formes.
Une telle préoccupation permettrait que ce voyage solennel, qui refondait le pacte
entre le souverain et son royaume, s’inscrivît perpétuellement dans les annales de la
monarchie6. Une relation intrinsèque s’établissait ainsi entre la présence physique
du roi, liée à l’affirmation du pouvoir par le geste et par l’image, et l’action de pro-
pagande de la figure royale fournie soit par des œuvres imprimées (comptes-rendus
et estampes), soit par la peinture7.
Parmi les formes de conservation de la mémoire du voyage de Philippe III, le récit
publié trois ans plus tard par João Baptista Lavanha8, illustré par de belles gravures
de Jan Schorquens, connut une large diffusion (fig. 1). La nature multiple des objets
imprimés était en effet incomparablement plus vaste que celle qui advenait d’autres
moyens de communication politique, hormis peut-être la monnaie. Mais le souve-
nir du voyage fut également incorporé dans des lieux de mémoire de la monarchie,
notamment dans le palais de l’Alcazar de Madrid dont la salle des miroirs reçut en
1623 deux peintures de Domingos Vieira Serrão allusives à cet épisode9.
La découverte de la peinture aujourd’hui conservée au château de Weilburg en
Allemagne a apporté un élément de plus à la liste d’instruments visuels de préser-
vation de la mémoire de l’événement de 1619, renforçant aussi la perception du
souci que le pouvoir politique portait à cet égard. Après quelques études initiales
qui permirent de situer ce tableau dans son contexte artistique et politique10, Paulo
de Almeida Fernandes a assuré récemment la coordination d’un volume dans lequel
sont convoquées plusieurs analyses plus spécifiques, actuellement sous presse11. Il
suffit de regarder cette peinture pour comprendre immédiatement que l’héraldique
ne pouvait demeurer oubliée dans le cadre de ces études : armoiries et devises se
retrouvent un peu partout dans cette vue, où elles assument parfois un rôle de pre-
mier plan (fig. 2). L’objectif de ce texte est de montrer comment ces représenta-
6
MEGIANI, Ana Paula Torres - O Rei Ausente…, p. 187-282.
7
CURTO, Diogo Ramada - O discurso político em Portugal (1600-1650). Lisboa: Centro de História e Cultura
Portuguesa, 1988, p. 12.
8
LAVANHA, João Baptista - Viagem da Catholica Real Magestade delRey D. Filipe II. N. S. ao Reyno de Portugal
e Rellação do Solene Recebimento que nelle se lhe fez. Madrid: por Thomas Iunti, Impressor del Rei N.S., 1622.
9
GEHLERT, Andreas - The Weilburg painting showing the Lisbon entry of 1619 in its historical and pictorial
context. Revista de História da Arte. Vol. 11 (2014), p. 69-86.
10
GEHLERT, Andreas - Uma esplêndida vista de Lisboa no Castelo de Weilburg, Alemanha. Monumentos. Vol. 28
(2008), p. 208-213; SOROMENHO, Miguel (ed.) - Joyeuse entrée - A Vista de Lisboa do Castelo de Weilburg. Lis-
boa: Museu Nacional de Arte Antiga, 2015; GEHLERT, Andreas - The Weilburg painting…, p. 69-86.
11
FERNANDES, Paulo de Almeida (ed.) - Praça universal de todo o Orbe. A Vista de Lisboa do Castelo de Weil-
burg. Lisboa: Museu de Lisboa, sous presse.
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MIGUEL METELO DE SEIXAS
ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
358
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ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
12
HENRIQUES, Ana Castro (ed.) - A invenção da glória. D. Afonso V e as tapeçarias de Pastrana. Lisboa: Museu
Nacional de Arte Antiga / Fundación Carlos de Amberes, 2010, p. 52-65.
13
SEIXAS, Miguel Metelo de - Héraldique et inscriptions dans les monnaies portugaises de la dynastie d’Avis de
Jean 1er à Manuel 1er (1385-1521). In LOSKOUTOFF, Yvan (ed.) - Héraldique et Numismatique III – Moyen Âge –
Temps Modernes. Le Havre: Presses Universitaires de Rouen et du Havre, 2015, p. 89-103.
14
SEIXAS, Miguel Metelo de - Overseas elements in Portuguese armorials from the Modern Era. e-journal of Por-
tuguese History. Vol. 15-2 (2017), p. 1-29.
15
SEIXAS, Miguel Metelo de - A emblemática oitocentista da Casa de Bragança nos tronos de Portugal e Brasil. In
RAMOS, Rui, CARVALHO, José Murilo de, SILVA, Isabel Corrêa da (ed.) - Dois países, um sistema. A monarquia
constitucional dos Braganças em Portugal e no Brasil (1822-1910). Lisboa: D. Quixote, 2018, p. 57-84.
359
MIGUEL METELO DE SEIXAS
ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
16
Ces différents drapeaux transmettaient les diverses dignités de leur commandants (et par extension des vaisseaux
eux-mêmes). Voir GONÇALVES, António Manuel; CABRITA, José Manuel – Armorial da Marinha Portuguesa e
da Autoridade Marítima Nacional. Lisboa: Comissão Cultural de Marinha, 2016, p. 512-532.
BOUZA ÁLVAREZ, Fernando - Imagen y propaganda. Capítulos de historia cultural del reinado de Felipe II.
17
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MIGUEL METELO DE SEIXAS
ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
fusion de leurs décors héraldiques (fig. 7). Plusieurs de ces galères étaient venues
d’Espagne et Philippe III avait expressément ordonné de les attendre pour sa joyeuse
entrée à Lisbonne. Conçues et développées pour la navigation en Méditerranée,
les galères se révélaient inapropriées pour la navigation dans l’Atlantique. Mais il
s’agissait de navires au prestige sans pareil, chargés d’une symbolique intense : non
seulement par les références inhérentes à l’antiquité gréco-romaine si propices au
goût du temps mais aussi par la mémoire incorruptible de leur participation à la
victoire de Lépante en 1571. Leur présence lors de l’entrée royale de 1619 venait
donc signaler le caractère extraordinaire de cet événement, permettant en même
temps d’accentuer son insertion au sein de la monarchie globale des Habsbourg.
En outre, contrairement à la tradition des entrées royales portugaises et castillanes,
celle de 1619 fut marquée par l’affichage de forces militaires considérables, ce qui
constituait une autre façon de renchérir l’idée de la force de la monarchie dans son
ensemble, déjà transmise par la présence ostentatrice des galères19.
L’affirmation du pouvoir central était confirmée – ou plutôt explicitée – par l’hé-
raldique qui ornait ces navires prestigieux. Comme le signale Lavanha, « Toutes
les galères venaient soigneusement concertées de flammes et de fanions, la [galère]
Royale se signalait parmi toutes par la richesse de ses flammes brodées, hissées sur
ses mâts, vergues et haubans, et d’une part et d’autre de ses espars il y avait autant
de fanions brodés que de rames, qui étaient au nombre de soixante-dix »20. La pein-
ture transmet cette surabondance : l’ensemble des galères disparaît presque sous
l’incroyable quantité de tissus qui s’y étalent. La force des galériens permettant de
dispenser la fonction structurelle de la voilure, l’ensemble des gréments pouvait être
utilisé exclusivement pour hisser des tissus de différentes tailles et formats, depuis
les courts fanions jusqu’aux longs étendards à pointe bifurquée. Un grand nombre
de ces drapeaux (appelons-les ainsi génériquement) présentaient un fond blanc ou
rouge sur lequel étaient peintes des images religieuses, celle de Notre-Dame se révé-
lant prédominante, ce qui reflétait l’importance de la religion comme fondement
de la monarchie mais aussi le rôle renouvelé de la dévotion mariale au sein de la
religiosité catholique post-tridentine, en pleine opposition aux options doctrinales et
iconoclastes protestantes (fig. 8 et 9).
Outre les figures religieuses, ces drapeaux comprenaient naturellement l’héral-
dique royale. Cependant, au contraire de ce que nous avons vu pour les navires por-
tugais, les drapeaux des galères ne portaient pas les armes du royaume de Portugal
mais les armes composites de la monarchie Habsbourg (fig. 10). Cette option était
conforme au propre choix de ces navires d’apparats, liés dans ce contexte à l’ex-
pression du caractère hétérogène du pouvoir royal dont l’épicentre se trouvait en
19
OLIVAL, Fernanda - D. Filipe II…, p. 247.
20
LAVANHA, João Baptista - Viagem da Catholica Real Magestade…, p. 8. Texte original : « vinhão todas as
Galès cuidadosamente concertadas de Flamulas, & Galhardetes, assinalandose a Real entre todas na riqueza das
suas bordadas Flamulas, que levava nos mastros, vergas, & enxarcea, vinhão por huma, & outra banda dos filaretes,
tantos Galhardetes bordados como remos, que erão setenta ».
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ARMES POLITIQUES : FLUCTUATIONS HÉRALDIQUES POUR LA JOYEUSE ENTRÉE DE PHILIPPE III À LISBONNE EN 1619
Espagne. Dans leur complexité, les armes de Philippe III, telles qu’elles avaient été
utilisées depuis l’héritage du royaume de Portugal par son père, traduisaient le pro-
cessus d’agglutination qui, par les chemins contingents de l’histoire et de la généa-
logie, avait conduit depuis 1580 à la création d’une double monarchie hispanique.
Philippe II d’Espagne avait reçu de son père, l’empereur Charles-Quint, une
héraldique complexe. Ses armoiries, dans leur modalité la plus répandue, étaient
divisées en deux moitiés distinctes par un trait horizontal (ce que l’on appelle en
héraldique un coupé) : la moitié supérieure concentrait les armes des royaumes ibé-
riques de Castille, Léon, Aragon, Sicile et Grenade ; dans la partie inférieure se
trouvaient les signes du patrimoine austro-bourguignon, avec les armes d’Autriche,
Bourgogne (ancien et moderne), Brabant, Flandre et Tyrol. L’héritage bourguignon
s’exprimait aussi par la présence du collier de l’ordre de la Toison d’or qui entourait
l’écu. De l’héraldique paternelle, Philippe II n’avait point repris l’aigle bicéphale
sur lequel Charles-Quint posait son écu, car elle exprimait la dignité impériale que
Philippe ne portât jamais. Lorsqu’il incorpora le royaume de Portugal dans ses
États, Philippe II dut décider comment introduire les armes royales portugaises dans
un écu déjà si chargé. Ce qui n’était pas une question de moindre gravité.
Il fallait trouver pour ces armes une place honorable, quitte à sauvegarder
la sensibilité portugaise sans pour autant détrôner la primauté de l’écartelé de
Castille-Leon. Plusieurs hypothèses furent alors émises21. L’une d’elles consistait
à juxtaposer l’écu que Philippe II avait hérité de son père et celui des armes portu-
gaises sous une même couronne, symbolisant ainsi l’union dynastique et la sépara-
tion des Couronnes. Cette solution marquait cependant une position exceptionnelle
pour le royaume du Portugal dans l’équilibre général de la monarchie, discrimi-
natoire surtout pour les autres royaumes ibériques. On formula aussi l’hypothèse
d’incorporer les armes portugaises dans l’écartelé aragonais-sicilien, leur joignant
éventuellement celles du royaume navarrais. Cette option tombait dans l’extrême
opposé : elle établissait une distinction trop nette entre le royaume central de
Castille-Leon et l’amalgame des autres royaumes ibériques. Ce qui se révélait dif-
ficile à justifier du point de vue historique et serait certainement considéré comme
offensant par les sujets Portugais, ayant égard à la séparation des deux Couronnes
d’Espagne et de Portugal, maintenue par le compromis de Tomar. Une troisième
hypothèse fut éventée : séparer la moitié supérieure du bouclier par deux traits ver-
ticaux (créant un tiercé en pal), donnant ainsi origine à trois parties égales dont la
centrale serait occupée par les armes de Castille-Leon et les latérales par celles de
Portugal à dextre et d’Aragon-Sicile à senestre. Cette division confinait toutefois
l’héritage castillan à une position certes centrale mais moins importante du point de
vue hiérarchique, une fois que les armes portugaises occupaient la dextre de l’écu.
Ce qui était évidemment insoutenable.
21
BOUZA ÁLVAREZ, Fernando - Portugal e a memória figurada de Filipe II. Penélope. Vol. 4 (1990), p. 26-29;
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUÉS, Faustino - Heráldica medieval española I. La Casa Real de León y Cas-
tilla. Madrid: Hidalguía, 1982, p. 218.
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La solution que l’on suivit finalement s’avéra ingénieuse : les armes portugaises
furent placées dans un écusson brochant sur le point d’honneur de l’écu, à deux tiers
de la hauteur de l’écu et donc au centre de la composition expressive des royaumes
ibériques. Elles se plaçaient ainsi dans la place que les traités de blason désignaient
comme la plus honorable de la topographie de l’écu. Les armoiries de Castille-Leon
continuaient, elles, à la place que ces mêmes traités définissaient comme la plus
importante. La primauté castillane se maintenait, l’honneur portugais était sauve-
gardé.
Loin de constituer des minuties, de tels soins pour l’organisation de l’héraldique
royale se révélaient essentiels dans l’autoreprésentation de la monarchie. Dans leurs
différents domaines et territoires, les princes de la maison de Habsbourg portaient
des armoiries organisées de façon à préserver les sensibilités locales et à exprimer
simultanément les particularités de chacune des parties de cette monarchie com-
posite. C’est pourquoi les rois Espagnols utilisaient généralement au Portugal les
armes propres de ce royaume sans aucun mélange (pleines). Les armoiries com-
posites de la monarchie, semblables à celles qui ornaient les galères de la joyeuse
entrée de 1619, étaient réservées pour des circonstances ou des objets exception-
nels. Elles signalaient plutôt individuellement le souverain que le royaume comme
institution. Elles furent ainsi apposées sur la pierre placée au coin du palais royal
de Ribeira, qui dominait le Terreiro do Paço et pouvait être considéré comme la
résidence officielle du souverain, tout comme sur le reliquaire de la Vraie-Croix sur
lequel les rois de Portugal prêtaient serment, conservé dans le trésor de la cathédrale
de Lisbonne. On distinguait de la sorte les armoiries dynastiques, qui étaient aussi
celles de la monarchie dans son ensemble, et les armoiries du royaume du Portugal,
utilisées exclusivement, sous leur forme pleine, dans l’ensemble des territoires
appartenant à cette Couronne.
La dualité héraldique entre dynastie et Couronne trouvait son parallèle dans la
vexillologie. La galère Royale, placée légèrement au-devant des autres, était certes
facilement reconnaissable à son apparat emblématique sans égal (fig. 11) : elle était
presque entièrement recouverte de fanions, flammes et banderoles où figuraient les
figures et scènes religieuses habituelles et les armoiries royales brodées (fig. 12).
À la poupe se trouvait cependant un drapeau différent des autres par son format
carré et par la couleur rouge du fond : il s’agissait du pavillon royal, qui ne pou-
vait être hissé que sur le navire ou bâtiment dans lequel se trouvait la personne du
souverain, dont il signalait donc la présence (fig. 13). Le format carré était réservé
au drapeau royal depuis le Moyen Age, étant interdit pour toute autre manifesta-
tion vexillaire22. Quant à la couleur rouge, elle est restée propre de la maison royale
même après la restauration de l’indépendance nationale en 1640 et elle fut conser-
vée dans le pavillon ou étendard royal portugais jusqu’à l’abolition de la monarchie
en 1910. L’exégèse diffusée au XVIIe siècle faisait remonter l’origine de cette cou-
22
SÃO PAYO, Marquês de - A Nomenclatura das Signas Medievais. Armas e Troféus. I série, vol. I (1932), p.
21-27.
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23
SEIXAS, Miguel Metelo de - El simbolismo del territorio en la heráldica regia portuguesa: en torno a las armas
del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves. Emblemata - Revista Aragonesa de Emblemática. Vol. XVI (2010),
p. 285-330.
24
Le chroniqueur indique que le marquis de Santa Cruz se trouvait alors absent, ayant été remplacé pour cette
cérémonie par le marquis de Villanova del Fresno, son lieutenant. LAVANHA, João Baptista - Viagem da Catholica
Real Magestade…, p. 8.
25
GARCÍA, Bernardo José García - La pax hispanica. Leuven: Leuven Universitaire Pers, 1996.
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26 SOARES, Pero Roiz - Memorial (leitura e revisão de M. Lopes de Almeida). Coimbra: por ordem da Univer-
sidade, 1953, p. 423. Texte original : « muitos navios vrcas bateis barcas que vinhão acompanhando estando o mar
coalhado e diante e as ilhargas muitas danças chacotas e envensois feitas em muitos bateis muito para ver porque
vinha hum feito em balea tam artefiçial que se não desferençava nada da balea e outro feito em lagosta e outros em
cavalos marinhos e doutros pexes tudo tam natural e artificial quanto ver se podia sem enxergarem bateis vindo
remando por baxo sem verem quem remava e em sima vinhão algumas sereas cousa muito para ver e em chegando
elRey ao caix com todo este acompanhamento desparou toda a artelharia do castello e do mar ».
27
BELTING, Hans - Pour une anthropologie des images. Paris: Gallimard, 2004, p. 153-182.
28
HABLOT, Laurent – Le décor emblématique chez les princes de la fin du Moyen âge : un outil pour construire
et qualifier l’espace. In LIÉNARD, T. et alii. Construction de l’espace au Moyen Âge : pratiques et représentation.
Paris: Publications de la Sorbonne, 2007, p. 147-165.
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29
LOSKOUTOFF, Yvan - L’armorial de Calliope. Tübingen: Gunter Narr Verlag, 2000.
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BIBLIOGRAPHIE
Sources
Études
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Fig. 1. Vue générale de la joyeuse entrée de Philippe III à Lisbonne selon la gravure de Viagem da
Catholica Real Magestade delRey D. Filipe II. N. S. ao Reyno de Portugal e Rellação do Solene
Recebimento que nelle se lhe fez (Madrid, 1622) par João Baptista Lavanha.
Fig. 2. Vue générale du tableau « Joyeuse entrée de Philippe III à Lisbonne », château de Weilburg.
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Fig. 3. Armes royales portugaises sculptées sur le gaillard d’arrière d’un navire.
Fig. 4. Navire présentant des rangées de boucliers aux armes royales portugaises et à croix de l’ordre
du Christ brochante sur gironné, et drapeau gironné à la devise de la sphère armillaire.
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Fig. 5. Drapeau blanc aux armoiries royales portugaises posées sur la croix de l’ordre du Christ.
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Fig. 7. L’ensemble des galères formant une ligne diagonale face au Terreiro do Paço.
Fig. 8. Figures religieuses présentes sur les drapeaux des galères : Notre-Dame.
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Fig. 9. Figures religieuses présentes sur les drapeaux des galères : le Calvaire.
Fig. 10. Drapeaux aux armoiries composites de la monarchie Habsbourg, hissés sur les galères.
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Fig. 12. Fanions, flammes et banderoles aux armoiries royales brodées sur la Royale.
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Fig. 15. Figure de proue de la Royale : le lion, cimier des armoiries royales Habsbourg.
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Época
Contemporânea
UM ARMORIAL DE DOMÍNIO DA PRIMEIRA REPÚBLICA
PORTUGUESA: O ARMORIAL DA ESCOLA SUPERIOR
DE EDUCAÇÃO DE LISBOA
PAULO MORAIS-ALEXANDRE
Universidade de Lisboa, Faculdade de Belas-Artes,
Centro de Investigação e de Estudos em Belas-Artes (CIEBA);
Intituto Politécnico de Lisboa, Escola Superior de Teatro e Cinema
pmorais@estc.ipl.pt
Abstract: The Lisbon School of Education (ESELx) has on its main façade a very
interesting armorial decoration in painted tiles, with the coat of arms of Portugal
in a rather unusual display, and with the armorial bearings of several cities and
regions of the country. Although it is influenced by the work of Vilhena Barbosa, As
cidades e villas da Monarchia Portugueza que teem brasão d’armas, there are sev-
eral details and differences, due to different reasons, namely ideological ones, which
will be studied in several areas, namely through the comparative study.
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UM ARMORIAL DE DOMÍNIO DA PRIMEIRA REPÚBLICA PORTUGUESA: O ARMORIAL DA ESCOLA SUPERIOR DE EDUCAÇÃO DE LISBOA
INTRODUÇÃO
ELENCO E CARATERÍSTICAS
1
Nuno Martins Ferreira coordena um projeto de investigação do Centro Interdisciplinar de Estudos Educacionais
da Escola Superior de Educação de Lisboa - “Memória e Identidade: Investigação e Salvaguarda do património
histórico da ESELx” que compila dados relativos à história do edifício, da qual já resultou a obra do citado autor A
Escola Normal Primária de Lisboa (1916-1930). Lisboa : Livros Horizonte, 2018.
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2
Inácio de Vilhena Barbosa - As cidades e villas da Monarchia Portugueza que teem brasão d’armas. Lisboa :
Tipografia do Panorama, 1860-1862.
3
Miguel Metelo de Seixas - Heráldica, representação do poder e memória da nação. Lisboa : Universidade Lusía-
da Editora, 2011.
4
Não se pode designar este “enquadramento” por cartela.
5
Silvestro Petra Sancta – Tessarae Gentilitiae. Roma : Typis Francisci Corbelletti, 1638
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19116 com a seguinte descrição: de prata, com cinco escudetes de azul, postos em
cruz, cada um carregado por cinco besantes de prata, em aspa; bordadura de verme-
lho carregada de sete castelos de ouro; o escudo sobreposto a uma esfera armilar,
rodeada por dois ramos de oliveira de ouro e atados por uma fita verde e vermelha.
Nas representações das armas nacionais na fachada da Escola Superior de
Educação de Lisboa, os castelos são substituídos por um outro móvel heráldico,
por torres, um erro muito comum sobretudo ao longo de todo o século XIX e no
início do século XX; paralelamente os ramos, que não são atados pela referida fita,
encontram-se numa posição muito pouco ortodoxa, já que rodeiam, não o escudo,
mas antes uma cartela de características neobarrocas.
Na escultura com as armas nacionais colocada sobre a entrada principal da esco-
la o vermelho é transcrito em termos de convenção, através de riscas verticais, não
tendo sido transcritos os outros esmaltes, o ouro dos castelos e o azul dos escudetes,
porque a reduzida dimensão impediria qualquer leitura. Não obstante, a forma como
o campo do escudo é esculpida, pode dar azo a interpretações erradas já que é dado
um relevo irregular, que pode ser visto como um damasquinado, mas que o afasta
da representação convencionada da prata e até poderá permitir a sua errada leitura
como ouro (fig. 7).
Nas representações das armas nacionais nos tímpanos dos torreões, em policro-
mia, com o conjunto assente uma vez mais numa cartela de características neobar-
rocas, há a assinalar um nada habitual uso de figuras, que podem ser descritas como
tenentes, profundamente adequados à função do edifício como escola e a algumas
das áreas de conhecimento nela ministradas. Trata-se de quatro putti, represen-
tados sentados e a estudar, os do corpo do edifício saliente à esquerda alusivos à
Geometria (à dextra) e à Literatura (à sinistra) (fig. 8) e os do corpo do edifício
saliente à direita alusivos à História (à dextra) e à Geografia à sinistra (fig. 9) sendo
6
“Decreto n.º 150” in Diário do Governo. Lisboa : Imprensa Nacional de Lisboa, 1911, Junho, 30, n.º 150, p. 2756-
2757.
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cada de outra forma, já que é um erro em termos de regra heráldica. Lembre-se que
em heráldica a posição dos animais é por regra sempre voltada à dextra8 e, quan-
do tal excepcionalmente não sucede, deve ser brasonado e tem normalmente uma
carga infamante, salvo quando se representam dois animais, que então devem ser
representados voltados um para o outro, o que se considera uma cortesia, pelo que o
animal da dextra se volta à sinistra; de igual forma um navio deve ser representado
vogando para a dextra.
Há a referir, no entanto, que vários outros móveis não sofreram qualquer rotação,
sendo mantidos na posição correcta, ou seja, voltados à dextra, como por exemplo os
cavaleiros de Évora e Elvas, a nau de Viana do Castelo, a barca de Setúbal, a Virgem
com o menino suportado pelo braço esquerdo da santa, nas armas de Guimarães, ou
a disposição assimétrica do escudo de Viseu com um castelo acompanhado à dextra
de um peregrino a tocar uma buzina e, à sinistra, de uma árvore.
Outras armas representadas na fachada da ESELx perderam elementos, o que
lhes retirou significado simbólico importante, como foi o caso da pintura do escudo
da cidade do Porto (fig. 14), de onde desapareceu o escudete de vermelho, carregado
de um coração de ouro, disposto sobre-o-todo em abismo, alusivo ao facto de o rei
D. Pedro IV ter deixado este seu órgão à cidade do Porto, onde ainda no presente
está preservado, na Igreja de Nossa Senhora da Lapa. Esta ausência só pode ser
atribuível a causas ideológicas, certamente motivadas por um sentimento antimo-
nárquico, sempre presente na Primeira República. Na representação das armas desta
cidade, num outro armorial, pouco extenso mas curioso, também sobre suporte azu-
lejar, existente na monumental entrada para o pátio dos canhões do Museu Militar
de Lisboa, o coração em abismo surge representado, exactamente como no armorial
de Vilhena Barbosa, do qual se percebe ter sido “decalcado” embora simplifican-
do a ilustração original, já que desaparece a legenda dos 2.º e 3.º quartéis “Civitas
Virginis” e os braços armados são reduzidos a duas linhas curvas, desaparecendo
ainda a fenestração das torres dos referidos quartéis (fig. 15). Registe-se que a qua-
lidade do desenho é díspar, com vantagem para a representação da ESELx, o que
pode ser comprovado no desenho dos braços armados, na interpretação das torres e
na própria representação dos 1.º e 4.º quartéis de Portugal.
8
«A posição heráldica dos animais no campo do escudo é, em regra, passante ou parada e sempre voltada para a
dextra.» Cit. F. P. de Almeida Langhans - Heráldica Ciência de Temas Vivos. Lisboa : Fundação Nacional para a
Alegria no Trabalho, 1966, vol. 1, p. 113.
390
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16 – Armas da cidade de Beja, cf. Vilhena Barbosa - As cidades e villas da Monarchia Portugueza
que teem brasão d’armas
17 - Armas da cidade do Viana do Castelo, Armorial ESELx
9
Cf. Inácio de Vilhena Barbosa, ob. cit., vol. 3, hors texte pp. 128-129.
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haverá em que essa liberdade pode evidenciar uma incompreensão das armas, como
sucedeu com a representação dos corvos da cidade de Lisboa que, ao contrário das
figurações comuns desde tempos bem remotos dos corvos afrontados, leva a que na
fachada da ESELx sejam pintados adorsados.
Nas armas de Portalegre as duas torres de prata passaram a ser unidas por um
pano de muralha ameiado e fenestrado, a solução que seria mais tarde adoptada pela
portaria de 1934.
CONCLUSÃO
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UM ARMORIAL DE DOMÍNIO DA PRIMEIRA REPÚBLICA PORTUGUESA: O ARMORIAL DA ESCOLA SUPERIOR DE EDUCAÇÃO DE LISBOA
394
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS
(SIGLOS XIX Y XX)
Resumen: Nos interesa presentar los aspectos relacionados con el lenguaje visual
heráldico que se utilizan en las filigranas papeleras, especialmente aquellas que se
identifican con entidades municipales y en concreto, el proceso de autorización por
parte del Ayuntamiento de Santander a una imprenta local para emplear las armas de
la ciudad en los papeles comerciales que expende.
Abstract: We are interested in presenting the aspects related to the heraldic visual
language used in watermarks, especially those that are identified with municipal enti-
ties and specifically, the process of authorization by the City Council of Santander to a
local printer to use the weapons of the city in the commercial papers it sells.
Las filigranas del papel, surgidas en el siglo XIII como marca personal o marca
del fabricante de papel, se convierten en la contraseña o emblema del fabricante
hecha con hilos metálicos y fijada en el entramado de la forma. Las Ordenanzas de
la Junta General de Comercio de 1791 obligan a los papeleros españoles a marcar
395
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
todos sus papeles, algo que ya era habitual en el extranjero en esa época. Además,
actualmente, las filigranas son consideradas casi como una “patente” puesto que son
capaces de designar el origen y la certificación de calidad.
El objetivo del presente artículo es mostrar los aspectos relacionados entre el len-
guaje visual y las filigranas del papel a partir de las manifestaciones heráldicas exis-
tentes en el Catálogo de filigranas de Cantabria durante la Edad Contemporánea1,
empleadas como marcas comerciales por fabricantes papeleros. En este sentido,
desde la cultura escrita, la heráldica supone un método de comunicación iconográ-
fico, al tiempo literaria y visual, práctica e ideológica2 debido a la baja tasa de
alfabetización.
Se trata, por tanto, de poner en contexto símbolos y signos dentro de la historia
de las mentalidades tal y como proponen Michel Pastoreau3 y Ottfried Neubecker4,
ampliando la disciplina heráldica, tratando su historia, la tipología de sus fuentes,
sus posibilidades y profundizando en las nuevas perspectivas que ofrece como
campo de investigación social y cultural.
Sin embargo, en España, los estudios heráldicos de filigranas no son nuevos.
Bofarull y Sans ya expresó que las colecciones de filigranas son una disciplina auxi-
liar de la ciencia paleográfica y bibliográfica5. Tiempo después, Menéndez Pidal de
Navascues dejó constancia de como la heráldica suministra al arqueólogo e histo-
riador no solo insustituibles elementos de datación y localización, sino que queda
también un reflejo de la personalidad del usuario6. Mas recientemente, Pons Alós
precisó las filigranas heráldicas no solo aportan una clara información sobre la
cronología, el fabricante y procedencia del papel, nos permiten constatar el control
real, señorial, municipal o monástico sobre la producción papelera7.
Ya desde la Edad Media, se produce esta unión de heráldica y papel y de ello
tenemos constancia a través de la Colección de Sigilografía del Archivo Histórico
Nacional y de la Colección de Sellos Municipales formada a finales del siglo XIX
con las improntas de los empleados por los Ayuntamientos y que forman los dos
1
ALONSO RIVA, Carmen María - La biblioteca y las publicaciones científico-técnicas de la Junta de Obras del
Puerto de Santander (1873 – 1945); directora Virginia Mª Cuñat Ciscar [En línea] Santander: Universidad de Can-
tabria, 2016. Tesis doctoral. [Consulta 26 de septiembre de 2018]. Disponible en: https://repositorio.unican.es/
xmlui/handle/10902/8261
2
KEEN, Maurice - La caballería. Barcelona: Ariel, 1986, pp. 174-179. ISBN: 84-344-6556-6.
3
PASTOREAU, Michel - Traité d´héraldique. Paris: Picard, 1979, p. 407. ISBN 2-7084-0036-33
4
NEUBECKER, Ottfried - Le grand livre de l´héraldique. París-Bruselas: Elsevier Sequoia, 1977, p. 288. ISBN
9782040271275.
5
BOFARULL Y SANS, Francisco de - La heráldica en la filigrana del papel. Memoria de la Real Academia de
Buenas Letras. Barcelona: Hijos de Jaime Jepús – Impresores, 1901, vol. 7, p. 502.
6
MENÉNDEZ PIDAL DE NAVASCUES, Faustino - Heráldica medieval española. La casa real de León y Casti-
lla. Madrid: Hidalguía, 1982, p. 11. ISBN 84-00-05150-5.
7
PONS ALÓS, Vicente - La heráldica valenciana a través de las filigranas. Actas III Congreso Nacional Historia
del papel en España. Alicante: Asociación Hispánica de Historiadores del Papel, 1999, pp. 165 – 166.
396
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
1.1. Ámsterdam
397
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
o Pro Patria, por lo que puede tratarse tanto de papel fabricado en la propia Holanda
o papel realizado en Francia por fabricantes franceses que, con el propósito de faci-
litar su comercialización en territorio holandés, incorporan el blasón de la ciudad de
Ámsterdam.
1.2. Génova
Desde la Baja Edad Media, el papel genovés se convirtió en uno de los más
prestigiosos de Europa. Además, los fabricantes genoveses tenían sucursales de sus
empresas por toda Europa lo que posibilitó la amplia difusión de la filigrana con el
escudo de Génova por todo el continente. Aprovechando la ingente demanda comer-
cial, muchos fabricantes de papel adoptaron la marca comercial genovesa. Por ello,
es muy común localizar papel filigranado con el escudo de armas de la ciudad de
Génova que emula el papel genovés con vista a una fácil comercialización del pro-
ducto entre fabricantes españoles y franceses. Por ejemplo, algunos de los papeleros
franceses que utilizan el escudo de armas de Génova como marca comercial son:
Pons P. Bonase (Sourre), Argues (Javarre), Ueuve i Monie (Bigorre), B. Paguete
(Bearn) y J. Renos (Bearn).
A menudo, en España, estos fabricantes eran italianos establecidos en la
Península Ibérica entre los siglos XV y XVIII14, dada la insuficiente producción
local de papel. No obstante, también hubo papeleros locales que tomaron prestado
el blasón de Génova y lo incorporaron junto a su nombre y localidad de producción
como atestiguan numerosas filigranas españolas.
La filigrana del escudo de Génova, o sea, la cruz de San Jorge dentro de un
óvalo coronado con un león o grifo rampante a cada lado15, posee una excelente
transparencia y visibilidad, signo claro de la excelente calidad del papel (Ilustración
2). A diferencia de la marca holandesa, esta incluye las iniciales del fabricante (C
P), aunque, al igual que en el caso holandés, esto no quiere decir que el papel haya
sido fabricado en Italia ya que, como se ha explicado, muchos fabricantes españoles,
especialmente en Cataluña y Valencia, imitaron o se inspiraron en la filigrana geno-
vesa de los dos o tres círculos, escudo de Génova16, llegando a ser una de las marcas
más abundantes en la documentación del siglo XVII y XVIII17 en España junto con
las filigranas de los tres círculos y el picador de toros. Esta marca papelera se ha
localizado en los libros de actas del concejo de Santander del siglo XVII, sobre todo
a partir del uso del papel timbrado para la confección de los grupos y cuadernos de
14
BALMACEDA, José Carlos - Italian manufacturers, techniques and manufacturing methods in paper production
in Spain. The use of techniques and work by papermakers from Fabriano in Italy and Europe. Fabriano: Fedrigoni
Group, 2006, p. 100 – 105.
BALMACEDA, José Carlos - La contribución genovesa al desarrollo de la manufactura papelera española.
15
Málaga: Centro Americano de Historiadores del Papel, 2004, p. 145. ISBN 978-84-609-5471-2
16
Ibid., p. 143.
17
Ibid., p. 128.
398
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
Desde la última mitad de los siglos XIV y XV, los molinos de papel españoles,
junto a otras mejoras tecnológicas, habían incluido en sus formas la señal o filigra-
na con los escudos de Xàtiva, Valencia, Aragón, Barcelona, etc,20. Así se han loca-
lizado filigranas heráldicas correspondientes a blasones de seis ciudades: Valencia,
Barcelona, Madrid, Zaragoza, Santander y Burgos.
2.1. Valencia
Una disposición del Consell municipal de la ciudad de Valencia del año 1417
acordaba “tots los draps que es feren en València, los fessen una corona, perquè on
vagen, sien coneguts que sòn de València”. Según Pons Alós, esta es y no otra la
razón que aparezca un papel con el escudo municipal de Valencia como marca21.
Desconocemos si esta norma tuvo continuidad durante el siglo XIX, pero lo cierto
es que el emblema de la ciudad de Valencia fue utilizado por Joaquín Guarro, fabri-
cante papelero de Buñol, durante la segunda mitad del siglo XIX (Ilustración 3).
Esta marca aparece en un cuaderno original compuesto por seis bifolios de papel
que recoge el expediente de aprobación de arbitrios municipales extraordinarios y
subasta para el año económico de 1873-187422.
2.2. Barcelona
18
CUÑAT CISCAR, Virginia Mª - Los códices diplomáticos del siglo XVII. En BLASCO MARTÍNEZ, Rosa Mª
(ed.) - Los libros de acuerdos municipales de Santander. Santander: Ayuntamiento de Santander, 2002, vol. 1.
ISBN: 84-86993-61-X. pp. 315 - 342, p. 320.
19
ALONSO RIVA, Catálogo documental. Op. cit. Documento nº 30, p. 36.
20
BALMACEDA ABRATE, José Carlos - Apuntes para el estudio del papel y las filigranas durante el siglo XV en
la Corona de Aragón. Aragón en la Edad Media. Zaragoza: Universidad de Zaragoza, ISSN 0213-2486. XX (2008),
p. 105.
21
PONS ALÓS, Op. cit., p. 168.
22
ALONSO RIVA, Catálogo documental. Op. cit. Documento nº 210, p. 76.
23
ALONSO RIVA, Carmen María - “Catálogo de filigranas y marcas de agua de la ciudad de Santander entre 1873
y 1945” en La biblioteca y las publicaciones científico-técnicas de la Junta de Obras del Puerto de Santander (1873
– 1945); directora Virginia Mª Cuñat Ciscar. Santander: Universidad de Cantabria, 2016. Tesis doctoral. Figuras nº
61, 82, 83, 84 y 86.
399
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
2.3. Madrid
24
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 83.
25
Ibid., Figura nº 82, 83, 84 y 86.
26
VIVAR DEL RIEGO, José Antonio - Símbolos heráldicos de Madrid. Paseo documental por el Madrid de antaño.
Madrid: Universidad Complutense de Madrid: Fundación Hospital de San José de Getafe, 2015, p. 382. ISBN 978-
84-608-3478-6.
27
El escudo de la ciudad de Santander, Op. cit., p. 59.
28
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 49.
400
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
simple hecho de emplear ese emblema era reconocido en su tiempo. De ahí que no
fuese necesario incluir su nombre en la señal papelera.
2.4. Zaragoza
29
BIEL IBAÑEZ, Mª Pilar - El patrimonio industrial en la Denominación Comarcal de Zaragoza. Ausencias y
presencias. [En línea] P. 315. [Acceso 26 de septiembre de 2018]. Disponible en: https://www.aragon.es/estaticos/
GobiernoAragon/Departamentos/PoliticaTerritorialJusticiaInterior/Areas/01_Ordenacion_territorio/05_Publicacio-
nes/01_Coleccion_Territorio/36_Zaragoza/307_322.pdf
30
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 92.
31
GUTIÉRREZ POCH, Miquel - Control de mercado y concentración empresarial: La Papele-
ra Española, 1902 – 1935. Revista de Historia Industrial. Barcelona: Universitat de Barcelona.
ISSN: 1132-7200. Nº 10 (1996), p. 186.
32
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 109.
33
Ibid., Figura nº 105.
34
ALONSO RIVA, Catálogo documental. Op. cit. Documento nº 379, p. 113.
401
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
2.5. Santander
402
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
39
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 59.
40
ALONSO RIVA, Carmen María - Registro escrito oficial de las actividades portuarias: Codicología de las
Memorias del Puerto de Santander (1873 – 2010); directora Virginia Mª Cuñat Ciscar. [En línea] Santander: Uni-
versidad de Cantabria, 2011. Trabajo Fin de Máster. [Consulta 26 de septiembre de 2018]. Disponible en: https://
repositorio.unican.es/xmlui/handle/10902/4816
41
Archivo Municipal de Santander, Leg. 257, nº 36 (Arm. F, l, izq.)
403
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
2.6. Burgos
42
GONZÁLEZ NICOLÁS, Elena y LAVÍN GARCÍA, María Jesús - Diccionario de impresores. La imprenta en
Cantabria. Dos siglos de historia. Santander: DOC – Fundación Marcelino Botín, 1994, p. 123. ISBN 84-87678-
24-6.
43
Ibid, p. 125.
404
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
Como se ha dicho, esta misma filigrana es utilizada por dos fabricantes distin-
tos, aunque pertenecientes a la misma dinastía de papeleros, los Fournier. Sus mar-
cas se han localizado en el Archivo de la Autoridad Portuaria de Santander, sección
Cuentas Generales, aunque no coinciden cronológicamente en el tiempo. De modo
que la marca de Julián Fournier se localiza en documentos entre 1891 y 191144 y la
señal de A. Fournier se registra entre 1918 y 193645.
44
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 69.
45
Ibid., Figura nº 17.
46
GENERALITAT VALENCIANA - Los símbolos de la Comunitat. Conselleria de transparencia, responsabilidad
social, participación y cooperación. Sede electrónica [Sitio Web]. Valencia, 2018 [Consulta 22 de septiembre 2018].
Disponible en:
http://www.transparencia.gva.es/es/web/elsfurs/la-comunitat-valenciana/los-simbolos-de-la-comunitat
47
ALONSO RIVA, “Catálogo de filigranas”, Op. cit., Figura nº 45.
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CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
de 157548, con los añadidos heráldicos de los siglos posteriores para diferenciar el
señorío de la Diputación.
CONCLUSIONES
A partir del estudio de las filigranas heráldicas municipales del Corpus de fili-
granas de Cantabria de los siglos XIX y XX (catalogadas hasta el momento) queda
manifiesta la necesaria confluencia de los estudios de historia del papel con la disci-
plina heráldica para conseguir una identificación técnico-profesional de las marcas
papeleras.
En este sentido, urge incorporar el lenguaje heráldico a la historia del papel y
concretamente al análisis de filigranas, abandonando las corrientes esotéricas y sim-
bolistas, que periódicamente surgen, y mantener en su lugar un enfoque más acadé-
mico.
El uso de emblemas heráldicos, por parte de fabricantes papeleros como marca
comercial, se debe a distintas causas que fundamentalmente se pueden sintetizar
en dos: la filigrana es un indicador de denominación de origen de la manufactura
papelera y también un sinónimo de prestigio que facilita la posterior expansión y
comercialización de la producción.
Desde el punto de vista legislativo, aunque en pocos ejemplos, pero pensamos
que significativos, mostramos que el uso de las armas de ciudades por los molinos
y fábricas papeleras está regulado en España desde el siglo XV (Valencia) hasta el
siglo XX (Santander). Por ello, parece necesario profundizar la investigación en las
ordenanzas concejiles y municipales españolas para recuperar los testimonios docu-
mentales legislativos del pasado vinculados con la heráldica y su uso comercial.
Y promover la recuperación y promoción de la riqueza y valor de la heráldica en
la historia del papel puesto que los emblemas aportan datos importantes no solo para
la datación y localización de los fabricantes de papel sino también para conocer los
circuitos comerciales del papel en Europa durante estos siglos.
48
El Fuero, privilegios franquezas y libertades de los cavalleros hijosdalgo del Señorío de Vizcaya, confirmados
por el Rey do[n] Felippe II nuestro Señor, y por el Emperador y Reyes sus predecessores. [En línea]. Medina del
Campo, Francisco del Canto, 1575. [Consulta 22 de septiembre 2018]. Disponible en:
http://catalogo.bne.es/uhtbin/cgisirsi/?ps=o4zdq5xfQ7/BNMADRID/224970502/9
406
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
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LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
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CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
GALERÍA DE FILIGRANAS
Ilustración 1. Ilustración 2
Escudo de armas de la ciudad de Ámsterdam. 1728 Escudo de armas de la ciudad de
Génova. 1691 – 1695.
Fabricante: C. P.
410
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
Ilustración 10. Escudo de armas de la ciudad Ilustración 11. Escudo de armas de la ciudad
de Santander. 1917. de Santander. 1893 - 1898.
Encargo de fabricación: Carmen Diestro Encargo de fabricación: Federico Villa
Gener, Viuda de Fons
411
CARMEN MARÍA ALONSO RIVA, VIRGINIA Mª CUÑAT CISCAR
LA HERÁLDICA MUNICIPAL EN LAS FILIGRANAS PAPELERAS (SIGLOS XIX Y XX)
Ilustración 12. Escudo de armas de la ciudad de Ilustración 13. Mitad del escudo de armas partido
Santander. 1898 - 1907. de la localidad de Ibeas de Juarros y la Diputación
Encargo de fabricación: Irene Toca Lecture, de Burgos. 1891 - 1911.
Viuda de F. Villa Fabricante: Julián Fournier
412
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE
IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS
ESCOLAS MUNICIPAIS 1
Resumo: Este projeto de pesquisa tem como tema a análise dos elementos simbóli-
cos do brasão do município de Imbituba, Santa Catarina, Brasil, no imaginário de
crianças de 10 anos de escolas municipais. O brasão, instituído em 1970, é o princi-
pal elemento imagético da comunicação municipal e apresenta figuras que registram
parte da história da cidade. O objetivo é descobrir se o imaginário infantil continua
sendo alimentado pelo mesmo imaginário que inspirou a criação do brasão. Como
metodologia de aplicação da pesquisa utilizaremos a culturanálise de grupos (Paula
Carvalho, 1989, Badia, 2010), através da sugestão de iscas semânticas para a cria-
ção de desenhos e narrativas. Para analisar os resultados será aplicada a mitocrítica
(Durand 1985, 1993, 2001, 2011). Identificamos que o brasão de Imbituba parece
uma pirâmide econômica baseada nos empreendimentos de Henrique Lage e que,
com a inserção da baleia-franca no escudo, uma nova referência simbólica foi esti-
mulada. Esperamos identificar as recorrências das simbologias municipais na infân-
cia e descobrir se elas estão, ou não, relacionadas ao brasão.
Abstract: This research project has as subject the analysis of the symbolic elements
of Imbituba city coat of arms in the imaginary of 10-year-old children of munici-
pal schools. The coat of arms, established in 1970, is the main imagetic element of
municipal communication and presents figures that record part of the city’s history.
The objective it is to find out if the children’s imagination continues to be fuelled by
the same imagery that inspired the creation of the coat of arms. As methodology of
1
Trabalho desenvolvido no Mestrado em Ciências da Linguagem da Universidade do Sul de Santa Catarina com
apoio da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior - Brasil (CAPES) - Código de Financia-
mento 001. https://orcid.org/0000-0001-8084-5334
413
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
the research application a culturalysis of groups will be used (Paula Carvalho, 1989,
Badia 2010), through the suggestion of semantic baits for the creation of drawings
and narratives. A critical myth will be used to analyze the outcomes (Durand 1985,
1993, 2001, 2011). We identified that Imbituba coat of arms seems to be an eco-
nomic pyramid based on Henrique Lage’s enterprises and a new symbolic reference
was stimulated with the insertion of right whale in the shield. We hope to identify
the reccurrences of municipalities symbologies in childhood and to find out whether
they are related to the coat of arms or not.
1. INTRODUÇÃO
414
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
2. BRASÃO DE IMBITUBA
415
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
A Lei segue descrevendo que sobre o escudo estará uma coroa mural com duas
torres, duas vigias e uma porta central, representando a cidade, e sob o escudo um
listel com o nome Imbituba ao centro; a data da emancipação política, 21 de junho,
à esquerda; e o ano, 1958, à direita. Nas laterais deve conter a representação de
uma espécie de cipó denominado IMBÉ (philodendron), que originou o nome do
Município. A espécie de trepadeira que tem suas raízes expostas, similares a cipós,
era encontrada em abundância na região, quando ainda habitada pelos índios Carijó
e, de acordo com os relatos dos exploradores jesuítas, foi batizada de “Embitiba”,
expressão indígena em Guarani, designando abundância de Imbé nesta região.
A Bandeira de Imbituba é formada pelo brasão sobre um fundo branco, o que
implica ao símbolo uma dupla potência simbólica. O brasão compõe também a
temática das logomarcas municipais estampadas em placas, uniformes e demais
materiais de comunicação pública.
De acordo com Nogueira, autora do livro “Do Brasão à Marca: tradição e ino-
vação na identidade visual dos municípios portugueses” (2014) presume-se que o
Brasão Municipal de Armas é o símbolo mais importante do município, afinal ele
reflete a história, seus principais símbolos, identidade, evolução política, administra-
tiva e econômica, costumes e tradições. O brasão é dotado de “prestígio e interesse
histórico, sendo um símbolo universal em torno do qual todos os cidadãos se revê-
em” (2014, p. 51).
De acordo com Mello Filho (2016) o brasão de Imbituba não está de acordo com
as normas de heráldica, especialmente quanto à forma e à divisão do escudo, às tor-
res, que estão em número abaixo do qualitativo para Municípios, e quanto à cor, já
que o amarelo é reservado para capitais de Estados. O autor alerta para a necessida-
de de correções na simbologia municipal para uma política de comunicação eficaz.
“O poder público deve se fazer representar por uma simbologia que reflita a imagem
dos cidadãos e sua história, para prover um cotidiano e um futuro em consonância
com suas aspirações” (MELLO FILHO, 2016, p. 12).
Entendemos que com o tempo estas imagens ficam defasadas em relação às
mudanças culturais, sociais e políticas, portanto, seus elementos simbólicos preci-
sam ser perenes e de identificação coletiva. Para compreender melhor o universo
apresentado pelo brasão de Imbituba e descobrir como a imaginação simbólica em
relação a eles está sendo construída na infância, vamos descrever brevemente cada
item simbólico presente e abrir um espaço de reflexão sobre os elementos da cultura
e história local que não estão representados no escudo.
2.1. Imbé
416
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
Embitiba, estivemos estes dous anos (LEITE apud MELLO FILHO, 2016, p. 19):
primeiro a nomeação dada pelos ibéricos na época, seguida pela identidade indíge-
na. Atualmente encontramos o Imbé nas regiões onde a mata nativa ainda é preser-
vada, mas na região central não há abundância da planta.
2.2. Ferrovia
417
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ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
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ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
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ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
que, apesar de presente, parece ter um papel acessório e decorativo, podendo pas-
sar até despercebido por olhares desatentos. Bem como a ausência de outra planta
nativa encontrada em abundância na cidade, que é o butiá (butia capitata). Estas
ausências nos despertam ainda mais a curiosidade de identificar a construção do
imaginário infantil em relação ao espaço em que vivem.
3. IMAGINÁRIO
421
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
422
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ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
apenas como uma figura ilustrativa, já que como outros símbolos “faz aparecer um
sentido secreto, é a epifania de um mistério”.
Arriscaremos que a possível desvalorização da cultura açoriana tradicional adve-
nha de uma ausência de sua valorização como importante no desenvolvimento local.
Os costumes do cotidiano nunca foram pilares de uma revolução econômica. Sem
esquecer dos índios e da importância da natureza na figura do Imbé, que deu nome
à cidade. São partes da história que não obtiveram grau de relevância para serem
designadas como elementos representativos de seu povo.
Nogueira destaca que “a existência dos símbolos de forma isolada não é sufi-
ciente. Pensar em identidade territorial exige também a reflexão acerca das estraté-
gias de relacionamento com os habitantes, especialmente as acções comunicativas
contemporâneas” (2014, p. 22). E para isso a compreensão do imaginário latente e
patente faz-se necessária. Por isso a relevância de um brasão ser o reflexo de sua
gente e que mantenha vivas as memórias, mesmo que alheias a obtenção de capital.
4. METODOLOGIA
423
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
5. RESULTADOS ESPERADOS
424
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
425
EMANUELLE QUERINO ALVES DE AVIZ
ELEMENTOS SIMBÓLICOS DO BRASÃO DO MUNICÍPIO DE IMBITUBA: ANÁLISE DO IMAGINÁRIO DAS CRIANÇAS DAS ESCOLAS MUNICIPAIS
426
A PRESERVAÇÃO ICONOGRÁFICA DA HISTÓRIA MILITAR –
A HERÁLDICA COMO MEIO
Abstract: Most of the crests of arms of the Portuguese Army present references to
the historical past and mission of the institutions that bear them, regardless of their
nature. Heraldic patterns themselves recall the harsh combats of the past.
At all time, there are references to honorable and decisive arms bearing in the
construction of Military History and Portuguese national identity.
To change a heraldic crest, removing or replacing the elements that reflect its
achievements, is to reduce the Heraldry to a mere empty symbolic system, devoid of
the dynamics and vigor that have been given to it, conferring meaning.
427
DIOGO TEIXEIRA DIAS
A PRESERVAÇÃO ICONOGRÁFICA DA HISTÓRIA MILITAR – A HERÁLDICA COMO MEIO
Military Heraldry imposes, first and foremost, the need for stability to distin-
guish itself from other emblems, and above all as an element of preservation of the
History of Army Units, Establishments or Organs.
This communication intends to expose the importance of this concept, succinct-
ly, resorting to some examples conceived by the Military Heraldry Section, of the
Military History and Culture Directorate (Portuguese Army).
“Vi dez mil pinturas, observei mil, estudei cem, e finalmente compreendi dez”1
José-Augusto França
ENQUADRAMENTO
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aquele que mais Forças Nacionais Destacadas (FND)3 comanda e constitui, tendo
elas também, se assim o pretenderem, direito às suas próprias armas.
O cumprimento do Regulamento de Heráldica do Exército contribui decisiva-
mente para a normalização e o reconhecimento generalizado do interesse da correta
utilização dos símbolos heráldicos, no reforço do espírito de corpo, essencial para a
organização militar.
De acordo com o Regulamento de Heráldica do Exército, a atribuição de armas
a uma U/E/O é da competência do Chefe do Estado-maior do Exército (Art.º 59º),
sendo que os símbolos heráldicos são aprovados também por seu despacho (nº2 do
Art. 30º).
De certa forma, é da avaliação do CEME que depende exclusivamente a deter-
minação de a quem são atribuídas armas e, por conseguinte, a definição exacta de
“corpo independente”, visto que não há qualquer disposição ou diploma legal que
defina esse conceito com a clareza necessária.
Contudo, tem sido consuetudinário, resultante dos pareceres prévios da Secção
de Heráldica Militar, a atribuição de armas às unidades de tipo regimento, que
se constituem como unidade base do Exército (Nº 4, Art.º22º, Lei Orgânica do
Exército, 2014, p. 6410), ou superior, designadamente as brigadas e as direções.
Acrescem as já referidas FND.
Em consequência das reestruturações do Exército, ao longo dos últimos anos,
a aplicação desta disposição (RHE) e da Lei Orgânica do Exército, a Secção de
Heráldica Militar tem vindo a aconselhar ao esclarecimento formal e definição do
conceito de “corpo independente”, por forma a tornar claro para todos os interve-
nientes, no processo de obtenção e atribuição, quanto ao direito de uso de armas
próprias.
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A PRESERVAÇÃO ICONOGRÁFICA DA HISTÓRIA MILITAR – A HERÁLDICA COMO MEIO
Embora a heráldica do Exército Português seja, como vimos, uma arte relati-
vamente recente, a sua relação com a esfera militar é praticamente a mais remota,
considerando que surge também – mas não só – com o propósito fundamental de
identificar os lados belingerantes no campo de batalha, através dos padrões cromá-
ticos dos paveses e/ou estandartes, bem como dos adversários em torneio ou justa,
através dos escudos (ABRANTES, 1992, pp. 21–22). Aparte: não consintamos que,
pelo facto de o formato de excelência da heráldica - o escudo - ser associado a
um contexto de combate, se diga que é uma forma exclusiva do género masculino
(PASTOUREAU, 1979, pp. 47–48). Bem pelo contrário. Muita da sigilografia femi-
nina aparece justamente com esse formato, em larga escala e durante praticamente
todo o tempo (ABRANTES, 1992, p. 22). Aliás, os selos podem também ser consi-
derados como berços da heráldica, considerando a sua remota existência, bem como
o facto de se tornarem uma fonte material e iconográfica essencial para o estudo da
sua História (GALBREATH e JÉQUIER, 1977, pp. 22–25).
É dado adquirido que continua a haver uma estreita e tradicional relação entre
Forças Armadas e heráldica. Mas de que modo é que essa relação contribui de uma
forma prática, e não meramente ritual e visual, para a eficiência diária do Exército?
Na realidade, os símbolos, e por conseguinte a heráldica, são “forças unifica-
doras”, promovendo inconscientemente, como já referido, o espírito de corpo e o
sentimento de pertença, bem como um elemento orientador, permitindo a quem o
enverga, neste caso a militares, uma primeira imunidade contra o sentimento de iso-
lamento (CHEVALIER e GHEERBRANT, 2010, pp. 21–22).
Qualquer militar, do oficial comandante à praça mais moderna, que ingresse
numa unidade militar com direito a armas privativas, recebe, desde logo, o escudo
de peito4 correspondente aos elementos constantes no campo do escudo do brasão
da respetiva, para pendurar no bolso direito do dólman do uniforme (Art.º 29º, Cap.
IV, Regulamento de Heráldica do Exército, 1987, p. 1171).
O escudo de peito da U/E/O a que pertence acompanha o militar desde a sua
entrada até à sua saída, por transferência ou passagem à situação de disponibilidade
ou reserva.
É a heráldica que, por excelência, promove a tão importante, por compreensíveis
razões operacionais, noção corporativa do coletivo. Apesar de os militares enverga-
rem elementos que os dintinguem individualmente, muitas vezes representantes do
próprio esforço5, todos usam o escudo de peito da sua unidade.
Importa também referir que, apesar de a heráldica promover a uniformidade
interna, promove a distinção externa. Isto é, ao mesmo tempo que se alimenta um
sentimento de pertença entre os militares que pertencem à mesma U/E/O, ocorre
4
Poderá também ser-lhe atribuído escudo de braço, normalmente em maior uso em unidades operacionais. O escu-
do de braço permite identificar a U/E/O do militar caso este esteja a envergar material de guerra que se constitua,
por função, dissimulador do escudo de peito, nomeadamente o colete balístico.
5
Como é o caso das medalhas, dos emblemas de curso/especialidade/arma, ou mesmo das boinas das forças espe-
ciais (Paraquedistas, Comandos, Operações Especiais).
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entre U/E/Os uma clara diferenciação iconográfica entre si, que acaba por se evi-
denciar plenamente em desfiles de forças em parada, visto que todas elas têm o seu
contingente identificado por estandarte heráldico, comummente designado “guião”.
Ou seja, não obstante da tradição militar da heráldica, há toda uma utilidade prá-
tica em seu torno, ainda que passe despercebida.
A Missão
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Nas armas das U/E/O, os elementos ordenados podem relacionar-se muitas vezes
com a História da própria entidade armigerada, surgindo casos em que se causa um
aparente desfasamento da realidade presente, designadamente a geográfica.
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8
A descrição “aberta e iluminada” reporta-se respetivamente à existência de uma porta (“aberta”) e de janelas ou
seteiras (“iluminada”), a que deve seguir-se o esmalte da abertura e iluminação. Portanto, quando a torre/castelo
tem a porta e/ou as janelas/seteiras de um determinado esmalte, diferente da do edifício retratado, descreve-se
obrigatoriamente “aberta(o) e/ou iluminada(o)”, neste caso, de vermelho. Caso o esmalte seja o mesmo do edifício,
nada se acrescenta.
9
Reforçado pela condecoração de Serviços Distintos, presente na iluminura de 2017 (Fig. 4).
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2017). Ordenação: Cristóvão Fonseca (Capi- da, que acabou por não ser de fundo, dado
tão); Iluminura: José Colaço. que se alterou a missão da unidade não por
diminuição de responsabilidades e áreas de
ação, mas sim por acrescento . Pode comparar-se, de certo modo, a uma nova com-
16
11
Está previsto as U/E/O criadas poderem herdar, por despacho do General CEME, tradições de U/E/O extintas ou
incorporadas.
12
13
Que apresenta diferenças de representação, não obstante de o iluminador ser o mesmo.
14
Uma alusão a D. Luís António de Melo, Duque de Cadaval, que em 1699 mandou comprar, por Decreto Real, a
quinta de Beirolas, para edificar os Armazéns da Pólvora.
15
As armas mantiveram-se visualmente apelativas, apesar da sobreposição de mais do que um elemento à aspa.
Algumas dúvidas foram levantadas pela comunicação “Heráldica Militar – Continuidades e Descontinuidades”,
pelo Tenente-coronel Pedroso da Silva, no IV Congresso Internacional de Heráldica Militar (23-24 de Novembro
de 2017), no entanto, basta proceder-se a um teste visual para perceber que as correntes, a roda dentada e o cadeado
se perdem à distância, pela sua curta dimensão, e não sobressaem demasiado a curta distância, pelo mesmo motivo,
permanecendo perfeitamente distinguível e destacável o vermelho da aspa.
16
A UAGME passa não só a “rececionar, armazenar, manter e fornecer os abastecimentos necessários para equipar
e permitir a sustentação do Exército”, como já era missão do DGME, mas também assegurar reunião, classificação,
desmantelamento e inclusive fabrico de diversos materiais” (Artº 67º, Decreto Regulamentar no 11/2015, de 31 de
julho, 2015, p. 5255). O respetivo Quadro Orgânico da unidade identifica todas as valências acrescidas, inclusive
as resultantes da fusão de outras U/E/O a esta nova (Quadro Orgânico 07.03.04 da Unidade de Apoio Geral de
Material do Exército, 2015).
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REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Monografias
Teses
Publicações Periódicas
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Documentos Legislativos
Decreto Regulamentar nº 11/2015. D.R. I Série. 148 (31 de julho de 2015) 5237-
5259.
Decreto-Lei n.º 186/2014 (Lei Orgânica do Exército), D. R. I Série. 250 (29 de
dezembro de 2014) 6406-6413.
Portaria nº 213/1987 (Regulamento de Heráldica do Exército) D.R. I Série. 69 (24
de março de 1987) 1170-1173.
Resolução do Conselho de Ministros n.º 26/2013. D.R., I Série. 77 (19 de abril de
2013) 2285-2289.
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LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN
DE CATALUNYA (1810-14): EL NOTARIO ANTONIO UBACH EN 1815
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LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Abstract: The War of Independence period, between 1808 and 1814, is especially
complex. By the Treaty of Fontainebleau (1087), the French army enters the Iberian
Peninsula to occupy Portugal. In 1808 took place the abdications of Bayonne and
Joseph Bonaparte’s proclamation and a war began until 1814, with Napoleon’s abdi-
cation.
In Catalonia in that period there is a plurality of loyalties: to the Spanish
Bourbons, Carlos IV and Fernando VII; to King Joseph I, Napoleon’s brother and
king of Spain; to the Emperor himself, who directs the French military leaders and
creates a government and an administrative structure in Catalonia not linked to
Joseph I.
This paper aims to show how the Gouvernement Général de la Catalogne or
Govern de Catalunya modifies between 1812 and 1814 the state and the civil admin-
istration Heraldry in order to spread the image of the new power and the reality of
the new political order.
It adopts the forms of the French Imperial Heraldry for new administrative struc-
tures (Départements, Subpréfectures, Mairies) originated by a Napoleon´s decree of
January 26th 1812. It also aims to show to what extent this institutional structures
heraldry modified the civic heraldry or the one of other institutions (public or pri-
vate, ecclesiastical, cultural ...) or the gentilic heraldic, or if the traditional forms
were preserved, by way of resistance.
Through the protocol books of some Barcelona notaries, but especially of the
notary Antonio Ubach, we intend to show how this new heraldry entered the notarial
institution and what happened once the Napoleonic power disappeared, eliminated
by the Real Cédula of 1815. Thus we see the phenomenon of heraldic emblems
deliberate destruction when the message transmited by a coat of arms is ignored,
despised or opposed by a human group that for ideological reasons opposes the val-
ues that were valid up to that moment.
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CRONOLOGÍA
El notario Antonio Ubach y Clarís, domiciliado “en los estudios del despacho del
infrascrito escribano que se hallan en la calle d’en Jupí”, ejerció como notario públi-
co colegiado de número en Barcelona entre febrero de 1807 y octubre de 1834, lo
que le hizo vivir en activo episodios como la Guerra de la Independencia, el retorno
siglos XVIII-XIX en Europa y México”. In GARRITZ, Amaya; SANCHIZ, Javier Ruiz (coords.) - Genealogía,
heráldica y documentación. Ciudad de México, UNAM-IIH, 2014. pp. 283-306.
10
Así aparece en el título de la conferencia dada en el Centre d’Accueil et des Recherches des Arxives Nationales
(CARAN), el 18 de enero del presente año 2018: Palimpsestes heráldiques post coloniaux: éfacement et réécriture
des armoiries royales de Portugal et impérials du Brésil à Bahia, XIXe-XXe siècle.
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11
1203/1, 1r-2v, 1807 febrero 25. Mateo Lugan, residente en Barcelona, nombra procurador.
1203/1. 157v-158r, 1807 diciembre 24. Debitorio de Felipe Genaro Mazetti, de Rodio, obispado de Como, en el
12
Alto Tessino.
13
1203/1, 158v, 1807 diciembre 23. Acta de la entrega al notario del testamento del reverendo padre Juan Yzard.
14
1203/59, f. 1r-v, 1834 junio 25. José Fillol y Torrentó, vecino de Barcelona, como a procurador de Salvador San-
joan y Cía., nombra substituto de procurador a Ramón Rubí, vecino de Granollers.
15
1203/59, f. 212r, 1834 octubre 12. José Ponts presenta una letra de cambio.
16
ARTOLA, Miguel – La Hacienda del Antiguo Régimen. Madrid: Alianza Editorial, 1982. p. 104-105.
17
TAMAYO, Alberto – Archivística, Diplomática y Sigilografía. Madrid: Ediciones Cátedra, 1996. p. 113-114, nota
75.
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derecha de una pequeña cruz18 y unos breves textos también impresos, especificando
el tipo de sello, su valor y el año de vigencia19.
Partimos del volumen primero (1203/1, 158 folios), con documentación del año
1807, como consta en su primera página: In Dei nomine et Beate Virginis Marie de
Queralt, hic est primus Manuale instrumentorum hoc anno millesimo octingente-
simo septimo recipiendorum apud me, Antonium Ubach et Claris, notarium publi-
cum e numero Barchinone... En su totalidad20 usa papel del sello quarto de Carlos
IV para 1807, con la leyenda CAROLVS·IV·D·G·HISPANIARUM REX·, con un
escudo ovalado, cuartelado de Castilla y León, entado en punta de Granada y un
escusón con tres flores de lis, acompañado del Collar del Toisón de oro, encartucha-
do, con dos ramos de laurel colgantes y timbrado de corona real.
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Muy pocos días después, el 5 de abril23, encontramos esa misma nota, pero
impresa debajo del sello de Carlos IV: VALGA PARA EL REYNADO DE S. M. EL
Sr. D. FERNANDO VII (rúbrica), con el mismo escudo de Carlos IV, cuartelado de
Castilla y León, entado en punta de Granada y escusón con tres flores de lis.
23
1203/2, f. 108r-109v, 1808 abril 5. Pablo Casamitjana, de Barcelona, procurador de Salvador Lletjós, también de
Barcelona, nombra sustitutos de procurador a Narciso Pou y Narciso Renaut, de Gerona.
24
ARTOLA, Miguel – La Hacienda del siglo XIX. Progresistas y moderados. Madrid: Alianza Universidad, 1986.
P., 27.
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25
1203/2, f. 145r-v, 1808 mayo 21. Maria Teresa Matabosch y Domènech, mujer de Narcís Matabosch Mitjén, de
Mataró, reconoce haber recibido de Maria Teresa Domènech, viuda de Ysidro Domènech de Tortellà, y de Ysidro
Domènech, su madre y hermano, 1.500 libras como legítima paterna y materna.
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Todo este volumen, sigue íntegramente este formato desde su primer documento
fechado el 5 de enero26 de 1809 hasta el último del 21 de diciembre27 del mismo año.
El volumen siguiente, de 1810, el Manuale quartum instrumentorum.... (1203/4,
475 folios), contiene diversas características particulares desde el primer folio. En
primer lugar, este volumen, conteniendo documentos de 1810, utiliza exclusivamen-
te papel sellado de Carlos IV del año 1807 (tres años antes) desde el inicio hasta el
folio 218v; en cambio, a partir del folio 219r (documento de 5 de julio de 181028)
alterna con papel de 180829 (dos años antes).
Hay algunos casos particulares interpolados, en que no corresponde el sello o la
fecha:
a. Testamento de Jaime Llongueras, notario real y causídico, ciudadano de
Barcelona, de 11 de abril de 1809; papel sellado de Carlos IV, de 1808, con
las tres habilitaciones de Fernando VII, del Lugarteniente y de 1809 (folios
71r-74v)
b. Antón Arbós, sastre de Barcelona, vende a Gabriel Molins, payés de la parro-
quia de Sant Andreu del Palomar, una casa en la calle de Sant Andreu, fechado
en Badalona el 3 de diciembre de 1810; papel sellado de Fernando VII para
1810 (folios 414r-417v)
Este uso combinado de papel sellado de 1807 y 1808 para el año 1810 no tiene
en sí mucha transcendencia, pero sí la tienen las habilitaciones con que se da vali-
26
1203/3, f. 1r-v, 1809 enero 5. Don Pedro Fábregas y Marimón, vecino de Barcelona, presenta una letra de cambio.
1202/3, f. 215r-216r, 1809 diciembre 21. Ignàsia Tamarit y Rius, mujer de Benet Tamarit, pintador de indianas de
27
Barcelona, hace ápoca de 75 libras al Sr. Miquel Morató y Alsina, también ciudadano de Barcelona.
28
1203/4, f. 219r. 1810, julio, 5. Bárbara Ramis, de Bárbara Ramis y Sobrinos, nombra procurador a Salvador Llon-
gueras, practicante de causídico residente en Tarragona (folios 219r-220r)
29
Así pues, es papel de 1807 del folio 1 al 218, más los folios 221-224, 231-232, 245-248, 253-256, 259-260, 263-
282, 287-290, 293-294, 329-383, 394-413, 418-419, 430-431 y 468-469, de manera que el resto es de 1808.
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dez anual al papel. Así, desde el 29 de diciembre de 180930, los textos escritos con
papel sellado de Carlos IV de 1807, llevan impresa una sola nota: VALGA PARA
EL REYNADO DE S. M. EL Sr. D. JOSEF NAPOLEON I. AÑO DE 1810.
El papel de 1808, en cambio, sigue llevando las tres validaciones Valga para el
reynado de S.M. el Sr. D. Fernando VII, Valga por el gobierno del Lugar-teniente
General del Reyno y Valga para el año de mil ochocientos nueve.
Esta habilitación para José Napoleón es válida hasta el 14 de junio31, puesto que
al día siguiente, 15 de junio, se añade una nueva habilitación: dos sellos, uno a
tinta y otro en seco, del GOVERN DE CATALUNYA32 (en febrero, Napoleón decre-
tó la creación de gobiernos militares específicos para Cataluña, Aragón, Navarra y
Vizcaya), indiferentemente de que ya no lleve (folio 163r33) o siga llevando (folio
165r34) la anotación de Josef Napoleón I:
30
1203/4, f. 1r-2r, 1809 diciembre 29. Testamento de Jaume Sabadell, habitante de Barcelona.
31
1203/4, f. 160r-161r, 1810 junio 14. Gertrudis Mayol y Vaixeras, viuda de Joseph Mayol, passamaner de Barce-
lona, toma posesión de la casa de su difunto marido en la calle Sant Ramon.
32
La existencia de “Timbres franceses emitidos en Cataluña” ya es conocida, aunque no estudiada en detalle:
PARDO CAMACHO, Ricardo - El papel timbrado en España 1637-2009. [Em linha]. [Acedido a 29 de setembre
de 2018] Disponível na internet: http://www.aulamilitar.com/timbrologia.pdf
33
1203/4, f. 163r-164r, 1810 junio 15. Joan Elias y Bosch, notario público de Barcelona, nombra administrador de
sus bienes a Eudald Rovira y Elias, su sobrino, también notario público de Barcelona.
34
1203/4, f. 165r-v, 1810 junio 15. Theresa Vilarem y Arolas, soltera, de Barcelona, reconoce haber recibido de
Manuel Alsina y Martí, notario público de Barcelona, 2.100 pesos en vales reales.
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1203/4, al f. 219r. (219r-220r) 1810, julio, 5. Bárbara Ramis, de Bárbara Ramis y Sobrinos, nombra procurador a
Salvador Llongueras, practicante de causídico residente en Tarragona (folios 219r-220r)
36
1203/8, al f. 161v. (161r-163r) 1812 abril 18. Testamento de Jaume Guimerà, comerciante de Barcelona.
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Por lo que respecta al papel sellado de 1808, con las tres habilitaciones y que se
encuentra a partir del folio 219r37, simplemente se le añaden los dos sellos, con lo
que pasan a tener cuatro habilitaciones:
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Por último, el inicio del volumen pone de manifiesto una particularidad cronoló-
gica: el primer documento es el testamento de Jaume Sabadell, carretero, habitante
de Barcelona, y está fechado el 29 de diciembre de 181040: Fet y firmat fonch lo
present meu testament en esta ciutat de Barcelona, als vint y nou dias del mes de
desembre del any de la nativitat de Nostre Senyor Déu Jesu Christ de mil vuyt-cents
y deu, datación que nos pone en evidencia el sistema utilizado todavía en el notaria-
do, el de la Natividad, de tal manera que corresponde en realidad al 29 de diciembre
de nuestro año 1809.
No hay cambios en el año 1811, así que el volumen siguiente, Manuale quintum
instrumentorum… (1203/5, 565 folios) sigue las parecidas características del ante-
39
1203/4, f. 428r-429v, 1810 diciembre 10. Madalena Creixell, viuda de Juan Creixell, cadillaire de Barcelona,
promete pagar 400 libras, 10 sueldos, 4 denarios a Lázaro Barabino, comerciante de Barcelona.
40
1203/4, f. 1r-2r, 1809 diciembre 29. Testamento de Jaume Sabadell, habitante de Barcelona.
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rior, es decir, se trata por un lado de papel del sello de Carlos IV para 180741, habi-
litado con los dos sellos del Govern de Catalunya (poco más de un 10 por ciento de
éstos cuenta con la habilitación para Josef Bonaparte I). Este papel de 1807 alterna,
como el volumen anterior, con papel de Carlos IV del año 1808, con las modifica-
ciones para Fernando VII, para el Lugar-teniente General del Reyno, para el Año de
1809 y con los dos sellos del Govern de Catalunya.
Contiene algunas anomalías con documentos interpolados que no corresponden
por el año o por el sello:
a. Testamento de Mariano Prats, comerciante de Barcelona, de 17 de agosto de
1808; documento insertado en papel del sello cuarto de Carlos IV para 1808,
más las habilitaciones de Fernando VII y del Lugarteniente (folios 205r-210v)
b. Carta de Enrique Morales, juez de Primera Instancia del distrito del Pi, de 24
de diciembre de 1863, con sello provisional de 1885 y sello en seco de Isabel
2ª, pidiendo que el notario entregue a María Ana Gusí copia auténtica de una
escritura de venta (sin foliar, entre 210v y 211r)
c. Josep Maria Font y Espona, antes domiciliado en Barcelona, ahora en Solsona,
y encontrándose en la Parroquia de Sant Vicenç de Sarrià, hace debitorio de
10.855 libras a Francisco Casals, en papel del sello cuarto de Fernando VII de
1810 con las habilitaciones Por el aumento Provincial ocho mrs. de vn. (rúbri-
ca) y Valga para el año de mil ochocientos once (rúbrica), fechado en Sarrià,
el 19 junio de 1811 (folio 318r-v)
d. Josep Maria Font y Espona, antes domiciliado en Barcelona, ahora en Solsona,
y encontrándose en la Parroquia de Sant Vicenç de Sarrià, nombra procurado-
res a Juan Serra y Ginesta y Josep Font, vecinos de Barcelona, para alquilar y
arrendar cualesquier mansos, heredades, tierras, casa, honores y posesiones en
cualquier parte que sea, en el mismo papel del sello que el anterior, fechado en
Sarrià, el 19 de junio de 1811. (folios 318v-319v)
e. Testamento de Ignasi Plana y Fontana, notario público real colegiado de
número de Barcelona, del 27 de junio de 1811, en papel de Carlos IV para
1807, con las habilitaciones de Josef Napoleón I y los dos sellos del Govern de
Catalunya (folios 359r-362v)
f. Testamento del reverendo Pere Màrtir Vila y Valldeneu, presbítero beneficiado
de la parroquia de santa Maria del Mar de Barcelona, del 23 de agosto de 1811,
en papel de 1807, con las habilitaciones de Josef Napoleón I y los dos sellos
del Govern de Catalunya (folios 426r-428v)
g. Testamento de Agustí Martí, comerciante de Barcelona, del 21 de octubre de
1809, en papel de 1807, con las habilitaciones de Josef Napoleón I y los dos
sellos del Govern de Catalunya (folios 447r-451v)
41
Corresponden a 1807 los folios 7-12 15-22, 29-54, 75-78, 83-204, 211-214, 217-224, 233-234, 237-240, 247-248,
251-278, 297-306, 312-316, 319-320, 323-324, 333-334, 339-342, 345-348, 351-352, 355-362, 367-372, 375-380,
395-412, 415-432, 439-446, 452-467, 472-473, 484-507, 516-523 y 562-564. El resto corresponde a 1808 o a algu-
nas interpolaciones.
454
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Solamente en tres casos especiales vemos otro tipo de sello en estos folios, pero
se trata de documentos interpolados redactados en años anteriores y que no contra-
dicen nuestra afirmación:
a. El testamento de Rafel Oliva y Vives, de 9 septiembre de 1796, en un docu-
mento insertado redactado en Papel del Sello de Carlos IV de 1796 (folios
430r-435v)
b. Un codicilo del mismo Doctor Don Rafel Oliva y Vives fechado el 19 septiem-
bre de 1808, con papel del Sello de Carlos IV de 1808 (folios 440r-442v)
42
Para 1807, folios 1-136, 139-140, 149-150, 159-160, 165-176, 179-198, 201-202, 208-252, 255-256, 261-276,
283-284, 312-313 y 426-427.
43
Para 1808, folios 137-138, 141-148, 151-158, 161-164, 177-178, 199-200, 203-206, 253-254, 257-260, 277-282,
285-311 y 314-425.
44
1203/6, f. 428r-438v. 1812 junio 16. Teresa Oliva y Fontana, viuda de Rafael Oliva y Vives, doctor en derecho,
solicita la publicación del testamento de su difunto esposo.
45
En los folios 428r-v, 436-439, 443-444, 451-521.
455
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Hay algunas pequeñas anomalías, como en los folios 314 a 425 que les falta
la validación de 1809, y en el folio 332r46, sin validación del Lugar-teniente ni de
1809. Además, el 25 de junio (folio 484r47) se produce un cambio en la tasación, que
pasa de 3 Rs. a 75ç, alternándose los dos valores hasta el final del volumen48; pero
no hay diferencia de diseño ni en el sello en tinta ni en el sello en seco49.
En un caso, al folio 494r50, falta la tasación de 3 Rs. o 75ç; esto y las diferentes
calidades de impresión, ángulos o altura con que está impreso el precio, pone de
manifiesto que se añadía posteriormente al sello.
Este formato sigue en el volumen siguiente, segunda parte de 1812, (1203/7, 433
folios): Manuale septimum secunde partis instrumentorum ... Usa sólo los dos sellos
del Govern de Catalunya, con un valor de 75ç. (con la sola excepción de los folios
172r-175v, con el valor de 3 Rs)
Hay también algunas anomalías con documentos interpolados:
a. Testamento de Ygnacio Comelles, escribano de la curia real ordinaria, del
6 de julio de 1809, con Papel del sello quarto de Carlos IV de 1808 (folios
46
1203/6, f. 332r-333r, 1812 mayo 9. Testamento de Josefa Sterling, viuda de Pedro Sterling..
1203/6, f. 484r-486v, 1812 junio 25. Acta de la reunión de panaderos de Barcelona, presidida por don Ramón
47
Dufurd, comisario.
48
De 75 ç. en los folios 484-487, 492-498, 500-501 y 520, y de 3 Rs. en folios 488-491, 498-499 y 502-519.
49
Uno de los poquísimos ejemplos de sellos que no fueron cancelados está al folio 82r en 1203/8, f. 80r-84r, 1813
enero 23. Capítulos matrimoniales entre Salvador Colomer, trabajador de estambre, y Teresa Febrés y Rubí, de
Barcelona.
50
1203/6, f. 492r-497v, 1812 mayo 11. Acuerdo entre Narciso Dupré, comerciante de Barcelona representando la
sociedad Huguet y Duprés, y Cornelio Hoppe, representando las casas de A.C Sahneke y Kolls y de Juan Friedrich
Kalckmann, comerciantes de Hamburgo. También falta la tasación al folio 1r del volumen 1203/8, de 1813.
456
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
El año siguiente, 1813, (1203/8, 506 folios) se divide también en dos volúmenes,
primero de los cuales, Manuale octavum prime partis instrumentorum.... continua
completamente en la línea del anterior, solamente con los dos sellos por valor de
75ç.
51
La fecha es del primer documento después de la portada: 1203/9, f. 1r-v, 1813 junio 1. José Formanti presenta una
letra de cambio a Ramon Duford, comisario inspector de lo interior de Barcelona, en la casa de Hubert de Beau-
mont Brivarac, comisario general de policía de la Baxa Cattalunya, en la Rambla.
52
El ejemplar encontrado con los sellos sin rallar se encuentra en 1203/11, f. 270r-273r, 1813 abril 30. Testamento
de Francisco Guillem Sorgelet, comerciante, habitante de Barcelona.
457
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
53
1203/9, f. 223r-225v. 1813 julio 28.Testamento de Martín Masdeu.
54
1203/10, f. 233r-234r, 1814 mayo 7. Testamento de Juan Zanotti, comerciante de Barcelona.
55
1203/10, f. 235r-v, 1814 mayo 4. Albert Antoine Hazon, chevalier de Fraquier, y Françoise Huguette Guyard,
viuda de Prevost, ejecutores tesamentarios del Principe de Conty, declaran la cantidad que queda de los bienes del
difunto Conty.
56
1203/10, f.237r-v, 1814 mayo 7. Martín Rey, comerciante, nombra procurador a Michel Rivoiron, negociante de
Lyon.
458
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
A partir de este momento, el Papel del Sello entra en otros modelos y en otras
circunstancias, siempre para Fernando VII, con cuatro variantes, aunque todos van
timbrados de corona real y con el Collar del Toisón:
57
1203/11, f. 1r-2rv, 1814 mayo 13. Nicolás Lupardo, comerciante de Barcelona, nombra procurador a Jopsep Vila
y Carrera, vecino de Vilassar, y a Joseph Julià y Romaguera, residente en Mataró.
459
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
a. el mencionado papel de 1813 validado para 1814, con escudo cordiforme y sin
encartuchado, con la citadas habilitaciones.
b. a partir del folio 83r58, con un documento fechado en 4 de julio de 1814, apare-
ce otro tipo con papel de 1814, con escudo ovalado y encartuchado y la leyen-
da: 1814· FERD · VII · D · G · ET · CONST · MONARCH · HISP · REX·, de
Fernando VII y sin habilitaciones, que alterna con el anterior.
c. a estos dos tipos se añade el 1 de septiembre de 1814 un tercer modelo a partir
del folio 246r59, de papel de 1813, con un sello más grande y escudo encar-
tuchado, con la leyenda FERD · VII · D · G · ET · CONST · MONARCH ·
HISP · REX·, y las habilitaciones Por el aumento Provincial ocho mrs. de vn.
(rúbrica) y Valga para el año de mil ochocientos catorce (rúbrica), que tam-
bién alterna con los dos anteriores.
d. finalmente, al folio 429r60 aparece un nuevo y definitivo sello en papel de
1814, también ovalado y encartuchado, sin referencias a la Constitución:
1814· FERD· VII · D · G · HISPANIARUM · ET · INDIARUM · REX·. Éste
desplaza todos los anteriores y es el único hasta el final del volumen.
460
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
galerias de las Cortes, con que se imponia y aterraba; y á lo que era verdaderamente
obra de una faccion, se le revestia del especioso colorido de voluntad general, y por
tal se hizo pasar la de unos pocos sediciosos, que en Cádiz y despues en Madrid,
ocasionaron á los buenos cuidados y pesadumbre.” Considera que se aprobaron “no
leyes fundamentales de una Monarquía moderada, sino las de un gobierno popular,
con un Gefe o Magistrado, mero egecutor delegado, que no Rey, aunque allí se le dé
ese nombre para alucinar y seducir á los incautos y á la nación.”
Finalmente, hace la declaración que “...mi Real ánimo es no solamente no jurar
ni acceder á dicha Constitucion ni a decreto alguno de las Cortes generales y extraor-
dinarias y de las ordinarias actualmente abiertas, á saber, los que sean depresivos
de los derechos y prerogativas de mi soberanía, establecidas por la Constitucion
y las leyes en que de largo tiempo la nacion ha vivido, sino el declarar aquella
Constitucion y tales decretos, nulos y de ningun valor ni efecto, ahora ni en tiempo
alguno, como si no hubiesen pasado jamas tales actos, y se quitasen de enmedio del
tiempo, y sin obligacion en mis pueblos y súbditos, de cualquier clase y condicion,
á cumplirlos ni guardarlos.61”
Creía posible, igual que otros príncipes europeos, la vuelta al Antiguo Régimen,
pero en realidad lo que todos ellos hicieron fue crear unos regímenes autoritarios y
represivos62: el 1 de junio dispuso “el castigo y escarmiento de los malos, y de los
inquietos y díscolos, que descaradamente han tratado de trastornar la constitucion
fundamental del reino, o de establecer y sostener el Gobierno intruso”, y mandó que
los Jueces procedieran “á la calificacion de personas contra quienes haya pruebas de
abuso en la conducta que hayan tenido hasta ahora, excusando el arresto de aquellas
de quien prudentemente se espere que no puedan alterar la tranquilidad y orden
público, y poniendo en libertad á las de estas circunstancias que se hallen actual-
mente arrestada” 63. En 30 de junio desarrollaba aquella calificación proponiendo
cuatro categorías: “los que no han admitido empleo del usurpador... los que le han
servido en los mismos empleos que antes tenían ... los que han obtenido ascensos
que no sean de escala “o distinciones “que den lugar á presumir que servian al usur-
pador no por debilidad o estimulados por la miseria, sino por inclinacion” y “los
que no contentos con servirle, han contribuido á extender su partidos, seduciendo a
otros, ó persiguiendo á los buenos y leales españoles.” Para que no se queden “los
buenos sin premio, los débiles sin la compasion debida a la humana fragilidad, y los
malos y perversos sin la separacion ó castigo” 64.
Restableció el Consejo de Indias, la Inquisición, “los Ayuntamientos … donde
los había en el año de 1808 en la planta y forma que entonces tenían...”, el sistema
61
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos del rey don Fernando VII año primero de su restitucion al
trono de las Españas. Madrid: Imprenta Real, 1816. pp. 1-8.
62
ARTOLA, Miguel – La Hacienda del siglo XIX. Progresistas y moderados. Madrid: Alianza Universidad, 1986.
p. 51.
63
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 1-8.
64
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 106-107.
461
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
65
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 84-89.
66
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 107-108.
67
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 196-1978.
68
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 161-169.
69
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos …. pp. 319-322.
BASCAPÉ, Giacomo C.; PIAZZO, Marcello del – Insegne e simboli. Araldica Pubblica e privata medievale e
70
moderna. Roma: Ministerio per i Beni Culturali e ambientali, 1983. Araldica napoleònica in Italia, pp. 745-918.
71
Leggi del Gran-Ducato della Toscana pubblicate dal 27 d’Aprile 1814. a tutto l’anno corrente per ordine di
tempi. Firenze: Stamperia Gran-Ducale, 1814. p. 3-4.
72
Leggi del Gran-Ducato della Toscana pubblicate dal di’ 15. Novembre 1814. al 31. Decembre di detto anno per
ordine di tempi. Firenze: Stamperia Gran-Ducale, 1814. p. 3-5.
73
Leggi del Gran-Ducato della Toscana pubblicate dal 27 d’Aprile 1814. a tutto l’anno corrente per ordine di
tempi. Firenze: Stamperia Gran-Ducale, 1814. p. 55-56.
462
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Dentro del ámbito del desmantelamiento del sistema napoleónico, está la Real
Cédula de 19 de febrero de 1815 sobre el valor de las causas civiles y criminales del
“Gobierno intruso”, de las que se dudaba de su validez. Así, se dispone que: 1. los
pleitos sin sentencia definitiva se continúen y se determinen por los tribunales que
corresponda; 2. que las sentencias definitivas en primera y segunda instancia entre
partes que hubieran permanecido en país ocupado, se tengan por subsistentes; 3. se
determina en qué casos y manera se puede conceder una única nueva instancia que
se podría solicitar en el término de cuatro meses; 4. que no queden excluidos diver-
sos tipos de recursos; 5. que se observen las acciones capaces de producir nulidad;
6. que las actuaciones y sentencias sobre las personas que abandonaron sus casas y
se trasladaron a país libre no tengan valor alguno; 7. lo mismo en las causas crimi-
nales contra las personas calificadas de delincuentes “por ser fieles a la patria”; 8.
sobre su aplicación en las causas criminales por delitos comunes; 10. que no tengan
valor las actuaciones civiles o criminales que toquen a los tribunales eclesiásticos
y que fueron transferidos a los seculares; 11. lo mismo en las causas criminales y
civiles contra militares.
El apartado que más interesa es el punto 9º: Que para remover la odiosidad que
lleva consigo todo lo hecho por el gobierno intruso ó bajo su dominación en los
procesos, pleitos é instrumentos públicos que se dan por subsistentes, se ponga una
nota en que se exprese que se habilitan por Mí, y se tilde y borre el sello del intruso,
sin cuyas circunstancias no tendrán valor alguno. 78
74
Leggi del Gran-Ducato della Toscana pubblicate dal 27 d’Aprile 1814. a tutto l’anno corrente per ordine di
tempi. Firenze: Stamperia Gran-Ducale, 1814. p. 36-37.
75
Creada por decreto imperial en Bayona, el 12 de mayo de 1808. Bollettino delle Leggi, Decreti Imperiali e Deli-
berazioni della Giunta di Toscana publicate nei Dipartimenti dell’Arno, dell’Ombrone e del Mediterraneo, vol. I.
Firenze: Presso Piatti, 1808-1809. pp.2-3.
76
Creada por decreto imperial en Bayona, el 12 de mayo de 1808. Bollettino delle Leggi, Decreti Imperiali e Deli-
berazioni della Giunta di Toscana publicate nei Dipartimenti dell’Arno, dell’Ombrone e del Mediterraneo, vol. II.
Firenze: Presso Piatti, 1808-1809. pp.92-107.
77
Creada por decreto imperial en Bayona, el 12 de mayo de 1808. Bollettino delle Leggi, Decreti Imperiali e Deli-
berazioni della Giunta di Toscana publicate nei Dipartimenti dell’Arno, dell’Ombrone e del Mediterraneo, vol. II.
Firenze: Presso Piatti, 1808-1809. pp.364-367.
78
MARTÍN DE BALMASEDA, Fermín – Decretos del rey don Fernando VII año segundo de su restitucion al
463
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Ésta es la base para la cancelación de los sellos que constan como papel sellado
en estos libros notariales. Efectivamente, el notario Antonio Ubach y Claris hace
constar al final de cada volumen, y en ocasiones al final de la redacción de algunos
documentos, la anotación En cumplimiento de la Real Cédula de 19 febrero 1815
borré todo lo del intruso govierno. Antonio Ubach y Claris (rúbrica)79
464
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Pero la voluntad del notario no se limita al sello, como se le pide por la mencio-
nada Real Cédula, sino que cancela todo lo que hace referencia a administración,
normativa o estructura documental francesa.
85
1203/6, f. 257r-260r, 1812 abril 13. Nicolau García, comerciante de nación maltés, coheredero de los bienes de
Lluís Zammit, difunto, también maltés, hace inventario de bienes.
86
1203/4, f. 1r-2r, 1809 diciembre 29. Testamento de Jaume Sabadell, habitante de Barcelona.
465
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
87
1203/4, f. 22v-23r. 1810 febrero 1. Ratije Roux, del comercio, presenta una letra de cambio de 28 de mayo de
1808.
88
1203/6, f. 83r-85v, 1812 febrero 4. Pau Baltà, payés de Sants, vende a Joseph Gelabert, fabricante de indicanas,
una viña del mas de Sant Ferriol, en Montjuïc. Inserta la petición de permiso para vender dirigida al Governador
General de Barcelona y la respuesta.
466
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
89
1203/4, f. 229r-230v, 1810 julio 8. Testamento de Tomás Alaret, colchonero, ciudadano de Barcelona.
467
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LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
También son canceladas las notas puestas al margen expresando la suma de las
tasas a pagar90.
90
1203/9, f. 202r-206v. 1813 octubre 13. Capítulos matrimoniales entre Pau Cuyàs, payés del Pla de Barcelona, y
Rosa Estaper, de Sant Vicenç de Sarrià.
91
1203/4, f. 235r-236r, 1810 julio 11. Testamento de Feliu Viñas, tintorero de sedas de Barcelona.
1203/8, f. 38r-41r, 1813 enero 12. Capítulos matrimoniales entre Narcís Sicre y Drop, fabricante de espadas de
92
468
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
Para acabar, todos los volúmenes del 2 al 10, que entran en el periodo de marzo
de 1808 a mayo de 1814, contienen tres anotaciones en sus últimos folios96:
a. El cierre del volumen hecho por el notario: De premissis in his quatuor centum
trigessimi tertii papyrei in presenti Manuale contentis fidem prebeo ego idem
Antonium Vbach et Claris, nottarium, et meum quo utor appono sig+num.
(rúbrica)
b. La referencia a la cancelación de la emblemática napoleónica, escrita también
por el notario: En cumplimiento de lo prevenido por Su Majestad (que Dios
guarde) con su Real Cédula de diez y nueve de febrero mil ochocientos quinze,
borré todo lo del intruso Gobierno. Antonio Ubach y Claris (rúbrica).
c. La revisión de los volúmenes por el juez de la visita97: Visto y examinado
este protocolo y sus escrituras por el Señor Don Joaquín López de Olivas, del
Consejo de Su Majestad, su Oidor en la Real Audiencia de este Principado
y Juez de la actual visita, que comprehende los doce años últimos, y lo firmó
en la ciudad de Barcelona, á veinte y siete de Mayo de mil ochocientos diez
y seis. Doy fee. Joaquín López de Olivas (rúbrica). Josef de Pomareda y de
Amar, escribano secretario (rúbrica).
****
96
En un folio añadido al final, con papel del sello de Fernando VII de 1816, excepto en los volúmenes 1203/2 y
1203/5, porque tiene papel suficiente y no necesitan adición.
97
Hasta el volumen 1203/13 de 1815. El volumen siguiente, de 1816, fue revisado en 31 de mayo de 1821 por José
Víctor Oñate, juez de aquella visita.
469
GERARD MARÍ I BRULL
LA CANCELACIÓN DE LA HERÁLDICA NAPOLEÓNICA DEL GOVERN DE CATALUNYA (1810-14)
470
Abordagens transversais
e interdisciplinares
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO
NO SÉCULO XVI1
FILIPA ARAÚJO
Centro Interuniversitário de Estudos Camonianos (UC)
medeiros.filipa@gmail.com
1
Este trabalho foi desenvolvido ao abrigo do projeto de pós-doutoramento intitulado “Signos mudos e imagens
falantes: a receção da linguagem logo-icónica na cultura portuguesa do Barroco” SFRH/BPD/107747/2015, finan-
ciado pela FCT no âmbito do POCH - Programa Operacional Capital Humano, comparticipado pelo Fundo Social
Europeu e por fundos nacionais do MCTES.
473
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
dence that the logo-iconic language had impact on Camonian work, selecting some
meaningful texts from Os Lusíadas and displaying furthermore the emblematic
devices invented by Camões. According to this perspective, new light will be shed
on the importance of symbolic compositions and heraldic language in 16th century
Portuguese culture.
474
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
artísticos. Essa linguagem simbólica estava, então, ligada a uma determinada cama-
da social, mediante um sistema codificado e sob a égide da autoridade soberana, que
se assumia como fonte honorífica.
Contrariando este princípio elitista, Alciato propunha que o uso de símbolos fosse
alargado a todos os homens cultos, de modo a exprimirem determinados conceitos.
Estes eram veiculados por composições latinas que conjugavam um mote breve (ins-
criptio), uma pictura e um epigrama ou subscriptio (Fig. 1). As potencialidades retó-
Fig.1. Emblema dedicado ao duque de Milão. Alciato, Emblemata. Paris: Jean Richier, 1584, p. 2.
475
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
ricas da linguagem logo-icónica justificam o sucesso desta nova tipologia textual, que
se revelou capaz de reaproveitar o repertório visual divulgado pelo imaginário da poé-
tica clássica, encaixando-se perfeitamente no horizonte de expectativa da Literatura
renascentista.4 Além disso, tal como previra Alciato, os seus emblemas ofereciam um
fértil repertório de tópicos que foram amplamente aproveitados pelas artes.
A familiaridade do autor com a heráldica é, de resto, atestada por vários emble-
mas, nomeadamente aquele em que descreve as armas do duque de Milão (Fig. 1) ou
a composição alusiva ao próprio brasão familiar.5 A relação tributária dos emblemas
alciatianos com essa matriz foi, de resto, claramente assinalada pelos tratadistas do
Renascimento e do Barroco, que discutiram em profundidade os antecedentes deste
novo género, cuja essência parece corresponder a uma versão literária do stemma.6
Procurando estabelecer uma linha sucessória desta linguagem simbólica, os escu-
dos homéricos são apontados como fonte de uma prática que teve continuidade nas
insígnias imperiais e militares do período romano, percursoras das bandeiras e dos
estandartes ostentados pelos cavaleiros medievais.7
Na senda dos Emblemata, multiplicaram-se as edições de livros de emblemas,
atingindo uma popularidade impressionante entre os círculos cultos de toda a
Europa. Este sucesso contribuiu para a miscigenação do formato original, que foi
absorvendo a contaminação de tipologias afins como as recolhas de empresas, refle-
tindo o interesse do século XVI pela sistematização da heráldica e pela linguagem
simbólica em geral. O esbatimento da distinção entre emblema e empresa verifi-
ca-se, já em 1549, no título da tradução dos Emblemas de Alciato que Marquale
apresentou como Diverse imprese. E afigura-se também significativo que as Devises
heroïques (1551) de Claude Paradin8 tenham acrescentado, na versão alargada de
4
O célebre Emblematum Liber contou com mais de centena e meia de edições até ao século XVIII, consagrando-
se como uma das obras mais difundidas em toda a Europa. A versão inicial, publicada em Ausburgo por Steyner,
continha apenas 104 emblemas, mas foi aumentada até atingir o total de 212 na última edição revista pelo autor, em
1550. A obra originou muitas edições anotadas, com comentários e traduções. Além disso, o formato tríplice serviu
de inspiração a muitos outros livros de emblemas, permitindo inúmeras variações temáticas e formais. Em Portugal,
Vasco Mousinho Castelbranco foi um dos primeiros cultores de emblemas, quer numa parte do Discurso sobre a
Vida e Morte da Rainha Santa Isabel e outras varias Rimas (1596), quer ainda nos Dialogos de varia doctrina
illustrados com emblemas (ms. – BNPortugal, Cod. 13167). Sobre a receção de Alciato na literatura portuguesa,
vide Araújo, Verba significant...
5
Emblema Nunquam procrastinandum. Veja-se Alciato, Emblemata, f. 5v.
6
Sobre o aproveitamento da herança heráldica em Alciato, veja-se Pastoureau, Aux origines de l’ emblème: la crise
de l’ heraldique europeènne aux XV et XVI siècles. In Emblèmes et devises au temps de la Renaissance. Paris: Jean
Touzot, 1981, p. 129-136.
7
Vários tratadistas defendem esta sequência, nomeadamente Claude Mignault, no texto que serve de introdução à
sua edição comentada de Alciato. Vide Mignault, Syntagma de symbolis. In Omnia Andreae Alciati V. C. Emblemata
cum commentariis. Antuerpiae: Ex officina Christophori Plantini, 1577, p. 38-42. Os fundamentos comuns entre a
armaria e os novos formatos logo-icónicos foram dissecados por Ménestrier no tratado Le Veritable Art du Blason et
la Pratique de Armoiries depuis leur institution (1671).
8
Claude Paradin (1510?-1573), cónego da igreja colegial de Beaujeu, perto de Lyon, compôs três obras de matriz
iconográfica, todas publicadas nos prelos de Jean de Tournes: Devises heroïques (1551), Quadrins historiques de la
Bible (1553), que consistia numa versão emblemática de histórias do Velho Testamento, e Alliances genealogiques
des rois et princes de Gaule (1561), uma descrição heráldica da monarquia francesa. Na edição revista, as Devises
476
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
1557 (Fig. 2), uma explicação do composto logo-icónico que contribuiu para tornar
o formato mais próximo da estrutura tríplice dos emblemas de Alciato.
Paolo Giovio9 foi um dos mais fervorosos impulsionadores da discussão teórica
sobre os princípios genológicos da empresa e o Dialogo delle imprese militari et
integraram 64 novas composições e comentários para identificar a personalidade visada ou sugerir a aplicação uni-
versal do composto. Plantin assumiu os encargos da estampagem a partir de 1561, anexando uma pequena coleção
de composições de Gabriel Simeoni, além de traduzir as glosas para latim.
9
No prefácio do Dialogo, Paolo Giovio (1483-1552), bispo de Nocera, estabeleceu as cinco regras de ouro para
a composição de empresas. À primeira versão romana não ilustrada de 1555, seguiram-se duas impressões distin-
tas mas quase simultâneas: uma comentada por Ludovico Domenichi (1515-1564), a outra preparada por Ruscelli
(1500-1566). A edição mais completa do Dialogo dell’ Imprese militari et amorose di Monsignor Giovio … et del S.
Gabriel Symeoni… com un ragionamento di M. Lodovico Domenichi foi publicada em Lyon, appresso Guglielmo
Rovillio, no ano de 1574.
477
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
10
Giovio, Dialogo..., p. 9-10: “Non è punto da dubitare, che gli antichi usassero di portar Cimieri & ornamenti ne
gli elmetti e ne gli scudi: perche si vede chiarame[n]te in Vergil. qua[n]do fà il Catalogo delle genti, che ve[n]nero
in fauore di Turno contra i Troiani, nell’ottauo dell’Eneida; Anfiarao ancora (come dice Pindaro) alla guerra di
Thebe portò un dragonenello scudo. Statio scriue similmente di Capaneo & di Polinice; che quelli portò l’Hidra, e
questi la Sfinge. Leggesi etiandio in Plutarco, che nella battaglia de’ Cimbri comparue la caualleria loro molto visto-
sa sì per l’armi luce[n]ti, sì per la varietà de’ Cimieri sopra le celate che rappresentauano l’effigie di fiere seluaggie
in diuerse maniere”.
11
Cf. Giovio, Dialogo, p. 11.
12
Sobre esta questão, veja-se, entre outos, o estudo de Hablot, La devise, mise en signe du prince, mise en scène
du pouvoir. Les devises et l’emblématique des princes en Europe à la fin du Moyen Age. Poitiers: Université de
Poitiers, 2001.
13
Avelar e Ferros defendem que o uso de empresas se difundiu na corte lusitana após a chegada de D. Filipa de
Lencastre (1360-1415), mas só ganhou expressão na segunda metade do século XIV, porque se afirmou, a partir daí,
como reação contra o formalismo das armas imposto pelos arautos. Vide Avelar e Ferros, As Empresas dos Prínci-
pes da Casa de Avis. In Os Descobrimentos Portugueses e a Europa do Renascimento. «O Homem e a Hora são um
só». A Dinastia de Avis. Lisboa: Presidência do Conselho de Ministros, 1983, p. 227-245.
478
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
Este testemunho comprova que Portugal cedo seguiu a tendência dos grandes
centros culturais europeus, no que diz respeito ao uso das empresas como comple-
mento da heráldica formal. Com o desenvolvimento da estética renascentista e por
contágio do sucesso alcançado pelos livros de emblemas, esses compostos logo-
icónicos usados como formas de representação do poder aristocrático atraíram o
interesse dos humanistas, que investiram num tratamento literário e erudito daquele
manancial simbólico intimamente associado ao ambiente de corte e à linguagem do
poder.
14
Este é o entendimento de Rau, Les emblèmes et l’histoire des techniques au Portugal au cours des XVe et XVIe
siècles, Histoire économique du monde méditerranéen (1450-1650). [Toulouse]: Privat Éditeur, 1973, p. 490. Faria
e Sousa, embora sem indicar fonte documental, apresentou como empresa de Afonso III uma árvore assolada pelo
vento sob o lema Ni ondas ni ventos. Reproduz também as insígnias pessoais de outros reis da dinastia afonsina,
nomeadamente D. Afonso IV, que teria escolhido uma águia sobre um monte com a letra Altiora peto; D. Pedro I,
que usaria uma estrela com o mote Monstrat Iter e D. Fernando, a quem se atribui uma espada atravessando dois
corações – o primeiro com três flores, o outro com três espigas – e por baixo a letra Cur non utrumque. Vide Faria e
Sousa, Europa Portuguesa. Lisboa: Antonio Craesbeeck de Mello, 1679, p. 110, 150, 178 e 190.
15
Holanda, Da Pintura Antiga. Lisboa: INCM, 1984, p. 212.
16
Para uma síntese da evolução destes códigos nos primeiros armoriais portugueses, veja-se Miguel Seixas, Herál-
dica, representação do poder e memória da nação. Lisboa: Universidade Lusíada Editora, 2011, p. 189-222. Entre
a bibliografia aí citada, destaca-se o estudo de Manuel Norton, A Heráldica em Portugal. Raízes, Simbologias e
Expressões Histórico-Culturais. Lisboa: Dislivro Histórica, 2004.
479
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
ativo dos romances de cavalaria17 e dos relatos de cronistas,18 pelo que os autores
não deixaram de refletir essa prática.
Além disso, na Idade Moderna, o conhecimento das regras de armaria fazia parte
da educação dos homens cultos, porque a heráldica de raízes medievais era entendi-
da não só como uma forma de comunicação, mas também como um erudito sistema
de interpretação da ordem social e política, a que arte emblemática trouxe novo
fôlego. Fazendo eco das alterações significativas que o século XVI operou no enten-
dimento das empresas, Francisco Rodrigues Lobo afirma, no segundo diálogo de
Corte na Aldeia (1619):
Em Portugal é cousa muito antígua nos príncipes trazerem tenções e empresas com letras, e
ainda as usavam mesturadas nas armas reais (...) posto que naquele tempo não estavam tão
apuradas como agora, nem eram sujeitas à arte que delas e para elas fizeram os modernos, não
lhes faltava entendimento e galantaria.19
17
A simbologia heráldica medieval partilha pontos de contacto com o imaginário dos romances de cavalaria sucedâ-
neos do Ciclo Arturiano, nos quais o emblema aparece como símbolo pessoal do herói, muitas vezes associado ao
bestiário fantástico. No caso lusitano, é possível rastrear traços de parentesco entre a arte da armaria e o simbolismo
dos cavaleiros no Bosco Deleitoso, no Palmeirim de Inglaterra e também no Amadis de Gaula, como sugere Nor-
ton, A heráldica..., p. 144.
18
Fernão Lopes, na Crónica de D. João I, cap. XLVII, descreve como o povo de Lisboa foi receber as bandeiras e
os pendões del Rei de Castela, depois da batalha de Aljubarrota (1385), fazendo notar que uma das divisas dos ini-
migos tinha um campo verde “e em meo huũ falcaõ que nas maoõs tinha huũ rotulo com huũ moto que ẽ limguoagẽ
framçes dizia: em boõ ponto”. Veja-se Fernão Lopes, Crónica de D. João I, vol. II. Porto: Livraria Civilização,
1990, p. 123.
19
Francisco Rodrigues Lobo, Corte na Aldeia. Lisboa: Presença, 1991, p. 83.
480
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
das empresas heroicas envolvidas no evento terá vindo a lume, pela primeira vez,
no Cancioneiro Geral (1516) de Garcia de Resende.20 Na nota preambular que as
introduz pode ler-se: “E El-Rei com oito mantedores manteve a tea em ũa fortaleza
de madeira sengularmente feita, onde todos estavom de dia e de noite, que também
justavam. E as letras e cimeiras que se tiram sam estas”.21
A coletânea transcreve, então, o nome de trinta e seis contendores, apresentando,
para cada um, as letras e as cimeiras utilizadas como empresa, ainda que a parte
visual seja descrita por um apontamento ecfrástico. Fica por esclarecer a autoria das
letras, mas, décadas mais tarde, o autor eborense recorreu de novo a esse material
logo-icónico, incluindo-o, sem alterações significativas, na Crónica de D. João II,
cuja primeira versão foi publicada no Lyuro das obras de Garcia de Resẽde, saído
dos prelos de Luís Rodrigues, em Lisboa, no ano de 1545. 22 No capítulo CXXXVIII,
intitulado “De como el Rey deu sua mostra, e do grande estado, e riqueza, e inven-
ções que trazia”, o cronista descreve o desenrolar da justa que decorreu, de quinta a
domingo, com toda a pompa e circunstância:
E a justa foy muyto bem justada, e deramse nella muytos, e grandes encontros, sem auer perigo
algum, e a cimeira del Rey, e dos seus mantedores, e suas letras escreuerey aquy, e assi das dos
aventureiros que me lembrarem.23
Dando a entender que recorre à memória para recordar o cenário a que teria efe-
tivamente assistido, o autor explora as potencialidades visuais do relato ecfrástico
e acrescenta, a título de justificação: “E que se a alguns isto pareça sobejo, outros
auerá que folgaram de o ouuir, que quem escreue não pode contentar a todos”.24
Resende dedica-se, então, a descrever as cimeiras e as letras, começando por el-Rei,
e atentando depois nos oito mantedores que o acompanhavam, para terminar com
uma seleção de aventureiros.25
20
Garcia de Resende, Cancioneiro geral. Lisboa: INCM, 1993, p. 336-343. No Cancionero General de Hernando
de Castillo, 1511, fs. CXXXXr-CXLIIIv, existe uma rubrica intitulada “invenciones y letras de justadores”, na qual
figuram duas composições atribuídas ao português Fernão da Silveira e outra dedicada a uma rainha de Portugal.
21
Cf. Garcia de Resende, Cancioneiro, p. 336.
22
Esta repetição reforça a validade histórica da existência das empresas e, segundo Rubem Amaral Jr., sugere a
hipótese de ser Garcia de Resende o autor das letras. Tal tese é corroborada pelo facto de, na versão do Cancioneiro,
Diogo da Silveira comparecer com duas letras adaptáveis à mesma cimeira, sendo a segunda precedida de uma
indicação a título excecional “sua”. Esta é, de resto, a única diferença significativa entre as duas versões do texto
disponibilizadas, além de haver uma inversão de duas letras (Pero de Abreu e Diogo da Silveira). No entanto, a ver-
são da Crónica fornece epígrafes mais extensas e mais pormenorizadas sobre a identidade dos contendores. Foi, por
isso, preferida na transcrição, que apresenta uma útil resenha biográfica para cada participante. Vide Rubem Amaral
Jr., Empresas heróicas e amorosas lusitanas: letras e cimeiras das Justas Reais de Évora (1490) segundo Garcia de
Resende. Tegucigalpa: s.e., 2001, p. 10-11.
23
Garcia de Resende, Crónica de D. João II e Miscelânea. Lisboa: INCM, 1991, p. 183.
24
Cf. Garcia de Resende, Crónica, p. 182-183. Rui de Pina, no capítulo XLVII da Chronica d’ el Rey D. João II,
apesar de coincidir em muitos pormenores com o relato de Resende, nomeadamente na existência de letras e cimei-
ras, resume as justas de Évora em breves linhas.
25
Este registo parece ter inspirado a “Arenga, ou relação fiel das festas que se fizeram na Cidade de Évora, no prazo
do casamento do Principe D. Affonso, filho do Senhor rei D. João II, fielmente apanhada do seu antigo Original”,
481
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
publicada no volume compilado por António Lourenço Caminha com o título Obras ineditas de Aires Telles de
Menezes e de Estevão Rodrigues de Castro, e de outros anonymos dos mais esclarecidos da litteratura portugueza,
dadas à luz fielmente trasladadas dos seus antigos originaes. Lisboa, Off. Filippe José da França e Liz, 1792, p.
114-129. O editor atribuiu a autoria ao poeta palaciano Aires Teles de Meneses, um dos nomes representados no
Cancioneiro. Nesse texto poético, as letras vêm antecedidas de cinquenta quadras que relatam as núpcias eborenses,
mas os intervenientes não são identificados, nem se descreve a dimensão icónica das insígnias.
26
Veja-se Norton, A heráldica..., p. 405. A história do timbre enquanto dispositivo iconográfico de identificação e
propaganda estética, usado no equipamento dos torneios, mas também em selos, vitrais, panos, tapeçarias, livros e gra-
vuras, começou a escrever-se muito antes do fenómeno editorial das divisas literárias, como salienta Pastoureau, Aux
origines de l’ emblème..., p. 129-136. Em Portugal, só a partir do Livro da nobreza e perfeição das armas (1521-1528),
de António Godinho, os escudos passaram, por indicação régia, a ter um timbre desenhado, mas o termo já aparece
grafado por cima dos elmos no Livro do Armeiro Mor (1509), de João de Cró. A presença do timbre vem confirmada
no Tratado geral de nobreza (1532) de António Rodrigues. Veja-se Norton, A heráldica..., p. 413.
27
Resende, Cronica..., p. 183.
28
Sobre a divisa do casal real, veja-se M. Metelo de Seixas, “As armas e a empresa do rei D. João II. Subsídios para
o estudo da heráldica e da emblemática nas artes decorativas portuguesas”, in As Artes Decorativas e a Expansão
Portuguesa. Imaginário e Viagem. Lisboa: Fundação Ricardo Espírito Santo Silva, Centro Cultural e Científico de
Macau, Escola Superior de Artes Decorativas, 2010, p. 46-82.
29
Recomenda-se a consulta de http://base-devise.edel.univ-poitiers.fr, para o caso francês, e https://www.bidiso.es/
Symbola/ para os exemplos espanhóis.
30
Esta empresa foi reproduzida por Francisco Gómez de la Reguera, Empresas de los Reyes de Castilla. Veja-se
Nieves Pena Sueiro, Sagrario López, Cirilo García Román, “PRO LEGE ET PRO GREGE”, in Symbola: divisas
o empresas históricas. BIDISO (Biblioteca Digital Siglo de Oro), A Coruña. <https://www.bidiso.es/Symbola/
divisa/12> [Consulta: 10-10-2018].
482
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
Fig.3. Emblema de Carlos V. Giovio, Dialogo dell’ imprese. Lyon, Guglielmo Rouillio, 1574, p. 20.
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LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
Muitos outros exemplos podiam ser apontados para comprovar que a amostra
transmitida por Garcia de Resende atesta o uso das empresas em Portugal, recor-
rendo a motivos que revelam um domínio claro das técnicas de composição, numa
fase muito anterior à teorização da ars emblematica. Estes indícios de familiaridade
precoce com o formato emblemático, pelo menos na sua vertente mais próxima da
heráldica, contrastam, porém, com a escassez da produção de livros de emblemas,
sobretudo quando comparada com a dimensão do fenómeno em países com os quais
se verificava uma intensa relação cultural.
484
FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
38
Camões, Os Lusíadas, VIII.1.
39
Sobre esta questão, veja-se Araújo, Verba significant..., p. 310-370.
40
Por via paterna, Camões pertencia a uma família que já era armoriada no final do século XV, mas não parece ter
feito uso de insígnias heráldicas. Veja-se o estudo de Martim de Albuquerque, As armas de Camões (o “Livro antigo
dos Reis de Armas” e o “Livro da Guarda roupa dos Reis de Portugal”). In Revista da Universidade de Coimbra,
vol. 31 (1984), p. 553-568.
41
Veja-se M. V. Leal de Matos, Lírica de Luís de Camões. Antologia. Alfragide: Caminho, 2012, p. 119. Na edição
mais recente desta obra, o conjunto textual surge numa secção intitulada de “Emblema”.
42
Cf. Matos, Lírica, p. 220.
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FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
postos e a intenção satírica que denotam dão a entender que Camões pretendia fazer
uma paródia à moda das empresas. Ainda assim, o autor respeita os códigos de com-
posição e de uso dos compostos. Indiferentes ao simbolismo dos motivos preten-
samente pintados, os cavaleiros camonianos revelam-se incapazes de interpretar o
sentido das bandeiras e mostram-se empenhados em encontrar leituras equívocas da
linguagem simbólica. O torneio prossegue, então, com outro participante:
Outro que no beber lançava a barra inda mais além que os acima escritos tirou por divisa ua
salmandria, passeando por cima de uas brasas de fogo, e a letra dizia.
En el fuego bivo yo.
Mas o pintor errando as letras acertou de pôr: De fogo la bevo yo. Donde os praguentos
quiseram adivinhar que este galante bebia Orraca de fogo. O demónio foi fazer tal erro para
dele sair tamanho acerto. 43
CONCLUSÕES
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LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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FILIPA ARAÚJO
LETRAS E CIMEIRAS: EMBLEMÁTICA E LITERATURA EM DIÁLOGO NO SÉCULO XVI
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD.
TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
1. INTRODUCCIÓN
En el mundo occidental es muy frecuente que las instituciones, los territorios
y las personas hayan utilizado y utilizan diversos elementos para identificarse e
individualizarse frente a entidades similares. Este proceso es fácil de advertir en
el ámbito de los territorios conquistados a los reinos musulmanes por las monar-
quías de la península ibérica. Durante los siglos medievales, los municipios (conce-
jos) de las ciudades y villas incorporadas a los reinos cristianos de Portugal, León,
Castilla, Navarra y Aragón debían fijar los límites territoriales de su jurisdicción,
elaborar o recibir las normas y ordenamientos1 aplicables a la población de sus tér-
1
En el caso de Sevilla este proceso fue iniciado por Fernando III al concederle el fuero de Toledo, con algunas
actualizaciones especificas para Sevilla. Aunque el documento original no se ha conservado, su texto se conoce en
489
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
la confirmación de Alfonso X en 1253: ICAS-SAHP, Archivo Municipal de Sevilla, I-1-5. Editado en Sevilla, Ciu-
dad de Privilegios. Escritura y poder a través del privilegio rodado, Sevilla: Universidad-Ayuntamiento-Fundación
El Monte, 1995, doc. 8.
2
Se trata de una línea de investigación en la que llevamos trabajando desde hace tiempo. Aprovecho la ocasión para
agradecer la colaboración a mis compañeros, en especial Eladia Esperilla y Jose Luis Azcárate.
3
NIETO SORIA, J.M. - Imágenes religiosas del rey y del poder real en la Castilla del siglo XIII. En la España
Medieval, V. Madrid: Universidad Complutense, 1986, p. 711; Fundamentos ideológicos del poder real en Castilla
(Siglos XIII-XVI). Madrid: 1988, p. 42.
490
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
3. EL PENDÓN
4
Vid. el caso de Murcia, con renovaciones bien documentadas, estudiadas por TORRES FONTES, J. - El pendón de
la Ciudad, Estampas de la vida murciana en la época de los Reyes Católicos. Murcia: 1984, pp. 127-134.
5
Vid. a este respecto el trabajo de BONACHÍA HERNANDO, J.A.- Más Honrada que Ciudad de mis Reinos...:
La nobleza y el honor en el imaginario urbano (Burgos en la Baja Edad Media), La Ciudad Medieval. Aspectos de
la vida urbana en la Castilla Medieval. Valladolid: l996, p. 174. En un privilegio de 1266, Alfonso X concedió...
por onrra de la cibdat sobredicha de Murcia, dámosle que ayan senna....Otrosí, les damos seello de dos tablas...
(TORRES FONTES, J. – El pendón…, p.127).
6
Cit. por RUCQUOI, A. - “Des villes pour le Roi”, Realidad e imágenes del poder. España a fines de la Edad
Media. Valladolid: 1988, p. 202.
7
Partida II, tít. 23, ley 13 (Salamanca: 1565, p. 86).
8
LÓPEZ DE AYALA, J. - El pendón real de esta Ciudad [Toledo]. Honores que deben tributársele. Informe. Tole-
do: 1927, pp. 35 y 55.
9
ORTIZ BELMONTE, M. A. - Informe sobre el pendón y el escudo de armas de Córdoba. Boletín de la Real Aca-
demia de Córdoba, 78. Córdoba: 1959, p. 185.
491
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
El pendón de la Ciudad de Sevilla es una pieza única, datada a finales del siglo
XV12. Se trata de una notable pieza textil de ricos materiales y de grandes dimensio-
nes13, con la única efigie del rey conquistador entronizado, con la espada enhiesta y
el globo terráqueo como atributos. El pendón era el símbolo ciudadano que guiaba
10
Para el pendón real de Sevilla, Vid. GESTOSO PÉREZ, J. La bandera y la espada de San Fernando, en Curiosida-
des Antiguas Sevillanas. Estudios Arqueológicos. Sevilla: 1885, p. 59-63. Se trata de un rectángulo de tafetán rojo
de 2,18 x 2,33 m., conservado en la Catedral, dividido en cuatro cuarteles, tres de los cuales en mal estado: sólo el
superior derecho está completo, con un león púrpura sobre fondo de seda blanco. Sobre esta dualidad de pendones
en Sevilla, Vid. ORTIZ DE ZÚÑIGA, D.-Anales...de Sevilla, II. Madrid: 1795, p. 277-278.
11
J.TORRES FONTES, J.- El pendón…, ob. cit., pp. 127 y ss. Vid. un interesante documento de Juan II (1424)
sobre los dos pendones, que debían ser guardados por el regimiento en un arca, publicado por J. ABELLÁN
PÉREZ, J.- Documentos de Juan II. Murcia: 1984, p. 233.
12
El trabajo fundamental sigue siendo el de GESTOSO PÉREZ, J. - Noticia histórico-descriptiva del Pendón de
la Ciudad de Sevilla y de la Hermandad de los Sastres. Sevilla: 1885 y 1891, reedic. Sevilla: Ayuntamiento, 1999.
13
El pendón mide 210 x 281 cm. Vid. NAVARRETE, B.; FERNÁNDEZ, M. - Historia y Patrimonio del Ayunta-
miento de Sevilla. Sevilla: Ayuntamiento, 2014, p. 97-99.
492
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
4. LA BANDERA
Una derivación del pendón, como elemento material aunque con un sentido sim-
bólico muy distinto, es la bandera de la Ciudad de Sevilla, de creación muy reciente
(2004)15, si bien sus elementos compositivos proceden de la tradición iconográfica
sevillana: el color rojo carmesí recuerda al antiguo pendón y las letras NO y DO
unidas por un signo en forma de madeja (NO8DO) está presente en la heráldica de
la ciudad desde el siglo XVII.
5. EL SELLO
14
GARCÍA FITZ, F.; KIRSCHBERG SCHENCK, D.; FERNÁNDEZ GÓMEZ, M. - 1444. Sevilla en guerra. Sevi-
lla: Ayuntamiento-ICAS, 2015.
15
Resolución de la Junta de Andalucía de 30 de noviembre de 2004 (BOJA 246, 20 de diciembre de 2004).
493
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
derecho reconocido para sellar sus documentos constituía una de las manifestacio-
nes más evidentes de la propia capacidad jurídica del concejo16.
La aposición del sello representaba la culminación de todo el proceso de ela-
boración documental, es decir de la capacidad para testimoniar de forma duradera
las funciones de gobierno y de administración de las instituciones concejiles. La
expresión pasar al sello significaba que un determinado documento había supera-
do las diversas operaciones y formalidades de la conscriptio documental. En los
términos siguientes se expresa la siguiente ordenanza de época de Alfonso X: El
seello mayor del conçejo de Sevilla son dos tablas e tiénenlas dos caualleros de la
çibdat por mandato del rey. Et quando algunas cartas son de seellar con este seello
deuen ser otorgadas en conçeio general o en cabillo; et pues que así fueren otor-
gadas, el escriuano mayor de conçeio...va a estos dos caualleros sobredichos con
la carta...quel dan luego sin detenimiento ninguno las tablas e éll seella la carta17.
La impronta, es decir la imagen que queda impresa en el sello, constituye de forma
efectiva la suscripción gráfica del Concejo, en base a su simbolismo institucional,
a un nivel superior al que tenían a los sellos individuales y las firmas personales de
los miembros del Cabildo y oficiales del Concejo que intervenían en la expedición
de documentos.
3. Sello del Concejo, de cera pendiente. Siglo 4. Sello de cera, placado. “Sello Gótico”. 1493.
XIII. Instituto Valencia de Don Juan (Madrid). ICAS-SAHP, Archivo Municipal de Sevilla.
16
CARLÉ, M. C. - El concejo medieval castellano-leonés. Buenos Aires: 1958, p. 58 y ss. Un buen ejemplo de la
importancia jurídica del sello concejil en la Edad Media, con documentación del Cabildo hispalense en época de
Sancho IV, en el trabajo de GONZÁLEZ ARCE, J. D. - Ordenanzas, usos y costumbres de Sevilla en tiempos de
Sancho IV. Historia, Instituciones, Documentos, 22. Sevilla: Universidad de Sevilla, 1995, p. 261-292.
17
GONZÁLEZ ARCE, J. D. - Cuadernos de Ordenanzas y otros documentos sevillanos del reinado de Alfonso X.
H.I.D., 16. Sevilla: Universidad de Sevilla, 1989, p. 112.
494
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
5. Sello de cera, placado. “Sello plateresco”, 6. Sello de cera placado. “Sello barroco”,
usado entre 1508-1636. ICAS-SAHP, Archivo usado ente 1621-1825. ICAS-SAHP, Archivo
Municipal de Sevilla. Municipal de Sevilla.
7. Matriz del “sello barroco” de Sevilla: bronce 8. Sello en tinta. 1838. ICAS-SAHP, Archivo
dorado, en negativo. Usado entre 1621-1825. Municipal de Sevilla.
ICAS-SAHP, Archivo Municipal de Sevilla.
18
Vid. FERNÁNDEZ GÓMEZ, M.: Los sellos de la ciudad de Sevilla. Sevilla: Ayuntamiento-Área de Cultura,
1996.
495
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
6. EL “NOMADEJADO”
19
La divisa de Sevilla ha sido inscrita en el Registro Andaluz de Entidades Locales por resolución de la Junta de
Andalucía de 27 de junio de 2018 (BOJA 127 de 3 de julio de 2018) con la siguiente descripción: “Dos grupos de
letras, NO y DO, escritas en caracteres capitales clásicos, en oro; entre las dos sílabas se intercala el dibujo de una
madeja, también en oro. La madeja tiene doble altura que las letras”. En el color se ha adoptado el mismo que tiene
el nomadejado aprobado en la bandera de la ciudad.
20
Vid. el libro colectivo Sevilla / El Signo. Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla-Gerencia de Urbanismo, 2004.
496
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
10. Portada de los Anales de Sevilla de Diego 11. Sello en cera del gremio de pasamaneros.
Ortiz de Zúñiga, Madrid 1667 (1ª edición). 1619. Incorpora una madeja, procedente de la
ciudad o del propio oficio?
497
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
entonces, ininterrumpidamente, fue utilizada hasta nuestros días por las autoridades
municipales como elemento de identificación incontestable de la ciudad de Sevilla
junto al tradicional e inalterable escudo dela ciudad, compuesto por las figuras de
San Fernando, San Isidoro y San Leandro. Como he indicado antes, el nomadejado
acabó incorporándose al sello municipal en fecha mucho más tardía, a partir de los
primeros años del siglo XIX, y únicamente en los sellos en tinta. Una vez incorpo-
rado al sello, igual que ocurrió con el escudo, el nomadejado se usó sin solución de
continuidad hasta la actualidad e incluso, debido a su fácil representación, acabó
ocupando todo el campo de los sellos municipales.
El diseño fácil y “moderno” del nomadejado explican su éxito en múltiples
ámbitos, especialmente en los últimos veinticinco años, y su adopción “silenciosa”
por parte de las autoridades municipales para representar al propio Ayuntamiento.
Su expansión llegó al extremo de que una parte del nomadejado, es decir la madeja
sola, llegó a simbolizar a una de las más recientes Corporaciones municipales, con
diseños atrevidos y novedosos (madejas de dibujos y colores diversos y en posturas
muy variadas).
7. EL ESCUDO
sevillano; en 1671 el mismo Torre Farfán publicó en su libro dedicado a la canonización de San Fernando un graba-
do con una arquitectura efímera en la que se reproduce el nomadejado como símbolo municipal; finalmente, Ortiz
de Zúñiga, en la portada de sus Anales…de Sevilla (1677), colocó el símbolo como emblema común de la ciudad,
del que brotan los dos escudos de los dos Cabildos, el eclesiástico y el concejil.
23
RUCQUOI, A. - Des villes…, p. 209.
498
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
12. Escudo grabado sobre papel. 1631. 13. Escudo grabado sobre papel, en impresos
ICAS-SAHP, Archivo Municipal de Sevilla. municipales. 1692. ICAS-SAHP, Archivo
Municipal de Sevilla.
Sobre el simbolismo monárquico, Vid. PALACIOS MARTÍN, B. - “Imágenes y símbolos del poder real en la
24
Corona de Aragón,” XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón. Zaragoza: 1997, p. 228 y ss.
RUIZ, T. F. - L’image du pouvoir à travers les sceaux de la monarchie castillane, Génesis medieval del Estado
25
499
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
pomo imperial, raramente utilizados por los reyes castellanos26. Algunos apologistas
de la ciudad interpretaron en “clave sevillana”, de un egocentrismo nada infrecuente
a partir del siglo XVI, la universalidad de la actitud y atributos de San Fernando,
como este párrafo del abad Gordillo: ...con una espada en una mano y un mundo
en otra, como significando que Sevilla parte el mundo y lo hace a dos partes y da
correspondencia al uno y al otro...27.
Esta imagen concreta, la del rey conquistador, virtuoso y justiciero a la vez, rex
christianissimus et virtuosissimus, símbolo político y religioso simultáneamente,
debemos considerarla como una opción consciente de las autoridades concejiles
sevillanas elaborada al poco tiempo de constituirse el nuevo municipio hispalense,
en esos momentos iniciales en los que debió ser más urgente la adopción de lo que
en la actualidad denominaríamos “imagen corporativa”. No debemos perder de vista
que, en general, los reyes podían conceder a los concejos el privilegio para usar
sellos y pendones28 pero la elección de las imágenes que debían ocupar las super-
ficies de unos y otros correspondía a los propios concejos, ya que en definitiva se
trataba de sus señas de identidad, válidas para reunir y convocar a los miembros de
una misma comunidad y para distinguirla de otras. En el caso de Sevilla esta opción
consciente por la imagen de San Fernando es muy clara en la evolución del sello
26
SCHRAMM, P. E. - Las insignias de la realeza en la Edad Media española. Madrid: 1996, p. 128.
27
SÁNCHEZ GORDILLO, A. - Memorial de historia eclesiástica de la Ciudad de Sevilla, fol. 28 (Ms. Biblioteca
Capitular de Sevilla). Sobre los atributos de “condición social” del rey, Vid. CINTAS DEL BOT, A. - Iconografía
del rey San Fernando en la pintura de Sevilla. Sevilla, Diputación de Sevilla: 1991, p. 41-43.
28
En Sevilla no se ha conservado o no se dio un privilegio específico para ello, pero sí está documentado para Mur-
cia (TORRES FONTES, J. – El pendón…, p. 127-128).
500
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
29
Vid. nuestro trabajo Los sellos de la ciudad de Sevilla, …, basado en un trabajo publicado en el libro Fernando III
y su época. Madrid, Fundación Ramón Areces, 1995, p. 33-57.
30
Conservado en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid. Reproducción fotográfica en FERNÁNDEZ
GÓMEZ, M. Los sellos de la ciudad de Sevilla…., p. 33-34. Una copia en yeso negro, en dos piezas, de época de
Gestoso, amigo y colaborador de conde de Valencia de Don Juan, se conserva en el Archivo Municipal de Sevilla.
31
BASCAPÉ, G. C. - I sigilli dei comuni italiani nel Medio Evo e nell’Etá Moderna, Studi in onore Cesare Mana-
resi. Milan: 1953, p. 81 y ss.
32
GONZÁLEZ, J. - Los sellos concejiles de España en la Edad Media, Hispania, XX. Madrid: 1945, p. 372-384.
33
COLLANTES DE TERÁN DELORME, F. - Sobre el escudo de armas de Sevilla, Homenaje al Profesor Carria-
zo, II. Sevilla: 1972, p. 134. ROMERO ABAD, A. R. - Las fiestas de Sevilla en el siglo XV, Las fiestas de Sevilla.
Otros estudios. Madrid, CEIRA, 1991, p. 95, parece confundir el escudo de Sevilla con el del rey Fernando III, si
bien documenta las imágenes del rey hasta 1480, mientras que Collantes sitúa los primeros testimonios en 1402.
501
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
impronta del sello pendiente del siglo XIII ya presenta al rey acompañado de los
santos arzobispos. Este cambio es difícil de explicar por la falta de fuentes, pero
pensamos que en un determinado momento, no lejano al de constitución del propio
concejo, las autoridades sevillanas debieron añadir a la de Fernando III las figuras
de los dos arzobispos hermanos, símbolos del esplendor de la Sevilla visigótica y
cristiana anterior a la conquista de los musulmanes, pretendiendo así vincularse a
una tradición goticista mantenida a pesar de los siglos de presencia árabe, en una
más que probable y deseada operación de prestigio destinada a entroncar la ciudad
reconquistada en 1248 con la mítica metrópolis de los obispos visigodos del siglo
VII. A esta tradición historicista habría que añadir el peso de las leyendas que vin-
culaban a San Isidoro con la conquista de la ciudad almohade a través de milagros y
apariciones a San Fernando34.
15. Escudo manuscrito sobre papel, utilizado 16. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la
en la documentación municipal. 1760. ICAS- documentación municipal. 1773. ICAS-SAHP,
SAHP, Archivo Municipal de Sevilla. Archivo Municipal de Sevilla.
34
PERAZA, L. de - Justicia de Sevilla (Manuscrito de la Biblioteca del Archivo Municipal de Sevilla, 1/18, fols.
751-754), publicado como Historia de la Ciudad de Sevilla, edit. S. PÉREZ GONZÁLEZ, Sevilla: Ayuntamiento de
Sevilla-Cultura, 1998, p. 135 y ss. Vid. también ESPINOSA DE LOS MONTEROS, P. - Historia, antigüedades y
grandezas de ... Sevilla (1ª parte). Sevilla: 1627 (reedic. Sevilla, Ayuntamiento, 2009), p. 99.
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MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
17. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la documentación municipal. 1799. ICAS-SAHP,
Archivo Municipal de Sevilla.
18. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la 19. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la
documentación municipal. 1813. ICAS-SAHP, documentación municipal. 1834. ICAS-SAHP,
Archivo Municipal de Sevilla. Archivo Municipal de Sevilla.
35
Vid. los escudos que aparecen en un documento de 1537 (ICAS-SAHP, Archivo Municipal de Sevilla, I-3-67: el
escudo está orlado con la leyenda: S. CONSILII NOBILISSIMI CIVITATIS ISPALENSIS) o los esculpidos en el
edificio del Ayuntamiento, fechados en el primer tercio del siglo XVI (MORALES, A. J. - La obra renacentista del
Ayuntamiento de Sevilla. Sevilla: Ayuntamiento, 1981).
503
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
20. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la documentación municipal. 1835. ICAS-SAHP,
Archivo Municipal de Sevilla.
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
21. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la 22. Escudo grabado sobre papel, utilizado en la
documentación municipal. 1843. ICAS-SAHP, documentación municipal. 1876. ICAS-SAHP,
Archivo Municipal de Sevilla. Archivo Municipal de Sevilla.
37
Un caso bien distinto, con modificaciones importantes en el campo del escudo, lo hemos estudiado en el siguiente
trabajo: FERNÁNDEZ GÓMEZ, M. - El escudo “perdido” de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Hidalguía. Revista de
Genealogía, Nobleza y Armas. Madrid: Fundación Cultural Hidalgos de España, 376, septiembre-diciembre 2017,
p. 665 – 686.
505
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
24. Escudo grabado sobre papel, utilizado para 25. Escudo grabado sobre papel, utilizado
usos no oficiales. 1920. durante la Exposición Iberoamericana.
1929-1930.
26. Escudo grabado sobre papel, utilizado 27. Escudo grabado sobre papel. 1952.
durante la II República. 1934.
506
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EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
8. EL ESCUDO ACTUAL
En el escudo que usaba el Ayuntamiento desde mediados del siglo XX, esa diver-
sidad de la que hablamos acabó convirtiéndose en una composición abigarrada,
heráldicamente oscura e incorrecta y difícil de reproducir. Lo peor de todo es que el
desorden y sobreabundancia de elementos convirtieron el conjunto en un escudo de
dudoso gusto y poco comprensible, es decir en una especie de anti-escudo. O inclu-
so un anti-símbolo, ya que en estas cuestiones lo importante no es decir muchas
cosas sino decir solo lo importante y con el menor número de elementos, es decir
solo los principales. A modo de ejemplo indicaré que en ese escudo se cometía una
arbitrariedad antihistórica que se ha mantenido durante sesenta años: los atributos
reales de Fernando III están colocados a la inversa, es decir el globo terráqueo en su
mano derecha y un cetro (¿?), no la espada tradicional, en la izquierda. Los colores
no estaban fijados; las variaciones, en este sentido, son igualmente variadas y sin
criterio determinado.
507
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
38
DELGADO ORELLANA, J. A. - Análisis del escudo heráldico municipal de Sevilla, Hidalguía, 148-149.
Madrid: 1978, p.721-728. El mismo autor insistió repetidamente en la prensa sevillana, ABC (edic. Sevilla), 5 de
julio de 1979, p. 24 y El Correo de Andalucía, 7 de enero de 1982, p. 15. Vid. también J. GONZÁLEZ MORENO,
ABC, 25 de marzo de 1982, p. 29.
39
Resolución de Alcaldía de 29 de octubre de 1997 con el nombramiento, visto el informe del Director del Archivo
Municipal, de la Comisión “para la realización del estudio sobre los símbolos municipales”: Enriqueta Vila Vilar, de
la Real Academia Sevillana de Buenas Letras; Manuel González Jiménez, catedrático de la Universidad de Sevilla;
Faustino Menéndez Pidal de Navascués, de la Real Academia de la Historia; Ignacio Medina Fernández de Cór-
dona, duque de Segorbe; Mauricio Domínguez Domínguez-Adame, jefe de Protocolo del Ayuntamiento; Marcos
Fernández Gómez, director del Archivo Municipal de Sevilla.
40
Ley 6/2003, de 9 de octubre, de símbolos, tratamientos y registro de las Entidades Locales de Andalucía (BOJA,
210 de 31 de octubre de 2003).
41
La comisión nombrada estaba formada por los siguientes miembros: Isabel de León Borrero, presidenta de la Real
Academia de Santa Isabel de Hungría; Manuel Romero Tallafigo, catedrático de la Universidad de Sevilla; Mauricio
Domínguez y Domínguez-Adame, jefe de Protocolo del Ayuntamiento (1983-2005), Marcos Fernández Gómez,
jefe del Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones del Ayuntamiento; Francisco J. Martínez Yuste, director
general de Protocolo y Casa Consistorial del Ayuntamiento; Luis Enrique Flores Domínguez, secretario general del
Ayuntamiento funcionario en quien delegue.
42
Formada por los mismos miembros de la segunda comisión. Para presidirla fue nombrada Dª Carmen Castreño
Lucas, primera teniente de alcalde Delegada de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales.
508
MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
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MARCOS FERNÁNDEZ GÓMEZ
EL ESCUDO DE SEVILLA Y LOS SÍMBOLOS DE LA CIUDAD. TRADICIÓN Y RENOVACIÓN DE LA HERÁLDICA MUNICIPAL
En las tres comisiones de expertos que han intervenido en estos veinte años solo
se ha pretendido restablecer la esencia de los símbolos fundamentales –que no son
otros que los tres santos más el nomadejado, composición que ha permanecido inal-
terable desde las últimas décadas del siglo XVII-, eliminando los elementos secun-
darios, decorativos o fuera de lugar, y tomando como criterios los valores históricos,
documentales y las normas de composición heráldica. Se han normalizado elemen-
tos heráldicos básicos, como los colores, la forma del escudo, el tipo de corona real,
la colocación correcta del nomadejado y se ha optado por una filacteria más discreta
A pesar de ciertas polémicas a nivel político y en los medios de comunicación, lógi-
cas cuando se discuten ciertas materias de ámbito general45, no se ha pretendido
inventar nada nuevo o utilizar lenguajes gráficos más actuales –que entraría en el
ámbito del diseño de un logotipo o de una imagen corporativa-, sino de recuperar la
capacidad de comunicación de una iconografía muy valiosa y con una tradición de
siglos, que indudablemente es un activo muy importante para una ciudad que cono-
ce y aprecia el valor de su historia. Esta al menos fue la opinión unánime de estas
comisiones, de las que formé parte, y a cuyos miembros –prestigiosos nombres del
ámbito académico, universitario y de la investigación heráldica- quiero recordar en
estas líneas finales por poner al servicio de Sevilla desinteresadamente sus conoci-
mientos, sus intenciones y su tiempo.
45
Yo mismo publiqué, a título personal no como miembro de las tres comisiones, varios artículos en la prensa escri-
ta: “El sello y el escudo de Sevilla” (ABC, 13 de octubre de 1993, p. 50), “Escudo y símbolos de la Ciudad de Sevi-
lla” (ABC, 19 de enero de 2017, p. 30) o “La Historia de Sevilla y su escudo” (ABC, 1 de abril de 2017, p. 22-23).
510
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA
UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
Abstract: Theoretical study about the reality of the world of Territorial Heraldry
and Vexilology in Spain, and how it is trying to solve the different problems that
have arisen in its regulation, in its application and in the different acceptance of both
the positive norms as of the coercive of its use.
INTRODUCCIÓN
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DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
tos, la heráldica está presente en todos los aspectos de la vida social; y también se
plasmaba, se sigue plasmando, en un elemento icónico por excelencia, convertido,
pronto, asimismo, en un uso social y en un verdadero instrumento jurídico legal; me
refiero al mundo de la sigilografía.
Y, al menos en España, en los últimos tiempos, la heráldica territorial –Estado,
Comunidades Autónomas, Diputaciones provinciales, Comarcas, Municipios, etc.,
etc.– ha adquirido un enorme incremento, no sólo por el deseo y la “necesidad” de
significarse de manera “individual” con respecto a los demás entes de su ámbito
territorial, sino, también, por una especie de prurito de expresar su voluntad propia,
de utilizar las normas legales que permiten el uso de símbolos –fundamentalmen-
te escudo y bandera, pero también sello, himno y, a veces, “logotipo” o “imagen
corporativa”1– estudiados por ellos mismos con sólo un corto amparo legal y de
corrección sobre sus deseos que, a veces, ni siquiera es respetado.
Tras la Constitución Española de 1978, las normas estatales dotaron a las
Comunidades Autónomas de facultades para la aprobación, modificación o rehabi-
litación de símbolos; y, a su vez, las diferentes Comunidades establecieron norma-
tivas por las que se creaban procedimientos para poner en practica esas facultades,
otorgando a los entes territoriales dependientes de ellos las competencias, regladas,
para proponer, pero, en general, reservándose ellas mismas las de solicitar infor-
mes previos a organismos externos (Real Academia de la Historia en casi todos
los casos, Reales Academias especializadas, como la Matritense de Heráldica y
Genealogía, por poner un ejemplo) y/o internos (Consejos Asesores Autonómicos,
Asesor Heráldico o Rey de Armas, Experto Heráldico, etc., etc.), más o menos
conocedores de los temas a estudiar.
Por otro lado, establecieron normas positivas, como los registros de Entidades
Locales, en los que se incluyen, como datos a inscribir, los relativos a los símbolos,
y, a veces, Registros dedicados expresamente a inscribir los símbolos territoriales.
Y también normas coercitivas, como la prohibición de usar de símbolos que pre-
viamente no hubieran sido aprobados, en cualquiera de las épocas, por la autoridad
administrativa competente; a pesar de lo cual, son innumerables los símbolos (fun-
damentalmente, escudos, banderas o “logotipos”) que se usan a diario, de manera
oficial, que nunca han sido aprobados, o, incluso, que han sido informados desfavo-
rablemente…
1
La preocupación por este nuevo tipo de identidad corporativa con la introducción de modernos diseños “extra herál-
dicos” en los que, a veces, se descomponen o “deconstruyen” escudos heráldicos aprobados previamente, ha sido cons-
tante en la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía que ha ido recogiendo, a lo largo de los años, diversos
Editoriales y Colaboraciones en su Boletín periódico. Pero esta preocupación es positiva, intentando adaptarse a las
nuevas ideas pero tratando de adecuar éstas a la realidad heráldica. Así puede verse cómo se aborda, por primera vez,
en el Editorial Escudos y logotipos, del Boletín nº 44 (tercer trimestre de 2002), páginas 1 y 2, o en la Colaboración de
FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ, Ernesto, “La Real Academia Matritense ante los nuevos símbolos en los muni-
cipios de la Comunidad de Madrid”, Boletín nº 54 (segundo trimestre de 2005), pp. 15-16. Posteriormente ha habi-
do más acercamientos al tema; entre ellos, GARCÍA-MERCADAL Y GARCÍA-LOYGORRI, Fernando, “El diseño
heráldico y las nuevas tendencias en la imagen corporativa institucional. ¿Armerías vs. logos”, aportación presentada
en la primera Mesa redonda de las III Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales.
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DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
Pero todo ello devino en una enorme confusión, en un relativo “caos” normativo
y práctico que preocupó enormemente a los diferentes órganos más o menos prota-
gonistas, tanto públicos como privados, personales y colectivos, y fundamentalmen-
te académicos; cada Comunidad Autónoma, dependiendo, a veces, del signo político
de su gobierno, buscaba unos sistemas, una metodología y un procedimiento dife-
rente; a veces, antagónico: los órganos de asesoramiento, el procedimiento para pre-
sentar la propuesta, el uso de “la voluntad popular”, la aprobación y/o el desarrollo
de los sistemas de registro de símbolos, el mimetismo simbólico, … ; todo ello,
unido al desconocimiento de las ciencias heráldica y vexilológica, junto al incumpli-
miento sistemático, por parte de determinadas entidades territoriales, ya no sólo de
los principios de la Heráldica y de la Vexilología, sino, incluso, de la propia norma-
tiva legal existente en su propia Comunidad Autónoma sobre los procedimientos de
uso, acompañado de la absoluta dejación de la aplicación de las normas coercitivas
por parte de las autoridades competentes, preocuparon enormemente a la comunidad
académica correspondiente.
Sus miembros hablaron entre ellos, discutieron la realidad, vieron el camino al
abismo que se estaba generando, y fueron acercándose, poco a poco, al estableci-
miento de la necesaria reunión entre todos ellos, con la insoslayable presencia y
lenta pero imparable participación de las Comunidades Autónomas, que pusiera en
claro la realidad y buscase fórmulas y acuerdos que impidieran ese devenir, ponien-
do, por el contrario, coto a los disparates existentes y señalando criterios, normas,
fórmulas y procedimiento.
Quiero, pues, en estas cortas páginas, presentar ante todos los asistentes, y como
un breve relato teórico al respecto, la experiencia española ante todos estos hechos;
no como exposición de un ejemplo a seguir por los demás; en absoluto; sino como
expresión de una realidad; buena o mala; pero realidad al fin y al cabo.
Ante lo que se veía y se vaticinaba, diversos estudiosos bien conocidos deci-
dieron organizar unos Encuentros o Jornadas periódicas en las que, reunidos, se
pudieran estudiar la situación de cada momento, los problemas, las previsiones y las
posibles soluciones.
Pero el desarrollo y realidad de esas iniciales reuniones y diferentes Jornadas,
nos obligan a estudiarlas dentro de dos bloques diferentes:
Por un lado, podemos hablar de una etapa inicial, que comprende las I Jornadas
de Heráldica y Vexilología Municipales, de Játiva (Valencia), en 1991, y las II
Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales, de Zaragoza, en 1994; a las que
hay que añadir el Encuentro sobre Heráldica y Vexilología Comarcal y Municipal,
en el Monasterio de Rueda (Zaragoza), de 2008. Se trata de una etapa más o menos
espontánea, caracterizada por el voluntarismo, por la “semi oficialidad”, en el
513
DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
2
El Primer Encuentro de Expertos en Heráldica Municipal, sólo fue recogido, además de en la prensa diaria del
momento, en la revista Hidalguía, Año XXXIX, nº 226-227, de mayo-septiembre de 1991, pp. 292-293 y en una
breve reseña en el Boletín de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, Año I, nº 1, noviembre de
1991, p. 3. Y de las II Jornadas, de 1994, existe una pequeña edición en ciclostil con determinados datos sobre
criterios heráldicos a los efectos de la creación de escudos y banderas municipales y una breve publicación (cuatro
hojas) de lo mismo, editada por el Consejo Asesor de Heráldica y Simbología de la Diputación General de Ara-
gón, así como la inclusión de esos mismos criterios en la obra de PARDO DE GUEVARA Y VALDÉS, Eduardo,
Emblemas Municipales de Galicia, Tomo I, Expedientes de Escudos e Bandeiras aprobados nos anos 1994-1997,
Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1999, capítulo 2, pp. 45-57; también aparecen en la obra de REDONDO
VEINTEMILLAS, Guillermo, MONTANER DE FRUTOS, Alberto y GARCÍA LÓPEZ, María Cruz, Aragón en
sus escudos y banderas: Pasado, presente y futuro de la emblemática territorial aragonesa. Zaragoza: Caja de
Ahorros de la Inmaculada, 2007; y una brevísima referencia en el artículo de MONTANER DE FRUTOS, Alberto,
“La creación, modificación y rehabilitación de emblemas municipales: el papel de las administraciones públicas”,
en ESPARZA LEIBAR, Andoni, et. al., El escudo de Guipúzcoa; una aproximación a la heráldica Institucional de
los territorios de lengua vasca, Donostia, Eusko Ikaskuntza, 2010, pp. 123-150.
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DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
Pero una etapa no puede contemplarse sin la otra; y ambas marcan un conjunto
armónico que espera tener proyección tanto en el tiempo como en la materia.
En la primera etapa se organizaron, como he dicho, dos (tres) reuniones.
La primera, en 1991, en Játiva (Valencia), organizada por la Dirección General
de Administración Local de la Comunidad Valenciana, denominada Primer
Encuentro de Expertos en Heráldica Municipal, reunió a unas 25 personas que
participaron de una u otra manera en su desarrollo, y que, aunque acudían a título
personal, venían a representar a varias entidades académicas españolas y a varias
Comunidades Autónomas de España. Este Primer Encuentro, más tarde denomina-
do I Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales, tuvo como motivo principal
el de la unificación de los criterios generales, teniendo en cuenta la pluralidad de
disposiciones que las diferentes autonomías iban legislando; en parte por desconoci-
miento en la materia y en parte también como consecuencia de la diferente tradición
e historia en las diversas regiones españolas. Y, en sus conclusiones, se propusieron
y aceptaron cuatro recomendaciones heráldicas, de carácter meramente genérico, a
presentar a quienes en las Comunidades tienen facultad para aprobar las Armas de
los Municipios y a los mismos ayuntamientos3.
Cuatro años después, en 1994, en Zaragoza, se celebró un nuevo encuentro, en
cierto modo continuación del anterior, y ya denominado Jornadas de Heráldica y
Vexilología Municipales, que, tras el cambio de denominación del anterior, se con-
virtieron en las II Jornadas. Estuvieron promovidas y organizadas por el Gobierno
de Aragón y acudió un total de 20 participantes, con una convocatoria mixta entre
envío del programa y publicidad a todas las Comunidades Autónomas, comunica-
ción directa a determinados expertos en la materia y abierta, componiéndose la asis-
tencia de personas privadas y de representantes oficiales de organismos interesados.
En estas II Jornadas los participantes, especialistas o buenos conocedores de la
materia heráldica, coincidieron en la necesidad de fijar con la mayor urgencia y
claridad unos criterios o recomendaciones generales que permitiesen la unificación
de estilos y el máximo respeto a los principios de simplicidad, claridad y equilibrio
en la adopción y representación de los emblemas heráldicos municipales españoles;
Y en esta línea se estableció una propuesta de principios o criterios generales, agru-
pados, de un lado, en 17 principios o criterios generales en heráldica municipal, 2 en
relación al blasonamiento y 4 en cuanto a los timbres u ornamentos exteriores; así
como otros 7 en materia vexilológica. Importantes criterios que, en sí, fueron adop-
tados por la mayoría de los expertos heráldicos presentes así como por determinadas
Comunidades Autónomas, publicándose, como ya se ha indicado, un folleto que,
realmente, tuvo muy escasa difusión.
Por una serie de circunstancias, las Jornadas dejaron de organizarse y, por lo
tanto, de celebrarse; aunque tanto en Zaragoza como en Madrid se echaban de
menos; y se veía el decaimiento y la obsolescencia de la simbología territorial; sin
3
Esta frase, y otras, que ponemos en cursivas, han sido tomadas literalmente de los pocos documentos que sobre
estas y las II Jornadas existen.
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DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
causas, no habían podido acudir, para poder recibir criterios, sugerencias, propues-
tas, apoyos, etc., y que pudiera encargarse de estudiar las posibilidades existentes,
y de qué manera se haría, de una compilación única de la normativa estatal, autonó-
mica y local, publicada o interna, en materia de Heráldica y Vexilología e, incluso,
de Simbología Municipales, así como de un armorial o corpus único de los escudos
y banderas4. Se editó una aceptada serie filatélica dedicada a estas III Jornadas y,
algunos años después, se publicaron las Actas de estas III Jornadas, con todas las
intervenciones habidas y se difundió el volumen lo mejor que se pudo.
La idea general era la de que cada reunión debería organizarse y celebrarse en
una Comunidad Autónoma diferente, para huir de una posible imagen de centralis-
mo, de imposición y de uniformidad; pero, en principio, no pudo ser; y, así, cuatro
años más tarde, en 2014, el Comité Intercongresos –formado inicialmente por repre-
sentantes de las tres primeras entidades organizadoras, así como por determinados
y reconocidos expertos en el tema– se vio obligado a repetir Madrid como lugar de
organización, con los mismos apoyos y en los mismos lugares, y con la misma pre-
sidencia de honor, si bien Don Carlos no pudo acudir y envió a su hijo, S.A.R. Don
Pedro de Borbón-Dos Sicilias y de Orléans, entonces Duque de Noto, quien presidió
el inicio de los actos y leyó unas palabras de su padre y otras suyas. El formato de
las IV Jornadas fue similar al de las III, contabilizándose hasta 94 participantes, con
2 conferencias magistrales, 4 Ponencias y hasta 21 Comunicaciones presentadas a
dichas ponencias más otras 8 Comunicaciones libres; varios de los presentes eran
representantes de diferentes Comunidades Autónomas y hasta de Ayuntamientos
concretos. En la correspondiente Asamblea general de participantes, y entre otras
conclusiones, se acordó que se abandonase el término Municipal sustituyéndolo por
el de Territorial, entendiendo que éste engloba una realidad superior que la mera
administración local, y encargando, entre otras cosas, al Comité Intercongresos
4
En las III Jornadas, de 2010, una Ponencia se dedicaba, enteramente a estos temas; así la Ponencia 3º se titulaba
“Hacia una compilación normativa y un Corpus único de Heráldica y Vexilología Municipales”, a la que concurrie-
ron Comunicaciones muy interesantes sobre la materia; así, por ejemplo, AGÜERA ESPEJO-SAAVEDRA, Rafael,
habló de los “Problemas de la dispersión normativa en los procesos de heráldica y Vexilología Municipales: el
ejemplo del ‘experto heráldico’ en la nueva legislación andaluza sobre la materia”; RODRÍGUEZ PEÑAS, Tomás
y ERBEZ RODRÍGUEZ, José Manuel, lo hicieron sobre “La compilación de banderas y escudos en España”. Todo
ello –y más– puede verse en las Actas de las III Jornadas de Heráldica y Vexilología Municipales, Madrid, Hidal-
guía, 2013.
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
Es la fase más difícil, la más complicada. Y, por ello, la que más tarda en iniciar-
se…
Se trata, en realidad, del establecimiento de un sistema por medio del cual todas
las Comunidades Autónomas, a través de sus órganos competentes, comunicarían a
una organización única, neutral, de manera periódica, la totalidad de los diferentes
datos simbológicos: heráldicos y vexilológicos y hasta de diseño –isotipos, logoti-
pos o imagotipos– aprobados oficialmente por cada una de ellas, con los datos que
se estableciesen de manera conjunta y común, para que esa organización los inclu-
yese en una base de datos general, comprensiva de todos los símbolos territoriales
aprobados legalmente en el Reino de España, a los efectos del establecimiento de
una cierta fe registral única, y de una base de datos general que permitiese a todos
los interesados, por categorías, la búsqueda, la investigación y el estudio, de toda la
realidad en un momento determinado.
La idea, evidentemente, no es la de sustituir a los órganos autonómicos, sino la
de complementarse con ellos; ellos aprueban los que les corresponden, y los regis-
tran en su propio registro, que es oficial; el Corpus se mantendría, con la ayuda
administrativa, material y económica de todas las Comunidades Autónomas, a cargo
de la organización a la que se le encargase, que sería la responsable de mantener
las bases de datos y del contacto con los usuarios, en sus diferentes niveles, permi-
tiendo, de esta manera, la investigación, el estudio, la búsqueda de duplicidades, la
estadística, etcétera, y que velaría por el cumplimiento más exacto de la normativa
necesaria, tanto común como privativa de cada Comunidad Autónoma, comunican-
do a cada una de ellas sus conclusiones y observaciones, que ellas mismas se encar-
garían de resolver, si lo estimasen oportuno.
Pero, a veces, estas ideas no se entienden igual desde el punto de vista de algunas
Comunidades Autónomas concretas, que temen, que pueden sospechar, que, de esta
forma, estarían pagando el funcionamiento de una organización extraña a ellas mis-
mas que mantendría ese Corpus único y que, en realidad, y según ellas, solo esta-
ría duplicando los registros propios de cada Comunidad y que, de alguna manera,
podría ser o convertirse en un elemento centralizador, director y uniformador dentro
de una materia que, en contra de lo que podría parecer, ha devenido en excesiva-
mente sensible política y socialmente.
Nada más lejos de la realidad; nada más en contra de lo que se busca.
La realidad, como se ha explicado, es que en el momento actual cada Comunidad
Autónoma tiene su propia normativa en esta materia; y lo que es peor, cada
Comunidad sigue unos criterios heráldicos y vexilológicos diferentes y que, en
muchas ocasiones, se contraponen excesivamente con la criterios heráldicos o vexi-
2016, pp. 105-108. Y las Comunicaciones de HERNÁNDEZ CAPA, Alejandro, “Enfoque de un proyecto TIC del
Corpus central de escudos y banderas del Reino de España”, Actas de las IV Jornadas de Heráldica y Vexilología
Territoriales, Madrid, Hidalguía, 2016, pp. 115-117; y de CÉSPEDES ARÉCHAGA, Valentín de, “Aproximación
al diseño y estructura de un portal web de Heráldica Territorial española”, Actas de las IV Jornadas de Heráldica y
Vexilología Territoriales, Madrid, Hidalguía, 2016, pp. 119-124.
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
CONCLUSIONES
9
Véanse, como ejemplo, FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ, Ernesto, “¿Y por qué no la Villa de Madrid?”,
Anales del Instituto de Estudios Madrileños, LI, 2011, pp. 31-38; asimismo, FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ,
Ernesto, “Arganda del Rey: Su escudo, su imagen corporativa y la corona”, página web de la Real Academia Matri-
tense de Heráldica y Genealogía (3 de agosto 2015)
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DR. ERNESTO FERNÁNDEZ-XESTA Y VÁZQUEZ
LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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LA BÚSQUEDA DE LA UNIDAD Y DE LA UNIFICACIÓN NO IMPLICA UNIFORMIDAD NI PÉRDIDA DE AUTONOMÍA
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SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
Abstract: In this text, the author reflects upon the nature and academic framework
of sigillography in Portugal, treading the history of this science which contributes
and carries relevance for sourcing, as well as works used by old authors that devoted
themselves to this science and finally, the problematic of using seals as a means to
evaluate greater historical matters such as the origin of royal power and the nature
of “maiestas regis” in Portugal.
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
Abertura do capítulo de D. António Caetano de Sousa dedicado à sua exposição sobre os selos régios
portugueses (Historia Genealogica..., Tomo IV, p. 3)
3
SOUSA, D. António Caetano de - Historia Genealogica da Casa Real Portuguesa. Lisboa: Oficina de Joseph
Antonio da Sylva, 1738, p. 1-98. [Nova edição revista por M. Lopes de Almeida e César Pegado, Coimbra: Atlânti-
da-Livraria editora, 1947; reimpressa pela Academia Portuguesa da História e QuidNovi, Lisboa, 2007].
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
Rosto da obra de Oliveiro Uredio, relativa aos Selos dos Condes da Flandres (1639)
4
Impresso em La Haye, em 1667.
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
Uma relação dos escritores que trataram sobre selo, na Europa do século XVIII,
deve-se a Daniel Eberardo Baríngio, na sua Clavis Diplomatica, publicada em
Hannover, em 1754. Nela são recenseados, entre outros, e para além da clássica
Opus de Re Diplomatica, de J. Mabillon, editada em 1681, cujo Supplementum,
rico em páginas sigilográficas, sairia em Paris, no ano de 1704, tratados de Teodoro
Hofpinck (De jure sigillorum prisco et novo iure tractatus, 1642), de Claudio
Salmassi (De subscribendis et signandis testamenti, item de antiquorum et hodier-
norum sigillorum differentia, 1653), de Henrique Gunterus Thulemarius (De Bulla
aurea, argentea, plumbea, 1682-1687), Ludovico Antonio Muratorii (Dissertatio de
sigillis medii aevi, dissertação 35 da sua obra Antiquitates Italicae Medii Aevi, Tomo
3, 1740), de Policarpo Leyser (Commentatio de Contrasigillis Medi Aevi, 1726),
Michael Heinrich Gribneri (Observationes iuris publ. de sigillo maiestatis saxonico,
1712 e 1718), Domenico Maria Manni (Osservazioni Istoriche sopra i sigilli anti-
chi de secoli bassi, Florença, 1739...) e de de Adamus Fridericus Glafey (Specimen
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
seus sumários das aulas de Diplomática, no primeiro terço do século XX e, ainda, as suas publicações como Um
Documento Precioso. Revista da Universidade de Coimbra, vol. 1 (1912), p. 363 e segs.; vol. II 81913), p. 254 e
segs. [Publicado, como livro, com o título O diploma dionisiano da fundação primitiva da Universidade portuguesa
(1 de Março de 1290). Coimbra: Arquivo da Universidade de Coimbra, 1990]. As insígnias da Universidade de
Coimbra, com recurso a chancelas e selos antigos, mereceram outro importante estudo a António Gomes da Rocha
Madahil - A Insignia da Vniversidade de Coimbra. Esboço Histórico. No IV Centenário da instalação definitiva da
Universidade em Coimbra. Coimbra: O Instituto, 1937.
9
Vd. SEIXAS, Miguel Metelo de - Bibliografia de heráldica medieval portuguesa. In SEIXAS, Miguel de Metelo;
ROSA, Maria de Lurdes (Dir.) - Estudos de Heráldica Medieval. Lisboa: Instituto de Estudos Medievais e Centro
Lusíada de Estudos genealógicos e Heráldicos e Caminhos Romanos, 2012, p. 527-575: maxime 573-575.
10
COELHO, Maria Helena da Cruz - Concelhos. In SERRÃO, Joel e MARQUES, A. H. de Oliveira - Nova His-
tória de Portugal. Vol. III. Portugal em definição de fronteiras. Do Condado Portucalense à Crise do Século XIV
(Coord. COELHO, Maria Helena da Cruz e HOMEM, Armando Luís de Carvalho). Lisboa: Presença, 1996, pp.
563-565; GOMES, Saul António - Ideologia e Representação nas Práticas das Chancelarias Concelhias Medievais
Portuguesas. In FONSECA, Fernando Taveira da (Coord.) - O poder local em tempo de globalização. Uma história
e um futuro. Comunicações. Viseu: Centro de História da Sociedade e da Cultura e Palimage Editores, 2005, p.
435-496.
11
Primeiro como cadeira dual, com o título de Introdução à Sigilografia e Codicologia (vd, para o ano 2002-2003.:
http://www1.ci.uc.pt/historia/ch/cad70.html), depois, a partir de 2008-2009, como cadeira semestral com o nome
531
SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
532
SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
12
Cfr. GOMES, Saul António - Introdução à Sigilografia Portuguesa, cit., p. 91-105; IDEM - “Identidade e Memó-
ria na Chancelaria Real Portuguesa na Idade Média”, in Raízes Medievais do Brasil Moderno. Actas. 2 a 5 de
Novembro 2007 (Coord. Margarida Garcez e José Varandas), Lisboa, Academia Portuguesa da História, 2008, pp.
67-95; MORUJÃO, Maria do Rosário - MORUJÃO, Maria do Rosário, “A sigilografia portuguesa em tempos de D.
Afonso Henriques”, Medievalista on-line, nº 11, Janeiro-Junho 2012, disponível em: http://www2.fcsh.unl.pt/iem/
medievalista/MEDIEVALISTA11\morujao1103. [Acedido em 15.10.2018].
533
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SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
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SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
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SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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SAUL ANTÓNIO GOMES
SIGILOGRAFIA EM PORTUGAL: ALGUNS DESAFIOS E PROBLEMAS
538
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
Resumo: Os selos são elementos anexos aos documentos, cuja função é autenti-
car ou validar um documento, substituindo, ou conjugando com a assinatura.
Historiadores e Arquivistas tomam a seu cargo preservar a memória do documento
e do seu estudo. E os selos? Os selos são uma componente por vezes negligenciada
dessa memória. A conservação de objectos metálicos de Património Cultural implica
o conhecimento do processo de corrosão, bem como a análise dos factores responsá-
veis por este processo. Serão apresentados vários exemplos de selos de chumbo
de pergaminhos da coleção do Arquivo da Universidade de Coimbra, e alguns do
Arquivo Distrital de Braga, discutindo o que foi efectuado ao nível da sua conser-
vação, análise de qualidade ambiental e medidas tomadas para minimizar os efeitos
da corrosão.
539
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
INTRODUÇÃO
Desde a época Bizantina que os selos começaram a ser utilizados, tendo a tradição
da sua utilização sido adoptada pela Chancelaria Pontifícia. Os reis europeus, nomea-
damente os Reis de Portugal, seguiram esse costume. Numa época em que nem todos
sabiam assinar o seu nome, um selo pendente num documento validava-o.
Ao longo do tempo os selos têm sido feitos de diferentes materiais, tais como
a argila, a cera, o chumbo, a prata ou o ouro. A especificidade de cada material
faz com que os efeitos do tempo, das condições ambientais e do manuseamento se
manifestem de maneiras diferentes.
O Arquivo da Universidade de Coimbra possui uma vasta colecção de per-
gaminhos provenientes de diferentes colecções, correspondência da própria
Universidade, bem como de ordens religiosas extintas da região. Esta colecção
inclui cerca de centena e meia de documentos com selos de chumbo pendentes, os
quais necessitam de intervenção. Apesar da importância da preservação de selos de
chumbo pendentes de pergaminhos, existem poucos estudos sobre possíveis méto-
dos viáveis para a sua estabilização.1
Os selos de chumbo anexos a pergaminhos, papais e régios, têm sido objecto de
estudo dum projecto iniciado no Arquivo da Universidade de Coimbra em colabora-
ção com o Departamento de Química desta Instituição. Esta colaboração estendeu-
se recentemente ao Arquivo Distrital de Braga.
PRESERVAÇÃO DA MEMÓRIA
SELOS DE CHUMBO
540
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
O chumbo é um metal que possui um ponto de fusão baixo, podendo ser facil-
mente moldado numa bola e anexado ao documento por meio de um cordão de
cânhamo ou seda. No entanto, este material sofre oxidação facilmente, rapidamente
mostrando os efeitos da corrosão.
A corrosão de selos de chumbo pendentes é um problema que afecta inúmeras
coleções de Arquivos e Museus. A combinação de materiais orgânicos (pele dos
pergaminho) e inorgânicos (chumbo do selo) impedem uma abordagem simplista na
escolha de tratamentos. A transformação do chumbo metálico (ligas de chumbo na
realidade, pois não é puro) em carbonatos e acetatos de chumbo pode levar à com-
pleta destruição destes objetos, caso não haja uma política de intervenção rápida, a
nível preventivo ou mesmo já de restauro.2 Ao contrário dos danos mecânicos num
selo de cera, quando a corrosão é demasiado extensa pouco há a fazer.
Os casos em que já se verifica um avançado estado de corrosão podem impedir
o livre acesso ao estudo dos documentos. Documentos muito importantes para a
história da Universidade, como o documento da “venda à Universidade de Coimbra
dos Paços de El’Rei aí tem por 30 000 cruzados”, com selo de chumbo de Filipe I,
datado de 1597, possuem o selo de chumbo ainda pendente mas em risco (Fig. 1).
Fig. 2 - Sobre 1 200$00 réis por ano das rendas da Universidade – D. Pedro II, 1676 - Coleção
Colégio da Companhia de Jesus de Coimbra (ARQ 41 - AUC ).
541
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
542
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
Esta escala é similar à proposta por Mons. Aldo Martini (em 1993), à data
Curador de Selos do Arquivo Secreto do Vaticano (ASV). A sua classificação defi-
ne os mesmos graus de corrosão, diferindo apenas nos graus atribuídos, variando
entre E (Excelent) e Tm (Très mauvais), ou seja, entre o excelente e o muito mau.4
O contacto estabelecido com o Mons. Aldo Martini levou à colaboração com o Dr.
Luca Becchetti, responsável pelo Laboratório de Restauro de Selos do ASV, como
consultor científico no projeto financiado pela FCT (PTDC/HAH/73753/2006), que
deu continuidade ao nosso estudo.
A classificação estabelecida permitiu agrupar os selos por grau de corrosão e por
século, bem como por gaveta/depósito. As representações gráficas destas relações
permitiram confirmar que o grau de corrosão não está diretamente relacionado com
a idade do selo mas com a sua composição e condições ambientais de armazena-
mento.
543
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
Esta análise poderia ser mais fidedigna se dados como os publicados pelo ASV
estivessem disponíveis, minimizando os erros de cálculo por efeitos de pouca amos-
tragem.
A análise de algumas séries de amostras por Papa (tendo sido também efectuadas
por Rei, pois a coleção possui selos papais e régios) pela técnica de espectrometria
de fluorescência de raios X permitiu encontrar semelhanças entre selos muito bem
conservados. A presença de elementos como o estanho e o antimónio pode ser asso-
ciada a um melhor estado de conservação, como é referido por Luca Becchetti.6 Os
resultados obtidos foram posteriormente analisados por HCA – Hierarchical Cluster
Analysis. Este algoritmo permite agrupar dados similares em grupos, os chamados
clusters. O objetivo desta análise é estabelecer relações de semelhança entre amos-
tras, sendo que cada grupo é diferente do outro e amostras dentro do mesmo cluster
são bastante semelhantes entre si.7
As séries escolhidas para análise por este algoritmo foram de Paulo III, Clemente
VIII e Urbano VIII. Os resultados permitiram asssociar amostras por grau de corro-
são e idade, com base nos elementos constituintes, determinados por espectrometria
de fluorescência de raios X (Fig. 4).
544
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
de Urbano VIII. O grupo 3 relaciona selos de Grau 2-3, com idade próxima e corro-
são semelhante, com selos dos três Papas. O grupo 4 estabelece semelhanças entre
selos de Grau 2-3, com corrosão espalhada à superfície (Clemente VIII e Paulo III).
O grupo 5, surge com maior proximidade ao grupo 1, pois os selos apresentam Grau
1, com maiores diferenças de composição, demonstrando a existência de variabili-
dade nas amostras (amostras de Clemente VIII e Urbano VIII).
Os efeitos dos microclimas gerados dentro de gavetas, bem como em caixas de
cartão anteriormente utlizadas para proteção dos selos, concentrando condições ací-
dicas podem ter consequências dramáticas como no caso do selo de D. João I de
Castela, de 1386. Este selo evidencia a necessidade de criar/manter registos fotográ-
ficos das coleções. O selo em questão foi comprado pelo Arquivo da Universidade
cerca de 1948. A fotografia do documento da época foi enviada ao AUC para ava-
liação da compra. Nessa altura o selo ainda era legível, com a imagem do cavaleiro
bem definida. Atualmente a imagem do cavaleiro é pouco perceptível, encontrando-
se integridade física do selo ameaçada, não permitindo o seu manuseamente, corren-
do o risco de se desfazer (Fig. 5).
Fig. 5 - Título real de regimento concedido por D. João I de Castela e D. Beatriz a D. João, filho de D.
Pedro I e D. Inês de Castro, 1386 (ARQ 98 - AUC ).
TÉCNICAS DE RESTAURO
Após análise de uma série alargada de selos de chumbo, foi efetuada uma pes-
quisa de técnicas de restauro utilizadas anteriormente em várias épocas, com vista a
proceder ao restauro de selos de chumbo do AUC.
Desde a limpeza mecânica e posterior tratamento por soluções agressivas utili-
zado por Jenkinson8, passando pela troca iónica promovida por depósito da amostra
em água destilada, rodeada por uma resina sintética, método empregue por Organ9,
vários métodos foram empregues.
Colson e Dégrigny promoveram uma redução eletrolítica de selos de chumbo por
imersão do selo numa solução de sulfato de sódio.10 Este método apresenta proble-
mas pois, embora os cordões sejam protegidos, essa proteção não é garantida, facil-
mente levando a maiores danos pois pode haver passagem da solução para o interior
545
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
CONCLUSÕES
546
CATARINA I. A. SANTOS, TERESA M. V. D. PINHO E MELO
HAVERÁ QUÍMICA NA SIGILOGRAFIA?
REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS
547
LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y
DOCUMENTOS
Abstract: Heraldic bindings have coats of arms on the covers, loin or edge. Coat of
arms are usually identified with property marks, that is, super libros. Nevertheless,
they can also have other meanings, as the proof of a donation, the identification of
the author, who promotes the work or who are dedicated to. They can be even found
in prizes books, which were offered by an academic institution ―agonothete―, or
those books that have been designated by the Pope. The inspection of these covers
sometimes verifies that the coat of arms has lost its original meaning. In this occa-
sion, it is not a super libros, but rather ornamental element. Finally, there are cases
in which the bookbinder imitates or copies bindings from other centuries.
549
JUAN ANTONIO YEVES ANDRÉS
LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
Las armerías son el objeto de estudio propio de una ciencia, la heráldica, y cuan-
do se ciñe a las encuadernaciones con armas, bien junto a otros motivos ornamen-
tales representativos de las tendencias artísticas de cada época, bien con el escudo
estampado como único elemento decorativo, permite seguir la evolución histórica
de la encuadernación. Incluso las cubiertas de libros en las que solo aparece el escu-
do y no muestran un carácter artístico aportan ciertos datos de interés: certifican el
origen y garantizan la autenticidad del libro o documento, proporcionan referencias
históricas o sociales y descubren otros aspectos relativos al uso de las armerías.
El blasón o escudo, un emblema con figuras y colores en el que se siguen las
reglas particulares del blasón,1 cuando aparece en las tapas, lomo o cortes de un
libro o de un documento identifica a un individuo o a una colectividad y comunica
un mensaje que a veces solo puede interpretarse si se conoce la historia de la encua-
dernación, es decir, la tradición de esta manifestación artística que está relacionada
con el amor al libro, para protegerlo y embellecerlo, o con el deseo de conservar
ciertos documentos valiosos para los miembros de generaciones venideras.
Estas encuadernaciones no se identifican con un estilo concreto ―mudéjares, rena-
centistas, barrocas...―, pues el escudo de armas, como se ha dicho, puede aparecer
solo o acompañado de otros motivos ornamentales propios de las tendencias artísticas
de cada época. Además, estas armas pueden aparecer estampadas, pintadas o clavadas
―si se trata de piezas de metal―, y la cubierta puede ser de piel o tela, soporte que
exige maestría a la hora de impresionar los hierros. Casi siempre se trata de obras reen-
cuadernadas, bien porque estaba deteriorada la cubierta original, bien porque el biblió-
filo ha tratado de dar uniformidad a su biblioteca. De esta práctica, habitual en los
siglos XIX y XX, tenemos muchos ejemplos, pero ahora se señalan tres muy notables:
en los dos primeros la heráldica o los elementos emblemáticos son los únicos motivos,
mientras que en el tercero las armas aparecen en medio de una decoración propia del
estilo de la época. La primera es la del marqués de Caracena2 (fig. 1). La segunda, muy
notable por la obra, una copia medieval del Livre des proprietés des choses traslate
de latin en françois, de Bartholomaeus Anglicus, y por el posesor, Claude d’Urfé, que
representó a François I en el Concilio de Trento, y más tarde fue nombrado por Henri
II embajador cerca de la Santa Sede y «gouverneur des Enfants de France», encar-
gándose de la educación de los hijos de Henri II y Catherine de Médicis3 (fig. 2). La
tercera, barroca italiana, perteneció al VIII duque de Escalona4 (fig. 3).
1
El escudo presenta elementos hereditarios, los que forman el escudo propiamente dicho, junto a otros que se deno-
minan elementos personales que figuran generalmente alrededor como yelmos, insignias, cruces o collares y que
permiten la identificación del propietario de las armas.
2
Contiene la obra: RUFO, Juan — La Austriada, Toledo: Juan Rodríguez, 1585. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB
3060. Véase YEVES ANDRÉS, Juan Antonio — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano,
Madrid: Ollero & Ramos, Fundación Lázaro Galdiano, 2008, n. 163.
3
Contiene la obra: BARTHOLOMAEUS ANGLICUS — Livre des proprietés des choses traslate de latin en
françois. Manuscrito. [c. 1400]. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 15554. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encua-
dernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 214.
4
Contiene las obras: ARAGÓN (REINO). CORTES — Actos de Cortes del Reyno de Aragon, Çaragoça: Lorenço
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
de Robles..., 1608. (1609). — Observantiae, Consuetudinesque regni Aragonum, in usu Communiter habitae, Çara-
goça: Herederos de Pedro Lanaja..., 1664. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 11603. Véase YEVES ANDRÉS, J. A.
— Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 153. En la Colección de Bartolomé March se
encuentra una obra del mismo taller, en este caso sin escudo de armas, que contiene — La regla y establecimiento
de la cavalleria de Santiago del Espada, Madrid: Viuda de Luis Sánchez, 1627. Véase — Ocho siglos de encuader-
nación española: Huit siècles de reliure en Espagne. Spaanse boekbanden uit acht eeuwen. Bruxelles: Bibliotheca
Wittockiana, 1985, n. 24.
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JUAN ANTONIO YEVES ANDRÉS
LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
preciso que exige la ciencia del blasón y que habían sido fijados por reyes de armas
y heraldos. No solo las piezas y los colores que aparecen en el campo, también la
forma o boca de este y los elementos que aparecen alrededor proporcionan informa-
ción de interés, a veces hasta de género y estado: los escudos acolados identifican a
una mujer y un cordón o lazo –llamado de amor–, rodeando el escudo y rematando
dos borlas y que queda abierto en señal de viudedad. Se aprecian en los ejemplos
de las encuadernaciones de Isabel de Farnesio, reina de España, segunda esposa de
Felipe V de Borbón 5 (fig. 4), Maria Josepha de Sajonia, delfina de Francia6 (fig. 5)
y de la infanta Isabel Clara Eugenia de Habsburgo y Valois, hija de Felipe II y de
Isabel de Valois7 (fig. 6).
Las armas se muestran en los más variados objetos, como señal de identidad
y ostentación, como marca de posesión, como ornamento decorativo o con otros
fines, así se observa en el caso de las encuadernaciones de los libros y documentos.
Se presentan en manuscritos desde finales del siglo XIII como señal del comandita-
rio o del posesor e incluso como atributos iconográficos. A partir del siglo XIV se
encuentran en algunos cortes de encuadernaciones, señalando la posesión, pero es
5
Contiene la obra: LA BLÉTERIE, Jean Philippe René de — Histoire de l’empereur Jovien et traductions de quel-
ques ouvrages de l’empereur Julien. Paris: Prault fils, 1743. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 10936. Véase YEVES
ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 168.
6
Contiene la obra: IGLESIA CATÓLICA — Office de la Semaine Sainte. En latin & en françois a l’usage de Rome
& de Paris. Paris: Chez la Veuve Mazieres et Garnier, 1746. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 562. Véase YEVES
ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 173.
7
Contiene la obra: CAMBRY, Jeanne de — Anterologie, ou traité de la ruine de l’amour-propre et du bastiment de
l’amour divin. A Tovrnay: Adrian Quinque, 1623. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 1253. Véase YEVES ANDRÉS,
J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 166.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
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1. Los escritos a pluma o con cincel, ya en una de las hojas, ya en el total de ellas.
2. Los blasones o cifras en oro, plata, o en frío, impresos sobre los lomos o
cubiertas de la obra.
3. Los representados por sellos secos o de tinta, estampados en una de las diver-
sas páginas del libro.
Después añadía el Doctor Thebussem una cuarta clase, de la que se iba a ocu-
par, «la viñeta movible con escudo, signo o letrero, que se fija comúnmente en las
guardas del libro, explicando quién sea el dueño del mismo»,12 que en algunos casos
cambia de tamaño para que sea proporcionado a los libros.
La segunda clase es la que hoy se conoce como super libros y, como bien decía
el Doctor al ocuparse de este asunto nuevo «para plumas castellanas», no tiene
que ser necesariamente un blasón, es decir, una representación heráldica, pueden
ser simbólicos o anagramáticos también: divisas, emblemas, anagramas, iniciales e
incluso el mismo nombre estampado. Véanse los ejemplos del Infante don Antonio
de Borbón13 (fig. 7), de Salvá14 (fig. 8), o del marqués de Morante15 (fig. 9), que con
su lema «J. Gomez de la Cortina et amicorum», recuerda la frase que figuraba en las
cubiertas de los libros de uno de los más grandes bibliófilos, Jean Grolier, que no
utilizó escudo ni emblema sino la conocida frase «Jo. Grolierii et amicorum».
Fig. 7. Encuadernación con las iniciales del infante don Antonio de Borbón.
Fig. 8. Encuadernación con el emblema de Salvá.
Fig. 9. Encuadernación con las armas del marqués de Morante.
THEBUSSEM, Doctor, Seud. de Mariano Pardo de Figueroa — «Ex libris», en Primera ración de artículos,
12
Madrid: [s. n.], 1892, pp. 74-88, véase p. 75. Se publicó por primera vez en 1875.
13
Contiene la obra: VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo — Cartas eclesiásticas de J. Joaquin Lorenzo Villanueva al
doctor D. Guillermo Diaz Luzeredi en defensa de las leyes que autorizan ahora al pueblo para que lea en su lengua
la Sagrada Escritura. Madrid: Imprenta Real, 1794. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 10999.
Contiene la obra: SALAS BARBADILLO, Alonso Jerónimo — Coronas del Parnaso y Platos de las musas.
14
Heredero y Mayoral, catedrático de elocuencia en la Universidad de Alcalá de Henares, y algunos de sus escritos.
Dalos a luz el marqués de Morante. Madrid: [s.n.], 1868. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 6609. Véase YEVES
ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 197.
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1. Super libros
16
BOULAND, Ludovic — Marques de livres anciennes et modernes françaises et étrangères, Paris: L. Giraud-
Badin, 1925, véase el capítulo «Les Agonothètes ou les donateurs de prix», pp. 10-22.
17
Es necesario recordar dos repertorios franceses clásicos, muy útiles para identificar las armas: GUIGARD, Joan-
nis — Nouvel armorial du bibliophile. Guide de l’amateur des livres armoriés, Paris, Emile Rondeau, 1890, y OLI-
VIER, Eugene, HERMAL, Georges, y ROTON, R. de — Manuel de l’amateur de reliures armoriées françaises,
París: Charles Bosse, 1924-1938. Para valorar la presencia del blasón en el libro y no solo en la cubierta es necesa-
rio acudir a otra obra francesa: — L´Héraldique et le libre, Paris; Toulouse: Somogy editions dárt; Service interéta-
blissments de coopération documentaire de Tolouse, 2002. Esta obra lleva una presentación de Michel Pastoureau
y textos referentes a uso de la heráldica en el libro. Interesan especialmente los de Solveig Langen, Lea Joubert,
Matthieu Desachy, Philippe Palasi y Jean Paul Laurenchet.
18
Contiene la obra: ÁNGELA DE FOLIGNO, beata — Libro de la bienaventurada sancta Angela de Fulgino: en
el qual se nos muestra la verdadera carrera para seguir las pisadas de nuestro redemptor y maestro Jesucristo.
Toledo: [Sucesor de Hagembach], 1510. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 8136. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. —
Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 120.
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Fig. 10. Encuadernación con las armas del III marqués de Caracena.
Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior y la punta redondeados,
cuartelado, 1º y 4º, de oro, palo o bastón de gules y sobrepuesto un león del
mismo color, coronado de oro y envuelto en cinta o banda de plata, bordura de
plata cargada de ocho calderas de sable (Benavides); 2º y 3º, de gules, castillo
de oro, donjonado, mazonado de sable y aclarado de azur (Carrillo); sobre el
todo, escusón jaquelado de quince piezas, ocho de plata y siete de azur (Toledo).
Al timbre, corona de marqués con un aro de oro enriquecido de piedras precio-
sas, realzado de cuatro florones, interpolados de doce puntas, rematadas las del
centro de tres perlas –en el escudo parecen florones más pequeños–. Acolada al
escudo y saliente por los flancos, punta y jefe la cruz de Santiago.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
2. Exdono
Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior redondeados y una
punta o ángulo saliente en el centro de dicho lado, de plata, ardilla rampante de
gules. Al timbre, corona con círculo engastado de pedrería y veinte perlas, once
vistas, y casco mirando al frente de siete rejillas en la visera, que está cerrada,
con lambrequines y como cimera corona con círculo engastado de pedrería y
dieciséis perlas, nueve vistas, y una ardilla naciente. Cuenta como soportes con
sendos leones terrazados.
19
Contiene la obra: JIMENA JURADO, Martín — Catalogo de los obispos de las iglesias catedrales de la diocesi
de Jaen y annales eclesiasticos deste obispado. Madrid: Domingo Garcia y Morras, 1654, Biblioteca Lázaro Gal-
diano, IB 7248. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano,
n. 161.
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3. Autoría
Fig. 12. Encuadernación con las armas del IX duque consorte de Almazán.
20
Contiene la obra: ALMAZÁN, Alfonso de Maríategui y Pérez de Barradas, duque de — Historia de la montería
en España. Madrid: [s.n.], 1934 (Barcelona: Instituto Gráfico Oliva de Vilanova), Biblioteca Lázaro Galdiano, IB
11868. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 103.
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Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior redondeados y una
punta o ángulo saliente en el centro de dicho lado, de gules, tres manzanas de
oro, hojadas de lo mismo, dispuestas 2 y 1. Al timbre, corona de duque, un aro de
oro enriquecido con piedras preciosas, realzado de ocho florones, cinco vistos,
interpolados con ocho puntas de oro, cuatro vistas, sumada por cimera con un
murciélago saliente, con las alas abiertas y puesto de frente. Acolada al escudo y
saliente por los flancos, punta y jefe la cruz de Montesa.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
5. Comanditario
Escudo: Romboidal, de oro, cuatro palos de gules. Lleva por soportes una «L»
a cada lado, de oro y coronadas. Al timbre, corona real abierta, de oro, con un
murciélago de sable –rat penat–, saliente y con las alas extendidas. Este escu-
do quedó establecido por el «Consell» municipal en 1377. La colocación de la
corona sobre la «L» de Valencia se debe a concesión de Pedro el Ceremonioso y
posteriormente se añadió una «L» a cada lado –doblemente leal– y murciélago,
22
Contiene la obra: ORTI Y MAYOR, José Vicente — Fiestas centenarias con que la insigne noble, leal y coro-
nada ciudad de Valencia celebrò en el dia 9. de Octubre de 1738. la quinta centuria de su Christiana Conquista.
Valencia: Antonio Bordazar, 1740. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 8234. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encua-
dernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 230.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
que fue un dragón alado anteriormente. No figuran las ramas de laurel que en la
actualidad aparecen en el escudo, porque estas tienen su origen en la Guerra de
la Independencia.
7. Agonoteta
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Fig. 15. Encuadernación con las armas del Real Seminario de Nobles de Madrid.
Escudo: Oval, con las armas de Carlos III, rey de España, sobre un escudo cua-
drilongo, con los extremos del lado inferior redondeados y una punta o ángulo
saliente en el centro de dicho lado, y con el lado superior con tramos curvos y
rectos, configurando una forma de peto. Rodeado por el collar de la Orden del
Toisón de Oro, con las insignias pendientes de esta Orden y de la de Carlos III.
Al timbre, corona real cerrada. Se completa el escudo con una palma y una rama
de olivo, el nombre de la entidad en la parte superior, «REAL SEMINARIO DE NOBLES
DE MADRID», e instrumentos relacionados con las enseñanzas que se impartían en
la institución en la inferior.
de la verdadera Figura y Magnitud de la Tierra, con otras varias Observaciones Astronómicas, y Phisicas. Madrid:
Por Antonio Marín, 1748. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 10592-10595. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encua-
dernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 221.
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se reabrió en 1770 bajo la dirección de Jorge Juan, que reorganizó las enseñanzas.
A partir de 1785 se transformó en un centro educativo con un carácter más laico y
castrense, centrado en materias de orientación científica y técnica. Estaba situado en
la calle Princesa y el edificio fue demolido en 1889.
En el lomo de este ejemplar, además del nombre del autor y del título, consta que
fue encuadernado para un alumno premiado: «MATEMATICAS PREMIO PRIMERO». Esta
anotación confirma que no es un libro de la biblioteca del Real Seminario de Nobles
de Madrid. Se trata de un libro que la institución entregó como premio.
8. Dedicatoria
Figs. 16 y 17. Encuadernación con las armas del V duque y V duquesa del Infantado.
25
Contiene la obra: — Álbum de dibujos de Alonso Berruguete, Julio de Aquilis, Andrés de Melgar y otros. Manus-
crito. Siglo XVI. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 15510. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones herál-
dicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 164.
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9. Preconización
Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior y la punta redondeados,
con esmalte que no se puede precisar y figura que es un olmo terrazado aunque
sus raíces se hayan representado como visibles; sobre el centro del jefe y sobre-
saliendo del campo del escudo, escusón cuadrilongo, con los extremos del lado
Contiene la obra: IGLESIA CATÓLICA — Pontificale romanum Clementis VIII Primum, postea vero Urbani VIII
26
Auctoritate recognitum. Cum figuris. Roma: Typis de Rubeis. 1683. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 3943. Véase
YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 242.
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Fig. 18. Encuadernación con las armas de Miguel del Olmo Manrique, obispo de Cuenca.
27
CAÑAS REILLO, José Manuel — «Epitafio de D. Miguel del Olmo † 1721», 2010 [Disponible en: http://www.
epigrafiaconquense.com/textosA/ficheros/CUENCA_Catedral_Capilla%20Mayor]. Consulta: 2 de octubre de 2018.
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28
Contiene la obra: — Almanach royal, année M.DCC.LIII, contentant; les naissances des Princes & Princesses de
l’Europe, les Archevêques... A Paris: Imprimerie de Le Breton, 1753. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 11173. Véase
YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 184.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior y la punta redondeados,
cuartelado, 1º, a su vez cuartelado, 1 y 4, de gules, castillo de oro, donjonado,
aclarado de azur y mazonado de sable (Castilla); 2 y 3, de plata, león rampan-
te, de púrpura, linguado, uñado, armado de gules y coronado de oro (León); 2º,
partido, 1, de oro, cuatro palos de gules (Aragón), y 2, cuartelado en aspa, jefe
y punta de oro, cuatro palos de gules, flancos de plata, águila de sable, corona-
da de oro, membrada de gules (Sicilia); 3º, cortado, 1, de gules, faja de plata
(Austria), 2, bandado de seis piezas, tres de oro y tres de azur, con bordura de
gules (Borgoña Antigua); 4º, cortado, 1, de azur, sembrado de flores de lis de oro
con bordura componada de gules y plata (Borgoña-Valois), 2, de sable, león de
oro lampasado y armado de gules (Brabante). Sobre todo, escusón cuadrilongo,
con los extremos del lado inferior y la punta redondeados, de azur, tres flores de
lis de oro, puestas 2 y 1, bordura lisa de gules (Borbón-Anjou). Escusón sobre
el ombligo o punto inferior de honor, partido, 1, de oro, león de sable, linguado
y armado de gules (Flandes), y 2, de plata, águila de gules, coronada, picada
y membrada de oro, cargado el pecho de un creciente trebolado de lo mismo
(Tirol). Al timbre, corona real cerrada. Rodeado por los collares de la Orden del
Espíritu Santo, orden dinástica establecida por Henri III de Francia, y del Toisón
de Oro, con insignias pendientes.
29
Contiene la obra: DOWNIE, John — Láminas del ataque y defensa del arma de la lanza. Madrid: [s. n.], 1814.
Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 11849. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la
Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 14.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
Fig. 21. Encuadernación con las armas del III marqués de Caracena.
Encuadernación en badana jaspeada teñida sobre cartón, con las armas del III
marqués de Caracena. Reutilizada en el siglo XX. (Fig. 21).30
30
Contiene la obra: VALERA, Diego de — Tratado de los Rieptos e desafios que entre los caualleros y hijos dalgo
se acostumbran hazer segun las costumbres de españa, francia et ynglaterra... Con otro tratado llamado Cerimo-
nial de principes. [S.l.: s.n., s.a.]. [Valencia: Juan Viñao, c. 1519 o 1520]. Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 8115.
Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 122.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
ca del marqués de Caracena pero la obra, si alguna vez estuvo en aquella biblioteca,
debería llevar otra cubierta adecuada a su tamaño. El escudo en esta cubierta solo
se puede interpretar como un elemento decorativo o como un intento fraudulento
de revalorizar un libro simulando que estuvo en los anaqueles de la biblioteca del
marqués de Caracena.
Fig. 22. Encuadernación con las armas del arzobispo Charles de Bourbon.
Escudo: Cuadrilongo, con los extremos del lado inferior y la punta redondeados,
de azur, tres flores de lis de oro bien ordenadas y banda de gules. Al timbre,
capelo, bajo de copa y ala ancha, perforada por dos orificios a través de los cua-
les se deslizan dos cordones terminados en borlas, diez a cada lado, en cuatro
órdenes, puestas 1, 2, 3 y 4. Cruz trebolada, propia de los arzobispos no prima-
dos, acolada al escudo.
31
Contiene la obra: TUCIDIDES — L’histoire de Thucydide Athenien, de la guerre, qui fut entre les Péloponne-
siens et Atheniens, translatée en langue Françoyse par feu Messire Claude de Seyssel. Paris: Iosse Badius, 1527.
Biblioteca Lázaro Galdiano, IB 11866. Véase YEVES ANDRÉS, J. A. — Encuadernaciones heráldicas de la
Biblioteca Lázaro Galdiano, n. 119.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
Fig. 23. Encuadernación con las armas de Felipe II, rey de España.
32
Contiene la obra: VEGA, Pedro de la (OSH) — Flos Santorum. La vida de nuestro señor Jesu Christo: y de
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Las tapas presentan el escudo real en metal dorado en el centro y las armas del
ducado de Milán entre motivos vegetales estilizados en los esquinazos, también
metálicos. Esta encuadernación, por los materiales y por la estética empleada en la
elaboración de los blasones y de los elementos decorativos, parece ser una recrea-
ción inspirada en modelos del siglo XVIII y no una restauración o reconstrucción. Por
lo tanto, no debe ser un ejemplar ofrecido por el Ducado de Milán a Felipe II, como
señaló en 1934 Vicente Castañeda. 33 Al menos hoy no quedan restos de la obra ori-
ginal que permitan esta afirmación, y se puede decir que es una reencuadernación de
finales del siglo XIX o comienzos del XX, realizada con un criterio poco respetuoso
con la cubierta original. Tal vez, se pudo hacer con la intención de revalorizar un
impreso que tiene en sí un notable interés bibliográfico y quien lo hizo no se ajustó
a los criterios estéticos de la época a la que corresponde el blasón ni a las reglas de
la heráldica.
Encuadernación en piel badana envejecida con las armas del marqués de Santillana
en el centro, realizada por Josefina L. Díez Lassaletta. Hacia 1957. (Fig. 24). 34
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
Escudo: Dos escudos ovalados y acolados. El primero, de azur, tres flores de lis
de oro (Francia); y el segundo, cuartelado: 1º y 4º, de gules, águila de plata –se
conoce como águila blanca– coronada, membrada y picada de oro (Polonia); 2º
y 3º, de gules, caballero de plata, con espuelas de oro, montado sobre un caballo
Vitr. 4-3. Véase — Encuadernaciones españolas en la Biblioteca Nacional. Madrid: Biblioteca Nacional; Julio
35
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
de plata, con silla y riendas de azur decoradas de oro, y armado con una espada,
de plata, con empuñadura de oro, que sostiene con su brazo derecho sobre su
cabeza, y porta en su siniestra un escudo de azur cargado con una cruz doble de
oro (Lituania); escusón sobre el todo ovalado de plata, una cabeza de búfalo,
de sable, el hocico anillado de oro (Leszczynska). Al timbre, corona con círculo
engastado de pedrería con ocho flores de lis de las que salen sendas diademas
cargadas de perlas y cerradas por una flor de lis doble.
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LA HERÁLDICA EN LA ENCUADERNACIÓN DE LIBROS Y DOCUMENTOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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