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La sexualidad en personas discapacitadas

Introducción

La sexualidad de las personas con discapacidad existe y es muy heterogénea, tal cual
ocurre con el resto de la población. De hecho, las etapas del desarrollo sexual en ellas se
da en forma similar a lo que ocurre con el resto. Lo que puede observarse es que, por
cuestiones de retraso, pueden tardar un poco más, pero la niñez, la pubertad y la madurez
llegan a todos. Es posible que en algunos aspectos la evolución de una persona sea similar
a la de un niño de tal o cual edad, aun cuando la cronológica siga avanzando, pero ello no
significa que sea un niño o niña apresado/a en el cuerpo de un adulto femenino o
masculino.
Por otro lado, es muy frecuente que se confundan genitalidad y sexualidad, las que, aunque
suelen ir de la mano, implican cosas distintas. Mientras que la primera tiene que ver con el
aspecto físico, la segunda refiere a esa definición que cada uno adopta, a la elección que
hacemos de entre todas las formas posibles de estar en el mundo y que nos diferencia y, al
mismo tiempo, nos hace confluir con otros.
La forma en que se discute este aspecto de la vida de las personas con discapacidad es
diferente a cómo se hace respecto de la población en general, ya que esa condición sigue
discutiéndose lo cual llega constituirse como una forma de discriminación.
Por otro lado, uno de los inconvenientes que suelen padecer los integrantes de este
colectivo heterogéneo es la falta de intimidad, sobre todo aquellos que necesitan de la
ayuda de otros para realizar algunas, muchas o todas las tareas cotidianas, lo que en
ciertos casos institucionaliza la promiscuidad aun en ámbitos en los cuales debiera
respetarse su derecho a la intimidad. También por esa circunstancia es que en muchas
ocasiones aquellos con discapacidad mental pueden no llegar a comprender la diferencia
entre lo público y lo privado respecto de sus conductas.
Pero quizás el problema mayor que enfrentan sobre todo aquellos que portan una
discapacidad mental es la carencia de información sobre lo que implica la sexualidad y la
falta de respuesta a las preguntas, cuando ellas aparecen.
Ello los deja expuestos no solamente a los abusos sexuales y a todas sus consecuencias
(embarazos, enfermedades de transmisión sexual, etc.), sino que aumenta la exclusión y los
priva de una parte importante de la vida.
Como personas, tienen el derecho a que se les informe, se contesten sus preguntas y se los
considere capaces de sentir y vivir el erotismo.

Desarrollo

Conclusión

Para concluir, no son ni ángeles, ni niños eternos, las personas con discapacidad son
exactamente eso, personas.
Más allá de los devotee (aquellos que sola o principalmente se sienten atraídos por la
discapacidad de una persona y no siempre por la persona misma), quien porte una
limitación del orden que sea puede ser alguien deseable.
Al brindarles la información correcta para saber diferenciar lo que es una caricia afectuosa
de una agresión sexual, al explicarles qué es lo que ocurre con su cuerpo al llegar a la
pubertad, al demostrarles que determinadas conductas deben ser públicas y otras privadas,
al señalarles que determinadas formas de manifestar la afectividad pueden ser mal
interpretadas, es decir, al instruirlos sobre lo que es la sexualidad, no solamente se los
aparta de riesgos para su salud física y psíquica, sino que se los integra más y mejor al
mundo: se los hace más parte de él.

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