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Ensayo

Santiago Jurado Murillo, 11/09/22

Antes de establecer su relación con cualquier animal, el médico veterinario debe establecer
primero su relación para con un propietario o una institución, que requieran de sus servicios,
en ambos casos, el primer acercamiento se da con otro ser humano, esta relación, como todas
las relaciones profesionales, debe estar y está descrita en una normativa nacional, como lo es
la ley 576 del 2000, el Código de Ética para el ejercicio profesional de la medicina veterinaria
(…). En su primer artículo, el código presenta como fin principal de la profesión el promover
una mejor calidad de vida para el hombre (humano)., y en siguientes capítulos se expone la
relación del médico veterinario para con, sus pacientes, sus clientes y sus colegas.

El ejercicio veterinario implica manipular, examinar, medir, curar y sacrificar bienes muy
valiosos, bienes sintientes, pero bienes, al fin y al cabo, que representan una riqueza para su
propietario, pueden ser su sustento de vida, su compañía, dicho propietario necesita de
garantías para poner sus riquezas en las manos de un profesional, así como el profesional
mismo necesita garantías para ejercer y argumentar sus decisiones médicas.

Lo anterior no significa que todo esté escrito, se trata de un código de ética, pero
frecuentemente se pone de manifiesto que antes de ser seres sintientes, son bienes
económicos los pacientes de las clínicas, donde por iniciativa del médico o el propietario los
pacientes son sometidos a largos e invasivos tratamientos que permiten que existan unos
signos vitales, pero no una calidad de vida. Desde el mismo punto de vista económico, al
formular un tratamiento o procedimiento médico innecesario es nocivo para el propietario, y
aun cuando este pueda costearlo, en esta relación médico-cliente aparece una gran cantidad
de intereses personales, económicos y sociales, que pueden entorpecerla y alejar la realidad
del ideal del ejercicio médico.

La Posesión del conocimiento confiere la necesidad de que la norma enfatice en la


responsabilidad del médico veterinario, ¿cuál es la responsabilidad del médico? ¿hacer todo
cuanto sus clientes le pidan?, la responsabilidad del profesional radica en su conocimiento,
debe compartirlo con pertinencia, veracidad y buena voluntad, y, también debe aplicar ese
conocimiento en los animales, los cuales no pueden demandar, exigir ni reportar un “mal
trato”, depende enteramente de la empatía de su veterinario, el cual debería comportarse
entonces como un ser sintiente el mismo, que conoce el sufrimiento, la enfermedad y la
muerte, y reconocer, por su formación académica, el papel que desempeñaron los animales
domésticos para que hoy exista la humanidad, la medicina, la ciencia y la sociedad. Tal vez los
animales no humanos no construyen cohetes, ni diseñan vacunas, ni administran industrias,
pero el ser humano no habría podido ni soñar con estos logros, sin el impulso tecnológico que
representó la domesticación de los animales, de nuestros animales, con los cuales
establecimos una relación simbiótica, en la que les proporcionamos una vida artificial,
controlada, y ellos nos alimentan, nos visten, nos abastecen de fármacos, vacunas, cosméticos,
subproductos, nos transportan, nos entretienen, nos protegen, nos rescatan, y nos
acompañan, entre otras cosas. El hecho de que un médico incurra en maltrato, afecte una de
las 5 libertades animales en su paciente es sumamente más grave que cuando esto se presenta
por parte de una persona ajena a esta área del conocimiento, y es deber del veterinario
proporcionar educación a estas personas, ir mejorando el estado de conocimiento general de
las personas mejorará el desarrollo de la relación humano-animal doméstico, como simbiosis,
no como parasitismo, nos permitirá tener buena salud, buena calidad de alimentos, buena
rentabilidad en nuestras producciones animales, y una buena Convivencia con nuestras
mascotas.

Es a través del MV que esta in formación debe llegar a los propietarios de producciones
animales, a los propietarios de mascotas y en general a todo el mundo, ya que todos nos
relacionamos y dependemos de estas interacciones, por ejemplo, para tener seguridad y
soberanía alimentaria.

Pero el MV no sólo tiene deberes para con sus pacientes, tiene deberes para con sus clientes,
su comunidad, su gobierno y para con toda la humanidad, y es de su mayor interés conocer
toda la reglamentación que existe para garantizar el complimiento de dichas
responsabilidades, ya que es esta la reglamentación que en un futuro hipotético se encargará
de administrarle procesos y sanciones.

Para un ejercicio veterinario fluido, el primer paso es conocer cuáles conductas se clasifican
como merecedoras de sanciones y suspensiones de licencia, así podrá enfocarse en atender a
sus pacientes, y no en dudar sobre la legalidad de sus acciones, y es ahí donde se hace
necesario el siguiente paso, no solo no romper la ley, sino conservar un registro escrito que sea
material probatorio de que en efecto se obró de acuerdo al código de conducta, para proteger
sus pacientes, sus clientes y a sí mismo. La base de la documentación para el anterior fin es la
historia clínica, documento confidencial y que se realiza bajo gravedad de juramento, y en el
cual se consigna que procedimientos y decisiones tuvieron lugar durante la atención médica.

Cuando el cliente no esté de acuerdo con la recomendación médica, o no puede acceder a


costear el procedimiento, es fundamental que se deje constancia de que el procedimiento fue
recomendado oportunamente y no que se dejó de hacer por una omisión.

La ley 576 del 2000 contempla la suspensión de la licencia profesional hasta por 5 años, como
una forma de evitar que se sigan realizando malas praxis, para que quienes las realizan no
puedan legalmente seguir haciéndolo, y para que quienes se vean tentados sean disuadidos
por la sanción, fines ambos necesarios para continuar con el avance de la salud animal y la
salud en general.

A la hora de ejercer una profesión como la medicina veterinaria, se evidencia que tras estudiar
profundamente los animales, se olvida que es con humanos con quienes se van a tener los
tratos, y que a estos también conviene estudiarlos y conocerlos, y así tomar medidas
“profilácticas” para prevenir las querellas con clientes enfurecidos, deprimidos, tristes,
quebrados y/o desesperados, que pueden buscar consuelo en encontrar un culpable de su
pérdida, o pueden buscar un beneficio puntualmente monetario, también están los que
buscan la justicia, en todo caso se revisarán las pruebas que el clínico tenga para proporcionar,
dándole espacio para defenderse y acudir a una segunda instancia, como se define un proceso
“justo”.

LEY 576 DE 2000 (febrero 15) Diario Oficial No 43.897, de 17 de febrero de 2000 EL CONGRESO


DE COLOMBIA. Por la cual se expide el Código de Etica para el ejercicio profesional de la
medicina veterinaria, la medicina veterinaria y zootecnia y zootecnia.
https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-105017_archivo_pdf.pdf

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