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Clase “Ven, sígueme” escuela dominical jóvenes - dom 01 agosto 2021

“El poder de la Divinidad”

Doctrina y Convenios 84
Desa o de la semana pasada

•Anotar en sus diarios de vida, una experiencia en la


que hayan sentido el amor de Dios por ustedes
•Registrar en su cuenta de FAMILYSEARCH, una
historia de algún antepasado que les haya ayudado a
sentir el amor de Dios (pueden ayudarse con sus
padres)
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Análisis
D y C 84: 1-5

1 Una revelación de Jesucristo a su siervo José Smith, hijo, y a seis élderes, cuando unieron sus corazones y
elevaron sus voces al cielo.

2 Sí, la palabra del Señor concerniente a su iglesia, establecida en los últimos días para la restauración de su
pueblo, como lo ha declarado por boca de sus profetas, así como para el recogimiento de sus santos sobre el
monte de Sion, el cual será la ciudad de la Nueva Jerusalén,

3 ciudad que será edi cada, empezando desde el terreno del templo, señalado por el dedo del Señor, en las
fronteras occidentales del estado de Misuri, y el cual se consagró por mano de José Smith, hijo, y otros con
quienes el Señor estaba bien complacido.

4 De cierto, esta es la palabra del Señor, que la ciudad de la Nueva Jerusalén sea edi cada mediante el
recogimiento de los santos, comenzando en este lugar, sí, el sitio para el templo que se edi cará en esta
generación.

5 Porque en verdad, no pasará toda esta generación sin que se le edi que una casa al Señor, y una nube
descansará sobre ella, que será la gloria del Señor que llenará la casa.

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¿Cual es el proposito del Señor
en estos versos?
Análisis
D y C 84: 17-28

17 y este sacerdocio continúa en la iglesia de Dios en todas las generaciones, y es sin principio de días ni n de
años.
18 Y el Señor también con rmó un sacerdocio sobre Aarón y su descendencia, por todas sus generaciones; y este
sacerdocio también continúa y permanece para siempre con el sacerdocio que es según el orden más santo de Dios.
19 Y este sacerdocio mayor administra el evangelio y posee la llave de los misterios del reino, sí, la llave del
conocimiento de Dios.
20 Así que, en sus ordenanzas se mani esta el poder de la divinidad.
21 Y sin sus ordenanzas y la autoridad del sacerdocio, el poder de la divinidad no se mani esta a los hombres en la
carne;
22 porque sin esto, ningún hombre puede ver la faz de Dios, sí, el Padre, y vivir.
23 Moisés claramente enseñó esto a los hijos de Israel en el desierto, y procuró diligentemente santi car a los de su
pueblo, a n de que vieran la faz de Dios;

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Análisis
D y C 84: 17-28

24 mas endurecieron sus corazones y no pudieron aguantar su presencia; por tanto, el Señor en su ira, porque su ira
se había encendido en contra de ellos, juró que mientras estuviesen en el desierto no entrarían en su reposo, el cual
es la plenitud de su gloria.

25 Por consiguiente, tomó a Moisés de entre ellos, y el Santo Sacerdocio también;

26 y continuó el sacerdocio menor, que tiene la llave del ministerio de ángeles y el evangelio preparatorio,

27 el cual es el evangelio de arrepentimiento y de bautismo, y la remisión de pecados, y la ley de los mandamientos


carnales, que el Señor en su ira hizo que continuara en la casa de Aarón entre los hijos de Israel hasta Juan, a quien
Dios levantó, pues fue lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre.

28 Porque se bautizó mientras estaba aún en su niñez, y cuando tenía ocho días de edad, el ángel de Dios lo ordenó
para este poder, con el objeto de derribar el reino de los judíos y enderezar las sendas del Señor ante la faz de su
pueblo, a n de prepararlo para la venida del Señor, en cuya mano se halla todo poder.
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Análisis
D y C 84: 31-42

31 De manera que, como dije concerniente a los hijos de Moisés —porque los hijos de Moisés y también los hijos de
Aarón ofrecerán una ofrenda y un sacri cio aceptables en la casa del Señor, la cual se le edi cará en esta generación, en
el lugar consagrado como he indicado—

32 y los hijos de Moisés y de Aarón, cuyos hijos sois vosotros, serán llenos de la gloria del Señor sobre el monte de Sion
en la casa del Señor; y también muchos que he llamado y enviado para edi car mi iglesia.

33 Porque quienes son eles hasta obtener estos dos sacerdocios de los cuales he hablado, y magni can su llamamiento,
son santi cados por el Espíritu para la renovación de sus cuerpos.

34 Llegan a ser los hijos de Moisés y de Aarón, y la descendencia de Abraham, y la iglesia y reino, y los elegidos de Dios.

35 Y también todos los que reciben este sacerdocio, a mí me reciben, dice el Señor;

36 porque el que recibe a mis siervos, me recibe a mí;


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Análisis
D y C 84: 31-42

37 y el que me recibe a mí, recibe a mi Padre;

38 y el que recibe a mi Padre, recibe el reino de mi Padre; por tanto, todo lo que mi Padre tiene le será dado.

39 Y esto va de acuerdo con el juramento y el convenio que corresponden a este sacerdocio.

40 Así que, todos los que reciben el sacerdocio reciben este juramento y convenio de mi Padre, que él no puede quebrantar, ni
tampoco puede ser traspasado.

41 Pero el que violare este convenio, después de haberlo recibido, y lo abandonare totalmente, no recibirá perdón de los
pecados en este mundo ni en el venidero.

42 Y, ¡ay! de todos aquellos que no obtengan este sacerdocio que habéis recibido, el cual ahora con rmo por mi propia voz
desde los cielos sobre vosotros que estáis presentes este día; y aun os he encomendado a las huestes celestiales y a mis ángeles.

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¿Cuales son los propositos del


sacerdocio ?
¿De que modo los Templos y sus ordenanzas
nos ayudan a cumplir con esos propósitos?
¿Como seria diferente sus vidas
sin el sacerdocio de Dios?
Experiencias personales
El juramento y convenio del
sacerdocio
Análisis
D y C 84: 31-42

31 De manera que, como dije concerniente a los hijos de Moisés —porque los hijos de Moisés y también los hijos de
Aarón ofrecerán una ofrenda y un sacri cio aceptables en la casa del Señor, la cual se le edi cará en esta generación, en
el lugar consagrado como he indicado—

32 y los hijos de Moisés y de Aarón, cuyos hijos sois vosotros, serán llenos de la gloria del Señor sobre el monte de Sion
en la casa del Señor; y también muchos que he llamado y enviado para edi car mi iglesia.

33 Porque quienes son eles hasta obtener estos dos sacerdocios de los cuales he hablado, y magni can su llamamiento,
son santi cados por el Espíritu para la renovación de sus cuerpos.

34 Llegan a ser los hijos de Moisés y de Aarón, y la descendencia de Abraham, y la iglesia y reino, y los elegidos de Dios.

35 Y también todos los que reciben este sacerdocio, a mí me reciben, dice el Señor;

36 porque el que recibe a mis siervos, me recibe a mí;


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Análisis
D y C 84: 31-42
37 y el que me recibe a mí, recibe a mi Padre;
38 y el que recibe a mi Padre, recibe el reino de mi Padre; por tanto, todo lo que mi Padre tiene le será dado.
39 Y esto va de acuerdo con el juramento y el convenio que corresponden a este sacerdocio.
40 Así que, todos los que reciben el sacerdocio reciben este juramento y convenio de mi Padre, que él no
puede quebrantar, ni tampoco puede ser traspasado.
41 Pero el que violare este convenio, después de haberlo recibido, y lo abandonare totalmente, no recibirá
perdón de los pecados en este mundo ni en el venidero.
42 Y, ¡ay! de todos aquellos que no obtengan este sacerdocio que habéis recibido, el cual ahora con rmo
por mi propia voz desde los cielos sobre vosotros que estáis presentes este día; y aun os he encomendado a
las huestes celestiales y a mis ángeles.

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¿Cuales son las formas en que nosotros


podemos recibir el sacerdocio ?
¿Cuales son sus promesas?
El presidente M. Russell Ballard enseñó: “Todos los
que han hecho convenios sagrados con el Señor
y que honran dichos convenios son dignos de
recibir revelación personal, de ser bendecidos
con el ministerio de ángeles, de comunicarse
con Dios, de recibir la plenitud del Evangelio y,
finalmente, de llegar a ser herederos junto con
Jesucristo de todo lo que nuestro Padre tiene”
(véase “Los hombres, las mujeres y el poder del
sacerdocio”, Liahona, septiembre de 2014, pág. 36).
¿Que nos enseña el presidente
Ballard?
La primera presidencia de la Sociedad de Socorro de la Estaca Salt
Lake escribió en 1878: “Nos sentimos verdaderamente
agradecidas de que, mediante la bendición de nuestro Padre
Celestial, nosotras, Sus siervas, seamos llamadas a ser
compañeras en la obra junto a nuestros hermanos para edificar
el Reino de Dios sobre la tierra, al ayudar a construir templos,
en los que podemos recibir bendiciones por esta vida y por la
eternidad. En todas las ordenanzas que se reciben en la Casa
del Señor, la mujer está al lado del hombre, tanto a favor de
personas vivas como fallecidas, mostrando que el varón no es
sin la mujer ni la mujer sin el varón, en el Señor” (Mary Isabella
Horne, Elmina S. Taylor y Serepta M. Heywood, “To the Presidents
and Members of the Relief Society of Salt Lake Stake of Zion,
Greeting!”, Woman’s Exponent, 15 de enero de 1878, pág. 123).
Desa o de la semana

• Estudiar el mensaje del Presidente Oaks, de la Liahona de agosto de 2021,


“Autoridad, Ordenanzas y preparación”
• Compartan con sus padres lo que hayan aprendido
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