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Pontificia Universidad Católica del Ecuador

Rebeca Villavicencio

Antropología Política

Prof. María Pía Vera y Prof. Mirosaki Sierra

12 de junio del 2023

Proyecto de Ley de Salud e Higiene Menstrual: Entre el empoderamiento individual y


el cambio social

El activismo menstrual ha evolucionado a lo largo del tiempo y tiene sus raíces en el


movimiento feminista. En la segunda ola del feminismo, el cuerpo se consideraba un símbolo
de resistencia y se exploraba la relación personal con el propio cuerpo y la autoconciencia.
A medida que el feminismo avanzó hacia la tercera ola, el activismo menstrual se vinculó
con enfoques anticapitalistas y ecologistas, criticando los procesos de acumulación de capital
y apropiación de los cuerpos, especialmente los cuerpos femeninos. Este activismo se basa
en prácticas colectivas de activismo, sororidad, apoyo mutuo y respeto a los cuerpos (Gómez,
2019).

El activismo menstrual de la tercera ola busca combinar la lucha por la salud y el ecologismo,
centrándose en desafiar el estigma asociado a la menstruación. También critica la industria
de la higiene femenina por su impacto en los cuerpos de las mujeres y en el medio ambiente.
Desde una perspectiva antiesencialista, se busca recuperar los ciclos menstruales a través de
un enfoque punk y DIY (Hazlo tú mismo), cuestionando la estructura de género y
promoviendo una relación más directa con la menstruación como un proceso personal que
permite superar dificultades más allá de los procesos estructurales (Gómez, 2019).

En relación con el proyecto de Ley de Salud e Higiene Menstrual, el activismo menstrual


aborda sus implicaciones políticas. La ley busca promover la educación menstrual en
instituciones educativas y familias, argumentando que una buena formación en este tema
permite identificar síntomas y signos de alarma relacionados con el ciclo hormonal de manera
oportuna. Además, se destaca la importancia de contar con recursos necesarios para abordar
el tema de la menstruación con niñas desde temprana edad. La ley también busca establecer
normas que garanticen la atención adecuada a niñas y mujeres menstruantes, y se sugiere la
posibilidad de otorgar una "licencia menstrual" a personas con discapacidad (Onofa, 2022).

El proyecto de ley enfatiza la importancia de abordar el acceso a la salud integral,


especialmente en comunidades rurales donde la desigualdad es más pronunciada. Se
mencionan necesidades urgentes como el acceso a agua y recursos básicos para asegurar una
menstruación digna. Además, se valora la propuesta de otorgar un descanso de 3 días a
mujeres en el mercado laboral que sufren de dolores menstruales incapacitantes. En cuanto a
la licencia menstrual, se profundizará en ella desde un enfoque multidimensional.

El activismo menstrual: Una mirada desde la Antropología, Sociología y Filosofía


Política

Una de las premisas que se debate en Ecuador por las reformas parciales al Código de
Trabajo es sobre el permiso por dolor menstrual para mujeres. Esto, busca equilibrar la
relación entre empleador y trabajador. Además, también está otro tema como el incremento
de las vacaciones de 15 a 30 días en el sector privado, acceso al trabajo por parte de personas
con enfermedades catastróficas, entre otros. (Metro Ecuador, 2023).

La reforma planteada permite que las mujeres puedan tomar hasta 3 días de permiso pagado
al mes debido a dolores menstruales intensos que les incapaciten:

España se convirtió en el primer país europeo en reconocer este derecho a la


baja médica por dolores menstruales en 2023. La India también adoptó una
medida similar al reconocer la baja médica por dolor menstrual. Estas
acciones representan un avance significativo en el reconocimiento de los
problemas de salud específicos de las mujeres y en la búsqueda de una mayor
equidad de género en el ámbito laboral (Rico, 2023).

Una de las perspectivas clave en los estudios en materia del trabajo, desde la sociología
política es su enfoque crítico hacia las relaciones laborales, que busca entender y analizar las
desigualdades de poder entre los trabajadores y los empleadores.
Richard Hyman reconoce que las relaciones laborales están inherentemente marcadas por
una asimetría de poder, donde los empleadores tienden a tener más influencia y control sobre
las condiciones de trabajo (1981. Citado en Ribón, 2012, p.131). Este enfoque proporciona
una lente útil para analizar las opiniones expresadas por los directivos de fundaciones y
colectivos ciudadanos ante la Comisión del Derecho a la Salud en el marco del proyecto de
Ley de Salud e Higiene Menstrual. Estas opiniones revelan la necesidad de abordar de manera
integral la salud menstrual y enfrentar las desigualdades estructurales que afectan a las
mujeres en este ámbito.

En el contexto de la salud menstrual, generar un conflicto de intereses entre trabajadores y


empleadores. Este conflicto se deriva de la necesidad de garantizar condiciones laborales que
permitan a las mujeres acceder a una atención adecuada durante su menstruación, mientras
que los empleadores pueden preocuparse por los costos asociados con la implementación de
políticas y prácticas relacionadas con la salud menstrual.

Desde la perspectiva de los trabajadores, es fundamental que se reconozca y respete el


derecho de las mujeres a una menstruación saludable y digna en el entorno laboral. Esto
implica proporcionar acceso a productos de higiene menstrual, instalaciones adecuadas para
el cambio de productos, descansos adecuados y flexibilidad horaria para lidiar con los
síntomas y molestias asociados con la menstruación. Además, es esencial que se promueva
la educación y concientización sobre la salud menstrual en el lugar de trabajo, para eliminar
estigmas y promover una cultura inclusiva.

Sin embargo, para los empleadores, implementar estas medidas puede plantear desafíos.
Pueden surgir preocupaciones sobre los costos asociados con la provisión de productos de
higiene menstrual, adaptaciones en las instalaciones y la gestión de horarios flexibles. Estos
gastos adicionales pueden ser vistos como una carga financiera, especialmente para pequeñas
y medianas empresas con recursos limitados.

Ante este conflicto de intereses, es importante buscar soluciones equilibradas que aborden
las necesidades tanto de los trabajadores como de los empleadores. Aquí es donde el enfoque
radical de Hyman puede desempeñar un papel importante al resaltar la importancia de
abordar las desigualdades estructurales y buscar transformaciones sociales.
Es crucial fomentar el diálogo y la colaboración entre los diferentes actores, incluidos los
trabajadores, los empleadores, los sindicatos y los responsables políticos, para encontrar
soluciones viables y sostenibles. Esto puede implicar la creación de políticas y regulaciones
que promuevan la igualdad de derechos y oportunidades en el ámbito laboral, así como la
implementación de programas de apoyo y sensibilización.

Además, es fundamental destacar los beneficios a largo plazo de abordar la salud menstrual
en el lugar de trabajo. Al crear entornos laborales más inclusivos y respetuosos, se promueve
la salud y el bienestar de las mujeres, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la
productividad, la retención de empleados y la reputación de la empresa.

Por otro lado, el estudio del ámbito laboral en sociedades industriales ha sido abordado
principalmente por disciplinas como el Derecho, la Sociología y la Economía. Mientras tanto,
la Antropología se ha centrado en los patrones y procesos laborales en sociedades
tradicionales y preindustriales, particularmente en entornos rurales y campesinos. Sin
embargo, a partir de los años 70 del siglo pasado, la Antropología comenzó a adentrarse en
el mundo industrial y empresarial, poniendo énfasis en las "culturas del trabajo".

A lo largo de la historia, las mujeres han sido reprimidas y limitadas en diversas culturas
debido al sistema patriarcal que establece su inferioridad frente a los hombres. El cuerpo
femenino ha sido objeto de normas sociales y control, siendo estandarizado, valorizado y
categorizado por otros. En este contexto, la menstruación se presenta como un ejemplo de la
represión de la sexualidad femenina, ya que su rechazo, control y ocultamiento simbolizan
la opresión histórica hacia las mujeres y sus cuerpos. Además de la menstruación, otros
aspectos como la lactancia y la menopausia también ilustran la apropiación del cuerpo y la
sexualidad femenina.

la menstruación es un proceso fisiológico natural que solo experimentan las mujeres y que
implica un ciclo involuntario que incluye el sangrado menstrual. Sin embargo, a pesar de ser
un proceso natural, se intenta controlar y ocultar debido al asco y la vergüenza que genera en
la sociedad. El estudio etnográfico, sobre las representaciones sociales de la menstruación,
señala que la invisibilización y discriminación de la menstruación contribuyen a la opresión
y la desigualdad de género. Se menciona que la menstruación requiere cuidados específicos
y puede afectar la participación de las mujeres en el trabajo y la sociedad. Los estereotipos
de género y la socialización de las mujeres como objetos influyen en su percepción del cuerpo
y pueden generar efectos negativos en su imagen corporal y bienestar psicológico (Mota,
2019, p.26).

De allí, que el enfoque desde la antropología sobre el tabú de la menstruación (Mary Douglas,
1973) sea esencial en el análisis informado sobre los temas de salud e higiene menstrual,
previa a la toma de decisiones a nivel de política pública y gestión social.

Para finalizar, desde la perspectiva de la filosofía política de Fichte, el análisis del activismo
menstrual y su relación con el trabajo y la ciudadanía puede enfocarse en la idea de autonomía
y reconocimiento de los derechos de las mujeres en la sociedad. Fichte consideraba que el
individuo debe ser autónomo y libre para desarrollarse plenamente, y esto implica que todas
las personas, independientemente de su género, deben tener igualdad de oportunidades y
derechos (Fitche, 1846. Citado en Damiani, 2013).

En el contexto del activismo menstrual, se puede observar cómo las mujeres han buscado
reclamar su autonomía y su derecho a una menstruación digna, desafiando el estigma
asociado a la menstruación y cuestionando las estructuras de género impuestas por la
sociedad. Este activismo se enmarca en las luchas feministas que han buscado la
emancipación de las mujeres y la transformación de las estructuras sociales y políticas que
perpetúan la desigualdad.

El enfoque anticapitalista y ecologista del activismo menstrual de la tercera ola también


puede vincularse con la visión de Fichte sobre la justicia social y económica. Fichte sostenía
que la distribución equitativa de los recursos y la eliminación de la explotación eran
fundamentales para una sociedad justa. En este sentido, el activismo menstrual critica los
procesos de acumulación de capital y la apropiación de los cuerpos femeninos, planteando la
necesidad de cuestionar y transformar las estructuras económicas y políticas que perpetúan
la desigualdad de género.

La propuesta de otorgar una "licencia menstrual" a personas con discapacidad y el énfasis en


abordar el acceso a la salud integral, especialmente en comunidades rurales, también reflejan
preocupaciones por la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de los derechos de
todas las mujeres en la sociedad. Fichte argumentaba que la ciudadanía plena implica que
todos los individuos deben tener acceso a los recursos necesarios para su desarrollo y
bienestar.

En conclusión, el proyecto de Ley de Salud e Higiene Menstrual refleja la importancia de


abordar las implicaciones políticas del activismo menstrual. El conflicto de intereses entre
trabajadores y empleadores en relación con la salud menstrual en el lugar de trabajo plantea
la necesidad de buscar soluciones equilibradas que aborden las necesidades de ambos grupos.
El enfoque crítico de las relaciones laborales desde la sociología y filosofía política; así como
la mirada desde la antropología sobre el tabú de la menstruación, proporcionan perspectivas
útiles para comprender las desigualdades estructurales y buscar transformaciones sociales.
Referencias

Damiani, A. (2013). Trabajo y ciudadanía en la filosofía política de Fichte. UBA, Argentina.


https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/15718/CONICET_Digital_Nro.19044.pdf?
sequence=2&isAllowed=y

Proaño, N. (2023). Permiso por dolor menstrual para mujeres está dentro de las reformas al
Código de Trabajo en Ecuador. Metro Ecuador.
https://www.metroecuador.com.ec/noticias/2023/05/04/permiso-por-dolor-menstrual-para-
mujeres-esta-dentro-de-las-reformas-codigo-de-trabajo-en-ecuador/

Mota, M. (2019). El Tabú de la Menstruación. Capítulo 3: Menstruación. (p.21-28).


Universidad de la República Uruguay.
https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/bitstream/20.500.12008/22777/1/Mota%2C%20Ma
riana.pdf

Onofa, S. (2022). PROYECTO DE LEY DE SALUD E HIGIENE MENSTRUAL RECIBE


APOYO DE COLECTIVOS CIUDADANOS. Asamblea Nacional República del Ecuador.
https://www.asambleanacional.gob.ec/es/blogs/daniel-sigifredo-onofa-cardenas/82478-
proyecto-de-ley-de-salud-e

Gómez, E. (2020). Desafiando las reglas: articulaciones políticas del activismo menstrual
Revista Española de Sociología.
https://recyt.fecyt.es/index.php/res/article/view/77000/62937#info

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