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Trabajo Final
Trabajo Final
Rebeca Villavicencio
Antropología Política
El activismo menstrual de la tercera ola busca combinar la lucha por la salud y el ecologismo,
centrándose en desafiar el estigma asociado a la menstruación. También critica la industria
de la higiene femenina por su impacto en los cuerpos de las mujeres y en el medio ambiente.
Desde una perspectiva antiesencialista, se busca recuperar los ciclos menstruales a través de
un enfoque punk y DIY (Hazlo tú mismo), cuestionando la estructura de género y
promoviendo una relación más directa con la menstruación como un proceso personal que
permite superar dificultades más allá de los procesos estructurales (Gómez, 2019).
Una de las premisas que se debate en Ecuador por las reformas parciales al Código de
Trabajo es sobre el permiso por dolor menstrual para mujeres. Esto, busca equilibrar la
relación entre empleador y trabajador. Además, también está otro tema como el incremento
de las vacaciones de 15 a 30 días en el sector privado, acceso al trabajo por parte de personas
con enfermedades catastróficas, entre otros. (Metro Ecuador, 2023).
La reforma planteada permite que las mujeres puedan tomar hasta 3 días de permiso pagado
al mes debido a dolores menstruales intensos que les incapaciten:
Una de las perspectivas clave en los estudios en materia del trabajo, desde la sociología
política es su enfoque crítico hacia las relaciones laborales, que busca entender y analizar las
desigualdades de poder entre los trabajadores y los empleadores.
Richard Hyman reconoce que las relaciones laborales están inherentemente marcadas por
una asimetría de poder, donde los empleadores tienden a tener más influencia y control sobre
las condiciones de trabajo (1981. Citado en Ribón, 2012, p.131). Este enfoque proporciona
una lente útil para analizar las opiniones expresadas por los directivos de fundaciones y
colectivos ciudadanos ante la Comisión del Derecho a la Salud en el marco del proyecto de
Ley de Salud e Higiene Menstrual. Estas opiniones revelan la necesidad de abordar de manera
integral la salud menstrual y enfrentar las desigualdades estructurales que afectan a las
mujeres en este ámbito.
Sin embargo, para los empleadores, implementar estas medidas puede plantear desafíos.
Pueden surgir preocupaciones sobre los costos asociados con la provisión de productos de
higiene menstrual, adaptaciones en las instalaciones y la gestión de horarios flexibles. Estos
gastos adicionales pueden ser vistos como una carga financiera, especialmente para pequeñas
y medianas empresas con recursos limitados.
Ante este conflicto de intereses, es importante buscar soluciones equilibradas que aborden
las necesidades tanto de los trabajadores como de los empleadores. Aquí es donde el enfoque
radical de Hyman puede desempeñar un papel importante al resaltar la importancia de
abordar las desigualdades estructurales y buscar transformaciones sociales.
Es crucial fomentar el diálogo y la colaboración entre los diferentes actores, incluidos los
trabajadores, los empleadores, los sindicatos y los responsables políticos, para encontrar
soluciones viables y sostenibles. Esto puede implicar la creación de políticas y regulaciones
que promuevan la igualdad de derechos y oportunidades en el ámbito laboral, así como la
implementación de programas de apoyo y sensibilización.
Además, es fundamental destacar los beneficios a largo plazo de abordar la salud menstrual
en el lugar de trabajo. Al crear entornos laborales más inclusivos y respetuosos, se promueve
la salud y el bienestar de las mujeres, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en la
productividad, la retención de empleados y la reputación de la empresa.
Por otro lado, el estudio del ámbito laboral en sociedades industriales ha sido abordado
principalmente por disciplinas como el Derecho, la Sociología y la Economía. Mientras tanto,
la Antropología se ha centrado en los patrones y procesos laborales en sociedades
tradicionales y preindustriales, particularmente en entornos rurales y campesinos. Sin
embargo, a partir de los años 70 del siglo pasado, la Antropología comenzó a adentrarse en
el mundo industrial y empresarial, poniendo énfasis en las "culturas del trabajo".
A lo largo de la historia, las mujeres han sido reprimidas y limitadas en diversas culturas
debido al sistema patriarcal que establece su inferioridad frente a los hombres. El cuerpo
femenino ha sido objeto de normas sociales y control, siendo estandarizado, valorizado y
categorizado por otros. En este contexto, la menstruación se presenta como un ejemplo de la
represión de la sexualidad femenina, ya que su rechazo, control y ocultamiento simbolizan
la opresión histórica hacia las mujeres y sus cuerpos. Además de la menstruación, otros
aspectos como la lactancia y la menopausia también ilustran la apropiación del cuerpo y la
sexualidad femenina.
la menstruación es un proceso fisiológico natural que solo experimentan las mujeres y que
implica un ciclo involuntario que incluye el sangrado menstrual. Sin embargo, a pesar de ser
un proceso natural, se intenta controlar y ocultar debido al asco y la vergüenza que genera en
la sociedad. El estudio etnográfico, sobre las representaciones sociales de la menstruación,
señala que la invisibilización y discriminación de la menstruación contribuyen a la opresión
y la desigualdad de género. Se menciona que la menstruación requiere cuidados específicos
y puede afectar la participación de las mujeres en el trabajo y la sociedad. Los estereotipos
de género y la socialización de las mujeres como objetos influyen en su percepción del cuerpo
y pueden generar efectos negativos en su imagen corporal y bienestar psicológico (Mota,
2019, p.26).
De allí, que el enfoque desde la antropología sobre el tabú de la menstruación (Mary Douglas,
1973) sea esencial en el análisis informado sobre los temas de salud e higiene menstrual,
previa a la toma de decisiones a nivel de política pública y gestión social.
Para finalizar, desde la perspectiva de la filosofía política de Fichte, el análisis del activismo
menstrual y su relación con el trabajo y la ciudadanía puede enfocarse en la idea de autonomía
y reconocimiento de los derechos de las mujeres en la sociedad. Fichte consideraba que el
individuo debe ser autónomo y libre para desarrollarse plenamente, y esto implica que todas
las personas, independientemente de su género, deben tener igualdad de oportunidades y
derechos (Fitche, 1846. Citado en Damiani, 2013).
En el contexto del activismo menstrual, se puede observar cómo las mujeres han buscado
reclamar su autonomía y su derecho a una menstruación digna, desafiando el estigma
asociado a la menstruación y cuestionando las estructuras de género impuestas por la
sociedad. Este activismo se enmarca en las luchas feministas que han buscado la
emancipación de las mujeres y la transformación de las estructuras sociales y políticas que
perpetúan la desigualdad.
Proaño, N. (2023). Permiso por dolor menstrual para mujeres está dentro de las reformas al
Código de Trabajo en Ecuador. Metro Ecuador.
https://www.metroecuador.com.ec/noticias/2023/05/04/permiso-por-dolor-menstrual-para-
mujeres-esta-dentro-de-las-reformas-codigo-de-trabajo-en-ecuador/
Gómez, E. (2020). Desafiando las reglas: articulaciones políticas del activismo menstrual
Revista Española de Sociología.
https://recyt.fecyt.es/index.php/res/article/view/77000/62937#info