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CORPUS CHRISTI

¿Qué se celebra en la Solemnidad de Corpus Christi?

Conocida como Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, esta


fiesta honra a Jesucristo, verdadera y realmente presente substancialmente
bajo las apariencias del pan y del vino. Esa Presencia ocurre gracias a un
cambio que la Iglesia llama transubstanciación (cambio de sustancia), en el
momento en que el sacerdote, durante la Consagración en la Misa, dice las
palabras que el mismo Cristo pronunció sobre el pan y el vino: “Este es Mi
Cuerpo”, “Esta es Mi Sangre”, “Hagan esto en memoria Mía”. En 2023, la
Solemnidad de Corpus Christi es el 8 de junio, pero se transfiere al domingo
11 de junio en algunas diócesis.

¿Por qué celebran Corpus Christi los católicos?

La Iglesia Católica honra la Presencia de Cristo en la Santa Eucaristía con


una fiesta especial que debe a Santa Juliana de Lieja, monja del siglo XIII
nacida en Bélgica, que tuvo un gran amor por la Eucaristía. A los 16 años
tuvo una visión de la Iglesia como una luna llena con un punto oscuro que
significaba que a la Iglesia le faltaba una fiesta dedicada únicamente al
Cuerpo y Sangre de Cristo. A pesar de que tuvo la misma visión varias veces,
no creía que pudiera ella hacer nada para que se instituyera esa fiesta por
lo que mantuvo en secreto su visión por muchos años. Una vez elegida
priora de su convento, finalmente expuso a su confesor la visión y él, a su
vez, lo informó al obispo. Esto, de alguna manera, inició el camino hacia la
institución de la fiesta del Corpus Christi.

¿Qué significa Corpus Christi?

Las palabras latinas “Corpus Christi” se traducen como “Cuerpo de Cristo”.

¿Por qué es importante la Solemnidad de Corpus Christi?

La Eucaristía es la “fuente y culmen de la vida cristiana” (Concilio Vaticano


II, Lumen gentium, 11). En la Eucaristía, Jesús mismo vuelve a presentar
Su Sacrificio en el Calvario (Lc 22,19-20; 1 Cor 11,26-29) para beneficio
nuestro y se nos da en la Santa Comunión (Ex 16,4; Jn 6,1-14, 48-51), y
se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos (Lc 24,13-35; Mt 28,18-
20). Viene a nosotros en esta humilde forma, haciéndose vulnerable por
amor a cada uno de nosotros. Sin embargo, es Dios Mismo, y por tanto el
Cuerpo y la Sangre de Cristo merecen nuestro mayor respeto y amor, y
también adoración.
En el himno “Tantum Ergo” de Santo Tomás de Aquino, rezamos:

Veneremos, pues, inclinados, tan grande Sacramento; y la antigua figura


ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.

San Francisco de Asís expresó: "En este mundo, no veo al Altísimo Hijo de
Dios, pero sí a Su Santísimo Cuerpo y Sangre”.

“Todos los años, la fiesta de Corpus Christi nos invita a renovar el asombro
y la alegría de este maravilloso regalo del Señor, que es la Eucaristía.” -
Papa Francisco

¿Cuándo se celebra la Solemnidad de Corpus Christi?

Tradicionalmente, es el jueves después del domingo de la Santísima


Trinidad, que es el domingo siguiente a Pentecostés. Se decidió que cayera
en jueves en coincidencia con el día de la semana en que se celebra la Última
Cena. Muchas provincias eclesiásticas, sin embargo, lo celebran en domingo
para que pueda participar más gente de la Misa. En los lugares donde se
celebra en jueves, es un día de precepto y, por tanto, los católicos están
obligados a asistir a Misa.

¿Qué es la procesión de Corpus Christi?

Siempre que se expone la Eucaristía para la adoración de los fieles, se la


coloca en un recipiente sagrado llamado “Custodia”, que sostiene la forma
sagrada en un vidrio transparente que la deja ver. Hay muchas maneras de
exponer el Santísimo Sacramento: sobre el altar en una iglesia, para la
adoración y la oración, en devociones públicas como la bendición eucarística
o en procesión pública en la fiesta de Corpus Christi u otras fechas. En países
de mayoría católica esas procesiones se dan por la ciudad. Los fieles cantan
y rezan en honor del Rey eucarístico. Esta práctica se inició en el siglo XIV
y ha sido difundida por papas, concilios y santos como una extraordinaria
manera de mostrar la suprema importancia de la Eucaristía y el amor que
tenemos por el Señor.

¿Qué es la Santa Eucaristía?

La Santa Eucaristía es el más importante de los siete sacramentos. La Iglesia


Católica enseña que, en la Eucaristía, el Señor Jesús, verdadero Dios y
verdadero hombre, está real, verdadera y substancialmente presente bajo
las apariencias de pan y de vino; su presencia no es simbólica ni depende
de la fe de los fieles. Los dos elementos materiales, pan y vino, son
completamente transformados en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo,
permaneciendo solo sus apariencias sensibles de pan y vino. Así, mediante
las palabras de la consagración dichas por el sacerdote, Jesús, sin dejar su
presencia natural en el Cielo, también se hace presente sacramentalmente
en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en las formas consagradas.

¿La Eucaristía es bíblica?

La Eucaristía se menciona muchas veces en las Sagradas Escrituras en su


sentido de “acción de gracias” (Sal 9,1; Is 12,1,4; Col 3,17; 1 Tes 5,18).
Dar gracias o bendecir a Dios era el elemento esencial de la oración en el
tempo, la sinagoga y la vida cotidiana de Israel. También en el Antiguo
Testamento, hay muchas instancias en las cuales se anticipa la Eucaristía
incluso en su forma sacramental, como en la ofrenda que hace Melquisedec
de pan y vino (Gen 14,18-20), la Pascua (Ex 12,1-14), y el maná que
alimentó a Israel hasta que entraron en la Tierra Prometida (Ex 16,13-17).

También Cristo dio gracias a Su Padre por Sus bienes. Esto se dio
especialmente en contextos en los que Jesús anticipaba las formas de
adoración según la nueva alianza. Por ejemplo, las bodas de Caná (Juan 2),
donde cambia el agua en vino; los milagros en los que multiplica los panes
(Mt 14,13-21; Mt 15,32-39); la multiplicación de la materia para satisfacer
las necesidades de una multitud; y la explicación que Él mismo da de la
Eucaristía en el discurso del Pan de Vida (Juan 6).

Finalmente, en la Última Cena, Jesús instituyó la Eucaristía, como la forma


oficial de conmemorar Su Sacrificio pascual en el Calvario, y nos mandó a
repetirlo hasta que Él vuelva (cf. 1 Cor 11)

“Esta es la maravillosa verdad, queridos amigos: la Palabra, que se hizo


carne hace dos mil años, está presente hoy en la Eucaristía.” – San Juan
Pablo II

¿Cuál es el significado literal de la palabra “Eucaristía”?

Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las palabras eucharistein y


eulogein recuerdan las bendiciones judías que proclaman —sobre todo
durante la comida— las obras de Dios: la creación, la redención y la
santificación. (CIC, 1328)

¿Qué sucede cuando recibimos la Santa Comunión?

Al recibir la Santa Comunión, obedeciendo el mandato de Jesús de comer


Su Carne y beber Su Sangre, nos unimos personalmente al mismo Jesús.
No se trata de un Jesús místico ni espiritual, y mucho menos metafórico o
simbólico. Jesús asumió nuestra naturaleza humana (cuerpo y alma) al
encarnarse; Su Cuerpo fue clavado en la Cruz y Su Sangre se derramó en
la hora de Su Muerte; y al tercer día Resucitó con Su Cuerpo y Alma. Y
continúa dándonos salvación y gracia, inmediata y directamente a través de
Su Sagrado Cuerpo y Sangre encarnados, así como nos salvó y así como lo
prometió y leemos en Juan capítulo 6.

¿Está presente Jesús en la Eucaristía?

Desde los primeros días de la Iglesia, los cristianos han creído que Cristo
estaba presente en la Eucaristía, pero lo creían sin una teoría o explicación.
San Pablo amonestó a los corintios advirtiéndoles contra la recepción
sacrílega del Cuerpo y Sangre del Señor (1 Cor 11), pero cerca del año 160,
San Justino esbozó el primer intento de explicación en su Apología al
Emperador Antonius Pius.

“Porque no tomamos estas cosas como pan común ni como vino común,
sino que, así como Jesucristo, nuestro Salvador, hecho carne por el Verbo
de Dios, tuvo carne y sangre para salvarnos, así también hemos recibido
por tradición que aquel alimento sobre el cual se ha hecho la acción de
gracias por la oración que contiene las palabras del mismo, y con el cual se
nutren por conversión nuestra sangre y nuestras carnes, es la carne y la
sangre de aquel Jesús encarnado.”

En la Edad Media, los teólogos exploraron y desarrollaron sistemáticamente


la naturaleza de esta transformación; en particular, Santo Tomás de Aquino.
Así, el Concilio de Trento se pronunció contra las teorías de algunos
reformadores, afirmando que Cristo está real, verdadera y sustancialmente
presente en la Eucaristía.

Su Presencia es real, su ser existe (“es”) y es real, no como algo ficcional o


mental, no como un concepto.

Su Presencia es verdadera. La verdad refiere a una afirmación veraz de una


realidad. El Santo Sacramento recibe el nombre de Cristo porque es Cristo.
No es un mero símbolo; como una bandera es símbolo de una nación o una
fotografía es una representación de la persona a la que retrata.

Por último, Su Presencia es sustancial. Aunque nuestros sentidos capten las


apariencias o propiedades del pan y del vino, la sustancia es Cristo, que está
plenamente presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, bajo las formas
de cada uno de los elementos y en cada partícula de los mismos.
¿Cómo fue el milagro eucarístico de Lanciano?

En el siglo VIII, un sacerdote basilio celebraba Misa en Lanciano, Italia,


cuando dudó de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Al momento de
decir las palabras de la consagración, la Eucaristía se transformó delante de
sus ojos: la Hostia se volvió Carne y el Vino consagrado, Sangre, que más
tarde se coaguló en cinco glóbulos.

Entre los años 70 y los 80, varios científicos analizaron la Carne y la Sangre
y hallaron que eran tejido cardíaco humano. La sangre, de tipo AB, que es
la misma de la Sábana Santa de Turín. La Preciosa Sangre tenía la misma
proporción proteica que sangre normal y no presentaba conservantes que
pudieran evitar que se corrompiera, como sucede con la sangre
inmediatamente después de la muerte.

¿Qué es la comunión espiritual?

Santo Tomás de Aquino la definió como un “ardiente deseo de recibir a Jesús


en el Santo Sacramento y un abrazo amoroso como si se lo hubiera
recibido”. A continuación, se ofrece un ejemplo de oración para la comunión
espiritual:

Jesús mío, creo que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento.


Te amo sobre todas las cosas, y deseo recibirte en mi alma.
Ya que en este momento no puedo recibirte sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si te hubiera recibido,
te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas que jamás me separe de Ti.
Amen.

"Dios vive entre nosotros, en el Santo Sacramento del altar." - San


Maximiliano Kolbe

¿Qué es el Santísimo Sacramento?

Es otro nombre que se le da a la Eucaristía, que recuerda su primacía por


sobre los demás sacramentos. “Se habla también del Santísimo Sacramento
porque es el Sacramento de los Sacramentos.” (CIC, 1330)

¿Qué es la Adoración Eucarística?

La adoración es el acto de adorar al Señor, presente en la Santísima


Eucaristía. Hay muchas parroquias que tienen días u horarios destinados a
la adoración eucarística, cuando los fieles se acercan y destinan una hora
para estar con Jesús; una hora a la que suele llamarse “Hora Santa”.
Santa Teresa de Lisieux decía que “no es para quedarse en un copón de oro
que Jesús baja todos los días del Cielo, sino para encontrar otro Cielo, el
Cielo de nuestra alma en el que se complace”.

¿Cuál es la finalidad de la adoración?

“Míralo, medita y trata de imitarlo.” – Santa Clara de Asís

¿Por qué deberíamos hacer una “Hora Santa”?

"La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús
nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir a
encontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a
reparar las faltas graves y delitos del mundo. No cese nunca nuestra
adoración." (CIC, 1380)

¿Qué se reza durante la Adoración Eucarística?

No hay oraciones fijas que deban rezarse durante la Adoración. Pueden


rezarse oraciones personales, u oraciones tradicionales de la Iglesia como
el Santo Rosario. También pueden leerse las Sagradas Escrituras o algún
libro espiritual, o simplemente pasar tiempo en silencio con el Señor.

Este año, el 16 de junio se celebra la Solemnidad del Corpus Christi, una


fiesta en la que la Iglesia Católica rinde un culto público y solemne de
adoración, gratitud y amor a la Eucaristía, presencia viva de Cristo.

Esta fiesta litúrgica católica es una de las más importantes, pues recuerda
al mundo que Jesucristo está presente de forma viva y real en la Eucaristía.
Para demostrar su amor a Jesús Sacramentado, cada año miles de fieles se
congregan para adorar el Santísimo Sacramento en las iglesias y en
multitudinarias procesiones.

10 cosas que debes saber Para celebrar la

Solemnidad del Corpus Christi.

1. Jesús instituyó la Eucaristía

Jesús reunido con sus apóstoles en la Última Cena instituyó el sacramento


de la Eucaristía: “Tomen y coman; esto es mi cuerpo…” (Mt, 26, 26-28). De
esta manera hizo partícipes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó
que hicieran lo mismo en memoria suya.

2. Eucaristía significa "acción de gracias"

La palabra Eucaristía, derivada del griego εὐχαριστία (eucharistía), significa


"Acción de gracias" y se aplica a este sacramento porque nuestro Señor dio
gracias a su Padre cuando la instituyó. Además, porque el Santo Sacrificio
de la Misa es el mejor medio de dar gracias a Dios por sus beneficios.

3. Cristo se encuentra de forma íntegra en el Sacramento del Altar

El Concilio de Trento (siglo XVI) define claramente: "En el Santísimo


Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente
el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y
Divinidad. En realidad, Cristo íntegramente".

Asimismo, en el Derecho Canónico de la Iglesia ninguna otra festividad


recibe tanta atención como la Solemnidad del Corpus Christi.

4. Los sucesores de los apóstoles convierten el pan y el vino en


Cuerpo y Sangre de Cristo

En la Santa Misa, los obispos y sacerdotes convierten realmente el pan y el


vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo durante la consagración; el proceso es
llamado Transubstanciación. La Solemnidad del Corpus Christi es una de las
cinco ocasiones en el año en que un Obispo no puede estar fuera de su
diócesis, salvo por una urgente y grave razón.

5. Se debe recibir la Eucaristía al menos una vez al año

La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía. La Iglesia


manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia, y
recomienda la comunión frecuente. Es muy importante recibir la Primera
Comunión cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.

6. Para comulgar se necesita del ayuno eucarístico y confesarse

El ayuno eucarístico consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o


bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a
excepción del agua y las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden
comulgar, aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior.
El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado
sacrilegio. El que desea comulgar y está en pecado mortal no puede recibir
la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia, pues
no basta el acto de contrición.

7. Es mandamiento de la Iglesia asistir a Misa domingos y días de


precepto

Frecuentar la Santa Misa es un acto de amor a Dios que debe brotar


naturalmente de cada cristiano. Es también obligatorio asistir los domingos
y feriados religiosos de precepto, a menos que se esté impedido por una
causa grave.

8. La Eucaristía es alimento espiritual para enfermos y agonizantes

La Eucaristía en el Sagrario es un signo por el cual Nuestro Señor está


constantemente presente en medio de su pueblo y es alimento espiritual
para enfermos y moribundos. Se le debe agradecimiento, adoración y
devoción a la real presencia de Cristo reservado en el Santísimo
Sacramento.

9. La fiesta del Corpus Christi se celebra el jueves posterior al


domingo de la Santísima Trinidad

La Solemnidad del Corpus Christi fue establecida en 1246 por el Obispo


Roberto de Thorete y a sugerencia de Santa Juliana de Mont Cornillon.
Después del milagro eucarístico de Bolsena, a mediados del Siglo XIII, el
Papa Urbano IV expandió esta celebración a toda la Iglesia Universal en
1264 con la bula “Transiturus”, fijándola para el jueves posterior al domingo
de la Santísima Trinidad. El Pontífice encomendó a Santo Tomás de Aquino
que compusiera un oficio litúrgico propio e himnos que se entonan hasta
nuestros días.

10. También es posible celebrarla el domingo posterior a la


Santísima Trinidad

En el Vaticano, el Corpus Christi se celebra el jueves después de la


Solemnidad de la Santísima Trinidad. Mientras que en varias diócesis se
traslada al domingo posterior a la Santísima Trinidad por una cuestión
pastoral. El Papa San Juan Pablo II fue quien llevó la procesión anual del
Corpus Christi de la Plaza de San Pedro a las calles de Roma.

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