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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS

Y ARTES DE CHIAPAS
FACULTAD DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN ARQUEOLOGÍA

:
TESIS
ESFERAS DE INTERACCIÓN ENTRE LOS SITIOS
RURALES DE CHIAPA DE CORZO Y LAS TIERRAS BAJAS
MAYAS DEL SUR EN EL PERIODO PRECLÁSICO
TARDÍO

QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA

PRESENTA

JESÚS ANTONIO OCAÑA CRUZ

DIRIGIDO POR DR. ROBERTO LÓPEZ BRAVO


CHIAPA DE CORZO, CHIAPAS, JUNIO DE 2018
Agradecimientos

A la memoria de mi abuelito Manuel Ocaña Durante


“No ha habido hora más larga que cuando dormías…”
J. Sabines

Terminar una carrera siempre es una labor difícil, y más en un país donde las
oportunidades para algunos sectores sociales se ven limitadas. Es por ello que
esta tesis fundamentalmente va dedica a los que hicieron posible continuar con
mis estudios; mis padres Juani y Lalo. Que se desvelaban conmigo y me ponían a
estudiar todas las tardes, que me enseñaron buenos valores, adelantados a sus
tiempos, y que finalmente me contagiaron el interés por los libros. Que siempre
hacían lo posible para que nunca me faltara algún útil escolar, o algún sandwichito
en el almuerzo, a pesar de todas las dificultades económicas que tuvieron que
pasar. Gracias por su invaluable apoyo, su firme constancia y su esmerado amor.
Esta investigación no es más que el resultado de sus esfuerzos.

No pueden faltar, así como nunca lo hicieron en el proceso de realización de la


tesis, mis hermanos Eduardo y Miriam, que con sus pláticas y bromas siempre me
sacaban del estrés y mal humor.

A mi tía Amparo, por su apoyo cuando me faltó alguna herramienta para continuar
con la tesis.

A mi director de tesis, el Dr. Roberto López Bravo, por otorgarme y confiarme los
materiales cerámicos de su proyecto, sus acertadas correcciones, así como la
facilitación de bibliografías, tanto para la investigación como para el ocio. Por sus
conversaciones constructivas en torno a la arqueología y sobre todo por el interés
mostrado en mi trabajo, gracias.
A mis asesores de tesis el Dr. Juan Ignacio Macías Quintero y el Dr. Marx Navarro
Castillo, por sus correcciones, su dedicación como profesores, y por orientarme en
cómo hacer una investigación científica.

Al profesor Roberto Hoover por apoyarme en los dibujos, así como por facilitarme
las herramientas para la digitalización.

A mi familia y amigos por su constante interés en mi investigación.


Índice
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .............................................................................. 2
SUPUESTOS ........................................................................................................... 3
MARCO CONCEPTUAL Y TEÓRICO ............................................................................. 6
METODOLOGÍA ..................................................................................................... 13
ORGANIZACIÓN DE LA TESIS................................................................................... 16
CAPÍTULO 1: CONTEXTO GEOGRÁFICO, AMBIENTAL Y ANTECEDENTES
HISTÓRICOS Y CULTURALES ........................................................................... 17
1.1 CONTEXTO GEOGRÁFICO ................................................................................ 17
1.2 CLIMA ............................................................................................................ 17
1.3 VEGETACIÓN .................................................................................................. 18
1.4 FAUNA ........................................................................................................... 18
1.5 TIPO DE SUELOS ............................................................................................. 18
1.6 ANTECEDENTES DE INVESTIGACIONES EN CHIAPA DE CORZO.............................. 20
1.7 HISTORIA CULTURAL DE CHIAPA DE CORZO ...................................................... 25
CAPÍTULO 2: LA ESFERA CHICANEL EN EL ÁREA MAYA Y CHIAPAS EN EL
PERIODO PRECLÁSICO TARDÍO ....................................................................... 30
2.1 DISTRIBUCIÓN DE LA CERÁMICA SIERRA ROJO Y POLVERO NEGRO EN EL ÁREA
MAYA Y SU LLEGADA A CHIAPAS ............................................................................. 30
2.1 ATRIBUTOS A COMPARAR ................................................................................. 45
2.3 CONTEXTO DE LOS MATERIALES RECOLECTADOS EN EL ÁREA RURAL DE CHIAPA DE
CORZO ................................................................................................................ 49
CAPITULO 3: ANÁLISIS DE LA CERÁMICA MAYA DEL PERIODO
PRECLÁSICO TARDÍO DEL PROYECTO “ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN EL
PERIODO POSTCLÁSICO: COMUNIDAD Y UNIDADES DOMESTICAS EN
CHIAPA DE CORZO”. .......................................................................................... 55
3.1 COMPARACIONES CERÁMICAS DE LOS SITIOS RURALES CON EL MIRADOR ............ 59
3.1.1 El Cairo .................................................................................................. 59
3.1.2 Jardines del Grijalva. ............................................................................. 83
3.1.3 San Antonio ........................................................................................... 84
3.1.4 San Agustín ........................................................................................... 89
3.1.5 Cueva El Cristo ...................................................................................... 93
3.2 COMPARACIONES CERÁMICAS DE LOS SITIOS RURALES CON CHIAPA DE CORZO... 99
3.2.1 El Cairo .................................................................................................. 99
3.2.2 Jardines del Grijalva ............................................................................ 101
3.2.3 San Antonio ......................................................................................... 102
3.3 COMENTARIOS FINALES ................................................................................. 104
CONCLUSIONES ............................................................................................... 105
FUTURAS INVESTIGACIONES ................................................................................ 110
ANEXOS ............................................................................................................. 112
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 114

Lista de figuras
Figura 1.1 Mapa de ubicación de las áreas de estudio ........................................ 19
Figura 1.2 Comparación de los fechamientos para Chiapa de Corzo (Extraído de
Macías y López, 2016) .......................................................................................... 26
Figura 2.1 Mapa del Área maya (Tomado de Forsyth ,
1989)……………………………………………………….32
Figura 2.2 Extensión de la Esfera Chicanel (Tomado de Guzmán, 2015)........... 35
Figura 2.3 La Esfera Chicanel (Mapa elaborado por Guzman, 2015, y sitios
señalados por el autor). ......................................................................................... 40
Figura 2.4 Cerámica Sierra Rojo de la Esfera Chicanel (Tomada de Demarest,
1984). .................................................................................................................... 47
Figura 2.5 Cerámica de la tumba 8, del montículo 3 de Chiapa de Corzo (Tomado
de Lowe, 1962)...................................................................................................... 48
Figura 2.6 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio El Cairo (
Tomado de Macías y López, 2016). ...................................................................... 51
Figura 2.7 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio San Antonio
(Tomado de Macías y López, 2016). ..................................................................... 52
Figura 2.8 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio San Agustín
(Tomado de Macías y López, 2016). ..................................................................... 53
Figura 2.9 Mapa de ubicación de materiales en el sitio de Jardines del Grijalva
(Tomado de Macías y Lopez, 2016). ..................................................................... 54
Figura 3.1 Comparaciones de formas cerámicas del sitio rural El Cairo con El
Mirador. ................................................................................................................. 63
Figura 3.2 Foto del tazón o cajete hondo con borde horizontal que corresponde a
la imagen 2 de la figura 3.3 (Foto tomada por al autor). ........................................ 64
Figura 3.3 Forma cerámica del Sierra Rojo encontrado en un entierro en el sitio El
Cairo. ..................................................................................................................... 66
Figura 3.4 Comparaciones de formas cerámicas del sitio El Cairo con El Mirador 67
Figura 3.5 Comparaciones cerámicas del sitio El Cairo con El Mirador. ............... 70
Figura 3.6 Comparaciones de formas cerámicas de El Cairo con El Mirador ....... 71
Figura 3.7 Foto del cajete de la figura 3.6 (Foto tomada por el autor). .................. 72
Figura 3.8 Foto de un cajete del grupo Polvero Negro del sitio El Cairo (Foto
tomada por el autor). ............................................................................................. 77
Figura 3.9 Cuenco del tipo Polvero Negro de El Cairo comparado con formas
similares de El Mirador. ......................................................................................... 78
Figura 3.10 Foto del cuenco curvo convergente y agregado medial del tipó Polvero
Negro de la figura 3.12 .......................................................................................... 79
Figura 3.11 Diversas formas del tipo Sierra Rojo en el Sitio El Cairo.................... 80
Figura 3.12 Diversas formas del tipo Polvero Negro encontradas en el sitio El
Cairo ...................................................................................................................... 81
Figura 3.13 Fotos de un cajete del tipo Sierra Rojo de el sitio El Cairo (Fotos
tomadas por el autor). ........................................................................................... 82
Figura 3.14 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Jardines del Grijalva con
El Mirador. ............................................................................................................. 83
Figura 3.15 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Antonio con El
Mirador. ................................................................................................................. 86
Figura 3.16 Diversas formas del tipo Sierra Rojo del sitio San Antonio. ............... 88
Figura 3.17 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Agustín con El
Mirador. ................................................................................................................. 91
Figura 3.18 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Agustín con El
Mirador. ................................................................................................................. 92
Figura 3.19 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Cueva El Cristo con El
Mirador. ................................................................................................................. 96
Figura 3.20 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Cueva El Cristo con El
Mirador. ................................................................................................................. 97
Figura 3.21 Diversas formas del tipo Sierra Rojo y Polvero Negro del sitio Cueva El
Cristo ..................................................................................................................... 98
Figura 3.22 Comparaciones de formas del sitio El Cairo con la tumba 7 y 8 de
Chiapa de Corzo. ................................................................................................ 100
Figura 3.23 Comparaciones de formas cerámicas del sitio El Cairo con la tumba 7
y 8 de Chiapa de Corzo ....................................................................................... 101
Figura 3.24 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Antonio con la
tumba 7 y 8 de Chiapa de Corzo. ........................................................................ 103

Lista de Gráficos.

Gráficos 3.1 Porcentajes de materiales cerámicos del Preclásico Tardío ............ 56


Gráficos 3.2 Porcentajes de los tipos cerámicos del Preclásico Tardío. .............. 57
Gráficos 3.3 Porcentajes de distribución de los tipo cerámicos del Sierra Rojo en
el área rural. .......................................................................................................... 57
Gráficos 3.4 Porcentajes de distribución del tipo Polvero Negro en el área rural. 58
Gráficos 3.5 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio rural
El Cairo.................................................................................................................. 60
Gráficos 3.6 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del sitio
rural El Cairo. ........................................................................................................ 60
Gráficos 3.7 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio rural
El Cairo.................................................................................................................. 69
Gráficos 3.8 Porcentajes de bordes y cuerpos de tipo Sierra Rojo del sitio rural El
Cairo. ..................................................................................................................... 73
Gráficos 3.9 Porcentajes de materiales del tipo Polvero Negro reconstruido del
sitio rural El Cairo. ................................................................................................. 73
Gráficos 3.10 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Polvero Negro en el sitio
rural Cueva El Cristo. ............................................................................................ 76
Gráficos 3.11 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio
rural San Antonio................................................................................................... 84
Gráficos 3.12 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del sitio
rural San Antonio................................................................................................... 85
Gráficos 3.13 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio
rural San Antonio................................................................................................. ..87
Gráficos 3.14 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio rural
de San Agustín... ................................................................................................... 89
Gráficos 3.15 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del
sitio rural San Agustín. .......................................................................................... 90
Graficos 3.16 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio
rural San Agustín................................................................................................... 90
Gráficos 3.17 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo del sitio
Cueva El Cristo. .................................................................................................... 95

Lista de Tablas.

Tabla 3.1 Comparación del color de engobe del grupo Sierra Rojo ...................... 62
Tabla 3.2 Comparacion del color de engobe del grupo Polvero Negro ................. 74

Anexos

Tabla 1. Total de materiales de estilo maya del periodo Preclásico Tardío. ....... 112
Tabla 2. Total de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo. ..................................... 112
Tabla 3.Total de bordes y cuerpos del tipo Polvero Negro. ................................. 112
Tabla 4. Total de bordes reconstruidos. .............................................................. 112
Tabla 5. Bordes de los tipos cerámicos del Preclásico
Tardío…………………………………………………………………………………....113
Tabla 6 .Cuerpos de los tipos cerámicos del Preclásico
Tardío……………………………………………………………………………………113
Introducción

A lo largo del desarrollo de la arqueología mexicana, las investigaciones se han


llevado a cabo prioritariamente en los grandes monumentos prehispánicos. Esto
se debe principalmente a intereses turísticos, ya que lugares como Teotihuacán, o
Chichen Itzá, atraen a los extranjeros y a connacionales. Debido a esto
desafortunadamente se ha descuidado a otros tipos de estudios en lugares no
atractivos para el público. Por ejemplo, se ha frenado el avance en el conocimiento
de los cazadores-recolectores en el norte, o de las primeras comunidades
agrícolas que se asentaron en el actual territorio mexicano. Aunque recientemente
se les ha dado mayor impulso a las investigaciones de esta índole, nos
encontramos con otra problemática; las investigaciones se centran en la élite y los
gobernantes. El estudio de la población que habitaba en el área rural está
rezagado, y se sabe muy poco de ellos frente a las costumbres de los regentes.
Ha sido difícil estudiarlos debido a que las unidades habitacionales han sido
destruidas a lo largo del tiempo, consecuencia del aumento de la mancha urbana,
o fenómenos naturales, y porque no es fácilmente detectable a simple vista. De
igual forma entra en consideración la negativa por partes de algunos arqueólogos
en enfocarse en este nivel de estudio, debido a que probablemente no les resulta
atractivo.
Se ha discutido que el periodo Preclásico Tardío fue una época agitada de
transiciones, migraciones y cambios en la cuenca del rio Grijalva, principalmente
por las políticas expansionistas de los grandes centros mayas como de la cuenca
de El Mirador (Clark et al., 2000:16). Muchos asentamientos zoques importantes
fueron abandonados a principios de este periodo y otros más pequeños se
establecían en lugares estratégicos, donde podían defenderse (Clark et al.,
2000:15). Los pobladores de Chiapa de Corzo incorporaron la alfarería y nuevas
técnicas constructivas (Clark et al., 2000:50), que eran practicadas por los grupos
mayas provenientes de las Tierras Bajas del Norte que colonizaban las regiones
montañosas de Chiapas (Clark et al., 2000:15-16). Toda esta tensión dio como
resultado una serie de interacciones complejas.
1
La presente tesis se enfocará en la esfera de interacción entre el área rural
de la antigua capital zoque de Chiapa de Corzo, constituida por los sitios El Cairo,
Jardines de El Grijalva, San Antonio, San Agustín y Cueva El Cristo, y las Tierras
Bajas Mayas del Sur.

Planteamiento del problema

Las interpretaciones respecto al Periodo Preclásico Tardío en el sitio de Chiapa de


Corzo nos hablan en un primer instante de una “influencia” maya (Lowe, 1995:
322), todo ello sin considerar las implicaciones que tiene utilizar el término.
Posteriormente, Clark y asociados, mencionan que la presencia maya se ve en el
freno de las actividades constructivas y en la adopción de la alfarería maya,
principalmente para uso de la élite. No obstante, los enseres utilitarios siguieron
siendo zoques, por lo cual hubo una continuidad de la población local (Clark et al.,
2000:24). Esta intrusión también se ha visto como una conquista (Clark et al.,
2000:29), así como la posibilidad de que los regentes fueran mayas afiliados y
sujetos al sitio de El Mirador que residían en el montículo 3 (Clark, 2016:83). Sin
embargo, en el área rural se han hechos pocos estudios. Uno de ellos es la tesis
doctoral de Sullivan (2009), en la parte sur de Chiapa de Corzo, donde menciona
que la fase Guanacaste (Preclásico Tardío) está marcada por la adopción de
vasijas Sierra Rojo, tanto en la capital Chiapa de Corzo como en los sitios
inferiores. Debido al diámetro de los materiales cerámicos propone que los
enseres eran de uso individual, y semejante a las de las Tierras Bajas mayas, en
contraste con las formas de la zona rural, que eran para servir porciones grandes,
por lo cual ve una adherencia de los líderes de estas áreas, a las formas
cerámicas zoques más conservadoras, a pesar de que los materiales
presentaban el estilo maya (Sullivan, 2009:302).
Actualmente en las prospecciones de campo llevados a cabo por el
proyecto “Economía y Sociedad en el Periodo Posclásico: Comunidades y
Unidades Domesticas en Chiapa de Corzo” a cargo del Dr. Roberto López Bravo y
el Dr. Juan Ignacio Macías Quintero se han encontrado materiales cerámicos de
estilo maya, específicamente los pertenecientes a lo grupos Sierra Rojo, Flor

2
Crema y Polvero Negro en los sitios rurales de El Cairo, Jardines de El Grijalva,
San Antonio, San Agustín y Cueva El Cristo. El material recopilado de este
proyecto me servirá para realizar una comparación con la cerámica de estilo maya
encontrado en la capital Chiapa de Corzo y el sitio de El Mirador.

El presente trabajo tiene como propósito general el estudiar las esferas de


interacción entre el área rural de la entidad política de Chiapa de Corzo y las
Tierras Bajas Mayas del sur a través del análisis de distribución de los materiales
cerámicos de los grupos Sierra Rojo, Flor Crema y Polvero Negro. Para
desarrollarlo se plantea los siguientes objetivos específicos:

1. Comparar las funciones de la cerámica maya entre la capital y los sitios rurales

2. Analizar la presencia de la cerámica maya en los sitios rurales de Chiapa de


Corzo

Supuestos

¿Cuál es el uso de la cerámica que nos indica la presencia maya?

Conocer el uso que se le daba a la cerámica de procedencia maya nos


proporcionará un acercamiento al tipo de relaciones que se estaban llevando a
cabo.
Si la cerámica que se encuentra es de uso común, es probable que se trate de
comercio. Los tipos que se esperan hallar son el Sierra Rojo, Flor Crema y el
Polvero Negro. Clark y Cheetham (2005) mencionan que la cerámica tipo Sierra
Rojo importada tienen desgrasante de calcita y las formas más comunes son las
jarras globulares con cuello medio alto y grandes tazones-cuencos con paredes
convergentes, gruesa paredes y bordes con “doble reborde” (Clark y Cheetham,
2005:405).
En cuanto al Polvero Negro, de igual forma se identifica como importado si
contiene desgrasantes de calcita y un color parejo naranja-cafetoso. Las formas
producidas incluyen platos de fondo plano con paredes verticales y bordes curvos
divergentes (Clark y Cheetham, 2005:407).

3
La cerámica de prestigio nos hablaría de un probable contacto entre elites.
Según Clark y Cheetham (2005), la cerámica más elegante producida para esta
época con estilo maya, y encontrada en la capital Chiapa de Corzo fue el tipo el
Vista Rojo sobre bayo. Tiene una aplicación de engobe rojo sobre una base de
engobe color bayo mate a medio pulir, con acanaladuras en torno al borde (Clark y
Cheetham, 2005:407).
La utilización de incensarios mayas nos estaría indicando sobre una
probable adopción de la cosmovisión maya por parte de la población del área
rural.

¿Cómo se nota la presencia maya en los sitios rurales?

Se sabe que lo grupos mayas para el Periodo Preclásico Tardío avanzaron hacia
la Frontera Occidental del actual Estado de Chiapas, manifestando su presencia
sobre toda la Cuenca del Grijalva. El sitio rector de Chiapa de Corzo formó parte
de esta dinámica. El área rural del sitio arqueológico también se encontró
involucrada por lo cual se espera detectar la presencia maya mediante la cultura
material como las cerámicas del grupo Sierra Rojo, Flor Crema o Polvero Negro
de la Esfera Chicanel.
Para esto he postulado tres supuestos en el cual se podría analizar la
presencia maya en los sitios rurales: lo económico, lo religioso, y la transmisión de
innovaciones. A continuación se señalan las características de cada uno.

Económico/ comercio.
En el ámbito de lo económico, en los sitios rurales se esperaría encontrar
cerámica de procedencia o estilo maya de uso común, como son los platos,
cajetes, cuencos y cazuelas. Sin embargo, estos enseres utilitarios, por la lejanía
de su producción, no suplementarían la cerámica local zoque. Por lo tanto, esta
última se encontraría en igual o mayor número. Cabe recalcar que la capital

4
Chiapa de Corzo podría tener el control de distribución de la cerámica maya en los
sitios rurales.

En el ámbito de lo ideológico le he dividido en dos posibles formas; adopción de la


cosmovisión maya, y transmisión de innovaciones. Esta última idea retomada de
Renfrew y Bahn (2013).

Adopción de la cosmovisión maya / religioso


El plano de la religión es un tema delicado. En el registro arqueológico se puede
analizar mediante las estelas, en los cuales se representaban rituales, y en la
cultura material como los incensarios que eran utilizados en ritos, o bien cerámica
con representaciones de deidades mayas.
De esta forma se esperaría encontrar incensarios, o cerámica con decoración
alusiva a la cosmovisión maya. Esto significaría un abandono de la cerámica de
uso ritual típico zoque, por lo cual su presencia sería mínima o nula.
Sin embargo, los enseres cerámicos de uso común, seguirían teniendo fuerte
presencia, y nos indicarían que la población sigue siendo zoque.

Transmisión de innovaciones
Desde luego, un avance técnico conseguido en un área se extenderá rápidamente
a los demás (Renfrew y Bahn, 2013:387-388).Por esta razón se esperaría
encontrar cerámica producida localmente emulando el tipo y las formas mayas. O
bien cerámica que siguen las normas zoques, pero con estilos mayas como el
engobe Sierra Rojo o Polvero Negro.
Se estarían produciendo en igual medida que los zoques, aunque en el Preclásico
Tardío habría un incremento de los estilos mayas.

5
Marco conceptual y teórico

Es necesario esclarecer los términos que se utilizarán en la presente tesis, uno de


ellos es entidad política.
Una entidad política es una unidad social políticamente independiente o
autónoma que, en el caso de una sociedad compleja como un Estado puede
englobar muchos elementos menores (Renfrew y Bahn, 2013:178). Las entidades
políticas pueden dividirse de diferentes formas. Renfrew y Bahn (2013), muestran
la clasificación de las sociedades realizada por el antropólogo Elman Service;
cazadores-recolectores o bandas, sociedades segmentaria o tribus, jefaturas y
Estados primitivos. Los cazadores-recolectores o bandas, están constituida
generalmente por 100 o menos individuos que por temporada se desplazaban
para explotar los recursos silvestres no domesticados (Renfrew y Bahn,
2013:179). Las sociedades segmentarias o tribus tienen a veces tienen un poco
más de miles de personas. Generalmente son agricultores sedentarios pero
también pueden ser pastores nómadas, y algunos tienen funcionarios pero estos
no tienen una base económica basta que le ayude a ejercer el poder (Renfrew y
Bahn, 2013:179). Las jefaturas están comprendidas por 5000 a 20 000 personas.
Existe una diferenciación social basada en una escala de prestigio. Este prestigio
o rango se determina mediante la cercanía al jefe (Renfrew y Bahn, 2013:179). El
último es una sociedad estatal que conserva muchos de los rasgos de la jefatura,
sin embargo, se tiene un ejército y un dirigente permanente que decreta leyes.
Existen edificios públicos, templos y locales de trabajo de la burocracia con una
población aproximada de más 5000 habitantes (Renfrew y Bahn, 2013:179).
La entidad política del sitio de Chiapa de Corzo ha sido discutida por varios
autores. Entre los más recientes se encuentra la tesis doctoral de Timothy D.
Sullivan (2009), quien analiza el desarrollo de Chiapa de Corzo en sus diferentes
fases, teniendo como resultado una gran variabilidad dentro del desarrollo político.
Se puede decir que Chiapa de Corzo fue la capital de sucesivas entidades
políticas. Para la fase Guanacaste (Preclásico Tardío 400 a.C-200 d.C) que es la
que me interesa, Sullivan (2015), señala que en Chiapa de Corzo aparecen

6
indicios de instituciones estatales, ya que contaba con estructuras destinadas a
actividades específicas (templos con habitaciones), lo cual sugiere que ya existían
especialistas religiosos de tiempo completo. Además, la construcción de dichos
recintos, supuestamente adoptando los patrones mayas de corte de piedra y cal,
ponen en relieve la mano de obra especializada (Sullivan, 2009:312). Esto nos
indica la capacidad que tenía la élite para sostener dichos especialistas.
Finalmente, Sullivan (2015) menciona que “la brecha entre gobernante y súbditos
fue más grande en esta fase” (Sullivan, 2015:463-469).
Bruce Trigger (2007) menciona que las ciudades-estados raramente
aparecen en zonas geográficas aisladas. Los territorios que controlaban podrían
ser menos de 10 kilómetros, aunque las más poderosas excedían los 100
kilómetros. Los límites estaban marcados por características naturales, e incluso
algunos tenían muros. Requerían de centros secundarios administrativos. En el
área maya, algunas ciudades-estados eran tributarias (Trigger, 2007:94-103).
En este sentido Chiapa de Corzo podría haber sido una ciudad-estado, ya
que controlaba grandes extensiones de territorio, además que cuenta con templos,
y edificios donde residía la elite. No obstante la presente investigación no pretende
dar respuesta a esta incógnita, pero se retoma para tener un acercamiento a este
periodo.
La interacción entre los Mayas de las Tierras Bajas y los Zoques de Chiapa
de Corzo ha estado en discusión desde los años 60. Uno de los primeros autores
en hablar sobre esta relación fue Gareth Lowe (1995), quien menciona que existía
una "influencia" o un "comercio" entre el sitio y el Área Maya. Sin embargo, no
define estos dos términos que tienen connotaciones distintas.
John Paddock (1972) menciona que, en cualquier trato entre gentes de
cultura distinta, es inevitable la “influencia”. Se afectan mutuamente, aunque no
hagan ningún esfuerzo en ese sentido. El efecto puede ser positivo –causando
imitación- o negativo – provocando un intento de ser distinto. Desde luego los
efectos de contactos que sabemos distinguir en la arqueología son los positivos
(Paddock, 1972:229-230).

7
Utilizar el término “influencia” también trae consigo problemas en cuanto el
modo de cómo se puede encontrar en el registro arqueológico. Ya que “lo que
vemos en arqueología no es la influencia misma. Vemos objetos que
necesariamente constituían una influencia, y que a veces llegaron por medio de
contactos sociales que también eran influencia” (Paddock, 1972: 229-230). Es
conveniente desechar el término y buscar uno que sea claro.
El comercio se extiende en un gran territorio, más allá de las fronteras de
muchas sociedades políticamente independientes. Karl Polanyi (1976), menciona
que existen tres tipos de comercio; la reciprocidad, la redistribución y el
intercambio de mercado.

a) La reciprocidad: Supone que el producto de la actividad es compartida por


los miembros del grupo (Polanyi, 2007:83-102).

b) La redistribución: Designa los movimientos de apropiación hacia un centro y


luego hacia el exterior; presupone la existencia de un centro distribuidor en
la comunidad (Polanyi, 1976:7-12).

c) Intercambio de mercado: Hace referencia a movimientos viceversa, en un


sentido y en el contrario que tienen lugar en el sistema de mercado, y en el
cual se forman precios (Polanyi, 1976:7-12).

Como vemos, el término influencia y comercio, aunque en algún punto puedan


estar relacionados, dista mucho de ser lo mismo. Una influencia puede ser
ejercida de diferentes formas, incluso en el comercio, aunque este no
necesariamente tenga una influencia implícita. Sin embargo, el trabajo de Gareth
Lowe (1962), más que analizar qué tipo de relaciones existían, se enfoca en
describir los materiales de origen o de aspecto Maya que se encontraron en el sitio
de Chiapa de Corzo.
Se han realizado trabajos de interacción social en Mesoamérica para
diferentes periodos, con teorías de utilidad para esta tesis.

8
Uno de ellos es Robert Sharer (1983) que propone tres tipos de interacción en
la época prehispánica:
a) La interacción económica: Se puede detectar a través del movimiento de
bienes materiales, por lo que usualmente es la mejor definida a nivel
arqueológico. El intercambio económico a menudo involucra un contacto
directo entre personas y deriva en no solamente la propagación de bienes,
sino también en la difusión de ideas. Por otra parte, este tipo de interacción
se puede llevar a cabo mediante escaso o nulo contacto humano,
minimizando de esta manera el efecto cultural (Sharer, 1983:242).
b) La interacción sociopolítica: Puede ser definida por el movimiento y
contacto directo entre individuos o segmentos de la población, motivado por
una variedad de funciones sociales o políticas. Lo que concierne aquí, es la
identificación de tipos de interacción, como intercambio con propósitos
maritales o diplomáticos, conflictos militares y capturando prisioneros, y los
efectos sobre ambas sociedades implicadas (Sharer, 1983:242).
c) La interacción ideológica: Se define como el resultado de los mismos
movimientos de individuos o segmentos de la población, pero en este caso
las motivaciones y consecuencias se encuentran fundamentalmente en el
nivel del ideario de la cultura, lo cual incluye elementos intelectuales,
filosóficos y religiosos, los cuales se pueden sintetizar de manera más
adecuada en el concepto “visión del mundo” (Sharer, 1983:242).

Sin embargo, estas ideas presentan un problema ya que considero que las
interacciones sociopolíticas e ideológicas están estrechamente relacionadas,
debido a que los pueblos prehispánicos probablemente no diferenciaban entre
estos dos tipos de interacción, además de que sería particularmente difícil
detectarlo a nivel arqueológico. No obstante, la opción interacción económica,
puede servir, ya que, se puede detectar a través de la distribución de los
materiales cerámicos.

9
Otra autora es Joyce Marcus (2003) quien propone cuatro tipos de interacción:

a) Simple evento de interacción: Cuando un grupo de élite ejerce una acción


bélica o amistosa sobre otro grupo, invade u obsequia objetos para
conmemorar el momento (Marcus, 2003:337-356).
b) Interacción de etapas múltiples: Cuando dos grupo o ciudades mantienen
una relación simétrica a través de alianzas matrimoniales o militares;
posteriormente se vuelve asimétrico cuando una de estas dos ciudades
ejerce una fuerza mayor que la otra (Marcus, 2003:337-356).
c) Interacción diádica simple: esta relación es realizada a través de diadas, es
decir cuando dos individuos están estrecha y especialmente vinculados
entre sí (Marcus, 2003:337-356).
d) Interacción a través de múltiples compañeros o mediante múltiples sitios:
Este tipo de interacción es efectuado entre los sitios que estuvieron
relacionados entre sí. Algunos de estos sitios pudieron haber ejercido una
interacción directa, es decir, a través de una serie de visitas entre ellos,
específicamente sobre la élite, o de forma indirecta, en la que había un
intermediario para que este efectuara esas conexiones (Marcus, 2003:
337-356).

Estas posibilidades de interacción, son más bien a nivel sociopolítico e


ideológico, y no recalca en alguna situación en la cual pudo haber sido por
comercio, por lo cual decidí no tomarlas en cuenta estas opciones.
Colin Renfrew y John F. Cherry (1986) proponen un concepto muy interesante;
la “Interacción política entre iguales”, que designa el conjunto de intercambios que
tiene lugar (incluyendo la imitación y la emulación de información) entre unidades
sociopolíticas autónomas que están situados al lado o cerca de la otra dentro de
una misma región geográfica (Renfrew y Cherry, 1986:1). El marco teórico de las
Entidades Políticas Iguales (EPI) pretende afrontar el cambio social y político, o el
nivel general de complejidad organizativa existente entre unidades políticas de
más alto rango y sus equivalentes en una región determinada (Renfrew y Bahn,

10
2008:182). Renfrew (2008) apuntó que con frecuencia los Estados emergentes de
pequeña escala han tendido a no aparecer aisladamente, sino en racimos
formados por unidades cuyos miembros muestran considerables similitudes en
tamaño, estructura institucional, estilo de cultura material, sistema de creencias y
otros atributos: las ciudades de las Tierras Bajas mayas es un buen ejemplo
(Renfrew y Bahn, 2008:182). Las unidades políticas de escala y organización
comparable (Estados emergentes por ejemplo) tienen la tendencia a aparecer en
la misma región, al mismo tiempo que suelen experimentar transformaciones de
forma más o menos simultáneas (Renfrew y Bahn, 2008:184). Ellos proponen 5
tipos de interacción social: rivalidad, guerra, transmisión de innovaciones,
convergencia simbólica, y emulación competitiva:

a) Rivalidad: Las áreas próximas contienen entre sí de varias maneras,


juzgando su propio éxito según el de sus vecinos. Esto adopta muchas
veces la forma simbólica de reuniones periódicas en algún centro
ceremonial de importancia, en el que los representantes de diversas zonas
se encuentran, celebran rituales y, a veces, compiten en juegos y otras
actividades. Se aprecia este comportamiento en las bandas de cazadores-
recolectores que se reúnen periódicamente en unidades mayores. También
manifiestan en las peregrinaciones y rituales de sociedades estatales en
donde destacan los juegos olímpicos y otras asambleas panhelénica de la
antigua Grecia, en los que se encuentran los representantes de las
ciudades-estado griegas (Renfrew y Bahn, 2013:387-388).
b) Guerra: La guerra es, sin duda, una forma obvia de rivalidad. Pero su objeto
no es necesariamente adquirir territorios, también podía ser para capturar
prisioneros para sacrificar. Funcionaba con reglas perfectamente asumidas,
y era, en gran medida, una forma de interacción (Renfrew y Bahn,
2013:387-388).
c) Transmisión de innovaciones: Desde luego, un avance técnico conseguido
en un área se extenderá rápidamente a los demás. La mayoría de las

11
esferas de interacción toman parte en una tecnología en desarrollo a la cual
contribuyen todos los centros locales (Renfrew y Bahn, 2013:387-388).
d) Convergencia simbólica: Dentro de una determinada esfera de interacción,
hay una tendencia de los sistemas simbólicos a converger. Por ejemplo, la
iconografía de la religión dominante tiene mucho en común en los diversos
centros. De hecho, la propia religión toma forma de este modo: cada centro
podía tener sus propias deidades tutelares, pero las divinidades de los
distintos centros formaban parte, en cierto modo de un sistema religioso
coherente (Renfrew y Bahn, 2013: 387-388).
e) Emulación competitiva: Las distintas entidades políticas de una región
concreta llegan a compartir, en un determinado momento, la misma forma
de expresión, sin que esté muy claro donde tuvo su origen. Esto suele ser
un resultado de la interacción de entidades políticas iguales: por tanto, en la
mayoría de los casos, no es pertinente hablar de la existencia de un núcleo
central innovador respecto al que al resto de las zonas serán periférica
(Renfrew y Bahn, 2013:387-388).
Resulta interesante esta teoría ya que el sitio de Chiapa de Corzo, así como
algunos Estados de las Tierras Bajas Mayas, son Entidades Iguales. Desde luego,
existen sitios más poderosos que otros los cuales probablemente controlaban el
comercio. La opción que me servirá en la presenta tesis es “Transmisión de
innovaciones”, debido a que puede dar explicación a los materiales cerámicos
mayas producidos en Chiapa de Corzo.
En estas propuestas, a diferencia de las anteriores, abarcan diferentes
puntos específicos en las cuales se podrían dar las interacciones. Y sobre todo
puntualiza que dichas interacciones pueden ser a niveles ideológicos o por
simplemente emulación, sin necesidad siempre, de competir o someter.
Para analizar las interacciones entre las Entidades Políticas de las Tierras
Bajas Mayas y los sitios rurales de Chiapa Corzo tomo como punto de partida el
concepto diseñado por Joseph Caldwell (1964); esferas de interacción, que como
su autor lo menciona, son características compartidas entre sociedades
separadas, desde luego a través de individuos, que se puede llevar a cabo de

12
diferente formas (Caldwell, 1964:135-137) y que en la presente tesis me servirá
para hacer frente a la distribución geográfica de los materiales cerámicos Sierra
Rojo, Flor Crema y Polvero Negro (que son los que más ampliamente se
difundieron). Arie Boomert (2000) menciona que las esferas de interacción:

“Son redes de información e intercambio a través de las cuales circulan artefactos de


estatus, así como también conceptos estilísticos y otras normas” (Boomert 2000: 1).

Posteriormente, una vez identificada las esferas de interacción, utilizaré la


propuesta teórica de Robert Sharer (1983), específicamente lo que llamó
“interacción económica”, debido a que me ayudará a comprender como se
distribuyeron los materiales cerámicos.
De las propuestas mencionadas por Collin Renfrew y Paul Bahn (2013),
utilizaré la de “transmisión de innovaciones”, que puede dar explicación al hecho
de que existen materiales cerámicos de estilo mayas producidas en Chiapa de
Corzo.
Cabe recalcar que esta investigación se enfocará en el área rural de dicho sitio
arqueológico y no en la capital.

Metodología

El material que analizo proviene del proyecto de “Economía y Sociedad en el


Periodo Posclásico: Comunidades y Unidades Domesticas en Chiapa de Corzo”
que se tratan de fragmentos cerámicos que fueron obtenidos mediante
prospecciones de campo en el área rural, en sitios como El Cairo, Jardines del
Grijalva, San Antonio, San Agustín y Cueva de Cristo. Para poder identificar de
qué tipos cerámicos se tratan tomé como muestra diagnóstica la cerámica maya
del Preclásico Tardío de la capital Chiapa de Corzo descritas en las publicaciones
de Jonh Clark y David Cheetham (2005), Lowe y Agrinier (1960) y Lowe (1962) y
los informes del Sitio de El Mirador, realizada por Donald W. Forsyth (1989) y
Arthur Demarest (1984).

13
Posteriormente para poder identificar la cerámica local y la foránea, se
realizó un análisis macroscópico de pasta, de igual forma apoyándome como
muestra diagnóstica, en las publicaciones ya mencionadas.
Para analizar los materiales cerámicos se utilizó el sistema tipo-variedad,
que como cualquier otro sistema de análisis cerámico, depende del
reconocimiento y uso de los atributos de una colección cerámica. En el sistema
tipo-variedad, los atributos se separan en varias categorías (tipo-variedad, grupo y
loza) (Cobean, 2005:55-71).
Robert H. Cobean (2005) define los tipos de la siguiente manera:

a) Tipo: Los atributos del tipo son básicamente de dos clases; los que
conciernen a técnicas decorativas, y los que se refieren a forma de vasijas.
Según nuestra definición, un tipo representa un conjunto de atributos
cerámicos distintos visualmente, que se objetivaron en uno (por lo general),
diferentes variedades las cuales, cuando se toman como un todo, indican
una clase particular de cerámica que se produjo durante un intervalo
específico dentro de una región especifica (Cobean, 2005:55-71).
b) Variedad: Las variaciones menores, pero significativas, dentro del tipo, ya
sea intrasitio o intersitio, pueden analizarse en un nivel de variedad. Estas
variaciones pueden estar relacionadas con los atributos diagnósticos del
tipo de técnica decorativo y forma de vasija, o pueden referirse a cambios
en estilo de diseño o el uso de desgrasante diferente (Cobean, 2005:55-71).
c) Grupo: Es una colección de tipos estrechamente relacionados que,
muestran una consistencia en la amplitud de variación en forma y color. Los
tipos de cualquier grupo son (aproximadamente) contemporáneos, es decir,
son elementos del mismo complejo, o complejos cerámicos y además son
componentes de la misma loza. Grupo es un concepto muy útil, para reunir
material semejante que pertenece a la misma loza, y algunas veces es
imposible de separar en tipos (porque son demasiado pequeños o está muy
erosionados) o para material que pertenece a la loza que está asociada con
varias fases (Cobean, 2005:55-71).

14
d) Loza: Los atributos de la loza que está asociado con composición de la
pasta pueden identificarse mediante textura de la pasta, clase de
desgrasante, dureza de la pasta, porosidad y color. El acabado de la
superficie se reconoce mediante el engobe, alisado o burdo, el lustre
logrado por bruñido, el acabado brillante o mate y el color. Una loza definida
es un conjunto cerámico en el cual todos los atributos de la composición de
la pasta (con la posible excepción del desgrasante) y del acabado de la
superficie permanece constantes (Cobean, 2005:55-71).
Posteriormente realicé cedulas donde se lleva a cabo la distinción entre la
cerámica de los sitios rurales y las tumba 7 y 8 de la capital Chiapa de Corzo y los
materiales del periodo Preclásico Tardío de El Mirador. Así como tablas donde se
compararon los colores de engobe entre estos materiales cerámicos.
Para rastrear los tipos cerámicos Sierra Rojo y Polvero Negro, realicé una
búsqueda bibliográfica de informes de sitios del Preclásico Tardío en el Área
Maya. Principalmente en sitios importantes como el Mirador, que estaba en su
apogeo, así como los sitios circundantes a este, para así poder analizar las
esferas de interacción.

15
Organización de la tesis

Dentro de la introducción, se aborda el planteamiento del problema, los supuestos,


el marco conceptual y teórico, y la metodología de la presente tesis.
En el capítulo 1 se abordan los datos de ubicación, y los elementos
naturales del área de estudio. Así como un breve esbozo de las investigaciones
que se han llevado a cabo hasta las fechas recientes. Finalmente se encuentra la
historia cultural de Chiapa de Corzo.
En el capítulo 2 se muestran algunos de los sitios Mayas donde se han
detectado los tipos cerámicos Sierra Rojo y Polvero Negro, así como las
descripciones de dichos tipos encontrados en el sitio de filiación zoque de Chiapa
de Corzo. Posteriormente, presento los atributos a comparar, donde menciona
cuales son las características principales de los materiales cerámicos Sierra Rojo
y Polvero Negro. Después, en el apartado “contextos de los materiales
recolectados en el área rural de chiapa de corzo”, señalo los lugares donde se
llevaron a cabo las prospecciones de campo.
Respecto al capítulo 3, abordo los porcentajes de los materiales analizados,
así como las identificaciones de formas y color de engobe de los restos cerámicos
recuperados en el área rural de Chiapa de Corzo. Comparo los materiales
cerámicos del tipo Sierra Rojo y Polvero Negro, con los materiales diagnósticos de
El Mirador descritos por Forsyth (1989) y Demarest (1984) y los materiales de la
tumba 7 y 8 de la capital Chiapa de Corzo, descrito por Lowe y Agrinier (1960),
Lowe (1962), para conocer qué tipos y formas se estaban distribuyendo en el área
rural.
En las conclusiones analizo las esferas de interacción entre el área rural de
Chiapa de Corzo y las Tierras Bajas Mayas del Sur. Posteriormente doy
respuestas a las preguntas de investigación.

16
Capítulo 1: Contexto geográfico, ambiental y antecedentes históricos y
culturales

Este capítulo aborda los datos principales de ubicación y los elementos naturales
del área de estudio de este trabajo. Posteriormente realizo un resumen de las
principales investigaciones que se han llevado a cabo hasta las fechas recientes,
así como la historia cultural del sitio de Chiapa de Corzo.

1.1 Contexto Geográfico

Chiapa de Corzo se encuentra ubicada en la Depresión central, que cuenta con


una extensa zona semiplana bordeada por la Sierra Madre de Chiapas, la
Altiplanicie Central y las Montañas del Norte según el Instituto Nacional para el
Federalismo y el Desarrollo Municipal (2010), que están formadas por rocas
sedimentarias y depósitos aluviales (Reyes-García y Sousa, 1997). De la Sierra
Madre y la Altiplanicie Central nacen todos los ríos y arroyos. El más importante
por ser uno de los ríos más grandes y caudalosos, es el “rio Grijalva” o como se le
conoce en esta región, el “rio Grande”, que corre en dirección SE a NO.
Posteriormente se une con el Usumacinta para formar un único sistema fluvial y
desembocar finalmente en el Golfo de México (Reyes-García y Sousa, 1997).

1.2 Clima

La temperatura oscila en los semicálido y subhúmedo, con lluvias en verano y con


un rango de precipitación anual entre los 1000 y 2000 mm anuales (CONABIO,
2013).

17
1.3 Vegetación

La vegetación se clasifica como Selva Baja Caducifolia y Subcaducifolia que son


arboles de altura menor a 15 m, y que pierden sus hojas en época de seca. La
flora característica de la región que sobresale son ciprés, pino, sabino, roble,
camarón, encino, guanacastle, caoba, cedro, fresno, amate, ceiba; así como:
dalia, flor blanca, flor amarilla, flor de niño, flor de noche buena, jazmín de la india,
jocote, jocotillo, lengua de vaca, limón, naranja, plátano, durazno, aguacate,
guayaba, cepillo, cupape, guaje, arbustos, pasto, etc. (INAFED, 2010).

1.4 Fauna

En la fauna podemos encontrar armadillos, monos, pijijes, jabalíes, ardillas,


saurios (cocodrilo, caimán, iguanas de roca y de ribera, turipaches), serpientes,
insectos, zorrillos, arácnidos y aves como el loro, tucán, y la garza (INAFED,
2010).

1.5 Tipo de suelos

El tipo de suelo de esta área es de Litosoles que abarca hasta la selva


Lacandona, la Región Centro y la Sierra Madre de Chiapas (CONABIO: 2013). La
característica de este tipo de suelos es que tiene una profundidad menor de 10
centímetros, limitada por la presencia de roca, tepetate o caliche endurecido
(INEGI, 2004:11-24).
También está constituido principalmente por rocas sedimentarias
(predominantemente calizas) y por depósitos aluviales (INAFED, 2010). Existe
presencia de Regosol que, según el INEGI (2004), frecuentemente son someros,
su fertilidad es variable y su productividad está condicionada a la profundidad y
pedregosidad (INEGI, 2004:11-24).
Los vertisoles son suelos de climas templados y cálidos, especialmente de
zonas con una marcada estación seca y otra lluviosa, tiene un alto contenido de
arcilla y puede formar grietas en la tierra (INEGI, 2004:11-24).

18
Figura 1.1 Mapa de ubicación del área de estudio.

19
1.6 Antecedentes de investigaciones en Chiapa de Corzo

La primera descripción de la zona arqueológica de Chiapa de Corzo data del siglo


XlX y fue realizada por Charles-Étienne Brasseur de Bourbourg, cuando realizaba
un recorrido desde el istmo de Tehuantepec hasta Guatemala (Lowe, 2012:276).
Posteriormente, en 1886 el médico y filólogo alemán Carl Herman Berendt
realizó la primera descripción detallada de las ruinas. En sus notas de campo se
encontró el dibujo de un croquis de la ubicación del sitio arqueológico, dibujado
por Julián Grajales (Navarrete, 1966). Se trataba de tres montículos, a las afueras
de la ciudad ubicada sobre una loma. Por su ubicación se puede mencionar que
los montículos son los 11, 12 y 13 (González y Cuevas, 1990). Berendt menciona
que en ella se encontraban tiestos, pedazos de ídolo, piedras labradas, conchas y
obsidiana. También menciona que el asentamiento de Chiapa de Corzo, fue una
“ciudad formidable, que era llamada Chapa-Nanduimé”, y le atribuyó la
construcción a la etnia chiapaneca (Lowe, 2012:276).
En su visita por Chiapa de Corzo, el antropólogo Frederick Starr menciona
la presencia de tres montículos en el límite del pueblo, y que uno es
probablemente antiguo (el actual montículo 11) (González y Cuevas, 1990). En
este lugar se depositó la tumba del General Grajales, que en el año 1950 fue
retirado para construir un depósito de agua (González y Cuevas, 1990).
En 1942, Jorge A. Vivó realizo investigaciones en Chiapa de Corzo, con la
ventaja de poder de observar el corte de un montículo que dejo expuesto varios
pisos, ya que anteriormente había sido arrasado por la carretera a Ixtapa
(González y Cuevas, 1990). Posteriormente los materiales serian analizados por
Berlin, quien hace notar ausencia de cerámica pintada y relacionas los tipos
cerámicos con los de Ticomán, Estado de México (González y Cuevas, 1990).
En 1953 la New World Archeological Foundation inició sus investigaciones
en la llanura costera de Tabasco, con el fin de encontrar el origen de las antiguas
civilizaciones mesoamericanas (Lowe, 1959b).

20
En 1955 se realizaron nuevos trabajos de campo, por parte de la NWAF,
llevada dirigido por Heinrich Berlin durante 6 semanas en lado este de Chiapa de
Corzo, enfocado en la arquitectura y la secuencia cerámica (Lowe, 1959a). Fue
descubierta una secuencia de estructuras, desde simples basamentos de piedra,
terrazas múltiples plataformas cubiertas de tierra hasta estructuras de piedra
cortada probablemente perteneciente al preclásico (Lowe, 1956 b).
Las siguientes investigaciones fueron llevadas a cabo por Gareth Lowe y
Pierre Agrinier, en los años de 1955 a 1959, siendo el primer trabajo donde se
realizaron investigaciones sobre la arquitectura, principalmente del Montículo 1.
También se describieron las tumbas y los artefactos que se encontraron (Lowe y
Agrinier, 1960:13). Gareth Lowe realizó excavaciones en el montículo 5,
financiados por New Wold Archeological Foundation. En ella se encontraron varios
entierros y materiales asociados, tanto cerámica como figurillas (Lowe, 1962).
Edwin Shook, formó parte de las investigaciones, realizando recorridos de
campo, y menciona que la presencia de construcciones pequeñas, hasta grandes
montículos, que se encontraban ordenadamente distribuidos (González y Cuevas,
1990:111). En 1966, Carlos Navarrete por medio de la New World Archaelogical
Foundation publicó “The Chiapanec History and Culture” que habla sobre la
historia cultural de los Chiapanecas. En ella se menciona de su posible origen en
Nicaragua, la llegada a la capital zoque de Chiapa de corzo y las posteriores
conquistas que sufrieron por parte de los mexicas y españoles, respectivamente
(Navarrete, 1966a:5). Es uno de los primeros trabajos que se centran en el
Periodo Posclásico y parte de la época colonial. El trabajo fue de índole
interdisciplinario ya que los materiales analizados provienen de excavaciones, y de
recorrido de campo, así como también el uso de fuentes coloniales. Una de las
principales aportaciones de este trabajo fue determinar la ubicación del
asentamiento posclásico, de la antigua Chiapa de Corzo que fue ubicada bajo la
ciudad colonial y moderna, gracias a las excavaciones en San Gregorio, San
Sebastián, Santa Elena, San Antonio, San Jacinto y San Miguel. Carlos Navarrete
también efectuó trabajo en la actual Tuxtla Gutierrez, capital del Estado de
Chiapas (Macías y López, 2016: 6).

21
En 1961 y 1963, los trabajos en Chiapa de Corzo continuaron en el montículo 5,
de la mano de Gareth Lowe. Entre 1969 y 1972, se realizó el salvamento
arqueológico en el montículo 17, en donde construyeron la planta procesadora de
leche. Estos rescates siguieron en el montículo 32 ya que fue dañado por la
construcción de la carretera panamericana (González y Cuevas, 1990). En 1982,
el constante avance de la mancha urbana, ocasionó daños en otras estructuras,
como los montículos 26 y 73, en las cuales también, fueron efectuados
salvamentos arqueológicos, por el Centro Regional Chiapas del INAH (González y
Cuevas, 1990). En 1984 se realizó un nuevo proyecto, el levantamiento
topográfico del sitio, que permitió evaluar la situación de la zona arqueológica, con
la finalidad de detener la acelerada destrucción (González y Cuevas, 1990).
En los años 80s, el Centro INAH de Chiapas seguía realizando proyectos, a
cargo de Martha Cuevas García y posteriormente Eliseo Linares Villanueva. En la
década del siglo XXI, se realizó un nuevo proyecto dirigido por Adán Pacheco
Benítez, en el cual se pudo comprar el sitio arqueológico de Chiapa de Corzo, que,
fue abierto en el año de 2009 (Macías y López, 2016: 6).
En 2008, Bruce Bachand, en conjunto con el entonces director del Centro
INAH Chiapas, el doctor Emilio Gallaga Murrieta, llevaron a cabo el Proyecto
arqueológico de Chiapa de Corzo. Principalmente financiado de nueva cuenta por
la New World Archeological Foundation, de la Universidad Brigham Young y la
National Geographic Society (Bachand, 2012:13-15). La finalidad del proyecto era
esclarecer la identidad cultural de la antigua ciudad de Chiapa de Corzo, y
redefinir la cronología del sitio a partir de la estratigrafía, estudios cerámicos y el
fechamiento por radio carbono (Bachand, 2012:13-15). En la segunda temporada
se encontró en la estructura 11, una tumba temprana (Bachand, 2012:13-15).
Sullivan (2009) realizó investigaciones en la parte sur de Chiapa de Corzo,
donde analiza el crecimiento poblacional, y el poder de los líderes de las zonas
rurales en diferentes fases del Formativo Medio al Clásico Temprano (Sullivan,
2009: 287-312).
Las ultima investigaciones que se están efectuando actualmente en Chiapa de
Corzo, y al cual está adherida la presente tesis, es el proyecto, Economía y

22
sociedad en el Periodo postclásico: comunidad y unidades domesticas en Chiapa
de Corzo a cargo de Roberto López Bravo y Juan Ignacio Macías Quintero,
adscritos a la Facultada de Humanidades de la UNICACH, que tienen como
objetivo la evaluación de los efectos de los modelos de organización política en la
vida cotidiana de los grupos domésticos (Macías y López, 2016:1). En los
resultados de la primera temporada de campo llevada a cabos entre octubre de
2014 y septiembre de 2015, se realizaron recorridos de superficie, abarcando
setenta kilómetros cuadrados en 4 subregiones, correspondiendo a veintidós
kilómetros cuadrado al área inmediata a Chiapa de Corzo y la ribera del Grijalva;
treinta y dos kilómetros cuadrado de la porción sur del valle de Terán, catorce
kilómetros cuadrados de la porción oeste de la maseta de Copoya; y dos
kilómetros cuadrados en el área libre de la zona de Tuxtla Gutiérrez (Macías y
López, 2016:18-28). También se recolectó abundante material lítico y cerámico, y
se puso en relieve la destrucción sufrida en sitios como El Cairo y Ribera
Nandambúa, debido a las ladrilleras y el constante avance de la mancha urbana.
Asimismo, se recorrió en lugares que no habían tenido ningún tipo de estudios
como el Valle de Terán o que se les había considerado muy poco como la Meseta
de Copoya (Macías y López, 2016:18-28).
Otro de los trabajos más recientes, fue la tesis de licenciatura de José
Pablo Bravo Coutiño, titulada Análisis del patrón urbano de la antigua Chiapa de
Corzo, que tiene como objetivo “comprender la distribución interna y
funcionamiento del sitio de Chiapa de Corzo mediante la aplicación de los modelos
geográfico de estructura inter concéntrico, sectorial y polinuclear” (Bravo,
2016:10). En sus conclusiones menciona que la planeación de Chiapa de Corzo,
contiene tipologías pertenecientes al sistema del modelo concéntrico de Burgess y
algunos elementos privativos respecto al modelo polinuclear, por la presencia de
estructuras cívicos-ceremoniales que formaban pequeños núcleos independientes
al área central (Bravo, 2016:95-97).
En mi investigación de tesis planeo analizar las esferas de interacción
basándome en materiales cerámicos de los sitios rurales y posteriormente
compararlo con sitios como el mirador en la zona maya.

23
Analizaré las esferas cerámicas, identificando primeramente los de estilos
mayas en el área rural de Chiapa de Corzo, como ya anteriormente lo he
mencionado basándome en las descripciones de Clark y Cheetham (2005), Lowe
(1960), y Lowe y Agrinier (1962). Posteriormente lo correlaciono con los del área
maya, para saber si se trata del mismo tipo cerámico. Analizo el tipo y la función
de los materiales cerámicos, para tener certeza si la gente común del área rural
tenía acceso a cerámica de lujo o de uso común, y que implicaciones tendría eso,
como adopción de alguna especie de rito o ideología etc.

24
1.7 Historia Cultural de Chiapa de Corzo

Chiapa de Corzo fue una capital de filiación zoque, ubicada en la depresión


central, fundada hacia 1200 a.C. aproximadamente (Lowe, 2012a:275-276). Era el
punto medio en la ruta de comunicación entre los sitios de La Venta y La Libertad
(Clark, et al., 2000:24). Durante el Preclásico Medio Chiapa de Corzo tenía una
densidad poblacional de un poco menos de 1100 personas (Sullivan, 2009:197-
200). Era una aldea bastante extensa donde surgieron pueblos y ciudades
planificadas con estructuras, como los montículos 11 y 12, que probablemente
funcionaba como observatorio solar o estelar (Bachand y Lowe, 2011:80-83).
También fueron construidos los montículos 13 y 36, que según Sullivan
(2009) eran relativamente humildes en sus dimensiones. El patrón de distribución
de los edificios 11, 12 y 13, consiste en el llamado Grupo- E, que eran similares a
otros que se encontraban en sitios contemporáneos dentro y alrededor de la
depresión central (Sullivan 2009:122-123). En las excavaciones realizadas en este
complejo, específicamente en el montículo 11 se encontró la llamada Tumba 1,
que constituye la tumba piramidal más temprana de Mesoamérica. Estaba
construido con piso y techo de madera, y con paredes de piedra y arcilla, siendo la
primera aparición de los entierros estilo zoque (Bachand y Lowe, 2011:81-83).
De acuerdo con Bachand y Lowe (2011), también parece ser el primer
entierro donde se encuentran depositados juntos un hombre y una mujer,
perteneciente a la élite y donde se tiene el registro más antiguo de cubrir la boca a
los dignatarios con concha marina; una práctica funeraria zoque. Posteriormente
en este mismo montículo, se encontró el entierro 4 que pertenecía a un periodo
posterior a la Tumba 1. En ella se encontraban dos individuos jóvenes masculinos,
que fueron colocados de forma paralela, con la cabeza orientada al este,
acompañados por un rico y variado ajuar funerario (Bachand y Lowe, 2011:83). El
montículo 13 era una acrópolis de residencia de élites, que estaba sobre una
plataforma al lado del recinto ceremonial, que para Sullivan (2009) creó un
precedente de separación entre gobernante y la gente común. En este periodo

25
también ya existían interacciones con la costa del Golfo, actuando ambas regiones
como receptoras y

Figura
Figura.2.21.2 Comparación
Comparación de losde los fechamientos
fechamientos para
para Chiapa Chiapa
de Corzo de Corzo
(Extraído (Tomado
de Macías de2016)
y López: Macías y López,
2016).

26
distribuidoras de bienes e ideas (Bachand y Lowe, 2011:75-77). En las unidades
domésticas el uso de tecomates y una dieta basada en perros, indican que la
tradición estaba ligada con los Olmecas (Bachand y Lowe, 2011:75-77). En las
excavaciones del extremo sur de la meseta, se descubrió un gran cuerpo de agua
con drenajes de piedra, elementos que se asimilaban a otros centros de la costa
del Golfo (Bachand y Lowe, 2011:75-77).
Se ha considerado que Chiapa de Corzo y los Olmecas de la costa del
Golfo compartieron una cultura y una lengua durante gran parte del preclásico,
aunque no concuerdan en que época se separaron (Bachand y Lowe, 2011:75).
Posteriormente, algunos elementos empezaron a diferenciarse de los de la costa
del Golfo, como los incensarios de 3 picos y los braseros de plato con soporte
curvos, que se podría interpretar también, como un cambio en los rituales, además
de la ausencia de esculturas monumentales de piedra (Bachand y Lowe, 2011:
78). En el Formativo Medio Tardío, se construyó el montículo 17, de 3.7 m. de
altura, que fue el cambio más notable de la organización cívico-ceremonial
(Sullivan, 2013:38-39). Esta plataforma se encontraba en la parte central, lo que
para Sullivan significó una representación de los gobernantes como el axis mundis
(Sullivan, 2013:39).
Lyneth Lowe (2012) menciona que, para el Preclásico Medio, existía ya en
Chiapa de Corzo una marcada jerarquización del poder político y religioso, así
como participación temprana en redes de comunicación e intercambio, que dio de
resultado el acceso de idea y materiales importados (Lowe, 2012: 279).
Fue en el Preclásico Tardío cuando se incrementó el uso de alfarería de
procedencia maya e imitaciones locales de la misma. En este periodo lo grupos
mayas habían colonizado las montañas de Chiapas que estaban escasamente
pobladas, lo cual se ha interpretado como evidencia de un Estado expansionista
de las Tierras Bajas Mayas, debido a que en la cuenca del Mirador en el Petén, las
ciudades se encontraban en pleno crecimiento, principalmente el sitio de El
Mirador (Clark et al., 2000:16). Es posible que estos grupos mayas hayan
reemplazado o incorporado a muchos pueblos zoques, (Clark et al., 2000:16) e
incluso causado su abandono. Gareth Lowe (1995) interpretó esta presencia como

27
“cierto comercio, que llegaba desde las tierras bajas mayas” (Lowe: 1995:322-
323). Este comercio se hizo evidente en el Preclásico Tardío o fase Guanacaste
(contemporáneo con las fases Chicanel Temprano o Chuen y parte de Cauac en
Tikal), probablemente porque Chicanel fue la era de mayor auge y extensión en
toda la historia cultural de los mayas (Lowe, 1995:322-323). En esta época
sucedieron muchos cambios drásticos, como el abandono de los centros cacicales
situados a lo largo del rio Grijalva (Clark et al., 2000:15). En Chiapa de Corzo, los
habitantes adoptaron la alfarería maya, principalmente para uso de la élite y las
construcciones se detuvieron (Clark et al., 2000:24). En los entierros de los
gobernantes del montículo 1 se encontraban grandes floreros, vasos y cuencos
del tipo Sierra Rojo importada de las Tierras Bajas Mayas de Guatemala, junto con
ollas efigie con vertedera de pasta gris fina procedentes de Oaxaca, cerámica
negra con borde blanco y café incisa de la costa del Golfo y vasijas estucadas con
decoración estilo Usulután de El Salvador (Lowe, 1995:324). Sin embargo, en los
montículos 3 y 32, se encontró presencia de cerámica local, que sugiere una
marcada diferenciación social entre los gobernantes y la elite (Sullivan,
2013:49).En los entierros comunes, aun prevalecía la cerámica zoque (Clark et al.,
2000: 24).
También hubo cambios importantes en las estructuras ceremoniales, así
como los modos de gobernar el área sosteniente (Sullivan, 2013:48). Se construyó
un palacio en el montículo 5, en la parte sur de Chiapa de Corzo para acompañar
al templo “trino” (Clark et al., 2000:25). Sullivan menciona que este nuevo recinto
indica una adopción de ideas religiosas y políticas por parte de la élite importadas
de las Tierras Bajas Mayas. Sin embargo, en los montículos 11, 12, 13, 17, 32, 33,
que eran antiguos recintos ceremoniales, se seguían dejando ofrendas, lo que
indica que aún se seguían preservando las antiguas tradiciones (Sullivan, 2013:
49-50). En la tumba 8 del montículo 3, fue recolectada 12 vasijas fragmentadas de
las cuales 4 son variantes del Sierra Rojo y 5 son platos con aspecto maya (Lowe,
1995:329). En el montículo 15, se encontró cerámica bicromo rojo sobre crema
importada a Chiapa para uso diario de la élite (Lowe, 1995:329). Las viejas
plataformas de barro y adobe fueron recubiertas con bloques cortados de piedra

28
caliza y enlucidos con estuco, estas técnicas probablemente provenían de la
Tierras Bajas Mayas (Clark et al., 2000:24). La introducción de esta técnica
constructiva, significó el control de la élite sobre la gente común, así como la
especialización de estos últimos (Sullivan, 2013:51). Otro acontecimiento
importante en este periodo fue la pérdida de control de la distribución de la
obsidiana proveniente de San Martín Jilotepeque (Sullivan, 2013:53). Todos estos
cambios indican la importante presencia de pueblos de las Tierras Bajas Mayas en
la parte superior del Valle del Rio Grijalva para el 200 a.C. (Clark et al., 2000:23-
24). Es importante recalcar que la interacción maya en Chiapa de Corzo, tuvo su
fin, en la misma época del derrumbe de El Mirador, en la región central del Peten
(Clark et al., 2000:25).
Durante el Periodo Clásico Chiapa de Corzo sostuvo una importante
densidad poblacional. Lynneth Lowe (2006) menciona que en este periodo
desataca la construcción de la gran Acrópolis o Montículo 1, que pudo haber
alcanzado más de 60 m. de largo y 40 de ancho, con 4 m. de altura, conformado
por tres cuerpos escalonados (Lowe, 2006:143). Otra estructura que tuvo una
remodelación fue el Grupo “E” conformado por el montículo 11 y 12 (Lowe,
2006:146). En cuanto a la cultura material se vuelven predominantes las vasijas
negras ahumadas o de cocción diferencial (Lowe, 2006:114).
En el Posclásico, grupos provenientes del sur llegaron a Chiapa de Corzo,
sometiendo a los pobladores zoques de la capital y a los demás pueblos
alrededor. A este grupo se le ha denominado “Chiapanecas”, probablemente
provenían de Nicaragua y era hablantes de la rama chiapaneca-mangue de la
familia Otomangue (Navarrete, 1995:321). Los chiapanecos se establecieron
ocupando mayormente terrenos que se extendían solamente 70 km al sur y al
oriente de su nueva capital (Navarrete, 1995:321).

29
Capítulo 2: La Esfera Chicanel en el área maya y Chiapas en el
Periodo Preclásico Tardío
2.1 Distribución de la cerámica Sierra Rojo y Polvero Negro en el Área
Maya y su llegada a Chiapas

El Preclásico Tardío fue un periodo que es caracterizado por el incremento de


poder de la élite, observado en una marcada estratificación social y el surgimiento
de los primeros Estados mayas en las Tierras Bajas (Grube, 2000a: 17). También
hubo una homogenización de muchas características entre las ciudades mayas,
como los métodos de construcción, edificaciones monumentales, básicamente
templos y palacios, con enormes mascarones de estuco con representaciones de
dioses en la fachada (Grube, 2000a:17), y en la utilización de la cerámica
perteneciente a la esfera Chicanel, siendo los más frecuentes los rojos
monocromos pulidos (Clark et al., 2000a:21).
Desde su descubrimiento en 1911 por Raymond Merwin en el sitio de
Holmul, la cerámica monocroma vinculada al Periodo Preclásico Tardío, ha sido
parte del debate dentro la arqueología maya (Callagahn, 2011:847). La
característica principal de este tipo de cerámica es un engobe muy pulido, de
acabado ceroso de color rojo, negro o crema. Las similitudes entre el engobe y
forma, incluso las de uso doméstico, sugiere una concepción unitaria
estandarizada de la cerámica y un índice relativamente bajo de expresión
individual (Grube, 2000b:65).
Uno de los sitios más importantes en el Preclásico Tardío con toda
seguridad fue El Mirador, (Figura 2.1) que ha sido catalogada como la capital de
un Estado expansionista (Clark, 2000:17). En este sitio se han encontrados en
grandes cantidades cerámica perteneciente a la Esfera Chicanel, marcando así su
clímax durante el Preclásico Tardío.
Como parte de las actividades del proyecto dirigida por Arthur Demarest el
cual tuvo la finalidad obtener muestras cerámicas de contextos domésticos que
permitiera un fechamiento del sitio, así como afinar la cronología del periodo
Preclásico (Demarest, 1984:53), se recolectaron, más de 55 mil tiestos, la mayoría

30
del Preclásico, aunque más de 20 mil fueron hallados en basureros detrás de
estructuras y depósito de basura más profundos (Demarest, 1984:53). Demarest
(1984) menciona que los depósitos del Preclásico Tardío son abundantes y se
encuentran en toda el área de El Mirador. El Sierra Rojo domina toda la colección,
aunque también se encontraron los tipos Polvero Negro y Flor en menor medida
(Demarest, 1984:71).
En la descripción del Sierra Rojo menciona que los engobes son cerosos,
pero con el avance del periodo se vuelven duros. Dentro de este grupo, es común
que las partes internas de las vasijas se vuelvan negras. Las formas, bordes y
decoraciones del Sierra Rojo no difieren de los grupos Polvero Negro y Flor
Crema, de hecho, menciona que la mayoría de los Polveros Negros son Sierra
Rojos ennegrecidos y quemados, y los Flor Crema son solo manchas de cocción
que también se encuentran en las vasijas Sierra Rojos, generalmente a finales del
Preclásico Tardío (Demarest, 1984:71-72).
La mayor parte de la cerámica del grupo Sierra Rojo tienen desgrasantes
de arena y pedacitos de calcitas, pero el análisis de composición realizado, arrojó
que estos tiestos tienen en alta proporción de desgrasantes de ceniza volcánica.
Demarest (1984) menciona que este descubrimiento indica un grado substancial y
poco creíble de intercambio entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas (Demarest,
1984:72).
El grupo Polvero Negro no es muy frecuente en El Mirador, las formas
generalmente son cajetes abiertos, algunos con siluetas compuestas, pestañas
mediales o basales, o bordes salientes con incisiones simples (Demarest, 1984:
73). También se han encontrado cajetes simples con paredes curvas, y jarras con
cuello. Demarest menciona si el color negro, característico de este grupo se debe
al resultado de cocción, por el uso doméstico, o si fueron hechos deliberadamente
como decoración (Demarest, 1984:73-76). El otro grupo característico del
Preclásico Tardío es el Flor Crema, sin embargo, al igual que el anterior se
encuentra en menor medida. El engobe es de color blanco, grueso y ceroso,
aunque los más frecuentes son lo de color nublado entre parduzco castaño y color
canela (Demarest, 1984:76).

31
Figura. 2.1 Mapa del Área Maya (Tomado de Forsyth, 1989).

Las formas al igual que los tipos anteriores son cajetes simples con paredes
curvadas, algunos con protuberancias en cada extremidad, al igual que jarros
simples con cuello (Demarest, 1984:76). Las formas más complejas que se
pueden encontrar son cajetes abiertos con pestañas que se inclinan hacia abajo

32
con festoneado o mellado, y cajetes hondos achaflanados o ranurados sobre las
paredes superiores en el interior y exterior (Demarest, 1984:76).
En el estudio de la cerámica de El Mirador, Donald Forsyth (1989) nos
describe los tipos que aparecen el dicho sitio. La fase correspondiente al Periodo
Preclásico Tardío es denominada como complejo Cascabel (Figura 2.2). En ella se
describe el grupo Sierra y todas sus variantes, sin embargo, solo citaré las más
comunes; Sierra Rojo, Polvero Negro y Flor Crema.
En las descripciones del Sierra rojo nos menciona que las superficies fueron
alisadas antes del engobe, además tiene una textura media y densa. En cuanto al
color de la pasta varía de rojo a marrón claro, aunque los que mayormente
predominan son los primeros. En algunas ocasiones tienen el núcleo oscuro. El
desgrasante tiene generalmente calcita. El color de la pasta es de (7.5 YR 4/6-8),
(10R 3/8) (4/6-8) (5/8), (2.5 YR, 4/6-8). El engobe está muy bien pulido dando un
aspecto brilloso (Forsyth, 1989:23).
Las formas que se encontraron fueron plato de borde evertido, cuenco con
reborde lateral, plato o tazón con agregado lateral, cántaro, olla o tazón con
cuerpo convergente, cuenco de borde incurvado, jarra de orificio restringido,
cuenco mediano profundo, cuenco con agregado labial, plato con cuenco de brida
medial, cuenco profundo con borde, y vasos (Forsyth, 1989:27).
El Sierra Rojo se ha localizado en todos los depósitos del Complejo
Cascabel, de prácticamente todas las áreas del sitio investigado hasta la fecha
(Forsyth, 1989:27).
En la descripción del Polvero Negro nos dice que presenta una pasta de
textura media, con colores que van del rojo (2.5YR 5/6) a gris rojizo (5 YR 5/2)
color gris oscuro marrón (10YR 4/2) gris (10YR 5/1) y gris oscuro (25 YR 4/0). Los
colores oscuros son los más comunes, aunque los rojos más bien sugieren
oxidación en las primeras etapas de cocción (Forsyth, 1989:38). Estos tipos
también presentan un engobe que va de negro (2.5 YR 2.5/0) a gris oscuro (2.5
YR 3/0) a un color rojo oscuro (2.5YR 3/1-2). La superficie moteada a un marrón
rojizo (2.5 YR 4/4) a un rojo tenue (10 R 4/4) aunque no es muy común el color en
la superficie (Forsyth, 1989:38). Otras características principales es que el engobe

33
esta pulido y tiene una superficie brillante. Al igual que los tipos del grupo
cerámico Sierra Rojo la decoración de borde evertido va antes del engobe
(Forsyth, 1989:38).
Los agregados particularmente labiales y laterales son comunes. Las
formas que aparecen son, plato o cuenco con agregado lateral, plato o cuenco con
cresta lateral, jarrones de cuello corto, plato o tazón con lados divergentes,
reborde o plato incurvado y jarras de borde recurvado (Forsyth, 1989:38). Forsyth
(1989) menciona que el Polvero Negro se encuentra en los depósitos del
Complejo Cascabel de la mayoría de las áreas investigadas, aunque no esta tan
común como el Sierra Rojo.
Por último, describe el tipo Flor Crema, mencionando que la pasta tiene una
textura media. El rango de color va de café (10 YR 5/2, 5/3) a café amarillento (10
YR 6/4) o amarillo rojizo (7.5 YR 4/0). En cuanto al color del engobe, va de blanco
o marrón muy pálido (10yr 82 8/3) a gris claro (2.5 Y 7/2; 10 YR 7/3) a amarillo (2.5
Y 7/4) y café o marrón amarillento (10 YR 6/3-6/5) (Forsyth, 1989:39). Al igual que
los Sierra Rojos tiene acanaladuras en las superficies superiores de los bordes.
Las formas que se encontraron fueron plato o cuenco con agregado lateral, plato o
cuenco lateral, plato o cuenco de borde invertido. Las bases son aparentemente
planas. Al final menciona que estos tipos también se han encontrado en sitios de
las Tierras Bajas meridionales y septentrionales (Forsyth, 1989:39).
La distribución de los materiales Chicanel fuera de la región de El Mirador, es
interpretada por Clark et al. (2000) como evidencia de la expansión de un Estado
primigenio (Clark et al, 2000:16).
Mediante una consulta bibliográfica, menciono ejemplos de los sitios que
fueron resultados de esta expansión en el resto de las Tierras Bajas. La
identificación de los elementos cerámicos tuvo como base los reportes,
descripciones y artículos realizados sobre dichos sitios arqueológicos.

34
Figura 2.2 Extensión de la Esfera Chicanel (Tomado de Guzmán, 2015).

A continuación, algunos de los sitios de las Tierras Bajas del Norte donde se tiene
presencia los tipos característicos del Periodo Preclásico Tardío.
Uno de los sitios que se encuentran lejanos respecto a El Mirador es Isla
Cerritos, que se ubica en la costa Norte de Yucatán. Los artefactos encontrados
contienen una alta cantidad de cerámica, y modalmente similar al horizonte
Nabanché, correspondiente a la Esfera Chicanel, en términos de pasta, engobe,
forma, acabado y decoración (Dylan, 2016:114). Estos tipos reflejan la distribución

35
oriental de dicha esfera, vinculado al Peten vía Tancah, Xcaret y Muyil, centros
costeros que tuvieron un desarrollo contemporáneo (Dylan, 2016:114 -115).
Las ruinas de Komchén que se encuentran ubicada a 17 km al norte de
Mérida, Yucatán, formaron parte de dicha esfera. Andrew y William (1992)
mencionan que el complejo Nabanché Tardío (350-150 a.C.) corresponde en
tiempo y contenido a la esfera cerámica Chicanel y basándose en sus
investigaciones nos proporciona que en el 80% de las plataformas donde se
realizaron pozos contenían fragmentos de esta esfera cerámica. Sin embargo,
para el 100 a.C. al contrario de otros sitios mayas del sur, como es el caso de
Tikal, que comenzaba a erigirse como una Ciudad-Estado, Komchén pasaba por
una fuerte disminución de la población, reflejadas en la poca y casi nula presencia
de la cerámica diagnóstica del Preclásico Tardío (Andrew y William 1992:12-13).
Otro sitio en el que se han hallados estos tipos cerámicos es en Ek Balam
que se encuentra en la parte centro oriental de Yucatán a unos 190 kilómetros de
Mérida, y a unos 20 kilómetros de la ciudad de Valladolid, cercano a los ejidos de
Honukú, Ek´Balam y Santa Rita (Meehan y Alonso, 2012:19). El complejo Manab
asociado al Preclásico Tardío y que se encuentra dentro de la Esfera Chicanel,
está compuesto por 10 grupos cerámicos entre los cuales destaca el grupo Negro
Chunhinta, el grupo Saban, y el que concierne a esta tesis, el grupo Sierra Rojo.
Sin embargo, desde el complejo Balam (700-450 d.C), ya existía presencia de este
último tipo cerámico, incluso en mayor frecuencia que el Juventud Rojo (Bey,
1998:111-112). Según el autor estos dos últimos tipos cerámicos son difíciles de
distinguir. Las formas características son platos, cuencos con paredes y bordes
directos o evertidos, al igual que jarras y tecomates. Los tamaños varían, aunque
el porcentaje de tarros grandes y tecomates es mayor en el Sierra Rojo que en
otro grupo monocromo (Bey et al, 1998:110).
En Rio Azul, El Preclásico Tardío se identificó gracias al descubrimiento de
cerámica típica de la Tierras Bajas mayas de la Esfera Chicanel (300 a.C.) los ya
mencionados Sierra Rojo, y Polvero Negro, así como el Laguna Verde y Zapote
Estriado (Bey et al, 1998:111)

36
En el sitio de Nakum de igual forma se recuperaron tiestos de los grupos
Sierra Rojo, Flor, Polvero y Paila, que se encontraban en diversos contextos
mezclados con materiales de épocas posteriores (Hermas et al., 1996:3).
En las excavaciones en el complejo 72 de Nakbé en el Peten, llevada a
cabo por Juan Luis Velásquez, también se encontraron materiales pertenecientes
a la Esfera Chicanel, de los grupos monocromos del Sierra, Polvero y Flor, así
como cántaros sin engobe del tipo cerámico Zapote Estriado (Velázquez,
1992:38). Mencionan que, con base a sus atributos modales, estos materiales
pertenecen a la parte temprana de dicha esfera cerámica (Velázquez, 1990:126).
En las Tierras Bajas de Sur cerca del El Mirador, la presencia de los
monocromos es aún más notable
El sitio de Nohmul se encuentra en la cordillera de piedra caliza al este
del Río Hondo a unos 180 °, 13 'N, 880 ° 35' O, y una elevación de unos 20 m.
sobre el nivel del mar. En este sitio también se han encontrado cerámica
perteneciente a la Esfera Chicanel. Hammond et al. (1983) reportaron que los
materiales recuperados contenían pequeñas cantidades de alfarería de la esfera
de Mamom que data de antes de 400 a.C. y alfarería Chicanel. En los niveles
superiores de la fosa solo contenían cerámica de este último, junto a un gran
número de conchas de caracol de pantano. En la trinchera T07 se encontró
cerámica transicional Mamom-Chicanel (Hammond et al., 1983:184).
El sitio de Cuello ubicado al norte de Belice se encontraba dentro la misma
tradición cerámica de los sitios de las Tierras Bajas, con el nombre del Complejo
cerámico Cocos-Chicanel. Kosakowsk et al. (1998) mencionan que los materiales
cerámicos tempranos de este complejo mantenían los engobes pulidos del periodo
anterior; la esfera López-Mamom, pero los más tardíos tienen engobes duros y
brillantes con una gama más amplia de técnicas decorativas como incisión,
perforación, impresión, aplicación, modelado y moldeo (Kosakowsk et al.,
1998:64).
Sin embargo, al final del Preclásico Tardío hubo una ruptura en la
homogeneidad y se comienzan a producir diferentes tipos cerámicos. Las formas
de este periodo incluían una serie de cuencos con rebordes basal con bases

37
anulares y las llamadas mamiformes tetrápodos, que tenían engobe de estilo
Chicanel, aunque se empiezan a asemejar al color utilizado posteriormente el
Periodo Clásico. En Cuello, la tradición cerámica Chicanel continúa en el siglo IV,
en un momento en el que muchos sitios en el Petén habían comenzado la
producción de los primeros polícromos clásicos, y la cerámica de la esfera de
Tzakol se hacía más frecuente que otros sitios del norte de Belice (Kosakowsk,
1998:62- 64).
En el sitio arqueológico el Zotz, hay reportes de la aparición de esta
cerámica, principalmente del Grupo Flor y Sierra (Czapiewska, 2010:404). En las
excavaciones de los pozos saqueados, numero 1 y 2 respectivamente, se
encontraron tiestos del Preclásico Tardío, del grupo Sierra y Polvero. Uno de ellos
era un plato hondo con pestaña basal y la figura inciso de un ave en su interior
(Czapiewska, 2010:404). Estaban mezclados con tepalcates pertenecientes al
clásico temprano. En la discusión que nos da Ewa Czapiewska (2010), plantea
que el material del Preclásico es escaso, y se encuentra principalmente en el
centro del sitio, en La Acrópolis. También marca el inicio del asentamiento en el
periodo Preclásico Tardío (Czapiewska, 2010:404).
En las investigaciones llevadas a cabo en el sitio de Naachtun, Nondédéo et
al., (2013) mencionan que los artefactos hallados debajo del piso de la calzada
eran pertenecientes al Preclásico Tardío. Los materiales eran del grupo Flor
Crema, Sierra Rojo, Altamira Acanalado y Polvero Negro (Nondédéo et al., 2013:
126). Patiño (2015) menciona que en los depósitos secundarios, se encontró
material cerámico del grupo Sierra, Polvero, Flor y Zapote perteneciente al
Complejo Kuts’ del Preclásico Tardío, mezclado con cerámica de épocas
posteriores (Patiño, 2015:19). Las características principales de esta cerámica es
que presentan engobes rojos, aplicado generalmente sobre un engobe más claro.
Llama la atención que, en el Complejo Balam, perteneciente al Periodo Clásico, se
encontró material del Preclásico Tardío (protoclásico), de los Grupos Iberia, Sierra,
Polvero y Zapote. Los más comunes fueron los del Grupo Sierra (Patiño, 2015:19).
Las formas documentado para estos materiales incluye recipientes con paredes
rectas, fondos planos y bordes engrosados con labios cuadrados, con incisiones

38
poco profundas hechas antes de aplicar el engobe y cocer la vasija, recipientes
con boca restringida, cuerpo globular u ovoide, cuello largo y bordes ligeramente
inclinados hacia adentro, vasijas hemisféricas con bordes directos, recipientes no
engobados con cuerpo globular, cuello corto y bordes ligeramente curvados hacia
fuera (Patiño, 2015:20). Es importante señalar que no se han encontrado material
del Preclásico Tardío si la presencia de otros tipos, ni en contextos sellados
(Patiño, 2015:19).
Por consiguiente, la cerámica del Preclásico Tardío del sitio de Naachtun, muestra
una afiliación con sitios de las áreas contiguas del centro del Peten, el sur de
Campeche, la cuenca Mirador y el Norte de Belice (Patiño, 2015:35).
Hacia la parte noroeste de Guatemala, en la frontera entre los mayas y
zoque, la Esfera Chicanel, de igual forma tuvo una fuerte presencia
En el sitio de Piedra Negras, el material cerámico del Preclásico Tardío, se
corresponde a la fase Abal (300 a.C.-175 d.C.). Cabe recalcar que enfrente de la
Estructura R-5, se encontró material del Preclásico Tardío sin mezclar. Eran
cerámicas monocromas rojas, negras y cremas, con pulidos gruesos y encerados.
Los más comunes eran platos pocos profundo de bordes engrosados (Muñoz,
2004:12). El investigador a cargo, añadió otra fase, para el Preclásico Terminal o
Protoclásico; la fase cerámica Pom (175 d.C- 350 d.C). La muestra consta de 900
tiestos diagnósticos y dos vasijas. La cerámica de esta fase es similar a la
cerámica de la Fase Abal, aunque los estilos y formas aparecen son diagnósticos
del Preclásico Terminal en otros lugares del Petén (Muñoz, 2004:13-14).

39
Figura 2.3 La Esfera Chicanel (Mapa elaborado por Guzmán, 2015, y sitios señalados por el autor).

40
En el sitio de Toniná, las formas de los monocromos presentan bordes
flexionados hacia el exterior, generalmente marcados por una conexión angular
con la pared interior del recipiente. Algunos bordes son flexionados al horizontal, y
son engrosados hacia dentro, con la cara convexa. Esta categoría comprende dos
tercios de los bordes (Becquelin, 1984:227-228). También se encontraron cuencos
conexos con paredes divergentes y cuencos cerrados, otros presentan una
decoración de grabados, o acanaladuras. El largo de los bordes declinados va de
2 a 4,2 cm. El diámetro de la obertura es de 25 a 35 cm. (Becquelin 1984:227-
228). Según Pierre Becquelin (1984) las 6 formas que se han encontrado
presentan estas características:

a) Bordes rectos con labio redondos, paredes divergentes cóncavos, y el


fondo probablemente convexo. Un caso de baja del talón externo en el
borde. El diámetro de la boca 17,22, 25 cm.

b) Bordes rectos con labios redondos, paredes divergentes casi


directamente. El diámetro de la boca 22 a 26 cm.

c) Borde engrosado sobre el cordón exterior, débilmente cóncava paredes


divergentes; de diámetro en la abertura 26 cm.

d) Espesado borde en ambos lados, con un surco ancho borde engrosado


en ambos lados, con la ranura de ancho fuera.

e) Borde ligeramente flexionado hacia el exterior, directo, labio redondo,


paredes divergentes convexas, diámetro de la boca 22 cm.

f) Borde directo labio adelgazado, paredes divergentes cóncavos, unión


basal angular.

Al igual que los tipos encontrado en otras partes del área maya, también
presentan una ranura en la cara interna de los bordes que se desvían hacia el
exterior, subrayando la unión de la pared del borde (Becquelin, 1984:227-228).

41
En sitio de Chinkultic ubicado a 55 kilómetros de Comitán, en el Estado
de Chiapas, México, también se han encontrado diversas variantes del grupo
Sierra. Joseph W. Ball (1980) nos describe que la cerámica Sierra Rojo presentan
una textura media en la pasta, ligeramente porosa, con color de pasta de amarillo
rojizo (5 YR 6/6), el acabado de superficie esta encerado de color rojo claro (10R
4/8) (Ball, 1980:15).
Las formas son platos de fondo plano con bridas mediales, y otros con
ángulos medianos, que sobresalen de los lados y se arquean hacia fuera. Otros
son curvados hacia los bordes evertidos con diámetro del labio 22-28 cm., y platos
con laterales redondeados, tazones con lados incurvados redondeados y
ranurados y frascos estrechos a boca ancha con cuellos bajos y bordes directos
(Ball, 1980:15-16). En cuanto a los Polveros Negros las superficies de las vasijas
tienen acabados pulidos, que van de negro a gris muy oscuro (10YR2-3/1), y
moteado con gris (10 YR5-6/1) y amarillo rojizo (7.5 YR 7-8/6) (Ball, 1980:17).
Las formas, al igual que los Sierra Rojos son platos de fondo plano, con
bordes exteriores que sobresalen hacia fuera y curvados, ranurados, y bordes
directos. Platos o tazones con ángulos basales redondeados, lados curvados,
bordes evertidos y fondo redondeado (forma de soporte desconocida) tazones con
incurvación de lados redondeados, orificios de restricción, bordes directos y
ranurada labial exterior (Ball, 1980:29).
Con el grupo Flor Crema se repite la textura media, con las pastas de color
rojo claro (2.5 YR 6/8). Es caracterizado por un muy delgado encerado, pálido
marrón (10 YR 7.5-8/3-3.5-4). Las formas son platos de fondo plano sin inclinación
ligeramente hacia fuera de los lados curvados y bordes acanalados con
espesamiento directo o ligeramente invertidos y platos de fondo plano sin lados
inclinados, llantas directas y anchas aletas sublabiales exteriores (Ball, 1980:29).
En el sitio de El Lacandón ubicado a 18 km de la antigua ciudad de
Palenque, se integró a la Esfera Chicanel entre los años 400 y 100 a.C. (Bravo,
2006:48). El material cerámico que más abunda son los que pertenecen al grupo
monocromo, los tipos Sierra Rojo, Polvero Negro, Flor Crema. En la estructura 46
se encontraron entierros pertenecientes a dos individuos del sexo masculino,

42
acompañados de una olla, que se identificó con el tipo Sierra Rojo. Los materiales
son de pasta amarilla rojiza de textura burda y granulosa de color blanco (7.5 YR
7/6) conformado por calcita. Los engobes conservados tienen el acabado de
superficie cerosa. Los colores van desde el color rojo (10R 4/8), (10 YR 4/6) al
rojo oscuro (10 R 3/6) (Guzmán, 2015:70). En las excavaciones realizadas en Na
Witz durante el 2013 por el equipo Proyecto Arqueológico Busiljá-chocoljá se
localizaron materiales cerámicos muy parecidos a la Esfera Chicanel (Guzmán,
2015:58).
En el sitio de Rancho Búfalo se encontraron material Preclásico en
contextos primaros bien estratificados (Scherer et al, 2013). Los que predominan
son los acabados pulidos y de superficie cerosa al tacto prevaleciendo las
cazuelas con el borde doblado hacia el exterior, y las ollas de cuello alargado
(Jiménez et al, 2011).
Por último, llegamos al sitio de Chiapa de Corzo, que ha sido catalogado
como un asentamiento zoque, no obstante, para el Periodo Preclásico Tardío,
también se ve una fuerte presencia maya.
Jonh Clark y David Cheetham (2005) realizaron unas descripciones sobre
los materiales cerámicos descubiertos en Chiapas de Corzo, incluyendo los que
nos interesan, el Sierra Rojo y el Polvero Negro, que son los más frecuentes en la
fase Guanacaste (300-100 a.C) del Preclásico Tardío. Los autores mencionan que
las vasijas utilitarias características de esta fase incluyen jarras globulares con
cuello medio alto vertical y estrecho borde evertido decorado con una acanaladura
(Clark y Cheetham, 2005:405). La cerámica más representativa de este periodo y
que se encuentra dispersa en todas las Tierras Bajas y que es de uso común es el
Sierra Rojo. Clark y Cheetham (2005) mencionan que los tipos encontrados en
Chiapa de Corzo presentan un engobe rojizo (10 YR 4/6-8) y jabonoso. Los que
presentan engobe ceroso son los que tienen desgrasante de calcita, por lo cual el
autor considera que son importados. La decoración presenta acanaladuras antes
del engobe o de líneas incisas poscocción y bordes modelados. Las formas son
jarras globulares con cuellos medio altos, así como grandes tazones-cuencos con
paredes convergentes, y bordes con doble borde. También hay vasijas que

43
incluyen tazones con paredes conversas y bordes cortos verticales; cajetes y
platos de fondo plano con paredes verticales curvo divergentes o divergentes,
ocasionalmente con soportes de botón, y tazones con silueta compuesta de fondo
plano o platos de formas variadas (Clark y Cheetham, 2005:405). Una forma que
también fue muy común en las Tierras Bajas mayas es el plato con paredes
convexas y reborde labial. Finalmente, pocas formas típicas de la fase precedente
Chiapa IV, de tradición zoque, continúan produciéndose tal como el plato de fondo
plano con paredes divergentes y amplias borde revertido. Esta forma, sin
embargo, carece de las múltiples acanaladuras en torno del borde de las fases
previas (Clark y Cheetham, 2005:406).
Otro tipo cerámico que se considera maya, característico de este periodo y
que también se encontró en Chiapa de Corzo fue el tipo Polvero Negro. La
describe como una cerámica con una pasta de color naranja-cafetoso, con
desgrasante de calcita para los que son de importación. La superficie es jabonosa
negra (7.5 YR 2/0) a café-negro moteado (10 YR 2/0) (10 YR 27/1-2,3/3-4).
Generalmente son más oscuras que las producidas localmente. Sus formas van
desde platos de fondo plano con paredes verticales y bordes curvos divergentes.
Así como platos pocos profundos con paredes convergentes con un borde labial.
Todas estas formas según el autor fueron imitadas sin embargo el engobe lo
define como “rara” (Clark y Cheetham, 2005: 407).
La cerámica Vista sobre Bayo la describe con un engobe bayo mate a
medio pulir (10 YR 8/2-3). Las formas comunes son “tazones con paredes
convexas o convergentes, cubetas acanaladas con paredes verticales y bordes
divergentes, platos de fondo plano con paredes verticales o divergentes: platos de
silueta compuesta con reborde labial o cresta medial y cajetes o platos de fondo
plano con paredes divergentes y borde amplio evertido (Clark y Cheetham,
2005:407). Otras características son también las acanaladuras alrededor del
borde. Todo este son de servicio y el autor también menciona que fue una de las
cerámicas más elegantemente producida en la porción oeste en la Depresión
Central durante la fase Guanacaste y que es similar a la cerámica Escobal Rojo

44
sobre Bayo de las Tierras Bajas Mayas, difundidas también en este periodo (Clark
y Cheetham, 2005:407).
El ultimo tipo que describe es el Vista Rojo sobre Naranja, que es muy
similar a la cerámica anterior, solo que presenta un engobe naranja (7.5 YR 7 /4-6)
en lugar del Bayo. En otras el color del engobe es de color negro (10 YR 2/1).
También presenta la decoración típica de esta fase, acanaladuras entorno al
borde, y sus formas incluyen cubetas con paredes verticales ligeramente de fondo
plano con paredes verticales y bordes angostos horizontalmente evertidos. Tienen
desgrasante de calcita que para el autor es una prueba de que son importadas y
no producidas localmente (Clark y Cheetham, 2005:407).

2.1 Atributos a comparar

Como ya he mencionado los materiales cerámicos que me servirán de referencia


para comparar con la cerámica recolectada en el proyecto “Economía y Sociedad
en el Periodo Postclásico: Comunidad y Unidades Domesticas en Chiapa de
Corzo” se encuentran en las publicaciones de Forsyth (1989), Demarest (1984),
en cuanto al sitio El Mirador , y Clark y Cheetham (2005), Lowe y Agrinier (1960) y
Lowe (1962) en cuanto a la capital Chiapa de Corzo.
Las primeras dos publicaciones son descripciones sobre la cerámica del
Complejo Cascabel de El Mirador, perteneciente a la Esfera Chicanel. La última
son los resultados de las investigaciones realizadas en la capital Chiapa de Corzo,
en donde retomaré la cerámica perteneciente a la Fase Guancaste del Preclásico
Tardío.
Los atributos a comparar, esencialmente por ser unas de las características
principales es el engobe, ya que nos dará un primer indicio del tipo cerámico que
deseamos conocer.
Como ya he mencionado con anterioridad Demarest (1984), nos menciona
que los engobes de los tipos Sierra Rojos de El Mirador son color rojo ceroso, con
desgrasante de arena, y ceniza volcánica, también presentan pequeñas partículas
de calcita y es común que las partes internas de las vasijas se vuelven negras

45
(Demarest, 1984:80). En cuanto al Polvero Negro y Flor Crema, menciona que son
idénticas a las primeras en cuanto a la composición del engobe (Demarest, 1984:
72).
En cuanto a Forsyth (1989), nos describe el engobe de cada uno de los tres
tipos perteneciente a esta fase. El Sierra Rojo tiene un engobe muy pulido, a tal
grado que resulta brilloso. Sobre el Polvero Negro, nos menciona que tiene una
textura media y de color (2.5 YR 2.5/0) a gris oscuro (2.5 YR 3/0) a un color rojo
oscuro (2.5YR 3/1-2) (Forsyth, 1989:38). Con el Flor Crema, describe que la pasta
tiene una textura media. El rango de color va de café (10 YR 5/2, 5/3) a café
amarillento (10 YR 6/4) (Forsyth, 1989:39).
En cuanto a los materiales de la capital Chiapa de Corzo, Clark y Cheetham
(2005) mencionan que los tipos encontrados presentan un color de engobe rojizo
(10 YR 4/6-8) y acabado ceroso-jabonoso. Los que presentan engobes cerosos
son los que tienen desgrasante de calcita, por lo cual el autor considera que son
importados (Clark y Cheetham, 2005:405).
Otro tipo cerámico característico de este periodo y que también se encontró
en la capital Chiapa de Corzo fue el tipo Polvero Negro. La describe como una
cerámica con una pasta de color naranja-cafetoso, con desgrasante de calcita
para los que son de importación. La superficie es jabonosa negra (7.5 YR 2/0) a
café-negro moteado (10 YR 2/0), (10 YR 27/1-2,3/3-4). Agrega que generalmente
son más oscuras que las producidas localmente (Clark y Cheetham, 2005:407).
La comparación entre los materiales cerámicos de Chiapa de corzo y El
Mirador además de ayudarme en saber si tratan de los mismos tipos, me servirá
esencialmente para conocer cuáles son exportados y cuales otros podrían ser
producidos localmente, mediante una comparación macroscópica del engobe.
Otra característica fundamental en la identificación de los atributos son las
formas.
Las materiales de Chiapa de Corzo que tomaré como muestra diagnóstica
son los pertenecientes a la tumba 7, debido a que están mejor descritos. En ellas
aparecen ollas, cuencos, jarras, floreros (Lowe Y Agrinier, 1960:48-64). De la

46
misma manera me apoyaré en los materiales de la tumba 8 que correspondes a
cuencos, vasijas, y ollas enormes (Lowe, 1962:38-39).
Las muestras diagnósticas de El Mirador son los platos de borde evertido,
cuenco con reborde lateral, plato o tazón con agregado lateral, cántaro, olla o
tazón con cuerpo convergente, cuenco de borde incurvado, Jarra de orificio
restringido, cuenco mediano profundo, cuenco con agregado labial, plato con
cuenco de brida medial, cuenco profundo con borde, y vasos (Fosyth, 1989:27).

Figura 2.4 Cerámica Sierra Rojo de la Esfera Chicanel del sitio de El Mirador (Tomada de Demarest,
1984).

47
Figura 2.5 Cerámica de la tumba 8, del montículo 3 de Chiapa de Corzo (Tomado de Lowe, 1962).

48
2.3 Contexto de los materiales recolectados en el área rural de Chiapa
de Corzo

A continuación los lugares o contextos del área rural de Chiapa de Corzo en


donde se encontraron los diversos materiales cerámicos.
Uno de ellos es el sitio de El Cairo, que es conjunto cívico ceremonial
centrado en una estructura de más de 8 metros de altura y otras 10 estructuras de
más de 2 metros de altura. La zona inmediata al sitio se usa como ladrillera,
mismas que lentamente destruyen las estructuras y exponen entierros y estratos
con materiales arqueológicos que en el caso de los materiales cerámicos
corresponden al Periodo Preclásico Medio hasta el Postclásico (Macías y López,
2016:76).
Las recolecciones donde se extrajeron materiales del Periodo Preclásico
Tardío se encuentran ubicadas cerca al montículo 9. Ahí también fue donde se
localizó un entierro, y en el cual se recuperó dos vasijas de dicho periodo con
estilo maya. También en las recolecciones de las ladrilleras se extrajo material de
diversas épocas, aunque predominaban los materiales del Preclásico Tardío
(Roberto López, comunicación personal, 2017).
El sitio de Jardines del Grijalva está ubicado en el margen oeste del rio
Grijalva. Actualmente el sitio comprende la sección al norte de un gran desarrollo
urbano, del cual solo existe un pequeño montículo ceremonial (Macías y Bravo,
2016:71-72). Las recolecciones de donde se extrajo material cerámico del Periodo
Preclásico Tardío, fueron de la zanja 1, 2 y 3, y en un corte de la ladera, mezclado
con materiales de otros periodos (Roberto López, comunicación personal, 2017).
Otra área rural donde se encontró material cerámico del Periodo Preclásico
Tardío es San Antonio, sitio que se encuentra ubicado sobre una loma y en las
faldas de la misma, dentro de la propiedad avícola del mismo nombre, conformado
por una estructura de 13 m. de largo y otras pequeñas estructuras distribuidas en
terrazas (Macías y López, 2016:115). En este lugar se recolectaron obsidiana,
pedernal y lítica pulida. En cuanto al material cerámico del Preclásico Tardío, se

49
han hallado por toda el área del sitio (Roberto López, comunicación personal,
2017).
San Agustín, es un sitio que se encuentra conformado por dos secciones,
San Agustín (4363 clave de sitio: E15C5907010) y Cerro San Agustín (4365 clave
de sitio: E15C5907011). Se encontró cerámica y otros materiales en el área plana
cercana a la excavación Preclásica, mientras que el área Postclásica está
completamente destruida y no se localizaron materiales (Macías y López,
2016:159).
El sitio de Cueva de Cristo se encuentra ubicado cerca del cauce del arroyo
que desciende de Copoya hacia Tuxtla Gutiérrez (Macías y López, 2016:149). La
entrada de la cueva tiene 93 cm. de altura y 4 m. al interior y se encuentra una
terraza de 6 mts de largo. Se recolectaron fragmentos de cerámica justo en la
entrada de la cueva, y varias partes de la terraza (Macías y López, 2016: 148).
Estos materiales son los correspondientes al Periodo Preclásico Tardío, dicho
apropiadamente Sierra Rojo y Polvero Negro.

50
Figura 2.6 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio El Cairo (Tomado de Macías
y López, 2016).

51
Figura 2.7 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio San Antonio (Tomado de
Macías y López, 2016).

52
Figura 2.8 Mapa de ubicación de recolección de materiales en el sitio San Agustín (Tomado de
Macías y López, 2016).

53
Figura
Figura.
Figura 2.9.
32.9
2.9 Mapa
Mapa
Mapa dedede ubicación
ubicación
ubicación de materiales
de materiales
de materiales en el sitio en
sitioelde
endeelJardines sitio de Jardines
Jardines
del Grijalva del
del Grijalva
(Tomado Grijalva
(Tomado
de Macías de
y López:
(Tomado
2016). de Macías
Macías y López, 2016). y López, 2016).

54
Capitulo 3: Análisis de la cerámica maya del periodo Preclásico
Tardío del proyecto Economía y Sociedad en el Periodo Postclásico:
Comunidad y Unidades Domesticas en Chiapa de Corzo .

El presente capítulo está dividido en dos partes; comparaciones cerámicas de los


sitios rurales con El Mirador y comparaciones cerámicas de los sitios rurales con
Chiapa de Corzo.
En las dos secciones abordaré las comparaciones e identificaciones de
formas y color de engobe de los restos cerámicos recuperados en el área rural de
Chiapa de Corzo, provenientes de los sitios de El Cairo, Jardines del Grijalva, San
Antonio, San Agustín, y Cueva El Cristo. Tomaré como muestra diagnostica los
materiales cerámicos pertenecientes al Complejo Cascabel del Periodo Preclásico
Tardío del sitio de El Mirador, realizadas por Forsyth (1989) y Demarest (1984).
Para la segunda parte, mis muestras diagnósticas provienen de las Tumba 7 y 8
de Chiapa de Corzo descritas por Agrinier y Lowe (1960) y Lowe (1962).
Se analizaron 534 tepalcates pertenecientes al Preclásico Tardío, donde el
53% corresponden a los que presentan el estilo maya, y el 47% restante
representa a otros tipos cerámicos del mismo periodo. De los materiales de estilo
maya, el 47% son Sierras Rojo y el 6% Polvero Negro mientras que los grupos de
filiación zoque son el Café Osumacinta con 20%, Twist Café con 6%, San Felipe
Café con 7%, San Jacinto Negro con 4%, Naranja sin engobe con 9%, y el Sac
Blanco con 1%.
Los materiales del tipo Sierra Rojo se encuentran distribuidos de la
siguiente manera en los sitios rurales; El Cairo 24%, Jardines del Grijalva 0%, San
Antonio 23%, San Agustín 50% y Cueva El Cristo 3 %. Mientras el tipo Polvero
Negro, la distribución corresponde al 36%, en El Cairo, 20% en Jardines del
Grijalva, 12% en San Antonio, 43% en San Agustín, y 6%, en Cueva El Cristo.
Cabe recalcar que la mayoría de los materiales de los sitios rurales
corresponden a bordes, salvo algunos que aún conservan parte del cuerpo,

55
porque presentan mejores condiciones para ser reconstruidos. Debido a esto, no
tengo la certeza a que forma realmente corresponden y es por eso que pueden
aparecer designadas, por ejemplo, como “tazón o cajete”. De igual manera, en
algunos casos, la forma asignada a los materiales de los sitios rurales no
corresponde a las formas descritas por Forsyth (1989), Lowe (1960) y Lowe y
Agrinier (1962). No obstante, se tratan del mismo tipo o son muy similares.

Materiales del Preclásico Tardío


54% 53%
53%
52%
51%
50%
49%
48% 47%
47%
46%
45%
44%
Materiales cerámicos de estilo maya Materiales cerámicos pertenecientes
a otros tipos

Gráficos 3.1 Porcentajes de materiales cerámicos del Preclásico Tardío.

56
Materiales cerámicos del Preclásico
Tardío por tipos
47%
50%
40%
30% 20%
20%
6% 9% 7% 6%
10% 1% 4%
0%
0%

Gráficos 3.2 Porcentajes de los tipos cerámicos del Preclásico Tardío.

Distribución en porcentajes del tipo


cerámico Sierra Rojo en areá rural
60%
50%
50%
40%
30% 24% 23%
20%
10% 3%
0%
0%
El Cairo Jardines del San antonio San Agustin Cueva El Cristo
Grijalva

Gráficos 3.3 Porcentajes de distribución de los tipos cerámicos del Sierra Rojo en el área rural.

57
Distribución en porcentajes del tipo
cerámico Polvero Negro en areá rural.
50%
43%
40% 36%

30%

20%
12%
10% 6%
3%
0%
El Cairo Jardines del San antonio San Agustin Cueva El Cristo
Grijalva

Gráficos 3.4 Porcentajes de distribución del grupo Polvero Negro en el área rural.

58
3.1 Comparaciones cerámicas de los sitios rurales con El
Mirador
3.1.1 El Cairo

Comenzaré la descripción con el sitio rural de El Cairo que fue uno donde más
material cerámico correspondiente al grupo Sierra Rojo se encontró.
Los materiales Sierra Rojo de este sitio están conformados por bordes con
el 39% y cuerpos con el 61% (Grafico 3.5). Sin embargo, por la conservación de
los materiales utilicé únicamente los primeros para reconstruir las formas
cerámicas. No obstante no todos eran de utilidad, ya que muchos eran pequeños
fragmentos lo cual hacía difícil su reconstrucción, por lo cual del total de bordes,
solo utilice el 88% (Grafico 3.6).
La cerámica que identifiqué como tal, presentan un color de engobe que varía de
rojo (2.5 YR 4/8), (7.5 R 5/8), café rojizo (10 R 4/6), rojo claro (10R 7/8), y rojo
oscuro (2.5 YR 3/6), (7.5 YR 3/8). En cuanto a la cerámica diagnóstica del mismo
grupo procedente de El Mirador, Forsyht (1989) menciona que los colores de
engobe son de rojo (7.5R 4/8), (10 R 3/8), rojo claro (4/6-8) y rojo oscuro (2.5YR
4/6-8) (Forsyth, 1989: 23).
En el reporte de Demarest (1984) nos menciona que el color de superficie oscila
entre rojo-morado oscuro, rojo, anarajando-rojo, y anaranjado (Demarest, 1984:
71). Como podemos observar en la tabla 3.1 los colores de la cerámica
procedente del sitio El Cairo encajan en la gama de colores del Sierra Rojo
procedente de El Mirador. No obstante, aunque los colores son similares, y las
variaciones apenas perceptibles, los materiales pueden ser confundidos con un
grupo cerámico que pertenece a una etapa anterior, y el cual el color de engobe
es similar a los Sierras Rojos; se trata del Mundet Rojo. Sin embargo, una de las
características principales que difiere los Sierra Rojos de los Mundet es el pulido
del engobe, a tal grado que brillan. Los Sierras Rojos procedente de El Cairo
presentan el pulido lustroso, así como inclusiones de pirita, calcita o cuarzo en
algunas ocasiones.

59
Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo
Sierra Rojo en el sitio rural El Cairo
70%
61%
60%
50%
39%
40%
30%
20%
10%
0%
Bordes Cuerpos

Gráficos 3.5 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio rural El Cairo.

Porcentaje de materiales reconstruídos


del tipo Sierra Rojo del sitio rural de El
Cairo
100% 88%
80%

60%

40%

20% 12%

0%
Bordes no utilizados Bordes utlizados

Gráficos 3.6 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del sitio rural El Cairo.

60
En cuanto a la cerámica del complejo Cascabel de El Mirador, nos
menciona que los engobes están muy bien pulidos, dando una apariencia lustrosa
(Forsyth, 1989:23), y Demarest nos dice que estas cerámicas presentan
desgrasante de arena, arenilla, partículas de calcita, y desgrasante de ceniza de
volcán (Demarest, 1984:7). Como observamos el engobe brilloso se encuentran
tanto en la cerámica diagnóstica como en los encontrados en el sitio del Cairo, con
lo cual podríamos tener la certeza de que se tratan de los mismos tipos cerámicos.
Para complementar el análisis también tenemos que identificar las formas y
posibles decoraciones.
Las formas que tienen los Sierras Rojos encontrados en El Cairo son de
diversas variedades de tazones, cuencos, y cajetes. Uno de los más comunes es
el tazón o cajete hondo con borde horizontal evertido que entre los diagnósticos
Sierras Rojos encontrados en El Mirador, y descrito por Forsyth (1989) lo podemos
identificar en la figura 5, forma 1, de la “B-F” y “J-N”, y que es catalogada como
plato o cuenco de borde evertido. Estas formas genéricas tienen las
características de ser profundos, y tener la base plana (Forsyth, 1989:22). Como
vemos en la figura 3.1, figura 3.2, y firgura 3.3, presenta el llamado borde evertido,
algunos de ellos con acanaladuras.
En el informe de Demarest (1984) los podemos encontrar en la figura 34,
dibujo “C”, descrita como cajete con pared recto-divergente y en la figura 36, “U-
V”, que no tiene asignada ninguna descripción (Demarest, 1984:67).
El diámetro de los Sierras Rojos de El Mirador oscila de 23 a 52 cm.,
(Forsyth, 1989: 23) y los del Cairo son de 20 y 54 cm. respectivamente, entrando
en un rango en común.
Otra forma parecida es el tazón o plato hondo con borde evertido horizontal,
que encontramos su similar en la figura 11, forma 2, dibujo “H” (Forsyth, 1989:30),
y figura 36 dibujo “S” (Demarest, 1984:69). Se encuentra identificada en Forsyth

61
(1989) dentro de las formas de los cuencos o platos con reborde lateral o cresta
(Forsyth, 1989:30). También presenta el borde evertido.

Sitios 2.5YR 7.5 YR 5 YR 10 R


Mirador (Forsyh 1989) (2.5YR 4/6-8) (7.5R 4/8) (10 R 3/8), (4/6-8)
Chiapa de Corzo
(Clark y Cheetham,
2005) Naranja rojizo (10 YR 4/8)
Rojo (7.5
R 5/8) y
Rojo (2.5 YR 4/8)
rojo Café rojizo (10 R 4/6), rojo
Cairo y rojo oscuro (2.5
oscuro claro (10R 7/8)
YR 3/6)
(7.5 YR
3/8)
Rojo (5 R
4/6) café
rojizo
oscuro (5
San Antonio Rojo (2.5 YR 5/8)
YR 3/4),
Rojo rojo
oscuro amarillento
(7.5 R 3/8) (5YR 6/8)
Cueva de Cristo Rojo (2.5 YR 5/6)
Rojo oscuro (10 R 3/4
San Agustín
Dusky red)
Jardines de Grijalva Rojo (2.5 YR 5/8)

Tabla 3.1. Comparación del color de engobe del grupo Sierra Rojo.

62
1)

2)

3)

a) Tazones o cajetes hondo con borde horizontal b) Tazones descritos por Forsyth (1989) de El
del sitio El Cairo. Mirador.

Las formas del grupo Sierra Rojo del Cairo, fueron identificadas como 1) tazón o cajete hondo con
borde horizontal hacía afuera. Las formas de El Mirador que se asemejan son las que fueron
descritas como plato o cuenco de borde evertido, (Forsyth, 1989:22). Estos dibujos se encuentran
en la fig.5, de la B-F y J-N.

Figura 3.1 Comparaciones de formas cerámicas del sitio rural El Cairo con El Mirador.

63
Tazón o cajete hondo con borde horizontal del sitio El Cairo del tipo Sierra Rojo con color de
engobe 2.5 YR 5/8 red y de Pasta10 YR 7/3 very palebrown.

Figura 3.2 Foto del tazón o cajete hondo con borde horizontal que corresponde a la imagen 2 de
la figura 3.2 (Foto tomada por al autor).

64
Otra forma que se encuentra en este sitio rural es el tazón o cajete con paredes y
borde rectos, que en las descripciones de Forsyth (1989) se encuentran en la
figura 8, forma 15, dibujo “H”, identificado como un recipiente sin restricciones.
(Forsyth, 1989:40). Los diámetros oscilan entre 13 a 18 cm. (Forsyth, 1989:23), sin
embargo, la encontrada en El Cairo, se sale del rango, ya que presentan una
obertura de 30 cm.

El tazón o cajete con paredes y bordes rectos, que en las descripciones de


Forsyth (1989), se asemeja a la figura 8, forma 15, dibujo “H” identificado como un
recipiente ligeramente restringido en forma de barril (Forsyth, 1989:26). Al igual
que la forma de El Cairo el borde tiene una prominencia antes de finalizar con el
labio delgado. En Demarest (1984) se ubica en la figura 39, dibujos “a-e”, como
cilindros y jarros (Demarest, 1984:77). El diámetro de las formas identificadas en
El Mirador va de 12 a 22 cm. (Forsyth, 1989:23) y en las del sitio rural, es de 20
cm.
La forma cerámica que identifiqué como el cuenco con cuerpo curvo
convergente con reborde, en Forsyth (1989) se encuentra en la figura 7, forma 6,
dibujos “ll-JJ”, y “LL-MM”, asignado como un cuenco de borde incurvado. (Forsyth,
1989:25). La característica de este cuenco es que tienen un reborde que se inclina
hacia dentro, en forma de voluta (Figura 3.4). En Demarest no encontré cuenco
con dichas características. El diámetro material de El Cairo es de 35 cm, que
apenas sobre sale del rango de 18 a 30 cm, de los de El Mirador (Forsyth,
1989:23).
Otras formas similares a las anteriormente señaladas son los cuencos con
cuerpos curvos convergentes, que en Forsyth (1989) está en la figura 7, forma 6,
ZZ-CCC, dibujo “CCC” descrito como cuenco de borde incurvado (Forsyth,
1989:27). Estos formas tienen las características de que el borde sigue con el
mismo grosor del cuerpo, aunque puede estar levemente remarcado al final. En
Demarest (1984) los más cercanos en apariencia son los de la figura 36, dibujos
“x-z”, no obstante, las acanaladuras están en el interior a diferencia del encontrado
en El Cairo que lo presenta del lado exterior (Demarest, 1984:69). El diámetro de

65
los materiales diagnóstico es de 18 a 30 cm. (Forsyth, 1989:23), y los encontrados
en El Cairo es de 35 cm.

Tazón o cajete hondo con borde horizontal hacía afuera encontrada en el sitio rural El Cairo.

Esta forma es similar a las presentadas en la figura 3.1. Fue encontrada en un entierro que se
encontraba en mal estado.

Figura 3.3 Forma cerámica del Sierra Rojo encontrado en un entierro en el sitio El Cairo.
.

66
a) Forma encontrada en el sitio rural el Cairo. b) Formas descritas por Forsyth (1989).

La figura a) perteneciente al sitio El Cairo, identificada como cuenco de cuerpo curvo convergente
con reborde se asemeja a la figura b) perteneciente al sitio de El Mirador e identificado por Forsyth
(1989) como la forma 6, que corresponde al cuenco de borde incurvado, que está en la fig.7, de la
ll-JJ, y LL-MM. En Demarest (1984) no hubo forma que se asemejara.

Figura 3.4 Comparaciones de formas cerámicas del sitio El Cairo con El Mirador.

67
El cajete o plato con borde evertido horizontal hacia fuera es otra forma
encontrada en El Cairo, que en Forsyth corresponde a la figura 9, forma 1, dibujo
“D”, identificada como plato o cuenco de borde evertido (Forsyth, 1989:28), con
diámetros que oscilan entre 23 y 52 cm., y que tienen concordancia con el
diámetro de 30 cm, que posee la cerámica de El Cairo. En Demarest (1984) los
que más se asemejan son los de la figura 36, de “q-v” (Demarest, 1984:69).
El cajete con cuerpo convergente, de El Cairo, en Forsyth (1989) se
asemeja a la figura 8, forma 16, dibujo “TT” descrita como diversas formas de
vasijas y en Demarest en la figura 36, dibujo “j” (Demarest, 1984: 69). El diámetro
en las descripciones de Forsyth (1989) va de 12 a 22 cm (Forsyth, 1989: 23), y en
el Cairo es de 25 cm.
También se encuentra el cajete con borde evertido hacia afuera que está en
la figura 8, dibujo “i” (Forsyth, 1989:26), el cual no fue le asignado ninguna forma
cerámica por el autor. Otra forma semejante es el cajete convergente con borde
recto y que también se encuentra en la figura 8, forma 16, dibujo “DDD”, descrito
entre las diversas formas de vasijas (Forsyth, 1989:26).
Estas dos últimas formas guardan parecido al que se registra en Demarest
en la figura 36, dibujo “q” (Demarest, 1984:69). La característica principal es que
tiene una pared recta, y el borde un poco prominente. En las formas diagnósticas
no tiene descrita el diámetro, mientras que las de El Cairo son de 25 cm. Una de
las formas más sencilla es el cajete con cuerpo evertido. Tiene su forma
semejante en la figura 8, dibujo “PP” (Forsyth, 1989:26) y figura 36 dibujo “t”
(Demarest, 1984:69).
El cajete con cuerpo convergente, agregado medial y reborde, es una
forma que aparece generalmente entre el grupo Polvero Negro, sin embargo, esta
vez lo encontramos en una variedad de los Sierras Rojos, que corresponde al
Repasto negro sobre rojo, que se encuentra en la figura 12, forma 2, dibujo “EE”,
como plato o cuenco con borde engrosado (Forsyth, 1989:32) (figura 3.5), y en
Demarest (1984) se encuentran como cajete de silueta compuesta en la figura 38
dibujo “c” (Demarest, 1984:75). La característica es que tiene un agregado

68
medial. Los diámetros de los materiales de El Cairo, va de 16 a 38 cm. (Forsyth,
1989:23), y en El Cairo, es de 30 cm.
Llama la atención la aparición de un cajete (figura 3.6 y 3.7), que en Forsyth
(1989) se asemeja a los dibujos “EE-FF” y “HHH-III”, de la figura 5, descrita como
un plato o cuenco con pared quemada (Forsyth, 1989:27).
Finalmente de los materiales reconstruidos el 48% pertenecen a cajetes, el 33%
a tazones y el 19% a cuencos (Grafico 3.7).

Porcentajes de formas cerámicas del tipo


Sierra Rojo en el sitio rural El Cairo
60%
48%
50%

40%
33%
30%
19%
20%

10%

0%
Cajetes Tazón cuenco

Gráficos 3.7 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio rural El Cairo.

69
1)

2)

a) Forma encontrada en el sitio El Cairo. b)


1) Forma descrita por Forsyth (1989).

2) Forma descrita por Demarest (1984).

La forma encontrada en el Cairo fue descrita como a) Cajete con cuerpo convergente, agregado
medial y reborde. Formas similares se encontraron en los dos autores, la forma descrita en la fig.
12, EE-FF, dibujo “EE” en Forsyth (1989), y que fue identificada como un 1) plato o cuenco con
borde engrosado. Y En Demarest (1984) se encuentra en la página 75, y se menciona como 2)
Silueta compuesta. Cabe recalcar que la forma encontrada en Forsyth corresponde al repasto
negro sobre rojo, y no al Sierra Rojo.

Figura 3.5 Comparaciones cerámicas del sitio El Cairo con El Mirador.

70
a) Cajete encontrado en el sitio rural El Cairo. b) Formas de El Mirador descrita por Forsyth
(1989).

Este cajete fue encontrado en el mismo entierro que la forma de la figura 3.3
Ambos pertenecen al Sierra Rojo.

Figura 3.6 Comparaciones de formas cerámicas de El Cairo con El Mirador

71
Foto del cajete encontrado en el entierro que se encontraba en mal estado en el sitio rural El Cairo.

El color de engobe de dicho material es de 10 R 5/8 red, mientras que las pasta corresponde a 2.5
YR 7/8 light red.

Figura 3.7 Foto del cajete de la figura 3.6 (Foto tomada por el autor).

Otro tipo cerámico característico del Preclásico Tardío y la Esfera Chicanel


fue el Polvero Negro. La mayoría de los tepalcates pertenecen a bordes, con el
91% mientras los cuerpos representan el 9 % (Gráfico 3.8). Del total de bordes, el
91% pudo ser reconstruido (Gráfico 3.9).
La característica principal de estos materiales cerámicos es que presentan
el engobe de color negro, así como el engobe pulido lustroso.
Los Polvero Negros de El Cairo, tienen un color de engobe que oscila de
negro (10 YR 2/1) a negro rojizo (2.5 YR 2.5/1). Y los de El Mirador son de color
negro (2.5 YR 2.5/0), a gris oscuro (2.5YR 3/0,) a rojo oscuro (2.5 YR 3/1-2). La
diferencia en cuanto al color es casi nula, y así como el grupo Sierra Rojo, tiene el
engobe pulido lustroso (tabla 3.2). Los encontrados en El Cairo tienen pequeñas
partículas de pirita y cuarzo.

72
Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo
Polvero Negro del sitio rural El Cairo
100% 91%

80%

60%

40%

20% 9%

0%
Bordes Cuerpos

Gráficos 3.8 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo del sitio rural El Cairo.

Porcentajes de materiales del tipo Polvero


Negro reconstruídos del sitio rural El cairo
100% 91%

80%

60%

40%

20% 9%

0%
Bordes no utilizados Bordes utlizados

Gráficos 3.9 Porcentajes de materiales del tipo Polvero Negro reconstruido del sitio rural El Cairo.

73
En cuanto a las formas que podemos encontrar se encuentra el cajete con
paredes convergentes con acanaladura en el borde y el cajete con paredes rectas
y borde con acanaladura. Ambas formas se asemejan a las que se encuentran
figura 15, forma 3, dibujo “WW”, jarras de cuello corto (Forsyth, 1989:40). En las
descripciones de Demarest (1984) en cuanto a los Polveros Negros no aparece
ninguna con estas características. El diámetro es de 36 a 43 cm. en El Mirador
(Forsyth, 1989:23), y en el sitio rural es de 19 a 29 cm. encajando en el rango.

Sitios 2.5 YR 7.5 YR 10 YR


Negro (2.5 YR 2.5/0) a
gris oscuro (2.5YR 3/0) a
Mirador (Forsyth 1989)
rojo oscuro (2.5 YR 3/1-
2)
Chiapa de Corzo
(Clark y Cheetham, Café negro moteado
2005) Negro (7.5 YR 2/0) (10 YR 2/1-2, 3 3/3-4)
Negro rojizo (2.5 YR
Cairo
2.5/1). Negro (10 YR 2/1)
Cueva de Cristo Negro (2.5 Y 2.5/1)
Tabla 3.2. Comparación del color de engobe del tipo Polvero Negro.

Otras formas son los tazones o cajetes con paredes evertidas y


acanaladuras medias que solo existen formas semejantes sin acanaladuras en las
descripciones de Forsyth (1989), en la figura 14, forma 5, dibujo “WW”, plato o
bowl de borde incurvado (Forsyth, 1989:37). En Demarest (1984) existe con una
forma muy similar, sin embargo, pertenece a otro tipo del Preclásico Tardío que es
el Flor Crema, en la figura 41, dibujo “b” (Demarest, 1984:79). En las
descripciones de Forsyth (1989) menciona que el diámetro es desconocido, y en
los de El Cairo son de 20 y 30 cm.
De la misma manera el cajete con cuerpo evertido, hombros prominentes y
borde evertido no se encontró en la descripción de Forsyth (1989), en cambio en
el informe de Demarest (1984), se encuentra una forma similar en la figura 40,
dibujo “c” (Demarest, 1984:78). Dicha forma cerámica no se encuentran descritos
los diámetros en ninguno de los dos autores.

74
El cajete con paredes rectas, con prominencia en el borde, se encuentra
una forma similar en la figura 15, forma 3, dibujo “WW”, jarras de cuello corto que
pertenece a la variedad Flor Crema (Forsyth, 1989:40). En Demarest (1984) no se
encuentra forma alguna. El diámetro es de 36 a 43 cm. (Forsyth, 1989:21) y en el
Cairo el diámetro es de 29 cm.
La forma de cajete con cuerpo convergente y acanaladura media, se
asemeja a los dibujos “k-m” de la figura 15 (Forsyth, 1989:40), y en Demarest
(1984) se encuentra en la figura 36 dibujos “g” y “h” (Demarest, 1984:69). El
diámetro del cajete de El Cairo es de 43 cm (figura 3.8).
También identifiqué el cuenco con cuerpo convergente que se asemeja a la
figura 15 dibujo “SS” (Forsyth, 1989:40), aunque no encontré correspondencia a
algún grupo de formas descritas por Demarest (1984).
Otros cuencos, como el cuenco con cuerpo curvo convergente y agregado
medial (figura 3.9 y 3.10), se pueden encontrar en la figura 15, forma 1, dibujo
“AA”, plato o bowl con brida lateral (Forsyth, 1989:40). En Demarest (1984) está
en la figura 40, dibujo h (Demarest, 1984:78). El diámetro de las formas es de 23-
52 cm. (Forsyth, 1989:23), dentro de lo que encaja el diámetro del cuenco de El
Cairo que es de 24 cm.
Los cuencos convergentes son similares a los de la figura 15, forma 3, dibujo “SS”,
descrito como jarras de cuello corto (Forsyth, 1989:40). En Demarest (1984) lo
podemos hallar en la figura 41, dibujo “i” (Demarest, 1984:79). El diámetro de
dichas formas en El Mirador es de 36 a 43 cm. (Forsyth, 1989:23), y los cuencos
de El Cairo tienen el diámetro de 30 cm.
Los porcentajes de formas reconstruidas fueron, 46% perteneciente a cajetes,
18% a los tazones, y 36% a los cuencos.

75
Porcentajes de formas cerámicas del tipo
Polvero Negro en el sitio rural El Cairo
50% 46%

40% 36%

30%

20% 18%

10%

0%
Cajetes Tazón cuenco

Gráficos 3.10 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Polvero Negro en el sitio rural El Cairo.

76
Foto de un cajete del tipo Polvero Negro, del sitio rural de El Cairo, con un color de engobe de 10
YR 2/1 black, y color de pasta 2.5 YR 5/6 red.

Figura 3.8 Foto de un cajete del grupo Polvero Negro del sitio El Cairo (Foto tomada por el autor).

77
1)

2)

a)
a) Forma Polvero Negro del Cairo. 1) Forma Polvero Negro de El Mirador
descrito por Forsyth (1989).

2) Forma Polvero Negro de El Mirador


descrito por Demarest (1984).

La forma hallada en El Cairo la describí como cuenco con cuerpo curvo convergente y agregado
medial es similar a la forma descrita por Forsyth (1989), y que se encuentra en la Fig. 15, del dibujo
“AA” y que identificada como un plato o bowl con brida lateral.
En cuanto a las descripciones de Demarest (1984) se encuentra en la fig. 40, dibujo “h”.

Figura 3.9 Cuenco del tipo Polvero Negro de El Cairo comparado con formas similares de El
Mirador.

78
Foto del cuenco con cuerpo curvo convergente y agregado medial, del tipo Polvero Negro con el
color de engobe 10 YR 2/1 black y color de Pasta 10 YR 2/1 black.

Figura 3.10 Foto del cuenco curvo convergente y agregado medial del grupo Polvero Negro de la
figura 3.9

79
a) b)

c)

d) e)

f) g)

h)

i) j)

a) Tazón o cajete hondo con borde horizontal hacía afuera. b) Tazón o cajete con paredes y borde
rectos. c) Cuenco con cuerpo curvo convergente. d) Cajete con paredes rectas y reborde con
acanaladuras. e) Cajete o plato con borde evertido horizontal hacia fuera. f) Cajete con cuerpo
convergente. g) Cajete con borde evertido hacia afuera. h) Cajete convergente con borde recto.
i) Cajete con cuerpo evertido. j) Cajete con cuerpo convergente, agregado medial.

Figura 3.11 Diversas formas del tipo Sierra Rojo en el Sitio El Cairo.

80
a)

b) c)

d) e)

f)

a) Cajete con paredes convergentes con acanaladura en el borde y Cajete con paredes rectas y
borde con acanaladura. b) Tazones o cajetes con paredes evertidas y acanaladuras medias. c)
Cajete con cuerpo evertido, hombros prominentes y borde evertido. d) cajete con paredes rectas,
con prominencia en el borde. e) Cajete con cuerpo convergente y acanaladura media. f) Cuencos
convergente.

Figura 3.12 Diversas formas del tipo Polvero Negro encontradas en el sitio El Cairo

81
Foto de un cajete del tipo Sierra Rojo del sitio rural de El Cairo, con color de engobe 7.5 R 5/8
red, y color de engobe 7.5 YR 8/3 Pink

Figura 3.13 Fotos de un cajete del tipo Sierra Rojo de el sitio El Cairo (Fotos tomadas por el autor).

82
3.1.2 Jardines del Grijalva.

En este sitio se encontraron muy pocos materiales de los cuales ninguno eran
cuerpos, por lo tanto el 100% representa a los bordes.
Únicamente se localizó un fragmento, que tiene un color de engobe rojo
(2.5 YR 5/8), por lo cual puede ser un Sierra Rojo. Se trata de un fragmento de
gran tamaño, que describí como un tazón hondo con borde evertido horizontal,
que se puede encontrar en las diversas formas que muestra Forsyth (1989) en la
figura 5, forma 1, en los dibujos “B-F” y “J-N”, descrito como plato o cuenco de
borde evertido (Forsyth, 1989:22). En las descripciones de Demarest (1984) no se
encontró semejanzas. El diámetro del material de El Cairo es de 50 cm.,
convirtiéndole en el tazón más grande de todos los sitios rurales (figura 3.14).
Es importante señalar que se halló solo un borde en mal estado del Polvero Negro
que no pudo ser reconstruido.

a) Forma de Jardines del Grijalva. b) Diversas formas de El Mirador descrita por


Forsyth (1989).
El único material cerámico encontrado en este sitio corresponde a lo que describí como tazón
hondo con borde evertido horizontal. En las descripciones de Forsyth (1989) se pueden encontrar
diversas formas semejantes, en la fig. 5, dibujos “B-F” y “J-N”.

Figura 3.14 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Jardines del Grijalva con El Mirador.

83
3.1.3 San Antonio

En el sitio rural de San Antonio, aparecen en mayor medida los cuerpos con 72%,
y los bordes representan el 28 % (Gráfico 3.11). Se pudo reconstruir el 75% total
de bordes (Gráficos 3.12).
Se encontró el grupo cerámico Sierra Rojo correspondiente al Periodo
Preclásico Tardío. Cabe recalcar que no se halló ninguno perteneciente al Polvero
Negro.
El color de engobe de los Sierras Rojos de san Antonio va de rojo (2.5 YR
5/8), (5 R 4/6), café rojizo oscuro (5 YR 3/4), rojo oscuro (7.5 R 3/8), rojo
amarillento (5YR 6/8). El rango de color del material cerámico encaja en el rango
de color de los Sierra Rojos del El Mirador, como se ve en la tabla 3.1

Porcentaje de bordes y cuerpos del tipo


Sierra Rojo en el sitio rural San Antonio
80% 72%
70%
60%
50%
40%
28%
30%
20%
10%
0%
Bordes Cuerpos

Gráficos 13.11 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio rural San Antonio.

84
Porcentajes de materiales reconstruídos del tipo
Sierra Rojo del sitio rural San Antonio
80% 75%
70%
60%
50%
40%
30% 25%
20%
10%
0%
Bordes no utilizados Bordes utlizados

Gráficos 3.12 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del sitio rural San
Antonio.

Una de las formas prominentes que se encontró fueron los cuencos, como
el cuenco con cuerpo curvo convergente y reborde hacia dentro que se encuentra
en la figura 7, forma 6, dibujo “II”, descrito como cuenco de borde incurvado
(Forsyth, 1989:24). En Demarest (1984) las formas que más se asemejan se
encuentran en la figura 36 del dibujo “c” al “e” (Demarest, 1984:69). El diámetro
oscila entre 18 a 30 cm, (Forsyth, 1989:23), en las formas de El Mirador, y en San
Antonio corresponde a 30 cm.
Otra forma fue el cuenco con cuerpo convergente y reborde hacia dentro,
que está en la figura 7, forma 6, dibujo “JJ-MM”, descrito como cuenco de borde
incurvado (Forsyth, 1989:69) (Figura 3.15). En Demarest (1984) no se encuentra
ninguna forma semejante. El diámetro descrito por Forsyth va de 18 a 30 cm,
(Forsyth, 1989:23), y el cuenco de San Antonio es de 30 cm, de igual manera. Los
cuencos con cuerpo convergente y reborde y el cuenco con cuerpo curvo
convergente, presentan una forma similar a la figura 8, forma 16, dibujo “SS”,
descrita como diversas formas de vasijas (Forsyth, 1989:26). En Demarest (1984)
está en la figura 36 dibujos “d” y “j” (Demarest, 1984:69). El diámetro de los
cuencos de San Antonio es de 25 cm.

85
El cuenco o tazón con paredes evertidas hacia dentro con agregado medial,
se asemeja a las formas semejantes que aparecen en la figura 5, forma 2, en los
dibujos “DD” a “FFF” como cuenco o plato con reborde lateral o cresta (Forsyth,
1989:22), y en Demarest (1984) figura 37, dibujo “f” (Demarest, 1984:74). El
diámetro del cuenco de El Mirador es de 16 a 38 cm. (Forsyth, 1989:23), y los
materiales de San Antonio es de 30 cm.
El tazón o cajete con paredes evertidas y reborde hacia fuera y el tazón o
cajete con paredes evertidas hacia afuera con reborde, se encuentra en la figura
7, forma 4, dibujo “R” y “L”, que fue identificado como cuenco de borde incurvado
(Forsyth, 1989:25). Así como en la figura 36, en los dibujos “u” y “v” (Demarest,
1984:69). Los diámetros de los materiales de El Mirador oscilan de 18 a 30 cm,
mientras que ambos tazones son de 20 y 30 cm respectivamente (Forsyth,
1989:23).

a) Forma del sitio de San Antonio. b) Diversas formas de El Mirador descrito por
Forsyth (1989).

La forma de San Antonio fue descrita como cuenco con cuerpo convergente y reborde hacia
dentro. En las descripciones de Forsyth (1989) se encontraron varias formas que se asemejan a la
encontrada en el sitio rural, y son descritas como cuencos de borde incurvado. Estos dibujos se
encuentran en la fig. 7, dibujos “JJ-MM”.

Figura 3.15 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Antonio con El Mirador. 86

.
La última forma encontrada fue un tazón o cajete hondo con borde evertido
hacia afuera, en la figura 8 dibujo “I” (Forsyth, 1989:26) y la figura 36, dibujo “f”
(Demarest, 1984:69). La forma hallada en San Antonio presenta un diámetro de 30
cm., mientras que las de El Mirador no se encuentran descritas.
En cuanto al cajete con paredes rectas y borde evertido hacia afuera, se
encuentran en Forsyth (1989) en la figura 6, forma 2, dibujo “L”, descritos como
cuenco o plato con reborde lateral o cresta (Forsyth, 1989:24), y en Demarest
(1984) en la figura 36, dibujos “x” a “bb” (Demarest, 1984:69). Los materiales de El
Mirador tienen diámetros que van de 16 a 38 cm. (Forsyth, 1989:23). El cajete de
San Antonio es de 30 cm.
En el porcentaje de formas, aparece en menor medida los cajetes con 8%,
seguido de los Tazones con 42%, y finalmente el 50 % de cuencos (Grafico 3.13).
En este sitio fue nula la presencia de algún material del grupo Polvero
Negro.

Porcentajes de formas cerámicas del tipo


Sierra Rojo en el sitio rural San Antonio
60%
50%
50%
42%
40%

30%

20%
8%
10%

0%
Cajetes Tazón cuenco

Gráficos 3.13 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio rural San Antonio.

87
a)

b)

c) d)

e)

F) g)

h) i)

a) Cuenco con cuerpo curvo convergente y reborde hacia dentro. b) Cuencos con cuerpo
convergente y reborde. c) Cuenco con cuerpo curvo convergente. d) Cuenco o tazón con paredes
evertidas hacia dentro con agregado medial. e) Tazones o cajetes hondo con borde horizontal. f)
Tazón o cajete con paredes evertidas y reborde hacia afuera. g) Tazón o cajete con paredes
evertidas hacia afuera con reborde hacia afuera. h) Tazón o cajete hondo con borde evertido
hacia afuera. i) Cajeta con paredes rectas y borde evertido hacia afuera.

Figura 3.16 Diversas formas del tipo Sierra Rojo del sitio San Antonio.

88
3.1.4 San Agustín

En el sitio de San Agustín fue donde más materiales mayas del Preclásico Tardío
se hallaron. La mayoría de los tepalcates del grupo Sierra Rojo eran cuerpos lo
cual representan el 82 %, mientras los bordes el 18% (Gráficos 3.14). No obstante
la mayoría de los bordes no pudo ser reconstruida, dando un total de apenas el
9% (Gráficos 3.15).
Los únicos materiales hallados tienen un color de engobe rojo oscuro (10
R 3/4) (tabla 3.2). Son los bordes de un tazón y un cuenco. El tazón o cajete con
cuerpo evertido y reborde, en las descripciones de Forsyth (1989) se encuentran
en la figura 7, forma 4, dibujo “Q”, descrito como un cántaro, chico o mediano
(Forsyth, 1989:25), y en Demarest (1984) en la figura 36, dibujo “k” (Demarest,
1984:69). El diámetro es de 20 cm (Figura 3.17).
La otra forma es el cuenco con cuerpo curvo convergente y reborde hacia
adentro, en la figura 7 dibujo “WW-XX”. El diámetro es de 40 cm, siendo uno de
los cuencos más grandes de los cuatro sitios rurales (Figura 3.18). Las formas
cerámicas por lo tanto son el 50%, en cuencos y tazones (Gráfico 3.16).
En este sitio también se encontraron bordes del grupo Polvero Negro pero
debido al tamaño de los fragmentos no se pudieron reconstruir.

Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo


Sierra Rojo en el sitio rural San Agustín
100%
82%
80%

60%

40%
18%
20%

0%
Bordes Cuerpos

Gráficos 3.14 Porcentajes de bordes y cuerpos del tipo Sierra Rojo en el sitio rural de San Agustín.

89
Porcentajes de materiales reconstruídos del tipo
Sierra Rojo del sitio rural San Agustín
100% 91%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20% 9%
10%
0%
Bordes no utilizados Bordes utlizados

Gráficos 3.15 Porcentajes de materiales reconstruidos del tipo Sierra Rojo del sitio rural San
Agustín.

Porcentajes de formas cerámicas del tipo


Sierra Rojo en el sitio rural San Agustin
60%
50% 50%
50%

40%

30%

20%

10%

0%
Cajetes Tazón cuenco

Gráficos 3.16 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo en el sitio rural San Agustín.

90
1)

2)

b)
1) Forma de El Mirador descrita por Forsyth
a) Forma de San Agustín. (1989).
2) Forma de El Mirador descrita por
Demarest (1984).

El material cerámico hallado en el sitio de San Agustín es un Sierra Rojo, descrito como tazón o
cajete con cuerpo evertido y reborde. La forma semejante de El Mirador descrita por Forsyth (1989)
se identificó como un a) cántaro chico o mediano, que se encuentra en la figura 7, dibujo “Q”. No
se puede señalar de qué forma se trata ya que el autor salteo estas formas en el señalamiento de
las descripciones. En Demarest (1984) está en la figura 36, dibujo “k”.

Figura 3.17 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Agustín con El Mirador.

91
a) Forma de San Agustín. b) Forma de El Mirador descrita por Forsyth
(1989).

La forma del material cerámico de San Agustín es descrita como cuerpo curvo convergente y
reborde hacia adentro. Se asemeja a las formas descritas por Forsyth (1989), de la figura 36, que
van de la “ww” a la “xx”. Dentro de las formas de Demarest (1984) no encontré ninguna forma
similar.

Figura 3.18 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Agustín con El Mirador.

92
3.1.5 Cueva El Cristo

El siguiente sitio es Cueva El Cristo en donde se encontraron materiales


cerámicos pertenecen al grupo Sierra Rojo y el cual el color de engobe es rojo (2.5
YR 5/6) (tabla 3.1). Al igual que Jardines del Grijalva, solo tengo bordes, lo cual
representa el 100%, de los cuales todos fueron reconstruidos (Gráficos 3.17 y
3.18).
Se hallaron grandes variedades de Cajetes. Entre ellos aparecen el cajete
con cuerpo curvo convergente y el cajete con cuerpo curvo convergente y reborde,
que en Forsyth (1989) están en la figura 8, forma 7, dibujo “FF” (Forsyth,
1989:26), y Demarest (1984) en la figura 39, y dibujo “h” e “i” (Demarest, 1984:77).
Los diámetros de los materiales de El Mirador son de 14 cm (Forsyth, 1989:23),
mientras que el cajete es de 22 cm.
Otra forma es el cajete con paredes y borde recto, que se asemeja a la
figura 8 forma 16, dibujo “L”, descrita entre diversas formas de vasijas (Forsyth,
1989:26) (Figura 3.19). Con un diámetro de 19 cm, mientras las formas que
describe Forsyth (1989) son de 12 a 22 cm.
Otro cajete hallado fue el cajete con cuerpo recto, que se encuentra en
figura 8, forma 16, dibujo “PP” como diversas formas de vasijas (Forsyth,
1989:26), y figura 36, dibujo “t” (Demarest, 1984:69). El diámetro es de 20 cm, el
cual encaja muy bien en los diámetros de El Mirador ya antes señalados.
También se encontraron dos diversas formas de cuencos; el cuenco con
cuerpo convergente y prominencia media y el cuenco con cuerpo convergente. El
primer cuenco se puede encontrar en la figura 8, forma 16, dibujo “FF”, diversas
formas de vasijas (Forsyth, 1989:26). Y el segundo en la figura 7, forma 5, dibujo
“T”, designado como olla o tazón con cuerpo curvo convergente (Forsyth, 1989:25)
y en la figura 35, en el dibujo “d” (Demarest, 1984:68).
La mayoría de formas resultan ser los cajetes con 71% y mientras los
restantes con 29% pertenecen a los cuencos (Gráfico 3.19).
En este sitio rural también aparece el Polvero Negro representado
únicamente por dos bordes. El color de engobe es negro (2.5 Y 2.5/1) (tabla 3.2).

93
Los bordes anteriormente señalados corresponden a un cuenco y un
tazón. El cuenco con cuerpo curvo convergente, que se asemeja al dibujo “ZZ” de
la figura 14, forma 5, plato o bowl de borde incurvado (Forsyth, 1989:37), y en la
figura 40, dibujo “b” (Demarest, 1984:78). La característica de esta pieza es que
presentan acanaladuras en el borde, por la parte interior. Su diámetro es de 17
cm. y al igual que el anterior, los diámetros de los materiales de la forma 5 de El
Mirador son desconocidos.
Fue descrito como tazón o cajete hondo con cuerpo evertido, que en
Forsyth (1989) se ubica en la figura 14, forma 5, dibujo “XX”, designada como olla
o tazón con cuerpo curvo convergente (Forsyth, 1989:37). Y en Demarest (1984),
la forma que se asemeja corresponde a la figura 36, dibujo “t” (Figura 3.20)
(Demarest, 1984:69). El diámetro es de 27 cm, mientras que la forma 5 de El
Mirador no está descrita.

94
Porcentajes de formas cerámicas del tipo
Sierra Rojo en el sitio rural Cueva El Cristo
80% 71%
70%
60%
50%
40%
29%
30%
20%
10%
0%
Cajetes Tazón cuenco

Gráficos 3.17 Porcentajes de formas cerámicas del tipo Sierra Rojo del sitio Cueva El Cristo.

95
a) Forma encontrada en Cueva de Cristo. b) Forma descrita por Forsyth (1989).

La forma perteneciente al sitio rural fue descrita como cajete con paredes y borde recto. En Forsyth
(1989) se encuentra en la figura 8, J-NNN, dibujo “L”, y fue identificado como diversas vasijas.
Entre las descripciones de Demarest (1984) no aparece ninguna forma similar.

Figura 3.19 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Cueva El Cristo con El Mirador.

96
1)

2)

b)
a) Forma Polvero Negro de Cueva 1) Forma de El Mirador descrito por Forsyth
de El Cristo. (1989) (Polvero Negro).

2) Forma de El Mirador descrito por Demarest


(1984).

La forma del material cerámico encontrada en Cueva El Cristo fue descrita como un tazón (cajete)
hondo con cuerpo evertido. En las descripciones de Forsyth (1989) se asemeja a la figura14, WW-
ZZ, dibujo “XX”, y es catalogado como 1) Olla o tazón con cuerpo curvo convergente. Mientras en
Demarest (1984) se encuentra en la figura 36, dibujo “t”.

Figura 3.20 Comparaciones de formas cerámicas del sitio Cueva El Cristo.

97
a) b)

c) d)

e) f)

g)

Diversas formas del tipo Sierra Rojo (a-f) y Polvero Negro (g) del sitio Cueva El Cristo.

a) Cajete con cuerpo curvo convergente. b) Cajete con cuerpo curvo convergente y reborde. c)
Cajete con cuerpo recto. d) Cuenco con cuerpo convergente y prominencia media. e) Cuenco con
cuerpo convergente. f) Cilindro con pared y borde recto. g) Cuenco con cuerpo curvo convergente.

Figura 3.21 Diversas formas del tipo Sierra Rojo y Polvero Negro del sitio Cueva El Cristo.

98
3.2 Comparaciones cerámicas de los sitios rurales con Chiapa de
Corzo.

En esta parte de la investigación comparo las formas cerámicas de los sitios


rurales, con las materiales que se han encontrado en la tumba 7 y 8,
pertenecientes a la elite de Chiapa de Corzo de la Fase Guanacaste del Periodo
Preclásico Tardío descritas por Lowe y Agrinier (1960), Lowe (1962). Cabe
recalcar que algunas formas de las tumbas no se encuentran en los sitios rurales.

3.2.1 El Cairo

Como ya hemos visto con anterioridad, el sitio de El Cairo es el que más material
cerámico presenta.
El tazón o cajete hondo con borde horizontal, se asemeja a la figura 53,
dibujo “L”, de la tumba 7 (Lowe y Agrinier, 1960:48-52), y en la figura 22, dibujo “a”
de la tumba 8, y que fue descrito como cuenco con engobe café (Figura 3.22)
(Lowe, 1962:38-39).
El cajete o plato con borde evertido horizontal hacia fuera, se asemeja al
cuenco de borde evertido, de la figura 22, dibujo “a” de la tumba 8 (Lowe, 1962:
38-39).
Por otra parte los dos cuencos con cuerpo curvo convergente con reborde,
se asemeja a la forma de la figura 22, dibujo “j” hallada en la tumba 7 (Lowe,
1962:38-39).
En cuanto al cuenco con cuerpo curvo convergente y agregado medial, se
asemeja a la figura 53, que pertenece a la tumba 7. Fue descrito como un cuenco
silueta compuesta, con incisos rayado cruzado (Lowe y Agrinier, 1960:48-64).
Con respecto grupo del Polvero Negro, en donde se hallan diversas formas
de cajetes, no encontré semejanzas en ninguna de las descripciones de las
tumbas. Lo mismo ocurrió con los tazones y/o cajetes.

99
1)

1)

2)

2)

3)

a) Diversas formas encontradas en el Cairo.


b) Formas encontradas en la
Entidad Política Chiapa De
Corzo 1) Tumba 7 y 2) Tumba 8.

Las formas de El Cairo fueron descritas como 1) tazón o cajete hondo con borde horizontal.
Las formas que aparecen en el sitio de Chiapa de Corzo se pueden encontrar en las
descripciones de Agrinier (1960) en la figura 53, dibujo “L” de la tumba 7 y en Lowe (1962)
figura 22 dibujos “a”.

Figura 3.22 Comparaciones de formas del sitio El Cairo con la tumba 7 y 8 de Chiapa de Corzo.

100
3.2.2 Jardines del Grijalva

Para el sitio Jardines del Grijalva la única forma encontrada, fue el tazón hondo
con borde evertido horizontal, que se asemeja a las formas encontradas en la
tumba 7 y 8. En la primera se puede encontrar en la figura 53, dibujo “2”, descrita
como cuenco pulido rojo (Agrinier et al., 1960:48-64). En la siguiente tumba está
en la figura 22, dibujo “a” y se describe como un cuenco borde evertido (Figura
3.23) (Lowe, 1962:38-39).

1)

2)

a) Formas encontradas en Jardines del b) Formas de la 1) Tumba 7 y 2) Tumba 8


Grijalva

El tazón hondo con borde evertido horizontal se asemeja al dibujo “2” de la figura 53 de la Tumba 7
y al dibujo “a” de la figura 22, perteneciente a la tumba 8

Figura 3.23 Comparaciones de formas cerámicas del sitio El Cairo con la tumba 7 y 8 de Chiapa de
Corzo
101
3.2.3 San Antonio

Los tazones o cajetes hondos con borde horizontal, se pueden localizar en la


figura 53, dibujo “l”, perteneciente a la tumba 7. Fue descrita como un cuenco
pulido rojo (Lowe y Agrinier., 1960:48-64). Así mismo existe otra forma similar en
la figura 22 dibujos “a”, de la tumba 8, de las descripciones de Lowe (Figura 3.24)
(Lowe, 1962:38-39).
En la misma tumba, también se encontró una forma parecida, que fue
descrita como cuenco de borde evertido, que aparece en el dibujo “a”, de la figura
22 (Lowe y Agrinier., 1960:48-64). Los únicos tazones de los cuales no se
encontró semejanza fueron los dos tazones o cajetes hondos con borde evertido
hacia afuera, así como el cajete con paredes rectas y borde evertido hacia afuera.
En los sitios rurales San Agustín y Cueva El Cristo no se encontraron
formas semejantes. Los materiales de estos dos sitios rurales eran cuencos y
cajetes, sin embargo los bordes no eran similares a los materiales de las tumba 7
y 8.

102
1) 1)

2)
2)

a) Formas encontradas en el sitio de San Antonio. a) Formas encontradas en la entidad


política de Chiapa de Corzo en la 1)
tumba 7 y 2) Tumba 8.

Aunque no son exactamente iguales, eras las formas que más se asemejan, dado que es muy
probable que los perfiles de San Antonio corresponden a un cajete hondo, por ello fue descrito
como Tazón o cajete hondo con borde horizontal.

Figura 3.24 Comparaciones de formas cerámicas del sitio San Antonio con la tumba 7 y 8 de
Chiapa de Corzo.

103
3.3 Comentarios finales

Para concluir este capítulo debido a las comparaciones de engobe de los


materiales encontrados en El Cairo, San Antonio, San Agustín, Cueva El Cristo y
Jardines del Grijalva con los materiales de El Mirador, y los materiales mayas
encontrados en las tumbas de la Capital Chiapa de Corzo, puedo decir que
pertenecen al mismo tipo cerámico del grupo Sierra Rojo y Polvero Negro,
perteneciente a la Esfera Chicanel que se extendió por toda el área maya. Cabe
recalcar que las formas de la mayoría de los materiales recolectados
corresponden a cuencos, tazones, y cajetes, lo cual sugiere que son enseres de
uso común, y no de prestigio, o para algún uso ritual. Los diámetros van de 27 a
30 cm aproximadamente. Estos nos indican que no son recipientes para uso
individual como podría ser un plato. Sino más bien se tratan de contenedores de
grandes porcentajes de comida o bebida, que probablemente podrían estar en el
centro del petate.
Como observamos estos materiales tienen presencia en sitio como El
Mirador, pero son muy escasos entre las tumbas de elite zoque de Chiapa de
Corzo. No obstante nos indica que también los sitios rurales estuvieron inmersos
en la Esfera Chicanel.

104
Conclusiones

En esta última parte de la tesis, procederé a analizar las esferas de interacción y


responderé a las preguntas de investigación. Como ya antes había mencionado
las Esferas de Interacción son “redes de información e intercambio a través de las
cuales circulan artefactos de estatus, así como también conceptos estilísticos y
otras normas” (Boomert 2000:1).
Como fue presentado en el Capítulo 2, los materiales cerámicos
correspondientes al Periodo Preclásico Tardío, principalmente los tipos Sierra Rojo
y el Polvero Negro, tuvieron una amplia distribución por toda el Área Maya. Esta
expansión va desde las Tierras Altas del Norte en la península de Yucatán,
representado por diversos sitios como Isla Cerritos (Dylan, 2016:114) y Komchén
(Andrew et al, 1993:12-13) pasando por las Tierras Bajas del Sur, en sitios como
Nohmul (Hammond et al.,1983:184), Cuello (Kosakowski, 1998:62-64), Zotz
(Czapiewska, 2010:10), entre otros. Hasta llegar a los sitios El Mirador (Clark et
al., 2000: 16), Naachtuun (Patiño, 2015:19), y Nakbé (Velázquez, 1990:38).Es
probable que en los sitios del sur también exista presencia de este tipo cerámico,
como en Kaminaljuyú.
Debido a la aparición de dicha esfera cerámica distribuida por varios sitios,
podemos hablar de una esfera de interacción entre diversos sitios mayas de las
Tierras Altas y Bajas.
Para John Clark la aparición de la Esfera Chicanel en el Periodo Preclásico
Tardío es muestra de una entidad política expansionista en las Tierras Bajas
Mayas, dirigido desde el sitio de El Mirador (Clark et al., 2000:16). Clark y
asociados han propuesto que este sitio fue la capital de un estado, con influencia
de largo alcance, o bien, junto con otros sitios de la Cuenca de Mirador, como
Nakbé, constituían un estado clave en las esfera de interacción de las Tierras
Bajas, y en el cual los sitios circundantes seguían el patrón de El Mirador sin
necesidad de que fueran sus subordinados (Clark et al., 2000:29).
Esta tradición cerámica penetró en el territorio actual de Chiapas, siendo
identificada por la presencia de estos materiales cerámicos, en sitios como

105
Piedras Negras (Muñoz, 2004: 12), Toniná (Becquelin. 1984:227-228), Chinkultic
(Ball, 1980) y Palenque, donde forman parte de la colecciones cerámicas del
Preclásico Tardío. El caso de Palenque es importante porque en las áreas
circundantes como El Lacandón, Paso Nuevo, Chinikihá y Na witz, sitios rurales de
menor tamaño también tienen presencia de la cerámica Sierra Rojo (Guzmán,
2015:53-60).
Todos los sitios antes mencionados son mayas, sin embargo, al llegar a la
porción oriental de las Tierras Altas y el Valle del rio Grijalva, se ha notado que los
materiales Chicanel están presentes en sitios de filiación zoque, tales como el sitio
de Cerritos, en el cual también se ha encontrado el grupo cerámico Sierra Rojo
(Clark et al, 2000:23).
La presencia de materiales Chicanel se interpreta como evidencia de la
llegada de poblaciones hablantes mayas que desplazan o integran a grupos
olmequizados hablantes de alguna lengua protozoqueana.
Concretamente en la Depresión Central, el sitio más importante en el que
se ha analizado la presencia de los materiales de origen maya, es el centro rector
Chiapa de Corzo, y como ya lo han indicado Lowe (1995), Cheetham (2005) y
Clark et al. (2000), la Esfera Chicanel tiene presencia en este sitio para el Periodo
Preclásico Tardío.
Como se indica en el capítulo 3, parte 2, debido a las comparaciones de
forma, y engobe de los materiales encontrados en El Cairo, San Antonio, San
Agustín, Cueva El Cristo y Jardines del Grijalva con los materiales de El Mirador, y
los materiales mayas encontrados en las tumbas de la capital Chiapa de Corzo,
podemos asegurar que pertenece a los grupos cerámicos Sierra y Polvero,
pertenecientes a la Esfera Chicanel.
La aparición de estos materiales en superficie, en sitios de la Depresión
Central y Chiapa de Corzo, generalmente se encuentra asociada a otros tipos
cerámicos de periodos posteriores, y en zonas cercanas a las estructuras (ver en
el capítulo 2).
Sin embargo, lo que resalta esta tesis es que la aparición de material
cerámico en los sitios rurales nos dice que la interacción no solo abarcó a las

106
elites asentadas en las capitales, sino también a los asentamientos de los sitios
rurales. No obstante, algunas formas cerámicas que se encuentran en los
asentamientos de los gobernantes, no aparecen en los asentamientos de los
sitios rurales. Por ejemplo, las grandes vasijas, jarras y floreros del grupo Sierra
Rojo, que fueron exportados desde las Tierras Altas de Guatemala (Warren, 1978:
59), y los materiales foráneos provenientes de El Salvador, Oaxaca y la Costa del
Golfo que se encuentran en la tumba 7, del montículo 1(Clark et al, 2000:24). En
cambio, los materiales cerámicos de los sitios rurales que describí en el capítulo
3, son generalmente cuencos, y tazones o cajetes. Materiales que no tienen gran
diseño, y no son de lujo.
El acceso a ciertos materiales de prestigio pone de manifiesto una división
entre los gobernantes, y los habitantes de los sitios rurales. Estas conclusiones
son similares a la que antes había expuesto Sullivan (2009), quien, en su recuento
del patrón de asentamientos en el sector sur de la entidad política centrada en
Chiapa de Corzo, sugiere que había una notable diferenciación social entre la elite
y el pueblo, debido a las diferencias en las colecciones de los materiales
procedentes de la capital y los del área rural (Sullivan, 2009:52).
Al inicio de este trabajo se presentó la siguiente pregunta: ¿Cómo se nota la
presencia maya en los sitios rurales? Para dar respuesta, postulé tres posibles
maneras en la que se podría ver dicha presencia; religioso, económico y
transmisión de innovaciones.
Comenzaré con la posibilidad de lo religioso que se vería como una
adopción de la cosmovisión maya. Sullivan (2013) propuso que en la capital
Chiapa de Corzo los gobernantes siguieron normas religiosas mayas, reflejadas
en la construcción del recinto sureño del centro ceremonial. No obstante, la élite
no gobernante o los líderes de las áreas rurales, y la gente común no se adhirieron
a estas pautas (Sullivan, 2013:47-48). Sin embargo, el recinto que propone como
parte de esta adopción religiosa resulta ser el “Complejo E”. Sin embargo, en el
informe de las excavaciones recientemente realizadas, Bachand y Lowe (2012)
señalan que el conjunto fue originalmente edificado hacia el año 850 a.C., y es
un ejemplo de diseño arquitectónico desarrollado por los zoques del centro-oeste

107
de Chiapas, donde fueron incorporados a los centros cívicos (Bachand y Lowe,
2012: 50). Por lo cual, la propuesta de Sullivan, es errónea.
En los sitios rurales dicha adopción religiosa seria representado por la
aparición de incensarios o cerámica con motivos alusivos a la cosmovisión maya.
Dado que no se encontró ningún material de dicha índole, este punto queda
descartado.
La segunda opción es económica, que podría ser un intercambio. Tal como
se menciona en la propuesta teórica de Robert Sharer (1983) la interacción
económica se puede detectar a través del movimiento de bienes materiales
(Sharer, 1983:242), y en esta ocasión de los Sierra Rojo y Polvero Negro, que
como lo he presentado anteriormente son pertenecientes al Área Maya. Estaría
siendo representado por la aparición de enseres utilitarios de uso común, como
cuencos o cajetes. La mayoría de los materiales encontrados en los sitios rurales
pertenecen a dichas formas, por lo cual es posible que se deba a esta opción.
Es probable que la llegada de estos enseres haya sido el resultado de un
intercambio entre sitios adyacentes al sitio Chiapa de Corzo, que servirían de
intermediarios y por el cual los materiales se estarían distribuyendo, hasta llegar a
diversos centros.
Finalmente, la última opción es transmisión de innovaciones. En esta
propuesta teórica de Renfrew y Bahn (2013), mencionan que “un avance técnico
conseguido en un área se extenderá rápidamente a los demás” (Renfrew y Bahn,
2013:3878-388). Probablemente se deba a diferentes causas como, la utilidad de
lo inventado o desarrollado, o la funcionalidad del objeto.
Para conocer si la cerámica Chicanel que se encuentra en el área rural de
Chiapa de Corzo es producto únicamente de intercambio o de una emulación de
estilos, me apoyé en el análisis macroscópico de pastas.
Gracias a ello pude identificar los materiales cerámicos del Preclásico
Tardío producidos en el área maya, de los elaborados en Chiapa de Corzo.
Asumiendo que los que presentan desgrasante de calcita son foráneos, y los que
tienen desgrasante de cuarzo son locales. Los análisis me dieron como resultado

108
que el 55% son producidos en los sitios rurales mientras que el 45% son
probablemente de intercambio con algún sitio maya.
Esta opción podría dar explicación a la cantidad de materiales cerámicos
Sierra Roja y Polvero Negro producidos localmente, ya que estarían emulando
dichos tipos y formas, debido a la popularidad que tenía en otros sitios la Esfera
Chicanel. No estoy hablando de un difusionismo, sino más bien de una adopción
de estilos y formas. También como lo mencioné en la parte de los supuestos, fue
en esta época en que en Chiapa de Corzo, se incrementa el uso de dicha
cerámica, ya que en época posteriores dejan de producirse o usarse y siguen las
antiguas normas zoques (Clark et al, 2000:83).
La pregunta final fue ¿Cuál es el uso de la cerámica que nos indica la
presencia maya? Esta cuestión está estrechamente relacionada con las
conclusiones anteriores.
En los sitios rurales, son cuencos que tienen diámetros en promedio de 20
a 30 cm. Por el tamaño podemos inferir que servían para resguardar grandes
porciones de comida o alguna bebida. De igual forma los tazones o cajetes, del
cual los diámetros son similares, pudieron servir para poner la comida, pero no de
forma individual, sino más bien como en el centro del petate. Es por esto que
propongo que los utensilios del sitio rural son de uso común.
Podemos observar que los sitios rurales de Chiapa de Corzo participaron
activamente en la esfera de interacción que abarcan las Tierras Altas y Bajas
Mayas. Probablemente como ya mencioné por intercambio de bienes, y emulación
de estilos y formas, esto es comercio y transmisión de innovaciones. Lo cual nos
muestra que las dinámicas sociales del Periodo Preclásico Tardío, o la presencia
maya responden a otras normas menos catastróficas, de las propuestas de otros
autores, como un gobierno de regentes de filiación maya sujetos a El Mirador
(Clark, 2016:183), o alguna invasión (Clark et al, 2000:16). En primer lugar debido
a que en la tumba 7 aparecen: 1) materiales comunes de origen zoqueano; 2)
materiales de prestigio de origen maya; y 3) materiales de prestigio de otros
lugares foráneos, como cerámica de filiación zapoteca de la costa de Oaxaca

109
(Clark et al, 2000:24). Todo lo anterior más bien manifiesta relaciones sociales con
diversos sitios, y no una invasión.
Como he señalado anteriormente existe una diferenciación en cuanto a los
materiales cerámicos de lujo y de uso común , por lo cual, y como conclusión me
parece aún más probable que las élites gobernantes a través de la adquisición de
estos materiales de prestigios y las relaciones que ostentaban con otros
gobernantes se justificaban, legitimaban y ejercían poder frente a otros grupos de
élite, como son los probables líderes de las sitios rurales, o a la misma gente
común, quienes según los datos que presento, aparentemente no tienen acceso a
ciertos materiales de prestigio.

Futuras Investigaciones

En lo personal pienso que es pertinente realizar excavaciones extensivas en el


área rural aquí presentados, como lo son El Cairo, San Agustín, San, Antonio,
Cueva El Cristo y Jardines del Grijalva y en la zona sur de Chiapa de Corzo, que
ya con anterioridad ha sido investigada por Sullivan (2009). Cabe recalcar que los
materiales cerámicos que presento en esta tesis así como los materiales
recopilados por Sullivan (2009) fueron obtenidos por medio de prospección de
campo y recolección de superficie.
Con dichas excavaciones podríamos tener un acercamiento, en un primer
instante a que estrato social pertenecen dichos materiales. En esta tesis especulo
que probablemente se tratan de utensilios que poseía la elite debido a que fueron
hallados cercanos a las estructuras. Sin embargo, dichas estructuras no han sido
fechadas con claridad, por lo cual podrían pertenecer a épocas posteriores, y la
cercanía de estos materiales, podrían deberse a los hogares de la gente común
que tal vez se localizaban en ese lugar en el Preclásico Tardío. No obstante, no
puedo descartar la posibilidad de que también se trate de materiales de relleno
que fueron removidas tal vez periodos más tardes, junto diversos materiales
cerámicos de fechas anteriores y posteriores de sus lugares de origen, que bien
podrían estar lejos.

110
También es necesario realizar un análisis microscópico de pasta, y acceder
de primera mano a los materiales cerámicos mayas del sitio de El Mirador, así
como los de la capital Chiapa de Corzo. Sería prudente también tener muestras de
bancos de arcilla de ambas zonas, para conocer las propiedades de la materia
prima con las cuales pudieron hacerse dichos materiales. Y para complementar
serían necesarias otras investigaciones en lugares circundantes como San
Cristóbal, para localizar sitios del Preclásico Tardíos mayas, y tener un amplio
margen de las posibles relaciones que se pudieron llevar con sitios más cercanos.

111
Anexos

Total de materiales
Polveros de estilo maya del
Sitios Sierras rojos negros Preclásico Tardío
El Cairo 61 13 74
Jardines del Grijalva 1 1 2
San Antonio 58 4 62
San Agustín 124 14 138
Cueva El Cristo 7 2 9
Total 285
Tabla 1. Total de materiales de estilo maya del periodo Preclásico Tardío.

Sitios Bordes Cuerpos Total


El Cairo 24 37 61
Jardines del
Grijalva 1 1
San Antonio 16 42 58
San Agustín 22 102 124
Cueva El Cristo 7 7
Tabla 2. Total de bordes y cuerpos del grupo Sierra Rojo.

Sitios Bordes Cuerpos Total


El Cairo 11 2 13
Jardines del
Grijalva 1 1
San Antonio 4 4
San Agustín 4 10 14
Cueva El Cristo 2 2
Tabla 3.Total de bordes y cuerpos del tipo Polvero Negro.

Bordes del Bordes del


Sierra Rojo Polvero Negro Total de bordes
Sitios reconstruidos reconstruidos reconstruidos
El Cairo 21 11 32
Jardines del
Grijalva 1 * 1
San Antonio 12 12
San Agustín 2 * 2
Cueva El Cristo 7 2 9
Total 43 13 56

*Sitios en el que se encontraron materiales del Polvero Negro pero que no


pudieron ser reconstruidos
Tabla 4. Total de bordes reconstruidos.

112
San
Polvero Naranja san Jacinto Felipe Twixt Café Rojo Sobre
Sitio/grupos Sierra Rojo Negro Sac Blanco sin engobe Negro Café Café Osumacinta Bayo
El Cairo 24 10 2 2
Jardines del
Grijalva 1 1 1 1 7
San Antonio 16 2 1 11 2
San Agustín 22 4 1 5 1 5 2
Cueva El Cristo 7 2 14
Total de bordes
por grupos 70 17 2 19 1 10 5 18 2
Tabla 5 Bordes de los tipos cerámicos del Preclásico Tardío.

Naranja San
Polvero sin san Jacinto Felipe Twixt Café Rojo Sobre
sitios/grupos Sierra Rojo Negro Sac Blanco engobe Negro Café Café Osumacinta Bayo
El Cairo 37 2
Jardines del
Grijalva 14 59
San Antonio 42 4 7 12 30 1
San Agustín 102 10 2 2 21 19 15
Cueva El Cristo 13
Total de cuerpos
por grupos 181 16 2 29 21 26 27 89 1
Tabla 6 Cuerpos de los tipos cerámicos del Preclásico Tardío.

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