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Clase Unidad Dos - 1 La Cosmovisión Antigua
Clase Unidad Dos - 1 La Cosmovisión Antigua
El origen de la filosofía:
1. ¿Qué fue lo que movió o motivó a los hombres a hacer las primeras
indagaciones filosóficas, según Aristóteles?
“‘Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones
filosóficas –dice Aristóteles- fue, como lo es hoy, la admiración’” Esta
admiración de la que habla Aristóteles es la admiración filosófica, que es
diversa de la admiración que nosotros llegamos a tener ante un entorno
extraño y nuevo, como nos ha ocurrido muchas en nuestra vida.
Durante veinte seis siglos, desde la época fabulosa de los Siete Sabios de
Grecia hasta nuestros días, el espíritu humano se debate en esta tremenda
lucha consigo mismo y con una realidad que se desdobla en dos experiencias
contradictorias.
¿En qué siglo vivieron los tres primeros filósofos cosmólogos de la ciudad de
Mileto en el Asia menor, que son los tres primeros filósofos de la historia
humana?
R. Los tres primeros filósofos de los que tenemos noticia, naturales la ciudad de
Mileto en el Asia Menor, vivieron durante el siglo VI antes de Cristo.
¿Cuál fue la admiración que movió a los hombres a filosofar, por primera vez en
su historia?
R. (p. 51 2º párrafo) “Lo que movió a los hombres a filosofar fue, como hemos
dicho, la admiración, y lo que históricamente les admiró fue, ante todo, el
cambio y la multiplicidad de individuos, experiencias que parecen contradecir
vivamente a la inmutabilidad y unidad de las ideas”.
¿Qué fue lo que buscaron o investigaron los primeros filósofos griegos, como
consecuencia de haber experimentado su primera admiración filosófica?
Puesto que nuestros sentidos nos dan a conocer que todas las cosas cambian,
están en crecimiento, disminución, o naciendo o pereciendo, o haciéndose o
deshaciéndose; y las ideas de la inteligencia parecen aportarnos estructuras y
leyes permanentes, estables, que no cambian, en el interior de todas las cosas
del universo. Frente a este contraste, los primeros filósofos buscaron e
investigaron en el universo físico, cuál podía ser aquel elemento o principio
material estable y permanente que desde el interior mismo de las cosas, le
diera consistencia, continuidad y permanencia a las cosas cambiantes de este
mundo; o que convirtiera en mera apariencia la multiplicidad y el cambio de las
cosas físicas. Los primeros filósofos se dieron cuenta de que las cosas no
podían ser explicadas sólo por la realidad del cambio y el devenir, porque si así
fuese, se esfumarían y no habría nada consistente en la realidad.
TALES DE MILETO:
¿De dónde proviene toda la información que tenemos acerca del pensamiento
del primer filósofo griego, Tales de Mileto?
ANAXIMANDRO:
R. P. 52 último párrafo: “Él (el aire) debió aparecer a los ojos de Anaxímenes
como el medio vital, la capa que envuelve a la tierra, fuente de la vida y origen
de todas las cosas. El aire, por otra parte, tiene la apariencia sutil, invisible y
amorfa que Anaximandro reclamaba para el principio universal”.
En le siglo VI a. Cristo.
¿En qué siglo vivieron los filósofos griegos llamados pluralistas, que eran
distintos de los tres primeros filósofos cosmólogos de la ciudad de Mileto, que
hemos estudiado antes?
¿Cuáles fueron los rasgos comunes de los pensamientos de este segundo grupo
de filósofos cosmólogos griegos llamados pluralistas; y en qué se distinguieron
de los tres primeros filósofos cosmólogos, que admitían solamente una única
sustancia común de todas las cosas?
¿Quién fue y qué pensó el primero de los filósofos pluralistas acerca del fondo o
sustancia común de todas las cosas?
¿Qué pensó Anaxágoras acerca del fondo o sustancia común de todas las
cosas? ¿Pensó que había un solo fondo o sustancia común de todas las cosas?
¿Por qué Anaxágoras está dentro de los filósofos llamados pluralistas?
PITÁGORAS Y SU ESCUELA
¿Por qué el concepto de orden universal dado por el número les llevó a los
pitagóricos a pensar en el eterno retorno, y la supervivencia de las almas en el
mundo mediante su transmigración?
¿Cuáles son los dos filósofos que plantean de manera definitiva la viva antítesis
entre la serena experiencia inteligible y la cambiante experiencia de los
sentidos; y ambos propusieron soluciones contradictorias entre sí? ¿En qué siglo
vivieron estos dos filósofos y cómo se les llama?
Heráclito de Éfeso
¿Puesto que todo cambia según Heráclito, qué ocurre entonces con la
universalidad de nuestros conceptos?
PARMÉNIDES DE ELEA
R. Sí. 2º párrafo p. 58
¿Cuál fue la concepción del Universo que Parménides de Elea construyó contra
el pensamiento de Heráclito?
R. “Para que algo fluya –comienza sentando- es preciso que haya antes ese
algo, es decir, un sustrato permanente, un ser en sí. La razón me pone en
contacto con ese algo, con la inmutabilidad de las ideas, pero ante todo, con
una idea que es la base de las demás: la idea de ser, por la que me hago cargo
de todo lo que es. Posteriormente conozco otras ideas; la de hombre, caballo,
triángulo, justicia, etc. Y, después, los sentidos me informan de un mundo de
individuos todos diferentes, cambiantes, perecederos…”. 2º párrafo p. 58.
Por lo tanto, Parménides piensa que para que haya algo que fluya, es necesario
que exista primero ese algo, es decir, un sustrato permanente, un ser en sí.
¿Cuál será ese algo, que es sustrato permanente de todo lo que fluye y cambia?
Parménides piensa que la razón le pone en contacto con ese algo que es
sustrato permanente de todo cambio, porque las ideas que la razón le da a
conocer son precisamente algo permanente, que no cambia. Parménides piensa
que las ideas de la razón en cuanto tales existen. Pero, la razón sobre todo nos
da a conocer una idea suprema, que está en la base de todas las demás ideas,
y tal idea suprema es la idea de ser, por medio de la cual entendemos todo lo
que es.
¿Parménides piensa que las ideas inmutables que nos las da a conocer la razón,
y que después los sentidos nos dan a conocer los individuos todos diferentes,
cambiantes, perecederos?
Sí, después de conocer las ideas de la razón, los sentidos nos dan a conocer las
cosas cambiantes individuales y perecederas que captamos por experiencia.
R. Leemos: “Pero ¿es esto posible? Para que todas estas posteriores realidades
puedan existir será necesario que el ser, lo más inmediata y seguramente
conocido, tenga unos límites posibles, porque donde algo es ilimitado no cabe
nada más. Y ¿con qué limitará el ser? ¿Con el ser? En este caso no limitaría,
porque nada limita consigo mismo. ¿Con el no ser? A esto responde
Parménides, el no ser, no es; es imposible, impensable. Si yo obtengo la idea
de ser de cuanto hay, ¿con qué derecho hablaré de algo desconocido,
incognoscible? Luego el ser no limita ni con el ser, ni con el no-ser; lo que vale
como decir que no limita, que es ilimitado, infinito. Pero si es infinito, es uno,
porque no hay lugar para otro. Es, además, eterno, porque ¿qué le precederá?,
¿qué le seguirá? ¿El ser?, ¿el no ser?... Es, asimismo, inmutable, porque ¿de
donde vendría?, ¿A dónde iría?… Y este ser uno, infinito, eterno, inmutable, es
lo que el filósofo de Elea llama Dios; fuera de él nada hay.”
Aquí el libro nos dice que para Parménides la idea de ser es lo más
seguramente conocido. En segundo lugar, la idea de ser, no es un mero
concepto, sino que lo más real y existente de todo. Lo supremamente real,
precisamente porque nada puede ser más que real que el ser mismo. . Es tan
real el ser, que Parménides se pregunta si es posible que existan las demás
ideas que son distintas del ser –como las ideas de justicia, la idea de hombre, la
idea de caballo. Y también se pregunta Parménides si son reales o no las cosas
individuales siempre cambiantes y perecederas que nos muestran los sentidos.
Son tan fugaces que Parménides se pregunta si tienen alguna realidad, o si son
una pura ficción, o si todas las cosas sensibles y perecederas son puras
apariencias, que esconden una realidad más verdadera y existente, que es el
ser.
“Pero ¿es esto posible? Para que todas estas posteriores realidades puedan
existir será necesario que el ser, lo más inmediata y seguramente conocido,
tenga unos límites posibles, porque donde algo es ilimitado no cabe nada más.
Y ¿con qué limitará el ser? ¿Con el ser? En este caso no limitaría, porque nada
limita consigo mismo. ¿Con el no ser? A esto responde Parménides: el no ser,
no es; es imposible, impensable. Si yo obtengo la idea de ser de cuanto hay,
¿con qué derecho hablaré de algo desconocido, incognoscible? Luego el ser no
limita ni con el ser, ni con el no-ser; lo que vale decir que no limita, que es
ilimitado, infinito. Pero si es infinito, es uno, porque no hay lugar para otro. Es,
además, eterno, porque ¿qué le precederá?, ¿qué le seguirá? ¿El ser?, ¿el no
ser?... Es, asimismo, inmutable, porque ¿de dónde vendría? ¿a dónde iría?... Y
este ser uno, infinito, eterno, inmutable, es lo que el filósofo de Elea llama Dios;
fuera de él nada hay.”
R. Para responder a esta pregunta, en primer lugar, hay que entender qué
significa la palabra ‘panteísmo’: ‘Panteísmo’ es aquella postura o opinión
filosófica según la cual Dios es la única sustancia, o sea, la única realidad, y
todas las demás cosas son sólo manifestaciones de esa realidad única que es
Dios.