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Hellucination - Stephen Biro
Hellucination - Stephen Biro
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En memoria de
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INDICE
I. Prefacio……………………………………….5
II. El ID y el Superego están fuera de las sombras…………...11
III. Nacimiento, divorcio y traumas infantiles………………..19
IV. El primer paso de mi infancia al ateísmo………………...29
V. Mal manejo religioso y caminar por el camino equivocado……...35
VI. Entra en el Éter conmigo………………………….49
VII. Fuera de la TV y fuera de mi mente…………………...59
VIII. Video libertinaje y perdida del sueño de los comics…………64
IX. Tú y yo en la biblioteca del Éter…………………….73
X. Realidades alucinógenas y la sombra del comienzo de la búsqueda.78
XI. Tropezó con la creencia y el asesinato…………………84
XII. Morfeo sale, entra la regresión a vidas pasadas y la búsqueda de Dios
madura………………………………………93
XIII. La silla de la resurrección, la esquizofrenia y el yo futuro…....102
XIV. El regreso de Morfeo y la división del ID y el Superego……..111
XV. La búsqueda comienza con un paso a través del nivel de atrocidad
…………………………………………..123
XVI. Él viene y muestra desesperación, alegría, mis últimos poderes y
aislamiento…………………………………....131
XVII. Otro sueño hecho realidad, paranoia y posesión por Dios…….141
XVIII. La musa desenmascarada y Satanás revelado……………..154
XIX. Los monjes visitan la tienda y un niño fugitivo encuentra su
hogar……………………………………….161
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Prefacio
Al darse cuenta de que la convicción religiosa es
fundamentalmente un sistema de símbolos que une lo personal y
lo espiritual, el psicólogo C. g Jung predijo la ocurrencia de una
calamidad moderna de gran importancia.
Entendió lo que la mayoría no podía: que aunque el cristianismo
dominaba el ámbito espiritual, era un sistema de creencias que
solo podía llevar a uno hasta cierto punto. Su respuesta fue
esencialmente abandonar la religión y alentar a los valientes del
alma a buscar lo que él denominó "contacto directo con el
inconsciente". Esta doctrina fue expuesta más tarde en el siempre
popular libro de Joseph Campbell, El poder del mito.
A pesar de su proselitismo entusiasta, ambos hombres eran muy
conscientes de que el contacto directo con el inconsciente de uno
podía ser una experiencia tan abrumadora que podía conducir a la
locura y, lo que es peor, a un desprecio total por un poder superior.
Si el potencial de la convicción religiosa ha de lograr alguna vez
una regeneración del poder espiritual en la medida prevista por
Jung y Campbell, las personas dispuestas a arriesgarse a un
contacto directo con su subconsciente e inconsciente serán
llamadas a brindarnos una narrativa nueva y perdurable que
inspire humanidad con un sentido de esperanza, abriendo el
camino hacia una espiritualidad vibrante divorciada de los cuentos
polvorientos de antaño. Todos debemos dejar de buscar que otros
proporcionen respuestas a las preguntas del mundo. En su lugar,
debemos prestar atención a la llamada del inconsciente para seguir
nuestros sueños y buscar las respuestas por nosotros mismos.
Introducción a Hellucination
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Mirando hacia atrás, creo que todo fue una artimaña para
mostrarnos algo divertido: mostrarnos el país mientras intentaba
compensar la vida sin mamá. Funcionó. Uno de los aspectos más
destacados del viaje ocurrió en Colorado. Subíamos por la ladera
de una montaña por un camino sinuoso que bordeaba unos
acantilados escarpados. Mirando por el costado, no vio nada más
que oscuridad más allá de las barandillas.
Llegamos a la cima, y cuando empezamos a descender por el otro
lado, nos quedamos sin gasolina. Mi papá maldijo y nos dijo que
nos abrocháramos los cinturones de seguridad ya que íbamos a
tener que deslizarnos todo el camino hacia abajo. Estaba extasiado.
Se sentía como si estuviéramos en caída libre por este estrecho
camino de montaña de dos carriles, y me quedé paralizado por la
vista del lado escarpado. Estaba nevando y mi papá comenzó a
contar los marcadores de millas. Llegó al menos a 20 y navegamos
por más de 30 minutos.
Al pie de la colina había un hotel, entramos en el estacionamiento
y nos detuvimos lentamente. Un par de personas salieron
corriendo del hotel y nos dijeron que entráramos rápidamente; un
oso acababa de atacar a un perro en la zona. Esto fue aún más
emocionante que la navegación, y cuando nos despertamos a la
mañana siguiente, nos enteramos de que el oso estaba atrapado
en una jaula que se había instalado durante la noche. ¡Colorado fue
emocionante!
Durante este viaje, formé un conjunto de creencias que
permanecerían conmigo durante mucho tiempo. Estaba en el
asiento trasero de la camioneta cuando le pregunté a mi papá si
creía en Dios. Se dio la vuelta y me dijo, a quemarropa, sin
pestañear ni dejar rastro de una sonrisa en su rostro: "No creeré
en Dios hasta que se me acerque y me toque el hombro".
Yo estaba sorprendido y un poco consternado. Asistí a la iglesia
un par de veces con mamá, pero nunca me explicaron la religión.
Creo que es difícil para los padres explicar la religión o Dios a sus
hijos, preocupados de que puedan joder a los niños con algunas
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elogian (ya les dije que no soy bueno con estas cosas de los
mormones).
El siguiente niño caminó hacia el tanque y continuaron cantando y
alabando. Luego fue sumergido y salvado. No conocía a ninguno
de los otros chicos, y todo parecía raro, pero yo solo era un
estudiante de sexto grado, entonces, ¿qué sabía yo?
El organista tocaba, la gente cantaba y me tocaba a mí marchar
hacia el tanque de agua. El ministro seguía despotricando y yo
quería acurrucarme en una bola de timidez. Caminé tranquilamente
hacia esta bañera de gran tamaño y me paré junto al
ministro/sacerdote/lo que sea mientras esperaba que me mojara.
La música y los desvaríos cesaron. Me tomó por la espalda, puso
su mano sobre mi cabeza y dijo: "¿Tomas a Jesucristo como tu
salvador personal y ahora perteneces a la fe mormona?"
"Lo hago", susurré.
Empezó a murmurar otras cosas y de repente me sumergió en el
agua. No estaba listo porque lo había hecho muy rápido. El agua
subió por mi nariz y bajó por mi garganta y comencé a jadear y
agitarme hasta que él me levantó para declararme salvado.
Pero no lo hizo.
Miró a la congregación, luego a mí y dijo: "No sumergiste todo tu
cabello, así que aún no estás salvado. Hagámoslo de nuevo".
Es muy molesto cuando no eres salvo debido a un error por parte
del clero, pero me quedé allí en silencio. Repitió su perorata de
nuevo y me sumergió por segunda vez. El agua clorada volvió a
subir por mi nariz y volví a agitar los brazos, desesperada por
respirar.
Me levantó y me miró. Se volvió hacia la congregación y dijo:
"Sucedió de nuevo. Tenemos que sumergirlo totalmente para que
pueda ser bautizado por completo".
Entré en pánico cuando me empujó de nuevo bajo el agua. Solo
puedo imaginar lo que la congregación estaba pensando:
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Rara vez recibía regalos, así que corrí con entusiasmo al garaje.
Dentro había un ciclomotor a pedales con un arco en él. Lo miré
confundido.
"¿Qué es eso? "
"Es un ciclomotor, cariño. ¡Tomamos tu dinero y te lo compramos!
Pensamos que tu padrastro podría hacer una compra más
informada y negociar un trato mejor que un niño".
Yo estaba estupefacto.
"¿Tomaste mi dinero y me compraste un ciclomotor? ¿Cómo se
supone que voy a conducir esa cosa con mis amigos en el
bosque?" Era verdad. Estábamos en el boonies, rodeados por
todos lados por tierra, una superficie que no puede ser transitada
por un ciclomotor. Mamá miró a Tom, que estaba empezando a
ponerse un poco descuidado por su última ronda de bebidas.
"Ahora que lo pienso, ¿por qué compraste un ciclomotor?",
Preguntó.
"Bueno, el tipo me convenció. Es ingeniería alemana, ya sabes. De
todos modos, no puedo retractarme ahora".
Hice lo mejor que pude, pero conducir en la nieve era horrible y era
imposible seguir el ritmo de las motos todoterreno y los vehículos
de tres ruedas de mis amigos. Yo era el hazmerreír de las calles,
pero estaba acostumbrado al sentimiento. Y lo que es más, podría
alcanzar las 30 millas por hora y obtener 50 millas por galón.
Vivía al lado de Kevin, y jugábamos béisbol o videojuegos de Atari
en mi casa. Mi familia tenía el único Atari en el vecindario en ese
momento. También teníamos una de las primeras videocaseteras,
ya que mi padrastro la había robado de su lugar de trabajo de
ingeniería en Sears. El VCR y Atari estaban abajo, en el sótano, que
era mi lugar mágico y apartado de videojuegos y programación de
HBO con clasificación R. La vida como estudiante de séptimo
grado parecía el paraíso, y estaba a punto de descubrir un nuevo
pasatiempo en el sótano.
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pequeña poción para que puedas pasar por una puerta demasiado
pequeña. Encontraste el boleto dorado mientras tragabas la
pastilla roja y mientras te mirabas al espejo.
Me tomó diez años escribir este libro. Cinco años fueron de
investigación de psicología y teología. No podría escribir sobre
esto sin una comprensión básica de mi mente y de Dios y de lo que
realmente me sucedió. Pasé otros cinco años escribiendo guiones
y cuentos para perfeccionar mi escritura.
No sé por qué me dieron esta oportunidad, por qué me llevaron al
otro lado. Sé que lo que experimenté, incluido el resultado final,
sigue las expectativas bíblicas totales.
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abastecer toda la tienda. Una vez más, fui muy bueno eligiendo a
los ganadores en la industria de los cómics, comprando múltiplos
masivos de ciertos cómics. Por lo general, subían de ocho a diez
dólares cada uno, y ocasionalmente subían a $30. Mientras nos
sentábamos a fijar los precios, sacó historietas de $30 de mi caja y
libros de tres dólares de la suya. Constantemente decía: "Lo
siento" y "¡Mierda, eso es valioso!" y, "Maldita sea, ¿tienes treinta
de esos?"
No me importaba ninguna asimetría porque solo quería tener mi
propia tienda con mi viejo amigo gordo. Realmente no sabía cómo
administrar un negocio y esperaba aprender de mi socio mayor.
(Te diría el nombre de este tipo, pero no quiero que me demande
un imbécil mezquino. Todavía estoy un poco amargado por todo el
asunto, pero perdono a la rata bastarda. Puedo llamarlo rata
bastarda porque en realidad es un término cariñoso. Él entiende.)
Así que abrimos esta tienda y la mayoría de mis clientes de mi
antigua cadena nos siguió la ubicación. Hicimos una gran
inauguración y la vida era buena; Estaba haciendo lo que amaba y
se notaba.
Mi primera pasión fueron los libros, pero un segundo cercano fue
el cine, cuanto más extremo mejor. Dado que muchas de las
mejores películas eran del extranjero y no se estrenaban en los
Estados Unidos, decidí comenzar a hacer copias piratas de ellas y
ofrecerlas para alquiler y venta en la tienda de cómics. Mis clientes
estaban en el cielo. No solo podían obtener cómics, Cartas de
Magic the Gathering o figuras de Star Wars, sino que también
podían ver las mejores películas de kung fu de Jet Li, anime,
"películas japonesas de violación de tentáculos" y todas las
extrañas películas de terror extranjeras que nunca antes pudieron
encontrar… Construí una de las mejores colecciones de estas
cosas en todo el país.
Mi socio comercial comenzó a hacer crack en la tienda cuando yo
no estaba allí. Tenía amigos que le vendían Xanax y otras drogas,
y él sacó dinero de la caja registradora para pagarlas.
Extrañamente, se estaba volviendo paranoico acerca de mí. Yo
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La silla de la resurrección, la
esquizofrenia y el yo futuro
El próximo fin de semana, decidí hacer lo mismo: ver un par de
videos psicodélicos y terminar con Matrix.
A medida que las drogas se apoderaron, el video se extendió por
todo mi apartamento.
Un destello me envolvió y luego...
Me encuentro en una silla en un inmenso auditorio futurista. Estoy
mirando una enorme pantalla cóncava frente a mí. Me doy cuenta
de que tengo las manos y las piernas atadas a la silla. Las correas
no están demasiado apretadas; se sienten cómodos. Miro
alrededor hasta donde mi cuello se puede estirar y solo veo
oscuridad. Pero escucho ruidos arrastrando los pies detrás de mí.
Entonces la pantalla me llama la atención con algo impactante: Ahí
estoy, en la pantalla enorme. Vivo mi vida normalmente, trabajo
fuera del apartamento, salgo con amigos, me divierto.
Mientras me siento a observar mi vida, noto un anillo metálico
alrededor de mi cabeza que pulsa con un tono azulado. Es casi
como un halo y está pegado a la silla.
Vuelvo a mirar la pantalla y me veo sentado en el sofá, tomando
ácido y preparándome para hacer un par de globos de nitroso.
"Tienes que encontrar las respuestas", le grito a la pantalla. "¡No
te detengas hasta que encuentres las respuestas!"
Detrás de mí, escucho abucheos y silbidos. Estiro el cuello y ahora
puedo ver innumerables formas, como si las personas estuvieran
sentadas en sillas detrás de mí. Puedo escuchar suaves murmullos
de lo que están diciendo: "Se está volviendo consciente de sí
mismo".
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Dios! Si lo hiciera de esta manera, Dios podría ver todo lo que todos
estaban haciendo desde todas las perspectivas. Los animales
estaban en todas partes, desde el microscópico hasta el perro de
la familia. Con ese pensamiento, miré a mi perro, el Sr. Galletas.
Rescaté al Sr. Galletas del refugio humano hace aproximadamente
un año. Era un perro callejero, pero el mejor perro callejero que un
hombre podía tener. Lo llamé porque estaba sentado frente al
televisor. Saltó al sofá, a mi lado. Me estiré y tomé su hocico,
mirándolo a los ojos.
"Probando... 1 2 3," dije. Me reí, preguntándome si así era la
esquizofrenia. "¿Puedes verme?"
Mi perro se alejó y luego me dio la sonrisa más grande que he visto
en un animal. Sus labios se retiraron para parecerse a una sonrisa
humana gigante y cursi.
"¿Acabas de sonreírme?"
El Sr. Galletas saltó del sofá y corrió hacia su bastón que estaba
tirado. Lo recogió con los dientes y saltó hacia la puerta. Se dio la
vuelta y me miró directamente, todavía sonriendo.
Supongo que la cámara de seguridad orgánica de Dios quería jugar
a buscar. Así que jugamos a buscar.
En la oscuridad de la noche, tiré ese palo hasta que mi perro estuvo
cansado y sediento. Lo pasamos muy bien juntos, pero mientras
tanto, me preguntaba si había perdido la cabeza por completo. ¿O
Dios realmente estaba usando los ojos de otros para ver este
mundo? ¿Y si Dios realmente hizo que mi perro diera esa sonrisa
cursi como una tontería cósmica porque descubrí otro secreto
universal? ¿O me estaba volviendo loco lentamente?
Era hora de otra ronda, hora de abrirme a más posibilidades. Si me
volví loco y perdí la cabeza, que así sea. Eché más ácido y preparé
los globos para otra excursión al inframundo.
Metí otra cinta de vídeo con más psicodélicos y subí el volumen
del estéreo. Mi perro descansó a mi lado y se fue a dormir. Cogí
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No puede haber forma de que todas estas personas estén aquí por
mí, creo. Miro a la multitud y noto un patrón: pude ver que la gente
se rebela contra lo que se había convertido Estados Unidos (y lo
que el mundo también). Al escanear los rostros, veo alegría en sus
corazones, pero muerte en sus almas. Veo cada alma y lo que
quiere ser, mientras veo cuán desgarrada y enferma está por vivir
en este planeta. Mi mente comienza a ahogarse.
Veo a varias personas sacando nitroso de pequeñas pistolas
presurizadas. También veo globos a lo lejos, flotando. La gente
también se lleva bien con ellos.
"¿Qué diablos fue de mí?" es todo lo que puedo pensar.
Me acerco al soporte del micrófono y lo quito. La gente de repente
deja de moverse. La música techno se detiene y noto una banda
detrás de mí. Empiezan a tocar. Es un sonido pesado, pero no
demasiado autoritario. Levanto el micrófono a mis labios y solo lo
mantengo ahí. Veo pantallas enormes a mi izquierda y derecha, y
veo monitores debajo de mí. Muestran escenas de otras salas y
otros estadios de todo el mundo.
Estoy nervioso, pero Stephen en el escenario no lo está. Está listo
para escupir fuego y con toques de estilo que me hacen mirarlo de
manera cuestionable. Veo varios parches de azufre. La música
metal va a un ritmo constante y lento mientras las palabras fluyen
de mí.
"Bienvenidos, hijos míos. Os doy la bienvenida con los brazos
abiertos y el corazón abierto".
La multitud corea: "¡Y les damos la bienvenida!"
"¡Hoy es el día! ¡Es el catorce de julio de dos mil veintiuno! Son las
siete, catorce, veintiuno. Siete más catorce es igual a veintiuno. O
qué tal veintiuno menos siete es igual a catorce. Ahora, catorce
menos siete es siete. Y tome julio, que es el séptimo mes,
multiplíquelo por el número inicial del siglo y obtendrá catorce.
¡Siete más catorce son veintiuno! ¡Tres sietes! Lo miras: es
divisible, se puede restar, se suma y se multiplica. Hacia atrás o
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dio una tercera parte, unos $10,000 para ayudar. Y lo hizo. Podría
comprar muchos DVD nuevos para la tienda. Poco a poco le pagué
a mi mamá a medida que pasaban los años. Como mamá era
bastante pobre, el préstamo fue un gran problema para ella y para
mí.
El Hombre y yo construimos la tienda de un sueño a una realidad.
Cuando terminamos, decidimos celebrar. Di gracias a Dios por la
ayuda y por la iniciativa.
El Hombre sacó una bolsa de hidro y yo quería celebrar. Solo había
fumado un poco de marihuana mientras trabajaba en la tienda, así
que estaba listo para relajarme y joderme. El Hombre abrió un
paquete lleno de Crippy. Lo fumamos y luego hicimos un par más.
Cuando tomé la última calada de marihuana, manteniéndola en mis
pulmones para sacar todo de ella, me golpeó como una tonelada
de malditos ladrillos: vergüenza, culpa, pecado, lujuria, infierno. Mi
ID, mi diablo personal me gritaba al oído. No podía disfrutar del
zumbido, porque mi propia mente estaba tratando de destruirme.
"¿Qué pasa tío?" preguntó el Hombre.
"¡Se siente como si me estuviera volviendo loco!"
"No te preocupes. Estás paralizado, amigo. Te calmarás".
"No, esto es diferente. Nunca antes había tenido un problema con
la marihuana"
"Sí, lo sé. Nunca te he visto enloquecer sin importar qué tipo de
droga sea".
Ahora, El Hombre sabía que había conocido a Dios. Se lo había
dicho a todo el mundo en ese momento. Muchos amigos me
descartaron como un tonto. Algunos escucharon, luego lo
encontraron demasiado pesado para continuar. ¿Otros? Bueno, he
salvado un alma aquí y allá.
"¡Escucho voces, amigo, y me están jodiendo!" Le dije al Hombre
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Miró con odio en mi alma desde las llamas psicodélicas. Miré hacia
atrás, petrificado.
Sus ojos resplandecían como agujeros negros incoloros que
atraían mi esencia misma hacia mí, a él. Su barba oscilaba y
cambiaba. Su cabello se agitó como si estuviera vivo, y su rostro
se transformó en algo que podía ver, pero no podía entender.
Sentí un espasmo interno. Mi personalidad se rompió como un
gran espejo, y las piezas vivas se separaron unas de otras. Era
como si cada parte de mi alma fuera una entidad separada tratando
de escapar del marco de la imagen que era yo.
Dijo de nuevo: "¡Debes matarte por tu Dios!"
Mi mente continuó dispersándose. Cada aspecto de mí corrió en
maneras anormales de escapar. Podía sentirme despojado de toda
característica y salvaguarda que había construido desde el
comienzo de mi vida. Mi alma quedó expuesta.
Mi ego o cualquier parte de mi falsa personalidad se había ido. Yo
estaba realmente solo. Lo que quedaba de mí se aferró a lo que
sabía o creía. Tratando de descifrarlo, mi mente se aferró a las
palabras que me dijeron: "¡Debes matarte por tu Dios!"
Mi mente se apoderó de este pequeño hecho, miré a los ojos del
Diablo y le dije: "¡Mi Dios nunca me pediría que matara! Mi Dios
nunca me diría que me suicidara. ¡Tú no eres mi Dios! ¡Yo puedo
ver a través de ti lo que realmente eres!"
La entidad gimió, se retorció y giró mientras la ira brotaba de ella
como un derviche giratorio.
Mi corazón se detuvo. Un estampido sónico. Esta realidad
comenzó a perseguirse a sí misma. El infierno se calmó y la
normalidad regresó a mi lugar. Yo vio la última de las llamas
multicolores filtrarse en las grietas de todo. El olor a quemado de
mi carne y mis alrededores todavía flotaba a mi alrededor.
Me encontré sentado en el sofá. Globos vacíos y cartuchos de
Whip It estaban esparcidos por el suelo de la sala de estar. Me
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Mateo 7:7-12.
"Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá la
puerta. 8. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra;
y al que llama, se le abrirá la puerta y será abierta".
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El laberinto de la Vanidad
No sabía dónde me encontraba, porque estaba perdido.
Me he perdido físicamente, me he perdido emocionalmente y
ciertamente me he perdido espiritualmente. No estaría en este viaje
si no lo hubiera hecho.
Pero el tipo de pérdida que encontré allí significaba que todo
estaba perdido.
Sin esperanza, sin vida. La esperanza y la vida son todo lo que
tenemos, y me las quitaron. Perdí todo lo importante para mí y me
encontré en un lugar al que sabía que pertenecía, y era diferente.
Crees que el infierno es un lugar al que estás exiliado y desterrado.
Pero es un lugar que te recibe con los brazos abiertos. Te toma por
lo que eres. Te lleva y te deja hundirte en el fango de lo que
realmente quieres.
Empecé a notar un patrón en el Infierno que me empezó a enfermar.
Lo vi en los rostros de las almas cuando comenzó a hacerse
evidente en todos los que estuvieron aquí el tiempo suficiente.
Todas las almas que se apartaron de Dios obtuvieron exactamente
lo que querían. Sus pecados se magnificaron cien veces, y al
principio están agradecidos por un suministro interminable de lo
que creen que quieren. Pero tenerlo todo realmente no les da lo
que quieren. Mucho sexo, comida o riqueza simplemente hace que
un alma se dé cuenta de que hay más por ahí.
Vi los pecados por lo que realmente son: virtudes que pueden
llevar a los vicios. Entonces, por supuesto, los vicios pueden
conducir a peores vicios. Vi la composición real de la virtud y los
pecados que nos sobrecargaron como seres humanos. Dejamos
que el pecado intervenga y tome el control de nosotros, incluso
cuando pensamos que estamos haciendo virtud. No tuve mucho
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Me volví hacia la entrada del túnel y esperaba ver una luz o algo
que me había guiado desde el laberinto, pero no había nada.
Tratando de pensar cómo funcionan las cosas en el Infierno, cerré
los ojos y miré a mi alrededor, a todas partes.
Vi una nueva luz que no estaba allí antes. Esta vez fue una mancha
roja. Brillaba en la dirección por la que había venido, y lo miré
durante un tiempo razonable, pensando.
Me decidí, abrí los ojos y me di la vuelta hacia la entrada del túnel.
Caminé hasta la puerta de entrada, hacia la piedra fría y estéril.
No sabía qué había al otro lado de ese túnel, pero tenía encontrar
mi lugar en el Infierno, o encontrar mi camino a través del Infierno.
Tampoco sabía si me estaba muriendo o si ya estaba muerto. Mi
mente recordaba mi visitación de Dios, así que tal vez esto es algo
que Él quería mostrarme, algo que necesitaba saber.
Todo lo que sabía era que tenía que seguir adelante. Empecé a
caminar. Mi alma Cambió y sentí algo que había sabido antes pero
que nunca había querido reconocer. Sentí que otro de mis mayores
pecados trepaba por mis vértebras, tal como lo había hecho
cuando anidaba en mi cabeza mil veces antes. Tomé una
respiración profunda, posiblemente la respiración más profunda
jamás tomada en el Infierno. Crucé el umbral y salí del Laberinto de
la Vanidad.
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La cueva de la Pereza
Pasé la puerta de entrada a lo que ya sabía, pude sentirlo en mis
huesos, porque me dio un sabor metálico en la boca cuando di mis
primeros pasos. Mis oídos comenzaron a sonar y mi boca se secó.
Di un par de pasos más y el zumbido se extendió a mi cabeza. El
sabor metálico se convirtió en canela, que sabía bien. Mis huesos
comenzaron a aligerarse y me sentí mejor a medida que cada paso
me hacía más profundo. Mi boca comenzó a producir saliva
nuevamente y me sentí normal nuevamente.
Caminé y troté por el túnel y me sentí bien, me sentí bien. Era
diferente a todo lo que había sentido antes, incluso cuando estaba
vivo en la tierra.
Sentí como si perteneciera y como si estuviera yendo a donde
debía. Simplemente marché al ritmo de un tambor que nunca antes
había escuchado.
Pero mientras caminaba hacia mi destino, mi mente comenzó a
molestarme. De alguna manera se sentía "espacioso" en mi cabeza.
Algo no estaba bien, pero aun así seguí adelante.
En el transcurso de 20 pasos, comencé a notar algo. No podía
señalarlo con el dedo, pero podía sentirlo. Mis pensamientos
corrían a un millón de millas por hora, pero mi cuerpo actuaba
como si fuera a una velocidad normal. Entonces mi cuerpo ni
siquiera manejaba la velocidad normal. Apenas me movía.
Mis pasos iban en cámara lenta mientras mi mente estaba más
rápida que nunca. Las ideas y los pensamientos se abalanzan unos
hacia otros y chocan contra el reino del tiempo y el espacio que
llamo mi mente. Nunca ha corrido tan supersónicamente en
relación con mi cuerpo.
Traté de pensar más lento, comparándolo con mi cuerpo. Tropecé
y luego caí lentamente hacia adelante, pero mi mente produjo
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envidiaba. Sabía lo que debía hacer. Tal vez, solo tal vez podría
salir de allí.
Las almas de abajo se arrastraron y empujaron bruscamente una
alrededor de la otra, sin preocupándose por cualquier cosa
excepto por aquellos que fueron elevados a algo más allá de ellos.
Los pedestales se movían bajo los pies de los envidiados, la luz
brilló sobre ellos como estrellas de rock, y las almas debajo,
muertas hasta hace unos momentos, ahora oraban a sus pies.
También rogaban y querían hacer cualquier cosa para ser elevados.
Me volví y busqué una salida, y creo que la vi. Recé para que fuera
la salida. Pasé por encima de las masas acurrucadas, que nunca
se dieron cuenta de que eran tan buenos, o incluso mejores, que
las personas que ponían en los pedestales.
Cuando pasé por uno de los pedestales, finalmente miré de cerca
un alma elevada. Eché un vistazo para ver qué era tan envidiable
en él, e inmediatamente pude sentirlo en mis huesos. Este hombre
era mejor que yo. Tenía una casa más grande, mejores hijos y su
esposa era hermosa. Es más, lo hace exactamente lo que quiere
como trabajo. Tenía pastel, e hizo una fortuna, dándole vacaciones,
amantes y el Sueño Americano. Pasé junto a él hacia la siguiente
alma en un pedestal.
Su pedestal era incluso más alto que el del hombre. A medida que
me acercaba, podía sentir una reacción psíquica de su golpe contra
mí. La envidia era aún peor. Su vida consistía en hijos perfectos,
una vida perfecta, y siempre le daba a su marido más de lo que
pedía. Ella estaba allí para todas las fiestas infantiles, haciendo lo
que quería y al mismo tiempo siendo la cabeza de familia. Era
perfecto en todos los sentidos. Era talla uno, sus zapatos eran talla
dos y eran Gucci. Todo en ella gritaba que lo había logrado. Nadie
podría acercarse a su libido, su cercanía con su familia, su amor
por su esposo o las tareas que realizaba mientras trabajaba como
actriz a tiempo completo.
Al menos, eso es lo que todos vieron y creyeron. La envidia
carcomía las entrañas de todos a su alrededor.
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pesar de que la tenía en mi mano y tenía que lidiar con los fuegos
del Infierno. Todavía me quedaba a mí averiguar y crecer en la
creencia y la fe, como a todos nosotros.
Cuando el predicador callejero dijo aleluya, sonreí y me alejé.
Han pasado años desde que esto sucedió. He escrito guiones de
películas, preparándome para escribir este libro. Aprendiendo todo
lo que puedo y viviendo la vida lo mejor posible. He estado
intentando y fallando miserablemente. El hecho de que encontré al
Señor y bailé con el Diablo no significa que el Diablo no siga
luchando por mí. Todo lo contrario. El Diablo probablemente esté
peleando por mí diez veces más que antes. Hago lo mejor que
puedo, pero lo mejor que puedo nunca está a la altura de los
estándares del Señor, y es por eso que tengo que tener un
sacrificio por el pecado.
Antes de separarnos, quiero contarles lo que creo que realmente
me sucedió.
Sé que me encontré con algo que trató de engañarme, desviarme y
asustarme mientras usaba a las personas en mi vida para hacerme
perder la esperanza y hacerme creer en algo falso. Hizo esto
mientras se disfrazaba de ángel e incluso de Dios. Esa cosa casi
hizo que me suicidara. Solo entonces me rendí y simplemente viví
sin dejar de admirar al Señor. Y fue entonces cuando Él vino a mí,
ya sea el Señor mismo o un ángel. Se me habló sólo a través de la
Biblia, la palabra de Dios. Cuando me fue dicha la palabra del Señor,
me sobrevino pavor y horror al enterarme de mis pecados y darme
cuenta de que era malo por las palabras del Señor.
Hace diez años, pensé que me había ido al infierno. Si me
preguntas hoy, todavía podría decirte que lo hice. Pero después de
diez años de pensar, analizar y reflexionar sobre a dónde fui, tengo
también otras reflexiones al respecto. En vez de Demonios, tal vez
el Señor solo me estaba mostrando lo que Él ve como nuestra
naturaleza pecaminosa. Tal vez acabo de ver los pecados como
son naturalmente para el Señor. Pero entonces de nuevo…
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