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América Latina y la Unión Europea: oportunidades, riesgos y necesidad de una


relación renovada

Chapter · May 2023

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José Antonio Sanahuja


Complutense University of Madrid (ror.org/02p0gd045)
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Informe
Iberoamérica 2023
América Latina y Europa:
más allá de la Cumbre
POLÍTICA EXTERIOR Y DE SEGURIDAD

No. 8 / 2023
Informe
Iberoamérica
2023
América Latina y Europa:
más allá de la Cumbre

Marcos Criado De Diego, Daniel Gayo Lafée,


Marisa Ramos Rollon, Erika Rodríguez Pinzón,
Lorena Ruano y José Antonio Sanahuja

FUNDACIÓN ALTERNATIVAS
Informe
No. 08/ 2023
Prefacio 8
por Alicia Bárcena

Prólogo 12
por Érika Rodríguez y Vicente Palacio

CAPÍTULO 1

América Latina y la Unión Europea 22


por José Antonio Sanahuja

CAPÍTULO 2

La agenda ambiental y de transición energética 48


por Lorena Ruano

CAPÍTULO 3

La cooperación anticorrupción 68
por Marcos Criado

CAPÍTULO 4

Una nueva etapa de cooperación 90


por Marisa Ramos

CAPÍTULO 5

Relaciones económicas y comerciales 110


por Daniel Gayo

CAPÍTULO 6

La seguridad en la relación Euro-latinoamericana 134


por Erika M. Rodríguez Pinzón

Biografías 160
1
América Latina
y la Unión Europea
Oportunidades, riesgos y necesidad
de una relación renovada

por JOSÉ ANTONIO SANAHUJA

23
El objetivo principal de este
artículo es analizar como la
UE y ALC pueden desempeñar
un papel crucial en la
recuperación pospandemia
y la "triple transición" hacia
una economía más sostenible,
digital e inclusiva.
Partiendo del análisis
de la interrupción del
diálogo político y la
cooperación entre
la Unión Europea
(UE) y América
Latina y el Caribe
(ALC) desde 2015,

24~25
debido a diversos factores el ar-
tículo destaca la necesidad de
una relación política renovada
entre las dos regiones, basada
en los principios de la autono-
mía estratégica y los valores de-
mocráticos, para enfrentar los
desafíos del siglo xxi, incluidas
las crisis de la globalización,
el Antropoceno y una nueva
revolución tecnológica.
Con este fin, se plantea la
necesidad de intensificar el
diálogo político de alto nivel,
modernizar y completar la
red de acuerdos comerciales
y de asociación, buscar líneas
de alianza en torno a priorida-
des compartidas y colaborar
en la promoción de la paz, la
democracia y los derechos hu-
manos. Asimismo, se enfatiza
la necesidad de combinar la
apertura co-
mercial con
estánda-
res am-
bientales,
sociales
y de go-
bernanza
más estrictos

26~27
y asegurar que
los proyectos
de inversión
respondan a
las deman-
das y nece-
sidades de
desarrollo de los
países latinoamericanos.

PALABRAS CLAVE: Pospandemia, economiá sostenible, globaliza-


ción, Unión Europea, América Latina y el Caribe.
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

1. DOS REGIONES Y UNA RELACIÓN cana (SICA), o la Comunidad andina de


INTERREGIONAL EN SUSPENSO Naciones (CAN) (Söderbaum y Hettne,
2005; Domínguez, 2015).
El diálogo político regular y la coo- Estas relaciones se explican a partir
peración en distintos ámbitos con los de una agenda de intereses específicos,
principales actores internacionales son pero también han tenido una visible di-
elementos que definen a la Unión Euro- mensión normativa: el interregionalis-
pea (UE), más allá de sus Estados miem- mo puede explicarse como expresión de
bros, como un verdadero actor global. En lógicas funcionales de priorización y or-
el marco de las relaciones exteriores de ganización de agendas, o de equilibrios
la UE, esa actividad se despliega a través de poder, en busca de la diversificación
de distintos canales: de manera indivi- de relaciones y una mayor autonomía
dualizada con los principales socios es- relativa de las partes. Pero el interregio-
tratégicos (diálogos bilaterales entre la nalismo es también la expresión de una
UE y Estados Unidos, China, Canadá o visión normativa. De matriz cosmopo-
Japón); a través de la política de vecin- lita, en la que los grupos regionales se
dad, en aras de la estabilidad de su en- configuran como componentes modu-
torno geográfico más inmediato; y, con lares (building blocks) para definir las
el resto del mundo, se ha optado por reglas y las agendas de la gobernanza
el interregionalismo; esto es, por rela- global a partir de afinidades ideacionales
ciones región a región en las que la UE y de identidad, y de valores compartidos
privilegia la interlocución con organi- (Roloff, 2006; Sanahuja 2007; Torres y
zaciones o mecanismos de concertación Daza, 2023).
regional, a través de las cumbres de jefes En ese contexto, que el diálogo po-
de Estado y de gobierno entre la UE y la lítico birregional entre la UE y CELAC
Unión Africana, el proceso euromedi- haya estado interrumpido y en suspen-
terráneo, las cumbres UE-Asia (proceso so desde 2015 es preocupante y, desde
ASEM), o, en el caso que nos ocupa, las luego, bastante anómalo. Se han man-
cumbres entre la UE y la Comunidad de tenido las acciones de cooperación y las
Estados Latinoamericanos y Caribeños negociaciones comerciales han seguido
(CELAC). Este mecanismo es compatible su curso, pero desde ese año no ha sido
con relaciones bilaterales con países de posible celebrar un encuentro de jefas y
mayor trascendencia –por ejemplo, las jefes de Estado y de gobierno, al no ha-
“asociaciones estratégicas” que la UE ha berse convocado en 2017 la cumbre que
establecido con México y con Brasi–, y ese año debería haber organizado la pre-
diálogos subregionales específicos con sidencia pro-témpore de CELAC. Ahí ra-
los grupos de integración de Latinoa- dica, justamente, una de las razones de
mérica y el Caribe, como el Mercosur, el esa interrupción. En diciembre de 2020,
Sistema de la Integración Centroameri- con motivo de la pandemia, solo pudo

29
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

celebrarse una conferencia ministerial cabe inferir que en este periodo son aún
virtual, y lo que tenía que haber sido una mayores. El sistema internacional está
cumbre birregional en 2021 —esa era la atravesando una etapa de crisis sistémi-
aspiración inicial— al final se vio redu- ca, que pone en tensión sus bases mate-
cida a una modesta reunión virtual de riales y sus instituciones y normas, tanto
presidencias pro-témpore de organis- las de carácter constitutivo como regu-
mos regionales en diciembre de ese año. latorio. La crisis de la globalización y del
El interregionalismo exige, como orden internacional desafía las estructu-
premisa básica, un mínimo de cohesión ras sociales y económicas tanto en la UE
y agencia de cada uno de los grupos re- como en América Latina y el Caribe, y
gionales implicados, lo que Bretherton reclama a ambas una redefinición de los
y Vogler (2006) llaman la “condición de patrones y estrategias de inserción inter-
actor” o actorness de un grupo regional. nacional, de las políticas exteriores y de
Esos mínimos no se han dado en CELAC desarrollo de todos los actores, y de sus
debido a la crisis de ese grupo de con- asociaciones y vínculos internacionales.
certación, y, en general, del regionalismo Para describir ese escenario ha em-
latinoamericano, a causa de las fracturas pleado el término “policrisis”. Alude a
políticas e ideológicas entre los países una realidad de crisis simultáneas, que
del denominado “bloque bolivariano”, y se retroalimentan negativamente entre
un proceso de contestación, igualmente sí, y que exigirían una respuesta glo-
ideologizado, por parte de nuevos gobier- bal y omnicomprensiva, pero que, por
nos liberal-conservadores y de derecha efecto de la crisis misma, no es posible
en países clave de América Latina. Hito plantear (Morin y Kern, 1999: 74; Tooze,
clave de ese proceso, aunque no el único, 2022). Siendo un término sugestivo, su
es la decisión del gobierno de Jair Bolso- utilidad analítica es limitada al no remi-
naro por la que Brasil dejaba de ser par- tir a un análisis causal que problemati-
tícipe de CELAC para evitar así coincidir ce los factores estructurales que darían
con los gobiernos de Venezuela, Cuba o origen a esas crisis simultáneas, y eludir
Nicaragua (Sanahuja, 2022b). Este factor la cuestión del poder. Al menos desde la
es clave para explicar la interrupción del crisis financiera de 2008, el sistema in-
diálogo político entre ambas regiones. ternacional en el que se insertan la UE y
América Latina atraviesa, más bien, una
crisis de la globalización, entendida ésta
2. UN ESCENARIO DE como la estructura hegemónica que ha
CRISIS E INTERREGNO dado forma al orden internacional en
las últimas décadas. Se trataría de una
En cualquier otro momento la falta de verdadera “crisis orgánica”, en el senti-
diálogo político entre la UE y CELAC do gramsciano del término, en la que el
habría tenido importantes costes, pero orden hegemónico antes vigente se tor-

30
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

na disfuncional y se ve crecientemente que dio paso a un periodo de espectacu-


contestado. Ello daría origen a una lar- lar crecimiento económico y a los pactos
ga etapa de “interregno” –otra expre- sociales de posguerra, o el posfordismo,
sión utilizada por ese autor– en la que sobre el que se asentó el no menos extraor-
“lo viejo no termina de morir y lo nuevo dinario ciclo de transnacionalización pro-
no puede nacer”, y en la que aparecen ductiva, ascenso de los países emergentes,
fenómenos políticos “mórbidos” que an- y, como ilustra el caso de China, sus logros
tes eran difíciles de imaginar, como la en materia de reducción de la pobreza y
aparición de nuevos autoritarismos, o de ampliación de clases medias en el mundo
apuestas geopolíticas de alto riesgo que en desarrollo. Como en momentos ante-
hacen más inseguro e inestable el siste- riores, los avances tecnológicos generan
ma internacional (Sanahuja, 2017; Babic, cambios profundos en las relaciones en-
2020; Sanahuja, 2022b). tre el Estado, el capital y el trabajo, que
¿Cómo caracterizar esa crisis de glo- también ponen en cuestión los pactos
balización y esa etapa de interregno? Par- sociales vigentes. Aunque hay grandes
tiendo de sus fundamentos materiales diferencias por países, cabe identificar
últimos, la globalización supone patro- algunas tendencias sociales comunes, en
nes de producción y consumo que no son cuanto a demandas crecientes de protec-
universalizables, lo que determina sus ción al Estado frente a la incertidumbre
límites materiales y, sobre todo, socia- laboral, la precariedad, las desigualdades
les y políticos. La emergencia del Antro- y la inseguridad vital, y la merma de opor-
poceno, y especialmente la emergencia tunidades para la siguiente generación,
climática y la pérdida acelerada de bio- y también desafección y desconfianza en
diversidad –una nueva “gran extinción”– ascenso ante las instituciones y las elites,
comportan ya una radical redefinición como ponen de relieve las encuestas sobre
de la economía, la política y los pactos satisfacción y confianza en la democracia
sociales, tanto con las generaciones pre- que se elaboran en ambas regiones.
sentes como futuras. La crisis ambiental, Estos procesos, que reflejan cam-
en suma, debe ser reconocida como una bios de alcance sistémico, se han visto
crisis ecosocial que requiere de respues- agravados o acelerados por coyunturas
tas sistémicas nunca ensayadas. críticas cuya temporalidad y alcance
A ello se suma la aparición de una remiten a lo inmediato. Al menos cabe
nueva revolución tecnológica, cuyo alcan- citar tres de esas “crisis dentro de otra
ce, aún por elucidar, está dando paso a crisis”: en primer lugar, la crisis finan-
un nuevo ciclo productivo y de reorgani- ciera de 2008, que mostró los límites de
zación de la economía política mundial. un capitalismo altamente transnaciona-
No es aventurado afirmar que, por su pro- lizado y financiarizado, que tras más de
fundidad y alcance, es comparable a otros una década de intervenciones masivas
ciclos de longue durée como el fordismo, de los bancos centrales no termina de

31
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

ser resuelta. En segundo lugar, la pan- esos retos al proponer “una Europa que
demia del COVID-19. Si bien esta se pre- protege”. Pero ese llamado no dio lugar
senta como un choque exógeno, debe una respuesta estratégica ni frente al
entenderse también como expresión de reto productivo basado de la automatiza-
riesgos globales, que a su vez se ven agra- ción y la digitalización, ni al reclamo de
vados por las condiciones socioeconó- las sociedades europeas en materia de
micas preexistentes, y por la debilidad protección social. Por otro lado, el avan-
del multilateralismo y las organizacio- ce de los partidos verdes y la asunción
nes internacionales para orquestar la de la agenda ambiental por los partidos
acción colectiva. En tercer, lugar, la in- mayoritarios mostraban también que la
vasión rusa de Ucrania, una guerra insó- necesaria renovación del contrato social
lita, cuyo origen y desarrollo ha estado debía incluir la emergencia climática.
lleno de acontecimientos inesperados, No es hasta el nuevo ciclo político en las
de desenlace incierto y de efectos globa- instituciones de la UE, en 2019, que se
les –inflación, escasez, disrupción de ca- tratado de responder a esos retos a través
denas de suministro, entre otros–, que de dos ejes de cambio: el Pacto Verde Eu-
puede ser considerada una verdadera ropeo y la búsqueda de “autonomía es-
“guerra de interregno”. Por ello ilustra, tratégica”. El Pacto Verde Europeo deja
de manera extrema, la erosión del orden atrás el enfoque sectorial de la política
internacional vigente y el mayor riesgo ambiental y del clima para convertirse
geopolítico de esta etapa (Rodríguez en la matriz económica y social de la UE
Pinzón, 2022). en su conjunto. Es un acuerdo político
¿Por qué es relevante caracterizar este entre socialdemócratas, centroderecha,
escenario? Comporta retos societales de liberales y verdes, basado en la asunción
alcance histórico y una respuesta trans- de la agenda ambiental, de un nuevo mo-
formadora de las estructuras económicas delo productivo e industrial, centrado en
y sociales, de forma que sean sostenibles la descarbonización y la sostenibilidad, y
y justas, a través de la renovación del con- del compromiso con la protección de la
trato social. Esto último es condición sociedad, que de otra manera se dejaría
necesaria, además, para sostener y revi- en manos de la ultraderecha.
talizar la democracia, de manera que sea Lejos de haber supuesto un retroceso
justa e inclusiva y responda así a expec- sobre esas metas, la pandemia y la guerra
tativas y demandas insatisfechas. Ambas de Ucrania han sido un acelerador del
regiones, con distinta intensidad, están cambio, al exponer la vulnerabilidad de
trazando y ensayando las políticas con la UE ante la irrupción de crisis sanita-
las que el interregno habrá de enfren- rias y de la geopolítica en las cadenas de
tarse (Pezzini, 2022). suministros, rápidamente subordinadas
Tras la crisis del euro, la Comisión a lógicas securitarias y de poder, e inclu-
Juncker ya había reconocido en 2016 so susceptibles de uso como herramienta

32
América Latina y Europa,
con distinta intensidad, están
trazando y ensayando las
políticas con que las que habrá de
enfrentarse el interregno.
– PEZZINI, 2022

33
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

coercitiva (weaponisation) (Pisani-Ferry, ciudadana en las instituciones y crisis de


2021). Así, la respuesta de la UE a la pan- representación, cuestionamiento de la
demia, a través del programa de recupe- captura de las políticas por parte de las
ración transformación y resiliencia, del élites, y deterioro de la esfera pública y la
endeudamiento común, y de los recursos deliberación democrática (Corporación
de NextGeneration EU, apunta en esa Latinobarómetro, 2021). Sin respuestas
dirección transformadora. Con ello, la adecuadas, se agravarán las fracturas so-
UE asume que se ha entrado en una nue- ciales, lo que complica la reformulación
va fase de desglobalización y repliegue del contrato social, abonando el terreno
de las cadenas productivas, por causas para el ascenso de fuerzas autoritarias y
tanto tecnológicas como geopolíticas. de revueltas sociales.
Opta por una estrategia de crecimiento La pandemia también ha mostrado
y creación de empleo que no renuncia a la profundidad de la crisis de las organi-
las exportaciones, pero estará más cen- zaciones regionales, y el retraimiento o
trada en el propio mercado interior. Ese ausencia de México o Brasil, tradiciona-
modelo habrá de ser más resiliente ante les líderes regionales. Todo ello reduce la
disrupciones de las cadenas de suminis- agencia y capacidad de la región como
tro globales y, con ello, contribuirá a la tal en un escenario de mayor tensión
autonomía de la UE como actor global. geopolítica global, en el que a menudo
La invasión de Ucrania, finalmente, ha se asume que los actores clave para un
hecho converger tres lógicas para acele- futuro de competencia estratégica, eco-
rar la transición ecológica en favor de las nómica y tecnológica, y para la gestión
energías renovables: la de sostenibilidad de crisis regionales, más que Europa, se-
ambiental; la de competitividad, ante las rán China y Estados Unidos (González et
tensiones inflacionarias de los combus- al., 2021; Schenoni y Malamud, 2021).
tibles fósiles; y la de seguridad y autono- Así, para América Latina la recupe-
mía estratégica (Sanahuja, 2022a). ración pospandemia significa también
América Latina, por su parte, tam- impulsar una recuperación socioeconó-
bién sale de la pandemia con mayor mica inclusiva y transformadora, a través
vulnerabilidad ante el nuevo golpe que de una transición verde, productiva y
supone la guerra de Ucrania y sus conse- digital justa, y revitalizar la democracia
cuencias económicas y sociales, con un y la confianza ciudadana en las institu-
espacio fiscal reducido y mayor endeu- ciones para reconstruir el contrato so-
damiento. Esto ocurre, además, en una cial. Como ya están planteando algunos
región de “sociedades enojadas” (Resina, de los nuevos gobiernos progresista de
2020), en la que ya existía un elevado la región, recuperación transformadora,
grado de descontento e insatisfacción renovación democrática y cooperación
con el funcionamiento de la democra- e integración regional serían los com-
cia y las políticas públicas, desconfianza ponentes de una estrategia que permita

34
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

que la región pueda salir de esta crisis cia, la equidad y las sociedades abiertas
mejor preparada para encarar los retos en un momento, en ambas regiones, de
societales del siglo xxi. gran desconfianza ciudadana y creciente
presencia de fuerzas iliberales, autorita-
rias y de extrema derecha.
3. 2023: RACIONALIDAD RENOVADA En tercer lugar, la relación birregio-
Y VENTANA DE OPORTUNIDAD PARA LA nal debiera definir estrategias novedosas
RELACIÓN BIRREGIONAL de asociación económica y comercial y
de cooperación para afrontar retos de
Estos elementos son determinantes para desarrollo de ambas regiones, los que
las relaciones entre América Latina y Eu- ya existían y los que ha generado el CO-
ropa: interpelan a la racionalidad y objeti- VID-19, que ha supuesto un duro golpe
vos de la relación birregional. Es necesario a la cohesión social en sociedades ya
reevaluar los motivos de esa relación, y en- marcadas por las desigualdades profun-
contrar un nuevo o renovado argumenta- das, y que se entrecruzan. Se trata de es-
rio o narrativa que sustente la renovación tablecer alianzas para el desarrollo que
de las relaciones. Hay tres ideas fuerza impulsen una recuperación transforma-
sobre las que ha de descansar esa racio- dora para promover una “triple transi-
nalidad renovada: en primer lugar, que ción” societal: digital, verde y, también,
esas relaciones deben fortalecer y ampliar social, que han de ser transiciones justas
conjuntamente la autonomía de ambas y que actúen como palanca para impul-
regiones ante un mundo de creciente ri- sar las metas de la Agenda 2030.
validad geopolítica, pero aún necesitado Ambas regiones son conscientes de
de gobernanza, reglas y certidumbre (Ro- que entre 2022 y 2023 se ha abierto una
dríguez Pinzón, 2022). Sobre esta cuestión ventana de oportunidad, quizás única,
la UE ha acuñado el concepto, aún en de- para esos objetivos, aunque ello también
bate, de autonomía o soberanía estratégi- ha planteado, como se mencionará, nue-
ca (Verdes-Montenegro, 2022), y América vos riesgos que pueden obstaculizarla.
Latina se debate entre la búsqueda de Por un lado, desde 2020, con la presiden-
autonomía regional y el no alineamiento cia pro-témpore de México y la posterior
activo (Bywaters et al. 2021). Es importan- de Argentina, América Latina y el Caribe
te precisar que para ambas regiones ello comenzó a recuperar CELAC. Aunque
no implica un repliegue defensivo, sino la autolimitada a agendas funcionales, da-
construcción de asociaciones entre socios das las fracturas políticas que aún exis-
confiables, que amplíen sus márgenes de ten, supone el retorno de un espacio de
maniobra al tiempo que contribuyen a concertación política y una capacidad
sostener la gobernanza global. de interlocución regional con el exterior
En segundo lugar, esa asociación ha antes ausente, sin la que la relación con
de contribuir a fortalecer la democra- la UE estaba limitada de antemano. La

35
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

elección presidencial de Luiz Inácio Lula tea una visión extractivista del desarrollo
da Silva en Brasil, y el inmediato retorno y los vínculos birregionales.
de ese país a CELAC supone el pleno res- Este particular alineamiento favora-
tablecimiento de ese grupo regional. ble de los astros lleva a la celebración,
En segundo lugar, la necesidad de en octubre de 2022, de una conferencia
relanzar las relaciones birregionales ya ministerial UE-CELAC, por primera vez
se había planteado en las instituciones desde 2018, que tras un intenso trabajo
europeas, con el impulso de algunos Es- diplomático aprueba la “Hoja de Ruta
tados miembros, especialmente España, birregional UE-CELAC”1, con un amplio
y del alto representante para Asuntos programa de trabajo para revitalizar las
Exteriores y Política de Seguridad, Jo- relaciones que incluye el lanzamiento
sep Borrell. Ese impulso tenía en la mira de la “Alianza Digital UE-América Lati-
el segundo semestre de 2023, en el que na y el Caribe”, distintos encuentros so-
España ha de asumir la presidencia del bre medio ambiente, cambio climático,
Consejo de la UE, en un momento en el ciencia y tecnología, y otros elementos
que se esperaban avances en la negocia- de la agenda birregional. Finalmente, la
ción de la modernización de los acuerdos reunión de cancilleres tomó la decisión
de asociación de Chile y México. Respec- de convocar la cumbre de jefes de Es-
to al Acuerdo UE-Mercosur, objeto ya de tado y de Gobierno en julio de 2023, al
un acuerdo “en principio” de junio de inicio del semestre de presidencia espa-
2019, se esperaba que tras la salida de ñola de la UE.
Jair Bolsonaro de la presidencia de Bra-
sil se atenuaran las objeciones ambien-
tales que, desde la UE, bloqueaban su 4. POSIBILIDADES Y LÍMITES DE
ratificación. En ese contexto, la invasión UN VÍNCULO POLÍTICO RENOVADO:
rusa de Ucrania, sin embargo, ha susci- AUTONOMÍA ESTRATÉGICA
tado un interés renovado en otros Esta- Y PRINCIPIOS DEMOCRÁTICOS 2
dos miembros, que ahora redescubren el
potencial de América Latina como socio Recuperar el diálogo y establecer un vín-
confiable en materia de energía o mate- culo político más fuerte entre América
rias primas estratégicas. La reaparición Latina y la UE es hoy un imperativo para
de la tradicional visión eurocéntrica de promover la autonomía estratégica de
América Latina como “Eldorado”, sin ambas regiones en un mundo más com-
embargo, puede obstaculizar la coopera- plejo, interconectado y disputado, carac-
ción y el diálogo en la medida que plan- terizado por la crisis de la globalización,

1. Disponible en https://www.eeas.europa.eu/eeas/celac-eu-bi-regional-roadmap-2022-2023_en.
2. Algunos argumentos de esta sección han presentado anteriormente por el autor como conferencia de apertura del Foro de Alto Nivel
del programa Eurosocial (Bruselas, 30 de junio de 2022).

36
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

la competencia geopolítica entre Estados ambiente, la cohesión económica, social


Unidos y China, así como de una Rusia o territorial, o el desarrollo sostenible
revisionista que no ha dudado en des- global. El ascenso de China es un hecho,
encadenar una guerra de agresión que, pero si se lee en clave de bipolaridad y
entre otros motivos, responde también a debilitamiento de la UE como parte del
su reclamación de reconocimiento como “Occidente colectivo”, puede también
gran potencia. Parte de esa ecuación son comportar costes para América Latina,
las potencias en ascenso, su mayor rele- pues también cercena sus márgenes de
vancia para América Latina, comercial y maniobra para una mejor inserción in-
financiera, y el mayor riesgo de conflictos ternacional, la autonomía regional, y
de alcance sistémico, como ilustra la gue- su capacidad afrontar retos societales.
rra en Ucrania o la creciente tensión en Menos Europa puede significar también
el Mar de China. Pero también hay una menos América Latina en esa lógica de
dimensión ideacional: esa nueva geopolí- poder. El alto representante para Asun-
tica promueve y se sustenta en discursos tos Exteriores y Política de Seguridad,
ideológicos y narrativas nacionalistas, Josep Borrell, siempre dice que la UE
securitarias y de confrontación, como la tiene que hablar “el lenguaje del poder”,
idea de competencia bipolar entre Esta- pero en el discurso que pronunció en la
dos Unidos y China o de una nueva “Gue- Conferencia de Seguridad de Múnich de
rra Fría” entre ambas. Esas descripciones 2022 (Borrell, 2022a) también recordó
o metáforas no son correctas analítica- “el poder que tiene el lenguaje” aludien-
mente. En cierta manera, como se men- do a las narrativas para generar una ra-
cionó, la propia guerra de Ucrania revela cionalidad y unos objetivos compartidos
la incomodidad de Rusia con ese relato. y construir agencia social. Por eso es ne-
Además, no responde a los intereses ni de cesario contar con una narrativa común
Latinoamérica ni de la UE quedar atrapa- para dar sentido y orientación a su ac-
das en una lógica bipolar, pues las sitúan tuación conjunta en favor de una agenda
en una posición de subordinación estra- de progreso compartido.
tégica, cuestiona su agencia al retratarlas En parte, los límites a la concertación
como actores subalternos, y desalienta política en esta materia los puede mar-
el compromiso hacia las instituciones y car las diferentes posiciones adoptadas
normas regionales y multilaterales y la en torno a la guerra de Ucrania. Ambas
cooperación internacional. regiones coinciden, con matices, en lo
Esas narrativas, además, transforman esencial: que la invasión constituye una
la agenda. Si se asume la centralidad de violación de las disposiciones funda-
esa competencia estratégica, pierden re- mentales de la carta respecto al uso de
levancia, espacio y recursos retos socie- la fuerza, y constituye un acto de agre-
tales como la democracia, los derechos sión; que vulnera principios básicos del
humanos, la igualdad de género, el medio orden internacional, como la soberanía

37
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

e integridad territorial y la no interven- como base para la paz, el cese de las hos-
ción; y que no es aceptable recurrir a la tilidades y la retirada toral, inmediata e
guerra de conquista para redibujar fron- incondicional de las tropas rusas de te-
teras. No en vano, es en la propia América rritorio ucraniano, conforme a sus fron-
Latina donde se gestaron algunos de esos teras internacionalmente reconocidas,
principios, hoy plenamente incorporados pero al igual que China, su propuesta
al derecho internacional (Sanahuja, Ste- no contempla esa condición previa. Con
fanoni y Verdes-Montenegro, 2022). La motivo de la visita a Brasil en abril de
región, sin embargo, no acepta sanciones 2023 del ministro de Asuntos Exteriores
que no se hayan adoptado en el marco de la Federación Rusa, Serguéi Lavrov –
multilateral, por una cuestión de prin- en una gira que también incluía a Nica-
cipio y también por sus posibles efectos ragua, Cuba y Venezuela–, Lula se alineó
económicos, que perjudican a la región. en parte con la narrativa rusa sobre el
En nombre de la neutralidad, algunos origen de la guerra, al co-responsabili-
países latinoamericanos (Argentina Co- zar al gobierno de Ucrania de la invasión
lombia, Brasil) han rechazado expresa- rusa; planteó la posible cesión de Crimea
mente las peticiones de líderes europeos como contrapartida a la paz, y respon-
para transferir armamento o municiones sabilizó de la continuación de la guerra
a Ucrania (Stott, 2023). Además, hay vo- a la ayuda militar de la OTAN. Ello en-
ces, tanto en las derechas más extremas traba en contradicción con su posición
como en segmentos de la izquierda de la en Naciones Unidas, ha podido erosio-
región, que han asumido la narrativa de nar sus aspiraciones como mediador, al
Rusia y China sobre la responsabilidad de subordinarlas a la estrategia más amplia
la OTAN en la invasión, y cuestionan el de cuestionamiento de Occidente de los
apoyo militar que la UE y Estados Unidos BRICS, y generó una enérgica respuesta
han prestado a Ucrania para que ese país tanto de Estados Unidos como de la UE.
pueda ejercer su derecho a la legítima de- Ello, finalmente, motivó una rectifica-
fensa, evitar ser arrollada militarmente, y ción pública tanto de Lula como de su
se le imponga “la paz de los vencidos”. asesor principal para asuntos interna-
El potencial conflictivo de esta cues- cionales, el ex – canciller Celso Amorim
tión pudo verse en abril de 2023. El (Galarraga, 2023) .
presidente de Brasil, Lula da Silva, ha Las relaciones birregionales tienen
propuesto un proceso de mediación que también un importante acervo como
partiría de un grupo de países “neutra- espacio de aseguramiento de la demo-
les” y que, en muchos aspectos, coincide cracia y los derechos humanos, y del
con los principios generales propuestos orden internacional liberal, basado en
por China para la paz. Brasil ha respal- reglas, frente a los actores iliberales que
dado las resoluciones de la Asamblea Ge- las impugnan, sea en la UE o en Améri-
neral de Naciones Unidas que reclaman, ca Latina y el Caribe. Pero en el diálogo

38
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

político sobre esta cuestión se debería derechos humanos exige agendas com-
partir de dos premisas básicas. En pri- partidas y más amplias, que remitan a las
mer lugar, hay que asumir que no existe agendas del desarrollo y de la inclusión
ya el “consenso liberal” de la posguerra social a través de políticas públicas que
fría respecto a la democracia, ni a escala respondan las expectativas ciudadanas
global ni en la relación birregional. En y materialicen de derechos económicos
segundo lugar, que la UE debiera dejar y sociales. Sin embargo, una agenda de
atrás la actitud condescendiente con la mayor exigencia mutua en materia de
que se contempla a la región, más pro- democracia y derechos humanos es hoy
pia de esa época, cuando América Lati- más difícil de abordar en la cumbre de
na acudía a la UE en busca de apoyo y de jefes y jefas de Estado y de gobierno, en
respuestas para su etapa de transiciones otros diálogos políticos de alto nivel y
y consolidación democrática. a través canales político-diplomáticos
Es importante subrayar que hoy el formales, debido a la elevada fragmen-
“malestar en la democracia” y su cuestio- tación y polarización política presente
namiento por actores iliberales atraviesa en ambas regiones. Por ello, se deberá
ambas regiones y es una problemática optar por otro tipo de geometrías, más
verdaderamente compartida (Ipsos 2021), flexibles y transversales, con los gobier-
también, con actores externos como Es- nos más dispuestos y el concurso de la
tados Unidos, como han mostrado, de sociedad civil. En el escenario birregio-
manera dramática, las imágenes insó- nal vuelve a ser relevante, en este ámbi-
litas de las turbas “ultras” asaltando el to, la preservación del espacio cívico, la
Capitolio en Estados Unidos o la plaza libertad de prensa y la lucha contra la
de los Tres Poderes en Brasilia, en am- desinformacion; la integridad electoral,
bos casos azuzadas por los presidentes y el respaldo a las ONG de derechos hu-
salientes. Por todo lo anterior, el debate manos y a defensores/as del territorio.
birregional no debiera limitarse, de for-
ma reduccionista, a los casos en los que
está en riesgo o ha dejado de existir el 5. COOPERACIÓN AL DESARROLLO,
pluralismo político, como Nicaragua, COMERCIO E INVERSIONES: UNA
Venezuela o Cuba. La erosión de la de- ALIANZA PARA LA “TRIPLE TRANSICIÓN”
mocracia y la deriva iliberal, en mayor o
menor medida, se observa en otros paí- Como se mencionó, una relación birregio-
ses de la región. En la UE es también un nal renovada ha de contribuir, más allá
problema el cuestionamiento del Estado de la respuesta inmediata a la crisis de la
de derecho en Centroeuropa y el ascenso COVID-19, a la necesaria redefinición
y creciente influencia de la ultraderecha. del desarrollo económico y social, en
Por todo lo anterior, el diálogo y la clave de cohesión social y sostenibilidad,
cooperación en materia de democracia y como demanda la Agenda 2030. En este

39
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

ámbito, la UE sigue siendo percibida por las yos efectos ha sido agravar fracturas socia-
sociedades latinoamericanas como el les y desigualdades de renta, género, o de
socio más favorable (Domínguez, 2023), otra índole. La pandemia también ha he-
aunque esa imagen puede haber quedado cho aflorar disfunciones en las institucio-
dañada por el comportamiento y posicio- nes y modos de gobernanza, en cada país
nes de la UE en materia de vacunas, domi- y en el plano regional y global, así como
nada por el acaparamiento y la renuencia otras carencias del tejido social y produc-
a activar las disposiciones previstas en tivo. La recuperación pospandemia hace
la Organización Mundial de Comercio aún más perentorias esas tres transicio-
(OMC) para el levantamiento temporal y nes, en tanto contribuirán a la renovación
extraordinario de la protección de las pa- del contrato social.
tentes ante emergencias sanitarias. La UE Aquí entra en juego la propuesta de
permitió la exportación de vacunas en la “desarrollo en transición” impulsada
fase crítica de la pandemia, a diferencia por el Centro de Desarrollo de la OCDE
de Estados Unidos, y según ha resaltado el y por CEPAL, con el apoyo de la Comi-
alto representante, Josep Borrell, ha sido sión Europea (OCDE/CEPAL, 2019; Nie-
el mayor exportador mundial de vacunas, to y Da Costa, 2022). Con esa agenda se
el segundo donante mundial, y el primero pueden plantear unas relaciones de coo-
a través del mecanismo COVAX (Borrell, peración más horizontales e inclusivas,
2022b). Sin embargo, las sociedades y las dejando atrás la vieja lógica Norte-Sur,
elites latinoamericanas saben que Rusia más abiertas al aprendizaje conjunto y
y China fueron quienes acudieron en pri- el intercambio de experiencias innova-
mer lugar suministrando las vacunas que doras en las políticas públicas. Con la
hicieron posible las primeras campañas implicación de los distintos actores del
de inmunización. desarrollo sostenible, se trataría tam-
Las relaciones entre la UE y América bién de atraer inversión productiva y
Latina y el Caribe y, en particular, la coo- asistencia financiera y técnica que res-
peración Europa al al desarrollo tendrían palde políticas activas de largo plazo, y
que reorientarse para promover un espa- de respaldar reformas que lleven a pac-
cio compartido de diálogo de políticas, tos sociales y políticos más inclusivos.
de convergencia regulatoria y de trans- Todo esto demanda un adecuado res-
formación productiva para la reconstruc- paldo multilateral, sobre todo en mate-
ción del contrato social. Ambas regiones ria de financiación, para que los países
tienen un reto societal común: una “tri- de América Latina y el caribe, en parti-
ple transición”, socioeconómica, digital y cular los de mayor vulnerabilidad exter-
ecológica, que, como elemento transver- na, dispongan de un mínimo de liquidez
sal, han de ser una transición justa. Esas y de espacio fiscal para la recuperación
transformaciones ya eran necesarias antes transformadora que se requiere, o que,
de la irrupción de la COVID-19, uno de cu- al menos, eviten el riesgo de impagos

40
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

de la deuda externa, y nuevos ciclos de que pretenden utilizar fondos públicos


austeridad que, en un contexto de dé- para apalancar capital privado para in-
bil crecimiento económico, lleven a una versiones en las transiciones digital y
nueva “década perdida” para el desarro- verde. Ello responde tanto a una agen-
llo (Stott, 2022). El papel de la coopera- da de inversión, como al imperativo
ción internacional y regional será clave, geopolítico de competir con China en
con mecanismos para facilitar el acce- su creciente papel en la financiación del
so a financiación y para el tratamiento desarrollo. Este instrumento, no obstan-
de la deuda promoviendo, por ejemplo, te, puede defraudar las expectativas de
operaciones de conversión de deuda por movilización de recursos privados, no
inversión verde. A ello han de sumarse debe sustituir o eclipsar a otras líneas de
las necesarias reformas fiscales para me- trabajo de la cooperación de la UE y sus
jorar la cobertura y progresividad de sus Estados miembros, como la cooperación
sistemas tributarios y movilizar recursos técnica, educativa, y, sobre todo, la orien-
nacionales para mitigar el daño y finan- tada a promover la cohesión social (Koch,
ciar una recuperación transformadora en Keijzer y Furness, 2023). De igual mane-
ámbitos como la digitalización, la transi- ra, ha de asegurarse que los proyectos de
ción ecológica y la justicia climática. inversión responden a demandas y nece-
Por su parte, la UE ha de desplegar sidades de desarrollo de los países lati-
una estrategia de cooperación avanzada, noamericanos, y se sitúan en un marco
más horizontal, que, sin renunciar a la definido de política de desarrollo (Jung y
ayuda oficial al desarrollo (AOD), ha de Terrón, 2022), más que a venir inducidos
dejar atrás la “graduación” de los países desde la oferta, especialmente por las ne-
más avanzados. Así, ha de estar abierta cesidades de materias primas que requie-
a todos los países de la región con enfo- re la transición verde en la UE, alentando
ques “a medida” para cada uno de ellos. con ello un nuevo ciclo extractivista.
Ha de sumarse a la cooperación Sur-Sur La política comercial y de inversión
y triangular, promover un mayor diálogo tiene un papel clave en la recuperación
sobre políticas públicas, innovación con- pospandemia y la “triple transición”.
junta e intercambio de conocimiento, y Ambas regiones han tejido una amplia
alentar la inversión pública y privada en red de Acuerdos de Asociación que in-
áreas como la infraestructura resiliente y cluyen la liberalización del comercio y
la transición ecológica. Para esto último, las inversiones. Se encuentran en vigor,
en el periodo presupuestario 2021-2027 en lo refrido a su pilar comercial, los fir-
se cuenta con el nuevo instrumento “Eu- mados entre la UE y Centroamérica, la
ropa Global” y el Fondo Europeo de De- CARICOM, Colombia, Ecuador y Perú,
sarrollo Sostenible plus (FEDS+). y México y Chile. Con estos dos últimos
Con el respaldo del FEDS+, la UE ha países se ha negociado su moderniza-
definido el programa “Global Gateway”, ción, estando pendiente su ratificación.

41
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

El Acuerdo UE- Mercosur, como se indi- de convergencia regulatoria en materia


có, está pendiente de ratificación y es el social, de reglas para la economía digi-
que suscita más resistencias por razones tal, y de estándares ambientales, para
tanto ambientales como proteccionistas, promover el cambio de los modelos de
que a menudo se entremezclan y confun- producción y consumo en aras de la sos-
den de manera deliberada. De nuevo, es tenibilidad y la cohesión social (Bonilla y
necesario cambiar la lógica y la narrativa Sanahuja, 2022). Sin ello, las normas am-
que justifica estos Acuerdos. No deben bientales, sociales y de gobernanza (ESG,
verse como meros tratados comerciales. por sus siglas en inglés) pueden termi-
Tienen un nuevo significado geopolítico: nar erigiendo un nuevo proteccionismo
son herramientas para la autonomía es- “verde”, con nuevas barreras no arance-
tratégica de la UE y de América Latina larias, que puede ser impugnado como
frente a una supuesta bipolaridad entre intento de imponer al resto del mundo
Estados Unidos y China, y establecen los principios y normas europeas. La UE
asociaciones entre socios confiables, so- podrá hacer uso de su poder regulatorio
metidas a reglas, en un escenario en el y de la influencia que supone el mer-
que hay actores que no dudan en secu- cado interior, pero no puede actuar de
ritizar o utilizar con fines coercitivos las manera unilateral y enajenarse apoyos.
interdependencias económicas. Ello puede implicar una flexibilización
Por otro lado, teniendo presente el de las disposiciones de los acuerdos, de
compromiso de ambas regiones con el manera que los países firmantes dispon-
Acuerdo de París y las metas de descar- gan de mayor espacio para el desarrollo
bonización y de cuidado del medio am- productivo, en particular para el desplie-
biente, es necesario combinar la apertura gue de las nuevas políticas industriales
comercial con la adopción de estándares que hoy presiden la agenda económica
y normas ambientales, laborales y socia- en ambas regiones. Hay ya muestras de
les más estrictas. Ello supone, en otros ello, por ejemplo, en las disposiciones
términos, una aproximación al comercio sobre precios del litio contempladas en
y la inversión extranjera con un marco la modernización del Acuerdo de Aso-
regulador y con principios ambientales ciación UE-Chile, que son funcionales a
y geopolíticos distintos al enfoque li- la política desplegada por ese país para
beral de décadas anteriores. Sin ello, la promover procesos de industrialización
opinión pública y los parlamentos, de los a partir de ese mineral (Beattie, 2023).
que depende la ratificación de los acuer- Esos imperativos se plantean en el
dos comerciales, pueden mostrarse más ámbito multilateral de la Organización
reacios a aceptar esos Acuerdos. Mundial del Comercio (OMC), y en los
Los Acuerdos de Asociación debieran Acuerdos de Asociación entre la UE y
verse también como un espacio común América Latina y el Caribe. Como ilustra
de diálogo sobre políticas y normas, y el debate sobre el Acuerdo UE-Mercosur

42
1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

y la deforestación de la Amazonia, no es gunda línea de acción es modernizar y


aceptable objetar su ratificación apelan- culminar la red de acuerdos comerciales
do a legítimos argumentos ambientales y de asociación que ya tenemos. Tene-
con inconfesados propósitos proteccio- mos acuerdos con 27 de los 33 países de
nistas. Pero ese proteccionismo encu- la región. Algunos de los acuerdos son
bierto no legitima que se ignoren esas tan viejos que nos hemos olvidado de su
objeciones ambientales. La solución no es existencia, y otros no acaban de llegar. La
abandonar los acuerdos, sino reforzar sus tercera cosa que hemos de hacer es bus-
salvaguardas. De hecho, los acuerdos de car líneas de alianza en torno a las prio-
última generación ya incluyen un moder- ridades que compartimos (…) no perder
no capítulo sobre comercio y desarrollo el tren de la revolución digital, hemos
sostenible. Pero, como se ha propuesto de avanzar en el desarrollo económico,
en el Pacto Verde Europeo, será necesa- hemos de crear sociedades cohesiona-
rio añadir a cualquier acuerdo comercial das – luchando contra la desigualdad
compromisos más imperativos con el (…) y hemos de hacer frente al cambio
Acuerdo de París, como podría serlo el climático. La cuarta línea de acción, qui-
instrumento adicional de carácter inter- zás la más importante, es colaborar en la
pretativo que se negocia para hacer po- promoción de la paz, de la democracia y
sible el Acuerdo UE-Mercosur (Bound y de los derechos humanos. En este nuevo
Harris, 2023), o, para el futuro, una cláu- contexto geopolítico hace falta más que
sula ambiental análoga a la cláusula de- nunca que nos aliemos para conseguir
mocrática que desde los años noventa, de esos tres objetivos” (Borrell, 2022c).
manera obligatoria, se incluye en todos Este programa de trabajo, ambicio-
los acuerdos de la UE con terceros países so pero concreto, desborda la presiden-
(Comisión Europea, 2019; Giles, 2020; cia española del Consejo de la UE en
Sanahuja y Rodríguez, 2021). 2023. Las propuestas de “pactos verdes”
y los debates sobre la transición ecoló-
gica y sobre nuevos modelos macroeco-
6. CONCLUSIONES nómicos, de política industrial, fiscal y
de empleo en Estados Unidos, la Unión
En octubre de 2022, en su discurso ante Europea (UE) o China, y, de manera cre-
los cancilleres de la UE y de CELAC reu- ciente, también en América Latina, van
nidos en Buenos Aires, el alto represen- mucho más allá de la política de coyun-
tante Josep Borrell delineó las cuatro tura y apuntan hacia la reconstrucción
grandes líneas de trabajo que ambas del contrato social, con la generación
regiones deberían abordar a corto pla- presente, y también con el planeta y las
zo: “La primera es intensificar el diálo- generaciones futuras. Frente a las crisis
go político al más alto nivel. Por eso, esa de la geopolítica, la economía, la ecolo-
cumbre debe ser un objetivo (…) La se- gía y la sociedad que definen la actual

43
INFORME IBEROAMÉRICA 2023

etapa de interregno, el relanzamiento


del diálogo y la cooperación, la UE y
América Latina y el Caribe pueden forjar
una nueva alianza política y de desarro-
llo para seguir siendo relevantes para sus
sociedades y su lugar en el mundo.

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1. AMÉRICA LATINA Y LA UNIÓN EUROPEA

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Ninguna parte ni la totalidad de este documento puede ser reproducida,
grabada o transmitida en forma alguna ni por cualquier procedimiento,
ya sea electrónico, mecánico, reprográfico, magnético o cualquier otro,
sin autorización previa y por escrito de la Fundación Alternativas.

Coordinación
Vicente Palacio

Edición de textos
© los autores

Documentación
© los autores

Diseño Gráfico
Álvaro López Moreno de Cala

Impresión
Fragma

© de los textos: sus autores


© de esta edición: Fundación Alternativas, 2023
© de las imágenes: sus autores
© Marcos Criado De Diego, Daniel Gayo Lafée,
Marisa Ramos Rollon, Erika Rodríguez Pinzón,
Lorena Ruano y José Antonio Sanahuja

ISBN: 978-84-18677-81-6
Depósito legal: M-15514-2023

Este libro ha sido impreso en papel


reciclado Cyclus Offset 300g/m2 para la cubierta
y Cyclus Offset 135g/m2 para el interior.

www.fundacionalternativas.org
Uno de los mayores retos de la Presidencia española de la UE
en 2023 es la Cumbre UE-CELAC de Bruselas el 17 y 18 de
julio de 2023. Esta Cumbre viene precedida de otra, la Cum-
bre Iberoamericana de 24 y 25 de marzo pasado, que sirvió
para fijar - a una escala menor, pero no menos impoortante
- las bases para la cooperación entre gobiernos y sociedades
de ambas orillas. La cumbre UE-CELAC supone una gran
oportunidad para intensificar la relación política enter Eu-
ropa y América Latina y Caribe y situar la alianza bi-regional
en el nuevo mapa geopolítico tras la pandemia o la guerra
de Ucrania. Nos referimos a un diálogo político más fluido,
unas relaciones comerciales e inversiones más intensas, o
una cooperación renovada que incluya las transiciones digi-
tal y ecológica. ¿Qué planteamiento deberían llevar España y
la UE a la Cumbre? ¿Qué podemos esperar del encuentro en
Bruselas, y qué líneas de acción estratégica deben constituir
nuestra prioridad mas allá de aquél? Estas son algunas de
las cuestiones a las que tratamos de aportar nuevos elemen-
tos con motivo de la presentación del Informe Iberoamérica
2023 de Fundación Alternativas: “América Latina y Europa:
más allá de la Cumbre”.
Los autores que han colaborado en este informe han
sido: Marcos Criado De Diego, Daniel Gayo Lafée, Marisa
Ramos Rollon, Erika Rodríguez Pinzón, Lorena Ruano y
José Antonio Sanahuja.

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