la prudencia eclesiéstica, por el celo burocratico,
Por stt propio instinto de superviveneia— se desdice
fun Hega mas alla: “Voy @ matarte, Atahualpa. Da
Jo mismo, Palabras guardadas, palabras quebrantadas,
Nada tiene ningiin sentido, ninguno. Tu dormirés mis
temprano que yo, eso es todo.”
EI nominalismo de Pizarro es consecuente. Si pre-
{fore sniguilar el imperioincaicy decaiténdolo, en vex
le conservarlo, no es porque afirme el poder, la ope-
racién sobre la realidad, el cambio impuesto sobre el
curso de Ia historia, sino porque prefiere ser llamado
conquistador y no derrotado. Este, y no el que le
nnegé su padre, ni el que su madre estuvo incapacitada
pata transmitirle, sera su nombre, Un nombre que re-
etirdn las generaciones por venir en sus romances,
fen sus leyendas, en Jas arcas de a memoria. Lo mo-
tejaran de asesino, de valiente, zqué importa? Quiz
alguno descubra alguna vez que Pizarro no era mas,
que un cazador y que, de muy otra manera y por muy
diversos caminos que los transitados por San Juan de
la Cruz, “le dio a la caza aleance”. ¥ que la presa,
como de sustancia divina que era, renacia y renacia
sin cesar. Lo mismo que el sol. .
ee
—————
Arte y destinatario
A pnopésito de las recientes, y no muy comedidas,
polémicas suscitadas entre numerosos, representatives
grupos de artistas y altas autoridades administrativas
del Instituto Nacional de Bellas Artes, se ha vuelto
a plantear la vieja cuestién:. la actividad estética es
tuna y tiniea o se puede distinguir entre un producto
destinado a las mases (y por ello de inferior calidad)
y otro a las minorias selectas y privilegiadas?
‘Los que sostienen Ia primera afirmacién no creen
que el gusto sea una potencia que se desarrolle y
se eduque haciendo concesiones graduales. Que no se
puede ir, paulatinamente, de lo malo a lo regular y
luego de’ lo regular a lo bueno, porque la diferencia
no es cuantitativa sino cualitativa, Creen, en eambio,
que el gusto sélo aleanza su madurez por medio de
Ja frecuentacién de las obras maesras, del, contacto
directo con los grandes logros expresivos del espiritu
hhumano, con la familiaridad que despoja a lo que ha
alcanzado el prestigio de lo elasico de esa aura de su-
blimidad que tanto contribuye al grueso de la gente
a mantenerse distanciada de lo que supone que se en-
euentra més all de sus alcances.
Los que sostienen la segunda afirmacién basan su
estrategia aproximativa en el refran espafiol que acon-
Sela (6 previene, so ya va en interpretaciones) dap
gato bre. Hs decir —y citando a Lope—:
Pueblo es necio y pues que Paga es usto/hablarle en
necio para darle gusto.”
Pero hay aqui varias falacias, En primer lugar la
Presuposicidn de la necedad del pueblo. {Como se
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omprucha? Muy sencilla: hacende una eneueata soe
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ls walive In alate cada verse ee ata
con una tira’ efmie, con una tle talon as
sn ber ner, cr Henovels
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andos de In educueién estética popular pretenden «u
fe tnuifiq.». conserva Parque tome ut
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Prine enfrente otro plato cualquiera lo recht
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fal ave no sori aiquere de’ arden econ, po
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Cultura entendlda en sent exit,
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Foconoer ine diferent im yunrda conta mentequle
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Dre nortan grave cue fw otro: al de, Gat bor
Tenia qua ol are surge y so pont en an dnb dh
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100
con 1 creador, con au poca ni con su praible re
Ye Sorte hizo brillantes andliis de este fens
fa Sartre hizo brillant isis ‘now.
no en sus ensayos acerca de :Qué es la literature?
cuando propune, como una de las preguntas bisicas,
Gita: para quién se excribe?
"lector condiciona, de muchas maneras, la téenics
elegida, el modo de desarrolly del tema, ta elecciin
Gel tema minmo. Lo que el lector no es apto, Iestamien-
fe, de condicionar, es la intenciin del artista de co-
Iocarse en niveles extracstélicos para ser entendido y
apreciado,
‘odo eto vie,» euento no poraue pos interexe
renir en la polémica MBA versus intelligenteia si-
ho porque tenemos en nuestras manos un bro editado
en Venesucla por la Fundacion Festival del Nido ¥
euyo Utulo Nuevas paginas para imaginar promete lo
que muy pocos han logrado cumplir: hacer una bters-
ure para hifios que, sin perder sus caracteristicas, de
literature en el mejor sentido de la palabra, exté al
alcance de las sensibilidades y mentalidades infantles.
Bl éxito 0 el fracaso de los diversos autores depen-
e, fundamentelmente, de la nociin que tenzan de
Jo que ef un nifo, Si se supone que un nifo es, por lo
prenla, um arado (oo anacrénico a contumac ‘come
‘ela plebe), entonces se adovta un tone paternal,
protector, en el que se alude a puras imbecilidades
Porque no ke es capaz de concebir que una trams bien
turdida por hiloe logicos y protagonizada por caracteres
aherenien, en la que oburren hechos ordinarig pero
nasrados en forma interesante, sea susceytible de lia-
‘mar su atencién.
En cambio se da por descontado que esa steric
ueda presa en las mallas de una fantasia pobre, de
na nventiva arbitrariay de unas aventuras Invert
La primera leccién de evasion de lo real sucle ser
4a lecture de los cwentos y Sabulas infantiies, Eo la
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